MACHOS A LA CARTA De: Diego Soto. Ficha de personajes Manuel: Joven de 17 años. Jorge: Adulto de unos 37 años. Bruno: Hombre mayor, de unos 67 años. Rosalía: Mesera de unos 20 años. Introito Preámbulo ¡Bienvenidos al Drakkar Rojo! En la entrada a la sala se aprecia un rótulo que dice “Restaurante El Drakkar Rojo” “Especialidad en comida vikinga”. Pueden haber otros letreros como: “Hay Kalakasvisvouka fresco. ¡Ahora con vegetales!”, “Pregunte por nuestra cerveza de centeno”, “Precios especiales para Elfos y Enanos”, “Todo el jabalí que pueda comer por 30 coronas”, “No se aceptan dragones sin correa”, y otra frases semejantes. Se trata de una especie de Pub vikingo. En la entrada, el personaje de Rosalía recibe a la gente como si estuviera en un restaurante real. Ella es la encargada de distribuir a la gente en las mesas. Puede entregarles a los asistentes un “menú-programa de mano”. En el escenario hay varias mesas con sus respectivas sillas, manteles y copas. La mesa principal, está situada justo al centro y al frente. Estará “reservada” porque en ella se sentarán los personajes de la obra. En torno a ella se sitúan las mesa para la gente, que serán más que todo ambientación. Rosalía deberá convencer a la gente para que se siente en las mesas del escenario. Podrá asegurarles, lo que es totalmente cierto, que son los mejores lugares del teatro y que no van a tener que hacer nada fuera de lo común, solo ver. Se puede preveer cierta resistencia del público, pero esperemos que puedan situar a algunos sin problemas en estas mesas. Incluso, los lugares del escenario pueden ser un real VIP (cobrando un poco más carao y ofreciendo una copa de Hidromiel de cortesía; o que los lugares de escenario sean para ganadores de sorteo. Si fuera posible, sería genial tener una esquina una barra de bar, donde situar a alguna gente. Igual este bar es sólo por ambientación, y no juega ningún papel en el desarrollo de la trama por lo que se puede prescindir de él. Rosalía puede dar, siempre en personaje, las llamadas del espectáculo. Ay que anfatizar que cada vez que menciona el nombre del lugar, lo dice con una intención distinta porque le apasiona su trabajo. Rosalía: Buenas noches. Les damos la más cordial bienvenida al Teatro Skenê y a su restaurante favorito el Drakkar Rojo. El plato del día es el Ollebrod, que es una sopa de pan a la cerveza, ¿no?, con un salmón Gravadlax traído directamente desde Estocolmo que mmmm ¡está riquísima! Esta es la primera llamada.
1
Rosalía: Hola otra vez. Quiero decirles que está es la segunda llamada. En unos pocos minutos empezaremos la función. Este es un buen momento para que vayan al baño, apaguen sus teléfonos celulares y se acomoden en sus asientos. A propósito, las luces del baño son automáticas; es decir, se prenden y se apagan ellas solitas, ¿no?, ¡tan divinas ellas!; por lo que vamos a pedirles que si tiene que usarlo cierren la puerta al salir para que la luz no interfiera con la función. Muchas gracias, ¡son todos un amor! Rosalía: Bueno, amigos y amigas; ¿saben qué? Está es la tercera llamada; es decir, ya, ya, ya casi vamos a empezar con el espectáculo. Ahora sí, siéntense tranquilitos y presten mucha atención a nuestra obra. Les recuerdo, por si acaso, que apaguen o pongan en modo vibración sus celulares o cualquier otro aparato que haga ruido. (En off se oye la voz de Sven, el dueño del restaurante, gritandole a Rosalía en noruego macarrónico) Sven: ¡Rosalía, Rosalía! Rosalía: ¿Sí señor? Sven: Ikke glem å tilby kjeks som allerede får flau! (¡No se olvide ofrecer las galletas que ya se están poniendo rancias!) Rosalía: Ah, sí, sí... Ese que oyeron es Sven, que es el dueño de EL Drakkar Rojo y además nuestro chef pricipal. Tiene un genio de todos los diablos, pero se maneja una mano fe-no-me-nal para la cocina... Sobre todo para los postres. Las pepparkakor le quedan mmmm de miedo... Todos saben lo que son las pepparkakor, ¿verdad? ¿Nooooo? ¿En serio no saben? Uy, son unas galletitas de jengibre con miel, que no les puedo decir lo ricas que son... ¡Me gustan casi tanto como me gusta cantar!. No soy cantante profesional ni nada; ¡pero talento no me falta! ¡Yo no me pierdo ningún karaoke...! Es más, estoy tratando de convencer a Sven, el dueño el restaurante para que pongamos un karaoke vikingo aquí, en el restaurante; pero, ¿pueden creer que no me hace caso? Yo digo que puede aumentar la clientela y, además, podríamos cantar canciones de Abba, que son de aquellos lados, de los vikingo, los suecos, el frío y todas esas cosas. ¡Y es que a mí me encanta Abba!, ¿a usted le gusta? A mi, sobre todo, me gusta esa canción que dice: (Cambia la iluminación a una propia de concierto de Abba de los 70’s. La canción pasa de la primera estrofa directamente al coro; mucho más movido). (Suave) Chiquitita dime porqué/ tu dolor hoy te encadena/ que en tus ojos hay una sombra de gran pena. (Cambio a coro movido). Chiquitita sabes muy bien/que las penas vienen y van y desaparecen.../Otra vez vas a bailar y serás feliz/como flores que florecen. Chiquitita no hay que llorar /las estrellas brillan por ti allá en lo alto. /Quiero verte sonreír para compartir/tu alegría chiquitita... (Sven detiene la canción con sus gritos). Sven: Men, hva er det han gjør? (Pero, ¡qué está haciendo?) Rosalía: Ay, solamente estoy cantando... (Al público) Asi es Sven, ¡tan temprano y ya está
2
regañándome...! Sven: Rosalia! Slutte å kaste bort tid og få til å fungere! (¡Rosalía! ¡Deje de perder el tiempo y pongáse a trabajar!) Rosalía: Pero que ya voy le digo, que estoy recibiendo a la gente... Después les sigo cantando, ¿está bien? Ahora, que empiece la comedia... Parte 1 Introducción ¡Brindemos con Hidromiel! Manuel: Buenas noches... Rosalía: Buenas noches joven. Bienvenido al Drakkar Rojo. ¿En que le puedo servir? Manuel: Este... Mi papá está parqueando el carro. Ya viene para... Rosalía: Ay que dichosos que tienen un carro. ¿De que marca es? Manuel: ¿Como? Rosalía: A mi me gustaría comprar un jeep del año, con llantas gigantes, aros cromados, un buen roncador en la mufla, ranggg, raaaangggg; y ponerle así unos cuernos de alce en la parte de adelante... ¿De que marca es el de ustedes? Manuel: Este... Es un Nissan del 2005... Sin cuernos ni nada que ... Rosalía: ¡Ay!, ¿De verdad? Bueno joven, no se preocupe: no tiene de que avergonzarse. No a todo el mundo le alcanza para tener un buen carro... Manuel: ¿Qué? No, no me da vergüenza... Rosalía: Así me gusta; pobre pero con orgullo, ¡con dignidad...! Manuel: El caso es, señorita, que mi papá me dijo que me adelantara y buscara una mesa mientras el parquea el carro... Rosalía: Por supuesto. Dígame, ¿a nombre de quién está la reservación? Manuel: No, no tenemos reservación.... Rosalía: ¿No me diga que ustedes pretendían venir a El Drakkar Rojo sin reservación? Manuel: Es que, vea, la verdad no sabíamos que teníamos que.... Rosalía: ¡Ay mire, me va a perdonar; pero entonces es que usted y su papá no conocen el prestigio, la calidad, la exclusividad y el sabor de nuestro restaurante. ¿Ustedes quieren venir, así nada más, y de buenas a primera obtener una mesa? sólo por sus bonitas caras? ¡Ja! No, las cosas no son así muchachito... (Entra Jorge).
3
Jorge: Disculpen, ¿Qué es lo que pasa? Manuel: Papá parece que no hay mesas disponibles, porque había que reservar antes... Rosalía: Uy, perdón, ¿pero usted es el papá de este muchacho tan simpático? Jorge: Sí, así es... Rosalía: ¿El del Nissan? Manuel: Ese mismo... Jorge: Disculpe señorita... Rosalía: Ay, ¿cómo que señorita? usted puede decirme Rosalía. No tiene porqué ser tan arisco... Jorge: Bueno Rosalía, lo que pasa es que no sabíamos que había que tener reservación y hoy es el cumpleaños de mi papá... Rosalía: ¿En serio? ¡Qué divino! ¿Dónde está? Jorge: No ha llegado, pero lo invitamos a comer a este restaurante porque hemos oído muy buenas referencias... Rosalía: ¿No le han dicho que tiene usted una voz preciosa? Jorge: Este... Gracias, gracias... No cree señorita que podría... Rosalía: Ya le dije: Rosalía, usted dígame Rosalía... Jorge: Este... ¿No cree, Rosalía, que pueda ayudarnos? Rosalía: Depende... Jorge: ¿De qué? Rosalía: ¿Para cuantas personas es la mesa? Jorge: Solamente para tres: mi papá, Manolito y yo... Manuel: Manuel papá... Yo me llamó Manuel muchacha... Rosalía: Ay no sea arisco usted tampoco, que seguramente su papá le dice Manolito de cariño... Jorge: Sí, es que para uno siempre van a ser chiquillos... Manuel: Sí, bueno, pero yo prefiero que me digan Manuel... Rosalía: ¿Y a su papá como le gusta le digan? Jorge: Jorge, yo me llamo Jorge... Manuel: Pero los amigos le dicen George...
4
Rosalía: ¿Y será que yo le puedo decir George? Jorge: Ay muchacha, que le diré... Rosalía: Usted puede decirme lo que quiera... Manuel: Rosalía, ¿y será que nos puede ayudar con la mesa? Yo sé que mi papá estaría muy agradecido con usted si nos ayuda... Rosalía: Dejéme ver que puedo hacer, ¿bueno? Tres personas me dijeron, ¿verdad? Jorge: Si, sólo tres... Rosalía: ¿Y la mamá de Manuel no los acompaña hoy? Jorge: No, hoy no viene... Manuel: No, ni hoy ni mañana ni nunca. Mis papás se divorciaron hace como diez años... Jorge: Once años. Ya cumplí once años de divorciado... Rosalía: ¿Ah sí? Manuel: Sí claro. Imagínese que mi mamá se fue a vivir a Canadá por cuestiones de trabajo, y allá se quedó. ¡Hasta se volvió a casar y todo...! Jorge: Por favor Manuel, que seguramente Rosalía no quiere oír todas esas cosas... Pero volviendo a lo de la mesa... Rosalía: ¡Ay, George!, ¿no me diga que usted crío sólo a su hijo? Jorge: Pues sí, practicamente... Rosalía: ¡Qué ejemplo de hombre! Jorge: No se si es un ejemplo o no... lo que pasa es que nunca he tenido tiempo para formalizar una relación... Manuel: Y además, papá es un poco tímido. Viera como se chilla cuando le gusta alguien... Jorge: Manuel, ¡basta! Manuel: Se pone rojo, rojo. ¡Igualito que ahora!, ¿lo ve? Rosalía: ¡Ay, pero que adorable...! Jorge: Manuel, ¡por favor! Manuel: ¿Entoces Rosalía? ¿Usted cree que nos pueda ayudar con la mesa? Rosalía: Ay a mi me encantaría ayudarlos, pero no se sí se pueda. Es que vean, la cosa es que hoy el restaurante está llenísimo, ¿no?. Solo nos queda la mesa VIP, y esa la tenemos libre por si viene algún político, alguien de la farándula, clientes que si valen la pena ¿me entienden?
