Frente 153

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153 crónica la pulpa al centro de todo Versus glenn lowry comida cocina francesa música nrmal cine gonzález arte melquiades herrera letras roberto wong diseño artis nimanis escena invierno DEl 26 DE FEBRERO AL 11 DE MARZO DE 2015 | $0.00 CERO PESOS | AÑO 3 | WWW.FRENTE.COM.MX

Ficunam el arte de Festival internacional de cine de la unam

tomar riesgos

Por Mariana Linares Cruz, roberto garza y roger koza


QUE NO TE LO GANEN Estos son los lugares donde encontrarás FRENTE cada 14 días.

148

147

crónica libros fantasma Versus tryno maldonado comida medio oriente música belle & sebastian cine godfrey reggio arte micromegas letras sobre johnny ramone y pussy riot medios lego batman 3 diseño carla fernández app escena festival internacional de improvisación: impromitotl DEl 4 al 17 DE DICIEMBRE DE 2014 | $0.00 CERO PESOS | AÑO 3 | WWW.FRENTE.COM.MX

crónica el circo vacío Versus Nahum maNtra comida rameN música KiNKy cine güeros arte sophie calle letras irviNe Welsh medios the KilliNg diseño casas prefabricadas escena el matrimoNio palavraKis DEl 20 DE NOVIEMBRE AL 3 DE DICIEMBRE DE 2014 | $0.00 CERO PESOS | AÑO 3 | WWW.FRENTE.COM.MX

La última frontera Yuri herrera y jordi soler en:

RodRigo PRieto ¿De qué está hecho el fotógrafo de Iñárritu, Ang Lee y Scorsese? Por Lorena Villa Parkman

Por Fe liPe

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144

CRÓNICA CIUDAD INTERIOR VERSUS DANIEL KARSLAKE COMIDA PURAS HAMBURGUESAS MÚSICA ENJAMBRE CINE 57 MUESTRA INTERNACIONAL ARTE FARO & FARO LETRAS MARTÍN SOLARES MEDIOS TELE VS. TELE DISEÑO ABIERTO MEXICANO ESCENA COMPAÑÍA GÉNERO MENOR DEL 9 AL 22 DE OCTUBRE DE 2014 | $0.00 CERO PESOS | AÑO 3 | WWW.FRENTE.COM.MX

Entrevista por Diego Rabasa con un texto de Sergio González Rodríguez

143

CRÓNICA EL INQUISIDOR DEL WALMART VERSUS TÉMORIS GRECKO COMIDA FOOD TRUCKS MÚSICA MUTEK CINE LAS DOS CARAS DEL FICM ARTE EL FUROR POR YAYOI KUSAMA LETRAS LUIZ RUFFATO MEDIOS UN RÉQUIEM ANTICIPADO DISEÑO TOROLAB: LA GRANJA ESCENA WIM VANDEKEYBUS

DEL 6 AL 19 DE NOVIEMBRE DE 2014 | $0.00 CERO PESOS | AÑO 3 | WWW.FRENTE.COM.MX

ABRAHAM CRUZVILLEGAS un artista indisciplinario

rbo Soto Vite

CRÓNICA QUEENS OF THE STONE AGE VERSUS EDUARDO SALLES COMIDA CINE Y COCINA MEXICANA MÚSICA CARIBOU CINE LA CASA DEL CINE MX ARTE EN ESTO VER AQUELLO LETRAS NICOLÁS CABRAL MEDIOS ODIAR A APPLE SE VOLVIÓ COOL DISEÑO MARIKA VERA ESCENA FESTIVAL OTRAS LATITUDES DEL 25 DE SEPTIEMBRE AL 8 DE OCTUBRE DE 2014 | $0.00 CERO PESOS | AÑO 3 | WWW.FRENTE.COM.MX

EMILIANO MONGE ENTREVISTA A

LUIS ESTRADA POR RULO

EL CINEASTA QUE HA HECHO ENOJAR A DOS PRESIDENTES Y UNA TELEVISORA

CAFETERÍAS El Jarocho Centenario | El Jarocho Taxqueña | El Jarocho Av. México | El Jarocho Cuauhtémoc | El Jarocho Miguel Ángel de Quevedo | Finca Santa Veracruz Álvaro Obregón | Finca Santa Veracruz Bajo Puente | Finca Santa Veracruz Cineteca Nacional | Finca Santa Veracruz Juanacatlán | Finca Santa Veracruz Mazatlán | Finca Santa Veracruz Parque México | Starbucks de Roma y Condesa || CENTROS CULTURALES Biblioteca Vasconcelos | Casa de La Cultura Tlalpan | Casa Refugio Citlaltépetl | Casa Vecina | Centro Cultural Aliac | Centro Cultural Bella Epoca | Centro Cultural Border | Centro Cultural Casa Del Lago | Centro Cultural Del Bosque | Centro Cultural España | Centro Cultural Helénico | Centro Cultural Universitario Tlatelolco | Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia | Centro de La Imagen | Foro Shakespeare | Laboratorio Arte Alameda | Proyectos Monclova | Teatro Bar El Vicio | X Teresa Arte Actual || CINES Autocinemas Coyote | Cine Tonalá | La Casa del Cine || HOTELES Hoteles Habita Condesa | Distrito Capital | Downtown y Polanco; María Condesa; Masiosare Hostal; Hotel Casa San Ildefonso || LIBRERÍAS El Sótano | FCE Alfonso Reyes | FCE Octavio Paz | FCE Rosario Castellanos | Librerías Gandhi || MUSEOS Casa de Arte Público Siqueiros | Museo de Arte Carrillo Gil | Museo de Arte Moderno | Museo de Arte Popular | Museo del Chopo | Museo Diego Rivera | Museo Dolores Olmedo | Museo Franz Mayer | Museo Frida Kahlo | Museo Jumex | Museo Nacional de las Artes | Museo Rufino Tamayo | Museo Universitario de Arte Contemporáneo | Museo Universitario de Ciencias y Arte (Muca) | Museo Universitario del Chopo | Palacio de Bellas Artes


del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015 | índice | frente | 3

Editorial por felipe soto viterbo Dirección general Gustavo Guzmán

Dirección editorial Raúl David Vázquez | ruleiro@frente.com.mx

editor GENERAL Felipe Soto| fsoto@frente.com.mx

editora PRINT Lorena Villa Parkman | lorena@frente.com.mx

EDITORA web Abril Mulato | amulato@frente.com.mx

Editores Agenda Mariana Coppel | mcoppel@frente.com.mx agenda@frente.com.mx

Música Cristina Pérez | cperez@frente.com.mx Humberto Morales | hmorales@frente.com.mx

Cine Roberto Garza | roberto@frente.com.mx

CINÉFILOS POR DEFINICIÓN

#153

A

fuerza de ver dos o tres películas a la semana, muchas personas se autodefinen como cinéfilas: es de esas palabras que se ven mucho en el espacio que los usuarios en Twitter ponen de sí mismos (y si se remata con la frase “por convicción”, el caso es clínico). Pero ni la cantidad ni la filia suplen a la calidad. Si la dieta cinematográfica está hecha de cintas con explosiones, chick flicks, dibujos animados con princesas y comedias de Adam Sandler o de Eugenio Derbez, es inevitable que la sensibilidad al lenguaje fílmico se malogre. El alto costo de la realización de las películas y la tentación de caer en fórmulas que buscan garantizar los ingresos en taquilla, suelen uniformar las producciones y, a partir de ello, estandarizar los gustos. Entre los complejos cinematográficos, el de la-mismapeli-en-todas-las-salas es el más diagnosticado (sin importar que los títulos sean diferentes). Por eso, que la ciudad acoja una exhibición de proyecciones de la magnitud, variedad y buen gusto que nos trae el Festival Internacional de Cine de la unam (ficunam), es para ponerlo en portada. Ésos son filmes que escapan de la homogeneidad, que retan al espectador, que empujan la idea que se tiene de lo filmable. Sea el lector tan amable de parar de leer esta carta editorial ahora mismo e ir al artículo de portada para enterarse sobre el camino que ha recorrido el FICUNAM desde el 2011, el reto que implica ser un buen programador de festival de cine, y lo que puede verse en las pantallas de las salas del Centro Cultural Universitario y otras sedes. Aprovechando que en este punto ya nadie está leyendo esto, me complace informar que desde hace unas semanas en la página web de Frente estamos poniendo diariamente contenido de primera con lo mejor de la cultura de la ciudad: hemos reforzado nuestra plantilla de editores y reporteros y pronto vendrán muchas más sorpresas. No la pierdan de vista.

Comida Alonso Ruvalcaba | aruvalcaba@frente.com.mx

Arte Christian Gómez | christian@frente.com.mx

Letras Diego Rabasa | diego@frente.com.mx

ESCENA Mayté Valencia Salinas| mayte@frente.com.mx

DIRECTORA DE ARTE Astrid Stoopen | astrid@frente.com.mx

diseño editorial Claudia Cedeño | claudia@frente.com.mx

COORDINACIÓN de fotografía Victoria Garza Levy | vicky@frente.com.mx

En este número Gabriela Jáuregui

Es doctora en Literatura Comparada por parte de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles. Es autora de Controlled Decay (Akashic Books, NY, 2008) y coautora de Taller de taquimecanografía (Tumbona Ediciones, 2012). Es cofundadora y editora de sur+ ediciones y colaboradora en Art Review, Frieze y Creative Time Reports entre otras publicaciones

corrección Paula Bouchot

Distribución Arturo Hiriart | ahiriart@frente.com.mx Más por más | Presidente Masaryk 169, Col. Chapultepec Morales, Mexico, DF. CP. 11570.

oficina frente Yoali Maya Guzmán | yoali@frente.com.mx

Luis Rivera

Periodista y aspirante a lingüista. El primer mail que lee todos los días es el newsletter de la Fundéu. La única columna a la que asiste sin falta cada domingo es la de Javier Marías en El País Semanal. Antiguo periodista deportivo. De aquello sólo quedó una afición por el tenis y en especial admiración hacia Rafael Nadal.

Colaboradores Abraham Cruzvillegas, Julio Trujillo, Rodrigo Márquez Tizano, Luigi Amara, BEF, Fausto Alzati Fernández, Mariana Linares Cruz, Roger Koza, Cucho Jiménez, Ramón Ruiz Sampaio, Lulú Urdapilleta, Humberto Morales Cruz, Emilio Rivaud, Toni François, Luis Rivera, Cris Winters, Fernando Hernández Urias, Pablo Rojas, José Velasco, Burgerman, Abraham Huitrón, Valeria Cepeda, Jorge Ledezma, Carlos Velázquez, WARpig, Eduardo Salles

CONSEJO ADMINISTRATIVO Gustavo Guzmán, Alejandro Romero, Rodrigo González, Miguel Heredia, Jorge Obregón, José Jorge David Vázquez, Raúl David Vázquez, Luis Enrique Wah y Rodrigo Velázquez.

Mariana Coppel

La encargada de hacer las agendas nació en Guadalajara. Ha trabajado en el periódico Público (ahora Milenio) y en Mural, del grupo Reforma. Le gusta tomar fotos y escribir; también el rock. Ama a los gatos a Jack White y a Ignatius Reilly. Llegó a la capital hace poco más de un año para trabajar en Máspormás y aquí sigue, extrañando el pan birote.

LA ciudad DE FRENTE. Periódico de distribución gratuita; se publica quincenalmente. Publicado por La Ciudad de Frente a sus Contenidos, S.A. de C.V. Editor responsable: Felipe Soto Viterbo. Número de certificado de reserva de derechos al uso exclusivo otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor 04-2010-112411305400-101. Certificado de Licitud de Título y Contenido: No. 15162 del 8 de mayo de 2011. Domicilio de la publicación: Tula 13, Col. Condesa, Delegación Cuauhtémoc, C.P. 06140, México, D.F. T 5914 0335. Impreso por: SPI Servicios Profesionales del Impresión. Mimosas 31, col. Santa María Insurgentes. Del. Cuauhtémoc. C.p. 06430. T. 51170100. Los artículos de los autores colaboradores de esta publicación reflejan únicamente la opinión de los mismos y no necesariamente coinciden con la de esta editora. D.R. ©La Ciudad de Frente a sus Contenidos, S.A. de C.V., México, 2012. www.frente.com.mx Se prohíbe la reproducción parcial o total de las obras y demás contenidos de esta publicación sin previa autorización por escrito de la editora.


4 | frente | índice | del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015

Índice #153

PORTADA compuesta con ilustraciones que dr. Lakra generó para los carteles del FICUNAM 2015. portada alterna still de: Agarrando pueblo Carlos Mayolo y Luis Ospina, 1978

7 AGENDA

Música, Cine y Arte

12 CONTRALORÍA

Abraham Cruzvillegas, Julio Trujillo, Rodrigo Márquez Tizano, Luigi Amara, BEF

14 CRÓNICA

La pulpa al centro de todo por Fausto Alzati Fernández

48 LETRAS

17 VERSUS

Glenn Lowry por Gabriela Jáuregui

Roberto Wong: la literatura, esa posibilidad por Fernando Hernández Urias Pensar el dolor por Lorena Villa Parkman Novedades editoriales por Fernando Hernández Urias

20 EN PORTADA

52 ESCENA

30 MÚSICA

56 COMIDA

FICUNAM 2015. El arte de tomar riesgos por Mariana Linares Cruz, Roberto Garza Y Roger Koza.

NRMAL: encontrar tu banda favorita es una cuestión de vida o muerte por Humberto Morales Cruz Balkan: lo exótico ya cotidiano por Humberto Morales Cruz Columna El sonido anterior por Emilio Rivaud La Roma Records Columna Timba Tintín por Jesús Pacheco Arriba/Abajo por Toni François + Reseñas discos y La vara

36 CINE

Estafa en nombre del Señor por Roberto Garza Vincent Moon: lente sonoro por Luis Rivera + Estrenos

40 ARTE

Melquiades Herrera en un tomo por Pablo Rojas Un paseo por la historia del arte en 9m2 por Gabriela Jáuregui Un vistazo al Ojo del siglo por Gabriela Jáuregui

44 DISEÑO

Artis Nimanis, reflejos de Letonia por Cris Winters Perfil Sangre de mi Sangre por Cris Winters

La universalidad de lo individual por Mayté Valencia Las delicias de la discordia por José Velasco Columna Mutis por Mayté Valencia

Trufas del Périgord: cine, mamonería y cocina francesa por Alonso Ruvalcaba Guarniciones | Pesca del día Columna El rincón de Burgerman por Burgerman

60 debutantes Hijos del maíz 42 El pecadito

59 gráfica

Amor apache por Pastra García

62 DETRÁS

Charlyfornication por Carlos Velázquez Mi veldá por WARpig Acné por Gibrán Michel

64 maldad ilustrada por Eduardo Salles




del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015 | AGENDA | frente | 7

Agenda

#153

Música | Cine | Arte | Escena

1

3

Habitar en la lava

Safari en Tepito

Mextrópoli

EuroJazz

2

4

1

2

3

4

Habitar EN la lava Una exposición que ahonda en la riqueza arquitectónica del Pedregal, que fue edificado sobre lava volcánica y trazado, en su mayoría, por los arquitectos Luis Barragán y Max Cetto. El sábado 7 de marzo habrá pláticas sobre la urbanización de la zona (11 horas). El domingo 8 habrá un recorrido por las casas más representativas, guiado por el arquitecto Plutarco Barreiro. Centro Cultural Pedregal Avenida de las Fuentes 557, Jardines del Pedregal. Recorrido, 11 horas. Inscripciones al correo: fundarqmx@gmail.com $350

SAFARI EN TEPITO Safari en Tepito es una propuesta de teatro con un enfoque de intervención social donde el espectador se interna en uno de los barrios más bravos de la Ciudad de México. Dirigido por Daniel Jiménez Cacho, el proyecto consiste en un recorrido por las calles de Tepito durante el cual se presentan cuatro obras de teatro que cuentan historias de la colonia y que son ejecutadas en las casas de algunos habitantes emblemáticos. Teatro El Milagro, Milán 24, Juárez. Del 26 de febrero al 29 de marzo. De jueves a domingo, de 17 a 21 horas. $400

MEXTRÓPOLI Mextrópoli es un festival de Arquitectura y Ciudad organizado por Arquine. A través de charlas, talleres, intervenciones urbanas y rutas arquitectónicas, se busca crear un vínculo entre los que planean los espacios públicos y los que los habitan. Del 6 al 10 de marzo. Para consultar las sedes y el programa de actividades visita www.mextropoli.mx.

EUROJAZZ Los sábados y domingos de marzo el Cenart recibirá a jazzistas de Alemania, Austria, España, Francia, Polonia y Cuba, entre otros países. Tríos, pianistas, saxofonistas, cantantes y expertos en este género musical estarán dando conciertos gratuitos y sesiones especiales donde hablarán de sus experiencias como compositores e intérpretes. CENART Río Churubusco 79, Coyoacán. Del 1 al 22 de marzo Sábados, 13:30 y 17 horas. Domingos, 17 horas. Entrada libre.

Arte

Escena

Arquitectura

música


8 | frente | AGENDA | del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015

A agenda

Lo mejor de la semana del 26 de febrero al 4 de marzo

Jueves 26

Viernes 27

Sábado 28

Domingo 1

Arte CICLO DE CINE: V Master Houses of the World Proyección: Casa Estudio Luis Barragán. Documental de Rax Rinnekangas. | De 16 a 18:30 horas. AUDITORIO MUSEO TAMAYO Paseo de la Reforma 51, Bosque de Chapultepec. | Entrada libre. Cupo limitado.

Música MEXICATS RECORDS PRESENTA: TERCER NOCHE FELIna JENNY AND THE MEXICATS + TREN A MARTE 21 horas. CARA DURA Nuevo León 73, Condesa. $120

Música ELECTRIC DAISY CARNIVAL David Guetta, Tiësto y Paul Oakenfold. 14 horas. AUTÓDROMO HERMANOS RODRíGUEZ Viaducto Piedad y Río Churubusco s/n, Cd. Deportiva. | $947

LETRAS FERIA DE MINERÍA: JIS CONVERSA DE SEXO CON FERNANDO RIVERA CALDERÓN 14 horas. PALACIO DE MINERÍA Tacuba 5, Centro. $20

Cine JUEVES DE CENA CINEMA: DARIELA LOS MARTES (Mauricio T. Valle, México, 2014) 20 horas. FILMCLUB CAFÉ Blv. Manuel Ávila Camacho 1695, La Florida. Reservaciones: 5373 9055

Música AZUL CASI MORADO Celebrando a Santa Sabina 20:30 horas. TEATRO DE LA CIUDAD Donceles 36, Centro. $130-$190

Música FESTIVAL NRMAL Phantogram, Mouse on Mars, Porter, The Black Angels, Machinedrum, Chancha vía Circuito, Peaking Lights, El último vecino. 12 horas. DEPORTIVO LOMAS ALTAS Av. Constituyentes 851. | $900

Escena LOS EQUILIBRISTAS Falso documental sobre la Revolución mexicana. Compañía: Vaca 35. Dramaturgia: David Gaitán. Dirección: Damián Cervantes. 18 horas. TEATRO LA CAPILLA Madrid 13, Del Carmen. | $100-$150

Escena MOSCA Y ARAÑA Estreno. Dirección: Lucero Elvira. Dramaturgia: Gabriel Pingarrón. Elenco: Deyda Palomar y Javier Centeno. 20:30 horas. FORO SHAKESPEARE Zamora 7, Condesa. | $250

Música LOS FOLKLORISTAS 21 horas. LUNARIO Costado poniente del Auditorio Nacional. $400-$800

Escena AEROPLANOS Ignacio López Tarso, Manuel “el Loco” Valdés y Sergio Corona. TEATRO SAN JERÓNIMO INDEPENDENCIA Periférico Sur 3400, Unidad Independencia. | $550

Música ORQUESTA SINFÓNICA NACIONAL Beethoven, Octeto para alientos. Mozart, Sinfonía n° 25. J.Brahms, Concierto para violín. 12:15 horas. PALACIO DE BELLAS ARTES Eje Central y Juárez. | $80- $160


del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015 | AGENDA | frente | 9

Lunes 2

Martes 3

Miércoles 4 ¡Ya revivió nuestro correo! Mándanos tu evento. agenda@frente.com.mx

Arte APROXIMACIONES AL ARTE CONTEMPORÁNEO Módulo 1: La imagen: de la pintura del siglo XIX a la imagen digital del XXI. Imparte la historiadora Fabiola Aguilar. De 11 a 14 horas. Hasta el 4 de mayo. MUAC Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria. | $3500

Arte LA PIZARRA MÁGICA Exposición colectiva de artistas visuales emergentes. Lunes a viernes de 10 a 19 horas. GALERÍA NOOX Monterrey 156, Roma Norte. Entrada libre.

Arte MIÉRCOLES DE SOMA Charla con Francisco Ugarte, artista contemporáneo. 20:30 horas. SOMA Calle 13, núm. 25, San Pedro de los Pinos. Entrada libre. Cupo limitado.

Escena FRAGMENTOS Última función. De Jonathan Huesca C. 20:45 horas. FORO SHAKESPEARE Zamora 7, Condesa. $165

Arte ALOTROPOS Martes a domingo, de 10 a 19 horas. MUSEO UNIVERSITARIO DEL CHOPO Enrique González Martínez 10, Santa María la Ribera. $30

Música ZAZ Presenta su tercer álbum París. 21 horas. EL PLAZA CONDESA Juan Escutia 4, Condesa. $350-$550

Cine FICUNAM: AMOUR FOU (Jessica Hausner, Austria, 2014) 16:15 horas. SALA MIGUEL COVARRUBIAS Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria. | $30

Cine CICLO PASAJES DE CINE: EL JARDÍN IMAGINARIO 20 horas. (Guillermo G. Peydró, España, 2012) CINE CLUB REVOLUCIÓN Revolución 1608, San Ángel. Entrada libre.

PLAN B NOCHE DE BICI EN CHAPULTEPEC Reocrridos para mayores de 15 años. 18:30 horas. CASA DEL LAGO Bosque de Chapultepec s/n, Miguel Hidalgo. $50


10 | frente | AGENDA | del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015

A agenda

Lo mejor de la semana del 5 al 11 de marzo

Jueves 5

Viernes 6

Sábado 7

Domingo 8

Arte DEMO PUNK: ALTERNATIVA Y RESISTENCIA NUEVA. Muestra sobre el movimiento punk en México. Martes a domingo, de 10 a 19 horas. MUSEO UNIVERSITARIO DEL CHOPO Enrique González Martínez 10, Santa María la Ribera. | $30

Arte BIOMÍMESIS, 2015, DIEGO Y PEDRO Paisaje sonoro formado por grabaciones de sonidos emitidos por materia no viva. 13, 14, 16:30 y 17:30 horas. CASA DEL LAGO Bosque de Chapultepec s/n, Miguel Hidalgo.

Arte HENRI CARTIER-BRESSON. LA MIRADA DEL SIGLO XX Fotografías. Martes a domingo, de 10 a 17:30 horas. PALACIO DE BELLAS ARTES Eje Central y Juárez. $49

Arte MEXTRÓPOLI: RUTA COYOACÁN DESCONOCIDO Recorrido por las calles del barrio. 9:30 horas. FONOTECA NACIONAL Francisco Sosa 383, Coyoacán. Previo registro en la página www.mextropoli.mx.

DANZA EL LAGO DE LOS CISNES Representación en la isla menor del lago de Chapultepec. 20 horas. LAGO DE CHAPULTEPEC Paseo de la Reforma esq. Circuito Interior, Chapultepec Polanco. | $165- $221

Música PUDDLE OF MUDD Banda de post-grunge. 21 horas. EL PLAZA CONDESA Juan Escutia 4, Condesa. $466-$788

CINE FICUNAM CLAUSURA: PHOENIX (Christian Petzold, Alemania, 2014) SALA JULIO BRACHO Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria. Entrada libre.

Música EUROJAZZ: SPHERICAL REFLECTIONS Dúo conformado por el mexicano Daniel Hidalgo Wong y Heiko Dijker. 17 horas. CENART Río Churubusco 79, Coyoacán. Entrada libre.

Escena LA MARQUESA DE SADE Obra escrita por el dramaturgo japonés Mishima Yukio. 20 horas. FORO LA GRUTA Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn. | $220

CINE FICUNAM: NO TODO ES VIGILIA (Hermes Paralluelo, España, 2014) 12 horas SALA JULIO BRACHO Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria.| $30

Arte INAUGURACIÓN: ES POSIBLE PORQUE ES POSIBLE Conjunto de piezas de Raqs Media Collective. MUAC Insurgentes Sur 3000. Ciudad Universitaria. $30

Música CARMEN, TEATRO Y FLAMENCO 18 horas. LUNARIO Costado poniente del Auditorio Nacional. $500-$900


del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015 | AGENDA | frente | 11

Lunes 9

Martes 10

Miércoles 11

Escena EL PARAÍSO Texto y dirección: David Olguín. 20 horas. BODEGA 6 DE LA ESCUELA NACIONAL DE ARTE TEATRAL Río Churubusco 79, Coyoacán. | Entrada libre. Cupo limitado

Arte MEXTRÓPOLI: INSTALACIÓN DE LIGHTING DESIGN Proyecto de iluminación basado en el concepto El Horizonte. 20:30 horas. FRONTÓN INCLÁN Bucareli 118, Juárez. Entrada libre.

Arte ESPECIES ENDÉMICAS Performance de Galia Eibenschutz. Martes a domingo, de 10 a 19 horas. MUSEO UNIVERSITARIO DEL CHOPO Enrique González Martínez 10, Santa María la Ribera. | $30

Escena LIMBO Obra clown de Gabriela Muñoz. 20:30 horas. TEATRO MILÁN Lucerna 64, Juárez. $350

Música RINGO STARR & ALL-STARR BAND 20: 30 horas. AUDITORIO NACIONAL Av. Paseo de la Reforma 50, Miguel Hidalgo. $380- $1890

Arte LOS HIJOS DE LA CREACIÓN: EL RENACIMIENTO Proyección de video y charla. 17 horas. AULA MAGNA JOSÉ VASCONCELOS CENART Río Churubusco 79, Coyoacán. | Entrada libre.

Arte MEXTRÓPOLI: RADIO MÓVIL Micrófono abierto para transeúntes y habitantes de la ciudad. 15 horas. ALUMNOS 47 MÓVIL Dr. Mora, Centro. Entrada libre.

