Memoria 181 182 2017 tom 74

Page 1

Tomo 74

181–182

ISSN 0037-8518 Versión impresa ISSN 2443-4968 Versión electrónica



Direcciรณn: Fondo Editorial, Fundaciรณn La Salle de Ciencias Naturales, Av. Boyacรก Edf. Fundaciรณn La Salle, PH. Apartado 1930, Caracas 1050 A, Venezuela. revista.memoria@fundacionlasalle.org.ve. www.fundacionlasalle.org.ve Rif: J-00066762-4



Su amplia capacidad de trabajo le permitió llevar en paralelo trabajos de investigación en los temas para él preferidos como fueron diversos aspectos de la biología, ecología, manejo y conservación de las tortugas marinas, junto con algunos trabajos sobre bentos y moluscos, que en el área geográfica de la isla de Margarita son un elemento característico y recurso importante. Esto se refleja en su productividad escrita, de 40 artículos en revistas indexadas 15 son sobre tortugas marinas, y el resto sobre temas ambientales, conservación de recursos, biología, acuicultura y ecología de moluscos. Difundió también su trabajo a través de congresos, cursos y conferencias, participando en unos 66 eventos, principalmente en Venezuela y otros países de Latinoamérica, con frecuencia en Costa Rica, Guatemala y Panamá. Esto también lo llevó a ser miembro de sociedades científicas y ser asesor profesional de varios entes estatales y sociedades científicas del país, y de organismos internacionales, como el IUCN (Word Conservation Union), SSC (Species Survival Commission), MTSG (Marine Turtules Specialist Group), The Nature Conservancy, CYTED (Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo) y la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Ciencias del Mar. A todo lo anterior se une su actividad docente como profesor de estadística en el Instituto de Tecnología del Mar durante muchos años, y tutor de trabajos de graduación de estudiantes (20) del mencionado instituto y algunos procedentes de otras universidades del país y del extranjero (Colombia y Costa Rica), que acudían a él sobre todo como especialista en tortugas y el área ambiental. Estos estudiantes tuvieron la oportunidad de formarse en estudios ecológicos y del ambiente marino a través de la conducción y asesoría del Prof. Buitrago, y hoy en día la mayoría se desempeñan como exitosos profesionales y académicos en diferentes ramas de las ciencias ambientales. Entre los compañeros de trabajo lo recordaremos como una persona de gran rapidez mental, de juicios muy equilibrados, con amplio conocimiento de todas las áreas que se desarrollaban en su lugar de trabajo (oceanografía, recursos pesqueros, tecnología de alimentos, biología marina, acuicultura) y que en consecuencia lo hacía un colaborador siempre dispuesto para ayudar al resto de los investigadores de EDIMAR. En el ámbito público tenía muy buena capacidad de negociación en los encuentros en el ámbito de empresas y estatales, donde tuvo que representar a su institución en muchas oportunidades. Su compromiso y dedicación por la institución a la cual pertenecía, su amor por el ambiente y su espíritu de colaboración hacen que su fallecimiento represente una gran pérdida para la Fundación La Salle de Ciencias Naturales, su familia y amigos. Sus compañeros de los últimos años en EDIMAR quieren honrar su memoria con una serie de artículos que se presentan en esta revista y que reflejan en buena parte la diversidad de temas que allí se desarrollaban. El mensaje final de tus colegas - Joaquín, el mar te trajo a Margarita y con el mar te fuiste -

Ramón Varela Editor Adjunto



ISSN 0037–8518 Versión impresa ISSN 2443–4968 Versión electrónica

Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales 2017 (“2014”), 74(181–182): 7–24

Artículo Ejemplares tipo de invertebrados marinos del Museo Oceanológico Hermano Benigno Román (MOBR) Juan Capelo y Martín Rada

Resumen. Se presenta la relación del material tipo en las colecciones de invertebrados marinos del Museo Oceanológico Hermano Benigno Román (MOBR), de la Estación de Investigaciones Marinas de Margarita, dependiente de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Isla de Margarita, Venezuela. El material tipo está representado por 35 números de catálogo, 24 especies y 41 ejemplares, 17 holotipos y 24 paratipos de los phyla: Annelida, Mollusca (ejemplares fósiles), Arthropoda, Platyhelminthes. Para cada ejemplar tipo se indica: taxonomía, número de catálogo, dimensiones, data de colecta y localidad tipo, etimología del nombre científico, medio de preservación y referencia original. En el caso de los moluscos fósiles se proporciona además el estrato típico y la distribución geológica y geográfica, y para los Platyhelminthes se proporciona el nombre del hospedador y la ubicación del parásito en el organismo. Palabras clave. Tipos. Museos. Colecciones. Historia Natural. Invertebrados marinos. Venezuela.

Type specimens of marine invertebrates at Museo Oceanológico Hermano Benigno Román (MOBR) Abstract. A list of type material belonging to the marine invertebrate collections of the museum “Museo Oceanológico Hermano Benigno Román (MOBR)” at the research station “Estación de Investigaciones Marinas de Margarita, Fundación La Salle de Ciencias Naturales”, Margarita Island, Venezuela is presented. The type material is represented by 35 catalog numbers, 24 species and 41 specimens, 17 holotypes and 24 paratypes of the phyla: Annelida, Mollusca (fossil specimens), Arthropoda, Platyhelminthes. For each type specimen, the following information is given: taxonomy, catalog number, dimensions, collection date, type locality of the species, etymology, presentation, means of preservation and original reference. In the case of fossil mollusks, were given in addition the typical geological strata and the geographic distribution. For Platyhelminthes, the name of the host and the location of the parasite in the body of the fish are also provided. Key words. Types. Museums. Natural History. Collections. Marine invertebrates. Venezuela.

Introducción El Museo Oceanológico Hermano Benigno Román (MOBR) forma parte de la Estación de Investigaciones Marinas de Margarita (EDIMAR) dependiente de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Se divide en tres secciones, la Ficoteca y Herbario, las colecciones Zoológicas y Sedimentológicas, y las áreas de dioramas,


8

Ejemplares tipo invertebrados marinos MOBR

exposición y carteleras informativas, donde se representan aspectos relacionados con la biodiversidad, pesquerías, ecología y oceanografía de la región nororiental de Venezuela. Las colecciones biológicas que conserva este Museo se iniciaron en los años 60 del siglo pasado. Las mismas se encontraban depositadas en la primera sede de EDIMAR en el Campus de Fundación La Salle ubicado en Punta de Piedras, en la Isla de Margarita, Venezuela, y se mantuvieron allí hasta principios de los 90, cuando fueron trasladadas a una nueva sede de EDIMAR en el mismo Campus. En octubre de 1995 se inaugura oficialmente como Museo, momento en el cual se comienza a identificar con su actual denominación en reconocimiento al Dr. Benigno Román FSC, educador, que dedicó su trabajo de investigación al estudio de la herpetología e ictiología en Burkina Faso (Alto Volta) y peces tropicales en Guinea Ecuatorial (Rio Muni), quien en Venezuela contribuyó al estudio la ictiología continental y marina, y que además fue director de EDIMAR en 1970–1971. El museo posee diversas colecciones zoológicas que en su totalidad contienen 71.643 ejemplares en 18.202 números de catálogo y 2.788 especies. La colección de peces marinos es una de las más completas y organizada, conservada desde hace 55 años en el país, cuenta con 21.845 ejemplares, 836 especies y 22 especies tipo (holotipos, paratipos, lectoparatipos) (Cervigón 1961, 1964a, 1964b, 1965, 1966, 1991, 1993, 1994, 1996; Román 1977, 1979; Lasso, Lasso-Alcalá y Capelo 1998). Las colecciones de invertebrados marinos están conformadas por 1.849 especies en 14.158 números de catálogo y 49.798 ejemplares, son de carácter regional y poseen 24 especies tipo, además de registros nuevos para Venezuela, el Caribe y el Atlántico Occidental. Estas colecciones son de formación más reciente (desde principios de los años 80) y han sido base para una serie de publicaciones, las cuales proporcionan un aporte al conocimiento de la biodiversidad de los principales grupos o taxones de la región nororiental de Venezuela (Princz 1973, 1977, Scelzo y Varela 1988, Scelzo y Rodríguez 1991, Franz y Bullock 1993, Franz et al. 1994, Bullock et al. 1994, Carvajal y Capelo 1993, Buitrago y Capelo 1993, Capelo y Buitrago 1994, Fuentes 1997a, b, 1998, Chinchilla y Mago 1998, Capelo y Buitrago 1998). Dos trabajos previos al presente complementan las colecciones de tipos del MOBR, el primero publicado por Lasso et al. (1998) donde se indican las especies tipo de ictiología del Museo, estando constituidas las mismas por 75 ejemplares (7 holotipos, 14 paratipos y 1 lectotipo y lectoparatipo) y Solé (2009) quien publica las colecciones tipo del Herbario MOBR constituida por 5 holotipos, 8 isotipos, 3 paratipos y 5 topotipos. Dentro de la línea de divulgación de las colecciones del Museo Oceanológico Hermano Benigno Román, y acatando la recomendación 72F (4) del Código Internacional de Nomenclatura Zoológica cuarta edición del año 2000, adoptada por la Unión Internacional de Ciencias Biológicas, que establece entre las responsabilidades que tienen las instituciones aquella sobre la publicación del material tipo depositado en sus colecciones, así como la información inherente a los mismos, se presenta esta lista de colecciones tipo de invertebrados marinos depositados en el MOBR.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

9

Materiales y métodos Se incluyen todas las especies de los phyla: Annelida, Mollusca (fósiles), Arthropoda y Platyhelminthes descritas y publicadas hasta julio de 2014, cuyo material tipo se encuentra depositado en el Museo Oceanológico Hermano Benigno Román. El ordenamiento de las especies tipo es por phylum. Para cada espécimen tipo se presenta: taxonomía y número de catálogo, sus dimensiones, data de la colecta (colector(es) y fecha de colección) y la localidad tipo. También se proporciona la etimología del nombre científico asignado a la especie, el medio de preservación utilizado y la referencia original donde se describe a la especie. En el caso de los moluscos fósiles además se mencionan el estrato típico y la distribución geológica y geográfica. Para los Platyhelminthes se proporciona también el nombre de la especie del pez hospedador y la ubicación del parásito en el organismo. Los acrónimos utilizados en este listado fueron: MOBR-I- (Invertebrados), MOBR-M- (Moluscos) y MOBR-C- (Crustáceos).

Resultados La tabla N° 1 presenta el cuadro resumen del material tipo de invertebrados marinos depositados en el Museo Oceanológico Hermano Benigno Román organizado por grandes taxa y categorías de tipos. El material tipo está representado en las colecciones de referencia por 35 números de catálogo, 24 especies y 41 ejemplares, 17 holotipos y 24 paratipos de los phyla: Annelida, Mollusca (ejemplares fósiles), Arthropoda y Platyhelminthes. Tabla 1.

Cuadro resumen del material tipo de invertebrados marinos depositados en el Museo Oceanológico Hermano Benigno Román por grandes taxa.

Phylum

Holotipos

Paratipos

Total

Mollusca Annelida Arthropoda Platyhelminthes

6 1 2 8

8 5 4 7

14 6 6 15

Total

17

24

41

Listado taxonómico de las especies de invertebrados depositados en el Museo Oceanológico Hermano Benigno Román. Phylum Mollusca Clase Gastropoda Cuvier, 1795 Superfamilia Trochoidea Rafinesque, 1815 Familia Calliostomatidae Thiele, 1924


10

Ejemplares tipo invertebrados marinos MOBR

Subfamilia Calliostomatinae Thiele, 1924 Género y Subgénero Calliostoma Swainson, 1840 Calliostoma (Calliostoma) calderense Landau y Silva, 2010 Material Tipo y dimensiones: Holotipo. MOBR-M-3872, altura 17 mm, diámetro máximo 16,8 mm. Colector. Bernard Landau. Fecha Col: N/D Etimología. Nombrado por su localidad tipo, Cañón de las Calderas. Localidad Tipo. Cañón de las Calderas, Isla de Cubagua, Estado Nueva Esparta Venezuela. Estrato típico. Formación Araya, Grupo Cubagua, Plioceno Inferior. Distribución Geológica y Geográfica. Plioceno Inferior: Formación Araya, Isla de Cubagua; Formación Aramina, Cerro Barrigón, Península de Araya, Venezuela. Descripción original. Landau, B. M. y C. M. da Silva (2010). Early Pliocene gastropods of Cubagua, Venezuela: Taxonomy, Palaeobiogeography and Ecostratigraphy. Palaeontos, 19, p. 10, pl. 1, figs. 1–3. Subgénero Elmerlinia Clench y Turner, 1960 Calliostoma (Elmerlinia) pascaleae Landau y Silva, 2010 Material Tipo y dimensiones: Paratipo. MOBR-M-3873, altura 37,8 mm, diámetro máximo 39,1 mm. Colector: Bernard Landau. Fecha Col: N/D. Colectados en el cerro Colorado, 100 m al oeste de la estación auxiliar de investigación Hno. Ginés. Isla de Cubagua. Etimología. Nombrado en honor a Pascale Paques, por su importante contribución en la realización del trabajo de Landau y Silva (2010). Localidad Tipo. Cañón de las Calderas, Isla de Cubagua, Estado Nueva Esparta Venezuela. Estrato típico. Formación Araya, Grupo Cubagua, Plioceno Inferior. Distribución Geológica y Geográfica. Plioceno: Formación Araya, Isla de Cubagua, Venezuela. Descripción original. Landau, B. M. y C. M. da Silva (2010). Early Pliocene gastropods of Cubagua, Venezuela: Taxonomy, Palaeobiogeography and Ecostratigraphy. Palaeontos, 19, p. 12, pl. 2, figs. 1–3. Superfamilia Stromboidea Rafinesque, 1815 Familia Strombidae Rafinesque, 1815


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

11

Subfamilia Strombinae Rafinesque, 1815 Género Strombus Linnaeus, 1758 Strombus arayaensis Landau y Silva, 2010 Material Tipo y dimensiones. Holotipo: MOBR-M-3874, altura 70,58 mm, diámetro máximo 40,2 mm. Colector: Bernard Landau. Fecha Col: N/D. Etimología. Nombrado por su localidad tipo, Península de Araya. Localidad Tipo. Cerro Barrigón, Península de Araya, Estado Sucre, Venezuela Estrato típico. Formación Aramina, Grupo Cubagua, Plioceno Inferior. Distribución Geológica y Geográfica. Plioceno Inferior: Formación Araya, Isla de Cubagua; Formación Aramina, Península de Araya, Venezuela. Descripción original: Landau, B. M. y C. M. da Silva (2010). Early Pliocene gastropods of Cubagua, Venezuela: Taxonomy, Palaeobiogeography and Ecostratigraphy. Palaeontos, 19, p. 27, pl. 5, figs. 7–10. Superfamilia Cypraeoidea Gray, 1824 Familia Cypraeidae Gray, 1824 Subfamilia Pseudozonariinae López, 2006 Género Pseudozonaria Schilder, 1927 Pseudozonaria fehsei Landau y Silva, 2010 Material Tipo y dimensiones: Paratipo. MOBR-M-3875, altura 25,4 mm, diámetro máximo 16,1 mm. Colector: Bernard Landau. Fecha Col: N/D. Etimología. Nombrado en honor a Dirk Fehse, experto malacólogo en cipreas. Localidad Tipo. Cañón de las Calderas, Isla de Cubagua, Estado Nueva Esparta Venezuela. Estrato típico. Formación Araya, Grupo Cubagua, Plioceno Inferior. Distribución Geológica y Geográfica: Plioceno Inferior. Formación Araya, Isla de Cubagua; Formación Aramina, Península de Araya, Venezuela. Descripción original. Landau, B. M. y C. M. da Silva (2010). Early Pliocene gastropods of Cubagua, Venezuela: Taxonomy, Palaeobiogeography and Ecostratigraphy. Palaeontos, 19, p. 35, pl. 6, fig. 11, pl. 7., figs. 1–2. Superfamilia Naticoidea Guilding, 1834 Familia Naticidae Guilding, 1834 Subfamilia Naticinae Guilding, 1834


12

Ejemplares tipo invertebrados marinos MOBR

Género Mamilla Schumacher, 1817 Mamilla arepa Landau y Silva, 2010 Material Tipo y dimensiones: Paratipo. MOBR-M-3876, longitud 31,5 mm. Colector: Bernard Landau. Fecha Col: N/D. Etimología. Nombrado en evocación a la “arepa”, alimento en base a la harina de maíz muy común en la dieta de los venezolanos. Localidad Tipo. Cañón de las Calderas, Isla de Cubagua, Estado Nueva Esparta Venezuela. Estrato típico. Formación Araya, Grupo Cubagua, Plioceno Inferior. Distribución Geológica y Geográfica. Plioceno Inferior: Formación Araya, Isla de Cubagua; Formación Aramina, Península de Araya, Venezuela. Descripción original. Landau, B. M. y C. M. da Silva (2010). Early Pliocene gastropods of Cubagua, Venezuela: Taxonomy, Palaeobiogeography and Ecostratigraphy. Palaeontos, 19, p. 45, pl. 9, figs. 9–10. Superfamilia Tonnoidea Suter, 1913 (1835) Familia Tonnoidae Suter, 1913 (1835) Género Malea Valenciennes, 1832 Malea beui Landau y Silva, 2010 Material Tipo y dimensiones: Paratipo. MOBR-M-3877, altura 28 mm., ancho 21,6 mm. Colector: Bernard Landau. Fecha Col: N/D. Etimología. Nombrado en honor a Alan Beu, especialista en moluscos gasterópodos Tonnoidae. Localidad Tipo. Cañón de las Calderas, Isla de Cubagua, Estado Nueva Esparta Venezuela. Estrato típico. Formación Araya, Grupo Cubagua, Plioceno Inferior. Distribución Geológica y Geográfica. Plioceno Inferior: Formación Araya, Isla de Cubagua; Formación Aramina, Península de Araya, Venezuela. Descripción original. Landau, B. M. y C. M. da Silva (2010). Early Pliocene gastropods of Cubagua, Venezuela: Taxonomy, Palaeobiogeography and Ecostratigraphy. Palaeontos, 19, p. 49, pl. 10, figs., 9–11. Familia Marginellidae Fleming, 1828 Subfamilia Marginellinae Fleming, 1828 Tribu Prunini G. A. y H. K. Coovert, 1995 Género Prunum Herrmannsen, 1852


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

13

Prunum carmengutierrezae Landau y Silva, 2010 Material Tipo y dimensiones: Paratipo. MOBR-M-3878, altura 28 mm, ancho 21,6 mm. Colector: Bernard Landau. Fecha Col: N/D. Etimología. Nombrado en honor a Carmen Gutiérrez, Directora de la Estación de Investigaciones Marinas de Margarita (EDIMAR). Localidad Tipo. Cañón de las Calderas, Isla de Cubagua, Estado Nueva Esparta Venezuela. Estrato típico. Formación Araya, Grupo Cubagua, Plioceno Inferior. Distribución Geológica y Geográfica. Plioceno Inferior: Formación Araya, isla de Cubagua, Venezuela. Descripción original. Landau, B. M. y C. M. da Silva (2010). Early Pliocene gastropods of Cubagua, Venezuela: Taxonomy, Palaeobiogeography and Ecostratigraphy. Palaeontos, 19, p. 85, pl. 17, fig. 1–2. Superfamilia Cancellarioidea Forbes y Hanley, 1851 Familia Cancellaridae Forbes y Hanley, 1851 Subfamilia Cancellariinae Forbes y Hanley, 1851 Género Cancellaria Lamarck, 1799 Cancellaria (Cancellaria) capeloi Landau, Petit y Silva, 2007 Material Tipo y dimensiones: Holotipo. MOBR-M-3359, altura 22,8 mm; Paratipo. MOBR-M-3360, altura 30,9 mm. Colector: Bernard Landau. Fecha Col: N/D. Etimología. Nombrado en honor a Juan Capelo, malacólogo y Curador del MOBR. Localidad Tipo. Cañón de las Calderas, Isla de Cubagua, Estado Nueva Esparta Venezuela. Estrato típico. Formación Araya, Grupo Cubagua, Plioceno Inferior. Distribución Geológica y Geográfica. Plioceno Inferior: Formación Araya, Isla de Cubagua; Formación Aramina , Península de Araya , Venezuela. Descripción original. Landau, B. M., R. E. Petit y C. M. da Silva ([2006]2007). The pliocene Cancellariidae (Mollusca: Gastropoda) of the Cubagua Formation (Cerro Negro Member) from Cubagua Island, with a new species from the Miocene Cantaure Formation, Venezuela. The Veliger, 49(1), p. 29, figs. 1–6. Subgénero Bivetiella Wenz, 1943 Cancellaria (Bivetiella) lugogonzalezorum Landau, Petit y Silva, 2007


14

Ejemplares tipo invertebrados marinos MOBR

Material Tipo y dimensiones: Holotipo. MOBR-M-3361, tamaño, 17,6 mm; Paratipo: MOBR-M-3362 tamaño, tamaño 17,6 mm. mm Colector: Bernard Landau. Fecha Col: N/D. Etimología. En honor a Lugo González de San José de Cocodite, Península de Paraguaná, Venezuela. Localidad Tipo. Casa Cantaure, al este de San José de Cocodite, Península de Paraguaná, Venezuela. Estrato típico. Formación Cantaure, Mioceno Inferior. Distribución Geológica y Geográfica. Mioceno Inferior, Formación Cantaure, Península de Paraguana, Estado Falcón, Venezuela. Descripción original. Landau, B. M., R. E. Petit y C. M. da Silva ([2006]2007). The Pliocene Cancellariidae (Mollusca: Gastropoda) of the Cubagua formation (Cerro Negro Member) from Cubagua Island, with a new species from the Miocene Cantaure Formation, Venezuela. The Veliger, 49(12), p. 33, figs. 17–19. Subgénero Bivetopsia Jousseaume, 1887 Cancellaria (Bivetopsia) herberti Landau, Petit y Silva, 2007 Material Tipo y dimensiones: Holotipo. MOBR-M-3419, tamaño, 18,8 mm. Fecha Col: N/D. Etimología. Dedicada a Gregory Herbert de la Universidad de South Florida en reconocimiento por su trabajo en taxonomía de fósiles del Neogeno del Caribe. Localidad Tipo. Casa Cantaure, al este de San José de Cocodite, Península de Paraguaná, Venezuela. Estrato típico. Formación Cantaure, Mioceno Inferior. Distribución Geológica y Geográfica. Mioceno Inferior, Formación Cantaure, Península de Paraguaná, Estado Falcón, Venezuela. Descripción original. Landau, B. M., R. E. Petit y C. M. da Silva ([2006]2007). The Pliocene Cancellariidae (Mollusca: Gastropoda) of the Cubagua Formation (Cerro Negro Member) from Cubagua Island, with a new species from the Miocene Cantaure Formation, Venezuela. The Veliger, 49(12), p. 35, 23–25. Género Massyla H. y A. Adams, 1854 Massyla cubaguaensis Landau, Petit y Silva, 2007 Material Tipo y dimensiones: Holotipo. MOBR-M-3363, tamaño 25,9 mm; Paratipo: MOBR-M-3364, tamaño 22,4 mm. Colector: Bernard Landau. Fecha Col: N/D. Etimología. Nombrado por su localidad tipo, la isla de Cubagua.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

15

Localidad Tipo. Cañón de las Calderas, isla de Cubagua, Estado Nueva Esparta, Venezuela. Estrato típico. Formación Araya, Grupo Cubagua, Plioceno Inferior. Distribución Geológica y Geográfica. Plioceno Inferior: Formación Araya, isla de Cubagua; Formación Aramina, Península de Araya, Venezuela. Descripción original. Landau, B. M., R. E. Petit y C. M. da Silva ([2006]2007). The Pliocene Cancellariidae (Mollusca: Gastropoda) of the Cubagua formation (Cerro Negro Member) from Cubagua Island, with a new species from the Miocene Cantaure Formation, Venezuela. The Veliger, 49 (12): p. 38, figs, 38–44. Phylum Annelida Clase Polychaeta Grube,1850 Familia Cossuridae Day, 1963 Género Cossura Webster y Benedict, 1887 Cossura ginesi Liñero-Arana y Díaz-Díaz, 2010 Material Tipo. Holotipo. MOBR-I-1174; Paratipos: MOBR-I-1175 (5 Ej.). Fecha Col. 07/X/05. Etimología. En honor al Hermano Ginés “Pablo Mandazen”, Presidente Honorario de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales de Venezuela. Localidad Tipo. Norte de la Península de Paria, Estado Sucre, Venezuela (10°41’27’’N, 63°15’33’’W). Hábitat. En fondos fangosos a cuatro metros de profundidad. Preservación, Etanol al 70 %. Observaciones. Muestreos fueron realizados en el B/O Guaiquerí II del Instituto Oceanográfico de Venezuela. Descripción original. Liñero-Arana, I., Díaz-Díaz, O. 2010. A new species of Cossuridae (Annelida: Polychaeta) from Venezuela. Interciencia, 35(10): 789–792. Phylum Arthropoda Clase Malacostraca Latreille, 1802 Orden Decapoda Latreille, 1802 Infraorden Brachyura Latreille, 1802 Familia Pinnotheridae De Haan, 1833 Género Calyptraeotheres E. Campos, 1990 Calyptraeotheres hernandezi Hernández-Ávila y Campos, 2006


16

Ejemplares tipo invertebrados marinos MOBR

Material Tipo. Holotipo. MOBR-C-1587, hembra (ovígera) (CL 5 2,75 CW 5 3,1); Loc: I. Cubagua (10°48’15.06’’ N-64°09'37.32''O) Col: I. Hernández-Ávila y A. Gómez; Fecha col: 8/XII/2003; Paratipos MOBR-C-1588 (1 Ej.♂ y 1 Ej.) Loc.: I. Cubagua a 75 m de la costa, prof 2 m, (10°47'57.24'' y 64°12'42,9''O) Col: I. Hernández-Ávila y A. Gómez; Fecha Col: 06/IV/2004. Etimología. Especie dedicada al profesor de Zoología y Carcinología Gonzalo Hernández de la Escuela de Ciencias Aplicadas del Mar, Universidad de Oriente, por sus contribuciones al conocimiento de la diversidad, distribución y desarrollo larval de los decápodos en el nororiente de Venezuela. Localidad Tipo. Isla de Cubagua, estado Nueva Esparta, Venezuela. Preservación. Etanol al 70 %. Observaciones. Todos los especímenes fueron colectados en simbiosis con el gasterópodo Crucibulum auricula (Gmelin, 1791). Descripción original. Hernández-Ávila, I. y E. Campos, 2006. Calyptraeotheres hernandezi (Crustacea: Brachyura: Pinnotheridae) a new crab symbiont of the West Indian cup-and-saucer Crucibulum auricula (Gmelin) (Mollusca: Gastropoda: Calyptraeidae) off Cubagua Island, Venezuela. Proceedings of The Biological Society of Washington, 119(1): 43–48. Género Parapinnixa Holmes, 1895 Parapinnixa bolagnosi Hernández-Ávila y Campos, 2007 Material Tipo. Paratipo. MOBR- C-1589, 1 Ej. Col: A. Tagliafico, Fecha Col.: II /2004. Loc.: La Pecha, Los Testigos, colectado a 8 m de prof., en un banco de ostras (11°06’N-63°48’’O). Etimología. especie dedicada a Juan Bolaños, Carcinólogo de la Escuela de Ciencias Aplicadas del Mar, Universidad de Oriente. Localidad Tipo. Islote La Pecha, archipiélago los Frailes, D.F. Venezuela. Preservación: Etanol al 70 %. Descripción original. Hernández-Ávila, H. y E. Campos, 2007. Parapinnixa bolagnosi, a new species of pinnotherid crab from Cubagua Island and Los Frailes Archipiélago, Venezuela (Crustacea: Brachyura: Pinnotheridae). Zootaxa, 1607: 57–62. Familia Hippolytidae Dana, 1852 Género Lysmata Risso, 1816 Lysmata udoi Baeza, Bolaños, Hernández y López, 2009 Material Tipo y dimensiones. Holotipo. MOBR-C-1547 Hermafrodita simultáneo (Longitud del caparazón [CL] 8,0 mm, CL+ rostrum [R] 14,55 mm). Loc. Isla de Cubagua, Estado Nueva Esparta, Venezuela. Prof. 2–4 m. Col: R. López y J. A. Baeza,


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

17

entre 15 y 20 /VIII/2008. Paratipos: 1 Ej. Ovígero simultáneo hermafrodita (CL 7,77 mm, CL + R 13,66 mm), MOBR-C-1548. Datos de colecta similares para el holotipo; 1 Ej. ♂ (CL 7,35 mm, CL+R 13,95 mm), MOBR-C-1549. Etimología. Nombrado en homenaje a la Universidad de Oriente, Venezuela. Localidad Tipo. Isla de Cubagua, Estado Nueva Esparta, Venezuela. Preservación: Etanol al 70 %. Distribución. Solo conocida en las Islas Cubagua y Margarita, Venezuela. Descripción original. Baeza, J. A., J. A. Bolaños, J. Hernández y R. López (2009). A new species of Lysmata (Crustacea, Decapoda, Hippolytidae) from Venezuela, southeastern Caribbean Sea. Zootaxa, 2240: 60–68. Phylum Platyhelminthes Schneider, 1873 Clase Monogenea Van Beneden, 1858 Orden Dactylogyridea Familia Diplactenidae Bychowsky,1957 Género Diplectanum Diesing, 1858 Diplectanum magnodiscatum Fuentes, 1997 Material Tipo. Holotipo. MOBR-I-0596, Col: José L. Fuentes. Fecha col.: 07/VI/1986. Loc.: La Redonda, Laguna de La Restinga, Isla de Margarita, Venezuela. Hospedador. Eugerres plumieri (Cuvier y Valenciennes, 1830) (Gerreidae). Nombre local. “Mojarra”. Ubicación. Filamentos branquiales. Localidad Tipo. La Redonda, Laguna de La Restinga, Isla de Margarita, Venezuela. Etimología. El nombre específico obedece al tamaño relativamente grande del escamodisco respecto a la talla del cuerpo. Preservación. Montaje permanente en bálsamo de Canadá. Descripción original. Fuentes, J. L. (1997). Dos especies nuevas de Monogeneos (Diplectanidae) parásitos de peces marinos de la laguna de La Restinga, Venezuela. Anales del Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, Serie Zoología, 68(2): 225–236. Género Rhamnocercus Monaco, Wood y Mizelle, 1954 Rhamnocercus margaritae Fuentes, 1997 Material Tipo: Paratipo. MOBR-I-0606, Col: José L. Fuentes. Loc.: Giele y La Isleta, Laguna de la Restinga, Isla de Margarita, Venezuela.


18

Ejemplares tipo invertebrados marinos MOBR

Hospedador. Bairdiella ronchus (Cuvier y Valenciennes, 1830) (Sciaenidae). Nombre local. “Care Care”. Ubicación. Filamentos branquiales. Localidad Tipo. Giele y La Isleta, Laguna de La Restinga, Isla de Margarita, Venezuela Etimología. El nombre específico se refiere a la Isla de Margarita, donde se ubica geográficamente la Laguna de La Restinga, lugar de captura de los hospedadores. Preservación. Montaje permanente en bálsamo de Canadá Descripción original. Fuentes, J. L. (1997). Dos especies nuevas de Monogéneos (Diplectanidae) parásitos de peces marinos de la Laguna de La Restinga, Venezuela. Anales del Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, Serie Zoología. 68(2): 225–236. Superfamilia Microcotyloidea Unnithan, 1957 Familia Heteraxinidae Price, 1962 Subfamilia Heteraxininae Unnithan, 1957 Género Kannaphallus Unnithan, 1957 Kannaphallus mochimae Fuentes, 1997 Material Tipo. Holotipo. MOBR-I-0599, Paratipo: MOBR-I-0668 Col: José L. Fuentes. Fecha Col : 30 /VIII/ 1989. Localidad, Bahía de Mochima, Estado Sucre. Hospedador. Acanthurus coeruleus Bloch y Schneider, 1801 (Acanthuridae) Nombre local. “Navajón”. Ubicación. Filamentos branquiales. Localidad Tipo. Puerto de Guaigua, Bahía de Mochima, Venezuela. Etimología. El nombre específico se refiere a la localidad geográfica donde fueron recogidos los hospedadores, la Bahía de Mochima. Preservación. Montaje permanente en bálsamo de Canadá Descripción original. Fuentes, J. L. (1998). Descripción de dos nuevas especies de monógeneos microcotiloides, parásitos de peces marinos de la costa noreste de Venezuela. Scientia Marina, 62(1–2): 65–72. Superfamilia Microcotyloidea Unnithan, 1957 Familia Allopyragraphoridae Yamaguti,1963 Género Allopyragraphorus Yamaguti, 1963 Allopyragraphorus marinae Fuentes, 1997 Material Tipo: Holotipo. MOBR-I-0595, Col: José L. Fuentes. Fecha Col: 09/VI/1996, Localidad: La Tortuga y Giele, Laguna de La Restinga, Isla de Margarita, Venezuela.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

19

Hospedador. Strongylura marina (Walbaum, 1792) (Belonidae). Nombre local: “Marao”. Ubicación. Filamentos branquiales. Localidad Tipo. La Tortuga y Giele, Laguna de La Restinga, Isla de Margarita, Venezuela. Etimología. El nombre específico se refiere al nombre científico del hospedador en el que fue hallada. Preservación. Montaje permanente en bálsamo de Canadá. Descripción original. Fuentes, J. L. (1998). Descripción de dos nuevas especies de monógeneos microcotiloides, parásitos de peces marinos de la costa noreste de Venezuela. Scientia Marina, 62(1–2): 65–72. Clase Monogenoidea Bychowsky 1937 Orden Dactylogyridea Bychowsky 1937 Familia Dactylogyridae Bychowsky 1933 Subfamilia Calceostomatinae (Parona y Perugia 1890) Poche 1926 Género Calceostomella Palombi 1943 Calceostomella herzbergii Fuentes, Dezón y Reyes, 2004 Material Tipo: Holotipo: MOBR-I-801, Col: José L. Fuentes., Paratipos: MOBRI-802 y MOBR-I-803. Localidad: Laguna de La Restinga, Isla de Margarita, Venezuela. Hospedador: Arius herzbergii (Bloch, 1794) (Ariidae). Nombre local: “Bagre guatero”. Ubicación: Arcos branquiales. Localidad Tipo: Laguna de La Restinga, Isla de Margarita, Venezuela. Etimología: El nombre específico se refiere al nombre científico del hospedador en el que fue hallada. Preservación: Montaje permanente en bálsamo de Canadá. Descripción original: Fuentes, J. L. , D. Dezón y Y. Reyes (2004). Una nueva especie de Monogenea (Dactylogyridae: Calceostomatinae) parásito de Arius herzbergii (Piscis: Aridae) de la Isla de Margarita, Venezuela. Anales del Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, Serie Zoología, 75(1): 1–8. Orden Polyopisthocotylea Odhner, 1912 Superfamilia Diclidophoroidea Price,1936 Familia Hexostomatidae Price, 1936 Género Neohexostoma Price, 1961


20

Ejemplares tipo invertebrados marinos MOBR

Neohexostoma mochimae Fuentes, 1997 Material Tipo: Holotipo: MOBR-I-597, Col: José L. Fuentes. Fecha Col.: 30 /XI/1989. Paratipo: MOBR-I-0668, mismos datos de colector y fecha que el holotipo. Localidad: Bahía de Mochima, Estado Sucre, Venezuela. Hospedador: Auxis thazard (Lacepéde, 1800) (Scombridae). Nombre local: “Cabaña”. Ubicación: Filamentos branquiales. Localidad Tipo: Punta de Mangle Quemao, Bahía de Mochima, Estado Sucre, Venezuela. Etimología: El nombre específico se refiere a la localidad geográfica donde fueron colectados los hospedadores, la bahía de Mochima. Preservación: Montaje permanente en bálsamo de Canadá. Descripción original: Fuentes, J. L. (1997). Neohexostoma mochimae n. sp. y Pseudochauhanea elegans n. sp. (Monogenea) dos nuevas especies de parásitos de peces de la bahía de Mochima, Venezuela. Boletín del Instituto Oceanográfico de Venezuela Universidad de Oriente, 36 (1–2): 45–52. Superfamilia Microcotyloidea Unnithan, 1957 Familia Gastrocotylidae Price, 1943 Subfamilia Gastrocotylinae Sproston,1946 Género Pseudochauhanea Yamaguti, 1965 Pseudochauhanea elegans Fuentes, 1997 Material Tipo: Holotipo: MOBR-I-0814, Col: José L. Fuentes. Fecha Col.: 30 /XI/1989. Localidad: Bahía de Mochima, Sucre, Venezuela. Hospedador: Sphyraena barracuda (Edwards, 1771) (Sphyraenidae). Nombre local: “Picua, Barracuda”. Ubicación: Filamentos branquiales. Localidad Tipo: Los Reyes y Ensenada Camaiguana, Bahía de Mochima, Estado Sucre, Venezuela. Etimología: El nombre de la especie se refiere a la esbeltez del cuerpo del parásito. Preservación: Montaje permanente en bálsamo de Canadá. Descripción original: Fuentes, J. L. (1997). Neohexostoma mochimae n. sp. y Pseudochauhanea elegans n. sp. (Monogenea) dos nuevas especies de parásitos de peces de la bahía de Mochima, Venezuela. Boletín del Instituto Oceanográfico de Venezuela Universidad de Oriente, 36 (1–2): 45–52.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

21

Género Haliotrema Johnston y Tiegs, 1922 Haliotrema cumanensis Mago, Fuentes y Chinchilla, 2005 Material Tipo: Holotipo: MOBR-I-814, Col: José L. Fuentes. Fecha Col.: 30 /XI/1989. Paratipo: MOBR-I-0815, mismos datos de colector y fecha que el holotipo. Localidad: Bahía de Mochima, Estado Sucre, Venezuela. Hospedador: Lactophrys polygonia (Poey, 1876) (Ostraciidae). Nombre local: “Torito”. Ubicación: Filamentos branquiales. Localidad Tipo: Bahía de Mochima, Estado Sucre, Venezuela. Etimología: El nombre específico corresponde con la ciudad de Cumaná, capital del estado Sucre, donde se ubica la bahía de Mochima, lugar de captura de los ejemplares. Preservación: Montaje permanente en bálsamo de Canadá. Descripción original: Mago, Y., J. L. Fuentes y O. L. Chinchilla (2005). Especie nueva de Haliotrema Johnston y Tiegs, 1922 (Monogenea: Dactylogyridae) de las branquias de Lactophrys polygonia (Pisces: Ostracidae) de la Bahía de Mochima, Venezuela. Revista Mexicana de Biodiversidad, 76: 37–40. Familia Opecoelidae Ozaki, 1925 Subfamilia Opecoelininae Stunkards, 1931 Género Opecoelina, Manter 1934 Opecoelina dewegeri Mago, Chinchilla Martínez y Chinchilla Martínez, 2003 Material Tipo: Holotipo: MOBR-I-0762, Loc.: capturados en las estaciones de Aguirre (Bahía de Mochima: 10°21’ y 10°24’N; 64°19’33” y 64°22’30”O) y Punta Arenas (Isla de Cubagua: 10°49’30” Lat. N y 64°10’00” Long. O). Hospedero: Paralabrax dewegeri (Metzelaar, 1919) (Serranidae). Nombre local: “Vieja”, “Taparrumbo”. Ubicación: Intestino. Localidad Tipo: Aguirre, bahía de Mochima, Estado Sucre, Venezuela. Etimología: El nombre específico dewegeri se corresponde con el del hospedero en donde fue hallada la nueva especie. Preservación: Montaje permanente en bálsamo de Canadá. Descripción original: Mago, Y. M. y Oscar L. Chinchilla (2003). Un nuevo registro y una nueva especie del género Opecoelina Manter, 1934 (Digenea: Opecolidae) halladas en peces marinos del nororiente de Venezuela. Boletín del Instituto Oceanográfico de Venezuela Universidad de Oriente, 42(1–2): 87–93.


