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e d s a r b a l
o i b m ca ga i ñ ú Z r a il u g A s í a Th
MANUAL DE TRATAMIENTO PERIODÍSTICO DE INFORMACIONES SOBRE VIOLENCIA INTRA FAMILIAR CONTRA MUJERES ADULTAS
indice Introducción
3
Violencia y medios de comunicación 5 • La palabra como arma 6
Antecedentes
6
¿Qué es la violencia intra familiar? 7 • Medios de comunicación y justificación de la violencia 8
Profesionales y medios de comunicación como agentes de cambio
11
Estereotipos 8 • Análisis del estudio 8 • Los resultados 8 • Cuestionario de análisis aplicado a los artículos periodísticos analizados para el manual 8 • El análisis global 8 • Hablar más, hablar mejor
Golpes y noticias
21
Del rumor a la verificación de datos 8
Ejemplos buenos y ejemplos inapropiados
27
Frases inventadas: 8 • Seguimiento: 8 • Refuerza roles de género e identidad: Identidad de género y discurso social 8 • Socialización de género en hombres, “porque te quiero, te pego” 8 • Le gusta que le peguen 8 • La inseguridad de él se disculpa 8 • Opiniones de hombres 8 • Condenas: 8 • Crimen pasional 8 • Le gusta... 8 • Poca tolerancia al fracaso 8 • Celos y venganza 8 • Sin piedad 8 • Porque toma ... 8 • Por capricho 8 • Posesivos y proveedores 8 • Mujeres buenas y pasivas 8 • Frases de tendencia sexista 8 • Cinco mujeres asesinan compañeros 8
Conclusiones generales
35
Anexos 1. Mitos y creencias 2. Cuadro sobre leyes de protección 3. Respuestas estatales
Bibliografía
38 40 41
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La elaboración de este manual se realizó gracias al patrocinio financiero de la Oficina del Fondo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) de Centroamérica, México y el Caribe.
Investigación y Texto: Thais Aguilar Zuñiga, con la colaboración de Zore Mora Hernández y Andrea Guerra Lizano. Producción gráfica: Cosmovisiones (cosmovisiones.com) Impresión: Amerrique (tel.: 225 0960) Impreso en Costa Rica, febrero del 2004.
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Introducción a violencia intra familiar es un problema social de grandes dimensiones que afecta a importantes sectores de la población: niñas, niños, adolescentes, mujeres adultas, personas con alguna discapacidad y personas adultas mayores. Sin embargo, esta violencia es aún mayor contra las mujeres adultas y tiene también un alto costo social y económico para el Estado y la sociedad; afecta a mujeres de todos los sectores sociales, etnias, nacionalidades y estado civil. Estudios nacionales e internacionales catalogan la violencia intra familiar como una restricción a la libertad, la dignidad, la integridad y el libre movimiento de la persona. Muchas formas de violencia doméstica son verdaderas situaciones de tortura sistemática como el encarcelamiento en la casa, el terrorismo sexual y físico. La violencia intra familiar se caracteriza por su invisibilidad y amplio sub registro de casos. Se torna más visible cuando se informa a través de los medios de comunicación de casos de asesinatos o agresiones muy violentas contra mujeres. Sin embargo, según estudios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en América Latina sólo son denunciados entre el 15 y el 20 por ciento de los casos de agresión doméstica. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) reconocen que este tipo de violencia no es resultado de casos inexplicables de conductas desviadas y/o patológicas, como en ocasiones dan a entender las noticias de los medios de comunicación. “Por el contrario, es una práctica aprendida, consciente y orientada, producto de una organización social estructurada sobre la base de la desigualdad. En ese sentido la violencia intra familiar es el
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resultado de las relaciones desiguales de poder y es ejercida por los que se sienten con más derecho a intimidar y controlar. Al interior de la familia, las desigualdades producidas por el género y la edad son los principales determinantes de las relaciones violentas que allí se construyen,” (Sagot M, 2000: 20). Aunque en muchos países del continente se han aprobado leyes contra este tipo de violencia y de una u otra forma se condena este tipo de agresiones, el legado de antiguas normas sociales y legales que toleraron y aprobaron este tipo de actos de agresión, contribuye a perpetuar la violencia intra familiar e impide a muchas mujeres afectadas por ella no romper el silencio y el círculo de violencia. Debido a las características sociales y culturales que prevalecen en torno a la violencia intra familiar, es que persiste este sub registro, pese a los esfuerzos de instituciones locales, oficiales o civiles por sacar a flote la magnitud del flagelo.
Violencia y medios de comunicación “Mujer muere de 18 puñaladas. Celos motivaron crimen”, “Mujer fue ahorcada, quemada y triturada. Harán juicio por homicidio”, “Fútbol y licor aumentaron agresión doméstica”, “Mujer herida por denunciar a marido”. Estos titulares de periódicos sacan a la luz pública una realidad que, si bien es conocida en el ámbito de lo privado, aún carece de una fuerte sanción social en lo público. Hasta hace algunos años, la violencia intra familiar no era considerada como un problema social, por lo tanto, no era “noticia” desde el punto de vista de los medios de comunicación, a menos que el crimen o la agresión fuera tan brutal que llamaba la atención para describirlo en las secciones rojas o de sucesos.
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Empero, desde 1995 los medios de comunicación están dando una mayor atención a este tipo de situaciones; sin embargo, esto no significa que el tratamiento informativo sea positivo y edificante para las mujeres y la sociedad. Para poder determinar el manejo que hacen los medios de comunicación de la violencia intra familiar, si ha aumentado su cobertura y cómo podría esta información incidir sobre los roles de género de las mujeres en el imaginario cultural de nuestras sociedades, es que el Servicio de Noticias de la Mujer realizó una investigación y estudio sobre las informaciones noticiosas de los principales medios impresos costarricenses (La Nación, La República, La Prensa Libre, Al Día, Diario Extra y El Heraldo). A partir de un esquema de análisis básico (ver anexo 1), se revisaron 525 noticias y reportajes impresos en Costa Rica entre los años 1990 y 2002. Únicamente se estudiaron las informaciones que daban cuenta de agresiones o asesinatos de mujeres adultas costarricenses o extranjeras residentes en el país. Para este análisis se usó la base de datos de la organización no gubernamental costarricense, Centro Feminista de Información y Acción, así como la del Servicio de Noticias de la Mujer. Este manual busca sensibilizar a las periodistas y los periodistas, así como al personal de medios de comunicación masivos sobre las implicaciones que tienen las informaciones producidas por ellos relacionadas con violencia intra familiar o doméstica, como también se le denomina.
La palabra como arma El poder de la palabra es innegable y en los casos de violencia intra familiar las descripciones, la forma en que se da cuenta de un hecho de esta naturaleza, las entrevistas, las fotografías y cómo lo sienta, lo entienda y lo escriba un periodista o una periodista, puede ser la diferencia entre una forma más de agresión –por medio de la palabra y/o la imagen--, o de ayudar a una sociedad a entender la gravedad de una situación y la necesidad de buscar una solución. Es importante hablar de la violencia doméstica pero hay que saber tratarla desde los medios masivos ya que este tipo de maltrato es una forma de violencia vivida y aceptada culturalmente como una forma de control sobre las mujeres adultas. Lo más grave de ello es que es infligida por seres humanos que, se supone, quieren y cuidan a otros seres humanos; una realidad que no se retrata eficientemente en las informaciones periodísticas. La salida fácil que usa la prensa para justificar un femicidio (asesinato de mujeres por razones ligadas a su condición de mujeres) es que el asesino actuó por celos, por amor o por emociones violentas, lo que aminora la gravedad del hecho. Con este manual queremos abrir los ojos del personal de los medios de comunicación para que reflexione sobre las implicaciones que podrían tener sus palabras y escritos frente a un asesinato o agresión contra una mujer adulta por parte de su compañero o familiar –la inmensa mayoría de las veces, un varón— y cómo informar sobre el hecho sin menoscabar la dignidad de las mujeres y caer en apreciaciones simplistas y discriminatorias.
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Antecedentes ¿Qué es la violencia intra familiar? La violencia intra familiar o doméstica es toda agresión, coerción física, sexual o psicológica que usa una persona en una relación para controlar a otra. Generalmente va dirigida en contra de las mujeres, adolescentes y niñas, y puede representar un costo social, económico o de salud tanto para las afectadas por violencia como por parte de la familia y la sociedad. Para efectos de este manual, se trata de toda agresión infligida a una mujer adulta en una relación de confianza La violencia puede incluir palizas, quemaduras, chantaje emocional, burlas, amenazas de abandono, violación o recriminaciones de índole sexual, reclusión en el hogar o negación de dinero u otro tipo de apoyo familiar. La mujer que vive una relación abusiva puede verse forzada a quedar embarazada o interrumpir un embarazo en contra de su voluntad. De acuerdo con organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia intra familiar es la forma más común de la violencia contra las mujeres. La OMS señala que, como mínimo, una de cada
cinco mujeres en todo el mundo ha sido objeto de abuso sexual y físico en algún momento de su vida. En 1995, cuando se adoptó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, suscrita en la ciudad de Belén do Pará, la Asamblea de la Organización de Estados Americanos, definió por ... “violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, en el ámbito público como en el privado”. (en Badilla, Ana Elena, 1996: 34) Al adoptar la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer en Beijing, China, en 1995, los gobiernos de los países firmantes acordaron mejorar la condición social y económica de las mujeres y poner fin a todo tipo de violencia contra las mujeres y las niñas. También acordaron instaurar todo tipo de políticas, programas y leyes eficaces para castigar y rehabilitar a los autores de dicha violencia y proteger y compensar a las sobrevivientes de esa violencia. La Plataforma pidió a los gobiernos
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Definiciones de violencia Violencia contra la mujer: El artículo 1 de la “Convención contra todas las formas de discriminación contra la mujer” –conocida como Belem do Pará— define la “violencia contra la mujer como cualquier acción o conducta basada en su género que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado.” Violencia intra familiar: es toda aquella acción u omisión que cause daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico o patrimonial, tanto en el ámbito público como en el privado, a cualquier persona que integre el grupo familiar, por parte de parientes, convivientes o ex convivientes, cónyuge o ex cónyuge, o con quien se haya procreado hijas e/o hijos.
ayudar a tomar conciencia a las personas e instituciones responsables por el cumplimiento de las leyes, como son la policía, el personal médico y judicial, el personal que trabaja con persona migrantes, etc. La labor de los medios de comunicación es vital para el éxito de todo programa destinado a eliminar la violencia intra familiar. Es por ello que a la luz de estos mandatos de la Plataforma, la labor de los medios de comunicación de fiscalizadores del cumplimiento de los acuerdos mundiales de la Plataforma de Acción de Beijing, es fundamental y urgente. Empero, esto no los exime de su responsabilidad en el cambio de actitud y de pensamiento de las sociedades, en torno a los problemas que afectan a las mujeres. El capítulo J. de la Plataforma pide a los medios de comunicación un
auto examen que contribuya a eliminar estereotipos que discriminan a las mujeres y evitar presentarlas en los medios de forma negativa y degradante. Datos del Área de Violencia de Género del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) dan cuenta que hasta el mes de octubre del año 2002, la línea 800300-3000 de ayuda en situaciones de violencia intrafamiliar, recibió 20,082 llamadas, mientras que el 911 ingresaron 48,309 llamadas pidiendo auxilio, para un total de 68,391 entre enero y octubre del año 2002. (Cuadro N.1) Esto sucede en un país de poco más de cuatro millones de habitantes. Asimismo, esa oficina del INAMU reportó 25 femicidios en el año 2000, 11 en el 2001 y 23 hasta noviembre del 2002. Estos datos dejan claro que la violencia intra familiar es común en nuestra sociedad y es vista, en ocasiones, como algo “natural” a la condición femenina.
