AI OS
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EDITORIAL
EDITORIAL
La tercera publicación de la Revista AIOS coincide con un escenario nacional en el que se avistan importantes cambios para la sociedad colombiana en el campo político, económico y social. Sin duda alguna, la posibilidad de aprobar los recientes acuerdos de paz de La Habana, ha creado expectativas sobre los potenciales beneficios que puedan obtenerse para la sociedad colombiana como consecuencia de su ejecución. Desde la perspectiva económica, vale la pena mencionar que si bien la economía colombiana atraviesa por una desaceleración generalizada, las proyecciones económicas basadas en los acuerdos sugieren efectos económicos positivos, tales son los pronósticos sobre la inversión extranjera en Colombia, de la cual es espera que bajo un escenario más pacífico, se incremente e impacte favorablemente a la economía colombiana. Es cierto que una tasa de desempleo del 9,85%, una inflación cercana al 9%, y la desaceleración industrial y del PIB en 2,5% debe llamar la atención sobre el manejo de la política económica. Sin embargo, el estudio de estos fenómenos exige un enfoque más estructural de la realidad económica, que tenga en cuenta, por ejemplo, los efectos de fenómenos sociales que subyacen al comportamiento de los índices económicos, tal es el caso de los efectos del paro del sector transportador en la carestía de productos básicos o de algunas materias primas. Por otra parte, son inminentes los cambios que se darán en materia político-institucional y social en Colombia. Con nuevos actores en el Congreso de la República y en la actividad política del país, en especial de la representación de parte del campesinado colombiano y del sector agrícola, la sociedad colombiana se sumergirá en un nuevo escenario al cual deberán sumarse los esfuerzos académicos e investigativos para atender los nuevos retos que supone este nuevo panorama social, económico y político. En tal sentido, la Facultad de Ciencias Económicas y Contables de la Fundación Universitaria Los Libertadores, dedica este volumen de la Revista AIOS al aporte de investigaciones científicas que permitan un análisis económico desde un enfoque interdisciplinar, sin distanciarse
Página 4 de la utilización de las herramientas cuantitativas, de tal forma que la presente edición constituya una publicación de conveniente consulta para el entendimiento del entorno político, económico y social que nos asiste a los colombianos. A lo largo de esta publicación el lector encontrará temas relacionados con la pobreza, el mercado laboral, la descentralización y el desarrollo económico, y la educación superior; todos estos en concordancia con los temas objeto de importantes debates a nivel nacional e internacional. Al respecto, cabe mencionar algunos resultados obtenidos de las investigaciones aquí publicadas. Suárez y Torres encuentran que, en la ciudad de Bogotá, aquellos estudiantes que reciben clases de profesores con doctorados, mejoran un 2% su calificación en las pruebas nacionales de educación superior. Por otra parte, en el trabajo de Vélez se aborda el desarrollo en el municipio de Granada a partir de la descentralización y abarca las relaciones campesinas de producción con el desarrollo económico, así como la influencia de la gestión pública en esta entidad territorial. Villarroel y Marmolejo exponen la teoría de las perspectivas de Khaneman y Tversky para realizar una crítica a la tesis económica neoclásica sobre la maximización de la utilidad de los consumidores, dando validez a la crítica por la interpretación de enfoque descriptivo que se hace de la teoría de la utilidad esperada, dado que ésta se desarrolla bajo un esquema normativo. Es en esta dicotomía interpretativa que la doctrina neoclásica se desvía del objetivo de su planteamiento.
Por otro lado, Hernández y Méndez plantean un análisis sobre las trampas de la pobreza utilizando la metodología econométrica de pseudopánel y encuentran la existencia de costos heterogéneos para distintos segmentos de la población al enfrentarse a la volatilidad económica internacional. Por otra parte, el presente volumen incluye un estudio sobre el emprendimiento social para el caso de las pequeñas y medianas empresas en México, en el cual Barragán, catedrático de la UNAM, plantea la necesidad de profundizar en el estudio del emprendimiento social dados los potenciales beneficios que se derivan para la sociedad en sí misma. Además de los referidos estudios, se presentan algunas consideraciones de tipo cuantitativo sobre el trabajo decente en Medellín a cargo de Jorge Coronel, y se encuentra que no existe una única variable que influya en el comportamiento de su medición, toda vez que factores como la calidad del empleo, la discriminación laboral, la precariedad, entre otros afectan la dinámica del trabajo decente. Esperamos que esta edición de AIOS sea de total acogida por nuestros lectores e invitamos a los investigadores del campo de las ciencias económicas y sociales a seguir creyendo en esta publicación que está abierta a todas las corrientes que deseen aportar a la socialización de conocimiento útil y pertinente para analizar los problemas de nuestro país. Álvaro Luis Mercado Suárez Decano Facultad de Ciencias Económicas y Contables
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DESCENTRALIZACIÓN Y DESARROLLO: ESTUDIO DE CASO EN EL MUNICIPIO DE GRANADA 1986-2012 DECENTRALIZATION AND D E V E L O P M E N T: A C A S E S T U D Y I N T H E M U N I C I PA L I T Y O F GRANADA 1986-2012 Julián Mauricio Vélez Tamayo*
1 Vinculado al proyecto de investigación “Categorización de las asociaciones y cooperativas de pequeños y medianos productores agropecuarios del Oriente de Antioquia”, financiado con recursos de la Universidad Autónoma Latinoamericana y la participación del Nodo Antioquia de la Red Unicosol. * Magister en Desarrollo, Economista. Docente investigador del Grupo GINVECO de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma Latinoamericana. julianvelez@unaula.edu.co
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RESUMEN
RESUMEN La Constitución de 1991 convierte a los municipios en entes descentralizados, delegando en ellos responsabilidades que eran propias al Estado central. Este proceso surge en Colombia como una respuesta a los discursos “desarrollistas” exógenos y a unas realidades políticas propias. Este proceso, en lo político, busca fortalecer el Estado, acercarlo a la gente y brindarle participación al ciudadano, pero reduciendo el aparato estatal a lo más mínimo con respecto a lo económico. Se pretende analizar, entonces, las relaciones existentes entre la descentralización y el desarrollo económico de Granada en el periodo 1986-2012. Palabras clave: desarrollo económico, descentralización, economías campesinas, gestión pública.
ABSTRACT The Colombian Constitution of 1991 makes municipalities in decentralized entities, delegating responsibilities that they themselves were the central nation state. This process arises in Colombia as a response to the speeches exogenous “development” as distinct political realities. This process, politically, to strengthen the state, closer to the people and giving the citizen participation, but reducing it to the least with respect to economics. It aims to analyze the relationships between decentralization and Economic Development of Granada in the period 1986-2012. Keywords: Economic Development, Decentralization, Rural Economies, Public Management.
ABSTRACT
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INTRODUCCIÓN Mientras en algunos países latinoamericanos se ha notado que hay una relación directa entre descentralización y desarrollo, en otros se observan rezagos principalmente por la forma y la categoría de la descentralización; es decir, mientras que en unos la descentralización se dirige a sistemas subnacionales como las provincias, departamentos o Estados, la relación e impacto ha sido positiva; en otros, destinado a descentralizaciones municipales, la misma no ha sido tan efectiva (Clemente, 2002). De igual forma, cuando se habla de categoría de descentralización se refiere al contexto específico en el que se desenvuelve dicho proceso, mientras que unos países, el proceso obedece a mecanismos de manutención del poder por parte de algún partido político (Cárdenas, 2004), a otros, el proceso se obedece a relaciones exógenas, este surge como una medida de aplicación de políticas de organismos de gobernanza mundial para establecer el siguiente paso o fase de la llamada “globalización” enmarcados en el modelo neoliberal (Rodríguez, 1996). ACERCAMIENTO CONCEPTUAL A LA DESCENTRALIZACIÓN Y AL DESARROLLO De la literatura se puede extraer que la relación de estas dos categorías, referentes a la realidad colombiana es variada. Por un lado, se puede observar en lo político el interés de este proceso en brindar una mayor participación de los ciudadanos y un acercamiento del Estado y de los partidos políticos a la ciudadanía que se había mostrado apática y donde se había generado la crisis del Estado en la década de 1980.
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Con el proceso constituyente de 1991 esta realidad se intentó cambiar, apoyándose en la experiencia que el país había tenido en 1986 en el megaproyecto de “Refundación del Estado” configurando a Colombia en un Estado Social de Derecho, donde se “asegura a todos los integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz,… que garantice un orden político, económico y social justo” (Constitución Política de Colombia, CPC, 1991, Preámbulo). Todas estas categorías enunciadas en el preámbulo de nuestra Carta Magna o Ley Fundamental, denotan una característica especial: el desarrollo. Es así como el proyecto Constitucional de 1991, se configura en un megaproyecto de Desarrollo, donde no solo lo económico, sino también lo jurídico, lo social y lo político tienen especial protagonismo. Precisamente una de las características principales de esta nueva Carta Magna, a diferencia la anterior, es que recoge el aspecto descentralizador. Sin duda, los legisladores en la persona de los constituyentes, consideraban el efecto que causaría en la Nación para su desarrollo la propuesta descentralizadora, al punto, de enunciarlo así en su primer artículo: “Colombia es un Estado Social de Derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales” (CPC, 1991, Art. 1°) En el caso de Colombia, la unidad administrativa subnacional en donde recae las responsabilidades propias de la descentralización es el municipio; con respecto a este, el municipio, de acuerdo al artículo 311 de la misma Carta Magna establece que es al que le “corresponde prestar los servicios públicos que determine la ley, construir las obras que demande el progreso local, ordenar el desarrollo de su territorio…” (CPC, 1991, Art. 311); aquí se pueden leer dos categorías que son interesantes para este análisis: el concepto de “Progreso” entendido por muchos como desarrollo y el aspecto del “desarrollo del territorio”. Sin duda, la relación entre la descentralización y desarrollo, en este punto parece indiscutible, dado primordialmente que se encuentra anclado en la propuesta constitucional del país.
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Aspecto legal de la descentralización y efectos en lo rural En Colombia, luego de la Constitución Política de 1991, hubo una serie de adelantos legislativos sobre el tema de la participación ciudadana, los instrumentos de gestión y desarrollo rural. El proceso de descentralización iniciado en 1986, y reafirmado con la Constitución Política de 1991, hizo necesario que se reglamentara. Dado lo complejo y amplio que se constituye el espectro de la descentralización como concepto, hubo algunos avances legislativos referente al tema, sobre todo los instrumentos de gestión. No se trata aquí de realizar un balance sobre los avances legislativos, solo se pretende hacerlos visibles de acuerdo con el marco constitucional en el que se mueven. El Decreto 1333 de 1986, llamado también Decreto de Legislación Municipal, dota a los municipios con las herramientas legales que le permiten cumplir su objeto social y su servicio público de acuerdo con las necesidades de autonomía, “promover el desarrollo de sus territorios y el mejoramiento socio-cultural de sus habitantes, asegurar la participación afectiva de la comunidad en el manejo de los asuntos públicos de carácter local y propiciar la integración regional” (Ley 1333 de 1986, Art. 2°). La Ley 152 de 1994, o Ley Orgánica del Plan de Desarrollo, que busca establecer los procedimientos y mecanismos de elaboración, aprobación, evaluación y ejecución de los planes de desarrollo (Ley 152 de 1994, Art. 1°) y cuya aplicación opera a todos los entes territoriales, a nivel nacional, departamental o municipal. En el capítulo VIII, IX y X de dicha Ley, se determina la aplicación de la norma para las entidades territoriales. Lo que en lo jurídico se emprende la aplicación del proceso descentralizador. Ley 134 de 1994 o Ley de Participación Ciudadana. En esta Ley se reglamentan las formas de participación ciudadana como son: iniciativa popular, referendo, consulta popular,
Página 10 revocatoria de mandato, plebiscito y cabildo abierto en los órdenes nacional, departamental y municipal; además, es el mecanismo por el cual se democratiza, controla y fiscaliza la administración pública. Es en esta normatividad por la cual, el proceso de descentralización se evidencia. Así también la Ley 134 de 1994 y la Ley 1551 del 2012, conocidas como leyes del régimen municipal, clasifican, organizan y determinan el funcionamiento de los municipios. Política, gestión pública y descentralización. El asunto político es un asunto que atraviesa a todo proceso, en el Informe de Desarrollo Humano del 2011, el PNUD
(2011) toma este aspecto como uno de los
fundamentales para evaluar el nivel de desarrollo humano en Colombia. De igual forma, el asunto en los niveles sub nacionales no es tan diferente. La pobreza genera que la gente tenga que correr ciertos riesgos; en este sentido, Sen (2000) relata como en la India, los pobres corren los riesgos, al conseguir miel para subsistir, de ser atacados y devorados por los temibles tigres de Bengala. Las comunidades pobres de muchos municipios sufren por causa de la violencia que de una u otra forma está relacionada con las limitantes a las libertades políticas; pero estas han de estar estrechamente relacionadas con el desarrollo de capacidades que son dadas solo desde la educación. El problema central de cualquier municipio que se caracterice por ser de periferia y altamente rural, radica en la limitada capacidad generada, hablando en términos de Sen (2000), y las limitantes que de allí surgen: aun sabiendo que existen grandes posibilidades para el desarrollo de las libertades políticas, que se garantizan desde la legalidad constitucional inclusive, así como las diferentes formas de participación con las que cuenta la ciudadanía – en estos municipios existen varias asociaciones donde es posible agrupar víctimas, campesinos – estas se ven limitadas por algunas formas de “coacción” que en el
Página 11 pasado realizaron grupos ilegales armados y que actualmente, es realizado por “herederos institucionales” 2 de estos grupos. Con lo visto hasta aquí es posible determinar una evaluación inicial del proceso de desarrollo en este tiempo y de la función del proceso de descentralización: Parece claro que los procesos no han logrado derrumbar algunas estructuras “tradicionales” de caciquismos, que a su vez, no han permitido una gestión pública local del desarrollo. La baja rotación de las élites políticas es un indicio de las dificultades de inclusión política de nuevos sectores sociales, y refleja la virtual inexistencia de canales de expresión alternativos para la voz de los intereses de sectores con tradicionales déficits de representación, (además)..., implica obstáculos para el mejoramiento de las condiciones de vida de la gente (PNUD, 2011, p. 61). La relación de la gestión pública con el desarrollo es evidente. La crisis política de los partidos tradicionales incursiona, incluso, en aspectos como la calidad y las condiciones de vida de la población que se ven ahondadas por la poca respuesta política de los mismos agentes. La desidia para la participación, adicionando el hecho de amedrentamiento de grupos armados ilegales, no permiten la eficiente participación ciudadana; además, cómo se mencionó más arriba, las amenazas con la pérdida de ciertos beneficios han contribuido a esta situación. METODOLOGÍA Para determinar la relación existente entre descentralización y desarrollo, se iniciará con verificar el efecto que tuvo la descentralización en la gestión pública, y para poder
Ϯ Al utilizar el término “herederos institucionales”, se refiere a personas que haciendo parte de la institucionalidad y la legalidad utilizan medios para no permitir la decisión asertiva y eficaz de los líderes con los que se debería contar en la municipalidad. Es decir, ya no son las armas, ni los medios violentos los que obligan a la ciudadanía y en particular a los campesinos a realizar ciertas actividades o a elegir a ciertos candidatos, sino las amenazas de las pérdidas de ciertos beneficios con los que se venían beneficiando, los que hacen que no se tomen decisiones a conciencia en los momentos de debate electoral.
Página 12 establecer una evaluación de la misma es necesario observar el comportamiento fiscal del municipio. Dado que lo que se pretende es realizar una evaluación del impacto de la descentralización en la gestión pública, vía comportamiento fiscal, se realizó una comparación del comportamiento de esta categoría (lo fiscal) antes y después de iniciado el proceso de descentralización, para ello, se tomó una serie desde 1962 hasta 1985, fecha en las cuales no se había evidenciado procesos descentralizadores y otra serie de 1986 hasta el 2011. De esta forma, al comparar el comportamiento de las dos series, se podrá evidenciar el impacto del proceso de descentralización. Otros factores que pueden afectar la diferencia son los aspectos inflacionarios, para ello, se procedió a la elaboración de un índice en cada una de las series; determinado por su año base el inicio de la serie Para ambos, los años base son 1962 y 1986 respectivamente; de esta forma, se bloquean los intentos inflacionarios, dado que se trabajaría con índice y no con datos nominales, por tanto, el único elemento considerable aquí es precisamente el efecto ocasionado por la diferencia histórica de las dos series; estas se diferencian en que la que corresponde a 1962 no está afectada por proceso descentralizadores, mientras que la de 1986 sí lo está. Para la realización de la investigación se recurrió a información secundaria procedente del archivo municipal. Como se dijo, se tomaron dos series de tiempo referentes a los egresos municipales en dos ambientes: con existencia de procesos de descentralización y sin existencia de procesos de descentralización. Para el primer caso, se toma una serie que comprende el periodo 1986-2011, dado principalmente al hecho de que es en 1986 donde se inicia este proceso en Colombia, para el caso de ausencia de condición de descentralización se toman datos desde 1962 -1985. Dado que las series iniciadas no son comparables se procede a la
PĂĄgina 13 elaboraciĂłn de un Ăndice de egresos municipales, entendido este como la variaciĂłn de los egresos respecto al tĂŠrmino anterior. MatemĂĄticamente hablando: đ??źđ??źđ??źđ??źđ??źđ??ź =
Donde
đ??¸đ??¸đ??¸đ??¸đ?‘Ąđ?‘Ą −đ??¸đ??¸đ??¸đ??¸đ?‘Ąđ?‘Ąâˆ’1 đ??¸đ??¸đ??¸đ??¸đ?‘Ąđ?‘Ąâˆ’1
;
IEM:= Ă?ndice de Egresos Municipales (por periodo). EM:= Egresos municipales nominales (por periodo). Para evitar problemas de no estacionariedad de las series y hacerlas mĂĄs comparables, se evaluarĂa las variaciones del Ăndice que se construyĂł y se construirĂa una nueva serie para ello de la siguiente manera: ∆đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘Ąđ?‘Ą = đ??źđ??źđ??źđ??źđ??źđ??źđ?‘Ąđ?‘Ą − đ??źđ??źđ??źđ??źđ??źđ??źđ?‘Ąđ?‘Ąâˆ’1
Donde,
∆đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘Ąđ?‘Ą ≔ đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰đ?‘‰Ăłđ?‘›đ?‘› đ?‘Žđ?‘Žđ?‘Žđ?‘Žđ?‘Žđ?‘Žđ?‘Žđ?‘Žđ?‘Žđ?‘Ž đ?‘‘đ?‘‘đ?‘‘đ?‘‘đ?‘‘đ?‘‘ đ?‘›đ?‘›đ?‘›đ?‘›đ?‘›đ?‘›đ?‘›đ?‘›đ?‘›đ?‘› đ?‘‘đ?‘‘đ?‘‘đ?‘‘ đ?‘’đ?‘’đ?‘’đ?‘’đ?‘’đ?‘’đ?‘’đ?‘’đ?‘’đ?‘’đ?‘’đ?‘’đ?‘’đ?‘’ đ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘šđ?‘š
AdemĂĄs, para verificar el nivel de dependencia del municipio a un tipo especĂfico de ingresos, se estableciĂł una relaciĂłn de series de tiempo entre total de ingresos con ingresos no tributarios, como medida del nivel de descentralizaciĂłn. A mayor nivel de correlaciĂłn entre las series, supondrĂa una mayor dependencia a las entidades administrativas mayores y por tanto, menor nivel de descentralizaciĂłn. RESULTADOS Al observar el comportamiento de las series que evalĂşan el aspecto fiscal, o si se quiere, la polĂtica fiscal del municipio en los periodos enunciados con la existencia de
Página 14 condiciones de descentralización y sin la existencia de estas condiciones, hacen posible comprender el impacto del cambio de paradigma en el que se encontraba el país a partir de 1986. En efecto, en la serie 1986 se evidencia una dinámica aún mayor en relación al comportamiento del índice de egresos municipales, lo que inicialmente indicaría un efecto generado por la aplicación de medidas descentralizadoras que se concentrarían en la reforma constitucional de 1991.
Figura 1. Comportamiento de los índices de egresos municipales
Fuente: elaboración propia con datos del Archivo Municipal de Granada.
De la figura 1 se puede evidenciar la diferencia entre las dos series: mientras la serie de 1962 tiene una menor pendiente durante todo el periodo de análisis, la serie de 1986 muestra una pendiente mayormente pronunciada, de igual forma, solo pasaron ocho años para que se pudiera observar una variabilidad considerable en la gráfica que corresponde a 1986 que en la de 1962; muestra, por tanto, una tendencia a que en 1986 el nivel de egresos
Página 15 del municipio fueron mucho más variables, pudiendo presumir que se da por el proceso descentralizador. Nótese que la variabilidad se empezó a notar a partir del año siete en adelante, correspondiente para la serie de 1986 a 1993 y con mayor fuerza en 1994, cuando se concretiza el proceso descentralizador, por la reglamentación del régimen municipal solicitado en la Constitución de 1991. Las variaciones de la serie de 1962 son explicadas por los megaproyectos en los que se vio el municipio a finales de la década de 1970 y principios de la de 1980; obras como la construcción del Asilo de Ancianos, la Central Hidroeléctrica de Calderas, hospital, adecuaciones al IDEM, específicamente la construcción del Aula Múltiple San Francisco de Asís; son muestras de la gestión pública en pos del desarrollo que se vio en Granada en ese periodo. Las variaciones del nivel de egresos municipales se pueden observar en la figura 2. Figura 2. Variaciones anuales del nivel de egresos municipales
Fuente: Elaboración propia con datos del archivo del municipio.
De igual forma, con la serie estacionaria observada en el gráfico 2 se puede determinar la influencia de la descentralización en el efecto fiscal del municipio, las principales variaciones en la serie de 1962, se explican por los megaproyectos en los que se vio involucrada la administración municipal a finales de la década de 1970 y principios de la de
Página 16 1980. De igual forma, las variaciones importantes se empiezan a observar desde el ciclo siete del periodo, correspondiente al año 1993-1994, periodo de la reglamentación del régimen municipal. Es de anotar que el nivel de ingresos del municipio se da principalmente por ingresos no tributarios tal como se puede observar en la figura 3. Figura 3. Aportes a los ingresos del municipio
Fuente: elaboración propia con datos del Anuario Estadístico de Antioquia.
El dato Series1 representa la totalidad de los ingresos. Estos ingresos, según la figura 3 se dan por aspectos no tributarios, que explican aproximadamente el 70% de la totalidad de los ingresos. La relación entre estas dos series se puede evidenciar en la figura 4. Esto lo que muestra es el gran nivel de dependencia que tiene el municipio, si bien se ha mostrado que en el nivel de egresos, el proceso de descentralización ha generado cambios, es decir, se puede evidenciar un efecto, tal como se describió anteriormente, el proceso descentralizador con respecto a los ingresos no ha sido del todo benéfico. Los ingresos principales son los no tributarios, representados en transferencias del sector eléctrico por la participación del territorio en el embalse de El Peñol y la central hidroeléctrica de Calderas.
Página 17 Figura 4. Relación entre el total de ingresos (eje vertical) con ingresos no tributarios (eje horizontal).
Fuente: elaboración propia, con datos del Anuario Estadístico de Antioquia
La figura 4 evidencia suficientemente el grado de dependencia de los ingresos de la parte no tributaria, representada, como se ha dicho, de ingresos provenientes de la nación y del sector energético. Si bien el municipio mantiene los característicos impuestos de Industria y Comercio y el Impuesto Predial, estos presentan grandes dificultades de recaudación así como un gran problema de evasión ocasionada por diferentes fenómenos como son: el desplazamiento forzado que se vio afectado durante la gran parte de la última década del siglo XX, el cobro de “vacunas” de grupos ilegales armados hicieron que gran parte de la población residente que se destinaba al comercio y que hicieron que éstos se desplazaran a las grandes ciudades como Medellín, Cali, Bogotá, Barranquilla y a ciudades intermedias como Buenaventura, Tumaco, Baranoa, en el caso del resto de Colombia además de Rionegro y Marinilla para el caso del mismo Antioquia. Esta condición ha hecho que el número de comerciantes ha disminuido. En Granada, el comercio está fundamentado en los bienes de consumo que son comercializados principalmente en el sector de la variante (carrera Junín) y la calle Bolívar.
Página 18 En lo referente al impuesto predial, los problemas que presenta son similares en cuanto gran parte de la población sufrió el problema del desplazamiento durante gran parte de la última década del siglo pasado, como puede observarse en la figura 5. Figura 5. Población de Granada según los últimos censos.
Fuente: elaboración propia con datos del Anuario Estadístico de Antioquia.
El nivel de población para 1993 según el Censo que se realizó ese año, fue de 18.494 habitantes pasando a 9.789 en el 2005, es decir, durante una década el nivel de población cayó 47,07%. El caso de mayor desplazamiento se dio en la zona rural del municipio que se pasó de una población de 13.057 habitantes en 1993 a 5.729 habitantes, lo que significa una disminución del 56,12%, mientras que en el caso urbano la diminución tan solo fue de 25,3%; sumado a que no se ha presentado una actualización catastral en el municipio desde el año 1994, por lo que el cobro sería constante a lo largo de estos años; donde no hubo afectaciones por las relaciones de los precios de los inmuebles ni siquiera. Se puede visualizar un impacto de la descentralización vía egresos del municipio, por lo menos desde 1994, año en que empieza a regir el régimen municipal en Colombia como medida descentralizadora; sin embargo, el concepto propio de “descentralización” no ha sido
Página 19 adoptado por la administración municipal. Mientras en el nivel de gastos se puede observar una variación considerable comparativamente con el periodo precedente, considerado como un periodo control, dado la inexistencia para ese periodo de 1962 a 1985 de descentralización alguna por la aplicación centralista, que tenía el país gracias a la centenaria Constitución de 1886, contra las eventuales reformas que se le hicieron desde 1986 que dieron pie al proceso de descentralización configurándose en la nueva Constitución de 1991 y a la ley que lo reglamentó en 1994. En el aspecto de ingresos, el ambiente no parece alentador ya que todavía se tiene la conciencia de dependencia de otros recursos que no han posibilitado incrementar los ingresos propios y la necesidad de reformas de tipo tributario en el municipio se vuelven una necesidad apremiante. A pesar de que el Concejo Municipal para el año 2005 aprobó una serie de impuestos al comercio denominado “seis por mil”, este no tuvo la capacidad de ser cobrado gracias a la inexistencia de un organismo municipal encargado de su recolección, ni de mecanismos que permitieran contabilizar las transacciones que hicieran posible el cálculo del impuesto. Si bien pudieron pensar en un cobro similar al que se hace con el IVA o con el Gravamen a los Movimientos Financieros que se cobran a nivel nacional, en la práctica comercial no se acostumbra la elaboración de facturas o documentos equivalentes que podrían servir para realizar el cálculo, por lo que el dichoso impuesto quedó en el limbo, aprobado pero nunca cobrado. Déficit fiscal municipal Granada Clasificado en categoría 6 según la Ley 617 del 2000, se caracteriza por tener un déficit fiscal considerable. El nivel de ingresos del municipio, de acuerdo con los gráficos 3 y 4, están determinados por ingresos no tributarios, obtenidos de transferencias de la nación y del departamento, cuyos niveles son determinados por el cumplimiento de los parámetros establecidos en la Ley 617.
Página 20 Las variaciones de los niveles de ingresos no tributarios y con ellos, de los ingresos totales municipales dependen de entes diferentes al mismo casi en la totalidad, por lo que el comportamiento financiero está limitado a un cumplimiento burocrático de lo establecido en la mencionada Ley. El artículo 6 de la Ley en cuestión determina y limita los gastos de funcionamiento del municipio a 80%. En la actualidad se afronta una dura situación financiera y fiscal, principalmente por el incumplimiento de la Ley 617 del 2000. En la región del Oriente Antioqueño de los 23 municipios, Granada se ubica en el puesto 23, por otro lado, en el ámbito departamental de 123 municipios Granada se sitúa en el puesto 117. A Nivel Nacional está en el puesto 1.085 de 1.101 municipios en el país. En Granada los ingresos no alcanzan a cubrir los gastos. La localidad ha buscado racionalizar sus gastos y los tiene limitados al máximo, la única alternativa posible sería el aumento en el nivel de ingresos, y de estos, solo sería posible mediante el aumento de los ingresos propios. Además, el municipio ha ido acumulando a lo largo de los últimos años un déficit fiscal aproximadamente de 1.100 millones de pesos. Algunas de las explicaciones a este fenómeno se debe a la cruda ola de violencia que vivió el municipio de Granada, más de la mitad de la población del municipio se desplazó, dejando sus casas y fincas a la deriva, todo esto generó un efecto inmediato en las finanzas locales. Al acumular tantas vigencias fiscales sin cumplir con Ley 617 del 2000, se generan varias dificultades y riesgos para el municipio de Granada, uno de los efectos más negativos, es que se puede perder la autonomía administrativa como municipio; es decir, no se tendrá la facultad de decidir qué hacer con los recursos; además, no se puede acceder a recursos de cofinanciación de orden nacional, así como se cierran las puertas para obtener recursos vía crédito con entidades financieras públicas. Uno de los rubros que más duro golpe a las finanzas locales es el pasivo pensional; del total de los ingresos propios (880 millones de pesos), 560 millones se van para pagar a pensionados, lo cual equivale al 63% del total de
Página 21 los ingresos, para un total de 42 pensionados. El municipio de Granada cuenta con 16 empleados de planta, y es la localidad que más alta relación tiene de pensionados versus funcionarios. En conclusión, por cada empleado, Granada tiene cuatro pensionados. Uno de los grandes retos de la actual administración es realizar la actualización catastral, la cual no se realiza desde hace cerca de 20 años. El valor de los impuestos municipales, son los mismos que facturaban hace dos décadas. La deuda pública del municipio asciende a 160 millones de pesos, lo cual significa, que es una cifra baja de endeudamiento moderado, y demuestra que ha sido manejada de manera responsable por los diferentes alcaldes en sus gobiernos. El incumplimiento durante varios años de la Ley 617 del 2000, sitúa a Granada en un plano difícil en lo económico. Por eso se requiere esfuerzos para el logro de la solidez financiera integral, para que la inversión social, bienestar y mejoramiento de la calidad de vida de los granadinos sea una realidad. Además, no se puede hablar de un modelo de gestión pública soportado en la existencia de condiciones de descentralización para el caso del municipio de Granada. CONCLUSIONES La gestión pública local del municipio no ha estado dinamizando directamente los procesos de desarrollo, así mismo, la posibilidad de generación de un modelo de desarrollo, se ha visto golpeada y limitada considerablemente por el asunto presupuestal y la poca consciencia de descentralización que, a nivel general, tienen los habitantes y las autoridades municipales. Con esta situación las eventuales propuestas de desarrollo inscritas en los planes han sido más bien planes de operación y mantenimiento de unas condiciones mínimas, que un plan de desarrollo verdaderamente serio y estructurado. Las limitantes de formación de los encargados de elaborar y ejecutar estos planes han sido los generadores del atraso que en esta materia se observa en el municipio.
Página 22 La relación de ruralidad del municipio determinada por la existencia de relaciones campesinas de producción, tienen alguna vinculación al desarrollo del municipio; se puede decir que aunque no puede hablarse de una contribución directa al desarrollo en términos de crecimiento de variables económicas, es la economía campesina la que ha permitido que la mayoría de los residentes rurales del municipio tengan condiciones de vida estables; además, el hecho de mantenerse en actividades tradiciones de producción agrícola y pecuaria, permite mediante la vía de subsidios de entes del carácter nacional y departamental un incremento del nivel de inversión y consumo que, en cierta medida, ayuda al mantenimiento de un cierto equilibrio en el municipio. Las dinámicas de intercambio generan condiciones de estabilidad también para la centralidad, en cuanto se conforma y constituye en sitio de referencia lo que puede traducirse e opción de mercado para los productores campesinos y lugar de despensa de los habitantes de la cabecera, si bien no existe una línea definida entre el mercado que podría calificarse de mercado interno, muchos productos son comercializados en municipios cercanos que son nuevamente traídos para comercializarse en legumbrerías y graneros, lo que podría generar una ventaja de precios de los productos que los campesinos producen, lo que a su vez, significaría un incremento posible de sus ingresos, y con ello, de su calidad de vida y de las condiciones de desarrollo. Si bien es difícil describir la gestión pública en un municipio como Granada, se puede visualizar un impacto de la descentralización vía egresos del municipio, por lo menos desde 1994, año en el cual se empieza a implementar el régimen municipal en Colombia como medida descentralizadora; sin embargo, el concepto propio de “descentralización” no ha sido adoptado por la administración municipal. La posibilidad de generación de un modelo de desarrollo en el municipio, se ha visto golpeada y limitada considerablemente por el asunto presupuestal y la poca consciencia de descentralización que, a nivel general, tienen los habitantes y las autoridades municipales. Con esta situación las eventuales propuestas de desarrollo inscritas en los planes de desarrollo del municipio han sido más bien planes de operación y mantenimiento de unas condiciones mínimas que un plan de desarrollo verdaderamente serio y estructurado. Las limitantes de
Página 23 formación de los encargados de elaborar y ejecutar estos planes han sido los generadores del atraso que en esta materia se observa en el municipio. El comportamiento de los egresos se evidencia de una forma fuerte el papel de la descentralización, al recibir el municipio las responsabilidades propias de la nación central, las obligaciones y los gastos generales del municipio necesariamente tuvieron que dinamizarse. Sin embargo, el municipio continúa con grandes problemas para la consecución de recursos propios. Ya sea vía impositiva, mediante una reforma tributaria estructural así como la actualización del catastro municipal podría aumentar el nivel de ingresos del municipio, esto, teniendo en cuenta el nivel de responsabilidad con la que cuenta actualmente el municipio, podría mejorar el desarrollo local debido a que necesariamente la gestión pública tendría que restructurarse. Por su parte, no ha habido una gestión pública local del desarrollo, imposibilitada entre muchos otros factores, por el poco reconocimiento del municipio, como un Ente político-administrativo descentralizado. Los procesos de gestión pública son relegados a instancias superiores (Departamento, Nación, CAR). Un problema que tiene actualmente el municipio es la gran dependencia, no solo por parte del Ente gubernativo (administración municipal), hacia las transferencias de la nación. Los habitantes, perjudicados por la violencia, consideran que su condición de víctimas les hace merecedores de una serie de beneficios de programas del orden nacional que les permite vivir en unas condiciones mínimas, vía subsidios, desestimulando la necesidad de búsqueda de empleo y atrasando los demás procesos económicos en el municipio, debido a que éstos limitados ingresos se destinan a consumo de bienes de primerísima necesidad (que muchas otras veces son otorgados por el gobierno central mismo); ni siquiera el pago de servicios públicos domiciliarios se da, dado su condición de “desplazamiento”. La forma de identificación en el municipio dejó de ser la misma que para el resto de la población colombiana para convertirse en el número de SIPOD (Sistema Integral de la Población Desplazada) que les garantizan los beneficios del Estado en su etapa de restauración. Para el
Página 24 caso de las restituciones que reciben los campesinos para la consecución de vivienda, éstas mayoritariamente son buscadas en la ciudad de Medellín y ciudades cercanas generando un “escape” de recursos que podrían beneficiar económicamente al municipio. Los problemas de acumulación y crecimiento económico del municipio se ven ahondados por el hecho de la no existencia de instituciones, tanto públicas como privadas, que deberían encauzar las iniciativas de cambio, en un ambiente de poco aspecto de transformación. Todo esto debido a una serie de dificultades asociadas a la forma de funcionamiento del estado local (municipio) y la escasa presencia de los agentes económicos privados. Es posible entonces, afirmar que la respuesta no es teórica sino de carácter contextual, no significa por tanto que el Estado o la sociedad civil en sí, no existan, sino que son inoperantes en una realidad como la granadina, pues son los intereses personales los que mueven las prácticas de la gestión pública y el desenvolvimiento de los procesos descentralizadores. Bibliografía Alburquerque, F. (1996). Desarrollo económico y local y difusión del progreso técnico. Santiago de Chile: Ilpes/Cepal. Arellano, D. (2001). Cinco dilemas de la gestión del gobierno local en el marco de la nueva gestión pública. Signos Públicos, Medellín, 31-48. Attali, J. Castoriadis, C. Morin, E y otros (1979). El mito del Desarrollo. Barcelona: Kairós Bagú, S. (1993). Economía de la sociedad colonial. México: Grigalbo.