5
Manuel: Pero Rosalía, ¿no puede hace una excepción por esta vez? ¿Por nosotros? ¿por mi papá? Rosalía: Ay bueno, espéreme aquí. Voy a hablar con Sven, el dueño, a ver que podemos hacer. ¡Ya vengo!. No se vaya, George; ¡por favor...! (Mientras se va) ¡Sven! Necesito hablar con usted... Sven: Nå hva gjorde, Rosalia?!!!! (¿Y ahora que hizo, Rosalía?) Rosalía: ¡No ha pasado nada! No se asuste. Sólo quiero pedirle un favor... (Sale Rosalía). Jorge: Manuel, pero que vergüenza con usted... Manuel: Diay papá, hay que aprovechar que la muchacha está como loca con usted... Jorge: Qué va Manuel, usted sabe que yo soy un hombre serio. A mi no me gusta andar de coqueto en la calle. Eso no está bien. ¿Qué va a decir la gente? Que uno es un sinvergüenza, un aprovechado, un irrespetuoso... Manuel: Papá: una cosa es el respeto y otra cosa es ser pendejo, se lo digo así, ¡con cariño...! Jorge: Manuel, no se pase; no se le olvide que yo soy su padre. Manuel: No, no se me olvida. Pero, dígame: ¿qué tiene de malo que le cierre un ojo a la muchacha, que le diga algo bonito o que le sonría un poquito? Jorge: Malo, como malo no es. Pero, en estos tiempos uno tiene que se muy cuidadoso. Las cosas no son como antes, que los hombre andaban por ahí de picaflores, de mujer en mujer y de cama en cama. Y se lo he dicho muchas veces: yo quiero que el día de mañana usted sepa tratar a las mujeres... Manuel: Todo eso está muy bien papá, pero; primero, si alguien está ganosa aquí es la Rosalía, y por otra parte, ¿que es peor? ¿ponerse coqueto un ratito o no conseguir mesa para el cumpleaños del abuelo? Jorge: No sé Manuel, no sé... (Entra Rosalía). Rosalía: (pasa por una de las otra mesas y deja los platos) Aquí tienen su Cerdo asado con Clavo de Olor... ¡Espero que les guste! (siga hacia donde están Manuel y Jorge). Ay que pena con ustedes, pero no hay mucho que yo pueda hacer. Creame que no es por mi gusto, Georgito. Lo siento, pero Sven no me dejó darle la mesa VIP... Manuel: ¿Y de verdad, no hay nada, nada que hacer? Rosalía: Vean, lo más que les ofrezco es que esperen aquí un rato a ver si se desocupa una mesa, cancelan alguna reservación, se nos muere algún comensal, o algo así... Jorge: Bueno, papá todavía no ha venido. Creo que podemos esperar... Rosalía: Yo encantada de tenerlos aquí, conmigo, taaan cerquita de mí...
6
Jorge: Este... Gracias, muchas gracias... Rosalía: Y... dígame una cosa, George; ¿a usted le gusta el karaoke? (Entra el abuelo Bruno). Bruno: ¡Hola, hola, hola!; perdonen el retraso, pero es que la presa de Cartago estaba insoportable... Manuel: ¡Diay mi abuelo! Creíamos que ya no íba a venir hoy. Bruno: ¡Pero si yo no me pierdo ni un bautizo de muñecas! ¿Cómo me iba a perder mi propia celebración de cumpleaños? Rosalía: ¿Don Bruno? ¿Es usted? Bruno: ¡Rosalía de mi vida y de mi amor! Tanto tiempo. ¿Cómo le va? Rosalía: ¿No me diga que usted es el papá de George? Bruno: ¡Claro! Este es mi retoño, mi vástago, la sangre de mi sangre, mi semilla florecida, ¡mi muchachote ...! (le pellizca los cachetes) Jorge: ¡Ay papá! Rosalía: Ve, es que el encanto está está en los genes... Bruno: El encanto, la belleza, la inteligencia y sobre todo el sabor, ¡mi reina!. Jorge: Perdón, ¿ustedes se conocen...? Rosalía: Ay, pero no se ponga celoso Geroge. Es que don Bruno es uno de nuestros mejores clientes. Jorge: Yo no sabía, papá, que usted conocía este restaurante... Bruno: Hay muchas cosas que no sabe de mi todavía muchacho... Y si las supiera, tendría que matarlo... Manuel: ¡Y nosotros queriendo darle una sorpresa! Bruno: Es lo mismo, yo voy a disfrutar la comida igual si es de sorpresa o no... Jorge: Papá, perdone; pero creo vamos a tener que ir a otro restaurante... Bruno: ¿Y eso porqué? Manuel: Es que está todo lleno, y no quedan mesas... Rosalía: No, no, no un momento por favor. Yo no sabía que el cumpleañero era don Bruno. ¡Eso lo cambia todo! La mesa VIP siempre está disponible para uno de nuestros más queridos clientes... Aquí tiene sus menús. Don Bruno: Muchas gracias Rosalía, muchas gracias... ¡Ya me extrañaba a mi! Sven no me puede venir a negar una mesa. ¿Saben porqué?
7
Manuel: ¿Por qué abuelo? Bruno: Está muy agradecido comigo por lo que pasó frente al Fiordo de Wijdefjorden, en el frío invierno ártico del 73... Manuel: ¿Qué fue lo que pasó? Bruno: ¡No me hagan hablar por favor! Sólo les diré que no es nada fácil sacarle la cabeza a un hombre del espináculo ude na ballena asesina, ¡sobre todo si se estás sumergidos a más de 100 metros bajo el hielo...! Jorge: ¡Ay papá! no empecemos con sus historias... Bruno: No, no; por ahora nada de historías; ¡que ahora lo que quiero es comer Rosalía: ¿Ya saben que quieren ordenar? Jorge: Yo tengo una duda... Rosalía: No dude más Geroge: estoy soltera y sin compromiso... Jorge: No, no es eso... este... Me gustaría saber que tiene este platillo... Rosalía: ¿Cuál precioso? Jorge: Este que dice aquí: Omsetni... Omsetniva... Omsetnigaataref Rosalía: ¿Omsetningsavgift inkludert...? Manuel: ¡Uy! ¿Qué es eso? ¡Suena tan rico! Rosalía: Ay no, no es ningún platillo mis amores... Omsetningsavgift inkludert significa impuesto de ventas incluido... Manuel: Miren, la verdad es que yo no entiendo nada de este menú, ¡así, al chile! Bruno: Vean, les propongo una cosa, dejénme pedir a mí que vengo seguido con Adriana y conozco bien el menú, ¿está bien? Manuel: Por mí, ¡perfecto...! Dele mi abuelo... Jorge: Esó sí, papá: ¡no pida nada que sea demasiado raro por favor!; como ojos de calamar con pezuñas de oso... Rosalía: ¡Ay Georgín!, Que tontito... Todo mundo sabe que los los ojos de calamar no se acompañan con pezuñas... Jorge: Entonces, ¿si sirven ojos de bichos muertos???? Rosalía: ¡Ay no! No todos están totalmente muertos... Algunas de nuestras carnes son tan frescas, que rugen cuando les dan el primer bocado... Bruno: ¡Tranquilito muchacho, tranquilo! Confíe en mí... Sé exactamente lo que estoy haciendo... Vamos a ver, el 12 no; las alitas picantes de de Thor tampoco; el Jardín de las Valkirias es
8
mucho pasto para mi... ¡Ya se! Traíganos el menú 1976: “El Banquete del Valhajala”... Rosalía: ¿Regular o a la grande? Bruno: Tamaño Bestia Polar; que esta noche merecemos una buena cena para tres machos de verdad... ¿Todos de acuerdo? (No los deja constestar) ¡Ay mis muchachotes! (cariñito rudo de vikingo) Rosalía: Perfecto. Ya vengo. ¡Extrañénme mucho...! Jorge: Pero, es que a mi la verdad me gustaría saber más detalles de que es lo que estoy comiendo. ¡Uno no puede arriesgarse así con un restaurante que no conoce! Le pueden servir cualquier cosa a uno... ¿Y luego? ¡La indigestión, las agriras, ¡la colitis! Bruno: ¡Ay Jorge, usted tiene que ser un poco más arriesgado mi`jo. No puede vivir la vida metido dentro de un caparazón... Abra su mente mijo, abra su mente... Llené su corzón con la conciencia cósmica de todos los pueblos del planeta y su panza con un buen pedazo de Storfekjøtt con papas asadas... Jorge: ¿De qué? ¿Estornofoque? ¿Qué es eso? Manuel: ¡Lo qué sea, papá! Por lo menos trata de pasarla bien por ser el cumpleaños del abuelo... Bruno: Es lo que digo yo... Jorge: Bueno, está bien... Bruno: ¡Así me gusta, ¡mi muchachote! Jorge: Ay, ay... Una cosa papá, ¿con quién dijo que vino a este restaurante papá? ¿Con Andrea? Bruno: ¿Quién? Manuel: No, no dijo Andrea, dijo Adriana... Jorge: ¡Adriana!. Cierto... ¿Quién es? Bruno: ¿Yo dije eso? Jorge: Sí, hace rato cuando hablabámos de la comida y del Estorkenofel ese... Bruno: ¿De vera yo dije Adriana? Manuel: Sí, yo me acuerdo... Bruno: Bueno, ya que estamos hablando de Adriana, me gustaría decirles algo... Rosalía: ¡Hola, hola mis amores...! Aquí les dejo, como cortesía de la casa una botellita de Hidromiel... Manuel: ¡Uy qué bien se ve eso!
9
Rosalía: Esta es una bebida tradicional vikinga, para que celebren el cumpleaños de don Bruno. Bruno: Muchas gracias linda... Rosalía: Dicen que esta bebida alegra el corazón y hace más dulces las palabras.... Acerca a los amigos, une a las familias y libera el corazón de los amantes... Jorge: Este... Qué interesante... ¿verdad? ejmmm.... Rosalía: Cuenta la saga de Gunnjorn el Sonoro, que quién brinda con hidromiel durante un banquete no puede mentir en toda la noche... De ahí la costumbre de servírla durante la noche de bodas: para que la verdad brille por siempre en el lecho de los enamorados... De hecho, la luna de miel se llama así, por que los recién casados tomaban esta deliciosa bebida justo antes de hacer el amor... ¿Así está bien así, George, o quiere un poco más? Jorge: No, no, así está bien; gracias... Manuel: No le haga caso Rosalía, sírvale más, sírvale más... Jorge: Manuel, ¡hagáme el favor! Bruno: Manurel tiene razón. No sea malagradecido Jorgito. Tome más, que de por sí es gratis y no la tiene que pagarla... Jorge: Bueno, un poco más; ¡pero poquito...! Rosalía: ¿Cómo así? Jorge: ¡No! Bueno; déjelo así... Gracias... Rosalía: Con mucho gusto; ¡bello! Sven: ¡Rosalia! ¡Rosalia! Kjøttboller bord nummer sju! Rosalía: ¡Uy sí! ¡Las albondigás de la mesa número siete! ¡Ya voy! Disculpen... Jorge: Familia: ¿Qué les parece si brindamos?. Manuel: Me parece excelente.... Jorge: ¡Epa! ¿Que va a hacer? Manuel: Pues voy a brindar, como usted dijo... Jorge: Pero, ¿cómo se le ocurre? Usted no va tomar alcohol... Mejor brinde con agua... Bruno: ¿Brindar con agua? ¡No, muchacho! Eso es un pecado... Jorge: Papá, Manolito está niño para estas cosas Manuel: Pero papá, ¿que tiene de malo? Jorge: ¡No me discuta!, cuando tenga dieciocho años toma todo el licor que quiera, antes no.