Medios de comunicación y justificación de la violencia La cultura, como sistema simbólico de valores, creencias y actitudes influye notablemente en la justificación y perpetuación de la violencia intra familiar. Como sistema, la cultura se aprende y se comparte, forja e influye además en las percepciones y el comportamiento de los seres humanos, por lo que termina siendo un esquema mental abstracto que nos guía y determina –muchas veces sin darnos cuenta—nuestra interpretación de la realidad. Este concepto de cultura como sistema simbólico que se aprende es la base que sostiene la sociedad patriarcal, la cual posee una serie de mecanismos que justifican, reproducen e interpretan las condiciones y situación de las mujeres como algo naturalmente dado y, por lo tanto, difícil de modificar.
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Es por ello que no podemos restarle importancia a las instituciones que con sus funciones, acciones e influencia, podrían estar contribuyendo con la generación, promoción y mantenimiento de la violencia intra familiar. Algunas de estas instituciones son la familia, el estado, la iglesia, la educación y los medios de comunicación masiva. Los medios de comunicación constituyen un mecanismo de socialización y reproducción de modelos, valores y comportamientos aprobados y legitimados por las sociedades. Como agentes socializadores, los medios de comunicación compiten con la familia y la escuela, y su papel es primordial en la popularización y homogenización de modelos de humanidad. Ellos influyen fuertemente en la formación de corrientes de opinión, de lo que puede y debe ser importante para una sociedad, y en nuestras sociedades se ha desdibujado e ignorado las necesidades y los aportes de las mujeres, por lo tanto, los medios de comunicación se alían con estos preceptos. “Más recientemente, pensamos y entendemos que los medios construyen nuestra realidad social, siempre partiendo de los paradigmas filosóficos e históricos aprendidos en ese cuerpo de ideas. Por ejemplo, formamos nuestras opiniones sobre lo que está aconteciendo de acuerdo a lo que los medios nos informan,” (Valle N. y otras. 1996: 36) Numerosos discursos y valores sociales justifican la violencia de género contra las mujeres y esa formación ideológica no es ajena a las y los profesionales en comunicación. El Ministerio de la Comunidad Francófona de Bélgica propuso a la Comisión para la Igualdad en la Enseñanza, que “debía dársele mayor importancia a la educación sexual y emocional como medio para cambiar la postura de
Cuadro N.1
Desgloce de llamadas recibidas por el Centro Operativo, según mes, año 2002 Mes Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Setiembre Octubre Noviembre Diciembre TOTAL
800-300-30000 515 1,657 1,407 1,413 3,273 2,639 2,461 2,648 2,169 1,900 0 0 20,082
911 5,695 5,035 5.760 5,623 5,058 4,138 4,401 4,444 4,168 3,987 0 0 48,309
Total 6,210 6,692 7,167 7.036 8,331 6,777 6,862 7,092 6,337 5,887 0 0 68,391
Fuente: Área de Violencia de Género, INAMU, 2002
Cuadro N.1
Femicidios reportados por año, según mes. 2000, 2001, 2002 Mes Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Setiembre Octubre Noviembre Diciembre Total
Año 2000 0 3 0 1 5 0 2 1 5 1 5 2 25
Fuente: Área de Violencia de Género, INAMU, 2002
Año 2001 Año 2002 0 3 0 1 0 1 0 2 0 3 0 4 4 0 2 3 1 1 0 2 1 3 3 0 11 23
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Cultura Sistema simbólico de valores, creencias y actitudes que es aprendido y compartido por los seres humanos. Forja e influye las percepciones y el comportamiento de la humanidad. La cultura forma un valor agregado colectivo que determina a su vez un patrón o modelo. Una sociedad humana vive y piensa de una manera similar, en patrones definidos. La cultura se construye mutuamente en un proceso dinámico y constante de interacción social que se internaliza. La cultura es simbólica porque sus elementos constitutivos –la lengua y el pensamiento– se basan en símbolos y significados simbólicos.
los jóvenes acerca de sus relaciones personales,” (Instituto de la Mujer. 1988:51) La Comisión sugirió investigar temas como la paternidad responsable, la con-
cepción y contracepción, la igualdad y responsabilidad del padre y la madre antes y después del nacimiento de un bebé, la valoración de los tipos de relación que reflejan igualdad entre la mujer y el hombre, los modelos de identidad y su transmisión a hijas e hijos, así como la identificación de los patrones tradicionales como el concepto de hombre y mujer y las cualidades, capacidades y papeles femeninos y masculinos. Estos roles de comportamiento de género son reproducidos y reforzados en las familias, las relaciones entre personas amigas, en los centros educativos, en las universidades y las profesiones, en los centros de trabajo, en las áreas de entretenimiento. Intrínsecamente a estos valores va aparejada la violencia contra las mujeres, puesto que es un valor de identidad de lo femenino. No en vano nuestra historia y formación cultural están cargadas de proverbios como estos: • “Casarse con una mujer equivale a comprar un potrillo. Se la puede montar y dar latigazos a gusto”. • “La mujer que se niega al deber conyugal debe ser arrojada al río” (Legislación sumeria) • “Cada tanto dar una paliza a la mujer es algo saludable. Si tú no sabes por qué, ella sí lo sabe…” (Proverbio árabe) • “El silencio es el mejor adorno de las mujeres”.” (Solón) • “El marido tiene derecho a matar a su mujer. Cuando una mujer se queda viuda debe cometer suicidio como prueba de castidad…” (Confucio) • “El hombre es el único animal que hace daño a su pareja.”
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Profesionales y medios de comunicación como agentes de cambio
os datos sobre violencia intra familiar contra las mujeres son alarmantes, sólo en el año 2000, un total de veinticinco mujeres costarricenses y extranjeras residentes en el país, murieron asesinadas de las formas más brutales, a manos de sus esposos, compañeros, familiares cercanos, novios o ex parejas. En el año 2003 y hasta enero del 2004, 35 mujeres fallecieron por violencia intra familiar. Siete de ellas contaban con medidas de protección y sus victimarios tenían antecedentes de agresión contra ellas u otras mujeres adultas. Los casos fueron ampliamente difundidos por los medios de comunicación colectiva comercial, en un afán por “informar” de esta lacra social –como rezan algunos editoriales o notas informativas–. Sin embargo, desde el punto de vista de los prejuicios y estereotipos que rondan alrededor del problema de la violencia contra las mujeres adultas, los medios de comunicación parten de premisas estereotipadas con respecto a mujeres y hombres a la hora de informar sobre estos sucesos. Basta leer las informaciones aparecidas en los medios de comunicación escritos, televisados o radiales, para darnos cuenta rápidamente que se victimiza a las mujeres, se disculpa a los hombres y se diluye la gravedad de estos femicidios en aras del amor romántico, la pasión exacerbada, estados alterados
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de emoción, la inseguridad y el malestar masculinos, ante una compañera que no logran comprender y entender. Por ello, los medios de comunicación colectiva como instrumentos culturales que contribuyen a crear valores, son agentes que refuerzan estereotipos alrededor de las mujeres y no comprenden la dinámica de la violencia intra familiar contra las adultas, el círculo de violencia y la violencia estructural que sufren además las mujeres afectadas por violencia en el entorno legal, familiar y social. La razón por la cual los medios de comunicación muestran esa imagen de las mujeres se debe a que la cultura ha “construido” y determinado a las mujeres a partir del patrón masculino. Las mujeres están sujetas a una subordinación que se ve reforzada por los medios de control social y cultural. Las prácticas discursivas de los medios de comunicación masivos refuerzan la identidad femenina que nos ubican en dos extremos opuestos –sin términos medios--: mujer ángel-mujer demonio, mujer-madre, mujer-víctima, mujer-sumisa, mujer-débil, mujer-frágil, mujer-dependiente. Los medios de comunicación no ofrecen una imagen equilibrada de los diversos estilos de vida de las mujeres y de su aporte a la sociedad. Los programas o noticias insisten en presentarnos en papeles tradicionales, igualmente restricti-
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Femicidio Asesinato de mujeres por razones asociadas con su género. Es la forma más extrema de violencia de género (es decir la violencia ejercida por los hombres contra las mujeres para obtener poder, dominación o control sobre ellas) El femicidio incluye los asesinatos producidos por violencia intrafamiliar y violencia sexual. Hay femicidios íntimos y no íntimos. Femicidio íntimo: Son los asesinatos cometidos por hombres con quien la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de convivencia o, afines a éstas. Femicidio no íntimo: Son los asesinatos cometidos por hombres con quienes la víctima no tenía relaciones íntimas, familiares, de convivencia, o afines a éstas. Frecuentemente el feticidio no íntimo involucra el ataque sexual. Fuente: “Femicidio en Costa Rica 1990-1999” de Ana Carcedo y Montserrat Sagot. Diciembre 2001. San José, Costa Rica.
vos, o muestran imágenes donde el cuerpo de las mujeres es cosificado y sexuado, presa de la violencia por servir de tentación a la lujuria.
Estereotipos Cuando las y los periodistas escriben sobre sucesos relacionados con violencia doméstica contra mujeres adultas, tienden a describir el hecho a partir de los valores culturales que la sociedad ha asignado a las mujeres. Estos valores se dan a partir del modelo de mujer adulta que es aceptado socialmente: pasivas, dadores de vida y de amor incondicional, cuidadoras y objetos de propiedad masculina. En nuestra sociedad prevalece una multiplicidad de discursos que definen a las mujeres como objetos de placer sexual para el hombre en un extremo o como madres que carecen de placer sexual. Dichos modelos simbólicos se refuerzan una y otra vez con imágenes, frases, silencios, discursos escritos y hablados. Como madres, las mujeres son vistas como reproductoras de la especie con características propias de cuidadoras, entregadas a los demás, sumisas, depen-
dientes de otros más fuertes y proveedores. A las mujeres también se las definen como objetos de placer, de uso y abuso masculinos; en ésta definición se las describe –e inscribe— como mujeres malas cuando no cumplen con los roles maternos de cuidadoras o de personas sumisas. En esta dinámica que construye la identidad de las mujeres, los medios de comunicación insisten una y otra vez reforzar los “roles naturales”, según la cultura predominante. Los medios de comunicación representan a las mujeres y los hombres según sus roles de género. A los hombres se los retrata en actitudes asertivas y de liderazgo, así como profesionales de carreras de más estatus social (políticos, deportistas, empresarios). Las mujeres, por su parte, son poco representadas y entrevistadas en los medios de comunicación, la mayoría de las veces como modelos o artistas y pocas veces como líderes o profesionales. Según un estudio de Pilar López Díez, titulado “Representación de género en los informativos de radio y televisión” del año 2002 y apoyado por el Instituto de la Mujer de España, en las noticias de radio y televisión de ese país las mujeres representan el 14% del total de las personas entrevistadas en radio y los hombres el 86%. Respecto a la televisión, esa cifra sube en los telediarios al 18% las mujeres y 82% los hombres. En Francia, en periódicos, radio y televisión, las mujeres representan el 17% de las personas entrevistadas o citadas en las noticias. A escala mundial, en el año 2000 las mujeres tuvieron una representación en las noticias de prensa, radio y televisión del 18%. Con respecto a la representación de la violencia, las mujeres son sobre representadas como víctimas en los medios
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de comunicación y varía según el medio. Mientras en los noticieros un 6.8% de las mujeres mencionadas lo fueron por su condición de víctimas de un accidente, sólo un 1.2% de los hombres se mencionaron en esta circunstancia. Otro estudio (Bueno, J: 1993) que recoge el papel de la mujer como víctima, señala que esta aparece un 18.46% como tal en el total de informaciones relacionadas con agresiones, maltratos y violaciones, donde se destaca la imagen de ella en situaciones de indefensión, impotencia y temor. Por su parte, como se señaló anteriormente, los hombres son los mayoritariamente elegidos para hablar y aparecer en los medios impresos y electrónicos y se les muestra en una gama más amplia de profesiones que a las mujeres. Las imágenes que los medios de comunicación muestran de los hombres -sean reales o ficticias--, son de seres poderosos, con éxito, en posiciones de alto estatus, racionales y activos, participan más en el mundo público que en el privado –es decir, en relaciones familiares o de pareja--. Acciones similares describen a los niños y adolescentes varones, pues los protagonistas menores de edad se ven en los medios de comunicación en actitudes activas, agresivas, racionales, haciendo deporte, saliendo a la calle, cometiendo travesuras, mientras que las protagonistas femeninas se las retratan hablando por teléfono, leyendo o realizando tareas domésticas en acciones en el interior de una casa.