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UN ANÁLISIS CRÍTICO SOBRE LA TEORÍA DE LAS PERSPECTIVAS DE KAHNEMAN Y TVERSKY (1979) 1
José Andrés Villarreal Tovar* Juan Camilo Marmolejo Centeno** 1 El presente trabajo de grado contó con la asesoría del profesor Alexander Tobón, Grupo de Macroeconomía Aplicada, Departamento de Economía, Universidad de Antioquia. * Economista de la Universidad de Antioquia. Correo de contacto: villarrealtovar@gmail.com ** Economista de la Universidad de Antioquia. Correo de contacto: juancamilomarmolejo@gmail.com
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RESUMEN
RESUMEN El propósito del presente trabajo es realizar un análisis crítico de la teoría de las perspectivas propuesta por Daniel Kahneman y Amos Tversky en su célebre artículo seminal de 1979, titulado Prospect Theory: An Analysis of Decision under Risk. Para tal fin, se realiza una presentación sintética de dicha teoría, señalando sus principales conceptos y métodos constitutivos. Este trabajo muestra que el alcance analítico de la Teoría de las Perspectivas depende de una comparación directa con los resultados obtenidos de la Teoría de Utilidad Esperada. Es por esta razón que se discute tanto el método analítico sobre el cual se construyen ambas teorías, como el carácter general de sus hipótesis. Se concluye que, bajo ciertas condiciones, la teoría de las perspectivas resulta ser más general que la teoría de la utilidad esperada. Palabras clave: riesgo, probabilidad de ocurrencia, función de utilidad, función de valor, función de ponderación, Teoría de las Perspectivas, Teoría de la Utilidad Esperada.
Clasificación JEL: D81
ABSTRACT The goal of present paper is to make a critical analysis of prospect theory proposed by Daniel Kahneman and Amos Tversky in their notorious seminal article of 1979, titled “Prospect Theory: An Analysis of Decision under Risk”. To this end, we make a synthetic presentation of that theory, pointing its main concepts and constitutive methods. This paper shows that the analytic scope of the prospect theory depends upon a direct comparison with results obtained from expected utility theory. It is for this reason that discusses both the analytic method about these two theories, like the general character of their hypothesis. We conclude that, under certain conditions, the prospect theory turns out to be more general than the expected utility theory. Keywords: risk, probability, utility function, value function, weighting function, prospect theory, expected utility theory.
JEL classification: D81
ABSTRACT
Página 33 INTRODUCCIÓN La racionalidad humana es objeto de una discusión amplia y compleja por parte de los científicos. Todas las decisiones humanas (económicas y no económicas) que toma un individuo durante su vida, han sido objeto de una teorización importante. En la literatura económica se destaca la teoría de la elección racional o teoría de la decisión. Según Aguiar (2004, p. 1), “La teoría de la decisión se ocupa de analizar cómo elige una persona aquella acción que, de entre un conjunto de acciones posibles, le conduce al mejor resultado dadas sus preferencias”. Ahora, toda elección racional implica uno de dos fenómenos: la incertidumbre o el riesgo, respecto a los resultados o consecuencias de una decisión. Si bien estos fenómenos son comúnmente usados como sinónimos, existe una diferencia. Según Knight (1921): La diferencia práctica entre las dos categorías, riesgo e incertidumbre, es que en el primero se conoce la distribución de los resultados en un grupo de casos (ya sea a través del cálculo a priori o de las estadísticas de la experiencia pasada), mientras que en el caso de la incertidumbre esto no es cierto, la razón es en general que es imposible formar un grupo de casos, porque la situación tratada es un alto grado única (p. 233). Así, la incertidumbre es el desconocimiento del resultado de la decisión sin disponer a priori de las probabilidades de cada una de las opciones de decisión, mientras que en el riesgo se conoce la probabilidad de ocurrencia para cada uno de los posibles resultados de las diferentes alternativas de decisión. De este modo, un sujeto tiene incertidumbre a la hora de tomar una decisión debido a que las diferentes alternativas que encara no poseen probabilidades de ocurrencia, razón por la cual el sujeto no tiene ningún grado de certeza sobre los posibles resultados de la decisión. Por este motivo, el comportamiento del sujeto queda fundamentado en otros criterios, en los cuales se ignoran las probabilidades de ocurrencia. Desde este punto de vista, el riesgo es un fenómeno que permite de mejor manera predecir el comportamiento de un sujeto, ya que las diferentes alternativas de decisión si poseen probabilidades de ocurrencia. La teoría de las perspectivas es una teoría de la decisión en condiciones de riesgo. Fueron Daniel Kahneman y Amos Tversky, en su célebre artículo seminal de 1979, titulado Prospect Theory: An Analysis of Decision under Risk, quienes analizaron la naturaleza de las decisiones de un sujeto, utilizando las probabilidades de ocurrencia a través de lo que ellos denomina “una perspectiva”. Su teoría ha llegado a ser importante y de gran impacto en la
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Página 34 teoría económica contemporánea, ya que su trabajo permite cuestionar la lógica y los resultados de la teoría tradicional de la utilidad esperada. El artículo de Kahneman y Tversky es quizá la publicación más importante en el desarrollo de la Economía Conductual, debido a que, de acuerdo a Kim, Morse y Zingales (2006), es el segundo artículo más citado en las revistas de economía del mundo, entre 1970 y 2005 con 4.085 citaciones en 25 años. El objetivo de este trabajo es, entonces, realizar un análisis crítico de la teoría de las perspectivas propuesta por Daniel Kahneman y Amos Tversky, con el fin de identificar el significado de esa teoría y sus principales resultados, a la luz de la teoría de la utilidad esperada. Esta identificación contribuye efectivamente a una mejor comprensión teórica del comportamiento de los sujetos en la toma de decisiones en condiciones de riesgo. Para lograr este objetivo, se procede con una lectura detallada y de forma estratégica del artículo de Kahneman y Tversky, realizando un análisis de los principales componentes de la teoría de las perspectivas, haciendo énfasis en sus hipótesis y resultados. Luego se presenta una interpretación de la teoría de utilidad esperada en el lenguaje de la teoría de las perspectivas, lo que implicó reformular las hipótesis y resultados de esta última. A través de este método, logramos entender la teoría de las perspectivas como fases y procesos mentales en la toma de decisiones, mientras que la teoría de la utilidad esperada se logra comprender a través de axiomas. De esta forma, se pueden establecer los métodos científicos que subyacen en ambas teorías, logrando mostrar las condiciones bajo las cuales se alcanza un propósito de Kahneman y Tversky: mostrar que la teoría de las perspectivas generaliza la teoría de utilidad esperada. Este trabajo se compone de tres secciones. En la primera sección se presentan las bases de la teoría de las perspectivas. Allí se define el concepto de “perspectiva”, se establece una clasificación, se describen las fases en el proceso de decisión y se procede con una formulación matemática simple que permite valorar una perspectiva. La segunda sección describe los fundamentos de la teoría de la utilidad esperada mediante el lenguaje adoptado en la teoría de las perspectivas, se explican el concepto de utilidad y se recuerdan los axiomas de dicha teoría. Posteriormente, se enuncian una serie de violaciones a dichos axiomas, las cuales son útiles para la crítica de los autores. En la tercera sección se realiza una evaluación crítica de la teoría de las perspectivas. Para tal fin, se realiza una comparación detallada entre ambas teorías y se muestra bajo qué condiciones la teoría de la utilidad esperada es un caso especial de la teoría de las perspectivas. Finalmente se presentan algunas conclusiones. Se pretende que la presente investigación sirva como medio de consulta para todos aquellos profesionales o académicos que deseen aplicar la teoría de las perspectivas a casos concretos
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Página 35 de toma de decisiones en condiciones de riesgo, ya sea en el ámbito empresarial, social o público. LA TEORÍA DE LAS PERSPECTIVAS PRESENTACIÓN SINTÉTICA DE LA TEORÍA DE LAS PERSPECTIVAS La Teoría de las Perspectivas (TP) es un modelo teórico que surge a partir de las dudas respecto a la validez de la Teoría de la Utilidad Esperada (TUE), como un modelo que responda acertadamente a la toma de decisiones bajo riesgo. El método científico de K & T consiste en realizar encuestas a estudiantes universitarios, en las cuales ellos se enfrentan a situaciones con diferentes alternativas de decisión2. Con base en los resultados obtenidos, K & T confirman que las respuestas de los encuestados violan sistemáticamente los supuestos de la TUE3, razón por la cual proponen una nueva teoría que, bajo otros supuestos, pronosticaría de forma más “general”, la toma de decisiones de los sujetos en condiciones de riesgo. K & T no fueron los primeros autores en creer que los axiomas de la TUE no se cumplían. Sin embargo, antes de ellos hubo varias críticas a esa teoría, tales como Allais (1953)4 y Markowitz (1952)5, quienes sientan las bases para el trabajo de K & T en 1979. Posterior a este artículo, K & T siguieron realizando estudios y en 1992 amplían y refinan su estudio en un artículo llamado Cumulative Prospect Theory. Definición de perspectiva El punto de partida consiste entonces en definir una “perspectiva”. En la vida cotidiana, las personas se enfrentan a diferentes situaciones en la cuales ellas deben tomar decisiones, unas más complejas que otras. Una decisión simple es, por ejemplo, ¿qué camisa debo vestir hoy? o, ¿dónde cenar para el cumpleaños de mi padre? Sin embargo, una decisión un poco más compleja es, por ejemplo, ¿cuánto dinero se debe apostar en un juego de póker? o ¿cuánto se 2
Se le solicitó a los encuestados que respondieran como si ellos realmente estuvieran encarando el problema presentado y sus alternativas, e indicaran la decisión que ellos tomarían en cada caso. Las respuestas fueron anónimas y se enfatizó a los encuestados de que no había respuesta ‘correcta’, y que el objetivo del estudio era averiguar cómo las personas toman decisiones en situaciones bajo riesgo. 3 Más adelante se verán estos supuestos. 4 Allais (1953) presentó una crítica a la TUE donde demuestra que diferentes sujetos enfrentados a la toma de decisiones con riesgo, violaban consistentemente las predicciones realizadas por esta teoría. Los resultados de sus experimentos permitieron evidenciar las incoherencias de los axiomas de la TUE. Hoy en día estos hallazgos son conocidos como la “Paradoja de Allais”. 5 Markowitz (1952) argumenta que para la toma de una decisión en condiciones de riesgo, las personas estiman los ingresos o pérdidas monetarias que obtendrían con base a un nivel de referencia, y no como una alteración del estado final sobre el total de riqueza que posee el individuo. Esto sugiere que el comportamiento de una persona hacia un seguro o una apuesta es el mismo sin importar si es pobre o rico. Así como lo hace K&T, Markowitz propone medir la utilidad basada en un nivel de referencia en lugar de valores absolutos de riqueza.
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PĂĄgina 36 debe ahorrar hoy para recibir una ganancia que compense la pĂŠrdida de la inversiĂłn generada por la inflaciĂłn del prĂłximo aĂąo? Cuando una persona o sujeto encara una situaciĂłn con diferentes alternativas y suele estar obligado a escoger una y solo una, elegirĂĄ aquella que maximice su felicidad, bienestar o placer. Un sujeto en esta condiciĂłn es un tomador de decisiĂłn. Entonces, se denominarĂĄ “perspectivaâ€? la situaciĂłn conformada por un conjunto de posibles acciones que son objeto de una decisiĂłn por parte de un sujeto. Ahora bien, cada perspectiva estĂĄ compuesta a su vez de uno o varios componentes. En particular, el componente de una perspectiva estĂĄ conformado por la agrupaciĂłn de dos elementos: un resultado de bienestar (por ejemplo ganar o perder) y una probabilidad de ocurrencia de ese resultado, la cual es conocida. Para ilustrar la forma en que se entiende una perspectiva, supongamos que un sujeto tiene una perspectiva denotada đ?‘Žđ?‘Ž , la cual representa matemĂĄticamente una situaciĂłn que implica la toma de una decisiĂłn en tĂŠrminos de mĂĄximo bienestar econĂłmico. En este sentido, el sujeto obtendrĂĄ ganancias monetarias, pĂŠrdidas monetarias o “ni ganancias ni pĂŠrdidasâ€? (el resultado es indiferente o nulo). Sea đ?‘Ľđ?‘Ľ, đ?‘Śđ?‘Ś, đ?‘§đ?‘§ los resultados monetarios. Si đ?‘Ľđ?‘Ľ > 0 entonces el tomador de decisiĂłn recibe una ganancia o pago. En esta condiciĂłn se dice que đ?‘Ľđ?‘Ľ pertenece al dominio de las ganancias.
Si đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś < 0 entonces el tomador de decisiĂłn obtiene una pĂŠrdida o le toca pagar. En esta condiciĂłn se dice que đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś pertenece al dominio de las pĂŠrdidas. Si đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§ = 0 entonces no obtiene ni ganancias ni pĂŠrdidas, es decir, ni recibe ni paga. En esta condiciĂłn đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§ no pertenece al dominio de las ganancias ni al dominio de las pĂŠrdidas.
Ahora, cada uno de estos posibles resultados monetarios estĂĄ relacionado con una probabilidad de ocurrencia conocida. La probabilidad de obtener el resultado monetario đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ es de đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, la probabilidad de obtener el resultado monetario đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś es de đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E; y la probabilidad de obtener el resultado monetario đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§ es de đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤. Entonces, la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; del sujeto se representa por los siguientes tres componentes, o lo mismo, por los siguientes pares de resultados o acciones asociados a una probabilidad. AquĂ hay una perspectiva y tres componentes: (1)
đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = (đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?; đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś, đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;; đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§, đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤)
Se tiene, desde luego, la condiciĂłn de que: (2)
đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? + đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E; + đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤ = 1
Es decir, que la suma de todas las probabilidades de ocurrencia de cada uno de los resultados
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PĂĄgina 37 que tiene la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;, es del 100%.
Un simple ejemplo sirve para entender el significado de una perspectiva. Supongamos un sujeto que desea invertir en la Bolsa de Valores, a travĂŠs de una situaciĂłn que implica la compra de una acciĂłn o tĂtulo de la empresa K. El inversionista conociĂł por internet unos estudios estadĂsticos de riesgo relacionados con la variaciĂłn del precio o valor unitario de la acciĂłn. En particular, el inversionista sabe que existe 25% de probabilidad de que la acciĂłn aumente su valor en $500, al mismo tiempo una probabilidad del 40% de que pierda en $100 en su valor y, al mismo tiempo tiene una probabilidad del 35% de que la acciĂłn no cambie de valor, es decir que ĂŠl no gane ni pierda con la compra. De esta forma, la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; del sujeto tiene tres componentes: la pareja â&#x20AC;&#x153;ganar $500 con 25% de probabilidadâ&#x20AC;?; la pareja â&#x20AC;&#x153;perder $100 con una probabilidad del 40%â&#x20AC;? y la pareja â&#x20AC;&#x153;cero pesos con una probabilidad del 35%â&#x20AC;?. Formalmente la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; se escribe como sigue de acuerdo a la expresiĂłn (1): (1)â&#x20AC;&#x2122;
đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($500,0.25; â&#x2C6;&#x2019;$100,0.40; $0,0.35)
Se observa que (1)â&#x20AC;&#x2122; cumple la siguiente condiciĂłn: (2)â&#x20AC;&#x2122;
0.25 + 0.40 + 0.35 = 1
Sin embargo, el inversionista tiene otra perspectiva implĂcita: la perspectiva de no invertir y obtener cero pesos con una probabilidad del 100%, esta Ăşltima la denominamos la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?. Formalmente la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? se define de acuerdo a la expresiĂłn (1): (1)â&#x20AC;&#x2122;â&#x20AC;&#x2122;
đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($0, 1)
Se puede comprobar que (1)â&#x20AC;&#x2122;â&#x20AC;&#x2122; cumple la condiciĂłn de que la suma de las probabilidades de cada uno de los componentes suma uno. En efecto, de la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? se tiene, que el sujeto tiene 100% de probabilidad o total certeza de su decisiĂłn.
Para complicar este caso, supongamos ahora que el inversionista debe elegir Ăşnicamente entre las perspectivas đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; y đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?. Antes de tal elecciĂłn, ĂŠl recibe informaciĂłn sobre la posibilidad de compra de una acciĂłn de la empresa J, obteniendo la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?. Esta perspectiva es por ejemplo: existe un 50% de que la acciĂłn aumente su valor en $750, al mismo tiempo una probabilidad del 50% de que pierda en $200 en su valor. Formalmente, la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? se define en tĂŠrminos de la expresiĂłn (1) como: (1)â&#x20AC;&#x2122;â&#x20AC;&#x2122;â&#x20AC;&#x2122;
đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($750,0.50; â&#x2C6;&#x2019;$200,0.50)
(2)â&#x20AC;&#x2122;â&#x20AC;&#x2122;
0.50 + 0.50 = 1
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PĂĄgina 38 Frente a las perspectivas đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? y đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, ÂżcuĂĄl es la decisiĂłn que el inversionista toma si busca la mĂĄxima ganancia o bienestar dado el riesgo o probabilidad de ocurrencia? La decisiĂłn que tome el inversionista dependerĂĄ de su aversiĂłn al riesgo y de su ambiciĂłn por las ganancias monetarias, por lo que no se tiene certeza de cuĂĄl serĂĄ la mejor decisiĂłn. La TP debe aportar una respuesta a este conjunto de decisiones. ClasificaciĂłn de las perspectivas Siguiendo con la idea de que las decisiones son econĂłmicas, las perspectivas se han clasificado de acuerdo al contenido de sus resultados monetarios en tĂŠrminos de ganancias o pĂŠrdidas, y a las probabilidades asociadas. AsĂ vamos a distinguir cuatro tipos de perspectivas: Perspectivas estrictamente positivas: si todos los resultados monetarios son estrictamente mayores que cero, entonces el sujeto recibe una ganancia. Ejemplo6: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($500,0.30; $100,0.70)
Perspectivas estrictamente negativas: si todos los resultados son estrictamente menores que cero, el sujeto obtiene una pĂŠrdida. Ejemplo: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = (â&#x2C6;&#x2019;$500,0.30; â&#x2C6;&#x2019;$100,0.70)
Perspectivas normales: son aquellas que combinan tanto ganancias (resultados monetarios positivos) como pĂŠrdidas (resultados monetarios negativos) como resultados monetarios iguales a cero. A modo de ejemplo, se muestra a continuaciĂłn dos perspectivas. La perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; tiene todos sus resultados no negativos, es decir, mayores o iguales a cero; mientras que la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? mezcla ganancias y pĂŠrdidas. đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($500,0.30; $100,0.60; $0,0.10) đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($500,0.30; â&#x2C6;&#x2019;$100,0.70)
Perspectivas seguras: este tipo de perspectivas presentan un sĂłlo resultado monetario con probabilidad del 100% o 1. Ejemplos: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($500, 1) đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($0, 1)
đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = (â&#x2C6;&#x2019;$500, 1)
Las perspectivas đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? son perspectivas seguras. La perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; es estrictamente positiva;
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Para estos ejemplos se respeta la condiciĂłn de la expresiĂłn (2).
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PĂĄgina 39 la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? es una perspectiva normal y, finalmente, la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? es una perspectiva estrictamente negativa. Estas tres perspectivas representan una escritura alternativa de los tres tipos de perspectivas anteriormente mencionadas. FASES DE LA TEORĂ?A DE LAS PERSPECTIVAS K & T presentan en su artĂculo una serie de procesos mentales u operaciones, las cuales sirven para mostrar el proceso cognitivo no evidente en la toma de decisiones de un sujeto7. La descripciĂłn del proceso de la toma de decisiones por parte de un sujeto quien busca maximizar su bienestar, placer, felicidad o utilidad, puede ser descrita de la siguiente forma: Dadas unas perspectivas (por ejemplo đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? y đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?), un sujeto debe elegir una perspectiva que corresponda con aquella que le representan mayor satisfacciĂłn, la cual diremos que es la que tiene mĂĄs â&#x20AC;&#x153;valorâ&#x20AC;?. Para poder establecer el nivel de valor de una perspectiva respecto a otras, se requiere definir un punto de referencia y una escala de medida. A partir de estos conceptos, las perspectivas son evaluables y por lo tanto comparables entre sĂ. Al asignar un valor a cada perspectiva, ya sea de forma consciente o no, dicha asignaciĂłn se hace por medio de magnitudes o nĂşmeros, y para ello se hace uso de escalas donde se toman en cuenta tanto los resultados monetarios presentados, como las probabilidades asociadas de cada perspectiva de forma individual. AsĂ, el tomador de decisiĂłn selecciona la perspectiva que mĂĄs valor le otorgue y mayor utilidad le genere. En el proceso de toma de decisiones, la teorĂa de las perspectivas propone dos fases las cuales agrupan diferentes acciones que lleva al sujeto a seleccionar la perspectiva de mayor valor, estas son: la fase de ediciĂłn o configuraciĂłn mental y la fase de evaluaciĂłn.
Primera fase: ediciĂłn o configuraciĂłn mental La fase de ediciĂłn es la etapa inicial que realiza los sujetos a la hora de tomar una decisiĂłn bajo riesgo. Es una fase psicolĂłgica y mental la cual se caracteriza porque es un proceso de cĂĄlculos rĂĄpidos donde son analizadas cada una de las alternativas presentadas, con el fin de reducir las perspectivas a su mĂnima expresiĂłn. Es un proceso que se realiza un sujeto de forma consciente o inconsciente y cuyo resultado sirve de insumo para la otra fase. Los sujetos realizan los siguientes seis procesos mentales u operaciones sobre las
Uno de los propĂłsitos claves de K & T es mostrar que estos procesos mentales no se encuentran presenten en la TUE.
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PĂĄgina 40 perspectivas: 1. CodificaciĂłn: los sujetos toman decisiones como desviaciones de los resultados monetarios, en tĂŠrminos de ganancias y pĂŠrdidas respecto a un punto de referencia8. Esta caracterĂstica refleja el hecho de que los sujetos responden mĂĄs a los cambios percibidos en los niveles relativos que a niveles absolutos. Un ejemplo de punto de referencia es citado por Thaler (1985). Un comprador conoce el precio de un bien y lo identificado como un punto de referencia para decidir si compra o no el bien. Si el vendedor pone en marcha una polĂtica comercial de â&#x20AC;&#x153;promocionesâ&#x20AC;? o â&#x20AC;&#x153;precios rebajadosâ&#x20AC;?, esto altera el punto de referencia del comprador, ya el precio final del bien es visto como un â&#x20AC;&#x153;ahorroâ&#x20AC;? y no como un â&#x20AC;&#x153;costoâ&#x20AC;?. Este punto de referencia es el punto 0 (el origen) de la figura 1. 2. CombinaciĂłn: las perspectivas que tienen resultados monetarios iguales se simplifican al combinar las probabilidades asociadas. Ejemplo: En la perspectiva: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($100,0.25; $100,0.25)
Se observa que hay dos componentes que comparten el mismo resultado monetario, por lo que se combina obteniendo la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = ($200,0.50)
3. SeparaciĂłn: las perspectivas que tienen resultados monetarios que son comunes se pueden separar en un componente sin riesgo y otro con riesgo. Ejemplo, en la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($150,0.70; $100,0.30) se observa que en ambos resultados monetarios la magnitud mĂnima de ganancia serĂĄ de $100, es decir, la ganancia segura sin importar la decisiĂłn. De esta forma, hay una diferencia respecto a los resultados monetarios de $50, que es lo que realmente estĂĄ en juego. Por lo tanto quedarĂan dos perspectivas separadas: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = ($100, 1)
đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛â&#x20AC;˛ = ($50,0.70 ; $0, 0.30)
Lo mismo ocurre con las perspectivas estrictamente negativas. Por ejemplo, la perspectiva (â&#x2C6;&#x2019;$250,0.4; â&#x2C6;&#x2019;$100,0.6) puede ser separada en una pĂŠrdida segura de $100 y una perspectiva con riesgo (â&#x2C6;&#x2019;$150,0.4).
4. CancelaciĂłn: cuando dos o mĂĄs perspectivas comparten tanto los resultados 8
En la TUE los sujetos toman decisiones basados en los cambios en los valores finales de los resultados monetarios, no sobre si es una ganancia o una pĂŠrdida.
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PĂĄgina 41 monetarios como las probabilidades de ocurrencia, estos pueden ser ignorados. Ejemplo. Se tiene a continuaciĂłn las perspectivas đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; y đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($100,0.2; $150,0.5; â&#x2C6;&#x2019;$50,0.3) đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($100,0.2; $200,0.3; â&#x2C6;&#x2019;$40,0.5)
Como se puede observar, estas perspectivas tienen el componente comĂşn (100, 0.2), el cual puede ser cancelado o ignorado para que el tomador de decisiĂłn evalĂşe las siguientes perspectivas: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = ($150,0.5; â&#x2C6;&#x2019;$50,0.3) đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = ($200,0.3; â&#x2C6;&#x2019;$40,0.5)
5. SimplificaciĂłn: los sujetos redondean los componentes de las perspectivas, ya sea los resultados o las probabilidades. Ejemplo: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($99,0.51)
Se redondea en la perspectiva siguiente:
đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = ($100,0.50)
6. DetecciĂłn de dominancia: los sujetos descartan las perspectivas que son dominadas por otras. Ejemplo: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($200,0.40; $100,0.50) đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($200,0.30; $99,0.50)
Se observa que la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; ofrece iguales o mejores resultados y probabilidades de ocurrencia que la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, por lo tanto, la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; domina a la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? y el tomador de decisiĂłn no evalĂşa esta Ăşltima perspectiva.
En esta fase de ediciĂłn, el sujeto realiza una o varias operaciones al encarar una situaciĂłn que presenta unas perspectivas iniciales, obteniendo un conjunto mental de nuevas perspectivas, las cuales permiten evidenciar la otra fase: la de evaluaciĂłn. Cabe resaltar que el orden en que el sujeto aplica las operaciones anteriormente indicadas, puede afectar el nuevo conjunto mental de las perspectivas resultantes. Segunda fase: evaluaciĂłn Una vez que termina la fase de ediciĂłn, el sujeto evalĂşa las perspectivas resultantes, con el objetivo de elegir aquella que le otorgue mayor bienestar, utilidad o valor. Para conseguir tal objetivo, el sujeto realiza de manera mental una valoraciĂłn de las perspectivas, asignando
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PĂĄgina 42 magnitudes (nĂşmeros) a cada una de ellas, seleccionando la que tenga un valor mĂĄs alto. En la teorĂa de las perspectivas se denota el valor total de una perspectiva por la letra đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;, la cual estĂĄ medida en tĂŠrminos de dos escalas diferentes denotadas por đ?&#x153;?đ?&#x153;? y đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;. Veamos cada una de estas escalas. Escala đ??&#x160;đ??&#x160; La escala đ?&#x153;?đ?&#x153;? se conoce como la funciĂłn de valor, la cual refleja el valor subjetivo de cada uno de los resultados monetarios de una perspectiva. Este valor subjetivo se toma con base a un punto de referencia inicial que para efectos prĂĄcticos se hace el supuesto de que đ?&#x153;?đ?&#x153;?($0) = 0. Por ejemplo, se tiene la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($100,0.30; $20,0.70). Las personas le dan un valor a cada resultado monetario asĂ: al valor đ?&#x153;?đ?&#x153;?($100) se le asigna un valor y al valor đ?&#x153;?đ?&#x153;?($20) se le asigna otro valor. De forma similar se procede si hubiera una perspectiva con pĂŠrdidas. K & T muestran en su artĂculo que la mayorĂa de los sujetos toman decisiones a partir del punto de referencia đ?&#x153;?đ?&#x153;?($0): por un lado, cuando los tomadores de decisiones se enfrentan a resultados monetarios positivos, ellos serĂĄn adversos al riesgo. Esto se observa en el cuadrante I de la figura 1, es decir que las personas prefieren optar por las ganancias que parecen ser mĂĄs seguras. Por otro lado, cuando los sujetos encaran resultados monetarios negativos, ellos son buscadores de riesgo. Esto se observa en el cuadrante III de la figura 1, lo cual significa que los individuos buscan evitar pĂŠrdidas monetarias. Figura 1. FunciĂłn de valor hipotĂŠtica Ď&#x2026; para la TP
Fuente: adaptado de Kahneman, D., & Tversky, A. (1979).
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PĂĄgina 43 Escala đ??&#x2026;đ??&#x2026; La escala đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039; se conoce como la ponderaciĂłn hipotĂŠtica de las decisiones. La escala đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039; estĂĄ en funciĂłn de la probabilidad đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? que se asocia a cada resultado de la perspectiva đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?), la cual refleja el impacto de đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? sobre el valor total de la perspectiva representada en la figura 2. Figura 2. FunciĂłn de ponderaciĂłn hipotĂŠtica đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) para la TP
Fuente: adaptado de Kahneman, D., & Tversky, A. (1979).
K & T demuestran, a partir de las encuestas realizadas a los estudiantes, que generalmente Ď&#x20AC; (đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?), se encuentra por debajo de đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?. Lo anterior indica que los sujetos realizan una ponderaciĂłn sobre las probabilidades de los resultados monetarios de forma tal que9: (3)
đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) â&#x2030;¤ đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?
Como se puede apreciar en la figura 2, la funciĂłn de ponderaciĂłn es no lineal. Se tiene el supuesto de que las probabilidades 0 y 1 tienen un resultado en la funciĂłn de ponderaciĂłn igual a 0 y 1 respectivamente. Formalmente se tiene:
9 En la GrĂĄfica 2 tambiĂŠn se puede representar la escala Ď&#x20AC; de la TUE, la cual corresponde una lĂnea recta (la bisectriz). En la TUE la funciĂłn de ponderaciĂłn es exactamente igual a la probabilidad asociada a cada resultado, de tal forma que đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) = đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? lo que indica que los sujetos no realizan ninguna ponderaciĂłn de decisiĂłn sobre las probabilidades, y si lo hicieran serĂa igual a la probabilidad. Esto explica que la forma lineal Ď&#x20AC;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) sea la bisectriz.
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PĂĄgina 44 đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(0) = 0
đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(0) = 1
ValoraciĂłn de las perspectivas Con el fin de seleccionar de manera subjetiva la perspectiva de mayor bienestar, utilidad o valor, el sujeto realiza una valoraciĂłn de las perspectivas resultantes de la fase de ediciĂłn. Para alcanzar tal fin, el sujeto obtiene el valor total đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030; de cada perspectiva resultante, empleando la funciĂłn de valor đ?&#x153;?đ?&#x153;? y la funciĂłn de ponderaciĂłn đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;. Para la valoraciĂłn de las perspectivas se tienen en cuenta tres tipos: la perspectiva normal, la perspectiva estrictamente positiva y la perspectiva estrictamente negativa. Por un lado, se tiene la valoraciĂłn del tipo de perspectiva normal. Sea đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; una perspectiva normal en los tĂŠrminos de la expresiĂłn (1): (1) đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = (đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?; đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś, đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;; đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§, đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤)
La valoraciĂłn de dicha perspectiva se estima a partir de la siguiente expresiĂłn: (4)
đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;(đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;) = đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?; đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś, đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;; đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§, đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤) = đ?&#x153;?đ?&#x153;?(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) + đ?&#x153;?đ?&#x153;?(đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;) + đ?&#x153;?đ?&#x153;?(đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤)
Por otro lado, cuando se tiene la perspectiva estrictamente positiva o estrictamente negativa, la valoraciĂłn se deriva de la expresiĂłn (4). Sea đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; la perspectiva estrictamente positiva o estrictamente negativa, escrita como un caso especial de la expresiĂłn (1) (1A)
La valoraciĂłn derivada de (4) es: (5)
đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = (đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?; đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś, đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;)
đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;(đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;) = đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?; đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś, đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;) = đ?&#x153;?đ?&#x153;?(đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś) + đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) â&#x2C6;&#x2014; [đ?&#x153;?đ?&#x153;?(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ) â&#x2C6;&#x2019; đ?&#x153;?đ?&#x153;?(đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś)]
Una vez que el sujeto conoce el valor total đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030; de cada una de las perspectivas, el sujeto toma la decisiĂłn de seleccionar la perspectiva que tenga un valor total đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030; mĂĄs alto. LA TEORĂ?A DE LA UTILIDAD ESPERADA Y LA CRĂ?TICA DE KAHNEMAN Y TVERSKY LOS 10 AXIOMAS DE LA TUE La presentaciĂłn de la TUE por parte de K & T es sintĂŠtica. En efecto, existen diferentes formas de relacionar teĂłricamente el proceso de toma de decisiones que realizan los sujetos, tales como preferencias, reglas de decisiĂłn, motivaciones y propĂłsitos. Todos estos aspectos han sido delegados al campo de la economĂa y la psicologĂa. Para lograr modelar el
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Página 45 comportamiento de los sujetos vale la pena preguntar del “para qué” ellos toman decisiones. La respuesta parte del concepto de utilidad. En la teoría económica se asume que los sujetos pueden comparar todas sus experiencias con una medida absoluta de felicidad llamada utilidad. De esta forma, las experiencias tendrán mayor utilidad a medida que generan un mayor placer, y la razón que hay detrás es que produce un mayor bienestar. Lo importante para los economistas es que las personas pueden dar una valoración y comparar la utilidad de las diferentes decisiones de compra, consumo e inversión que realizan en la vida. La utilidad es una medida que permite comparar experiencias totalmente diferentes. Los economistas analizan el comportamiento de cada persona midiendo la utilidad, a través de la llamada unidad de utilidad, asignando valores numéricos específicos a experiencias diferentes. Por ejemplo: un sujeto tiene 80 unidades de utilidad que es la felicidad que le representa al comprar una acción de una empresa (invertir) o tiene 40 unidades de utilidad por comprar un queso (consumo). Esta forma de medida de la utilidad se conoce como utilidad cardinal debido a que asigna números cardinales, es decir que es una medida aritmética en donde no hay ninguna ordenación. No obstante, esta forma de medir la utilidad presenta una desventaja y es que los economistas no pueden analizar en profundidad el comportamiento de los sujetos y medir la valoración que hacen de las diferentes experiencias. Otra forma de medir el placer que se obtiene del consumo y la inversión es con la utilidad ordinal, la cual hace un ordenamiento de las diferentes experiencias sin necesidad de asignarles valores numéricos. Por ejemplo, en lugar de decir que, la compra de una acción de una empresa que produce 80 unidades de utilidad es más preferida que invertir en un CDT con el cual se obtiene 40 unidades de utilidad, basta con decir que las compras de las acciones de una empresa son preferidas a la inversión en CDT. La utilidad ordinal elimina la necesidad de usar la unidad de utilidad. Vemos que muchas teorías de la utilidad como, por ejemplo, la teoría del valor esperado, la teoría de la utilidad esperada subjetiva y la teoría de las perspectivas, han aplicado el concepto de utilidad a los procesos de decisión en condiciones de riesgo. Particularmente, la teoría de la utilidad esperada ha sido aquella que mayor aceptación ha tenido entre los economistas debido a su simpleza y porque logra realizar predicciones bastante consistentes dentro de los supuestos que la fundamentan. A continuación, se realiza un análisis de dicha teoría a través del lenguaje de la TP de K&T, para luego dar paso a las críticas a esa teoría. La TUE tiene una serie de verdades válidas y evidentes llamadas axiomas, las cuales se utilizan como argumentos sólidos para la construcción de dicha teoría. La definición
14
PĂĄgina 46 axiomĂĄtica de la TUE se debe a von Neumman y Morgenstern (1944). Un sujeto que viole los axiomas puede tener mĂĄs probabilidad de perder que de ganar tanto resultados monetarios como resultados no monetarios, y es debido a esto que se dice que la TUE es una teorĂa normativa ya que indica las leyes del comportamiento racional, explicando y prediciendo el comportamiento de los sujetos en condiciones de riesgo. La TUE afirma que, si un sujeto cumple los diez axiomas que a continuaciĂłn se indican, entonces el sujeto es â&#x20AC;&#x153;racionalâ&#x20AC;?. i. Completitud: el sujeto puede ordenar las perspectivas de acuerdo a sus preferencias. Por ejemplo, si un sujeto tiene las perspectivas đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? entonces se puede cumplir cualquiera de los tres siguientes casos, donde el sĂmbolo ⪰ significa una mayor preferencia, el sĂmbolo ⪯ representa una menor preferencia y el sĂmbolo â&#x2C6;ź representa una indiferencia entre las perspectivas: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; ⪰ đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?: Para el sujeto, la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; es al menos tan buena o mejor que la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?.
đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; ⪯ đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?: Para el sujeto, la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? es al menos tan buena o mejor que la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;. đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; â&#x2C6;ź đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?: Para el sujeto, las perspectivas đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; y đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? son indiferentes entre sĂ.
ii. Transitividad10: las decisiones de los sujetos son coherentes y no permite circularidad. Por ejemplo, si un agente tiene las perspectivas đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? entonces:
Si entre las perspectivas đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? se cumple que la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; es al menos tan preferida o mejor que la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?. Entonces se tiene que đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; ⪰ đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? y simultĂĄneamente se tiene que la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? es al menos tan preferida o mejor que la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?. Se tiene que đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? ⪰ đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?. Se concluye que la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; es al menos tan preferida o mejor que la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, de la siguiente forma đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; ⪰ đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? iii. Continuidad: las decisiones de los sujetos se mantienen en el tiempo. Este axioma garantiza que las preferencias se puedan representar por alguna funciĂłn matemĂĄtica.
iv. CancelaciĂłn o independencia11: este axioma afirma que si la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; se prefiere a la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, entonces cualquier combinaciĂłn de probabilidades (đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) siendo đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; el resultado y đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? su probabilidad, debe preferirse a la combinaciĂłn (đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;). Lo anterior significa que los sujetos cancelan la probabilidad đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, y las preferencias de sus perspectivas no cambian. Por ejemplo, si se tienen las perspectivas đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? 10 11
Los axiomas i. y ii. son combinados y se conocen como un Ăşnico axioma llamado de orden. Kahneman y Tversky (1979) se refieren a este principio como el axioma de sustituciĂłn.
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đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($3000, 1)
đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($4000, 0.80)
CumpliĂŠndose que la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; es preferida a la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?. đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; â&#x2030;ť đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?
Entonces al multiplicar la probabilidad en cada perspectiva por una proporciĂłn cualquiera, 1
por ejemplo , se obtienen las siguientes perspectivas: 4 đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = ($3000, 0.25)
đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = ($4000, 0.20)
Se sigue cumpliendo que: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ â&#x2030;ť đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛
Es decir, que el orden de las preferencias de las perspectivas es independiente de los cambios en ellas, afectados por iguales proporciones en las probabilidades de ocurrencia. v. Dominancia: este axioma significa que las mejoras de los resultados de una perspectiva que es preferida, manteniendo el resto constante, deberĂa hacerlo al menos o igual tan atractiva que antes. â&#x20AC;&#x153;Si una opciĂłn es mejor que otra en un estado y al menos tan buena en todos los otros estados, la opciĂłn dominante deberĂa ser elegida. Una condiciĂłn ligeramente mĂĄs fuerte â&#x2C6;&#x2019;llamada dominancia estocĂĄsticaâ&#x2C6;&#x2019; afirma que en, perspectivas de riesgo unidimensional, A es preferida a B si la distribuciĂłn acumulada de A estĂĄ a la derecha de la distribuciĂłn acumulada de Bâ&#x20AC;? (Tversky y Kahneman, 1986, p.253). Se presenta a continuaciĂłn un ejemplo dado en el artĂculo de Tversky y Kahneman (1986, p. 263), para explicar la dominancia: considere las siguientes dos perspectivas, las cuales describen los porcentajes de bolas de diferente color en dos cajas diferentes y la cantidad de dinero que gana o pierde, dependiendo del color de la bola que se selecciona al azar.
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PĂĄgina 48 Perspectiva đ??´đ??´
Perspectiva đ??ľđ??ľ
90% blanca $0
6% roja gana $45
1% verde gana $30
1% azul pierde $15
2% amarilla pierde $15
90% blanca $0
6% roja gana $45
1% verde gana $45
1% azul pierde $10
2% amarilla pierde $15
La perspectiva đ??´đ??´ y la perspectiva đ??ľđ??ľ se pueden resumir de la siguiente forma:
đ??´đ??´ = ($0, 0.90; $45, 0.06; $30, 0.01; â&#x2C6;&#x2019;$15, 0.01; â&#x2C6;&#x2019;$15, 0.02) đ??ľđ??ľ = ($0, 0.90; $45, 0.06; $45, 0.01; â&#x2C6;&#x2019;$10, 0.01; â&#x2C6;&#x2019;$15, 0.02)
En el ejemplo se observa que en las perspectivas đ??´đ??´ y đ??ľđ??ľ, la bola verde otorga un mejor pago en la perspectiva B que en la perspectiva đ??´đ??´, y la bola azul da menos pĂŠrdida en la perspectiva đ??ľđ??ľ que la perspectiva đ??´đ??´; las demĂĄs bolas tienen iguales resultados monetarios. Para todas las bolas se cumple que tienen igual probabilidad de ocurrencia en la perspectiva đ??´đ??´ y en la perspectiva B. Es fĂĄcil ver que la opciĂłn đ??ľđ??ľ domina a la opciĂłn đ??´đ??´: para cada color el resultado de đ??ľđ??ľ es al menos tan deseable como el resultado de đ??´đ??´. En efecto, todos los encuestados eligieron đ??ľđ??ľ sobre đ??´đ??´. Esta observaciĂłn es fuertemente sorprendente porque la relaciĂłn de dominancia es altamente transparente, asĂ la perspectiva dominada es rechazada sin procesamiento adicional (Tversky y Kahneman, 1986, p. 263). Cuando una perspectiva domina a otra no por los resultados, sino por las probabilidades, se dice que hay dominancia estocĂĄstica. vi. Monotonocidad: este axioma estĂĄ relacionado con el axioma de dominancia, pues indica que los cambios en los resultados o en las probabilidades de una perspectiva, manteniendo las demĂĄs constantes, deberĂa de hacerla al menos tan preferida que antes. vii. Expectativa o esperanza: este axioma es el mĂĄs importante en el anĂĄlisis de K&T, como lo veremos mĂĄs adelante. Este indica que la utilidad total de una perspectiva es la utilidad esperada de sus resultados, es decir, la sumatoria de cada utilidad en funciĂłn de los resultados multiplicados por su respectiva probabilidad. Por ejemplo, sea la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;:
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(1)
đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = (đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?; đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś, đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;; đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§, đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤)
Entonces la utilidad total esperada para la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;, denotada como đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; es: (6) Donde:
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘ (đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E; + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤
đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ) es la utilidad asociada al resultado đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ que otorga el sujeto. đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś) es la utilidad asociada al resultado đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś que otorga el sujeto. đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§) es la utilidad asociada al resultado đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§ que otorga el sujeto.
viii. Invarianza: este principio establece que las preferencias establecidas por parte de un sujeto serĂĄ siempre las mismas, y no dependen de la forma en que son presentadas las perspectivas o el contexto en que son presentados los problemas de decisiĂłn bajo riesgo. ix. IntegraciĂłn de activos o riqueza: es el otro axioma importante para K&T. Se supone que todos los sujetos tienen una riqueza econĂłmica, denotada como đ?&#x2018;&#x2026;đ?&#x2018;&#x2026;, la cual hace referencia al total de bienes con valor material que posee los sujetos en un momento dado. La riqueza econĂłmica se puede definir como la diferencia entre el total de bienes ( đ?&#x2018;&#x2021;đ?&#x2018;&#x2021;đ??ľđ??ľ) y el total de deudas (đ?&#x2018;&#x2021;đ?&#x2018;&#x2021;đ?&#x2018;&#x2021;đ?&#x2018;&#x2021;) que se posee en un momento dado. Formalmente se tiene que: đ?&#x2018;&#x2026;đ?&#x2018;&#x2026; = đ?&#x2018;&#x2021;đ?&#x2018;&#x2021;đ?&#x2018;&#x2021;đ?&#x2018;&#x2021; â&#x2C6;&#x2019; đ?&#x2018;&#x2021;đ?&#x2018;&#x2021;đ?&#x2018;&#x2021;đ?&#x2018;&#x2021; De acuerdo con la expresiĂłn anterior, existen tres formas de riqueza:
1. Riqueza positiva (o activos): se refiere a que los valores totales de bienes son mayores al valor total de deudas. đ?&#x2018;&#x2026;đ?&#x2018;&#x2026; > 0
2. Riqueza negativa: se refiere a que los valores totales de bienes son inferiores al valor total de deudas. đ?&#x2018;&#x2026;đ?&#x2018;&#x2026; < 0
3. Riqueza cero: el valor total de bienes iguala exactamente el valor total de deudas. Es decir que el sujeto no tiene ninguna riqueza acumulada.
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𝑅𝑅 = 0
Este axioma indica que, si un sujeto tiene una riqueza inicial, denotada por 𝑅𝑅, y se enfrenta a la perspectiva 𝑎𝑎: (1)
𝑎𝑎 = (𝑥𝑥, 𝑝𝑝; 𝑦𝑦, 𝑞𝑞; 𝑧𝑧, 𝑤𝑤)
Entonces se acepta la perspectiva 𝑎𝑎 si sólo sí se cumple que la UE de la perspectiva 𝑎𝑎 al integrar 𝑅𝑅 sea mayor a la utilidad de 𝑅𝑅. Formalmente se tiene que: 𝑈𝑈𝑈𝑈𝑎𝑎 > 𝑢𝑢(𝑅𝑅)
Integrando la riqueza con la expresión (1) se tiene que:
(𝑅𝑅 + 𝑥𝑥, 𝑝𝑝; 𝑅𝑅 + 𝑦𝑦, 𝑞𝑞; 𝑅𝑅 + 𝑤𝑤, 𝑧𝑧) > 𝑢𝑢(𝑅𝑅)
A continuación, se presenta un ejemplo para entender los axiomas vii y ix. Supongamos que un inversionista tiene inicialmente $10.000, es decir, 𝑅𝑅 = $10.000, y desea comprar (invertir) una acción, ya sea de la empresa K, de la empresa J o de la empresa L. Entonces las acciones prometen diferentes ganancias, las cuales se presentan como las perspectivas 𝑎𝑎, 𝑏𝑏, 𝑐𝑐 para las empresas K, J y L respectivamente: 𝑎𝑎 = ($1.000, 1)
𝑏𝑏 = ($2.000, 0.50; $0, 0.50)
𝑐𝑐 = ($1.500, 0.75; $0, 0.25)
Por lo tanto, de acuerdo con el axioma ix, el inversionista debe integrar su riqueza inicial de $10.000 (𝑅𝑅 = $10.000) a cada una de las perspectivas, obteniendo: 𝑎𝑎 = ($1.000 + $10.000, 1) 𝑎𝑎 = ($11.000, 1)
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đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($2.000 + $10.000, 0.50; $0 + $10.000, 0.50) đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($12.000, 0.50; $10.000, 0.50) đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($1.500 + $10.000, 0.75; $0 + $10.000, 0.25) đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($11.500, 0.75; $10.000, 0.25) Aplicando el axioma vii a cada una de las perspectivas y a la riqueza inicial đ?&#x2018;&#x2026;đ?&#x2018;&#x2026; del inversionista, bajo el supuesto12 de que đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($0) = 0, se tiene que: đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;&#x2026;đ?&#x2018;&#x2026;) = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($10.000) đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;&#x2026;đ?&#x2018;&#x2026;) = $10.000
Â&#x2021;Â&#x2021;Â?Â&#x2019;Â&#x17D;Â&#x192;Â&#x153;Â&#x192;Â?Â&#x2020;Â&#x2018; Â&#x2021;Â? á&#x2C6;şÍ¸á&#x2C6;ť Â&#x2022;Â&#x2021; Â&#x2013;Â&#x2039;Â&#x2021;Â?Â&#x2021; Â&#x201C;Â&#x2014;Â&#x2021;ÇŁ
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($11.000) â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = $11.000 â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = $11.000 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($12.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($10.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $12.000 â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + $10.000 â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $6.000 + $5.000 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $11.000 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($11.500) â&#x2C6;&#x2014; 0.75 + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($0) â&#x2C6;&#x2014; 0.25 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $11.500 â&#x2C6;&#x2014; 0.75 + $0 â&#x2C6;&#x2014; 0.25 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $8.675 + $0 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $8.675 12 Se tiene el supuesto de que los sujetos identifican la utilidad con el valor del dinero, es decir, se cumple que đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ) = đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ
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Por lo que comparando cada una de las perspectivas con la posición de riqueza inicial, se tiene que:
𝑈𝑈𝑈𝑈𝑎𝑎 > 𝑢𝑢(R) $11.000 > $10.000
UEb > 𝑢𝑢(R) $11.000 > $10.000
UEc < 𝑢𝑢(𝑅𝑅) $8.675 < $10.000
Como se observa, las perspectivas 𝑎𝑎 y 𝑏𝑏 quedan con una utilidad esperada mayor que la utilidad ofrecida por 𝑅𝑅, por lo que son aceptadas. Sin embargo, para la perspectiva 𝑐𝑐 no se acepta, ya que al integrar la riqueza inicial queda con una utilidad esperada por debajo que la utilidad de 𝑅𝑅. De esta forma, la decisión del inversionista se reduce a seleccionar entre las perspectivas 𝑎𝑎 ó 𝑏𝑏 lo cual está determinado por el grado de aversión al riesgo: obtener una riqueza final $11.000 con certeza o quedar con una riqueza final de $12.000 o $10.000 cada una con 50% de posibilidad. Asimismo, la TUE asigna la misma utilidad a una misma riqueza final, denotada por 𝑅𝑅𝑓𝑓 , sin importar si se ha alcanzado desde una riqueza inicial 𝑅𝑅, ya sea mayor o menor a 𝑅𝑅𝑓𝑓 . Por ejemplo, se obtiene la misma utilidad con dos perspectivas que producen una riqueza final 𝑅𝑅𝑓𝑓 = $10.000, sin importar que se haya alcanzado desde una riqueza inicial 𝑅𝑅 = $12.000 ó una riqueza inicial 𝑅𝑅 = $8.000. x. Aversión al riesgo: un sujeto es averso al riesgo si prefiere una perspectiva con certeza a otra perspectiva con probabilidades de ocurrencia, la cual tienen mayor o igual utilidad esperada. Por ejemplo, sean las perspectivas 𝑎𝑎, 𝑏𝑏 : 𝑎𝑎 = ($1.000, 1)
𝑏𝑏 = ($2.000, 0.50; $0, 0.50)
La perspectiva 𝑎𝑎 es una perspectiva con certeza sobre su resultado. La perspectiva 𝑏𝑏 es una perspectiva que no se tiene certeza sobre su resultado debido a las diferentes probabilidades de ocurrencia. Al obtener la utilidad esperada de cada perspectiva se obtiene que:
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đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($1.000) â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = $1.000 â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = $1.000
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($2.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($0) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $2.000 â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + $0 â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $1.000 + $0 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $1.000
Como se observa, las dos perspectivas tienen igual utilidad esperada. Si el sujeto elige la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; significa que no le gusta el riesgo, por lo que es averso al riesgo: prefiere la perspectiva con certeza a una perspectiva con probabilidades, aunque esta Ăşltima ofrezca una utilidad esperada igual o mayor que la perspectiva certeza. PRESENTACIĂ&#x201C;N SINTĂ&#x2030;TICA DE LA TUE La TUE afirma con base a los diez axiomas anteriores, como se verĂĄ mĂĄs adelante, que los sujetos evaluarĂĄn cada una de las perspectivas y seleccionaran aquella que tiene mayor utilidad esperada. A continuaciĂłn, se muestra un ejemplo de cĂłmo la TUE representa de forma matemĂĄtica, el modo como los sujetos evalĂşan los resultados de las diferentes perspectivas cuando eligen una decisiĂłn bajo condiciones de riesgo; posteriormente se presenta la generalizaciĂłn de la funciĂłn de la utilidad esperada. Ejemplo de la representaciĂłn matemĂĄtica de la TUE Suponga que un inversionista estĂĄ evaluando la posibilidad de comprar o no, una acciĂłn de una empresa que ofrece las siguientes perspectivas:
đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($10.000, 0.45; â&#x2C6;&#x2019;$5.000, 0.55 )
đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($0, 1 )
Al tomar como referencia la TUE para la toma de decisiĂłn, ÂżquĂŠ deberĂa hacer el inversionista?, Âżcomprar o no la acciĂłn? Se definen las utilidades del inversionista con base a los resultados monetarios de la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; y para la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? como sigue: al mejor resultado monetario se le asigna una utilidad de 1, en este caso corresponde a $10.000; al peor resultado monetario, el cual es â&#x2C6;&#x2019;$5.000, se asigna una utilidad de 0 y cualquier resultado monetario entre el mejor
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PĂĄgina 54 resultado monetario y el peor resultado monetario, se le asigna un valor entre 1 y 0. Lo anterior se puede expresar de la siguiente manera: đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($10.000) = 1 đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($0) = đ?&#x153;&#x2020;đ?&#x153;&#x2020; con 0 < đ?&#x153;&#x2020;đ?&#x153;&#x2020; < 1 đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(â&#x2C6;&#x2019;$5.000) = 0
Por lo tanto, al obtener la utilidad esperada de cada perspectiva de acuerdo con (6) se tiene que:
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($10.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.45 + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(â&#x2C6;&#x2019;$5.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.55 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = 1 â&#x2C6;&#x2014; 0.45 + 0 â&#x2C6;&#x2014; 0.55 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = 0.45
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($0) â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = đ?&#x153;&#x2020;đ?&#x153;&#x2020; â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = đ?&#x153;&#x2020;đ?&#x153;&#x2020;
Como se mencionĂł previamente, el sujeto evaluarĂĄ cada una las perspectivas y seleccionarĂĄ aquella que le otorgue mayor utilidad esperada. En este ejemplo en particular, la decisiĂłn del inversionista depende del valor que se asigne a đ?&#x153;&#x2020;đ?&#x153;&#x2020;, por lo que se obtiene Ăşnicamente tres casos: Caso 1: la utilidad esperada de la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; es mayor a la utilidad esperada de la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, es decir: đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; > đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? 0.45 > đ?&#x153;&#x2020;đ?&#x153;&#x2020;
Como se observa, se selecciona la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; si el valor de đ?&#x153;&#x2020;đ?&#x153;&#x2020; es inferior a 0.45. Lo anterior se debe a que la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; ofrece una mayor utilidad esperada respecto a la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?. La funciĂłn de la utilidad esperada de cada una de las perspectivas se puede graficar entre los resultados monetarios contra las diferentes utilidades de los resultados monetarios:
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Página 55 Figura 3.A. Función de utilidad esperada del inversionista
Fuente: elaboración propia.
Como se puede apreciar en la figura 3.A, la función de utilidad esperada de la perspectiva 𝑎𝑎 se encuentra por encima de la función de utilidad esperada de la perspectiva 𝑏𝑏. Por lo tanto, el inversionista selecciona la perspectiva 𝑎𝑎 ya que espera que le otorgue un resultado monetario mayor. Caso 2: la utilidad esperada de la perspectiva 𝑎𝑎 es igual a la utilidad esperada de la perspectiva 𝑏𝑏, es decir: 𝑈𝑈𝑈𝑈𝑎𝑎 = 𝑈𝑈𝑈𝑈𝑏𝑏 0.45 = 𝜆𝜆
La anterior igualdad indica que el inversionista es indiferente entre seleccionar la perspectiva 𝑎𝑎 y la perspectiva 𝑏𝑏 debido a que las dos perspectivas dan la misma utilidad esperada. La función de la utilidad esperada se puede graficar entre los resultados monetarios contra las diferentes utilidades de los resultados monetarios:
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Figura 3.B. Función de utilidad esperada del inversionista
Fuente: elaboración propia.
Como se puede apreciar en la figura 3.B, la función de utilidad esperada de la perspectiva 𝑎𝑎 es la misma de la función de utilidad esperada de la perspectiva 𝑏𝑏. Por lo tanto, el inversionista selecciona cualquier perspectiva. Caso 3: la utilidad esperada de la perspectiva 𝑎𝑎 es menor a la utilidad esperada de la perspectiva 𝑏𝑏, es decir: 𝑈𝑈𝑈𝑈𝑎𝑎 < 𝑈𝑈𝑈𝑈𝑏𝑏 0.45 < 𝜆𝜆
Como se observa, se selecciona la perspectiva 𝑏𝑏 si el valor de 𝜆𝜆 es mayor a 0.45. Lo anterior se debe a que la perspectiva 𝑏𝑏 ofrece una mayor utilidad esperada respecto a la perspectiva 𝑎𝑎. La función de la utilidad esperada de cada una de las perspectivas se puede graficar entre los resultados monetarios contra las diferentes utilidades de los resultados monetarios:
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Figura 3.C. Función de utilidad esperada del inversionista
Fuente: elaboración propia.
En la figura 3.C, la función de utilidad esperada de la perspectiva 𝑎𝑎 es inferior a la función de utilidad esperada de la perspectiva 𝑏𝑏. Por lo tanto, el inversionista selecciona la perspectiva 𝑏𝑏 ya que espera que le otorgue un resultado monetario mayor.
De esta manera, la TUE indica que el inversionista seleccionara la perspectiva 𝑎𝑎 o la perspectiva 𝑏𝑏 dependiendo del nivel de utilidad que le ofrezca 𝑢𝑢($0) , el cual es denotado con 𝜆𝜆. 2.2.2. Generalización de la función de la utilidad esperada Con base al ejemplo anterior, la forma que adopta la función de la utilidad esperada se puede generalizar de la siguiente manera. Sea 𝑟𝑟 un resultado monetario positivo, negativo o nulo, y sea 𝑈𝑈 el nivel de utilidad generado por 𝑟𝑟 de forma que 𝑈𝑈 = 𝑢𝑢(𝑟𝑟), entonces la función de la utilidad esperada se puede representar gráficamente como se muestra en la figura 4.
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Figura 4. Función de utilidad esperada de la TUE
Fuente: elaboración propia.
Como se puede apreciar en la figura 4, la función de utilidad esperada puede tomar tres formas diferentes: ● Función cóncava de la utilidad: representa una actitud de aversión al riesgo por parte de los sujetos. ● Función lineal de la utilidad: representa una actitud de indiferencia ante el riesgo por parte de los sujetos. ● Función convexa de la utilidad: representa una actitud de preferencia por el riesgo por parte de los sujetos. VIOLACIONES DE LOS AXIOMAS DE LA TUE SEGÚN K&T Un aspecto interesante de K & T es que consideran que ningún estudio relacionado con la TUE tiene en cuenta los procesos mentales o cognitivos que realiza el tomador de decisiones cuando se enfrenta a una situación en condiciones de riesgo. La TUE asume que los sujetos deberían comportarse como lo dictan los axiomas anteriores, y que la mayoría del tiempo lo hace. En otras palabras, el tomador de una decisión racional es aquel que cumple los diez axiomas anteriormente descritos.
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Sin embargo, Kahneman y Tversky (1979) encontraron evidencias de que los sujetos que deciden bajo riesgo, reiteradamente violan los axiomas por la TUE, comportĂĄndose de manera diferente como lo dicta esta Ăşltima teorĂa. K & T denotan las violaciones encontradas en la TUE a travĂŠs de tres efectos: efecto certidumbre, efecto reflejo y efecto aislamiento. Efecto certidumbre: hace referencia a la violaciĂłn del axioma de expectativa (axioma vii). K & T establecen que los sujetos prefieren los resultados monetarios certeros que a los resultados monetarios probables. Por ejemplo, en las encuestas a estudiantes llevadas a cabo por K & T (1979)13, los estudiantes se enfrentaron a las siguientes dos perspectivas denotadas como perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; y la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($3.000, 1)
đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($4.000, 0.80; $0,0.20)
Al reemplazar en (6) se tiene que:
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($3.000) â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = $3.000 â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = $3000
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($4.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.80 + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($0) â&#x2C6;&#x2014; 0.20 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $4.000 â&#x2C6;&#x2014; 0.80 + $0 â&#x2C6;&#x2014; 0.20 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $3.200
De esta forma, la TUE predice que el sujeto elegirĂĄ la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? debido a que le ofrece una mayor utilidad esperada. Por lo que, de acuerdo con la TUE se cumple que: đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; < đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?
No obstante, K & T encuentran que los sujetos prefieren la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; a la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, cumpliĂŠndose que: đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; > đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? 13
Ver secciĂłn 1.
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PĂĄgina 60 De esta manera, al reemplazar la utilidad esperada de la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; y de la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? en la expresiĂłn anterior, se tiene que: u($3.000) â&#x2C6;&#x2014; 1 > u($4.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.80 + ($0) â&#x2C6;&#x2014; 0.20 u($3.000) â&#x2C6;&#x2014; 1 > u($4.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.80 u($3.000) > u($4.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.80
Por lo que K & T indican que al parecer la utilidad esperada de la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; es mayor a la utilidad esperada de la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, violando el axioma de expectativa de la TUE.
Con el fin de comprender la evidencia encontrada por K & T de que el axioma vii de la TUE no se cumple, se retoma la escala đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039; vista en la secciĂłn 1. A diferencia de la TP, la TUE no posee una ponderaciĂłn hipotĂŠtica de las decisiones, es decir, las probabilidades de ocurrencia no pasan por un proceso mental o cognitivo donde los sujetos evalĂşan las probabilidades de ocurrencia. La TUE no utiliza ponderaciĂłn de decisiĂłn para obtener la utilidad esperada de una perspectiva. Como se indica en el axioma vii, la UE se representa como la suma de la multiplicaciĂłn de la utilidad por la probabilidad de ocurrencia. Si se asume que existe una funciĂłn de ponderaciĂłn de decisiĂłn en la TUE, se cumplirĂa siempre que Ď&#x20AC;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) = đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, manteniendo el cumplimiento del axioma de expectativa. De esta manera, K & T (1979) encontraron evidencia de que el axioma vii de la TUE no se cumple debido a que las ponderaciones de la decisiĂłn (Ď&#x20AC;) aplicadas a las probabilidades de ocurrencia (đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) generalmente no coinciden con la probabilidad de ocurrencia, es decir, no siempre se cumple la igualdad Ď&#x20AC;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) = đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? como indica la TUE. Se puede comparar el comportamiento de la escala Ď&#x20AC; para la TUE y la TP en la figura 5A.
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PĂĄgina 61 Figura 5.A. ComparaciĂłn de la funciĂłn de ponderaciĂłn de decisiĂłn de la TP y la TUE
Fuente: elaboraciĂłn propia.
A diferencia de la ponderaciĂłn de la decisiĂłn para la TUE donde se cumple siempre que Ď&#x20AC;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) = đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, K & T (1979) proponen que la funciĂłn de ponderaciĂłn Ď&#x20AC;, cumpla las siguientes cuatro condiciones: ď&#x201A;ˇ
ď&#x201A;ˇ
Hay una probabilidad de ocurrencia baja en la cual la funciĂłn de ponderaciĂłn es igual a la probabilidad de ocurrencia y, por tanto, la TUE predice exactamente a la TP. Formalmente se tiene: Ď&#x20AC;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) = đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?
La funciĂłn de ponderaciĂłn para probabilidades bajas cumple que: Ď&#x20AC;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) > đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?
Aunque para las probabilidades bajas Ď&#x20AC;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) > đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, hay evidencia que sugiere que para todo: 0 < đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? < 1
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PĂĄgina 62 Se cumple que: Ď&#x20AC;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) + Ď&#x20AC;(1 â&#x2C6;&#x2019; đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) < 1
La funciĂłn de ponderaciĂłn es ascendente con respecto a đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, es decir, cuanto mayor sea đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, mayor es Ď&#x20AC;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?). La funciĂłn de ponderaciĂłn cumple con los supuestos de Ď&#x20AC;(0) = 0 y Ď&#x20AC;(1) = 1.
ď&#x201A;ˇ
La pendiente de Ď&#x20AC; en el intervalo (0,1) puede ser vista como una medida de sensibilidad de preferencias a cambios en la probabilidad.
ď&#x201A;ˇ
La funciĂłn de ponderaciĂłn no es bien comportada en los extremos debido a que los sujetos son limitados en la habilidad para comprender o evaluar probabilidades extremas.
