Reporte Participación COP25 Chile-Madrid, 2019
Reflexiones Finales Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), quedan entre 12 y 14 años para frenar el Cambio Climático y sus impactos irreversibles en la vida tal como la conocemos. La Conferencia de las Partes es el evento a nivel mundial que busca alinear los esfuerzos y visiones de los países para hacerle frente a esta realidad. Un evento de una magnitud inesperada, la feria más grande que me ha tocado ver, donde se camina por distintos halls, pabellones, instalaciones y eventos interminables. A pesar de haber tenido aproximadamente un mes para preparar la feria, los stands y eventos fueron realizados sin mayores complicaciones. Sin embargo, la sensación es de demasiados esfuerzos para pocos y efímeros resultados. Envases desechables para el agua en los pasillos y una botella de vidrio de regalo, comedores donde la oferta alimentaria corresponde a pizza y hamburguesas y pocas opciones veganas, empresas financistas conocidas por ser de las más contaminantes a nivel europeo, la ausencia en la conversación de lo que ocurre en Chile, de los ojos que se han perdido en Chile; las críticas de mis seres queridos, de los fotógrafos y coordinadores de las distintas instancias donde recordé a quienes los han perdido. El mensaje latente y global que logro decantar es el rol de los jóvenes, las mujeres y los pueblos originarios e indígenas. El patriarcado es reconocido como el claro responsables de la crisis que enfrentamos a nivel local y mundial, porque la tierra hoy está siendo violada. El Colectivo Las Tesis y “un violador en tu camino” presente en todas las conversaciones oficiales y de pasillo. La represión en Turquía me genera impotencia. ¿Cómo es posible que algunos países y culturas estén aun atrapados en la represión (así como el nuestro en cada una de las manifestaciones) y no en el castigo al responsable, pues no son las mujeres las que deben ser reprimidas por manifestar su descontento, son los hombres los que deben dejar de violar mujeres, los seres humanos los que deben dejar de violar a la tierra. Greta Thunberg y su rol como una de las pocas personas que ha logrado posicionar a tal nivel esta discusión y aun hay personas que solo se preocupan por decir que es una niña manipulada. Personas que se sienten simplemente incómodas con la verdad y desean desviar la discusión. Ella sólo pide que escuchemos a la ciencia. Y así como ella hay cientos de niños y niñas cargando el mismo mensaje de urgencia. Y es que eso es lo que más rescato de la COP. Sabemos que somos pocas las personas que estamos realmente haciendo algo respecto de la situación a la que nos enfrentamos y, la mismo tiempo, los políticos permanecen encarrados a 4 paredes tomando las decisiones que definirán el futuro de la humanidad y de los seres vivos en todo el globo. Pocos pueden ser parte de las discusiones. A la sociedad civil le corresponde hacer los cambios ahora, con las personas, pues es sabido que esas salas de cerradas se inundarán antes de que las grandes potencias como Estados Unidos, China o Brasil decidan hacerse cargo. No queda más que transformar el ahogo en humildad, amor y amabilidad. Hacer lo que podamos mientras estamos vivos. Lo máximo que podamos. Al 2050 tendré 60 años y mi vida no se verá altamente afectada. Yo ya tuve infancia. No se qué mundo vivirán los niños y niñas del 2050. Tengo miedo por ellos pero, al mismo tiempo, me niego a perder la esperanza. Nos encontramos en el punto de inflexión. Es ahora o nunca. Decidir transformarse o desaparecer y hacer sufrir a otros en el camino. Es también una cuestión de empatía. Es por esto que el real desafío es impulsar a actuar a quienes tienen el poder y el privilegio de decidir, porque no serán ellos, no seremos nosotros quienes sufrirán las consecuencias.
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