Análisis del estudio La investigación realizada para diseñar este manual, abarcó la producción noticiosa publicada entre 1990 y el año 2002, en los diarios La Nación, La República, La Prensa Libre, Diario Extra, Al Día y El Heraldo, todos de Costa Rica, según la base de datos del no guberna-
mental Centro Feminista de Información y Acción (CEFEMINA) y el Servicio de Noticias de la Mujer. Se analizaron 525 noticias y reportajes que daban cuenta de agresiones y femicidios de mujeres adultas costarricenses y extranjeras residentas en Costa Rica. A cada información se le aplicó el “Esquema de análisis de discurso”, que permitió revisar el tratamiento noticioso desde la perspectiva de género, la perspectiva de identidad, la perspectiva de poder y la del discurso. (Ver cuadro adjunto)
Los resultados De acuerdo con la guía de análisis, la investigación determinó que de las 525 noticias revisadas, 32 de ellas no denunciaron situaciones de violencia intra familiar contra mujeres y sólo 33 contribuyeron en su discurso a erradicar la violencia doméstica y la discriminación contra las mujeres. Únicamente 33 noticias del total, resaltaron la necesidad de respeto hacia las mujeres y las dignificaron como personas. Sólo 15 informaciones hablaron de forma evidente y notoria del trabajo productivo de las mujeres. El análisis de identidad de construcción del “ser mujer” y el “ser hombre”, encontró que de las 525 noticias y reportajes, un total de 83 no contribuyeron a reforzar los esteContinua en página 16
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Definición de cada ítem utilizado para analizar las noticias 1- Perspectiva de género
Cuestionario de análisis aplicado a los artículos periodísticos analizados para el manual 1- Perspectiva de género a) Denuncia situaciones de discriminación y violencia _______________________ b) Contribuye a erradicar violencia y discriminación _________________________ c) Difunde imágenes e informaciones que resalten dignidad de M. _____________ e) Visualiza trabajo productivo de las M. __________________________________
2- Perspectiva de identidad a) Construcción de identidad de mujeres y hombres _________________________ b) Agentes socializadores de la construcción de Identidad ____________________ c) Identidad y sobrevivientes de violencia _________________________________
3- Perspectiva del poder a) Cuestiona relaciones desiguales de poder entre M. y H. ____________________ b) Fomenta cambio de roles ___________________________________________ c) Impacto de las relaciones desiguales de poder ___________________________ d) Potenciación de mujeres para superar violencia __________________________
4- Perspectiva del discurso a) Discurso incide en la formación de roles de género e identidad ______________ b) Concepto de signo y resignificación de símbolos de género _________________ c) Concepto de noticia __________________________________________________
A) DENUNCIA SITUACIONES DE DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA: Aquellas informaciones
que denuncian claramente la violencia contra las mujeres como una forma de discriminación por género y no como una noticia de suceso o crónica roja. B) CONTRIBUYE A ERRADICAR VIOLENCIA Y DISCRIMINACIÓN: Aquellas informaciones
que dan a conocer los derechos de las mujeres, facilitan teléfonos de grupos de autoayuda o ayuda, sitios donde denunciar, pasos a seguir en caso de violencia doméstica, etc. C) DIFUNDE IMÁGENES E INFORMACIONES QUE RESALTEN DIGNIDAD DE LAS MUJERES: Aquellas
informaciones que hablan de los derechos humanos de las mujeres y la urgencia de respetarlos. Asimismo, recurren imágenes sobrias, dignas, protegiendo la identidad de la víctima y su condición de vulnerabilidad. D) VISUALIZA TRABAJO PRODUCTIVO DE LAS MUJERES: Aquellas informaciones que
resaltan el trabajo productivo de las mujeres, dentro y fuera de la casa; no solo hablan de la violencia doméstica contra mujeres adultas trabajadoras del hogar o madres. Se las toma como personas sujetas de derechos.
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[Definición de cada ítem utilizado para analizar las noticias cont.]
2- Perspectiva de identidad
3- Perspectiva del poder
4- Perspectiva del discurso
A) CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD DE MUJERES Y HOMBRES: Aquellas noticias que
A) CUESTIONA RELACIONES DESIGUALES DE PODER ENTRE MUJERES Y HOMBRES: Se refie-
A) DISCURSO INCIDE EN LA FORMACIÓN DE ROLES DE GÉNERO E IDENTIDAD: Analiza si la
describen abierta o solapadamente las características sociales y culturales que se les asigna a las personas de acuerdo con su sexo (ejemplo: acciones de sumisión de las mujeres o acciones de poder y autoridad de los hombres)
re a aquellas noticias que enseñan que la violencia doméstica contra mujeres adultas es una forma de poder desigual entre mujeres y hombres. B) FOMENTA CAMBIO DE ROLES: Aquellas noticias que hablan abiertamente de la necesidad de variar los cambios de roles de género en aras de relaciones igualitarias, equitativas y más sanas entre mujeres y hombres.
forma en que está escrita la información y descrito el hecho de violencia refuerza roles de género o los cuestiona.
B) AGENTES SOCIALIZADORES DE LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDAD: Aquellas noti-
cias que describen agentes socializadores de identidad de género y sus acciones de socialización, como la escuela, la iglesia, la familia, los lugares de trabajo, etc. C) IDENTIDAD Y SOBREVIVIENTES DE VIOLENCIA:
Aquellas noticias que revelan la identidad de las mujeres adultas sobrevivientes de violencia en forma positiva.
C) IMPACTO DE LAS RELACIONES DESIGUALES DE PODER: Se refiere a aquellas noti-
cias que hablan directa y claramente del impacto de las relaciones de poder desiguales entre mujeres y hombres en las relaciones afectivas y de confianza. Educa al público en ese sentido. D) POTENCIACIÓN DE MUJERES PARA SUPERAR VIOLENCIA: Se refiere a aquellas
noticias que ayudan a las mujeres a superar la violencia por medio de consejos, teléfonos o direcciones de lugares y personas donde puede encontrar ayuda. Son informaciones de índole pro-activas y de servicio.
B) CONCEPTO DE SIGNO Y RESIGNIFICACIÓN DE SÍMBOLOS DE GÉNERO: Analiza si la
noticia refuerza el concepto de signo, como mandato cultural por medio de la palabra. Se analiza si las palabras y el discurso en sí, refuerza los signos culturales de identidad de género y de poder, o los cambia para revalorarlos de manera más positiva y equitativa. C) CONCEPTO DE NOTICIA: Analiza si la información de que se informa maneja bien el concepto de noticia o si se vale de un hecho de violencia intra familiar contra las mujeres para llamar la atención del público lector.
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Noticias sobre violencia doméstica contra mujeres adultas entre 1990 y 2002
Perspectiva de género Visibilizan trabajo productivo de las mujeres Denuncian discriminación Resaltan dignidad de la mujer Total de informaciones analizadas en periodo
15 (2,86%) 32 (6,10%) 33 (6,28%) 525 (100%)
Noticias sobre violencia doméstica contra mujeres adultas entre 1990 y 2002
Perspectiva de identidad Construcción de identidad de mujeres y hombres Agentes socializadores de construcción de identidad Identidad de sobrevivientes de violencia Total de informaciones analizadas en periodo
83 (15,81%) 93 (17,21%) 79 (15,10%) 525 (100%)
Noticias sobre violencia doméstica contra mujeres adultas entre 1990 y 2002
Perspectiva de poder Cuestiona relaciones desiguales de poder entre M. y H. Fomenta cambio de roles de género Impacto de relaciones de poder Potenciación de las mujeres para superar la violencia Total informaciones analizadas en periodo
38 ( 7,24%) 38 ( 7,24%) 46 ( 8,76%) 31 ( 5,90%) 525 (100%)
Noticias sobre violencia doméstica contra mujeres adultas entre 1990 y 2002
Perspectiva del discurso noticioso Discurso incide en formación de roles de género e identidad Concepto de signo y resignificación de símbolos de género Concepto de noticia Total de informaciones analizadas en periodo
92 (17,52%) 35 ( 6,67%) 11 ( 2,10%) 525 (100%)
reotipos de identidad de cada sexo de acuerdo con los parámetros del patriarcado. Asimismo, 93 hablaron de forma directa o indirecta de los agentes socializadores de la construcción de identidad de las mujeres y los hombres y 79 identificaron a mujeres sobrevivientes de situaciones de violencia. Cuando se revisan las 525 informaciones a la luz de la perspectiva de poder, encontramos que solo 38 noticias cuestionaron las relaciones desiguales de poder entre mujeres y hombres. Otras 38 informaciones se refirieron a la necesidad de cambiar los roles de género en cuanto al ejercicio de poder y 46 señalaron el impacto negativo de las relaciones de poder entre mujeres y hombres. Finalmente, solo 31 noticias de las 525 hablaron sobre formas de potenciar y ayudar a las mujeres a superar la violencia. Finalmente, desde la perspectiva del discurso periodístico cruzado con la perspectiva de género, se encontró que 92 informaciones de las 525 se apartaron de los mandatos culturales de formación de roles de género y de identidad por sexo; es decir que el discurso noticioso no contribuyó con esa formación cultural. Un total de 35 noticias hicieron alguna alusión a la necesidad de resignificar los signos y símbolos de género para combatir la violencia y solo 11 noticias se apartaron del concepto básico de noticia para la prensa masiva.
