1 | TEMA PRINCIPAL
BIENVENIDOS | 3
una comunidad al servicio, para transformar la realidad En este tiempo de celebración, retrospectiva y proyección (como lo es todo cumpleaños), desde el área de Comunicación y Desarrollo también estamos reflexionando sobre algunas cosas. Teniendo en cuenta que la identidad es una obra en permanente construcción, decidimos repensar nuestras prácticas y, concretamente, redefinir esta publicación que estás leyendo ahora. Hace un año, en la edición anterior, el anuario hizo un cambio de rumbo. Nos dimos cuenta de que, desde hace un tiempo, veníamos contando experiencias que iban más allá de las actividades del año de la Fundación. Además, gracias a las redes sociales, descubrimos herramientas más sencillas y potentes para comunicar el “día a día”. ¿Qué sentido había, entonces, en hacer una revista para contar más o menos lo mismo que lo que contamos por Facebook o por email?
UNA DE LAS CLAVES DE ESTE TIEMPO ES HABER ASUMIDO QUE SOMOS MÁS QUE UNA ORGANIZACIÓN: SOMOS UNA COMUNIDAD QUE SE ORGANIZÓ.
¿Qué quiere decir esto? Que lo que nos define no es únicamente lo que hacemos o dónde estamos, sino los sentidos que nos mueven. El más importante, aquel que incendió nuestros corazones desde el inicio y que supimos gustar y compartir con tantas personas, es el encuentro con el otro. Un encuentro que, si se despoja de prejuicios y se abre a la diversidad, descubrirá al otro como hermano y transformará nuestras vidas para siempre. Por eso, esta revista -que hoy no tiene nombre (cada uno le pone el que quiere)- es más que un anuario: es un conjunto de experiencias que hablan de este encuentro que construye comunidad. Vas a leer historias de la Fundación, de la Casa de Jóvenes Hermano Francisco y de otras comunidades y organizaciones que comparten los mismos sentidos. En cada página una buena noticia, vida en abundancia de personas con nombre y apellido que, con generosidad y confianza, nos compartieron para ser leídas. Le pedimos a nuestro Buen Dios que puedas leer y disfrutar esta revista en esta sintonía, con “ojos de comunidad”. Y que, como hizo Moisés cuando se encontró con la zarza que ardía en el desierto, te puedas quitar las sandalias, porque estás a punto de entrar en tierra sagrada.
“” 10 años de vida en abundancia
4 | EDITORIAL
AUTORES: MARIELA RODRÍGUEZ BOSIO, FEDERICO CASERTA, JOSEFINA D’ALESSIO, MANUEL LANUSSE, DIEGO FRIAS Y CLAUDIO EQUIZA (OFM)
Cerramos otro año de trabajo en la Fundación. Nuestro aniversario nos invita a recorrer estos 10 años de historia compartida, desde el primer sueño de comenzar a caminar en el encuentro con nuestros hermanos. Todo empezó hace 10 años, cuando con un grupo de laicos pusimos manos a la obra con una sola certeza: “el encuentro con el otro transforma nuestras pobrezas”. Veníamos de largos años encontrándonos con nuestras propias pobrezas, con nuestros límites, con nuestra fragilidad. Habíamos encontrado en la Casa de Jóvenes, en el barrio de Lomas de Mariló, Moreno, el lugar donde nuestros límites, nuestras pobrezas y nuestra debilidad eran la puerta de acceso a dejarnos abrazar por el Dios de la Vida. Año a año íbamos de misión a Salta, y siempre regresábamos con una Buena Noticia: aquellos que nada tenían en lo material estaban más permeables al sentido de la Vida. Hubo una misión que nos cambió la vida para siempre. Allá por el 2006, no fuimos solo a encontrarnos con el otro, sino a ponernos a su servicio desde nuestros dones, desde nuestras profesiones. El viaje de vuelta de esa misión fue de los más difíciles. Algunos volvíamos con la sensación de que algo ya no encajaba en la rutina de acá, que nuestra mirada había cambiado, que anhelábamos poner nuestras profesiones y parte de nuestros recursos al servicio de los más pobres en nuestro día a día. Ese fue el momento en el que decidimos darle forma a un proyecto que nos implicara un compromiso diario con la realidad de nuestros hermanos más pobres.
10 AÑOS DE VIDA EN ABUNDANCIA | 5
Como todo anhelo, como todo proyecto, hubo que madurarlo y darle la forma legal que se necesitaba para poder comenzar esta Buena Noticia. Nuestra Casa de Jóvenes nos fue dando más hermanos que se sumaron al Proyecto, cada uno desde sus dones. Así nació la Fundación. El primer nombre que pensamos fue “Integrar”, porque sabíamos que queríamos integrar a nuestras vidas a aquellos que estaban al costado del camino y porque anhelábamos que ellos nos pudieran integrar a las suyas. Se hizo imposible inscribir ese nombre por motivos legales, así que un nuevo nombre se volvió necesario. “Pies Descalzos” era el resumen de una forma en la que nos queríamos vincular, entre nosotros y hacia afuera. Sabíamos que en cada encuentro lo que pisábamos era tierra sagrada y, por eso, había que descalzarse, ser cuidadosos, no perder sensibilidad, dejarse afectar. Poco a poco comenzamos nuestro trabajo. Los hermanos franciscanos nos cedieron una casita vieja que había dentro del predio de la Casa de Jóvenes y empezamos a salir al barrio a comunicar lo que estábamos dispuestos a dar. Año a año se nos fueron sumando amigos, familiares y conocidos, que con su trabajo, sus recursos personales o con aquellos de sus empresas creyeron y apostaron por nuestra Fundación. Estos recursos fueron imprescindibles para poder afrontar la apuesta fuerte con la que habíamos nacido: para hacer un cambio, no queríamos dar el tiempo que les sobraba a nuestras profesiones, sino dar tiempo de calidad, parte de nuestras vidas. Los años fueron pasando, y, con el deseo de compartir esta Buena Noticia, fuimos apostando al crecimiento. Hace 4 años nos llegó la invitación para hacernos responsables del espacio de la Casa del Niño en el Barrio Ejército de los Andes. Era un proyecto que venía funcionando desde hacía 25 años en la Capilla Santa Clara, comprometido con la historia del barrio y de cada una de sus familias y sus niños, y que permitía a las madres y padres poder salir a trabajar sabiendo que sus hijos quedaban cuidados responsable y respetuosamente, con una propuesta de calidad. No teníamos los recursos necesarios para afrontar este desafío, pero confiábamos en que la Providencia se iba a hacer presente. Hoy,
luego de 4 años de camino compartido, estamos agradecidos por la riqueza y la diversidad que nos ha dado el trabajo en una nueva sede, y por todo lo que hemos aprendido en este tiempo. Hace tres años tuvimos que volver a cambiar nuestro nombre. Con un largo camino recorrido, estábamos seguros de que era indispensable nombrarnos según nuestra Identidad, según nuestro Carisma. Elegimos este nombre, “Fundación Franciscana”, porque habíamos decidido caminar como fraternidad, al modo de Francisco. Hoy pasaron 10 años desde aquel primer anhelo compartido y nos llena de orgullo ser parte de esta Fundación. Algunos ya no están, otros se siguen sumando. Seguimos contando con innumerables personas que, con sus recursos, continúan creyendo y apostando por este sueño.
AÑO A AÑO, SEGUIMOS CONTANDO CON MUCHOS JÓVENES Y ADULTOS QUE DECIDEN PONER SUS VIDAS Y SUS PROFESIONES AL SERVICIO DE LOS QUE MENOS TIENEN.
Cada uno de los que forman parte de la Fundación nos hace sentir profundamente agradecidos al Dios de la Vida, que puso este deseo en nuestro corazón sabiendo que somos frágiles, que somos limitados, pero que caminamos como hermanos, fraternalmente. Luego de estos 10 años, estamos completamente agradecidos con las familias que nos confían sus Vidas y las de sus hijos en el día a día. Desde el Consejo de Administración, agradecemos también profundamente a todos y cada uno de los que pasan y pasaron por la Fundación y pedimos perdón si nos equivocamos, si nuestros límites y fragilidades no fueron muestra de la ternura de Dios para con nosotros. Celebramos estos 10 años de vida en abundancia, con el fuerte deseo de poder seguir caminando por muchos años más, compartiendo la certeza de que el encuentro nos transforma.
7 | TEMA PRINCIPAL
sumario bienvenidos 3 4 “es nuestro lugar” 8 10 “por amor a mis hijos” 13 16 puedo ser 18 21 sueños de los jóvenes 24 26 el camino de la comunión 28 30 historia de la fundación 33 36 camino vocacional de francisco 38 40 la casa en mí 46 50 gratuidad que se multiplica 52 56 tejiendo redes 59 64 misión en ejército de los ándes 66 68 diccionario social, vol. 4 72 75 algunos números 79 80 sumate 82
editorial vivienda grupo de mujeres un lugar lleno de historia en busca de sentido ¡feliz cumpleaños! juegoteca experiencias vocacionales con el corazón en la tierra la fe, modo de relación reflexionando juntos celebrar la gratuidad soy esta historia agradecimientos
8 | FAMILIA
“es nuestro lugar”
Silvia y Sergio son parte de la fundación desde hace 9 años. Llegaron a la Juegoteca con su hijo, Maxi, en un momento muy difícil. Hoy son parte de distintos programas donde pueden ponerse al servicio del otro en familia. Una historia de alegrías y dolores que encontró su lugar. El sol de la mañana ilumina el parque. Un grupo de niños y niñas, agarrados de las manos, forman una ronda. Unos sonríen y otros bostezan. En el centro, una chica entona la canción del “tallarín bailarín” y los chiquitos empiezan a moverse. Silvia se acerca tímidamente junto a Sergio, su pareja, y su hijo, Maxi, de cuatro años. Minutos después, los tres ya están cantando y bailando. “Apenas entramos, nos sentimos bien recibidos. Nos encontramos con algo que no esperábamos”, recuerda Silvia.
La historia de Silvia y Sergio comienza en la plaza de Mariló. Se enamoraron y decidieron caminar juntos para toda la vida. Al poquito tiempo, descubrieron que estaban esperando un hijo. Sergio empezó a hacer changas de plomería y fueron a vivir un tiempo con la familia de ella, y otro tiempo con la de él. Con Maxi recién nacido, se mudaron a una casilla en Chacarita. “Estábamos al lado de las vías del tren. Juntábamos botellas y cartones y los vendíamos. Íbamos a buscar la caja de mercadería a una asociación, así nos sustentábamos. Fueron momentos de mucho dolor que nos unieron mucho más”, cuenta Silvia. Sergio, con la ayuda del padrino de Silvia, entró a trabajar en un boliche donde recogía botellas, pero al poco tiempo se clausuró el local. “Pasamos situaciones tan difíciles que pensábamos que no íbamos a poder salir. Sergio tiraba CVs por todos lados pero no lo llamaban. Cambió la dirección y así consiguió trabajo de limpieza en un shopping”.
“ES NUESTRO LUGAR“ | 9
Con trabajo y con Maxi más grande, decidieron alquilar una pieza en Mariló. “Nos llovía, se inundaba. Andábamos de un lado para el otro. Nosotros como pareja tratando de entendernos. Costó mucho pero nunca dejamos de dialogar. De a poco aprendimos a tratarnos bien, a tener nuestros espacios”. Un tiempo después, quedaron nuevamente sin trabajo. Decidieron dejar el alquiler y volver a lo de su suegro. Esperando a Maxi en la puerta del jardín, Silvia se encontró con Luz, una vecina del barrio que le contó sobre la Fundación. “En la puerta del jardín le conté a Luz que estábamos sin trabajo y sin casa. En esos momentos en los que ya no sabés qué hacer, bueno, ahí nos invitaron a la Fundación”. Al poco tiempo de anotar a Maxi en la Juegoteca, invitaron a Silvia a trabajar en el área de limpieza. “No lo podía creer, poder trabajar y ayudar a mi familia, ¡era una alegría tan grande!”. Después, se animó a participar en otros espacios, como en el programa de Estimulación Temprana, y luego se sumó con Sergio como voluntaria de la Juegoteca. “Fui voluntaria varios años, ayudando en el orden y limpieza de los espacios, estando para los más chiquitos. Hace casi cinco años empecé a trabajar de forma rentada”, explica. Mirando hacia atrás, recuerda con cariño a Ceci Peluffo, Ale Fonzo, Claudio y Euge. Hoy, comparte la organización del programa junto a Doris y Marina. “Me acuerdo que la Fundación era una casita, usábamos lo que hoy es la biblioteca y el parque y entrábamos todos, ya que éramos muy poquitos. Tenemos tantos recuerdos lindos acá”. Sergio consiguió un empleo en seguridad y empezaron a construir. “Con los créditos de Economía Social hicimos contra piso, paredes y techo. Después compramos una casilla. De a poquito hicimos nuestra casa”, dice orgullosa. También cuenta que los chicos y chicas del Camino de Emaús (curso vocacional de la Casa de Jóvenes) hicieron el zanjeo del agua para el baño y ayudaron a comprar los materiales. Para acompañar a una vecina, Silvia se anotó en el Grupo de Mujeres del programa de Psicología. “Me encantó el grupo. Me sentí reconocida por mi historia, me identifiqué con otras. Me
CON LOS CRÉDITOS DE ECONOMÍA SOCIAL HICIMOS CONTRA PISO, PAREDES Y TECHO. DESPUÉS COMPRAMOS UNA CASILLA.DE A POQUITO HICIMOS NUESTRA CASA.
ayudaron entre todas a animarme a tener a mi hija, Maia, hoy de tres años”. Motivada por el grupo, por su familia y sus compañeros de la Juegoteca, se animó a encarar una tarea pendiente: terminar el secundario. “Siempre me sentí muy acompañada. Si hay una palabra que define a la Fundación es el vínculo, el mirar al otro con otros ojos, ponernos en su lugar”. Cada sábado por la mañana, en el medio del parque, Silvia y Sergio arman una ronda y se ponen a jugar y bailar con los chiquitos de la Juegoteca. Además, durante la semana, colaboran en un centro de rehabilitación de adicciones en San Miguel. Otros días, Silvia va al grupo de mujeres o lleva a Maia a Estimulación Temprana. Maxi, que ya tiene trece años, va todos los martes a Arranque, el programa de adolescentes, y organiza proyectos solidarios junto con sus compañeros. “En la Fundación encontramos un lugar para nosotros”, cuenta Silvia emocionada. Encontraron un lugar, su lugar, para ponerse al servicio del otro en familia.