Arte INFIERNOS ARTIFICIALES Muestra sobre el desacato y la rebeldía del arte moderno. Martes a domingo, de 10 a 19 horas. MUSEO UNIVERSITARIO DEL CHOPO Enrique González Martínez 10, Santa María la Ribera. | $30

DANZA BALLET FOLKLÓRICO DE AMALIA HERNÁNDEZ 20:30 horas. PALACIO DE BELLAS ARTES Eje Central y Juárez. $363- $1,164


12 | frente | contraloría | del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015

C contraloría

Abraham Cruzvillegas | Tras El clavo Reconstrucción del retrato de mi gemelo cholulteca, perdido por siglos en los lodazales de Clad Hallan, con un simultáneo parecido a Germán List Arzubide y a Vicente Lombardo Toledano, pero con dos botellas de coñac (sin clavo). Todavía retozando en los canales de Apatlaco, soñando que algún día el doctor Luis Zambrano se sumergiera literalmente en la voluntad de rescatarme, añoraba las horas en que como un espejo –humeante, claro… ¿hay que repetirlo?– nos mirábamos el movimiento del ojo, el crecimiento de la uña, del dedo, de la cauda, cómo nos guiñábamos al mismo tiempo y sin ponernos de acuerdo, en una simultaneidad duchampiana de cuatro lados, casi con la misma sincronía de las Fosado cuando saltan la cuerda; éramos una y la misma entidad, uno refulgente, hermoso, hiperdinámico, como chispa y el otro cenizo, empantanado, casi inerte. De las excursiones por Kilcreggan, Uist y Mull sudaban todavía las ostras sorbidas por horas, por metros cuadrados, por gruesas y por sabrosas. Y allá

te quedaste y ni cuenta te diste de cuando te prendieron fuego, cuando tu pellejo se transformó en el polvo con el que nuestras hijas se decoran los párpados, con el que se dibujan el anverso de las manos y se tiznan los cazos en Coyotepec y en La Chamba. De tu prole angelopolitana adopté al héroe nica que viajó envuelto con el lábaro amado hasta Xalapa (¿¿¿CUÁNDO CAERÁ DUARTE???), donde se amafió con mis otros entenados, incluyendo al chapín que se enamoró de la señorita del acertijo, los que quisieron apagar el sol a sombrerazos, aquellos con los que sólo los eunucos no estuvieron… ¡viva el mole de guajolote! Sobre el teziuteco socialista mejor no digo tanto que queme al santo, que él sólo se defienda, bien que puede, inteligente que es, no como el dientón miserable asesino, al que injustamente comparaban con un primate ¿los changos qué culpa tienen? De la misma estirpe del hocicón es el pervertido precioso, canalla impune: que Lydia Cacho reanude el relato, porque no termina donde los célebres pomos de Hennessy Privilege –Very Superior

Old Pale– con afrutados aromas de roble y texturas de vainilla, miel y manzana en el paladar del maldito bastardo. Dormido de nuevo en tu lumbre extática me sueñas tirado en la pulquería de Huipulco, entre la gasolinería y la tortillería, lugares que más querías, enfrente de La Luna y sus pollos rostizados, a cien pasos del Sol Rojo de Sandy; ahí estuve también cabeceando, calabaceando, babeando finos hilos de tlachiconeutle, esperando, imaginándote todavía dictando cátedra en el ashram de Amatlán, como si hubieras querido haber trepado toda la ex loma de Tlachihualtépetl hasta alcanzar la cúspide de la torre desde donde puedes escuchar y ver al mismo tiempo todas las campanas de tu pueblo celebrándote al vuelo cada día del año a toda hora sin dejar dormir, pensando en el enigma que encierra la patraña acerca de la mala suerte que acarrea dejar el respaldo del asiento del Volkswagen sin regresar a su posición vertical, abrocharse los cinturones, regresar las mesitas y apagar todos los aparatos electrónicos durante taxi, takeoff and landing. A huevo.

lee constante y frenéticamente las calles de la ciudad en clave de espacio-tiempo; un conductor con el pie muy pesado en el acelerador y muy ligero en los frenos; alguien que reconoce en el sanguinario chofer del microbús a un semejante; un asesino potencial. Sí: he conseguido rachas de calma en las que simplemente me formo (el tráfico es la madre de todas las filas), espero y llego, aunque lenta y pesadamente, a mi destino. Pero en el fondo sé que esa aparente victoria sobre la tara bovina de las horas pico (o sea cualquier hora entre las ocho y las ocho) me está degradando como individuo; sé –lo siento en la sangre– que mi resignación es también una devaluación: me estoy doblando ante una pura y tupida deshumanización. Mi albedrío ha sido aniquilado, sometido y apisonado. Soy una sardina humana. La solución ante esta triste metamorfosis es tan sencilla como difícil de ejecutar para

tantos conductores de la ciudad: hay que bajarse del coche y estacionarlo para siempre. Si el tráfico nos humilla, la peatonalización nos engrandece. Bajarse del coche implica no solamente una mejora sustancial en nuestra calidad de vida, sino una contribución real a la solución de un problema enorme que, al menos a mí como homo sapiens, me avergüenza diariamente. El transporte público, las bicicletas y, sobre todo, nuestra calidad de bípedos para recorrer distancias no muy largas son la solución a esta masiva y básicamente inmóvil manada de ñus en la que nos hemos convertido. Y me disculpo con las vacas, las ovejas, las hormigas, las sardinas y los ñus por usarlos como símiles negativos. Este azote es humano, demasiado humano: sólo nosotros migramos masivamente de la casa a la oficina y de la oficina a la casa en el mismo día, sobre unos ataúdes de metal.

Julio Trujillo | Obra negra Psycho Killer ¿Qué tuvo que suceder entre la ciudad y yo para que, en el mismo momento de tocar un volante, me convierta en un psicópata? La respuesta a esa pregunta tiene que ver con la libertad, esa conquista que no estoy dispuesto a ceder sólo porque quinientos coches me impiden desplazarme normalmente. Voy a aventar lámina para ganar aunque sea un metro, no de asfalto sino de libertad. Voy a dar un acelerón para ganar no dos o tres minutos en mi trayecto, sino libertad. Ésa es mi versión, argumentada en términos de no resignarme jamás a ser una vaca, una oveja, una hormiga. No resignarme. Pero desde afuera la lectura es otra, igualmente legítima: soy un psicópata, alguien que fue vencido por las presiones y tensiones de la metrópoli y que ha perdido sus cabales; alguien dispuesto a inaugurar un quinto carril en una calle de tres; un energúmeno que perdió la paciencia por allá de 1999; un señor que


del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015 | contraloría | frente | 13

Rodrigo Márquez Tizano | Malasaña Luigi Amara | Postales del subsuelo

Lo lento En una entrevista, Carlos Caszely declara que si algo puede sulfurarlo es escuchar una y otra vez esa cantaleta de que el futbol es el opio del pueblo. Concessio, a tres cuartos de cancha. El argumento del Chino Caszely, quien hoy desempeña el cargo de agregado deportivo en España para el gobierno de Bachelet, es que el futbol, desde su condición de espectáculo de masas, puede aspirar a ser un vehículo de construcción social o resistencia. Esta perspectiva periférica tiene poco que ver, cómo si hiciera falta aclararlo, con casos como el del Cuau y sus fantasías de alcaldía. La historia de “El rey del metro cuadrado” es estremecedora: luego de clasificar a Chile al mundial del 74 cuando la Unión Soviética abandonó la eliminatoria por oponerse al golpe contra Allende, Caszely le negó el saludo a Pinochet durante un acto oficial. En respuesta el régimen secuestró, golpeó y vejó a la madre del futbolista. Años más tarde, en una secuencia que aún vive en la mente de todos los chilenos, madre e hijo aparecieron durante la franja del No en el plebiscito de 1988 que pavimentó el camino a la democracia. Lo que Caszely pasa por alto cuando condena el lugar común son las propiedades ralentizantes del opio y su jerarquía como emblema ante el frenesí de la eficiencia. Hoy más que nunca el futbol necesita condensarse en opio. En Confesiones de un opiómano inglés, Thomas de Quincey relata las preocupaciones de los explotadores textiles de Manchester, cuando los sábados por la tarde los obreros se agolpaban en los mostradores de las boticas para, a falta de dinero con qué regalarse cerveza, echar mano de las pastillas. Por supuesto, la consternación de los industriales no era de orden sanitaria e iba encauzada a las pérdidas que el consumo de opiáceos podía redituar en su mano de obra. Si De Quincey descendió a los infiernos en su búsqueda de la lentitud, la autodegradación fue el precio

BEF | Monorama

que amortizó gustoso por la posibilidad de vivir en ese paréntesis del tiempo y el espíritu. El futbol, ese placer elemental devenido en manía psicótica, parece no tener un minuto que perder. Más allá del enfoque judicial que las televisoras pretenden imponer como sistema de interpretación, la urgencia es el prisma por el cual pasa cualquier ángulo viable en esta nueva forma de juego. Más letal que el virus FIFA. El jugador parece no tener otra opción y hasta acepta gustoso el régimen de la prisa: debe correr todos los minutos de todos los encuentros de todas las semanas. Si claudica en el intento, la fábrica cuenta con repuestos inmediatos. La oferta de partidos es inagotable, también la de ídolos. Y mientras tanto, lo que más echa en falta el juego moderno es la pausa. En la Berlinale del año pasado, el realizador rumano Corneliu Porumboiu presentó The Second Game, una película que amaga con ser futbolera cuando en realidad se trata de una reflexión sobre el tiempo. Durante los noventa minutos de un lánguido empate a ceros entre el Dynamo y el Steaua, el autor y su padre (que originalmente arbitró el partido en 1988) intercambian digresiones encima del VHS. Pero lo importante está en lo que no se dice: en la lentitud y el silencio. Éste es el juego que me gusta. El que es importante doblemente: por ser y por todo lo que permite ser. A caballo entre memoria familiar, documental y ensayo personal, The Second Game no es sólo ejercicio estético, sino también elogio de la pausa: el único lugar donde pasado y presente se conjugan en simultáneo. Hay que saber cuándo pedir el cambio y hasta aquí llega esta Malasaña. Quiero agradecer a todos los lectores de Frente, a Rulo por la invitación, y a Lorena, por su paciencia infinita con el jogo lento. Hasta otra será, compañeros, y como dijo el Negro Jefe: sin mirar a la tribuna.

El asombroso poder de una carta A raíz de una carta de repudio por el uso politiquero que el gobierno de Veracruz hacía del Hay Festival de Xalapa, las autoridades del festival se apresuraron a volverlo digital, lo que desató una serie de condenas contra los escritores, organizaciones y colectivos que firmamos la iniciativa, acusados, entre otras cosas, de incongruencia por no pronunciarnos en su momento y en el mejor escenario: las mesas y presentaciones del propio festival. Con ello, los articulistas y opinólogos de dedo flamígero han desviado la atención de lo importante —del clima hostil que se vive en Veracruz para el ejercicio de la libertad de expresión—, y han llevado el problema al callejón sin salida del zafarrancho gremial. Incluso hubo quien llegó al extremo de preguntarse, en tono lastimero y tendencioso, si “para eso servimos los escritores”: “para cancelar festivales”. Lo más desconcertante del poder de esa carta es que, al parecer, fue leída en una espesa bruma de déficit de atención. Quienes señalan que el lugar idóneo para denunciar la desaparición y asesinato de periodistas en Veracruz era el propio festival, pasan por alto que, tal como allí se subraya, eso fue lo que se procuró en todas las emisiones anteriores. El Hay, un festival comprometido y valiente, invitó a toda suerte de voces críticas a Xalapa, y de Salman Rushdie a Diego Osorno, de Jon Lee Anderson a Margo Glantz, de Carl Bernstein a Fabrizio Mejía Madrid, cada año se hablaba de la violencia en el país y del papel de la literatura ante el horror, pero en particular de la situación de Veracruz, uno de los estados más peligrosos para la práctica del periodismo. El problema es que, sin

importar cuánto se insistiera en ello, los reclamos rara vez trascendían —en parte por la misma mordaza que padecen en la entidad los medios de comunicación—, mientras que el gobernador Javier Duarte no dejaba de salir en la foto al lado de Rushdie, muy sonriente de que mientras más y más periodistas eran perseguidos o asesinados, se proyectaba al mundo una estampa de libertad y celebración cultural. La carta no se proponía “cancelar el festival”, sino abrir la discusión a fin de impedir que la cultura se convierta en una forma de “lavar” la imagen de un gobierno. Si las cartas tuvieran en realidad tanto poder, habría que firmar cuanto antes una que exija el cese de la corrupción en México... Una carta de ese tipo no es más que una medida de presión y, en última instancia, una invitación al diálogo. Aunque se logró exponer a la atención internacional el doblez del gobierno de Veracruz, el diálogo se dio demasiado tarde, una vez que el Hay Festival había optado de forma drástica y unilateral (hasta donde sé, sin consultar con los firmantes ni con la comunidad cultural veracruzana) retirarse de Xalapa. La idea de contrarrestar la atrocidad y la muerte con libros y festivales es encomiable y digna de apoyo, pero se enfrenta a un riesgo mayor que el fracaso: la simulación. Los opinólogos y escritores que han arremetido contra la carta tal vez no han reparado en que ese fantasma fue el que animó la iniciativa —y presumiblemente también la decisión del Hay—; si no lo quieren ver es quizá porque prefieren sumarse al festival de la simulación de Duarte y repetir a coro: “Aquí no pasa nada”, “aquí sólo se roban Frutsis”.


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C crónica

La pulpa al centro de todo Por Fausto Alzati Fernández

Para escribir una crónica en torno a esta ciudad hay que estar dispuesto a fracasar. Esta ciudad ni siquiera puede imaginarse por completo. Si alguien se dispone a delimitarla, sus bordes desvanecen cada que se aproxima a ellos. Se escurre en su fractalidad. Esta ciudad es abrumadora.

La

percepción todo lo tiñe. Quienquiera que use audífonos al pasear, lo sabe. Sabe que si rondas por la Merced escuchando una mezcla de cumbia sonidera, no es lo mismo —no es el mismo sitio— que si la recorres escuchando la Sinfonía nº 3 de Górecki. (En la pantalla del café chino, donde ahora escribo, y que de chino sólo tiene un grabado de fayuca en la pared, López-Dóriga mueve su boca con solemnidad, y pasan un clip de granaderos usando escudos de plástico en formaciones de legiones romanas.) Así, Polanco es un sitio muy distinto si te acompaña Frank Zappa o Frank Sinatra. En esta ciudad, si no hemos visto y oído de todo, es que nos hemos negado a salir de una de sus tantas burbujas o monitores. Pero toda crónica tiene como premisa la de ser un turista. Ser un turista en tu propia ciudad, en tu época y en tu propia cabeza, incluso. Lo rescatable de esto es, claro, el extrañamiento posible, la ruptura con la obviedad que refresca la percepción. El problema, como sucede con tanto turismo, es la urgencia con que se intenta apropiarse de experiencias antes siquiera de vivirlas adecuadamente. La urgencia por congelar las vivencias y prontamente, procurando que no nos vulneren, que no le rompan la madre a quien creemos ser, colgárnoslas como medallas. (En las pantallas en el escaparate de un Elektra, el Cruz Azul ha metido un gol.) Pasa que ante tanta obviedad, a ratos parece buena idea hacernos los interesantes. De tal suerte, tanto de lo que hoy se presenta como crónica deriva en dos corrientes: las Patoaventuras y la Fantasía Flâneur. Las Patoaventuras recurren a lo que desde su introyección de la moral de sus tías, los autores consideran sórdido para así interesantificarse (y claro, le suman algo de Schopenhauer o Nietzsche para intentar diferenciarse de las columnas de sexoservidoras en El Metro). Por otra parte, la Fantasía Flâneur se caracteriza por intentar, por medio de formulas literarias, la perpetua ironización y la recurrencia a algunos autores como Walter Benjamin o algún francés semidesconocido, hacer interesante situaciones francamente sin chiste. A estos últimos les da por esperar en una fila, deambular “sin rumbo” (como si esto fuese posible y no fuesen algoritmos predecibles), explorar una sala de espera, un elevador o comer comida corrida con los demás burócratas.

Pero no tengo ganas de exhibir alguna de tantas situaciones involucrando lo sórdido como punto de referencia de lo real, ni tengo ganas de aplicar las leyes de Zizek a la semiótica afectiva de los baños de taquerías según los ingresos per cápita de la zona. Menos aún tengo el ánimo de cargar a Octavio Paz (que estaba llenito el güey) como mochila y salir a pasear “sin rumbo”. No me da la gana. No voy a decorar una aventura de herpes con brillos de Heidegger. No lucharé por interesantificarme intensificando lo tedioso o tratando de espantar a mi abuelita interna con alguna hazaña que involucre la sobredosis de un transexual en un hotelucho en Tlalpan. Porque ya he estado ahí, y mi lector ya ha estado ahí, de algún modo u otro: en el centro de atención a clientes de alguna compañía celular, quesque analizando su selección musical para evitar pensar en matar a alguien, porque con cada trámite sientes cómo te extirpan el poco espíritu que te queda; o en algún téibol a las orillas del área metropolitana, con ganas de salir corriendo, porque las niñas que apenas bailan no se ven calientes, sino espantadas, y los oficinistas empedernidos de Bacardí Limón están demasiado entumecidos para notar la diferencia. Tampoco pienso decorar mi incipiente miedo a vivir con letras y letrados, o con algún discurso sobre la justicia social para agradar al gremio, como si algún libro o la comunidad intelectual nacional pudiese darme refugio ante la angustia de la perra vida. (Al cruzar esta esquina, el olor a especies sobre pollo rostizado es una suerte de incienso.) Lo que sí haré es quedarme aquí, donde por fin he llegado. Aquí me quedo, quieto, en el ombligo de esta ciudad. Ciudad que todos sus habitantes sabemos es el centro del universo. La glorieta de Insurgentes contiene todas las partículas del cosmos. Todos los componentes básicos del universo han pasado por aquí, o vienen en camino. El último aliento del Buda, las lágrimas evaporadas de Eva Perón, el sudor en la sien de Napoleón mientras se apareaba en una aldea en el Mediterráneo, el llanto del primer prisionero en Guantánamo… las partículas que configuraron alguna vez lo más bello y lo más terrible, todas están aquí. Todo ha pasado por aquí y todo está contenido aquí. Sentado aquí, en la glorieta de Insurgentes abriré una mandarina y la ingeriré, gajo por gajo, anclando mi atención en ello. Sólo eso, la glorieta y la mandarina. Porque aspiro a cierta plenitud. Aspiro a asumir que el mundo ya me tiene atado y expuesto. A saborear aunque sea una sola experiencia adecuadamente, antes de morir. Porque sin prestar atención, el glory hole de una sex shop por Bellas Artes es lo mismo que cualquier cafecito esnob en Interlomas: un soliloquio, un delirio propio, el eco recurrente de una inercia que nos mueve. No quiero saber el nombre del subnormal a quien se le ocurrió poner peces en los túneles bajo la glorieta. Así, me niego a venir al centro del universo a pensar en la infraestructura, el gasto público, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes o el nombre de los jefes


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“El último aliento del Buda, las lágrimas

evaporadas de Eva Perón, el sudor en la sien de Napoleón mientras se apareaba en una aldea en el Mediterráneo, el llanto del primer prisionero en Guantánamo… las partículas que configuraron alguna vez lo más bello y lo más terrible, todas están aquí. Todo ha pasado por aquí y todo está contenido aquí.” tienda. Cuando lo esposan, cambia por completo su tensión muscular. Su cuerpo ya no le pertenece. Imagino su voz, al rato, cuando haga esa llamada desde el MP. Alguna vez presenté uno de mis libros en la cárcel. Nos tomó tiempo reconocernos, pero me topé con un viejo roomie ahí adentro. Él estaba chimuelo de tantas madrizas, supongo. Sólo pude pensar en que había sido un albur muy afortunado que no lo acompañase ahí adentro, que un sólo giro de los dados, de la infinitud de partículas, y sería al revés. Él me acompañó a la puerta, alardeando a los guardias que me conocía. Casi creí en algo auspicioso esa tarde. El último gajo lo dejo aquí. En el centro del todo. Es para la glorieta, no para mí, ni nadie más. Los miles de universos contenidos en este gajo, lleno de destellos y nieblas y polvo de estrellas y eso que hace que las pupilas perciban luz. Ya se hará pulpa bajo el caminar de algún pasajero distraído, ya se lo llevará el viento, la noche, el barrendero, la chingada, la llorona. Ya se deshará, será despreciado y lo respiraremos, y se batirá, más, con el resto del todo. Como tú y yo. F

Fausto Alzati Fernández Nació en la Ciudad de México. Tiene más tinta aún en sus cuadernos que en los brazos. Escribe a mano. Es autor de Poemas Perrones Pa la Raza (Mono, 2012) y Buda, Drogas y Pop (Textofilia, 2013). En sus ratos libres tatúa e intenta meditar.

foto: Wikimedia Commons

de gobierno de esta ciudad, ni el tipo de mota que fuman sus asesores, ni quién les bolea los zapatos. Porque ya estando en el centro de todo, lo único digno de hacer es perder el tiempo, sin afán de hacer sentido de la experiencia. Por fin, tras un rato sentado en una banca, en este vórtice al centro del sonoro rugir de esta insaciable y confusa bestia de ciudad, estoy listo. Transitan los pasajeros, divagan los chemos, y los pervertidos siguen las visiones de sus ojos tristes, como fantasmas hambrientos. La pulsión nos lleva de la mano. Sí, a todos. Parto la piel de la mandarina con la uña, la abro, la desenvuelvo como una flor improvisada, carnívora. Expone sus fibras, como el tejido de un pulmón, al mundo, a este mundo, este aire, este desmadre. El primer par de gajos endulzan mi lengua. Mastico, quiero reír sin motivo, quiero una epifanía barata. Sólo es una mandarina. Otro par de gajos y recuerdo a los 19 salir a la lluvia sin camisa. Esa lluvia fría y gris de esta ciudad, y comer una naranja, lengüetearla, adorarla. Y el modo en que la lluvia, la naranja, el frío en los hombros, el apetito en la mandíbula eran indistintos y cómo el jugo ácido de la naranja cayendo por mi pecho combinaba tan bonito con el LSD y la manera en que hace porosa la lengua. Pero la sustancia fue sólo un placebo, una excusa para olvidarme de mí, de ese yo que supone atestiguar una experiencia y hacerla “suya”. Eso me platica la mandarina sentada en mi muslo. Otro par de gajos. Dejo que se disuelvan despacio. Intento pescar en mi atención cada instante, cada textura de mandarina en este gajo. Mi vista saborea la risa de un par de chicas con leggins y culos paraditos que pasan sin prisa, encorvadas por sus mochilas. La gente camina a su modo, algunos llevan la cabeza por delante, como buscando una teta donde enchufarse al fin, como intentando cubrir sus pechos con sus ideas; otros muy derechitos, para que no los vayan a regañar; otros van jaloneados por sus genitales o sacando la tripa, exhibiendo sus ganas para digerir el trauma de vivir. Diario pasaba por aquí, por la glorieta, platicando con N. Él se reía de mi prisa. Pero eso es porque él creció en un auto abandonado. Por ello camina como caminan los vagos y, por ello, la ciudad es suya. No es mía. N sabe hacer de cualquier banca un observatorio celestial, y fumando cigarros sueltos nos dejábamos maravillar por el zumbido de la ciudad. Eso. Eso antes de regresar cada noche al maldito insomnio que nos esperaba en la soledad, masticando nuestras obsesiones de nuevo. Dos gajos más. Ya traigo mis audífonos puestos. Música ambient espacial, sintetizadores y monjes tibetanos cantando bien perrón. Logra que todo parezca muy solemne, ritual, abierto, misterioso, casi. Una chava greñuda y un morro flaco sin mangas pasan arrastrando los pies como sólo los chemos arrastran los pies, con ese extraño aire de profecía y desafío y melancolía. Admiro la tristeza de una mujer mascando chicle mientras opera su smartphone con uñas postizas. Gente entra y sale de los cibercafés, donde nunca he visto a alguien tomar café; sólo computadoras y cabinas para chaquetear. Alguna vez pasé seis horas de madrugada en una de esas cabinas, pegado al monitor y con las manos ocupadas y la mente disociada. Al salir había perdido la capacidad de interactuar con los demás. Hasta que comiendo tacos de suadero entendí que a los demás también les pasaba algo similar. Cantan los monjes en mi cabeza. Unos polis arrestan a un chavo por robarse algo de una

Glorieta de Insurgentes



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v versus

“Pienso en el museo del siglo xxi como el museo participativo. Porque los artistas quieren involucrarse con el público y éste, a su vez, quiere sentir que no sólo está viendo arte, sino que por momentos está haciendo arte con los artistas, que es parte de la creación de la cultura.”

Glenn Lowry

Historiador de arte. Director del MoMA de Nueva York

Glenn Lowry, director del MoMA en Nueva York desde 1995, ha visto crecer a uno de los museos más grandes, importantes y de mayor influencia en el último siglo; uno que ha redefinido o puesto en cuestión lo que quiere decir el arte. Lowry nos platicó, en exclusiva, acerca de su a veces controvertido papel, de su trabajo cotidiano y de la importancia del arte en la vida. Entrevista: Gabriela Jáuregui | fotografía: ramón ruiz sampaio


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¿Cómo describirías el museo del siglo XXI?

Lo primero que pienso de un museo como el nuestro, el MoMA de Nueva York, es que está en evolución constante, no es una entidad fija. Por lo mismo, hay una generación nueva de curadores que están involucrados hoy en día con el museo, y así nuestra perspectiva, que siempre ha sido principalmente internacional, se ha vuelto aún más internacional. Ser un museo efectivo en el siglo XXI quiere decir que debes estar conectado a muchas redes distintas: la de los artistas es una red verdaderamente global con la estamos muy bien enlazados. También lo estamos con la gente que está interesada en lo que hacemos. Y ahora esto ya no solamente significa el público que viene a la institución, sino también la gente que se conecta con nosotros internacionalmente vía medios digitales y redes sociales. Pero también tenemos que pensar en la institución como algo que va mucho más allá de una bóveda de tesoros: la idea del museo como un lugar al que ibas a ver arte ha sido reemplazada, hasta cierto punto, por el museo como un lugar a donde vienes a involucrarte no sólo con arte, sino también con otras personas —se ha vuelto una experiencia profundamente social además de artística, pero claro que esto no excluye al arte, sino que se le añade. Pienso en el museo del siglo XXI como el museo participativo. Porque los artistas quieren involucrarse con el público y éste, a su vez, quiere sentir que no sólo está viendo arte, sino que por momentos está haciendo arte con los artistas, que es parte de la creación de la cultura. De este modo, el museo deja de ser un repositorio para convertirse en algo similar a un laboratorio, o incluso un crisol donde las relaciones y las ideas se forjan.

Claro, ya no es el museo mausoleo que los futuristas italianos querían bombardear, sino todo un ecosistema.

Es un entorno muy vivo y en contacto constante. Las polaridades son difíciles porque son generalizaciones, pero de cierta manera se podría decir que el museo del siglo XX era una institución análoga y el museo del siglo XXI es una institución digital. Y no me refiero a lo electrónico, sino a lo digital, a la manera en la que el museo se conecta: pasamos de tener visitantes o espectadores a tener participantes. Es una forma de entender la relación entre un objeto y un público.

El museo se vuelve un lugar comprometido y activo socialmente. En tiempos agitados como los que vivimos aquí en México, pero también en este momento de crisis generalizada por la que está pasando el mundo, ¿qué papel piensas que desempeña un museo e incluso el arte?

Creo que como ocupan un lugar cívico importante en nuestra cultura, los museos pueden volverse recipientes para las conversaciones en torno a temas que le preocupan a la gente y creo que ése es un papel muy importante. Incluso si los museos no pueden darnos las respuestas, al menos pueden aportar un foro para discutir los asuntos de manera reflexiva y comprometida.

Y también para reflejar cómo los artistas, que a menudo son los miembros más atrevidos de la sociedad, están pensando sobre esos temas. Nos ofrecen esa perspectiva también.

La Ciudad de México es una de las ciudades con más museos en el mundo. ¿Cuál es tu museo favorito de aquí y por qué?

