Septiembre de 2014
Apóstol de la Juventud Boletín informativo Causa de Beatificación
No. 4
Luis Amigóde la Santidad Gigante
El recuerdo de su profesión religiosa Vivió el año del Noviciado como una de sus mejores experiencias de vida. Luego de ser aprobado para ser religioso, profesó el 18 de abril de 1875 en la tercera semana de pascua. Gozaba de bastante aprecio por parte de su maestro de novicios y por eso lo tenía como uno de los novicios predilectos hasta el punto de querer conservarlo consigo hasta después de su profesión religiosa. La llegada de un gran amigo al convento Recuerda la llegada del reverendo Padre Ambrosio de Benaguacil como una de las mejores promesas que fueron admitidas para el convento de Bayona. El P. Ambrosio le encarga a Fray Luis un grupo de jóvenes con vocación religiosa que posteriormente fueron la base de la nueva congregación de religiosas Terciarias Capuchinas. El grupo de hermanas que vivía en el Santuario de Montiel fue la herencia más grande que recibió nuestro Padre de su gran amigo el P. Ambrosio cuando le dijo: “joven tú te encargarás de mis monjitas”. Inicio de los estudios teológicos Con gran rigor y sin pérdida de tiempo da inicio a sus estudios teológicos con el ánimo de extender la congregación por toda España.
Sabías que: - El convento de la Magdalena fue fundado en el año 1596 y su iniciador fue S. Lorenzo de Brindis. - Durante la guerra civil española el Santuario de Nuestra Señora de Montiel fue abandonado y quedó en ruinas, y en 1949 afrontando grandes dificultades y sacrificios, la Madre Manuela de Almoines, Terciaria Capuchina emprende su reconstrucción. - El padre Luis Amigó se ordinó sacerdote en el convento de Montehano el 29 de marzo de 1879.
Posteriormente recibe las ordenes menores conferidas por el obispo de Bayona Monseñor Francisco Lacroix el 10 de Junio de 1876 en el tiempo de Pentecostés. Visibilidad de la vida y obra de Luis Amigó
Boletín informativo Causa de Beatificación
Proceso
Vaticano para el reconocimiento de un
milagro en una Causa de Beatificación Una vez concluidos los procesos de documentación e históricos, se revisan las llamadas “señales divinas” que confirmen el juicio de la Iglesia respecto a la virtud o el martirio del siervo de Dios. La Iglesia Católica toma por tal señal divina un milagro obrado por intercesión del candidato. Pero el proceso por el cual se comprueban los milagros es tan rigurosamente jurídico como las investigaciones sobre el martirio y las virtudes heroicas. Se toma en cuenta: a) Que Dios ha realizado verdaderamente un milagro, casi siempre la curación de una enfermedad, y b) que el milagro se obró por intercesión del siervo de Dios. A su vez, el obispo de la diócesis en donde ocurrió el milagro presentado como evidencia reúne pruebas para enviarlas a la Congregación. Las pruebas son investigadas por un equipo de médicos especialistas quienes determinan que la curación no ha podido producirse por medios naturales. En el caso del padre Luis Amigó cuya Beatificación es por virtudes heroicas se han presentados varios milagros a estudio siendo los más relevantes los del niño de Emanuel Eliecer de México “que nació con muchos problemas, se curó sin explicación médica alguna tras invocar su familia la ayuda de Luis Amigó, hoy es un joven sano”, y el milagro del ahora ingeniero Rodrigo Barros nacido en Caracas, Venezuela que naciera con los intestinos afuera, con muchas reservas de los médicos que lo atendieron en su época, el pronóstico era reservado y nada alentador, ahora está totalmente sano.
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