22

Ejemplares tipo invertebrados marinos MOBR

Agradecimientos. Los autores dedican este trabajo a la memoria del Dr. Joaquín Buitrago, eminente científico, colega y amigo por muchos años, cuyos aportes en el área de las ciencias naturales, que en una de sus facetas principales se avocó al estudio de la biodiversidad marina de Venezuela. Igualmente se agradece la revisión al texto por parte de los Prof. Carlos Lira (Universidad de Oriente, Nueva Esparta) y Carlos Marques Da Silva (Universidad de Lisboa). Contribución N° 426 de la Estación de Investigaciones Marinas de Margarita Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Bibliografía. BAEZA, J. A., J. A. BOLAÑOS, J. Hernández y R. López 2009. A new species of Lysmata (Crustacea, Decapoda, Hippolytidae) from Venezuela, southeastern Caribbean Sea. Zootaxa, 2240: 60–68. BULLOCK, R. C. Y C. FRANZ, 1994. A preliminary taxonomic survey of the chitons (Mollusca: Polyplacophora) of Isla de Margarita, Nueva Esparta, Venezuela. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 141: 9–50. BULLOCK, R. C., C. FRANZ Y J. BUITRAGO, 1994. A report on a collection of chitons (Mollusca: Polyplacophora) draged near isla de Coche, Nueva Esparta, Venezuela Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 141: 77–94. BUITRAGO, J. Y J. CAPELO. 1993. Los moluscos de la región suroriental de la bahía de Pozuelos. Edo. Anzoátegui, Venezuela. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 140: 27–39. CARVAJAL. F. Y J. CAPELO. 1993. Los moluscos de la Plataforma Margarita, Coche y Chacopata, su distribución y abundancia. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 140: 159- 175. CAPELO, J. Y J. BUITRAGO. 1994. Presencia de Typhis (Rugotyphis) cleryi. Petit de la Saussage, 1840 en las aguas costeras de Venezuela. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 141: 27–30. CAPELO J. Y J. BUITRAGO. 1998. Distribución geográfica de los moluscos marinos en el Oriente de Venezuela. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 150: 109–160. CERVIGÓN, F. 1961. Una nueva especie de Oxynotus de las costas de Venezuela. Novedades científicas. Contribuciones Ocasionales del Museo de Historia Natural La Salle 27: 1–10. CERVIGÓN, F. 1964a. Batrachoides manglae nov. sp. Una nueva especie de Batrachoididae de las costas de Venezuela. Novedades científicas. Contribuciones Ocasionales del Museo de Historia Natural la Salle, Serie Zoológica 32: 1–4. CERVIGÓN, F. 1964b. Nuevas citas de peces para Venezuela y datos sobre algunas especies poco conocidas. Novedades científicas. Contribuciones Ocasionales del Museo de Historia Natural La Salle, Serie Zooológica 31: 1–18. CERVIGÓN, F. 1965. Emblemariopsis randalli nov. sp. una nueva especie de Chaenopsidae de las costas de Venezuela. Novedades científicas. Contribuciones Ocasionales del Museo de Historia Natural La Salle, Serie Zoológica 33: 1–4. CERVIGÓN, F. 1966. Una nueva especie de Stellifer de las costas de Venezuela (Piscis: Sciaenidae). Novedades científicas. Contribuciones Ocasionales del Museo de Historia Natural La Salle, Serie Zoológica 34: 1–4. CERVIGÓN, F. 1991. Los peces marinos de Venezuela. Volumen 1, segunda edición, Fundación Científica Los Roques, Caracas, 425 pp. CERVIGÓN, F. 1993. Los peces marinos de Venezuela. Volumen 2, segunda edición, Fundación Científica Los Roques, Caracas, 497 pp. CERVIGÓN, F. 1994. Los peces marinos de Venezuela. Volumen 3, segunda edición, Fundación Científica Los Roques, Caracas, 295 pp.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

23

CERVIGÓN, F. 1996. Los peces marinos de Venezuela. Volumen 4, segunda edición, Caracas, 254 pp. CHINCHILLA O. Y Y. MAGO. 1998. Tremátodos digeneos de peces de la bahía de Mochima, Estado Sucre. Venezuela. I. Hallazgo de Multitestis (Multitestis) inconstans (Linton, 1905) Manter, 1931 (Lepocreadidade: Folliorchiinae). Saber 10(1): 7–13. FRANZ, C. J. Y R. BULLOCK. 1993. A taxonomic survey of the marine limpets (lapas) (Mollusca: Gastropoda) of isla de Margarita; Nueva Esparta Venezuela. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 53(140): 91–132. FRANZ, C. J., R. BULLOCK, R. VARELA, E. FLAIL. 1994. The marine limpets (“Lapas”), (Mollusca: Gastropoda) of isla La Blanquilla, Venezuela. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 54(141): 107–144. FUENTES, J. L. 1997a. Dos especies nuevas de Monogeneos (Diplectanidae) parásitos de peces marinos de la laguna de la Restinga, Venezuela. Anales del Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, Serie Zoología 68(2): 225-236. FUENTES, J. L. 1997b. Neohexostoma mochimae n. sp. y Pseudochauhanea elegans n. sp. (Monogenea) dos nuevas especies de parásitos de peces de la bahía de Mochima, Venezuela. Boletín del Instituto Oceanográfico de Venezuela, Universidad de Oriente 36 (1 y2) : 45–52; 2 figs , Tabs. FUENTES, J. L. 1998. Descripción de dos nuevas especies de monogeneos microcotiloideos, parásitos de peces marinos de la costa noreste de Venezuela. Scientia Marina 62 (1–2):65–72. FUENTES, J. L., D. DEZÓN Y Y. REYES. 2004. Una nueva especie de Monogenea (Dactylogyridae: Calceostomatinae) parásito de Arius herzbergii (Piscis: Aridae) de la Isla de Margarita, Venezuela. Anales del Instituto de Biología Universidad Nacional Autónoma de México, Serie Zoología 75(1): 1–8. HERNÁNDEZ-ÁVILA, I. Y E. CAMPOS. 2006. Calyptraeotheres hernandezi (Crustacea: Brachyura: Pinnotheridae) a new crab symbiont of the West Indian cup-and-saucer Crucibulum auricula (Gmelin) (Mollusca: Gastropoda: Calyptraeidae) off Cubagua Island, Venezuela. Proceedings of the Biological Society of Washington 119(1): 43–48. HERNANDEZ-ÁVILA, I. Y E. CAMPOS. 2007. Parapinnixa bolagnosi, a new species of pinnotherid crab from Cubagua Island and Los Frailes Archipiélago, Venezuela (Crustacea: Brachyura: Pinnotheridae), Zootaxa 1607: 57–62. L ANDAU, B. M., R. E. PETIT Y C. M. DA SILVA. ([2006]2007). The Pliocene Cancellariidae (Mollusca: Gastropoda) of the Cubagua formation (Cerro Negro Member) from Cubagua Island, with a new species from the Miocene Cantaure Formation, Venezuela. The Veliger 49(12): 27–43. L ANDAU, B. M. Y C. M. DA SILVA. 2010. Early Pliocene gastropods of Cubagua, Venezuela: Taxonomy, Paleobiogeography and Ecostratigraphy. Palaeontos 19: 1–221. L ASSO, C. A., O. M. L ASSO-ALCALÁ Y J. CAPELO. 1998. Catálogo de la colección de tipos de peces de la Fundación la Salle de Ciencias Naturales. Parte II: Museo Oceanológico Hermano Benigno Román (MOBR-EDIMAR). Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle (149): 105–114. LIÑERO-ARANA, I. Y O. DÍAZ-DÍAZ. 2010. A new species of Cossuridae (Annelida: Polychaeta) from Venezuela. Interciencia 35(10): 789–792. MAGO, Y. J. L. FUENTES Y O. L. CHINCHILLA. 2005. Especie nueva de Haliotrema Johnston y Tiegs, 1922 (Monogenea: Dactylogyridae) de las branquias de Lactophrys polygonia (Pisces: Ostracidae) de la Bahía de Mochima, Venezuela. Revista Mexicana de Biodiversidad 76: 37–40.


24

Ejemplares tipo invertebrados marinos MOBR

MAGO, Y. M. Y O. L. CHINCHILLA. 2003. Un nuevo registro y una nueva especie del género Opecoelina Manter, 1934 Digenea Opecoelidae halladas en peces marinos del nororiente de Venezuela. Boletín del Instituto Oceanográfico de Venezuela Universidad de Oriente 42(1–2): 87–93. PRINCZ, D. 1973. Moluscos gastrópodos y pelecípodos del Estado Nueva Esparta, Venezuela. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 33(96):169–222. PRINCZ, D. 1977. Notas sobre algunos micromoluscos de la plataforma de Guayana. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 36(108):283–293 pp. ROMÁN, B. 1977. Peces marinos de Venezuela. Claves dicotómicas de las familias. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 37(106): 9–105. ROMÁN, B. 1979. Peces marinos de Venezuela. Claves dicotómicas de los géneros y de las especies. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 39(111/112): 5–409. SCELZO, M. A. Y R. VARELA. 1988. Crustáceos decápodos litorales de la Isla de La Blanquilla, Venezuela. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 48(129): 33–55. SCELZO, M. A. Y G. RODRÍGUEZ. 1991. Nuevo registro de la langosta Enoplometopus antillensis Lütken, 1865 (Crustacea, Decapoda, Enoplometopidae) en aguas marinas venezolanas, con notas sobre la coloración del animal en vivo. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 51(135-136): 225–233. SOLÉ, M. 2009. Colección de tipos de algas marinas del Herbario del Museo Oceanológico Hermano Benigno Román (MOBR). Acta Botánica Venezolana (32)1: 225–236.

Recibido: 9 octubre 2014 Aceptado: 5 febrero 2015 Publicado en línea: 18 abril 2017

Juan Capelo1 y Martín Rada1–2 1

2

Estación de Investigaciones Marinas de Margarita, Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Punta de Piedras, Isla de Margarita, Venezuela. juan.capelo@fundacionlasalle.org.ve Departamento de Ciencias, Universidad de Oriente, Guatamare, Isla de Margarita, Nueva Esparta, Venezuela.


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 25

ISSN 0037–8518 Versión impresa ISSN 2443–4968 Versión electrónica

Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales 2017 (“2014”), 74(181–182): 25–43

Artículo Contenido de metales en Crassostrea rhizophorae de la isla de Margarita, Venezuela Luisa Rodríguez, Yrene Astor, Jaime Rojas y Junior Palmiotto

Resumen. La concentración de los elementos Al, Fe, Sr, V, Zn, Ni, Ba, Cr, Cu y Pb, en el tejido blando de Crassostrea rhizophorae se midió con espectrometría de emisión óptica con plasma inductivamente acoplado, además el Cd se analizó por espectrometría de absorción atómica y el Hg con un analizador directo. Las ostras se colectaron en dos lagunas costeras de la isla de Margarita, extraídas en las temporadas climáticas de sequía y lluvia. Las concentraciones de los metales estuvieron por debajo de los promedios o rangos obtenidos en ostras del mismo género recolectadas en otras zonas alrededor del mundo que se encuentran bajo la influencia de impactos antropogénicos. Una única excepción fue en las ostras recolectadas en la laguna La Restinga, las cuales mostraron concentraciones de Zn que superaron los límites de salud pública recomendados. En La Restinga las ostras presentaron mayores niveles de Zn, Cd, Pb y Cu, mientras que en Las Marites fueron el Cr y Ni. La presencia de estos metales traza, podrían indicar que éstos están biodisponibles y son acumulados en el tejido de la ostra, pudiendo llegar a ser un riesgo para la salud de la población por el consumo de estos organismos. Palabras Claves. Crassostrea rhizophorae. Metales traza. Lagunas costeras. Ostras.

Metal content in Crassostrea rhizophorae from Margarita island, Venezuela Abstract. Concentrations of Al, Fe, Sr, V, Zn, Ni, Ba, Cr, Cu, Pb, Cd and Hg were determined in the soft tissue of Crassostrea rhizophorae in two coastal lagoons of the Margarita Island, Venezuela, during two climate dry and wet seasons. Analysis was made by atomic emission spectrometry with inductively coupled plasma, Cd was analyzed by atomic absorption spectrometry (AAS), and Hg with a mercury direct analyzer. Metals concentrations in both lagoons were below the averages or ranges obtained in the same kind oysters in other areas around the world that are under the influence of anthropogenic impacts. The only exception was in oysters of La Restinga lagoon which showed concentrations of Zn exceeded recommended limits of public health. Significant differences were found between lagoons, in oysters of La Restinga lagoon had higher levels of Zn, Cd, Pb and Cu, while in the Las Marites lagoon higher levels of Cr and Ni were found. The presence of trace metals may indicate that these elements are bioavailable in these lagoons, and they are detected in marine organisms, especially in oyster, there may be a potential risk to the health of the population by consumption of these organisms. Key words. Crassostrea rhizophorae. Trace metals. Coastal lagoons. Oysters.

Introducción El ostión u ostra de mangle, Crassostrea rhizophorae, es una especie eurihalina que habita numerosos sitios con manglares y con una amplia distribución en toda la


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 26

26

Contenido de metales en Crassostrea

costa de Venezuela, donde soporta una extracción comercial artesanal de importancia comercial (Gil y Moreno 2007). Esta especie es muy utilizada como bio-indicadora de contaminación por metales traza como resultado de su capacidad para concentrar estos elementos químicos. Asimismo sus características ecológicas, tales como abundancia, tamaño, amplia distribución y fácil recolección la hacen una especie ideal para este tipo de monitoreo (Rebelo et al. 2003, Qunfang et al. 2008.). El estudio de la concentración de los metales en moluscos bivalvos ha sido de gran interés alrededor del mundo, especialmente en zonas que se encuentran bajo la influencia de diferentes impactos antrópicos (Silva et al. 2001, Shulkin et al. 2003, Mora et al. 2004, Maanan 2007, Lanza et al. 2011). La presencia de determinados elementos químicos en moluscos está en relación con posibles efectos en la salubridad alimentaria humana (Katano et al. 2003). En la isla de Margarita se explotan grandes bancos naturales de moluscos, que se encuentran ubicados cerca de la isla de Cubagua y Coche, en aguas abiertas donde la contaminación del mar es baja. Por su parte, en las lagunas costeras de la isla existe una producción de ostras de mangle (Crassostrea rhizophorae) que se encuentran más expuestas a las descargas de agua residuales, escorrentías continentales, al derrame de combustibles y/o lubricantes, o a la presencia de desechos sólidos. Las plantas de tratamiento de aguas residuales domésticas de Nueva Esparta han sido consideradas como una fuente primaria de contaminantes a las zonas costeras, especialmente de lagunas (Rodríguez et al. 2008, 2010). Aunque no se han hecho los estudios al respecto a las plantas de tratamiento de la isla, por lo general la descarga de aguas residuales pueden específicamente presentar altos niveles de Cr, Pb, Cd, Cu, Zn, Ni y Hg (Liang et al. 2004, Alfonso et al. 2005). En Venezuela existen normas que establecen los límites permitidos de algunos elementos traza (Pb, Cd) en alimentos (www.sencamer.gob.ve/sencamer/action); así como normas industriales para pepitonas, atún y sardinas en conserva (www.sencamer.gob.ve/sencamer/action/normas). Sin embargo, existen elementos como Ni y Zn que no tienen establecidos los límites máximos, por lo que es menester contribuir con resultados sobre estas especies químicas como referencia para normas posteriores. Por lo cual el objetivo de este trabajo es mejorar la comprensión de la concentración de especies químicas, con énfasis en los metales traza, en las ostras de las lagunas del estado Nueva Esparta, Venezuela, comparando la concentración de estos elementos entre las lagunas estudiadas y discutiendo sobre las probables fuentes antropogénicas y naturales de los resultados obtenidos. Esto con el fin de establecer un precedente sobre el nivel de riesgo del consumo de este molusco por posible contaminación con metales pesados, con base a normas sanitarias nacionales e internacionales. La información obtenida puede servir a las autoridades ambientales y de salud como base para la implementación de políticas de control y monitores de la contaminación, así como establecer el nivel de calidad de este organismo para el consumo humano.


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 27

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

27

Materiales y métodos Área de estudio El estado Nueva Esparta está ubicado en la región nororiental de Venezuela (Figura 1) y está constituido por tres islas: Margarita (934 Km2), Coche (56 Km2) y Cubagua (17 Km2). La laguna La Restinga está ubicada en la parte intermedia, entre el cuerpo oriental y occidental de la Isla de Margarita. Mientras que la laguna Las Marites está en la costa sur-oriental de la Isla. El promedio anual de precipitaciones es de 459,62 mm, la temperatura media anual de 27,9 °C y la humedad relativa varía entre 77–88 % (Ramírez 1996). Las condiciones climáticas del área están separadas en una estación seca, con brisas fuertes cuando ocurre la surgencia en el océano adyacente, y una estación lluviosa, cuando la velocidad del viento es más baja (Astor et al. 2003). Por su escasa precipitación y fuerte estacionalidad de las lluvias, la isla carece de cuerpos fluviales permanentes y sus drenajes naturales sólo son evidentes en la época de lluvias. Ambas lagunas fueron seleccionadas porque representan un sistema ecológico muy importante por ser criadero natural de varias especies de peces, crustáceos y moluscos, en especial de la ostra Crassostrea rhizophorae, y son áreas protegidas como Parque Nacional. Sin embargo, los estudios de Rodríguez et al. (2008, 2010) sobre calidad de agua han indicado que en algunas zonas de la parte interna de estas lagunas existe una alta degradación de las aguas y los sedimentos superficiales se encuentran ennegrecidos por la abundancia de materia orgánica, producto de la descarga de aguas residuales domésticas. Aunque en la región hay una época seca en el primer semestre del año y otra más lluviosa en el segundo semestre, los niveles de precipitación mensual y anual son ampliamente variables (figura 2). Por lo que hay que tomar en cuenta los niveles de precipitación particulares para cada mes y año. El objetivo del trabajo incluyó hacer los muestreos en dos épocas climáticas contrastantes, época de lluvia (octubre del 2007 y agosto del 2008) y sequía (abril 2008 y abril del 2009). En la figura 2 se aprecia la amplia variabilidad en relación al promedio de la precipitación en los tres años que considera este estudio. Así aunque los muestreos de abril coincidieron con precipitaciones mínimas, en el 2009 el mes anterior (marzo) fue relativamente lluvioso. En referencia a los meses considerados lluviosos, octubre 2007 presentó una precipitación menor al promedio, aunque antes septiembre fue más lluvioso. Agosto de 2008 fue extraordinariamente lluvioso y en gran medida también lo fue julio. De modo que aunque los muestreos fueron efectuados dentro de las épocas climáticas hubo diferencias. El muestreo de abril de 2008 fue en temporada típicamente seca, y el de abril de 2008 pudo haber tenido influencia de las lluvias de marzo. Para octubre de 2007 la mayor precipitación se dio en el mes anterior y en agosto de 2008 coincidió con un período de muy elevada precipitación. (Rodríguez et al. 2010, Varela y Velásquez en prensa).


Contenido de metales en Crassostrea

Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetaciรณn 1 16/03/17 13:36 Pรกgina 28

28

Figura 1. ร rea de estudio: Laguna de La Restinga y laguna de Las Marites (Isla de Margarita).


29

Precipitación media mensual para los años en los que se realizó el estudio 2007, 2008 y 2009, y el promedio para1996-2006, registros de la estación meteorológica de Punta de Piedras (Isla de Margarita).

Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 29

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Figura 2.


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 30

30

Contenido de metales en Crassostrea

Colecta de muestras En cada laguna se realizaron muestreos en una red de estaciones enumeradas, desde la entrada de las lagunas (boca) hacia el interior de las mismas (Figura 1). Para la medición de la batimetría fue utilizada una ecosonda marca FURUNO modelo LS 6100. Una vez ubicados los bancos de ostras Crassostrea rhizophorae, se grabaron las coordenadas con un GPS, y se colectaron ejemplares adultos de entre 30 y 40 mm, hasta completar un número de 60 individuos. El exterior de las conchas de los moluscos se limpió de sedimentos e incrustaciones, para posteriormente almacenarlos en bolsas de plástico previamente identificadas, y refrigerándolo en cavas con hielo, antes de su traslado al laboratorio de oceanografía química de la Estación de Investigaciones Marinas de Margarita (EDIMAR). En el laboratorio, las muestras de moluscos se congelaron a una temperatura de –20 °C, hasta su posterior tratamiento. Para el análisis químico las muestras se descongelaron y limpiaron nuevamente para separar el resto del material adherido (sedimento, esponjas, tunicados, poliquetos, algas), luego se determinaron las dimensiones de cada individuo (alto, ancho y largo), utilizando un vernier digital de 0,1 mm de apreciación. Posteriormente, cada individuo se pesó en una balanza y luego con la ayuda de una espátula de plástico se procedió a separar cuidadosamente el tejido blando y anotando su peso húmedo. Todo el material utilizado se lavó previamente con una solución de ácido nítrico al 10 % y luego con agua desionizada. Las muestras de tejido se colocaron en cápsulas de Petri e introducidas en una estufa a 55 °C por varios días hasta obtener un peso constante. Posteriormente, las muestras se colocaron en desecadores, y luego en bolsas plásticas rotuladas para ser enviadas al laboratorio de geoquímica ambiental del Instituto de Ciencias de la Tierra (Facultad de Ciencias, Universidad Central de Venezuela) para su análisis químico.

Determinación de los elementos químicos Para la determinación de los elementos químicos, cada muestra se trató con nitrógeno líquido y fue homogeneizada en un mortero. Posteriormente, se pesaron 5 g de muestra, la cual se mantuvo en una estufa a 100 °C por 2 horas. Finalmente, la muestra se colocó en una mufla a 550 °C por otras 2 horas. Posteriormente se procedió hacer una digestión ácida con 50 ml de HCl 1M a temperatura ambiente. La digestión duró aproximadamente 24 h, luego se filtró la muestra utilizando filtros Whatman de 42 μm de porosidad, y el extracto se analizó por ICP-OES (Espectrometría de emisión óptica con plasma inductivamente acoplado). El equipo fue calibrado con un patrón primario multielemental, a partir del cual se prepararon patrones por diluciones sucesivas. En cada digestión fue incluido un blanco y además fueron analizados estándares certificados para validar la calidad del análisis. El Cd se determinó por absorción atómica utilizando un espectrofotómetro Perkin Elmer precisely (AAnalyst 200) con llama de aire-acetileno y corrector de fondo de deuterio, método estandarizado para la determinación de metales pesados. Todos los materiales utilizados se lavaron previamente con una solución de ácido nítrico - ácido clorhídrico (50:50) al 10 %. Para las determinaciones de Hg se pesó 0,2 g de la muestra homogeneizada, luego se pasó directamente al equipo analizador sin tratamiento previo (Analizador de mercurio (Hg) marca Milestone modelo DMA – 80 C).


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 31

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

31

Pruebas estadísticas Para evaluar de una forma general la concentración de los elementos en Crassostrea rhizophorae considerando todos los factores involucrados se realizó un análisis PERMANOVA con el programa PRIMER v6 &PERMANOVA add on (Clarke y Warwick 2001, Clarke y Gorley 2005). El pre-tratamiento de los datos consistió en una estandarización simple para homogeneizar las muestras, y la matriz de similaridad se construyó con distancias Euclidianas. Luego, se realizó un análisis estadístico ANOSIM para establecer su significancia y un análisis de similaridad SIMPER donde se identificaron los elementos que más contribuían a la separación de cada localidad y época. Una vez construida la matriz de similitud se realizaron ordenaciones multivariadas (PCO) para ilustrar los patrones de los elementos entre las localidades y las épocas muestreadas.

Resultados y Discusión Laguna La Restinga La concentración promedio de los elementos durante los muestreos en la época de lluvia (octubre del 2007 y agosto del 2008) y sequía (abril 2008 y abril del 2009), se presentan en la tabla 1. Por su parte en la figura 3 se muestra las concentraciones promedio y las líneas de tendencias de cada época. Los elementos Zn y Fe presentaron las mayores concentraciones, seguidos por el Al, Sr y Cu. En cambio el Hg, Cr, Ni, Cd y Ba presentaron las menores concentraciones (<1,0 mg kg-1 peso húmedo). En las figuras se aprecia que las concentraciones registradas de los elementos son con frecuencia mayores durante la época de lluvias, pero sólo las concentraciones de Al (p= 0,02), Fe (p= <0,01), Sr (p= <0,05), Cr (p= 0,02) y Pb (p>0,01) fueron significativamente más altas durante la época de lluvia. Anteriormente en un estudio realizado en esta laguna, el contenido de metales en el mejillón Perna viridis fue también mayor en la época de lluvia (González 2008). En este sentido, Salazar (2011) encontró en el isópodo Tylos wegeneri y en el sedimento donde habitaba, que la lluvia y la escorrentía eran fuentes importantes de metales pesados en la región costera de la península de Araya, situada al sur de la Isla de Margarita, con un clima muy similar, registrando una fuerte correlación entre las variaciones de pluviosidad y las concentraciones de metales pesados (esenciales Fe, Cu, Zn y Mn, y no esenciales: Ni, Pb, Cd y Hg). La región que circunda a la laguna La Restinga es una zona semidesértica, de vegetación xerófila, recorrida por cortas quebradas secas que sólo en días de fuertes lluvias se convierten en torrentes tumultuosos que erosionan el suelo y arrastran a la laguna gran cantidad de sedimentos que se depositan en ella (Monente 1978). En el canal principal de la laguna se registraron las concentraciones más elevadas de los elementos Zn, Cu, Pb y Cd (estaciones 1, 2 y 3). Los elementos Zn y Cu actúan como componentes estructurales o catalíticos, relacionados con la función fisiológica (Huanxin et al. 2000), y las ostras poseen mecanismos lo suficientemente desarrollados para regular la concentración de estos metales en sus tejidos (Shulkin et al. 2003).


Lluvia Estación

Zn

Fe

Al

Sr

Cu

V

Pb

Ba

Cd

Ni

Cr

Hg

708 657 804 526 471 466 331 371 129 235

366 438 240 319 371 434 318 262 148 286

280 169 169 271 221 169 275 124 136 174

72 81 74 67 70 84 65 62 43 76

8 8 8 4 5 7 5 4 1 1

1,03 1,88 1,03 1,38 1,41 1,56 1,70 0,56 0,39 0,77

0,75 1,09 0,84 0,54 0,51 0,63 1,20 0,53 0,34 0,66

0,69 0,87 0,86 0,58 0,59 0,61 0,93 0,47 0,50 0,74

0,74 0,94 0,96 0,56 0,55 0,82 0,75 0,44 0,31 0,45

0,40 0,67 0,61 0,39 0,37 0,71 0,40 0,55 0,29 0,35

0,38 0,54 0,51 0,33 0,68 0,42 0,29 0,15 0,21 0,47

0,051 0,043 0,041 0,039 0,035 0,036 0,034 0,029 0,059 0,016

Zn

Fe

Al

Sr

Cu

V

Pb

Ba

Cd

Ni

Cr

Hg

1

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

2 3 4 5 6 8 9 10 11

622 488 710 428 442 323 297 204 213

174 188 276 155 215 157 157 147 215

66 107 217 55 172 86 68 93 151

27 31 28 26 24 29 27 22 27

7 7 7 8 6 5 5 5 4

0,44 0,70 0,83 0,75 0,90 0,98 0,75 1,14 1,02

0,23 0,41 0,42 0,24 0,50 0,38 0,46 0,47 0,39

0,36 0,53 0,42 0,53 0,64 0,45 0,68 0,68 0,48

0,70 0,84 0,68 0,62 0,52 0,50 0,27 0,57 0,27

0,24 0,28 0,48 0,46 0,49 0,31 0,42 0,46 0,51

0,27 0,37 0,27 0,20 0,29 0,19 0,22 0,26 0,44

0,023 0,047 0,047 0,051 0,044 0,042 0,041 0,044 0,035

1 2 3 4 5 6 8 9 10 11 Seca Estación

(-) no determinado

Contenido de metales en Crassostrea

Concentración promedio de los elementos químicos (mg kg-1 peso húmedo) en Crassostrea rhizophorae en las estaciones de la laguna de La Restinga durante la época de lluvia y la época seca.

Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 32

32

Tabla 1.


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 33

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

33

Phillips (1976) señala que los moluscos en general no son buenos indicadores de Cu en el medio ambiente acuático debido a esta regulación metabólica en referencia a este metal. Sin embargo, es evidente que en esta zona existe un aporte importante de Zn y Cu, al compararse con las concentraciones registradas en las ostras recolectadas en las zonas más internas de la laguna (Figura 2).

Figura 3.

Concentración promedio de los elementos químicos (mg kg-1 peso húmedo) en Crassostrea rhizophorae en las estaciones de la laguna de La Restinga durante la época de lluvia (barra negra) y la época seca (barra blanca). Líneas de tendencias, lluvia (continua) y sequía (puntos).


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 34

34

Contenido de metales en Crassostrea

Las concentraciones elevadas de estos elementos en el tejido de las ostras pueden estar relacionadas con las condiciones ambientales presentes en las estaciones 1, 2 y 3. En el canal principal, especialmente en la estación 1, la influencia del mar es directa, por lo cual el agua es más profunda, transparente, las corrientes son fuertes, y existe un constante tráfico marítimo, ya que es la principal vía de entrada hacia los canales de la laguna y hacia la playa La Restinga. Por otra parte, en esta misma zona se encuentra ubicado el puente que comunica las dos formaciones terrestres que forman la isla, cuyo tráfico automotor es de flujo moderado; además numerosas embarcaciones pernoctan en esta zona, y constantemente hacen vaciado de sus sentinas, visualizándose en el agua manchas de aceite y gasoil. En esta misma zona también algunas especies de macroalgas registraron niveles altos de metales pesados (Rodríguez et al. 2010). Las concentraciones de V también fueron más altas en el canal y cuerpo principal de la laguna. Este elemento está típicamente asociado con el aceite mineral (Agusa et al. 2004, Alfonso et al. 2005). Los metales Pb, Cu, Ni, Cr, Cd y Fe, encontrados en muestras de partículas suspendidas totales en el agua de mar, son atribuidos principalmente al tráfico vehicular (Fernández et al. 2000). En la estación 3 se encuentra una embarcación hundida desde hace tiempo, cuya estructura metálica probablemente presente tuberías y soldaduras con Pb, aleaciones de Zn y Cu, y pinturas a base de Cu y Pb. Buck y Bruland (2005) y Maanan (2007) encuentran altos valores de Cu en muestras de mejillones procedentes de lugares próximos a centros de navegación (puertos deportivos, zona de tráfico portuario) debido al uso de pinturas con este elemento por su efecto anti-incrustantes en los barcos, en sustitución de las que empleaban tributil-estaño (TBT) ya prohibidas. Además, se deduce que el Cu ingresa al medio acuático a través de los sistemas de abastecimiento de agua, bien sea por el uso de sus sales para el control biológico en las tuberías o por corrosión de las mismas (Sadiq 1992). Por otra parte, los valores de Pb, Ba y V en la estación 8 fueron altos y probablemente tengan relación con el fuerte deterioro que presenta el agua en esta zona, de poca profundidad, con alto contenido de materia en suspensión y nutrientes, bajo nivel de oxígeno, y los sedimentos superficiales se encuentran ennegrecidos por la abundancia de materia orgánica (Rodríguez et al. 2008, 2010). Es muy probable que en esta zona, gracias a la acción de las corrientes, exista una acumulación de diferentes contaminantes provenientes principalmente de la estación 9 (ubicada en la zona de desembarque a la playa y a la población). Al respecto, Acosta y Lodeiros (2004) encontraron que los ambientes que se encuentran afectados por el aporte de descargas antropogénicas, bajos niveles de oxígeno disuelto, salinidad y pH, aumenta la biodisponibilidad de los metales en el ambiente. El nivel de Pb en los organismos marinos está directamente asociado a las actividades humanas ya que este elemento entra en el medio marino sobre todo desde la atmosfera (proveniente de la combustión principalmente de la gasolina o por vertidos directos de gasolina y aceites). La laguna La Restinga posee una elevada actividad turística, y como se mencionó anteriormente con presencia importante de


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 35

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

35

vehículos marítimos y terrestres, lo que podría constituir un foco de contaminación por Pb. La mayoría de los estudios indican una disminución progresiva a través de los años del contenido de Pb en las ostras y mejillones de la laguna de La Restinga, gracias a la eliminación de la gasolina con Pb en el país desde el 2004 (Ramírez 1987, Gallego 1998, González 2008). La disminución de Pb en la biota marina ha estado relacionada con la prohibición del uso de la gasolina con plomo (Stephenson y Leonard 1994). Aunque los niveles de Cd en las ostras de la laguna no superan los límites establecidos para su consumo por la reglamentación nacional e internacional (www.sencamer.gob.ve/sencamer, FDA 1997, FAO 1983, BOE 1991) el patrón de comportamiento observado dentro de la laguna parece indicar que existe un aporte de Cd en la entrada y canal principal de la laguna. Esto pudiera estar relacionado con dos factores: los aportes antropogénicos antes señalados y los debidos a eventos de afloramiento (Mora et al. 2004, Sidoumou et al. 2006). La fertilidad marina regional generalmente está asociada con la surgencia o afloramiento de aguas por causa de los vientos del nordeste (alisios) que propician el ascenso de agua sub-superficial que contiene abundantes sales inorgánicas disueltas, las cuales favorecen el crecimiento de los productores primarios (Gómez et al. 2014). Al respecto, Acosta y Lodeiros (2004) indicaron que la presencia de Cd en la almeja Tivela mactroides pudo estar relacionada con la descomposición de la materia orgánica y liberación del metal al medio, productos de los picos de surgencia costera que se presentan en la zona de estudio. Los promedios de los elementos traza en las ostras colectadas en la laguna La Restinga, generalmente estuvieron por debajo de los promedios o rangos obtenidos en ostras del género Crassostrea registrados en otras partes del mundo con diferentes impactos antrópicos (Silva et al. 2001, Shulkin et al. 2003, Mora et al. 2004, Maanan 2007). Sin embargo, las altas concentraciones de Zn superan los límites legales para ese metal en moluscos (FDA 1997, FAO 1983, BOE 1991).