10
Manuel: Pero papá, faltan ocho meses para que cumpla los 18... Jorge: Cuando saque la cédula hablamos, antes no... Ahora, agarre su agua... Bruno: Jorge, dejá al chiquillo que se tomé un sorbito para brindar por mi cumpleaños.... Por un brindis no se va a convertir en un alcohólico.... Jorge: Pero papá, ¡es una cuestión de principios! Bruno: Es mi cumpleaños hombre, ¡tratemos de no pelear por un día! Jorge: Bueno, medio dedito, ¡nada más! Y sólo porqué es el cumpleaños de su abuelo... Manuel: Está bien papá... (Jorge se pone de pie para hacer el brindis. Se distrae. El abuelo le sirve un poco más a Manuel, quién esconde la copa con la mano para que no lo descubran) Jorge: En este día en que papá cumple... ¿cuántos años es que cumple papá? Bruno: Varios, hijo, varios. ¿para qué vamos a estirar en detalles? Jorge: En este día quiero agradecerle a la Vida por mi familia. Porqué, aunque ahora somos una pequeña familia de tres; no necesitamos más porque yo sé que siempre voy a poder confiar en ustedes, así como ustedes pueden estar seguros que yo siempre les daré mi amor, mi apoyo y mi...y mi... bueno, ¡y todo lo que tengo! ¡Ustedes entienden! Mas que con cualquier otra persona en el mundo, se que puedo contar con ustedes: con mi padre, ¡ con mi hijo!; para las buenas y para las malas... ¡Salud! Todos: ¡Salud! Fin de la primera parte Desarrollo Una cena vikinga (Cuando hocan las copas, cuernos, cráneos o lo que sea y toman, cambia la luz. Se escucha una especie de música extraña. Es cómo si un hechizo se hubiera apoderado del restaurante... Pero no. Es sólo Rosalía que se animó a cantar y hace su entrada triunfal) Rosalía: ¡Buenas noches señoras y señores! Yo se que es poco común que aquí, en su restaurante El Drakkar Rojo, haya música en vivo; ¡pero! Hoy es una noche especial... Así que me voy a permitir cantarles uno de mis temas favoritos de Abba, con una variante dedicada a la mesa número 1... ¿Puedes escuchar, Jorgito? Me recuerda tiempo atrás, estrellas y una noche allá. En la lumbre azul, Jorgito tarareabas tu canción
11
con ese suave guitarrear. Yo podía escuchar esos tambores con un sordo redoblar... (Y se loquetea) Algo había alrededor, quizá, de claridad, Jorgito que brillaba por nosotros dos en protección, Jorgito Yo no pensába jamás en perder, ni echarme atrás Si tuviera que volverlo a hacer, lo haría ya, Jorgito... Si tuviera que volverlo a hacer, lo haría ya, Jorgito... Sven: Rosaliaaaaa! Eller slutte å synge eller høre meg ut en god tid til å stoppe lidelse! Rosalía: ¡Ay, es que a una no la dejan hacer nada en este restaurante! (Se va) Manuel: ¡Diay mi tata! Salió con serenata y toda la cosa... Jorge: ¡Es una casualidad que la canción tenga mi nombre! Manuel: ¡Ay papá! La canción dice Fernando... Jorge: ¡Dice Jorge! Manuel: ¿Cómo que Jorge? Ni siquiera rima... Jorge: ¡Yo bailaba con Abba, yo me enamoraba con Abba, yo respiraba con Ababa... ba, ba, ¡baboso! Usted no sabe nada porque no es de su generación! Bruno: ¡Pero si cuando Abba esta de moda usted tenía como 6 o 7 años! Jorge: ¡Pero yo me acuerdo decía: (No se la sabe pero trata de tararearla) Lalala lala la la lá, la la la lá! Fernandoooo ¡Digo! ¡Jorgitoooooo!!! Manuel: ¿Ve, ve lo que le digo? Jorge: ¡El caso es que esa canción no es para mi! Hay muchos Jorges en el mundo.... Es más, ese muchacho de la mesa de la par tiene una cara de Jorge que no puede con ella... ¡Seguramente es a él a quién le cantaban! Bruno: Ay mijo, no niegue lo que es evidente para todo el mundo... Se nota que esa muchacha se encaprichó con usted…no sé porqué, ¡pero así es! Me recuerda cuando Margaret Thatcheto de seducirme en un hotelito en South Kensington... Manuel: ¡Noooo! ¡Qué manera mi abuelo! ¿Y qué pasó? Bruno: … Yo les puedo asegurar una cosa: sí yo hubiera aceptado pasar la noche con la Sra. Thatcher en ese cuarto, la Guerra Fría habría tenido otro final...
12
Manuel: ¿Y que lo detuvo? Bruno: … ¡Ay mijito! Yo estaba muy comprometido con la causa, ¡pero hasta los más valientes tienen límites...! Hay imágenes de lo que pasó en el baño de ese lugar que me gustaría borrar de mi memoria... Jorge: ¡Ay papá! No me va a decir que usted y la Dama de Hierro... Bruno: … ¡Jorge! No me haga hablar por favor... Sólo les voy a decir que yo sí se realmente porqué le decían la Dama de Hierro... (Entra Rosalía) Rosalía: ¡Hola mis amores! ¡Aquí están las entradas! Bruno: Muchas gracias linda... Rosalía: ¡Ay no!, si yo no soy tan linda...; ¡lindo su hijo! Jorge: Este... que bien se ve todo, ¿verdad? Manuel: ¡Ríquisimo! Jorge: ¿Qué son? Rosalía: Es una bandeja con delicias nórdicas: esto de acá, por ejemplo, son trocitos de diferentes tipos de ost.... Jorge: Ost?? ¿Y qué eso por amor de Dios??!! Rosalía: ¡Ay tan lindo que se ve cuando se asusta! Ost, significa queso, mi rey... Jorge: ¡Ahhh! ¡Sí! Yo sabía, ¡yo sabía! Rosalía: Este es pultost, que es de leche agria; este es el gjetost, que es dulce; este es gammalost; que significa “queso de viejito”! Jorge: ¿Y a que sabe? Rosalía: Pues como a eso: a viejito Sven: ¡Rosalía! ¡Rosalia! Sild kom allerede! (¡Ya llegaron los arenques!) Rosalía: ¡Uy los arenques...! ¡Ya voy...! Perdonen, tengo que ir a ayudar a descamar el pescado... (Se va) Jorge: ¡Señorita! ¡Disculpe, señoritaaaa...! Manuel: Rosalía, papá; dígale Rosalía; a ver sí acaso tengo mamá nueva para Navidad... Jorge: ¡Ay Manuel! No empiece por favor... No siga con esas idioteces... ¡A veces parece que usted no conecta la lengua con el cerebro! ¡Ya no moleste más con eso...!
13
Bruno: Jorge, no es esa la manera de hablarle al muchacho... Jorge: Papá, no estoy de humor... Manuel: No, si usted nunca está de humor... Parece que todas las mañanas se maja una oreja con la puerta del baño para estar de chicha todo el día... (Se levanta) Jorge: Manuel, ¿a donde cree que va? Manuel: ¡Al baño! ¿Es que ahora resulta que ni siquiera puedo desaguar sin pedirle permiso? (Sale) Jorge: ¡Manuel! ¡Venga para acá! ¡Manuel! Bruno: A ver Jorge, ¿que está pasando? Jorge: Qué tengo un hijo malcriado y bocón, ¡eso está pasando!... (Rosalía pasa como llevando platos sucios a la cocina) Rosalia: ¡Ay George!, perdone que me meta, ¿verdad?, pero a mi Manuelito no me parece para nada un muchacho malcriado... ¡Al contrario! Parece un dulce de leche, ¡igualito que el papá! Jorge: Lo que pasa es que usted no lo conoce... ¡Es candil en la calle y oscuridad en la casa! Rosalia: ¿Y no será que le está haciendo falta algo, que hay una carencia en la vida de ustedes; algo así como una figura materna en la casa? Alguién que llene el lugar que dejó vacío su esposa... Jorge: Este... no sé... ¡no creo...! Emmmm ¿Me suelta la corbata por favor? Rosalia: Piense lo que le digo, corazón y ahorita hablamos... (sigue su camino) Bruno: ¿Sabe qué? Yo creo que esa Rosalía tiene algo de razón. Tantos años de soledad le han agriado el carácter.. Jorge: ¡Ay no papá! A mi no me hace falta compañía ni nada. ¡Yo estoy bien! Bruno: ¿De verdad usted cree que va a poder mentirme a mí, a su padre? Jorge: No, no le estoy mintiendo... Bruno: No podía engañarme a los cinco años, cuando le pegaba Maruja, la hija del pulpero; y tampoco va a poder engarme ahora; ¿me oyó? Jorge: ¿Vamos a volver a hablar otra vez de Maruja? Tantos años y siempre sale a relucir el mismo tema... Bruno: Es que le daba una clase de zopapeadas, ¡como de campeonato! Me lo dejaba todo moreteado..., Jorge: ¡Era más grande que yo! Bruno: Y siguió pegándole a mi chiquito... hasta los 18 años... ¡Pobrecito!