K & T indican que la ponderaciĂłn de una perspectiva no es una funciĂłn lineal de sus probabilidades como lo indica la TUE â&#x20AC;&#x153;Los pesos de la decisiĂłn miden el impacto de los eventos sobre la deseabilidad de las perspectivas, y no meramente la probabilidad percibida de esos eventosâ&#x20AC;? (Kahneman y Tversky, 1979, p. 280). Efecto reflejo: este efecto demuestra la violaciĂłn a los axiomas de aversiĂłn al riesgo (axioma x) e invarianza (axioma viii). K & T (1979) establecen que los sujetos cambian de actitudes frente a la toma de decisiones en condiciones de riesgo, de acuerdo al signo de los resultados monetarios, es decir, si son positivos, negativos o cero. De acuerdo a K&T, los sujetos son aversos al riesgo cuando los resultados monetarios son positivos, y son buscadores de riesgo cuando los resultados monetarios son negativos. Por ejemplo, en las encuestas llevadas a cabo por K & T (1979), los estudiantes se enfrentaron a las siguientes dos perspectivas denotadas como perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; y la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($3.000, 1)
đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($4.000, 0.80; $0,0.20)
Como se indicĂł en el efecto certidumbre, los estudiantes fueron aversos al riesgo y prefirieron la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;. Del mismo estudio, K & T presentaron a los estudiantes la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ y la perspectiva bâ&#x20AC;˛, donde se involucran resultados monetarios negativos:
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đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = (â&#x2C6;&#x2019;$3.000, 1)
đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = (â&#x2C6;&#x2019;$4.000, 0.80; $0,0.20)
K & T encuentran que la mayorĂa de los encuestados, tienen una preferencia por la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ y no por la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛, lo que refleja cĂłmo los sujetos pasan de ser aversos al riesgo a ser buscadores de riesgo. En efecto, reemplazando en (6) se tiene que: đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(â&#x2C6;&#x2019;$3.000) â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = â&#x2C6;&#x2019;$3.000 â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = â&#x2C6;&#x2019;$3.000
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(â&#x2C6;&#x2019;$4.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.80 + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($0) â&#x2C6;&#x2014; 0.20 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = â&#x2C6;&#x2019;$4.000 â&#x2C6;&#x2014; 0.80 + $0 â&#x2C6;&#x2014; 0.20 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = â&#x2C6;&#x2019;$4.000
Por lo que la TUE predice que los sujetos eligen la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ , perspectiva que otorga mayor UE. No obstante, como se mencionĂł en la secciĂłn 1, K & T indican que los sujetos seleccionan la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛, donde los sujetos son buscadores de riesgo, y de esta forma no se cumple el axioma vii de la TUE. Efecto aislamiento: este efecto demuestra la violaciĂłn al axioma de integraciĂłn de activos (axioma ix). K & T (1979) encontraron que los sujetos no integran su riqueza inicial en los resultados monetarios de cada perspectiva. Lo anterior lo hacen porque es un elemento comĂşn a todas las perspectivas presentadas. Por ejemplo, supongamos dos situaciones en donde cada situaciĂłn tiene dos casos: integrando la riqueza y sin integrar. Sea una situaciĂłn 1 donde un inversionista tiene una riqueza inicial đ?&#x2018;&#x160;đ?&#x2018;&#x160; de $1.000 y se le presentan dos perspectivas sobre la compra de una acciĂłn para la empresa K y para la empresa J, las cuales se denotan como perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; y perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? respectivamente: đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = ($500, 1)
đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = ($1.000, 0.50; $0, 0.50)
Por un lado, sea el caso 1 la utilidad esperada de acuerdo con la expresiĂłn (6) sin integrar đ?&#x2018;&#x2026;đ?&#x2018;&#x2026;: đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($500) â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = $500 â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = $500
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($1.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($0) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $1.000 â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + $0 â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $500 + $0 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $500
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PĂĄgina 64 Por otro lado, sea el caso 2 la utilidad esperada de acuerdo con la expresiĂłn (6) al integrar đ?&#x2018;&#x2026;đ?&#x2018;&#x2026;, obteniendo que: đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($1.000 + $500) â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘($1.500) â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = $1.500 â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = $1.500
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = u($1.000 + $1.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + u($1.000 + $0) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = u($2.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + u($1.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $2.000 â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + $1.000 â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $1.000 + $500 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? = $1.500
En los casos 1 y 2 debido al efecto certidumbre, los sujetos eligen en su mayorĂa la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;, optando por una riqueza final certera de $1.500 que una riqueza final entre $2.000 Ăł $1.000 cada con una probabilidad de ocurrencia del 50%. De acuerdo con la TUE, los sujetos serĂan indiferentes entre escoger la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; y la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? debido a que ambas perspectivas ofrecen la misma utilidad esperada. Ahora bien, en una situaciĂłn 2, el mismo inversionista, tiene una riqueza inicial đ?&#x2018;&#x2026;đ?&#x2018;&#x2026;â&#x20AC;˛ de $2.000, se enfrenta a una nueva compra de acciones de las mismas empresas, entre dos nuevas perspectivas:
đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = (â&#x2C6;&#x2019;$500, 1)
đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = (â&#x2C6;&#x2019;$1.000, 0.50; $0, 0.50)
Sea el caso 3 la utilidad esperada sin integrar đ?&#x2018;&#x160;đ?&#x2018;&#x160;â&#x20AC;˛. De acuerdo con la expresiĂłn (6), se tiene que: đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = u(â&#x2C6;&#x2019;$500) â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = â&#x2C6;&#x2019;$500 â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = â&#x2C6;&#x2019;$500
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = u(â&#x2C6;&#x2019;$1.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + u($0) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = â&#x2C6;&#x2019;$1.000 â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + $0 â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = â&#x2C6;&#x2019;$500 + $0 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = â&#x2C6;&#x2019;$500
Sea el caso 4 la utilidad esperada al integrar đ?&#x2018;&#x2026;đ?&#x2018;&#x2026;â&#x20AC;˛. De acuerdo a la expresiĂłn (6), se tiene que:
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đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = u($2.000 â&#x2C6;&#x2019; $500) â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = u($1.500) â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = $1.500 â&#x2C6;&#x2014; 1 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ = $1.500
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = u($2.000 â&#x2C6;&#x2019; $1.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + u($2.000 + $0) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = u($1.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + u($2.000) â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = $1.000 â&#x2C6;&#x2014; 0.50 + $2.000 â&#x2C6;&#x2014; 0.50 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = $500 + $1.000 đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ = $1.500
En los casos 3 y 4, los sujetos eligen la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?â&#x20AC;˛ por el efecto reflejo. De acuerdo a la TUE, los sujetos serĂan indiferentes entre escoger la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;â&#x20AC;˛ y la perspectiva đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? â&#x20AC;˛ debido a que ambas perspectivas ofrecen la misma utilidad esperada. Como se puede observar en la situaciĂłn 1 y en la situaciĂłn 2, de acuerdo con la TP, el inversionista selecciona la misma perspectiva sin importar el nivel de riqueza inicial, es decir, al no integrar la riqueza inicial en los resultados esperados de cada perspectiva por ser un elemento comĂşn a todas ellas. En conclusiĂłn, en el efecto aislamiento los sujetos realizan un proceso de cancelaciĂłn de la riqueza inicial y sĂłlo toman en cuenta los resultados monetarios presentados en las perspectivas para realizar su toma de decisiĂłn. EVALUACIĂ&#x201C;N CRĂ?TICA DE LA TEORĂ?A DE LAS PERSPECTIVAS REVISIĂ&#x201C;N CRĂ?TICA DE LA TP A LA TUE Uno de los aspectos interesantes durante el estudio de la TP en las secciones anteriores, consiste en evidenciar que muchos de sus elementos constitutivos solo se pueden evaluar a la luz de la TUE. Al respecto, se han identificado dos preguntas cuyas respuestas aportan de manera sĂłlida a esa evaluaciĂłn crĂtica. ÂżCuĂĄl es la diferencia metodolĂłgica de fondo entre la TP y la TUE? Hemos visto que un elemento relevante en la teorĂa de decisiones es el concepto de riesgo. Como se dijo en la primera secciĂłn, Knight hace una definiciĂłn del riesgo, la cual ha sido usada en las teorĂas de decisiĂłn bajo condiciones de riesgo. Sin embargo, Knight insiste sobre el hecho de que â&#x20AC;&#x153;una medida de incertidumbre que es medible [se conoce como][...] riesgoâ&#x20AC;? (Knight, 1921, p. 233). De esta manera, el riesgo estĂĄ estrechamente relacionado con las probabilidades de ocurrencia que tienen los resultados (eventos, sucesos o circunstancias) al ser evaluados en la toma de decisiones. La probabilidad de ocurrencia es un valor numĂŠrico que se encuentra entre 0 y 1. En estos tĂŠrminos, se pueden distinguir dos casos: por un lado, una probabilidad de ocurrencia 0, lo cual significa que es un evento improbable, es decir que no sucede. Y, por otro lado, la probabilidad de ocurrencia 1 significa que un suceso es certero, dicho de otra
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Página 66 manera, es un evento que ocurre con toda seguridad. Intuitivamente hay una relación indirecta entre el riesgo y la probabilidad de ocurrencia: entre mayor sea la probabilidad de ocurrencia de un evento, menor será el riesgo asociado con dicho suceso. Ahora, ¿qué importancia tiene saber esto? Pues bien, la probabilidad de ocurrencia se relaciona con el método científico (o enfoque) sobre el cual se construyen las teorías de la decisión. En efecto, un evento puede tener una probabilidad de ocurrencia objetiva o bien una probabilidad de ocurrencia subjetiva. Por un lado, la probabilidad de ocurrencia objetiva es aquella que se obtiene a través de técnicas de diagnóstico avanzadas, basadas en la estadística y en los métodos de evaluación de probabilidad calibrada. Por otro lado, las probabilidades de ocurrencia subjetiva son determinadas sin aplicar ninguna técnica, sino que son apreciaciones que hace el sujeto enfrentado a los sucesos. Esta distinción permite identificar el método científico que subyace en las teorías de la decisión. En este sentido, podemos distinguir los tipos de teorías: teorías normativas y teorías descriptivas. Teorías normativas: estas teorías están basadas en un método científico que permite establecer una serie de normas estrictas conocidas como axiomas. Los axiomas muestran que hay una decisión correcta, de tal manera que cuando se aplican al sujeto que se enfrenta a la toma de decisión, se asegura que éste sujeto no tendrá incoherencias lógicas. Las teorías normativas están basadas en el supuesto de que las preferencias en la elección de un sujeto siempre son consistentes, es decir que respetan plenamente los axiomas, y se dirán así que el sujeto es racional. Por el contrario, si la elección de un sujeto no es consistente, se dirá que es irracional. Es por esta razón que las teorías normativas hacen uso de la lógica y la matemática, con el fin de poder modelar las reglas estrictas que TODOS los sujetos deben cumplir. Los axiomas intentan dar una coherencia al interior de la misma teoría, aunque ellos no sean compatibles con la realidad que se observa. De acuerdo con Franco (2005), “El objetivo del método axiomático abstracto es deducir teoremas a partir de su estructura interna. Esta forma lógica necesita demostrar su coherencia absoluta para asegurar la existencia del objeto axiomático, en esencia abstracto, ya que no tiene referente concreto que afirme su viabilidad” (p. 14). Así, los axiomas y los teoremas permiten que una teoría tenga una estructura interna sólida y sin falsedades: La TUE es, entonces, la teoría normativa de elección bajo condiciones de riesgo por excelencia. Por lo tanto, las perspectivas dentro de la TUE no se ven alteradas por las probabilidades de ocurrencia, debido a que el sujeto no tiene ningún presentimiento, ningún recuerdo, ninguna historia y mucho menos memoria. En la TUE los axiomas se aplican a todos los sujetos sin ningún otro cuestionamiento. Dado que las probabilidades de
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Página 67 ocurrencias no son modificadas, el riesgo no es reinterpretado o reconocido por parte del sujeto y esto es debido a que no pasa por un proceso mental (como si ocurre en la TP). Teorías descriptivas: estas teorías intentan dar una explicación razonable al comportamiento observado de los sujetos, indicando si dicho comportamiento es o no consistente con un conjunto de reglas que definen un tipo de racionalidad. Los sujetos tienen limitaciones cognitivas, las cuales son abordadas desde diferentes métodos que implican un análisis interdisciplinario desde la economía, la psicología y la sociología, entre otras áreas del saber. De esta forma, existen ciertas variables del entorno social que afectan las decisiones de los sujetos, las cuales no son siempre captadas dentro de las teorías normativas. Las teorías descriptivas se basan en el comportamiento real de los sujetos en condiciones de riesgo. Dado que es difícil aislar las elecciones sobre las perspectivas de riesgo desde el comportamiento real observado, estas teorías recurren al uso de experimentos, entrevistas, juegos, encuestas, entre otros métodos de recolección de información. De esta forma, las teorías descriptivas hacen uso de la lógica y la matemática para modelar las normas estrictas que la MAYORÍA de los sujetos. La TP de Kahneman y Tversky (1979) es, sin duda, la teoría descriptiva más relevante de la elección bajo condiciones de riesgo. En la TP los sujetos tienen sesgos cognitivos, recuerdos y memoria (aunque imperfecta) y, por lo tanto, no todos los sujetos se comportan de la misma manera como si lo haría un sujeto en la TUE. Hasta aquí el método científico permite distinguir sin ambigüedad la TUE de la TP. Sin embargo, la distinción entre ambas teorías no para nada evidente. En efecto, K & T (1979) sostienen que: “La TUE ha sido [usualmente] aceptada como un modelo normativo de decisión racional y ampliamente aplicado como [si fuera] un modelo descriptivo del comportamiento económico”. (Kahneman & Tversky, 1979, p. 263, énfasis nuestro). Como se aprecia, K & T indican que la TUE obedece al método normativo, pero que dicha teoría ha sido interpretada como si ella obedeciera al método descriptivo. En otras palabras, la TUE se hace pasar por una teoría que describe el comportamiento de la MAYORÍA de los sujetos, lo que no totalmente es cierto. En este contexto, lo correcto es creer que la TUE obedece a ambos métodos, pero la crítica de K & T solo se refiere a la TUE como teoría descriptiva y no como teoría normativa. Es solamente en estos términos que la crítica de K & T resulta pertinente. En efecto, en la sección dos vimos que K & T identifica algunas contradicciones entre sus propios estudios de campo y los axiomas de la TUE. Estas contradicciones reciben el nombre de “efectos”, con el propósito de hacer notar que los sujetos llevan a cabo raciocinios lógicos o procesos mentales a la hora de decidir, los cuales no se pueden capturar a través de los axiomas de la TUE como teoría descriptiva. De esta forma, los procesos mentales cambian
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Página 68 la manera como una teoría aborda el comportamiento de los sujetos frente el riesgo y, en particular, hacer notar que las decisiones no tienen una secuencia definida. Es por esta razón que las probabilidades de ocurrencia son percibidas de forma alterada, lo que conlleva a entender que un sujeto que no siempre tome las mismas decisiones. Al respecto, K & T recuerdan que: “Las perspectivas finales [resultantes de la fase de edición] […] podrían, por lo tanto, depender de la secuencia de las operaciones aplicadas en la fase de edición, la cual es probable que varíe con la estructura del conjunto ofrecido y con el formato mostrado” (Kahneman & Tversky, 1979, p. 275). Según K&T, un sujeto se puede enfrentar al mismo conjunto de perspectivas en dos situaciones diferentes y realizar distintas secuencias en los procesos mentales, por lo que las perspectivas resultantes varían entre ambas situaciones, razón por la cual los seis procesos mentales mencionados en la sección dos no se pueden considerar en lo absoluto como axiomas. Así lo evidencia K & T (1979): “[…] [Las] perspectivas no son necesariamente invariantes a través de diferentes contextos, porque las mismas perspectivas ofrecidas podrían ser [procesadas][…] en diferentes formas dependiendo del contexto en el cual aparezcan”. (Kahneman & Tversky, 1979, p. 275). De esta manera, K & T muestran que la TUE no es un modelo descriptivo adecuado debido a que los sujetos violan de manera reiterada varios de los axiomas que se indican al interior de dicha teoría. La TP sería así un modelo descriptivo de mayor precisión a la hora de pronosticar las decisiones que tomarán los sujetos. K & T van un poco más allá al sostener que la TP es en realidad una generalización de la TUE como teoría descriptiva. ¿Bajo qué hipótesis la TP “generaliza” la TUE? Una de las conclusiones relevantes del análisis de K & T es que la TP pretende ser más “general” que la TUE. Al respecto, los autores aseguran que, teniendo en cuenta las expresiones de las secciones una y dos, “[La expresión (4)] [...] generaliza la teoría de la utilidad esperada al [incluir][...] el principio de expectativa [es decir, la expresión (6)]” (Kahneman & Tversky, 1979, p. 276, énfasis nuestro). La pretensión de generalidad de una teoría es, sin duda, el fundamento de un nuevo de proyectos de investigación de largo plazo. A continuación, se muestran las condiciones bajo las cuales la afirmación de K & T podría ser cierta. Para tal fin, se toman los argumentos de las secciones una y dos, tratando de evaluar la TP y la TUE a través del establecimiento de sus diferencias y similitudes. Al final, se propone la condición bajo la cual la TUE puede aparecer como un caso particular de la TP. Como se observó en las secciones una y dos, los sujetos que toman una decisión en condiciones de riesgo, evalúan cada una de las perspectivas que se le presentan y seleccionan la perspectiva que tiene el valor más alto. Por ejemplo, la expresión (1) de la primera sección,
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PĂĄgina 69 es una perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; :
(1)
đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = (đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?; đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś, đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;; đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§, đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤)
Sobre esta perspectiva recaen dos tipos de anĂĄlisis. Por un lado, la TUE indica que el sujeto evalĂşa la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; a travĂŠs de la utilidad total esperada, la cual depende de la funciĂłn de utilidad đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘ de los resultados monetarios multiplicados por la probabilidad de ocurrencia asociada. Esto es la expresiĂłn (6) de la secciĂłn 2: (6)
đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘ (đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E; + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤
Por otro lado, de acuerdo con la TP, el sujeto evalĂşa la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D; a travĂŠs del valor de la perspectiva đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;, denotado como đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;(đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;), el cual depende de la multiplicaciĂłn de dos funciones: la funciĂłn de valor đ?&#x153;?đ?&#x153;?, y la funciĂłn de ponderaciĂłn đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;. Esto es la expresiĂłn (4) de la secciĂłn uno: (4)
đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;(đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;) = đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?; đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś, đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;; đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§, đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤) = đ?&#x153;?đ?&#x153;?(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) + đ?&#x153;?đ?&#x153;?(đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;) + đ?&#x153;?đ?&#x153;?(đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤)
Tanto la expresiĂłn (4) de la TP como la expresiĂłn (6) de la TUE comparten una forma bilineal, es decir que ambas expresiones estĂĄn conformadas por dos elementos: por un lado, la expresiĂłn (4) de la TP depende de la funciĂłn de valor Ď&#x2026; y de la funciĂłn de ponderaciĂłn Ď&#x20AC; y, por otro lado, la expresiĂłn (6) de la TUE depende de la funciĂłn de utilidad u y de la probabilidad. Ahora, sobre la base de estos dos elementos, Âżson ambas expresiones realmente diferentes? Veamos en detalle. La funciĂłn de utilidad đ?&#x2019;&#x2013;đ?&#x2019;&#x2013; de (6) vs la funciĂłn de valor đ??&#x160;đ??&#x160; de (4) Como se menciona en la segunda secciĂłn, la funciĂłn de utilidad đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘ asigna un nĂşmero al resultado monetario que se estĂĄ procesando, indicando un grado de bienestar para los sujetos que deciden. Como se indicĂł en el axioma ix de la secciĂłn dos, los sujetos realizan la evaluaciĂłn de la utilidad de acuerdo al cambio total final que obtiene su riqueza. En otras palabras, la decisiĂłn que tome un sujeto depende de la utilidad esperada final, y esta, a su vez, depende de la posiciĂłn inicial de la utilidad. Por su parte, como se seĂąala en la secciĂłn uno, la funciĂłn de valor đ?&#x153;?đ?&#x153;? refleja el valor subjetivo del resultado monetario que se estĂĄ evaluando. Como se indica en la fase de codificaciĂłn de la secciĂłn uno (y a diferencia de la funciĂłn de utilidad đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘ de la TUE), la funciĂłn de valor đ?&#x153;?đ?&#x153;? de la TP â&#x20AC;&#x153;mide el valor de las desviaciones desde un punto de referencia [el cual sirve como el punto cero o inicial de la escala de valor], i.e., ganancias y pĂŠrdidasâ&#x20AC;? (Kahneman & Tversky, 1979, p. 275). La diferencia entre una y otra funciĂłn salta a la vista.
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La anterior diferencia sirve, en parte, como justificaciĂłn de algunas contradicciones que K & T encontraron, entre los axiomas de la TUE y el comportamiento de los sujetos. No obstante, tanto la funciĂłn de utilidad u como la funciĂłn de valor Ď&#x2026;, poseen el mismo comportamiento figura: son cĂłncavas para el dominio de las ganancias y convexa para el dominio de las pĂŠrdidas. De esta forma, se tiene la piedra angular de la TP: los sujetos realizan elecciones al considerar ganancias y pĂŠrdidas en lugar de un resultado final. AsĂ lo afirman K & T (1979): â&#x20AC;&#x153;[â&#x20AC;Ś] los transportadores de valor o utilidad son cambios en la riqueza, en lugar de un resultado final la riqueza [â&#x20AC;Ś]. Esta conclusiĂłn es la piedra angular de una teorĂa alternativa de elecciĂłn bajo riesgo, [la teorĂa de las perspectivas] [â&#x20AC;Ś]â&#x20AC;? (Kahneman & Tversky, 1979, p. 273). La probabilidad de (6) vs la funciĂłn de ponderaciĂłn đ??&#x2026;đ??&#x2026; de (4) Como se menciona en la secciĂłn uno, K & T indican que los sujetos realizan ponderaciones sobre las probabilidades, sin tomar dadas las probabilidades como si lo hace la TUE. En otras palabras, los sujetos realizan procesos mentales (mencionados en la secciĂłn uno y en la secciĂłn tres), los cuales pueden alterar las probabilidades con el fin de evaluar las perspectivas presentadas. En efecto, â&#x20AC;&#x153;[las funciones de ponderaciĂłnĎ&#x20AC;] [...] no son probabilidades y no cumplen los axiomas de la probabilidad y no deben ser interpretada como medidas de [...] creenciaâ&#x20AC;?. (Kahneman & Tversky, 1979, p. 280). Ahora bien, la funciĂłn de ponderaciĂłn đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039; puede tomar diversas formas grĂĄficas, dependiendo de los procesos mentales que realizan los sujetos. Algunos ejemplos hipotĂŠticos de la funciĂłn de ponderaciĂłn đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;, al evaluar la probabilidad de ocurrencia đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, se presentan en la figura 6.
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PĂĄgina 71 Figura 6. Ejemplos hipotĂŠticos de funciones de ponderaciĂłn đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) segĂşn la TP
Fuente: elaboraciĂłn propia.
En los ejemplos de la figura 6 se aprecia que la funciĂłn de ponderaciĂłn đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039; estĂĄ evaluando Ăşnicamente la probabilidad de ocurrencia đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, y de acuerdo con los diferentes procesos mentales que realiza el sujeto, đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039; puede adoptar diferentes formas. En particular, en la figura 6.B se observa que la funciĂłn de ponderaciĂłn đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039;(đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?) es exactamente igual a đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, lo que significa que los sujetos no realizan ninguna transformaciĂłn de las probabilidades de ocurrencia, ya sea porque no llevan a cabo ningĂşn proceso mental o porque los procesos mentales en los que incurren no alteran las probabilidades de ocurrencia. Este es el caso particular de la TP que corresponde a la TUE. AsĂ, bajo el supuesto de que la funciĂłn de ponderaciĂłn đ?&#x153;&#x2039;đ?&#x153;&#x2039; es exactamente igual a la probabilidad evaluada para todas las probabilidades de ocurrencia (đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?, đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E; y đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤), entonces la expresiĂłn (4) se transforma en la siguiente expresiĂłn: đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;(đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;) = đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?; đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś, đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;; đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§, đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤) = đ?&#x153;?đ?&#x153;?(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? + đ?&#x153;?đ?&#x153;?(đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E; + đ?&#x153;?đ?&#x153;?(đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§) â&#x2C6;&#x2014; w
(4A)
Por lo tanto, se observa que la expresiĂłn (4A) es similar a la expresiĂłn (6) pero se diferencian en que se tiene el valor asignado por funciĂłn de utilidad đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘ en lugar de la funciĂłn de valor đ?&#x153;?đ?&#x153;?. Ahora, la condiciĂłn para que (4A) sea igual a (6) es que las funciones de valor đ?&#x153;?đ?&#x153;? sean iguales a las funciones de utilidad đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘, para todos los resultados monetarios. De esta manera, la
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PĂĄgina 72 expresiĂłn (4A) se transforma en: đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;(đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;) = đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ, đ?&#x2018;?đ?&#x2018;?; đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś, đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E;; đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§, đ?&#x2018;¤đ?&#x2018;¤) = đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;Ľđ?&#x2018;Ľ) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x2018;?đ?&#x2018;? + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;Śđ?&#x2018;Ś) â&#x2C6;&#x2014; đ?&#x2018;&#x17E;đ?&#x2018;&#x17E; + đ?&#x2018;˘đ?&#x2018;˘(đ?&#x2018;§đ?&#x2018;§) â&#x2C6;&#x2014; w
(4B)
De esta forma, la expresiĂłn (4B) corresponde a la funciĂłn definida en la expresiĂłn (6), razĂłn por la cual se obtiene como resultado: đ?&#x2018;&#x2030;đ?&#x2018;&#x2030;(đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;) = đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x2C6;đ?&#x2018;&#x17D;đ?&#x2018;&#x17D;
Se concluye entonces que, bajo el supuesto y la condiciĂłn mencionada anteriormente, la expresiĂłn (4) se transforma en la tradicional fĂłrmula de la TUE, es decir, la expresiĂłn (6). Es asĂ como la TP es una generalizaciĂłn de la TUE en su calidad de teorĂa descriptiva.
LA CRĂ?TICA DE LA TP SEGĂ&#x161;N DE PABLO (2005) Se ha visto en la secciĂłn una revisiĂłn crĂtica del alcance de la TP. Sin embargo, en la literatura econĂłmica se pueden encontrar otras revisiones, entre las cuales se destaca el artĂculo de De Pablo (2005). Este artĂculo tiene como objetivo analizar el impacto que ha tenido la TP de Kahneman y Tversky respecto al conjunto de â&#x20AC;&#x153;todasâ&#x20AC;? las teorĂas de la decisiĂłn econĂłmica, desde Bernouilli y Smith, pasando por Keynes, Hicks y Samuelson, hasta las contribuciones de Thaler y Rabin. SegĂşn de De Pablo, la teorĂa econĂłmica (en adelante llamada TE) ha sufrido crĂticas de fondo, no solo en lo relacionado con sus resultados, sino tambiĂŠn en lo relacionado con sus hipĂłtesis de base. Para el autor, Kahneman y Tversky, a travĂŠs de la denominada â&#x20AC;&#x153;economĂa conductualâ&#x20AC;?, representan un punto de inflexiĂłn significativo en esas crĂticas de fondo. De Pablo (2005, p.82) considera que â&#x20AC;&#x153;Kahneman es un buen ejemplo de ser humano alerta. Su enfoque no es axiomĂĄtico, sino inductivo. Sus hallazgos no son teoremas, sino sistemĂĄticas verificaciones empĂricasâ&#x20AC;?. En estos tĂŠrminos, se cree que el mĂŠtodo de la economĂa conductual no ignora los pequeĂąos detalles y no da por cierto algo que pareciera caer del cielo. Kahneman estĂĄ en bĂşsqueda de respuestas a las situaciones que se le presentan en el diario vivir de los sujetos que deciden. De esta forma, una teorĂa de la decisiĂłn requiere un enfoque multidisciplinario, fundamentado en el anĂĄlisis de experiencias, trabajos de campo y encuestas a la poblaciĂłn. De Pablo cree, entonces, que el mĂŠtodo de Kahneman es descriptivo y no normativo. El elemento mĂĄs interesante de la evaluaciĂłn de De Pablo (2005) es que considera la TP como una teorĂa que permite diferenciar claramente dos aspectos en la toma de una decisiĂłn: por un lado, el proceso decisorio como tal y, por el otro, el anĂĄlisis del proceso decisorio.
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Página 73 Veamos. El proceso decisorio. Cuando un sujeto se enfrenta a un conjunto de perspectivas, el sujeto realiza una serie de procesos mentales (aquellos expuestos en la sección 4.1 de la sección uno), con el fin de seleccionar una opción (o más de una si el planteamiento del problema lo permite). Por lo tanto, decidir no es simplemente elegir. La decisión no está conformada por selecciones de alternativas de forma instintiva e inmediata, sino que hay un proceso que se lleva a cabo en el cerebro del sujeto antes de tomar una decisión. De esta manera, la decisión involucra un proceso metal de análisis previo, Según Pavesi (2000, p.5): “[La decisión] consiste en el proceso deliberado (y deliberativo) que lleva a la selección de una acción (acto, curso de acción) determinado entre un conjunto de acciones alternativas”. Así, para De Pablo (2005), un “buen” proceso decisorio debería llevar una estructura ordenada por medio de cuatro preguntas y una acción, la cuales son: 1) ¿cuáles son los hechos o sucesos sobre los cuales es necesario decidir?, 2) ¿son o no estos hechos un problema, y si lo son, a juicio de quién son un problema?, 3) ¿a qué se debe que los hechos sean calificados como problemas?, 4) ¿qué se puede hacer al respecto?, y 5) Se toma la decisión. De esta forma, De Pablo (2005) trata de mostrar que el proceso decisorio de la TP (constituido por la fase de edición –o configuración mental– y la fase de evaluación, ambas fases explicadas en la sección uno), constituye un avance significativo, ya que en la teoría dominante de la decisión (la TUE) el proceso decisorio se compone de una fase: la maximización de la utilidad esperada. No existe, por lo tanto, en la TUE, un proceso como tal. Análisis del proceso decisorio. De acuerdo con De Pablo (2005), el análisis del proceso decisorio consiste en estudiar de forma minuciosa cada uno de los pasos que realiza un sujeto para la selección de una perspectiva, tomando en cuenta los comportamientos racionales y no racionales, con el fin de indicar cuales son las motivaciones y reflexiones en las que incurre el sujeto antes de tomar una decisión. Para este autor, el análisis del proceso decisorio se realiza a través de una desagregación exhaustiva del proceso decisorio, es decir, llevando a cabo un estudio profundo de cada una de las cuatro preguntas (mencionadas arriba) por las que está compuesto este proceso, ya que se deben buscar las explicaciones de la causa del problema, y que den cuenta de cómo el sujeto actúa en consecuencia a ello. En el análisis del proceso decisorio de la TP se analiza el por qué las perspectivas presentadas cambian al salir de la primera fase (edición o configuración mental). No se consideran que estas operaciones mentales sean un proceso decisorio debido a que no tienen una estructura definida, pues dichas operaciones cambian de acuerdo al contexto y al sujeto que está tomando la decisión. El análisis de proceso decisorio está claramente ausente en la TUE. La distinción entre un proceso decisorio como tal y el análisis del proceso decisorio permite a De Pablo (2005) llegar a una conclusión interesante: el método descriptivo (a través de
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Página 74 múltiples experimentos), permiten identificar un conjunto de comportamientos que resultan ser incompatibles con la visión maximizadora de la racionalidad, visión que domina la teoría económica neoclásica. En este sentido, De Pablo (2005) menciona 10 mecanismos o leyes del comportamiento individual (algunos de ellos incluidos en la TP de Kahneman y Tversky), que permiten entender por qué dicho comportamiento es incompatible con la visión maximizadora, estos son: efecto certidumbre, efecto reflejo, efecto aislamiento, Efecto encuadre, la ley de los pequeños números, efecto dotación, equidad, descuento cuasihiperbólico, maximización vs monto fijo y contabilidad mental. Al fin de cuentas, estos diez mecanismos o leyes muestran que el ser humano no sigue un conducto de elección regular al momento de tomar una decisión, sino que, por el contrario, existen diferentes factores externos o de introspección que inciden en el proceso decisorio. Finalmente, De Pablo (2005) sostiene que la TP debe servir como un reto analítico para los economistas, ya que dicha teoría permite entender que la racionalidad humana es mucho más compleja, respecto a lo que creen los economistas neoclásicos a través de la lógica maximización (de utilidades y beneficios). En efecto, De Pablo cree que el riesgo en la toma de decisiones económicas, debe ser la base para mejorar la calidad de las hipótesis de la teoría del comportamiento humano.
CONCLUSIONES El propósito del presente trabajo ha sido realizar un análisis crítico de la teoría de las perspectivas propuesta por Daniel Kahneman y Amos Tversky. El punto de partida de ese análisis fue la definición de concepto de “perspectiva”, el cual ha permitido sintetizar la teoría de las perspectivas bajo la descripción de las fases y los procesos mentales necesarios en la toma de decisiones de un sujeto, en condiciones de riesgo. Una de las ventajas de este procedimiento es que ha permitido reformular la teoría tradicional de la utilidad esperada. De esta manera, los axiomas de esta teoría aparecen en el lenguaje de las perspectivas, permitiéndole a Kahneman y Tversky identificar las deficiencias profundas de la teoría de la utilidad esperada. Según estos autores, esas dificultades no describen de manera general todos los aspectos que se involucran en la toma de decisiones de un sujeto en condiciones de riesgo. Se pudo entonces observar que el alcance de la teoría de las perspectivas solo se puede establecer a la luz de las dificultades de la teoría de la utilidad esperada, y es en la comparación de estas teorías que se realiza el análisis crítico. Dos conclusiones se destacan. Por un lado, ambas teorías se conciben a partir de dos métodos científicos diferentes: la teoría de las perspectivas adopta un método descriptivo, mientras que la teoría de utilidad esperada adopta un método normativo. Sin embargo, esta última teoría es interpretada frecuentemente
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Página 75 como adoptando el método descriptivo. ¿Cuál es la consecuencia de esta mala interpretación? La respuesta es que eso hace que los axiomas contradigan la realidad, es decir que ellos no reflejan el comportamiento real de los sujetos en la toma de decisiones. En pocas palabras, se pone en tela de juicio la lógica maximizadora de la utilidad de los consumidores dentro de la Teoría Económica Neoclásica. Por otro lado, la Teoría de las Perspectivas “generaliza” la Teoría de Utilidad Esperada bajo ciertas condiciones. La búsqueda de la generalidad es un propósito importante en la construcción y validación de toda ciencia, razón por la cual son las condiciones de dicha generalización el elemento más significativo de la crítica de Kahneman y Tversky. Suponiendo que la función de ponderación es exactamente igual a la probabilidad de ocurrencia y bajo la condición de que la función de valor es exactamente igual a la función de utilidad, entonces la teoría de la utilidad esperada –como método descriptivo– es un caso particular de la teoría de las perspectivas. Esta conclusión refuerza la idea de que lógica de maximizadora de la utilidad en la teoría económica neoclásica, no representa la racionalidad más común de los sujetos en los mercados. Finalmente, en la teoría de las perspectivas las decisiones de los sujetos están determinadas por procesos mentales complejos, que involucran información relacionada con la memoria, los presentimientos y los contextos que rodean la toma de la decisión. Estos determinantes van más allá de las simples preferencias que definen la racionalidad humana en la teoría de utilidad esperada.
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EL TRABAJO DECENTE: UNA MIRADA DESDE LAS OPORTUNIDADES DE E M P L E O PA R A M E D E L L Í N Y EL VALLE DE ABURRÁ 1
Jorge Coronel López 2
1 Este estudio se realizó en el marco del Acuerdo de Subsidio Nº 35496 firmado durante el año 2015, entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD– y la Fundación Universitaria Católica del Norte, en calidad de entidad operadora y coordinadora del Observatorio Regional del Mercado de Trabajo de Antioquia –ORMET Antioquia–, con recursos del Ministerio de Trabajo y el apoyo de la Alcaldía de Medellín, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico. 2 Profesor tiempo completo de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Medellín –U. de M. –, Colombia. Coordinador de la Maestría en Gobierno de la Universidad de Medellín. Investigador del Observatorio Regional del Mercado de Trabajo de Antioquia; [jecoronel@udem.edu.co].
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RESUMEN
RESUMEN El objetivo de este trabajo es presentar los resultados de la medición del trabajo decente para Medellín y el Valle de Aburrá, correspondientes a la dimensión 1: oportunidades de empleo según la metodología propuesta por la OIT. Se recurre a información de la Gran Encuesta Integrada de Hogares –GEIH– del DANE y se toma como periodo de análisis 2012-2014, presentando resultados anuales. Los indicadores presentados ofrecen información sobre aspectos como la ocupación, el desempleo, la informalidad, la situación de los jóvenes, entre otros aspectos. Si bien aparentemente algunos indicadores son favorables en su evolución, quedan muchas dudas sobre aspectos como la calidad del empleo, la precariedad laboral y la discriminación. Palabras clave: ocupación, desempleo, trabajo decente, informalidad.
JEL: E24, E26.
ABSTRACT The objective of this work is to present the results of the Measurement of Decent Work for Medellin and Valle de Aburrá, corresponding to the scale 1: Employment Opportunities According to the methodology proposed by the ILO. Information Great Integrated Household Survey is used DANE -GEIH- and taken like analysis period 20122014, with annual results. The indicators provide information on aspects such as occupation, unemployment, informality, the situation of young people, among others. While some apparently auspicious indicators are in their evolution, are the many questions on issues such as quality of employment, job insecurity and discrimination. Keywords: ocupación, desempleo, trabajo decente, informalidad.
JEL: E24, E26.
ABSTRACT
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Introducción En 1999 la Organización Internacional del Trabajo –OIT– propuso a sus miembros un nuevo concepto: trabajo decente. Dicho concepto surge debido a las trasformaciones del trabajo en los procesos de globalización, en donde se presentó una flexibilización de las relaciones laborales con una paralela precarización laboral, que respondían a su vez, a las nuevas formas de organización productiva y a las dinámicas de integración comercial que se estaban generando. En tal sentido, la OIT instó a promoverlo a raíz de reconocer problemas de desprotección laboral y una profunda preocupación por el aumento de condiciones laborales degradantes, en el marco de un contexto global y de una profundización de la globalización. Según la OIT (1999) la finalidad primordial del organismo “es promover oportunidades para que los hombres y las mujeres puedan conseguir un trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana”. Tales condiciones marcan en principio el alcance que se le pretendía dar a un concepto novedoso para el mundo del trabajo, pero con el paso del tiempo el concepto fue tomando forma y se fue inscribiendo en cuatro objetivos estratégicos: crear trabajo, garantizar los derechos de los de los trabajadores, extender la protección social y promover el diálogo social. En el 2001, en el marco de la 89 Conferencia Internacional del Trabajo, se reafirma que el trabajo decente es un concepto integrativo en cuya realización es necesario combinar aspectos relativos a los derechos, el empleo, la protección y el diálogo; constituye una meta, un marco para la definición y actuación de políticas, un método de organización de actividades y programas, y una plataforma para la asociación con otras entidades.