Laguna Las Marites La concentración promedio de los elementos durante los muestreos en la época de lluvia (octubre del 2007 y agosto del 2008) y sequía (abril 2008 y abril del 2009), se presentan en la tabla 2. Por su parte en la figura 4 se muestra la concentración promedio y las líneas de tendencias de cada época. Al igual que en La Restinga los elementos Zn y Fe fueron los que presentaron las mayores concentraciones, seguidos por el Al, Sr y Cu. Pero en Las Marites las concentraciones de estos elementos son relativamente más bajas. Entre los elementos minoritarios la concentración de Cd fue marcadamente más baja; en cambio, son más altas para Ni y Cr. Los elementos Hg, Cd, Pb y Ba fueron los que presentaron las menores concentraciones (<1.0 mg kg-1 peso húmedo). En las figuras se aprecia que la concentración de los elementos Fe, Al, Sr y Hg fue mayor durante la época de lluvia, pero sólo las concentraciones de Sr lo fueron de modo significativo (p> 0,05). Aunque se aprecia en la figura 4 que en la época seca las concentraciones de los elementos Zn y Cu fueron mayores, la prueba estadística no indicó una diferencia significativa.


Lluvia Estación 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Zn 368 402 143 246 208 165 140 126 -

Fe 214 312 233 320 320 303 242 376 -

Al 146 207 177 158 220 183 125 189 -

Sr 54 74 62 70 63 79 62 80 -

Cu 0,6 2,4 1,1 3,1 3,3 1,2 0,8 0,3 -

Ni 0,8 1,3 1,3 3,0 2,7 2,6 3,0 1,7 -

V 0,82 0,99 0,38 0,52 0,62 0,68 0,78 0,58 -

Cr 0,49 0,80 0,73 1,14 1,03 0,78 1,21 0,88 -

Ba 0,46 0,69 0,81 0,40 0,50 0,74 0,55 0,57 -

Pb 0,56 0,38 0,60 0,43 0,50 0,27 0,21 0,52 -

Cd 0,20 0,31 0,19 0,17 0,23 0,16 0,23 0,06 -

Hg 0,064 0,058 0,055 0,046 0,050 0,056 0,054 0,030 -

Seca Estación 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Zn 490 393 404 522 246 217 211 176 113 147

Fe 305 238 277 195 260 301 225 254 173 248

Al 145 160 136 70 154 170 148 93 134 151

Sr 22 39 30 27 29 27 36 28 39 61

Cu 3,3 2,7 4,3 3,1 4,8 3,6 5,2 1,3 0,4 2,7

Ni 1,8 1,8 2,7 2,7 2,7 2,4 2,3 1,4 1,2 2,3

V 1,32 1,02 0,42 0,29 0,53 0,65 0,78 0,40 0,51 0,88

Cr 0,64 0,94 0,84 0,61 1,01 1,05 0,78 0,71 0,74 0,95

Ba 0,78 0,49 0,43 0,38 0,46 0,54 0,40 0,28 0,28 0,36

Pb 0,36 0,50 0,50 0,28 0,38 0,50 0,45 0,33 0,37 0,47

Cd 0,36 0,13 0,26 0,22 0,22 0,25 0,33 0,11 0,08 0,20

Hg 0,042 0,026 0,034 0,053 0,047 0,028 0,036 0,014 0,005 0,005

Contenido de metales en Crassostrea

Concentración promedio de los elementos químicos (mg kg-1 peso húmedo) en Crassostrea rhizophorae en las estaciones de la laguna de Las Marites durante la época de lluvia y la época seca.

Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 36

36

Tabla 2.


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 37

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Figura 4

37

Concentración promedio de los elementos químicos (mg kg-1 peso húmedo) en Crassostrea rhizophorae en las estaciones de la laguna de Las Marites durante la época de lluvia (barra negra) y la época seca (barra blanca). Líneas de tendencias, lluvia (continua) y sequía (puntos).

Los cambios de la salinidad dependientes de la lluvia y del agua dulce proveniente de diversas fuentes, ya sean naturales o no, y el efecto del ciclo reproductivo contribuyen con la variación estacional de los elementos en la ostra (Ramírez 1987). Otros estudios utilizando almejas, indicaron que a lo largo de la costa de Venezuela, los factores endógenos (ciclos reproductivos) tienen alto impacto sobre las variaciones anuales de la concentración de los metales, más que los factores exógenos (Alfonso et al. 2005).


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:36 Página 38

38

Contenido de metales en Crassostrea

Con respecto a la distribución dentro de la laguna se observó que las concentraciones de los elementos Zn y Cu fueron más altas en los canales de la entrada principal (estaciones 1 y 2) y hacia la zona noroeste (estaciones 3, 4 y 5). Las concentraciones de V también fueron más altas en el canal y cuerpo principal de la laguna, probablemente asociado el uso de embarcaciones pequeñas. Las concentraciones de los elementos Ni y Cr fueron más elevadas hacia la zona noroeste y norte de la laguna (3, 4, 5. 6 y 7). La mayoría de los metales pesados presentes en los ambientes acuáticos tienen relación directa con los desechos urbanos e industriales (Buck y Bruland 2005). En los alrededores de la laguna Las Marites existen diversos factores antropogénicos que están causando desequilibrios en sus condiciones ambientales. Las marcadas fluctuaciones y los valores de las variables físicas, registrados especialmente en la zona noroeste, están asociadas con el vertido de aguas residuales, sin ningún tipo de control, por parte de la planta de tratamiento y las poblaciones aledañas a ella que carecen de red cloacal. El vertido de agua residual a cualquier cuerpo de agua impacta notablemente sus condiciones naturales, especialmente en ecosistemas donde la velocidad de recambio de agua es muy baja, y no llega a las zonas más internas (Rodríguez et al. 2008, 2010) como es el caso de esta laguna. Por otra parte, en los canales principales existe un tráfico marítimo que pudiera influir en los altos niveles de Zn en las ostras en comparación con las otras estaciones. Además, cerca de la laguna está ubicado el aeropuerto Internacional del Caribe, cuyo tráfico aéreo es una posible fuente de metales trazas en la zona. La contaminación en productos del mar, causada por la industrialización y otras actividades antrópicas en las proximidades de la zonas costeras, suele estar asociada positivamente con niveles elevados de Cu, Zn, Ni y Cd en algunos organismos, como es el caso de Argopecten granosa en Malasia (Yap et al. 2008). Los estudios anteriores realizados en la laguna Las Marites no incluyen información precisa sobre la variabilidad en las concentraciones de los metales en la ostra durante el año, lo cual dificulta la comparación y la discusión. Los promedios de los elementos traza en las ostras de la laguna Las Marites generalmente estuvieron por debajo de los promedios o rangos obtenidos en ostras del género Crassostrea registrados en otras partes del mundo con diferentes impactos antropógenicos (Silva et al. 2001, Shulkin et al. 2003, Mora et al. 2004, Maanan 2007). Sin embargo, las altas concentraciones de Cr (>1,0 mg kg-1 peso húmedo) registradas en algunas ostras en la laguna (estación 4, 5 y 7) superan los límites legales internacionales para ese metal en moluscos (FDA 1997, FAO 1983, BOE 1991).

Análisis coordenadas principales (PCO) Comparación entre lagunas: para observar las diferencias entre las lagunas se realizó un PCO (Figura 5) en la que se incluyeron todos los datos. En este análisis se observa la separación de ambas lagunas, ubicándose mayoritariamente la laguna La Restinga en la parte negativa del PCO1 y la laguna Las Marites en la parte positiva de dicho eje. Las dos primeras coordenadas (PCO1 y PCO2) explicaron el 76,17 % de la


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:37 Página 39

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

39

variación total. El estadístico ANOSIM indicó que existen diferencias significativas entre las dos lagunas, con un R de 0,472 y un nivel de significancia de 0,1 %. Por su parte, el análisis de Similaridad SIMPER indicó que los elementos que más contribuyeron en la separación de las lagunas son Ni (28 %), Cu (21 %), Cr (17 %), Cd (14 %). La longitud y dirección de los vectores indican que la abundancia del Ni y Cr tuvieron fuertes relaciones positivas con el PCO1, específicamente con la laguna Las Marites; mientras que la abundancia del Cd, Zn y Cu tuvieron fuertes relaciones con el PCO2, y específicamente Cd con la laguna La Restinga.

Figura 5.

Análisis de coordenadas principales de las concentraciones de los elementos en Crassostrea rhizophorae entre lagunas, La Restinga (▄) y Las Marites (▼) (PCO).

Por otra parte, al realizar el análisis estadístico ANOSIN para establecer si existe alguna forma de separar los períodos climáticos para las lagunas, arrojó que es posible separar épocas de sequía y de lluvia con un R de 0,18 y un nivel de significancia de 0,3 %. Sin embargo, esta separación no es tan fuerte como la encontrada en las localidades; lo que nos lleva a analizar las épocas en cada una de las localidades estudiadas.


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:37 Página 40

40

Contenido de metales en Crassostrea

Comparaciones entre períodos climáticos: En la laguna Las Marites la separación los períodos no fue significativa; mientras que para la laguna La Restinga, el PCO con un 70 % de varianza acumulada para los dos ejes, explica la separación de las épocas de lluvia y sequía (Figura 6). El eje que guía la separación de las épocas es el eje PCO1 con un porcentaje de variación del 46,9%. Por su parte, el análisis de Similaridad SIMPER indicó que los elementos que más contribuyen en la separación de las épocas en La Restinga son Al (17 %), Pb (15 %), Cu (15 %), V (12 %) y Sr (11 %).

Figura 6.

Análisis de coordenadas principales de las concentraciones de los elementos en Crassostrea rhizophorae de la laguna de La Restinga entre épocas, Lluvia (♦) y (Sequía (◊) (PCO).

Conclusiones La comparación relativa del contenido de elementos químicos entre las dos lagunas indicaron que en la laguna La Restinga las ostras presentaron mayores niveles de Zn, Cd, y Cu, mientras que en la laguna Las Marites los mayores niveles fueron de Cr y Ni. La fuente de estos metales traza provienen de aportes antropogénicos


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:37 Página 41

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

41

presentes en la zona (descargas de agua residuales doméstica y de combustibles), los cuales son más significativos durante la época de lluvia, especialmente en la laguna La Restinga. Adicionalmente, en esta laguna durante los periodos vacacionales aumentan la cantidad de turistas y de botes de paseo que pudieran contribuir con la presencia de estos metales en dicha laguna. En la laguna La Restinga los elementos que más contribuyeron a las diferencias encontradas entre los períodos climáticos fueron Al, Pb, Cu, V y Sr. Actualmente no existen normas sanitarias en Venezuela que establezcan los valores máximos permitidos para Cr, Ni y Zn en ostras. Haciendo uso de las normas internacionales en general los valores de Cr y Ni en las ostras de la laguna Las Marites se encuentran dentro límites permitidos para consumo humano de este molusco bivalvo, mientras que los valores de Zn en las ostras de la laguna La Restinga exceden los límites permitidos. Sin embargo, la presencia de los elementos traza Zn, Ni, Cr, Pb y Cd en las ostras podría estar indicando el aumento progresivo de los niveles de contaminación de las lagunas donde habitan, poniendo en riesgo la salud de la población. Por lo tanto, se hace necesario la continuación de este tipo de investigaciones sobre elementos traza en la biodiversidad marina de la región, ya que son zonas de elevada sensibilidad ecológica, que representan una fuente importante de alimento.

Agradecimientos. A la empresa petrolera CHEVRON por el financiamiento de este proyecto a través de la Ley de Ciencia y Tecnología (LOCTI). A la división de Parques Nacionales, por otorgar el permiso para realizar este trabajo en las lagunas. Un agradecimiento especial a Ramón Varela y José Monente, FLASA-Caracas, por la revisión y recomendaciones dadas al manuscrito.

Bibliografía. ACOSTA, V. Y C. LODEIROS. 2004. Metales pesados en la almeja Tivela Mactroides Born, 1778 (Bivalvia: Veneridae) en localidades costeras con diferentes grados de contaminación en Venezuela. Ciencias Marinas 30(2): 323-333. AGUSA, T., T. KUNITO, S. TANABE, M. POURKAZEMI, D. G. AUBREY. 2004. Concentrations of trace elements in muscle of sturgeons in the Caspian Sea. Marine Pollution Bulletin 49: 789–800. ALFONSO, J., J. AZÓCAR, J. L ABRECQUE, Z. BENZO, E. MARCANO, C. GÓMEZ, Y M. QUINTAL. 2005. Temporal and spatial variation of trace metals in clams Tivela mactroidea along the Venezuelan coast. Marine Pollution Bulletin 50:1713–1744. ASTOR, Y., F. MULLER-KARGER Y M. SCRANTON. 2003. Seasonal and interannual variation in the hydrography of the Cariaco Basin: Implications for basin ventilation. Continental Shelf Research 23(1):125–144. BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO (BOE). 1991. Legislación Española. Orden de 2 de agosto de 1991 por el que se aprueba la Reglamentación Técnico Sanitaria de los Productos de la Pesca con destino al consumo humano BOE (jueves, 15 de agosto de 1991), 195, 27153–27155.


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 16/03/17 13:37 Página 42

42

Contenido de metales en Crassostrea

BUCK, K. Y K. BRULAND. 2005. Copper speciation in San Francisco Bay: a novel approach using multiple analytical windows. Marine Chemistry 96: 185–198. CLARKE, K., R. M. WARWICK. 2001. Change in Marine Communities: an Approach to Statistical Analysis and Interpretation, second ed. PRIMER-E, Plymouth, UK. CLARKE, K., R. N. GORLEY. 2005. PRIMER v6: user manual/tutorial, PRIMER-E, Plymouth UK. FERNÁNDEZ A., M. TERNERO, F. BARRAGÁN Y J. JIMÉNEZ. 2000. An approach to characterization of sources of urban airborne particles through heavy metal speciation. Chemosphere - Global Change Science 2: 123–136. FOOD AND AGRICULTURE ORGANIZATION OF THE UNITED NATIONS (FAO). 1983. Compilation of legal limits for hazardous substance in fish and fishery. Products. FAO Fisheries circular Nº 764. 102 pp. FOOD AND AGRICULTURE ORGANIZATION OF THE UNITED NATIONS (FAO). 1989. Food safety regulations applied to by the major importing countries. FAO. Fisheries Circular No. 825 (Rome: FAO), 107 pp. FOOD AND DRUGS ADMINISTRATION (FDA). 1997. HACCP Guidelines. US. Department of Health and Human Services, Public Health Service. GALLEGOS, M. 1998. Contenido de Plomo en la ostra de mangle Crassostrea rhizophorae (Mollusca, Bivalvia) en la laguna de la Restinga. Tesis de Grado. Universidad de Oriente, Nueva Esparta. 80 pp. GIL, H. Y M. MORENO. 2007. Explotación y comercialización de la ostra de mangle, Crassostrea rhizophorae en algunas playas del estado Sucre, Venezuela. Zootecnia Tropical 25 (3): 215–219. GONZÁLEZ, A. 2008. Determinación de Cd, Cu, Zn y Pb en Perna viridis (Mollusca: Bivalvia) en la laguna de La Restinga, Isla de Margarita. Tesis de Grado. Universidad de Oriente, Nueva Esparta. 95 pp. HUANXIN, W., LEJUN, Z. Y PRESLEY, B. 2000. Bioaccumulation of heavy metals in oyster (Crassostrea virginica) tissue and shell. Environmental Geology 39(11). MAANAN, M. 2007. Biomonitoring of heavy metals using the intertidal mussel Mytilus galloprovincialis in safi costal water, Morocco. Environmental Toxicology 22: 525–531. MONENTE, J. 1978. Estudio químico-físico de la Laguna de La Restinga. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle (38)110: 227–309. MORA, S., S. FOWLER, E. WYSE Y S. AZEMARD. 2004. Distribution of heavy metals in marine bivalves, fish and coastal sediments in the Gulfs and Gulfs of Oman. Marine Pollution Bulletin 49: 410–424. PHILLIPS, J. D. 1976. The common mussel Mytilus edulis as an indicator of pollution by zinc, cadmium, lead and copper. 1. Effets of environmental variables on uptake of metals. Marine Biology 38:59–69 QUNFANG, Z., Z. JIANBIN, F. JIANJIE, S. JIANBO Y J. GUIBIN. 2008. Biomonitoring: An appealing tool for assessment of metal pollution in the aquatic ecosystem. Analytica Chimical Acta 606: 135–150 RAMÍREZ, J. 1987. La ostra de mangle Crassostrea rhizophorae como agente biológico en la determinación del plomo en la Laguna de La Restinga, estado Nueva Esparta. Trabajo de Doctorado. Universidad de Oriente, Nueva Esparta. 80 pp. RODRÍGUEZ, L., F. PALMIOTTO, R. QUIÑONES, F. VELÁSQUEZ Y J. SEGURA. 2010. Concentración de metales pesados en los ambientes marinos costeros del Estado Nueva Esparta. Estación de Investigaciones Marinas de Margarita. Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Informe Técnico. 330 pp.


Metales en Crassotea rhizophorae 25-43_Maquetación 1 22/03/17 09:35 Página 43

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

43

RODRÍGUEZ, L., J. ARAUJO, F. VELÁSQUEZ, P. GUEVARA, F. BUITRAGO, J. SEGURA, J. CAMARA, N. ARANGUREN, R. ZAPATA Y A. HERRERA. 2008. Seguimiento de ecosistemas fuertemente afectados por factores humanos y factores climáticos: playas y lagunas costeras de la Isla de Margarita. Nueva Esparta. Estación de Investigaciones Marinas de Margarita. Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Informe técnico. 228 pp. SADIQ, M. 1992. Toxic metal chemistry in marine environments. Marcel Dekker, Inc., Nueva York, Estados Unidos. 390 pp. SALAZAR, C, J. 2011. Variación temporal de metales pesados esenciales y no esenciales en el isópodo Tylos wegeneri (Vandel, 1952) en Guayacán, estado Sucre, Venezuela. Tesis de Grado, Universidad de Oriente, Cumaná. 260 pp. SIDOUMOU, Z., M. GNASSIA-BARELLI, Y. SIAU, V. MORTON Y M. ROMÉO. 2006. Heavy metal concentrations in mollusks from the Senegal coast. Environmental International 32: 384–387. SILVRAMÍREZA C., P. RAINBOW, B. SMITH Y Z. SANTOS. 2001. Biomonitoring of trace metal contamination in the Potengi Estuary, Natal (Brazil) using the oyster Crassostrea rhizophorae a local food source. Water Research 35: 4072–4078. SHULKIN V., B. PRESLEY Y V. KAVUN, 2003. Metal concentrations in mussel Crenomytilus and oyster Crassostrea gigas in relation to contamination of ambient sediments. Environment International 29: 493–502. STEPHENSON, M. Y G. LEONARD. 1994. Evidence for the decline of silver and lead and the increase of copper from 1977 to 1990 in the coastal marine waters of California. Marine Pollution Bulletin 28: 148–153. VARELA, R., F. VELÁSQUEZ. EN PRENSA. El Clima en Punta de Piedras, Isla de Margarita. Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Colección Cuadernos FLASA, serie Ciencia y Tecnología. Nº 14, 162p. YAP, C., Y. HATTA, F. EDWARD Y S. TAN. 2008. Comparison of heavy metal concentrations (Cd,Cu, Fe, Ni and Zn) in the shells and differentsoft tissues of Anadara granosa collected fromJeram, Kuala Juru and Kuala Kurau, PeninsularMalaysia. Pertanika Journal of Tropical Agricultural Science, 31(2): 205–215.

Recibido: 19 febrero 2015 Aceptado: 29 septiembre 2015 Publicado en línea: 18 abril 2017

Luisa Rodríguez1, Yrene Astor1, Jaime Rojas1 y Junior Palmiotto2 1

2

Departamento de Oceanografía. Estación de Investigaciones Marinas de Margarita. Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Punta de Piedras, Isla de Margarita, Estado Nueva Esparta, Venezuela. luisamaroma@hotmail.com, yrene.astor@fundacionlasalle.org.ve, jaimajo2000@gmail.com Laboratorio de Geoquímica Ambiental. Instituto de Ciencias de la Tierra. Universidad Central de Venezuela. Teléfono: 0212-6051201. Distrito Capital. Caracas 1010. francopalmiotto@hotmail.com


ISSN 0037–8518 Versión impresa ISSN 2443–4968 Versión electrónica

Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales 2017 (“2014”), 74(181–182): 45–60

Artículo Sedimentos superficiales y dinámica sedimentaria de la laguna El Saco, Isla de Coche, Estado Nueva Esparta. Venezuela Pedro I. Guevara, Hernando A. Hernández-Hamón, Federico Buitrago y Martin Llano Resumen. Se investigó la sedimentología y dinámica de los fondos someros de la laguna El Saco, en la Isla de Coche, a partir de 24 muestras de sedimentos superficiales colectadas con una draga tipo Van Veen en noviembre del 2001. La granulometría fue determinada por hidrometría y tamizado en columna Tyler. El análisis de carbonato cálcico se realizó mediante el método de cuantificación gravimétrica por desprendimiento de bióxido de carbono; la materia orgánica, mediante la demanda química de oxígeno (DQO) y la dinámica sedimentaria según el Análisis Vectorial del Tamaño Medio del Grano (AVTMG). En la laguna los elementos texturales predominantes fueron las arenas con predominio de la arena limosa. La interpretación de los datos sedimentológicos se centró en el análisis de la Energía Cinética Media del ambiente (ECM) y sus oscilaciones, deducido a partir de los parámetros de rango y relación. La ECM del ambiente deposicional oscila entre baja y moderada. El escogimiento de los granos fue pobre y muy pobre, con granos simétricos y excesivamente finos, sin embargo, la agudeza fluctúo entre muy aguda y aguda. Las concentraciones de carbonato cálcico fueron bajas debido a la poca presencia de organismos con exoesqueletos en las muestras colectadas. El carbonato está relacionado con las gravas. La materia orgánica fue mayor en la entrada de la laguna y disminuye hacia el interior de la misma, en concordancia con arenas limosas; un patrón común en las lagunas costeras de la región neoespartana. El análisis morfoscópico presentó un dominio para los terrígenos y menor porcentaje para los calcáreos. En cuanto a la redondez se observó mayoritariamente la categoría sub-anguloso y una esfericidad algo alongada y algo esférica. En cuanto a la dinámica sedimentaria se observó un predominio del proceso de sedimentación en todo el área a excepción de su parte centro norte y noroeste, donde se visualizan zonas de transporte originadas por las corrientes de marea y los vientos provenientes del noreste. Palabras claves. Sedimentos. Lagunas costeras. Granulometría. Sedimentología.

Surface sediments and sediment dynamics of El Saco lagoon, Coche Island, Nueva Esparta State. Venezuela Abstract. Sedimentology and sedimentary dynamics was investigated in shallow waters of the lagoon El Saco, Coche Island, Venezuela, from 24 surface sediment samples collected with a Van Veen dredge in November 2001. The particle size was determined by gravimetric and Tyler column methods. Calcium carbonate content was estimated by gravimetric carbon dioxide loss, and organic matter by chemical oxygen demand (DQO); sediment dynamics was based in Vector Analysis of the Mean Grain Size (AVTMG). Dominant grain sizes were predominantly sands and silty sands. The interpretation of sediment data focused to Mean Kinetic Environment Energy Analysis (ECM) and its oscillations, inferred from rank and relation parameters. The depositional environmental’s ECM was low to moderate. The choosing grains was poor and very poor, with symmetrical and excessively fine grains, however, fluctuates between very sharp and sharp. Calcium carbonate concentrations were low due to the low occurrence of organisms with carbonate exoskeletons. Carbonate is related to


46

Sedimentos de la laguna El Saco, I. Coche

gravel. Organic matter was higher at the entrance of the lagoon and decreases toward the interior, in accordance with silty sands, a common pattern in the others coastal lagoons of the region. The morphoscopic analysis presented terrigenous domain and calcareous in smaller percentage. The roundness was majority sub-angled and sphericity something elongated and spherical. Regarding to sedimentary dynamics was observed predominantly sedimentation process in the whole area except for the center - north area and northwest, where transport areas caused by tidal currents and winds from the northeast (trade winds) are displayed. Key words. Sediments. Coastal lagoon. Grain texture. Sedimentology.

Introducción El estudio de los sedimentos superficiales y su distribución espacial en las lagunas costeras, es necesario para entender las fuerzas naturales que originan el intercambio energético y de partículas en la frontera entre la tierra y el mar. Varias de las lagunas costeras en la costa nororiental e insular venezolana, se formaron por la deriva litoral que origina barras arenosas y terminan conformando estos cuerpos lagunares de baja profundidad entre la costa y el mar. Las lagunas de este tipo en el nororiente del país aportan además una elevada carga de nutrientes al medio circundante caracterizadas por una activa migración de sedimentos y simultáneamente por una continua entrada y salida de materiales (Llano et al. 1996). La sedimentología de El Saco ha sido revisada anteriormente por Ramírez y González (1974) y Sulbarán (1993), quienes encontraron en el fondo de la laguna un predominio de arena fangosa, limo arcilloso y sedimentos arenosos en la costa sur y oeste. Palazón y Fernández (1990) reportan para la laguna El Saco condiciones hidrológicas de poca variación estacional, homogeneidad vertical de la salinidad y alta concentración de oxígeno, con una irregular fluctuación de los elementos nutritivos y moderada productividad primaria. El Saco tiene importancia pesquera debido a que ha sido considerada como un área de reproducción, crianza y/o alimentación para numerosas especies de peces (Sulbarán 1993). Sin embargo; debido a su escasa profundidad solo se realiza en esta laguna actividad pesquera de subsistencia y de bajo impacto en su medio ambiente si se compara con las redes de cerco que operan en el norte de la Isla de Coche. Esta investigación caracteriza los patrones de distribución sedimentarios evaluando las características texturales, materia orgánica, carbonato cálcico y su dinámica bajo la metodología del “Análisis Vectorial del Tamaño Medio de los Granos” (AVTMG ) y el comportamiento del trasporte de materiales en el interior de la laguna para su comparación con otros sistemas lagunares del oriente de Venezuela.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

47

Materiales y métodos Área de estudio El Saco es una laguna costera al sur de la Isla de Coche entre los 10°45’00"10°45’40"N y 63°56’50”-63°57’50”O (Figura 1). Tiene forma de U con una extensión de 19 ha, su comunicación con el mar es amplia y en sentido oeste. Hay pocos manglares, con solo algunas plantas aisladas en su parte sur, estando presentes pastos marinos de Thalassia testudinum en los fondos blandos. El único aporte de agua dulce proviene de las precipitaciones y escorrentías estacionales. Esta laguna se encuentra separada del mar por una barra de arena paralela a su eje longitudinal (Ramírez 1996). La Isla de Coche presenta un clima cálido, semiárido, con condiciones estables a lo largo del año, con una precipitación media anual de 512 mm, y una temperatura de 28 °C.

Análisis Se colectaron 24 muestras de sedimentos superficiales empleando una draga Van Veen en noviembre de 2001 (Figura 1). Para la selección de las estaciones y la toma de muestras, se elaboró una grilla de puntos distanciados 300 m entre sí, abarcando la totalidad de ambientes de la laguna (Pacheco 1991, Aranguren 1991). Igualmente en este recorrido se realizó una prospección batimétrica con una ecosonda Garmin GPSMAP 235 a bordo de un bote neumático Caribe. Las muestras se conservaron congeladas y luego se efectuaron análisis granulométricos, partiendo de un secado en estufa durante 24 horas a 80 °C; posteriormente se les añadió hexametafosfato de sodio como dispersante. Para la determinación de la fracción fina (sedimentos menores a 0,063 mm) se utilizó el método gravimétrico, mientras que el análisis granulométrico de la fracción gruesa (sedimentos mayores a 0,063 mm.) se realizó por tamizado en húmedo, en una columna de tamices Tyler, dispuestos a intervalo de 1 phi, desde –3 hasta 4 phi en orden creciente según metodología descrita en Guevara y Tuárez (1998). Los sedimentos se separaron según su textura, representado en el triángulo de Shepard. En la calcimetría se utilizó el método gravimétrico de Rodríguez (1980). La concentración de la materia orgánica se obtuvo tal como fue descrita por Jackson (1980). El análisis de la esfericidad del sedimento se clasificó desde muy anguloso hasta redondeado. Los parámetros estadísticos media (Mz), grado de escogimiento (Qi), asimetría (Sk) y agudeza (Kg), se calcularon según las fórmulas propuestas por Folk y Ward (1957) y su interpretación según Krumbein (1936). Para el análisis morfoscópico, la esfericidad y la redondez del sedimento se determinaron contando 100 granos por duplicado en la fracción modal de cada muestra, e igualmente ocurrió con los terrígenos y calcáreos de cada una de las fracciones granulométricas (Guevara y Tuárez 1998). La dinámica sedimentaria (DS) se determinó por medio del “Análisis Vectorial del Tamaño Medio de los Granos del sedimento” (AVTMG) (Llano 1996). Dicho método se basa en las variaciones de la energía cinética media (ECM), considerando que la


48

Sedimentos de la laguna El Saco, I. Coche

misma se disipa desde zonas de alta a baja energía, la dirección y movimiento se representan gráficamente como vectores desde las estaciones de muestreo donde la dirección representa el sentido en que se lleva a cabo la disipación energética, indicador indirecto de las corrientes de fondo; mientras que la magnitud del vector resultante, es empleada para determinar el fenómeno sedimentario preponderante mediante el uso del diagrama de Hjulstom (Llano 1996). Las fracciones granulométricas obtenidas se encuentran en la “Sediteca” de EDIMAR (Estación de Investigaciones Marinas de Margarita), bajo la denominación “laguna El Saco”.

Resultados y discusión Sedimentos Los sedimentos superficiales de la laguna El Saco son típicamente arenosos con un repartido porcentaje de limos y poca cantidad de gravas y arcillas. Los porcentajes de las arenas oscilaron entre el 29 y 92 % al norte y suroeste en zonas someras de 0 a 3 m de profundidad. Los limos alcanzaron un 69 % en las estaciones del noroeste y sureste a una profundidad intermedia entre 2,5 y 3,6 m. Las gravas y las arcillas presentaron una distribución inversa, las primeras se ubicaron en el centro y oeste de la laguna donde los materiales más finos disminuyen, siendo mayor su cantidad en las estaciones 17, 18 y 19 (Figuras 1 y 2). Según la clasificación de Shepard y de acuerdo al número de muestras para cada textura se observa un predominio de arena limosa (50%), arena (16,6 %), arena gravosa, grava arenosa y limo arenoso (8,3 %). Las arenas han sido reportadas como la textura principal de otras lagunas costeras de la Isla de Margarita como Laguna de Raya (Zabala 1982) El Morro de Porlamar (Faillace 1986), Las Marites y La Restinga (Salazar et al. 2003, Rosas-Mendoza y López-Monroy 2014), todas comunicadas permanentemente con el mar y carentes del aporte fluvial. Los sedimentos de textura gruesa se encontraron en la entrada de la laguna (estación 22) y en el interior de ella hacia al noreste, probablemente debido al aporte de un relleno para la construcción transportado por las lluvias y vientos que soplan de esa dirección. La distribución de las fracciones texturales en la laguna y el área marina adyacente a su boca está condicionada a factores como la topografía y pendientes del fondo lagunar, la velocidad y dirección de los vientos, y a las diversas corrientes generadas por tormentas tropicales y durante el régimen de pleamar y bajamar que gobierna este ecosistema. Las estaciones 16 y 24 próximas a la flecha arenosa presentaron una textura exclusivamente arenosa, debido al transporte de sedimentos por acción de las corrientes de fondo y deriva que originaron dicha flecha. Los sedimentos más finos conformados por los limos arcillosos se encontraron en las estaciones 19 y 21, ubicados en la parte más cercana a los asentamientos de la región (Figura 1).


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Figura 1. Batimetría y estaciones del área de estudio en la laguna El Saco, Isla de Coche. El valor de la profundidad en m.

49


50

Sedimentos de la laguna El Saco, I. Coche

Figura 2.

A) Grava

B) Arenas

C) Limos

D) Arcillas

E) Materia orgánica

F) Carbonato cálcico

Porcentajes de texturas sedimentarias y parámetros geoquímicos en la laguna El Saco. A) Gravas, B) Arenas, C) Limos, D) Arcillas, E) Materia Orgánica, F) Carbonato Cálcico.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

51

La interpretación de los parámetros de rango y relación está directamente ligada con la textura granulométrica del sedimento (Tabla 1). De esta forma la Energía Cinética Media (ECM) del ambiente lagunar deposicional fue en su mayoría baja y moderada, solamente donde el material del grano es grueso la ECM fue alta debido a que el sedimento fino es transportado y permanece la fracción más gruesa, esto se puede apreciar en las estaciones 22 y 24 al oeste y en el centro de la laguna estaciones 8 a 12 con predominio de las gravas. En cuanto al escogimiento se observaron sedimentos de tamaño pequeño pobremente escogidos en el 58 % de las muestras y muy pobremente escogidos en el 38 %, confirmando la heterogeneidad del sedimento, en donde se evidencia la presencia de mezclas texturales y en ningún caso fracciones puras. Estos resultados concuerdan con las generalizaciones teóricas de Folk y Ward (1957). La curva de frecuencia del tamaño del grano presentó una distribución asimétrica indicando un predominio de sedimentos finos asimétricamente positivos, con excepción de las estaciones 1, 6, 11 y 21, con asimetría negativa por sedimentos gruesos. Los valores de asimetría, interpretados en función de la variación u oscilación de la ECM del sedimento, presentaron para la zona de estudio una asimetría positiva, lo que indica un predominio de sedimentos finos, con excepción de las estaciones (1, 6, 11 y 21) con asimetría negativa interpretándose como sedimentos gruesos. Por otra parte la agudeza indicó que los sedimentos en la mayor parte de la laguna tienen una distribución de tipo muy aguda (Ma) y aguda (Ag) especialmente en el sector oriental donde los sedimentos son pobremente escogidos y la distribución de los valores muestra una curva de tipo platicúrtica. El contenido porcentual de materia orgánica es mayor en la entrada de la laguna y disminuye hacia el interior alcanzando un promedio de 2,0 %. La mayor concentración se observó en las estaciones próximas al canal de entrada, donde están presentes pastos marinos de Thalassia testudinum. Las estaciones más profundas presentaron valores inferiores correspondiendo con texturas de arenas limosas y material fino. En sistemas lagunares la materia orgánica en partículas es la fuente más importante para el sedimento (De La Lanza 1986), en el caso del oriente venezolano Zarzosa (1974) reporta altos valores de materia orgánica por el aporte de la macro vegetación en la laguna La Restinga. Sin embargo, la laguna El Saco está desprovista de manglares y la fuente de materia orgánica principal son las praderas de fanerógamas marinas. La concentración de carbonato cálcico es mayor en las estaciones de la entrada de la Laguna y desciende gradualmente en aguas someras al sureste y noreste. Esta distribución ha sido observada en otras lagunas del nororiente como La Restinga, Las Marites y Punta de Piedras donde el carbonato de calcio es mayor hacia la parte externa de dichas lagunas si se compara con el interior con la presencia del manglar (Llano 1987). Se observó que el carbonato cálcico aumentó con la profundidad especialmente en las estaciones centrales, allí se pueden acumular material de textura más gruesa del tipo arenoso.


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

Gravas % Arenas % Limo % Arcilla Textura Sedimento

6,36 0,1 0,04 6,15 3,95 11,92 1,72 30,38 6,83 18,96 12,49 53,72 0,68 0 0 2,29 0 0 0 0 0 55,81 0,09 2,57

54,8 49,34 73,32 68,57 61,28 73,59 66,32 63,66 82,14 77,78 62,81 32,99 92,68 48,62 70,15 90,06 52,34 71,55 29,84 47,24 21,99 41,31 71,06 90,91

37,42 45,24 22,68 21,88 28,65 10,95 25,76 1,85 6,47 0,12 14,44 8,94 5,44 45,13 26,15 4,99 36,05 20,84 59,69 41,36 69,58 2,39 20,86 3,85

1,41 5,31 3,96 3,11 5,82 3,53 6,2 4,12 4,56 3,14 7,25 4,35 1,21 6,25 3,7 2,66 11,61 7,61 10,47 11,4 8,42 0,49 7,99 2,67

E.C.M.