14
Jorge: ¡Es que seguía siendo más grande que yo! Y además, estaba medio loca... Bruno: Lo que nunca supe es por qué anduvieron de novios todo el colegio... Jorge: ¡Bueno papá! El caso es que a mi no me pasa nada... Bruno: Mire Jorge, yo reconozco una mentira a 25,47 metros de distancia, a oscuras, en mitad de un aguacero ¡y sin anteojos...! Jorge: Mejor cambiemos de tema, ¿está bien? ¿A que sabe esta cosa de aquí? Bruno: Ni piense que usted se me va a escabullir tan rápido... Recuerde que yo una vez hice llorar de miedo a un coronel libanes, en el 85, cuando lo estábamos interrogando... Jorge: ¡Ay papá! En 1985 vivíamos en Tres Ríos y no salió del país... ¡Yo me acuerdo! Bruno: ¿Y quién le dijo a usted que el interrogatorio lo hicimos en otro país? Jorge: No estoy de humor para sus historias... Bruno: Exactamente eso es lo que pasa ¿porqué no está de humor?... ¿Qué le sucede? Jorge: Nunca me ha gustado que ande inventando historias... Bruno: En primer lugar, yo no invento historias... Algunas las decoro, ¡pero nada más...! todas están basadas en hechos reales, ¡y algunas hasta me pasaron a mí..!. En segundo lugar, es cierto que usted nunca ha tenido un carácter muy dulce que digamos, pero últimamente está rematado... ¡Qué le vamos a hacer! Sacó el carácter de su madre, ¡Que Dios la tenga en la Gloria! Jorge: ¡Papá, por favor! Mamá todavía está viva... Bruno: Sí, pero cada día que pasa desde que nos divorciamos, ¡yo siento que estoy en la gloria! Solamente deseo que ella la está pasando muy bien también... ¡En donde quiera que esté...! Jorge: Mamá vive ahora en Turrialba... Bruno: ¡Ay, que bien por ella! Y por mí, que nunca voy a Turrialba... Jorge: ¡Papá! Por favor... Bruno: Dígame, ¿es por eso que está así? ¿Porqué su mamá y yo nos divorciamos? Yo se que los hijos sufren mucho cuando una pareja se separa... Jorge: Sí papá, pero yo ya era un adulto cuando ustedes se divorciaron ¡un trauma no se me iba a hacer a estas alturas! Bruno: ¡Pero bien que hizo un berrinche! Cómo veinte minutos estuvo aguantando la respiración... Jorge: ¡Es que fue una sorpresa para mí! Pero ya lo acepté... Bruno: Tiene que entender que los dos queríamos disfrutar los años que nos quedan de la mejor
15
manera posible... Jorge: Yo entiendo papá. Bruno: ¿Sabe desde cuando no hacíamos el amor su mama y yo con todas las de las ley? Desde el 8 de mayo de 1998... ¡Imaginese! Jorge: No es necesario tanto detalle... Bruno: Me acuerdo bien porqué era el día que Chema Nomeacuerdo dejaba el poder. ¡Y nosotros nos pegamos una borrachera tan grande para celebrarlo! ¡Ah! estábamos tan eufóricos, que su madre se subió en la mesa del comedor, se acostó sobre el mantel y entonces... Jorge: ¡Papá! ¡Que asco! Pare ya, que yo comía en esa mesa.. Bruno: no solo usted comía ahí, mijito, no sólo usted... Jorge: Bueno, La cuestión es que yo no estoy traumatizado por el divorcio de ustedes, ni por nada... Bruno: ¿Entonces? Diga de una vez que es lo que pasa... Jorge: Estoy tenso por el trabajo... Eso es todo... Bruno: ¡Ya sabía yo que a usted la pasaba algo! (Regresa Manuel) Jorge: Manuel... Manuel: ¿Ahora que hice? ¿Me va a volver a regañar? ¿O es que va a tratar de pegarme?¡Porqué si toda la noche vamos a estar en un puro pleito, yo mejor me voy de una buena vez...! (Se levanta) Bruno: ¡Manuel! Siéntese y escuche a su papá... Jorge: Mire Manuel, realmente quiero decir... Es que yo... Fui yo el que... Mire, discúlpeme... No debí hablarle así.. Manuel: Ay no me asuste mi tata... ¿Usted disculpándose? ¿Tiene cáncer verdad? ¡Seguro es eso! Rosalía: ¡Hola! Permiso, por favor. Es que se me olvidaron las salsas para sus entradas... ¡Perdonen, permiso que aquí voy...! Jorge: ¿Y de que son esta salsas??? Rosalía: Ay George, usted tanto que pregunta y todavía no me ha preguntando mi número de celular... Jorge: Es que vea, no me lo tome a mal por favor; es solo que a mi me gustaría estar seguro de lo que estoy comiendo... Rosalía: ¡Por Dios Georgiño! Hoy en día uno no puede saber que se está comiendo ni aquí, ni en su casa, ni en ningún lado. ¿No ha oído hablar de los transgénicos? Uy, es que en esta época en que vivimos una no puede estar segura de que es lo que se lleva a la boca...
16
Jorge: Sí, pero... Rosalía: Entonces no sea bobito y cómase todo sin chistar, ¿está bien? Creame: yo solamente le voy a dar cosas que le van a gustar... (Se va) Manuel: Papá, vea; yo entiendo que usted se exaltó y que no me quiso tratar mal, pero bueno, quiero aprovechar que estamos aquí, cómo en otro ambiente y, siendo sinceros, que aquí está el abuelo para que me defienda, y decirle que usted anda más irritable que de costumbre... ¿Le pasa algo? Jorge: Ya les dije que no.... Manuel: ¿Es cáncer, verdad? ¡Por eso anda con esa cara! ¡Sí hasta da lástima ver lo acabado que está! Jorge: Yo estoy muy sano... Bruno: ¿Seguro? ¡Porqué sí así se ve sano, no me gustaría verlo enfermo... Jorge: Yo estoy fuerte como un toro... (Rosalía pasa atendiendo otras mesas, y cómo quién no quiere la cosa, comenta) Rosalía: (Casí al oído) ¡Uy mi minotauro! Muuuuuuu… (Rosalía se va) Bruno: ¿O es que ya andamos con la próstata y esas carajadas...? Jorge: No, no ¿cómo se le ocurre? No es nada de eso... Bruno: Entonces? Sí se siente decaído, si necesita algo para levantarse, ¿me comprende? yo le puedo recomendar unas pastillitas azules que hacen milagros... Jorge: ¡No papá!... Estoy así por el trabajo... Rosalía: ¡Menos mal! (Rosalía se va) Manuel: ¡Esa cuecha de brete lo va a matar un día de estos! Jorge: ¡Manuel! ¿Qué es esa boca? Y además, delante de su abuelito... Manuel: Lo siento papá, pero yo lo he visto durante toda mi vida trabajando para esa empresa pedorra donde no le pagan lo que usted vale. ¿Y todo para qué? Jorge: ¿Sabe para qué? Para mantenerlo a usted, pagarle el colegio y para que pueda comprarse esos zapatos de payaso que tanto le gustan... Manuel: No mi tata, usted se mal mata a diario para que el mezquino de su supervisor se lleve todo el crédito... Perdóneme, ¡pero eso no es vida! Y otra cosa, con mis cachos mejor no se meta... Jorge: Tal vez no era vida para ustedes, pero ese trabajo era todo lo que yo tenía...
17
Manuel: ¿Cómo que era? Jorge: Sí... digo era porqué... por hace seis meses que me despidieron... (Entra Rosalía) Rosalía: ¡Hola guapos! ¿Todo bien por aquí? Bruno: Todo en orden; gracias Rosalía. Rosalía: Se me olvido preguntarles si les había gustado la canción... Jorge: Sí, sí este... muy buena pieza... Rosalía: Si quiere le puedo cantar otra... Bruno: Tal vez Rosalía, es mejor que no se moleste... Lo que pasa es... Rosalía: ¡No se preocupe don Bruno! No es molestia. Hoy, ahora, ¡el presente! es el mejor momento para cantar, para reír y ser felices, ¿no?. ¡el que canta su mal espanta...! El reloj ya marcó medianoche y otra vez encontré que tan solo me acompaña la TV El soplar de ese viento afuera vive la desolación me oprime con angustia el corazón. No hay mas que soledad nadie, ni por piedad. Dame, dame, dame amor esta noche alguien que me ayude a las sombras borrar Dame, dame, dame amor esta noche hasta que amanezca ver el día aclarar... Sven: Rosalia! Hvis du ikke slutte å synge jeg som vil gi, men med en hammer på hodet! Rosalía: ¡Ah no Sven! A mi tampoco va a venir a hablarme de esa manera tan fea... (Se va echando chispas) Sven: ¡Ay,ay, ay, ¡No! ¡auch!, ¡Forsatt! ¡Aaaahhh! Bruno: Pero, a ver Jorge, ¿qué pasó? ¿Porqué lo despidieron mijo?
18
Jorge: No fue sólo a mí. En general, la compañía despidió a treinta mil empleados en todo mundo... ¡Treinta mil! Nosotros estábamos tranquilos porque el gerente general nos reunió a todos y nos aseguró que en Costa Rica nadie se iba a quedar sin trabajo... que gracias al TLC nuestros trabajos estaban seguros, porque los trabajadores de aquí son más inteligentes, más capacitados ¡y más baratos!. Que esa era nuestra ventaja competitiva y seguramente todos los despidos iban a ser en la casa matriz de Estados Unidos, dónde todo es mucho más caro que acá, que no viéramos esto como una crisis. Sino como una etapa de metamorfosis, de la cual, al final, todos saldríamos con alas... Y una semana después, ¡tome! Todos a la calle, sin alitas, sin trabajo y sin nada... A nadie se le ocurrió que iban a mover todas las operaciones a la India y a China, donde están mas capacitados que nosotros, son más trabajadores y todo sale más barato que aquí... Manuel: ¡Nos llevo el chino como quién dice! Jorge: Así están las cosas... Manuel: Pero, papá, ¿seis meses? Cómo es posible que no me diera cuenta... Jorge: Tampoco es que usted me preste mucha atención que digamos... Manuel: Bueno, usted tampoco se sienta a hablar conmigo... Jorge: ¿Y en que momento? Sí usted pasa en la calle con esas juntas tan raras que tiene; y cuando no está en la calle está tirado en el sillón jugando con su Atari... Manuel: No sea rídiculo mi tata, que el Atari dejó de existir hace como mil años. Lo que yo tengo es un Play Station 3, ¿ok? ¡Cómo no sabe esas cosas si usted me lo compró...! Bruno: Bueno, bueno, dejen de pelar que no es eso lo importante... Además, usted sabe Manuel lo que pienso de los Play Station... Yo soy, y siempre seré, un hombre de Xbox... Pero volviendo a lo que importa: Jorge, durante todo este tiempo, ¿qué es lo que hizo para comer, para pagar la luz, para el alquiler y esa cosas?¿porqué no me pidió ayuda? Jorge: ¿Qué clase de hombre sería sí a estas edades ando dependiendo de mi tata? ¡Yo no soy ningún parásito! No, no; un hombre sólo es un verdadero hombre si trabaja y mantiene a su familia. De lo contrario, es sólo un fracaso, un cero a la izquierda, un borrón en la pizarra de la vida... Bruno: Pero que Drama Queen! Salió igualito que su mamá. (Saca la billetera) A ver, ¿cuánto necesita? Jorge: ¡Papá! Guarde eso... ¡Que vergüenza! Manuel: Pero, explíqueme una cosa. Yo lo vi salir a usted, todas las mañanas de la casa, como cuando iba a la oficina. ¿A dónde iba?... Jorge: ¿A dónde cree? ¡A buscar trabajo! Las primeras semanas traté de ser selectivo.¡pero que va! Cuando la plata se empezó a ir, y se pusieron estrechas las cosas, yo pensé ¡aquí es agarrando lo primero que caiga!... Manuel: ¿Y porqué no me dijo algo? Tal vez yo podría haberlo ayudado... Jorge: No quería calentarle la cabeza. Mi responsabilidad es mantenerlo a usted, y su responsabilidad es estudiar, graduarse del colegio e ir a la universidad. No quiero que mis
19