10 | VIVIENDA
mejorar el hogar La situación de la vivienda, tanto en Mariló como en Ejército de los Andes, enfrenta, desde hace mucho años, complejos problemas estructurales. Desde el programa de Economía Social abrimos una propuesta para las familias que buscan mejorar su hogar.
POR JOSEFINA D’ALESSIO Y RAFAEL SALOM La misión de la Fundación tiene como pilar el trabajo integral: no podemos abordar la alfabetización de los más chicos sin pensar en la situación económica de las familias, sin poder acompañar el camino de los hermanos más grandes o trabajar sobre el vínculo entre los adultos y sus hijos. En ese abordaje integral, la vivienda es fundamental: es el espacio físico que amalgama a las familias, que da abrigo y techo, pero además es punto de referencia y encuentro, lugar que contiene la vida.
Según el censo nacional, en el año 2010, en nuestra provincia se contabilizaban 1.565.044 hogares deficitarios. Es decir que un 33% de los hogares de Buenos Aires requerían mejoras, reparaciones o completamiento. Sin embargo, este dato es aún más extremo cuando nos centramos en el partido de Moreno: un análisis cualitativo muestra que un 59% de los hogares necesitaba mejoras. Entre estos, 787.348 casos, es decir el 33% de las viviendas de Moreno, se encontraban en déficit crítico: estaban construidas con materiales precarios o presentaban rasgos de precariedad, como falta de instalaciones sanitarias, terminaciones, aberturas, entre otras. La experiencia de trabajo en la Fundación nos muestra que nuestra comunidad es reflejo de esta realidad. A lo largo de estos 10 años de camino, muchas de las familias nos han compartido diferentes necesidades de vivienda: ampliaciones, filtraciones, humedad, etc. por lo cual se comenzó a dar respuesta a estas necesidades a través del programa de Economía Social, con créditos para materiales y mano de obra.
MEJORAR EL HOGAR | 11
En el año 2015, a partir de una reflexión acerca de la necesidad de crear una alternativa más completa a la precariedad habitacional del barrio, decidimos dar un paso más. Nos propusimos garantizar a las familias junto a las que trabajamos la posibilidad de acceder no sólo a una respuesta económica para sus problemas edilicios, sino también consultar a un profesional que les permitiera acceder a una propuesta planificada y eficiente. Nos planteamos el objetivo de dar sustentabilidad a la urgencia. Así surgió el espacio de Asesoría Habitacional en el marco del Programa de Economía Social, en el que ofrecemos un servicio profesional a quienes busquen hacer cambios en su casa.
ASESORÍA HABITACIONAL ES UNA PROPUESTA VOLUNTARIA, CON LA INTENCIÓN DE ACOMPAÑAR A LAS FAMILIAS EN LA PROYECCIÓN DE SU VIVIENDA A CORTO Y MEDIANO PLAZO.
Poco a poco el espacio se fue adaptando a la realidad que proponía la comunidad. Así, un sábado por mes organizamos nuestra visita a la Fundación, que comienza con unas horas para recibir las consultas espontáneas de las familias y sigue con algunas visitas a casas para tomar dimensiones, dar diagnósticos de problemas existentes, o acompañar proyectos en ejecución. Nuestro trabajo está centrado en la escucha a cada una de las personas que se acercan, sin una receta preestablecida, porque las soluciones son particulares y personales. Las visitas en algunos casos tienen devolución simple, y consiste sólo en un consejo o una orientación de trabajo. En otros casos, requiere trabajo de gabinete, preparar un pequeño anteproyecto o proponer un proyecto global de vivienda en etapas, para que puedan comenzar el trabajo con una idea final en mente adaptado a la realidad económica. Por este motivo, se acompaña la propuesta con planillas de cantidades de materiales necesarios y costos a tener en cuenta.
A lo largo de estos dos años de trabajo, nos hemos encontrado con necesidades muy diferentes entre sí. Hemos tenido la dicha de compartir el crecimiento de los hogares desde cerca, acompañando cada uno de sus pasos… Y también hemos tenido la alegría de ver, muchos meses después, que lo que habíamos creído una simple consulta se había convertido en una realidad concreta y ya era cimiento para otras obras. Las 25 viviendas mejoradas, más de 300 m2 proyectados para 13 familias y cuantiosas consultas, es un aporte que representa solo un grano de arena en el desierto pero nos entusiasma el desafío de nuevos barrios por acompañar, mucho por aprender y nuevas historias que escuchar.
MUJER | 13
“por amor a mis hijos sigo de pie”
Lourdes Almada vive en el barrio Ejército de los Andes y lleva a sus hijos al apoyo escolar y a la guardería de la Casa del Niño. “Valoro a cada una de las personas que nos acompañan”. Una historia de lucha por amor a sus hijos.
Cuando cumplió siete años, su mamá fue a buscarlos. A partir de ese momento, fueron a vivir a Ciudad del Este y al tiempo nació su hermano, Daniel. A los trece, Lourdes empezó a trabajar cuidando a una beba en la casa de una amiga de su mamá. “Hicimos de todo. Como estábamos cerca de la frontera con Brasil, de ahí traíamos ropa, zapatillas, gallinas. También juntábamos plástico, cartón y aluminio de un basural para vender”, recuerda.
Lourdes recuerda sus primeros años de vida junto a su hermano Gilberto en Ibycuí, Paraguay. Sus manos chiquitas y cansadas en la tierra, recogiendo mandioca, porotos y algodón. Tenían cinco y seis años. Vivían con su abuela paterna, mientras su mamá trabajaba a tiempo completo en una casa de familia en Ciudad del Este. “Cosechábamos con el sol arriba de la cabeza. Después pelábamos la mandioca y a eso de las cuatro de la mañana nos levantábamos a hervirla”.
Cuando cumplió dieciséis, comenzó a trabajar en una casa de familia. “Al principio no me querían. De a poco los fui conquistando, les tenía paciencia a los chicos, limpiaba y ordenaba la casa muy bien. Me quisieron muchísimo”. Dos años después, conoció al papá de Fernando (12), Carlos (11) y Mateo (10). Siguió trabajando en casas de familia y hospedajes. Después llegó Fredy (7). Al tiempo, se separó y vino a trabajar a la Argentina con su hermano, Daniel. “Yo estaba sola con ellos
14 | “POR AMOR A MIS HIJOS SIGO DE PIÉ“
y no quería dejarlos. Fredy tenía sólo cuarenta días. Me vine llorando todo el camino y también pensando en un futuro mejor para ellos”. Los chicos quedaron al cuidado de su madre. La realidad con la que se encontró al llegar al país no se parecía a lo que le habían dicho. “Vine a trabajar en casa de una familia que tenía carnicería. Apenas entré, me descontaron todo lo del pasaje y los viáticos. Me quedé sin nada”, relata. Su rutina arrancaba a las seis de la mañana y terminaba a las diez de la noche, con una hora de descanso. En la casa y en el local era la encargada de cocina, limpieza y atención de los clientes. “No daba más, estaba muy sola y extrañando siempre”.
Lourdes se puso nuevamente en pareja y decidió dejar la carnicería. “Todo iba bien, confié en él. Le conté mi historia, que yo quería estar con los chicos”, explica. Empezó a hacer trabajos de costura, limpieza por hora y cuidado de abuelos. “Un día me levanté y dije: ‘¡No aguanto más!’, y me fui a Paraguay por dos meses”. Estuvo con sus hijos un tiempo y, con la esperanza renovada, volvió. “Yo me repetía que algún día los iba a traer. Estaba muy dolida, presionada por todos, pero quería traerlos cuando tuviera una buena situación acá, no a sufrir”. Al poco tiempo de volver, Lourdes se enteró que estaba embarazada de Bruno (4). “Al dejar a Fredy bebé, sentí que me quedaba con los brazos vacíos. Ese dolor me acompañó mucho tiempo. Cuando me enteré que venía Bruno, dije: ‘Sí’”.
ME ACUERDO UN DÍA, DESESPERADA, DICIÉNDOME: ‘¿DIOS POR QUÉ A MÍ?’ AHÍ SE ME PRESENTARON LAS CARAS DE MIS HIJOS. ‘SI YO NO ESTOY, ELLOS NO TIENEN A NADIE’, ME DIJE.
La situación empezó a empeorar con discusiones, maltrato y reproches. “Yo había dejado de trabajar, dependía de él que no tenía un trabajo fijo y venía siempre tomado. Muchos insultos, amenazas, control. Yo vivía amargada, mi mamá me pedía que le mande plata y yo juntaba las moneditas para mandarle.”
MUJER | 15
que estaba buscando un lugar para vivir y me dijo que desde Casa del Niño podían darme un préstamo para alquilar algo”, cuenta.
EN CASA DEL NIÑO ENCONTRAMOS ACOMPAÑAMIENTO, PERSONAS VALIOSAS. APRENDÍ MUCHO, ME FORTALECÍ, ME SIENTO BENDECIDA, SIN MIEDO.
Con la ayuda de Caro Antón, miembro del equipo, comenzaron la búsqueda. No fue fácil: en la mayoría de los lugares no aceptaban chicos. “Yo quería cualquier cosa con tal de irme. Le conté a Caro de una pieza que me recomendó una amiga y, sin decirle a nadie más, empezamos a llevar de a poco las cosas”, explica. Terminaron de mudarse con ayuda de un amigo.
Cuando Bruno cumplió un año y medio, Lourdes volvió a Paraguay, pero su pareja no la dejó llevarlo. Hizo las documentaciones para los chicos y los trajo a la Argentina. “La situación de pareja se puso mucho peor, se vino el calvario. Me acuerdo un día, desesperada, diciéndome: ‘¿Dios por qué a mí?’ Ahí se me presentaron las caras de mis hijos. ‘Si yo no estoy, ellos no tienen a nadie’, me dije. Algo en mí me repitió: ‘Dios te quiere, de esto vas a salir’”, comparte emocionada. En el 2016, Mateo arrancó apoyo escolar y psicopedagogía en la Casa del Niño. Para ese entonces, no reconocía las vocales y tenía dificultades en el aprendizaje. “Los chicos llegaron todos hablando un guaraní muy cerrado, yo no sabía cómo íbamos a hacer. En menos de un año aprendieron el castellano. Igual no pierden el guaraní, cuando juegan lo hablan”, relata. Luego conoció a Romi Sacchet, encargada del Equipo Social, y empezaron a encontrarse y compartir. “Yo nunca había podido abrirme con nadie y con ella hablé, lloré, todo junto. Tiene algo, su calidez, no sé. Le conté
“Estamos apretaditos pero muy contentos”, dice Lourdes con una sonrisa. Fer, Carlos, Mateo y Fredy van a la escuela y Bruno, al jardín. Comparten el tiempo entre el Centro Educativo Complementario (CEC), el club Patria y la Casa del Niño. Lourdes trabaja en limpieza en un colegio de Capital y en la casa de una señora del barrio a quien quiere mucho. “Nos costó mucho aceptar que estábamos solos, sin nadie que nos gritara. No podía creer lo que había hecho, ser capaz de elegir mi tranquilidad y la de mis hijos”, cuenta con orgullo. De los momentos más lindos, Lourdes elige esos en los que están todos juntos, ella preparando chipa y los chicos jugando, a veces peleando en guaraní. “Estamos asimilando todo lo que nos pasó, disfrutando, conociéndonos más. En Casa del Niño encontramos acompañamiento, personas valiosas. Aprendí mucho, me fortalecí, me siento bendecida, sin miedo”.
16 | MUJER
grupo de mujeres Feli Jordán, miembro del equipo de Psicología, explica la transformación del Grupo de Madres al Grupo de Desarrollo Personal para Mujeres. Una apuesta al despliegue personal de las participantes en su “ser mujer”.
POR FELICITAS JORDÁN Allá por el año 2008, junto con mi compañero Esteban “Pepo” Beccar Varela, también psicólogo, surgió la idea de formar este grupo, con el objetivo de ofrecer a la comunidad un espacio diferente y alternativo al tratamiento psicológico individual, que alcanzara a un mayor número de personas, y que tenga como eje la prevención y la promoción de la salud. Pensando en las madres de los niños que asistían a los diferentes programas, quienes espontáneamente se acercaban y participaban en la Fundación, y desde la creencia de que ellas son motor de cambio para sus familias y la sociedad, es que surge el “Grupo de Reflexión de Madres”, con el fin de ofrecerles un espacio de diálogo sobre aquello que les preocupara en relación a sí mismas, a sus familias y a la sociedad, y siendo también, un espacio de construcción de alternativas frente a las necesidades emergentes.
LAS MADRES FUERON CONSTRUYENDO UN GRUPO DE PERTENENCIA, ENCUENTRO, COMPROMISO Y CRECIMIENTO, QUE SUPERÓ NUESTRAS EXPECTATIVAS.