El análisis global Los actos de violencia intra familiar contra mujeres adultas como un suceso que requería la atención de la prensa, comienzan a ser considerados noticia de forma sistemática a partir del año 1995. La importancia de esa fecha radica en que en junio de 1994 fue suscrita en la
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ciudad de Belén do Pará, Brasil, la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. La promulgación de esa Convención trajo consigo una campaña continental de sensibilización sobre el problema a todos los niveles, lo que permitió que muchos países, además de acoger y aprobar la Convención de Belén do Pará –en Costa Rica se aprobó en mayo de 1995--, redactaran sus propias legislaciones de protección a las mujeres que sufren violencia. En Costa Rica se aprobó la Ley contra la Violencia Doméstica (N° 7586) sancionada en marzo de 1996, la cual permitió incluir figuras como la de la violencia psicológica y patrimonial entre otras formas de agresión que viven las mujeres en sus relaciones familiares. La ley establece, entre otras cosas, medidas cautelares de protección hacia las mujeres afectadas por violencia y que el agresor salga de la casa y no se acerque mientras sigue un proceso judicial. Empero, estas medidas de protección han sido las que, aparentemente, provocan la muerte violenta y con saña de muchas mujeres que habían intentado salir de ese círculo de violencia, tal y como lo veremos más adelante. Sin embargo, para algunas expertas en género y expertos en masculinidad, la reacción violenta que provocan en los varones, estas medidas de protección a favor de las mujeres, lo que les estaría provocando es una sensación de pérdida y control sobre las mujeres, en un acto de posesión. La Convención de Belén do Pará y las conferencias mundiales como la de Población y Desarrollo de Cairo 1994 y la IV Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing en 1995, así como el valioso aporte de organizaciones no gubernamentales, permitieron impulsar campañas oficiales y desde organizaciones de
sociedad civil, para que se reconociera la violencia intra familiar como una forma de violencia contra las mujeres adultas. (Otras leyes locales en el anexo N.2) Estas acciones concertadas permiten llamar la atención de la prensa, la cual comienza a recoger los hechos de forma sistemática, aunque como una crónica roja de un hecho de sangre o un acto delincuencial. Es claro el aumento de noticias sobre la violencia intra familiar en Costa Rica a partir de 1995. Otros hechos históricos que empujan corrientes de opinión a favor de la visibilización y combate de la violencia intra familiar es la puesta en marcha del Plan Nacional contra la Violencia (PLANOVI) en 1994 por parte del Centro Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia –hoy Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU)--, que impulsó la campaña pública en todo Costa Rica “Por una vida sin Violencia” con el apoyo de la oficina de la Primera Dama de la República. Esto demuestra que acciones públicas bien impulsadas pueden captar la atención de la prensa y permitir que la población conozca más del problema y reciba apoyo estatal y social. No en vano, los artículos más abundantes y mejor tratados en este análisis corresponden a los años 1996 en adelante, cuando se abrió en el Ministerio de Justicia la Delegación de la Mujer, la cual pasa posteriormente al Instituto Nacional de las Mujeres con una línea gratuita de atención a víctimas de violencia. (Ver anexo N.3 sobre respuestas estatales)
Hablar más, hablar mejor Si bien a partir de 1995 se logra la atención de los medios de comunicación colectiva sobre el problema de la violencia intra familiar, esto no quiere decir que la cobertura contribuya a mejorar la imagen de las mujeres en general. De
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acuerdo con la matriz general de análisis, los prejuicios de género, la revictimización de las mujeres y el reforzamiento de estereotipos acerca del “deber ser” de mujeres y hombres, son reforzados una y otra vez desde los medios de comunicación. La construcción de la identidad masculina y femenina es lo que se conoce como el sistema de género. Se trata de un patrón social o una forma de ordenamiento social que ha dado a los hombres el poder de dominar –sobre las mujeres, las y los niños, las personas adultas mayores, la naturaleza y todo lo que sea considerado inferior desde el punto de vista simbólico--. El sistema de género permite a los hombres dominar a las mujeres y es un grupo interesado en la conservación de los roles y el status quo, mientras que las mujeres es un grupo interesado en el cambio. Este discurso simbólico se de-
tecta “entre líneas” en las informaciones noticiosas analizadas, algunas veces de forma evidente, otras como un discurso solapado. No obstante, los hombres obtienen dividendos desde el patriarcado en términos de honor, prestigio y derecho a mandar. Una estructura desigual a esta escala que involucra un despojo masivo de recursos sociales es difícil de imaginarla sin violencia. El género dominante –los hombres— es el que sostiene y usa la violencia para mantener esa dominación. La intimidación a las mujeres se produce de muchas formas: desde el silbido de “admiración” en la calle, el acoso en la oficina, a la violación y el ataque doméstico, llegando al asesinato para mantenerla “con él”, no perder su propiedad. Los ataques físicos se acompañan, generalmente, de abuso verbal.
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Golpes y noticias
abe repasar aquí el concepto básico de noticia, el objeto primario de los medios de comunicación de masas: Noticia es un hecho verdadero, inédito o no, actual, de interés general, que se comunica a un público que pueda considerarse masivo, una vez que se ha recogido, interpretado y valorado por las personas que dirigen y administran el medio utilizado para su difusión. Reconocidos autores de textos periodísticos y de comunicación de masas, concuerdan que siempre es necesaria cierta interpretación de la realidad para que exista la noticia. Si aplicamos este concepto a los cambios sobre la violencia intra familiar como noticia, los acontecimientos culturales devenidos en el último quinquenio, refuerzan el concepto de que la violencia doméstica sí es noticia para nuestras sociedades, en tanto es un problema de dimensiones sociales que afecta a una gran cantidad de personas.
C
Del rumor a la verificación de datos En el análisis de las 525 noticias y reportajes sobre violencia contra las mujeres, encontré numerosas imprecisiones de un mismo hecho de violencia doméstica, de un medio a otros, a pesar de que la información básica emanó de la misma fuente –generalmente, de índole oficial: policía u otros organismos ligados a la jurisdicción judicial--. Asimismo, en una época del periodo analizado –segunda mitad de los años 90— fue común encontrar fotografías de las mujeres afectadas de violencia, donde se exhibía los golpes, heridas y hasta amputaciones de que fueron objeto, sin el menor pudor ni protección a la privacidad de la víctima. Sin embargo, cuando se encuentran casos de noticias tratadas con datos y cifras diferentes de un medio a otro, da la sensación de haber sido elaboradas a partir del rumor y no de la verificación con la fuente. Además, podría suceder que la fuente o fuentes, dan datos, cifras y descripciones equivocadas.
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1. Evitar modelos de mujer que lesionen su dignidad: la industria de la cultura de masas difunde un modelo de mujer (subyugada, sexuada y objeto), hay que hacer lo posible por evitar estos estereotipos y evitar su revictimización en casos de violencia. Hay mujeres médicas, abogadas, ingenieras, científicas, empresarias, camioneras, etc. 2. La violencia doméstica o intra familiar es un delito, un problema social que nos concierne a todas las personas y ciudadanos. La violencia doméstica NO es un asunto privado, ni un suceso fortuito o desgraciado. La generalización más comúnmente encontrada, es achacar las situaciones de violencia intra familiar a actos de “pa-
sión”, “locura”, “amor”, “estados de enojo o alteración”, “emociones fuertes” o al consumo de licor o drogas. Otro lugar común de interpretación de estas noticias es creer que este tipo de violencia se produce sólo en ciertos niveles sociales. La mayoría de los agresores suelen ser hombres de apariencia normal y en pocos casos se puede hablar de un ser “patológico”, ya que es común encontrar en las informaciones que dan cuenta de un hecho de violencia doméstica, que el autor está desempleado, es un borracho o drogadicto, de extracción social baja, tiene pocos recursos económicos o trabaja en empleos poco calificados. De las pocas excepciones encontradas en el análisis y que no correspondía este prejuicio social, fue el caso de una mujer adulta, profesional y de condición acomodada, que fue asesinada de un disparo por su esposo en un elegante barrio capitalino. 3. El tratamiento noticioso de las informaciones de violencia lo presentan como hechos aislados o como un aumento de la violencia doméstica, cuando en realidad lo que hay es un aumento en las denuncias. Ejemplo positivo de seguimiento y buena interpretación de la realidad social, aunque con un estereotipo social: “Durante los primeros días del año, la Delegación de la Mujer ha tenido que correr para atender 130 denuncias de mujeres que fueron agredidas físicamente por otras personas.(...) Las ofendidas manifestaron que los hombres con los que se encontraron se hallaban bajo los efectos del licor.” (La República, 4 de enero de 1996) Otros titulares que refuerzan los falsos preceptos de que la violencia surgió por emociones violentas. Ejemplos: “Cegado por los celos mató a compañera”, “Hay amores que matan”, “Pedido de di-
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vorcio motivó drama”, “Asesinó a mujer que lo engañó con otro”. Ante estos ejemplos, es importante que las periodistas y los periodistas no atribuyan como causa primaria de estos delitos a un hecho aislado o porque el hombre tenía celos, actuó sin premeditación, con cólera, por desesperación o por amor y que esos sentimientos fueron el detonante de un acto violento o un femicidio. Por el contrario, las agresiones contra las mujeres se deben a la convicción que tienen los agresores de que las mujeres o parejas son suyas, de su posesión y que pueden hacer con ellas lo que quieran. Hay que evitar la presentación de los asesinatos o actos de violencia como resultado de un “crimen pasional”. El adjetivo “pasional” cabe únicamente a sentimientos distintos a los crímenes o los golpes. Asimismo, es urgente eliminar la atribución de la violencia intra familiar a los “celos enfermizos”, al amor, a un problema sentimental o una “cuestión de faldas”. Hay que dejar claro en la información que los crímenes o las agresiones en los casos de violencia doméstica, no son consecuencia de un arrebato, un ataque repentino o un mal momento. Estas denominaciones o causas esconden la realidad o minimizan y tienden a justificar tanto los crímenes como las acciones de los agresores. Los estereotipos frivolizan y banalizan: los calificativos de “celoso”, “borracho” o “persona normal” o frases como “salían a bailar”, “tenía un amante”, introducen dosis altas de frivolidad y desvían la atención de las verdaderas causas de la tragedia, provocando un error de lectura y percepción entre las personas consumidoras de información. 4. No confundir lo morboso con el interés social: Una mujer afectada por violencia puede
ser un buen testimonio, pero nunca un gancho publicitario. El infoespectáculo no es el formato adecuado para este tipo de violencia. 5. La imagen no lo es todo, evite caer en el sensacionalismo: La imagen debe despertar la dignidad de la persona, por lo que los recursos estéticos ni la narrativa habitual de los reportajes de sucesos, no deben utilizarse en noticias sobre violencia intra familiar. Hay que evitar la criminalización de las víctimas cuando se usan recursos de “ocultación” (cintillos ne-
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gros sobre los ojos, rasgos faciales distorsionados, etc.) La reconstrucción de los hechos que abunda en detalles escabrosos, o los primeros planos de caras amoratadas o llorosas, no ayudan a identificar el problema y solo provocan morbosidad o la conmiseración de la persona afectada por violencia.