problemas lo distraigan de los estudios. ¡Menos con los exámenes de bachillerato tan cerca! ¿Cómo es tan ágil para las matemáticas? Manuel: Pero papá, si es necesario yo dejo el colegio y me pongo a trabajar... ¿qué es la vara? Yo al trabajo no le tengo miedo... Jorge: ¿Qué? ¿Usted está loco o es que lo patió un pollo?. Bruno: ¡En eso estoy de acuerdo con su papá! Manuel: ¡Diay! Yo solo digo que un hombre tiene que hacer lo que un hombre tiene que hacer... ¿o que piensa que soy un vago? ?¿Es eso? Jorge: No, no es eso... Manuel: ¡Porqué ya me lo ha dicho antes! No crea que se me ha olvidado... Jorge: Sí, pero no es eso... Manuel: Y si me va a seguir diciendo vago, yo mejor me voy de una buena vez... (se levanta) Bruno: ¡Ay ya, basta de pelear los dos... ! Es que son como una alkaseltzer... Además, si fuera necesario, yo les ayudo.. (Saca la billetera) Jorge: No, no va a ser necesario porqué.. yo sé cómo superar esto... Bruno: A ver, ¿qué está pensado hacer? Jorge: Estos meses me he mantenido a con trabajos ocasionales… Bruno: ¿Y cómo dónde ha trabajado o qué? Jorge: Bueno, le manejé el taxi a Lourdes, una amiga mía, en el turno de noche... Manuel: Ahh, por eso un tiempo estuvo llegando tan tarde en la madrugada... Jorge: Y todo iba muy bien, cada día entendía mejor el negocio y ganaba más plata... Manuel: ¿Y entonces? ¿Porqué lo dejó? Jorge: Diay, lo que pasó es que un día estaba manejando en mitad de una aguacero, ahí por Barrio México... Y en eso doy la vuelta en la esquina y ¡bum! Manuel: ¿Se estrelló? Bruno: ¿Lo chocaron? Manuel: ¿Lo asaltaron? Bruno: ¡Ah seguramente lo asaltaron! Cuando yo fui taxista en Tailandia, allá en el 79, a mi también me asaltaron... Jorge: ¡No que va! Ningún asalto. ¡Me caí en un hueco...! ¡Vieran usted que clase de cráter! Con la lluvia no lo vi, y ¡zas! Era tan grande ese lago que se le arrugó la trompa al carro, se quebró el
20
cigüeñal y casí se le cayó la llanta delantera derecha... Caí tan profundo, que el motor se me inundó, una tilapia entró en el tanque de gasolina y tuvieron que usar dos grúas para sacarme... Manuel: ¡Ahhh! por eso ahora se pone tan nervioso cuando se sube a un taxi... Bruno: Y cuando comemos tilapia... Jorge: Comprenderán que Lourdes me despidió, porque prácticamente la dejé sin carro... ¡Y queríacobrarme los arreglos, pero, ¿yo de donde le voy a pagar? Bruno: Por dicha que no le quisieron cobrar de la misma manera que me cobraron a mi en Tailandia por el taxi que me robaron... Desde entonces, ya no puedo ver juntas a una vara de bambú, a un encendedor y a un litro de leche... ¡Y no me hagan hablar de eso! Jorge: Bueno, para hacerles el cuento corto, en estos meses hice de todo un poco: Fui asistente de cocina en una marisquería... Manuel: Por eso un tiempo llegaba a la casa lleno de quemadas y oliendo a pescado... Bruno: Yo sé lo que es andar así... Jorge: Fui cartero unos días... Manuel: ¡Ahhh! Esa fue la vez que llegó mordido de perros y con los pies hinchados... Bruno: Yo sé lo que es andar así... Jorge: Y hasta fui guarda de seguridad aquí a la vuelta, en un bar de la Calle de la Amargura... Manuel: Seguramente fue la vez que llego todo moreteado y con la jeta rota... Bruno: Yo sé lo que es andar así... ¡Que duro que pegaba ese confitero de Mike Tyson! Por dicha no me alcanzó las orejas... Jorge: Pero bueno, finalmente hemos sobrevivido a todo... Haciendo cuentas yo creo que nos alcanza para vivir uno o dos mes más, sin problemas... Manuel: ¿Y después? ¿Qué vamos a hacer? Jorge: Tengo una posibilidad de trabajo en firme... Y hasta gano un poquito más que en mi otro trabajo... Bruno: ¡Ah bueno! ya me había preocupado... ¡Va a ver que todo va a salir bien! Manuel: ¿Y de qué es el trabajo? Jorge: Es un puesto administrativo, muy técnico, en una compañía constructora... Manuel: ¡Ah mi tata! No sabe lo feliz que estoy, sobre todo por usted... Jorge: Ahora Manolito, hay un detalle con este trabajo... Manuel: ¿Qué es? No me tenga más en suspenso papá
21
Jorge: Qué la compañía es una de las constructora que están ampliando el canal de Panamá... Manuel: ¿Qué? Jorge: Yo conseguí el trabajo sólo porque conozco a uno de los gerentes. El caso es que dentro de poco vamos a irnos a Panamá... Plato fuerte: Manuel tiene un secreto (Otro intermedio musical de Rosalía) Rosalía: ¡Hola otra vez! Cómo he recibido muchos halagos y buenos comentarios por parte de todos ustedes, ¡tan amorosos que son!, por las canciones que he interpretado esta noche; Sven me dió permiso de cantarles una canción más... Para todos ustedes mis amigos, y especialmente para MI angelito... Yo lo soñé y el corazón me habló de amor con emoción. Si vives la magia de hadas que hacen bien verás que el futuro sonríe también Creo en angelitos que me cuidan siempre de caer creo en angelitos que la vida linda me hacen ver. Yo llegaré yo lo soñé Sven: Hold kjeft, hold kjeft, hold kjeft jeg fortvilelse! Rosalía: ¡Sven! Usted me prometió que me iba a dejar una canción completa... Sven: Ingenting! Ingenting! og kommer til å hogge løk.... Rosalia: ¡Picar cebolla, picar cebolla! Desperdicio mi talento picando cebollas... (sale) Manuel: ¡Pero no es posible que usted me haga esto...! Jorge: ¡No va a ponerse a hacer un escándalo por qué conseguí trabajo! Manuel: ¿Y que quiere que haga? ¿Qué me ponga a aplaudir cómo una foca? Jorge: ¿Quién lo entiende a usted? Hace tres minutos estaba feliz porqué había conseguido un buen puesto... Manuel: ¡Pero es que yo no sabía que ese nuevo trabajo significaba irnos a meter a no sé parte
22
del Tapón del Darien... Jorge: Por favor Manuel, vamos a vivir en un departamento en el centro de Ciudad de Panamá... Manuel: ¡Ah no! Lo que soy yo, no voy ni a Panamá, ni a Disneylandia, ni a ningún otro país... Bruno: Panamá es un buen lugar para vivir Manuel, uno se acostumbra muy rápido... Manuel: ¡Yo no me voy a acostumbrar nunca! Bruno: Mire, entre los carnavales, los edificios tan lindos que hay ahí y las panameñas, ¡yo a los tres días ya no me quería ir! Jorge: ¡Ay papá! ¿Acaso usted estuvo alguna vez en Panamá? Bruno: ¿Qué? No, no... Yo nunca he estado en Panamá.. y si oyen algo de un pleito, y una fiesta, y la esposa de Noriega, ¡yo no tuve nada que ver!... Rosalía: ¡Permiso mis amores! ¡Que aquí vienen los platos fuertes! Jorge: Pero, ni siquiera hemos podido terminarnos las entradas... Rosalía: ¡Ah, pero es que las delicias que traigo no pueden esperar más! ¡Vea que maravilla! En esta ollita está la Janssons frestelse...¿Sabe qué significa eso George? Jorge: ¿Qué? Rosalía: ¡La tentanción de Janssons! ¿No le parece un nombre muy sugestivo? Jorge: Este... sí, muy singular... Rosalía: ¡Y con lo que me gustan a mí las tentaciones! ¿A usted le gustan? Jorge: La verdad es que somos católicos, así que eso de las tentaciones... Manuel: Yo no soy católico. Soy budista... Bruno: Y yo, sobre todo, soy Sagitario... Jorge: ¿Cómo que es usted es budista Manuel? Manuel: Sí. En este país hay libertad de culto, ¿o no? Jorge: Usted sólo dice eso porqué piensa que me va a molestar... Manuel: Es mi nueva fe papá, y le pido que me la respete... Jorge: Pero, ¿cómo que Budista?, ¡si hace un minuto estaba comiéndose un pedazo de costilla así de grande! Manuel: Este... ¡Bueno! Es que... soy un budista en proceso de aprendizaje, ¡pero budista al fin! Jorge: ¡Quién sabe quién le está metiendo esas cosas en la cabeza! Seguramente es Jaime, su amigo ese que es medio hippie...
23
Manuel: ¡No papá! Él no tiene nada que ver con esto... Bruno: ¿Ustedes saben que yo fui de los primero hippies que hubo en el país? Rosalía: ¡Bueno mis amores, sean lo que sean, esto les va a encantar: el famosos Cerdo noruego al curry; tilapia a la vikinga, y claro está, el pilar de nuestro banquete de hoy, el Karjalan Paisti o guisado de las tres carnes... Manuel: Ah no, yo me compro ese karma, ¡tengo que probar el carajadan ese! Rosalía: Y para que bajen la comida, aquí hay cerveza, más hidromiel y una botellita de akravit... Jorge: ¿Y esa akravit que es? Rosalía: Un licorcito... Jorge: ¿Es muy fuerte? Rosalía: ¡No! ... sólo tiene un 40% de alcohol... De los más suavecitos que se puede encontrar en el bar de un vikingo... ¡Si quiere le traigo algo más fuerte! Digno de hombres de verdad... así como usted... Jorge: ¿Y no tendrán así como fresquitos naturales? Rosalía: Creo que le puedo traer un juguito de naranja del que servimos en el desayuno... ¿o será que prefiere juguito de melones...? Jorge: Lo que me pueda traer está bien... Rosalía: Yo le traigo todo lo que usted me pida... Bruno: Y a mí me trae más akravit, ¡pero del etiqueta negra si fuera tan amable! Rosalía: Bueno, ya vengo con sus bebidas. ¡Provecho a todos! Bruno: Vean mis muchachotes, yo sé que los tiempos son difíciles; pero, por ser mi cumpleaños, tratemos de comer todas estas delicias en santa paz y luego seguimos conversando sobre Panamá, el trabajo y esas cosas, ¿está bien? Manuel: Estoy de acuerdo con usted mi abuelo.. Jorge: Yo también... ¡Comamos y luego hablamos...! Manuel: Sólo quiero hacerle una pregunta más mi tata! Bruno: ¡Va seguir Petra con calentura... Manuel: ¿Cuándo me lo iba a decir? ¿El día que tuviéramos que irnos al aeropuerto? Bruno: Yo mejor voy al baño... ¡Con permiso! ¡Par de ellos...! (Sale)
24
Jorge: Primero que todo, ni se haga ilusiones de que vamos a ir en avión: en bus, papito, que tenemos que ahorrar. Y en segundo, lugar estaba esperando el momento adecuado para decírselo... Manuel: ¿Y cuando iba a ser eso? ¿Cuándo llegarámos a Chiriquí? Jorge: Yo no entiendo porqué se pone así. No es por mi gusto que tenemos que irnos. ¿Usted entiende lo duro que es para un hombre mayor de 40 conseguir brete? Y además, de aquí a que nos vayamos queda el tiempo suficiente para que usted presente bachillerato, termine el colegios y se pueda ir sin ninguna preocupación... Manuel: ¿Y el baile de graduación? Jorge: Bueno, es cierto que tal vez se lo tenga que perder; ¡pero tampoco es que se va a morir si no va...! Manuel: Ah, claro, mis cosas no son importantes... Jorge: Yo no quise decir eso... Manuel: Lo que pasa es que usted no me entiende... Jorge: Pero bueno hombre, perderse un baile no es el fin del mundo... Manuel: No es sólo un baile... Jorge: ¿Entonces que es? ¿La coronación de la reina de Inglaterra? Manuel: Lo que usted me está demostrando, don Jorge, es lo poco que me conoce... Jorge: ¿Cómo que don Jorge? Mire, igualado, yo soy su papá. Y déjeme decirle, además, que yo soy su papá lo comprendo y lo conozco mejor de lo que usted se conoce a sí mismo... Manuel: ¿Ah sí? Jorge: Sí. Manuel: Sí eso fuera cierto entendería por lo que estoy pasando y no tendría que estarle dando explicaciones... Jorge: ¿Y yo qué? ¿A mí quién me entiende...? Manuel: ¡Ahora resulta que la victima es usted! Jorge: No, si tampoco es una cuestión de víctimas Manuel; Manuel: Ni siquiera sé porqué sigo discutiendo. ¡Usted nunca me va a entender! Jorge: Pero bueno, entonces explíqueme, ¿cuál es la tragedia de que nos vayamos a vivir a Panamá? Manuel: Qué todo mi mundo está aquí... Mi barrio, mis amigos, mi colegio...