Estamos en el Museo Tamayo que es uno de mis favoritos. La escala de esta institución, la belleza y precisión de sus galerías son siempre un placer. Además, es un edificio tremendamente importante que, de hecho, va a formar parte de una exhibición de arquitectura latinoamericana que estamos preparando en el MoMA a cargo de Patricio del Real y Barry Bergdoll que se llamará Latin America Under Construction 1955-1980. También acabo de ir al Museo de Arte Popular. Es un lugar fantástico. ¿A quién no le gusta un lugar así? Pequeño, enfocado, comprometido. El Museo Dolores Olmedo, el Museo Franz Mayer, el Museo de Antropología son grandes instituciones que tienen su lugar en el mundo. Son grandes centros de pensamiento y conocimiento.

Mencionas el museo como centro de aprendizaje y pensamiento. Bajo tu dirección el MoMA creció, se expandió y se transformó más que ningún otro museo del mundo en estos últimos años con la adquisición de P.S.1 Queens y la ampliación y remodelación del edificio en Manhattan y también con la creación de muchos programas educativos nuevos. Descríbenos un poco cómo han sido los últimos veinte años: tus mayores logros, miedos y retos.

La incorporación de P.S.1 es algo que de lo que me siento muy satisfecho. Durante mucho tiempo estuvimos pensando en cómo podríamos expandir nuestros programas contemporáneos y, después de mucho pensar, nos dimos cuenta de que P.S.1 ya estaba haciendo mucho de lo que nosotros queríamos hacer. Así que cuando Alana Heiss, la entonces directora, y yo pudimos descifrar cómo fusionar nuestras dos instituciones, creamos una plataforma increíble tanto para los artistas como para el público, para que realmente se involucren de manera profunda con una programación contemporánea. No puedes estar involucrado con un museo y no disfrutar el coleccionismo. Es la esencia de lo que hacemos, lo que podemos transmitir de generación en generación. El hecho de que hayamos podido expandir nuestro acervo de arte latinoamericano de manera significativa en los últimos veinte años; que pudimos traer la colección Fluxus de los Silverman, que es la colección más importante del mundo que nos ayudó a llenar un área en la que éramos débiles; la adquisición de obras importantes de Pipilotti Rist, Gerhard Richter, Picasso, Matisse, y a lo largo de todo el espectro de lo que estábamos ya haciendo, refleja una institución vital y saludable. Pero la parte que más felicidad me da es el equipo de trabajo. Creo que hemos logrado construir y añadir muchas voces nuevas con perspectivas distintas, como la de Luis Pérez Oramas, de Venezuela; Christophe Chérix, de Suiza;

Roxana Marcoci, de Rumania; o la de Quentin Bajac, de París; estas voces expanden la institución y nos hacen un lugar mejor.

Mencionas el museo en las redes. ¿Podrías platicarnos más acerca de C-MAP y su grupo de enfoque latinoamericano?, ¿crees que vendrán a México?

Es un esfuerzo para observar el arte contemporáneo en el mundo. Nuestra estrategia es que, como no podemos estar en todas partes, pensamos en los lugares donde podemos hacer investigación muy a fondo y crear equipos de investigación que germinan a partir de nuestro propio equipo de curadores, pero que involucran a artistas críticos y curadores de distintas partes del mundo. Y como estamos enormemente interesados en América Latina, tenemos un grupo de trabajo enfocado en ello. Hacemos viajes de investigación, pero también invitamos a académicos e investigadores latinoamericanos a Nueva York a que nos platiquen sobre su trabajo. Se trata de crear una manera de aprender que no esté basada en los resultados: no tiene que haber una publicación, una exposición o una adquisición que resulte de esto, sino más bien crear relaciones entre nuestros curadores y la gente que trabaja por todo el mundo que, con el tiempo, nos llevarán a grandes ideas y buenos proyectos, espero. Si lo que se logra es abrir un canal a través del cual la gente puede discutir sus ideas e intereses, yo lo consideraré un éxito tremendo.

tiva enorme de Gabriel Orozco. ¿Qué opinas de la escena del arte mexicano hoy en día?

Creo que está viva y saludable desde hace mucho tiempo. No quiero que se me malinterprete: no es justo decir que es una escena emergente. Lo que es cierto es que tanto la Ciudad de México como México, en general, están disfrutando un momento muy fuerte en varias áreas como el cine, la arquitectura y las artes plásticas. No se bien qué pasa aquí en danza, teatro y performance, pero si tuviera que adivinar diría que es un momento de vitalidad en esos ámbitos también. Lo que es interesante de cómo han evolucionado aquí las cosas es que no sólo son los artistas mexicanos los que han hecho que este lugar sea tan interesante, sino también los artistas extranjeros como Francis Alÿs que ahora radica en la Ciudad de México. Es esa riqueza de interacción entre lo local y lo internacional que crea vitalidad y genera programas muy fuertes en arte contemporáneo, así como nuevos museos como el de la colección Jumex (de hecho deberíamos añadirlo a mi lista de museos mexicanos favoritos). Lo que ha hecho Eugenio López es muy importante. Pienso que no debemos subestimar lo que hace un solo individuo para afectar de manera dramática la recepción del arte contemporáneo —no necesariamente cómo se genera, pero sí cómo se percibe— es asombroso. Las galerías han crecido también en parte por el interés que él ha generado, las obras de arte que han venido a México porque él las colecciona, este edificio tan hermoso en el que es un placer estar. Y una de las exposiciones inaugurales en el Jumex la cocuramos con MoMA P.S.1: la retrospectiva de James Lee Byars. El equipo de ese museo es fenomenal. Ésas son las cosas que conforman una escena cultural, no son solamente los artistas, también necesitas a los coleccionistas, los galeristas, los museos, los críticos: es un ecosistema que debe formarse.

“… no sólo son los artistas mexicanos

los que han hecho que este lugar sea tan interesante, sino también los artistas extranjeros como Francis Alÿs que ahora radica en la Ciudad de México. Es esa riqueza de interacción entre lo local y lo internacional que crea vitalidad y genera programas muy fuertes en arte contemporáneo, así como nuevos museos…”

¿Qué te quita el sueño en las noches y qué es lo que te da ganas de levantarte en la mañana?

Lo que no me deja dormir son los temas relacionados con el personal, ya que quieres que tu equipo de trabajo esté muy feliz y comprometido, y cuando tienes 780 empleados pues siempre te preocupa algo. Lo que me hace levantarme en la mañana es la idea de ir a ver arte. Trabajar en un lugar donde estás rodeado de objetos increíbles y curadores extraordinariamente talentosos con quien hablas de lo que está pasando en el mundo del arte es un privilegio extraordinario. Me pellizco de incredulidad hoy igual que hace veinte años.

Las piezas latinoamericanas, y específicamente las mexicanas que han adquirido para el museo en los últimos años incluyen muchos proyectos de arquitectos muy reconocidos, incluso, como mencionabas, el proyecto de este edificio donde estamos sentados, pero también incluyen obra de gente jovencísima como el cineasta Nicolás Pereda y de figuras menos conocidas, pero no menos importantes, como Lourdes Portillo, y por supuesto hicieron una retrospec-

Has recaudado millones de dólares para el museo, ganas un salario que refleja esto y a la vez tienes que hablar con todo tipo de personas de mundos muy distintos y esferas muy variadas. ¿Cómo haces para no perder piso?

(Risas) Me gusta recaudar fondos porque creo en lo que hacemos. Va de la mano, es parte de explicar la misión del museo e intentar buscar gente que comparte la visión, los valores y las ideas del museo. Pero ¿sabes qué? al final del día vuelvo a casa y tengo otra vida. Creo que es importante recordar que puedes vivir en un mundo muy de elite, pero ése es sólo uno entre muchos otros. Y para vivir una vida equilibrada tienes que estar en contacto con muchos mundos y no sólo vivir en uno.


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Festival Internacional de Cine de la UNAM el arte de

tomar riesgos Por Mariana Linares Cruz

Riesgo.

El Festival Internacional de Cine de la unam, ficunam, tiene como apellido la palabra riesgo. Todo en él, desde que inició hace cinco años, implica una apuesta: las sedes, la programación, los invitados, los homenajes, la aproximación al público, y hasta el diseño de su imagen, que varía en cada edición. Es un festival dedicado a los curiosos: lo mismo para los que saben todo de cine que para los que no tienen idea del panorama cinematográfico. Pero curiosos. En ambos casos, el festival provoca sorpresa, asombro, conmoción, inspiración, enojo y hasta rebeldía. Imposible salir de alguna de sus funciones o eventos sin un zumbido en la conciencia. La curiosidad entonces, no se sacia, al contrario, aumenta. No se trata sólo de “ir al cine”, sino de vivirlo y continuar con la experiencia sensorial, cognitiva y emocional después de cada función. ficunam inicia su quinta edición este 26 de febrero dispuesto, otra vez, a generar discusión, debate, polémica, diálogo alrededor del cine. Durante diez días, hasta el 7 de marzo, presentará más de 130 películas de 36 países. En ellas hay historias de tarahumaras, lo mismo que de tigres en Harlem o vampiresas vengadoras, documentales sobre protestas en Ucrania o cortometrajes de amor sobre una barca, diálogos en portugués, ruso o alemán. Directores conocidos, como Pedro Costa, Lisandro Alonso, Claire Denis o Lav Diaz, y directores por conocer como Matías Piñeiro, Teddy Williams, Gustavo Beck o Scott Cummings. Y un autocinema, y conferencias magistrales, y libros, y talleres. Todo lo necesario para tomar riesgos como espectador y salir victorioso. Frente presenta una aproximación al festival cinematográfico más arriesgado en México a través de algunas voces que lo hacen posible y de una guía básica para moverse en su intensa programación.


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Cineminuto Ficunam 2014.


El riesgo que habita en un festival

Por Mariana Linares Cruz

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Centro Cultural Universitario, unam.

Este edificio sirve para muchas cosas: tiene un salón de música para bebés, una oficina donde hay especialistas que buscan tesoros, el consultorio para un coach personal que atiende a actrices y actores, hay clases de yoga, una señora mayor vive con sus perros. Este edificio, ubicado en la colonia Roma, además está rodeado de escuelas: el ruido de la campana lo delata, el sonido de los niños durante el recreo es inconfundible, el himno nacional los lunes por la mañana. Este edificio, en su segunda planta, en el número 202, tiene un cartel pegado en la puerta que dice: “ficunam 2015. 5º Festival Internacional de Cine, del 26 de febrero al 7 de marzo”. Es “el ficunam” como lo llama el portero de Tabasco 152. Lo que no dice el cartel es que dentro de esa oficina se planea, produce, discute cada uno de los riesgos de un evento donde el cine y la universidad más grande de México son los protagonistas. El Festival Internacional de Cine de la unam se realiza desde el 2011. Su sede principal está lejos de aquella oficina en la Roma donde todo el año entra y sale gente que habla español con distintos acentos: italiano, francés, argentino, castellano, colombiano y hasta griego. Es el Centro Cultural de Ciudad Universitaria, Cultisur, la casa del ficunam: allí se proyectan las películas en competencia, las retrospectivas, todas las apuestas de programación; allí desfilan directores, autores, cineastas para dialogar con el público. El ccu, de fácil acceso por metrobús, metro y bicicleta, se convierte en sala de cine para más de diez mil espectadores y en refugio temporal para las casi 50 mujeres que concretan el festival cada año —casi, porque en el equipo que lo conforma hay una decena de hombres—. Este año, además, hay funciones en Cineteca Nacional, Cine Tonalá, Museo de Antropología, Centro de Cultura Digital, Cinépolis Diana, Casa de Lago, Museo Universitario del Chopo y los Faros. Eva Sangiorgi es la fundadora y directora del festival. A ella se le ocurrió la idea de exhibir cine en las salas de la universidad y proponer una programación en donde lo académico, lo artístico y lo estético se

vincularan. “Es una apuesta cultural para la ciudad, y un estímulo para su cinefilia”, escribió en el 2011 para presentar la primera edición. Una apuesta que se ha redoblado en cada edición. En cuatro años, ficunam ha proyectado 508 películas cuya característica principal es su difícil acceso en México a salas. Además de presentarlas al público, el festival logró que 38 títulos de su programación conocieran un distribuidor que quisiera lanzarlas al gran público en territorio nacional. Una de las características de este evento es la competencia —por eso es festival y no muestra, ciclo o exhibición—. Las secciones que se juegan el premio PUMA son Competencia Internacional, Ahora México y Aciertos. Encuentro de Escuelas de Cine, que se trata de una selección de las propuestas cinematográficas de vanguardia en el mundo y las revelaciones más inesperadas del panorama nacional. A la competencia la acompañan retrospectivas de grandes maestros —no necesariamente los más populares—, homenajes —de realizadores que han cambiado la manera de hacer cine—, actividades académicas que incluyen el Foro de la Crítica Permanente en donde lo importante es hablar sobre cómo discutir el cine, y presentaciones de libros cuyos protagonistas son cineastas. En cuatro años, el número que más importa es éste: 248 000 espectadores han disfrutado ficunam. En sus oficinas pueden encontrarse respaldos de este número: carpetas con imágenes, números, coberturas de prensa, carteles de todas las ediciones en todas sus versiones, pilas de catálogos, tablas de programación y miles de folios de oficios para autorización —trabajar con la unam, así lo pide, así lo exige, así lo caracteriza. El cine que exhibe el ficunam no se ve en cualquier parte; el cine que se exhibe en el festival es uno que genera conversación, que se queda en el aire terminada la función. Un cine, describe Sangiorgi, “que confía en el poder de la imaginación y en las posibilidades de cuestionar y transformar lo real”. “Ofrecemos las propuestas más actuales y arriesgadas del cine de autor.”


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Por Roberto Garza

Eva Sangiorgi, la cabeza de FICUNAM

SEDES: Centro Cultural Universitario (ccu) Museo Universitario de Arte Contemporáneo (muac) Cinematógrafo del Chopo | Casa del Lago | Cineteca Nacional | Los Faros | Museo Nacional de Antropología e Historia | La casa del cine | Centro Cultural Digital | Cine Tonalá | Auditorio del Instituto Francés de América Latina (IFAL) | Cinépolis Diana El 7 de marzo del 2010 concluyó la sexta y última edición del Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México, mejor conocido como ficco, festival nacido en el 2004 y en el cual Eva Sangiorgi jugaba un papel fundamental. Ese mismo año, Sangiorgi, y buena parte del equipo del ficco, comenzaron a trabajar la idea de crear un nuevo festival que mostrara cine independiente y de corte autoral, pero que no dependiera en lo económico de una cadena de cines comercial como lo hacía el ficco con Cinemex. “Teníamos ganas de mantener el proyecto y por esa época, en algún momento del 2010, platicando con unos colegas programadores en Chile, pensé en la unam como la institución que podría acoger un festival de cine con esa línea editorial”, recuerda quien es hoy la directora del Festival Internacional de Cine de la unam (ficunam). Sangiorgi reconoce haber pensado en la Universidad Nacional Autónoma de México también por una cuestión personal: “Yo vine becada de Italia a México a estudiar en la unam, así que es una institución con la que me siento muy cercana y a la cual respeto mucho”. Además, agrega, “pensaba que era la institución idónea para mantener un proyecto cultural a largo plazo y sabía que en la unam no íbamos a tener esos conflictos que padecimos en ficco con Cinemex, que al final de cuentas eran los dueños del festival. Ahí había una incoherencia de fondo. Así que me acerqué a la Dirección de Difusión Cultural de la unam para presentarles el proyecto y resulta que en ese momento la universidad tenía la idea de hacer un festival de cine contemporáneo. Digamos que nos acercamos justo en el momento preciso y así fue como nació ficunam”. Maximiliano Cruz, ex programador del ficco, se sumó desde un principio al equipo de Eva y él mismo le sugirió invitar al crítico de cine argentino Roger Koza, quien se incorporó como programador invitado el primer año y desde entonces se quedó como programador fijo. Para esta quinta edición Maximiliano Cruz dejó de colaborar en ficunam, quedando como programadores Eva Sangiorgi, Roger Koza y Sébastien Blayac.

La unam, seamos sinceros, tiene un aparato burocrático bastante complejo. ¿Fue complicado echar a andar el ficunam? La unam es como un sistema feudal que he ido conociendo poco a poco, en el que hay pequeños reinos y castillos, pero lo sorprendente es que fue muy fácil crear el festival. Hubo un entusiasmo inmediato por el proyecto y la verdad lo armamos en muy pocos meses. El festival depende de la Coordinación de Difusión Cultural y con ellos el trabajo fluyó muy ágilmente, a pesar de que, en efecto, sí hay toda una maquinaria burocrática que es muy compleja. El problema es que, con el paso de los años, las cosas se han ido complicando porque ficunam es un proyecto independiente y con una línea editorial muy libre y específica. Tenemos un modus operandi muy particular dentro de

la unam, así que todavía estamos en el proceso de institucionalizarlo bien, ¿me explico?

¿Y cuál fue y ha sido el papel del cuec (Centro Universitario de Estudios Cinematográficos) en el proyecto? Cuando creamos el ficunam estaba Armando Casas como director del cuec y él fue muy entusiasta con el proyecto, de hecho el primer año el cuec participó muchísimo. El festival, en realidad, está organizado por la Coordinación de Difusión Cultural, en coordinación con el cuec y la Filmoteca de la unam, así que el nivel de involucramiento de estas instituciones con ficunam depende de quién las encabece. Cada dirección hace lo que quiere. El cuec es, por ejemplo, el anfitrión del encuentro de escuelas de cine que realizamos. La unam los respalda, de hecho el presupuesto del ficunam depende de la universidad, pero ustedes se mueven de manera independiente. ¿Cómo es eso? Sí, somos parte de la unam pero tenemos absoluta libertad. El primer año hubo una mayor participación de la gente dentro de la unam, pero eso fue el primer año. A partir de la segunda edición trabajamos con mayor independencia. Con la Filmoteca sí hay un contacto directo, en particular con su directora, Guadalupe Ferrer, pero en general confían mucho en nosotros y por ello tenemos esa libertad en la toma de decisiones, sobre todo en términos de programación. Es cierto, el presupuesto del festival depende de la unam y lo ejercemos a lo largo del año con la supervisión de la Filmoteca. ¿Qué nos puedes decir del tema de los recursos? Van de mal en peor. La verdad ha sido muy difícil. ficunam es financiado casi en su totalidad por la unam y tenemos algunos patrocinadores que nos apoyan y algunos apoyos gubernamentales. Pero este año hubo un ajuste a la baja por parte de la unam. Es un tema incómodo que seguimos discutiendo. Lo cierto es que en cinco años no hemos tenido ningún incremento y el festival crece de manera natural; y además, cada año todo es más caro si consideras la inflación. Los recursos son insuficientes y la verdad hay una gran crisis en esa materia. ¿Cuánto es el presupuesto anual de ficunam? Estamos hablando de 7 millones y medio de pesos. Y el costo total del festival es de unos 13 millones. Es un festival chico. ¿Cómo concebiste al ficunam?, ¿como qué tipo de festival? Lo pregunto porque es muy distinto a los de Morelia, Guadalajara, Riviera Maya, etc., donde las alfombras rojas son muy importantes. Precisamente por eso fue que pensamos en la unam. Si había algo que no me gustaba del ficco era esa parte de espectáculo, glamour


foto: ramón ruiz sampaio

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“La unam es como un sistema feudal que he ido conociendo poco a poco, en el que hay pequeños reinos y castillos, pero lo sorprendente es que fue muy fácil crear el festival. Hubo un entusiasmo…”. y alfombra roja que respeto, pero que no es algo que me interese para el festival. Nosotros estamos concentrados en el contenido, en la propuesta de programación, en los autores, en la exploración del discurso cinematográfico, como lo hacen los festivales que disfruto más a nivel internacional, como el de Róterdam, el bafici en Argentina o la bienal de Viena.

Pienso que hemos evolucionado porque le damos más espacio y peso a la discusión crítica del cine. Desde el tercer año creamos el Foro de la Crítica Permanente justo con la idea de establecer un diálogo entre la programación y la reflexión sobre las películas, esto con la finalidad de que el público tenga más herramientas para analizar y comprender lo que está viendo. También noto una evolución en la sección de Competencia Internacional, que es, por así decirlo, el manifiesto editorial del festival. Empezamos el primer año con unas reglas muy precisas: esta sección incluye ficción y documental, pero debía ser primera, segunda o tercera película como máximo, para dar espacio a los autores emergentes. Esa regla ya la eliminamos. Ahora esa sección es un espacio para las propuestas internacionales que consideramos más interesantes. Es una selección de cine de autor con mucha más diversidad, que incluye desde cineastas con una larga trayectoria hasta los emergentes con sus primeras películas. Lo que buscamos es que todas tengan un nivel similar en términos de calidad. Por ejemplo, este año traemos Jauja, de un autor con trayectoria como Lisandro Alonso, y en la misma sección está una Ela volta na quinta, ópera prima del brasileño André Novais.

En estos cinco años, ¿cómo ha evolucionado la idea y el proyecto originales? ¿Cuáles son los platos fuertes de esta quinta edición? En cuanto a la estructura general se ha mantenido muy fiel a la idea El quinto es un año de celebración, y por ello traemos varias retrospectivas muy peculiares. Uno de los platos fuertes es una retrospectiva original, e incluso en cuanto a la programación. Evidentemente, muy exhaustiva, casi completa del ucraniano Sergei Loznitsa, que es hemos madurado junto al proyecto y también la misma programación un autor de cine documental, aunque también ha hecho ficciones. Sin ha adquirido más consistencia. En esta edición no participa Max Cruz embargo, su obra más fuerte y consistente es como documentalista. como programador, pero el trabajo con Roger Koza fluye muy bien.


Por Roger Koza

El oficio sin nombre ¿Qué diabloshace un programador?

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Su último trabajo, Maidan, es sobre las protestas sociales en Ucrania hasta febrero del 2014. Tiene esta doble faceta: una como director de ficciones que compiten en Cannes y otra de documentalista social. Él viene a México y dará una clase magistral, y la verdad es una persona muy interesante: científico, traductor de japonés, y además cineasta. Otro plato fuerte es la retrospectiva de Carlos Mayolo, un cineasta colombiano que casi no se conoce en México y que esperamos sea un gran descubrimiento para muchos cinéfilos. Para esta retrospectiva editamos un libro sobre su obra, que es muy polémica. Tenemos copias restauradas de sus dos largometrajes. Mayolo pertenecía al llamado grupo de Cali, que también se le conoce como Caliwood, que en los años noventa producía mucho cine y de muy buena calidad. Su obra es muy lúcida, y aborda temas como el baile, la cumbia, el ballenato, el consumo de cocaína, y eso lo hace bastante controvertido.

¿Y qué nos dices de la sección Ahora México? Esta sección es de competencia desde el año pasado, lo que muestra que ha tenido una evolución bastante favorable, porque ahora se entrega un premio y, sin embargo, se ha mantenido como una sección muy libre que intenta incluir cada vez más trabajos. Es un espacio dedicado a cineastas de todo el país cuya obra nos parece interesante. Están, por ejemplo, Matías Meyer, que participa con un corto que es una joyita, pero la mayoría son cineastas emergentes, en formación. ¿Cómo percibes el estado de las cosas en el cine de autor mexicano? México tiene muchísima variedad en términos autorales, en particular los jóvenes emergentes. Por eso no traemos películas de cineastas ya conocidos como Amat Escalante o películas como La jaula de oro, porque no necesitan a ficunam como plataforma. En México, actualmente, hay una gran variedad de discursos cinematográficos y nosotros vamos buscando esas nuevas propuestas, sabes, nuevos registros y nuevos tonos para no estar repitiendo un cierto tipo de cine de autor, porque luego sucede que los títulos exitosos se repiten en todos los festivales, y entonces surgen modas y todos quieren hacer sus películas como Amat Escalante. Nosotros buscamos propuestas diferentes, innovadoras, y también que sean de autores un tanto marginales, siempre y cuando su trabajo tenga calidad y valga la pena. Si te fijas, estamos impulsando bastante cine de provincia, o de autores que no son chilangos, y eso es un punto bien interesante. Por ejemplo, Pablo Chavarría Gutiérrez, un chico que vive en San Cristóbal de las Casas, el año pasado estrenó El resto del mundo con nosotros y después ha participado en muchos festivales. Ahora vamos a pasar su nueva película, Alexfilm. Y dentro de la diversidad de temas, ¿hay algún común denominador? Hay varias líneas: sin duda, el tema de la marginalidad está presente, ya sea de un personaje o de varios. Es un tema recurrente en el cine de autor. Vamos a ver historias de gente que vive al límite, como El regreso del muerto, de Gustavo Gamou. Igual está el tema de violencia, que es dominante en varias propuestas. Ahí está La maldad, de Joshua Gil, por mencionar una. ¿Por qué consideras que es importante la existencia de ficunam? Porque ofrecemos las propuestas más actuales y arriesgadas del cine de autor en México y una selección de lo que se está haciendo a nivel internacional en términos de cine independiente y de autor.

Mi madre murió unos tres años atrás y nunca supo muy bien en qué consistía mi trabajo. Cuando le preguntaban a qué se dedicaba su hijo, nunca sabía muy bien qué responder: “Mi hijo, el productor de cine”, decía en ocasiones, “el que trabaja para los alemanes y ahora para los mexicanos en representación del país”, agregaba. Se llamaba Nelly, nació en el campo, estudió matemáticas primero, ejerció como docente y un poco antes de que yo naciera, cuando ella tenía unos 36 años, se recibió en dos años y medio de abogada y escribana. Hija dilecta de una nación (ya pretérita) en la que la educación pública constituía un verdadero engranaje de la movilidad social, a pesar de contar con las herramientas simbólicas necesarias para comprender un trabajo como el mío, jamás entendió muy bien a qué me dedicaba. A propósito de esta nota, un poco en tono humorístico, alguien me decía en broma: “Che, ¿qué diablos hace un programador?”. Con respeto y cariño, ella insinuaba, inconscientemente, que para hacer este trabajo no se requería un gran saber, como si se tratara casi de un hobby que en verdad lo podría encarar cualquier aficionado con un poco de sentido común y cierta experiencia. Por lo pronto, está claro que ser programador no conlleva un saber en un sentido fuerte y un trabajo sistemático para dominar una disciplina, que puede resultar demandante y operativamente tiránica. Esto no es topología algebraica o epistemología de la cosmología, zonas del saber en las que se está obligado a una ejercitación diaria y metódica. Aceptémoslo: programar películas no es lo mismo que resolver ecuaciones complejas o hallar un modelo teórico que explique la singularidad del espacio-tiempo, pero tampoco se trata de una actividad bastarda o una superchería revestida de disciplina. Seleccionar películas para un festival, ciclo o una asignatura de estudio no es equivalente a combinar gustos en una heladería. Programar, verbo desprovisto en su propia musicalidad de cualquier atributo estético, permanece en su sentido demasiado fiel a un concepto pragmatista de la acción y bastante lejos de una evaluación sensible, histórico, política y crítica sobre por qué un film específico tiene importancia de ser visto. Es evidente que la palabra programar es equívoca. Al decir programar, en el mejor de los casos, el receptor puede asociar ese vocablo con alguna actividad pertinente en el universo de la informática. La vanidad profesional acecha y es así que habrá muchos colegas que sentirán cierta satisfacción si en vez de como programadores se los convoca y describe como curadores. Palabra no menos problemática y no menos equívoca que programador, ciertamente. Para los cultos, el término curador indicará cierta capacidad de un sujeto con conocimientos suficientes que puede combinar dichos saberes y, por tanto, reconocer la expresión más acabada y de excelencia en una expresión artística. Para una gran mayoría, que no participa de las comunidades relativamente elitistas de la cultura de las artes y su consumo, la palabra curaduría tiene resonancias médicas o incluso chamánicas, aunque posiblemente en esta yuxtaposición semántica se intuya una función secreta que se establece entre una película, un libro, un cuadro y el espectador, lector u observador: el arte es medicina. En síntesis, no es fácil dedicarse a una actividad que carece de un término observacional que fije un sentido preciso y que supere la limosna verbal a la que parece condenada la actividad.