En estos 9 años, el grupo ha vivido cambios en su dinámica, objetivos, cantidad de participantes y coordinadores. Ha sido testigo de muchas historias, teniendo las puertas siempre abiertas para quien quisiera sumarse y quien decidiera, luego de un tiempo, partir. Ya sean las mismas participantes, como también los coordinadores que fueron acompañando: Esteban Beccar Varela, Nicolás Obiglio, Martín Fagalde, María Barboza y yo, Felicitas Jordán. Lo que no nunca cambió es su eje: la necesidad de las madres y el encuentro fraterno. El grupo nos invitó a crecer, a salir al encuentro, a buscar, a crear. Juntas descubrimos que siempre se puede dar un paso más, que cada una es valiosa y que puede llegar muy lejos si se lo propone. Nos animó a emprender, a arriesgarnos, a retomar la primaria y/o la secundaria, a conocer lugares nuevos, a cultivar nuevas amistades y grupos de apoyo y a reírnos, a llorar, a expresarnos y a confiar. Luego de tanto camino recorrido, junto con María Barboza, quien se suma a la coordinación, y siempre con el apoyo del Equipo de Psicología, nos propusimos comenzar el 2017 con una nueva propuesta: transformar el “Grupo de Reflexión de Madres” en el “Grupo de Desarrollo Personal para Mujeres”. Un espacio para el autodescubrimiento, el encuentro con sus luces y sus sombras, la aceptación y sanación de sus heridas, la revisión de sus vínculos y, principalmente, el despliegue de su potencial como mujeres. Nunca imaginé que podría encontrarme con tantas historias, sufrimiento y, a la vez, tanta vida y transformación. Sin dudas, hoy no soy la misma que inició este camino. Siempre les cuento a las mujeres que fui creciendo a la par de ellas, que cada una es, para mí, un ejemplo de valentía, de lucha, de amor, de fortaleza, de fraternidad, de madre y de mujer. El grupo me ha reflejado el rostro vivo de esta comunidad en la que crezco cada día, comunidad que me ha revelado el rostro del Dios en el que creo: un Dios pobre, de amor, de abundancia. Un Dios hermano. Un Dios Descalzo.
18 | MUJER
puedo ser Cami Castillo (23 años) forma parte de la Fundación desde sus inicios. Hoy nos comparte su experiencia de vida junto a Augusto, su hijo de cuatro años. “Sigo eligiendo ser mujer y madre”. Su testimonio.
POR CAMILA CASTILLO Descubrí la maternidad a los 18 años con la llegada de la primavera. Apenas me enteré, me alegré al descubrirme madre. Tenía un mes de vida dentro de mí. Aunque a una edad temprana, y sin tener definidos ni mis pensamientos ni mis sentimientos, me reía mientras veía las dos rayitas en el test de embarazo. Pensé que todo iba a ser lindo a partir de ese momento, sin medir riesgos, sin importarme la opinión familiar o de ajenos. Si bien mis papás no reaccionaron con enojo y retos, sabía que tampoco era lo que esperaban y me sentí en la obligación de pensar qué iba a hacer. Decidí criarlo a Augusto yo sola. Gestar una vida trae mucha responsabilidad, miedos y dudas. Asumirme mamá fue difícil pero hoy miro para atrás y no me arrepiento de nada. Veía a mis amigas que se iban de viaje de egresados, de vacaciones. Por momentos me sentí muy sola y triste, flaqueó todo en mí: mi fe en Dios y en el otro. Con la llegada de mi hijo, descubrí otro sentido: lo maravilloso de sentirme nueva, con la energía suficiente como para encontrarme con sus manos pequeñas y unos ojitos llenos de amor. Supe en ese entonces que mi vida tenía otro valor.
Él me dio las razones para entender que lo tengo todo. Criarlo sola fue mi opción. Atravesamos malos momentos pero, así y todo, quise evitar criarlo en un hogar forzado y sin amor. A veces me sentí mal vista por ser madre soltera. Tuve períodos de llanto, desilusión y agotamiento, de sentirme excluida. Sin embargo, veía que estaba entera, que estaba viva y acompañada por diferentes personas que se fueron cruzando en mi camino. Me sentí y siento orgullosa de mí misma al ver que Augusto refleja los sentimientos puros e inocentes que en algún momento sentí perder.
MI DESEO SIEMPRE FUE, ES Y SERÁ VERLO FLUIR, QUE SEA ÉL DESDE LO MÁS PROFUNDO DE SU SER. QUE SEPA QUE ES UN NIÑO AMADO, UN NIÑO CONSCIENTE DE SU VALOR Y RESPETADO POR LO QUE ELIJA EXPRESAR.
A partir de la maternidad, terminar la escuela se transformó en un tema importante que tengo
PUEDO SER | 19
pendiente. Sigo eligiendo ser mujer y madre, con sueños independientes de mi proyección materna. Voy buscando y aprendiendo nuestros tiempos, creciendo a cada paso, con equivocaciones y aciertos.
etapas similares y muy distintas pero todas con la necesidad de encontrarnos en la maternidad, abrirnos a conversar o solo escuchar. Fue un espacio donde exploré mis dones y los de mi hijo.
En este camino, fue muy importante contar con Estimulación Temprana los dos primeros años de la vida de Augusto. Fue muy enriquecedor darnos el tiempo como madre e hijo, ir descubriendo sus habilidades como niño. También significó redescubrir la niñez: la inocencia, la necesidad de atención, la importancia del amor y el calor de una madre, comprensiva y errante con toda esa disponibilidad de emociones que atraviesan a ambos. Me ayudó muchísimo aprender que cada llanto, berrinche y sonrisas, ¡no siempre comunican lo mismo! Descubrir otras madres en
Sigo buscando y construyendo mis espacios personales, tiempo para escribir, para salir, poder tener una vida social. Muchas veces nos estigmatizan como madres solteras pero hoy entiendo que tener mis espacios no significa que no ame a mi hijo. Sigo creyendo, sin rendirme, que todos merecemos amar y amarnos. A cada paso, conozco mujeres valientes y significativas que me alientan a seguir. Hoy creo profundamente que amar es importante, y con Augusto descubrí que puedo brindarme de forma incondicional y genuina.
JÓVENES | 21
un lugar lleno de historia
llegar rápido de la escuela, agarrar la bici y pedalear a la Fundación. Hoy reconozco que parte de mi historia está acá”, cuenta Elías.
Elías Rojas (20) fue uno de los primeros participantes que recibió la Fundación. En estas líneas nos comparte anécdotas de su infancia, su proceso como adolescente y las personas que descubrió en estos diez años de vida compartida.
Elías y sus aventuras “¿Qué los motiva a estar acá?”, preguntó Claudio Scalese, voluntario de talleres de comunicación. Eran cinco chicos y estaban reunidos en la biblioteca, alrededor del hogar. Sentados en unos troncos, escucharon atentos y con las miradas hacia la tierra. “Me costaba comunicarme, decía mi nombre y miraba para abajo. No sabía muy bien por qué tenía que venir. Pero mis días eran
Elías Rojas (20) vive a veinte cuadras de la Fundación junto a su mamá Emilse, su hermano Francis y su abuela María. Sus primeros recuerdos datan de sus nueve años y lo llevan al Taller de cocina que brindaba Ale Castillo. “Funcionaba donde hoy es el Roperito, ahí había un horno de barro. Era un taller abierto a todos. ¡Lo que nos ensuciábamos! Un día hicimos prepizzas y no llegué ni a la ruta que ya me la había comido”, recuerda entre risas. Además del taller de cocina, Elías empezó a participar del espacio de Apoyo escolar. De esa época recuerda a las seños Agus, Mariela y Josefina. “De chico era terrible, pegaba a mis compañeras, siempre rompía algo. Me acuerdo de Tomi Ciminari en la puerta del aula que me llamaba a hablar. Me ponía la mano en el hombro, me preguntaba qué me pasaba, me invitaba a tomarme días para pensar”. Recuerda esos días en los que se quedaba en casa y que le parecían
24 | JÓVENES
LUDMILA
TOMÁS
los sueños de los jóvenes Les preguntamos a los pibes de Ejército de los Andes cuáles son sus sueños y qué sostiene esos sueños. Nos regalaron respuestas que derriban prejuicios sobre la juventud. Un trabajo en conjunto con Fundación Pescar. ANGEL DE ROSSA, 22 AÑOS “Terminar el secundario y poder estudiar alguna carrera. Poder progresar futbolísticamente y con mi familia. Tener casa propia”.
ÁNGEL
DANIEL
SASHA
CAMILA ROJAS, 19 AÑOS “Poder terminar el secundario, entrar a la universidad y estudiar Nutrición y así trabajar de lo que me gusta y ayudar a mi familia”. SASHA ZALAZAR, 17 AÑOS “Alcanzar las metas que me estoy proponiendo: terminar el secundario, comprarme una moto y una casa para mi mamá”. KEVIN NINAVIA, 17 AÑOS “Terminar la secundaria para ir a la universidad y estudiar Robótica. Poder trabajar para pagar mis estudios, tener casa y auto propios. Trabajar en Robótica, inventar mi propio robot”. NICOLÁS DÍAZ, 18 AÑOS “Quiero estudiar diseño gráfico, marketing, arquitectura, profesorado de matemática, etc. Deseo ser mochilero para viajar por el mundo, conocer nuevas personas, aprender nuevos idiomas. También me gustan mucho los deportes extremos. Quiero ser alguien importante para el mundo”. ANDREA PAGNUTTI, 19 AÑOS “Terminar el secundario, recibirme de lo que me gusta que es enfermería. Y lo más importante: ser feliz”.
ÁNGEL CAMILA MARTÍN
ANAHÍ
KEVIN
ARACELI
AILÉN
NICOLÁS MATÍAS
MARINA GALEANO, 20 AÑOS “Terminar el secundario, estar en gendarmería, estudiar para guía de turismo. Seguir creciendo y salir adelante para poder ayudar a mi familia. Tener mi propia casa. Con la ayuda de Dios y esforzándome día a día puedo lograr lo que me proponga”.
AGUSTINA
AYLEN BENÍTEZ, 17 AÑOS “Terminar el secundario, ir a la facultad y estudiar administración de empresas y economía. Tener esos títulos, un trabajo, una casa, ayudar a mi familia”.
ANDREA
TOMÁS LIZARRAGA, 20 AÑOS “Sueño con poder crear mi propia animación, obra de arte y escribir un libro. Poder tener un empleo estable para poder estudiar en la universidad. Viajar a varios países, conocer sus culturas, costumbres y formas de pensar. Poder tener mi propia casa”.
AYLÉN
LOS SUEÑOS DE LOS JÓVENES | 25
ARACELI MAGRINO, 19 AÑOS “Sueño con poder viajar por el mundo”. MARTIN MERCADO, 18 AÑOS “Sueño con poder ser un buen profesional, estudiar y tener un buen trabajo”. AGUSTINA TRONCOSO, 17 AÑOS “Sueño con ser independiente, viviendo sola”. ÁNGEL BENITEZ, 18 AÑOS “Sueño con viajar y poder conocer cada rincón del mundo”. LUDMILA UÑATE, 17 AÑOS “Sueño ser una buena maestra jardinera”. AILEN PUCHETA, 17 AÑOS “Sueño con poder estudiar kinesiología”. DANIEL RIOS, 22 AÑOS “Sueño con ser corredor de autos y también con tener un trabajo donde sentirse tranquilo”. MATIAS RODRIGUEZ, 23 AÑOS “Siento que mis sueños se acercan cada día más: mi sueño es poder tener un buen trabajo”.
26 | JÓVENES
el joven en busca de sentido Santi Lukac, encargado de proyectos de Ejército de los Andes, reflexiona sobre las búsquedas de los jóvenes en una sociedad herida por los prejuicios y la marginación. Cómo sanar los tejidos sociales, desde el encuentro y el vínculo entre iguales.
POR SANTIAGO LUKAC “Un solo pensamiento animaba a los prisioneros: mantenerse con vida para volver con la familia que los esperaba en casa y salvar a sus amigos”. Victor Frankl Un pibe me contó que una vez fue a una entrevista grupal con lentes de contacto azules. Riéndose, me dijo que los lentes lo iban a “ayudar a conseguir el laburo”. Después de ese encuentro, hablamos con la entrevistadora y le preguntamos cómo había visto a los candidatos. “Bien. Me parece que vamos con ese chico responsable de ojos claros”, nos respondió. Pienso que una de las heridas más profundas que sangra y nos atraviesa hoy en nuestra sociedad es la marginación. Tenemos in-corporadas
(inscriptas en el cuerpo) miradas, prejuicios y miedos que fueron grabados en nuestra piel de modo inconsciente y que, de modo inconsciente, perpetuamos. Un niño va caminando por la calle con su padre; van de la mano. Al ver a una persona que el padre juzga peligrosa, aprieta fuerte la mano de su hijo. Este no procesa conscientemente el gesto de su padre, pero se graba en su cuerpo. Más tarde, van en auto y pasan cerca de un barrio vulnerable. El padre baja los seguros del auto. El niño ni siquiera registra el momento, pero lo percibe. Y así se va encarnando, capa sobre capa, en algún lugar de su inconsciente, la marginación. Otro pibe cuenta que, al ir caminando por la calle, ve que la gente cruza de vereda. Lo conozco, es un buenazo que sufre discriminación por “portación de cara”. Lo loco es que al pibe, lo que más lo entristece, es que la gente tenga miedo. Dice que a veces se pone a hacer como que escribe cosas en el celular para dar apariencia de distraído. Incluso me contó que una vez iba caminando por la vereda y vio cómo una señora que se estaba bajando del auto entró rápido a su casa, cerró la reja y le tiró las llaves del auto. “¡Llevateló pero por favor a mí no me hagas nada!”, le dijo. Él dejó caer las llaves y siguió caminando; imagino que sintiéndose tremendamente violentado. Cuando terminé la secundaria decidí empezar a trabajar en barrios vulnerables con la idea de “ayudar a los más necesitados”. Recuerdo que, a raíz de algunas conversaciones con personas muy grosas, había empezado a hacer una transformación mental sobre determinados prejuicios sociales, esos que circulan muchas veces del estilo “los pobres son pobres porque son vagos”. Intelectualmente, había empezado a romper los prejuicios. Sin embargo, la primera vez
EL JOVEN EN BUSCA DE SENTIDO | 27
de rencor por prejuicios que nos atraviesan y que no responden a quiénes somos ni a quién es el otro.