Arena-limosa 3,9 (M) Arena-limosa 4,52 (B) Arena-limosa 3,9 (M) Arena-limosa 0,72 (M) Arena-limosa 3,36 (M) Are-Grav-limosa 1,79 (A) Arena-limosa 3,87 (B) Arena-gravosa 0,34 (A) Arena 1,86 (A) Arena gravosa 0,2 (A) Arena Limo Gravosa 2,59 (M) Grava Arenosa -0,72 (Ma) Arena 2,02 (M) Arena limosa 4,57 (B) Arena limosa 3,93 (M) Arena 2,6 (M) Arena limosa 4,67 (B) Arena limosa 4,3 (B) Limo arenoso 5,15 (B) Arena limosa 4,62 (B) Limo arenoso 5,29 (B) Grava-arenosa -1,08 (Ma) Arena limosa 4,29 (B) Arena 1,41 (A)

Escogimiento

Asimetría

Agudeza

% De MO

% de Carbonato Cálcico

2,17 (Mp) 1,65 (M) 1,45 (P) 2,18 (Mp) 2,68 (Mp) 2,47 (Mp) 1,96 (P) 2,74 (Mp) 2,29 (Mp) 1,51 (P) 3,23 (Mp) 3,46 (Mp) 1,16 (P) 1,89 (P) 1,45 (P) 1,25 (P) 1,92 (P) 1,59 (P) 1,63 (P) 2,03 (Mp) 1,54 (P) 1,57 (P) 1,62 (P) 1,51 (P)

-0,03 (S) 0,57 (Mef) 0,43 (Mef) 0,03 (S) 0,03 (S) -0,01(S) 0,3 (Ef) 0,12 (Ef) 0,05 (S) 0,05 (S) -0,06 (S) 0,66 (Mef) 0,25 (Ef) 0,39 (Mef) 0,43 (Mef) 0,3 (Ef) 0,56 (Mef) 0,68 (Mef) 0,05 (S) 0,32 (Mef) -0,02 (S) 0,2 (Ef) 0,64 (Mef) 0,23 (Ef)

1,55 (Ma) 1,16 (Ag) 1,81 (Ma) 2,92 (Ma) 1,29 (Ag) 1,92 (Ma) 1,58 (Ma) 1,28 (Ag) 1,18 (Ag) 1,24 (Ag) 1,49 (Ag) 0,68 (Pl) 1,64 (Ma) 1,12 (Ag) 1,64 (Ma) 3,46 (Ea) 0,94 (Se) 1,8 (Ma) 0,99 (Se) 0,9 (Pl) 1 (Se) 0,94 (Se) 1,77 (Ma) 1,8 (Ma)

2,24 1,91 1,71 1,32 1,78 0,99 1,58 0,79 1,12 0,39 1,25 0,39 0,39 3,03 1,64 0,33 3,22 3,95 4,21 3,95 4,67 1,91 2,04 3,82

3,4 2,2 2,2 6,8 2,2 4,5 10,2 3,4 15,9 18,1 6,8 6,8 5,6 18,1 7,9 3,4 11,3 12,4 12,4 5,6 11,3 15,9 7,9 9

Interpretación de parámetros: ECM: M: Moderada, B: Baja, A: Alta, Ma: Muy Alta; Escogimiento: Mp: Muy pobre, P: Pobre, M: Moderado;

Asimetría: S: Simétrica, Mef: Muy Excesivo en fino, Ef: Excesivo en fino; Agudeza: Ma: Muy aguda, Ag: Aguda, Ea: Extremadamente aguda, Se: Semi Plana, Pl: Plana.

Sedimentos de la laguna El Saco, I. Coche

Estación

Interpretación de textura, parámetros de rango y relación y geoquímicos en los sedimentos superficiales de la laguna El Saco.

52

Tabla 1.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

53

En la tabla 2 se presentan los resultados correspondientes a la proporción de elementos terrígenos y calcáreos lo que indica su origen que puede ser continental o marino. Las mayores concentraciones de los terrígenos fueron los cuarzos con una pequeña cantidad de terrígenos indiferenciados, feldespatos, minerales pesados ferruginosos y micas, mostrando una clara influencia de aporte continental. La presencia de calcáreos fue escasa con presencia de indiferenciados, foraminíferos, algas, moluscos y restos de peces. En la tabla 3 se presentan los resultados del grado de redondez y esfericidad de los sedimentos superficiales. La redondez presentó material sub anguloso, sub redondeado y anguloso. Con relación a la esfericidad encontramos en mayor porcentaje granos de tipo algo elongados y esféricos. Sedimentológicamente los granos observados muestran un recorrido corto desde su origen, ya que la redondez de los granos es sub angulosa. Estos materiales pueden pertenecer a la formación Coche, constituida por partes iguales de arcillas, areniscas y conglomerados continentales producto de un solo evento de sedimentación, por procesos fluvio-torrenciales y la presencia de un clima tropical desértico (Patrick 1959).

Dinámica sedimentaria La interpretación de los vectores resultantes (Figura.3) evidenció una marcada sedimentación en la mayor parte del área lagunar, a excepción de las estaciones centrales con transporte sedimentario posiblemente originado por corrientes de marea, vientos del noreste y un bajo arenoso al oeste de estas estaciones, pudiendo actuar como una trampa de sedimentos. Estos procesos de sedimentación han sido descritos en cercanías a El Saco por Llano (1996) en el canal sur entre la Isla de Coche y la península de Araya.

Conclusiones En la laguna El Saco el fenómeno predominante es la sedimentación, la cual se lleva a cabo en el área menos profunda, actuando ésta como trampa de sedimentos finos. Esto se puede observar en el análisis textural de los sedimentos superficiales con predominio de arenas limosas acompañadas de diferentes texturas de acuerdo a la profundidad y el transporte de materiales producto de escorrentías en la zona. De esta forma los materiales gruesos se ubicaron principalmente en la zona central y en la entrada de la laguna, haciendo que la energía cinética media fuera alta debido al mayor tamaño medio del grano. El estudio morfoscópico de los sedimentos en la laguna muestra que su origen es mayoritariamente continental con un pequeño aporte de sedimentos marinos. El material terrígeno podría ser trasportado de forma eólica como lo muestra su asimetría positiva en la distribución de frecuencia del grano. Por otra parte los calcáreos indican un transporte de corta distancia que podría provenir de las formaciones geológicas cercanas como la de Coche.


Porcentaje de terrígenos y calcáreos de la laguna El Saco, Isla de Coche.

54

Tabla 2.

Calcáreos

Cuarzo

Mica

Ferruginoso

Min.Pesados.

feldespatos

Otros

Promedio

1

69 77 76 72 85 76 88 90 91 92 96 96 94 97 90 91 91 93 91 94 89 95 91 98 91 99 86 91 90 95 95 96 71

1 1 5 4

4 2 2 1

6 7 2 1

2

10 8 5 8 3 4 2 1 3 2

93,5

2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17

4 1

1 1

1 1 1 1 3 2 1

1 2 4 6 1 1 1 2 1 1 1

1 1

2 1

1 2 2 1

1 1 4 1

1

2 1 1 1

2 1 1 1

1 6 1 5 4 2 2 1 3

Moluscos

89,5 2 91 1 92 96

foraminíferos

Algas

Otros

Promedio

2 1 4 5 4 7 2 6 1

2 1

4 3 5 4 3 2 4 1 2 3 1 2 2 1 1 2 1

6,5

1 1 1 1 1

98,5 97 4 5 3 4 1

1 1

98

1

98

1

96

3 1 2

100

2

100

2 1 2 1

96,5

1

95

2

3 1 1

95,5

1 1 1 3 2

2 1

97,5 6

79,5

5

8

2

3 4 2 1

2 1 2 3 2 3 4

10,5 9 7 4 1,5 3 2 2 4 5

3,5 4,5 2,5 20,5

Sedimentos de la laguna El Saco, I. Coche

Terrígenos Muestra


Tabla 2.

(Cont.). Terrigenos

Muestra 18 19 20 21 22 23

promedio

67 65 70 62 67 89 93 83 82 80 64 67 54 70 79 83,9

Mica

Calcareos

Ferruginoso

Min.Pesados.

feldespatos

Otros

1

4 1 1

4 4 3 4 3

7 7 5 16 13 2 1 8 6 9 14 13 11 8 10 4,4

2 1

3 2

0,7

2 1

1 2

2 1 1 1

0,7

0,9

2 3 5 8 2 3 2 1 2,0

Promedio

Moluscos

foraminĂ­feros

Algas

Otros

79,5

6 2 1

7 5 4

3 3 4 6 5 2 1

6 10 12 10 12 4 5 4 6 6 5 5 13 10 10 3,9

83,5 93,5 94

1 2

1

2 5 1

3 8 9 3

1,6

1,5

92,5 77,5

1 2 1

86,5 92,5

0,4

Promedio 20,5 16,5 6,5 6,5 7,5 22,5 12 7,4

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

24

Cuarzo

55


Porcentajes de esfericidad y redondez en sedimentos superficiales de la laguna El Saco.

Muy Anguloso

Anguloso

1

1

2

3 4

7 6 40 37 20 12 20 18 21 13 16 18 13 10 8 5 9 8 12 10 3 3 30 28 8 9 34 34 12 18 6 6 8

3 4

3 1

5 6 7 8

4 4 3 2 1

9 10

3

11

1

12 3 13 14

1 2

15 16 17

1

Redondez Sub Sub Anguloso Redondeado 79 85 47 52 68 80 70 78 67 78 61 57 50 50 61 67 71 67 50 50 84 89 62 64 82 83 60 61 62 59 70 69 68

13 9 10 7 11 8 7 3 12 9 19 21 33 37 30 28 20 25 35 40 12 8 8 5 10 8 4 3 26 23 24 25 22

Bien Redondeado

Muy Elongado 1 3 1

1

2 1 1 1 1

1 1

1

1 1

1 1

1

1 1

2

Elongado 4 2 5 7 8 12 7 6 9 7 13 6 7 4 6 4 6 4 7 6 6 7 7 5 1 2 6 5 3 5 6 4 3

Esfericidad Algo Algo Elongado Esférico 26 23 38 40 25 20 10 13 29 30 50 54 57 54 54 58 50 53 50 58 52 48 25 30 55 38 33 27 51 50 40 45 50

62 65 50 46 53 52 55 50 49 51 34 34 30 35 32 30 38 40 34 30 31 33 60 59 30 30 51 54 30 28 32 35 37

Esférico 7 7 6 7 12 15 25 29 11 12 2 6 4 5 8 7 5 3 9 6 10 12 7 5 14 10 10 13 16 17 21 16 6

Muy Esférico

1 2 1 1

1 2

1

1

2

Sedimentos de la laguna El Saco, I. Coche

Muestra

56

Tabla 3.


Tabla 3.

Muestra

18 19

(Cont.)

Muy Anguloso

Anguloso

3 1 3 2

9 5 5 6 4 6 4 7 6 47 48 12 8 16 23

20 21 22 23 24

5 4 1

Redondez Sub Sub Anguloso Redondeado 68 73 77 89 92 91 94 68 65 40 40 68 75 75 71

20 20 15 3 4 3 2 25 27 8 7 16 13 8 4

Bien Redondeado 1

Muy Elongado 4 4 2 1

1 2 1 3 4 1 2

1 2 2 1 4 3

Elongado 9 2 3 2 2 3 1 4 5 11 8 3 9 20 13

Esfericidad Algo Algo Elongado Esférico 42 50 45 52 51 45 50 57 54 36 38 45 40 40 48

35 38 40 40 45 50 48 34 33 48 45 36 32 30 28

Esférico

Muy Esférico

8 6 10 5 2 2 1 4 6 4 7 13 13 6 8

2

2

1 5

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

57


58

Sedimentos de la laguna El Saco, I. Coche

Figura 3.

Procesos de sedimentación y transporte de sedimentos superficiales en interior de la laguna El Saco.

La energía cinética del ambiente lagunar es variable debido a la interacción de la laguna con el mar fluctuando entre baja y muy alta, mientras que en el fondo de la laguna es moderada. Esta variabilidad se refleja en la heterogeneidad del tamaño del grano en su mayoría pobremente escogido indicando mezclas texturales. En general el sedimento presenta una distribución de tipo unimodal en cuanto a la agudeza, lo que indica un origen único. Las zonas con mayor concentración de materia orgánica coinciden con la repartición de las arenas limosas en las zonas más profundas de la laguna, mientras que los fondos con mayor carbonato de calcio se encuentran asociadas a las gravas.

Agradecimientos. Los autores expresan sus más sinceros agradecimientos a los señores Martín Rada, Javier Gutiérrez, Cornelio Salazar, Fresdo Velásquez, William Olaya, Joaquín Buitrago, Ramón Varela y Juan Capelo por su desinteresada colaboración durante el trabajo de campo y la revisión del manuscrito.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

59

Bibliografía. ARANGUREN, A. 1991. Dinámica Sedimentaria de la Boca de la Laguna de Punta de Piedras. Tesis de Grado. Instituto Universitario de Tecnología del Mar. Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Margarita. Venezuela, 92 p. DE L A L ANZA, G. 1986. Materia orgánica en los sedimentos del Sistema Lagunar Huizache y Caimanero: Importancia, comportamiento y Significado en Modelos de Predicción. Anales del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología Universidad Autónoma de México. 13: 251–286. FAILLACE, M 1986. Factores físico-químicos, plancton y sedimentos de la laguna del Morro. Isla de Margarita Venezuela. Trabajo de Grado, Universidad de Oriente. Cumaná. 150 pp. FOLK, R. L. Y W. C. WARD. 1957. Brasos river bar: A study in the significance of size parameters. Journal of Sedimentary Petrology 27(1): GUEVARA, P. I. E Y. TUÁREZ. 1998. Sedimentos Superficiales, Foraminíferos Bentónicos y Ostrácodos en la laguna de Boca de Palo. Isla de Margarita. Venezuela. Memoria Sociedad de Ciencias Naturales la Salle 58(149): 73–83. JACKSON, M. 1980. Análisis químico de los suelos. 2da edición. Omega. Barcelona. España. Pp. KRUMBEIN W. C (1936). Application of logarithmic moments to size frecuency distributions of sediments. Journal of Sedimentary Petrology 6: 35–47. LLANO, M. 1987. Dinámica Sedimentaria de la laguna de Punta de Piedras I: Época de mareas mínimas. Memoria de la Sociedad Ciencias Naturales La Salle 47(127–128): 37–76. LLANO M. 1996, La Dinámica sedimentaria en la región de Margarita-Araya, (Venezuela), deducida del Análisis Vectorial del tamaño medio de los granos. Memoria de la Sociedad Ciencias Naturales La Salle 56(146): 47–60. PACHECO, I. 1991. Determinación de Procesos Sedimentarios en playa El Yaque. Isla de Margarita. Venezuela, mediante el Análisis Vectorial del Tamaño Medio de los Granos. Trabajo de Grado. Instituto Universitario de Tecnología del Mar. Fundación La Salle de Ciencias Naturales. 90 p. PALAZÓN, J. L.-FERNÁNDEZ. 1989–1990. Condiciones Hidroquímicas del Saco de la isla de Coche, Venezuela. Universidad de Oriente, Escuela de Ciencias Aplicadas del Mar, Boca del Río, Isla de Margarita, Venezuela. PATRICK, H. B. 1959. Nomenclatura del Pleistoceno en la cuenca de Cariaco. Boletín de Geología, Caracas 5(10): 91–97. RAMÍREZ, P. 1996. Lagunas Costeras Venezolanas. Universidad de Oriente. Núcleo Nueva Esparta. Venezuela. 275 p. RAMÍREZ, P. Y P. GONZÁLEZ. 1974. Ecología y distribución de los octocoralarios de la Isla de Coche, Venezuela nor-oriental. Boletín de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales 31(128): 33–62. RODRÍGUEZ, G. 1980. Método Gravimétrico para la determinación de Carbonato Cálcico en Sedimentos. Guía Práctica Instituto Universitario de Tecnología del Mar. Isla de Margarita. Venezuela. ROSAS-MENDOZA, D. Y F. LÓPEZ MONROY. 2014 Algunos aspectos de la dinámica sedimentaria de la laguna de Las Marites, estado Nueva Esparta. Boletín Instituto Oceanográfico de Venezuela. 53(1): 47–55. SALAZAR, J., J. BONILLA Y B. GAMBOA. 1986. Metales pesados y materia orgánica en los sedimentos superficiales de la laguna Las Marites. Boletín Instituto Oceanográfico de Venezuela. 25(1 y 2): 137–154.


60

Sedimentos de la laguna El Saco, I. Coche

SALAZAR, J., J. ROSAS Y J. RODRÍGUEZ. 2003. Condiciones sedimentológicas de la laguna la Restinga, Isla de Margarita, Venezuela. Interciencia: 28 N° 1: 44–49 p. SULBARÁN, M. 1993. Estudio de la Comunidad de Peces en el Saco de la Isla de Coche. Venezuela. Trabajo de Grado UDO. Núcleo de Sucre. Escuela de Ciencias, Dpto. de Biología, Cumaná. ZABALA, R. 1982. Contribución al Estudio Sedimentológico y geomorfológico de la laguna de Raya. Isla de Margarita. Venezuela. Trabajo de Grado. Instituto Universitario de Tecnología del Mar. Fundación La Salle de Ciencias Naturales. 75 p. ZARZOSA, J. 1974. Características Sedimentológicas y Geomorfológicas de la laguna de la Restinga. Isla de Margarita, Venezuela. Cuadernos Azules 9: 1–59. Caracas, Venezuela.

Recibido: 25 marzo 2015 Aceptado: 25 septiembre 2015 Publicado en línea: 18 abril 2017

Pedro I. Guevara, Hernando A. Hernández-Hamón, Federico Buitrago y Martin Llano Estación de Investigaciones Marinas de Margarita (EDIMAR). Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Punta de Piedras, Isla de Margarita, Venezuela. pedro.guevara@fundacionlasalle.org.ve


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 16:49 Página 61

ISSN 0037–8518 Versión impresa ISSN 2443–4968 Versión electrónica

Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales 2017 (“2014”), 74(181–182): 61–80

Artículo Comparación de la temperatura, precipitación, velocidad media y dirección del viento medidas por dos estaciones meteorológicas, ubicadas en Punta de Piedras, isla de Margarita Luis Medina, Ramón Varela y Fresdo Velásquez Resumen. Se compararon estadísticamente mediciones tomadas con una estación meteorológica clásica y una automática ubicadas en una misma localidad durante el periodo 2006–2008, con el objetivo de determinar si existen diferencias significativas entre ambas, y establecer un criterio que valide la continuidad del uso de los datos para la construcción de una serie de tiempo única. Fueron encontradas diferencias significativas entre las medias diarias en todas las variables estudiadas, excepto la precipitación. Por otra parte, las medias mensuales de la velocidad media del viento (VMV) calculadas para las dos estaciones no presentaron diferencias significativas, esto, junto a los elevados valores obtenidos para el coeficiente de consistencia de la VMV pueden validar el uso de ambos grupos de datos para la construcción de una serie de tiempo única y homogénea de la VMV. La disparidad en las mediciones de las variables meteorológicas, pudieran deberse a los sesgos ocasionados por las distintas tecnologías aplicadas a los sensores, a la longevidad de los equipos y la falta de mantenimiento de los mismos o a la ubicación de las estaciones meteorológicas, cercanas pero instaladas sobre sustratos diferentes, tierra y agua. Además, la exposición constante de estos instrumentos a la humedad, corrosión, y la radiación solar puede disminuir su exactitud. El uso del coeficiente de consistencia para validar la homogeneidad de los datos depende de cada variable, pero es una adecuada herramienta cuando se usa en conjunto con otras pruebas estadísticas. Palabras claves. Análisis comparativo. Datos meteorológicos. Estaciones meteorológicas. Coeficiente de consistencia.

Comparison of temperature, precipitation, average wind speed and direction, measures for two weather stations located in Punta de Piedras, Isla Margarita Abstract. In this work, measurements taken with a classic and an automatic meteorological station in a same locality during the period of 2006–2008 were compared, in order to determine whether there are significant differences between the two and try to establish a criterion to validate the continuity of the data. Significant differences in the daily data were found in all variables studied, except precipitation. On the other hand, average wind speed monthly measurement for both stations did not show significant statistical differences. This, together with the higher values of the consistency coefficient could validate the use of these set of data for the construction of unique time series for the average wind speed. The differences found it in the meteorological variables could be due to bias caused by the different technologies for sensors, longevity of equipment, lack of maintenance, or the location of the stations (different substrates, on land or water). In addition, constant exposure of these instruments to moisture, corrosion, and solar radiation can decrease their accuracy. Using the consistency coefficient to validate the homogeneity of data depends on each variable and is a good tool used in conjunction with other statistical analysis. Key words. Comparative analysis. Meteorological data. Meteorological stations. Consistency coefficient.


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 62

62

Comparación estaciones meteorológicas

Introducción La información meteorológica es primordial para muchas actividades socioeconómicas, establecer factores de riesgo y previsión de recursos hídricos y alimentarios. La mayor parte de la información meteorológica sigue obteniéndose de estaciones en localidades donde por décadas se han registrado las variables básicas de la climatología, aunque hoy en día existan otros medios remotos como los satélites, radares, etc., para obtener información equivalente. En épocas recientes el análisis de la información meteorológica ha obtenido notabilidad debido a las observaciones que indicarían un cambio rápido y global del clima. Para determinar estos posibles cambios, la información tiene que estar basada en datos confiables y precisos, ya que es inadecuado cuantificar procesos ambientales a largo plazo sin previamente determinar los posibles sesgos en las mediciones. El advenimiento de nuevas tecnologías para la adquisición, manejo, procesamiento e interpretación de los datos, ha planteado nuevas interrogantes alrededor de cuán homogéneos son los datos provenientes de las mediciones históricas y de los nuevos sensores. En otras palabras, cuán amplios serían los sesgos al usar estos registros en conjunto para las evaluaciones de los cambios en el clima. Es por esto que la verificación de la homogeneidad de los datos es crítica a la hora de realizar estudios climáticos (Guttman y Baker 1996, Holder et al. 2006). Es ahora frecuente la sustitución de los equipos convencionales de medición (mecánicos) por mecanismos automáticos (electrónicos). Sin embargo, la experiencia que se ha recabado en el análisis de las series convencionales y automáticas ha determinado que la sustitución de instrumentos mecánicos sería procedente una vez que se haya realizado una evaluación simultánea de ambas series de datos (Colotti et al. 2003, Gattinoni et al. 2011). La Organización Meteorológica Mundial (1989), propone como intervalo mínimo tres años de solapamiento, en el cual funcionen los dos sistemas en paralelo para poder realizar una comparación estadísticamente significativa y así validar el uso de los nuevos registros. Por otra parte, algunas variables meteorológicas como la velocidad y la dirección del viento han sido relacionadas con la marcada estacionalidad de las características superficiales de la columna de agua en algunas regiones del océano, como lo son el oleaje, el nivel medio del mar, la circulación inducida por el viento y el fenómeno de surgencia. Este último de gran importancia ya que permite el transporte vertical de nutrientes desde aguas sub-superficiales hasta el estrato más superficial, promoviendo una alta productividad orgánica lo cual se traduce en una gran riqueza biótica para la región considerada (MuIler-Karger y Aparicio 1994, Aparicio 2003, Astor et al. 2005). Es por esto que desde hace algún tiempo se ha planteado la necesidad de cuantificar la magnitud de este proceso. Hoy en día, después del trabajo pionero de Bakum (1973), se considera que el transporte costa-fuera de Ekman es un óptimo indicador de la intensidad de la surgencia costera inducida por el viento (Aparicio 2003). Entonces, para obtener estimaciones reales de este índice es necesario contar con mediciones


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 63

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

63

confiables y precisas de la dirección y velocidad del viento en estaciones cercanas a las costas, de aquí radica una de las principales razones para los estudios oceanográficos en contar con series de tiempo meteorológicas homogéneas. La estación meteorológica clásica (EMC) de Punta de Piedras, en la Isla de Margarita, fue instalada por el cesado Ministerio de Obras Publicas (MOP) en terreno del Campus de Margarita de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales en 1962. Desde ese entonces, esta institución se ha encargado de la lectura de los instrumentos, el proceso de los datos y la vigilancia de la misma. (Varela y Velásquez 2017). Por otra parte, en el año 2006 fue instalada en el mismo campus una estación meteorológica automática (EMA) por iniciativa del Institute of Marine Remote Sciences de la Universidad del Sur de La Florida y la Estación de Investigaciones Marinas de Margarita, con el objetivo de complementar la información de la EMC, e ir implementando nuevas tecnologías que ofrecen otras ventajas como: alta resolución temporal de los datos, transmisión automática de los datos desde lugares remotos o de difícil acceso, reducción de los errores por parte del operador, etc. Las estaciones no están en el mismo sitio dentro del campus, pues la automática es marina (preparada para llevar un medidor de altura del mar) y se encuentra en una pequeña estructura sobre el agua cerca de un muelle a unos 500 m de distancia de la EMC, la cual está ubicada en tierra. Ambas estaciones han registrado información simultánea por ocho años, sin embargo, a finales del 2008, el anemómetro de la EMC dejo de funcionar y desde entonces esta estación no cuenta con datos de la velocidad media del viento. Con el fin de tener un registro climático confiable y válido para el área de la Isla de Margarita y la fosa de Cariaco, zona de diversas investigaciones oceanográficas y con presencia de importantes pesquerías (Fréon et al. 2003a y 2003b, Rueda 2012, Muller-Karger et al. 2013), en el presente trabajo se realizó una comparación entre la EMC y la EMA para los registros de la temperatura del aire, la precipitación, la dirección y la velocidad media del viento entre septiembre 2006 y diciembre 2008. El análisis se enfocó en determinar si existieron diferencias estadísticamente significativas entre ambas estaciones y tratar de establecer un criterio que valide la continuidad de los datos para que puedan ser usados en el cálculo, visualización e interpretación de las otras variables meteorológicas y oceanográficas.

Materiales y métodos Área de estudio Margarita muestra características climáticas distintas según el ámbito geográfico en la isla, dependiendo de la orientación y la altura sobre el nivel del mar, que influyen en la precipitación, humedad, temperatura, exposición al sol y al viento. El municipio Tubores, donde se encuentra Punta de Piedras, se sitúa en la zona sur-occidental que es la más baja y seca de la isla, donde se manifiesta un tipo de vegetación xerófila de matorrales espinosos, que se extiende además por gran parte de la península de


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 64

64

Comparación estaciones meteorológicas

Macanao y las otras islas menores al sur (Hoyos 1985). En este ambiente donde la costa es baja y poco expuesta al oleaje se desarrollan densos manglares de franja costera y sistemas lagunares. La meteorología de la isla se encuentra regulada buena parte del año por un dominio de los vientos del E – NE provenientes del océano. La región insular clasifica dentro de un clima tropical (sistema de clasificación climática de Köppen) que, dependiendo de la localidad es, semi-árido o húmedo, siempre cálido (medias 27–28 °C) con épocas seca y lluviosa, con una marcada variabilidad estacional e interanual en la precipitación (promedio anual < 400 a 800 mm). La temperatura diaria es determinada por la elevada insolación y numerosos días despejados producto de la influencia de los vientos alisios, con una acción eólica casi constante y sequía dentro del primer semestre del año, sin embrago, el segundo semestre presenta un clima más húmedo debido a un debilitamiento de los vientos y una mayor influencia del clima ecuatorial (Varela y Velásquez 2017).

Descripción de las estaciones meteorológicas Estación meteorológica clásica (EMC; 10°54’13,9’’N-64°06’29,7’’O): la estación meteorológica de Punta de Piedras es de tipo C1, originalmente instalada por el cesado Ministerio de Obras Públicas (MOP), luego pasó a formar parte del sistema de estaciones meteorológicas del Ministerio del Ambiente (ahora Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo y Aguas) con el serial 1740. En la actualidad es administrada por el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMEH) en conjunto con Fundación La Salle de Ciencias Naturales Campus Margarita. La estación se encuentra a una elevación de 3 m s.n.m., en un sitio próximo a tres ambientes; marino-costero, lagunar con manglares y área de tierra plana semi-desértico con escasa vegetación. Sus instrumentos de medición son los hoy considerados clásicos en este tipo de estaciones ya que estos son mecánicos, dotados de un sistema de relojería, y deben ser atendidos regularmente por un operador para realizar los cambios del material para el registro, verificar la calibración de los instrumentos y realizar las lecturas de las observaciones directas que corresponden al momento de recoger la información. La EMC está dotada de nueve instrumentos para la medición de diferentes variables meteorológicas: la velocidad media y la dirección del viento se miden mediante un anemocinemógrafo marca Fuess. Su elemento sensible es la veleta, el flotador y juego de copas. Los datos originales se registran en km h-1 y en decena de grados para la dirección. Además de estas variables, la EMC también mide, temperatura del aire mediante un termógrafo marca Siap y la precipitación utilizando un pluviógrafo marca Fuess. Esta estación ha estado funcionando desde 1962; sin embargo, no hay registros de viento desde noviembre del 2008, debido a un mal funcionamiento del anemómetro. Para complementar esta serie de tiempo se han usado datos del viento provenientes de la estación meteorológica del aeropuerto Internacional Santiago Mariño en El Yaque


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 65

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

65

(10°91’00” N-64° 97’00” O; isla de Margarita) a 35 km al E de la estación de Punta de Piedras y los datos de la EMA. Estación meteorológica automática (EMA; 10°54’00,1” N-64°06’37,5”O): ubicada en Punta de Piedras, Estado Nueva Esparta, bajo el cuidado de la Estación de Investigaciones Marinas (EDIMAR). Es del tipo automática, por lo tanto, no requiere de atención regular ni de lecturas directas a horas fijas. Está constituida por un conjunto de equipos electrónicos, que permiten medir en tiempo real el valor de cada variable meteorológica, estando en capacidad de procesar y almacenar estas variaciones en forma automatizada e incluso, enviar la información a un receptor remoto. La estación mide ocho variables meteorológicas: velocidad media, máxima y dirección del viento son medidos con un anemómetro de veleta marca Young, mientras que la precipitación se estima mediante un pluviómetro marca Stevens. La temperatura se registra por un sensor (termistor) de platino. Un sistema de recuperación de datos (datalogger marca Campbell Scientific) toma las lecturas de los sensores cada 10 segundos, a los 6 minutos realiza un promedio de esos valores y arma el archivo de exportación en formato .CSV con el grupo de datos. Este es enviado vía radio hasta un terminal ubicado en el edificio de EDIMAR donde se descarga mensualmente y es procesado. Al mismo tiempo otro archivo de datos es transmitido cada hora al satélite geoestacionario GOES-12 y descargados por The National Enviromental Satellite Data and Information Service” (NESDIS), quien los reenvía a un satélite doméstico de telecomunicaciones (DOMSAT).

Análisis de los datos Una vez obtenidos los archivos de datos de la EMA y la EMC (estos últimos generados por transcripción manual), se procedió a realizar el proceso de control calidad en búsqueda de datos fuera de rango y registros faltantes o duplicados. En base a los promedios diarios y mensuales de la velocidad media del viento y temperatura del aire, la suma diaria de la precipitación (solo se usaron para los cálculos los días que se registraron precipitaciones, valores > 0), se aplicó la prueba t-student para datos relacionados con el objetivo de probar si existían diferencias significativas entre las medias de los datos provenientes de la EMC y la EMA (Zar 1996). Para el análisis de los datos de dirección del viento fueron empleadas técnicas estadísticas para datos circulares (Mardia y Jupp 1999, Berens y Velasco 2009). Se calculó la media, mediana y la desviación estándar angular, además de la varianza, kurtosis y sesgo circular. También se aplicó la prueba Hodge-Aine, para determinar si los datos provenían de una distribución uniforme y así determinar si había diferencias significativas en su distribución. Por otra parte, se calculó un índice de consistencia para los grupos de datos, este índice fue propuesto por Colotti et al. (2003) como un criterio para decidir si es necesario o no hacer ajustes a los nuevos datos obtenidos de modo automático con respecto a los convencionales o, si es necesario posponer la eliminación del dispositivo convencional hasta que haya certeza que las mediciones automáticas y convencionales


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 66

66

Comparación estaciones meteorológicas

son lo suficientemente homogéneas. Este se basa en que tanto los datos medidos de manera convencional (equipo mecánico) y los datos medidos automáticamente (equipo electrónico) tienen igual valor esperado, es decir, están centrados alrededor del mismo valor. Ya que, si ambos equipos están midiendo el mismo fenómeno, después de repetidas mediciones el valor esperado deberá coincidir para ambos grupos de muestras.

Resultados Velocidad media del viento (VMV) El resumen estadístico de la VMV basado en los promedios diarios para ambas estaciones se puede apreciar en la tabla 1. La prueba t-student indicó que los valores promedios diarios de la VMV de ambas estaciones fueron significativamente diferentes (t=-4,17, p<0,05). A pesar de esta diferencia, el 50 % de las observaciones (420) realizadas por ambas estaciones se encuentran en el rango 4,6 m/s a 6,6 m/s (Figura 1). Sin embargo, 220 de los registros realizados por la EMA estuvieron en el rango 5,6 m/s a 6,6 m/s, mientras que la EMC presenta la mayor frecuencia de registros en el rango 4,6 m/s a 5,6 m/s, existiendo una mayor probabilidad de obtener registros superiores en la velocidad media del viento con la estación automática. Tabla 1.

Resumen estadístico para la velocidad del viento medida por la EMA y la EMC.

Velocidad Promedio del Viento (m/s) Estadístico N Mínimo Máximo Media Mediana Desviación estándar Varianza Coeficiente de variación Kurtosis Sesgo

EMA 814 1,67 9,99 5,45 5,52 1,64 2,70 30,11% -1,40 -1,15

EMC 721 1 9,16 4,53 4,83 1,56 2,44 30,58% -1,99 -0,55

Por otra parte, los estadísticos de dispersión (desviación estándar, varianza y coeficiente de variación) mostraron que las mediciones de la VMV de ambas estaciones fueron bastante homogéneas, presentando poca variabilidad. La prueba fFisher no mostró diferencias estadísticamente significativas con respecto a la desviación estándar de la VMV para la EMA y la EMC (f= 0,905 -, p>0,05). El promedio diario de la VMV se puede observar en la figura 2. Este presenta una alta variabilidad inter-diaria para las dos estaciones, notándose que puede variar en un


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 67

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

67

amplio rango de un día a otro. Se puede apreciar también una clara estacionalidad anual en los valores del viento, con vientos generalmente más fuertes durante los primeros meses del año.

Figura 1.

Histograma de frecuencia diaria de la velocidad media del viento para la EMA y la EMC.

Figura 2.

Registro del viento diario promedio para la EMA y la EMC.

Para las medias mensuales, la prueba t-student no mostró diferencias significativas entre la VMV para ambas estaciones (t=-1,38, p= 1,181). La figura 3 muestra los valores promedios mensuales de la VMV para el periodo de comparación (2006–2008). Los análisis de varianza realizados para ambas estaciones indicaron diferencias estadísticamente significativas de la VMV entre los meses de estudio (f= 28,34, p<0,05 (EMA) y f= 28,20, p<0,05 (EMC)). La prueba de rangos múltiples mostró la existencia de tres grupos con diferencias estadísticamente significativas. Un primer grupo que va desde febrero a junio (Figura 4), el cual presenta un promedio de la VMV en ascenso con


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 68

68

Comparación estaciones meteorológicas

bastante heterogeneidad siendo todos los meses diferentes entre sí. Un segundo grupo, desde agosto hasta diciembre, el cual es bastante homogéneo en cuanto a los valores de la VMV no encontrándose disimilitud entre estos meses, siendo los vientos más débiles y constantes. Por último, enero y julio conformaron el tercer grupo, funcionando como meses de transición entre los periodos de máximos a mínimos vientos (julio) y al contrario (enero).

Figura 3.

Valores mensuales de la velocidad media del viento para la EMA y la EMC.

Figura 4.

Promedios mensuales de las medias de la VMV.

Las mediciones realizadas por ambas estaciones meteorológicas presentan altos coeficientes de consistencia mensuales, sus valores fluctúan entre 63.55 % en abril 2008 y 97,73 % en enero 2007 (Tabla 2).


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 69

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Tabla 2.

69

Valores del coeficiente de consistencia (%) para la velocidad media del viento calculado para la EMA y la EMC.

ene

feb

mar

abr

may

jun

jul

ago

2007

97,73

96,54

97,09

93,61

93,03

84,95

96,74

91,58 82,64

2008

96,63

97,67

94,92

63,55

96,12

85,71

95,31

96,38 94,45

97,56 68,52

86,23

2006

sep

oct

nov

dic

95,19

89,61

91,48

97,51

94,10 95,34

96,78

Dirección del viento (DV) La prueba Hodge-Ajne determinó que las muestras para ambas estaciones no se encuentran distribuidas uniformemente en todas las direcciones (pr= 28,34, p<0,05 (EMA) y pr= 28,20, p<0,05 (EMC)), lo que se puede apreciar gráficamente en la figura 5 para los datos diarios y en figura 6 para los mensuales, donde solo algunos valores caen dentro del semicírculo delimitado por los ángulos 180°–270–0°. En cambio, la mayor parte de las mediciones de la dirección para ambas estaciones estuvieron dentro del rango 60°–90° (Figuras 5 y 6), con una media circular para la EMA igual a 83,01 y para la EMC igual a 75,76; siendo este, en general el patrón direccional del viento predominante en la zona geográfica de la Isla de Margarita (Varela y Velásquez 2017). La figura 7, presenta el patrón temporal (frecuencia diaria) de la DV durante el periodo de estudio. A parte de la predominancia entre los 60° a 90°, se puede observar en ambas estaciones registros diarios con vientos provenientes de otras direcciones, en particular, en el segundo semestre de cada año, como también lo indican Varela y Velásquez (2017). Tabla 3.

