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De Pura Cepa 135 Años del Liceo de Costa Rica
enseñanza a distancia. Además, las herramientas, los programas y los contenidos de enseñanza y aprendizaje a distancia no siempre reflejan la diversidad lingüística.
FUENTE: https://www.un.org/es/observances/ mother-language-day
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Liceo de Costa Rica 135 años de formación democrática

Cuando hace 35 años celebramos el centenario de la fundación del Liceo de Costa Rica destacamos en esa oportunidad .el aporte de la Institución al desarrollo de la democracia costarricense, la educación y la cultura nacional. Hoy, cuatro décadas después, continuamos resaltando esa misión fundamental que el Liceo ha tenido a través del tiempo. En la década de los setentas del siglo XIX se inicia una nueva etapa en la evolución del sistema educativo costarricense dentro de la cual se producen las reformas impulsadas por los liberales. Entre ellas, las que tuvieron un significado especial, fueron las realizadas en la educación nacional. Se fundan en la administración del Presidente Bernardo Soto Alfaro, siendo Ministro de Instrucción Pública Mauro Fernández Acuña, tres instituciones de enseñanza secundaria: el Liceo de Costa Rica, el Instituto de Alajuela y el Colegio Superior de Señoritas. El Liceo fue declarado” modelo de los de su clase” para los colegios que se crearan en el futuro y para los existentes en esos años.
Una de las grandes preocupaciones de las autoridades educativas de la época fue la integración del personal académico de las instituciones fundadas. En ese sentido, se contrataron profesores europeos para que vinieran a mejorar la situación creada por la inopia de docentes existente en nuestros centros educativos. En el caso del Liceo, se contrató al profesor suizo Luis Schonau como director y también a varios profesionales del viejo continente. El Liceo tuvo en sus inicios, dentro de su estructura, una Escuela Modelo o primaria, de cuatro años y un Colegio con dos secciones, una Inferior de tres años y otra Superior o Gimnasio de cuatro años con las secciones; clásica, técnica, comercial y pedagógica. Esa división permitía a los alumnos que alcanzaban la etapa superior, optar por diferentes alternativas de estudio de acuerdo a sus intereses. Dos de las que más llamaron la atención por parte de los muchachos fueron la comercial y la pedagógica. La primera porque permitía la incorporación más temprana al mercado de trabajo en un país que requería esa mano de obra, y la segunda (llamada también Normal) ya que daba la posibilidad como maestro de formar parte del personal de las escuelas. Una característica muy importante de nuestra educación pública secundaria desde esos años fue la de dar cabida a jóvenes de diferentes sectores sociales de nuestra sociedad. Junto a los
alumnos provenientes de familias acomodadas, había muchachos de escasos recursos becados o exentos de matrícula que ingresaban de diferentes partes del territorio nacional. Es importante anotar que la mayor parte provenía del centro del país.

Mención especial merece la importancia que se dio dentro de la Institución al respeto por las posiciones ideológicas y políticas tanto de docentes como de alumnos. Existió la posibilidad en las clases de Cívica de conocer y discutir sobre temas de interés nacional y analizar la situación del país. En la segunda década del siglo XX la llegada de los Tinoco después del golpe de estado que le dieron al Presidente Alfredo Gonzáles Flores en 1917, trajo como consecuencia un mayor control dentro de los colegios y el Liceo bajo la dirección de Juan Dávila, no fue la excepción. Los profesores fueron amenazados por emitir juicios del gobierno dictatorial y de perder sus puestos si lo hacían. Los alumnos apoyaron a sus maestros y participaron en un movimiento de protesta contra las autoridades represivas. En una entrevista que se le hizo al recordado profesor Miguel Angel Dávila sobre la situación del Liceo en aquellos días expresaba: “… a los profesores se les obligó a firmar una carta de lealtad hacia el gobierno, el único profesor que se negó a firmar fue don Emel Jiménez, por lo que fue despedido”.

El movimiento popular con el apoyo de maestros, profesores y alumnos de varios centros educativos de la capital, entre ellos el Liceo, culminó con la caída del régimen en 1919 y la salida del país del dictador Federico Tinoco.
En ese recorrido por la historia del Liceo la década de los cuarenta del siglo pasado produjo importantes hechos para la Institución y para el país. Uno de ellos, y muy significativo, fue el nacimiento de