PIENSO QUE NECESITAMOS IR SACÁNDONOS DE ENCIMA TODAS ESAS IMPRESIONES CORPORALES QUE HACEN QUE, AL VER AL OTRO, NO VEAMOS A UNA PERSONA COMO NOSOTROS.
LA JUVENTUD ES UN MOMENTO DE INTENSA BÚSQUEDA DE SENTIDO. DE INTENTAR RESPONDER A INQUIETUDES Y ANHELOS, DE DARLES FORMA Y LUGAR EN NUESTRAS VIDAS.
que entré solo a un barrio, tenía un miedo fatal. No lo podía evitar. Era algo grabado en mi cuerpo, algo que se había hecho carne en mi percepción del mundo y que mi mente no podía controlar. Una vez, un amigo me dijo: “No se entiende verdaderamente el evangelio sino a través de la comprensión de la marginación social que nos atraviesa, y la reconfiguración interna de nuestras (pre)disposiciones. Solo se entiende a Jesús de Nazaret –continuó- trabando una amistad profunda y sincera con quienes socialmente marginamos”. Creo que lo que más nos duele y nos distancia como sociedad es la marginación humana. Las miradas de desconfianza, de miedo y
La juventud es un momento de intensa búsqueda de sentido. De intentar responder a inquietudes y anhelos, de darles forma y lugar en nuestras vidas. Es una primera confrontación concreta con las preguntas existenciales. “¿Quién soy?, ¿Qué es esto de la vida?” Y, como dice Victor Frankl, nada nos da más sentido y sostén que nuestros vínculos. Como aquellos presos en los campos de concentración que añoraban y se sostenían en el anhelo de reencontrarse con sus seres queridos, así nos sostienen y nos dan sentido los entramados comunitarios que gestamos. Por eso son tan dolorosas las heridas de marginación que nos atraviesan como sociedad y que desde pequeños nos distancian. Me quedo pensando en cómo puede repercutir en la construcción de sentido del pibe que está saliendo al mundo la situación del auto; lo que contaba que le tiraron la llave como si fuese a robar. Es muy probable que eso contribuya a que se encierre; quizás incluso fomente un cierto rencor. Ojalá que no. Creo que nos debemos, como sociedad, un trabajo de sanación, de recomposición de nuestro tejido social. Pienso que necesitamos ir sacándonos de encima todas esas impresiones corporales que hacen que, al ver al otro, no veamos a una persona como nosotros. Estoy convencido de que esa transformación sucede en el encuentro, en la construcción de vínculos sinceros que se irán cargando de afecto y que, en el encuentro, irán desarmando esa estructuración mental-corporal hasta que logremos mirarnos a los ojos y nos reconozcamos como somos: iguales. Hermanos.
28 | ECONOMÍA SOCIAL
el camino es la comunión Joaco Ibañez, quien fuera encargado del programa de Economía Social hasta mediados de este año, nos comparte los aprendizajes de su recorrido académico y del trabajo compartido junto a las familias del barrio. Un camino desde las grandes preguntas hacia el encuentro con el otro.
POR JOAQUÍN IBAÑEZ Un hombre iba de Jerusalén a Jericó y en el camino fue asaltado. Los ladrones le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Pasaba por ahí un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo. Después pasó un levita que hizo lo mismo. Por último llegó un samaritano que, al verlo, se compadeció de él y, acercándose, curó sus heridas y se las vendó. Luego lo llevó a un alojamiento y lo cuidó toda la noche. Al día siguiente, el samaritano le pidió al dueño del alojamiento que cuide de él y se comprometió a pagar todos los gastos correspondientes. La parábola del buen samaritano es una de las más conocidas de la Biblia. Jesús la utiliza para
responder a un experto de la ley que le hace la siguiente pregunta: “¿Quién es mi prójimo?”. La enseñanza que regala Jesús es, para mí, un tratado de economía humana y solidaria. Durante la carrera de Economía, aprendí algunas teorías relacionadas al debate sobre cómo abordar la problemática de la pobreza. En líneas generales, desde un punto de vista macro-económico, hay dos posturas bien diferenciadas. La primera dice que para que un país pueda salir de la pobreza, necesita una ayuda externa. La segunda, se basa en la confianza en el libre mercado y dice que éste puede generar los incentivos suficientes para que la gente encuentre su propia manera de resolver los problemas. Son dos teorías que buscan contestar “grandes preguntas” y apuntan a lo macro, lo “global” de la economía. Leyendo el libro Poor Economics, me encontré con una tercera postura. Este dice que no hay una respuesta general a las grandes preguntas. Es decir, no hay una respuesta definitiva a cómo abordar la pobreza pero sí para solucionar casos puntuales. Según sus autores, Esther Duflo y Abhijit Banerjee, abordar la pobreza es poner el foco en situaciones particulares y casos concretos. Pequeños cambios en pequeños “universos”. Ir a lo micro, no tanto a la macro. Ir a las personas. En paralelo a este recorrido académico, un aspecto muy importante de mi vida empezaba a tener cada vez más protagonismo: mi formación como cristiano. Carrera y profesión se empezaron a fundir con mi vocación y fui descubriendo que algo me llamaba más al caso concreto que a las grandes preguntas.
29 | TEMA PRINCIPAL
En el año 2010 decidí hacer un curso vocacional en la Casa de Jóvenes Hermano Francisco. Quería profundizar en mí mismo, qué es lo que quería y de dónde venían todas estas inquietudes. El Tabor fue muy importante para mí, no solo porque me ayudó a conocerme un poco más y cambiar de carrera (de Actuario a Economía), sino porque conocí una nueva mirada acerca de la pobreza, cómo abordarla, cómo vivir y convivir con ella. Cuatro años más tarde, se abrió la posibilidad de unir mi carrera y profesión con mi vocación. Empecé a trabajar en la Fundación Franciscana en el programa de Economía Social. Compartiendo el día a día con las familias del barrio, me encontré con nuevos conceptos que abrieron mi cabeza: economía solidaria, economía popular, economía desde el sentido común, desde la experiencia, la subsistencia o desde la simplicidad de la vida. A la misma vez, fueron apareciendo distintas percepciones, sentimientos y miradas de nuestra sociedad, del sistema económico y la distribución de riqueza. Miradas que trajeron bronca, frustración, anhelo de justicia y, sobretodo, una invitación renovada al proceso de seguir descubriendo mi vocación. La búsqueda me llevó a conocer algunas lecturas sobre la historia de Francisco de Asís que me interpelaron profundamente. Su amor por la pobreza, buscando seguir el ejemplo de Jesús, me parecía, al principio, una opción totalmente irracional. ¿Cómo podía sentirme atraído por esta opción de pobreza mientras estudiaba una carrera cuyo objetivo es tomar decisiones totalmente opuestas? La vida de Francisco y el trabajo en el barrio fueron generando una tensión enorme entre crecer económicamente y acumular riquezas (como había aprendido en mi carrera) y vivir de manera despojada compartiendo con los que no tienen nada. Luego llegó a mi vida una nueva teoría: la economía de la comunión. Esta dice, entre otras cosas, que “el pobre es, antes que nada, un hermano; es Jesús con otro nombre, a quien yo tengo el deber de amar. Es una persona con una gran dignidad y un gran potencial, tal vez oculto o sepultado bajo las trampas de la pobreza y la miseria, de las que puede salir para desarrollarse.
EL CAMINO ES LA COMUNIÓN | 29
Y aunque no logre salir de esas trampas, la persona siempre puede amar, siempre tiene algo que dar y recibir de los demás.” La economía de la comunión despertó nuevas preguntas: ¿cómo nos paramos frente al otro? ¿De qué manera trabajamos? ¿Cuál es la invitación que nos propone Jesús? ¿Cómo se aborda la pobreza o la injusticia social? ¿De qué manera podemos ser una posibilidad para todo aquel que quiera salir de la pobreza en los barrios donde trabajamos? ¿Cómo hacemos para transformar, desde la pequeñez, cada día, más historias de vida?
DEBEMOS OCUPARNOS EN HACER ALGO. NO PASAR DE LARGO, NO SER INDIFERENTES.
Creo que estos interrogantes no se nos pueden escapar a la hora de mirar la realidad en la que vivimos. La desigualdad, tan evidente ante nuestros ojos, nos obliga a cuestionarnos cómo estamos trabajando. Sin embargo, no alcanza solo con preguntarnos. Hay que hacer algo. No podemos ser indiferentes o encerrarnos en teorías. Lo que aprendí hasta ahora gracias a las lecturas que encontré en el camino y las experiencias y el trabajo compartido en el barrio, es que debemos ocuparnos en hacer algo, como hizo el buen samaritano de la parábola. No pasar de largo, no ser indiferentes: trabajar desde la historia de personas concretas. No existe una realidad por fuera de ellas. ¡Las Personas son la Realidad! Aunque la transformación no sea radical o de un día para el otro, aunque sea solo un cambio pequeño en la vida de una sola familia, tenemos que seguir abrazando la pobreza (no tanto “combatirla” o “eliminarla”). Acompañar el caso a caso, reconocer al otro como a un hermano/a capaz de dar y no solo de recibir, y enfocarse en buscar pequeñas transformaciones, como nos enseña Jesús en sus parábolas, como lo entendió y vivió Francisco. Si queremos una economía más humana y solidaria, la comunión es el camino.
30 | ALFABETIZACIÓN
¡feliz cumpleaños!
El Programa de Alfabetización Complementaria (PAC) cumple 10 años y los niños y niñas lo festejan escribiendo y dibujando sus deseos para la Fundación.
ยกFELIZ CUMPLEAร OS! | 31
32 | ALFABETIZACIÓN
33 | TEMA PRINCIPAL
TALLER DE PERIODISMO | 33
la historia de la fundación
Los chicos y chicas del Taller de Periodismo armaron un collage donde cuentan los inicios de la Fundación. Un barrio con muchas necesidades. Una “persona” con ganas de ayudar.
34 | LA HISTORIA DE LA FUNDACIÓN
35 | TEMA PRINCIPAL
Los collages fueron hechos con recortes de los anuarios de distintos años. Primero pensaron la historia que querían contar, ayudados por trabajadores y participantes de distintos programas. Así, reconstruyeron la historia del barrio y del surgimiento de la Fundación.
TALLER DE PERIODISMO | 35
38 | ESPIRITUALIDAD
el camino vocacional de francisco Tomi Ciminari, coordinador institucional, reflexiona sobre una de las claves más originales del camino vocacional de Francisco: la síntesis entre la fidelidad a uno mismo y la construcción de comunidad. Una tensión que nos acompaña a todos los que buscamos transformar la realidad.
POR TOMÁS CIMINARI Muchos de nosotros creemos que este sistema en el que vivimos no es justo, no es humano. Vemos la desigualdad y la pobreza, no como elección de vida de quienes la padecen, sino como resultado de nuestra falta de humanidad. Sin embargo, muchas veces terminamos por acostumbrarnos a que millones de personas no tengan lo básico que necesitan en la vida. Deja de movilizarnos la pobreza extrema y deshumanizante en la que viven tantos otros semejantes a nosotros. Vivimos en un sistema que no nos cierra. Pero, ¡es tan difícil generar propuestas nuevas! Y propuestas realistas, porque también, en nuestro afán de
cambio, nos encerramos y buscamos modos de vida que nos deshumanizan y alejan de los demás. Muchas veces terminamos quemados, enojados, violentos, reivindicativos; construimos vidas paralelas e incoherentes o defendemos valores a costa de nuestros vínculos más cercanos. Por el otro lado, también podemos dejar de escucharnos a nosotros mismos y adaptarnos fácilmente a las expectativas y mandatos de los demás. La síntesis es difícil. Sobretodo, una síntesis real, vital y alegre. Siempre me cautivó la intensidad de la búsqueda de Francisco de Asís, un hombre de deseos grandes, decidido a ir a la raíz de la vida misma, con una radicalidad desafiante y la suficiente flexibilidad para hacer de su propio anhelo un camino compartido junto a otros hermanos. Su vida es un ejemplo fascinante de síntesis e integración de estos dos polos: la fidelidad a uno mismo y la vida con otros. Francisco es fiel a sus anhelos y, a la vez, cercano con sus hermanos, compasivo con el que sufre, amigo de la naturaleza, de la vida y de Dios. En un momento de su juventud, Francisco experimenta un quiebre con el sistema. El negocio familiar, su sed de nobleza y sus proyectos no lo estaban haciendo feliz, ni veía que estuviese haciendo felices a los demás. Tensionado entre los mandatos de su padre y las expectativas de la sociedad, hace una opción: marca un corte con el sistema pero sin dejar de pertenecer a él, ni violentarse con aquellos que aún eran parte. Entiende, como diría siglos más tarde el jesuita Carlos Cabarrús, la “originalidad” de la vida de Jesús: crear una comunidad, no al margen del sistema, sino EN las márgenes.