Resumen de los estadísticos circulares calculados para la dirección del viento medida por la EMA y la EMC. Dirección del Viento (grados) Estadístico N Mínimo Máximo Media angular Mediana angular Moda Desviación angular estándar Varianza circular Kurtosis circular Sesgo circular

Tabla 4.

EMA 814 14 249 83,01 81 80 17,80 2,76 51 -2,27

EMC 814 20 360 75,76 70 70 23,12 4,76 48 -0,11

Valores del coeficiente de consistencia (%) para la dirección del viento calculado para la EMA y la EMC. ene

feb

mar

abr

may

jun

jul

ago

2007

63,58

82,06

69,87

47,88

28,50

30,81

22,34

55,62

2008

87,12

75,56

69,00

85,91

83,90

68,44

26,83

84,08

2006

sep

oct

nov

dic

59,84

29,60

42,63

54,23

83,88

47,60

32,49

10,35

58,78

52,91

67,51

38,91


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 70

70

Comparación estaciones meteorológicas

Figura 5.

Histograma circular de frecuencia diaria de la dirección del viento para la EMA (polígonos rojos, la línea roja representa la media circular) y la EMC (polígonos negros, línea negra representa la media circular).

Para el caso de los registros mensuales de la DV, la dirección predominante registrada por la EMC fue 70°, durante 22 meses (figura 8), mientras que la para la EMA la variabilidad fue mayor con una moda de 81° (5 meses). Por otra parte, los estadísticos de dispersión (desviación angular estándar, y la varianza circular) mostraron que las mediciones de la DV de ambas estaciones fueron bastante homogéneas, presentando poca variabilidad (tabla 3).

Figura 6.

Histograma circular de frecuencia mensual de la dirección del viento para la EMA (polígonos rojos, la línea roja representa la media circular) y la EMC (polígonos negros, línea negra representa la media circular).


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 71

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

71

La tabla 4, presenta los coeficientes de consistencia de DV calculados para ambas estaciones; se puede apreciar que en general los valores son menores que los registrados para la VMV. Los valores más bajos del coeficiente fueron calculados en los últimos seis meses de cada año, los cuales corresponden a los meses con mayor variabilidad en la DV, donde se observaron vientos provenientes del NNE -NE - NNO, además de los típicos vientos ESE - E – ENE.

Figura 8.

Promedios mensuales de la dirección del viento para la EMA y la EMC.

Temperatura del aire (TA) La prueba t-student indicó que existieron diferencias estadísticamente significativas con respecto a la media diaria de la TA calculadas para ambas estaciones (t=-34,81, p<0,001). La desviación estándar, varianza y coeficiente de variación calculados para la TA (Tabla 5) mostraron que las mediciones de ambas estaciones fueron bastante homogéneas presentando poca variabilidad. La prueba f-Fisher no mostró diferencias estadísticamente significativas con respecto a la desviación estándar de la TA para la EMA y la EMC (f= 0,905, p>0,05). Tabla 5.

Resumen estadístico para la temperatura del aire medida por la EMA y la EMC. Temperatura del Aire (°C) Estadístico N Mínimo Máximo Media Mediana Desviación estándar Varianza Coeficiente de variación Kurtosis Sesgo

EMA 814 24,40 30,10 27,63 27,80 1,06 1,12 3,82% -3,24 -3,94

EMC 814 23,30 30,60 28,49 28,67 1,05 1,11 3,69% 2,72 -3,12


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 72

72

Comparación estaciones meteorológicas

La mayor cantidad de mediciones diarias realizadas por la EMA (420) estuvieron entre los 26,6 y 28,4 °C, mientras que la EMC presentó la mayor frecuencia de valores (460) entre los 28,4 y 32 °C (Figura 9). El registro de la temperatura media diaria muestra una amplia variación de un día a otro en ambas estaciones (Figura 10), en la EMC la máxima diferencia fue de 2,8 °C mientras que en la EMA fue de 2,12 °C. La mayor desigualdad diaria entre las mediciones de ambas estaciones fue de 3,16 ºC entre el 8 y 9 de abril del 2008, registrándose ese mes la disparidad más amplia entre las estaciones.

Figura 9.

Histograma de frecuencia de la temperatura del aire para la EMA y la EMC.

Figura 10. Registros diarios de la temperatura del aire para la EMA y la EMC.


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 73

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

73

Por otra parte, los promedios mensuales de la TA se pueden apreciar en la figura 11, en todos los meses comparados la EMC registró valores más altos que la EMA, encontrándose la máxima disparidad en mayo 2008 (1,9 °C) y abril 2008 (2,4 °C). La prueba t-student indicó que existieron diferencias significativas entre los valores promedios mensuales de la TA (t=-9,730, p<0,001). El patrón de las medias mensuales de la temperatura es similar para ambas estaciones, pudiéndose apreciar en la figura 11 que la desigualdad es mínima durante septiembre, octubre y máxima durante mayo, abril de cada año.

Figura 11. Promedios mensuales de la temperatura del aire para la EMA y la EMC.

Los coeficientes de consistencia para la TA varían del 14 % en abril del 2008 (cuando se registraron las mayores divergencias entre las mediciones de la EMA y la EMC) hasta 93 % en enero del 2007 (tabla 6), en general, en 15 meses el coeficiente presentó valores por encima del 70 % pudiendo indicar una moderada consistencia entre las mediciones de la EMA y la EMC. Tabla 6.

Valores del coeficiente de consistencia (%) para la temperatura del aire calculado para la EMA y la EMC. ene

2006 2007 2008

93,18 59,39

feb 81,76 82,93

mar

abr

may

jun

64,67 57,7525,9770,64 83,31 67,35 14,5748,7980,46 62,13

jul 83,46 73,64

ago

sep

46,52 64,78 75,91 79,95 75,73 79,37

oct

nov

dic

63,56 79,12 53,14 69,32 89,63 70,65

Precipitación En total 193 días de lluvia fueron registrados con la EMA, comparados con 187 de la EMC (Tabla 7). La prueba t-student determinó que no existieron diferencias estadísticamente significativas con respecto a los registros diarios de la precipitación calculadas para ambas estaciones (t= 0,344, p>0,731). En la figura 12 se puede observar que la frecuencia de lluvias extremas es muy baja en la zona, en la mayoría de los días


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 74

74

Comparación estaciones meteorológicas

(EMA 180 días, EMC 168 días) los registros de lluvia no exceden los 15 mm. La máxima disparidad en la cantidad de días de lluvias registrados mensualmente por ambas estaciones fue de 5 días (julio 2007). A pesar de esto, en 5 meses las dos estaciones midieron igual cantidad de días y en 10 meses la desigualdad solo fue de un día (figura 13). Tabla 7.

Resumen estadístico para la precipitación por la EMA y la EMC..

Precipitación (mm) Estadístico N Mínimo Máximo Media Mediana Suma Desviación estándar Varianza Coeficiente de variación Kurtosis Sesgo

EMA 193 0,254 97,79 5,76 2,03 1113 11,29 127,48 195,74% 89,53 28,11

EMC 187 0,10 106,8 6,33 2 1184 12,57 158,19 198,59% 86,52 27,54

Con respecto al patrón mensual, la prueba t-student indicó que no existieron diferencias significativas entre los valores promedios mensuales de la precipitación (t=-0,737, p= 0,464). Ambas estaciones muestran un comportamiento similar (figura 14), registrando las mayores lluvias en los periodos junio-diciembre y una temporada de sequía durante el primer semestre de cada año. Mayo 2007 fue el único mes donde no se midieron precipitaciones.

Figura 12. Histograma de frecuencia de la precipitación para la EMA y la EMC.


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 75

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

75

Figura 13. Cantidad de días con registros de lluvias para la EMA y la EMC.

Figura 14. Registros mensuales de la precipitación para la EMA y la EMC.

En 20 de los meses analizados los valores del porcentaje del coeficiente de consistencia (tabla 8) fueron mayores del 70 % alcanzando el máximo valor en septiembre del 2007 (99,50 %). Sin embargo también se registraron valores bajos en noviembre 2006 (41,09 %) y marzo 2008 (22,47 %). Los valores de cero calculados en abril 2007, mayo 2007 y 2008 indicaron que alguna de las dos estaciones (EMC) no registró valores de lluvias en dichos meses.


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 76

76

Comparación estaciones meteorológicas

Tabla 8.

Valores del coeficiente de consistencia (%) para la precipitación calculado para la EMA y la EMC. ene

feb

mar

abr

may

jun

jul

ago

2006

sep

oct

nov

dic

98,26

98,99

41,09

85,91

2007

67,39

98,32

75,24

0,00

0,00

90,83

86,73

99,17

99,53

94,33

98,41

98,02

2008

98,54

77,75

22,47

99,25

0,00

78,38

81,45

88,38

55,20

93,06

98,89

98,52

Discusión Las diferencias en las mediciones de las variables meteorológicas, pudieran deberse a los sesgos ocasionados por las distintas tecnologías de los sensores, a la longevidad de los instrumentos mecánicos, la falta de mantenimiento de los mismos, o a la ubicación de las estaciones meteorológicas (cercanas, pero sobre sustrato diferente, tierra y agua). Además, la exposición constante de estos instrumentos a los elementos climáticos como la humedad, la corrosión, la radiación solar, puede disminuir la precisión de los mismos. Con relación a la velocidad media del viento (VMV), la Organización Meteorológica Mundial (2008) indicó que los problemas más frecuentes observados en instrumentos mecánicos han sido: el aumento gradual de la fricción en los cojinetes con el tiempo, variación de propiedades aerodinámicas y peso debido al desgaste de los materiales y daños en la rueda de las copas. En consecuencia, se puede presentar una reducción en la velocidad de rotación del anemómetro, obteniéndose valores subestimados de la VMV. Esto es un problema que se da con el tiempo de uso de este tipo de sensores y la falta de mantenimiento. Varela y Velásquez (2017), destacan que el registro del viento no ha sido continuo en la EMC desde que se iniciaron en 1975 (nueve años después del resto de mediciones). Entre 1990 y 2007 hubo tres prolongados períodos sin registros y a partir de diciembre del 2008 no hubo más mediciones. Los fallos fueron debido a dificultades con el servicio técnico de los instrumentos de medida. Lo que indica que la instrumentación requerida para esta variable ha sido la que con más dificultad se ha logado mantener de forma continua, pues las averías presentadas han demorado en resolverse. Otro aspecto importante es que en los últimos años de funcionamiento del anemómetro de la EMC, no se realizó el mantenimiento adecuado, debido a que el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMEH) desde comienzos de la década del 2000 empezó la compra e instalación de las EMA para todo el país, dejando al menos la EMC de Punta de Piedras sin un mantenimiento regular. Por su parte, el anemómetro marca Young instalado en la EMA, fue diseñado para trabajar en ambientes marinos expuesto a la humedad, radiación solar y las fuertes condiciones de corrosión, garantizando así las mediciones de la VMV (Young Meteorological Instruments, User Manual model 05106, 2000). Sin embargo, es reconocido que estos sensores pudieran presentar una sobre-estimación de las medidas


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 77

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

77

ya que, por ejemplo, una desviación del eje de la hélice de ± 18° de la dirección del vector viento provoca un error de medición de la velocidad del viento de hasta un 2%, y también a causa de la inercia en el movimiento de las hélices, ya que acelera más rápidamente con una velocidad de viento creciente, que lo que desacelera con velocidad del viento decreciente (Herrera et al. 2010). Lo que pudiera explicar que las diferencias entre las mediciones de la VMV de la EMA y la EMC se acentúan en los meses que la VMV aumenta en intensidad. Por otra parte, las características electrónicas del sensor de DV en la EMA en comparación con el anemómetro mecánico instalado en la EMC, le permiten realizar mediciones con mayor resolución pudiendo mostrar el ciclo diario de la DV mucho más detallado, sin embargo, no se puede descartar que la falta de mantenimiento en el sensor de la EMC pudiera ser un factor a la hora de determinar dichas diferencias. En el caso de la temperatura del aire (TA), la ubicación de las estaciones pareciera ser el factor clave a la hora de establecer la causa de las diferencias entre sus valores. La EMC se encuentra instalada sobre el suelo, mientras que la EMA esta ubicada sobre el agua en la costa cercana a unos 500 m de distancia. Las propiedades de absorción y de irradiación de calor son distintas entre el suelo y el agua. El suelo se calienta de forma rápida y refleja intensamente, mientras que el agua absorbe más calor y lo emite moderadamente. De igual forma las superficies terrestres se enfrían más rápido y a menores temperaturas que las acuosas (Guevara 2004). Entonces la transferencia de calor del suelo a la atmósfera será mayor que del agua a la atmósfera, pudiéndose medir mayores temperaturas del aire sobre el suelo que sobre el agua. Sun et al. (2005), indican que según diferentes estudios realizados a los datos del Servicio Nacional del Clima de Estados Unidos (NWS), las diferencias entre las mediciones de temperaturas realizadas con sensores con diferentes tecnologías pueden ser significativas. Siendo este el caso de las estaciones estudiadas, en la EMA el elemento sensible es un termistor de platino que se basa en una propiedad eléctrica mientras que en la EMC el elemento sensible es una lámina bimetálica que se basa en la propiedad de dilatación de cada material. La precipitación total de lluvia registrada en ambas estaciones fue similar. Mientras que el número de días de lluvia es con frecuencia disímil. Una causa es que la EMC no registra lluvias pequeñas por tanto algunos días pasan desapercibidos. Pero hay meses que sucede al contrario en que los registros de la EMA son menores, esto pudiera estar relacionado con problemas en el pluviómetro automático. Que puede verse afectado por la deposición de tierra y salitre en los embudos, atascando las rejillas, en ocasiones junto con excrementos de aves marinas que tienden a posarse sobre la torre donde se encuentran los sensores. Esto se hace particularmente frecuente en épocas de sequía cuando la tierra y residuos se solidifican rápidamente, la lluvia no lava el embudo y se tiende a tapar la entrada del agua hacia el balancín. Para minimizar este problema se requiere de un mantenimiento preventivo a la EMA cambiando el embudo con más frecuencia en la época seca, y colocando pequeños elementos metálicos en las proximidades del pluviómetro que incomoden el posado de las aves.


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 16/03/17 13:48 Página 78

78

Comparación estaciones meteorológicas

Con relación al coeficiente de consistencia, los valores calculados fueron elevados para la VMV, lo que pudiera sustentar, junto con el hecho que no se encontraron diferencias estadísticas en las medias mensuales, el posible uso de los datos de la VMV provenientes de la EMA para la continuidad de la serie de tiempo de la EMC. Esto es importante, ya que uno de los principales usos que se les ha dado a estos datos, es el cálculo de tendencias y del efecto en las variables oceanográficas que dependen del viento (p. ej.: índice de surgencia). Sin embargo, Gattinoni et al. (2011), sugieren el uso de series de tiempo más largas (más de 3 años) para realizar las comparaciones entre los grupos de datos y verificar que tan homogéneos son y cuán grandes pueden ser los sesgos encontrados, para así validar el uso de los datos en la construcción de una serie de tiempo única. Aunque previamente se ha calculado este índice para diferentes variables meteorológicas (Gattinoni et al. 2011, Colotti et al. 2003), no fue posible encontrar registros publicados del índice de consistencia para la VMV con los cuales comparar. En cuanto a la DV y TA, los valores de coeficiente de consistencia fueron bajos, debido principalmente a las diferencias estadísticas entre los valores medidos por la EMA y por la EMC. Sin embargo, para la DV, es posible construir una serie de tiempo única, pues aunque los valores registrados por la EMA poseen mucha más precisión lo cual da mayor resolución a las mediciones, estas se encuentran dentro del rango histórico de valores medidos para esta zona geográfica. Para la precipitación los valores del coeficiente fueron los más elevados, pudiendo ser un criterio válido junto a los demás análisis realizados para permitir el uso de ambos conjuntos de datos en la construcción de una serie de tiempo única de precipitación. Gattinoni et al. (2011), obtuvieron valores de dicho coeficiente para datos de precipitación en estaciones meteorológicas en la provincia de Buenos Aires, Argentina, que oscilaron entre 80,76 % en el mes de agosto y 99,54 % en mayo de 2007. Sin embargo, los valores del coeficiente calculados por Colotti et al. (2003) en estaciones meteorológicas al sur de Venezuela, fueron aún mayores, con un máximo de 99,99 % en febrero y un mínimo de 98,97 % en marzo de 1999. También, Gattinoni et al. (2011), compararon la temperatura medidas por estaciones meteorológicas clásicas y automáticas usando este coeficiente. Los valores obtenidos oscilaron entre 82,58 % y 93,48 %. La comparación de los registros diarios y los promedios mensuales entre estaciones muestra resultados estadísticos distintos dependiendo de la variable. La VMV y la TA muestran diferencias significativas en los registros diarios, mientras que la DV y la precipitación no las presentan. En los promedios mensuales de la VMV no hay diferencia significativa y solo la TA sigue mostrando una disparidad entre estaciones. En los análisis de la variabilidad se manifiesta que hay poca dispersión en las mediciones tanto en la EMC como en la EMA. El índice de consistencia puede ser alto como en el caso de la VMV o con resultados variables para cada mes como sucede para DV, TA y precipitación. Para validar la homogeneidad de los datos se concluye que este índice depende de cada variable y es una buena herramienta en conjunto con otros análisis estadísticos.


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 21/03/17 16:18 Página 79

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

79

Agradecimientos. Un reconocimiento a Jesús Narváez, Alberto Rosales, Jesús Escalona por su ayuda en el mantenimiento y procesamiento de datos de la estación meteorológica automática. La estación meteorológica automática en el muelle de Fundación La Salle fue obtenida por el Dr. Frank Muller-Karger del IMARS University of South Florida. St. Petersburg, como apoyo a la información meteorológica necesaria para el proyecto CARIACO Bibliografía. APARICIO, R. 2003. Revisión de las características oceanográficas de la plataforma nororiental de Venezuela. En: P. Fréon y J. Mendoza (Eds.): La Sardina Sardinella aurita su medio ambiente y explotación en el Oriente de Venezuela. IRD Editions, Paris 171–205. ASTOR, Y., F. MULLER-KARGER, R. BOHRER, L. TROCCOLI Y J. GARCIA. 2005. Variabilidad estacional e interanual del carbono inorgánico disuelto y nutrientes en la Fosa de Cariaco. Memoria de la Fundación la Salle de Ciencias Naturales 161–162: 235–252. BAKUM, A. 1973. Coastal Upwelling Indices, West coast of North America, 1946-71 NOAA Technical Report NMFS SSRF, 67: 103 p. BERENS, P Y M. VELASCO. 2009. The circular statistic tool for Matlab. Technical Report N° 184. Max Planck Institute for Biological Cybernetics. COLOTTI, E., BLANCO A Y J. RODRÍGUEZ. 2003. Aplicación del coeficiente de inconsistencia como criterio de comparación entre mediciones de estaciones convencionales y automáticas de lluvia diaria. Terra. Nueva Etapa 27–28: 85–101. CONTRERAS, A. 1969. Resumen climatológico de la estación meteorológica de Punta de Piedras, Estado Nueva Esparta, 1962 – 67. Memoria de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle 29(83): 146–169. FRÉON, P., M. EL KHATTABI, J. MENDOZA, R. GUZMÁN. 2003a. Una estrategia reproductiva inesperada: el caso de Sardinella aurita de las costas de Venezuela y sus relaciones con la surgencia. En: P. Fréon y J. Mendoza (Eds.): La Sardina Sardinella aurita su medio ambiente y explotación en el Oriente de Venezuela. IRD Editions, Paris 357–399. FRÉON, P., R. GUZMÁN, R. APARICIO. 2003b. Relaciones entre capturas, esfuerzo pesquero y surgencia costera en la pesquería de la sardina del Oriente de Venezuela. En: P. Fréon y J. Mendoza (Eds.): La Sardina Sardinella aurita su medio ambiente y explotación en el Oriente de Venezuela. IRD Editions, Paris 451–472. GATTINONI, N., T. BOCA., C. REBELLA Y C. DI BELLA. 2011. Comparación entre observaciones meteorológicas obtenidas de estaciones convencionales y automáticas a partir de la estimación de parámetros estadísticos. Revista Investigaciones Agropecuarias (Argentina) 37: 75–85. GUEVARA, J. 2004. Meteorología. Consejo de desarrollo científico y humanístico, Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela. GUTTMAN, N. Y B. BAKER. 1996. Exploratory analysis of the differences between temperature observations recorded by ASOS and conventional methods. Bulletin of the American Meteorological Society 77: 2865–2873. HOLDER, C., R. BOYLES., A. SYED., D. NIYOGI Y S. RAMAN. 2006. Comparison of Collocated Automated (NCECONet) and Manual (COOP) Climate observations in North Carolina. Journal of Atmospheric and Oceanic Technology 23: 671–682. HOYOS, J. 1985. Flora de la Isla Margarita. Sociedad y Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Caracas 927 p. HERRERA, G., A. RESTREPO., A. QUEVEDO., G. CRESPO Y A. PORTOCARRERO. 2010. Manual Teórico Práctico del Observador Meteorológico de Superficie. Comisión Nacional del Agua del gobierno de México, México.


Ms291 Estaciones meteor 61-80_Maquetación 1 22/03/17 09:37 Página 80

80

Comparación estaciones meteorológicas

MARDIA, K Y P. JUPP. 1999. Directional Statistics. Second edition. Wiley & Sons LTD. London, England. MULLER-KARGER, F. E., Y R. APARICIO. 1994. Mesoscale Processes Affecting Phytoplankton Abundance in the Southern Caribbean Sea. Continental Shelf Research (14:2/3) 199–221. MULLER-KARGER, F., L. LORENZONI, E. MONTES, G. TAYLOR, B. THUNELL, M. SCRANTON, C. BENITEZ-NELSON, Y. ASTOR, R. VARELA, L. TROCCOLI, K. FANNING. 2013. The CARIACO Ocean Time-Series: 18 years of international collaboration in ocean biogeochemistry and ecological research. Ocean Carbon Biogeochemistry News. OCB News Vol. 6 n° 3: 7–12. Fall 2013. SUN, B., B. BAKER., T. KARL Y M. GIFFORD. 2005. A comparative study of ASOS and USCRN temperature measurements. Journal of Atmospheric and Oceanic Technology 22: 679–686. VARELA, R. Y F. VELÁSQUEZ. 2017. El clima de Punta de Piedras, Isla de Margarita. Cuadernos Flasa. Serie Ciencia y Tecnología N° 14 (en prensa) YOUNG METEOROLOGICAL INSTRUMENTS. 2000. Manual wind monitor-MA model 05106. Michigan, USA. 1–9. World Meteorological Organization. 2008. Guide to meteorological instruments and methods observations. 7° ed. Génova. ZAR, J. 1996. Biostatistical analysis. Third edition. Prentice-Hall International, Englewood Cliffs, New Jersey, USA. 662 pp.

Recibido: 06 mayo 2015 Aceptado: 18 mayo 2016 Publicado en línea: 18 abril 2017

Luis Medina, Ramón Varela y Fresdo Velásquez Estación de Investigaciones Marinas de Margarita (EDIMAR), Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Punta de Piedras, Isla de Margarita, Venezuela. lemfaull@gmail.com, ramon.varela@fundacionlasalle.org.ve


ISSN 0037–8518 Versión impresa ISSN 2443–4968 Versión electrónica

Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales 2017 (“2014”), 73(181–182): 81–101

Artículo Síntesis de las tendencias de los parámetros oceanográficos y ópticos en la estación serie de tiempo CARIACO (enero 1996–diciembre 2013) Yrene Astor, Laurencia Guzmán, Luis Troccoli, Laura Lorenzoni y Frank Muller-Karger Resumen. Se examinó la variabilidad y tendencia a largo plazo de distintos parámetros en las aguas superficiales de la estación serie de tiempo CARIACO, localizada en la Fosa de Cariaco, Venezuela, entre 1996–2013. La intensidad de la surgencia mostró cambios en el tiempo y una tendencia decreciente relacionada con una disminución de la velocidad del viento. Un aumento significativo de la temperatura superficial del mar de 0,9 °C se observó en 18 años de estudio. Por otra parte, se registró una tasa de descenso del pH de 0,0024 ± 0,0003 unidades de pH por año y un aumento en la concentración de carbono inorgánico disuelto de 1 ± 0,29 μmol kg-1 año-1 en la estación, donde también se apreció un descenso significativo de la concentración de clorofila a, producción primaria y abundancia del fitoplancton, así como un cambio en el tipo de comunidades dominantes. Estos cambios produjeron a su vez diferentes características ópticas de las aguas marinas, lo que se expresó en una mayor incidencia de aguas con tonalidades con más frecuencia azules que verdes en los últimos años de la serie de tiempo. Palabras clave. CO2. Temperatura del mar. Acidificación. Óptica marina. Mar Caribe. Venezuela.

Summary of trends in oceanographic and optical parameters in the CARIACO time series station (January 1996 - December 2013) Abstract. The variability of different parameters in surface waters at the CARIACO Time Series station, located in the Cariaco Basin, Venezuela, was examined between 1996 and 2013. The intensity of upwelling showed changes in time and a decreasing trend related to wind velocity. A significant increase in sea surface temperature of 0.9 °C was observed in 18 years of study. On the other hand, it was observed a descent rate of pH of 0.0024 ± 0.0003 units per year, and an increase in the concentration of dissolved inorganic carbon of 1 ± 0.29 μmol kg-1 yr-1. In the CARIACO station, there has been also a significant decrease in the concentration of chlorophyll a, primary production, and abundance of phytoplankton, as well as a change in the type of dominant communities. These changes affected optical characteristics of marine waters, which were reflected in the incidence of water with more frequent blue tones than green in the last years of the time series. Key words. CO2. Seawater temperature. Acidification. Marine optics. Caribbean Sea. Venezuela.

Introducción El valor de una serie de tiempo radica en que genera información para establecer líneas de base sobre las cuales se puede medir la variabilidad a diferentes escalas de tiempo (mensual, estacional, interanual, decenal) así como también percibir tendencias de variables oceanográficas a largo plazo. Estos registros sistemáticos son la mejor


82

Tendencias parámetros serie CARIACO

manera de generar evidencia de cambios a largo plazo en parámetros ambientales, en comunidades biológicas, o en un ecosistema. Estas observaciones permiten entender si los cambios son producto del cambio climático o si son variaciones cíclicas, sea por su naturaleza o por algún efecto debido a actividades humanas (efectos antropogénicos). Existen numerosas evidencias que indican que ciertos cambios se están produciendo en los océanos. La temperatura es un factor ambiental que representa el resultado de varios procesos termodinámicos, y que además afecta a otros procesos físicos, químicos y biológicos. Entre 1906–2005, el incremento promedio de la temperatura superficial del mar ha sido de 0,6 a 0,9 °C, duplicándose la tasa de aumento de la temperatura en los últimos 50 años (Riebeek 2010). De acuerdo al quinto informe especial elaborado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) en el 2014 (IPCC 2014), las emisiones acumuladas de CO2 antropogénico hacia la atmosfera estuvieron alrededor de 2040 ± 310 GtCO2 entre 1750–2011, y un 40 % de estas emisiones permanecen aún en la atmosfera (880 ± 35 GtCO2). Un 30 % del CO2 antropogénico lo absorben los océanos lo cual tiene implicaciones significativas a largo plazo en la química de las aguas superficiales, manifestándose por ejemplo en la acidificación del mar (Bates et al. 2014). El pH de la superficie del océano ha descendido en 0,1 unidades con respecto a los valores de la era pre-industrial (1900’s), y se espera que descienda en 0,2–0,3 unidades más para el año 2100 (Henson 2014). Las zonas de mínimo oxígeno (hipoxia), que representan un 8% del área total de los océanos, pueden sufrir una expansión en las próximas décadas como consecuencia del cambio climático (Paulmier y Ruiz-Pino 2009) lo que puede afectar la distribución y desarrollo de los organismos marinos. Estos ejemplos de cambios pueden tener relación con cambios climáticos y por tanto producir consecuencias fisiológicas en los organismos marinos, afectando el desarrollo, crecimiento y reproducción de los mismos (Doney et al. 2012). Con el objetivo primordial de registrar la variabilidad temporal y las tendencias en el tiempo de las características de las aguas de la Fosa de Cariaco y sus sedimentos, el proyecto CARIACO lleva 20 años realizando estudios oceanográficos en aguas costeras venezolanas (Muller-Karger et al. 2013). La captación de muestras en la estación serie de tiempo CARIACO (10°30’ N-64°40’O) comenzó en noviembre de 1995, y desde entonces se hacen mediciones mensuales en la columna de agua de manera continua con lo cual se estudia la hidrografía, composición de las comunidades planctónicas, producción primaria, actividad microbiana, aportes terrestres, flujo de sedimentos y ciclos biogeoquímicos. Las actividades que se realizan han permitido hacer un seguimiento en el tiempo de los cambios que ocurren en las condiciones del mar en las costas venezolanas al sureste del mar Caribe y establecer los efectos que puedan tener estas variaciones sobre los recursos naturales, como por ejemplo el pesquero. Numerosos trabajos con diferentes líneas y enfoques de investigación han sido publicados a partir de los datos generados por la serie de tiempo CARIACO. Estos trabajos pueden descargarse de las páginas web http://cariacodev.cbm.usb.ve/ y


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

83

http://imars.usf.edu/view/biblio/803738/year. La estación CARIACO se encuentra ubicada en una zona de surgencia en la costa oriental de Venezuela entre cabo Codera y la península de Araya (Figura 1) donde recibe la influencia de los vientos alisios que provienen de una dirección predominante este-noreste durante los meses de enero a mayo (Astor et al. 2003). El área está conformada por dos depresiones tectónicas que poseen una profundidad aproximada de 1400 m, las cuales están situadas al este y oeste de un umbral submarino de 900 m de profundidad. El límite norte de la cuenca esta bordeado por un banco submarino menor de 150 m que marca su separación del mar Caribe y restringe el intercambio de agua. Estas características topográficas causan un aislamiento parcial de las aguas de la cuenca por debajo de ~140 m de profundidad. Este aislamiento, junto con la elevada productividad primaria estimulada por la surgencia, conduce al desarrollo de condiciones subóxicas (O2 disuelto < 5 μM) por debajo de los ~200 m y de condiciones anaeróbicas por debajo de los 350 m de profundidad dentro de la cuenca. En este trabajo se presenta un resumen de las características superficiales resultantes de casi dos décadas de mediciones en la estación serie de tiempo CARIACO. Estas características presentan tendencias significativas en el tiempo, así como una gran variabilidad interanual y estacional. Los resultados incluyen variables físicas, químicas y biológicas.

Métodos La información que se presenta fue recolectada mensualmente a bordo del B/O Hermano Ginés (Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Venezuela) y representan 18 años de mediciones (1996–2013). La metodología usada para medir temperatura, salinidad, sistema CO2-carbonato, absorción de partículas y clorofila a se detalla en Astor et al. (2013a). Un resumen de la metodología empleada se muestra en la Tabla 1. Las observaciones que se obtienen durante los muestreos mensuales en la estación CARIACO están disponibles en las páginas web http://cariacodev.cbm.usb.ve, http://cdiac.ornl.gov/oceans/Moorings/Cariaco, http://www.imars.usf.edu/cariaco, http://doi.pangaea.de/10.1594/PANGAEA.805397?format=html, y http://www.bcodmo.org/project/2047. Además, los datos se envían regularmente al National Centers for Environmental Information (NCEI), anteriormente el National Oceanographic Data Center (NODC), y al sistema SeaWiFS Bio-optical Archive and Storage System (SeaBASS) de la NASA. Los datos de temperatura y del sistema CO2-carbonatos presentados representan el promedio de los primeros 7 m de profundidad de manera de minimizar el efecto del calentamiento diurno. Los datos de clorofila a y producción primaria representan datos integrados hasta los 100 m. Los valores de pH (pH de la concentración total del ion de hidrógeno, pHT) y alcalinidad total (AT) necesarios para calcular los diversos parámetros del sistema CO2-carbonato se obtuvieron entre enero de 1996 y diciembre del 2000, y desde marzo del 2002 hasta diciembre del 2013. Tanto el pH como la alcalinidad total fueron


84 Tendencias parĂĄmetros serie CARIACO

Figura 1. Ă rea de estudio: Fosa de Cariaco ubicada en la plataforma continental de Venezuela, suroriente del Mar Caribe.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

85

medidos por métodos espectrofotométricos, tal como se detalla en Astor et al. (2013a), empleando un espectrómetro marca Ocean Optics modelo SD-1000. La precisión de la medida de AT es de 4 μmol kg-1 y de pH de 0,003 unidades de pH. Los datos de pH se ajustaron a la temperatura ambiental ya que la medición de pH se realiza a 25 °C. Se emplearon soluciones estándares de referencia certificadas para validar el análisis de AT. Estas soluciones son suministradas por el Dr. A. G. Dickson del Scripps Institute of Oceanography (La Jolla, California). La desviación estándar obtenida entre la media de alcalinidad de tres estándares y el valor certificado de la solución de referencia fue de 2 μmol kg-1. Tabla 1.

Métodos empleados para los parámetros utilizados en este trabajo en la estación CARIACO.

Parámetro

Método

Referencias

Temperatura, salinidad, presión, oxígeno disuelto, fluorescencia y atenuación de la luz

Electrométrico, perfilador CTD

Sensores SeaBird: SBE-3F, SBE-4c, SBE-29, SBE-43, WETLabs ECOFLRTD, WETLabs C-star

pH

Espectrofotométrico

Clayton y Byrne (1993)

Alcalinidad total

Espectrofotométrico

Breland y Byrne (1993)

Clorofila a

Fluorométrico

Holm-Hansen et al. (1965)

Absorción de partículas Reflectancia

Espectrofotométrico Espectro-radiómetro

Kishino et al. (1985) Photoresearch, modelos PR650 y PR655

El carbono inorgánico total (TCO2) y la presión parcial del CO2 (pCO2mar) se calcularon usando el programa CO2SYS (Lewis y Wallace, 1998), empleando las constantes de disociación del ácido carbónico de Millero et al. (1973) con las modificaciones de Dickson y Millero (1987), y las constantes de equilibrio de Millero (1995). La precisión de las medidas de TCO2 and pCO2mar se estimaron a través de 1000 simulaciones de Monte Carlo empleando el promedio y las desviaciones estándares de pH y AT. La incertidumbre asociada con TCO2 fue de 2 μmol kg-1 y para pCO2mar de 4 μatm. Las mediciones de clorofila a se hicieron siguiendo el método por fluorescencia de Holm-Hansen et al. (1965) con modificaciones indicadas en Astor et al. (2013a) y Falkowski y Kiefer (1985) empleando un fluorometro Turner Designs modelo 10-AU005. Las muestras de fitoplancton se captaron junto con las hidrográficas. Estas muestras se preservaron con formalina al 4 % neutralizada con tetraborato de sodio y se analizaron con un microscopio invertido, las mismas se usaron para el conteo de células y el cómputo de densidades. La cuantificación se realizó mediante cámaras móviles de 100 mL por el método Utermöhl (Hasle 1978) con un tiempo de sedimentación de 48 horas.