25
Jorge: ¡Pero si a usted ni le gusta ir al colegio! Con lo que me cuesta levantarlo en las mañanas. Además ¡ya está a punto de graduarse! De por sí, ya no iba regresar.... ¿De qué me está hablando usted? (Regresa el abuelo) Manuel: La vara es que yo no me voy a vivir a Panamá... Jorge: ¡Entonces va a tener que irse a vivir con su mamá a Canadá! Manuel: ¡Ah no!, ¿con ese frío? Bruno: En eso tiene razón Manuel. En Ontario uno siente que se le va a caer la nariz de frío a uno. Y además Manolito, ¡las canadienses no se pueden comparan con las panameñas! Manuel: Yo no me quiero ir para Canadá, ni para Panamá, ni para la Conchinchina. ¡Yo que quiero quedar en mi país! Jorge: Pues va a tener que escoger: si no quiere vivir conmigo, se va con su madre... Canadá o Panamá ¡escoja! Manuel: Yo escojo quedarme en Costa Rica; porqué Costa Rica es mi patria querida.. y yo la defiendo, la quiero y la adoro... Bruno: Y dígame una cosa Manuel... ¿cómo se llama? Manuel: ¿Quién? Bruno: La muchacha esa que no quiere dejar aquí y por quién su vida daría... Jorge: ¿De qué está hablando papá? Bruno: Ay Jorge, ¡que inocentón que es usted a veces ! Es evidente que Menuelito está enamorado y no quiere dejar a su noviecita... Jorge: ¿Es cierto Manuel? ¿Usted tiene novia? Manuel: No papá, no es eso... Bruno: Ay Manuel, uno sólo se pone así por una mujer... Manuel: No abuelo, no es eso, ¡de verdad! Bruno: ¡Yo estaba igual cuando tuve que dejar a una bailarina con la que tuve un romance en el Nueva York de los 70s...! Jorge: Pero, papá, yo nací en 1970 ¡y usted ya estaba casado con mamá! ¡Qué es esa barbaridad por Dios! Bruno: El caso es que mi bailarina y yo nos queríamos mucho, ¡pero es que éramos tan diferentes...! Yo era más explosivo, más aventurero; y ¡todo hay que decirlo! Más atrevido en la cama... ¡Ah!, mi querida Madonna... Jorge: Manuel, vea, si todo esto es por una mujer, tome en cuenta que si de verdad se quieren,
26
y es buen muchacha, ¡sabrá esperarlo! Cuando algo está está para uno, los clavos le caen del cielo y no se lo lleva la corriente... Bruno: Además muchacho, parte de madurar es aceptar que la vida a veces lleva a las personas que se quieren por caminos diferentes... Aunque esa mujer te mande poemas donde dice que se siente como un virgen, acariciada por primera vez... Manuel: Miren, yo no quiero seguir con esto, ¿porqué mejor no pedimos la cuenta y nos vamos? Jorge: Entonces, ¿vamos a arruinarle así el cumpleaños a su abuelo? Bruno: ¡Por mi no se preocupen! Qué yo le puedo decir a Rosalía que me empaque todo esto y me lo llevo a mi casa. (Rosalía aparece con las bebidas casí de la nada) Rosalía: ¿Me pareció oír que ya se van? Jorge: Sí... nos puede traer la cuenta por favor... Rosalía: ¡Pero yo sí los traía las bebidas que me pidieron! Bruno: Empaquélas para llevar, si no es molestia... Rosalía: No me diga don Bruno, que no les gustó la comida... Manuel: Todo estába muy rico, de verdad... Rosalía: ¿Y entonces? ¿porqué se van tan temprano? ¿pasó algo malo? Bruno: Son cosas de familia... No se angustie... Rosalía: Bueno, no puedo evitar angustiarme... ya que en un futuro cercano voy a ser parte de la familia, creo que es mi deber decir algo... Manuel: No, miré, es mejor así... Rosalía: Pero es que yo los veo como enojados, como peleados; ¡y a mi me da un no se qué, aquí, en el pecho...! Jorge: Le agradezco mucho la preocupación, pero Manuel tiene razón, Rosalía: Yo sé que usted está muy, muy, muy enojado... ¡vea la trompita tan linda que pone! Y sospecho porqué es... Es natural que un padre tenga algunos conflictos cuando un hijo le confiesa algo tan importante, ¿no? Manuel: Un momento, ¿de qué está hablando? Rosalía: Pero, yo creo que usted, corazón, debe entender que no tiene nada malo que Manuel sea como es y allá escogido una vida diferente a la suya... Manuel: ¡Rosalía! ¿Porqué mejor nos ayuda y empaca la comida? Es que nos la queremos
27
llevar, ¿está bien? Rosalía: ¡Ay Manuel! Pero es que yo creo que usted tiene que defender su derecho a ser diferente... Jorge: ¿De qué está hablando? ¿Manuel? Rosalía: Más que, según escuché de pura casualidad, Manuel está por cumplir los 18. ¡Con más razón, creo yo, tiene derecho a vivir su vida como quiera, dejar de ocultar lo que es y lo que siente... ¿Estoy equivocada don Bruno? Bruno: No, pues en eso tiene toda la boca llena razón... Manuel: Rosalía, si quiere no se moleste en empacar la comida. Mejor nos vamos de una vez, qué ya es cómo tarde y me entró un sueño... Jorge: Un momento Manuel... A ver Rosalía, ¿de qué está hablando? Rosalía: ¡Ay mi bobito precioso! De lo de Manuel... Manuel: Le juro papá que yo no sé de que está hablando... Rosalía: Ay, deje de fingir y de ocultarlo... ¡Sí ya todos en el restaurante se dieron cuenta! Manuel: Pero, ¿cómo lo supieron? Rosalía: ¿Cómo va a ser Manolito? Si usted lo dijo hace rato... Manuel: ¡Imposible! ¡Sí yo no le he dicho nunca nada a nadie! Rosalía: La verdad es que al principio, así de entrada, no parece; pero ya cuando uno lo ve mejor, se da cuenta que sí, ¡tiene toda la pinta! ¿verdad? Bruno: A ver Rosalía, disculpe, pero podría decirnos de que exactamente es lo que está hablando; porqué la verdad es que no le estamos entendiendo muy bien... Jorge: Y si es lo que yo creo, Manolito va a tener mucho que explicar... Rosalía: Pero, ¿de que voy a estarles hablando? De lo que dijo el niño Manuel cuando traje los platos fuertes; ¡que él es… budista! Jorge: ¿Era eso? Rosalía: ¡Por supuesto! Manuel: ¡Claro papá, claro! ¿Qué más podría ser? Rosalía: ¡Y es que cuando una se le queda viendo bien, así, todo flaquito, pálidejo y con esa mirada como de ido, cómo de quién está viendo a la virgen subida en un ciprés... ¡Todo un budista! Miré mi príncipe, usted tiene que dejar que su hijo tome sus propias decisiones... Si el quiere ser budista, ¡déjelo! El tendrá sus razones...
28
Manuel: ¡Ah, que Rosalía! Muchas gracias por el apoyo; pero, ¿podría ayudarnos con lo de la comida? Rosalía: ¿Cuál comida perdón? Manuel: Ésta, Rosalía, ésta... Nos la empaca para llevar, ¿sí? por favor... Rosalía: ¡Ay si! Que tontilla.... Es que yo veo a los ojos a su papá y me quedo como hechizada... Jorge: Este... Y nos trae la cuenta por favor... Rosalía: ¿Qué? Ah, sí, la cuenta... Rosalía, ¡por favor!, un poquito de compostura... (se va) Jorge: Entonces... Manuel: Entonces... Bruno: Entonces... y ahora también por lo que parece... Jorge: ¿Hay algo de lo que nos quiera hablar? Bruno: ¿Algo que nos quiera decir? Manuel: Bueno, lo he pensado un poco mejor, y tal vez no sea tan mala idea que me vaya a vivir a Canadá un tiempo... Bruno: Yo creo lo mismo. Para empezar, allá si se podría casar... ¡Digo yo! Si es que quiere... Manuel: Este... Y es que se me ocurrió que seguramente hay buenas universidades, en Canadá ¡y cómo ya casi termino el colegio...! Tal vez mamá me quiera ayudar... Bruno: Claro, y las panameñas ya no son un argumento para irse para el sur... ¡aunque viera que hay unos mulatos en Panamá, así, como cincelados en ébano! ¡Bien hechos los carajos...! Manuel: ¡Abuelo! Por favor... Jorge: Necesito un trago del akravit... Manuel: ¡Yo también! Bueno, con su permiso papá... Jorge: ¡Ya para qué me pide permiso! Papá, ¿usted también necesita un akravitazo? Bruno: Diay, yo tanto como necesitarlo, no; ¡pero mal no me va a hacer! ¡Salud! Todos: ¡Salud! (todos arrugan la cara, menos el abuelo claro) Jorge: Entonces... Manuel: Entonces... Bruno: Entonces... y mañana también de seguro...
29
Jorge: ¿Quién es? Manuel: ¿Quién mi tata? Jorge: Diay, quién va a ser... Manuel: No sé, ¿quién? Jorge: Usted sabe... Manuel: No, no sé... Jorge: Diay, su... Este... la.... el... La persona por quién no quiere irse a Panamá conmigo... Bruno: Pareja Jorge, ellos dicen pareja. ¿Verdad? Manuel: ¡Abuelo! Jorge: ¿Porqué no me lo había dicho? Manuel: ¿Decir qué? Jorge: Diay, usted sabe... Manuel: No, no sé... Jorge: Eso... Manuel: ¿Cómo eso? Jorge: Díay, eso, eso... Manuel: Pero, ¿qué quiere decir con eso? Jorge: ¡Eso Manuel! Manuel: Eso pueden ser muchas cosas (señalando diferentes objetos) eso puede ser eso, eso, eso, eso o aquello también puede ser eso... Jorge: Manuel, usted sabe de lo que le estoy hablando, no se haga el loco... Manuel: ¡Es que no estoy seguro si eso que usted dice es eso, o es otra cosa; ¿me entiende? Jorge: No, pues eso, es eso; y no puede ser otra cosa; ¡porque es lo que es...! Manuel: Si, pero si resulta que eso no es eso, o que es lo otro, ¡pues para qué vamos a hablar de ESO y hacer una tormenta en un vaso de agua! Jorge: Diay, porque yo creo que de ESO hay que hablar tarde o temprano.... ¿o no? Manuel: Díay, no sé papá...
30
Bruno: Brindemos por una comunicación familiar mejor para todos ¡Salud! Todos: ¡Salud! (todos arrugan la cara, menos el abuelo claro) Jorge: Entonces... Manuel: Entonces... Bruno: ¡Ay no mijito! No van a seguir toda la noche con lo mismo... Mire Manuel, dígalo de una buena vez; ¿usted es gay o no? Manuel: Diay... ¡Qué le diré! Jorge: Díganos la verdad, ¡que al fin y al cabo somos su familia! Manuel: Pues... sí... Jorge: Perdón... Tengo que ir un momento al baño... (Se va) Bruno: Bueno muchacho, dejéme decirle que por lo menos de mi parte, yo no tengo ningún problema... Algunos de mis mejores amigos son gays: Sir Ian, Elton, Ricky... Manuel: Para serle honesto, yo mismo recién lo estoy aceptando... Bruno: Cómo quién dice, todavía huele a closet... Manuel: No crea, si por mi fuera yo todavía seguiría en el armario, entre el león y la bruja ¡muy cómodito la verdad! Bruno: Eso sí, le voy a confesar que no me lo esperaba. Manuel: ¿De verdad nunca sospechó nada? Bruno: No, si yo creí que era todo un don Juan... Manuel: Bueno, si tengo mi pegue, no crea; sólo que no precisamente con la mujeres... Bruno: Que Bien guardadito que se lo tenía... ¿eh? (palmadotas) ¡Ah que tequioso que nos salió el muchacho! Manuel: Mi abuelo, gracias por entender... Bruno: Es que a estas alturas, yo ya no me asusto de nada... Manuel: Qué va mi abuelo a uno que está viviendo el proceso de aceptarse cómo es, si le dan miedo muchas cosas. Sobre todo, la reacción de la gente que uno quiere. Bruno: Sí uno no puede contar con la familia, no puede contar con nada...Le voy a confesar algo yo mismo, en mi adolescencia, sentí cosas medio raras por un amigo mío que se llamaba Ricardo... Manuel: ¿En serio?