EL CAMINO VOCACIONAL DE FRANCISCO | 39
con Dios, con los leprosos de las márgenes y con sus hermanos de camino. Una reconstrucción a partir del vínculo y la comunidad. Un hermano franciscano brasileño dijo una vez: “Tenemos que transformar la sociedad, pero no sólo por quienes sufren la pobreza y la injustica. Tenemos que transformarla por todos, porque si nosotros nos acostumbramos a estas situaciones de desigualdad y miseria, nos deshumanizamos”. Creo que este modo de transformar la realidad comienza aprendiendo a vivir en comunidad, una comunidad al servicio para transformar la realidad.
LA SÍNTESIS QUE LOGRA FRANCISCO, ORIGINAL, FRATERNA Y ALEGRE, ME CONMUEVE Y ME ANIMA A SEGUIR TRANSITANDO ESTA BÚSQUEDA.
En esta búsqueda de originalidad, Francisco tiene una intuición, una experiencia profunda del ser. Se siente impulsado por Dios a una misión: reconstruir la iglesia. La reconstrucción, sin embargo, empieza por una iglesia concreta, la capilla de San Damián. Con la ayuda de sus amigos, reconstruye, piedra por piedra, la estructura de la capilla. Con el tiempo, Francisco entiende que la reconstrucción no pasaba por arreglar una iglesia material, sino que estaba llamado a transformar a toda la Iglesia y a la sociedad. La reconstrucción más importante de su vida se fue dando en ese entramado de relaciones
LA RECONSTRUCCIÓN MÁS IMPORTANTE DE LA VIDA DE FRANCISCO SE FUE DANDO EN ESE ENTRAMADO DE RELACIONES CON DIOS, CON LOS LEPROSOS DE LAS MÁRGENES Y CON SUS HERMANOS DE CAMINO.
La síntesis que logra Francisco, original, fraterna y alegre, me conmueve y me anima a seguir transitando esta búsqueda. La Fundación Franciscana, en ese sentido, es un camino más entre tantos otros caminos genuinos hacia esa síntesis. No es la única propuesta ni la mejor, ni una posibilidad acabada. Sí me animo a afirmar que es una búsqueda genuina y real por vivir de un modo nuevo, más humano, más auténtico y más fraterno. En ese camino andamos, frágiles pero confiados.
40 | EXPERIENCIAS VOCACIONALES
“donde se hace tangible el reino” Entrevistamos a Fede Cisneros, miembro del equipo de Psicología, y le preguntamos por su camino vocacional. Encendido por la vida de Francisco, busca acompañar las experiencias de vida y muerte de cada día de los vecinos del barrio.
¿Cómo empezó tu camino en la Fundación? En el año 2006 hice el retiro Emanuel y, sin saberlo, algo se sembró en mí. En el 2008 hice el curso Tabor en medio de un intenso proceso de búsqueda y crisis, y se me invitó a sumergirme en mi interior para encontrar a Dios y su llamado, lo cual después se plasmó en un camino espiritual en la comunidad de la Casa. En el 2009 hice el Camino de Emaús y escuché nombrar a la Fundación. Un año después, me llega la invitación de Tomi Ciminari para ser tutor de adolescentes.
en compartir el camino de otros: acompañar, escuchar, abrazar, aceptar, sanar... El fruto de eso fue mi opción por la psicología y la educación.
¿Cómo influyó Francisco de Asís en tu opción vocacional?
¿Cómo es la relación entre la vida y la muerte en tu trabajo?
Desde que lo conocí, me cautivó su pasión para vivir, su radicalidad en la entrega, su coherencia en su modo de vida y cómo encontró su Todo al Dios del Amor de Jesús. Él fue uno de los responsables de encender mi búsqueda profunda de una vida colmada de sentido, entregada a Jesús, vivida a fondo, llevando una profesión y un estilo evangélicos. Gracias a él, de la mano de muchos que me acompañaron fielmente y con misericordia, descubrí el amor inmenso de Jesús que habita en mi humanidad, en mi historia, y en la de los otros. Y ahí encontré que yo quería que mi vida consistiera
La muerte está a la vuelta de cada esquina, literal y metafóricamente. Nos persigue con todos sus crudos límites: la angustia, la soledad, la enfermedad, la carencia, el desamor, el dolor, las heridas, la desconfianza. Es todo tan frágil y contingente, se hace más fácil bajar los brazos, descreer, conformarse, faltar, cerrarse. Y es una experiencia cotidiana: suele suceder que los problemas no tienen solución o las cosas no cambian, los errores se repiten, el dolor no se va, las personas se ausentan y se pierden… abundan las frustraciones en la tarea.
“DONDE SE HACE TANGIBLE EL REINO” | 41
Siento que el trabajo es tan limitado, que las intervenciones son tan pequeñas, que lo posible es tan poco, que parece ridículo esperar que sirva de algo. Pero “poco” es infinitamente más que “nada”. Y, tan misteriosamente, la vida surge entre tanta muerte, pequeña al principio, pero con toda su fuerza, y triunfa. Cada encuentro, cada sesión, cada palabra dicha y escuchada, cada mirada van transformando. Son cambios sencillos y ocultos que van haciendo diferencia imperceptible, pero que se hacen evidentes al mirar el camino recorrido. Y ahí reside mi esperanza.
LA COMUNIDAD ES DONDE EXPERIMENTO LA DIMENSIÓN DE LA FRATERNIDAD COMO DON RECÍPROCO: SER HERMANO Y QUE MI VIDA SEA UN DON PARA OTROS Y, A SU VEZ, TENER HERMANOS CUYA VIDA ES UN DON PARA MÍ.
¿Qué significa trabajar de manera interdisciplinaria? ¿Qué riquezas y tensiones genera? Lo interdisciplinario se presenta hoy como una condición irrenunciable si queremos que el trabajo sea eficaz y fructífero. Lo que transforma no es “una” persona ni “un” espacio, sino un equipo y múltiples espacios. Cada profesión y espacio tienen sus riquezas y limitaciones, pero al sumarlos se pierde menos y se potencia más. Tener una mirada y recursos específicos es un regalo, pero es insuficiente sin la de los otros. Muchas veces, es en el aporte ajeno donde reside la clave para lograr y avanzar. Lo difícil es encontrar tiempos y espacios para compartir. Desde lo organizativo pero también desde la disposición personal: la vorágine diaria y la demanda intensa de la tarea facilitan que cada uno mire su propio espacio y actividad; sacar la mirada del propio ombligo y mirar alrededor es un gran esfuerzo. Y compartir mi saber también implica una pérdida: uno llega a querer al propio trabajo como a un hijo, y a los hijos siempre
cuesta soltarlos. Pero la ganancia es superior: novedad, recursos, claridad y, también, descanso y apoyo. Es un modo de trabajar pero también es un modo de andar el camino con otros. ¿Qué es “Comunidad” para vos? La comunidad fue y es para mí un lugar identitario. En ella se me reveló mi identidad más profunda, la posibilidad de ser yo mismo y saberme valioso así. Ser parte de un grupo de personas que se vincularon conmigo desde el cariño, la aceptación, la misericordia, la alegría y el compromiso, me habilitó a ser como soy en verdad. Y eso me animó a encarar el proyecto de mi vida que brotó desde mi interior. Es un lugar en donde experimento la dimensión de la fraternidad como don recíproco: ser hermano y que mi vida sea un don para otros y, a su vez, tener hermanos cuya vida es un don para mí. Es el lugar donde la vida se hace vivible, vale la pena ser vivida, compartiendo gozos y fatigas. Es el lugar donde se hace tangible el Reino del Amor de Dios. La Comunidad es donde uno puede confiar y abrirse al encuentro con otros, con quienes me puedo identificar, pero también descubrir lo diferente, la singularidad sagrada de su historia. Y ahí uno aprende, sí, pero creo que el verdadero regalo está en poder contemplar esa historia y celebrarla gratuitamente, simplemente por ser.
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Collage realizado por Moni Puntoriero y Doris Silva
LA VIDA SE NOS DA, Y SOLO LA MERECEMOS DÁNDOLA | 45
dándole de comer, al dormirse después que ella y despertarse cuando ella lo pide, en la demanda de afecto, de que le hagan “upa” y en la palabra “Mamá” -que cada vez escucha con más insistencia-, Camila va encarnando, cada vez más, esta condición. De la misma manera, Jesús fue obrando así en mi vida, y lo sigue haciendo. Creo que la vocación, al igual que todos los dones, es un regalo personal de Dios para ser regalado a los otros. Por lo tanto, es inevitable que los otros no vayan moldeando este regalo a la medida en que ellos lo desean y quieren. Francisco de Asís jamás imaginó que podía vivir su vocación de entrega fraterna y menor con otros hermanos. Eso es un extra que vino después de su profundo deseo de vivir su vocación: seguir a Cristo pobre y crucificado. Este Don tan preciado para él, se vio contrariado posteriormente por la presencia de nuevos hermanos que se fueron sumando y que fueron dándole una forma distinta a la vida de Francisco. De la misma manera, siento la invitación a vivir mi vida como hermano menor. El contexto forma. Me forma. El barrio, el barro, la gente… un contexto que hoy choca con aquel que me moldeó durante tantos años. Mi proceso y camino pasan por seguir renunciando a determinadas cosas que hoy van en contra de lo que anhelo. La injusticia, la desigualdad, la periferia, la vulnerabilidad, la pobreza, la desprotección, la intemperie, la violencia, la vida descuidada, el frío, el hambre y la muerte son algunas de las situaciones que tiene que afrontar Camila a la
hora de dejarse afectar por su hija y elegir todos los días darse por entero como Madre. Estas situaciones son, a su vez, motores formativos de nuestra vocación franciscana. La esperanza de una niña, que siente que su vida está siendo profundamente acompañada por su madre, es la presencia manifiesta de un Dios que acompaña la vida de todos. Muchas veces me pongo a pensar acerca de qué le pasó a Francisco de Asís en su encuentro con el leproso. Hoy creo que la vida me invita a mirar de otra manera, al revés: cómo el leproso miró y amó a Francisco. En este sentido, me resultaría imposible desprenderme y no estar agradecido por aquellos encuentros con la gente en situación de calle en las noches de Buenos Aires; o con la comunidad de la escuela 441 en Quitilipi; o Maxi, Ema y José Luis, niños del barrio Los Palos, en Concepción del Uruguay; o “el Tono Barreto” de Punta del monte. En ellos comprendí el significado real y el verdadero rostro de aquel a quien muchas veces llamé Prójimo; los descubrí perfectamente diferentes y, por lo tanto, profundamente hermanos. Recuerdo el cuento de aquel hombre que se pasaba horas en silencio frente al Santísimo. Un día le preguntaron por qué rezaba tanto, y él respondió: “Simplemente me siento a ver cómo Jesús me mira”. De esa misma manera anhelo que la mirada del otro moldee mi vida, como lo hizo la mirada del leproso en Francisco.
46 | EXPERIENCIAS VOCACIONALES
la casa en mí La Casa de Jóvenes Hermano Francisco es, desde hace 15 años, un lugar de encuentro y formación para el seguimiento de Jesús al modo franciscano. De aquí nació la Fundación. En estas páginas, tres jóvenes (que pasaron por la Fundación y hoy desandan nuevos rumbos) comparten qué es la Casa para ellos.
GERARDO BASSI En el otoño de 2002, yo tenía 20 años. Tenía algún conocimiento y una gran simpatía por Francisco de Asís nacidos de una obra de teatro en la que participé en mi adolescencia goyana. Nunca había visto un fraile en mi vida hasta aquel día en que un hermano me abrió el portón. El Tabor comenzaba esa tarde. Al cabo de unos días (¡sólo 3 y medio!) tuve esta certeza: “Acá yo me quedo”. Y así fue. Me siento profundamente, entrañablemente, existencialmente hijo de esta comunidad a la que llamo -como tantos otros- “Casa”. Hoy tengo 35 años y no podría explicar las notas centrales de la percepción que tengo sobre mí y sobre mi vida, ni el modo en el que intentamos vincularnos con Julia, ni la manera en que queremos ser familia, ni el estilo de vida que anhelamos llevar, ni el modo de ser padre o de encarar mi profesión… sin hacer referencia a la comunidad de la Casa de Jóvenes. Esta comunidad me recibió gratuitamente, tuvo tiempo para mis preguntas y para lo que yo necesitaba decir. Me hizo descubrir mi vida como un don y me ayudó a encontrar la vida escondida que había en mí. Me alentó y me acompañó a que pudiera desplegarla. Me sostuvo en momentos de impotencia y tristeza. Me formó humanamente.
