Nota prensa Resolución del Tribunal de Conciencia Familiares de mujeres asesinadas revelan afectación a sus familias ante noticias imprecisas La madre de Luany Salazar, el padre de Eva Morera y el hermano y tío de Fernanda Sánchez y Raisha Ríos, asesinadas en el último año en diversas localidades de Costa Rica, denunciaron en un Tribunal de Conciencia sobre el tratamiento de los medios de comunicación en los casos de femicidios, los efectos devastadores de una cobertura periodística insensible e incorrecta que ha habido en torno a las noticias publicadas sobre estos femicidios. El Tribunal de Conciencia es una iniciativa pública organizada por grupos feministas costarricenses preocupados por los abordajes noticiosos que irrespetan la integridad de las víctimas y sus familias. Los tribunales de este tipo, que surgieron en los años 90, son eventos abiertos y públicos que convocan a personas claves de la justicia y de otros ámbitos para propiciar análisis y discusiones respetuosas sobre un hecho que esté violentando algún derecho humano específico y procuran una reparación simbólica, tanto individual como colectiva, para que no vuelva a repetirse el hecho violatorio de derechos humanos. En una emisión realizada a través del Facebook de la Fundación Justicia y Género --una de las organizaciones impulsoras del Tribunal--, fue posible escuchar los testimonios de estos familiares, así como los diagnósticos periciales por parte de profesionales en psicología y género. Patricia Zamora, madre de Luany Salazar, asesinada por un vecino junto a su casa en una comunidad populosa cercana a San José, contó con impotencia cómo la cobertura inexacta y errada sobre el asesinato de su hija, ha provocado mayor dolor y angustia a cada integrante de su familia, especialmente porque era la hija menor. “Cada vez que leímos esas notas donde se mancillaba la humanidad de Luany y se daba a entender que era merecedora de su asesinato por haber salido a altas horas de la noche de su casa, generaron profundos sentimientos de culpa, impotencia y nos sentíamos responsables de su muerte”, reconoció. Ante esas informaciones imprecisas, “queríamos salir, pelear, gritar que ella no era como decían en los medios; lamentablemente el ser humano es cruel, con solo leer una nota ya están emitiendo criterios y no se ponen a pensar si era verdad o no lo que decían de ella. La prensa escribe con tanta crueldad que no toma en cuenta el dolor de una madre o un hermano”, se quejó. 1