31
Bruno: Tampoco es que pasó nada... ¡pero eran los sesenta, eran los sesentas! Todo era un poco confuso en aquellos días. Y yo no sé que decirle, pero cuando Ricardo se ponía unas mallas que tenía para hacer gimnasia, a mi me daban como unos calores, ¡unos sofoques! Manuel: Créame que yo lo entiendo... Bruno: ¡Pero! Como le dije, no pasó nada! El puro bochorno nada más... (Vuelve Jorge) Jorge: Manuel... Manuel: ¿Sí...? Jorge: No le voy a mentir. Admito que yo no puedo ser cómo su abuelo... No puedo evitar pensar en el SIDA, y en la gente que lo puede tratar mal por lo que es, y en el pecado, el infierno y todas esas cosas Bruno: Yo no sé de donde sacó usted esas ideas. porque lo que soy yo, ¡Sagitario! Jorge: Pero, ante todo usted es mi hijo; y yo lo voy a querer y aceptar como es... Manuel: No se ni que decir... Jorge: Pero quiero que seamos claros... Manuel: Está bien... Jorge: Y nos digamos las cosas de frente... Manuel: Ooook... Jorge: Así que, antes de cualquier otra cosas, póngase la mano en el corazón y dígame:, ¿está seguro que usted es... Eso? Manuel: Sí papá... Jorge: ¿Seguro, seguro? Manuel: Sí papá... Jorge: ¿Seguro, seguro, seguro? Manuel: ¡Qué sí papá! Jorge: Ya, ya entendí... Solo estaba corroborando... Manuel: Bueno papá... le agradezco que trate de tomarlo bien... Jorge: No, pues es que antes que cualquier cosa, está su felicidad y el cariño que le tengo, la diversidad, la pluralidad y bla, bla bla, bla... No lo comparto, no lo puedo entender del todo, ¡pero no lo voy a condenar! Así que, en lo que lo pueda ayudar... Bruno: En lo que le podamos ayudar, qué yo también estoy aquí, ¡siempre apoyando a mis
32
muchachos! Manuel: Por ahora, lo único que quiero es que me den un abrazo... (Se abrazan) Jorge: Ahora, yo tengo algunas preguntas... Bruno: ¡Yo también! Manuel: ¡Ay Dios! Sí se van a poner en ese plan, yo mejor me voy... (Se levanta e la mesa) Jorge: Perdón, pero tenemos derecho a tener dudas, ¿o no? Manuel: Sí papá, ¡pero no me anden haciendo preguntas raras! Jorge: ¡Se lo prometo! Manuel: Está bien... (Se sienta) Bruno: Muchacho, y a todo esto, ¿usted es activo o pasivo? Manuel: ¡Abuelo! Bruno: ¡Ay perdón! Pero es que no es lo mismo, ni nunca lo será, dar que recibir... Jorge: Papá! Manuel... Manuel: ¿Sí señor? Jorge: ¿Desde cuándo lo sabe? Manuel: Yo creo que desde todo la vida papá... Jorge: ¿Por qué no me lo dijo antes? Bruno: ¡Qué pregunta Jorge! ¡Si usted lo regaña hasta por querer brindar en los cumpleaños! Seguramente estaba muerto de miedo... Manuel: La verdad, es que el abuelo tiene razón... a mi me daba miedo que usted no lo comprendiera... Jorge: tampoco es que lo voy a echar de la casa... Manuel: Mi plan era decírselo antes de la fiesta de graduación porqué... yo pensaba ir acompañado al baile... Jorge: Sí, es lo normal, uno siempre va a los bailes del colegio con la novia o alguna amiga... Bruno: No, Jorge, usted no está entendiendo: Manuel iba a ir acompañado del novio... Jorge: ¡Aaaah! Claro... es que todavía no me acostumbro... Manuel: Estábamos planeando salir juntos del closet.. ahí, delante de todos,... Jorge: Con razón se puso como loco cuando le dije lo de Panamá...
33
Manuel: ¿Ahora si entiende lo que me pasaba? Jorge: ¡Estoy tratando! No crea que es fácil para mi... Manuel: No, yo sé que no... Jorge: Y una cosa, ¿pensaban ir al baile con traje o alguno de los pensaba llevar vestido! Manuel: ¡Ay papá por Dios! Bruno: Jorge, pero que bruto que es usted, la verdad... El muchacho es gay, no cabaretera, ni travesti.... ¡Y no es que tenga nada de malo vestirse de mujer! En el 76 yo tuve que salir de Chile disfrazado de aeromoza de Lacsa... Con minifalda y todo... ¡Y no me hagan hablar de la depilación que tuve que hacerme! Jorge: Bueno, disculpen; pero yo no sé que va a pasar ahora, que cambios hay que hacer en su vida, si va a empezar a usar más ropa rosada o hay que redecorarle el cuarto con flores, ¡o que sé yo! Manuel: ¡Papá! Yo soy gay, pero básicamente soy el mismo de siempre. Y cuidado si usted me pinta unicornios en el cuarto... Jorge: Es que esto es muy nuevo para mí... Yo sólo trato de hacer las cosas bien... Manuel: Mire, mejor no jalarle más el rabo a la chancha... Hasta ahora todo ha salido muy bien. Mejor de lo que yo creía. Si quiere, lo dejamos de ese tamaño y no hablamos más del asunto... Jorge: No, no, eso sí que no... Manuel: ¿Pero por qué no? Jorge: Yo tengo que saber quién es su...su... Bruno: Su pareja, Jorge, ¡pareja! ¿O le podemos decir novio? Manuel: ¡Abuelo! Viera que no me está ayudando mucho que digamos... Jorge: ¡Pero así es, cómo dice su abuelo! Yo quiero saber quién es... su pareja... Manuel: Pero, ¿para qué? Jorge: Porqué un padre necesita conocer al... a la.... ¡al novio de su hijo! Manuel: Miré papá, yo creo que por hoy ha sido suficiente. Agradezco la forma en la que recibieron esto y todo, pero mejor ya no hablemos de esto que va a terminar mal... Jorge: Miré, deme gusto por favor... Yo solamente quiero saber si usted está con alguien bueno y no con un vividor, un maleante o un terrorista... Manuel: Papá, pero, ¿qué concepto tiene usted de los gays? ¿Con quién cree que ando?
34
Jorge: No, no es por que usted sea gay... Manuel: Entonces, piensa que soy un idiota... Jorge: Sí, pero tampoco es eso tampoco... Manuel: ¡Es que usted no puede pensar nada bueno de uno! Bruno: Es que de todo hay en esta viña del señor, mijito, y eso también incluye a las uvas que dan diferentes vinos... Jorge: Manolito, sólo dígalo y ya; ¡salimos de eso! Manuel: Bueno... Yo estoy saliendo con... (farfullea) Jorge: ¿Con quién? Manuel: Con... (farfullea) Jorge: ¡Hable claro! Manuel: ¡Es que usted se va a enojar...! Jorge: ¿Porqué? ¿Es mayor que usted? ¿Es un exconvicto? ¿Es alienígena o qué? Bruno: Miré, si yo aguanté a su mamá tantos años, Manuel bien podría salir con Depredador sin mayor problema... Manuel: Bueno, ¿si les digo cerramos el tema por hoy? Jorge: Sí. Bruno: Cómo usted quiera mijito. Manuel: Mi... pareja es... Jaime... Jorge: ¿Cuál Jaime? Manuel: Jaime, el que usted conoce... Jorge: ¿Jaime, Jaime? Bruno: ¿El hippie? Manuel: Sí, mi amigo Jaime... Jorge: ¡Ya decía yo! Seguramente ese... ese... Flower Power le lavó la cabeza... Manuel: ¡Yo sabía que esto iba a pasar!. Jorge: ¡Jaime! ¡Qué va...! ¿Porqué no se buscó alguien mejorcito? Manuel: Pero, ¿qué tiene de malo Jaime?.
35
Jorge: Primero, es feo como un bulldog masticando una avispa... Manuel: Yo no lo quiero por cómo se ve... Jorge: ¡No me va decir que lo quiere por inteligente! Manuel: El no es tonto, sólo es un poco despistado... Jorge: Es flacucho, chiquitillo, medio vagabundo... Manuel: ¡Pero yo lo quiero! ¿Qué podemos hacer? Jorge: ¡Sí quiere yo le presento a alguién! Vea, el hijo de un amigo mío también es así... gay... Está estudiando biología en la u, le gustan los perros como usted y es un carajo así, con porte, como bien plantado... Manuel: ¡Papá! Yo ya tengo novio; ¡no necesito que me presenta a alguién! Jorge: ¡Pero Manolito! ¿Jaime? Yo puedo aceptar que sea gay, pero no que tenga tan mal gusto... Bruno: Muchacho, muchachos... No se peleen por esas cosas... Recuerden que todavía es mi cumpleaños. Ya lo más difícil ya lo dijeron, ¿no? Si a Manuel le gusta el muchacho, y resulta que no es muy agraciado, que es francamente feo, ¿quienes somos nosotros para juzgarlo? ¡y es que nadie manda sobre su corazón! Porque, ya lo dijo Pascal: “El corazón tiene razones que la razón no entiende....” Amemos, perdonemos, y sobre todo, ¡estemos en paz! ¡Salud! Postre: El abuelo también tiene un secreto Rosalía: ¡Mis amores!, Esperen un momento por favor... Yo no podía dejarlos ir, sin servirles el postre... Jorge: Gracias Rosalía, pero es que... Rosalía: ¡Sin peros, pimpollo, sin peros! Usted no me puede despreciar... ¡es el queque de cumpleaños de su papá! ¡Todos cantemos! Todos: Cumpleaños feliz… (SUGIERO QUE SE CAMBIE EL JUEGO DEL CUMPLEAÑOS NORUEGO, QUE NO ES TAN GRACIOSO COMO YO PENSABA. POR PONER AL PÚBLICO A CANTAR EL CUMPLEÑOS NORMAL; LO QUÉ SERVIRÍA PARA DESPERTAR AL PÚBLICO PARA LA FASE FINAL DE LA OBRA) Rosalía: ¡Un aplauso para el cumpleañero! Bruno: Gracias Rosalía, gracias. ¡Todo un detallazo lo del queque! Rosalía: Y lo mejor es que todo es muy vikingo. El queque en realidad es una especie de Lussekatter gigante que les hice mientras ustedes terminaban de hablar y arreglar sus cosas... Jorge: ¿Loser quién? ¿Y eso que significa?