Me dio criterios. Me ayudó a madurar. Me dio elementos para discernir y confrontarme, me mostró valores a los que destinar mi vida. ¡Fue realmente una escuela de humanidad! En ella hice amigos entrañables, a los que considero hermanos, con los que compartí hondamente entusiasmos y desazones. En ella aprendimos con Julia a seguir a Jesús de a dos, a querernos mejor, a conocernos más, a cuidarnos. Además esta Comunidad me enseñó a pensar y a rezar mi historia en clave franciscana, evangélica, a leerla como Historia de Salvación. Me compartió a Jesús resucitado. Esperó junto a nosotros y recibió con alegría a nuestros hijos. Muchas veces, en estos 15 años, me ha confirmado la esperanza en mi propia vida; y me ha hecho desear con todo el corazón ser mejor persona, creer mejor, ser más fiel, más pobre, más libre, más entregado. ¿Qué tiene la Casa? ¿Cómo es? ¿Qué anuncia? Se me ocurren estas pistas de lo que he visto y he oído, en mi vida y en la de otros: La gratitud que siento por las muchas personas que me han acompañado y con las que he compartido no me entra en el corazón. Hoy mi lugar, privilegiado lugar, es acompañar a otros que están buscando Vida en abundancia y se acercan. Soy testigo de que aquella novedad y la fuerza transformadora del anuncio que recibí en 2002 se sigue replicando, lo he visto muchas veces en otros a quien he acompañado. El mensaje sigue siendo actual y fecundo. Pedro y Santiago, mis hijos, aman ir a Mariló. Sienten que es su casa. Abren la heladera de la cocina y saben donde guardan los frailes algunas golosinas en su sala de fraternidad. Siempre encuentran amigos para jugar. Este último fin de semana lo pasamos en la Casa, en el Tobías, compartiendo la vida, transmitiendo lo que vivimos y no podemos callar.
TEMA PRINCIPAL
FELICITAS SARAVÍ Una forma de mirar al otro Es un tanto difícil ordenar las ideas, emociones, recuerdos y experiencias en tan significativo lugar. Tantos momentos que trascendieron las puertas de Galileo Galilei y hoy son parte de quien soy. Cuando llegué a Bariloche, di cuenta de todo lo que traía de Buenos Aires y la Casa de Jóvenes en mi “equipaje”. Traje conmigo la experiencia de haber vivido en comunidad. Traje conmigo valores y estilos que no negocio y sigo buscando acá. Traje conmigo todo lo que fue conformando parte de lo que soy. La “Casa de Jóvenes Hermano Francisco” fue experimentar un Dios de Misericordia, un Francisco que me revelaba y validaba el estilo que yo sentía, desde siempre. La Casa fue permitiéndome expandirme y ver un lugar donde poner al servicio mis dones. Lugar donde descubrí mi capacidad de coordinar espacios y encuentros. Lugar donde me di cuenta de mi capacidad de amar y recibir al otro con calidez y cercanía. Espacio donde compartí mi canto, junto con mis hermanos de sangre y amigos. Mariló fue el lugar donde se forjaron los vínculos más valiosos. Vínculos comunitarios, de amigos, de hermanos con quienes compartimos una misma mirada del otro, una misma mirada del Pueblo. Vínculos con
quienes fui descubriendo tanto mis dones como mis fragilidades, y de distintas maneras me invitaron a hacerme cargo de ellas. Hermanos con quienes me divertí, me divierto y vivimos momentos de mucho gozo y, también, tristezas. Compartimos misiones, itinerancias y distintas celebraciones. Con nuestras luces y sombras siempre presentes, ¡con la intimidad de una familia! Me acompañaron en mi crecimiento. Hoy celebro la amistad y los lazos que comenzaron en Galileo Galilei, y el poder haberlos compartido en los últimos años junto con mi familia. ¡Inmenso regalo poder integrar, reconciliar! Gracias Papá y Mamá por haber ensanchado su capacidad de amar y haber abierto las puertas de su casa para compartirlo con quienes tanto queremos. Agradezco también haber experimentado la gratuidad del acompañamiento con fr. Claudio Equiza, quien nunca se corrió y estuvo presente siempre que lo necesité. Agradezco enormemente haber sido parte de la Fundación Franciscana donde se hizo carne el modo en el que quiero trabajar, el modo de pensar al otro. Estilos y formas que tienen que ver con cómo quiero vivir, con quién soy. Ser franciscana, un estilo, una forma que me identifica. La Casa de Jóvenes, la comunidad, el barrio, encuentros y amistades: son parte de mí. Agradezco a Dios por tan valioso regalo. Todo mi cariño para los que son y una vez fuimos parte de este lugar de tanta vida.
LES 48 | EXPERIENCIAS VOCACIONALES
48 | EXPERIENCIAS VOCACIONALES
Toi y Jocha en la ruta camino a Brasil
Toi y Jocha en rutaencamino a Brasil Toi la y Jocha la ruta camino a Brasil
JOCHA CASTRO VIDELA
Hace exactamente diez años realizaba el curso desafiándome. Hoy: la minoridad. Todavía vibra vocacional Tabor. Hace exactamente diez años en mí lo que sentí en el curso de espiritualidad llegaba por primera vez a la Casa de Jóvenes franciscana del 2007 con fr. Gus Valenzuela. Hermano Francisco. Hace exactamente diez años conocía a Francisco de Asís. Fue un punto De la Casa de Jóvenes, difícil escribir algo. de partida, de eso me doy cuenta hoy, y de En ese lugar físico y en esos vínculos morí y JOCHA CASTRO VIDELA menor a mayor. resucité. Siempre, desde el primer día, fue Hace exactamente diez años realizaba el curso para mí el regreso casa del padre quevibra desafiándome. Hoy: alalaminoridad. Todavía Me parecióTabor. casi una herejía la devoción vocacional Hace exactamente diezpor años corre a mi encuentro, me besa, me abraza, en mí lo que sentí en el curso de espiritualidadme Francisco, por eso me puse a leer, sin perder llegaba por primera vez a la Casa de Jóvenes pone un anillo y hace fiesta. Todo mi presente franciscana del 2007 con fr. Gus Valenzuela. tiempo, sobre ese tipo del exactamente 1200. Bueno,diez está Hermano Francisco. Hace me habla de mis idas y venidas a la Casa de claroconocía que algoa de él me atrajo profundamente, años Francisco de Asís. Fue un punto Jóvenes. mi búsqueda, misalgo. modos, De la CasaToda de Jóvenes, difícil todos escribir en partida, un principio pobreza espartana, de de esosume doy cuenta hoy, ysude mi forma de ser, mi forma de amar, mis En ese lugar físico y en esos vínculos morí y coherencia, su romanticismo. Lo que era (y menor a mayor. violencias, mis opciones. resucité. Siempre, desde el primer día, fue es) para mí el Che en el ámbito político, lo para mí el regreso a la casa del padre que A fuepareció (y es) Francisco en el ámbito espiritual Me casi una herejía la devoción por De a poquito, esos hilosme fueron toda la corre a mi encuentro, besa,tiñendo me abraza, me y religioso.por Coneso el me tiempo, deperder mis Francisco, puseaatravés leer, sin trama de mi vida. Me dejé seducir, con miedo, pone un anillo y hace fiesta. Todo mi presente realizabatiempo, el curso experiencias, yBueno, errores,está sobre descubrimientos ese tipo del 1200. conhabla timidez, torpeza. mucho desafiándome. Hoy: la minoridad. Todavía vibra me de con mis mucha idas y venidas aPero la Casa de fueron otras características deprofundamente, Francisco las claro que algo de él me atrajo de ese mundo hablaba de mí y tenía (tiene) algo Jóvenes. Toda mi búsqueda, todos mis modos, amente en diez años en mí lo que sentí en el curso de espiritualidad queunfuiprincipio conociendo y fueron seduciéndome y su pobreza espartana, su para decirme. Losmi vínculos personas, mi forma de ser, forma ydelasamar, mis el Casa de coherencia, Jóvenes su romanticismo.franciscana Lo que era (y violencias, del 2007 conmis fr.opciones. Gus Valenzuela. es) para mí el Che en el ámbito político, lo actamente diez fue (y es) Francisco en el ámbito espiritual De a poquito, esos hilos fueron tiñendo toda la religioso. Con el tiempo, a través de mis Asís. Fuey un punto trama de mi vida. Meescribir dejé seducir,algo. con miedo, De la Casa de Jóvenes, difícil
LA CASA EN MÍ | 49
don de la fraternidad, tantas veces de “no saber que debía-podía-quería hacer” y los hermanos y hermanas alentando e iluminando ese camino, esos baches, esos laberintos. La Fundación Franciscana y la posibilidad de nutrir-me de tanto, de “dejar la casa y el sillón, quemar el cielo si es preciso por vivir, por cualquier hombre y mujer del mundo, por cualquier casa”. De bucear en lo político y lo espiritual y la conexión natural que hay. Descubrir el barrio Ejército de los Andes, las COMPAÑERAS de la Casa del Niño (personas y espacio de lo más importante en mi Vida), niños y niñas de allí que hoy tengo presentes y extraño. Los miles de minutos de charlas y mates. Conocer, elegir y renunciar a mucho. Y en ese barrio conocí la organización política que me identifica y a la cual pertenezco: el Movimiento Evita. Y comenzó a aflorar en mi toda mi
potencia de educador popular en las noches del Bachillerato Popular Ejército de los Andes. Pedro Casaldáliga, Sao Felix do Araguaia, la itinerancia a la Romaria de los Mártires de la Caminhada. La búsqueda del Reino, la fraterna y subversiva eucaristía. La providencia, la gratuidad, la generosidad de tantos hombres y mujeres. Mateo en esa Petrobras, a la salida de Dourados en Brasil, que se nos acercó a mí y a Toi y, sin decirnos nada, nos dejó una bolsa con gaseosa, comida y 20 reales. La madrugada en esa misma ciudad, nosotros durmiendo en la terminal y el encuentro imposible allí con fr. Cristian. El Vía Crucis en Riberao Casacalhera. De mi compañera de Vida y de muerte, no existen palabras. Esto es apenas algo de todo lo que comenzó en ese Tabor de agosto 2007. GRACIAS POR HABER SIDO Y SER ARTE Y PARTE.
CON EL CORAZÓN EN LA TIERRA | 51
Y un 4 de octubre, día de Francisco, lloré por no poder ponerle nombre a este Amor, pero lo elegía por sobre otros. Ese día, en la entrevista laboral, alguien habló de identidad y recordé mi pregunta: ¿Quién eres Tú y quién soy yo? Ahí percibí, mirando mis experiencias con este Amor, que el camino de identidad de ellos, los pueblos indígenas, era más llano porque lo fueron construyendo ancestralmente, en comunidad. No individual sino colectivamente. Parece ser que en los valles y cerros de Salta encontré identidad y autenticidad. Encontré Historia. En el año 2007, dejé mi trabajo en el colegio y empecé a trabajar para este Amor en el INAI, y me sentí una privilegiada. Estar donde quería estar; ser encontrada por quien yo buscaba y cómo el camino de la vida se presentaba con mayor claridad. Estar en camino y estar en un camino que quería recorrer. Poder decir “aquí quiero vivir la Vida”.
Y después de aquella marcha, sigue el sentarse y trabajar juntos. Elegir que todos puedan vivir su vida. Esto implica respetar las diferencias, no imponer, no descalificar, no ser soberbio. Respetar a todos, no algunos. Que el partidismo no supere lo esencial, que no se use la vida de los pueblos originarios para crear oportunidad. Con este Amor se me juega la Vida. Escribo y mis ojos se me llenan de lágrimas, no sé muy bien por qué. Intuyo que es por mi búsqueda de encontrarme a mí misma, mi identidad. Tengo sed de historia, de proyecto, de sabiduría en la vejez y esperanza en la pequeñez. Quiero vivir la Vida, disfrutarla, gozarla y respetarla. Siento que me fue dada para eso.
En el 2010, año del Bicentenario, llegó el día de la Marcha de los Pueblos Originarios. Caminaron, se cansaron, se unieron y llegaron. Venían con la historia vivida por sus padres y abuelos, venían ellos y traían también la esperanza del camino de sus hijos. Historia viva. Lo viví yo. Me emocionó verlos llegar, disfruté de sus sonrisas, de su alegría por ser tantos, la expectativa del encuentro. Y en la plaza, todos: wichis, kollas, mapuches, huarpes y guaraníes; blancos y morochos, adultos y jóvenes, frailes y ateos, privados y estatales. Todos. Porque hubo Vida, y en abundancia. Después regresaron a sus lugares, y yo regresé al mío. Pero no es posible desentenderse, al menos eso me pasa a mí: la sensibilidad por la vida del otro, el acompañar e intentar estar en sus pies. Si caminé con ellos, regreso con ellos; así me enseña mi corazón.
POCO SÉ DE HISTORIA, DE NOMBRES Y SUCESOS, PERO ALGO SÉ DE SANDALIAS, DE PIES CON TIERRA, DE CACEROLAS CON BARRO […] DE VIDA SENCILLA.
Y este Amor son los Pueblos Indígenas de la Argentina; hoy con rostro tucumano y salteño acompañados por la música de Vilca. Poco sé de historia, de nombres y sucesos, pero algo sé de sandalias, de pies con tierra, de cacerolas con barro, de arrugas y bastones de madera, de sillas hechas por las propias manos, de decisiones conjuntas, de sembrar sin acumular y de vida sencilla. Y aquí mi búsqueda ¿qué es lo mío? Ir ligera de equipaje, más liviana, con más libertad. Eso es lo mío. Eso es lo que soy y me calza bien, como las sandalias.
52 | EXPERIENCIAS VOCACIONALES
gratuidad que se multiplica Compartimos experiencias de trabajadores, colaboradores y amigos de la Fundación que buscan transformar la realidad desde otras organizaciones sociales, eclesiales, del estado y del sector privado. Opciones vocacionales que ponen profesión y saberes al servicio de una sociedad más justa y humana.
AGUSTIN F. CRONENBOLD MINISTERIO DE MODERNIZACIÓN, INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA (CABA) Una marca. Una seña imborrable. Eso es mi paso por la Fundación Franciscana y por eso no puedo hablar de dónde estoy hoy sin pasar por lo que significaron en mi camino Mariló y la Casa del Niño. Muchos de los que leen este anuario conocen lo que se vive en esas comunidades los fines de semana o quizás en alguna fecha especial. Les cuento que trabajar en la Fundación es una experiencia muy especial: llevar esa espiritualidad y esa forma de vivir al ámbito de trabajo es un desafío lindísimo, que se disfruta mucho.