El expedicionario solitario

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Suposición sensata, y acaso también una tautología: un programador de cine ve películas. Muchas, se supone, aunque no siempre, pues existen muchos festivales en los que las películas se programan automáticamente, lo que denota cierta pereza de sus programadores. La racionalidad es la siguiente: surge una película firmada por un presunto autor con cierta trayectoria. Súmesele la legitimación de un festival importante que la escoge: película y director adquieren una validez casi absoluta. He aquí una película programable. Son pocos los programadores que desobedecen al consenso. En otros términos: el problema no reside en ver mucho, sino en qué ver y adónde ir a buscar lo que no se ve e implica el riesgo de apostar por algo no del todo codificado. Un festival de cine propone con su selección una idea de cine, y es el programador el que organiza y visibiliza un concepto. Tener una idea de cine no es una cuestión menor. Preguntarse qué es el cine es para cualquier programador una inquisición vital y móvil. Si los programadores de un festival toman en serio su trabajo, el caleidoscopio de perspectivas que se conjugan en sus elecciones debe proponer una forma de entender el cine. Un programador ve películas. ¿Unos 600, 800, 1000 títulos quizás al año? Probablemente, incluso más. El tema, no obstante, es cómo llega a encontrar lo valioso en esa cantidad y cómo le llegan esas películas, pues la gran pregunta es cómo ir hacia una película, seguido por qué se debe ver en un film para seleccionarlo. Los grandes programadores son aquellos que reconocen anomalías y excepciones, los que captan un nuevo devenir en el cine o los que recuperan un período y una obra que existió, pero que nunca fueron considerados a fondo. Sobre lo nuevo y lo ignorado, el programador deberá hallar un vocabulario que facilite la experiencia de ver. Es lo que supo hacer Tony Ryans al inicio de este siglo cuando se topó con Mysterious Object at Noon, de Apichatpong Weerasethakul. Fue él quien encontró un lenguaje descriptivo y un lugar para que la radical extrañeza poética y perceptiva que implicaba ver ese film tailandés fuera menor y un espectador cualquiera pudiera hacer una experiencia con él. Ryans no fue otra cosa que una especie de lingüista y traductor, cuya curiosidad y saber le permitió descifrar los “jeroglíficos” de una civilización desconocida y tender un puente entre lo conocido y lo desconocido. Es aquí donde el oficio de programar es bastante parecido al acto de explorar. Un programador es un aventurero que se abisma en territorios sin mapas en busca de singularidades fuera del registro simbólico de su saber y sus herramientas de interpretación. Extraña paradoja: para irse de expedición hay que conocer y estudiar lo que ya otros encontraron y dijeron. Un programador no sólo

“Un programador es un aventurero que se abisma en territorios sin mapas en busca de singularidades fuera del registro simbólico de su saber y sus herramientas de interpretación.” ve películas nuevas, sino que establece constantemente una relación entre las películas que ve y pertenecen a su tiempo con las películas que nacieron en otro tiempo. Lo intempestivo es solamente reconocible como tal en la medida en que se reconocen tradiciones en la historia del cine. Esto implica estudio, investigación y un gran esfuerzo. Es decir: mientras se busca lo inédito y se ven películas contemporáneas, el programador no debería dejar de ver el cine comercial que se estrena en salas y sostener también una relación genealógica y actual respecto de la historia del cine. Ver es siempre ver en una perspectiva que está signada por la historia de una disciplina y del sujeto en ella. Hay una última dimensión indispensable para programar películas. Se necesita saber leer el cine en el mundo y cómo el mundo atraviesa el cine. Y aquí no solamente se trata de identificar películas que representen los temas más acuciantes y relevantes de un período histórico, sino también el reconocimiento de la historia de las formas del cine. Un programador no solamente tiene que dejarse llevar por las inquietudes de su tiempo, también debe preguntarse cómo se expresan esas inquietudes. Todo sistema poético de imágenes constituye una forma de modulación de la sensibilidad. Es por eso que pensar sobre la forma cinematográfica es medular, y más aún en nuestro tiempo, uno de abundancia de imágenes, en el que no todas las imágenes son, por supuesto, cinematográficas. De lo que se predica: un programador también debe poder reconocer los regímenes de imágenes vigentes, la relación de éstos con otras expresiones audiovisuales y revisar así qué películas son las que establecen un diálogo formal con su tiempo. Dicho de otro modo: programar es pensar la imagen. Llegado a este punto, el programador accede a una clarividencia impuesta por las circunstancias. Su saber y su sensibilidad, como sus conocimientos y sus gustos, serán interpelados y puestos a prueba por un colectivo desconocido llamado público. Aquí otras variables se ponen en juego en el criterio de un programador: la diferencia de clase y generacional, la pertenencia lingüística, las tradiciones cinematográficas nacionales y la eventual educación cinéfila de una población pequeña o grande también intervienen en su evaluación extracinematográfica, condicionando su saber y acción. Programar es una propuesta no exenta de choques que se dirime entre quienes ven y quienes proponen. En ese encuentro, los participantes de un festival se disponen a ver junto a otros y transformar así, mediante la experiencia visual cinematográfica, su forma de ver el mundo.

Roger Koza recomienda a nuestros lectores los siguientes cinco filmes que se presentarán en el ficunam 2015. Para él son imperdibles: 1. Caballo dinero, Pedro Costa, 2014 2. El color de la granada, Sergei Parajanov, 1968 3. Asentamiento, Sergei Loznitsa, 2001 4. Comunistas, Jean-Marie Straub, 2014 5. Otros amarán las cosas que amé, Manuel Mozos, 2014


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Guía básica del FICUNAM

Frente presenta esta concisa guía para entender, vivir y disfrutar este festival.

Agarrando pueblo, Carlos Mayolo y Luis Ospina, 1978

Los resentidos, Pablo Álvarez, 2014

Los Juggalos de Búfalo, Scott Cummings, 2014

El hombre que hizo todas las cosas prohibidas, Carlos Amorales, 2014

Secciones en competencia: ► Competencia Internacional de Largometraje ► Ahora México ► Aciertos. Encuentro Internacional de Escuelas de Cine

Autocinema ►U na chica regresa sola a casa de noche, de Ana Lily Amirpour ► Martes 3 de marzo, 20 horas Estacionamiento 4 CCU ► 100 pesos por auto

Secciones fuera de competencia: ► Manifiesto Contemporáneo ► El porvenir ► Homenaje a Harun Farocki ► Ahora México, funciones especiales

Clausura ► Phoenix, de Christian Petzold ► Jueves 5 de marzo, 19 horas Plaza Loreto (Centro Histórico) ► Entrada libre

Retrospectivas ► Sergei Loznitsa ► Carlos Mayolo ► Raymonde Carasco y Regis Hébraud De hombres y bestias, Irving Uribe Nares, 2014


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M

NRMAL:

música

encontrar tu banda favorita es una cuestión de vida o muerte

fotos cortesía: nrmal

Por Humberto Morales Cruz

Swans

Mónica Saldaña, junto con sus amigos Pablo Martínez y Lucas Armando Cantú, es una de las fundadoras del festival NRMAL que este año, como el pasado, tendrá lugar en el Deportivo Lomas Altas los próximos 28 de febrero y 1 de marzo. Mónica se hizo un tiempo en su agenda que se aprieta más conforme se acerca la fecha del festival para contarnos más del NRMAL y su historia.

en aquel momento Monterrey no tenía una oferta de entretenimiento amplia y eran pocos los conciertos de artistas que les entusiasmara: “El festival nace de una necesidad. Se me hace que si nosotros no fuéramos de Monterrey la experiencia del festival no sería lo que es. En la Ciudad de México siempre ha habido una oferta musical más amplia, pero en nuestra ciudad no era lo mismo. Monterrey está muy cerca de Estados Unidos, pero las bandas que nos interesaban no iban”. Esta situación se agravaba porque el gusto de los fundadores era y es bastante singular: cuartel del festival NRMAL en la Ciudad de México está en la “Pablo me contó que cuando estaba supermorrito iba a haber un concolonia Escandón. El lugar es un espacio grande y sin muros en el cierto de Molotov en Monterrey y en ese momento ellos eran su banda que hay una mesa de ping-pong, una salita con sillones mullidos y, favorita. La cosa es que sus papás no lo dejaron ir y él se traumó tanto además, unas mesas largas de madera. En ellas, codo con codo, labora el que decidió que Molotov ya no podía ser su banda preferida. A partir equipo del festival. Como su mobiliario, el ambiente del lugar no parece de ahí se volvió un obsesivo: él dice que trata de escuchar sobre todo el de una oficina; sin embargo, es claro que ahí hay gente trabajando. música que no conoce porque está en una búsqueda de vida o muerte NRMAL es un festival extraño: al mirar el cartel, incluso un melómano para encontrar su nueva banda favorita”. La gente del NRMAL, desde avezado probablemente descubrirá que no conoce siquiera un tercio entonces, trata de ver más allá de lo que está de moda. de los proyectos musicales a presentarse. Aunque no le faltan bandas de Todos los años se hace en Austin Texas un festival llamado South gran historial e influencia (como Swans o Mouse on Mars) o artistas que by Southwest. Cuando a Pablo, Lucas y Mónica se les ocurrió que ellos en este momento se coticen bien (como Future Islands o Twin Peaks), la podían organizar su propio festival pensaron en aprovechar este evento: mayor parte de los nombres del repertorio son artistas que de momento “Ya había un chingo de bandas de todo el mundo que iban al festival en se encuentran lejos de la corriente principal. Todos los organizadores Austin y se nos ocurrió que no debía ser muy difícil bajarlas a Monde festivales emplean las mismas palabras cuando se refieren a bandas terrey, así ya no teníamos que pagarles el avión desde Europa u otros nuevas: “arriesgarse”, “apostarle”, “tener fe”. De una manera u otra, cada lugares lejanos. Sólo debíamos tener una camioneta para moverlos uno de esos eventos le da un lugar al talento emergente; sin embargo, del South by Southwest a Monterrey. De no ser por eso hubiera sido el NRMAL, más que tomarlo como un asunto filantrópico, hace de esa imposible, y la neta todas las bandas que contactamos y participaron ese primer año sí se la rifaron porque confiaron en algo que no condición aparentemente precaria de ser desconocido un valor. El festival nació en el 2010. En aquel entonces Mónica era una estu- existía”. Además de esta idea, los fundadores decidieron invitar a las diante de Periodismo que empezaba a trabajar en revistas. Pablo, que bandas nacionales, sobre todo norteñas, que les gustaban: “Ese año estudió Comercio Internacional, y Lucas, arquitecto, eran un par de estuvieron Rebolledo, Toy Selectah, She’s a Tease; bandas locales que chavos que, como muchos, organizaban fiestas en la ciudad de Mon- siempre están ahí y que conocíamos”. La sede del primer NRMAL terrey. Mónica estaba dentro de su círculo de amistades y no se perdía fue el estacionamiento de la Alianza Francesa de la ciudad de Monterrey, las fiestas que hacían: “Eran los amigos con los que me llevaba y las gracias a que la institución les prestó ese lugar sin cobrarles, cuando fiestas a las que iba. Monterrey, a pesar de que ahora es una ciudad muy las finanzas del festival eran bastante precarias: “Yo estaba ahí porgrande, sigue siendo un rancho y todo el mundo se conoce, sobre todo que quería, ni Pablo ni Lucas ni yo ganamos un solo peso en el primer si, como nosotros, tienes intereses en común”. Desde su punto de vista, festival”. Después de su debut, el grupo de amigos decidió que debían

El


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un público potencial y esa idea, que es central para sus fundadores, ha sido también el mayor obstáculo para el crecimiento del festival: “Desde Monterrey fue difícil, la gente no estaba acostumbrada a un festival como éste. Comprar un boleto para ver bandas que no conoces era algo inconcebible. Incluso este año, ves el lineup y es muy probable que no conozcas a casi nadie. Nosotros casi no bookeamos a las bandas que podrían vender muchos boletos. Ha sido un proceso de seis años para consolidarnos y que la gente más que diga ‘voy a ir al festival a ver a tal banda’ más bien entienda la propuesta de NRMAL. Poco Mónica Saldaña, fundadora de nrmal: a poco la gente fue confiando en nosotros y ahora dicen Busca Bulla, Future Islands, ‘voy a ir porque sé que me la voy a pasar bien’ o, mejor Fátima & The Eglo Live Band. aún, ‘voy a ir porque voy a descubrir bandas’. Incluso hoy en día, ése es nuestro principal reto”. La pregunta Juan Pablo Viedma, fundador de comiobvia que surge de esta visión fundamental del festival lona, el colectivo encargado de la comida es si NRMAL piensa en su público cuando programan el en el nrmal: El último vecino, Omar cartel de cada año: “Aparte de NRMAL, todo el tiempo trabajamos como promotores y productores de evenSuleyman, Kirin J. Kallinan. tos, y en esos trabajos siempre tenemos que pensar en Paulina Lasa, responsable de Nodo, el público, pero el festival es nuestro proyecto y nunca encuentro entre los involucrados lo hemos querido cambiar para venderlo mejor o tener en el negocio de la música: Swans, más espectadores. Nunca pensamos qué bandas van a gustarle al público, sino qué bandas van a enriquecer HTRK, Holy Wave. el festival y cuáles se salen de lo obvio. Sabemos que la Daniela Gallegos, Bianca Peregrina gente que va a nuestro festival está mucho más clavada en la música que el promedio, y estamos conscientes de y Jorge Beltrán, fundadores de cutout que no le vamos a llegar a cualquier persona. No pensafest, ahora parte de nrmal: Diosque, mos en un tipo específico de persona para que asista al Machine Drum, El Guincho. evento; lo nuestro es la diversidad y te aseguramos que seas quien seas va a haber una banda desconocida que te va a gustar y vas a disfrutar”. En muchas disciplinas existe el término “de autor” para referirse a productos que, más que responder a las idas y venidas del mercado, son un reflejo honesto a la pulsión artística de sus creadores. Andréi Tarkovsky se refería al cine de autor como el único que podía tener pretensiones artísticas; Pepe Carvalho, personaje de las novelas de Manuel Vázquez Montalbán, advirtió que áreas que no han estado tradicionalmente relacionadas con el arte pueden ser “de autor”, en específico la cocina. NRMAL es quizá lo más cercano a un festival “de autor” o “de autores” que existe en nuestro país por la manera en que los músicos que se presentarán son seleccionados. Es un festival para personas como sus fundadores: gente que escucha música empedernidamente, que sabe que su identidad musical no está completa y que aún puede enriquecerse, gente como Pablo que decidió de niño que encontrar su banda favorita era una cuestión de vida o muerte.

*Qué*escuchar * * en* NRMAL según:

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Kirin J Callinan

seguir con su proyecto: “En esa época a la par que estudiaba, estaba trabajando en una revista. Dejé mi trabajo y abandoné el periodismo que era una vocación para mí y un medio en el que hubiera querido desarrollarme pero fuck it, porque pasó este tren y me subí, el festival me llamó más fuerte”, dice Mónica con cierta nostalgia. Los primeros años el NRMAL tenía que ser unos días antes de la fecha del South by Southwest, pero luego el festival fue creciendo: “Las bandas que se la pasaron chido les contaron a sus representantes y amigos. Así es como el festival ha ido creciendo. Cada año se suman más bandas y hay algunas que han crecido con nosotros porque al principio abrían los escenarios y ahora los tenemos de headliners”. Uno de los problemas con el que el festival se ha enfrentado es el de encontrar un lugar donde realizarse: “El primer y segundo año lo hicimos en el estacionamiento de la Alianza Francesa que estuvo superbien para iniciar. Después quisimos que fuera en un lugar más amplio y decidimos hacerlo en el parque Diego Rivera. Ahí estuvo excelente, pero cuando al año siguiente quisimos volver a usar ese lugar, ya no fue posible. Lo que sucedió es que, a partir de que nosotros lo usamos para el festival en el 2012, ahí se hicieron un chorro de eventos, como un concierto de Kinky y otro de Molotov. Los vecinos se quejaron hasta que el gobierno ya no permitió que se siguieran haciendo cosas [en esa sede]”. Para la edición del 2013 encontraron el parque Ferrocarrilero, un lugar amplio y al aire libre. Al siguiente año, en el 2014, el festival siguió siendo allí. Además, fue en esa quinta edición del NRMAL que decidieron abrir la sucursal de la Ciudad de México: “Fue una combinación de factores. Primero, nos dimos cuenta de que había mucha gente del DF que viajaba a Monterrey para el festival; y segundo, porque en la Ciudad de México tenemos la facilidad de contactar directamente a embajadas e instituciones culturales que nos apoyan a traer artistas de distintos países. También creo que el DF es más céntrico y hace más accesible que gente de otros lados viaje para al festival”. Este 2015, el festival de nuevo se ha quedado sin casa en Monterrey. Como pasó con el parque Diego Rivera, el Ferrocarrilero comenzó a ser un lugar popular para eventos y el costo que ahora tiene rentarlo está fuera de las posibilidades del NRMAL: “Hay quien dice que tomamos a la decisión fácil porque este año sólo vamos a hacer el festival en la Ciudad de México, pero la verdad es que ésa fue la decisión difícil. Para nosotros Monterrey es muy importante y fue muy duro tener que cancelar el festival allá, pero ya teníamos el tiempo encima y las cosas no se dieron y no podemos seguir llorando”. Quizá lo más importante en la mayoría de los festivales es el público al que está dirigido. Eso determina la selección de bandas fichadas y a partir de eso se buscan patrocinadores —elemento fundamental en esta industria—. Cuando se trata de música desconocida implica un riesgo para los organizadores porque no hay antecedentes sobre cómo reaccionará el público para el que el festival ha sido creado. El NRMAL siempre ha tenido como directriz acercar lo desconocido a

Festival NRMAL Deportivo Lomas Altas Av. Constituyentes 851, Lomas Altas Sábado 28 de febrero, de 12 a 2 horas. Domingo 1 de marzo, de 12 a 23 horas. Boletos: $600 pesos por día si se compran antes de las fechas del evento a través de Boletia. El día del evento los boletos en taquilla cuestan 900 pesos.

Buscabulla


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Balkan: lo exótico ya cotidiano Por Humberto Morales Cruz

Hay quien dice que la música balcánica suena a tambora oaxaqueña, otros que es puro escándalo, pero lo cierto es que está conquistando pies y tímpanos. Este 28 de febrero y 1 de marzo son los días designados para que el Balkytlan, festival de música balcánica, se lleve a cabo en el Ángela Peralta de Polanco.

El sonido anterior Por Emilio Rivaud Un tributo a los fans But I know this much is true I was blessed because I was loved by you “Because You Loved Me: A Tribute to Fans”, Celine Dion

E

n 1850, P.T. Barnum convenció a Jenny Lind, una soprano nacida en Suecia, de embarcarse en una gira de 150 noches por Estados Unidos. Barnum fundó un circo y un museo de curiosidades que llevaron su nombre, y también estuvo entre los primeros promotores de conciertos. Le ofreció mil dólares por noche, que Lind exigió recibir por adelantado. En los meses previos a la llegada de Lind a Estados Unidos, por medio

La música balcánica tiene su origen en el territorio de la península homónima. El balkan que hoy se escucha en todo el mundo viene, sobre todo, de la parte que ocupó la desaparecida Yugoslavia. Como todas las músicas tradicionales del resto del mundo, su historia es paralela a la de la región a la que pertenece y la historia de los Balcanes es una madeja enredada. Hay incluso un neologismo que, haciendo alusión a los terremotos políticos que experimentó esta región en el siglo XX, indica la disgregación de algo que antes

de la prensa y el boca a boca, hizo una campaña publicitaria para que el público pudiera familiarizarse con quien no sólo era una cantante extraordinaria, sino también una mujer decente, un alma caritativa que había donado su jugoso anticipo a diversas escuelas para niños pobres, un modelo a seguir. Surtió efecto: cuando la cantante desembarcó en Nueva York, 40 000 personas la esperaban en los muelles, y otras 20 000 afuera de su hotel. Para los muchos que no consiguieron entrar a los conciertos y también para quienes, habiendo entrado, deseaban prolongar la experiencia de escuchar a Lind, Barnum dispuso de mercancía oficial: muñecas, mascadas, guantes y pañuelos con el sello de aprobación de la sueca. Lind hizo cien presentaciones en sociedad con Barnum antes de resolver que le convenía más seguir por su cuenta. Para entonces, el empresario había ganado unos 500 000 dólares y la prensa estadounidense hablaba de “Lindmanía”. El término no era original: ya seis años antes, en 1844, el poeta Heinrich Heine

estaba unido: “balcanización”. En los noventa, la guerra de Yugoslavia puso esta región en los ojos del mundo; fue en ese momento que la música de esta zona comenzó a salir de su hábitat natural y se volvió un fenómeno global. Por los Balcanes pasaron romanos, helénicos, judíos y gitanos. Esta sedimentación continua de culturas diversas generó un hervidero identitario y una música rica y llena de vida. El festival Balkytlan hace honor a esta historia repleta de vericuetos y nos presenta dos días completos de música y baile. Sentados en el pasto de las áreas verdes de la Cineteca Nacional, Ofer y los músicos de Noir Manouche, el guitarrista Fernando Romero y el trompetista Eric Martínez platican y bromean. La relación entre organizadores de festivales y músicos suele ser cordial, pero ellos, más que tener una relación laboral, son amigos de siempre. También está presente la novia de Eric, como si esta entrevista fuera un evento dentro de un día que transcurre en compañía de los cuates. Noir Manouche es, por decirlo de alguna manera, el ejemplo perfecto del tipo de música que encontraremos en el Balkytlan: su sonido proviene del estilo creado por el guitarrista gitano Django Reinhardt, creador del gypsy jazz o manouche, pero mezclado con el estruendo del balkan. Eric, que ha estado en el medio del balkan mexicano desde el inicio, recuerda que hace cinco años hubo un boom de esta música en nuestro país porque comenzaron a venir bandas importantes del extranjero. “Te estoy hablando de Goran Bregović, de Emir Kusturica y la No Smoking Orchestra, de los Balkan Beatbox. Fue en ese contexto que muchos músicos mexicanos decidimos probar con este estilo”. Fernando comenta que el boom de la música balcánica fue tan fuerte que incluso proyectos como Noir Manouche, que originalmente era una banda de gypsy jazz, decidieron adaptar su sonido: “El manouche lo fusionamos con balkan porque ése es el género que más ha tenido aceptación en México. El manouche todavía es

había usado “Lisztomanía” para describir lo que ocurría en los conciertos de Franz Liszt: episodios de verdadero arrebato místico que derivaban en tumultos. No hay registros de que el público se haya exaltado violentamente por causa de Jenny Lind, pero es interesante hacer notar que esa manía fue más el resultado de una campaña bien orquestada que de su talento artístico. P.T. Barnum fue, de alguna manera, el inventor del lucrativo concepto de fan. La industria cinematográfica entendió pronto que los actores entusiasmaban más al público que los estudios que producían las películas. Por eso cierta actriz dejó de ser “la chica que salía en las películas de la compañía Biograph” (de la que D.W. Griffith era director) y pasó a ser Florence Lawrence, la primera estrella de cine. El teatro, la música, la literatura siguieron el paso. Hoy hay diseñadores estrella, programadores estrella, economistas estrella, científicos estrella. La constante es la misma. El conocimiento público de los teoremas de la

underground porque es más tradicional y más orientado al jazz”. El balkan y el manouche comparten la influencia gitana porque los romaníes, al ser un pueblo nómada, han influido muchas culturas. La fusión que Noir Manouche ha adoptado se basa en esa raíz común: “La instrumentación original del manouche es guitarras, contrabajo y violín, pero nosotros tenemos además de eso clarinete, trompeta, flauta, percusión y a una chica que hace belly dance. Fusionamos el brass del balkan y su espíritu de fiesta con el swing del manouche heredado de Django Reinhardt”, dice Fernando. El público ha cambiado mucho, se ha abierto a nuevos horizontes y la música balcánica ocupa ahora un nicho en el imaginario sonoro de la ciudad. Ofer, el organizador del festival, cuenta que el Balkytlan surgió del colectivo Balkanera, que es una plataforma para los artistas de este género. Hace algo más de un año, Ofer viajó por varios estados de la República y vio con alegría que esta música ya había salido de la capital: “Xalapa, Puebla, Querétaro, San Luis y Guadalajara ya tenían una constelación fuerte de grupos de balkan”. De esta travesía por el país se le ocurrió que Balkanera podía organizar un encuentro de quienes exploran esta música. Para Ofer el balkan está más fuerte que nunca y se ha consolidado más allá de las modas: “Buena parte de las agrupaciones que componen el cartel de Balkytlan llevan ya cinco o seis años tocando. Ellos son quienes han conquistado una parte de la escena musical mexicana. El festival se hace porque la calidad de las bandas amerita que sean escuchadas”. Balkytlan Teatro Ángela Peralta Emilio Castelar y Aristóteles, Polanco 28 de febrero y 1 de marzo Ambos días de 12 a 20 horas Boletos: $180 un día; $350 los dos días https://balkytlan.boletia.com

singularidad no ha avanzado al mismo ritmo que el de la vida privada de Stephen Hawking. El artista tiene en sus fans a una legión de consumidores. Los fans empedernidos, los que, por ejemplo, se inscriben a los clubes de fans, obtienen ciertos privilegios por parte del artista: fotos exclusivas, autógrafos, ediciones especiales de sus discos, ventas anticipadas, meet and greets. Después de la adolescencia es cada vez más difícil ser fan de algo, porque esas necesidades se trascienden. Pero en aquellos años, el fanatismo es una cuestión hasta belicosa. El mundo se divide entre los que oyen a los Beatles y los que prefieren a los Rolling Stones; entre los Beliebers y los Monsters. Y los artistas terminan siendo prisioneros de estas legiones cuyo amor se han dedicado a alimentar. Algunos componen discos al respecto –Roger Waters lo hizo con The Wall–, y otros encienden un puro con un billete mientras saludan desde la ventana de su limusina y ensayan la frase “todo se lo debo a mis fans”.