86

Tendencias parámetros serie CARIACO

El índice de surgencia costera (m3 s-1 por 100 m de línea de costa) se estimó según la metodología de Bakun (1973) y Schwing et al. (1996): M = τx/ƒ

(1)

donde, M es el transporte meridional Ekman que resulta de la tensión del componente zonal del viento en la superficie del agua (τx), y ƒ es el parámetro Coriolis. Debido a que el viento zonal en CARIACO es negativo (es decir, se dirige de este a oeste), el signo del componente costa afuera del transporte Ekman se modificó para que el transporte Ekman refleje un transporte vertical positivo. Los datos de viento necesarios para calcular la tensión del componente zonal del viento para el periodo 1996–2013 se obtuvieron de dos estaciones meteorológicas: una localizada a 10°54’ N y 64°06’ O en Punta de Piedras y la otra a 10°54’N y 63°08’ O en el aeropuerto internacional de Porlamar. Ambas estaciones están ubicadas en la isla de Margarita, Venezuela. Las mediciones básicas de las características ópticas de las aguas marinas se limitaron a los siguientes parámetros: el espectro de reflectancia del mar, que es un índice de la cantidad de radiación solar que sale de la superficie del mar relativa a la radiación solar entrante (reflectancia de sensores remotos [Rrs(λ)]); y los espectros de absorción total de la luz [aT(λ)] debido a la propia molécula del agua [aw(λ)], a los compuestos disueltos que modifican el color [ag(λ)], al fitoplancton [aph(λ)], y al material detrítico en suspensión [ad(λ)] (Bricaud y Stramski, 1990). La reflectancia [Rrs(λ)] en cada crucero se calculó empleando los registros de un espectro-radiómetro (Spectrascan) de PhotoResearch. Entre 1996 y 2008 se empleó el modelo PR650, y en el periodo 2008 y 2013 el modelo PR655. Con este equipo se midió la radiancia del cielo [Ls(λ)] y la emitida por la superficie del mar [Lo(λ)] en μWcm-2nm-1sr-1, así como la irradiancia del cielo [Ed(λ)] en Wcm-2nm-1. Tres mediciones se realizaron apuntando al agua a un ángulo de 30° respecto a la vertical, y una hacia el cielo con un lente macro MS-75, a un ángulo de 30° respecto a la vertical. La irradiancia [Ed(λ)] fue captada a través del accesorio Cos-Collector CR-650. La información obtenida con el radiómetro se procesó para calcular la [Rrs(λ)] expresada en unidades relativas (sr-1), la cual indica la fracción de luz que recibe la superficie del mar que regresa al cielo en determinado ángulo de medición, de acuerdo a la ecuación (2): Rrs(λ)

=

L w (λ) Ed(λ)

(2)

donde, Ed(λ) es la irradiancia descendente que entra al mar y L w (λ) es la radiancia que sale del agua, definida por: L w (λ) = L o (λ) – (L s (λ) * 0,02)

(3)


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

87

Donde a su vez, L o (λ) es la radiancia que sale de la superficie del mar, L s (λ) es la radiancia proveniente del cielo, y la constante de Fresnel (0,02) es el porcentaje de radiación solar que se refleja de la interfase aire-agua (Kirk, 1983) y que representa el color del cielo que ‘contamina’ la medición de la radiancia emergente del mar. Las muestras para determinar la absorción de luz debida a las partículas totales [a p (λ)] fueron analizadas como se describe en Lorenzoni et al. (2011) a partir de la técnica del filtro húmedo basada en Kishino et al. (1985), modificada según Mitchell y Kiefer (1988), utilizando un espectro-radiómetro de Photo Research modelo PR 655 y un espectrofotómetro marca Jenway modelo 6505. La descripción detallada de esta metodología también se encuentra en Astor et al. (2013a). Tratamientos estadísticos: la tendencia de los datos y la variabilidad estacional en las aguas costeras puede enmascarar los cambios de amplitud y frecuencia baja, que duren más de un año. Para poder interpretar y evaluar más claramente las tendencias a largo plazo se procedió a remover el ciclo anual (quitar el efecto de la estacionalidad) siguiendo las recomendaciones de Bates (2007). El ciclo anual fue removido estadísticamente al substraer de las observaciones mensuales la media de 18 años de mediciones de cada parámetro excepto en el índice de surgencia y la velocidad del viento. Para el cálculo de tendencias de pH, TCO2 y pCO2 se excluyeron los datos del periodo 2001–2002 debido a que fallas en el equipo impidieron recolectar datos confiables de estos parámetros. La tasa de cambio de todos los parámetros se obtuvo a través de una regresión lineal en función del tiempo (años). Para el análisis del color del mar, una matriz de similaridad con distancias Euclidianas se realizó para agrupar los años más similares según el color dominante de sus aguas. A esta matriz se le aplicaron análisis multivariados no-paramétricos utilizando las técnicas descritas por Clarke y Warwick (2001). Estas técnicas se encuentran en el paquete de programas Primer v6 y Permanova + add-on (Anderson et al. 2008)

Resultados y discusión Parámetros físicos, químicos y biológicos Algunas variables en la Fosa de Cariaco muestran tendencias significativas después de 18 años de mediciones (Tabla 2); sin embargo, es importante destacar que una serie de tiempo < 20 años es un periodo relativamente breve para poder establecer si los cambios observados corresponden a una oscilación natural a largo plazo o son el resultado de una tendencia global. La brevedad de la serie de tiempo impide establecer con certeza si estas tendencias son en efecto un cambio unidireccional inducido por cambios climáticos, si es parte de un ciclo más largo que el periodo analizado, o si se trata de una condición errática de la naturaleza superpuesta a otros ciclos o cambios. La velocidad del viento influye de manera marcada sobre la intensidad de la surgencia. Vientos más débiles durante el periodo de surgencia conllevan a un afloramiento de aguas más someras, y por ende más calientes, por lo que afecta directamente la temperatura superficial del mar (TSM). Estos cambios reflejaron un aumento de 0,9 °C entre enero de 1996 y diciembre de 2013 (R2 = 0,05; p < 0,001), lo que representa un incremento de 0,05 ± 0,01 °C por año (Figura 2a). La intensidad de la surgencia


88

Tendencias parámetros serie CARIACO

(Figura 2b) y la velocidad del viento (Figura 2c) disminuyeron paulatinamente mostrando una tasa de cambio anual de -32,83 ± 7,36 m3 s-1 por 100 m de línea de costa (R2 = 0,09; p < 0,001) y -0,08 ± 0,02 m s-1 (R2 = 0,11; p < 0,001) respectivamente. Se observó un descenso en el índice de surgencia y en la velocidad del viento durante el periodo de estudio con respecto a los datos de la estación CARIACO analizados en Astor et al. (2013b). Tabla 2

Resumen de los valores estadísticos de las tendencias de los parámetros analizados en el lapso de 18 años registrados en la estación CARIACO.

Parámetro

Pendiente

Intersección estándar

Error

n

R2

valor-p

T pH nTCO2 pCO2 Clorofila a Producción primaria Índice de surgencia Velocidad del viento aph (432-452) [Rrs (680-692/544-564)]

0,05 -0,0024 1,13 2,27 -1,30 -0,04 -32,83 -0,08 -0,0010 -0,005

-72,24 12,835 -178,54 -4145 2579 73,69 67080 158,1 1,947 9,883

0,01 0,0003 0,26 0,29 0,4 0,01 7,36 0,02 0,0004 0,0012

211 164 160 170 204 195 211 211 181 136

0,05 0,26 0,10 0,26 0,05 0,06 0,09 0,11 0,04 0,11

< 0,001 < 0,001 < 0,001 < 0,001 < 0,001 < 0,001 < 0,001 < 0,001 < 0,01 < 0,01

Los cambios de pH, unidos a otros cambios en la química del carbonato oceánico, pueden afectar los principales ciclos biogeoquímicos. También pueden tener efectos directos o indirectos sobre la estructura y funcionamiento de algunos ecosistemas marinos. Las zonas de surgencia, como la costa nororiental venezolana, son ambientes que naturalmente son más ácidos debido al afloramiento de aguas profundas ricas en CO2 que llegan a la superficie; por otra parte, la absorción de CO2 antropogénico por parte de las aguas superficiales adicionalmente incrementa la extensión de tal acidificación. En consecuencia, se espera que estas áreas experimenten cambios observables como resultado de los efectos de la acidificación del mar (Feely et al. 2008). Con los datos de la serie de tiempo CARIACO se ha logrado establecer una línea de base del pH de las aguas superficiales. La tasa de descenso de pH es de -0,0024 ± 0,0003 unidades de pH por año (Figura 3a; R2= 0,26; p< 0,001). Este descenso es particularmente significativo ya que se ha mantenido en el tiempo a pesar de la disminución en la intensidad de la surgencia que conlleva al afloramiento de aguas más someras con pH más elevado. Esto implica que la contribución de la surgencia a la disminución del pH en la superficie es menor, y el descenso de pH se podría atribuir a un aumento en la concentración de carbono inorgánico disuelto (TCO2) de aguas superficiales inducido por la absorción de CO2 antropogénico. Black et al. (2011) mostró que un registro detallado de la composición isotópica de carbono (δ13C) de foraminíferos planctónicos obtenidos de muestras de núcleos y de trampas de sedimento de la Fosa de Cariaco revelaban que los cambios observados en el δ13C marino han sido impulsados por el aumento del CO2 antropogénico en los últimos 300 años. Las mediciones de pH del proyecto CARIACO son importantes ya que es uno de los primeros y únicos registros que actualmente monitorean el proceso de acidificación en aguas costeras tropicales en la región.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Figura 2.

89

Serie de tiempo de observaciones mensuales de a) temperatura superficial del mar (TSM, °C), b) índice de surgencia (m3 s-1 por 100 m de línea de costa), c) velocidad del viento y componente zonal del viento, u (m s-1) en la estación serie de tiempo CARIACO desde enero de 1996 hasta diciembre del 2013. A los datos de TSM se le removió la estacionalidad no así a los datos del índice de surgencia y de vientos. Las líneas de tendencia se indican con la recta continua en los gráficos.


90

Tendencias parámetros serie CARIACO

Al normalizar el CO2 a una salinidad constante (nTCO2 = 36.8*TCO2/salinidad, donde 36,8 es la salinidad media superficial) para minimizar el efecto de la evapora ción y las precipitaciones, los datos reflejan un incremento de 1,13 ± 0,26 μmol kg-1 por año (R2= 0,10; p < 0,001). Esto equivale a un incremento de 19 μmol kg-1 en 18 años de mediciones (Figura 3b). Los datos de pCO2 muestran también una tendencia positiva significativa con una tasa de 2,27 ± 0,29 μatm por año (R2= 0,26; p < 0,001). La pCO2 se ha incrementado en 41 μatm, un cambio de 8 % durante los últimos 18 años (Figura 3c). Si se remueve el efecto de la temperatura en las mediciones de pCO2 (datos no se muestran, ver Astor et al., 2013b) se observa una tasa menor de aumento lo que significa que el incremento de la temperatura en el agua tiene un efecto significativo en este parámetro en esta zona tropical. En la estación CARIACO se ha observado también un descenso significativo en la concentración de clorofila a, producción primaria y abundancia de fitoplancton (p < 0,001) desde 1996 hasta 2013. La Figura 4a muestra como la concentración de clorofila a en la columna de agua disminuyó -1,3 ± 0,4 mg m-2 por año (R2= 0,05, p < 0,001), y la producción primaria (Figura 4b) descendió a una tasa media anual de -0,04 ± 0,01 gC m-2 por año (R2= 0,06, p < 0,001). Entre 1996–1997, la abundancia promedio del fitoplancton en la columna integrada (Figura 5) superó las 200 Cel mL-1, para disminuir entre 1998 y 2000 a valores por debajo de 100 Cel mL-1. Entre 2000–2004, el fitoplancton presentó una recuperación con promedios cercanos a 100 Cel mL-1, y a partir del 2005, la abundancia disminuyó notablemente, con promedios inferiores a las 50 Cel mL-1 con excepción del año 2007 y 2012. Tanto Taylor et al. (2012) como Pinckney et al. (2015) indicaron que la abundancia del microfitoplancton (> 20 μm) en esta región no solo ha disminuido en los últimos años sino que también ha ocurrido un cambio en el tipo de comunidades dominantes y en el tamaño promedio de las células. La tendencia en el tiempo observada fue un descenso total del microfitoplancton, principalmente diatomeas de tamaño relativamente grande, y un aumento de organismos fitoplanctónicos que comprenden grupos taxonómicos más pequeños (nanoplancton < 20 μm). Esto se observó tanto en época de surgencia como de no surgencia. Organismos como Coccolitofóridos, Cryptofíceas, Cyanofíceas y varios tipos de flagelados incrementaron su presencia en la región. La diversidad del fitoplancton aumento en un 14 % (Pinckney et al., 2015) debido al incremento relativo de pequeñas taxa. La mayor biomasa del fitoplancton se ubicó a profundidades mayores de 55 m durante más meses después de haber permanecido cerca de las aguas superficiales con más frecuencia al comienzo del estudio de la serie de tiempo. Las corrientes superficiales en la estación CARIACO son corrientes de arrastre impulsadas por los vientos alisios. Estas corrientes fluyen de este a oeste la mayor parte del tiempo. De acuerdo a Alvera-Azcárate et al. (2009), estas corrientes superficiales muestran un cambio de dirección (hacia el este) solo en enero y septiembre-octubre, y la surgencia se observa con distintos niveles de intensidad la mayor parte del año


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Figura 3.

91

Serie de tiempo de observaciones mensuales de a) pH, b) CO2 total normalizado a una salinidad constante de 36,8 (nTCO2, μmol kg-1) y c) presión parcial del CO2 superficial (pCO2mar, μatm) en la estación serie de tiempo CARIACO desde enero de 1996 hasta diciembre de 2013. Las líneas punteadas conectan las mediciones a las que se le removió la estacionalidad. Las líneas de tendencia se indican con la recta continua en los gráficos.


92

Tendencias parámetros serie CARIACO

Figura 4.

Serie de tiempo de observaciones mensuales de a) clorofila a integrada (mg m-2) y b) producción primaria integrada (gC m-2 d-1) de 0-100 m en la estación serie de tiempo CARIACO desde enero de 1996 hasta diciembre de 2013. A los datos se le removió la estacionalidad. La línea de tendencia es indicada por la línea continua negra.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

93

excepto en el mes de noviembre. En las aguas más profundas donde el efecto del viento no es importante, la distribución vertical de las corrientes presenta un movimiento anticiclónico a los 50 m de profundidad, y un movimiento ciclónico en las aguas más profundas, lo cual es consistente durante todo el año (Alvera-Azcárate et al. 2009). Por lo tanto, se descarta la posibilidad que los cambios observados en la estación CARIACO, tanto físicos como biológicos, puedan deberse a un cambio en la circulación o en los patrones de corrientes.

Figura 5.

Abundancia promedio del número de organismos del fitoplancton en la estación serie de tiempo CARIACO desde 1996 hasta 2013. Expresada en el Log (X+1); X= org./mL

Propiedades bio-ópticas La disminución en la productividad del fitoplancton y en la concentración de clorofila a entre 1996 y 2013 expresan un cambio de estado significativo en el ecosistema marino. Este cambio probablemente ha sido impulsado por una disminución de la surgencia, el calentamiento de las aguas superficiales, y el aumento de la estratificación (Taylor et al. 2012). A lo largo de 18 años de muestreo se ha encontrado que la biomasa fitoplanctónica es el parámetro que tiene mayor efecto sobre los cambios en las propiedades ópticas del agua en CARIACO. La clorofila a es el pigmento más influyente en el color del mar, el cual tiene su máximo de absorción de la luz en la región del azul-morado entre los 430 y 450 nm, con un segundo máximo en el rojo entre los 660 y 680 nm. Igualmente el mismo refleja en la banda del verde-amarillo entre 565 y 570 nm. El fitoplancton también emite energía por fluorescencia en el rojo alrededor de los 680 nm (Morel y Prieur 1977, Jeffrey et al. 1997). Debido a esto, el mar pierde intensidad en el azul y se aprecia un incremento en el verde en las épocas de biomasa alta. Un tono verde oscuro (oliva) se alcanza cuando los niveles de biomasa son altos ([Chla] > 2 μgL-1), como resultado de la mezcla del verde reflejado y el rojo emitido por la fluorescencia de la clorofila.


94

Tendencias parámetros serie CARIACO

En la figura 6a se muestra la variación a nivel superficial de la clorofila a, la absorción de luz debida al fitoplancton en el azul-morado [aph (432–452)] y la reflectancia en el rojo [Rrs (680–692)]. Tanto los coeficientes de aph (432–452) como la Rrs (680–692) variaron en función de la concentración de clorofila a (R2= 0,76 y R2= 0,48, respectivamente; p < 0,001). Basándose en la fuerte relación que tiene el aph (432–452) con la concentración de clorofila a es de esperar una tendencia negativa del aph (432–452) con el tiempo. En efecto, luego de eliminar la estacionalidad se observó una disminución en el aph (432–452) de -0,016 m-1 en 18 años de estudio (R2= 0,04; p < 0,01) con una tasa anual de - 0,001 m-1 (Tabla 2). Esta tendencia en los coeficientes de aph (432–452) y otros cambios en las propiedades bio-ópticas de las aguas de CARIACO son consecuencia de la disminución de la biomasa y la concentración de clorofila a superficial. El coeficiente de absorción específica del fitoplancton (a*ph) permite evaluar la fracción de talla dominante dentro de una población, gracias al efecto de empaquetamiento de los pigmentos dentro de las células. En este sentido cerca de los 440 nm, coeficientes elevados indican dominancia de células pequeñas (picofitoplancton), mientras los coeficientes más bajos revelan células de mayor tamaño (microfitoplancton). Se calculó el coeficiente de absorción específica del fitoplancton a*ph (432–452 nm) normalizando con la clorofila a y los feopigmentos (Ciotti et al. 2002) y, luego de remover la estacionalidad, se observó una pendiente ascendente de 0,004 ± 0,0001 m2 mg-1 por año (Figura 6b, R2= 0,14; p < 0,001). Esto sugiere que en CARIACO el microfitoplanton está siendo remplazado por células de menor tamaño, lo cual es una respuesta a los cambios en la hidrodinámica del sistema atribuidos a la disminución en la intensidad de los vientos durante los últimos años (Taylor et al. 2012). En este sentido, los cambios observados en la dinámica de la surgencia y el aumento de la estabilidad de las aguas pudieron tener efectos sobre el establecimiento y dominancia de especies de fitoplancton de menor tamaño en la estación. La variación de la relación entre la reflectancia del rojo [Rrs (680–692)] y la del verde-amarillo [Rrs (544–564)] es de gran utilidad para caracterizar bio-ópticamente el agua de mar. El aumento de la reflectancia en la banda roja es en parte causada por la fluorescencia de la clorofila a bajo estimulación de la luz solar. Por otra parte en aguas marinas, el color verde-amarillo no varía mucho aunque la concentración de fitoplancton cambie significativamente. En CARIACO, la relación [Rrs (680-692/544564)] resultó mayor en condiciones de elevada biomasa (0,25–0,40), y disminuyó (0–0,10) cuando las aguas fueron más pobres y claras (Figura 7). Al eliminar la estacionalidad a esta relación entre bandas se encontró que la relación ha disminuido significativamente -0,005 ± 0,0012 unidades año-1 (R2 = 0,11; p < 0,01, Tabla 2), lo que sugiere en términos prácticos que en CARIACO se están registrando con menor frecuencia aguas con emisiones en el rojo y en el verde, y por tanto se están presentando con más frecuencia aguas azules. Una forma de verificar estos cambios en el color del mar fue mediante una comparación interanual de la frecuencia de aparición mensual de espectros de Rrs que tipifican aguas de color azul, menos azul y más rojizo (el ojo humano no nota estos cambios en el rojo fácilmente). La figura 8a muestra un ejemplo de cada uno de estos


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

95

a

b Figura 6.

Serie de tiempo a nivel superficial de a) la concentración de clorofila a (mg Chla m-3) a 1 m de profundidad, del coeficiente de absorción de luz (m-1) debida al fitoplancton en la banda del azul-morado (432–452 nm) y la reflectancia de sensores remotos (Rrs, sr-1 x 103) en la banda de los rojos (680–692 nm), b) variación del coeficiente de absorción especifica del fitoplancton (m2 mg-1).


96

Tendencias parámetros serie CARIACO

tipos de espectros medidos en la estación CARIACO. La comparación estadística se realizó con una ordenación MDS elaborada con el programa Primer v6 y Permanova + add on donde se agruparon los años más similares según la cantidad de espectros de cada tipo (Figura 8b), encontrándose que a partir del 2008 no se observaron espectros verdes ni verde-oliva.

Figura 7.

Serie de tiempo de la relación de la Rrs entre las bandas 680–692 nm y 544–564 nm en la estación serie de tiempo CARIACO desde de 1996 hasta diciembre del 2013.

La tabla 3 clasifica los años según el color del agua prevaleciente. Después del año 2000, el 2001 fue el único año asociado al verde oliva. La surgencia del 2001 fue particularmente fuerte lo que permitió que se observaran tres meses con este tipo de espectro. Los años que presentaron aguas de color verde fueron: 1997, 2002, 2003, 2004 y 2007. Durante estos años, la presencia de este color permaneció por un periodo mayor de tres meses. El año 2002 aparece aislado en la figura 8b por tener apenas tres meses con espectros de color azul, lo cual puede ser un artificio causado por espectros faltantes durante los meses de relajación. Los años con aguas más azules correspondientes a aguas de baja productividad fueron 1998, 1999, 2008, 2010 y 2011. En este último grupo también debería entrar el año 2005, el cual fue el año con la surgencia más débil de la serie de tiempo según los datos de clorofila a y temperatura, lo que condujo a una menor presencia de biomasa fitoplanctónica. Sin embargo, no se tienen suficientes datos de óptica para este año por lo que no se incluyó en el análisis. De la misma manera, el año 2013 fue excluido del análisis debido a que no fue posible realizar mediciones durante enero y febrero, meses en los cuales suelen ocurrir los eventos de surgencia intensa. Los años característicos de aguas verde-azules fueron


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

97

2000, 2006, 2009 y 2012, donde la surgencia no fue lo suficientemente intensa para que el mar alcanzara espectros de color rojizo, observándose un azul-verdoso. Aunque en el 2012 se registró un espectro de color rojizo, este se dio en un solo mes, y en general este año se asoció mejor con espectros verde-azules. Tabla 3.

Clasificación de los años según el color del mar prevaleciente en la estación CARIACO.

Año 2001 1997, 2002, 2003, 2004, 2007 2000, 2006, 2009, 2012 1998, 1999, 2008, 2010, 2011 2002 2005, 2013

Color Verde-oliva Verde Verde-azul Azul Azul (posible artificio) No hay suficientes datos

Conclusión El valor de los estudios de series de tiempo radica en la habilidad de separar cambios que se presentan a frecuencias altas (horas, días y meses) de los cambios que estén ocurriendo a través de períodos largos y que puedan ser debidos a una variabilidad asociada con cambios en el clima. La medición de varias variables no solo permite entender los efectos que puedan tener sobre la física, química y biología de las aguas, sino también la interacción entre los mismos. Para detectar estos cambios es importante la constancia y el cuidado que se preste a las mediciones para mantener una calidad alta en los datos de lo contrario, es imposible saber si los cambios observados son simplemente errores en las observaciones o si son cambios reales en la naturaleza. Estos cambios en el ambiente y ecosistemas, como los observados con el pH, temperatura, o índices de la biomasa, pueden pasar inadvertidos o ser interpretados erróneamente en mediciones a corto plazo, pero resultan evidentes cuando mediciones de alta calidad científica se extienden por un periodo prolongado. Cuanto más prolongada es la serie de tiempo más robustas son las conclusiones a las que se puedan llegar. Un incremento de 0,9 °C de la temperatura superficial del mar en la estación CARIACO se observó en 18 años de mediciones, lo cual fue consecuencia de un debilitamiento en la surgencia causada por una disminución de la intensidad de los vientos alisios. Igualmente, una disminución del pH en las aguas superficiales se registró en la estación CARIACO, el cual es independiente de la surgencia y posiblemente esté vinculado a un aumento en la concentración de carbono inorgánico disuelto inducido por la absorción de mayor cantidad de CO2 antropogénico. Un incremento en la concentración de nTCO2, no relacionado con el aporte de aguas profundas, y también de pCO2 se midió en las aguas superficiales de la estación. Este último está directamente relacionado con el incremento de la temperatura del mar. Hay evidencia que estos cambios atmosféricos e hidrográficos inducen a una disminución de la cantidad de clorofila a promedio y una menor producción primaria en estas


98

Tendencias parámetros serie CARIACO

aguas, acompañado de un cambio en la composición y una menor abundancia de las poblaciones de organismos del fitoplancton. Estos cambios producen a su vez diferentes características ópticas de las aguas marinas, lo que se refleja en la incidencia de aguas con tonalidades verdes y azules. Entre los años 2005 y 2012, la surgencia fue más débil incidiendo en un menor aporte de nutrientes a la superficie; por lo tanto, las aguas estuvieron más cálidas y la abundancia del fitoplancton disminuyó considerablemente lo que probablemente pudo contribuir al colapso de la pesca de sardina (Sardinella aurita) en la región. Según

a)

b)

Figura 8.

a) Espectros de reflectancia (Rrs) observados con mayor frecuencia en la estación serie de tiempo CARIACO desde 1996 hasta 2013 (Cruceros: C196, dominancia de la banda azul, línea negra punteada; C187, espectro del mar azul verdoso, línea continua gris; C130, dominancia del color verde, línea discontinua; y C189, verde oliva, línea continua negra). b) Ordenación MDS de los años según la frecuencia anual de aparición de los cuatro espectros de Rrs más comunes en la estación serie de tiempo CARIACO (estrés = 0,07) a partir de una matriz de similaridad de distancias euclidianas. La superposición de un dendograma muestra la agrupación de los años.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

99

Gómez-Gaspar et al. (2014), la captura nacional de sardina varió entre150.000 y 200.000 toneladas en el 2004 hasta valores por debajo de las 35.000 toneladas entre el 2010–2012. Aunque este descenso en la captura pudo ser el resultado de varios factores y no necesariamente debido únicamente a los cambios que se produjeron en las condiciones del agua, es importante considerar la influencia que esto último pudo tener en una disminución del recurso. Factores naturales o antropogénicos (como la sobrepesca), o la sinergia de ambos, pudieron contribuir con este colapso.

Agradecimiento. Este trabajo se apoya en la base de datos del proyecto CARIACO, que desde finales de 1995 ha generado información de forma periódica de varios parámetros oceanográficos. Esto ha sido posible gracias a la disponibilidad del B/O Hermano Ginés (de Fundación La Salle de Ciencias Naturales) y a su experta tripulación. Además, numerosas personas profesionales y estudiantes han participado en la toma y análisis de muestras, y en el desarrollo y continuidad del proyecto a lo largo de 18 años. Una mención especial en esta oportunidad al Dr. Joaquín Buitrago quién fue director de EDIMAR en los primeros años de arranque del proyecto, y que comprendió la transcendencia del mismo y a la vez estimuló la confianza en las personas que lo iban a llevar adelante. El proyecto además fue en buena parte apoyado financieramente por el Consejo Nacional de Investigaciones Cientificas y Tecnológicas (CONICIT, Venezuela, 96280221), el Fondo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (FONACIT, Venezuela, 2000001702 y 2011000353), y LOCTI (CON-EDIMAR 23914); y por National Science Foundation (NSF, USA, OCE- 0752139, OCE-9216626, OCE-9729284, OCE-9401537, OCE-9729697, OCE-9415790, OCE-9711318, OCE-0326268 y OCE 0963028), la National Aeronautics and Space Administration (NASA, USA, NAG5-6448, NAS5-97128); y por el InterAmerican Institute for Global Change Research (IAI-CRN3094).

Bibliografía. ALVERA-AZCÁRATE, A. BARTH, Y R. H. WEISBERG. 2009. A nested model of the Cariaco Basin (Venezuela): description of the basin’s interior hydrography and interactions with the open ocean. Ocean Dynamics 59: 97–120. ANDERSON, M. J.; R. N. GORLEY; K. R. CLARKE. 2008. Permanova+ for Primer: Guide to Software and Statistical Methods. Primer-E, Plymouth, UK, 214 pgs. ASTOR, Y., L. LORENZONI, Y M. SCRANTON, editores. 2013a. Manual de métodos para el análisis de parámetros oceanográficos en la estación serie de tiempo CARIACO. Colección cuadernos FLASA, Serie: Ciencia y Tecnología, Fundación La Salle de Ciencias Naturales, nº 12, 178 pp. ASTOR, Y. M., L. LORENZONI, R. THUNELL, R. VARELA, F. MULLER-KARGER, L. TROCCOLI, G. T. TAYLOR, M. I. SCRANTON, E. TAPPA, Y D. RUEDA. 2013b. Interannual variability in sea surface temperature and ƒCO2 changes in the Cariaco Basin. Deep-Sea Research II 93: 33–43. ASTOR,Y. M., F. MULLER-KARGER, Y M. SCRANTON. 2003. Seasonal and interannual variation in the hydrography of the Cariaco Basin: implications for basin ventilation. Continental Shelf Research 23(1): 125–144. BAKUN, A. 1973. Coastal upwelling indices, west coast of North America, 1946–71. U.S. Department of Commerce, NOAA Technical Report NMFS SSRF-671, 103pp.


100

Tendencias parámetros serie CARIACO

BATES, N. R., Y. M. ASTOR, M. J. CHURCH, K. CURRIE, J. E. DORE, M. GONZÁLEZ-DÁVILA, L. LORENZONI, F. MULLER-KARGER, J. OLAFSSON, Y J. M. SANTANA-CASIANO. 2014. A timeseries view of changing ocean chemistry due to ocean uptake of anthropogenic CO2 and ocean acidification. Oceanography 27(1):126–141, http://dx.doi.org/10.5670/oceanog. 2014.16. BATES, N. R. 2007. Interannual variability of the oceanic CO2 sink in the subtropical gyre of the North Atlantic Ocean over the last 2 decades. Journal Geophysical Research. 12 (C9): 1978–2012. BLACK, D., R. THUNELL, K. WEJNERT, E Y. ASTOR. 2011. Carbon isotope composition of Caribbean Sea surface waters: Response to the uptake of anthropogenic CO2. Geophysical Research Letters 38: L16609. BRELAND II, J. A. Y R. H. BYRNE. 1993. Spectrophotometric procedures for determination of seawater alkalinity using bromocresol green. Deep-Sea Research I 40(3): 629–641. BRICAUD, A. Y D. STRAMSKI. 1990. Spectral absorption coefficients of living phytoplankton and non-algal biogenous matter: a comparison between Peru upwelling area and the Sargasso Sea. Limnology and Oceanography 35(3): 562–582. CLARKE, K. R. Y R. M. WARWICK. 2001. Changes in marine communities: an approach to statistical analysis and interpretation. 2nd edition. PRIMER-E, Plymouth, UK: Plymouth Marine Laboratories, 176 pp. CLAYTON, T. D. Y R. H. BYRNE. 1993. Spectrophotometric seawater pH measurements: total hydrogen ion concentration scale calibration of m-cresol purple and at sea results. Deep-Sea Research I 40(10): 2115–2129. DICKSON, A. G. Y F. J. MILLERO. 1987. A comparison of the equilibrium constants for the dissociation of carbonic acid in seawater media. Deep-Sea Research 34: 1733–1743. DONEY, S.C., M. RUCKELSHAUS, J. EMMETT DUFFY, J. P. BARRY, F. CHAN, CH. A. ENGLISH, H. M. GALINDO, J. M. GREBMEIER, A. B. HOLLOWED, N. KNOWLTON, J. POLOVINA, N. N. RABALAIS, W. J. SYDEMAN, Y L.D. TALLEY. 2012. Climate Change Impacts on Marine Ecosystems. Annual Review Marine Science 4: 11–37. FALKOWSKI, P. Y D. A. KIEFER. 1985. Chlorophyll fluorescence in phytoplankton: relationship to photosynthesis and biomass. Journal Plankton Research 7: 715–731. FEELY, R. A., C. L. SABINE, J. M. HERNANDEZ-AYON, D. IANSON, Y B. HALES. 2008. Evidence for upwelling of corrosive “acidified” water onto the Continental Shelf. Science 320(5882): 1490–1492. GÓMEZ-GASPAR, A., E. MATA, Y O. GÓMEZ. 2014. Crisis de la pesca de sardina en Venezuela: variación de la biomasa del fitoplancton en el este de Margarita, una década de estudio (2003-2012). Boletín Instituto Oceanográfico Venezuela 53(1): 25–36. HASLE, S. 1978. The inverted microscope method. En Sournia 1978. Phytoplankton manual. SCOR-Unesco. 337 pp. HOLM-HANSEN, O., C. J. LORENZEN, R. W. HOLMES, Y J. D. H. STRICKLAND. 1965. Fluorometric determination of chlorophyll. Journal du Conseil permanent International pour l’ Exploration de la Mer 30: 3-15. KIRK, J. 1983. Light and photosynthesis in aquatic ecosystems. Cambridge University Press. Cambridge: 380 pp. IPCC. 2014. Climate Change 2014: Synthesis Report. Contribution of Working Groups I, II and III to the Fifth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change [Core Writing Team, R. K. Pachauri and L. A. Meyer (eds.)]. IPCC, Geneva, Switzerland, 151 pp. KISHINO, M., M. TAKAHASHI, N. OKAMI, Y S. ICHIMURA. 1985. Estimation of the spectral absorption coefficients of phytoplankton in the sea. Bulletin of Marine Science 37(2): 634642. JEFFREY, S., R. MANTOURA, Y S. WRIGHT. 1997. Phytoplankton pigments in oceanography. Monographs on Oceanographic Methodology 10 UNESCO, Paris. 661 pp.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

101

LEWIS, E. Y D. WALLACE. 1998. Program developed for CO2 system calculations. Report ORNL/CDIAC-105, Carbon Dioxide Information and Analysis Center, Oak Ridge National Laboratory, U.S. Department of Energy, Oak Ridge, Tennessee, USA. LORENZONI, L., C. HU, R., VARELA, G. ARIAS, L. GUZMAN, Y F. MULLER-KARGER. 2011. Biooptical characteristics of Cariaco Basin (Caribbean Sea) waters. Continental Shelf Research 31: 582–593. MEHRBACH, C., C. H. CULBERSON, J. E. HAWLEY, Y R. M. PYTKOWICZ. 1973. Measurement of the apparent dissociation constants of carbonic acid in seawater at atmospheric pressure. Limnology and Oceanography 18: 897–907. MILLERO, F. 1995. Thermodynamics of the carbon dioxide system in the oceans. Geochimica et Cosmochimica Acta 59(4): 661–677. MITCHELL, G. Y D. A. KIEFER. 1988. Chlorophyll a specific absorption and fluorescence excitation spectra for light-limited phytoplankton. Deep-Sea Research 35(5): 639–663. MOREL, A. Y L. PRIEUR. 1977. Analysis of variations in ocean color. Limnology and Oceanography 22(4):709–722. MULLER-KARGER, F., G. T. TAYLOR, Y. ASTOR, R. C. THUNELL, M. I. SCRANTON, R. VARELA, L. TROCCOLI GHINAGLIA, L. LORENZONI, E. MONTES, K. A. FANNING, Y C. BENITEZNELSON. 2013. From affiliated project: The CARIACO Basin Ocean Time-Series. LandOcean Interactions in the Coastal Zone International Project Office, issue 1: 5–17. HENSON, S. A. 2014. Slow science: the value of long ocean biogeochemistry records. Philosophical. Transaction Royal Society. A 372: 20130334. Disponible en http://dx.doi.org/ 10.1098/rsta.2013.0334. PAULMIER, A. Y D. RUIZ-PINO. 2009. Oxygen minimum zones (OMZ) in the modern ocean. Progress in Oceanography 80(3–4): 113–128. PINCKNEY, J. L., C. R. BENITEZ-NELSON, R. C. THUNELL, F. MULLER-KARGER, L. LORENZONI, L. TROCCOLI, Y R. VARELA. 2015. Phytoplankton community structure and depth distribution changes in the Cariaco Basin between 1996 and 2010. Deep-Sea Research I 101: 27–37. RIEBEEK, H. 2010. Global warming. Earth Observatory [Online]. Disponible en http:// earthobservatory.nasa.gov/Features/GlobalWarming/) [Acceso 24 diciembre 2014]. SCHWING, F., M. O’FARRELL, J. M. STEGER, Y K. BALTZ. 1996. Coastal-upwelling indices West coast of North America 1946-95. U.S. Dep. Commer., NOAA Tech, Mem. NMFS SWFSC23, 32 pp. TAYLOR, G. T., F. MULLER-KARGER, R. C. THUNELL, M. I. SCRANTON, Y. ASTOR, R. VARELA, L. TROCCOLI GHINAGLIA, L. LORENZONI, K. A. FANNING, S. HAMEED, Y O. DOHERTY. 2012. Ecosystem Response to Climatic Changes in the Southern Caribbean Sea. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 109(47): 19315–19320.

Recibido: 29 junio 2015 Aceptado: 19 mayo 2016 Publicado en línea: 18 abril 2017

Yrene Astor1, Laurencia Guzmán1, Luis Troccoli2, Laura Lorenzoni3, Frank MullerKarger3 1

2 3

Estación de Investigaciones Marinas de Margarita, Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Punta de Piedras. Isla de Margarita. Venezuela. (yrene.astor@fundacionlasalle.org.ve) ECAM Universidad de Oriente. Boca de Rio. Isla de Margarita. Venezuela. University of South Florida, College of Marine Science, St. Petersburg, Florida, USA.


ISSN 0037–8518 Versión impresa ISSN 2443–4968 Versión electrónica

Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales 2017 (“2014”), 74(181–182): 103–124

Artículo Cambios espaciales y estacionales en la hidrografía y biogeoquímica de la región de la Fosa de Cariaco Laura Lorenzoni, Ramón Varela, Digna Rueda, Frank Muller-Karger, Jaimie Rojas, Laurencia Guzmán, Yrene Astor y Enrique Montes

Resumen. La Fosa de Cariaco en la plataforma continental de Venezuela está compuesta por dos sub-cuencas de ~1400 m de profundidad, alineadas de este a oeste. En la cuenca oriental se lleva la serie de tiempo CARIACO (1995 –) con mediciones mensuales hidrográficas, biogeoquímicas y ecológicas. Sin embargo, se conoce menos de la cuenca occidental. Se realizaron dos cruceros oceanográficos (FOSA 1 y FOSA 2) en septiembre 2008 (época de estabilidad y lluvia) y marzo 2009 (época de afloramiento y sequía), para analizar la variación espacial y estacional de la hidrografía de ambas sub-cuencas. La temperatura superficial del mar fue uniforme y cálida (28–29 °C) en ambas cuencas en septiembre, y disminuyó en marzo, cuando la cuenca oriental fue significativamente (p < 0,05) más fría que la occidental (22–24 °C y 24–26 °C), debido a la surgencia estacional en el sector sureste de la Fosa. La salinidad superficial fue menor en septiembre por la influencia de las aguas superficiales del Caribe y la descarga de ríos locales. En marzo, el nivel del agua Subtropical alcanzó la superficie, elevando los valores de salinidad en toda la región. Los cambios hidrográficos estacionales que experimenta la Fosa influyeron en la concentración de nitrato y clorofila a (Chla) superficial, ambas bajas en septiembre (< 0,1 μM y < 0,3 μg L-1, respectivamente), y más elevados en marzo, en particular en el área de influencia de la surgencia (> 2 μM y > 1,4 μg L-1). El máximo en profundidad de la Chla también afloró durante la época de surgencia, de 50–60 m en septiembre a 0–40 m en marzo. Se muestra una diferencia significativa entre las cuencas oriental y occidental según la época sea de estabilidad o surgencia. La cuenca occidental presenta una variación estacionalidad menos pronunciada. Palabras clave. Hidrografía. Clorofila. Fosa de Cariaco. Estacionalidad. Mar Caribe, Venezuela.