Mi experiencia en esa forma de trabajar y de ser fue fundamental para mi elección de estar en lo público, concretamente en la Ciudad de Buenos Aires y en el Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología. El título es pretencioso pero el impacto posible -como casi siempre en el Estado- es enorme, a partir de dos funciones muy concretas: el apoyo a las pymes y emprendedores, y el uso de la tecnología para simplificarle la vida a vecino. Es otra forma de estar al servicio y de tratar de llevar lo que experimenté en la Fundación, ese modo franciscano en cada detalle, desde el saludo, la Buena Noticia en las reuniones o el abrazo sentido.
54 | EXPERIENCIAS VOCACIONALES
PALOMA MONTES PROYECTO HUERTAS La gratuidad comienza por ser agradecida, y eso se aprende. Desde Fundación Franciscana comencé un camino que hasta el día de hoy sigo nutriendo. Ya son siete años de voluntariado, donde se me entrega la vida y donde doy la mía sin medida. Recuerdo el día que llegué a la Juegoteca, habiendo viajado sola por primera vez a Moreno a mis quince años de edad. Cuando me encontré con Ale Fonzo, encargada del espacio en ese momento, le dije: “Vengo a ser voluntaria”. Reconozco que fui muy inconsciente al principio. Al correr los años, también participé de otros espacios de la Fundación. Estuve un año en el Centro de Promoción de la Lectura (CPL), donde acompañé a Miguel, un chico muy inteligente con una capacidad enorme de aprendizaje. ¡Gracias Maru, encargada del programa, por regalarme esa experiencia! Hoy estoy acompañando el programa de Huertas y trabajo desde el Centro de Promoción Humana “Santa Madre Teresa de Calcuta” coordinando talleres artísticos para la comunidad de Trujui. No tengo palabras para expresar lo que vivo en estos espacios. Hay un texto del fotógrafo Louie Schwartzberg que resume lo que vengo experimentando: “Belleza y
seducción son herramientas de la naturaleza para la supervivencia. Porque protegemos aquello de lo que nos enamoramos. Se abre nuestro corazón y nos damos cuenta de que somos parte de la naturaleza y no estamos separados de ella. Cuando nos vemos en la naturaleza, también nos conecta con cada uno de nosotros, porque está claro que estamos unidos en uno”. Gracias Fundación Franciscana por acompañarme, por confiar en mí y ayudarme a explotar mis potencialidades. Gracias por ser tierra fértil, donde el encuentro con el otro germina y donde se transforman en abono nuestras miserias. Gracias Juanqui Saravi, con quien empezamos, por regalarme el espacio de la Huerta. Gracias a mis amigas/os del barrio de Trujui por ser mis más grandes maestros. La vida puede ser muy difícil para muchos, pero la capacidad que tienen para salir adelante me asombra siempre. Me emociona cada vez más la incondicionalidad que se tienen el uno al otro. Su amistad me hace sentir amada y yo estoy enamorada de cada una/o de ustedes. A todos ustedes, gracias, por regalarme tanta vida y por enseñarme a entregar la mía así, gratuitamente y sin medida.
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56 | APRENDER DE OTROS
la fe como modo de relación Pablo Vidal es referente de la Federación Hogar de Cristo y acompaña a personas en situación de consumo problemático. Palabras de un hermano de una comunidad hermana, que comparte los mismas opciones y sentidos, y que nos invita a seguir reflexionando sobre nuestras prácticas.
POR PABLO VIDAL El consumo problemático de sustancias es la punta del ovillo de un sinfín de problemáticas de las personas y, por su complejidad, se nos presenta como un replanteo sobre nuestra cultura, nuestro lugar como Iglesia, nuestros abordajes y nuestros modos de relacionarnos. Si dejamos que la realidad nos muerda el costado, que nos duela, tendríamos que preguntarnos sobre nuestra Hospitalidad en relación con las personas y comunidades que se encuentran en
esta situación; la cuestión nos invita a revisar la relación con el otro como un modo especial de “encuentro” y es en este sentido que me gustaría tomar, como marco para la reflexión, el libro Relaciones Humanizadoras de Pedro Trigo, dado que lo entiendo como un enfoque superador del que observamos hoy en la fragmentación del sistema y sus respuestas. Es frecuente que en el afán de encontrar “certezas” que iluminen nuestras prácticas, nos esforcemos por “saber” y nos convirtamos “en especialistas de temáticas” perdiendo de vista a las personas reales: terminamos encerrados en nuestros paradigmas, regodeándonos ahí, sin hacernos cargo de “la vida como viene” en cada persona que sufre, con sus aristas y misterios.
EN LA ACADEMIA NOS ENSEÑAN CÓMO MANTENER UNA DISTANCIA ÓPTIMA CON EL “PACIENTE”. […] TAMBIÉN NOS EDUCAN EN CÓMO NO INVOLUCRARNOS DEMASIADO CON EL OTRO […] EN UNA LÓGICA EN LA QUE SE BUSCA LA EFICACIA Y EL UTILITARISMO.
En general, la formación profesional, en mi caso particular como psicólogo, nos prepara para “trabajar” con un modo de relación de “Sujeto-Objeto” que sería explicable como la realización de un vínculo en base a cierta información diagnóstica que recabamos, desde la que también generamos protocolos, manuales y posgrados que, por un lado, nos dan más conocimiento y herramientas, pero nos deshumanizan e imponen barreras de control de una vincularidad que, en sí misma, es el primer puente a la salida del problema. En la Academia nos enseñan cómo mantener una distancia optima con el “paciente” para tener un análisis objetivo de la situación. También nos educan en cómo no involucrarnos demasiado con el otro por miedo al “Síndrome del Burnout” (quemado). Son modelos que proponen la lectura de “la parte para
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comprender el todo” en una lógica en la que se busca la eficacia y el utilitarismo, y en la que “lo que no se enmarca se descarta”. En ese sentido, nosotros no queremos definirnos por la temática que trabajamos, sino por la calidad del vínculo que generamos buscando “La comunión real con el otro” como es, como está, como viene y como desea ser con la impronta de su vida. En los Centros Barriales del Hogar de Cristo buscamos y deseamos relaciones “SujetoSujeto” entre personas que se tocan y se comprometen mutuamente; encuentros en los que, involucrándonos, nos dejamos afectar y transformar por el otro.
Nosotros anhelamos e intentamos hacer carne y crear vínculos recíprocos/reales donde todos podamos compartir y sanar nuestras fragilidades, vivir el dolor y la alegría, reconocernos con nuestras similitudes y diferencias y sanarnos recíprocamente, compartiendo los dones de cada uno, en comunidad. Buscamos generar relaciones donde todos nos sintamos alojados, nos reconozcamos necesitados, y se den así procesos de auto-revelación mutua. Desde ahí, respetándonos en el tiempo y encontrándonos desde la libertad, estamos convencidos de que podemos construir una verdadera comunidad transformadora: porque es allí donde está nuestro corazón incendiado, que está nuestro tesoro.
60 | TEJIENDO REDES PARA TRANSFORMAR LA REALIDAD
EMPRESAS GRUPO L
LABORATORIO GADOR
Refacciones edilicias de la sede de Ejército de los Andes: mejoras del patio, realización del piso nuevo de las oficinas y colocación de una ventana nueva.
Sostenimiento anual del Programa de Estimulación Temprana.
FUNDACIÓN PESCAR En alianza con “Grupo L”, brinda capacitaciones laborales para veinte jóvenes del Barrio Ejército de los Andes.
CARREFOUR Donación mensual de alimentos y artículos de limpieza. MAXICONSUMO Donación mensual artículos de limpieza y alimentos.
FARMACITY Jornada de voluntariado de pintura en la Plaza Blanda de la sede Ejército de los Ándes.
COOKMASTER Sostenimiento del proyecto de Bolsa de trabajo.
63 | TEMA PRINCIPAL
64 | EVENTOS Y ACCIONES
pobreza s.a.
GABRIEL CASTELLI Transformar las situaciones de pobreza estructural es asumir que nada se resuelve en el corto plazo ni de manera simple. La realidad de la pobreza, tiene una dificultad tan grande que no se transforma solamente desde el estado, si bien es el actor principal. La gente que todavía sigue pensando que el pobre, con su solo esfuerzo, puede salir de su situación. Esto es simplificar la realidad de la pobreza de hoy. Todos los que no tienen las mismas oportunidades que nosotros arrancan desde menos 10. El pobre no es un objeto de nuestra ayuda sino un sujeto que tiene que ser partícipe de su situación en un nivel de hermandad. La solución implica estudio y profesionalismo, no solo voluntarismo. Durante muchos años pensé que, en un estado ideal que cubre todas las necesidades, las ONGs no tendrían necesidad de estar. Pero me di cuenta de que aún en los países más desarrollados está lleno de ONGs. Esto no quiere decir que el Estado pueda estar ausente de su rol principal. Aún con el impacto que pueda generar Cáritas, por ejemplo, que es en términos de organización social lo más grande que tiene Argentina, es irrelevante su impacto al lado de una buena decisión de gobierno. Esta impacta en millones de personas. El Estado tiene que buscar el bien común final. Nadie tiene la película entera para ver el todo y decidir qué es lo mejor y qué lo peor en cada decisión. Vas actuando, tratando de equivocarte lo menos posible y teniendo la humildad para dar marcha atrás cuando te equivocas.
Gabriel Castelli (Desarrollo Social de la Nación), Catalina Hornos (Fundación Haciendo Camino) y Pablo Vidal (Cáritas y Hogar de Cristo) se sumaron a nuestra invitación para mirar juntos Pobreza, S.A., un documental que plantea la siguiente pregunta: ¿somos solución o parte del problema? Una reflexión entre estado, organizaciones sociales e iglesia para seguir tejiendo redes para abordar la pobreza.
Hay que tener la capacidad de distinguir entre el corto y el largo plazo. Frente a una emergencia o necesidad real, el estado debe estar en la ayuda directa pero también hay que pensar a futuro. La transformación es de fondo. Creo que el mensaje central es que hay una parte de misterio en toda esta injusticia. No tenemos que abandonar la lucha pero tampoco frustrarnos de no llegar a los resultados. No se trata de hacer actos heroicos: todos podemos hacer algo, por más chico que sea.
REFLEXIONANDO JUNTOS | 65
PABLO VIDAL
CATALINA HORNOS
La respuesta no es individual, de cada uno. El documental nos muestra que las respuestas son comunitarias. Yo trabajo con personas que tienen problemas de consumo de drogas, de paco. La sociedad también construye representaciones de que los adictos, que son irrecuperables, que tienen quemadas las neuronas. Eso nos va dando miedo, como cuando decimos que “te matan por el paco”, y así nos vamos encerrando en nuestras zonas de confort. El video nos invita a escuchar al otro. Nos falta escuchar mucho más la realidad. Además de verlo como sujeto participe de cambio, verlo también como un sujeto que me va transformando a mí. Cómo vemos al otro, como alguien que tiene un don, algo para aportar, o como un objeto de nuestra caridad.
En Haciendo Camino trabajamos con muchas familias que piensan en el hoy. Nos cuesta mucho generar un pensamiento a largo plazo. Creo que es algo progresivo, pero cuando no tenés cubierta tu necesidad básica, es difícil pensar en un futuro, en el largo plazo. Las acciones deben ir desde lo más bajo a lo más alto. Primero hay que cubrir lo básico y después se puede pensar más en educación, en trabajo, en herramientas para construir su propio futuro. Ahí entramos las organizaciones, pero no podemos reemplazar las políticas de largo plazo del estado. Nosotros estamos en el uno a uno. No nos fijamos en estadistas sino en personas con nombre y apellido.
Como cristianos estamos convencidos de que la vida de cada persona es valiosa y única. El Papa Francisco viene dando manija con los Movimientos Populares. Dice que el camino va por los que van quedando desempleados, los cartoneros, los que quedan desechados. Son los más creativos, los más artesanales. Somos una sociedad que gira alrededor del dinero, de la ganancia personal, y el camino es otro. Hay muchos pibes en situación de calle. Los lugares del estado nunca van a poder alojar a esos chicos. Pueden armar la mejor institución pero nunca se van a sentir alojados. Las respuestas más creativas las encontrás dentro del propio barrio. Nosotros, por ejemplo, todos los problemas de menores los solucionamos con gente del barrio que los reciben en sus casas. Los alojan, los acompañan al colegio, festejan la fiesta de 15… Y a esas personas hay que acompañarlas también, potenciarlas, darles plata, darles mercadería… Creo que el camino va por ahí. Tenemos que dejar de naturalizar ver tanta gente en la calle. Hablamos un montón de la pobreza pero nos falta aprender mucho también. El camino de juntarse con otros me da esperanza. Desde el Hogar de Cristo y Cáritas tenemos ese afán de transformación social.
Yo vivía en Buenos Aires y me fui, en 2009, a vivir a Añatuya, Santiago, y note las enormes diferencias entre mis prejuicios y las personas. Tenía ideas muy diferentes a lo que me encontré. Esto me permitió darme cuenta de que vivimos cargados de prejuicios. Tenemos que estar cerca para conocer y brindar ayuda que verdaderamente responda a las problemáticas. Lo que aprendí en Añatuya es a escuchar y no venir con mis ideas de otro lado. Hay que estar abierto al otro. Lo primero que pensé cuando terminó el documental es la similitud de la vida de las familias del Chaco con las familias de Haití y África. Tantas personas acostumbradas a esperar y que durante tantos años les brindaron ayuda desde donaciones o desde el gobierno. Ayuda que genera más ayuda y menos esfuerzo. También vi a organizaciones, donantes y gobiernos que ponen a las personas en lugares de objeto que reciben y no como sujetos que pueden producir lo que necesitan para vivir. Probamente, hoy algunos no puedan con sus esfuerzos, pero muchas veces los ponemos en ese lugar y consolidamos esa dependencia. Desde las ONGs tenemos la suerte de estar cerca del otro. Podemos pensar en nombres y apellidos, en soluciones particulares y no en generales. Tenemos el desafío de mirar a las personas no como pobres o drogadictos sino ver todo lo que tienen, lo que son capaces de lograr.