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S •L

Reseñas Cada cierto tiempo algún necio asegura que el rock ya murió. Podríamos discutir que ha perdido vitalidad. Que ya no ocupa un rol prominente en la cultura de masas. Que nuestras juventudes prefieren las canciones del Julión Álvarez o bailar música electrónica hasta el amanecer. Pero eso de proclamar su muerte es un verdadero disparate. Hoy mismo el rock —que cada quien lo defina como quiera, yo en este momento en particular hablo de guitarrazos violentos, baterías duras, bajos que retumban— goza de buena salud. Hay evidencias irrebatibles, como, por ejemplo, el nuevo disco de Pond. Éste es un cuarteto australiano de formación más o menos reciente (2008), surgido dentro de otra banda igual o incluso más potente, Tame Impala. Dos de sus integrantes, el guitarrista Neil Allbrook y el esplendido baterista Jay Watson, aprovechaban los ratos libres durante las giras de la gacela mansa para trabajar en sus propias canciones. Hicieron algunos discos de tiraje limitado, su alineación se transformó notablemente —pasaron de trío poderoso a quinteto— y le dieron la vuelta al mundo gracias al álbum que publicaron en el 2012, Beard, Wives, Denim. Luego, con una grabación breve (sólo siete canciones) llamada Hobo Rocket, se confirmó lo que ya se sospechaba: que el grupo tiene el potencial para alejarse de la sombra de Tame Impala, pese a las obvias semejanzas estilísticas. Y es así como llegamos a su nuevo álbum, editado hace unos días. Es, sin duda, el mejor de su carrera. También el más accesible. Porque si bien es cierto que siempre hay melodías memorables en sus canciones, nunca se habían manifestado con tanta claridad como ahora. Sin embargo, no es eso lo que lo define. Su título no miente: ésta es música para sentirse en el espacio. Como Sandra Bullock en Gravity, pero sin la angustia existencial. Es música para clavarse en la textura. Para ignorar las malas vibras. Estamos hablando de unas buenas dosis de rock ácido, psicodélico. De riffs gordos. De un baterista que se apunta para ser uno de los mejores de su generación. Como buen viaje, tiene sus picos y sus valles. Canciones pesadas se alternan con baladas lisérgicas que si bien por momentos pueden ser algo cursilonas, no tienen desperdicio. Vaya disco, vaya banda.

—rulo

La vara

The Velvet Underground The Velvet Underground 45th Anniversary Deluxe Edition Polydor/Universal Music Enterprise, 2014

Los 10 vinilos más vendidos de febrer0 en La Roma Records:

El nivel de exigencia en la música (y en el rock en particular) durante la década de los sesenta era demencial. Todos luchaban por pasar unos encima de otros. Un álbum de Hendrix venía acompañado, y por ende representaba su competencia, por uno de Dylan, que a su vez rivalizaba contra uno de los Rolling Stones. De tal manera imperaba la calidad. Más que artefactos meramente pop, los álbumes comercializados en aquella época estaban escribiendo la Historia. En dicho escenario no fueron pocos los entusiastas que calificaron a The Velvet Underground & Nico como un disco más innovador y vanguardista que Sargent Pepper’s Lonely Hearts Club Band. Al debut de The Velvet Underground siguió White Light/White Heat, un disco que se convirtió en un clásico y mantuvo la reputación de la banda como el grupo experimental por excelencia. En dos años todo se vino abajo. Con la salida de su tercer disco. El crítico Lester Bangs, quien se había encargado de encumbrarlos, fue quien asestó el golpe más duro al reclamar cómo se definía a una banda que pasaba de componerle un himno a la heroína a cantar sobre Jesús. Aunado al hecho de que John Cale, mano derecha de Lou Reed, había salido de la banda. Fue tal el descalabro de su tercer álbum y del cuarto, que los miembros originales abandonaron el grupo y su líder, Lou Reed, acabaría trabajando de godínez en la empresa de su padre. Pasó de ser considerado como más grande que los Beatles a ser un vil empleado de oficina. Pero The Velvet Underground es un discazo. Y un verdadero acontecimiento constatarlo. Redescubrirlo 45 años después no alcanza para explicar cómo esta banda se disolvió, no obstante las ausencias de John Cale y Nico. Contiene una de las piezas más bellas que haya ideado la poética de Lou Reed, “Pale Blue Eyes”. Más atemperado que sus antecesores, no cuenta con la furia característica de la banda. Pero el track “The Murder Mystery” es la Velvet en su máximo grado de esplendor. El que le otorgara su fama. “Candy Says” y “I’m Set Free” son las otras dos gemas del disco. A The Velvet Underground le viene sucediendo lo mismo que le ocurrió a las canciones de Dylan correspondientes a su etapa cristiana, que fueron atacadas hasta el vilipendio para al final reconocer el gran valor de esas piezas.

1 Beck Morning Phase Terje 2 Todd It’s Album Time War on Drugs 3 The Lost in the Dream 4 TVSeedson the Radio & Sebastian 5 Belle Girls in Peacetime Want to Dance 6 Lorelle Meets the Obsolete 7 8 9 10

Chambers Flying Lotus You’re Dead! Panda Bear Meets the Grim Reaper Natural Born Killers (Soundtrack) #80 Electrique

Álvaro Obregón 200 Bis 1, Roma T. 52642140

—Carlos Velázquez

Feliz cumpleaños Yoko Para celebrar su cumpleaños número 82, Yoko Ono colaboró con Antony Hegarty y John Zorn; con el primero en la canción “I Love Earth” y “Blink” con el segundo.

Regreso de Blur Sorpresivamente, guardando el secreto hasta el último minuto, Blur le anunció al mundo el lanzamiento de un nuevo álbum, The Magic Whip, en abril, después de más de diez años de inactividad en el estudio.

ECORD

Pond Man It Feels Like Space Again Universal Music Australia, 2015

RO M

A• R

A

Noel vs. kanye Noel Gallagher se burló de Kanye West, quien despotricó contra Beck por haberle ganado a Beyoncé en los Grammy: “La palabra ‘artístico’ no tiene nada que ver con mover el trasero como Beyoncé”, dijo.

Scarlett Johansson forma su banda La actriz se unió a Este Haim para formar The Singles cuyo primer sencillo, “Candy”, ya vio la luz.

Mac DeMarco: no llegó Uno de los artistas que más ganas teníamos de ver en Bahidorá no llegó, debido a problemas de salud. Eso, por lo visto, no fue motivo para impedir que cientos de adolescentes se llenaran la cabeza de flores y se la pasaran a todo dar disfrutando al resto del cartel.


del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015 | mĂşsica | frente | 33

Frank Iero Sala 14 de febrero de 2015

abajo

ARRIBA

Por Toni François www.tono.tv


34 | frente | cine | del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015

C cine

Estafa en nombre del Señor Por Roberto Garza

De visita en la Ciudad de México, la actriz y productora Olga Segura nos concedió una entrevista para hablar de su papel en González, película dirigida por el debutante Christian Díaz Pardo y en la cual comparte créditos con Harold Torres y Carlos Bardem.

González

es una película incómoda que no va a pasar inadvertida, o por lo menos no en ciertos círculos religiosos que han encontrado la manera de timar al prójimo en el nombre de Dios. Ésta es la historia de González (Harold Torres), un mexicano de clase media baja, endeudado hasta el copete, y que se la ve bastante dura para sobrevivir y mantener a su madre. Así que, víctima de la desesperación, acepta un cargo como operador en el call center de un templo cristiano, lugar donde conoce a Betsabé (Olga Segura) y el cual encabeza el pastor Elías (Carlos Bardem), encargado de que el templo funcione como una máquina para sacar dinero a sus feligreses a costa de sus creencias. ¿Cómo te involucraste en el proyecto?

Conocí a Harold Torres en una serie de televisión que hicimos juntos llamada El encanto del águila, con la directora Mafer Suárez y produ-

cida por Pedro Torres, de Televisa, y desde entonces hicimos muy buena amistad y mancuerna. Tiempo después nos encontramos y me dijo: “Oye, estuve pensando en ti para un proyecto que se llama González. Somos tres actores y quiero que tú seas la mujer, que se llama Betsabé”. Y le respondí: “Mira, para empezar, si tú me lo estás pidiendo, ni siquiera tengo que leer el guion”, porque para mí Harold Torres es uno de los mejores actores mexicanos hoy en día. Desde que lo vi en Norteado me pareció un actorazo. Entonces, ¿Harold Torres te buscó directamente para ofrecerte el papel?

Sí, él me busco primero. Pero Christian Díaz Pardo, que es el director de la película, estaba al tanto de la situación y sabía perfectamente que Harold me iba a ofrecer el papel, porque Harold y su novia son los productores de la película junto con Christian. Así que todos estaban de acuerdo en que yo fuera Betsabé, y también en que el pastor Elías fuera Carlos Bardem. ¿En qué momento leíste el guion?

No, bueno, a los dos días leí el guion y le hablé a Harrold para decirle que ni se le ocurriera darle el papel a nadie, porque yo quería hacerlo. Mira, hasta me pongo chinita, porque fue un proyecto bien padre. Lo disfruté mucho. Oye, trabajar con estos dos grandes actores es un lujo.


“Vivimos en esta ciudad tan grande,

con tantos millones de habitantes, y de repente no nos damos cuenta de la existencia de estos lugares donde engañan a la gente y abusan de su fe.”

FOTO CUCHO JIMÉNEZ

del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015 | cine | frente | 35

estrenos

¿Y luego qué siguió?

Primero hicimos un corto para mostrar el proyecto y conseguir financiamiento. Ese mismo corto fue el que le mostraron a Carlos Bardem para que le entrara. ¿Cómo te preparaste para este papel?

Primero tuve varias pláticas con Christian, el director, y luego me infiltré en los templos, ya sabes, disfrazada y toda la cosa. Tuve que hacerlo porque la verdad no sabía casi nada de cómo funcionan estas religiones. Vivimos en esta ciudad tan grande, con tantos millones de habitantes, y de repente no nos damos cuenta de la existencia de estos lugares donde engañan a la gente y abusan de su fe. ¿Cómo te infiltraste?

Christian me dijo dónde se ubicaban los templos y me pidió que tuviera mucho cuidado, que me fuera de incógnita, no como Olga Segura, porque hay cámaras, vigilantes, guaruras y todo eso. De hecho, la idea original de la película tos. Saber de dónde vienen, por qué están ahí, cuáles son parte de un proyecto documental que estaba levantando sus necesidades. Tienes que entenderlos. una chica del Centro de Capacitación Cinematográfica y que no se hizo porque se sintieron amenazados por esta gente. De ahí fue que Christian decidió hacer una película ¿Y tú qué entendiste de esta gente? Están ahí por ignorancia, por falta de educación, por la de ficción sobre el tema. desesperación ante los problemas económicos, de alcoPlatícanos más de tu experiencia como infiltrada en holismo, drogas, por tanta necesidad. ¿Y qué hacen estas estos templos. personas? Van a un lugar donde se sienten arropados Primero fui a uno que está en avenida Revolución, en y escuchados. Hay un sentido de pertenencia. Por eso Tacubaya, y fue algo muy fuerte. Estuve ahí varias veces, llegan a los templos, porque están necesitados, y los tenía que empaparme de lo que ahí sucede, porque yo pastores se aprovechan de esto para lucrar con la fe y las represento en la película a la parte creyente, sabes, a la creencias de la gente. mujer devota que asiste a estos templos. Lo más fuerte que vi fue una escena en la que está el pastor ante una ¿Nos podías definir a tu personaje y su rol en la película? Betsabé representa el mundo creyente, el mundo de la fe. cantidad enorme de gente y de pronto dice: “¿Quién va a Es esta jovencita que no rompe ni un plato, bien adocgrabar su voz?”. Yo no entendía nada, como que “¿quién trinada por la religión, pero al mismo tiempo también va a grabar su voz?” Luego vi que todos se empezaron a quiere salir de ese mundo, sabes, escapar de esa burbuja. formar para subir al escenario, y le llamo escenario porque es como un show y el pastor es como un actor, pero También es el conducto para que el personaje de Harold justo antes de formarse tenían que entregar un sobre. Yo Torres, es decir, González, se involucre con el mundo religioso. Mi personaje es, de algún modo, la encarnación no entendía nada, la verdad. Le pregunté a una señora del amor que busca González. que se quedó sentada: “¿Oiga, usted no va a pasar?”. Y me respondió: “No señorita, lo que pasa es que no pude juntar los mil cien pesos”. Ahí me di cuenta de que, cuando la ¿Por qué es importante que la gente vea González? Porque es importante que se sepa lo que realmente gente pasa con el pastor éste les pone el micrófono y graban una petición que supuestamente mandan a Jerusalén, sucede en estos templos. Una de las razones primordiales según esto, claro, pero antes tienes que darles un sobre por las que entré a este proyecto es porque necesitamos con mil cien pesos. La gente se forma, luego el pastor les crear conciencia de lo que está pasando. pasa el micrófono para hacer la petición, que ni siquiera la graban, y les sacan dinero por hacer eso. Un show, un ¿Crees en el cine como un vehículo de transformación social? engaño terrible. Sí, por supuesto. De hecho, tengo el propósito de hacer ¿Y cómo te apropiaste de esta realidad para luego mínimo, como productora y actriz, una película al año interpretarla en tu personaje? que provoque o cree conciencia social. Tengo en puerta En estos casos, los actores necesitamos entender a quién un proyecto que me entusiasma mucho que tiene que ver vamos a interpretar. Tenemos que ponernos en sus zapacon los derechos humanos.

VICIO PROPIO Dir. Paul Thomas Anderson. Con: Joaquin Phoenix, Josh Brolin, Katherine Waterston, Owen Wilson, Benicio del Toro. Paul Thomas Anderson (Petróleo sangriento, The Master) es sin duda uno de los mejores contadores de historias de la cinematografía gringa actual. Esta hilarante adaptación de la novela homónima de Thomas Pynchon es un gran homenaje al cine noir, pero con un fuerte aroma a cannabis. La historia se desarrolla en los años 60 y sigue los pasos de Doc Sportello, un peculiar detective privado de Los Ángeles, quien después de mucho tiempo sin ver a su ex pareja, Shasta, una seductora femme fatale, ésta le pide ayuda para encontrar a su amante, un magnate inmobiliario.

KINGSMAN: SERVICIO SECRETO Dir. Matthew Vaughn. Con: Colin Firth, Taron Egerton, Samuel L. Jackson, Mark Hamill. Kingsman es una muy interesante combinación entre el cine de espías tipo James Bond, con todo el dinamismo y acción que ello implica, con la comedia inteligente británica. Adaptación del cómic de Mark Millar y Dave Gibbons, cuenta la historia de un veterano agente secreto inglés (Colin Firth) que debe entrenar a su joven y acelerado sobrino (Taron Egerton) en el mundo del espionaje.

SIEMPRE ALICE Dir. Richard Glatzer y Wash Westmoreland. Con: Julianne Moore, Alec Baldwin, Kristen Stewart, Kate Bosworth, Hunter Parrish. Siempre Alice es un megadrama lacrimógeno que sobresale por la conmovedora y, sobre todo, convincente interpretación que hace Julianne Moore de Alice Howland, una maestra de Lingüística, felizmente casada y con tres hijos mayores, que descubre que está sufriendo la etapa inicial de la enfermedad de Alzheimer. Una película desgarradora, dolorosa.


36 | frente | cine | del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015

Vincent Moon: lente sonoro Por Luis Rivera

L

a idea preconcebida de un director de cine nos remite a quien goza de comandar actores, trabajar guiones y acaso supervisar temas menores dentro de un rodaje, ya sea de nivel industria o autoral. El estereotipo viene acompañado de un estatus envidiable para muchos e incluso de una vida más frente a las cámaras que detrás de ellas. Fiel a la fácil maniobra que requiere derribar esos prejuicios, aparece en este contexto el francés Vincent Moon, quien es la mente fundamental de La Blogotheque, un canal y sitio web que desde hace más de seis años se encarga de producir videos musicales en vivo con bandas independientes y algunas que con el tiempo han alcanzado niveles de fama global, todos ellos con la encomienda principal de trazar la línea más corta posible entre público y artista, ello fundamentado en que el material es gratuito para ser visto por todo el mundo. Lugares usuales, generalmente alejados del escenario, cámaras andantes e inestables, texturas rupestres, colores pálidos y un sonido suficientemente sólido pero no digno de un sistema de múltiples canales surround postrado en la sala de algún amante del buen audio. La intimidad y la cercanía documental es lo que el parisino busca cuando está filmando, tarea que le exige una buena dosis de sensibilidad. En su más cercano trabajo con marcas de alcance mundial ha dirigido el documental Changes in Rhythm para Coca Cola. Sin embargo, éste es apenas un ápice de los cientos de videos que ha publicado durante su persistente interés por documentar el mundo sonoro, principalmente por medio del denominado Take Away Show. “Quita el espectáculo de la tarima y llévaselo a la gente” sería un hipotético eslogan para esta submarca con la que La Blogotheque enlista esta serie de producciones, todas de distinta índole musical y algunas de ellas con millones de reproducciones. En octubre pasado, durante su ponencia en Brasil del foro ted, Moon comienza con un cuestionamiento que él mismo se resuelve: “¿Cómo podemos usar computadoras, cámaras y micrófonos para representar el mundo de la forma lo más alternativa posible? Tal vez utilizando internet para crear

FOTO: ANTEJANDRIG

El francés Vincent Moon es conocido por dirigir películas experimentales, documentales y videos, aunque recientemente su obra fílmica se enfoca más en abordar el aspecto ritual de la música. A continuación, un perfil de este artista que está llevando la relación entre la música y el cine a un nivel por demás elevado. una nueva forma de hacer cine”. Esta declaración engloba de manera idónea la premisa que abandera en su labor. Valiéndose del esquema Do It Yourself (hazlo tú mismo) es posible que las barreras sean realmente pocas más allá de los gastos que conlleva trasladarse a los terrenos que pretende explorar, generalmente, “lejos de la industria musical y del cliché”, aclara Moon. Cuando las posibilidades no alcanzan no queda más que adaptar una idea al alcance y por ello afirma: “El cine puede ser una cosa muy simple”. Algo que en nuestros días, para el grueso de la población, sonaría descabellado, a Moon le ha traído adeptos y está convencido de que “la forma en que mostremos el mundo cambiará la forma en que lo veamos”. Moon cree en la simpleza de las cosas como un medio de creación que lo ha llevado a un incesante camino, donde ha entendido que tiene que “reaccionar al momento y saber lo que es importante filmar en el mismo”, uno donde, bromea, “mi abuelo es igual de cool que Beyonce”. Dedicar demasiado tiempo a la preproducción es algo poco habitual para él, y es que si lo hiciera tal vez se habría perdido de oportunidades como la que se le presentó en el 2007, pues con apenas su segundo disco recién editado y lejos de que fueran lo que hoy en día, tuvo el acierto de filmar a Arcade Fire interpretando Neon Bible y “Wake Up” —esta última la canción más emblemática de su carrera hasta ahora—, en lugares muy cerca de la Place de La Madeleine en París, donde ahora sería imposible imposible un rodaje con la naturalidad de entonces debido al revuelo que casuarían por su fama actual. Ese tipo de materiales cobran con el tiempo una valía honrosa, y justo ahí radica el mérito de su trabajo: en la búsqueda constante, en la prueba y el relativo error. Antes del auge que estas bandas tienen actualmente, trabajó con Vampire Weekend, Fleet Foxes, Phoenix, Grizzly Bear, The National, Mumford and Sons, The Kooks y varias más. Es con The National una de las agrupaciones con las que más tiene relación: dirigió el documental A Skin, a Night y los ha filmado tanto en una sobremesa en el sur de Francia como

“Moon cree en la simpleza de las cosas como

un medio de creación que lo ha llevado a un incesante camino, donde ha entendido que tiene que ‘reaccionar al momento y saber lo que es importante filmar en el mismo’.”

en versiones en vivo de “Baby, We’ll Be Fine” y “Abel”, además de que son de su autoría los videos oficiales de “Daughters of the SoHo Riots” y “Lit Up”. Con el tiempo la misma evolución de sus filmes le ha exigido voltear hacia otros ámbitos sonoros menos cercanos a lo que se entiende como una banda independiente, y debido a su obsesión por la experimentación tanto visual como auditiva, emprendió un proyecto que descubre lo que la gente escucha e interpreta en comunidades lejanas a las urbes tanto de Indonesia, Brasil y en la misma Europa, algo que ha denominado Petites Planètes. El punto más alto de dicho viaje está reflejado en el filme Esperando el tsunami, donde documenta los sonidos de una Colombia actual a través de la música del dueto Lulacruza. Dicho proyecto está inspirado en Petite Planète, o un pequeño planeta, en singular, una colección de 32 libros que uno de los principales referentes de Moon, el escritor y director Chris Marker, coordinó con el objetivo de dejar impresas fotografía e información de distintos países. El 30 de Julio del 2012, un día después de la muerte de Chris Marker, Moon escribió en su cuenta de Twitter: “Adieu chris marker. constant light and inspiration. director of the collection Petite Planete in the 50s. tristesse”. Una mezcla entre inglés y francés que bien representa la naturaleza del parisino, un tipo inestable y poco recto que más allá de buscar la perfección, tiene como objetivos ineludibles la diversidad y la profundidad. Recomendamos visitar www.vincentmoon.com



38 | frente | ARTE | del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015

Melquiades Herrera en un tomo

A arte

Por Pablo Rojas Melquiades Herrera, el libro recientemente publicado por la editorial Alias, se centra en presentar y rescatar la obra del artista visual, performancero y escritor que da nombre al título. El ejemplar incluye textos que más allá de su sentido del humor, demuestran la complejidad del pensamiento de Herrera.

Un

hombre (robusto, de grandes patillas) vende caleidoscopios entre los autos. Luego venderá agendas-billeteras en un pesero con las que puedes saber, promete, a qué hora desayunan en China y datos varios sobre Egipto (evidenciará de paso que el transporte público es una máquina del tiempo y del espacio). En otra acción, vende peines, unos como ballenas y otros como huellas mientras pregona: “Le vengo a ofrecer la transformación del hombre como si fueran pisadas o pasos a través de su vida, a través de su transformación como si fueran, en efecto, los pasos del hombre.” Las escenas no son hilarantes, son cáusticas. No llevan a la carcajada. “¿Cuál es la diferencia entre un artista visual y un vendedor de peines?”, se pregunta. “Pues seguramente la diferencia es la corbata.” Melquiades Herrera la lleva.

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Melquiades Herrera no ganó el Premio Nobel en la inexistente categoría de artes en 1978, pero sí escribió en cambio su Discurso de aceptación del Premio Nobel, una de las piezas más interesantes y reveladoras de sus inquietudes y posiciones político-estéticas. Melquiades fue un artista visual, un performancero. Un maestro de la enap, y también, un escritor. Fue alguien que pensaba y se repensaba, que cuestionaba seriamente, a través del humor, el quehacer estético. Si él se reconoció como escritor, queda en la duda, pero el libro Melquiades Herrera (Alias, 2014), prueba que el pensamiento de Melquiades Herrera transitaba también por la acción de escribir. Melquiades Herrera fue un Sí-miembro del No-grupo (1977-1983) junto a Rubén Valencia, Alfredo Núñez y Maris Bustamante, en una época en que los grupos dominaban la escena del arte-crítico-al-mundo-del-arte, y que desde un ejercicio formal cuestionaban el estado de las cosas; desde un pensamiento de izquierda integraban intenciones, y como necesidad hacían teoría y práctica en torno al arte No-Objetual (concepto trabajado primero por Juan Acha), realizaban “montajes de momentos plásticos”, como nombraron a sus acciones performáticas gracias a Maris Bustamante. Después de la disolución de este grupo, Melquiades continuó con sus exploraciones, su labor docente y los performances, que llevó a soportes como el video e incluso a la red. Pero también dedicó mucho tiempo a escribir, a documentar en fotografías o “reportajes plásticos”, a construir un cuerpo gráfico que, o acompañaba de alguna forma a sus performances, o que constituían parte de su fundamento. Hoy, gracias a la investigación de Sol Henaro y a la editorial Alias, podemos acceder a una serie de textos escritos por él (a veces firmados por una especie de alter ego, Hilario Becerril), fotografías, documentación sobre sus performances, que nos lleva desde la crítica de arte hasta la conquista española, pasando por disertaciones sobre la clase obrera, la modernidad, las nuevas tecnologías en el arte y los soportes, la dictadura de la técnica, la comida. Esta reunión no tiene vocación de ser una colección, como explica Henaro, se trata en cambio de “volver a poner en circulación una de las producciones que no han sido debidamente atendidas”. Textos que más allá de su sentido del humor, demuestran que el pensamiento de Herrera es complejo, y que no buscan la transgresión o la heterodoxia per se, sino que siempre van más allá. Es un libro serio.

*** Melquiades era un gran personaje: de espíritu chacharero, estrambótico en sus accione y en su vestimenta. Las anécdotas se suceden: su inseparable portafolios Samsonite, su bolsa del mercado, sus lentes, su predilección por la tristemente desaparecida cantina El Nivel. Cuántas conversaciones de tantos personajes sucedieron en esa preciosa cantina que sin más, fue tragada por las misma ciudad que le dio origen. Al ver sus performances en video, a veces uno piensa que de tanta cháchara y momento cómico, empezará de una u otra forma, la hora cuchi-cuchi de Beto el Boticario. Participó en programas de televisión como La Caravana, de Imevisión, junto a Víctor Trujillo y Ausencio Cruz. Y cuenta en sus escritos que Trujillo, aunque cedió al final, no le veía sentido al “Gabinete de curiosidades del profesor Melquiades Herrera” como se llamaba su sección. Si era peatón, se comportó siempre como tal. Tratando de enlazar desde lo popular, de diseccionar, de entender. Pero como buen peatón no le animaba un espíritu folclorista. No es que se bajara de la banqueta pedestal como método para acercarse a lo popular, no había falsa pretensión. Entendía que la ciudad en su caos, en su centro la tierra, había dispuesto museos y mercados, y que ambos, contaban un trozo de verdad. Melquiades caminaba de uno a otro con soltura, y llevaba los objetos comprados en el segundo, a exhibir o a regalar en el primero. Cuando en 1995 Juan Arturo Brennan lo entrevista y le pregunta sobre el performance, Melquiades saca un cuaderno rosa en forma de corazón. Cuando Fernanda Tapia lo interroga, saca un matamoscas azul: “También hay mariposas azules, Mauricio Babilonia”, le dice. Las chácharas, explica en sus textos, son como las muletas de Dalí, un apoyo: los objetos como bastón del caminante.

*** Hay textos de Damián Ortega, de Abraham Cruzvillegas y de Sol Henaro al principio del volumen, pero que son mucho más que textos introductorios en este caso. Funcionan como partes constituyentes de la idea curatorial de Henaro, de la búsqueda de un verdadero artista perdido en algún mercado y que los museos han rechazado siquiera emprender. Cruzvillegas sigue las pistas esquivas de Melquiades, y no intenta describirlo, sino aproximarse a él, rodeándolo, como al Tao. Henaro cuenta las


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vicisitudes que tuvo para acercarse a la obra y a los archivos de Melquiades. Dando vueltas de aquí para allá, saltando obstáculos, logró por fin acceder al archivo que había dejado Melquiades a la enap. La curadora, ya en el 2010 presentó la exposición No-Grupo: un zangoloteo al corsé artístico en el Museo de Arte Moderno. En aquella ocasión se preguntaba qué hubieran pensado sus integrantes si en los setenta ella se hubiera acercado para proponerle al NoGrupo sacar a la luz su trabajo y procesos en espacios institucionales: “Seguramente me hubieran mordido la yugular” pero “no hay de otra, de otra forma los condenas al olvido, al anonimato”. Por eso el libro se centra en presentar y rescatar la obra de Melquiades y no en un anecdotario chusco. Al final del libro, se incluyen “instantáneas” de amigos de Melquiades, entre ellos, Felipe Ehrenberg, César Martínez, Maris Bustamante, o Jorge Prior, responsable de llevar a video varios performances de Herrera.

*** El No-grupo, fundado en 1977 y disuelto en 1983, realizó en esos años de agitación dentro del mundo del arte numerosos montajes, intervenciones y performances que irrumpieron por su novedad, por su humor ácido, por su crítica. Para algunos se trataba de mera chacota, de nada serio. En una entrevista para Canal 22, una muy joven Fernanda Tapia le suelta la provocación: “los han acusado de capulinescos, de ser bufones de la burguesía”. Melquiades le responde: “en un momento dado la comicidad puede ser subversiva… el humor es una categoría estética, de las más altas en el arte”. Y luego sigue: “El arte contemporáneo, es arte popular. El arte lo que hace es conjuntar los elementos populares y los elementos exquisitos”.