Spatial and seasonal hydrographic and biogeochemical changes in the region of the Cariaco Basin Abstract. The Cariaco Basin is a semi-enclosed basin of tectonic origin composed of two ~1400 m deep sub-basins, aligned in an east-west direction. In the eastern sub-basin, the CARIACO Ocean Time-Series project has been taking biogeochemical and ecological measurements on a regular basis since 1995. However, relatively little is known about the western sub-basin. Two oceanographic cruises (FOSA FOSA 1 and 2) in September 2008 (stratified water column; rainy season) and March 2009 (upwelling; dry season), were conducted to analyze the spatial and seasonal variation in hydrography and geochemistry of both sub-basins. During September 2008, sea surface temperature (SST) was relatively uniform throughout the basin (28–29 °C), and decreased in March 2009, becoming significantly colder in the eastern than in the western sub-basin (22–24 and 25–26 °C, respectively; p < 0.05), due to the seasonal upwelling which occurs in the southeastern part of the basin. Surface salinity was lower in September, due to the influence of surface waters from the Caribbean and the discharge of local rivers. In March, Subtropical Underwater (SUW) reached the surface, raising the salinity values throughout the region. The seasonal hydrographic changes that the basin experiences influenced the surface nitrate and chlorophyll concentrations, both low in September (< 0.1 μM and


104 Cambios hidrografía Fosa de Cariaco

< 0.3 μg L-1, respectively), and higher in March, especially in the area of upwelling (> 2 μM and > 1.4 μg L-1, respectively). The deep chlorophyll maximum also shallowed during the upwelling period, from 50 to 60 m in September to 0–40 m in March. These results show that while the eastern subbasin responds to the seasonal variability of the region, the western sub-basin has a less pronounced seasonality. Key words. Hidrography. Chlorophyll. Cariaco Basin. Seasonality. Caribbean Sea. Venezuela.

Introducción La Fosa de Cariaco se encuentra al sureste del mar Caribe, en la plataforma continental de Venezuela. Es una depresión de origen tectónico que está formada por dos sub-cuencas, una oriental y otra occidental a lo largo de su eje mayor de 200 km; cada sub-cuenca tiene alrededor de 1400 m de profundidad y las separa una silla menos profunda de ~ 900 m. La Fosa está separada del mar Caribe por un umbral que tiene mayormente menos de 100 m de profundidad, cortado por dos pasos, cada uno de ~140 m, ubicados al noroeste cerca del farallón Centinela y al norte entre las islas La Tortuga y Margarita (Figura 1). Las aguas superficiales que se encuentran por encima de este umbral están en intercambio continuo con el mar Caribe. Esta restricción geomorfológica únicamente permite entrar a la Fosa el agua de la superficie del Caribe (Caribbean Surface Water, CSW, que se encuentra hasta una profundidad de ~100 m), la Subtropical inferior (Subtropical Under Water, SUW, ubicada entre los 100–250 m en el Caribe) y, de forma intermitente, agua por debajo de la Subtropical (de los Sargassos de 18 °C, entre 200–400 m en el Caribe) (Richards y Vaccaro 1956, Okuda et al. 1969, Morrison y Nowlin 1982). Esto induce marcadas diferencias en la distribución vertical de las propiedades hidrográficas entre Cariaco y las aguas del Caribe por debajo de la profundidad del umbral (~140 m), y limita el transporte horizontal de partículas dentro de la Fosa, que por tanto, actúa como una trampa de sedimento natural dentro de la plataforma continental (Thunell et al. 2000, MullerKarger et al. 2001). Hacia el sur, la Fosa está confinada por el territorio continental de Venezuela, donde recibe la influencia de varios ríos locales (Figura 1). Las condiciones hidrográficas en el Atlántico Tropical y la región de la Fosa de Cariaco están reguladas por el cambio en la posición meridional de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), la cual induce una marcada estacionalidad en la parte norte del continente suramericano (Muller-Karger et al. 1988, Peterson y Haug 2006). Durante los primeros meses del año, mientras la ZCIT se encuentra en su posición más al sur, los vientos alisios son más intensos y promueven la surgencia costera en varios sitios del sur del mar Caribe (Muller-Karger y Aparicio-Castro 1994, Castellanos et al. 2002, Rueda-Roa y Muller-Karger 2013). Esta temporada termina alrededor de mayo, cuando la ZCIT se desplaza hacia el norte, lo cual marca también el inicio de la temporada de lluvias en el norte de América del Sur (Peterson y Haug 2006, Restrepo 2008).


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

105

La Serie de Tiempo CARIACO fue establecida en 1995 en la cuenca oriental de la Fosa de Cariaco para estudiar procesos hidrológicos, biogeoquímicos y ecológicos en este margen continental. El objetivo es entender la conexión entre la producción primaria que ocurre en la superficie, el material terrígeno que llega de la costa y el flujo de partículas hasta el fondo de la Fosa, donde se produce y conserva un importante registro paleo-climático (Peterson et al. 1991). Aunque mediante este proyecto se ha logrado una caracterización exhaustiva de la biogeoquímica y la hidrografía de la cuenca oriental (por ejemplo, Muller-Karger et al. 2001, 2004, 2010, Astor et al. 2003, Thunell et al. 2007, Scranton et al. 2014), la cuenca occidental ha sido menos estudiada (por ejemplo Reeburgh 1976, García et al. 1983, Ferraz-Reyes 1983, Scranton et al. 1987) y la Fosa de Cariaco ha sido examinada en su totalidad y de forma sinóptica en pocas oportunidades (Okuda y Benítez 1974, Febres-Ortega y Herrera 1975). En el presente aporte se explora la dinámica de algunas variables hidrográficas y biogeoquímicas abarcando toda el área de la Fosa de Cariaco en superficie y hasta los 400 m de profundidad durante la temporada de estabilidad (de lluvias), y el periodo de afloramiento (sequía) de 2008 y 2009 respectivamente. Además, se analiza cómo cada sub-cuenca responde a las variaciones estacionales.

Materiales y métodos Datos de campo Se llevaron a cabo los cruceros oceanográficos FOSA 1 y FOSA 2, del 1 al 5 de septiembre de 2008 y del 9 al 13 de marzo de 2009, ambos a bordo del B/O Hermano Ginés, de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Septiembre y marzo corresponden con meses centrales de la temporada de estabilidad y de surgencia, respectivamente. La ubicación de las estaciones fue idéntica en ambos cruceros (Figura 1). En cada estación se obtuvieron perfiles (entre 1–400 m) de salinidad, temperatura y fluorescencia, mediante sensores acoplados a un CTD Seabird SBE25. Se utilizó una roseta con 12 botellas Niskin de 8 litros para captar muestras discretas de agua en cada estación; en este trabajo se utilizan solo las mediciones a 1 m para los nutrientes. La concentración de clorofila a (Chla) se obtuvo a 1 m y en el máximo en profundidad (Chla max); ambos valores fueron empleados en la calibración de la fluorescencia obtenida con un fluorómetro sumergible (WetLab) para así obtener perfiles calibrados en términos de equivalentes de clorofila. El agua para los nutrientes fue filtrada con filtros de membrana de 0,8 μm (Nuclepore); el filtrado se recolectó directamente en botellas de polietileno de alta densidad de 30 mL, y fue congelado hasta su posterior análisis. Para la Chla se filtraron 500 mL de agua de mar a través de filtros GF/F de 25 mm que se mantuvieron congelados hasta su análisis. Los nutrientes inorgánicos fueron analizados en el Laboratorio de Nutrientes Oceánicos de la Universidad del Sur de la Florida. El nitrógeno inorgánico disuelto (DIN), el fósforo reactivo disuelto (SRP) y el ácido silícico se analizaron usando un autoanalizador Technicon II, siguiendo las técnicas estándar descritas por Strickland y Parsons (1972), modificadas por Gordon et al. (1993). La precisión de estas


106 Cambios hidrografía Fosa de Cariaco

Figura 1.

Mapa de la región de la Fosa de Cariaco. Las estaciones visitadas durante las campañas FOSA 1 y FOSA 2 se indican con la “X” y su número de orden. El círculo gris en la estación 10 indica la ubicación de la estación de la Serie de Tiempo CARIACO (10,49°N-64,71°O). Se muestra la batimetría y el nombre de los sitios geográficos y ríos más notables. Las tres líneas que unen estaciones indican el corte de los transeptos que se muestran en las figuras 5, 6 y 9.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

107

mediciones fue de 0,5 % para NO3- y NO2-, 1,3 % para el NH4+, 2,0 % para el fósforo y 0,2 % para el ácido silícico. Los límites de detección fueron 0,01 μM para el nitrito; 0,13 μM para nitrito + nitrato; 0,38 μM para el amonio; 0,09 μM para el fosfato y 0,18 μM para el ácido silícico. Las concentraciones de Chla se determinaron con un Fluorómetro Turner Design 10-AU-005, a una precisión de 0,01 μg L-1; una descripción detallada de este análisis y el de los nutrientes se encuentra en Astor et al. (2013).

Datos meteorológicos La información del viento para el período de estudio se obtuvo de la estación meteorológica del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrografía ubicada en Punta de Piedras, Isla Margarita (Campus de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales). Datos de precipitación de otras localidades fueron extraídos del Monthly Climatic Data for the World Publications: (http://www7.ncdc.noaa.gov/IPS/mcdw/mcdw.html). La precipitación se utiliza como sustituta de la variabilidad en la descarga de los ríos, ya que el caudal de los ríos que vierten en la cuenca de Cariaco no se mide de manera regular. Los registros de precipitación de Caracas, Barcelona y Cumaná fueron seleccionados para representar las variaciones en la descarga del Tuy, el Unare, el Neverí y el río Manzanares, respectivamente (Figura 2A) (Márquez et al. 2002, Lorenzoni et al. 2009).

Procedimientos estadísticos Para comparar las variables temperatura, salinidad, nutrientes y clorofila entre los periodos de estabilidad y surgencia (septiembre, marzo) y entre las cuencas (occidental y oriental), se realizaron pruebas de Kruskal-Wallis usando las medianas, y se muestran los resultados en graficas de cajas Whisker. Se utilizó para ello el programa Statgraphics Centurion XVI.

Resultados Precipitación y viento La precipitación en Cumaná, Barcelona y Caracas exhibió el patrón normal de altas precipitaciones durante los meses de septiembre a noviembre de 2008, de baja precipitación durante diciembre-mayo 2008–2009, y el consiguiente aumento de la precipitación después de esos meses (Figura 2A). El componente zonal (este-oeste) de la velocidad del viento en octubre 2008 estuvo próximo al promedio mensual histórico (-4,0 m s-1); en cambio, para el mes de marzo 2009, el viento fue más débil (-4,5 m s-1) que el promedio para el mes (-6,0 m s-1) (Figura 2B). Los vientos en la región fueron particularmente débiles durante el primer semestre de 2009. Además, hubo alta variabilidad en los promedios diarios de la velocidad del viento en los días previos y durante las respectivas campañas de FOSA. Por ejemplo, los 15 días previos al inicio de FOSA 1 y durante la campaña el componente zonal fue variable entre -1,4 y -4,4 m s-1, mientras que en los días previos a FOSA 2 la velocidad se situó entre -6,0 y -7,0 m s-1 pero durante la campaña la intensidad del viento bajó entre -2,4 a -4,5 m s-1.


108 Cambios hidrografía Fosa de Cariaco

Figura 2

A) Precipitación (mm) para tres estaciones meteorológicas seleccionadas: Cumaná, Barcelona y Caracas. Nótese la diferente escala de los valores de precipitación para Caracas (eje derecho). El promedio de precipitación para las tres estaciones se indica con la línea gruesa. B) Velocidad del componente zonal del viento (u, ms-1) en Punta de Piedras (Margarita). La línea continua es el promedio mensual de 13 años (1996–2009), la línea discontinua es el promedio para el periodo de estudio (2008–2009). Los valores negativos de u representa el componente del viento hacia el oeste. Las flechas marcan los periodos durante las campañas FOSA 1 y FOSA 2.

Hidrografía Considerando toda la cuenca de la Fosa de Cariaco, en septiembre 2008 el valor promedio de la temperatura en la superficie fue de 29,06 ± 0,36 °C y la salinidad de 36,17 ± 0,22 (Tabla 1). Las aguas superficiales del Caribe (CSW;) mostraron igualmente altas temperaturas (> 28 °C) y salinidad por debajo de 36,4 (Figuras 3 y 4A). En los transeptos este – oeste y norte – sur (Figura 5) se observó una fuerte estratificación térmica sin una diferencia apreciable entre una cuenca y otra, mientras que la


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

109

salinidad mostró valores algo más bajos (Δ= 0,82) hacia el extremo nor-occidental (Figuras 3 y 6). La SUW, (> 36,8) se ubicó entre los 75 y 120 m, con un volumen mayor hacia la cuenca oriental (Figura 6). En septiembre de 2008, en la parte sur de la Fosa adyacente al continente, la pluma del río Unare tenía una temperatura promedio de 28,38 °C y salinidad de 36,24; la del río Tuy de 28,53 °C y salinidad de 36,02; Neverí de 28,67 °C y salinidad de 36,29; y el Manzanares 29,18 °C y salinidad de 36,35 (posición de los ríos en la figura 1). En marzo de 2009, la temperatura promedio superficial disminuyó y la salinidad aumentó en toda la región (24,74 ± 1,0 °C; 36,79 ± 0,24), y se notó una clara diferencia entre las dos sub-cuencas. En la occidental, las temperaturas resultaron superiores a 24,7 °C con un valor promedio de 25,42 ± 0,5 °C, y en la cuenca oriental el valor promedio fue 24,09 ±0,95 °C. La salinidad casi no varió entre las cuencas (~ 36,8) (Tabla 1), indicando la presencia del agua subtropical (SUW) en gran parte de la superficie (Figura 4B). En la parte sureste de la Fosa de Cariaco, el área con las temperaturas más bajas identifica la zona de surgencia. Durante el muestreo del 2009, la zona de surgencia estuvo confinada cerca de la costa (Figura 3), con el foco cerca del Golfo de Santa Fe (Estación 5; 22,67 °C). En profundidad, las isotermas mostraron en marzo una inclinación de este a oeste y de sur a norte, y esta disposición fue más notoria en la cuenca oriental (Figura 5). La isoterma de 24 °C alcanzó la superficie en el sureste de la Fosa. La capa con temperaturas entre los 20 y 24 °C, que en septiembre estaba confinada entre los 90 y 120 m, se amplió especialmente en la cuenca oriental, donde se localizó entre la superficie y los 120 m. La salinidad máxima (> 36,8) en marzo se encontró desde la superficie hasta unos 50–60 m de profundidad, y en superficie se registró en el sur-oriente, centro y nor-occidente de la Fosa (Figura 6). En marzo de 2009 solo la pluma del río Unare fue perceptible en el sector sur como agua algo más cálida que su entorno (26,02 °C, estación 16); la pluma del río Tuy fue relativamente más fría (25,42 °C) y de menor salinidad (36,29), y no fue posible identificar las plumas del Manzanares y el Neverí. Para determinar si las diferencias observadas entre campañas y entre cuencas son significativas, se realizó la prueba de Kruskal-Wallis a los valores de temperatura y la salinidad superficial (Figuras 7A y 7B). Aunque se encontró una diferencia significativa (p< 0,05) entre campañas tanto para la temperatura como para la salinidad, la temperatura no mostro una diferencia significativa entre cuencas durante la época de estabilidad, pero sí en la época de surgencia, cuando la cuenca oriental presentó aguas más frías. En este análisis también se observó que el gradiente de la TSM fue más marcado en la cuenca oriental durante la surgencia. En el caso de la salinidad ocurrió lo contrario: en la época de estabilidad la cuenca occidental mostró una menor salinidad que la oriental, mientras que en la época de surgencia no hubo diferencia significativa entre las cuencas. Se destaca además que el rango de la salinidad durante la surgencia fueron mínimas en la cuenca oriental, y más amplio durante la estabilidad en la cuenca occidental.


Temperatura, salinidad, y concentración de nutrientes y clorofila en superficie en las estaciones visitadas en la región de la Fosa de Cariaco durante septiembre 2008 y marzo 2009. Concentración de nutrientes en μM. Clorofila (Chla ) en μg L-1. Lon.

TSM °C

Sal.

Septiembre 2008 NO3NH4+ PO4= Si(OH)4– µM µM µM

Estac.

Lat.

1

10,83

-64,37

29,75

36,37

0

0,28

0

2

10,67

-64,37

29,49

36,06

---

---

---

3

10,5

-64,37

28,85

36,29

0,01

0,09

0

4

10,45

-64,27

29,18

36,35

0,1

0,04

0,01

2,18

0,18

5

10,42

-64,41

29,14

36,32

0,1

0,5

0

2,22

0,24

6

10,38

-64,55

29,27

36,31

0,15

0,1

0

2,11

0,17

7

10,33

-64,72

28,89

36,28

0,1

0,05

0

1,98

0,15

8

10,2

-64,73

28,69

36,29

0,11

0,29

0,06

2,27

0,83

23,22

Sal.

Marzo 2009 NO3- NH4+ µM µM

PO4= Si(OH)4– Chla µM µM µgL-1

Chla µgL-1

TSM °C

1,63

0,11

24,25

36,71

0,03

0

0

0,05

---

0,15

23,73

36,81

---

---

---

---

1,1

1,84

0,17

23,19

36,8

1,69

0,54

0,1

0,47

1,77

23,19

36,7

2,36

0,2

0,06

0,99

1,02

22,67

36,85

2,18

0,33

0,12

0,83

3,43

23,35

36,86

1,49

1,18

0,13

0,05

2,34

23,64

36,86

7,11

0

0,25

2,93

1,47

36,88

10,53

0,84

0,61

1,88

1,42

1,73

9

10,21

-64,85

28,63

36,2

0,11

0,16

0,02

2,69

0,45

23,81

36,88

0,06

0,89

0,02

0

1,58

10

10,5

-64,72

29,23

36,22

0

0,35

0,01

---

0,12

23,92

36,86

0,31

1,05

0,03

0,08

0,57

11

10,67

-64,71

28,99

36,29

0,14

0,15

0,03

1,21

0,1

24,55

36,87

0,03

0,26

0

0,38

0,14

12

10,67

-65

28,91

36,28

0,24

0,2

0,01

1,18

0,11

24,07

36,87

0,07

0,09

0

0,82

0,36

13

10,5

-65

29,06

36,24

0,13

0,36

0,01

1,46

0,1

24,5

36,91

0,04

0,13

0

4

0,17

14

10,3

-65

28,72

36,27

0,06

0,17

0,02

2,25

0,12

24,62

36,9

0,04

0,08

0,01

1,99

0,49

15

10,18

-65,08

28,38

36,38

0,07

0,23

0,02

2,75

0,49

25,53

36,94

0,01

0,01

0,01

2,66

0,52

16

10,15

-65,19

28,4

36,12

0,12

0,54

0,07

3,57

0,93

26,52

36,88

0,76

0,28

0,16

4,76

1,1

17

10,17

-65,32

28,89

36,37

0,1

0,18

0,02

1,88

0,41

26,39

36,79

0,63

0,25

0,07

2,5

1,09

18

10,31

-65,31

29,17

36,32

0,02

0,25

0,01

1,16

0,12

25,76

36,95

0,14

0,47

0

1,46

0,15

19

10,5

-65,32

29,23

36,14

0,28

0,18

0,02

0,88

0,19

25,12

36,92

0,04

0,01

0,01

2,09

0,11

20

10,66

-65,32

29,3

36,18

0,06

0,25

0

3,24

0,1

24,86

36,9

0,02

0

0,02

0,31

0,19

21

10,67

-65,65

29,05

36,09

0,03

0,16

0,02

1,33

0,15

25,46

36,76

0,25

0,5

0,02

0,42

0,11

22

10,5

-65,65

29,45

36,11

0,03

0,36

0,01

1,02

0,17

25,46

36,88

0,1

0,84

0,02

0

0,13

23

10,36

-65,66

29,2

36,26

0,01

0,23

0,01

1,02

0,11

---

---

0,09

0,66

0,01

0,34

0,2

24

10,23

-65,6

28,66

36,32

0,01

0,19

0,02

2,37

0,29

26,56

36,28

0,44

0,3

0,11

2,93

0,75

25

10,35

-65,87

28,2

36,29

0,02

0,23

0,01

1,45

0,23

25,52

36,53

0,01

0

0,11

0,84

0,38

26

10,42

-65,95

28,83

36,12

0,03

0,19

0,01

1,43

0,33

25,55

35,6

0,06

0,55

0,16

2,3

0,44

27

10,5

-66

28,57

35,63

2,05

6,65

0,24

7,44

2,21

25,2

36,74

---

---

---

---

0,37

28

10,5

-65,87

29,13

36,05

0

0,69

0

0,97

0,4

25,05

36,78

0,03

0,13

0,02

0,26

0,35

29

10,67

-65,9

29,17

35,55

0,05

0,34

0,01

1,47

0,07

25,23

36,91

0,13

0,01

0

1,11

0,16

30

10,67

-66,1

29,81

35,57

0,04

0,21

0,01

3,48

0,16

25,43

36,84

0,21

0,4

0,01

1,57

0,37

110 Cambios hidrografía Fosa de Cariaco

Tabla 1.


Tabla 1. Estac.

(Cont.) Lat.

TSM °C

Sal.

Septiembre 2008 NO3NH4+ PO4= Si(OH)4µM µM µM

Chla µgL-1

TSM °C

Sal.

Marzo 2009 NO3 NH4 µM µM

PO4 µM

Si(OH)4- Chla µM µgL-1

31

10,9

-65,9

29,17

35,7

0,09

0,24

0,01

1,43

0,09

25,64

36,93

0,03

0,1

0,02

0,47

0,13

32

10,83

-65,65

29,39

36,1

0,02

0,13

0

1

0,11

25,45

36,92

0,03

0,35

0,01

0,55

0,15

33

10,83

-65,32

29,33

36,16

0,09

0,23

0

2,88

0,11

24,81

36,91

---

---

---

0,2

0,3

34

10,85

-65

29,03

36,24

0,03

0,19

0,01

0,83

0,09

24,71

36,89

0,87

0,23

0,05

0,47

0,18

35

10,93

-64,73

28,96

36,4

0,09

0,56

0

3,4

0,15

24,69

36,89

0,08

0,27

0,01

0,3

0,18

36

11,17

-64,78

28,96

36,13

0,07

0,27

0,01

0,97

0,09

24,33

36,73

0,12

0,24

0,01

0

0,12

TSM

Sal.

Chla

TSM

Sal.

29,03 0,36

36,17 0,22

0,13 0,34

0,44 1,09

0,02 0,04

2,03 1,25

0,28 0,38

24,74 1,00

36,79 0,24

0,91 2,18

0,34 0,32

0,07 0,12

1,18 1,23

0,70 0,75

29,09 0,36

36,07 0,27

0,16 0,47

0,61 1,51

0,02 0,05

1,96 1,59

0,30 0,49

25,42 0,50

36,74 0,34

0,19 0,25

0,30 0,26

0,04 0,05

1,05 0,92

0,31 0,25

28,97 0,36

36,27 0,09

0,10 0,06

0,25 0,17

0,02 0,02

2,18 0,70

0,27 0,26

24,09 0,95

36,85 0,06

1,67 2,97

0,38 0,39

0,09 0,16

1,39 1,50

1,14 0,88

29,06 28,85 29,23 29,17 28,93 29,28 28,96 28,71 29,19

36,24 36,12 36,3 36,13 36,06 36,26 36,29 36,24 36,31

0,07 0,025 0,105 0,03 0,02 0,08 0,10 0,065 0,125

0,23 0,175 0,315 0,23 0,19 0,25 0,22 0,125 0,32

0,01 0 0,02 0,01 0,01 0,018 0,01 0 0,02

1,74 1,19 2,345 1,43 1,02 2,248 2,18 1,683 2,265

0,15 0,11 0,25 0,16 0,11 0,275 0,15 0,12 0,29

24,81 24 25,46 25,45 25,12 25,55 23,92 23,32 24,51

36,87 36,79 36,9 36,88 36,76 36,91 36,87 36,84 36,88

0,10 0,04 0,63 0,10 0,03 0,22 0,20 0,04 1,935

0,26 0,09 0,5 0,28 0,078 0,48 0,27 0,085 0,69

0,02 0,01 0,1 0,02 0,01 0,055 0,03 0,005 0,125

0,69 0,303 1,963 0,55 0,34 1,57 0,83 0,23 2,325

0,37 0,17 1,09 0,20 0,15 0,37 1,10 0,51 1,62

Estaciones occidentales: 17 a 34 sombreadas en gris Estaciones orientales: 1 a 16 y 35 Estación 36 exterior a la Fosa está considerada solo en los totales

Septiembre 2008 NO3NH4+ PO4= Si(OH)4-

Marzo 2009 NO3- NH4+

PO4= Si(OH)4- Chla

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Medias Todas estaciones Des. Std. Todas Estaciones occidentales Des. Std. Occid. Estaciones orientales Des. Std. Orient. Medianas Todas estaciones Cuartil 25% Cuartil 75% Estaciones occidentales Cuartil 25% Cuartil 75% Estaciones orientales Cuartil 25% Cuartil 75% Nota:

Lon.

111


112 Cambios hidrografĂ­a Fosa de Cariaco

Figura 3.

DistribuciĂłn de la temperatura (derecha) y salinidad (izquierda) superficial en la regiĂłn de la Fosa de Cariaco durante septiembre 2008 (arriba) y marzo de 2009 (abajo).


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Figura 4.

113

Diagramas T-S en la Fosa de Cariaco, para la estación 10 (cuenca oriental; línea gris) y estación 21 (cuenca occidental; línea negra), en septiembre de 2008 (4A) y marzo 2009 (4B). Máxima profundidad de muestreo 1300 m y 1382 m respectivamente. CSW, agua superficial del Caribe; SUW, agua Subtropical Inferior. Nótese la diferencia en las escala de la temperatura.

La figura 8 muestra la distribución superficial (1 m) del nitrato en septiembre 2008 y marzo 2009 como ejemplo de la distribución de los nutrientes. En septiembre 2008 la concentración del nitrato fue baja en las aguas superficiales de la Fosa (mediana= 0,07 μM, Q1= 0,025 Q3= 0,105 μM), excepto en la pluma del río Tuy (Estación 27), donde la concentración de NO3- fue de ~ 2 μM, y donde también fueron altos el amonio, fosfato y silicato, (6,65 μM NH4+; 0,24 μM PO4=; 7,44 μM Si(OH)4-; Tabla 1). El valor de la mediana del NO3- en el occidente fue de 0,03 μM (Q1= 0,02 Q3=0,08 μM) y en el oriente de 0,1 μM (Q1=0,065 Q3=0,125 μM). Durante marzo 2009, la concentración de NO3- fue ~ 2 μM en la zona de surgencia (estaciones costeras al sureste de la Fosa), ~ 0,1 μM (Q1= 0,03 Q3=0,22 μM) para todo el sector occidental y ~ 0,2 μM (Q1= 0,04 Q3=1,93 μM) en el oriental. La mediana general para toda la cuenca fue de 0,1 μM (Q1= 0,04 Q3=0,63 μM). Concentraciones particularmente altas se observaron cerca de la desembocadura del río Neverí (10,53 μM).


Transepto E a O

Oriental S a N

Occidental S a N

Sep. 2008 FOSA 1

Mar. 2009 FOSA 2

Figura 5.

Transeptos de temperatura (°C) en la Fosa de Cariaco hasta 400 m de profundidad, en un corte a lo largo del eje oeste - este (izquierda), y dos cortes de sur a norte, uno en la cuenca occidental (centro) y otro en la oriental (derecha) (para ubicación ver fig. 1). Grupo de gráficas superiores durante la campaña FOSA 1 (septiembre de 2008) e inferiores durante FOSA 2 (marzo 2009).

114 Cambios hidrografía Fosa de Cariaco

Temperatura


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

115

El patrón de distribución de la clorofila a (Chla) superficial (Figura 8) fue similar al del NO3-. Las concentraciones resultaron muy bajas durante septiembre 2008 y similares en ambas cuencas (mediana de 0,15 μg L-1, Q1= 0,11 Q3=0,25 μg L-1), con un pico cerca de la desembocadura del río Tuy (2,2 μg L-1, Tabla 1 Estación 27). La cantidad de Chla aumentó durante la época de surgencia (0,37 μg L-1, Q1=0,17; Q3=1,09 g L-1) y fue mayor en la cuenca oriental (1,1 μg L-1, Q1=0,51 Q3=1,62 μg L-1) que en la occidental (0,20 μg L-1, Q1=0,15 Q3=0,37 μg L-1), con un máximo cerca del Golfo de Santa Fe (estación 5: 3,4 μg L-1) donde la temperatura superficial del mar (TSM) fue más baja. La distribución en profundidad de la clorofila mostró dos patrones diferentes, según la época y la cuenca. El máximo de Chla establecido por el perfil de fluorescencia fue en general más profundo en septiembre (50–60 m) que en marzo (0–40 m) (Figura 9). Durante la época de surgencia, y en particular en la cuenca oriental, se observaron altas concentraciones de Chla en aguas costeras superficiales (0–20 m) y un progresivo hundimiento (40–50 m) en las estaciones alejadas de la costa. Esto generó una disposición de la Chla en un plano inclinado en dirección norte y hacia el oeste (Figura 9). En cambio, durante la época de estabilidad y lluvias el nivel del máximo de Chla se mantuvo relativamente horizontal a ~60 m de profundidad. La diferencia significativa que se observó en la Chla entre campañas y entre cuencas fue mayormente debida a la concentración más alta de clorofila presente en la cuenca oriental en la época de surgencia.

Discusión En la Fosa de Cariaco se perciben diferencias en la hidrografía entre épocas y entre los sectores oriental y occidental de la Fosa. Estas diferencias están inducidas principalmente por la surgencia que se manifiesta estacionalmente en la zona sur del mar Caribe entre enero y abril/mayo, fenómeno regulado por las variaciones atmosféricas en los vientos alisios del NE (Muller-Karger y Aparicio 1994, MullerKarger et al. 2010, Rueda-Roa y Muller-Karger 2013). La expresión de la surgencia no sólo depende de la fuerza y dirección del viento, sino también de la orientación de la línea de costa. En relación con el conto rno y batimetría de la Fosa de Cariaco, los vientos producen un efecto de surgencia mayor en el sector sureste, donde la orientación de costa está alineada con la dirección dominante del viento del ENE, y donde se estrecha la plataforma de Unare (< 10 km en comparación con > 20 km en la parte central y occidental; Figura 1). La combinación de la dirección de la línea de costa y una mayor pendiente de la plataforma favorece las condiciones para el afloramiento de aguas sub-superficiales (Allen et al. 1995, Gan et al. 2009, Jacox y Edwards 2011). El principal foco de surgencia en la región se observó cerca del Golfo de Santa Fe, al sur de la entrada al Golfo de Cariaco con temperaturas alrededor de 22 a 23 °C, consistente con observaciones anteriores (Herrera y Febres-Ortega 1975, Herrera et al. 1980, Walsh et al. 1999, Castellanos et al. 2002, Lorenzoni 2005, Rueda 2012).


Transepto E a O

Oriental S a N

Occidental S a N

Sep. 2008 Fosa 1

Mar. 2009 Fosa 2

Figura 6.

Transeptos de salinidad en la Fosa de Cariaco hasta 400 m de profundidad, en un corte a lo largo del eje oeste - este (izquierda), y dos cortes de sur a norte, uno en la cuenca occidental (centro) y otro en la oriental (derecha) (para ubicación ver fig. 1). Grupo de gráficas superiores durante la campaña FOSA 1 (septiembre de 2008) e inferiores durante FOSA 2 (marzo 2009).

116 Cambios hidrografía Fosa de Cariaco

SALINIDAD


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

117

En marzo 2009 se encontró que el afloramiento de las aguas más frías (< 24 °C) estuvo limitado al sector sureste de la sub-cuenca oriental, la cual fue un área de surgencia pequeña, en relación a años anteriores (e.g. Muller-Karger et al. 2004), pues las condiciones eólicas en febrero y marzo de 2009 fueron débiles comparadas con los valores históricos del mes. En efecto, el resto de la sub-cuenca tuvo una TSM > 24 °C, en promedio ~1 °C más caliente de lo que se ha observado en otras épocas de surgencia (Lorenzoni 2012). En la estación CARIACO (estación 10), la TSM fue ~1 °C más elevada que el valor promedio para el mes (1996–2010) (http://imars.marine. usf.edu/cariaco). Si bien existe una variabilidad interanual considerable en la fuerza de la surgencia en el sector oriental de la Fosa de Cariaco (Rueda-Roa y Muller-Karger 2013), ha habido un calentamiento progresivo de las aguas superficiales de la Fosa, inducido en buena parte por cambios atmosféricos que se manifiestan en una tendencia hacia una menor intensidad del viento, y por consiguiente una menor intensidad en la surgencia (Taylor et al. 2012, Astor et al. 2017).

A

B

C

Figura 7.

Gráficas de cajas comparando los valores en superficie de temperatura (A) salinidad (B) y clorofila (C) de las estaciones situadas al occidente con las situadas al oriente en la región de la Fosa de Cariaco, y entre las dos campañas realizadas FOSA1 (septiembre 2008) y FOSA2 (marzo 2009). Un análisis de Kruskal-Wallis y Friedman indican diferencias significativas (p<0,05) entre los grupos de datos.


118 Cambios hidrografía Fosa de Cariaco

En referencia a la salinidad, durante marzo de 2009 (surgencia) el agua subtropical (SUW) ocupó los primeros ~75–80 m de la columna de agua, en particular en el este y sur de la Fosa. Se conoce que la SUW alcanza sus niveles más someros durante los primeros cuatro meses del año (Herrera et al. 1980, Astor et al. 2003). La salinidad fue similar en ambas sub-cuencas en marzo y significativamente (p < 0,05) diferente en la época de estabilidad y lluvia, cuando en el sector occidental hubo una disminución en la salinidad debido a una mayor influencia de los ríos locales al sur y occidente, y al ingreso del agua superficial del Caribe (CSW), lo que generó diferencias (∆= 0,63) en la salinidad entre las cuencas. Durante septiembre de 2008, cuando los vientos fueron más débiles, se observó una fuerte estratificación en toda el área de la Fosa, consistente con lo que previamente se ha indicado para la temporada de estabilidad y de lluvias (Astor et al. 1998). Por lo tanto, dos procesos determinan las diferencias entre épocas y entre las subcuencas: la surgencia, que genera diferencias en la temperatura y la salinidad tanto superficiales como en la columna de agua, y las lluvias que influyen cerca de la costa en la variación de salinidad a nivel de la superficie a través de la descarga de los ríos. La temperatura superficial del mar, la salinidad y las corrientes son mayormente moduladas por procesos atmosféricos. La variabilidad de esos parámetros fundamentales suele tener un impacto significativo sobre la biología y ecología de una región (Emery y Hamilton 1985, Enfield y Mayer 1997, Giannini et al. 2001, Muller-Karger et al. 2015). En Cariaco, el patrón de distribución de clorofila superficial fue similar al del nitrato, y coherente con la distribución de la TSM. Por ende, durante la temporada de lluvias (septiembre de 2008) hubo una baja concentración y una mínima diferencia entre sub-cuencas, excepto en algunas estaciones cerca de la costa (Figura 8). Durante la surgencia (marzo de 2009) la concentración de Chla fue mayor en la sub-cuenca oriental como consecuencia de la mayor disponibilidad de los nutrientes (como el nitrato) presentes en las aguas afloradas (Astor et al. 1998, Muller-Karger et al. 2004). Sin embargo, consistente con temperaturas más cálidas y vientos más débiles de lo habitual para la época, la cantidad de Chla medida en la sub-cuenca oriental, específicamente en la estación de la serie de tiempo CARIACO (Estación 10) fue menor que los valores históricos para el mismo mes (0,57 μg L-1, comparado con el promedio 1996–2009 CARIACO de 2,19 ± 2,24 μg L-1). Estas diferencias ponen en evidencia que en la región de la Fosa de Cariaco existen distintos niveles de productividad y aportes de materia orgánica hacia el fondo según el sector de la Fosa que se trate. El sector occidental es menos productivo que el oriental, lo que extiende las posibilidades de usar la Fosa como un laboratorio natural para el conocimiento de los procesos climáticos, hidrográficos y productivos. Es una región que posee dos ambientes diferentes y cercanos, sobre los que actúan factores comunes, pero en distinto modo, intensidad y tiempo.