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Rodgers (2002), sostiene que el trabajo decente al ser integrativo no solo contempla el empleo asalariado, sino también el cuentapropismo y las tareas domésticas, es decir, incluye toda la gama de actividades, tanto de la economía formal, como informal; por lo tanto, no solo se refiere al empleo asalariado en grandes empresas, sino que transmite una idea más completa de participación en la economía y la comunidad. La importancia del trabajo decente además de todos los ámbitos que vincula, es que el trabajo en condiciones decentes facilita el progreso social y económico y fortalece a las personas, a sus familias y comunidades. Pues contar con un trabajo decente sintetiza las aspiraciones de los individuos durante su vida laboral y se convierte en fuente de dignidad personal. En este orden de ideas, la Organización Internacional del Trabajo –OIT– propone medir el trabajo decente a partir de una metodología multidimensional –diez dimensiones– para lo cual ha definido una serie de indicadores. En tal sentido, el presente trabajo presenta los resultados de la medición de la primera dimensión: oportunidades de empleo, aplicado para Medellín y el Valle de Aburrá –Medellín y V.A.–, tomando como fuente de información la Gran Encuesta Integrada de Hogares –GEIH– del DANE para el periodo 2012-2014 bajo la agregación de datos anuales. Contexto de la economía antioqueña: ¿transformación? La economía antioqueña es la segunda economía que más contribuye a la producción nacional, después de Bogotá D.C.; y es la primera en exportación cuando se analiza por departamentos. Su dinámica depende, tanto de situaciones internas, como de coyunturas externas; lo que quiere decir que existen diversas razones que inciden sobre su desempeño. Por ejemplo, una disminución de la actividad de la construcción en el país ha afectado la economía regional; pero, también la pasada crisis económica de Estados Unidos en el 2008, sumada a la crisis diplomática con Venezuela, igualmente tuvieron un impacto negativo sobre la economía del departamento. Esto refleja que es una economía que se encuentra
Página 81 interrelacionada con el mercado nacional, pero al mismo tiempo participa del concierto internacional en doble vía –exportación e importación. Los datos recientes reflejan que la actividad económica está concentrada en cuatro grandes ramas, las cuales explican casi el 70% de la producción del departamento:
Servicios financieros, inmobiliarios y empresariales.
Comercio, restaurantes y hoteles.
Industria manufacturera.
Servicios sociales, comunales y personales.
En oposición a dichos sectores los que menos participación registran son electricidad, gas y agua y explotación de minas y canteras, lo cual ha servido como un argumento irrefutable para considerar que la economía antioqueña se ha transformado, queriendo decir que han florecido sectores que antes no sumaban dentro la estructura económica regional y que ahora son quienes la sustentan3. Esta idea toma sentido y se refuerza al traer a colación lo descrito por Restrepo (2011) cuando afirma que la industria en la década de 1960 representaba el 30% de la economía local, mientras que en el 2004 representó el 18% 4 . No obstante, cabría preguntar si la industria ya ha llegado a un nivel sobre el cual se mantendrá, o si todavía hay capacidad para que siga disminuyendo su participación, dado que si se revisan los datos del 2014, las cifras son aún más desalentadoras: la participación industrial fue 14,9%. Esta transformación económica regional debe llamar la atención sobre todo si se toma en consideración el carácter industrial que predominó a mediados del siglo XX; aunque sin
La Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia habló recientemente de dicha transformación. Ver: Desempeño de la economía de Antioquia 2014/2015: Evolución por sectores. Disponible en: http://www.camaramedellin.com.co/site/Biblioteca-virtual/Memorias-de-eventos/Ferias-yeventos/Seminario-Anif-Fedesarrollo.aspx (Consultado 5 de agosto de 2015). 4 Restrepo (2011), sostiene que este cambio se debió “al deterioro de actividades tradicionales como lo textiles, al desarrollo de nuevas industrias en otras regiones de Colombia y a las ventajas de la proximidad de los puertos o de los mercados, que hicieron que la mayoría de las nuevas empresas manufactureras se localizaran fuera del departamento”. 3
Página 82 desconocer que las características del origen de la economía antioqueña estuvieron asociadas al desarrollo de la minería del oro. En otras palabras, la historia económica de la región refleja que las actividades que otrora han predominado, pues han sido sustituidas por nuevas ramas de la producción, ha traído consigo cambios –positivos y negativos– en las condiciones de vida de las familias, cambios culturales, un nuevo ordenamiento territorial5, entre otros aspectos; aunque parece que ha persistido un poder hegemónico de unas élites empresariales que siempre han participado y orientado el desarrollo productivo de la región, e incluso Franco (2006) plantea que algunas hipótesis arriesgas que se han construido para intentar explicar los cambios económicos y sociales de la región tienen que ver con una ruptura en las relaciones entre la dirigencia empresarial y política, “a lo cual se le atribuye, además la ‘falta’ de un proyecto político y territorial vinculante, que proporcione estabilidad política y bases económicas al desarrollo de la ciudad y su entorno regional”. Esta es casi la misma idea que plantea Uribe (2006) al hablar sobre el modelo de la sociedad antioqueña pero dentro de un contexto colonial, en donde identifica “la existencia de un proyecto regional concebido por las élites económicas y políticas dentro de un criterio de sociedad incluyente, desde antes de la independencia, y discutido y elaborado formalmente durante el periodo 1808-1821”6. Comparando estas dos ideas, lo que se percibe es que las elites –dirigencias– empresarial y política concibieron un proyecto regional conjunto, tanto en la colonia, como en la independencia, pero luego con el tiempo y tras notables cambios en la formas de gobierno en el país se produjo una ruptura que hoy debe seguir siente estudiada.
5 Betancur, Urán y Stienen (2001) realizan un estudio en donde concluyen que “la dinámica de localización de la industria manufacturera del Valle de Aburrá a partir de 1960, ha transformado, con su expansión, algunos territorios más allá de sus propios límites, extendiéndose a regiones como el Oriente antioqueño… En este sentido, la reconfiguración territorial que se ha dado, ha operado más como una expansión de la tradicional Área Metropolitana del Valle de Aburrá, que como una dinámica autónoma del Oriente antioqueño”. 6 Citado por Restrepo (2011). El trabajo de María Teresa Uribe se titula: Poder político y región publicado en 2006 y compilado por M. Hermelin en Geografía de Antioquia, editorial Eafit.
Página 83 Si volvemos sobre la idea de la transformación de la economía antioqueña y si se asume como un hecho que ya no tiene objeción, surgen inquietudes que no deben ser depuestas para seguir estudiando el modelo de sociedad antioqueña y su relación con el mercado de trabajo, pues así como Uribe (2006) considera que el modelo de sociedad concebido por los fundadores del Estado antioqueño contenía unas propuestas y unos mensajes claros, hoy convendría preguntar sobre cuál es el modelo de sociedad que se tiene o se quiere construir. En dicho modelo de sociedad propuesto por los fundadores del Estado se proponía que el trabajador, el campesino o el minero debían dedicar: … todos sus esfuerzos hacia el trabajo manual con fines útiles, se preocuparán por garantizar la unidad familiar y por sancionar todos aquellos comportamientos que atenten contra el trabajo, como la vagancia, por ejemplo, y contra la familia, como la prostitución, el abandono del hogar paterno, la desobediencia doméstica, los juegos de azar, el consumo de licor, es decir, una estricta moral privada tutelada por la Iglesia católica, que contrastaba con la apertura en otros campos como el económico mercantil, donde se les ofrecía un horizonte de progreso para los más hábiles, los más capaces y los más arraigados, en esta esfera, el desafío a las leyes de Dios y de los hombres se toleraba en tanto que los resultados fuesen exitosos (Uribe, 2006). De esta manera, conviene poner de relieve la situación actual de la región, en donde se confirma que la estructura económica se ha transformado; pero con ella, también las relaciones sociales, laborales y el modelo de sociedad. En tal sentido, valdría la pena preguntar si el tipo de sociedad imperante hoy en la región ha sido producto de acuerdos o consensos de los actores, o por el contrario, ha sido la convulsión económica, los imperativos modelados desde un orden internacional y el devenir de las nuevas actividades –legales e ilegales– los que han terminado modelando el tipo de sociedad. En este sentido, Proantioquia (2013) afirma que: Antioquia es un departamento de contrastes. Posee una capital competitiva con una economía fuerte y relativa industrialización, una población con tasas de educación elevada e indicadores sociales positivos. Pero también una periferia con graves
Página 84 problemas económicos, baja productividad y competitividad, alto índice de necesidades básicas insatisfechas, presencias de economías criminales e inequidad en el acceso a la tierra, entre otros problemas. Según lo descrito, la desindustrialización –o el estancamiento relativo del sector7– y luego la llegada de la apertura económica, se produjeron unos cambios en la estructura productiva de la región, facilitando el desarrollo de actividades como los servicios, pero a costa del deterioro –estancamiento– industrial y del bajo sostenimiento de la agricultura, lo que hizo que la región perdiera peso relativo a nivel nacional. En otras palabras, el desempeño industrial transformó la esfera productiva, pero también incidió sobre el mundo del trabajo, tal como lo expresa Franco (2006) citando a Betancur, Urán y Stienen (2001) “los cambios fundamentales de la ciudad de Medellín en dicho contexto tienen que ver con los procesos de desindustrialización y reconversión industrial”8. Adicionalmente, y en forma casi paralela a dichos cambios en la estructura económica, se fueron dando reformas laborales bajo la lógica de hacer más flexibles las relaciones del mercado de trabajo. Según Puig (2011) “la desregulación laboral, que abrió las compuertas a las formas de flexibilidad y subcontratación laborales que conocemos hoy, vino en América Latina con las aperturas económicas, unilaterales o por acuerdos comerciales y la desregulación en general de los mercados”9. Según Franco (2006) citando a Betancur, Urán y Stienen (2001) afirma que se aceptan el estancamiento relativo del sector industrial en la ciudad, dichos autores “intentan hacer una lectura más estructural más estructural de dicha situación, buscando caracterizarla como la expresión urbano-regional de las transformaciones en el patrón de acumulación y el modo de regulación”. 8 La transformación económica de la ciudad produjo cambios en el mundo laboral sobre todo en la gestión del trabajo, desapareciendo la organización obrera e impidiendo el diálogo para la negociación de las condiciones de trabajo. También la reducciones de costos mediante expulsión de trabajadores, reducción de salarios y descentralización de procesos productivos; fueron transformando drásticamente, tanto la actividad productiva, como el mundo del trabajo; facilitando la flexibilización laboral a través de contratos flexibles y la explotación extensiva de la mano de obra en el sector informal de la economía. Ver Betancur, Urán, y Stienen (2001) y Restrepo (2006). 9 En esta misma línea Betancur, Urán y Stienen (2001) (2001) afirman: “la apertura económica pone en riesgo la posibilidad de autodeterminación de las naciones, obligadas a abrir sus fronteras, sin ninguna contraprestación, más allá de inscribirse a las leyes del mercado, de ser competitivas; este riesgo se convierte en amenaza, ante la ausencia de un proyecto político nacional que lo inscriba en condiciones distintas en el escenario de competencia global. Ante estos riesgos, las ciudades buscan conectarse de manera directa al mercado internacional, vendiendo su imagen, reconvirtiendo su tradición productiva, y aún más, transformando su tejido urbano-espacial para adecuarse al concepto de mercado que exige la venta de la ciudad. Se han generado así, importantes transformaciones en el mercado de trabajo de las ciudades. Según los conceptos de Castells y otros, se empieza a hablar de la ciudad dual, en donde 7
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En este orden de ideas, lo que se quiere poner de relieve al tratar de medir y analizar el Trabajo decente es la importancia que tiene el reconocimiento de las estructuras económicas y su relación con el mundo laboral. Tal como se enunció, dichas estructuras han modelado un relacionamiento con el mundo del trabajo que es necesario comprender a la hora de acercarse a un estudio de este tipo, pues a partir de dicha modelación es que se han gestado una serie de tensiones que inciden sobre el Trabajo decente. Resultados dimensión 1: oportunidades de empleo Esta dimensión reúne los indicadores que usualmente son utilizados para estudiar el desempeño del mercado laboral; por ende, refleja una idea sobre la evolución del empleo, desempleo, la situación de los jóvenes, la informalidad, los trabajadores por cuenta propia y los asalariados. Es una buena aproximación para empezar a entender lo que significa el trabajo decente y es una dimensión que intenta mostrar en términos generales cómo evoluciona el mercado laboral local. Estos indicadores son pertinentes para tener esa visión general, pero resultan limitados al tratar de hacer análisis sobre la calidad del empleo, posibilidades de discriminación y niveles de remuneración, entre otros aspectos. Por lo tanto, para orientar los análisis hacia tales fines, se hace necesario completar la lectura con otros indicadores de otras dimensiones, que para este caso, no se incluyen.
aparecen una suerte de mercados de trabajos paralelos, no formales, que se expanden como consecuencia de las transformaciones de la anterior relación capital-trabajo.
Página 86 La ocupación10 y el desempleo11 La ocupación en Medellín y V.A. refleja una tendencia creciente, la cual se viene registrando desde el 200612. Esta trayectoria no se ha visto afectada en las coyunturas de desaceleración del ciclo económico, lo que quiere decir que mientras hubo contracción en la actividad económica –2009–, la ocupación siguió creciendo. Sin embargo, si se compara dicha tasa con el promedio de las trece áreas metropolitanas, se observa que la ocupación en Medellín y V. A. es menor a dicho promedio; aunque la brecha se ha venido cerrando en los últimos tres años, gracias a que el empleo local está creciendo más rápido que el promedio de las trece áreas metropolitanas. El nivel de ocupación que viene registrando la ciudad desde el 2009 –53,7%– ha significado las mayores tasas en los últimos quince años, según la información analizada.
10 Se consideran como personas ocupadas aquellas que durante el período de referencia se encontraban en una de las siguientes situaciones: trabajó por lo menos una hora remunerada en la semana de referencia –semana anterior a la aplicación de la encuesta–; no trabajaron en la semana de referencia, pero tenían un trabajo o fueron trabajadores familiares sin remuneración que trabajaron en la semana de referencia por lo menos una hora. 11 Corresponde a aquellas personas que en la semana de referencia –semana anterior a la aplicación de la encuesta– se encontraban en una de las siguientes situaciones: sin empleo en la semana de referencia; hicieron diligencias en el último mes; no hicieron diligencias en el último mes, pero sí en los últimos doce meses y tienen una razón válida de desaliento y manifestaron disponibilidad en caso de surgir una oferta laboral. 12 Entre el 2003 y el 2006 Medellín y el Valle de Aburrá registraron una caída en su tasa de ocupación, pasando de 52,9% a 50%.
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Figura 1. Tasa de ocupación 2012-2014 ϲϬ͕Ϭй ϱϵ͕ϱй ϱϵ͕Ϭй ϱϴ͕ϱй ϱϴ͕Ϭй ϱϳ͕ϱй ϱϳ͕Ϭй ϱϲ͕ϱй ϱϲ͕Ϭй ϱϱ͕ϱй ϱϱ͕Ϭй
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Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
En principio, esta trayectoria creciente del empleo en Medellín y V. A. es un factor positivo para el trabajo decente, en la medida en que más personas han sido enganchadas al mercado laboral y con ello obtendrán un ingreso. No obstante, este indicador resulta insuficiente para estudiar la calidad, las condiciones de dichos nuevos empleos y la sostenibilidad de los mismos. Entretanto, los niveles de ocupación a nivel departamental no reflejan el mismo comportamiento creciente que tiene Medellín y V. A.; los datos reflejan un estancamiento en los dos últimos años. Esta situación quizá es un buen reflejo de que Medellín y V. A. tienen una dinámica diferente al departamento; por lo tanto, no sería conveniente pensar en programas de empleo sin tener en cuenta esta diferenciación. La ocupación según el género muestra una mayor tasa para los hombres, con una brecha de 17 puntos sobre las mujeres. Durante los tres años analizados esta brecha se mantuvo constante. Este indicador puede ser útil para empezar a entender la situación de la mujer en el mundo laboral, que al ser complementado con otros indicadores, como salarios, tiempo no remunerado sobre el remunerado, segregación ocupacional, proporción de mujeres en cargos
Página 88 directivos, entre otros; pues ayudarían a explicar aspectos como la discriminación laboral por sexo y se podrían derivar propuestas con el fin de corregirla. Tabla 1. Tasa de ocupación por género Año
2012
2013
2014
Medellín y VA
66,57%
49,49%
67,29%
50,34%
68,78%
51,46%
Antioquia
69,41%
45,00%
69,90%
46,35%
69,48%
46,26%
Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
En cuanto al desempleo, Medellín y V. A. registra una tendencia decreciente, lo que sugiere en principio que más personas haya encontrado puestos de trabajo. Sin embargo, a diferencia de la tasa de ocupación que viene con una trayectoria creciente desde el 2006, el desempleo muestra una trayectoria decreciente desde el 2009, justo tras la crisis económica mundial y el deterioro de las relaciones con el segundo socio comercial: Venezuela. Estos hechos afectaron el mercado laboral local y se evidencia que entre 2006 y 2009 la tasa de desempleo creció, lo que pone de relieve la conexión entre la dinámica económica internacional y el mundo del trabajo local13. Todo esto indica que la ciudad tuvo un periodo 2006-2009 en donde, tanto la ocupación, como el desempleo, crecieron; lo cual indica que aunque se pudo haber creado puestos de trabajo, la pérdida de otros empleo, y por ende, el deterioro de los ingresos de los hogares, presionó a que más personas tuvieran que salir a buscar empleo. Esto se puede comprobar al revisar el comportamiento de la población inactiva vs. la población activa, en donde se observa que para dicho periodo existe un proceso de activación de los inactivos.
El propósito que han tenido las autoridades locales de internacionalizar cada vez más la capital y su Área Metropolitana, es otro vínculo que se le crea al mercado de trabajo. No en vano el sector comercio, restaurante y hoteles es el que más empleos registra: tres de cada diez empleados están en dicho sector.
13
Página 89 Figura 2. Tasa de desempleo Medellín vs. Antioquia 2012-2014 ϭϰ͕Ϭй
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Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
Desagregando la población desempleada por género, es evidente que la mayor tasa de desempleo se presenta en las mujeres, aunque ha disminuido más que la de los hombres. Sin embargo, esta situación ha sido una constante en Medellín y V. A., así como en el país, e incluso en el mundo. Al revisar algunas cifras, se puede constatar que dicha tasa ha disminuido considerablemente, pues el desempleo femenino en 1989 alcanzó niveles del 17%, según López, Lotero y Arango (1992, p. 78). Tabla 2. Tasa de desempleo por sexo 2012
Año
2013
2014
Medellín y VA
10,76%
14,25%
10,43%
13,75%
8,99%
11,65%
Antioquia
7,81%
14,41%
7,53%
12,65%
7,55%
11,91%
Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
Una de las razones que puede explicar el mayor desempleo femenino tiene relación con que las mujeres han salido a buscar empleo, haciendo que la oferta laboral sea más femenina, al
Página 90 tiempo que también ha aumentado su nivel de educación. Dicha tendencia decreciente en el desempleo, también se puede evidenciar a nivel departamental, la cual resulta favorable para las creación de condiciones de generación de ingresos y trabajo decente en la ciudad y la región; sin embargo, hay que advertir que este indicador abre muchas inquietudes, como, a quiénes afecta más el desempleo según edad, estrato socioeconómico, nivel educativo, etc.; a propósito de este último, el desempleo ha mejorado notablemente para quienes no tienen ningún tipo formación, pasando de 13,4% a 7,5% entre el 2012 y el 2014. Esto se puede explicar por la importancia que tienen los ingresos para estas personas que generalmente son cabezas de hogar, por lo tanto, se ven presionados a aceptar cualquier actividad laboral, incluso precarias o informales, con el objetivo de sostener cierto nivel de ingresos y subsistencia. Esta situación es desfavorable para el trabajo decente. Tabla 3. Tasa de desempleo de acuerdo con el nivel educativo Nivel educativo 2012 2013 Ninguno 13,4% 6,8% Básica Primaria 10,1% 10,4% Básica Secundaria 14,6% 12,3% Media 13,2% 13,4% Superior 12,0% 11,8%
Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
2014 7,5% 9,0% 11,7% 10,7% 10,1%
Si bien todos los niveles de formación registran un descenso para el periodo analizado, hay que decir que el desempleo afecta notablemente a las personas con educación básica secundaria y media, quienes son tal vez los que mayor registro; aunque los desempleados con educación superior han registrado tasas entre el doce y el diez por ciento.
Jóvenes que no están estudiando ni trabajando y la tasa de desempleo juvenil Para el cálculo de este indicador se considera como joven a quien se encuentren entre 14 y 28 años, tal como está establecido en la Ley 1622 del 2013. La trayectoria que refleja este indicador deja ver que los jóvenes que no están estudiando, ni trabajando viene disminuyendo,
Página 91 pues ha bajado de 18,6% a 16,9% entre el 2012 y el 2014. Este indicador es menor al que se calcula para el departamento, el cual también bajó de 22,2% a 21,5%. En principio, este indicador lo que sugiere es que los jóvenes pueden estar ingresando al mundo laboral o pueden estar accediendo a educación. Lo primero parece validarse, pues si se analiza la tasa de desempleo juvenil –presentada más adelante– se constata una disminución. Esto puede ser positivo para el trabajo decente en la medida en que efectivamente se compruebe una inclusión laboral de los jóvenes, quienes históricamente han sido una población vulnerable junto con las mujeres. Figura 3. Jóvenes de 14-28 años que no están estudiando ni trabajando Ϯϱ͕Ϭй ϮϬ͕Ϭй
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Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
Este indicador debe convertirse en una referencia bajo el entendido de que si los jóvenes, especialmente las mujeres, no logran acceder laboralmente o no logran cualificarse, pues quedan expuestas a trabajos del hogar, a actividades informales, muchas veces sin remuneración, lo cual atenta contra el Trabajo decente. Esto debe evitarse y en tal sentido habrá que pensar, fortalecer y crear políticas de empleo para este tipo de población, así como habrá que desarrollar estrategias que permitan superar las barreras de acceso a la educación.
Página 92 Ahora, cruzando esta información con la tasa de desempleo juvenil que corresponde al porcentaje de población de 14 a 28 años que se encuentran desempleados –o buscando empleo– con respecto a la fuerza laboral de 14 a 28 años, se observa una tendencia decreciente para Medellín y V. A. lo que está correlacionado con los resultados de los jóvenes que no están estudiando, ni trabajando, el cual también decrece. Esto indica que es probable que los jóvenes estén ingresando al mundo laboral, incidiendo sobre los primeros empleos, y tal vez, pueda ser producto de los esfuerzos que el país viene haciendo para facilitar el acceso de los jóvenes al trabajo, rompiendo el círculo vicioso de la falta de experiencia. La tendencia que refleja el indicador se compadece con la tendencia observada en la tasa de desempleo general. Figura 4. Tasa de desempleo juvenil Ϯϱ͕Ϭй ϮϬ͕Ϭй
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Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
Informalidad por tamaño de empresa y por seguridad social Se consideran informales a aquellos empleados particulares y los obreros que laboran en establecimientos, negocios o empresas que ocupan hasta cinco personas en todas sus agencias y sucursales, incluyendo al patrono y/o socio; también se incluyen a los trabajadores familiares sin remuneración, a los trabajadores sin remuneración en empresas o negocios de
Página 93 otros hogares; las empleadas domésticas; los jornaleros o peones; los trabajadores por cuenta propia que laboran en establecimientos de máximo cinco personas, excepto los independientes profesionales; los patrones o empleadores en empresas de cinco trabajadores o menos y se excluyen los obreros o empleados del gobierno. A partir de la definición anterior, la informalidad en Medellín y V. A. presenta una tendencia decreciente, pues ha pasado de 47,3% a 44,7% lo cual, en principio, puede ser positivo para el trabajo decente dado que más personas pueden estar accediendo a mejores condiciones laborales con ciertos beneficios de protección social. Esta situación favorable cobra más sentido cuando se observa el aumento en los empleo formales, lo cual puede empezar a reflejar una posible conexión entre ambos, al suponerse que los informales que van saliendo están siendo absorbidos por la formalidad. Figura 5. Tasa de informalidad ϲϬ͕Ϭй
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Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
No obstante, se observa que la informalidad se refleja en mayor proporción en las mujeres, así como también afecta a las personas que no cuentan no algún nivel de formación. Por ello es importante persistir en lograr que se mejoren los accesos a la educación en todos sus niveles, como una estrategia de largo plazo de reducción de la informalidad, entre otros indicadores.
Página 94
Tabla 4 Tasa de informalidad por sexo 2012
Año
2013
2014
Medellín y VA
44,41%
50,69%
43,89%
50,65%
41,26%
48,71%
Antioquia
54,40%
58,69%
53,61%
57,61%
52,17%
56,68%
Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
Con respecto a la informalidad por afiliación a seguridad social corresponde al porcentaje de la población ocupada que no se encuentra afiliada al sistema de salud o pensión, lo cual produce una idea sobre el nivel de desprotección social de la población ocupada. Según los resultados, se aprecia una alta proporción de ocupados que no poseen afiliación a dichos sistemas. Figura 5. Tasa de informalidad por afiliación a SGSSS ϳϬ͕Ϭй ϲϬ͕Ϭй ϱϬ͕Ϭй
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ϰϬ͕Ϭй ϯϬ͕Ϭй
ϮϬ͕Ϭй ϭϬ͕Ϭй Ϭ͕Ϭй DĞĚĞůůşŶ LJ s Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
ŶƚŝŽƋƵŝĂ
Página 95 Si se comparan estos resultados con la informalidad según el tamaño de empresa, obtenidos en el indicador anterior, se puede ver que son muy parecidos, con lo cual se estarían validando entre sí. Al revisar los resultados según sexo, se aprecia que las mujeres son las que registran un mayor nivel de desafiliación a los sistemas de salud y pensión, ubicándose en 48,3% en 2014, lo que significa un nivel alto. Esto lesiona las condiciones para conseguir un trabajo decente en virtud a que los ocupados deberían contar con una afiliación a salud y pensión, pues de lo contrario quedan desprotegidos. La desprotección social significa primero un riesgo alto en el deterioro de la calidad de vida y una condición desfavorable para el bienestar de los trabajadores, desencadenando pobreza. Tabla 5. Tasa de informalidad por afiliación a SGSSS según sexo Año
2012
2013
2014
Medellín y VA
43,93%
51,50%
43,33%
51,34%
41,28%
48,30%
Antioquia
57,94%
61,24%
56,42%
60,26%
53,49%
57,22%
Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
Ocupados por posición ocupacional Este indicador muestra la participación porcentual de los ocupados según su situación ocupacional en el empleo principal. Se puede decir que en Medellín y V. A. la ocupación se concentra básicamente en dos posiciones: empleado particular y cuenta propia, es decir, que un poco más de los ocupados son empleados particulares, mientras que cerca del 30% son ocupados por cuenta propia. Esta situación es semejante al comportamiento que refleja el país, e incluso, es una situación mundial. Sin embargo, la OIT llama la atención sobre los ocupados por cuenta propia, ya que considera que pueden ser empleos de baja calidad, precarios e insostenibles en el tiempo.
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Figura 6. Ocupados según la posición ocupacional Jornalero o peón
100,00% 90,00%
4,66%
4,98%
4,40%
30,89%
30,91%
29,13%
80,00%
Otro
50,00%
Trabajador sin remuneracion en empresas Trabajador Familiar sin remuneración Obrero/empleado del gobierno
40,00%
Empleado doméstico
70,00%
60,00%
30,00%
54,82%
54,32%
56,99%
20,00%
Trabajador por cuenta propia
10,00% 0,00%
Patrón o empleador
2012
2013
2014
Obrero/empleado empresa particular
Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
Los mayores riesgos para las mejores oportunidades de empleo y, por ende, para el trabajo decente están en las ocupaciones: empleado doméstico y trabajador familiar; quienes son cerca de 5% de los ocupados. Aquí están los mayores desafíos, sumado a lo dicho antes sobre los ocupados por cuenta propia o independientes. Si se analiza únicamente a los ocupados por cuenta propia y los trabajadores familiares, sería útil en el sentido que ofrece información sobre aquellos grupos ocupaciones que representan riesgos para las oportunidades de empleo y para el trabajo decente, bajo la idea de que están expuestos a condiciones inestables en sus contratos o poseen condiciones de empleo precario. Según los resultados, tres de cada diez ocupados en Medellín y V. A. están laborando de manera independiente o son trabajadores familiares, es decir, corresponde a los empleos que están más expuestos a un riesgo económico.
Página 97 Figura 8. Proporción de ocupados cuenta propia y trabajadores familiares ϯϳ͕Ϭй ϯϲ͕Ϭй ϯϱ͕Ϭй ϯϰ͕Ϭй ϯϯ͕Ϭй ϯϮ͕Ϭй ϯϭ͕Ϭй ϯϬ͕Ϭй Ϯϵ͕Ϭй Ϯϴ͕Ϭй
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ϯϮ͕ϰй
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ϮϬϭϮ
ϮϬϭϯ DĞĚĞůůşŶ LJ s
ϮϬϭϰ ŶƚŝŽƋƵŝĂ
Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
Al revisar estos resultados según sexo, se aprecia que las mujeres son las que están más expuestas a este tipo de ocupaciones, aunque entre 2013-2014 disminuyen en mayor proporción que los hombres. De todas maneras, a este indicador conviene hacerle un seguimiento para tratar de identificar cambios y ajustes en el mercado laboral; no obstante, dicho indicador debe ser complementado con otros, como informalidad, exceso de horas trabajadas, ingresos laborales reales; con el fin de mejorar los análisis. Tabla 6. Proporción de ocupados cuenta propia y trabajadores familiares por sexo Año
2012
2013
2014
Medellín y VA
31,29%
33,70%
31,78%
33,91%
30,32%
31,32%
Antioquia
33,01%
39,41%
34,08%
39,42%
32,72%
36,77%
Fuente: elaboración propia con base en DANE-GEIH.
Página 98 Conclusiones y recomendaciones Advirtiendo que este trabajo solo incluyó los resultados para la dimensión 1: oportunidades de empleo, conviene decir que la medición del trabajo decente no es un proceso mediado por un indicador sintético que revele un único dato, sino que al contrario, es un proceso multidimensional. En tal sentido, los resultados que se evidencian en una dimensión podrían ser favorables para el trabajo decente, mientras que los resultados de otra dimensión podrían ser desfavorables. En síntesis, para la dimensión 1: oportunidades de empleo, se aprecian condiciones y situaciones favorables para el trabajo decente dentro del periodo analizado, básicamente, por la tendencia que registra la ocupación y el desempleo; aunque como se advirtió en su momento, estos indicadores no dejan de resultar insuficientes a la hora de tratar de analizar temas, como, la calidad del empleo, la discriminación laboral, la precariedad, etcétera. Sin embargo, quedan retos planteados frente a las diferencias halladas en la ocupación y desocupación por sexo, en donde las mujeres son las más afectadas y cabría seguir revisando la existencia de una posible discriminación laboral como barrera de acceso. También debe convertirse en un desafío el estudio de la precariedad laboral y de los riesgos en el empleo, ya que al ser interpretados a la luz de la situación de los trabajadores por cuenta propia, que representan casi el 30% de los ocupados y de los trabajadores familiares, quedan muchas preocupaciones al respecto. Tampoco puede dejarse de lado la situación de los jóvenes, especialmente de aquellos que ni estudian, ni trabajan –nini’s–, así como la alta informalidad, ya sea medida por tamaño de empresa o por afiliación a seguridad social. Todas estas consideraciones deben servir de insumo para seguir discutiendo la construcción de políticas locales de empleo, particularmente en una región que fue industrial y ahora ha dejado de serlo.
Página 99 Bibliografía Betancur, S., Urán, O. A., & Stienen, A. (2001). Globalización: cadenas productivas y redes de acción colectiva: reconfiguración territorial y nuevas formas de pobreza en Medellìn y el Valle de Aburrá. Medellín: Instituto Popular de Capacitación IPC-. Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia. (2015). Desempeño de la economía de Antioquia 2014/2015: Evolución por sectores. Medellín. Consultado 2/11/2015: Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia. Franco, R., V. L. (2006). Poder regional y proyecto hegemónico. El caso de la ciudad metropolitana de Medellín y su entorno regional 1970-2000. Medellín: Instituto Popular de Capacitación -IPC-. Lopez, H., Lotero, J., & Arango, M. (1992). La problemática laboral en Antioquia. Comportamientos recientes y tendencias futuras. Medellín: L. Vieco. Organización Internacional del Trabajo (OIT). (1999). Memoria del director general: trabajo decente. 87ª. Reunión. Conferencia Internacional del Trabajo. Ginebra: OIT. Proantioquia. (2013). Proantioquia 2005-2012. Visiones, logros y retos. Medellín: Fundación Proantioquia. Puig, F. J. (2011). Situación de la subcontratación en América Latina y perspectivas para su regulación. Ensayos laborales 20. Medellín: Escuela Nacional Sindical -ENS-. Restrepo Santamaría, N. (2011). Empresariado antioqueño y sociedad, 1940-2004. Medellín: Universidad de Antioquia. Rodgers, G. (2002). El trabajo decente como una meta para la economía global. Boletín Cinterfor. Nº 153. Uribe, M. T. (2006). Poder político y región. En M. Hermelin, Geografía de Antioquia (pp. 281-287). Medellìn: Fondo Editorial Eafit.