*** Los textos de Melquiades tienen una contemporaneidad que asusta. O nada ha cambiado, o todo sigue igual. Le pasa lo que a Ibargüengoitia al ser leído hoy: aunque cifras (sobre todas las del devaluado peso) y circunstancias pudie-

ran no corresponder a las de hoy, el relato, los problemas y las preocupaciones son alarmantemente actuales, aunque hayan sido escritas en la segunda mitad de la década de los setenta. Algunos textos de Herrera, como los reunidos aquí bajo el título de “En busca de la clase obrera (improntas políticas)”, pueden ser leídos como las “Instrucciones para vivir en México”. En serio que lo cómico no los hace banales. Son instantáneas, momentos, descripciones sincrónicas, cortes. Desmenuza y acude a lo cotidiano porque son también nuestros días. Herrera se alimenta de ciudad. “Soy flor de asfalto porque nací en el DF”, escribe, “porque nunca salgo, casi nunca salgo de vacaciones”. Si le obsesiona la conquista española, eso no lo vuelve un indigenista. Es un animal urbano que al paso descubre que es la ciudad misma la que provee enfermedad y medicina. En un mundo autocontenido se necesitan magos, alquimistas que transfieran las propiedades de lo popular, lo callejero a lo culto y viceversa. Sus reportajes plásticos (fotografías polaroid y Kodak color) y textos agrupados en Noticias del México surrealista dejan ver al peatón convertido en antropólogo rebelde, al que resulta, envían de trabajo de campo a la esquina de su casa, a las calles que frecuenta, a su ciudad. Encuentra cosas absurdamente reales como varias “entradas de coche” que son en realidad paredes sólidas. Mira coches, rótulos, estructuras extrañas que sólo pueden habitar en un mundo urbano. La forma en cómo nos apropiamos los habitantes de este submundo de sus materiales y espacios. Pero el libro también incluye fotos que le hicieron a él, como las “Fases de Melquiades”, de Javier Hinojosa. En uno de los trípticos aparece nuestro personaje con un gorro, que en realidad es un pasamontañas. En la última fotografía lo trae ya extendido sobre el rostro. Su pasamontañas “intervenido” no deja que lo veamos como guerrillero o “transgresor de la ley”, sino como Tortuga Ninja.

*** Otro conjunto de textos los firmó como Hilario Becerril (su segundo nombre, su segundo

Foto: enrique macías | CortesíA: alias editorial

De la serie "Noticias del México surrealista"

Tarjeta de presentación de Melquiades Herrera

Melquiades era un gran personaje: de espíritu chacharero, estrambótico en sus accione y en su vestimenta. Las anécdotas se suceden: su inseparable portafolios Samsonite, su bolsa del mercado, sus lentes, su predilección por la tristemente desaparecida cantina El Nivel.” apellido). Son unos textos escritos con sumo cuidado, con un manejo del lenguaje que no te permiten advertir —más allá de la persistente acidez— que su autor le da por la chacota y no por la reflexión. Le da por la reflexión y la chacota y valdrían por sí solos para difundirse de nuevo. Hilario Becerril es un alter ego extraño, porque comparte con Melquiades Herrera sus preocupaciones, sus obsesiones, sus cuates y su profesión. Melquiades se filtra permanentemente en los textos de Hilario. En un momento dado el segundo cuenta que una vez le dijeron que sus obras eran ready made… ¿Hilario tenía obra propia? Más bien parece que Melquiades acudía a Hilario como acudía a un vendedor de peines, porque en el fondo, era todas esas cosas.

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sobre el mapa de cuatro colores”, donde según Melquiades explica el teorema formulado originalmente por Francis Guthrie en 1852 y luego resuelto por Kenneth Appel y Wolgang Haken en 1970. Grafos, vértices y aristas que quieren explicar algo tan extraño como que “dado cualquier mapa geográfico con regiones continuas, éste puede ser coloreado con cuatro colores de forma que no queden regiones adyacentes con el mismo color”. Va.

*** ¿Qué haría Melquiades con este libro? Tal vez lo transmutaría en cháchara, lo regalaría en algún performance, o lo usaría como bastón, para seguir caminando.

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La sección joya y no apta para quienes no Una bellísima edición de Alias con una invesentendemos de teoremas locos, es “Expedi- tigación profunda y curaduría de Sol Henaro. ción en el infierno, una explicación sencilla En verdad, indispensable.


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Un paseo por la historia del arte en nueve metros cuadrados Por Gabriela Jáuregui

La propuesta radical de The Lulennial: A Slight Gestuary, una exposición en tres partes montada en la galería Lulu, es romper con la tradición curatorial basada en una selección geográfica y en su lugar combinar artistas consagrados y emergentes con momentos históricos.

P

ocas veces sucede que se rebasen los límites de las cuatro paredes de un espacio de arte con el sólo poder de su contenido. Para la primera parte de The Lulennial: A Slight Gestuary, curada por Fabiola Iza y Chris Sharp, en la galería Lulu éste fue exactamente el caso: en 9 m2 se exhibe una muestra de obra que ya quisieran muchos museos del mundo tener en sus colecciones o haber curado en sus galerías. La idea detrás de esta exposición —que, como bien dice Sharp, es la más loca que han hecho hasta ahora— es mostrar un compilado de gestos sutiles. Esta idea también funge como subtítulo de la exhibición y título de su excelente pequeño catálogo A Slight Gestuary, copublicado con la editorial Mousse. Esta primera parte de la exposición (que consta de tres partes y 28 artistas en total) tiene nueve piezas, las cuales representan de alguna manera el lema de “gestos pequeños, gran impacto” que Chris Sharp menciona durante el recorrido de The Lulennial. Lulu Bajío 231, Roma Sur Primera parte: hasta el 8 de marzo Segunda parte: del 14 de marzo al 14 de abril Tercera parte: del 18 de abril al 17 de mayo

Si la mayoría de las muestras que se han hecho en torno al arte conceptual y posconceptual se centran en una selección geográfica, aquí la propuesta radical es romper con esa tradición (o deformación) curatorial e incluir la obra de artistas jóvenes lado a lado con piezas históricas. La idea de Duchamp del inframince se encarna en varios de los trabajos. Por ejemplo, en el de la alemana Karen Zander, que consiste en una especie de pintura monocromática pero en negativo, contenida en la pared misma y obtenida a través del protocolo de pulir un rectángulo con lijas cada vez más finas, y que revela también la historia del espacio en sí (la pared y sus capas de pintura). A su lado, en contraste, se encuentra un lienzo del artista de Zagreb, Goran Trbuljak, con el cual se burla del medio pictórico al transformar su pintura (“Jazz Brush”, 1991), ejecutada con una escobilla de jazz, en un pandero para que la gente lo toque (cosa que nunca sucede con una pintura en una exposición, siempre hay que guardar distancia y solemnidad). La intervención escultórica del artista de origen checo, Jiri Kovanda, uno de los personajes centrales de la Lulennial, hace un comentario antimonumental al reemplazar las agujetas de sus zapatos con espagueti (Sin título, 2004). Al lado de esta obra se encuentra “Buoy” (2014), la pieza de la joven artista americana-armenia, Zarouhie Abdalian que

consta de un silbato sumergido en un vaso de agua, mientras que la bola de corcho que debería hacer el sonido, flota exacta, silenciosa en el centro del vaso. Otro de los puntos de partida de la exposición y una condensación perfecta (literal y figurativa) del inframince es “Aliento sobre piano” (1993) pieza icónica del mexicano Gabriel Orozco; al lado de las “orejas” de barro de la escultora canadiense Jenine Marsh (“Talk Closely”, 2014). La escultura monocromática de la brasileña Fernanda Gomes encarna a la vez los atributos de pobreza de los materiales presentes en la pieza de Kovanda, y el blanco de la pieza de Zander: consta de una “tapa” blanca de madera improvisada por algún vecino de la colonia Roma para proteger los cables expuestos de un poste de luz, un gesto cívico muy chilango, la cual tomó la artista para ponerla en la galería ( y reemplazó por otro pedazo de madera idéntico, no se preocupen). Al centro del espacio, y como comentario astuto acerca de la economía del arte, pero también de los gestos economiquísimos de toda la Lulennial, está la obra de la mexicana Tania Pérez Córdova (“Holy Drunk”, 2014), específicamente concebida para la exposición. Consiste de tres réplicas de monedas de diez pesos (1. este país 2. esta gente, 3. este gobierno), hechas de una aleación variable de latas de cerveza, bronce y cobre. La primera se encuentra en el piso del espacio, la segunda, siempre está en el bolsillo de Sharp, y la tercera pueden encontrarla en Lulú, la juguería de la calle de Bajío, en la que se inspiró el nombre del espacio. Esta pieza, llena de

“La idea detrás de esta exposición

—que, como bien dice Sharp, es la más loca que han hecho hasta ahora— es mostrar un compilado de gestos sutiles.”

paradojas, cuestiona la nobleza y el valor de manera inteligente y sucinta. Finalmente, “Atrapar la mosca” (2014), un video de Chantal Peñalosa, también es un comentario sobre la economía, en este caso la turística, devastada por la guerra contra el narco en Tecate. Al mismo tiempo lo es sobre el ocio y la pérdida de tiempo que esta devastación le genera como empleada en un restaurante de Tecate en donde ya no hay clientes y donde pasa sus largos ratos de aburrimiento compilando acciones sutiles como emparejar la sal en todos los saleros del restaurante a la perfección o, en este caso, siguiendo una mosca con la cámara durante casi 26 minutos. El contraste entre esta acción banal y casi ridícula con la luz tenue del video y la similitud entre el piso del restaurante y de la galería transforman nuestra percepción del espacio y el tiempo, y dan cierre a una de las mejores exposiciones que se han visto en la ciudad. “Además de la exposición física, la Lulennial también cuenta con un archivo histórico curado por Sophie Goltz, que estará disponible durante la exposición en http://aslightgestuary. tumblr.com. Consta de una selección de documentos sobre performances o gestos de artistas como Cildo Meireles, Lucio Fontana o LaMonte Young.


del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015 | ARTE | frente | 41

Un vistazo al Ojo del siglo

imÁGENES CortesíA: museo franz mayer

Por Gabriela Jáuregui

Carreras de caballos, Henrie Cartier-Bresson, Thurles, Condado de Tipperary, Munster, Irlanda, 1952

Henri Cartier-Bresson, La mirada del siglo XX Museo del Palacio de Bellas Artes Del 25 de febrero al 17 de mayo Martes a domingo de 10 a 17:30 horas

A partir del 25 de febrero, la retrospectiva Henri CartierBresson. La mirada del siglo XX se presentará en el Palacio de Bellas Artes. En ella se exhibirán imágenes icónicas de uno de los fotoperiodistas más admirados del mundo.

H

Refugiados haciendo ejercicio, Henrie Cartier-Bresson, campo de Kurukshetra, Punjab, India, 1947

enri Cartier-Bresson (1908-2004) era un cazador de imágenes. En ellas lograba atrapar la vida en el instante de ser vivida. Con su lente, el fotógrafo capturó el siglo XX como pocos. Supo estar en el lugar adecuado en el momento propicio: en la India cuando Gandhi fue asesinado, en China durante la Revolución Cultural, y en varios otros países durante la descolonización. Su perspectiva, formada por el surrealismo, le permitió generar imágenes icónicas, llenas de movimiento, de historia(s). En la retrospectiva se presentan tres momentos en la obra del fotógrafo apodado “el ojo del siglo”. Creó, además, la agencia Magnum y la fundación Henri CartierBresson con su acervo de miles de imágenes. Lo que inicia con él es una forma de ver el mundo que se revela cuidadosamente en esta exposición en el Museo del Palacio de Bellas Artes.


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D diseño

Artis Nimanis, reflejos de Letonia IMÁGENES CORTESÍA: museo franz mayer

Por Cris Winters

La formación artística de Artis Nimanis tiene un vínculo afectivo: su padre trabajaba con piedras y tras ver lo pesadas y complicadas que eran, el artista letón decidió que él exploraría otros materiales. Sus piezas de vidrio le han valido varios reconocimientos de diseño y ahora se presentan en el Museo Franz Mayer hasta el 12 de abril.

Tazón grande

Es

una mañana en el Museo Franz Mayer. El clima está en ese punto que desconocen la sublime y elegante obra de Nimanis la descubran y perfecto en que no hace ni frío ni calor. De fondo se escucha el de paso se deleiten con la onírica bicicleta, que según su autor, gracias a ruido de la fuente y el sonido de los pájaros. En el pasillo está Artis que tiene un cuerpo transparente, si la manejas sientes como que vuelas. Nimanis, el artista cuya obra se exhibirá del 24 de febrero al 12 de abril en Pasan unos minutos, la pareja y la diplomática apenas descubren el Museo Franz Mayer. Con él está Beatrise Aboltina-Trueblood, la cónsul el interior de la sala por lo que el artista se detiene unos minutos para honoraria de Letonia. Además lo acompaña observar y descubrir si le gusta la curaduría que han hecho de su obra. En lo que lo su esposa, una mujer alta y rubia cuyo físico hace, Beatrise explica que esta exhibición delata su origen nórdico. Él también es alto Mi país está muy al norte y en el invierno y de tez clara, viste cómodo pero formal. tiene una carga política importante, ya que hay carámbanos por todos lados. Son Unos lentes de aumento enmarcan su cuando Letonia formaba parte de la URSS los mirada. Al preguntarles si están agotados artistas estaban muy limitados y eran castiestas esculturas de hielo naturales. gados cuando rompían la línea impuesta por por el largo vuelo de la noche anterior, el Cuando el brillo del sol se refleja en ellas, el gobierno. El año pasado se celebraron 25 matrimonio contesta que no. Son muy amables. Entran a una sala oscura y se revelan años de la caída del Muro de Berlín y, por lo el resultado es plástico y transparente un sinfín de elegantes piezas de vidrio fabritanto, del renacimiento del arte letón. Adeque es el efecto al que yo aspiro. cadas por él. Aún falta que desempaquen más, durante el primer semestre del 2015, dos objetos que aún no llegan de Letonia: Letonia ocupa el cargo de la Presidencia de la el primero es una pieza con plasma que proyectará imágenes. El segundo Unión Europea en el Consejo Europeo y para celebrarlo quieren mostrarle es su obra más mediática hasta la fecha: una bicicleta de vidrio pegado y al mundo su legado cultural. Prueba de ello es que esta exposición ya se acero inoxidable que fabricó en el 2013 y que ejemplifica a la perfección presentó en Washington y ahora llega a México. En un tono más relajado, su pasión por mezclar el diseño con la usabilidad. Coincidencia o no, pero la cónsul honoraria comenta que la esposa de Artis suele bromear con precisamente ahora la otra sala del museo alberga una exposición dedi- que vive celosa del vidrio, pues sabe que a pesar de que tienen dos hijos y cada a este medio de transporte, misma que recibe cuatro mil visitantes una historia de amor de dos décadas, el material transparente es el gran semanales en promedio. Esa otra exhibición será el gancho para que los amor del artista. No exagera. Luego de que da el visto bueno al orden


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de sus piezas comenzamos a hablar y queda claro que si por él fuera el mundo sería de vidrio. Las piezas que nos rodean son de distintas épocas de la trayectoria del artista, pero todas podrían describirse como atemporales, pues sus líneas limpias y formas austeras las hacen clásicos instantáneos. Al fondo de la sala está su colección de platos y tazones con fondos de espejo. “La mayoría de las personas creen que están pintados, pero en realidad es vidrio con acero inoxidable que es un material perfecto para vajillas pues no afecta la salud”, explica para luego presumir que esa colección acaba de ganar el prestigioso Premio de Diseño Alemán. “Es un buen diseño de producto”, dice orgulloso para luego explicar que los premios sí le importan pues son el reconocimiento de expertos y valen mucho más que un piropo de un amigo o un familiar. Le gusta la validación que le otorgan. Sin embargo, a pesar de que su diseño industrial le ha ganado varios premios (como el Red Hot Design en el 2013 y el DEKO DIZAINS en el 2006, 2009 y 2010) y se ha convertido en un negocio del que su esposa Agnes es la directora comercial, son sus piezas de arte las que lo apasionan más pues en su opinión, “ahí es donde está la verdadera experimentación”. Si su exposición actual tiene un subtexto político, su formación artística tiene uno afectivo, ya que su padre trabajaba con piedras y tras ver lo pesadas y complicadas que eran, Nimanis decidió que él exploraría otros materiales. Inició con cerámicas hasta que en la escuela de arte tuvo que elegir entre decantarse por la Facultad de Arquitectura o por la Glass Unit. Se decidió por la segunda, y desde entonces no ha dejado de trabajar con el vidrio, un material que le recuerda al hielo, un elemento muy común en su entorno: “Mi país está muy al norte y en el invierno hay carámbanos por todos lados. Son estas esculturas de hielo naturales. Cuando el brillo del sol se refleja en ellas, el resultado es plástico y transparente que es el efecto al que yo aspiro”. Nimanis es un romántico. Busca recrear lo sublime de la naturaleza y los títulos de su obra caen en el terreno de lo poético. “Amor de Loch Ness”, “Exhalación”, “Pasión”, “El huevo de la luna”, “Orgasmo” y “Abejorros de espuma del mar” son tan sólo algunos de los nombres de sus piezas. Sin embargo, estos conceptos los piensa una vez que ya existe el objeto, pues para él lo más importante son las piezas de arte las cuales no suele planear mucho. Hace bocetos, pero en realidad es hasta que sopla el vidrio que sabe qué camino seguir. “Al trabajar muchas piezas suelen romperse, a veces las utilizo para crear nuevas. Cuando soplo, soplo 10 piezas y en el proceso se rompen tres, luego dos no son correctas, no me gustan. Ésas las tengo en una repisa y, a veces, se unen para algo nuevo y perfecto”, explica emocionado. También le interesa el concepto de la obra abierta, ya que los objetos que crea están pensados para que el espectador

Respiración H2O, 2014

Buscando las respuestas, 2014

proyecte cosas en ellos. Esta idea del espejo es particularmente obvia en las esculturas con superficies de reflejantes logradas con la fusión del vidrio y el acero inoxidable, pero también se presenta en otros objetos que a través del reflejo de la luz logran ilusiones ópticas de movimiento. O en palabras del artista: “En mis piezas ópticas no veo nada hasta que las corto, todo lo proyecto en mi mente. Quiero que el espectador tenga esa misma experiencia”. Lo que sigue en su trayecto es la continua experimentación con metales como la plata y su incansable lucha por llevar al vidrio a lugares inimaginables y romper el tabú de que es algo poco práctico. Según él, todo mundo se preocupa cuando mencionas el vidrio porque es un material frágil; pero cree que pensamos eso porque estamos acostumbrados a utilizarlo en objetos que son fáciles de romper como las ventanas y los vasos para beber. Sin embargo, Nimanis lo entiende como un material muy noble, pues además de ser resistente y no oxidarse, da la posibilidad de crear atmósferas y sensación de movimiento. “Hacer que funcione es algo físico y técnico, no hay límites”, concluye.

Gemelos, 2014


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perfil Sangre de mi Sangre

Diseño de Joyería Por Cris Winters Mariana Villarreal empezó a diseñar joyería para ella y sus amigas hasta que de tantos pedidos tuvo que fundar su propio despacho: Sangre de mi Sangre. Sus piezas únicas, inspiradas en historias que nacen de pronto y por casualidad, buscan un dueño específico para poder llegar a ser parte de él, de su sangre. ¿Cómo surge Sangre de mi Sangre? ¿Quiénes lo conforman?

Sangre de mi Sangre nació hace diez años en Monterrey, siempre he tenido una obsesión con la joyería. Comencé haciendo piezas para mí, y mis amigas me empezaron a hacer pedidos hasta que mi hobbie se convirtió en mi profesión. Yo, Mariana Villareal, soy la diseñadora y directora, y cuento con la ayuda de un muy buen equipo que se encarga de las ventas, la administración, la manufactura y las relaciones públicas. ¿Cuál es la filosofía principal detrás de su práctica?

La filosofía es que todas nuestras piezas son únicas, están en la búsqueda de un dueño y en el momento en que lo encuentran pasan a ser Sangre de mi Sangre.

¿Cómo describirías el proceso de diseño de Sangre de mi Sangre, los elementos esenciales de su propia metodología?

¿Cuál es el principal vicio o desventaja del panorama nacional en cuanto a diseño se refiere?

La inspiración de la historia nace un día cualquiera y luego investigamos sobre el tema. Empezamos con los bocetos y las ideas para tallar las piedras. Luego armamos las piezas, fotografiamos el lookbook y al final ponemos el nombre.

La desventaja en México es que la gente no sabe decir que no. Si hay algo que no puedes lograr en tiempo, es mejor decir la verdad para no crear falsas esperanzas.

¿Cuáles son los proyectos por los que es más reconocida la marca?

Creo que Sangre de mi Sangre es reconocida por nuestras dos últimas colecciones: Hi Honey (accesorios con diseños de insectos y flores) y Light My Fire (piezas de plata de inspiración geométrica y egipcia). ¿Cuáles son los principales retos o áreas de oportunidad en la práctica profesional del diseño contemporáneo?

Creo que en México tenemos una gran maquila de artesanos y hay que aprovecharlos. México está en su momento prime, está de moda en el mundo. Hay que subirnos a la ola.

¿Quiénes tienen una práctica de diseño –en todas sus variantes– en México que merecen ser reconocidos por el público en general?

Cualquier persona que está creando, transformando o proponiendo, en mi cabeza es artista. Hay que ver las cosas como son, es arte. ¿Un edificio o espacio que cualquier persona en la Ciudad de México debe visitar?

Mi edificio favorito está en el Centro, el Palacio Postal. ¿Cuál sería un proyecto que les gustaría hacer?

Me encantaría hacer una vajilla de Sangre de mi Sangre.



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L letras

Roberto Wong:

la literatura, esa posibilidad Por Fernando Hernández Urias El escritor mexicano Roberto Wong recibió a finales del 2014 el Premio Dos Passos por su novela París D.F. Su libro, un juego de mapas superpuestos entre las dos ciudades, relata el vuelco que da la monótona vida del protagonista a raíz de un evento traumático.

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Roberto Wong dice que, cuando tenía 22 años, dejó a su primera novia por la literatura. Dice que ha dejado muchas otras cosas por la misma razón y que no se arrepiente. Que el deseo de ser escritor es lo mejor que pudo pasarle en la vida. Afirma que “la literatura es un mar inmenso en el que todos estamos tratando de sobrevivir, pero una vez que se acepta que a todos nos tragará el olvido, lo único que nos queda es esa obstinación por escribir, un poco mejor, cada día”. Diez años después. Wong ahora vive en San Francisco. Lleva dos años trabajando en un manuscrito y piensa que vale la pena enviarlo a un concurso. Busca por internet y encuentra la convocatoria al I Premio Dos Passos a la Primera Novela. A diferencia de muchos otros certámenes, éste es bastante accesible: no es necesario enviar un paquete con textos engargolados, escritos con Arial 12 a doble espacio. Un correo electrónico con el manuscrito fue suficiente. “Fue como pararse frente a una caverna y gritar: quería escuchar un eco, aunque tenía poca esperanza”. Cree que uno se vuelve escritor por dos cosas: para apresar instantes que de otra forma se perderán para siempre y para calmar la envidia que generan los libros buenos. Y es que para Wong, “la buena literatura destruye, penetra, corta en carne viva”. Piensa que la publicación no

debe de ser una preocupación para los jóvenes que se dedican a la literatura, sino “una consecuencia de un proyecto más ambicioso: escribir bien, escribir mejor, mejor, incluso, que los escritores que nos antecedieron”. Unos cuantos meses después. Wong está en Buenos Aires por un viaje de trabajo. A mediodía, se conecta a su computadora para participar en una conferencia telefónica con unos gringos. En el mismo instante, el teléfono suena. “Roberto, te llamamos de España”, le dicen. Él cree que también tiene que ver con el trabajo. Pero no. La que está al otro lado es Palmira Márquez, socia de la agencia literaria Dos Passos (quienes representan, entre otros, a Álex de la Iglesia y a Enrique Serna). La española se tarda en explicar la razón de su llamada y cuando lo hace, Wong siente como si le hubieran tirado una cubeta de agua fría. “Antes no había ganado nada, ni una rifa, menos publicado. Cuando regresé a la conferencia en la que estaba participando no podía pensar en otra cosa salvo en el hecho de que mi vida había dado un vuelco”. Un jurado compuesto por Susana Fortes, Javier Goñi, Andrés Ibáñez, Antonio Iturbe, Antonio Orejudo, Emma Rodríguez y Marta Sanz eligió la novela París D.F., de Roberto Wong, entre 1086 originales. El premio: 12 000 euros, la publicación de la obra con la editorial Galaxia Gutenberg y el derecho de convertirse en parte de los autores representados por la agencia Dos Passos.

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Arturo, el protagonista de París D.F., está a punto de cumplir 33 años y atiende el mostrador de una farmacia en el Centro Histórico del Distrito Federal. Para sobrevivir al tedio de los días, lee el horóscopo esperando a que se cumplan las promesas de giros inesperados, de una vida en la que todo puede suceder. Sueña con convertirse en poeta y, a través de un par de mapas, imagina que unas cuantas calles de la Ciudad de México son en realidad los 105.4 km de superficie que tiene París, el destino de sus sueños. Su vida es una lista interminable de nuncas. Nunca le ha pasado nada extraordinario. Nunca se ha enamorado, nunca ha ganado una rifa ni ha tenido más de 10 000 pesos en el banco. Nunca ha vivido fuera del Distrito Federal. Nunca ha publicado nada. No ha tenido un perro, ni un gato, y jamás le han llamado por teléfono para participar en un sondeo. Pero las cosas cambian muy pronto cuando, durante una mañana cualquiera, un hombre alto, cansado y pálido, entra en el local y, con una pistola en mano, exige dinero y medicinas. Las cosas suceden tan rápido que Arturo apenas siente miedo de morir sin haber viajado a la capital francesa. La policía aparece en escena. Una bala pone fin a la vida del asaltante. El joven acaba en el suelo, inconsciente, junto a los restos de la cabeza del ladrón.


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Novedades editoriales

¿Cómo fue el proceso de escritura de la novela?

Cualquier mapa plantea un itinerario. Ésa fue la lógica de la novela. Como el epígrafe, la idea de los mapas sugirió en un viaje al centro de la noche, una serie de itinerarios que hablaran sobre el hastío y la decepción. Fue así que escribí la novela a partir de tres narradores que se persiguen por las calles de una ciudad imposible.

Por Fernando Hernández Urias

¿Qué fue lo más complicado?

Continuar escribiéndola durante dos años cuando, afuera, sucedían cosas maravillosas.

¿Qué es lo que más te interesaba explotar con esta novela?

Mis obsesiones, o al menos, algunas de ellas. El asalto en la farmacia donde trabaja Arturo no es sino un detonador para que lo cotidiano se presente en toda su monstruosidad, pero esto es un pretexto: lo absurdo de nuestra rutina desborda en cualquier momento. Ante esto, exploré una de las posibles alternativas: la imaginación como un acto de rebeldía ante la realidad.

¿Qué fue lo que más llamó tu atención cuando llegaste al DF para estudiar Comunicación?