Mitos de los hombres que golpean En una investigación realizada por el Programa Regional contra la Violencia Doméstica en Centroamérica, (1996 - 1998) con hombres golpeadores, se encontró que tenían los siguientes mitos: - El enojo o la ira causan la violencia contra la pareja - Las Mujeres son provocadoras de la violencia - Las mujeres dicen no cuando quieren decir sí - Las mujeres deben estar en casa y los hombres trabajando fuera - Si a un hombre se le agrede, es natural que agreda - A veces es necesario usar la violencia - Las mujeres liberadas odian a los hombres - Las mujeres son tan violentas como los hombres - Las mujeres quieren ser dominadas por los hombres - Alguien debe estar a cargo - Los celos son naturales en los hombres y son amor - La violencia se da por problema en la comunicación - Un hombre tiene derecho a escoger las amistades de la compañera - La violencia es responsabilidad de los dos - Los hombres que golpean a su pareja son violentos en todas las relaciones - Estos hombres nos son exitosos - El alcohol es el responsable de su violencia - Tienen personalidades psicopáticas - Son pobres - Tienen nivel educativo bajo - Son impulsivos - Su autoestima es baja - Las mujeres golpeadas se quedan porque les gusta - Si la mujer se aguanta por bastante tiempo las cosas cambiarán - Las mujeres merecen ser golpeadas porque se portan mal - La violencia doméstica no afecta a los (as) niños (as) - Esto es voluntad de Dios y nadie se debe meter - Si la mujer no se dejara el hombre no le pegaría ILANUD, Violencia de genero, derechos humanos e intervención policial, 2002
6. No todas las fuentes informativas son fiables: A la hora de redactar una noticia sobre violencia doméstica contra mujeres adultas, es importante hablar con varias fuentes pero es urgente seleccionar con criterio, ya que no todo el mundo puede hablar de todo. Hay testimonios que aportan y otros que confunden. Los antecedentes sobre dimensiones o buenas relaciones en el seno de la pareja, por ejemplo, inducen a explicar la violencia como la consecuencia lógica de una situación de deterioro o, por el contrario, como un arrebato aislado. Es importante consultar –en la medida de lo posible-- con varias y de procedencia diferente, ya que la información, generalmente, viene viciada desde la misma fuente, por lo que la persona profesional en comunicación debería ser capaz de diferenciar y tratar eficazmente las informaciones recabadas y recibidas. Al analizar las 525 informaciones, nos dimos cuenta que éstas son poco contrastadas y tampoco se analiza la información recogida. 7. Información didáctica: Es conveniente recordar la responsabilidad social que tienen los medios y su incidencia en la formación y sensibilización, por ello para llevar a cabo una información didáctica y formativa es conveniente combatir los estereotipos y mitos que hay alrededor de la violencia intra familiar (Ver anexo “Mitos y creencias” en página 38). Por lo tanto, es aconsejable acudir a opiniones de personas expertas en este tipo de problemas (abogadas, psicólogas, sociólogas, trabajadoras sociales, expertas en derechos humanos, etc.), así como a instituciones gubernamentales y no gubernamentales que atienden a estas mujeres. También es recomendable dar la palabra a las personas afectadas de violen-
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cia, pues su testimonio suele ser esclarecedor, pero sin caer en la morbosidad y protegiendo su identidad. Estas declaraciones ayudan a poner en perspectiva la desprotección social y judicial en que se encuentran las sobrevivientes o afectadas de violencia doméstica, el miedo que ellas tienen de denunciar y otras acciones que afectan la voluntad de estas personas. Conviene dar a conocer relatos de mujeres sobrevivientes de violencia. 8. Identificar la figura del agresor, respetar la dignidad de la afectada: El agresor debe ser identificado con claridad en su comportamiento, más que en su identidad. Este tipo de noticias ayuda a otras mujeres y a la sociedad en general, a identificar los patrones de conducta de un agresor. Con respecto a las sobrevivientes de violencia, no se puede mostrar su identidad sin su permiso, menos en los momentos de tensión emocional. Es urgente respetar el dolor de la afectada y esperar a que recupere su estima y equilibrio emocional. Será más útil, compasivo, respetuoso y menos morboso. 9. Insistir en existencia de violencia psicológica: En la revisión de las 525 informaciones, prácticamente no se señala la existencia del maltrato psicológico, por lo que, al margen del maltrato físico y/o patrimonial, conviene dar cuenta de la violencia emocional, especialmente cuando la prole y otros familiares se ven afectados por ella. Este tipo de agresión siempre deja secuelas. 10. Denunciar la violencia no es signo de cobardía: Una mujer que solicita medidas de protección o denuncia la agresión enfrenta con valentía una realidad no deseada. Al revisar las informaciones, especialmente del último quinquenio se llega a
la conclusión que las mujeres asesinadas por sus parejas, ex parejas o familiares, tenían medidas de protección o habían solicitado o puesto una denuncia en algún momento. Es conveniente resaltar este hecho debido a que hasta en noviembre del año 2002, hubo un cambio en el Código Penal costarricense que re-
Manifestaciones de violencia doméstica según el tipo Violencia Física
Violencia Psicológica
- Pegar - Morder - Patear - Escupir - Quemar - Tirar Objetos - Amenazar con arma mortal
- Insultar - Humillar - Avergonzar - Burlarse - Negarse a dar cariño - Descuidar cuando está enferma - Amenaza de golpes - No le permite trabajar
Violencia Sexual - Forzar a tener relaciones sexuales - Forzar a participar en actos sexuales - Criticar el desenvolvimiento sexual - Obligar a tener relaciones que lastiman ILANUD, Violencia de genero, derechos humanos e intervención policial, 2002
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calificó como delito las amenazas de muerte. Antes eran contravenciones. Sin embargo, tal parece que en el caso de la violencia intra familiar, la amenaza de muerte no cabe como delito. Es evidente que las mujeres que presentan denuncias por agresiones, violaciones y maltratos, por muy reiterados que estos sean, quedan a merced de la violencia de sus agresores, ya que pese a las denuncias éstos no son privados de libertad y no cumplen las solicitudes de abstenerse de acercarse a la afectada de violencia, cuando hay órdenes en tal sentido. Es conveniente señalar este tipo de vacíos cuando damos cuenta de un hecho de violencia doméstica. Todo ello con el objetivo de alertar sobre los posibles riesgos futuros a los que están expuestas las mujeres afectadas de violencia. 11. Dar también buenas noticias: Si informar sobre casos de violencia es útil, tanto o más lo es ofrecer aportes eficaces para afrontar este problema social, como dar seguimiento detallado de los casos –comúnmente se habla del hecho sangriento en la página de sucesos o crónica roja--, hablar sobre iniciativas novedosas, sentencias ejemplares o dispares, seguimiento judicial de un agresor para evitar el regreso al domicilio conyugal, casos ejemplares de sobrevivientes de violencia, etc. 12. Lenguaje informativo y sensibilidad: Es común encontrar frases revictimizantes y con calificativos poco apropiados en las informaciones sobre violencia doméstica (por ejemplo: “crimen pasional”, “la mató por celos”, “estaba desesperado por la petición de divorcio”, etc.) Por lo tanto, es imprescindible evitar este tipo
de afirmaciones, calificativos, frases hechas, comentarios frívolos, banales o clichés. Asimismo, la utilización de un lenguaje violento desvirtúa las razones de la agresión. Frases como “certera puñalada”, “cadáver ensangrentado”, “muerta a cuchilladas”, “había una gran mancha de sangre”, dirigen la atención a aspectos colaterales, incompatibles con los motivos reales de la agresión. 13. Cuidado con los adjetivos: Las noticias de violencia intra familiar son hechos complejos que requieren de una explicación detallada, mesurada y alejada de frivolidades. Lamentablemente, el tema es, en términos de audiencia, lo suficientemente “atractivo” como para necesitar elementos de “seducción” añadidos. Utilizar adjetivos como “celoso”, “bebedor”, para definir al agresor nos acerca a la exculpación. Decir por ejemplo que la afectada de violencia era “era joven y guapa”, “salía con amigas” o “tenía un amante” desvían el foco de lo verdaderamente importante y nos hace disculpar al agresor o “comprender” el origen de la agresión. Conviene no olvidar los aspectos humanos de la afectada de violencia y obviar los comentarios que la pueden desprestigiar o que desvíen la atención. También se recomienda utilizar con cuidado el lenguaje y no calificar de víctima a la mujer o familia que sufre violencia sino denominarla afectada de violencia o sobreviviente de violencia. 14. Las asociaciones de personas afectadas de violencia, instituciones públicas y civiles, así como las periodistas y los periodistas y los medios de comunicación mismos, deberían participar en una política activa de información, más allá de los datos o las campañas concretas.
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Ejemplos buenos y ejemplos inapropiados
ste capítulo detalla ejemplos concretos de buenas coberturas de prensa, con reproducción concreta de oraciones, así como de tratamientos inapropiados de noticias que contribuyen a reforzar estereotipos y actitudes socializadores inconvenientes.
E
Frases inventadas: “El agresor se derrumbó ensangrentado, las balas habían roto el círculo de violencia que la rodeaba, los últimos suspiros de su compañero no causaron la más mínima reacción de la mujer”. (Extra, 19 de enero de 1996) Comentario: Es claro que la descripción es producto de la imaginación de la persona que escribe la noticia. Asimismo, resulta peligroso la imagen de “romper el círculo de violencia” por medio de un acto violento.
Seguimiento: Se trata del caso de Dunia Domínez, una mujer joven ahorcada, quemada y triturada por orden de su compañero y padre de cuatro hijos e hijas, ocurrido en mayo de 1993. Este es el caso de violencia doméstica que más seguimiento obtuvo por parte de la prensa costarricense en el periodo analizado; sin embargo el seguimiento se debe a la información dada por el Poder Judicial en torno al caso. El autor intelectual del asesinato de esta mujer fue Saúl Campos Arce, quien fue condenado en agosto de 1997 a 25 años de cárcel. La sentencia fue por el
asesinato y varias estafas. La cobertura periodística comenzó desde la desaparición de Dunia en 1993 y la sentencia de su asesino en 1997.
Refuerza roles de género e identidad: 1- “Según testigos, entre ellos la madre de Sandra –Cándida Rosales Robles— y agentes del OIJ, Guadamuz estaba enamorado de Sandra de 20 años(...) La joven (...) no estaba interesada en el noviazgo y solo veía en Roberto a un familiar cercano (su primo). Al ser rechazado, creen las autoridades, Guadamuz Castro (Roberto), se sintió ofendido y desde principios de setiembre de 1995, se mostró molesto con Sandra, cuya relación se volvió más distante.” (La Nación, 21 de junio de 1996) Comentario: La noticia describe claramente una situación de control y acoso de una mujer por parte de un familiar. Hablar de que “estaba obsesionado” o “enamorado” de ella, resta importancia al control sufrido por ella. Asimismo, una persona que se acerque a otra con intenciones de amarla, no la agrede. Es común este tipo de conclusiones banales y ligeras en las informaciones periodísticas sobre violencia intra familiar. 2- “Por el mismo maltrato, la mujer decidió abandonar a Daley, lo cual el individuo no había logrado superar, indicó la fuente. Al opinar sobre el caso, esta mañana, Zaira Salazar, directora de la Delegación de la Mujer, se mostró indignada y realizó un llamado a las autorida-
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des para que no se subestimen las denuncias por agresión, pues es la segunda vez que una quejosa es asesinada. Uno de los investigadores que atendió el caso, con muchos años de experiencia, comentó que los agresores comienzan con ataques verbales, luego pasan a los físicos y terminan por consumar asesinatos.” (Prensa Libre, 13 de junio de 1996) Comentario: Un rol de género es considerar que la mujer le debe sumisión y obediencia al hombre y que el hombre tiene poder de control sobre la mujer. Esta información refuerza ese mandato de género del “ser hombre” y “ser mujer”, aunque el reforzamiento del estereotipo viene por parte de la fuente, de acuerdo con el texto. Sin embargo, un periodista o una periodista sensible y conocedor del tema, ignoraría esa aseveración de la fuente o la cuestionaría. Asimismo, para ese año –que fue aprobada la ley contra la Violencia Doméstica--, ya comenzaba a notarse la respuesta agresiva de los hombres que son sometidos a las medidas de protección, de acuerdo con el comentario que se recoge de Zaira Salazar, directora de la Delegación de la Mujer.
Identidad de género y discurso social: “Vestidas de blanco y llenas de ilusión caminaron hacia el altar para unirse en matrimonio con los hombres amados, sin pensar siquiera que tiempo después éstos se convertirían en sus carceleros y agresores. Durante el noviazgo fueron hombres tiernos y cariñosos, pero como maridos se transformaron en verdaderos ogros.” (La República, 10 de febrero de 1996). Comentario: Esta redacción refuerza los roles de género masculino y femenino sobre las expectativas sociales y culturales en torno al noviazgo, al matrimo-
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nio, al ser hombre y ser mujer. El tono del texto es una copia de los cuentos clásicos –que refuerzan enormemente estereotipos sociales— y no contribuye en nada en determinar el comportamiento agresor de un hombre en un periodo de noviazgo. Informaciones como esta tergiversan y manipulan situaciones donde las mujeres y sus familiares pueden detectar una potencial relación de violencia e impiden colaborar con una mejor construcción de la masculinidad.