Pรกgina 100
Página 101
EL EMPRENDIMIENTO SOCIAL COMO FACTOR DE DESARROLLO DE LAS MIPYMES EN MÉXICO. CITA DE DOS CASOS DE ESTUDIO (*) SOCIAL ENTREPRENEURSHIP AS A FACTOR OF DEVELOPMENT OF SMES IN MEXICO. TWO CASE STUDIES (*) Omar Barragán Fernández * Maestro en Administración (Negocios Internacionales) por la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Profesor Definitivo “A” de Asignatura en la FCA de la UNAM. correo electrónico: obf1996@gmail.com
Página 102
RESUMEN
RESUMEN El emprendimiento social es importante e incide en las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) de diversos países, aunque ha sido particularmente relevante dentro de la región de América Latina y el Caribe (ALC). El presente artículo pretende explicar la necesidad de abordar con más detenimiento el emprendimiento social como factor de desarrollo de las MIPYMES en México dentro de ALC, a partir de categorías teóricas (Guzmán y Trujillo, 2008), pasando por su aplicación en el sector privado, el desarrollo en la República Mexicana, un análisis de las empresas, para cerrar con una orientación hacia dos casos específicos de estudio. Palabras clave: Emprendimiento social, desarrollo, MIPYMES
ABSTRACT Social entrepreneurship is important and affects into the Micro, Small and Medium Sized Enterprises (MSMES) around different countries, but has been particularly relevant in Latin America and the Caribbean (LAC). This article aims to explain the need to board more detailed the social entrepreneurship as a development factor related to MSMES in Mexico inside LAC, beginning with theoretical positions (Guzman and Trujillo, 2008), continuing with applications in private sector, the development inside Mexico, an entrepreneurship analysis, closing the document with a study cases orientation. Keywords: Social development, MSMES
ABSTRACT
Entrepreneurship,
Página 103 Introducción El emprendimiento social es un tema de gran importancia desde mediados de los años 80 del siglo XX, más a nivel internacional que en México, debido a que muchas experiencias del extranjero han sido incorporadas con cierta gradualidad a dicho país. El contexto ha sido la cada vez mayor relevancia que ha cobrado la iniciativa privada y, como consecuencia de ello, el tercer sector, o sector social de la economía, derivado a su vez del debilitamiento del aparato estatal en muchos países y particularmente en México dentro del entorno latinoamericano. De acuerdo con Guzmán y Trujillo (2008), el emprendimiento tiene su origen de estudio y análisis a partir de la economía, la psicología, la sociología y la antropología, es decir, cuatro disciplinas científicas que le han dado forma a esta vertiente del emprendimiento en su sentido privado, con elementos productivos, de servicio, conductuales, integradores comunitarios y de sentido humano. Para los autores de referencia, la creación y dirección de empresas son puntos de origen primordiales en el emprendimiento, no necesariamente social hasta este punto, cuando menos en cuanto a la denominación como tal. Es posible indicar que para Guzmán y Trujillo (2008), el emprendimiento social es parte del emprendimiento como una acepción; sin embargo, admiten la existencia de pocos acuerdos en ese sentido, porque hay inclinaciones hacia cierta labor ligada con aspectos caritativos o acaso altruistas y también hay versiones que lo ubican más en el desarrollo tanto económico como social de empresas y organizaciones a nivel nacional e internacional; debido a lo señalado, los autores de referencia van en el sentido de analizar su diferencia respecto del emprendimiento, además de acotar su constructo, sin olvidar el valor social sostenible y dar pautas orientadas a trabajos de investigación posteriores. Por su parte, el desarrollo de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) es sumamente importante, ya que va más allá del crecimiento, en el sentido de buscar que las capacidades y potencialidades de las mismas se logren con el objetivo de ser destinatarias o recipiendarias de la labor del emprendimiento social, lo cual implicaría MIPYMES sociales
Página 104 que fortalezcan la atención a grupos diversos y procuren sostenerse por mucho tiempo, debido a que su permanencia en el mercado ha sido históricamente limitada. Las MIPYMES son esenciales para México, con base en Valdés y Sánchez (2012), estas empresas representan aproximadamente 90% de del total de unidades económicas 1 a nivel mundial, absorben a 50% de los empleados y contribuyen al 50% del Producto Interno Bruto (PIB) global. Para los autores de referencia, el lucro es una condición sine qua non para las empresas, independientemente de su tamaño, aunque además la definen como una unidad económico-social, lo cual amplía el marco relacionado con el emprendimiento social al que se refiere el presente artículo. Este documento pretende explicar desde la parte teórica hasta la práctica más cotidiana, la incidencia del emprendimiento social en el desarrollo de las MIPYMES en México, para lo cual se propone un orden específico orientado a ese fin, se presenta a continuación la distribución de los apartados que conforman este documento. En un primer apartado, se revisará todo lo relacionado con el emprendimiento social como parte del emprendimiento a partir de la referencia a diversos autores que han tratado el tema desde un enfoque teórico y científico, considerando enfoques de comercio, responsabilidad social, estrategia de negocios y economía como temas que se pueden constatar dentro de las fuentes de consulta correspondientes al final del documento. En un segundo apartado, se abordará el tema de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (MIPYME), a partir de su concepción, definición, realidad y alcances, con la idea de ubicar el contexto y entorno propios de estos tamaños empresariales conformantes de un grupo amplio, diverso e interesante. Además, se hablará de la incidencia específica del emprendimiento social en las MIPYMES, que versará sobre la relación entre cada uno de los grandes temas. Un tercer apartado se centrará en dos casos empresariales de estudio, esencialmente rurales, por la diversidad de flora de México, se trata de la Asociación Michoacana de
Se usa esta expresión en alusión a la manera en la cual las concibe el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México en sus cuadros y análisis de censos y encuestas, por ser una forma muy genérica de referirse a las empresas, debido a que no implica exclusivamente lucro, sino también administración de recursos, lo cual no les limita la posibilidad de ser unidades económicas con sentido social, aunque habría un debate al pretender indicarlas como “unidades sociales”, en cuyo caso se abre más el espectro y se corre el riesgo de desviarlas del sentido ligado con “empresa” como tal. 1
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Página 105 Promotores de la Empresa Social, A.C. (AMPES) y la Fundación para la Productividad en el Campo, A.C., ubicada en Ayoquezco de Aldama, Oaxaca. Se trata de casos muy serios en términos de su formalidad y basados en investigaciones de parte de especialistas como Palacios (2010) para el caso de AMPES en Michoacán, así como Martínez y Rodríguez (2013) para el caso de Oaxaca, son casos que reflejan adecuadamente el emprendimiento social, comparativamente con otros que se han presentado dentro de México. En este orden de ideas, el aporte que se plantea dentro del presente artículo se inclina hacia el mejor conocimiento sobre el tema, a fin de lograr una noción de emprendimiento social más sólida, elaborada con base en elementos de la teoría económica y la ética de los negocios como ejes fundamentales de análisis, partiendo de la empresa misma, así como sus diferencias intraorganizacionales, ya que los orígenes permiten encaminar el presente documento hacia horizontes aplicativos relacionados con estrategias rurales exitosas, dado que se trata de realidades que han sido afectadas en México y su desarrollo tiene mayor relevancia. Desarrollo El emprendimiento social Siguiendo con el análisis de Guzmán y Trujillo (2008), los antecedentes sobre emprendimiento social son muy antiguos, se remontan a Cantillón (1755), quien en su libro Essai Sur la Nature du Commerce en General (Ensayo sobre la Naturaleza del Comercio en General), da pautas sobre el comercio como acto social, ligado con el emprendimiento como un asunto derivado del reto de realizar actividades de tipo comercial, en un tiempo de inicio de la Revolución Industrial en Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y más específicamente en Inglaterra. De hecho, a pesar de ser un texto en francés, se publicó en Londres, capital de Inglaterra en su versión traducida al inglés hasta 1931, lo cual indica que los franceses fueron hasta cierto punto pioneros en el desarrollo del tema de una forma no tan avanzada como la que se tiene en la actualidad, superando en ese sentido a los británicos.
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Página 106 De una manera u otra, los autores compilados por Guzmán y Trujillo (2008) sostienen que el emprendimiento tiene una relación inevitable con la rentabilidad, al respecto, se encuentra la siguiente cita: El emprendedor es entonces quien descubre, evalúa y explota oportunidades rentables, tomando en cuenta el riesgo, alerta a las oportunidades y necesidad por la innovación. ¿Entonces dónde encaja el aspecto social al interior de este marco conceptual para el emprendimiento? (Roberts y Woods, 2005, p. 46). La pregunta que se hacen Roberts y Woods (2005), resulta pertinente en el sentido de que hay que incluir el componente social en el trabajo del emprendedor, por lo que bien se podría establecer que la discusión e incluso el debate sobre emprendimiento social llevan apenas una década, ello lo hace reciente a pesar de los trabajos remotos en el tiempo que se han presentado, por lo que hay mucho que analizar y profundizar en investigaciones posteriores que fortalezcan el trabajo de los estudiosos en la materia. Los colombianos Guzmán y Trujillo (2008), quienes citan a su vez a Harding (2004), son enfáticos en el sentido de que hoy en día todavía no se tiene claro lo que implica el emprendimiento social, lo joven del concepto integrado por dos términos no permite llegar aún a ese punto, hace falta más investigación, no obstante, la siguiente cita muestra claramente lo relevante del tema: El crecimiento del emprendimiento social en términos globales en la última década ha sido impresionante, pero el significado preciso del término permanece como un asunto de debate (Harding, 2004, p. 40). Es curioso identificar que Harding (2004) se anticipa a Roberts y Woods (2005), porque plantea el emprendimiento social como una realidad, susceptible de precisión conceptual, para inducir preguntas, esperando desde luego el diálogo entre los autores, que en este caso pareciera existir en cuanto a que van ligando los aspectos que entrañan este interesante tópico vinculado con disciplinas afines a la administración, es decir, la economía, la psicología, la sociología y la antropología, por citar las más destacadas y referidas por autores como Guzmán y Trujillo (2008).
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Página 107 El emprendimiento social procura ir hacia soluciones a los diversos problemas y/o conflictos sociales, en ello se puede estar de acuerdo con Guzmán y Trujillo (2008), que rescatan esa conformidad de orientación del tema que existe entre varios autores, aunque la especificación del tipo de problema y/o conflicto varía en función del punto de vista del especialista de que se trate. Hay otra cita que vale la pena rescatar, porque aborda el asunto del lucro: Es importante resaltar que el emprendimiento social no es lo mismo que caridad o benevolencia; incluso no es necesariamente sin ánimo de lucro. En esencia, es una actitud benevolente motivada por una necesidad profundamente arraigada de dar a otros, pero va más allá de esto […] los emprendedores sociales son gente de negocios (Roberts y Woods, 2005, p. 50). No es apropiado ligar indefectiblemente al emprendimiento social con actividades ajenas o cuando menos distantes del lucro, en ese sentido, Roberts y Woods (2005) evitan caer en la idea no lucrativa del emprendimiento social, porque reconocen que los negocios son acaso inevitables en cualquier emprendimiento que se establezca. Hay una distinción que se vuelve necesaria entre el emprendimiento social y el activismo social, para ello, se cuenta con una cita que ayuda a tener clara la diferencia: Antes que tomar una acción directa, como lo haría el emprendedor social, el activista social intenta crear cambio a través de la acción indirecta, influenciando a los demás a tomar acción: gobiernos, organizaciones no gubernamentales, consumidores, trabajadores, entre otros (Martin y Osberg, 2007, p. 37). Lo que se puede derivar de la cita inmediata precedente, es que el emprendimiento social actúa directamente, no lo hace en forma indirecta como el activismo social, el cual moviliza a otros agentes y actores sociales a responder a demandas, necesidades, expectativas, etc., en tanto, el emprendedor social se mueve en función de actos y posibles beneficios relacionados, lo cual resulta interesante para el presente artículo, porque implica hacer distinciones que eviten confusiones que pudieran ser hasta cierto punto comprensibles, aunque quizás no justificables del todo, ya que la concepción está todavía en construcción.
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Página 108 En este orden de ideas, el valor social sostenible ha sido una preocupación para Harding (2004), aceptado por Guzmán y Trujillo (2008), por lo que emprendimiento y sostenibilidad sociales están vinculados indiscutiblemente, esto se fortalece con NovyHildesley (2007), quien lo analiza desde una perspectiva financiera, que resulta sumamente interesante para el debate que se presenta. Ahora veamos al emprendimiento social en el sector privado, para ubicar la idea de los autores y la realidad que se presenta en ese escenario, que es muy importante para la presente investigación. El emprendimiento social en el sector privado Partiendo de las aportaciones hechas por Friedman (1970), el incremento en las utilidades es el eje de la responsabilidad social, no del emprendimiento social como tal, siendo muy acuciosos con la distinción, porque si bien un emprendimiento social podría implicar responsabilidad social, habría que precisar hasta qué punto sucede esa situación, porque la responsabilidad social corporativa es un asunto que en principio le confiere un sentido social a la empresa, pero ello no quiere decir que se haya concebido desde el principio como empresa social, sino más bien ha incorporado el distintivo de socialmente responsable. Para Friedman (1970) es muy claro que las aportaciones sociales deben hacerse a título personal, es decir, con cargo al presupuesto personal, esto significa concretamente los ingresos de cada empleado o accionista, no de la firma como tal, este aspecto es retomado por Porter y Kramer (2002), quienes hablan de ventaja competitiva dentro de la filantropía corporativa, de acuerdo con el título de su artículo publicado en Harvard Business Review, no quedando claro si están de acuerdo o en desacuerdo con Friedman (1970), aunque parece que sí, pero con una posición más avanzada, ligada con el hecho de que la caridad debe contribuir a mejorar la competitividad, a fin de impactar en beneficios tanto sociales como económicos. El retorno de la inversión de los accionistas podría justificar el emprendimiento social en las corporaciones, esto de acuerdo con Kolstad (2007), quien agrega que es importante para las corporaciones aportar en causas sociales, en parte para compensar las fallas de política pública hacia las personas necesitadas, en parte para destinar retornos a causas
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Página 109 sociales como algo adicional al mejoramiento situacional de los propietarios corporativos. En este orden de ideas, Kolstad (2007) se opone a las posiciones defensoras de Friedman (1970), porque no es ético ligar a la empresa con el lucro sin una inclinación social, en ese sentido, Guzmán y Trujillo (2008) son más bien kolstadianos, es decir, se inclinan más por las ideas de este autor que las de Friedman, Porter o Kramer. Para entender mejor el tema, es importante revisar emprendimiento social en México, para ubicarlo de manera conceptual y aplicada, ya que ello contribuirá a centrar o acaso focalizar el trabajo que emplea dos casos de referencia muy importantes para entender la tendencia social empresarial en regiones específicas dentro de la nación de estudio. El emprendimiento social en México México, como país latinoamericano en vías de desarrollo, tiene características que lo hacen particularmente clave en el entendimiento del emprendimiento social, porque además tiene una vecindad con Estados Unidos y un proceso de apertura externa que ha sido muy importante, la siguiente cita contribuye en ello: México, desde los años ochenta se incorporó a la globalización mundial aplicando un modelo neoliberal, que ha transformado las condiciones de la economía mexicana con enormes repercusiones en la dinámica de los sectores rurales y urbanos (Rubio, 2004, p. 239). Esta afirmación de Rubio (2004), citado por Palacios (2010), es muy reveladora de que el neoliberalismo ha inclinado a México hacia la apertura de mercados, lo cual no se plantea como algo precisamente apropiado, sino más bien un tanto acelerado en comparación con las posibilidades productivas propias del país, a este respecto, Martínez y Rodríguez (2013) han aportado el concepto “emprendedurismo”, no muy distinto y mucho menos distante del emprendimiento, en tal sentido, aportan que el “emprendedurismo social”, no el emprendimiento social, está enmarcado en la economía social y solidaria, como se aprecia a continuación: …existe un debate sobre la teleología de los emprendimientos sociales; si éstos deben ser de carácter colectivo o individual, y los objetivos que persiguen para que sean
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Página 110 considerados componentes de la Economía Social y Solidaria. Un emprendimiento individual no siempre tiene vocación social, así como una empresa de carácter público, con un determinado número de accionistas, tampoco estaría obligada a renunciar a la generación de utilidades (Palacios, 2010, p. 104). Esta cita de Palacios (2010) recuerda el sentido del emprendimiento social en términos de la revisión en el apartado anterior sobre los postulados de Friedman (2010), en cuanto al hecho de un emprendimiento social tanto individual como colectivo y no propiamente empresarial, con el fin de no alterar los beneficios económicos de la firma; parece paradójico, pero tiene sentido hablar de esto, porque los emprendimientos sociales pueden admitir individualidades y colectividades como parte de su fortalecimiento interno. Ahora bien, Palacios (2010) abre el debate al señalar que hay dos posibilidades que no contribuyen a establecer condiciones concretas para el emprendimiento social. Es interesante que Palacios (2010) ubique al entrepreneurship, que se traduce como emprendimiento o emprededurismo, en los siglos XVII y XVIII en Francia, esto implica un reconocimiento a Cantillón (1755), agregando que un emprendedor era en aquel entonces un comprometido social, no un empresario como tal, lo cual es sumamente importante, porque permite entender que el emprendedor no es el empresario, y el emprendimiento no es necesariamente la empresarialidad, porque mientras el primero está ligado con emprender algo, la segunda es la capacidad de crear empresas, que podría o no conducir al emprendimiento o ser consecuencia del mismo, en este sentido, Palacios (2010) comparte las ideas de Dees (2001), que justamente hace esa distinción conceptual. Adicionalmente, sin citar obra alguna, Palacios (2010) habla de Joseph Alois Schumpeter, de quien dice lo siguiente: Joseph Schumpeter era el economista más asociado con el término emprendedor; describió a los empresarios como los innovadores que conducían un proceso de creación destructiva. En sus palabras, la función del emprendedor es reformar o revolucionar el patrón de producción. Esto es posible mediante la explotación de una innovación –más adelante se detallará qué es– o mediante la apertura de una nueva fuente de suministros de materiales o una novedosa salida al mercado para el
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Página 111 excedente productivo, o por medio de la reorganización de una empresa. Todas estas son formas de revolucionar la manera de hacer las cosas (Palacios, 2010, p. 104). La cita es fundamental, pues permite distinguir claramente al empresario del emprendedor, destacando a este último como el verdadero agente de cambio, ante una paradoja revelada respecto del empresario, es decir, la de la creación destructiva, es decir, una creación que destruye paradigmas o modelos preconcebidos sobre la acción empresarial, para crear nuevos horizontes, eso es determinante para profundizar propiamente en el caso mexicano, que es el relevante en el presente apartado, que va a inclinarse hacia el sector rural, por ser el más afectado a partir de los procesos de apertura externa y por tanto el de mayor necesidad de actuar por medio del emprendimiento social. Palacios (2010) aporta lo siguiente: …se puede observar que con la transformación de la estructura estatal para el sector rural estaba ahora supeditada al nuevo orden internacional, se cancelaron apoyos como los precios de garantía y de concertación; se modificaron los esquemas de apoyo a la comercialización; se modifica (sic.) la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su Artículo 27 para brindar certidumbre al inversionista en el campo con la finalidad de ‘capitalizar’ al sector. Así como orientar la producción en distintas regiones del país hacia cultivos más rentables (frutas y hortalizas) entre otras reformas más. De esta forma, en las administraciones presidenciales de 2000 a 2006 y de 2006 a 2012, caracterizadas por pertenecer a una corriente política de corte conservador y por impulsar activamente los postulados neoclásicos, se dio continuidad a la apertura hacia el exterior, implementando para el caso rural programas que en teoría se focalizaban para atender, a una escala microeconómica, a las unidades productivas agrícolas. Sin embargo, no lograron materializarse en resultados tangibles y que impulsaran de manera concreta el bienestar de la población rural y disminuir la dependencia alimentaria del exterior de ciertos productos básicos (maíz, frijol, arroz). Prueba de ello es que los niveles de pobreza o la movilidad de la población rural han mantenido una tendencia constante en distintos periodos. Esto se explica en buena
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Página 112 medida porque los programas no lograron cumplir con los objetivos de capitalizar a las unidades productivas, incrementar el ingreso familiar, fomentar la inclusión de sectores de la población rural y, entre ellos, a la indígena de acuerdo con sus usos y costumbres (Palacios, 2010, p. 108). A partir de lo anterior, el análisis puede ir en el sentido de que el nuevo orden de apertura de mercados implicó la cancelación de apoyos diversos a empresas rurales, mismos que se confirmaron con sendas modificaciones legales en términos de reformas a la Carta Magna de México, en función de un fortalecimiento de la iniciativa privada en el propio sector rural, además del impulso a los procesos de negocios con el exterior, tendientes a impactar negativamente a la población y forzando con ello su migración al exterior, para alcanzar mejores niveles de vida trabajando para grandes corporaciones, no precisamente formando empresas sociales, que sería lo más adecuado en este orden de ideas, ya que permitiría darles un sentido de pertenencia y mejora continua, no necesariamente de lucro, que sí encuentran algunos después de años de luchar en términos de residencia y nacionalidad especialmente en Estados Unidos. La falta de resultados es una especie de bomba de tiempo, porque si bien el éxito de un programa no depende exclusivamente del gobierno, la administración de los recursos debe ser más eficiente y eficaz, al tiempo que se capacite a las personas y haya una estricta supervisión de los desembolsos para beneficiar la creación de empresas sociales a partir del fomento al emprendimiento social con resultados efectivos para las comunidades rurales de México. Por otro lado, en comparación con los demás países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) 2 , México presenta mayores oportunidades para abrir una empresa en un plazo no mayor a seis meses, lo cual no significa
Es una organización creada en 1961; México es miembro desde 1994 y el actual Secretario General es el mexicano José Ángel Gurría Treviño. La OCDE agrupa a 34 países miembros y su misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo. La OCDE ofrece un foro donde los gobiernos puedan trabajar conjuntamente para compartir experiencias y buscar soluciones a los problemas comunes. Trabaja para entender qué es lo que conduce al cambio económico, social y ambiental. Mide la productividad y los flujos globales del comercio e inversión. Analiza y compara datos para realizar pronósticos de tendencias. Fija estándares internacionales dentro de un amplio rango de temas de políticas públicas (OCDE, 2013).
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Página 113 que dicha empresa funcione y por tanto de resultados satisfactorios, esto se debe en parte a que los mexicanos asumen a un empresario en un nivel alto en términos eminentemente socioeconómicos (OCDE, 2013, p. 36). Lo anterior es muy importante, ya que estar en un buen nivel dentro de la OCDE en términos de facilidad emprendedora no significa éxito empresarial y mucho menos emprendimiento social, por ello los documentos institucionales suelen ser un tanto positivos en el diagnóstico de la situación del país, ello conduce a debates sobre si se debe hacer una labor o no en materia de mejora al emprendimiento y dentro de él al de índole social, porque no parece haber claridad suficiente en ese sentido. En cuanto al tema de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), Greaves (2006) propone una forma de analizar el tema de la RSE, la cual, coincidentemente con el emprendimiento social, se remonta a mediados de la década de los 80 del siglo XX, a partir de la llamada “gestión de la calidad” en un contexto de filosofía de la productividad, que resulta en un asunto de mayor vinculación entre las firmas y las partes interesadas o también llamadas stakeholders. Este tema es un tanto cuestionable, porque no implica emprendimiento social, sino la incorporación de responsabilidad social corporativa a grandes empresas, que si bien es interesante, no es esencial, ya que aleja el análisis del objetivo más importante, centrarse en Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) dentro de México. Se continua el análisis con el tema de las MIPYMES, para contar con elementos de juicio suficientes sobre el particular y poderlo ligar con el emprendimiento social, para de esa manera continuar hacia el tema en cuanto a su relación directa que conducirá a los casos de estudio. Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) Valdés y Sánchez (2012), aportan elementos muy importantes para hablar de estos tamaños empresariales, a través de varios aspectos importantes. Podemos señalar que la empresa, como célula básica del sistema de generación de bienes y servicios, es la institución clave de la vida económica permitiendo la manifestación de la creatividad y la libertad jurídica de las personas. Esencialmente,
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Página 114 es un grupo humano al que unos hombres le aportan capital, otros, trabajo y otros aportan sus habilidades de dirección, para conseguir determinadas finalidades económicas. Por tanto, la empresa, es una identidad endógena a la sociedad y no puede permanecer ajena a ella. La sociedad, representada por el estado, le proporciona a las empresas el marco jurídico institucional para su funcionamiento, permite la educación de sus obreros, técnicos y directivos y le proporciona infraestructura económica. Desde esta perspectiva, las finalidades económicas de la empresa parecen estar por encima de sus finalidades sociales, sin embargo, ambas están también indisolublemente ligadas entre sí y se debe tratar de alcanzar unas, sin detrimento o aplazamiento de las otras. En lo anterior descansa la responsabilidad social empresarial, el rol que la empresa tiene para con la sociedad, que va más allá de la simple producción y comercialización de bienes y servicios. La empresa, también tiene que asumir compromisos con los grupos de interés existente en la sociedad para contribuir a solucionar problemas: como los de pobreza, medio ambiente, etc. (Valdés y Sánchez, 2012, p. 128). La cita anterior, un tanto más extensa que las previas, sirve para dar pie al análisis de las empresas en sus tamaños micro, pequeño y mediano, partiendo de la idea de empresa y tomando aspectos vistos en apartados anteriores en relación con el emprendimiento social. Para Valdés y Sánchez (2012), el tema de la empresa, vista como unidad económica lucrativa, proporciona asimismo espacios de libertad en ámbitos como el jurídico, porque puede constituirse de diversas maneras, ya que además hay una suma de recursos, que bien podrían ser materiales, humanos, financieros y tecnológicos para la consecución de sus fines. La relación entre empresa y sociedad es cierta y de difícil discusión en cuanto a que busque separar a ambos conceptos entre sí sin ligarlos de una u otra manera en cuanto al trabajo de una empresa en un entorno social necesario, porque no habría empresa sin sociedad consumidora; en ese sentido, la sociedad, que es representada a través del Estado, compuesto por poderes legislativo, ejecutivo y judicial, proporciona condiciones y un marco legal de operación a las empresas, que con ello son más económicas que sociales.
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Página 115 Ante el escenario analizado, es menester recurrir a la responsabilidad social empresarial como un ajustador de la empresa para evitar su completa inclinación económica, aunque ello no sería necesario si se contara con empresas sociales y por tanto un emprendimiento social existente, porque sería un concepción social de origen, es decir, proactiva, no consecuente o reactiva, o en su defecto meramente complementaria a las actividades económicas habituales de la empresa, lo cual alejaría el sentido social originario que se pretende impulsar. Ante un contexto como este, las MIPYMES se vuelven esenciales, porque son las más numerosas, participan de manera importante en el PIB y en la generación de empleos y pueden por ende ser desde su origen empresas sociales, en una lógica de emprendimiento social hacia el mejoramiento en las condiciones de vida de la población y el consecuente beneficio económico, que será producto de un trabajo comprometido en pro de la población desde una estructura no estricta ni necesariamente lucrativa en términos de dividendos, ganancias o inversiones. En las economías desarrolladas (OCDE, 2004) las MIPYMES conforman una porción muy importante de la actividad económica, significando más del 90% de las empresas y generan más de la mitad del empleo que ofrece la actividad economía (sic.) empresarial. Para la generalidad de estas economías constituyen un factor de gran dinamismo, brindando un componente de competencia, de ideas, productos y trabajos nuevos. Este tipo de empresa jugó un papel importante antes de la crisis que estalló en el 2008 en los procesos de cohesión social en estas sociedades. La participación de las MIPYMES en el PIB varía para estas economías, no obstante se puede decir que la participación en promedio se ubica en los alrededores del 50% (ibídem). Participación que está en función del tipo de producción, por lo general es menor en la industria y mayor en el comercio y los servicios. La función de producción resulta ser diferente para empresas, industrias y sectores, aspecto determinado por la combinación de los factores productivos, aspecto que influye en el tamaño de la planta productiva y por tanto en el tamaño del tipo de empresa (Valdés y Sánchez, 2012, p. 128-129).
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Página 116 El mundo desarrollado y no desarrollado no puede sustraerse de la presencia de MIPYMES, son esenciales en el equilibrio de mercado, pero especialmente en la necesidad social de subsistencia a través de actividades económicas llevadas a cabo por grupos de tamaño modesto, en ese tenor, su dinamismo es un aspecto más apreciable en países desarrollados, porque las condiciones son más propicias para ello, debido a la necesidad de buscar recursos en el exterior y al sentido del trabajo en equipo sin distracciones que alteren el comportamiento empresarial de acuerdo con las necesidades por atender. Las empresas de tamaño micro, pequeño y mediano, si bien son menos relevantes para el PIB industrial, por estar cubierto con las grandes, que poseen la infraestructura y las capacidades suficientes para ese sector, se han inclinado más hacia los sectores comercial y de servicios, que admiten operaciones de menor tamaño, pero no por ello son menos trascendentes en sus acciones respecto de clientes y por supuesto, de la sociedad, especialmente cuando buscan atender negocios y también necesidades sociales que no se ligan con el lucro, dada la inexistencia de recursos suficientes para el pago de sus servicios. Se aborda a continuación la realidad de las MIPYMES en México, como parte esencial del artículo que se presenta, esto permitirá verlas de una manera muy específica en el caso específico de nuestro país como el foco de atención de los conceptos, ideas y aplicaciones vertidos hasta este punto. MIPYMES en México En México, los Planes Nacionales de Desarrollo (PND) han dado un peso específico a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES), no el ideal necesariamente, pero sí una consideración cuando menos institucional, es decir, en términos de la formalidad del gobierno en cuanto a sus políticas públicas. Desde 1976, año en el cual inició la administración del presidente José López Portillo, la cual concluyó en 1982, las llamadas “acciones concertadas”3 fueron un asunto dentro de la agenda gubernamental, en función de
Se refieren a acciones derivadas de negociaciones, es decir, con el concierto de agentes y actores clave en el país, en este caso, gobierno, congreso, poder judicial, sindicatos, empresas grandes, banca de desarrollo, banca central, banca múltiple e incluso banca internacional, por mencionar los más destacados.
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Página 117 tecnología, crédito, así como redistribución de capital en empresas de menor tamaño y condiciones de permanencia en el mercado. (Valdés y Sánchez, 2012, p. 143). No hay que olvidar lo ocurrido en 1979, cuando se creó una comisión, misma que estaría encargada de promover la industria a través del fomento a sus actividades, en función de la inclusión de MIPYMES ubicadas en actividades del sector industrial de México. El petróleo jugó un papel muy importante en ese sentido, ya que permitió la abundancia de recursos para el efecto, porque los importantes yacimientos, junto con los altos precios dentro de las naciones integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), propiciaron un clima temporal breve que dio pie a un auge de apoyos en distintos órdenes, incluyendo el estímulo inicialmente a micro, pequeñas y medianas industrias mexicanas, no empresas en el absoluto del término, sino solamente aquellas ubicadas en el sector industrial de la economía. El escenario se debilitó fuertemente a partir de 1982, con la caída de los precios internacionales del petróleo y la tendencia cada vez más clara y cercana de procesos de apertura externa en el mundo, en cuyo marco estaba ubicado México; en ese sentido, el sucesor de José López Portillo, es decir, Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), propuso la creación de lo que se denominó como un “Sistema Nacional de Subcontratación”, que entre otras cosas, buscaba demanda dentro de México para empresas que aún estaban administradas por parte del Estado, que desde luego contrastaba aparentemente con la lógica de privatización y búsqueda de mercados internacionales. El contraste al que se hace referencia ocurrió en apariencia, porque la subcontratación 4 , implica recurrir a servicios de terceros, como una forma de reducir la obligatoriedad que confieren los esquemas nominales propios de la confianza o la base sindical en los recursos humanos respecto de su fundamento legal y su manejo cotidiano; no obstante ello, los apoyos fueron regulares y permitieron resultados formales, aunque no
Es una traducción o quizás una adaptación inadecuada al español para el vocablo inglés outsourcing, debido a que bien podría ser tercerización la traducción más apropiada, en virtud de que se refiere al uso de terceras personas, no necesariamente a contratarlas con menos rigidez o mayor flexibilidad, como propone la subcontratación, que incluso puede entenderse como una contratación inmersa dentro de otra contratación, o podría emplearse la subcontratación tercerizada, en ese sentido no ha habido un trabajo lingüístico suficientemente pulcro como para tener un concepto en español menos cuestionable que el que se emplea con frecuencia, es decir, subcontratación.
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Página 118 necesariamente reales, porque la política pública no lograba llegar en los hechos a los grupos más necesitados de atención. Durante los siguientes años y gobiernos de México, el panorama continuó con la lógica de apertura y consolidación programático-presupuestal, al respecto, con el presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), González López (2008), resalta la creación del Programa para la Modernización y el Desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Industria (PMDI), que como iniciativa y como política es muy importante. La prioridad era la industria, en la cual no hay demasiadas empresas micro, pequeñas y medianas, sino más bien grandes, de manera que el apoyo bien puede entenderse desde la lógica de las cadenas productivas, ligando a MIPYMES con empresas grandes, es decir, capaces de administrar importantes recursos y proyectos relevantes, en un claro descuido hacia el comercio y los servicios, donde se ubican la mayor parte de las MIPYMES. Por otro lado, hubo acciones en función de la exportación para MIPYMES, que son hasta cierto punto cuestionables a la luz del hecho de que el 95% de esas empresas no tienen actividades exportadoras, por lo tanto, el programa parece no haber cumplido su cometido cuando menos en la realidad, es decir, más allá de la formalidad institucional. Conviene sustentar esta afirmación, de acuerdo con González López (2008), fueron apoyadas 20,721 empresas, cifra muy cercana al número de empresas medianas de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ello implica que las micro y pequeñas, que prácticamente no exportan, sino que venden localmente, quedan fuera de esa cifra, porque suman casi 5 millones a cifras actuales, no muy distintas de las que se manejaban en aquel momento, es decir, durante el sexenio de Salinas de Gortari. Ya con Ernesto Zedillo Ponce de León como presidente de México (1994-2000), se procuró elevar la productividad y la competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES), lo que no significó la creación de empresas sociales, sino más bien el fortalecimiento de las ya existentes en su estructura esencialmente lucrativa, además, los apoyos en materia de modernización tecnológica fueron más hacia empresas grandes que hacia MIPYMES, eso sin considerar el hecho de que se indicaban cifras para medianas empresas como si no pertenecieran al grupo de MIPYMES, a las que se dio 28.7% del presupuesto, las medianas 9.5%, que no es parte del porcentaje previo, quedando 61.8% a las
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Página 119 grandes, porque al sumar las tres proporciones, se obtiene el 100% de los recursos destinados al efecto (Valdés y Sánchez, 2012, p. 147). Vicente Fox Quesada (2000-2006), siguió la tendencia marcada por su antecesor, sin mayor avance que una nueva clasificación de empresas, por sector, número de trabajadores y ventas anuales, fundamentalmente netas, es decir, después de impuestos, depreciación y amortización correspondientes. Con Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (2006-2012), el marco lógico dentro de la nueva gestión pública se convirtió en una realidad y en tal contexto los programas institucionales fueron más importantes, ya que representaron el inicio de una era de emprendimiento social que no existía anteriormente y que fue en principio formal, porque hubo más políticas públicas, pero aún faltaba que la realidad confirmara la institucionalidad establecida. De acuerdo con Morales (2011), México es un generador de pequeños y medianos negocios, los cuales tradicionalmente han sido abastecedores de producto y empleo. En aquel año (2011), existía un universo de 4.1 millones de empresas, 95.6% eran microempresas, 3.4% eran pequeñas y 0.8%, medianas, solo 0.2% eran grandes empresas; dicho universo es alimentado anualmente por 200,000 empresas nuevas. Estos datos aparentemente promisorios son resultado, entre otros aspectos y según información gubernamental, de la instrumentación de 134 programas económicos provenientes de once instituciones. Aunque no existe información puntual del comportamiento de las empresas mexicanas año por año, podríamos plantear que aquéllas han seguido un comportamiento similar al observado por las llamadas unidades económicas. La totalidad de dichas unidades mostró un sólido crecimiento entre 1993 y 1998 a un ritmo promedio anual de 9.6%, destacando el crecimiento del grupo de unidades micro que creció a 9.7% por año, y el de las unidades grandes (11.3% p/a). (Morales, 2011, p. 39). Se puede derivar de lo anterior que nuestro país tiene una gran capacidad para crear empresas, además de que la cantidad es importante y acaso impresionante, aunque las 200 mil empresas nuevas tal vez no sean absolutamente nuevas, sino transiciones respecto de empresas anteriores, ahora bien, los programas por sí mismos sorprenden por la cantidad, pero es importante detenernos en la situación de que no existen datos anuales en términos del desempeño empresarial, ello debe propiciar una alerta sobre la necesidad de hacer mediciones
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Página 120 en ese sentido, además de que se separan empresas de unidades económicas, cuando para el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se trata de lo mismo, porque las unidades económicas son la forma de llamarle a las empresas por parte de dicho instituto. Lo anterior conduce a pensar que todavía falta mucho por hacer, sin demérito de los logros alcanzados, que son importantes, hay tareas pendientes en materia empresarial en México respecto del emprendimiento social en MIPYMES, que ha mostrado ausencias importantes, en ese sentido, los casos de estudio son muy importantes para tener una visión más amplia del asunto que nos ocupa dentro de estas páginas. Casos de estudio La innovación de tipo social en México no es reciente ni atípica, es decir, no viene del decenio 2001-2010, menos aún en el sur y el Occidente, ya que la República Mexicana tiene dentro de sí a una sociedad inclinada a resolver problemas y conflictos de formas alternativas, es decir, fuera del contexto de las políticas públicas, en gran medida por las limitaciones económicas derivadas de la falta de atención gubernamental (Martínez y Rodríguez, 2013). Los casos de estudio de este artículo buscan un acercamiento al esfuerzo de los campesinos por superar el rezago comunitario, por medio de mecanismos de emprendimiento social derivados de la convocatoria a jornaleros y sociedad civil en general para integrar a los marginados al mercado productivo por medio de redes agrícolas propias, es decir, no apoyadas financieramente por gobierno alguno (Palacios, 2010). Se seleccionaron dos casos, uno en Michoacán y otro en Oaxaca, debido a que se trata de entidades muy afectadas por la violencia, la pobreza y la marginación, Oaxaca es el estado con más municipios (570) y es una de las entidades con mayor pobreza, ubicándose en el lugar 4, por debajo de Chiapas, Guerrero y Puebla, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en tanto Michoacán es un estado tradicional y por ende pionero en el emprendimiento social, aunque en octavo lugar nacional en materia de pobreza, ambos han desarrollado aplicaciones que merecen particular atención de parte del presente artículo, dado que son los más completos y ambiciosos en cuanto a los objetivos y metas de acuerdo con el tema del artículo.