Conocía ya el DF porque la familia de mi madre es de ahí y pasé muchos veranos en la ciudad. Siempre me ha asombrado su concierto violento en medio de risotadas, olores y mentadas de madre. Es una ciudad única, entre el espanto y la belleza.

Conforme pasan los días, Arturo convierte el suceso en mucho más que una simple anécdota para impresionar a los amigos o una excusa para faltar durante dos días al trabajo. Una duda retumba en su cabeza: ¿y si era él, y no el criminal, quien estaba predestinado a recibir esa bala? Y las cosas se complican aún más cuando su mamá muere y se ve obligado a mudarse a un departamento más pequeño en la colonia Doctores. Incapaz de conseguir un boleto de avión que lo lleve a Francia con los 3 500 pesos que gana al mes, Arturo se obsesiona por convertir la realidad en algo que se acerque a su sueño. Sus acompañantes en este viaje son Noemí, Gema, Gonzalo y Nadia, una mujer a la que nunca ha visto, con la que nunca ha cruzado una palabra, y cuya voz conoce solamente gracias a un mensaje grabado para la contestadora de un teléfono celular. Arturo está consciente de que su vida no lleva rumbo y por eso decide hacer algo rápido. Marcharse de allí como sea. Y la ficción parece ser la única opción.

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¿Qué es lo que más te interesa de la literatura como lector y como escritor?

Lo atípico, lo raro que se esconde en lo común. Las misiones imposibles. La locura. Lo descolocado. Dice Michel Tournier que la literatura le interesa en tanto tiene la capacidad de “ensanchar, profundizar y enriquecer” la vida. En ese sentido, el realismo lo tenemos siempre en la punta de los dedos. La literatura, entonces, es ese lado B; en un sentido amplio, la posibilidad.

¿De dónde surgió París D.F.?

La imagen inicial fue la de los mapas encontrándose, uno encima del otro, como insectos apareándose. Luego vino el protagonista, Arturo, y la farmacia París como consecuencia del cruce entre una ciudad y otra. A nivel anécdota, la novela llegó después de un viaje a la capital francesa en el 2011 en el que perseguí al fantasma de Hemingway en esta ciudad al lado de una mujer a la que quise mucho.

¿Por qué escoger como protagonista a uno que se considera “la antítesis de los raros, lo común, lo que a nadie importa”?

Supongo que así es como me siento, no hay nada en mí “maldito”, no tengo grandes historias que narrar, mi vida no es interesante. Me sorprende que eso, que es tan personal, haya generado un eco en varios lectores.

¿Y por qué elegir a un poeta?

La poesía, me parece, es la cúspide de la literatura, la conjunción del lenguaje y la intuición para dar lugar a la belleza. En la novela, Arturo desea convertirse en uno como desea ir a París: ambos son un ideal de la belleza que le falta.

¿Por qué crees que la mayoría necesitamos de una experiencia traumática para hacer un cambio en nuestras vidas?

Se dice que la infancia es la patria del artista, pero en realidad, lo que se quiere decir es que el trauma –más potente y vívido en los primeros años– es la patria del artista. No sé si todo evento traumático provoca un cambio, pero me parece que este tipo de eventos hacen visible lo frágiles que son los hilos de los que pende todo. Depositamos nuestra esperanza en ilusiones que siempre están a punto de derrumbarse, y en París D.F. esto es visible a partir del atraco.

¿A ti te da miedo “la vida plana”? ¿Qué se puede hacer para evitarlo?

Sí, definitivamente. Dice Kavafis: “A un mes sigue otro mes igual / Lo que vendrá fácilmente se adivina; / serán las mismas cosas de ayer. / Y el mañana nunca parece ese mañana”. Cuando me preguntaste qué me interesa de la literatura, te contesté sobre lo imposible, ese mañana imposible me parece real a través la creación, en el sentido más amplio del término. No encuentro otra justificación a lo absurdo de los días. A lo mejor así podemos terminar como el Sísifo de Camus, felices.

¿Qué crees que es más peligroso: vivir en la desidia o escapar de la realidad a través de la ficción?

Me gustaría que el lector llegue a una conclusión después de leer el libro.

¿Qué te dejó París D.F. como aprendizaje?

Que el arte es largo y uno nunca está a la altura del reto.

1. True Detective: Antología de lecturas no obligatorias. V.V. A.A. Errata Naturae. Madrid, 2014. 380 páginas. 376 pesos.

Tras el éxito mundial que obtuvo la serie True Detective, creada por Nic Pizzolatto y transmitida por HBO, la editorial Errata Naturae se dio a la tarea de reunir en un solo volumen un conjunto de lecturas que develan varias de las claves y secretos que yacen escondidos en los primeros ocho episodios de esta historia de televisión norteamericana. En el libro, que forma parte de la colección “Series para leer”, pueden encontrarse cuentos (“El policía de las ratas”, de Roberto Bolaño; “Más oscuridad”, de Laird Barron, y “Ciudad de pesadilla”, de Dashiell Hammett); un reportaje escrito por Ethan Brown sobre un conjunto de asesinatos que sirvieron como inspiración para la creación de True Detective; una entrevista con Pizzolatto sobre su trabajo y el proceso creativo en torno al programa de televisión; así como textos escritos por Arthur Schopenhauer y Friedrich Nietzsche, entre muchas cosas más.

2. Lolito. Ben Brooks. Blackie Books. Barcelona, 2014. 249 páginas. 348 pesos. Proveniente de Barcelona, la editorial Blackie Books acaba de aterrizar en nuestro país y lo ha hecho con algunas de las mejores obras que conforman su catálogo. Uno de los libros que ya se puede conseguir en las librerías de México es Lolito, del jovencísimo y extremadamente popular Ben Brooks. La historia inicia el primer día de las vacaciones de Pascua. Etgar, el protagonista de 15 años, está solo en casa y piensa pasar todos sus días de descanso tirado en la cama. Sus papás viajaron a Rusia por la boda de uno de sus tíos y su novia Alice está en Antigua junto con su papá. Tiene los miedos e inseguridades de cualquier adolescente. Bebe, fuma, ve televisión, chatea… Y es ahí, en internet, donde inicia una relación con Macy, una maestra mucho más grande que él. Una novela que cuenta con las alabanzas del mismísimo Nick Cave quien la calificó como el libro “más divertido y brutal” que ha leído en años.

3. La estrella de Ratner. Don Delillo. Seix Barral. México, 2015. 552 páginas. 398 pesos.

Es una de las pocas novelas de Don Delillo que faltaba por ser traducida al español. Fue publicada originalmente en 1976 y es considerada por muchos como la más rara y divertida entre la obra del escritor norteamericano. La historia inicia cuando los habitantes de la Tierra descubren una señal extraterrestre e indescifrable que, suponen, proviene de la estrella de Ratner. El elegido para intentar resolver el enigma es Billy Twillig, un niño de 14 años que acaba de recibir el primer Premio Nobel otorgado en la categoría de Matemáticas. Un pequeño que le tiene miedo a palabras como “gota”, “ohmio”, “cornezuelo” o “pulpa”, y que ahora viaja rumbo a una instalación secreta para intentar resolver uno de los misterios más grandes de la humanidad. La cuarta novela de Don Delillo, llena de humor y personajes extraños, es una historia sobre la necesidad que tenemos de comprobar que no estamos solos en el universo.


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“Ya no sólo es dolerse por las víctimas, estamos

empezando a señalar responsabilidades directas y omisiones por parte del gobierno. Todo este trabajo que hicieron los integrantes del Movimiento por la Paz permitió que pudieramos llegar a este nivel de combate a la barbarie.”

fOTO: Cortesía editorial almadía

Pensar el dolor Por Lorena Villa Parkman El escritor y periodista mexicano, Diego Enrique Osorno, publicó su más reciente libro en tiempos aciagos pero ideales para la reflexión. Contra Estados Unidos. Crónicas desamparadas recopila su experiencia siguiendo la Caravana por la Paz por territorio estadounidense, movimiento que buscó ponerle cara a las víctimas de la guerra contra el narco.

E

n el verano del 2012 cientos de mexicanos recorrieron Estados Unidos para colocar en el reflector la violencia que había ocasionado la “guerra contra el narco”, iniciada por el ex presidente Felipe Calderón. La Caravana por la Paz tenía un segundo objetivo importante: confrontar al país copartícipe de la desgracia nacional. La Caravana, acción del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad liderado por Javier Sicilia, sentó un precedente al hacer visible el dolor que asolaba a tantos mexicanos. “Si no sentimos primero a las víctimas ¿cómo podemos llegar a pensar en los victimarios?,” dice Diego Enrique Osorno, periodista y escritor que en su libro Contra Estados Unidos. Crónicas desamparadas reúne diversas anécdotas sobre lo que enfrentó el movimiento en esa travesía. “En ese entonces era más una cuestión de conocer las caras de las víctimas, ponerles nombre. Ahora, en el caso de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa más bien decimos ‘¿quién hizo esto?’. El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad fue el primer evento que logró generar una reflexión. No es que antes no se denunciara, pero no tenía la misma contundencia.” Según Osorno, hace tres años se sentía el dolor, ahora más bien se le piensa. El periodista, autor de varios otros títulos sobre conflictos y movimientos sociales, como Oaxaca sitiada (2007), El cártel de Sinaloa (2009), País de muertos (2011) y La guerra de los Zetas (2012), presentó su más reciente libro a finales del 2014, justo cuando estaban en su

apogeo las marchas que exigían la aparición con vida de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. Conversamos con él sobre la relación que existe entre las marchas de hace tres años y las actuales, el verdadero significado de la guerra contra el narco y sobre la violencia que se ha apoderado del país. ¿Cómo fue presentar tu libro en el contexto de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa? ¿De las marchas que exigen su presentación con vida? ¿Entre las arengas de “fue el Estado”?

Es un poco menos desesperanzador porque creo que estamos entrando ya al debate sobre si lo que estuvimos viviendo estos ocho años era realmente una guerra contra el narco como se pregonaba o si era lo que ahora parece mostrarse en perspectiva como una larga crisis de violaciones graves a los derechos humanos. Pero ahora, el hecho de que en Ayotzinapa o Iguala no haya quedado lugar a dudas de que fueron los policías quienes detuvieron a estos jóvenes, y que las autoridades locales y estatales de todos los partidos estén involucradas en el fenómeno criminal, habla de la responsabilidad del Estado y permite evolucionar el discurso. ¿Qué hizo el Movimiento por la Paz? Irrumpe y nos muestra a las víctimas. Estábamos en una dinámica “contra el narco”, pero era más bien una crisis sistemática que atacaba los derechos humanos.

El logro que tiene este movimiento fue el de visibilizar a las víctimas, ponerlas en la reflexión nacional. En el 2014 creo que hay una conexión y me parece que el libro sale en una época menos desesperanzadora. Este movimiento de padres apunta a los victimarios, por eso justo sale el señalamiento de “fue el Estado”. Llegamos a un nivel de problematización importante. Ya no sólo es dolerse por las víctimas, estamos empezando a señalar responsabilidades directas y omisiones por parte del gobierno. Todo este trabajo que hicieron los integrantes del Movimiento por la Paz permitió que pudieramos llegar a este nivel de combate a la barbarie. La barbarie no se ha detenido, no se para, pero da la impresión de que esta coyuntura puede permitirnos hacer algo efectivo contra ella. Justo en la línea del cambio de discurso, antes se pedía, y lo relatas en tu libro, que se acabara la guerra contra el narco para que se terminaran con ella las muertes. Ahora parece no ser suficiente…

Es que nos vendieron que estábamos en una guerra contra las drogas, pero no era así, era más bien una excusa para justificar el endurecimiento de la política represiva en diversos niveles con el pretexto de combatir al narco y eso a su vez generó una serie de violaciones graves a los derechos humanos, empezando por el derecho a la vida. Aunque hubo miles de asesinatos en ocho años, no son los únicos atropellos. Todo eso ahora se señala. ¿Qué pasó con lo de Iguala? La pri-

mera version del Estado fue que había sido una pelea entre cárteles, y cualquier persona con sentido común supo que eso no podía ser. Era tan imposible que desistieron de esa versión. La sociedad ya no sólo ve a las víctimas, ahora las piensa, el Movimiento por la Paz llegó al corazon de la gente y éste a la cabeza. Entonces ya no se trata de un problema criminológico o de cárteles, sino de tensiones políticas, económicas y sociales que hay que considerar para entender lo que pasa y así resolverlo. Es evidente que esto no es un problema del narco, sino de la estructura del país. En tu libro abordas también la narrativa que manejan algunos estadounidenses en relación con su derecho a portar armas y su conexión con el tráfico de éstas hacia México. Incluso acompañas a la Caravana por la Paz a un show de armas de la Asociación Nacional del Rifle ( nra , por sus siglas en inglés). ¿Cómo ha cambiado ese discurso particular en ambos países a partir del incremento en la violencia del crimen organizado?

Es interesante porque estamos apropiándonos de esos temas. Las autodefenesas que invocan el derecho a tener un arma o armarse para poder defender a sus comunidades defienden lo mismo que los de la nra: el derecho a armarse contra el gobierno tirano. En el fondo es casi el mismo planteamiento de las autodefensas de Michoacán o de la policía comunitaria: “Nos tenemos que hacer cargo porque el Estado no se hace cargo”. Hay muchas correspondencias entre las realidades de Estados Unidos y México, pero el problema es que Estados Unidos impone sus criterios políticos y estrategias de seguridad nacional a nuestro país. Ellos establecen políticas represivas en nuestro territorio que jamás usarían allá. Jamás pondrían retenes en sus carreteras, pero presionan para que en México se haga. Esa desproporción es algo que se plantea en el libro al momento de seguir la caravana. ¿Podemos mirar con esperanza hacia el futuro? Según dices como sociedad vamos mejorando, ahora cuestionamos más… ¿sirve de algo?

Creo que sí e insisto que hay elementos que muestran que ya no nos estamos lamentando, estamos pensando en quiénes son, quiénes están reproduciendo esto, qué hay detrás. Ya no van a poder justificar crímenes tan monstruosos diciendo que fue un problema del narco. Ya no nos quedamos con esas versiones.



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E escena

Invierno, del noruego Jon Fosse, uno de los dramaturgos contemporáneos más importantes a nivel internacional, se montará por primera vez en México, gracias a Julien Le Gargasson, director de Festina Lente Theatrum, en Casa del Lago.

La universalidad de lo individual Por Mayté Valencia

Al

Invierno Casa del Lago Bosque de Chapultepec s/n, Miguel Hidalgo Del 21 de febrero al 29 de marzo Funciones: viernes, 20 horas; sábados y domingos, 19 horas. Entrada general 150 pesos

iniciar la función de Invierno parece que estamos ante un documental: “Aquí vemos a un macho de la especie humana sentarse en una banca en una fría noche de invierno. Parece que piensa algo, está absorto. ¡Oh! Ahora, al fondo, aparece una hembra de su misma especie. Se acerca a él. Se miran. Comienza el ritual de apareamiento.” Las frases anteriores no se expresan, pero bien podrían describir lo que sucede en el escenario. Los personajes parecen ajenos, distantes, y están insertos dentro de una atmósfera peculiar. Son excéntricos en su

andar, en su forma de vestir y, sobre todo, en la manera que intentan comunicarse: frases entrecortadas, pausas, reiteraciones indescifrables. Parecen estar tan absortos en sus pensamientos, y a la vez tener tantas cosas que decirse, que el simple hecho de conversar es un doloroso trámite. Son dos universos individuales que buscan compenetrarse, aunque no tengan la mínima idea de cómo hacerlo. Invierno, del dramaturgo noruego Jon Fosse, es una anécdota sencilla: un hombre y una mujer se encuentran e inician una relación;

cambian su vida sin saber exactamente por qué. Es una historia que ha sucedido y se ha contado infinidad de veces. Bajo la dirección de Julien Le Gargasson, el relato cobra una atmósfera peculiar. En su propuesta hay un delicado distanciamiento con el universo de los personajes. No hay realismo, sino teatralidad. Son dos seres que todo el tiempo parecen extraños, lúgubres y, a la vez, profundamente cercanos al espectador. Pilar Valdés, integrante de Festina Lente Theatrum y actriz de Invierno, dice sobre el estilo del director francés: “Siempre hay una sensación de inquietud y de penumbra: como si se abrieran puertas y el personaje entrara a lo desconocido, o bien, que viene de lo desconocido y entra a este mundo. Julien propone mundos coherentes pero extracotidianos y en donde todo puede pasar”. Aunque la trama parte de una perspectiva realista, la dramaturgia de Fosse también se sitúa en mundos imaginarios, casi imposibles de ubicar. En sus textos ­­—que más bien parecen poesía— el silencio y las reiteraciones ocupan un elemento central. Es más impor-


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mutis Creadores de la maquinaria escénica Por Mayté Valencia

Pause & Play

P “Su forma minimalista permite que tú produzcas el resto. Sus

textos son como esos juegos que les dan a los niños donde sólo hay puntos que ellos tienen que unir para formar un dibujo más completo, sea una liebre o un cactus.” tante lo que no se dice, o las pocas palabras, que las acciones. Al ser uno de esos grandes autores aún vivos en la actualidad, Fosse es —valga la reiteración— muy contemporáneo. Sus obras le hablan a un lector universal; a los habitantes de ciudades que tienen arraigadas máscaras de individualidad y que –paradójicamente– apenas son capaces de comunicarse entre sí en un mundo cada vez más global. “Aunque Invierno ocurre en un lugar aparentemente desolado está inserto dentro de una urbe donde –si pudiéramos imaginar que hay más allá–quizá hay tránsito, ruido, celulares, y en medio de toda esta agitación parece que nos cuesta trabajo vincularnos profundamente con el otro”, dice Pilar Valdés, “así, en un momento de calma mental o de desolación geográfica, es donde realmente se propicia el hecho de que te mires con el otro e intentes entrar en relación con él para ver su humanidad.” El director Le Gargasson asegura que lo más compartido en estos momentos es el individualismo. “Parece que mientras más nos hemos desarrollado, más hemos perdido la capacidad de entrar en contacto con el otro porque se están diluyendo esos códigos compartidos.” Los personajes de Invierno se acercan con cautela, “son dos burbujas que se acercan, se alejan y no saben bien cómo relacionarse”, explica Le Gargasson. Para el director, esta obra tiene un toque de comedia. Así define su género y lo entiende con base en la idea de que en toda la puesta permea un humor ácido e irreverente.

“Invierno tiene esta misma distancia que te da la comedia”, explica el director, “habla sobre el comportamiento y las pasiones humanas; las caídas sucesivas de los seres humanos en situaciones particulares, enfrentando muchas peripecias y conflictos.” Asimismo, en la dramaturgia se hallan atisbos de Samuel Beckett o Harold Pinter, referentes de Fosse, quien es el autor más representado en su país natal, luego de Ibsen. Sobre el interés por montar una obra de Fosse, Le Gargasson explica: “Me conmueve y toca profundamente su forma de escribir. Su estilo literario induce una forma teatral y una estética que me fascinaron. Su forma minimalista permite que tú produzcas el resto. Sus textos son como esos juegos que les dan a los niños donde sólo hay puntos que ellos tienen que unir para formar un dibujo más completo, sea una liebre o un cactus”. El director unió los puntos que la poesía del dramaturgo le ofreció de manera muy peculiar: con distanciamiento; mirar a los personajes como a través de un documental. De acuerdo con el director, esta obra se alinea con la propuesta de Festina Lente Theatrum, compañía franco-mexicana que nació en el 2007. Su trabajo busca difundir grandes obras de la poesía universal a través del teatro y sus creaciones siempre parten de un texto. Un escritor noruego, un director francés y una actriz mexicana son los que darán vida a Invierno. Una obra universalmente individual –o si se prefiere, individualmente universal– que habla sobre la condición humana y es una gélida muestra de la contemporaneidad.

ause & Play es una productora audiovisual enfocada en la realización de proyectos cinematográficos, documentales, videos musicales, diseño sonoro y composición de música original, entre otras actividades. Recientemente, esta productora incursionó en el ámbito teatral. La apuesta es la musicalización de la obra Resignación, de Sin Sonrisa Teatro, que este mes estrena temporada en Foro El Bicho. Platicamos con Antonio Trillo y Manolo Maass, fundadores de esta casa productora, que se encargaron del proyecto escénico.

Se han enfocado más en el diseño sonoro de productos audiovisuales, ahora que trabajaron en teatro, ¿cuáles son las diferencias que encontraron? Maass: La gran diferencia es que el trabajo en teatro se realiza completamente a la par del trabajo del resto del grupo, es decir, creas en conjunto con los actores, el director y otros creativos. En un video ya te dan la versión editada —donde se supone que no va a haber más cambios—, y ahí compones sobre una estructura fija. En teatro todo cambia, cada función tiene tiempos distintos, es algo mucho más volátil. Trabajar con video es más estructurado, mientras en teatro todo es muy moldeable: el actor va trabajando sobre tu música —ensaya y ve si el compás le da tiempo para las acciones que debe realizar, o si hay que acortar o alargar los tiempos, etc.— y el director observa si la música realmente va con lo que él tiene en mente. Incluso ahora que estamos a unos días del estreno todavía hay varias cosas que se están modificando.

¿Cómo fue el proceso de creación? Trillo: Algunas ideas surgieron de Juan José Meraz, el director, y otras las creamos nosotros conforme nos involucramos con la lectura del texto dramático, entendimos a los personajes, su historia y sus objetivos, así como la propuesta de dirección. También quisimos participar en el diseño sonoro y no sólo en la musicalización, ya que es una parte fundamental de la obra y, además, son dos áreas que están completamente entrelazadas: trabajándolas en conjunto se puede tener una propuesta más sólida. En esta puesta en escena hay elementos sonoros que, a mi parecer, son prácticamente un personaje, por ejemplo, la lluvia. La música funciona en los momentos que los actores nos sacan de la historia y sostienen un diálogo directo con el espectador; es ese nicho que tiene la voz del actor en el momento que abandona su universo particular y nos dice cosas que está pensando o siente en un sentido mucho más personal.

¿Cuál es la diferencia entre diseño sonoro y musicalización? Trillo: El diseño es todo lo que está dentro de la diégesis de la historia y está relacionado con los objetos dentro de ella. La música, por lo general, está fuera de la historia, viste las escenas. Así suele ser normalmente, pero si nos ponemos más específicos hay diseño sonoro musical, referencial, etcétera.

En una puesta en escena, ¿cuál es la importancia de la música? Maass: Algo que el director me decía es que, en términos generales, la música en el teatro no está bien vista, no es un recurso muy usado y se piensa que es más para cine o televisión. Hay quienes dicen que la música ayuda a crear el sentimiento de la escena y, por lo tanto, le quita mérito a la interpretación del actor, es decir, la música es una trampa que ayuda a crear cierto estado de ánimo (tristeza, alegría) y esto no lo logra la actuación de forma pura. Pensamos la música para Resignación como algo que no fuera ilustrativo o para apoyar lo que se hace en la escena, sino para crear distintos espacios dentro de la escena: la casa, la cocina, el baño.


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Las delicias de la discordia Por José Velasco Homéridas, una ambiciosa obra de Ximena Escalante y la Compañía Nacional de Teatro, muestra la versión femenina de los relatos épicos griegos. La guerra de Troya, el viaje de Ulises y otros conocidos episodios son narrados por mujeres.

E

n su libro El Mundo de Odiseo, el historiador Moses I. Finley habla sobre los homéridas, rapsodas (recitadores de versos) que se creían descendientes directos del supuesto autor de la Ilíada y la Odisea. Habitantes de la isla de Quíos, esta cofradía de cantores alegaba conocer las versiones auténticas de ambas epopeyas; sin embargo, no existe evidencia historiográfica que lo pruebe y más bien se sabe que los relatos homéricos variaban según las regiones de la Grecia antigua. De acuerdo con Platón, los héroes, los dioses y los relatos que desfilan en los versos del poeta eran el basamento moral de la polis: en ellos se aprendía el manejo de los

Homéridas Sala Héctor Mendoza de la Casa de la Compañía Nacional de Teatro Francisco Sosa 159, Barrio de Santa Catarina, Coyoacán Hasta el 22 de marzo Funciones: jueves y viernes, 20 horas; sábados, 19 horas; domingos, 18 horas. Entrada libre, cupo limitado

negocios humanos y los preceptos de orden necesarios para gobernar las pasiones. Es a esta tradición a la que se suma la dramaturga Ximena Escalante con sus Homéridas. Su versión también toma inspiración de Las Troyanas, de Eurípides, y de Troilo y Crésida, de William Shakespeare. Escalante entrega una obra ágil donde se narran algunos de los episodios más célebres de la épica clásica: el juicio de Paris, la muerte de Héctor, la destrucción de Troya, la espera de Penélope y el regreso de Ulises a Ítaca, por ejemplo. Pero ahora es el turno de las mujeres para contar su parte dentro de la historia. De la mano de la diosa Discordia,

quien hila intrigas y malquerencias entre aqueos y troyanos, el espectador asiste tras bambalinas del ciclo final del asedio argivo en las playas troyanas. El trabajo actoral corre a cargo de 13 actrices que interpretan alternadamente a las diosas, las mujeres y los combatientes de la guerra. Marta Aura, Katya Bizarro, Fátima Favela, Luisa Huertas, Rocío Leal, Patricia Madrid, Rosenda Monteros, Ana Ligia García, Azalia Ortiz, Laura Padilla, Pilar Padilla, Yulleni Pérez Vertti, Astrid Romo y Violeta Sarmiento dan vida a una sucesión de escenas permeadas por el ojo femenino. La mênis (cólera) de Agamenón y Aquiles adquiere otro cariz para las esclavas troyanas; el amor entre Troilo y Crésida es percibido desde otro ángulo cuando dos mujeres encarnan la ternura y el deseo de estos personajes; y la derrota de Héctor se resignifica a través de la presencia de su hermana Casandra. El tránsito entre personajes está mediado por elementos como un casco o un peto de guerra; pero es la destreza actoral la que hace funcionar este recurso. Como contrapunto necesario ante el pelotón femenino aparece en escena un

silencioso hombre (Santiago Ulloa), quien juega distintos roles en cada uno de los cuadros que integran el montaje. Personaje esencial, este “hombre extraviado” (no podría estar muy ubicado rodeado por tantas mujeres hermosas), equilibra la balanza de estrógeno y evita que algunas escenas se despeñen hacia la caricatura. Al timón de esta atípica embarcación teatral está el director Carlos Corona, quien —asistido por Ruby Tagle y Daniel Martínez— consigue montar escenas de batalla y coreografías eficaces que ayudan a sostener el ritmo a lo largo del espectáculo. La música de Alberto Rosas y las intervenciones sonoras (ejecutadas por el elenco) le dan relieve a ciertos pasajes. La escenografía —a cargo de Sergio Villegas— reproduce la costa de las playas troyanas y emplaza, próximo al centro del escenario, un colosal y derruido caballo de madera. No es un reto menor el que eligen nuestros Homéridas: apropiarse de los relatos de los clásicos y acercarlos a una sociedad donde el honor, la prudencia y la mirada fina e intuitiva de las mujeres permanecen relegadas en el traspatio de lo inútil y lo anticuado.