Socialización de género en hombres, “porque te quiero, te pego”: “Al preguntársele por lo que había hecho, él nos dijo que hacía siete meses le había dicho cuánto la amaba, pero que no le perdonaría si le fallaba, manifestó el policía...” El asesino mató a su compañera de seis puñaladas en el cuello y el tórax. (La República, 15 de enero de 1997) “Cajina estaba molesto con su hijastra Darling Oseas, porque ella no quería seguir viviendo con él.” (La Nación, 6 de enero de 1997) Comentario: Ambas descripciones revelan claramente los mandatos de la socialización de género de los hombres, que resuelven sus conflictos con otras personas y consigo mismos por medio de la agresión y el control a través de la fuerza, la cólera y la frustración. Descripciones de situaciones como ésta, pueden servir para formar a las personas lectoras consumidoras de información, sobre las manifestaciones emocionales incorrectas de los hombres y cómo tratar de controlarlas. El amor y el cariño NO se manifiestan con agresión, es ilógico y contradictorio. El papel de los medios de comunicación es llamar la atención de las y los lectores y corregir estas percepciones equivocadas del afecto.
Le gusta que le peguen: “El amor o la costumbre la mantuvo al lado del hombre que a la vuelta de cuatro años de vivir con ella la asesinó a golpes en su casa en Concepción de Tres Ríos.” (Al Día, 20 de mayo de 1997) Comentario: El calificativo de “amor o costumbre” es una conclusión subjetiva de la persona que escribió la noticia y no aporta nada a la información, por el contrario desvirtúa y aminora la gravedad de la agresión y disculpa al agresor.
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La inseguridad de él se disculpa: “Una fotografía encendió la mecha para que un desesperado enamorado terminara con la vida de su amada a machetazos, anteanoche, y luego el homicida intentara quitarse la vida en un drama pasional ocurrido en San Isidro de El General.” “Tanto era su amor y los celos le destrozaban su pasión por la mujer que decidió que ambos murieran en el mismo instante, como Romeo y Julieta, sin embargo, para su mala suerte, el homicida quedó con vida.” (Extra, 19 de junio de 1999) Comentario: Aquí se repite otra vez la invención e imaginaría literaria de la persona que escribió la noticia, al hacer afirmaciones banales, trilladas, estereo-
tipadas y equivocadas, que refuerzan roles de género. En este caso, la inseguridad que generan los celos, “provoca” el asesinato a machetazos. Textos como éste, refuerzan de nuevo estereotipos peligrosos para mujeres y hombres.
Opiniones de hombres: “¿Por qué hay tantas agresiones a las mujeres? Por la igualdad, muchas mujeres dejan los hogares para trabajar y sus hijos no son educados adecuadamente.” Giovanni Valverde. “A como están las cosas, las drogas, el alcohol y la liberación de la mujer influyen, mucho en que las agresiones aumenten.” Juan Trejos. “La economía, las drogas y el alcoho-
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lismo son factores que influyen, además la pérdida de valores.” Alexander García. (Extra, 14 de julio de 1999) Comentario: Los comentarios de estos tres hombres revelan el desconocimiento generalizado de las raíces de la violencia intra familiar y culpan a las mujeres y otros factores sociales y culturales por la violencia. Sin embargo, en ningún momento estos hombres ven su responsabilidad en el asunto. Por el contrario, justifican la violencia por la “desobediencia” y “liberalidad” de las mujeres, quienes “no cumplen su rol de cuidadoras”. Este tipo de manifestaciones podría haber ido acompañada por un experto en masculinidad de develara el mensaje subliminal de violencia que manifiestan Giovanni, Juan y Alexander.
Condenas: Al analizar las informaciones y el seguimiento de algunos casos de violencia, cuando son sentenciados los agresores, queda de manifiesto una serie de incoherencias sobre la magnitud de las sentencias, aún en casos donde las mujeres fueron salvajemente asesinadas. Por ejemplo, en 1999 un hombre fue condenado a tres años de prisión por privación de libertad y coacción contra su esposa, quien permaneció encerrada y amenazada con un machete, en 1997. Otros casos de asesinatos contra mujeres son sentenciados con el máximo que ley costarricense establece, 25 años. Ejemplo de ello fue el caso de Rónald Segura Rodríguez quien fue sentenciado a 20 años de cárcel por homicidio agravado contra su esposa, a quien asesinó frente a sus cuatro de sus seis hijos e hijas. En tanto, casos como el de un hondureño que mató de una docena de martillazos en la cabeza a su compañera, reflejan una disparidad en la sentencia, ya
que fue condenado a 14 años de cárcel a pesar de que ella había interpuesto una denuncia anterior, por maltrato. A lo largo de la década analizada, no encontré ninguna información o reportaje que llamara la atención por esta disparidad en las condenas por violencia doméstica. Tampoco encontré noticia o reportaje que se refiriera al peligro que corren las mujeres que solicitan medidas de protección o salida del agresor del domicilio.
Crimen pasional: “El móvil del crimen –según las autoridades—habría sido un problema pasional que tuvo Randall López Quirós de 25 años, con su ex compañera María del Milagro Morales y el actual novio de ésta, Gerardo Hernández Castillo.” (La Nación, 10 de junio de 1999) Comentario: El uso del adjetivo “problema pasional”, aminora la gravedad del asesinato de la mujer, especialmente porque ella tenía una nueva relación sentimental. Esta situación contribuye a hacer creer que ella merecía morir por estar con otro hombre y “despreciar” al primero. Ante una aseveración como ésta, aún por parte de la fuente policial, el deber del o la periodista es no reproducir el comentario, especialmente porque es una especulación y no aporta a la noticia y desvirtúa la gravedad del asesinato.
Le gusta...: “El suceso se registró en la calle 8, avenida 5. la mujer –a pesar de que manaba sangre—se negó a recibir atención médica en el hospital, así como a firmar la denuncia contra su compañero (le quebró un vaso en la cabeza) ya que al parecer le gusta que la aporreen.” (Extra, 6 de julio de 1999). Comentario: El comentario de quien
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escribe, sobre la forma de actuar de una mujer agredida, tergiversa peligrosamente el desequilibrio sicológico que vive una persona afectada por violencia y presa del círculo de violencia. El comentario “le gusta que la aporreen” sobra en la información y es especulativo y tendencioso. En un caso como éste, lo mejor sería buscar una fuente especializada que trate de explicar el comportamiento de esta mujer.
Poca tolerancia al fracaso: “No podía soportar más. Ella me presionaba todos los días diciéndome que no le respondía económicamente al chiquillo, además, ya era mucha gente la que me aseguraba que andaba con otro, por eso dije hasta aquí y la maté.” (Esta fue la confesión de Gerardo Acuña que asesinó a su esposa María Lorena Abarca) “Esta es mi esposa y yo puedo hacer con ella lo que quiera y si alguno de ustedes se mete le va feo.” (...) “Por eso la maté, porque no me dejaba vivir en paz. No me arrepiento, ella disfrutó mucho de mí y me dio vuelta, por eso la maté.” (Extra, 26 de mayo de 1999) Comentario: Las declaraciones recogidas por el periódico reflejan claramente la socialización masculina que permite la agresión, la posesión, el control y el papel proveedor activo de los hombres y el femenino pasivo de las mujeres. Es clara la descripción de la intolerancia masculina al fracaso y a la frustración y la respuesta violenta ante estos sentimientos. Ante un ser humano con esos niveles de inseguridad, cualquier comentario equivocado puede ser nefasto. Sin embargo, la reproducción de estos comentarios poco aporta al hecho noticioso, alimentan la morbosidad, justifican la violencia contra la mujer, aminoran la gravedad del hecho y disculpan al asesino.
Celos y venganza: 1- “Perturbado por los celos que le agobiaban la mente a más no poder, mientras veía a su ex esposa y a su hijastra disfrutar de un baile, se fue en busca de un filoso machete, se ocultó en un matorral y al terminar la actividad cuando las dos mujeres pasaron por el frente, se les tiró encima propinándoles múltiples machetazos que por poco les cuesta la vida.” (El Heraldo, 5 de mayo del 2000) 2- “Constantes rumores de que su mujer tenía citas a escondidas con un apuesto joven del barrio, cegó de celos la mente de un hombre que dispuso convertirse en homicida para cobrar su honor.” (Extra, 26 de febrero del 2001) Comentario: Las descripciones que hacen los autores de esta noticia, parten de un supuesto personal subjetivo y tendencioso. Hay una descripción ficticia que contribuye a aminorar la gravedad del hecho, justifica la violencia contra las mujeres afectadas y disculpa a los agresores.
Sin piedad: “...el hombre no echó para atrás y más bien le amputó varios dedos, además de que casi le corta el cuello, su cara estaba despedazada al igual que sus pies y su cintura.” Se trata del caso de un hombre que asesinó de 20 machetazos a su compañera. (Extra, 11 de mayo del 2000) Comentario: La descripción detallada de la agresión y de la forma de actuar del asesinó, es morbosa y violenta. En lugar de llamar la atención por el acto de profunda violencia y escasa piedad contra un ser querido, la descripción desvirtúa el hecho y desvía la atención.
Porque toma ...: 1- “Reñían con frecuencia, constantemente la mujer nos solicitaba para que calmáramos las cosas y los pleitos eran constantes, sobre todo porque había li-
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cor de por medio, ya que al parecer Francisco cuando tomaba, le entraba el mal de los celos, reveló la oficial de policía de Korobó, María Cecilia Canales Castro.” (Extra, 27 de julio del 2000). 2- “Lo amó tanto que aguantó toda clase de palizas que durante 10 años estuvo recibiendo cada vez que su marido se emborrachaba.” (Extra, 4 de agosto del 2000) 3- “Juan, enloquecido por el alcohol, salió de su casa con un puñal en la mano en busca de su mujer.” (La República, 2 de diciembre del 1995) Comentario: Es común creer que un hombre actúa violentamente y es capaz de matar, porque toma licor o consume algún tipo de droga, lo que contribuye a desvirtuar la agresión y aminorar la gravedad del hecho. Es conveniente buscar fuentes especializadas que expliquen claramente por qué hay violencia y sus implicaciones. Asimismo, la frase “su mujer” refuerza la socialización masculina que hace creer a los hombres que las mujeres son de su propiedad.
Por capricho: “En cambio otros, que son falsamente acusados y nunca han agredido a una mujer, guardan prisión por puro chisme y cuentos de mujeres caprichosas.” (Extra, 1 de diciembre del 2001) Comentario: La reproducción de este comentario, sin ningún asidero estadístico sobre la incidencia de la violencia doméstica o de las denuncias falsas por agresión, no contribuye para nada en la sensibilización sobre la gravedad de este tipo de violencia social. Por el contrario, desvirtúa la realidad y justifica la violencia; refuerza estereotipos y roles de género (el que las mujeres son caprichosas y que los hombres tienen derecho a maltratarlas)
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Posesivos y proveedores: “Posteriormente trasladaron al asesino hasta la delegación del OIJ, donde éste indicó que la mató porque ella no quería tener hijos con él. Además, explicó que su compañera quería irse de la casa y ya había invertido mucho en la manutención, por lo cual no podía perderla así no más. También dijo que ella se había ido de la casa con once mil colones, pero al parecer esto es falso pues no se encontró el dinero.” (Extra, 7 de Septiembre de 1995) Comentario: La confesión del asesino sobre las razones que lo llevaron a matar a su compañera pudo haber sido usada para explicar la socialización de género de los hombres y su respuesta cultural al papel de proveedores y posesivos. Hay que recordar que los medios de comunicación son instrumentos de formación y esta noticia hubiera sido mejor aprovechada con una fuente experta que hubiera puesto en perspectiva estos comentarios.