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Página 121 Asociación Michoacana de Promotores de la Empresa Social, A.C. (AMPES) Se trata de un panorama competitivo inhibidor de las posibilidades de creación de empresas sociales, en el cual la producción jitomatera se inclinó en más del 98% a Estados Unidos, debido a que los granos perdieron potencial, las hortalizas se convirtieron en la esperanza de muchos productores, en ese sentido, las exportaciones se van a tiendas y establecimientos de comida dentro de la Unión Americana, con una demanda elástica que tiene su mejor momento en invierno, cuando el clima es frío en el vecino norteño y las condiciones más estables y templadas de México permiten la producción con mayor facilidad, aunque los pequeños productores no se pueden sostener dado que la demanda es alta y sus capacidades muy bajas, ante ello, aumenta su migración hacia Estados Unidos, a fin de vivir mejor y mandar remesas a sus familiares que se quedan en México. (Rubio, 2004). En este marco del ámbito rural, diferentes sectores sociales, motivados por un emprendedor social, han iniciado la construcción y expansión de la empresa social en Michoacán como modelo de producción rural, tejiendo redes intersectoriales entre pequeños productores michoacanos y sus paisanos migrantes, ayudados por una ONG (AMPES), universidades y organismos gubernamentales. El caso que a continuación se describirá, muestra que los procesos de emprendimiento social pueden ser una alternativa de inclusión de los excluidos, y que los pequeños productores pueden adoptar la reconversión productiva que les había sido negada por los altos costos que implica, a través de redes productivas y de cooperación, donde las instituciones han jugado un rol importante en la expansión del modelo. Bill Drayton, fundador de Ashoka, considera que son las nuevas ideas radicales las que hacen diferente a un emprendedor social de una buena persona que simplemente participa en causas caritativas. Sin duda la experiencia que inicia en Atacheo de Regalado, en el municipio de Zamora en Michoacán, con los trabajos comunitarios que emprendió el presbítero Marcos Linares a finales del año 1999, muestran que es así. Atacheo en el año 2000 era considerada una localidad con altas tasas de emigración; según datos del INEGI, poco más de 4.000 migrantes en los Estados Unidos de Norteamérica eran oriundos de Atacheo. La actividad comunitaria del presbítero comienza con la promoción de la construcción de infraestructura básica
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Página 122 para la localidad, lo cual fue posible, por las redes de cooperación que el presbítero había tejido con los migrantes estadounidenses, quienes aportaban dinero. Durante los seis años que el presbítero permaneció en Atacheo (de 1999 a 2005), se realizaron 56 obras importantes que tienen que ver con el bien común, con una inversión de más de 6 millones de dólares. De estos, cuatro millones con participación directa de los migrantes y dos millones con participación del gobierno federal, estatal y municipal, a través del programa 3x1. El programa de migrantes 3x1 de la Secretaria de Desarrollo Social, brinda a los migrantes la oportunidad de canalizar recursos a México, en obras de impacto social que benefician directamente a sus comunidades de origen. Por cada peso que aportan los migrantes, los gobiernos federal, estatal y municipal ponen 3 pesos; por eso se llama 3x1. Sin embargo, el presbítero observó que el problema de la migración continuaba por la falta de empleo y la imposibilidad de conseguir recursos para adoptar los modelos tecnificados que se utilizan en el cultivo de hortalizas. Es en éste punto donde detecta la oportunidad de organizar a las personas y utilizar las remesas junto a los programas gubernamentales para dirigirlos a la agricultura. La visión que guiaba al emprendimiento era iniciar proyectos productivos generadores de fuentes de trabajo mediante una red de proyectos productivos junto a alianzas intersectoriales (sector privado-gobierno-sociedad civilInstitutos de Estudios Superiores), que permitiera la unión de recursos tangibles e intangibles (información y conocimiento) de manera solidaria, como una alternativa para conseguir tecnificar los procesos productivos de los pequeños productores y consolidar una economía solidaria en la región. Inicialmente se arrancó con cinco proyectos productivos en el 2003 para poder resolver el problema de desempleo y migración. En el mismo año se constituyó una empresa integradora, la cual es una institución legal que se instaura en México a partir de 1993 con el objetivo de combatir las altas tasas de mortalidad de las Pymes. La empresa integradora forma parte del modelo de empresa social que se persigue en la visión del emprendedor social que inició el proyecto y forma parte de la estrategia de la Asociación Michoacana de Promotores de la Empresa Social (AMPES). Esta ONG,
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Página 123 que actúa en coordinación permanente con las integradoras, tiene como director y fundador al presbítero Linares, líder moral que inicio la actividad comunitaria y el movimiento de la empresa social en Zamora, y que fue requerido por el gobierno estatal en el 2005 para formar la asociación y extender el proyecto a todo el estado. El gobernador del estado de Michoacán consideró que el modelo de empresa social que se había construido para producir jitomate en Atacheo era bastante prometedor para superar los rezagos del agro, por lo cual facilitó la formación de la ONG. De este modo, el emprendedor social que arrancó el proyecto ha podido hacer extensivo el modelo a todo el estado en otros rubros de producción. En el 2010 se tienen registrados en AMPES a más de 200 grupos de productores en 90 municipios de Michoacán. La extensión y realización de la visión del emprendedor social que inició el movimiento ha sido posible gracias al rol que han jugado las instituciones: la conformación de AMPES en ONG donde el presbítero promueve la conformación de empresas sociales y de una economía solidaria, el programa de migrantes 3x1, el decreto que desde 1993 facilita la creación de empresas integradoras en México y los apoyos que se han conseguido de programas gubernamentales (FIRCO, SAGARPA); todas ellas reflejan la importancia del rol de las instituciones para fortalecer el emprendimiento social en el estado. La visión de la Empresa Social es mejorar las condiciones de vida en la región, a partir de la organización de los pequeños productores, integrándolos en varios grupos que tienen que ver con la complementación de la cadena productiva, mediante la aplicación de modelos solidarios organizacionales, que apunten al logro de la rentabilidad del negocio y la mejora de sus condiciones de vida; a través de los valores de justicia y equidad.” (Palacios, 2010, p. 586-587). Michoacán es un Estado con riqueza histórica y cultural, plagado de contrastes entre lo prehispánico y lo hispánico, es una entidad con muchos conflictos ligados con la violencia desatada por parte de la delincuencia organizada, que ha alterado la tranquilidad especialmente de la llamada “tierra caliente”, una región del Estado.
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Página 124 De lo anterior, es posible establecer que un emprendimiento social se logra con el consenso de agentes y actores diversos, tal es el caso de AMPES, que es una Organización No Gubernamental (ONG), la cual buscó la conjunción de esfuerzos más allá de los límites que tienen las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES), en México, mediante redes productivas entre productores, valga la redundancia, así como migrantes, instituciones académicas y dependencias gubernamentales, en un verdadero trabajo de equipo, que hace del emprendimiento social algo real en todos los sentidos dentro de este gran proyecto rural con trascendencia internacional. El compromiso de trabajo de campo de parte de un religioso que se propuso conducir a una comunidad marginada de Michoacán, explotando no solamente la capacidad productiva, sino también el liderato como una de las entidades que más migrantes tiene dentro de Estados Unidos, lo colocan en una posición de verdadero sentido social, que contrasta fuertemente con el clima de inseguridad de algunas partes del estado, es decir, hay emprendimientos sociales que son genuinos y no se prestan a corrupción o en su defecto a delincuencia organizada. El gobierno asume su función en una parte del proyecto, lo hace a través de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), lo cual genera el polinomio sector privado-gobierno-sociedad civil-institutos de estudios superiores, que permite la consolidación desde la concepción hasta los beneficios, pasando por la operación, de verdaderos logros de emprendimiento social en la realidad mexicana contemporánea. La justicia y la equidad, dentro de un marco ético, con toda rectitud de miras, han permitido una labor integrada ajena a egoísmos, ambiciones políticas, sociales o financieras, entre otros vicios, porque lo importante está en trabajar como un solo grupo bien conformado hacia la consolidación de una autosustentabilidad real, reflejo de un espíritu de cuerpo y una convicción en que lo que se estructura bien, pude mantenerse indefinidamente. Lo anterior no implica festejar y decir que todo está muy bien, porque esa situación se ha propiciado por deficiencias de trabajo público, privado y social durante décadas, es apenas un botón de muestra, no la panacea o solución a todos los males, pero sí es un ejemplo concreto de dedicación, actitud de equipo y visión conjunta de futuro.
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Fundación para la Productividad en el Campo, A. C. Un emprendimiento social llama la atención por ser un caso perfecto de innovación social con todos sus componentes. En la comunidad de Ayoquezco de Aldama, Oaxaca, surgió la organización Fundación para la Productividad en el Campo A.C., con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de 170 familias encabezadas por mujeres, cuyos esposos migraron a Estados Unidos de América y, al mismo tiempo, atraer la inversión de los migrantes hacia desarrollos locales productivos. Este grupo de mujeres se organizó buscando mejores ingresos por su producción de nopal (cactus comestible) en el traspatio. Actualmente, han podido modernizar el proceso en una empresa en la cual invierten migrantes que a su vez se encargan, sin intermediarios, de la comercialización del nopal, el mole y el chocolate. Lo anterior permite cubrir nichos de mercado nostálgico de migrantes, incluso introducir estos productos en mercados donde no se contemplaba comercializar derivados del nopal. La Fundación para la Productividad en el Campo A.C., es un claro ejemplo de que es posible articular comunidades migrantes y locales para generar ingresos, mediante la innovación que beneficien a ambos grupos. Adicionalmente, se comprueba que es posible competir con igualdad frente a las empresas tradicionales, ya que los requisitos del mercado externo para la exportación son rigurosos y exigen contar con certificados de inocuidad y sanidad alimentaria (Martínez y Rodríguez, 2013, p. 114115). Este emprendimiento social permite indicar que, así como en Michoacán, en el caso de Oaxaca, el Estado con el mayor número de municipios, entidad natal de los ex presidentes Benito Juárez y Porfirio Díaz, entre otras personalidades de la vida pública mexicana a lo largo de la historia, con muchos rezagos sociales, fue el que permitió que se gestara este proyecto para un número de familias considerable, una población femenina que vive de lo que puede trabajar y de las remesas de los maridos o esposos que han migrado a los Estados Unidos les mandan, por ese motivo, la conexión es importante y ha permitido mejorar el nivel de vida del municipio.
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Página 126 El nopal, por su abundancia en la región, es decir, la zapoteca, ha sido una maravilla para las mujeres del municipio de Ayoquezco de Aldama, además, pensar en otros productos como el chocolate y el mole, por cierto hecho a base de chocolate, le dan un valor agregado muy importante a la entidad oaxaqueña. La venta de esos productos a migrantes que extrañan la comida de su tierra de origen resulta en un emprendimiento social con beneficios para el municipio y para los migrantes que no pueden regresar a México por estar en condición indocumentada durante muchos años. Es un emprendimiento social que compite con los mejores, no cuenta con tantos apoyos como el caso de la Asociación Michoacana de Promotores de la Empresa Social, A.C. (AMPES), pero es todavía más meritorio, por ser más limitado y a pesar de ello demostrar un éxito significativo en su operación, lo cual no implica que no pueda crecer hacia otros municipios de Oaxaca, así como a lo largo y ancho de Estados Unidos. Resultados obtenidos Con base en los conceptos, así como referencias teóricas, históricas y prácticas, fortalecidas con los ejemplos, tanto los citados como los analizados y reflexionados con base en las referencias, se puede decir que los resultados son alentadores, pero insuficientes, porque no hay todavía una política pública nacional sobre emprendimiento social, esto se puede constatar con el hecho de que existen dos proyectos, a razón de uno por estado, en dos de las 32 entidades federativas de México, además, son proyectos sub-estatales, no estatales y mucho menos federales. Los casos seleccionados son los más representativos por el nivel de detalle en su instrumentación, estos casos son parte de un universo de no más de diez casos que presentan Palacios (2010), así como Martínez y Rodríguez (2013), que son muy recientes en tiempo, especialmente al momento de contrastar con la trayectoria de programas gubernamentales que cumplen más de 39 años, debido a que datan de fines de 1976, cuando inició la administración del presidente José López Portillo. Si bien no se puede desconocer el avance que se ha tenido, lo que nos indican los resultados presentados es una importante falta de reformas tendientes a fortalecer el emprendimiento social en México, porque muchos logros han sido institucionales hacia
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Página 127 grandes empresas, no hacia las micro, pequeñas y medianas unidades económicas, por lo cual, hablar de emprendimiento social en México es nuevo, por tanto necesario y de importante incorporación a la agenda pública, porque además de lo anterior, se tiene el dato de que un pequeño número de empresas, solamente medianas, son consideradas dentro de programas y actividades, quedando las micro y pequeñas relegadas de la importancia pública. Es menester indicar que los datos presentados le confieren una importancia aún mayor al presente artículo, porque el respaldo documental y práctico planteado implica situaciones relevantes en cuanto a la necesidad de propiciar resultados mejores hacia 2025, partiendo del tiempo que toman las políticas en ser implementadas en países como México.
Conclusiones Con base en el desarrollo y los resultados, el emprendimiento social tiene importantes áreas de oportunidad en las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) mexicanas, a partir de la debida adaptación respecto de casos internacionales de referencia, que son fundamentales para entender el funcionamiento en otras latitudes del emprendimientos en MIPYMES. Los referentes teóricos permiten indicar que estamos todavía en una fase muy inicial del tema de emprendimiento social a nivel mundial, es un asunto nuevo que requiere años y trabajos de investigación que profundicen sobre el particular, puesto que es un área que en función de su profundización, dará resultados que beneficiarán a comunidades enteras alrededor del orbe. La revisión de la literatura permite precisar conceptos y categorías, sin tener todavía una claridad suficiente que haga del todo incuestionable el conocimiento del emprendimiento social en MIPYMES mexicanas en cuanto a la enseñanza en el aula universitaria de estos temas, ello implica que hace falta tener un debate sobre el debate epistemológico, valga la redundancia. El análisis histórico de México ha mostrado deficiencias en el tema del presente artículo, por lo cual se requiere un trabajo cada vez más coordinado para lograr avances significativos en el mediano y largo plazos, por ello, los casos de emprendimientos en
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Página 128 Michoacán y Oaxaca alientan de manera importante, porque son una esperanza en el desarrollo de mejores casos de aplicación para el análisis y la reflexión sobre la importancia del tema como estudio de caso, como aprendizaje basado en problemas, o cualquier otro elemento constructivista en el aula para fortalecer la docencia relacionada con esta parte del saber empresarial que es abundante en necesidades y atractiva en los avances presentados por parte de los especialistas. Bibliografía Cantillón, R. (1755). Essai Sur la Nature du Commerce en General (H. Higgs, Ed. y Trans.). Londres, UK: Macmillan. (Traducción publicada en 1931). Friedman, M. (1970). The Social Responsibility of Business Is to Increase Its Profits. New York Times Magazine, SM17. Greaves L., P. (2006). Empresarios Mexicanos ante la Responsabilidad Social. México: Universidad Iberoamericana. Guzmán, A. y Trujillo, M.A. (2008). Emprendimiento social - revisión de literatura, Revista Estudios Gerenciales, 24 (109, 105-125, Universidad ICESI, Colombia. Harding, R. (2004). Social Enterprise: The New Economic Engine? Business Strategy Review, 15 (4), 39-43. Kolstad, I. (2007). Why Firms Should Not Always Maximize Profits. Journal of Business Ethics, 76(2), 137-145. Martin, R. y Osberg, S. (2007). Social Entrepreneurship: The case for definition. Stanford Social Innovation Review, 5(1), 28-39. Martínez, S.E. y Rodríguez, L.F. (2013). Emprendedurismo social en México: hacia un modelo de innovación para la inserción social y laboral en el ámbito rural. Revista Estudios Agrarios, 103-110. Morales, I. (2011). Las Pymes en México, entre la creación fallida y la destrucción creadora. Economía Informa, 366, 39-48. Novy-Hildesley, J. (2007). Social Entrepreneurship Yields High Returns. Far Eastern Economic Review, 170 (3), 61-63.
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“ I M PAC TO D E L A FORMACIÓN ACADÉMICA DEL DOCENTE EL DESEMPEÑO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN BOGOTÁ EN EL PERIODO 2007 – 2012” “ I M PAC T O F T E AC H E R EDUCATION ACADEMIC PERFORMANCE OF HIGHER EDUCATION IN BOGOTÁ IN THE PERIOD 2007 – 2012” 1 Adriana Suárez León
2 Lina Marcela Torres Moreno 1 Economista Fundación Universitaria Los Libertadores asuarezl@libertadores.edu.co 2 Economista Fundación Universitaria Los Liberadores lmtorresm3@ulibertadores.edu.co
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RESUMEN
RESUMEN El presente documento tiene por objetivo analizar el impacto del nivel educativo de los docentes universitarios en el desempeño de los estudiantes de educación superior para la ciudad de Bogotá, en el periodo 20072012. El logro académico está medido por el puntaje obtenido en el módulo de lectura de la prueba Saber Pro. Para esto se realiza un análisis estadístico y se emplea un modelo econométrico HLM (Hierarchical Linear Model) de dos niveles robusto que permite estimar lo problemas de heterogeneidad. Los resultados obtenidos demuestran que perfiles académicos más altos y profesores visitantes extranjeros generan un impacto positivo sobre la calidad de la enseñanza en la educación superior. Palabras clave: educación, docentes, formación académica, calidad.
Código JEL: A22, C21, I21, I23
ABSTRACT This paper aims to analyze the impact of the educational level of university performance of students in higher education for the city of Bogota in the period 20072012 teachers. Academic achievement is measured by the score obtained in the module test reading Saber Pro. For this, a statistical analysis is performed and an econometric model HLM (Hierarchical Linear Model) two robust levels to estimate the problems of heterogeneity is used. The results demonstrate that higher academic and foreign visiting professors profiles generate a positive impact on the quality of teaching in higher education. Keywords: education, teachers, academic, training, quality. development, MSMES
ABSTRACT
Página 133 INTRODUCCIÓN La educación juega un papel importante en la formación de las personas y las capacidades que desarrollan para sus vivencias diarias y su aprendizaje continuo, no es un secreto que las personas con un índice de escolaridad mayor tienden a tener mejores oportunidades laborales, según Muñoz Izquierdo (2001) plantea que la educación tiene efectos positivos en los niveles de ingreso, salud y cambios en la estructura familiar es por eso que el desarrollo puede ir de la mano de la educación. En temas de educación y pruebas estandarizadas se tiene que Colombia participa en pruebas internacionales que permiten su comparación con otros países en el mundo. De esta manera se busca intervenir el sistema educativo y mejorar los resultados, por ejemplo la prueba PISA (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes) donde se analizan las competencias en temas como las matemáticas la lectura y la ciencia a lo largo del tiempo esta prueba cuenta con el apoyo de las mejores instituciones de educación en el mundo para la prueba PISA 2012 el país se posiciono en los cinco peores resultados solo por encima de Perú como economía latinoamericana. Colombia cuenta con un sistema de medición de la calidad de la educación por medio de pruebas estandarizadas presentadas a lo largo de las formaciones académicas de los estudiantes, más exactamente en los grados 3, 5, 9 y 11 para la educación superior se tiene la prueba SABER PRO, estas son creadas y controladas por el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior – ICFESMuchas son las investigaciones y el interés en el tema de los docentes no solo a nivel nacional sino internacional, para el caso internacional se podría mencionar una de las investigaciones realizadas por Rand Corporation (2013) que demostró como el uso de los puntajes en los exámenes de los estudiantes ayudan a medir la eficiencia del profesor, como un valor agregado que afecta a la capacidad individual del estudiante, determinando la cantidad de contenido que obtiene un estudiante en un año, independientemente de las características de cada uno con un mismo profesor, donde se concentran las mejoras de cada estudiante esto demostró el gran impacto que genera un profesor en la capacidad del estudiante al resolver una prueba y la eficacia que tiene para desarrollar sus
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conocimientos cognitivos a futuro. Para el caso colombiano se podría mencionar la Fundación Compartir (2014) encontró que la clave para mejorar la calidad de la educación en el país es rescatar, dignificar y empoderar a los maestros; el país debe contar con maestros preparados y de cierta manera el gobierno debería apadrinar a los mejores estudiantes para que estos decidan dedicarse a la docencia. También proponen la constante evaluación a los docentes para que este cargo sea por total merito acompañado lógicamente de un aumento salarial de mínimo del 10%. Después de conocer la importancia de este tema, el objetivo de este artículo es determinar y analizar el impacto que tienen los docentes sobre la calidad de la educación en los jóvenes colombianos y como impactan sobre su desempeño en las pruebas SABER PRO esto se realizará por medio de un modelo econométrico aplicado a una base de datos creada con los micro datos facilitados por el ICFES y la información de los docentes encontrada en el DANE. Este artículo contará con 4 secciones en la primera sección se encontrara el marco referencial que contiene el marco teórico, el impacto de los docentes en la calidad de la educación, evaluación de la educación, calidad en la educación superior y marco normativo; en la segunda sección se encontrara el marco empírico en el que se hablara del tema de la educación el Colombia y los docentes de universidades en Bogotá; continuando con la tercera sección en donde se tiene el modelo econométrico y todo su análisis; se finalizara con la cuarta sección en donde se tendrán las recomendaciones y conclusiones.
MARCO TEÓRICO Marco conceptual Para que una sociedad obtenga mayores niveles de bienestar debe enfocar su atención en la educación ya que de esta manera se obtienen beneficios importantes a futuro, una educación de calidad permite recibir mayores ingresos en el ámbito laboral, disminuir las brechas sociales y cubrir las necesidades básicas de forma completa y oportuna como por ejemplo la salud en el ámbito económico no es un tema nuevo ya que Smith (1776) señalaba que “un hombre educado con el gasto de mucho esfuerzo y tiempo, puede ser comparado con una de aquellas máquinas caras” (p. 305). Algunos autores en el mundo han enfocado su atención en esta temática promoviendo y desarrollando teorías que definen la educación como fuente de bienestar y desarrollo por ejemplo
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Schultz (1963) el define lo importante que es analizar el coste beneficio de la educación. Tres años más tarde Becker (1966) definiría la educación como una forma de generar, acumular y mantener capital humano y por ultimo Mincer (1974) propone calcular la contribución de la escolaridad y la experiencia en el salario de los trabajadores conociendo así el impacto de la educación el comportamiento económico de la población, estos autores en compañía de Hanoch (1967) dieron paso a la creación de la Teoría del capital humano que relaciona los ingresos de un trabajador con un retorno a los conocimientos adquiridos en sus años de estudios y su experiencia laboral. Para Hanushek (1989) y Woessmann (2003) los incrementos en la calidad de la educación de los que egresan de la educación superior mejoran la productividad, la renta y estimulan el crecimiento es por eso que si se conocen los factores que mejoran la calidad de la educación se podría hacer una mejor distribución de los mismos. Algunos pioneros en Colombia en tratar temas de educación fueron Urrutia (1974) donde según sus estudios se tiene que
la escolarización de las personas depende de las condiciones
socioeconómicas de sus familias paternas es decir que el estrato social de la familia paterna determina el grado de escolaridad que alcance el individuo, también Reyes y Gómez (1977) encuentran que la educación técnica puede ser un instrumento de mejoramiento educativo para estratos sociales bajos; para la educación actual Barrera Maldonado y Rodríguez (2012) encontraron que, según las pruebas presentadas por su muestra, Colombia está hoy en una senda adecuada en cuanto a su política educativa pero es necesario tomar medidas e introducir políticas adicionales para acelerar este proceso. Calidad en el contexto de la educación El tema de calidad educativa se enfoca en la visión de futuros profesionales, varios autores como Arizmendi (1993) habla de la calidad educativa como el acto humano que busca orientación y guía en su desarrollo para obtener y acumular sus conocimientos, es ahí donde el profesor se torna como guía y acompañante en el aprendizaje del estudiante, por ello se habla de la calidad que da el profesor como una de las principales fuentes de aprendizaje. Husen (1986) destacaba el papel importante de la calidad educativa y la relación de la docencia universitaria en la calidad aplicada a los estudiantes. En constante a ello se busca un mejoramiento y una excelente acción frente a los estudiantes que enfrentan a las pruebas de SABER PRO. Fraser y Butss (1982) definieron la calidad en la educación
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como la que abarca la eficacia, eficiencia y la responsabilidad. Para Woessmann (2003) uno de los factores más importantes son los docentes y plantea la idea de que ellos son el activo más importante de las instituciones afirmando que como individuos responden a estímulos que en el caso Colombia podría ser incentivos económicos o exigencia de formación a la hora de contratar reglamentada por el estado. En el planteamiento de calidad educativa en las instituciones de educación superior se puede remitir a antecedentes que han evaluado e investigado sobre los estándares mínimos que debe tener cada una de las instituciones, hablando así de uno de los factores relacionados a la calidad académica como es el capital docente, se tienen resultados de investigadores que han emitido un juicio frente al desarrollo de los profesores como profesionales de una institución, señalando los resultados sobresalientes enfocados en el análisis de los aspectos teóricos y procedentes que ha tenido el profesional. Frente al conocimiento de estrategias y de enseñanzas Putnam y Borko (2000) plantearon que el conocimiento pedagógico general abarca el conocimiento que los profesores tienen sobre la enseñanza, el aprendizaje y los aprendices, en relación con el conocimiento del contenido de la asignatura de estudio, igualmente señalan que las investigaciones han demostrado una relación estrecha entre el grado de comprensión de una asignatura por parte de los profesores, y la relevancia que otorgan a los aspectos conceptuales, la resolución de problemas y la indagación. Por contraposición Fennema y Franke, (1992) aseguran que los profesores que cuentan con menos conocimientos sobre la asignatura, destacan más los hechos y los procedimientos En el concepto de calidad es complejo, referido a los profesores lo es aún más no es fácil, si se pretende hacer con rigor, definir conceptual y operativamente qué es un profesor de calidad Bula, (2001); mientras que Giraldo, Abad y Díaz (2007) definieron que los profesores son un factor determinante de la calidad de la educación; esto se evidencia en los modelos de evaluación y aseguramiento de la calidad de la educación superior que se aplican en Colombia y en general en la región. Así que el profesor de calidad debe poseer un conjunto de competencias, que deben demostrarse en sus prácticas como docente y, para efectos en su habilidad como enseñanza de maestro, en particular como docente universitario. Villar (2004) habla de la relación con las funciones del profesor
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universitario, corresponden al profesor las mismas funciones sustantivas de la universidad; es decir, docencia, investigación y proyección social reflejada tanto en el tiempo de dedicación como en los criterios de evaluación que las universidades aplican a sus profesores, y la formación en servicio que reciben. La formación del personal docente a nivel de maestría o doctorado; así como una amplia planta docente de tiempo completo y en algunos casos de dedicación exclusiva para garantizar la continuidad de la formación, son algunos de los elementos que se evalúan a la hora de establecer el nivel de calidad de una institución; Cantón y Arias (2007) planteaban que se debe tener en cuenta la calidad de las personas y no el tipo de calidad con el que se asocia a un producto, ya que “no hay calidad institucional ni profesional sin calidad personal”. Medina y Domínguez (1989) consideran la formación del profesorado como la preparación y emancipación profesional del docente para elaborar crítica, reflexiva y eficazmente un estilo de enseñanza que promueva un aprendizaje significativo en los alumnos y logre un pensamiento-acción innovador, trabajando en el equipo con los colegas para desarrollar un proyecto educativo común. Abarcando en el marco de la formación del profesorado en la calidad educativa en Colombia González (1995), dijo que se puede hablar de este, como una acción o conjunto de actividades que se desarrollan en contextos organizados e institucionales a través de las cuales las personas adultas interaccionan e interiorizan conceptos, procedimientos y actitudes que les capacitan para intervenir en la enseñanza. En la educación colombiana Parra (2008) definió que las instituciones buscan que el docente produzca conocimiento e impacte en el entorno-ámbito social de su desempeño, integrando a la misma idea y por ultimo Mondragón (2005) idealizo que el docente del siglo XXI debe desempeñar unos roles complejos: no solo transmitir conocimientos sino intentar generarlos, mediante la investigación, y, lo que es más difícil todavía, suscitar en los alumnos el aprendizaje autónomo, modificando su papel de dispensador de conocimiento a mediador o facilitador entre el conocimiento y los estudiantes.
Calidad en la educación superior
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Todas las economías en el mundo encontraron que la educación determina el futuro de la sociedad, lo que podría entenderse como los beneficios a largo plazo que esta puede brindar a los individuos y a la economía en general, el dilema consiste en conocer el determinante o los determinantes que permite brindar una educación de calidad a toda mi población, son muchos los autores que han definido el concepto de calidad de la educación a lo largo del tiempo por ejemplo Garbanzo (2007) comparte la idea de la calidad como una variable integral que se complementa con lo expuesto por Seibold (2000) cuando se refiere a los cuatro pilares de la educación “aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir con los demás y aprender a ser”; advirtiendo que la calidad no es eficiente con logros de una sola área; es un enfoque íntegro para López (2006) “la calidad es un concepto relativo asociado al proyecto institucional, a sus objetivos, finalidades y resultados, a su eficiencia y costo, a su aptitud para cumplir su compromiso social o bien para satisfacer las necesidades de sus usuarios, destinatarios o clientes”, es decir, que la educación se enfoca en una relación comercial y la calidad de la misma dependerá de esa relación. Hallak y Poisson (2010) plantearían que “la calidad educativa no sólo se evalúa en términos cuantitativos sino que también deben centrarse en los “insumos intangibles”, es decir, el compromiso profesional y ético de los profesores y del personal, unos sistemas de gestión transparentes, una rendición de cuentas efectiva y unos mecanismos de supervisión”. Para la UNICEF (2012) “una educación de calidad se ve influida por factores que proceden del interior y el exterior del aula, como la existencia de unos suministros adecuados, o la naturaleza del entorno doméstico del niño o niña”. También afirma que la educación desempeña un papel crítico a la hora de disminuir la brecha existente entre los géneros en materia de educación básica; lo que nos lleva a pensar que a pesar de que vivimos en un mundo globalizado y tecnológico aún podemos encontrar discriminación por género, raza o estrato social en la educación a nivel mundial obviamente más marcada en unos países que en otros. Para la UNESCO (2012) que es la institución que promueve el acceso una educación de buena calidad como derecho humano la calidad de la educación se define en: Dos principios: El primero considera que el desarrollo cognitivo del educando es el objetivo explícito más importante de todo sistema educativo; y el segundo hace hincapié en el papel que desempeña la educación en la promoción de las actitudes y los valores relacionados con una buena conducta cívica, así como en la creación de condiciones propicias para el desarrollo afectivo y creativo del educando.
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Esta institución es una agencia especializada que con un mandato importante en temas de educación, en la actualidad cuenta con un marco que fue firmado por 164 países en la última reunión que tuvo lugar en Dakar en el año 2000 allí se estipularon objetivos 6 en total para el año 2015 con temas importantes como la (alfabetización, primera infancia e igualdad de géneros) bajo el lema Educación para Todos. La OCDE (2001) Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos fundada en 1961 definió la educación de calidad como “la que asegura a todos los jóvenes la adquisición de los conocimientos, capacidades destrezas y actitudes necesarias para equipararles para la vida adulta” esta institución asesoro y participó activamente en la elaboraciones del Plan de Desarrollo 2014-2018. En Colombia el Ministerio de educación Nacional define la calidad de la educación como “formar mejores seres humanos, ciudadanos con valores éticos, respetuosos de lo público, que ejercen los derechos humanos. Una educación que genera oportunidades legítimas de progreso y prosperidad para ellos y para el país” es decir que la calidad desde la educación es un conjunto de características que permite a los ciudadanos conseguir bienestar y mantenerlo mejorando sus ingresos. Para el tema de educación Superior se cuenta con el Consejo Nacional de Acreditación que reconoce vela y fomenta la educación de calidad en el país, incentivando así que las instituciones busquen acreditarse para ser reconocidas, este define que la educación de calidad está determinada por “la universalidad, la integridad, la equidad, la idoneidad, la responsabilidad, la coherencia, la transparencia, la pertinencia, la eficacia y la eficiencia con que la institución cumple con las grandes tareas de la educación superior”.
Evaluación de la educación Los programas sociales son medios fundamentales para lograr resultados e impactos que influyen en la transformación y las distintas situaciones que se enfrentan en la actualidad, evaluar la gestión de un programa en función de resultados y la capacidad institucional es un método complejo, en este sentido la gestión pública permite orientar a resultados para fortalecer la función de evaluación de resultados, teniendo en cuenta que la evaluación es un:
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Estudio, que utiliza un conjunto de información ordenada y relacionada según un marco metodológico y que tiene por finalidad emitir juicios sobre aspectos concretos de un ámbito del que hacer público, como ser una política, un programa o un proyecto, y con base en las conclusiones, emitir recomendaciones en orden a contribuir a su mejoramiento (Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social, SIEMPRO, 1999). Así que evaluar permite establecer la medida de cumplimientos de las metas “el costo beneficio de los programas” y en la lógica de la reducción del gasto social y del ajuste presupuestal el estado también debería prestar atención a inversiones en programas que han avanzado en el desarrollo, aplicaciones y metodologías de herramientas de planificación de políticas y programas sociales, conscientes de la complejidad de adecuar instrumentos útiles para una práctica especial como son los programas sociales en la institucionalidad pública para la formación social, teniendo en cuenta la metodología y la planificación de estos programas se convertirían en un instrumento para el desarrollo, ligado a una educación de calidad para el desarrollo económico social y político de Colombia. En cuanto a la educación en Colombia se tiene que esta evaluación permite determinar hasta qué punto se está cumpliendo con las metas que fijan los estándares definidos en pruebas censales SABER a lo largo de toda la vida educativa de la población o en la participación que se tiene en pruebas internacionales como la PISA (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes) , la TIMMS (Tendencias en el Estudio Internacional de Matemáticas y Ciencia y SERCE (Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo) de esta manera se puede referenciar el país con respecto a otros y a su vez las instituciones pueden retroalimentar y establecer sus propias políticas esto permite que las instituciones puedan ser diferenciadas y evaluadas y de esta manera la educación este en constante mejoramiento.