MISIÓN EN EJÉRCITO DE LOS ÁNDES | 67
Como todos los años, siguiendo el mandato de Jesús, compartimos la misión en el barrio Ejército de los Andes. Días de encuentro y fiesta organizados junto a nuestros hermanos de la Capilla Santa Clara y vecinos del barrio. Una experiencia que nos devuelve, año tras año, a las raíces de nuestro estilo. Fueron días de encontrarnos, mate de por medio, y celebrar el camino y los hermanos que nos fueron regalados. Caminar juntos el barrio, admirar sus murales y detenernos en silencio frente a las grietas que amenazan las viviendas de las familias. Tocar puertas, dejar folletos, pasar un rato a saludar y tomar nota de las peticiones de trabajo, salud y el descanso eterno de familiares y amigos de los vecinos y vecinas. Celebramos misa debajo del nudo 2, teniendo como principal espectador a un nene de dos años desde la ventana de su casa. Había quienes pasaban, se persignaban y seguían, otros se detenían, con sus bolsas y uniformes de trabajo, a mirar a la Virgen; otros se quedaban a lo lejos y en silencio. En la Misión no faltaron las visitas a las familias de los chicos y chicas que acompañamos desde
Apoyo escolar y la Guardería, o a los abuelos que participan del Grupo de adultos mayores. En cada encuentro, compartimos mates dulces, esos en los que se ponen en común los sueños y las buenas rachas, y mates más amargos en los que se hacen presentes la injusticia, la soledad o las pérdidas. Salimos con el corazón ensanchado y los pies desacelerando el paso. Una noche amasamos pizzas y compartimos con el grupo de jóvenes “Los buscadores”, de la Capilla Santa Clara, y con los egresados del Centro de Capacitación Laboral Pescar. Escuchamos música, charlamos y amasamos pan. Compartimos nuestro cansancio por el trabajo, las ganas de poder estudiar algo y los sueños de viajar. El pan caliente fue repartido al día siguiente a todos los que nos cruzamos en la calle.
COMPARTIRNOS, ESCUCHARNOS, PONER A JESÚS EN EL CENTRO. Intentamos salir descalzos al encuentro de nuestros hermanos: con los pies en la tierra y el oído y el corazón abiertos.
69 | TEMA PRINCIPAL
CELEBRAR LA GRATUIDAD | 69
EL 28 Y 29 DE OCTUBRE FESTEJAMOS LOS 15 AÑOS DE LA CASA DE JÓVENES HERMANO FRANCISCO Y LOS 10 AÑOS DE LA FUNDACIÓN. DOS JORNADAS ARTÍSTICAS LLENAS DE MÚSICA, POESÍA, TEATRO Y ENCUENTRO EN FAMILIA. LA FIESTA DEL GRACIAS POR TANTA HISTORIA COMPARTIDA.
Campo
Luis Morea
@manso.manso /MansoMansoMates www.mansomanso.com.ar info@mansomanso.com
72 | ALFABETIZACIÓN SOCIAL
diccionario social vol. 4
A. Alfabetización social: dícese del proceso por el cual una sociedad o grupo humano adquiere un lenguaje más humano y humanizante, menos discriminatorio, a través del ejercicio de herramientas como la minoridad, la gratuidad y el encuentro con el otro. Ideal para quienes usan regularmente términos como, por ejemplo, “negros”, “bolitas” o “choriplaneros”. D.
Una nueva edición de nuestro Diccionario Social, para seguir repensando algunos conceptos que se nos fueron regalando en el camino y que fuimos escuchando en este tiempo. Una humilde contribución a una alfabetización que va más allá del conocimiento del abecedario.
Desarrollo comunitario: proceso en el cual un barrio crece en espacios de vida, recreación, educación, cultura y encuentro. Desde una óptica más amplia: progreso del conjunto de la sociedad hacia una cultura más fraterna e igualitaria. G. Gratuidad: viene de “gratis” y “gracias”. Es un regalo recibido por un otro que impulsa a quien lo recibe a brindarse de esa forma, sin reservas. Sensación de libertad, como centro de un estilo de vida. La gratuidad como oposición a la medida y al mérito.
DICCIONARIO SOCIAL VOL. 4 | 73
H. Hermanos y hermanas: dícese, no solo de quienes comparten lazos de sangre, sino de quienes se saben iguales a los demás en valor y dignidad. “El Señor me dio hermanos”, dijo Francisco. Por lo tanto, también, son un regalo de alguien que nos quiere mucho. M. Meritocracia: opuesto de Projimocracia. Es un estilo de vida basado en el mérito, que no es más que la ilusión de creer que uno llegó a un lugar por su propio esfuerzo, “sin la ayuda de nadie”. ¿Cómo hace un recién nacido para alimentarse “con su propio esfuerzo”? Pregúntele a un meritócrata. Minoridad: capacidad de estar sujetos a todos desde la escucha y desde la clave del servicio desde un lugar: de los últimos para los últimos. P. Projimocracia: un mundo donde cada uno está dispuesto a brindarse al otro. Donde la gente piensa cómo compartir con su prójimo, todo el día. Donde el que llegó está dispuesto a dar una mano para que el otro también llegue. El que vive agradecido puede vivir como prójimo. R. Realidad: término que ha generado polémica, y la sigue generando, entre académicos y concurrentes de bares porteños. Nuestro aporte es el siguiente: mientras haya alguien que sufra la pobreza, ya sea una sola persona o el 33% de la población, la realidad debe ser cuestionada y transformada. Responsabilidad Social Corporativa: más conocida como R. S. E., es más que un área de una empresa (o debería serlo): es el llamado a un compromiso de la empresa con la realidad. En palabras de Enrique Shaw: “Como empresario, hay que sembrar esperanza, ver la realidad, renunciar al beneficio del momento, ser un puente entre quienes conocen el problema y los sumergidos que piensan en su situación inmediata”
S. Sororidad: término que proviene del feminismo y que remite a la hermandad entre mujeres. Propone una relación distinta entre las mujeresya no enemigas sino hermanas- y se centra en la confianza y el apoyo mutuo que posibilita la vida y construcción de un mundo distinto. V. Vocación: búsqueda de aquello que da sentido a la vida. Camino hacia una plenitud que nunca se termina. Un llamado que viene de Dios (o de la vida, o del otro) a ser personas integradas, comprometidas y, sobretodo, alegres. Proceso que es facilitado por el encuentro con el otro y que se entorpece cuando uno se encierra demasiado en uno mismo.
76 | SOY ESTA HISTORIA
FOTO ARRIBA A LA IZQUIERDA. Damián Arévalo en la biblioteca.
FOTO IZQUIERDA. Gonzalo “Búho” Serantes en el Apoyo Escolar.
RETROSPECTIVA | 77
FOTO ARRIBA A LA DERECHA. Apoyo Escolar.
FOTO DERECHA. Claudio Fuentes, fr. Ramiro de la Serna y Justina Merelle.
ALGUNOS NÚMEROS | 79
profundidad
algunos números | x
profundidad
Trabajamos en el conurbano, con familias que buscan salir adelante. Números que hablan,ensiempre, lo más importante: Un estilo desiempre, trabajo Trabajamos el conurbanode profundo, con familias que buscanlas salirpersonas. adelante. Números que hablan, de lo más importante: personas. que Un estilo trabajo centrado en un impacto que va más allá de las estadísticas. centrado en un las impacto vademás allá de las estadísticas. DÓNDE ESTAMOS DÓNDE ESTAMOS
1 Moreno
2 Tres de Febrero
340.000
180 km 2
1
habitantes
450.000
2
habitantes
45 km 2
CABA
MISIÓN
Trabajamos junto a familias en situación de pobreza para que puedan desarrollar sus capacidades y transformar su realidad. Tenemos programas de trabajo, educación, salud, vivienda, arte, justicia y vínculos familiares. Mapa del conurbano
"Comencemos, hermanos, porque hasta ahora poco y nada hemos hecho" Francisco de Asís
IMPACTO IMPACTO Trabajamos en los barrios Lomas de Mariló (Moreno) y Ejército de los Andes (Tres de Febrero), acompañando a:
300 familias inscriptas
530
participantes directos
1850
participantes indirectos
PROFUNDIDAD PROFUNDIDAD
alfabetización
economía social
proyecto de vida
Alfabetizamos y acompañamos en su escolaridad a 160 niños de primaria y secundaria.
Se otorgaron 42 créditos para emprendimientos y viviendas a 42 personas. Capacitamos a 20 emprendedores.
Formamos a 40 jóvenes en el desarrollo de su proyecto de vida y su capacitación laboral.
desarrollo infantil
educación emocional
psicoterapia
Brindamos alimentación diaria a 60 niños y un espacio de Desarrollo Infantil para más de 160 niños.
Trabajamos con 30 adolescentes en su desarrollo emocional, social y educativo.
Dimos apoyo psicopedagógico y atención psicológica a más de 70 personas.
VISIÓN
violencia de género Asistimos a 30 mujeres que sufrieron o sufren violencia de género. 30 madres participaron en Estimulación Temprana.
Queremos compartir nuestro estillo de trabajo y ser respuesta para aquellas personas y organizaciones que se pregunten cómo ayudar a familias que sufren situaciones de pobreza.
Buscá más información de nuestros programas en www.fundacionfranciscana.org
80 | AGRADECIMIENTOS
gracias por ser parte gracias por ser parte
x | agradecimientos
A todas las personas y organizaciones que colaboran para transformar latodas realidad. A todas, gracias. que colaboran para transformar la realidad. A todas, gracias. A las personas y organizaciones
+ Oleaginosa Hnos
Local Ejército Municipio Local + Red + Red + Red de los Andes de Moreno Mariló
de Formación Profesional + Centro Nº 402 de San Miguel
+ Emir Carrillo y Asociados
GRACIAS POR SER PARTE | 81
agradecimientos . ABEL HERNÁNDEZ . AGUSTINA VENZANO . AMALIA AMUCHÁSTEGUI . CAMILA CASTILLO . CATALINA HORNOS . CECILIA VÁZQUEZ GER . CLAUDIO SCALESE . COCA COLA . COLEGIO CHAMPAGNAT . DAMIÁN ARÉVALO . DANIEL A. FLEITAS OFM (MINISTRO PROVINCIAL) . DANIEL HERNÁNDEZ CORREDOR . DANONE . DIEGO GEORGIEFF Y AL ESTUDIO BRANDI . ESTEBAN GONZÁLEZ . ESTEBAN PADILLA . EVELYN KARPF . FABIÁN C. GARCÍA (WEBER) . FRAILES DE LA CASA DE JÓVENES: CLAUDIO EQUIZA, JESÚS GÓMEZ, FERNANDO FERRARIO, AGUSTÍN JARA . FRANCISCO ROJAS . FRANCO TRIGO PUGLIESE . GABRIEL CASTELLI (MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL DE LA NACIÓN) . GERRY GARBULSKY (TEDX RÍO DE LA PLATA) . GONZALO BÚHO SERANTES . GRACIELA SZYBER . GRUPO CANCIONES DE LA TIERRA A LA LUNA . INÉS MAGUIRE . IRENE POSE . ISA SÁENZ CRESPO . JORGE VILLALBA . JUAN CRUZ SARAVÍ . JUAN IGNACIO ROMERO . JUAN VILLALBA . LAURA AGUILAR . LILIANA FONSECA . LOLI PIZARRO . LORE LEMOS
. LUCAS ARÉVALO . LUIS LUSARDI Y MARIANA MAYORAZ . MARCOS JASMINOY . MARGARITA CUBILLAS . MARÍA AMUCHÁSTEGUI . MARIANO LOMAZZI . MARIANO MORO, PATRICIO PAZ, JOSÉ TOCCALINO (POBRECITO DE ASÍS) . MARTÍN VIDELA DORNA . MARTINA RUA . MATERNIDAD DE MORENO “ESTELA DE CARLOTTO” . MATÍAS ALEGRÍA . MISIÓN FUTURO MORENO . MÓNICA SAGAMI . MUNICIPALIDAD DE MORENO . NORA SEQUEIRA . NORMA ASCAR Y CARLOS DIFORTI . OSCAR CAMPANA . PABLO VIDAL . PAULA BARRAGÁN (LA NACIÓN+) . PAULA TORRES (FM MILLENIUM) . PEDRO SEMENZATO . PILAR RODRÍGUEZ CÁCERES . RAMIRO DE LA SERNA OFM . SANDRA VILLALBA . SANTI BENEDETTI . SANTIAGO PONT LEZICA (MILLENIUM) . SEGUNDO F. MADERO (CHILLY) . SILVIA BRUKMAN . SIMÓN THIBAUD . SOFI LATTES . STEPHI SACCHET Y AMIGOS . TERESA THIBAUD . TÍTERES DEL ZONDA . TOMÁS DEL GUIDICE . TOTAL AUSTRAL S.A. . URBANO EXPRESS . VERO APELLANIZ . VICTOR LUIS LUSARDI
LISTADO A TRES COLUMNAS
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