36
Rosalía: Gatos de Santa Lucía... Jorge: ¿Está hecho de gatos???? Bruno: Yo conozco un lugar en Lima donde hacen unos chorigatos de muerte lenta... ¡Salud! Rosalía: No, gatos de los que hace miau, miau, ¡prrrrrrr! no... Gatos como los tosteles de aquí, pero con azafrán y pasas... Normalmente el Lussekatter se come en Navidad; pero hicimos una excepción con don Bruno... y claro, por mi George... ¡prrrrrrr! Y es que esta bien puede ser para nosotros como Noche Buena... Sven: ¡Rosalía! Stopp vandre meowing rundt hjørner og komme med hensyn til disse dårer! Rosalía: Uy sí, su cuenta. ¡Ya voy Sven! Ah sí, ¡y no he terminado de empacar su comida! ¡Voy por ella. ¿Me esperan? Sí, George, me espera, sí, ¿por favor?, ¿por favor?, ¿por favor? Jorge: Bueno, está bien. Tranquila. Nosotros le damos tiempo... Rosalía: ¡Gracias! ¡Tan comprensivo que es! (Le da un beso en mejilla) Manuel: Papá... Abuelo... Está noche ha sido muy agitada...pero, creo que las cosas ahora están mejor que cuando entramos por esa puerta... Jorge: Yo no sé si mejor, ¡pero lo de agitada no lo niego! Bruno: ¡No tan agitada como, eso sí, el año nuevo del año 2000! La pasamos en un carro alegórico con forma de leopardo, dando vueltas por el centro de Ciudad del Cabo, con unos Holandeses… Al final, terminamos en una playa con unas modelos australianas… Eh… Abrazando a unos pingüinos, y viendo el primer amanecer del milenio.... Manuel: Vean familia, eso sí, antes de irnos quiero dejar claro que yo no me voy a Panamá. Jorge: Entonces lo mandó a Canadá Manuel: ¡Tampoco! Jorge: ¿Y qué va a hacer? ¡Sólo no se va a quedar aquí! Y menos sabiendo que su... su... Jaime va a estar ahí, para que hagan quién sabe qué cosas... Bruno: Por lo menos, podemos estar seguros que nadie va a salir embarazado... Manuel: Tampoco le estoy proponiendo que me deje solo... No quiero que le de un relojazo de estar preocupándose por mí... Jorge: ¿Y entonces? ¿Que es lo que está pensando? Manuel: Que me podría quedar a vivir con el abuelo... Bruno: ¿Qué yo qué? Jorge: Que dice Manuel que se podría quedar viviendo con usted papá... Bruno: ¿Conmigo?
37
Manuel: Sí, así puedo terminar el cole tranquilo... Jorge: Seguir viendo al Hippie ese... Manuel: ¡Y entrar a la U! Jorge: No es lo que me haga muy feliz la idea de que usted se quede, pero de los males... Manuel: Entonces ¿le parece bien que viva con el abuelo? Jorge: Por lo menos, no me parece mal... ¿Usted qué opina papá? Bruno: Bueno, verán... Yo feliz de pasar con mi nieto... Manuel: ¡Yo sabía que podía contar con usted...! Bruno: El único problema, es que es un mes ya no voy a estar con ustedes... Manuel: ¿Por qué? Jorge: ¿Está enfermo? Manuel: ¿Se va a morir? Jorge: ¿Que es lo que tiene? Manuel: ¡Seguro usted si tiene cáncer! Jorge: ¡Es eso! ¿Verdad? ¡Se nos muere su abuelo Manuel! Bruno: ¡No! No sean atarantados, por Dios... Si ya no me dio cáncer después de chuparme lo de Chernobyl, ya no me va a dar cáncer nunca... Manuel: ¿Entonces? Bruno: Lo que pasa es que voy a estar fuera del país por un año... Manuel: ¿Y por qué mi abuelo? Bruno: Me voy de Luna de Miel... Jorge: ¿Qué? ¿Se va de segunda luna de miel? ¿Va a volver con mamá?¡Por fin se reconciliaron! Bruno: No Jorge. No dije “segunda” luna de miel. Dije Luna de Miel, nada más... Jorge: ¿Se va a casar? Bruno: Si... Manuel: ¿Con quién? Bruno: Con Adriana, la mujer que mencioné hace rato...
38
Jorge: Pero, ¿quién es esa? ¿de dónde salió? ¿y cómo es ella? ¿a qué dedica el tiempo libre? Bruno: Usted la conoce. Es Adriana González, su ex compañera del colegio... Jorge: ¿Cómo? ¿Es esa Adriana? ¡Pero si una vez ella y yo...! Bruno: Yo sé mijo, yo sé. Y que no le de pena, ¡a todos nos puede fallar de vez en cuando...! Eso no lo hace menos hombre... Manuel: O sea, ¡qué es una güilita menor que usted! Bruno: ¡Ah! Pues casi nada. Cómo unos 31 añitos nada más... Manuel: ¡Que poder mi abuelo! Jorge: ¡Me voy a volver loco con tanta noticia en un sólo día! Bruno: Tranquilo Jorge, no hiperventile... Jorge: Pero es que yo no estoy entendiendo... ¿cuándo me lo iba a decir? Bruno: Cuando usted me dijera que está desempleado y se va a Panamá, y cuando Manuel me dijera que le gustan los hombres... Jorge: Pero papá, ¿porqué así? Esto es muy apresurado, Hace muy poco que se conocen, ¿porqué se van a casar? Bruno: Lo que pasa es que Adriana está un poquito embarazada... (Entra Rosalía) Rosalía: ¡Buenas....! Permiso, permiso... En este paquetito está la comidita que sobró; y aquí está la cuenta... ¿A quién se la doy? Jorge: ¡A mí! Bruno: ¡A mí! Jorge: Ya habíamos hablado de esto... Bruno: Pero, no es molestía para mí... Jorge: Papá, es que no sólo estamos celebrándole su cumpleaños.... Sí no también... su futuro matrimonio... Dejéme pagar a mí... Rosalía: ¡Ah qué bueno! ¿Ya les dijo lo de la boda? Manuel: ¿Usted sabía? Rosalía: ¡Claro! Si fue aquí, en El Drakkar Rojo, donde don Bruno le pidió matrimonio a Adrianita. Y había unos mariachis vikingos, y juego de polvorá, ¡y hasta un dragón para la suerte, así,
39
grandote, grandote, que tiraba fuego ¡y casí no quemaba nada!. ¡Es el mejor pedido de mano que he visto! Ahora, yo soy mucho más sencilla en mis gustos... Me conformo con que me lo pidan a la luz de luna... Jorge: Este... si, suena muy romántico... Rosalía: ¡Y hoy es luna llena! Sven: Rosalia! Kom, er det på tide å lukke. (¡Rosalía! Venga, que ya es hora de cerrar.) Rosalía: ¡Ya va Sven! Bueno mis amores, no es por echarlos, usted sabe que no George! Pero, en unos minutitos cerramos el Drakkar Rojo... Así que buena suerte, no se olviden de pasar a la caja para que les sellen el parqueo, y por si no los veo más les deseo que sean muy, muy, pero muy felices... Nos vemos... ¡pronto! Jorge: Papá... Bruno: ¿Sí mijo? Jorge: Y perdone la pregunta, pero está seguro que... Bruno: ¿Qué Adriana está emabarazada de mí? Jorge: Pues sí. Bruno: Estoy seguro... Manuel: ¡A mí la verdad me parece muy tuanis! ¡Voy a ser sobrino! Jorge: Bueno, la verdad es que sí está familia puede aceptar que yo sea un desempleado que se va a ir a probar suerte a Panamá, que me hijo sea... sea gay... y que ande con una persona que un... ? ¡Jaime...! Manuel: ¡Papá! Jorge: No veo porqué no vamos a aceptar que mi papá se case, me de un hermanito, y sobre todo, busque su propio camino par ser feliz... Bruno: ¡No esperaba menos de mis muchachotes! ¡Tan lindos que son, caray! Manuel: Pero, todavía queda el problema de que voy a hacer. No me pudo quedar con mi abuelo, pero tampoco quiero faltar al baile, y mucho menos me quiero ir a congelar con mi mamá al Canadá... Jorge: Yo creo que mi amigo, el gerente de la compañía constructora, me puede dar permiso para empezar el otro año... Y es que, tengo que ayudar a preparar la boda de mi padre... Bruno: Claro, uno no se casa todos los días... ¡Y tan poco son tantas las veces que me he casado! Jorge: Una, ¿no? Con mamá...
40
Bruno: Este... sí, claro, sólo una vez... Manuel: ¿Usted cree que se pueda papá? Porqué siendo así, yo hablo con Jaime y, ¡bueno! Panamá no está tan largo. El puede ir a visitarnos, o yo vengo de vacaciones aquí; y siempre está el Skype y Whatsapp... ¡Yo sé que podemos acomodarnos! Jorge: De verdad usted quiere a ese hippie desgreñado, ¿verdad? Manuel: Sí papá, al chile... Jorge: Supongo que siempre hay alternativas: se viene a la fiesta un fin de semana, se queda en la casa de un amigo unas semanas... Manuel: ¡Por ejemplo en la casa de Jaime...! Jorge: Suave Manuel, que es bolero; ¡no abuse que apenas me estoy acostumbrado a todo esto! Ybueno, yo mismo tengo que venir al matrimonio de Don Bruno, aquí presente... Bruno: Sí planeamos bien las cosas, podríamos hacer el matrimonio cerca del baile de graduación, para que matemos un pájaro de un sólo tiro; y así aprovechen y hacen un sólo viaje; o hacemos el matrimonio y la graduación en el mismo lugar, y así aprovechamos para se reúna usted Jorge, y Adriana y los excompañeros de ustedes Jorge: Bueno, bueno, ya veremos papá... Lo importante aquí es que la familia Díaz, aunque sólo sea una familia de tres; aunque tenga que enfrentar muchos retos y problemas; aunque sea tan, tan particular... se va a mantener unida... (En el fondo, Rosalía recoge platos y limpia las otras mesas) Jorge: Hagamos una cosa... Vayan adelantándose al parqueo. Yo voy un momento a... este... al baño... Manuel: Está bien papá... Bruno: Mientras, le voy a contar esa vez que Sven se enojó porqué unos clientes no se iban y no lo dejan cerrar el bar. Es un incidente, que se conoce en Islandia como La noche de las calles rojas... (salen hablando) Jorge: Rosalía, disculpe... Rosalía: ¡George! ¿Usted todavía por aquí? En que le puedo servir... Jorge: Es que quiero pedirle un favor... Rosalía: ¿Sólo uno? Pídame los favores que quiera... Jorge: Es que cómo usted conoce a papá, y se va a casar ahorita, yo pensaba que usted tan vez podría, ¡claro! si no es mucha molestia, ¡y si quiere por supuesto! pues cómo acompañarme a la boda de papá! Rosalía: Pero claro que sí, ¡muñeco! (Se le lanza al cuello y lo besa)
41
Jorge: ¡Upa! Rosalía: Aquí le dejo mi número de celular, mi correo y la dirección de mi casa. Tal vez mañana puede pasar a recogerme a la salida del trabajo, o sea, como a esta hora, para que discutamos que nos vamos a a quitar, ¡eh! a poner para ir a la boda, ¿le parece bien? Jorge: ¿Qué? Rosalía: Qué si le parece bien que nos veamos mañana... Jorge: Claro, claro... ¡lo que usted quiera! Rosalía: Ahora vaya, que su familia lo espera y yo tengo que terminar de cerrar... Jorge: Claro, claro... Rosalía, ¿le puedo pedir un favor más? Rosalía: Ay tan goloso que es... Bueno, el último beso por hoy, está bien... (Lo agarra y le da un beso como de película) Sven: Rosalia! Når du er ferdig, er dette stykke teater veldig lang! (¡Rosalía! Terminé de una vez, ¡qué está obra de teatro está muy larga!) Rosalía: ¡Ya voy! No la dejan marcar en paz en una... Ahora sí, vaya George, que ya tendremos muchos, muchos, muchos días para seguir... Jorge: ¿Qué? Ah, sí... ¡Adiós! Jijiji (se va como en una nube) Rosalía: La comedia se ha terminado. Es el tiempo de cerrar nuestro restaurante, el Drakkar Rojo. Y aunque no pudimos resolver todos los problemas de este loco mundo nuestro, yo espero, de todo corazón, que todos ustedes se sientan un poquito más alegres que cuando empezó la función... Qué eso, en los tiempos que corren, ¡ya es ganancia! ¡God natt! (Podría acabar todo aquí, o ponerse a bailar y cantar Dancing Queen. En todo caso, este es el) FIN
42