Marco normativo La legislación educativa en Colombia comprende normas de educación, tales como leyes y decretos nacionales, decisiones administrativas, resoluciones ministeriales y de secretarías y Resoluciones del Consejo de Educación. En Colombia es un principio fundamental, es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica y a los demás bienes y valores de la cultura. La educación
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formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente. Este sistema educativo en Colombia está reglamentado por la Ley General de la Educación para el caso preescolar básica y media se tiene la Ley 115 de 1994 donde el Decreto 230 de 2002 no permite que el 5% de la población educativa repruebe el año escolar de esta manera se afecta la calidad en la educación ya que el gobierno prioriza el hecho de que un estudiante no exceda los años de estudio presupuestados por el mismo generando nuevos costos; para el caso de educación superior se tiene la Ley 30 de 1992 es decir que la Ley General de la Educación en Colombia son dos y su diferencia radica en que la inversión por parte del gobierno en la educación para toda la población llega hasta el grado undécimo En la contratación de docentes es de las mejores maneras de distinguir a los establecimientos privados y públicos de calidad, es por las condiciones de contratación de los docentes, puesto que de éstos depende críticamente la calidad de la educación ofrecida. Para el personal docente y administrativo público debe contar con ciertos requisitos, para ser nombrado profesor de universidad estatal u oficial se requiere como mínimo poseer título profesional universitario, su incorporación se efectuará previo concurso público de méritos cuya reglamentación corresponde al Consejo Superior Universitario. Los profesores podrán ser de dedicación exclusiva, de tiempo completo, de medio tiempo y de cátedra “la dedicación del profesor de tiempo completo a la universidad será de cuarenta horas laborales semanales”. Los profesores de cátedra no son empleados públicos ni trabajadores oficiales; son contratistas y su vinculación a la entidad se hará mediante contrato de prestación de servicios, el cual se celebrará por períodos académicos. En las instituciones privadas el código sustantivo de Trabajo establece que los contratos de los docentes se hacen por 10 meses, sin embargo, la Corte Suprema de Justicia estableció que los contratos pueden ser por un periodo mayor o menor, cuando las partes así lo acuerden (Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, Sentencia del 14 de febrero de 1997). En la legislación de la educación superior también tenemos la Ley 749 de julio 19 de 2002 Por la cual se organiza el servicio público de la educación superior en las modalidades de formación técnica profesional y tecnológica, donde se dictan otras disposiciones.
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Para las instituciones de educación superior en el capítulo III artículo 15 deben seguir con los requisitos para el reconocimiento del nuevo carácter académico de instituciones técnicas profesionales y tecnológicas, o su redefinición y sus criterios de evaluación. El Ministerio de Educación Nacional en un plazo no mayor a un año contado a partir de la expedición de la presente ley, con el apoyo técnico del Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior ICFES, de la comunidad académica y del sector productivo del país, definirá los requisitos mínimos que deberán cumplir las instituciones técnicas profesionales y tecnológicas que deseen redefinirse o cambiar su carácter académico al de instituciones universitarias o escuelas tecnológicas, y los criterios para su evaluación en el proceso al que se refieren los artículos anteriores, que serán tenidos en cuenta tanto por las instituciones como por quienes efectúen la evaluación de la información presentada por las instituciones Marco referencial A continuación se presentaran estudios e investigaciones que han realizado diferentes instituciones y autores donde tienen como objetivo demostrar el impacto que genera los docentes en la educación de calidad. Universidad de los Andes (2012). Remuneración salarial eficiente en la educación superior en Colombia, donde realizaron un modelo de agencia aplicado al sector educativo, modelo jerárquico lineal MCO, donde analizaron los salarios de las universidades en Colombia al igual que los incentivos monetarios y como este impacta el logro académicos de los estudiantes de la Universidad del Atlántico, utilizando las variables (estudio de profesores, experiencia docente, incentivo monetario, Salario docentes, talleres ECAES, computadores por programa, número de funcionarios por programa) como resultados de este modelo encontraron que la inversión de recursos por parte del gobierno es complementario a la labor del docente, que si el gobierno central desea incrementar sus beneficios debe obtener un desempeño alto de sus docentes por medio de incentivos; el escalafón de pagos para docentes debe ser intervenido en el pago de doctores y postdoctores ya que no justifica los estudios; como conclusión el modelo confirma la importancia de los incentivos de los docentes en el desempeño de los estudiantes. Fundación Compartir (2014). Tras la excelencia docente, este fue un análisis estadístico y cualitativo (número de graduados por áreas de conocimiento y el número de estudiantes que se dedica
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a la docencia) donde se analizó la importancia del capital humano y la cobertura actual del país Colombia al igual que la importancia de los docentes, teniendo en cuenta la formación previa al servicio, selección, evaluación para el mejoramiento continuo, formación en servicio, remuneración y reconocimiento. Como conclusión definieron la importancia de tener maestros mejores preparados y la importancia de su acompañamiento y constante evaluación, aseguran que el gobierno debe concentrarse en el tema y que de esta forma Colombia lograra ubicarse en el primer lugar en temas de educación en América Latina, si se ponen en marcha estas propuestas se espera un impacto positivo en ámbito académico y económico del país. La clave para mejorar la calidad de la educación en el país es rescatar, dignificar y empoderar a los maestros; el país debe contar con maestros preparados y de cierta manera el gobierno debería apadrinar a los mejores estudiantes para que estos decidan dedicarse a la docencia y para terminar proponen la constante evaluación a los docentes para que este cargo sea por total merito acompañado lógicamente de un aumento salarial de mínimo del 10%.
Leonardo Bonilla y Luis Armando Galvis (2012). Profesionalización docente y calidad de la educación escolar en Colombia, este artículo tuvo como objetivo estudiar el impacto del grado de profesionalización del docente, sobre los resultados de la calidad educativa escolar medida por el desempeño académico en las pruebas SABER 11, se emplearon modelos de variables instrumentales, estos mostraron que el grado de profesionalización docente tienen un efecto positivo sobre el desempeño de los alumnos y este impacto es mayor en el área de matemáticas que en la de lenguaje, concluyeron que la calidad de los docentes no es exógena si o que depende del gasto en la educación por parte del gobierno, además de las brechas que existen en los resultados académicos obtenidos de instrucciones públicas y privadas. Rand Corporation (2013). Examinar los primeros impactos de los principales educadores de becas de rendimiento estudiantil y retención de maestros, tomaron un modelo comparativo de las ganancias de rendimientos de los estudiantes para los profesores que participan en el programa de becarios, donde analiza los impactos en el rendimiento estudiantil y la retención de maestros, en Louisiana y Missouri en el 2011- 2012 a través del 2013- 2014 años escolares para maestros becarios del programa, teniendo como objetivo fomentar el compromiso en las escuelas y mejorar el liderazgo escolar, utilizando variables como (maestros aceptados, becarios, programa, características de los docentes, raza, genero del docente, título obtenido, experiencia) los resultados de la investigación mostraron efectos positivos en el rendimiento de los estudiantes entre los profesores que enseñan matemáticas y ciencias sociales , en las conclusiones preliminares se evidencio el impacto en el
ϭϯ
Página 144
logro del estudiante, en los efectos positivos de los profesores que dictan esos programas que fortalecen al estudiante en el área estadístico, como conclusión el impacto del programa sobre la retención de maestros no es clara, sin un patrón consistente de impactos de retención a través de cohortes o estados, se tendrá que realizar un futuro análisis más grande de los becarios y aprendices para detectar mayor poder estadístico.
MARCO EMPÍRICO La base de datos obtenida en el DANE donde se detalla la información de los docentes para la ciudad de Bogotá a lo largo del periodo de estudio 2007-2012. La base de datos del ICFES muestra el puntaje obtenido por cada estudiante en la prueba SABER PRO y SABER 11, al igual que la universidad de la que va a obtener su título profesional. Para medir el impacto de los docentes en la prueba SABER PRO se generó una nueva base de datos a partir de los datos del DANE y el ICFES con datos individuales por estudiante obteniendo un total de 60.440 observaciones con un muestra obtenida de 112 universidades para Bogotá, la variable independiente a utilizar es el puntaje obtenido en la prueba de lenguaje del Saber Pro ya que es la única que permanece en el tiempo A continuación la tabla 1 detalla la nomenclatura a utilizar en la base. Tabla 1. Nomenclatura base de Datos para los Docentes
Posición 1
Letras e, n
Descripción e: extranjero, n:nacional
2
p,d,m,e,pr,t
3, 4 5,6
tc, vp ti, tf
p:post doctorado, d:doctorado, m:maestria, e:especialización pr: profesional, t:tecnólogo o técnico tc: tiempo completo, vp: vinculación parcial ti: término indefinido, tf: término fijo
Fuente: elaboración propia datos DANE.
Tabla N2 Número de estudiantes que presentaron la prueba SABER PRO (2007-2012)
ϭϰ
Página 145
Año de Presentación Saber Pro N. Estudiantes 2007 4542 2008 5129 2009 12662 2010 4386 2011 14160 2012 19587
Fuente: elaboración propia datos DANE. ANÁLISIS ESTADÍSTICO
Nivel de formación: información de docentes en Bogotá según su nivel de formación Figura 1. Doctores en Bogotá 2007-2013. ϯϬϬ
Ϯϴϯ
Ϯϳϱ
Ϯϲϴ
ϮϱϬ
Ϯϯϭ
Ϯϯϰ
ϮϮϵ
ϮϬϭϬ
ϮϬϭϭ
ϮϬϭϮ
ϮϬϬ ϭϱϬ ϭϬϬ
ϱϬ Ϭ
ϮϬϬϳ
ϮϬϬϴ
ϮϬϬϵ
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
La figura 1 muestra el promedio general de docentes con doctorado para cada año del periodo evaluado (2007-2012) contratados en la ciudad de Bogotá. En esta se puede observar que este número disminuye año a año es decir que a medida que pasa el tiempo se contratan menos doctores en las universidades de Bogotá.
ϭϱ
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Figura 2. Magisters en Bogotá 2007-2012
ϵϬϬ ϴϬϬ ϳϬϬ ϲϬϬ ϱϬϬ ϰϬϬ ϯϬϬ ϮϬϬ ϭϬϬ Ϭ
ϳϴϵ
ϮϬϬϳ
ϳϮϳ
ϮϬϬϴ
ϳϭϭ
ϮϬϬϵ
ϲϬϯ
ϲϭϳ
ϱϵϳ
ϮϬϭϬ
ϮϬϭϭ
ϮϬϭϮ
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
La figura 2 muestra el promedio de docentes con maestría en la ciudad de Bogotá para el periodo 2007-2012, en esta se puede evidenciar la disminución de los docentes contratados con maestría de un año a otro, el mayor impacto se registra en el periodo 2009-2010 donde el promedio disminuyo en 108. Figura 3. Especialistas en Bogotá 2007-2012 ϲϯϬ ϲϮϬ
ϲϭϬ
ϲϬϱ
ϲϭϮ
ϲϭϵ
ϲϬϬ
ϱϵϭ
ϱϵϬ ϱϴϬ
ϱϴϰ
ϱϳϯ
ϱϳϬ ϱϲϬ ϱϱϬ
ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ ϮϬϬϵ ϮϬϭϬ ϮϬϭϭ ϮϬϭϮ
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
La figura 3 muestra el promedio general de docentes con especialización en la ciudad de Bogotá, aunque se evidencia una baja en su contratación del 2007 al 2012 solo se presenta una diferencia de
ϭϲ
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21 docentes en general. El año 2010 el promedio de contratación fue de 573 docentes afectando la tendencia creciente que se venía presentando en años anteriores. Figura 4. Profesionales en Bogotá 2007-2012. ϰϱϬ ϰϬϬ ϯϱϬ ϯϬϬ ϮϱϬ ϮϬϬ ϭϱϬ ϭϬϬ ϱϬ Ϭ
ϯϵϰ
Ϯϰϯ
Ϯϯϳ
ϮϲϮ
ϮϳϬ
ϭϴϮ
ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ ϮϬϬϵ ϮϬϭϬ ϮϬϭϭ ϮϬϭϮ
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE-
La figura 4 permite evidenciar un aumento en el número de docentes contratados con pregrado para la ciudad de Bogotá, el año 2010 represento un año importante para los profesionales interesados en enseñar ya que la contratación llego a duplicarse con respecto al 2007. Figura 5. Brecha en promedios de estudiantes con docentes profesionales y doctores Saber Pro
Fuente: elaboración propia a partir de datos ICFES- DANE.
Esta figura tiene como objetivo evidenciar la brecha existente en los resultados de las pruebas Saber Pro de lectura de estudiantes que tuvieron durante su carrera docentes con pregrado y doctorado
ϭϳ
Página 148
esta brecha es la diferencia que se observa entre la línea continua que representa los profesionales y la línea punteada que representa los doctores, mientras más se acerque a la derecha mejor es el puntaje obtenido en la prueba de lectura. La gráfica muestra que los estudiantes que recibieron cátedra y compartieron con docentes doctores obtienen un puntaje superior que los que recibieron cátedra con profesionales solamente.
Tipo de universidad: a continuación se podrá evidenciar el promedio de docentes que laboran en universidades públicas y privadas discriminado por el nivel de formación. Figura 6. Postdoctores ϴ ϳ
ϲ ϱ ϰ
Privadas
ϯ
Publicas
Ϯ ϭ Ϭ
ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ ϮϬϬϵ ϮϬϭϬ ϮϬϭϭ ϮϬϭϮ Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
La figura 6 muestra el promedio de postdoctores que fueron contratados en la ciudad de Bogotá para el periodo (2007-2012) según el tipo de institución donde laboran. Esta grafica permite evidenciar que los docentes postdoctores que laboran en Bogotá son contratados en su mayoría por universidades privadas.
ϭϴ
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Figura 7. Doctores ϱϬϬ ϰϬϬ ϯϬϬ
Privadas
ϮϬϬ
Públicas
ϭϬϬ Ϭ
ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ ϮϬϬϵ ϮϬϭϬ ϮϬϭϭ ϮϬϭϮ
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
En la figura 7 se muestra la cantidad de docentes con doctorado que fueron contratados por universidades públicas y privadas. En esta figura se puede observar que la brecha ha disminuido casi desapareciendo, demostrando que las universidades privadas han aumentado el interés por la contratación de este tipo de docentes
Figura 8. Magisters ϭϬϬϬ ϴϬϬ ϲϬϬ
Privadas
ϰϬϬ
Públicas
ϮϬϬ Ϭ
ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ ϮϬϬϵ ϮϬϭϬ ϮϬϭϭ ϮϬϭϮ
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
La figura 8 muestra el promedio de docentes con maestría contratados por universidades públicas y privadas en la ciudad de Bogotá, se puede evidenciar que solo en el 2007 las públicas sobrepasaron
ϭϵ
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a las privadas, a partir del 2008 las universidades privadas contrataron mayor número de magísteres en la ciudad de Bogotá. Figura 9. Especialistas ϴϬϬ ϳϬϬ ϲϬϬ ϱϬϬ ϰϬϬ
Privadas
ϯϬϬ
Públicas
ϮϬϬ ϭϬϬ
Ϭ
ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ ϮϬϬϵ ϮϬϭϬ ϮϬϭϭ ϮϬϭϮ Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
La figura 9 muestra el promedio de docentes con especialización que fueron contratados en la ciudad de Bogotá para el periodo (2007-2012) discriminado por el tipo de institución en el que laboran, en todos los años de la muestra las universidades privadas contrataron mayor número de docentes con estas características. Figura 10. Profesionales ϴϬϬ ϳϬϬ ϲϬϬ ϱϬϬ ϰϬϬ
Privadas
ϯϬϬ
Públicas
ϮϬϬ ϭϬϬ Ϭ
ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ ϮϬϬϵ ϮϬϭϬ ϮϬϭϭ ϮϬϭϮ Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
ϮϬ
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En la figura 10 se puede observar el promedio de profesores con pregrado que fueron contratados en Bogotá por universidades públicas y universidades privadas, esta permite evidenciar que las universidades privadas contratan en su mayoría a estos docentes y esto sucede en todo el periodo de estudio (2007-2012).
Tipo de vinculación: a continuación se detalla la información de los docentes según su tipo de vinculación (Tiempo completo o Vinculación parcial) para el periodo de estudio (20072012)
Tabla 3 Docentes tiempo completo Bogotá (2007-2012)
Año 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Docentes Tiempo Completo 750 803 814 759 849 810
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
Figura 11. Docentes tiempo completo
ϵϬϬ ϴϬϬ ϳϬϬ ϲϬϬ
Doctores
ϱϬϬ
Magisters
ϰϬϬ
Especialistas
ϯϬϬ
Profesionales
ϮϬϬ
Otros
ϭϬϬ Ϭ
ϮϬϬϳ
ϮϬϬϴ
ϮϬϬϵ
ϮϬϭϬ
ϮϬϭϭ
ϮϬϭϮ
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
Ϯϭ
Página 152
En la figura 11 se observa la distribución de los docentes que fueron contratados en las universidades con una vinculación tiempo completo en la ciudad de Bogotá para el periodo (2007-2012), esta muestra la participación de los docentes discriminado por su nivel de formación en primer lugar encontramos a los magíster, seguidos por los doctores, luego los especialistas y por último los profesionales; los técnicos y postdoctores tienen una casi nula participación en el mercado de los docentes. Se tiene que las universidades contratan en su mayoría magisters para su planta fija de docentes. Tabla 4 Docentes Vinculación Parcial Bogotá (2007-2012)
Año
Docentes V. Parcial 1112 1062 1032 1053 870 886
2007 2008 2009 2010 2011 2012
Fuente: elaboración propia a partir de datos
DANE.
Figura 12. Docentes vinculación parcial ϭϮϬϬ ϭϬϬϬ Doctores
ϴϬϬ
Magisters
ϲϬϬ
Especialistas
ϰϬϬ
Profesionales
ϮϬϬ
Otros
Ϭ
ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ ϮϬϬϵ ϮϬϭϬ ϮϬϭϭ ϮϬϭϮ Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
ϮϮ
Página 153
La figura 12 muestra la distribución de los docentes que fueron contratados en las universidades con una vinculación parcial en la ciudad de Bogotá para el periodo (2007-2012), en esta se observa la participación de los docentes discriminado por su nivel de formación; en primer lugar encontramos los especialistas que son los más vinculados todos los años, seguidos por los maestros y los profesionales, en último lugar tenemos los docentes con doctorado es decir que estos no se interesan en ser catedráticos. Figura 13. Brecha en promedios de estudiantes con docentes tiempo completo y docentes vinculación parcial en las pruebas Saber PRO
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
La figura 13 tiene como objetivo evidenciar la brecha existente en los resultados obtenidos de las pruebas Saber Pro de lectura por estudiantes que tuvieron durante su carrera docentes tiempo completo o de planta y docentes de vinculación parcial, esta brecha es la diferencia que se observa entre la línea continua y la línea punteada que representa los docentes tiempo completo en la institución, mientras más se acerque a la derecha mejor es el puntaje obtenido en la prueba de lectura. La figura muestra que los estudiantes que recibieron cátedra y compartieron espacios académicos con profesores tiempo completo o de planta obtuvieron un puntaje superior a los que recibieron cátedra con los docentes de vinculación parcial sin tener en cuenta su nivel de formación.
Ϯϯ
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Tipo de contrato: a continuación se detalla la información de los docentes que laboran en la ciudad de Bogotá para el periodo (2007-2012) discriminado por el tipo de contrato con el que fueron vinculados a la universidad.
Tabla 5 Docentes en la ciudad de Bogotá (2007-2012) Contrato Término Indefinido
Año
2007 2008 2009 2010 2011 2012
Contrato T. Indefinido
579 545 608 568 505 528
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
Figura 14. Docentes contrato indefinido
ϳϬϬ ϲϬϬ ϱϬϬ ϰϬϬ ϯϬϬ ϮϬϬ ϭϬϬ Ϭ
Doctores Magisters Especialistas Profesionales Otros
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
La figura 14 muestra los docentes que fueron contratados a término indefinido por la universidad donde laboran año a año, en esta se puede observar que los magisters son los docentes que más se vinculan con este tipo de contrato por año seguidos por los doctores que también tienen una importante participación, luego se encuentran los especialistas y en último lugar los profesionales.
Ϯϰ
Página 155
Tabla 6 Docentes en la ciudad de Bogotá (2007-2012) Contrato termino fijo
Año 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Contrato T. Fijo 1280 1317 1236 1243 1213 1167
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
Figura 15. Docentes contrato fijo ϭϰϬϬ ϭϮϬϬ
ϭϬϬϬ
Doctores
ϴϬϬ
Magisters
ϲϬϬ
Especialistas Profesionales
ϰϬϬ
Otros
ϮϬϬ Ϭ
ϮϬϬϳ
ϮϬϬϴ
ϮϬϬϵ
ϮϬϭϬ
ϮϬϭϭ
ϮϬϭϮ
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
La figura 15 muestra los docentes vinculados a las universidades con un contrato fijo durante el periodo 2007-2012 en todos los años los docentes con especialización se situaron en el primer lugar, en segundo lugar las universidades contrataron a los docentes con maestría seguidos por los profesionales y los docentes con doctorado en último lugar.
Ϯϱ
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Figura 16. Brecha en promedios de estudiantes con docentes con contrato a término fijo y docentes con contrato a término fijo en las pruebas Saber Pro
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
En la figura 16 se puede evidenciar la brecha existente en los resultados de las pruebas Saber Pro en lectura de estudiantes que tuvieron durante su carrera docentes vinculados a la institución con un contrato a término indefinido, esta brecha es la diferencia que se observa entre la línea continua que representa los docentes de contrato a término fijo y la línea punteada que representa los docentes de término indefinido que laboran en la institución. La figura muestra que los estudiantes que recibieron cátedra y compartieron con profesores vinculados con contrato indefinido obtuvieron un puntaje superior a los que recibieron cátedra con docentes de contrato a término fijo.
Nacionalidad: a continuación se detalla la información de los docentes contratados en la ciudad de Bogotá para el periodo (2007-2012) según su nacionalidad colombiana u otra.
Ϯϲ
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Tabla 7 Docentes en la ciudad de Bogotá Colombianos (2007-2012)
Año
2007 2008 2009 2010 2011 2012
Docentes Colombianos
1807 1814 1799 1768 1673 1651
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
Figura 17. Docentes nacionales ϮϬϬϬ ϭϱϬϬ
Doctores Magisters
ϭϬϬϬ
Especialistas Profesionales
ϱϬϬ Ϭ
Otros ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ ϮϬϬϵ ϮϬϭϬ ϮϬϭϭ ϮϬϭϮ Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
En la figura 17 se muestra el número de docentes nacionales contratados en las universidades de la ciudad de Bogotá para el periodo 2007-2012, en esta grafica podemos observar que los docentes con maestría ocupan el primer lugar en todos los años de estudio seguidos por los especialistas, en el tercer lugar se tiene a los doctores solo para los años 2007-2009, pues desde el 2010 los profesionales dejan el último puesto para ocupar el tercero.
Ϯϳ
Página 158 Tabla 8 Docentes extranjeros en Bogotá (2007-2012)
Docentes Extranjeros
Año 2007 2008 2009 2010 2011 2012
56 51 48 44 46 45
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
Figura 18. Docentes extranjeros ϲϬ ϱϬ ϰϬ
Doctores Magisters
ϯϬ
Especialistas Profesionales
ϮϬ
Otros
ϭϬ Ϭ
ϮϬϬϳ
ϮϬϬϴ
ϮϬϬϵ
ϮϬϭϬ
ϮϬϭϭ
ϮϬϭϮ
Fuente: elaboración propia a partir de datos DANE.
La figura 18 muestra los docentes extranjeros de la ciudad de Bogotá para el periodo 2007-2012 en esta figura podemos observar que los doctores han venido disminuyendo con el paso de los años. Sin embargo son los doctores extranjeros los más contratados por las universidades seguidos por los maestros y profesionales; en último lugar se encuentran los especialistas con una participación mínima en todos los años.
Ϯϴ
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Figura 19. Brecha en promedios de estudiantes con docentes extranjeros y nacionales Saber Pro
Fuente: Elaboración propia a partir de datos DANE
La figura 19 muestra la brecha en los resultados de las pruebas Saber Pro en lectura de estudiantes que tuvieron durante su carrera docentes nacionales y extranjeros. En esta figura se puede observar que esta brecha existe y es marcada, es decir que el recibir cátedra y compartir espacios académicos con un docente extranjero visitante tiene un impacto positivo en el resultado obtenido en la prueba de lectura del Saber Pro.
MODELO ECONOMÉTRICO
Para analizar los datos de la base creada a partir del DANE y el ICFES, con el filtro para la ciudad de Bogotá periodo 2007- 2012, se estimará un modelo lineal jerárquico HLM (Hierarchical Linear Model) de dos niveles, modelos introducidos por Lindey y Smith (1972) y desarrollados con aplicaciones a la investigación social por Goldstein (1986), este modelo se introducirá para analizar el impacto que tienen los docentes en la educación superior, considerando su nivel de formación, su tipo de vinculación y su contrato. Se utilizó el modelo HLM porque permite analizar los datos teniendo en cuenta que los estudiantes comparten características similares por pertenecer a la misma universidad tales como nivel estrato, ingreso familiar o el número de horas que labora; esta estructura jerárquica o anidada de datos requiere el uso de este modelo. Este permitirá distinguir el efecto que tiene la variable de los docentes (tipo de
Ϯϵ
Página 160
contrato y nivel de formación) relacionada con los estudiantes en las pruebas Saber Pro, permitiendo así obtener estimaciones más precisas de los coeficientes. Se distinguirá de igual manera la precisión que tiene de salir de una institución público o privada. La tabla 9 describe las variables y covariables del modelo. Tabla N9 Descripción de las variables y covariables del modelo
Lect_sbpro
Nombre
Variable
Descripción Puntaje obtenido en la prueba
Fuente: Tipo de Universidad elaboración (1) Privada (0) Pública Doctores Número de docentes con propia a partir doctores de datos Magisters Número de maestros con maestría DANE e Especialistas Número de docentes con Covariables ICFES. especialización Profesionales Número de docentes con pregrado Se ha Tiempo Completo Ingreso familiar mensual Término indefinido Trabajo del estudiante estimado un Extranjero Número de docentes modelo nulo extranjeros visitantes con errores estándar robustos, es decir sin covariables, considerando los dos niveles, estudiantes Univ_privada
(i), universidades (j) y para la variable dependiente lect_sbpro (puntaje obtenido en la prueba de leguaje de Saber Pro) así pues se tiene
𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑏𝑏𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑖𝑖 = 𝛽𝛽0𝑖𝑖 + 𝛽𝛽1𝑖𝑖 𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑡𝑡𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠 + 𝛽𝛽2𝑖𝑖 𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚 + 𝑢𝑢𝑖𝑖 𝛽𝛽0𝑗𝑗 = 𝛼𝛼0𝑗𝑗 + 𝛼𝛼1𝑗𝑗 𝑢𝑢𝑢𝑢𝑢𝑢𝑣𝑣𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 + 𝛼𝛼2𝑗𝑗 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑 + 𝛼𝛼3𝑗𝑗 𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚 + 𝛼𝛼4𝑗𝑗 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 + 𝛼𝛼5𝑗𝑗 𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 + 𝛼𝛼6𝑗𝑗 𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡 𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖
+ 𝛼𝛼7𝑗𝑗 𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡𝑡 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐+𝛼𝛼8𝑗𝑗 𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒 + 𝑣𝑣𝑗𝑗
ϯϬ
Página 161
Dónde: 𝑢𝑢𝑖𝑖 representa los efectos aleatorios del nivel 1, de los estudiantes, 𝑣𝑣𝑗𝑗 representa los efectos
aleatorios del nivel dos, de las universidades.
Tabla 10 Estimación del modelo primer nivel
VARIABLES
Lect_sbpro
lect_sb11
0.0292*** (0.00191) -0.115*** (0.0101) 8.721*** (0.0962)
Male Constant
Observations 60,440 Number of groups 112 Robust standard errors in parentheses *** p<0.01, ** p<0.05, * p<0.1 Fuente: Elaboración propia a partir de datos ICFES La tabla 10 muestra que todas las variables a primer nivel del modelo son significativas, el estimador que acompaña la variable lect_sb11 nos muestra que por cada aumento en una unidad en el puntaje de la prueba de lenguaje Saber 11 la prueba de lectura del Saber 11 aumentara en 0.02 unidades. Por otro lado la variable male nos muestra que si el estudiante es hombre obtendrá -.0115 puntos en la prueba Saber pro demostrando así que el nivel académico de las mujeres en la prueba es superior que el de los hombres.
Tabla 11 Estimación segundo nivel
Variable Cons Univ-p~a Doctores Maestros Especi~s Profes~n
Estimate 0.2140092 8.20e-06 0.0026693 0.0010185 0.0002443 0.0006651
ϯϭ
Página 162 Termin~f Tiemco~o Extran~o Observations Number of groups
0.0010229 0.0003089 0.0219466 60440 112
Fuente: elaboración propia a partir de datos ICFES.
La tabla 11 muestra todas las variables a segundo nivel del modelo demostrando que todas tienen un efecto positivo en el resultado obtenido en la prueba, los docentes que generan más impacto en la prueba teniendo en cuenta su nivel de formación son aquellos que tienen un doctorado es decir que por cada 100 profesores adicionales que tenga un doctorado el estudiante obtendrá 0.2 puntos más en la prueba, en segundo lugar se encuentran los magisters en este caso por cada 100 docentes adicionales que tenga este nivel de formación el estudiante obtendrá 0.1 puntos más en la prueba, lo mismo sucede con los docentes que independientemente de su nivel de formación son contratados a término indefinido. La variable que genera un mayor impacto es la de los extranjeros pues por cada 10 docentes extranjero visitantes adicionales que interactúen con el estudiante este obtendrá 0.21 puntos más en su prueba lo que podría generar interés por parte del gobierno en el método de enseñanza o la calidad de educación recibida por estos docentes. Con estas estimaciones se puede confirmar que la heterogeneidad de los desempeños académicos de los estudiantes de educación superior se debe a factores de estudiante y universidad los cuales pueden ser controlados por el estado y por las mismas instituciones prestando atención a su método de selección y los incentivos que se otorguen a los maestros.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES En Colombia se cuenta con un sistema de medición de la calidad de la educación por medio de pruebas estandarizadas, estas son creadas y controladas por el ICFES. De esta manera se puede hacer uso de los puntajes de los estudiantes para medir la calidad y eficiencia del profesor, como un valor agregado de la capacidad de cada estudiante para desarrollar sus conocimientos cognitivos a futuro, algunos factores importantes analizados en el documento son la calidad, el tiempo dedicado y su formación académica.
ϯϮ
Página 163
En las estadísticas de las bases de datos, creada a partir del DANE y el ICFES, con filtro para la ciudad de Bogotá periodo 2007- 2012, se pudo observar que en las universidades de Bogotá en promedio tienen más docentes con títulos de profesionales y especialistas, mientras que el promedio de posdoctorados es relativamente bajo o casi nulo. También se evidenció que existe una brecha en el desempeño de los estudiantes que reciben clase de profesores con títulos de doctorados y profesionales. Por otro lado podemos evidenciar que en promedio los magisters trabajan más en universidades privadas que públicas, esto generar una desventaja a las universidades públicas pues las privadas cuentan con docentes de una mayor formación y una dedicación completa a los estudiantes, aunque con el paso del tiempo las universidades públicas ha disminuido la brecha de contratación de docentes con doctorado casi que desapareciéndola para el año 2012. En el modelo estimado los doctores generan un impacto importante en el desempeño de la prueba por cada 100 docentes adicionales en una universidad con título de doctorado el estudiante aumentara su puntaje en aproximadamente 2% ; sin embargo, cada año el promedio de docentes con doctorado que laboran en la ciudad de Bogotá es menor, se infiere que existe una fuga de cerebros a países que sí apoyan y respaldan la labor de los maestros con más beneficios y mejor salario o simplemente son cada vez menos los interesados en ser docentes precisamente por la falta de incentivos, considerando que cada vez se gradúan más docentes. Según estadísticas del Ministerio de Educación Superior la matrícula en doctorados ha tenido un crecimiento anual para el periodo 2010- 2013 del 17,8% demostrando que sí existe interés por realizar un doctorado pero no por dedicarse a la docencia. Se confirman los efectos heterogéneos en la educación, por esta razón se estima un modelo HLM considerando la estructura anidada de los datos educativos en sus niveles de estudiante y universidad se toma como variable dependiente el puntaje individual obtenido en la prueba de lenguaje del Saber Pro. El resultado del modelo muestra que los factores del estudiante y la universidad son determinantes en el desempeño de la prueba. Si los docentes como agentes económicos responden a incentivos el gobierno debería prestar atención al informe presentado en la Fundación Compartir (2014) donde se recomiendan aumentos de salario y bonificaciones por cumplimiento, de esta manera se pueden retener y empoderar a los maestros para que cumplan sus funciones y generen un plus en cada estudiante con el que comparten espacios académicos; esto lógicamente debe respaldarse por un proceso de selección riguroso que permita que estos cargos sean ocupados por personas que por mérito lo consigan.
Página 164
ϯϯ
Se concluye, entonces, que es importante vincular a docentes con un alto perfil académico a las instituciones de educación superior, así mismo vincular a profesores visitantes extranjeros para incrementar el capital humano de los estudiantes con calidad.
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ANEXOS TABLAS PARA ELABORACIÓN DE FIGURAS
Promedio general de docentes en Bogotá (2007-2012) Año
Postdoctores 2007 2008 2009 2010 2011 2012
0 1 4 3 2 3
Técnicos y Doctores Magister Especialistas Profesionales tecnólogos 283 789 605 182 275 727 612 243 268 711 619 237 231 603 573 394 234 617 591 262 229 597 584 270
Promedio General de Docentes en Bogotá por Tipo de Universidad Pública- Privada (2007-2012) Postdoctores Doctores Magisters Año Privadas Públicas Privadas Públicas Privadas Públicas 2007 0 0 207 476 753 879 2008 1 1 301 246 908 528 2009 6 1 233 317 782 613 2010 7 1 273 200 799 463 2011 3 1 261 208 740 492 2012 6 0 232 227 686 497 Especialistas Profesionales Técnicos y tecnólogos Privadas Públicas Privadas Públicas Privadas Públicas 2007 624 557 624 557 5 3 2008 691 526 691 526 5 10 2009 632 602 632 602 4 12 2010 734 459 734 459 6 9 2011 668 513 668 513 15 9 2012 644 516 644 516 9 17 Promedio de docentes contratados tiempo completo en Bogotá (2007-2012) Año Doctores Magisters Especialistas Profesionales
Otros
4 7 7 8 12 13
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Página 168 2007 2008 2009 2010 2011 2012
221 210 208 177 178 170
317 306 309 278 295 271
123 132 142 143 187 177
89 154 153 157 184 188
0 1 2 5 6 4
Promedio de docentes contratados vinculación parcial en Bogotá (2007-2012) Año Doctores Magisters Especialistas -Profesionales Otros 2007 62 471 482 97 0 2008 65 420 486 89 2 2009 60 402 481 85 5 2010 54 325 431 236 7 2011 57 323 404 79 7 2012 59 327 407 85 7 Promedio de docentes contratados término indefinido en Bogotá (2007-2012) Año Doctores Magisters Especialistas Profesionales Otros 2007 140 229 109 101 2008 130 213 97 103 2009 151 237 116 100 2010 127 229 117 95 2011 113 206 99 86 2012 120 204 110 91
0 2 4 1 2 3
Promedio de docentes contratados termino fijo en Bogotá (2007-2012) Año Doctores Magisters Especialistas Profesionales Otros 2007 142 560 496 78 2008 144 511 515 140 2009 117 473 504 135 2010 104 374 455 299 2011 121 412 491 176 2012 109 393 474 178
4 7 7 10 13 13
Promedio docentes en Bogotá de nacionalidad colombiana (2007-2012) Año Doctores Magisters Especialistas Profesionales Otros 2007 260 775 601 166 2008 245 714 609 229 2009 247 699 615 227 2010 211 593 570 383 2011 216 605 588 250
5 8 11 11 14
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Página 169
2012
210
586
580
259
Promedio docentes en Bogotá de otra nacionalidad (2007-2012) Año Doctores Magisters Especialistas Profesionales Otros 2007 22 13 5 16 2008 21 12 4 14 2009 21 11 4 11 2010 20 10 4 10 2011 19 12 4 12 2012 19 11 3 11
16
0 0 0 1 0 1
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