Mujeres buenas y pasivas: “La joven, considerada como una adolescente sana y sin complicaciones propias de mujeres rebeldes, era soltera, no se le conocía novio formal y vivía con su madre. Ante este estado de cosas el único argumento posible por ahora para explicar no solo el asesinato sino la intención de hacer desaparecer el cuerpo, es que la muchacha de manera fortuita, haya escuchado o visto algo cuyos ejecutores no podían dejar pasar, se dijo a este diario.” (La Nación, 26 de octubre de 1993) Comentario: La descripción de la adolescente, refuerza el estereotipo de género de lo que es una “mujer buena”, es decir, una mujer pasiva, sumisa, no rebelde. Las mujeres que rompan con estos mandatos culturales merecen vio-
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lencia. La información está basada en supuestos que no aportan nada noticioso al hecho, alimentan la morbosidad y buscan una justificación a la violencia.
Frases de tendencia sexista: 1- “Sevilla fue vista por última vez por un grupo de compañeras del Banco Nacional con quienes departió hasta las 2 a.m. del sábado anterior en una discoteca ca-
pitalina. Ellas fueron a bailar y luego salieron rumbo a El Alto de Guadalupe, donde Sevilla había dejado su vehículo en casa de una amiga. Al parecer la joven había firmado su divorcio pocas horas antes de su desaparición y habría salido a festejar la ocasión.” (La República, 30 de noviembre de 1995) 2- “Morgan, quien al parecer no tiene vicios y fue descrito como una persona
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amable y de buenas costumbres por allegados en Puerto Viejo, enfrenta desde ayer cargos por homicidio calificado. (...) Leist fue calificada como una joven atractiva y alegre que arribó al país atraída por la belleza y exhuberancia del Caribe costarricense.” (La Nación, 31 de agosto de 1995) Comentario: En ambas noticias se usan lenguajes e imágenes sexistas y cargadas de mandatos de género que afectan la imagen de las mujeres. En el caso de Sevilla, una mujer trabajadora y madre de un hijo, se dan abundantes detalles de su vida privada que provocan a quien lee la noticia que ella se buscó su muerte por andar de fiesta, bailando y “jugando” de soltera. Los detalles del comportamiento de la mujer horas antes de su muerte, son especulativos, tendenciosos, no aportan nada a la información noticiosa objetiva y juzgan a la asesinada, dejando el sinsabor de que ella se buscó su muerte. Parte de los mandatos de género “enseñan” a las
mujeres a que no conviene andar por la noche solas, ya que las “mujeres buenas” no hacen esas cosas. Por otro lado, los roles de género se contraponen en el segundo caso cuando se describe al supuesto asesino como un “hombre calmado, de buenas costumbres, incapaz de matar a una mujer” y a ella se la juzga alegre y atractiva que con su comportamiento abiertamente libre, se buscó su muerte. Las imágenes en ambos casos, dejan como moraleja subliminal que las mujeres que andan de fiesta, son alegres, libertinas y andan exhibiendo su atractivo físico, son sancionadas socialmente con la violencia o la muerte. Las informaciones no revelan en ningún momento la brutalidad de los hechos, la inseguridad que viven las mujeres en cualquier espacio de la vida –sea público, como la calle, el trabajo o un centro de esparcimiento, o privado, como su propia casa— y sus asesinatos (al menos los encontrados y analizados en la muestra de 525) se caracterizan por su brutalidad y cobardía, por las circunstancias de indefensión de las víctimas.
Cinco mujeres asesinan compañeros: A lo largo de este análisis, sólo se ubicaron cinco noticias que dieron cuenta de mujeres que asesinaron a sus compañeros o ex compañeros, dos los mataron con un cuchillo y tres con revólveres. En todos los casos, según las descripciones de las fuentes periodísticas, las mujeres habían actuado luego de una discusión o ante amenazas de agresión o muerte manifestadas o propinadas por sus compañeros. En general, las informaciones tratadas –excepto una--, dan cuenta de la agresión de una manera poco morbosa, menos tendenciosa y bastante equilibrada en cuanto a redacción, roles de género, victimización, etc.
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Conclusiones generales
l análisis conjunto de estas 525 noticias y reportajes, a la luz de una perspectiva de derechos, de género y de equilibrio periodístico, permite obtener información rica en enseñanzas y sugerencias para revertir los vicios culturales y tendencias informativas sesgadas e incorrectas. Entre los vacíos más importantes descubiertos en este tipo de análisis están las imprecisiones en los datos e informaciones que varían de un medio a otro, aunque los datos surjan de las mismas fuentes y se describan los mismos hechos. Esto puede deberse a varios factores: informaciones imprecisas por parte de las fuentes, datos tomados a la ligera por parte del o la periodista, falta de atención por parte de los profesionales en periodismo, datos tomados a la ligera y escritos de igual manera. También podría suceder que los medios que cubren un suceso de violencia intra familiar consulten otras fuentes adicionales que manejen otros datos. Sin embargo, la cobertura periodística de hechos de violencia doméstica se caracteriza también por la escasa consulta de fuentes y total ausencia del fairness. Las fuentes de donde emanan las informaciones suelen ser de índole policial (policía del Ministerio de Seguridad, Organismo de Investigación Judicial, Ministerio Público, Cruz Roja o
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representantes del 911). Asimismo, se tiende a consultar a vecinos, amigos o familiares de las personas afectadas de violencia o de los agresores. Pocas veces se consultan fuentes expertas que abordan social y psicológicamente estos hechos como Delegación de la Mujer, Instituto de las Mujeres organizaciones civiles que trabajan en esta área, expertas o expertos universitarios, de organismos internacionales y otros sectores. Preocupa mucho el uso de abundantes afirmaciones que achacan la situación de violencia a descontrol, emoción fuerte, frustración, ansiedad, estrés, efecto de alcohol o droga, ira, celos, amor, pasión y otros adjetivos afines que justifican el acto violento de un hombre que golpea o asesina a una mujer que es su compañera o ex compañera sentimental o familiar cercana. Es imprescindible hacer comprender al público lector y consumidor de información que un acto violento o un asesinato no es un acto de amor frustrado, sino un patrón de conducta aceptado y tolerado social y culturalmente que es urgente cambiar. Asimismo, el análisis de este periodo deja claro que la violencia intra familiar poco a poco fue convirtiéndose en noticia, especialmente después del impulso de Convenciones internacionales para combatir la violencia contra las mujeres –incluida la violencia doméstica—y de campañas mundiales de sensibilización sobre el problema y la aprobación de leyes específicas que penalizan la violencia doméstica, así como otras formas de violencia de género. Las campañas de sensibilización han provocado un aumento en la denuncia de las situaciones de violencia; también el trabajo de grupos de mujeres afectadas de violencia o sobrevivientes, que ayudan a otras mujeres a romper el si-
lencio y el círculo de la violencia. Esto genera una falsa sensación de aumento de la violencia, cuando en realidad lo que hay es un aumento en las denuncias y una serie de actitudes sociales y culturales que ayudan a que haya menos tolerancia y más sanción social hacia este tipo de violencia. Asimismo, universidades locales e internacionales, así como organismos internacionales han impulsado estudios sobre la violencia doméstica que permiten cuantificar un porcentaje general aproximado de mujeres que han sufrido o están afectadas de violencia doméstica; así como determinar los costos de la violencia intra familiar en el Producto Interno Bruto de un país. Además, en casi todos los países del continente hay institutos o ministerios oficiales de la mujer, así como organismos especializados de apoyo a sobrevivientes o afectadas de violencia, tanto privados como públicos o de asistencia social. Por lo tanto, cuando se afirma que hay un aumento de la violencia, en realidad lo que hay es una menor tolerancia a la agresión y una mayor conciencia de parte de las mujeres y sus familias sobre sus derechos a vida libre de violencia. Esto no es visto de manera clara por los medios de comunicación masivos, lo que afecta notablemente los procesos de cambio y de sensibilidad social ante esta realidad social. Cabe destacar que la apertura de la Delegación de la Mujer en el Ministerio de Seguridad en el periodo comprendido entre 1994-1998, y las características de la primera directora de la Delegación, acercó notablemente a la prensa costarricense al problema de la violencia doméstica, a pesar de que se abusó en el tratamiento y la imagen de las mujeres afectadas. Sin embargo, la cobertu-
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ra sistemática del tema, empujado desde la Delegación, fue fundamental para posicionar el problema en los medios de comunicación masiva. La forma de escribir sobre estas informaciones por parte de periodistas hombres y mujeres tiende a ser cajonera, trillada y estereotipada, de acuerdo con los roles de género y los estereotipos sociales y culturales que prevalecen en nuestro medio. Sin embargo, se pueden notar algunos cambios en el tratamiento. Un caso particular fue la cobertura de las páginas de sucesos de la periodista de La Nación, Irene Vizcaíno, en un período comprendido entre 1998 y el 2001 aproximadamente. Su abordaje de la información, si bien se enmarcó en el clásico estilo de la información de “sucesos” o “crónicas rojas”, resaltó por su equilibrio y delicadeza a la hora de hablar de un hecho de violencia, de entrevistar a las personas involucradas y de buscar el balance noticioso. Ella fue más equilibrada y menos sensacionalista que sus colegas de otros medios escritos. Una vez pasado el periodo inicial de la Delegación de la Mujer (94-98) hubo una baja en la cobertura, especialmente porque las informaciones sobre violencia doméstica se levantan a partir de una fuente oficial o personalidad (ministra, directora o persona afín en un puesto de liderazgo público) que da seguimiento y levanta el tema; esto deja en evidencia que la prensa no investiga ni da seguimiento por un afán profesional o de ética informativa, sino por una persona líder con carisma. De esta forma, el tema vuelve a tener revuelo con la llegada al Ministerio de la Condición de la Mujer y al Instituto Nacional de las Mujeres en 1999 de la abogada Gloria Valerín, quien hizo de la violencia intra familiar una punta de lanza para su posicionar el Instituto y el Ministerio. En términos generales, los mejores
trabajos periodísticos que dan cuenta de estudios novedosos, de ángulos diferentes y de perspectivas complementarias, así como mejor redactados y más atractivos, fueron producidos y publicados en el periódico La Nación. Esto responde al espíritu empresarial y el corte conservador y de liderazgo en el tratamiento periodístico de esta empresa noticiosa. Por el contrario, el diario de corte más popular del país, Extra, retoma el tema de manera sensacionalista, morbosa y trillada, como concuerda con su estilo de hacer periodismo. El resto de los diarios analizados, oscilan entre estos extremos de tratamiento periodístico. Cabe señalar, finalmente, la tendencia del periodismo contemporáneo de hacer coberturas de información circular, es decir, que prácticamente todos los medios de comunicación masivos de un país –y hasta del mundo entero—informan sobre los mismos hechos y de la misma forma, con escasas excepciones de cobertura, abordaje y enfoque.
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Anexo N.1
Mitos y creencias Violencia intra familiar “La violencia contra las mujeres es rara y aislada” Cada quince segundos una mujer es maltratada. El maltrato es la mayor causa de lesiones a las mujeres, prevalece sobre la violencia callejera, asaltos o accidentes automovilísticos.
“A las mujeres les gusta el abuso, si no, se marcharían” Las mujeres maltratadas están en una situación de debilidad psicológica y escasa o ninguna estima por sí mismas. En muchas ocasiones no tienen donde ir, ni creen tener alternativa. Además, la violencia es cíclica y los agresores combinan periodos de “luna de miel” con los de tensión aguda. Muchas mujeres que se enfrentan a las amenazas e intentan marcharse, sufren un incremento en la violencia.