Rutas arquitectónicoas CELEBRA Fiestas Teodoro González de León Arquitecto | México Enrique Norten Arquitecto | México Dominique Perrault Arquitecto | París Richard Burdett Urbanista | Londres Saskia Sassen Socióloga | Nueva York Pedro Gadanho Curador del MoMA | Nueva York Lui Xiaodu Arquitecto | Shenzhen Pier Vittorio Aureli Arquitecto | Rotterdam Anupama Kundoo Arquitecta | India Richard Sennett Sociólogo | Nueva York Juan Pablo Ortiz Arquitecto | Bogotá Pablo Lazo Urbanista | Sao Paolo Flores & Prats Arquitectos | Barcelona Francesco Careri Arquitecto | Roma y más...


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C comida

Trufas del Périgord:

cine, mamonería y cocina francesa Por Alonso Ruvalcaba

Ratatouille

La cocina francesa, en cine, es un impulso y un lastre; una oportunidad para el food porn y un trampolín de la tenacidad; un espacio de convivencia y otro de mamonería. Aquí, un pequeño repaso.

“Aunque

todo país quisiera disputar este hecho, los franceses sabemos la verdad: la mejor comida del mundo se cocina en Francia y la mejor comida de Francia se cocina en París”, dice una voz respingada al principio de Ratatouille (2007) de Brad Bird. El tono es irónico o paródico pero el cine, muchas veces, ha parecido respaldar semejante idea. El festín de Babette (1987) de Gabriel Axel es el ejemplo más refinado de esta creencia. Babette, una parisina refugiada en una comunidad cristiana de Jutlandia, ha trabajado como sirvienta de las hermanas Martine y Philippa. A diario cocina las blandas comidas del cristianismo más austero. Un día se gana la lotería (10 000 francos del siglo XIX) y decide gastar el premio en una cena “verdaderamente francesa” para varios miembros de la comunidad. Sopa de tortuga con copas de amontillado, blinis con caviar y Veuve Clicquot, codornices hojaldradas con foie gras y trufas del Périgord y Clos de Vougeot (tinto de Borgoña), savarín al ron con higos y más champaña, quesos y frutas con un vino dulce de Sauternes, café, coñac… La verdadera cocina francesa les revela a los invitados su propio lado sensual, su lado afectivo, que al parecer la frugalidad ultracristiana había inhibido. Babette, se nos descubre al final, había sido chef del Café Anglais en París, aunque nunca se lo reveló a sus patronas. Es como ocultar que eres ninja. Vatel (2000) y Los sabores del palacio (2012) cuentan historias de cocineros en los “más altos círculos” de Francia. El maître d’hôtel François Vatel, en 1671, recibe del príncipe de Condé Luis II el encargo de crear un banquete de tres días para el Luis XIV, le roi soleil. Vatel (interpretado por Gérard Depardieu en un relativo inglés interferido de francés). Los encuadres, la disposición de los actores en el cuadro y naturalmente la

comida: todo es tan pomposo como el retrato de Rigaud del Rey Sol (el de 1701; si no lo recuerdan échense un wikipediazo). En la vida real se supone que Vatel se suicidó por el retraso en la entrega de los pescados y mariscos para ese banquete; la película agrega apenas un elemento más dramático que no espoilearé. El encargo que recibe la protagonista de Los sabores del palacio, Danièle Delpeuch, es el de convertirse en la cocinera personal del presidente François Mitterrand. Danièle es tan meticulosa y particular como Vatel; su conocimiento de la cocina regional francesa la enfrenta con los grandes chefs de la presidencia pero le abre camino al corazoncito de monsieur le président. El clímax emocional de esta película llega cuando, una noche, el presidente baja a la cocina. Todos los empleados salvo Danièle se han retirado ya. Mitterrand pregunta si ya llegaron del Périgord las primeras trufas de la temporada. La chef se las muestra en un platón; el presidente toma una, la inspecciona y exclama, claro, Quelle merveille! Luego pregunta: “¿Conoce usted el platillo trufas à la croque au sel?” Y Danièle: “Hay muy poco que no conozco sobre trufas.” Dan ganas de zapearlos a los dos. El chef francés suele provocar esa reacción. En Los sabores del palacio todo pasa en serio; en El cocinero, el ladrón, su esposa y su amante (1989) de Peter Greenaway, no tanto. Richard Boarst, chef francés del restaurante Le Hollandais, es de un mamón absolutamente implacable. Su mamonería, afortunadamente, es superada por la del ladrón/dueño del restaurante, Albert Spica, y la de su esposa, Georgina. (El amante nomás es un pelmazo.) Toda la película es de una impresionante artificialidad. Cada zona del restaurante está dictaminada por colores que se repiten en los motivos del vestuario de los actores: verde la cocina, rojo el salón, blanco el baño. Un niño canta soprano constante, inexplicablemente.


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En algún momento todo el aire de la cocina está lleno de motitas blancas; la cámara hace un travelling lateral (movimiento que se repite varias veces) y descubrimos al chef desplumando un pato y lanzando las plumas/motitas al aire. Es como si el director hubiera decidido ganarles a todos sus personajes en ostentación. La virtud del chef Boarst: realmente sí es un buen cocinero. ¿La prueba? El ladrón ha asesinado al amante; Georgina convence a Boarst de que rostice el cuerpo asesinado. En la última escena de la película Boarst lo sirve, rodeado de coliflores, perifollo, rebanadas de naranja, coles. Es un plato deslumbrante que Spica tiene que comer antes de morir. En cine, como anota el crítico Charlie Hopper, para cocinar al gusto de un gran chef francés se tiene que tener un talento sobrenatural o una determinación casi sobrenatural. Rémy la rata de Ratatouille tiene lo primero; Julia Child en Julie & Julia (2009) de Nora Ephron tiene lo segundo. Gringa afincada en París, ruidosa y supuestamente simpatiquísima (perdón: para mí la actuación de Meryl Streep rechina de limpia), Julia descubre su amor por la cocina francesa al principio de la película. Su esposo (Stanley Tucci, ése sí casi agradable) la convence de entrar a estudiar a Le Cordon Bleu. Ni la inquebrantable jerarquía masculina de la cocina francesa ni su propia incapacidad para picar una cebolla (al principio) la detienen para convertirse en una gran cocinera, autora de un libro importantísimo —Mastering the Art of French Cooking—, que Julie (Amy Adams), la otra protagonista de la película intentará cocinar completo cuarentaitantos años después. Por comodidad de los guionistas o limitaciones en el don actoral de Adams, Julie es casi el exacto contrario de la independiente y vital Julia: una mocosa insufrible. Pero comparten una tenacidad “a toda prueba” y Julie logra su meta explícita: preparar todas las recetas del libro en menos de un año, y su meta tácita: en el proceso conocerse a sí misma. (Es la misma determinación que tienen los chefs reposteros competidores

por el reconocimiento a Meilleur Ouvrier de France del documental Kings of pastry, también del 2009, de D.A. Pennebaker y Chris Hegedus.) Pero la cocina francesa es una tradición tan pesada, tan añeja, que en cine es también un lastre del que librarse. Piensen en Carl Casper, chef del restaurante apropiadamente llamado Gauloise en Brentwood, California, en la película Chef (2014) de Jon Favreau. Su llamado de la selva no es la comida francesa antigualla que el dueño del local lo fuerza a cocinar sino los picantes, latinos, libertinos platos de su ciudad natal, Miami. Pero, oh no, la noche que el crítico insufrible visita Gauloise, Casper no sigue su instinto y el crítico responde en consecuencia: riéndose públicamente de la respingada y estólida propuesta francesa. Después, cuando el chef pierda la chamba y ponga un foodtruck donde escuche la voz de su propio cocinero interior de tortas cubanas, será exitosísimo, viralizado y, por supuesto, llegará el respaldo del crítico. Piensen también en el cocinero de ascendencia india Samir —de la película Today’s Special (2009), de David Kaplan—, cuyo sueño es cocinar con los “grandes chefs franceses” en París. (Parece inspirado únicamente por un artículo en la Food & Wine, por cierto.) Samir renuncia a su trabajo en un restaurante mamón, por supuesto francés, y se alista para largarse a Francia, pero su padre enferma. Samir debe ocuparse del Tandoori Palace, el restaurantito indio de la familia. Al principio de la película, un taxista le había preguntado a Samir: “¿Y cocinas indio?” Y Samir, no sin desprecio: “¡Nunca!” Ahora debe aprender a hacerlo, con la ayuda milagrosa de ese taxista/cocinero. Además de conocerse a sí mismo, cosa que suele suceder en las cocinas cinematográficas, Samir debe aprender una lección al parecer importante: tú eres tú y tus propias tradiciones, no las mamonas tradiciones francesas que las revistas te quieren imponer. Today’s Special está en Netflix. No la vean.

“Pero la cocina francesa es

una tradición tan pesada, tan añeja, que en cine es también un lastre del que librarse.”

El rincón de BURGERMAN @burgermanmex Parker & Lenox

H

ace mucho que no me acercaba a la colonia Juárez, pero en noviembre pasado abrió el Parker & Lenox (Milán 14, esq. Gral. Prim, Juárez - @parkerandlenox). Me intrigaba que entre los varios socios del lugar hay una hamburguesera curtida, quien me ha acompañado en diversas expediciones culinarias: mi amiga @plaqueta. La idea es perfecta: una extraña combinación de merendero americano con speakeasy —o sea, bar clandestino— de los que tuvieron su auge en la época de la prohibición. La comida (que se despacha en la parte Lenox del establecimiento) es inspirada en lo que hoy se conoce como comfort food: sándwiches, hamburguesas y ensaladas muy americanas. La parte Parker —el bar, inspirado en la leyenda del jazz Charlie Parker— ofrece una muy buena y amplia selección de cocteles, y tiene un escenario perfecto para ver pequeños actos de jazz. Me decidí por la llamada B.M.C.: Bacon, Maple y Cheddar. ¿Tocino con miel de maple y queso cheddar? ¡Pero cómo no! y, además, ¿180 g de una mezcla secreta de carnes sobre un bollo hecho en casa? ¡De ahí soy! Para abrir los festejos pedí unas muy competentes buffalo boneless con aderezo ranch y salsa picosita. Su calidad generó expectación ante la llegada de la hamburguesa. Al acercarse se veía espectacular, como lo pueden comprobar en la foto que comparto en mi cuenta de Instagram (burgermanmex): generosa porción de tocino, bañada en miel de maple, sobre una gruesa carne cubierta de una gorda rebanada de queso cheddar. El pan era de muy buen tamaño y, por su color, se vislumbraba un dejo de masa integral... Estaba ya muy emocionado y no quería romper el encanto que me tenía prácticamente hipnotizado. Pero la panza gobierna mi ser y le lancé la primera mordida. Segunda, tercera y varias mordidas más y… se veía mejor de lo que sabía. La carne me quedó a deber. Le faltaba mucho sabor. Había algo que la hacía sentir pastosa. El tocino, como debe de ser, muy bueno, pero en realidad es difícil equivocarse con esta noble vianda porcina y más si va bañada en miel de maple. El queso bien, pero ni la combinación de todo podía salvar a la carne de su insipidez. El sabor del bollo también me quedó a deber: sentí que era demasiado pan para los 180 g de carne. Así que la foto es engañosa. Una hamburguesa a la que le fallan sus dos elementos principales está condenada a la ignominia. Le daré a Parker & Lenox el beneficio de la duda porque lleva muy poco tiempo de haber abierto sus puertas. Las hamburguesas son caprichosas y, por lo general, tardan en encontrar su sabor y su camino. Espero que sea el caso con éstas. Puede ser que no estén de acuerdo conmigo. Para eso, sus comentarios y sugerencias siempre son bienvenidos en @burgermanmex; en Instagram también como “burgermanmex”, en el blog: burguerman.blogspot.com y en la página de Facebook: www.facebook. com/burgerman.mex. Se agradecen todos sus likes y retuits.

Los sabores del palacio


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Pesca del día

guarniciones

Dos recomendaciones libertinas L’Amour gourmand de Serge Safran (La Musardine, 1999) Maldito sea nuestro siglo, maldita nuestra pobreza. Vivan el siglo XVIII francés, viva la bendita opulencia de sus libertinos. Nosotros: asaltados del sexo por la publicidad, por los medios ñoños, por la ciega creencia en la higiene; robados en despoblado de la ingestión calórica por revistas, mieditos futuros y miradas prejuiciosas antigordos. Ellos: hombres libres atascándose de ostras, mujeres calientes bañándose en champaña, seres humanos en el decadente enajene de comer y coger. O bueno, así va el mito que propalaron las novelas libertinas de la época examinadas en este volumen erudito, con capítulos sobre el chocolate, los ostiones —moluscos o vaginales—, el champaña y varios pecados más. Su subtítulo es: Libertinage gastronomique au XVIIIe siècle. Bendito él, malditos nosotros.

El arte del menú francés, fines del XIX

Q

ué cosa más bella: el menú de inspiración francesa que circulaba en todo el Occidente adinerado hacia el final del siglo XIX. En México se permitían unas comilonas dignas de países en un trance menos violento. En Estados Unidos había una tras otra cena conmemorativa que exploraba la clásica y ahora olvidada división en tiempos à la française: ostiones, entremeses, pescados, relevés, fuertes, sorbetes (para descansar), rostizados, helados, postres. Las hojas que sobreviven son muchas veces hermosos monumentos conmemorativos de la disipación ciega. Aquí, tres menús que se encuentran en la National Public Library de Nueva York: uno de un banquete de Delmonicos, probablemente realizado en el propio restaurante en Manhattan, 1888; uno del banquete anual del Corps Consulaire de la Nouvelle Orléans, también 1888; y uno del Cercle Français de l’Harmonie en la Hoffman House, taberna de Kingston, NY, 1889.

Tortas Robles

Banquete de Delmonicos, 1888

Mastering the Art of French Cooking de Julia Child, Simone Beck y Louisette Bertholle (Alfred A. Knopf, 1961) ¿Cómo era, según el mito y las películas, la cocina casera en Estados Unidos cuando apareció Mastering the Art of French Cooking? Dicen: las señoras gringas juraban por su lata de sopa de champiñones Campbell’s, sobrecocían absolutamente todo y nunca habían visto una pata de cordero cruda. Por supuesto eso es una exageración, pero lo cierto es que este libro abrió las puertas de una cocina francesa expresiva, regional, inteligente al ama de casa promedio. Su influencia es vastísima, como un Ciudadano Kane del librero gastronómico. Tiene cosas que hoy son anatema del cocinero localdepequeñoproductororgánico —¡chícharos congelados!— pero su lectura, además de canónica, es mortalmente entretenida. Banquete anual del Corps Consulaire, 1888

Cercle Français, 1889



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D

Hijos del maíz Nueva York 264, Nápoles Lunes a sábado de 8 a 16:30 horas Fb: Hijosdelmaiz @Hijos_del_Maiz

fotos lulú urdapilleta

debutantes

Hijos del maíz En

Hay gente que come chilaquiles, y hay fanáticos del chilaquil. Estos últimos no conciben la existencia sin tortillas fritas remojadas en salsa. Para ellos se abrió este centro de culto… la calle de Nueva York, en la Nápoles, un pequeño local congrega a los fanáticos del chilaquil. Lleva por nombre Hijos del maíz, en honor al ingrediente principal del platillo. En pocas semanas ya se han registrado peregrinaciones matutinas para rendir pleitesía a esta deidad de los carbohidratos. Las mesas donde los fieles se reúnen están vestidas con manteles de colores y en ellas hay platos de peltre. Pero sobre ellos gravita el aroma inconfundible del picante mezclado con la cebolla, el queso, la carne, el pollo y las tortillas crujientes, materia prima de este platillo sacramental que se sirve en todo tipo de versiones, incluso, con ingredientes que jamás relacionarías con unos chilaquiles: rib eye, chuletón de puerco, arrachera, pastor, pipián verde, tres quesos o cochinita pibil. Estos últimos merecen tu atención: la salsa de achiote, que envuelve suavemente a la mezcla de cuadros de tortilla y pollo, tiene un rico sazón casero, y la crema y el queso que comúnmente coronarían el plato son sustituidos por trozos de aguacate. La presentación es también singular: en lugar de acumularlos en platos planos, se sirven en un cilindro. A primera vista parece que la porción es muy pequeña, pero cuando empiezas a clavar el tenedor en ese cuerpo geométrico de tortillas, da la impresión de ser un recipiente sin fondo. Para pasarte el bocado hay aguas frescas, cervezas artesanales mexicanas, jugos y una categoría de refrescos a los que le pusieron la etiqueta de “nostálgicos”: Manzanita, Lulú o Titán servidos en botellitas de vidrio. Suena extravagante, pero también sirven chilaquiles dulces. Las tiras de totopos se acompañan de trozos de almendras y en lugar de salsa verde o roja son bañados con cajeta y helado de vainilla, como para desencadenar un coma diabético. —Jorge Ledezma


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E

s un mito que todos los locales quieran ofrecer la mejor taza de café. Aunque pareciera lógico, en realidad no ocurre así: hay muchos lugares, sobre todo en la Roma-Condesa, en donde la prioridad es el diseño, la decoración o el servicio; no la bebida que se sirve. Si bien el lugar, por su mobiliario, cumple con el requisito de ser un café fancy, no estamos ante frivolidades: el personal se involucra también en el proceso de cultivo, tueste y extracción del grano. A diferencia de otros sitios en donde tu interacción con el barista se limita a que escriba mal tu nombre en el vaso, aquí se busca propiciar una charla de conocedores. O al menos de maestro a discípulo: el barista es el maestro, tú lo escuchas y le dices que sí a todo. Alberto Rivera-Torres, socio de Buna, grupo dedicado a la venta y producción de café y creadora del concepto de este local, nos explica los fundamentos de 42: “Contamos con un taller de tueste al lado (del local) y con un espacio abierto donde el cliente platica con el barista, que es la persona que lo asesora en su visita para tener una experiencia agradable”. En el menú de este establecimiento no figuran ni el Caramel Macchiato, ni el Moka Frappuccino. Si de por sí, cuando llegaron las grandes cadenas al DF, acostumbrarnos a los nombres de esos líquidos nos hizo sentir ignorantes, los nombres que acá se manejan nos harán sentir de plano rupestres. En 42 se venden expresos tonic —café expreso con agua tónica

y naranja—, infusiones por goteo —lo que vulgarmente se conoce como café americano— y malteadas buneadas. Estas últimas pueden ser de vainilla o de chocolate, y están hechas a base de café y helado de Nómada (no es helado sabor trotamundos, que sería poco antojable. Nómada es el nombre de una heladería ubicada en la Condesa). Las preparan mediante un proceso de extracción fría —una infusión de café pero con agua fría— dentro de unos tubos de ensayo enormes, y tarda de 12 a 18 horas. Luego de ese tiempo se extrae una solución que sirve como base para crear estas delicias. En cuanto a la comida, la propuesta es sencilla: pan fresco del Café Torino y tamales vegetarianos de champiñones, huitlacoche, piña, mole verde, espinaca y frijol. Decir que éste es el lugar con el mejor café de la zona es muy arriesgado —eso te lo dejamos a ti—, pero lo que sí podemos asegurar es que aquí se aprende a prepararlo como un profesional, descubrirás nuevos sabores y llevarás tu amor por la cafeína a otro nivel. —Abraham Huitrón

Si quieres presenciar el proceso de tostado y extracción del café, en 42 se ofrecen talleres gratuitos donde los explican. También puedes asistir a catas. Si estás interesado consulta sus redes sociales.

42 Orizaba 42, Roma Lunes a viernes de 7 a 22:30 horas Sábado y domingo de 8 a 22:30 horas buna.mx | FB: /bunacaferico | Tw: @buna_mx | Ins: BUNAmx foto abraham huitrón

42

Hay un lugar en la colonia Roma en donde preparan café con una precisión casi científica. Tras una taza, casi no dan ganas de hablar de “cultura del café”. “Civilización del café” sería más apropiado.

El pecadito En la elección de un vino de calidad contribuyen el conocimiento, que suele ser escaso; el azar, que suele ser traicionero… y los 200 pesos que tienes en la cartera, que casi siempre son insuficientes. Pero aquí hay un remedio…

E

l dilema es antediluviano: ¿cómo encontrar una botella de vino decente sin necesidad de gastar la mitad de la quincena para quedar bien? Los creadores del wine bar El Pecado de Noé (Oaxaca 69, Roma) se dieron cuenta de que sus precios eran poco accesibles, así que expiaron parte de sus culpas y abrieron este diminuto local en la calle de Montes de Oca en la Condesa. Como bien sabe el devoto lector, el nombre de aquel bar proviene del pasaje del Génesis en el que después del gran diluvio, Noé sembró vid, elaboró su propio vino y se puso una borrachera, digamos, bíblica. El Pecadito es una enoteca con más de 140 etiquetas que no están disponibles en cualquier supermercado, ya que aquí se dedican específicamente a la promoción de bodegas pequeñas. La idea es: vino para llevar a buen precio y sin contratiempos. Los productos están acomodados por su costo (van desde los 150 hasta los mil pesos) y para evitar confusiones, debajo de cada botella hay una etiqueta

explicativa con información precisa sobre el vino y las mejores opciones de maridaje. Ante la pregunta del neófito, el personal es amable, conocedor y amante del noble acto de beber, y no se escandalizan ni te soslayan si solamente llevas 200 pesos en la cartera. Cada tanto hay degustaciones a precios modestos para conocer más a detalle las características organolépticas del vino, de cómo lo afecta la temperatura, la tierra, el tipo de fermentación, de uva, y de la producción de vid en el país; y sobre todo: consejos para disfrutarlo al máximo. Su objetivo es difundir más la cultura del vino en México y tratar de ser menos pretenciosos al venderlo. —Valeria Cepeda El pecadito Fernando Montes de Oca, Condesa Lunes a domingo de 12 a 20 horas


60 | frente | DETRÁS | del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015

D detrás

Charlyfornication: Biopic de un rockstar de la literatura mexicana | por Carlos Velázquez OCHENTA AÑOS DE FERNANDO DEL PASO Nacieras o no, habites o no en el Distrito Federal, no se vuelve a pisar la Ciudad de México de la misma manera después de enfrentar el párrafo final de Noticias del Imperio. Yo soy María Carlota Amelia Victoria Clementina Leopoldina, Princesa de la Nada y el Vacío, Soberana de la Espuma y de los Sueños, Reina de la Quimera y del Olvido, Emperatriz de la mentira: hoy vino el mensajero a traerme noticias del Imperio, y me dijo que Carlos Lindbergh está cruzando el Atlántico en un pájaro de acero para llevarme de regreso a México.

Más allá de todo asomo de nacionalismo, tras leer a Carlota confesar que anhela ser repatriada en un avión, nos invade un sentimiento vernáculo inconmensurable. La ciudad, en este caso, como dice el artista Isaac Torres, “la muy noble, leal e imperial Ciudad de México”, como protagonista del libro, de la literatura, de la Historia y de la psique. La piedra donde se fundamenta la mejor obra de Fernando del Paso. El centro de Palinuro de México, el Tlatelolco de José Trigo y el Chapultepec del citado Noticias… El primero de abril Fernando del Paso cumple 80 años de vida. Y aunque la recepción de su obra ha sido azarosa y pese a que la crítica ha sido injusta y desigual con su novelística, continúa siendo el mejor escritor

mexicano vivo. El apostolado propuesto por su obra no ha contado con una continuidad. No es que sea una obligación de las letras mexicanas acometer una progresión. Pero la vara que legó Del Paso está demasiado alta y nadie ha podido siquiera situarse a su sombra. Sin embargo, el acercamiento a su producción ha sido velada. Pero disiento de aquellos que aventuran que Del Paso no es un escritor para las masas. El tiempo se encargará de ajustar cuentas. Como ocurrió con Kafka y tantos otros. Palinuro de México es un documento lisérgico. Lo advierte la ilustración de la portada de la edición del FCE del 2013. Es el texto que pondrá en marcha la revaloración de Del Paso a nivel multitudinario. Y este libro arrastrará a los otros. El empleo del lenguaje por parte de Del Paso es como el agua. No conoce rienda. Siempre encuentra un cause. O se lo inventa. Sea natural o artificio. Como el agua lacera la piedra. Y necesita de una presa monumental para contenerlo. Y la prisión que atesora esa manera de esgrimir la lengua es la mente misma de Del Paso. El monstruo de la tríada de las novelas sobre la Ciudad de México. Del Paso nació en la Roma. En el 150 de la calle de Orizaba. Y esa calle, esa colonia, esa delegación, esta ciudad no se viven, no se observan, no se padecen, no se atestiguan, no se admiran de la misma forma tras el testimonio de Del Paso. Y alejarse de ella, del centro, se convierte en una condición que no figura en las patologías oficiales pero que es real. Abandonar, para siempre o de manera momentánea, el Distrito Federal sólo nos hace pensar en una cosa: en el pájaro de acero que nos regrese a México. A la muy noble, leal e imperial Ciudad de México.

Mi veldá | por WARpig ¡¿SURF INSTRUMENTAL?! Entregar un disco terminado, ya maquilado, grabado, producido, mezclado, sufrido y trabajado siempre es un evento que me emociona de muchas maneras. Como espectadores nunca sabemos qué hay detrás de la concepción y posterior manufactura de un álbum. Nos enteramos después, y eso, si nos interesa o la música contenida en él llega a emocionarnos lo suficiente como para investigar. No se ven las discusiones, los ensayos, el sudor, las broncas de equipo, los pleitos con las novias, las ideas de un riff o un redoble que llegan a las cuatro de la mañana y a los quince minutos ya se olvidaron. Las llamadas, los correos electrónicos con el responsable del arte, con los responsables de la maquila, con los patrocinadores, con la compañía disquera, con la distribución, con la editora, con derechos de autor. Los retrasos, se recorre la fecha de estreno y al fin lo llevas a la radio para que el público lo escuche por primera vez. Ahí empieza la verdadera magia porque si un tema significa algo para mí, para usted puede significar algo totalmente diferente. Puede resultar nada disfrutable o una joya triste, cuando tal vez el grupo la concibe como un tema festivo.

Acné | por Gibrán Michel @gibran.michel

Y uno saca discos para que se escuchen, para que se vendan, para que alguien lo tenga, lo atesore o lo regale. Entonces, hay que moverlo, llevarlo, firmarlo, dedicarlo, recomendarlo, hablar de él. Hay quienes escuchan con atención y otras personas que estrenan tantos discos de tantos grupos diferentes que ya no hay sorpresa. Pero viene el maridaje en el tiempo. Ya estás preparando otro disco y llega alguien y te comenta algo sobre el disco anterior que salió hace dos años. Y te llena de anécdotas como ésa de “era el favorito de mi carnal y ahora que ya murió lo recordamos con esas rolas”. ¡Bum! Impresionante. Porque no estoy en una banda con genios de marketing que programan todo ese tipo de reacciones para luego vender el carro, el estéreo, el crucero y la gira mundial de dos años. Somos una banda que ensaya en la colonia Roma a bajo volumen porque se enojan los vecinos. Pero entonces se acerca alguien y te dice: “Esa rola la bailé en mi boda”. “Ésa le encanta a mi hijo de dos años”. “Cuando tuve que irme a trabajar al gabacho, ese disco hacía que me acordara de mis compas chilangos”. Y el significado también se lo van dando ustedes. Hace 20 años, algunas personas preguntaban divertidas e incrédulas: “¿¡Surf instrumental?”. Y pues sí. ¿Por qué no? “Coral Riffs” de Lost Acapulco. Ya salió. Déle un chance.



62 | frente | grĂĄfica | del 26 de febrero al 11 de marzo de 2015

G

amor apache | pastra garcĂ­a | www.elpastraone.com

grĂĄfica




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