“La violencia doméstica contra las mujeres ocurre principalmente en familias de bajos recursos y migrantes” Los servicios sociales y líneas de apoyo aseguran que mujeres de todos los estratos sociales y condiciones acuden a sus servicios.
“No hay forma de romper las relaciones abusivas” Las mujeres piden ayuda cuando descubren sus propias fuerzas y se valen de los recursos comunitarios que ofrecen ambientes seguros.
Violencia masculina “El maltrato físico es más grave que el maltrato psicológico” La coacción psicológica incapacita para el funcionamiento habitual de la mujer de una forma tan contundente como la agresión física.
“Hombres adictos a las drogas, al alcohol, sin trabajo, con estrés en su trabajo...son violentos como efecto de su situación personal” No todos los desempleados, alcohólicos, adictos y estresados son violentos. También es curioso comprobar cómo los hombres violentos lo son más que en ámbito familiar. No golpean al jefe, ni al empleado de algún servicio público cuando no tienen trabajo.
“La violencia doméstica es un asunto familiar y no debe salir fuera” Ningún acto que dañe a la persona, física, psicológica o sexualmente, puede considerarse como privado, sólo debe entenderse como falta o delito.
“Cuando una mujer dice NO quiere decir SI” Algunos hombres piensan que las mujeres no son capaces de manifestar sus deseos y por ello creen que las tienen que obligar o forzar. Cuando una mujer dice NO es que NO QUIERE y obligarla es un acto de violación.
“Los hombres son de naturaleza violenta” No todos los hombres ejercen violencia.
“El hombre que golpea o maltrata es porque está enfermo o es un loco” La mayoría no son diferentes a los hombres que no ejercen violencia contra sus mujeres. La única diferencia estriba en que al llegar a casa las golpean. Un loco ejercería violencia indiscriminadamente y no selectivamente contra su compañera.
“Maltratan porque pierden el control” Los hombres tienden a sólo expresar la violencia donde tienen poder y seguridad de que no les va a pasar nada, por lo tanto, no es que pierdan el control.
“Los hombres agresores lo hacen porque también fueron agredidos en su infancia” Esto no se puede generalizar porque no hay estudios de hombres no violentos con antecedentes de violencia intra familiar. Precisamente, muchos de los hombres que fueron víctimas de violencia doméstica luchan contra este problema.
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Anexo N.2
Cronología de la normativa nacional relacionada con la violencia contra las mujeres 1975. Ley de Protección a la Mujer Contra la Degradante Propaganda Comercial en los Medios de Comunicación Colectiva* 1984. Ratificación de la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación de la Mujer (CEDAW)* 1990. Ley de Promoción de la Igualdad Social de la Mujer (Ley de Igualdad Real)* 1995. Ley Contra el Hostigamiento Sexual en el Empleo y la Docencia 1995. Ratificación de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (Convención de Belem do Pará)* 1995. Ley de Unión de Hecho (reformas al Código de Familia) 1996. Ley de Pensiones Alimentarias (reforma) 1996. Ley Contra la Violencia Doméstica 1996. Ley de Igualdad de Oportunidades para Personas con Discapacidad 1997. Decreto de creación del PLANOVI 1998. Ley de Creación del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU)* 1999. Decreto sobre nombramiento de funcionarios de confianza 1998. Código de la Niñez y la Adolescencia 1999. Ley Integral de la Persona Adulta Mayor 1999. Ley Contra la Explotación Sexual de las Personas Menores de Edad 1999. Decreto de Creación de la Comisión Interinstitucional sobre Salud y Derechos Reproductivos y Sexuales 1999. Decreto que establece la violencia intrafamiliar de registro obligatorio para la CCSS 2001. Ratificación del Protocolo Facultativo de la CEDAW. 2001. Ley de Paternidad Responsable. * De protección específica de derechos de las mujeres)
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Anexo N.3
Violencia contra las mujeres y respuestas estatales Tema Tendencia
Año 2001
Comentario
1. Femicidio Alrededor de 20 por año Muertes ocasionadas por la violencia doméstica y la violencia sexual
17 en total. 11 por violencia doméstica y 6 En la década de los 90 los femicidios representaron el por violencia sexual. 70% del total de homicidios de mujeres, superaron a las muertes causadas por VIH-SIDA e igualaron las ocasionadas por mortalidad materna.
2. Medidas de protección Aplicación de la Ley Contra la Violencia Doméstica aprobada en 1996
Crecimiento continuo anual superior al 24%, desacelerado entre 1996 y el 2000, y repuntando en el 2001. Aumento continuo del porcentaje de casos terminados en los que se mantienen las medidas de protección. Disminución continua de casos en que se levantan las medidas.
43.929 solicitudes nuevas. Crecimiento anual del 34,57%. En el 32,07% de los casos terminados se mantuvieron las medidas de protección. En el 37, 85% se levantaron. En el 27,57% de las comparecencias las víctimas no aparecieron. Esta fue la causa del 72,84% del levantamiento de las medidas.
El importante aumento del 2001 coincide con la entrada en funciones del Servicio 911 como línea de atención especializada. Mejor respuesta en los Juzgados que ven esta materia en cuanto a que aumentan las resoluciones en que se mantienen las medidas de protección y disminuyen aquellas en las que se levantan. La ausencia de la víctima es la razón de la mayoría de los levantamientos.
3. Denuncias penales por Crecimiento anual en delitos sexuales de violencia domestica y alrededor del 10%, con un importante aupor delitos sexuales mento en el 2001. Los delitos sexuales constituyen entre un 3% y un 5% de todas las denuncias penales.
5.180 por delitos sexuales. Crecimiento anual de más del 40%. Son el 4.59% de todas las denuncias penales. 1.362 denuncias por violencia doméstica.
En el 2001 las denuncias penales aumentaron significativamente en un 19,35% con relación al 2000 aunque las denuncias por delitos sexuales lo hicieron en mayor proporción, probablemente por aumento en la denuncia de delitos contra menores. El sistema de registro de delitos por violencia doméstica está a prueba por lo que aún no es confiable. (En el 2001 no está incluida la provincia de Heredia)
5 nuevos para un total de 6.
Los Juzgados especializados brindan una atención más sensible e integral a las mujeres maltratadas al contar con equipo interdisciplinario. Tienen un mayor porcentaje de mantenimiento de las medidas de protección y un menor porcentaje de levantamiento
4. Juzgados El primero fue creado en el año 2000 especializados en violencia doméstica y violencia sexual
5. Pensiones Hasta el 2001 crecimiento anual inferior 20.261 nuevos casos. 52.728 circulantes alimentarias al 10% que aumentó en 1996 y 1997 a al inicio del año y 57.981 al final. raíz de la aprobación de Ley Contra la Vio- Crecimiento anual del 15,72%. lencia Doméstica. Nuevo salto en el 2001. 6. Ley de Paternidad Aprobada el 27 de abril del 2000. Responsable
La negativa a cumplir con las obligaciones alimentarias es una de las expresiones más extendidas de violencia patrimonial que las mujeres enfrentan como parejas y como madres. Es la razón más frecuente por la que las mujeres acuden al Poder Judicial
5.590 solicitudes de inscripción de pater- Gran acogida de esta Ley de parte de las mujeres. En el nidad. 2.255 reconocimientos voluntarios 2001 no se realizaron pruebas de ADN por no estar aún del padre. operando el laboratorio.
palabras de cambio 41 7. Denuncias ante la Defensoría de la Mujer por hostigamiento sexual y otras formas de violencia
Tras la aprobación de la Ley en 1995 crecen las denuncias de acoso sexual hasta alcanzar las 100 anuales. Posteriormente disminuye y se estabiliza entre 40 y 50 anuales.
136 expedientes en trámite. 52 por pensiones alimentarias. 45 por hostigamiento sexual.
Es conocido el gran subregistro de denuncias por acoso sexual, debido en gran parte porque el proceso es difícil y muy revictimizante y también porque muchos patronos no tramitan las denuncias ni informan a la Defensoría como establece la Ley.
8. Llamadas al 911 y a la Línea Rompamos el Silencio
Crecimiento continuo anual pero desacelerado hasta el 2001, año en el que se produce un gran aumento.
65.148 llamadas en ambos servicios. Crecimiento anual del 429.40%. Incorporación del Servicio de Emergencias 911 a la atención especializada.
La incorporación del Servicio 911 a la atención especializada ha multiplicado en un año por más de 5 las llamadas atendidas por personal especializado y ha fortalecido la capacidad de respuestas ante las emergencias.
9. Mujeres atendidas en la Delegación de la Mujer de San José
Alrededor de 5.000 al año
5.406 mujeres atendidas. 89.37% costarricenses. 95.58% de las personas que agreden son hombres. 85.23% agresores costarricenses.
Cuenta con un equipo interdisciplinario y es la única Delegación que existe a nivel nacional. Atiende sólo mujeres de todo el territorio y de todas las nacionalidades. Con funciones de información, orientación, apoyo y gestión de recursos similares a las de algunas OFIMS, tiene sin embargo mayor garantía de continuidad y más recursos que éstas.
10. Atención en la Caja Costarricense del Seguro Social
Desde 1999 año en que se emite el Decreto de declaración obligatoria de la Violencia intrafamiliar, el número de consultas declaradas ha crecido continuamente.
2.092 consultas declaradas
Las consultas declaradas son muy inferiores a las que en la realidad se dan y que rondan las 13.000 anuales en cada Clínica periférica de San José. Se desarrollan esfuerzos para lograr un registro fidedigno de estas consultas.
11. Albergues
Ha crecido el número de personas acogidas en los Albergues con la apertura de un segundo
337 mujeres acogidas con 802 hijos e hijas. 2 Albergues operando y un tercero en construcción.
Los Albergues acogen a mujeres maltratadas cuyas vidas corren peligro, con sus hijas e hijos. En la medida en que siguen siendo necesarios expresan las limitaciones del sistema judicial y policial del país para garantizar seguridad y justicia a las mujeres maltratadas.
12. Redes interinstitucionales y oficinas municipales
Crecimiento constante y desigual, mayor en 1998 y 1999.
30 Redes Interinstitucionales operando 4 nuevas OFIMS para un total de 39 15 OFIMS brindando atención especializada
Estas Redes han facilitado la descentralización de los programas de atención y prevención de la violencia. Las instituciones que más participan son las de la CCSS y las del MEP.
13. Aborto
Alrededor de 40 denuncias al año Menos de 3 condenas anuales desde 1992
64 denuncias Ninguna condena
El aborto inducido es consecuencia de los embarazos indeseados, muchos de los cuales son impuesto por relaciones de poder y por violencia. En la medida en que son sancionados constituyen una revictimización de las mujeres.
14. Inversión en el abordaje de la violencia
Crecimiento inicial del INAMU fuerte y posteriormente más moderado
174.718.422 colones en el INAMU
Otras instituciones con fuerte inversión en al atención de la violencia intrafamiliar son la CCSS y el MEP, aunque no tienen identificado con precisión el presupuesto del 2001 para estos fines.
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los ojos r i r b a remos e u q l a e manu t s e ios de d n e o C m s sobre de lo e l n a o i n x o e s l del per que ref a r a p ner sus n e ó t i c n a a c í i e podr comun u q s inato e s n e s o i a c a n lic nte a u e r las imp f s o parte t r ri c o s p e a t y s er adul j u palabra m a ensa n m u n e i d a l n ió iliar – m a o agres f o ómo o c r e y ñ a – p n ó om , un var de su c s e c e v scabar s o a l n e e d m a ho sin c mayorí e h l e bre er en o a s c r y a s m e infor s mujer a l e d idad istas y la dign l p m i s ciones a i c e r p a torias. a n i m i r disc