119

Distribución en superficie del nitrato NO3− (µM) a la derecha y la clorofila a (Chl a; µg L) a la izquierda, en la región de la Fosa de Cariaco durante septiembre 2008 (arriba) y marzo de 2009 (abajo).

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Figura 8


CLOROFILA

Transepto E a O

Oriental S a N

Occidental S a N

Mar. 2009

Figura 9.

Transeptos de la clorofila (μg L-1) estimada a partir de perfiles de fluorescencia en vivo en la Fosa de Cariaco hasta 140 m de profundidad, en un corte a lo largo del eje oeste - este (izquierda), y dos cortes de sur a norte, uno en la cuenca occidental (centro) y otro en la oriental (derecha) (para ubicación ver fig. 1). Grupo de gráficas superiores durante la campaña FOSA 1 (septiembre de 2008) e inferiores durante FOSA 2 (marzo 2009)

120 Cambios hidrografía Fosa de Cariaco

Sep 2008


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

121

Conclusiones Mediante estas dos campañas se describieron, en forma cuasi sinóptica, las características de las dos sub-cuencas, en dos situaciones estacionales regidas principalmente por la presencia de la surgencia durante los primeros meses del año. La TSM fue cálida y relativamente uniforme en ambas cuencas en septiembre, con una fuerte estratificación, mientras que en marzo se produjo una disminución de la temperatura y una marcada diferencia entre el sector occidental y el oriental con una temperatura más baja. La salinidad varió en superficie, con valores relativamente bajos en septiembre en relación a marzo, por efecto del ascenso del agua Subtropical y el retiro de las aguas superficiales del Caribe en la región La surgencia y en menor extensión la descarga de los ríos influye en los nutrientes y la cantidad de clorofila en las aguas superficiales. El afloramiento de aguas profundas es la causa del incremento de nutrientes y de clorofila en el sector costero sur oriental, y la descarga de los ríos influye en áreas cerca de la desembocadura, en especial el rio Tuy y Neverí. Las diferencias observadas en la hidrografía y la biogeoquímica de las sub-cuencas de la Fosa de Cariaco son inducidas por los cambios estacionales en el clima atmosférico. La cuenca oriental está más influenciada por el afloramiento inducido por el viento, mientras que la cuenca occidental tiene una estacionalidad menos pronunciada, aunque con mayores aportes fluviales a través del rio Tuy. La temporada de surgencia del 2009 fue poco intensa en comparación con el registro histórico, lo que lleva a inferir que las diferencias entre las cuencas posiblemente llegan a ser más pronunciadas. Por estar ubicada en la sub-cuenca este, la estación CARIACO captura la variabilidad anual e interanual del fenómeno de surgencia que afecta a todo el límite sur del mar Caribe.

Agradecimientos. Este trabajo ha sido posible gracias al apoyo de la tripulación del buque oceanográfico Hermano Ginés, comandado por Aparicio Narváez, por su experiencia y trabajo abordo, y la colaboración de otras personas, profesionales y estudiantes que hicieron posible este plan de visita a toda la cuenca de la Fosa en dos oportunidades, de este modo se agradece la participación directa de José Jesús Narváez, Javier Campano, Susana Palma, Luis González, y Gustavo Fuentes. Este trabajo se dedica en memoria de Joaquín Buitrago que fue director de EDIMAR y que durante su gestión se inició el proyecto CARIACO, y a Marci Millán oficial de máquinas del B/O Hermano Ginés, quién nos acompañó en estas y otras muchas salidas al mar.

Bibliografía. ALLEN, J. S., P. A. NEWBERGER, Y J. FEDERIUK. 1995. Upwelling circulation on the Oregon continental shelf. Part I: Response to idealized forcing. Journal of Physical Oceanography 25, 1843–1866.


122 Cambios hidrografía Fosa de Cariaco

ASTOR, Y., J. MERI Y F. MULLER-KARGER. 1998. Variabilidad estacional hidrográfica en la Fosa de Cariaco. Memoria Sociedad Ciencias Naturales La Salle 58(149): 61–72. ASTOR Y., F. MULLER-KARGER, Y M. I. SCRANTON. 2003. Seasonal and interannual variation in the hydrography of the Cariaco Basin: implications for basin ventilation. Continental Shelf Research 23:125–144. ASTOR, Y., L. LORENZONI, M. SCRANTON (Ed.). 2013. Manual de métodos para el análisis de parámetros oceanográficos en la estación serie de tiempo CARIACO. Colección Cuadernos FLASA. Serie Ciencia y Tecnología nº 12. Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Caracas. ISBN 978-980-7090-17-9. 178 pp. ASTOR, Y., L. GUZMÁN, L. TROCCOLI, L. LORENZONI, F. MULLER-KARGER. 2017. Síntesis de las tendencias de los parámetros oceanográficos y ópticos en la estación serie de tiempo CARIACO (enero 1996-diciembre 2013). Memoria Fundación La Salle Ciencias Naturales La Salle (73)179–180: (en este mismo volumen). CASTELLANOS, P., R. VARELA R, F. MULLER-KARGER. 2002. Descripción de las áreas de surgencia al sur del Mar Caribe examinadas con el sensor infrarrojo AVHRR. Memoria Fundación La Salle de Ciencias Naturales (60)154: 55–76. EMERY, W. J., Y K. HAMILTON, 1985. Atmospheric Forcing of Interannual Variability. Journal of Geophysical Research, 90(C1): 857–868. ENFIELD, D. B., Y D. A. MAYER. 1997. Tropical Atlantic sea surface temperature variability. Journal of Geophysical Research 102(C1): 929–945. FEBRES-ORTEGA, G. Y L. HERRERA. 1975. Interpretación dinámica de algunas de las características oceanográficas de la Fosa de Cariaco, Mar Caribe. Boletín Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente 14(1): 3–29. FERRAZ-REYES, E. 1983. Estudio del fitoplancton en la cuenca Tuy-Cariaco, Venezuela. Boletín Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente 22(1–2): 111–124. GAN, J. P., A. CHEUNG, X. G. GUO, L. LI. 2009. Intensified upwelling over a widened shelf in the northeastern South China Sea. Journal Geophysical Research. 114:C09019. doi:10.1029/ 2007JC004660 GARCÍA, A. J., J. BONILLA, Y J. BENÍTEZ. 1983. Condiciones hidroquímicas en las aguas superficiales de la cuenca Tuy-Cariaco. Boletín del Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente 22(1–2): 87–101. GIANNINI, A., J. C. CHIANG, M. A. CANE, Y. KUSHNIR, Y R. SEAGER. 2001. The ENSO teleconnection to the tropical Atlantic Ocean: contributions of the remote and local SSTs to rainfall variability in the tropical Americas. Journal of Climate 14(24): 4530–4544. GORDON, L. I., J. C. JENNINGS JR, A. A. ROSS, Y J. M. KREST, 1993. A suggested protocol for continuous flow automated analysis of seawater nutrients (phosphate, nitrate, nitrite and silicic acid). En: the WOCE Hydrographic Program and the Joint Global Ocean Fluxes Study. WOCE Operations Manual, Part, 3(3): 91–1. HERRERA, L. E. Y G. FEBRES-ORTEGA. 1975. Procesos de surgencia y de renovación de aguas en la Fosa de Cariaco, Mar Caribe. Boletín Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente 14, 31–44. HERRERA, L.E., G. FEBRES-ORTEGA Y J. M. ANDRÉS. 1980. Distribución de las masas de agua y sus vinculaciones dinámicas en el sector Centro-Occidental Venezolano, Mar Caribe. Boletín Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente 19, 93–118. JACOX, M. G. Y C. A. EDWARDS. 2011. Effects of stratification and shelf slope on nutrient supply in coastal upwelling regions. Journal of Geophysical Research 116 (C03019), doi:10.1029/ 2010JC006547. LORENZONI, L. 2012. Sediment transport and distribution over continental shelves: a glimpse at two different river-influenced systems, the Cariaco Basin and the Amazon Shelf. Ph.D.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

123

Dissertation. University of South Florida, St. Petersburg, FL. USA. LORENZONI, L., R. THUNELL, C. BENITEZ-NELSON, D. HOLLANDER, N. MARTINEZ, E. TAPPA, R. VARELA, Y. ASTOR, F. E. MULLER-KARGER. 2009. The importance of subsurface nepheloid layers in transport and delivery of sediments to the Eastern Cariaco Basin, Venezuela. DeepSea Research I 56, 2249–2262. MÁRQUEZ, A., W. SENIOR, G. MARTÍNEZ, Y J. CASTAÑEDA. 2002. Enviromental conditions of the waters of the Manzanares River, Cumaná-Sucre, Venezuela. Boletín Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente 41(1–2): 15–24. MORRISON, J. Y W. NOWLIN. 1982. General distribution of water masses within the eastern Caribbean Sea during the winter of 1972 and fall of 1973. Journal of Geophysical Research 87: 4207–4229. MULLER-KARGER, F. E., Y R. APARICIO-CASTRO. 1994. Mesoscale Processes Affecting Phytoplankton Abundance in the Southern Caribbean Sea. Continental Shelf Research (14:2/3): 199–221. MULLER-KARGER, F. E., C. R. MCCLAIN, P. L. RICHARDSON. 1988. The dispersal of the Amazon’s water. Nature 333: 56–58. MULLER-KARGER, F. E., R. VARELA, R. THUNELL, M. SCRANTON, R. BOHRER, G. TAYLOR, J. CAPELO, Y. ASTOR, E. TAPPA, T. Y. HO, Y J. J. WALSH. 2001. Annual Cycle of Primary Production in the Cariaco Basin: Response to upwelling and implications for vertical export. Journal of Geophysical Research 106(C3): 4527–4542. MULLER-KARGER, F. E., R. VARELA, R. THUNELL, Y. ASTOR, H. ZHANG, Y C. HU. 2004. Processes of Coastal Upwelling and Carbon Flux in the Cariaco Basin. Deep-Sea Research II Special Issue: Views of Ocean Processes from the Sea-viewing Wide Field-of-view Sensor (SeaWiFS) Mission: Volume 2 - Edited by D. A. Siegel, A. C. Thomas and J. Marra. Vol 51/10–11: 927–943. MULLER-KARGER, F., R. VARELA, R. C. THUNELL, M.I. SCRANTON, G. T. TAYLOR, Y. ASTOR, C. R. BENITEZ-NELSON, L. LORENZONI, E. TAPPA, M. A. GOÑI, D. RUEDA AND C. HU. 2010. CARIACO: a Time Series of primary production and vertical export in the Cariaco Basin. In: Carbon and Nutrient Fluxes in Continental Margins: A Global Synthesis. JGOFS Continental Margins Task Team (CMTT). Editors: Kon-Kee Liu, Larry Atkinson, Renato Quinones, Liana Talaue-McManus. Springer-Verlag, Berlin/Heidelberg, New York. pp 454–463. MULLER-KARGER, F. E., J. P. SMITH, S. WERNER, R. CHEN, M. ROFFER, Y. LIU, B. MUHLING, D. LINDO-ATICHATI, J. L AMKIN, S. CERDEIRA-ESTRADA, D. B. ENFIELD. 2015. Natural variability of surface oceanographic conditions in the offshore Gulf of Mexico. Progress in Oceanography. http://dx.doi.org/10.1016/j.pocean.2014.12.007 OKUDA, T., J. BENÍTEZ. 1974. Condiciones hidrográficas de las capas superiores en la Fosa de Cariaco y áreas adyacentes durante la época lluviosa. Boletín Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente 13 (1–2): 147–162. OKUDA, T., B. R. GAMBOA Y A. J. GARCÍA. 1969. Seasonal variation of hydrographic conditions in the Cariaco Trench. Boletín Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente 8(1–2): 21–27. PETERSON, L. C., Y G. H. HAUG. 2006. Variability in the mean latitude of the Atlantic Intertropical Convergence Zone as recorded by riverine input of sediments to the Cariaco Basin (Venezuela). Palaeogeography Palaeoclimatology Palaeoecology 234(1): 97–113. PETERSON, L. C., J. T. OVERPECK, N. G. KIPP, Y J. IMBRIE. 1991. A high resolution Late Quaternary upwelling record from the anoxic Cariaco Basin, Venezuela. Paleoceanography 6(1): 99–119. REEBURGH, W. S. 1976. Methane consumption in Cariaco Trench waters and sediments. Earth and Planetary Science Letters 28(3): 337–344.


124 Cambios hidrografía Fosa de Cariaco

RESTREPO, J. 2008. Applicability of LOICZ catchment coast continuum in a major Caribbean basin: The Magdalena River, Colombia. Estuarine, Coastal and Shelf Science 77: 214–229. RICHARDS, F. Y R. VACCARO. 1956. The Cariaco Trench, an anaerobic basin in the Caribbean Sea. Deep-Sea Research 3: 214–228. RUEDA, D. 2012. Evaluation of Ekman upwelling in the southern Caribbean Sea. Ph.D. thesis, University of South Florida. 153 pp RUEDA-ROA, D., F. MULLER-KARGER. 2013. The Southern Caribbean Upwelling System: Sea surface temperature, wind forcing and chlorophyll concentration patterns Deep-Sea Research I, 78: 102–114. SCRANTON, M. I., F. L. SAYLES, M. P. BACON, Y P. G. BREWER1987. Temporal changes in the hydrography and chemistry of the Cariaco Trench. Deep Sea Research Part A. Oceanographic Research Papers 34(5): 945–963. SCRANTON, M. I., G. TAYLOR, R. THUNELL, C. BENITEZ-NELSON, F. MULLER-KARGER, K. FANNING, L. LORENZONI, E. MONTES, R. VARELA, E Y. ASTOR. 2014. Interannual and Subdecadal variability in the nutrient geochemistry of the Cariaco basin. Oceanography Vol. 27, n° 1 March 2014. TAYLOR, G., F. MULLER-KARGER, R. THUNELL, M. SCRANTON, Y. ASTOR, R. VARELA, L. TROCCOLI, L. LORENZONI, K. FANNING, S. HANED, Y O. DOHERTY. 2012. Ecosystem responses in the southern Caribbean Sea to global climate change. PNAS. November 20, 2012. Vol. 109 n° 47: 19315–19320. THUNELL, R., R. VARELA, M. LLANO, J. COLLISTER, F. MULLER-KARGER Y R. BOHRER. 2000 Organic carbon fluxes, degradation, and accumulation in an anoxic basin: sediment trap results from the Cariaco Basin. Limnology & Oceanography 45(2), 300–308. THUNELL, R., C. BENITEZ-NELSON, R. VARELA, Y. ASTOR Y F. MULLER-KARGER. 2007. Particulate Organic Carbon Fluxes along Upwelling-Dominated Continental Margins: Rates and Mechanisms. Global Biogeochemical Cycles, 21, GB1022, doi:10.1029/2006GB002793. 13 pp. WALSH, J.J., D. A. DIETERLE, F. E. MULLER-KARGER, R. BOHRER, W. P. BISSETT, R. J. VARELA, R. APARICIO, H. T. HOCHMAN, C. SCHILLER , R. DIAZ, R. THUNELL, G. T. TAYLOR, M. I. SCRANTON, K. A. FANNING, Y E. T. PELZER. 1999. Simulation of carbon/nitrogen cycling during spring upwelling in the Cariaco Basin. Journal of Geophysical Research 104(C4): 7807.

Recibido: 7 octubre 2015 Aceptado: 18 septiembre 2016 Publicado en línea: 18 abril 2017

Laura Lorenzoni1, Ramón Varela2, Digna Rueda1, Frank Muller-Karger1, Jaimie Rojas2, Laurencia Guzmán2, Yrene Astor2 y Enrique Montes1 1 2

IMARS University of South Florida, College of Marine Science, St. Petersburg, Florida, USA. Estación de Investigaciones Marinas de Margarita, Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Isla de Margarita, Venezuela. laural@mail.usf.edu ramon.varela@fundacionlasalle.org.ve


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 20/03/17 13:18 Página 125

ISSN 0037–8518 Versión impresa ISSN 2443–4968 Versión electrónica

Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales 2017 (“2014”), 74(181–182): 125–141

Artículo Eufáusidos epipelágicos de la Fosa de Cariaco Luis González-Cebrero, Ramón Varela y Jaimie Rojas-Márquez

Resumen. Se determinó la composición, abundancia y distribución horizontal de los eufáusidos de la Fosa de Cariaco en dos cruceros oceanográficos: FOSA 1, septiembre de 2008 (en la temporada de estabilidad y lluviosa) y FOSA 2, marzo de 2009 (en la temporada de surgencia y sequía). La surgencia se manifestó específicamente en el sector costero oriental de la Fosa. Las muestras se obtuvieron con calados oblicuos desde 200 m o menos según la profundidad en la estación, con una red de 75 cm y malla de 200 μm. Se identificaron 14 especies de los géneros Euphausia, Nematoscelis, Nictyphanes, Stylocheiron y Tysanopoda. En FOSA 1 se encontraron estas especies en 13 estaciones, las de mayor abundancia fueron Euphausia tenera, E. gibboides, y Stylocheiron carinatum. En FOSA 2 se registraron 11 especies en 11 estaciones, las más abundantes fueron Euphausia mutica, E. gibboides y E. tenera. El género Euphausia fue el mejor representado en ambas oportunidades, con un 61 % durante la estabilidad y lluvia, y 80 % en la surgencia y sequía. En cambio el género Stylocheiron se presentó en un 30 % durante la estabilidad y disminuyó al 12 % en la surgencia. Las densidades máximas (400–800 Ind/1000 m3) se observaron en temporada de surgencia en el centro y occidente sobre la zona profunda de la Fosa, pero no en el sector oriental donde esta se manifiesta. Mientras que en estabilidad las máximas fueron algo más bajas (300–500 Ind/1000 m3) pero distribuidas de forma homogénea sobre toda el área de mayor profundidad. La diversidad de los eufáusidos fue mayor durante la estabilidad y en el centro de la Fosa (Índice Shannon 1,24–2,83) y menor en la surgencia (0,42–2,51), en particular hacia el oriente de la cuenca. No hubo diferencia significativa en la abundancia general de eufáusidos entre cruceros, pero si hay diferencia significativa en su distribución y en la densidad por especie entre temporadas, Euphausia tenera y Stylocherion carinatum definen la temporada de estabilidad y E. giboides y E. mutica la de surgencia. Palabras clave. Eufáusidos. Crustáceos. Zooplancton. Fosa de Cariaco. Mar Caribe. Venezuela.

Epipelagic euphausiids of the Cariaco Basin Abstract. Composition, abundance, and horizontal distribution of euphausiids in the Cariaco Basin were determined from samples collected during two oceanographic campaigns: FOSA 1 in September 2008 (rainy season, non-upwelling period) and FOSA 2 in March 2009 (dry season, upwelling period). Upwelling was specifically manifested in the eastern coastal sector of the Basin. Samples were collected within the upper 200 m, or less in shallower stations, using oblique net tows and a mesh size of 200 μm. 14 euphausiids species of the genera Euphausia, Nematoscelis, Nictyphanes, Stylocheiron, and Tysanopoda were identified. During FOSA 1 these species were found in 13 stations; the most abundant species in this campaign were Euphausia tenera, E. gibboides and Stylocheiron carinatum. During FOSA 2, 11 species were identified in 11 stations with Euphausia mutica, E. gibboides, and E. tenera showing the highest abundances. Euphausia was the genus with more abundance during both campaigns: 61 % during the rainy, non-upwelling period, and 80 % during the dry, upwelling period. Stylocheiron represented 30 % of the euphausiid population during the upwelling period and dropped to 12 % during the non-upwelling period. The highest abundance (400–800 org/1000 m3) were


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:19 Página 126

126

Eufáusidos de la Fosa de Cariaco

observed during the upwelling period over the central and western sub-regions, where the basin is deepest (>200 m depth). Surprisingly, the highest euphausiids abundances were not observed in the eastern sub-region where upwelling is strongest. During the non-upwelling period, however, the maximum abundances were lower (300–500 org/1000 m3). During this period, the euphausid spatial distribution over the basin was more homogeneous and somewhat concentrated in the area where the basin is deepest. Species diversity was higher during the non-upwelling period (Shannon index=1.24–2.83) versus the upwelling period (0.42–2.51). Overall euphausiids abundances were not statistically different among FOSA 1 and FOSA 2 campaigns. We did find statically significant differences in the spatial distribution and species composition of the euphausiids populations between sampling periods. However, the species composition of the euphausiids population did vary between sampling periods; E. tenera and S. carinatum were dominant during the non-upwelling period whereas E. giboides y E. mutica dominated the population during the upwelling period. Key words. Euphausiids. Crustacean. Zooplankton. Cariaco Basin. Caribbean Sea. Venezuela.

Introducción Existe una amplia literatura sobre la importancia de los eufáusidos desde el punto de vista ecológico y oceanográfico en el ecosistema marino (Björnberg 1971, Mauchline 1980, Brinton 1996, Nicol 2003, Letessier, et al. 2009). En relación al mar Caribe en general, se cuenta con los trabajos de James (1971), Owre y Foyo (1972), Michel y Foyo (1976), Castellanos (1998), Castellanos y Gasca (2002), Castellanos y Suárez-Morales (2009). Sin embargo, para el Caribe venezolano en particular la literatura es escasa, contando sólo con los artículos de Legaré (1961) y Cervigón y Marcano (1965) en la zona nororiental, y González-Cebrero y Buitrago (2016) para la zona centro occidental. Estos crustáceos marinos holoplanctónicos realizan amplias migraciones verticales, y son uno de los organismos que contribuyen de forma activa al transporte de carbono orgánico hacia las zonas profundas del océano (Schnack-Schiel e Isla 2005, Tarling y Johnson 2006). Su abundancia numérica en océanos tropicales abiertos fluctúa entre el 2 y 10 % del zooplancton, donde también tiende a ser mayor la riqueza de especies de eufáusidos (Castellanos y Suárez-Morales 2009). Longhurst (1985) estableció que los eufáusidos representan entre el 20 y el 40 % de la biomasa del zooplancton en todos los océanos, pero se considera que debido al comportamiento de estos crustáceos de concentrarse en enjambres (swarms) la densidad de varias especies parece estar aún subestimada. El propósito de este estudio es dar a conocer la composición, distribución y abundancia de este importante grupo de crustáceos holoplanctónicos en la región de la Fosa de Cariaco, como un aporte al conocimiento de los organismos que habitan en este singular ecosistema marino. Basados en trabajos de varios autores, Castellanos y Suárez-Morales (2009) indican que han sido reconocidas para todo el mar Caribe un total de 30 especies de eufáusidos, de las cuales 14 se han registrado en el presente estudio. Considerando los anteriores artículos sobre la presencia de este grupo en el mar Caribe venezolano se han señalado un total de 23 especies para las aguas marinas del país (Legaré, 1961, Cervigón y Marcano, 1965, González-Cebrero y Buitrago 2016).


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 21/03/17 15:27 Página 127

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

127

Materiales y métodos Área de estudio La Fosa de Cariaco es una depresión del fondo marino dentro de la plataforma continental del Oriente de Venezuela, es de origen tectónico con una profundidad de alrededor de 1400 m, tiene una forma oval, con el eje mayor orientado en dirección este - oeste con una longitud de 200 km y varía entre 40 y 75 km de sur a norte. Es la unión de dos grandes sub-cuencas, la occidental es mayor y algo más profunda que la oriental (Figura 1). Está delimitada al norte por una cresta o umbral con una profundidad menor a 100 m en su mayor extensión, con dos pasos; uno al nordeste con 135m (entre las islas de La Tortuga y Margarita) y otro al noroeste de 146 m (cerca del Farallón Centinela). El umbral restringe el movimiento del agua profunda y el intercambio con el océano adyacente, y la cuenca entera constituye una trampa natural de sedimentos dentro de una plataforma continental. Esta característica es peculiar en los mares abiertos del globo, pues la muy limitada mezcla del agua dentro de la depresión y la descomposición del material orgánico que va sedimentando desde la superficie, crea una sub-oxia y anoxia en las aguas profundas (>250 m) (MullerKarger et al. 2004). Por tanto, aunque las aguas superficiales de la Fosa tienen unas características similares al resto del Caribe, las aguas profundas son marcadamente diferentes en sus características bio-geoquímicas. Es de interés conocer cómo esto puede influir en la distribución del zooplancton y su migración vertical. En la sub-cuenca oriental se encuentra la estación CARIACO de la Serie de Tiempo Oceanográfica homónima que está en desarrollo desde 1995 y que conducen la Estación de Investigaciones Marinas de Margarita de la Fundación la Salle de Ciencias Naturales y el Institute of Maine Remote Sensing de la Universidad del Sur de Florida (Muller-Karger, et al. 2010). El presente estudio fue realizado en el marco de este proyecto con el material obtenido de dos cruceros oceanográficos que abarcaron toda el área de la Fosa, como información complementaria a la obtenida de forma regular en la Serie de Tiempo.

Muestras de zooplancton Para este trabajo se revisaron 35 muestras de zooplancton provenientes de 18 estaciones, colectadas en dos cruceros oceanográficos realizados del 1 al 5 de septiembre de 2008 (FOSA 1) y del 9 al 13 de marzo de 2009 (FOSA 2) a bordo del B/O Hermano Ginés. En septiembre se encontraron eufáusidos en 13 estaciones, y correspondió con el período climático de lluvia y de mayor estratificación de las aguas superficiales en la región o de estabilidad; mientras que en marzo los eufáusidos se encontraron en 11 estaciones, en el período seco o de surgencia y de mayor mezcla de las aguas superficiales (Tabla 1). Para la colecta se utilizó una red cilindro cónica de 75


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 21/03/17 15:27 Página 128

128

Eufáusidos de la Fosa de Cariaco

cm de diámetro de boca y una malla de 200 micras. La toma de las muestras se hizo con calados oblicuos hasta la superficie, la mayoría desde los 200 m si la batimetría de la estación lo permitía (Tabla 1). Los calados con la red se efectuaron en seis de las estaciones durante horas diurnas (06:30 a 17:45) y en otras seis durante la noche (19:55 a 05:20), coincidiendo la fase del día en las mismas estaciones para ambos cruceros, excepto para la estación 35. (Tabla 2). Las estaciones seleccionadas para este estudio ocuparon el área sobre las dos sub-cuencas profundas que componen la Fosa de Cariaco, excepto la estación 36 situada en el límite norte del umbral, ya externa a la Fosa (Figura 1). Otras cinco estaciones cercanas a la costa y de menor profundidad (< 50 m) entre Unare y el cabo Codera no se incluyeron en el análisis por no presentar eufáusidos en ninguno de los cruceros. En el aro de la red se incorporó un medidor de flujo General Oceanics™ para calcular el volumen de agua filtrado por la red en cada calado y determinar la densidad de individuos presentes (Boltovskoy 1981). Los valores se expresan en número de individuos por cada 1000 m3 de agua filtrada por la red. Las muestras fueron preservadas en una solución de formaldehído al 4 % con agua de mar filtrada y agregando tetraborato de sodio para neutralizar la solución. De cada muestra, se extrajeron, contaron e identificaron todos los ejemplares de eufáusidos tanto adultos como juveniles. Para la identificación de los organismos se utilizó una placa de Bogorov, una lupa binocular estereoscópica Bauch & Lomb™ y un microscopio binocular Swift™. El análisis taxonómico se basó en los trabajos de: Boden et al. (1955), Mauchline y Fisher (1969), Baker et al. (1990), Brinton (1996), Brinton et al. (1999) y Boltovskoy (2005). Para calcular la diversidad de especies, se utilizó el índice de Shannon-Weaver, los valores de este índice y otros parámetros relacionados con la cantidad de especies y densidad de eufáusidos, así como los datos ambientales se resumen en la tabla 1.

Análisis estadísticos Para las comparaciones entre temporadas y entre muestras tomadas durante la noche y durante el día se empleó el test de Kruskal-Wallis y Friedman empleando el programa Statgraphics® Centurion XVI. Los datos de abundancia específica de los eufáusidos obtenidos en cada una de las estaciones se procesaron con el software “PRIMER V6 y Permanova add-on” trabajando la matriz estandarizada para el posterior análisis de similitud con Bray-Curtis para las abundancias de las especies de eufáusidos entre las estaciones de muestreo, con el fin de identificar patrones espaciales entre las dos épocas. Se aplicaron pruebas no paramétricas como el análisis estadístico ANOSIM (análisis de similaridad) para establecer si existe diferencia significativa entre la densidad de los eufáusidos y las épocas de muestreos. Además, se realizó un SIMPER (porcentaje de similaridad) para conocer cuáles de las especies contribuyen y caracteriza a cada una de las épocas estudiadas.


129

Ubicación de las estaciones oceanográficas en la Fosa de Cariaco donde se colectaron muestras de eufáusidos durante los cruceros FOSA 1 (septiembre 2008) y FOSA 2 (marzo 2009).

7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:19 Página 129

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Figura 1.


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:19 Página 130

130

Eufáusidos de la Fosa de Cariaco

Tabla 1.

Variables de la población de eufáusidos y variables ambientales en la Fosa de Cariaco, durante los cruceros FOSA 1 (septiembre 2008) y FOSA 2 (marzo 2009). Los datos ambientales son los medidos en la superficie.

Crucero

Estación

FOSA 1 FOSA 1 FOSA 1 FOSA 1 FOSA 1 FOSA 1 FOSA 1 FOSA 1 FOSA 1 FOSA 1 FOSA 1 FOSA 1 FOSA 1 FOSA 2 FOSA 2 FOSA 2 FOSA 2 FOSA 2 FOSA 2 FOSA 2 FOSA 2 FOSA 2 FOSA 2 FOSA 2 FOSA 2 FOSA 2

1 3 7 11 13 19 22 29 31 32 33 35 36 1 3 7 11 13 19 22 29 31 32 33 35 36

Especies Diversidad Densidad Profundidad Temperatura Salinidad Silicatos Clorofila a número Shannon Ind/1000 m3 calado m °C uM ug L-1

4 3 1 7 6 5 5 5 4 7 9 3 5 2 2 0 4 5 1 7 9 2

1,73 1,59 0,00 2,17 2,11 1,47 1,50 1,75 1,24 2,13 2,83 1,31 1,77 0,42 0,92 0,00 1,38 1,01 0,00 1,73 2,51 0,51

342 17 117 334 521 364 183 437 213 354 282 37 118 273 76 0 161 425 830 654 581 116

200 200 30 200 200 80 200 200 150

6 2 3

1,81 0,97 1,56

464 73 54

400 200 200

200 200 200 200 200 40 200 200 100 150 200 100

29,7 28,9 28,9 29,0 29,1 29,2 29,4 29,2 29,2 29,4 29,3 29,0 29,0 24,3 23,2 22,7 24,6 24,5 25,1 25,5 25,2 25,6 25,5 24,8 24,7 24,3

36,37 36,29 36,28 36,29 36,24 36,14 36,11 35,55 35,70 36,10 36,16 36,40 36,13 36,71 36,80 36,86 36,87 36,91 36,92 36,88 36,91 36,93 36,92 36,91 36,89 36,73

1,63 0,00 1,98 0,00 1,46 0,88 1,02 1,47 1,43 1,00 2,88 3,40 0,97 0,05 0,47 2,93 0,38 2,09 0,00 1,57 0,55 0,47 0,55 0,20 0,30 0,00

0,11 0,17 0,15 0,10 0,10 0,19 0,17 0,07 0,09 0,11 0,11 0,15 0,09 1,73 1,77 1,47 0,14 0,11 0,11 0,13 0,16 0,13 0,15 0,30 0,18 0,12

Resultados Los parámetros ambientales en la superficie se resumen en la tabla 1. En la temperatura se registró una disminución de septiembre a marzo (Δ= -4,6 °C) y un incremento menos marcado en la salinidad (Δ= +0,73). Durante el crucero FOSA 2 (marzo 2009) la temperatura es menor y la salinidad mayor debido al proceso estacional de surgencia en la región que coincide con el período de sequía. En temporada de estabilidad y lluvias (FOSA 1, septiembre 2008) los silicatos entre los nutrientes muestran una mayor concentración (Δ= +0,66 μM) lo que indica que las aguas de origen continental influyeron en el área. La clorofila es un estimador de la cantidad y distribución del fitoplancton, alimento básico para los eufáusidos. A nivel superficial la concentración de clorofila fue baja en ambos cruceros (< 0,3 μg L-1), solo fue superior en las estaciones orientales costeras en marzo (1,7 μg L-1 Tabla 1). No obstante la clorofila muestra máximos a 40–60 m de profundidad (> 0,5 μgL-1) en toda la extensión de la cuenca en ambas épocas (más información en Lorenzoni et al. 2017 en este volumen). Se identificaron 14 especies de eufáusidos pertenecientes a los géneros: Euphausia, Nematoscelis, Nictyphanes, Stylocheiron y Tysanopoda en la temporada de estabilidad y lluviosa, mientras que en la temporada de surgencia y seca se encontraron 11 de esas


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:19 Página 131

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

131

especies (Tabla 2). Los eufáusidos más abundantes (> 5 %) en el primer crucero fueron: Euphausia tenera, E. gibboides, Stylocheiron carinatum, E. mutica, S. affine, S. abbreviatum, Nycthiphanes simplex y E. americana; en conjunto alcanzaron el 96 % de la densidad promedio total. Mientras que en el segundo, durante la surgencia, dominaron menos especies: Euphausia mutica, E. gibboides, E. tenera, Nycthiphanes simplex, Stylocheiron carinatum, que sumaron el 92% de los individuos. (Tabla 2). Las especies Euphausia pseudogibba, Nematoscelis microps y Tysanopoda tricuspidata estuvieron ausentes en las muestras de la temporada de surgencia. Estas tres especies junto con Nematoscelis tenella, N. atlantica y Stylocheiron longicorne fueron poco frecuentes en las muestras de ambos cruceros. Se destaca la particularidad que Nematoscelis atlantica fue la especie dominante en la estación 36 (durante FOSA 1) situada en el umbral norte fuera de los límites geográficos de la cuenca anóxica, y Nycthiphanes simplex fue dominante en la estación 1 en ambos cruceros, no registrándose en la mayoría de las otras estaciones. Las especies del género Euphausia fueron las más frecuentes con el 61 % del total de individuos en el período de estabilidad, y el 80% en el de surgencia. Pero la contribución por especie de este género varía, E. mutica y E. gibboides incrementaron su densidad durante la surgencia, en contraste Euphausia tenera mostró una significativa disminución. Igualmente, las tres especies más abundantes de Stylocheiron disminuyeron su representación del 30 % al 12 % en la surgencia (Tabla 2 y Figura 2). La densidad total promedio de eufaúsidos por época fue algo mayor en la temporada de surgencia con 308,8 Ind/1000 m3 mientras que en la de estabilidad fue de 255,4 Ind/1000 m3 (Tabla 2). Sin embargo, un análisis estadístico Kruskal-Wallis y Friedman indica que la diferencia no es significativa (p= 0,129). Los valores de la densidad de las especies dista de seguir una distribución normal y hay una amplia varianza en las densidades por estación, pues se obtuvieron valores nulos en unas estaciones y altos en otras para una misma especie y crucero. En la tabla 2 se muestra la abundancia de las especies, por estación y crucero, indicándose además cuáles estaciones se ocuparon durante la noche o el día. Una misma estación fue visitada en el mismo período del día en ambos cruceros, a excepción de la estación 35. Una comparación de las densidades calculadas de las muestras obtenidas durante el día de aquellas obtenidas durante la noche, muestra una mayor densidad de individuos en las estaciones visitadas en la noche; esta diferencia es más amplia en el crucero FOSA 2, aunque esto no es estadísticamente significativo por la amplia varianza en los datos (p= 0,147). Se puede plantear un patrón en la distribución espacial, pues se observó una clara tendencia a que las mayores densidades de individuos se concentraron hacia el centro de la Fosa en la estación 13 en la temporada de estabilidad (septiembre 2008) y las siguientes estaciones con mayor número de individuos se distribuyeron de este a oeste a lo largo de la zona más profunda de la depresión, desde la estación 1 al sur de Macanao hasta la 29 hacia cabo Codera (Figura 3). En la segunda campaña (marzo 2009), el área con mayor densidad se encontró igualmente hacia el centro de la cuenca en la estación 19, pero en esta oportunidad la zona con los valores mayores se ubicaron sobre la cuenca occidental, siendo más bajos en el sector oriental, marcando un cambio en la distribución entre períodos.


Euphausia gibboides Euphausia mutica Euphausia tenera Euphausia americana Euphausia pseudogibba Nematoscelis tenella Nematoscelis atlantica Nematoscelis microps Nyctiphanes simplex Stylocheiron carinatum

Stylocheiron affine Stylocheiron abbreviatum Stylocheiron longicorne Tysanopoda tricuspidata Totales por estación

Crucero

FOSA

1

Estaciones

3

7

11

13

19

22

29

31

32

33

35*

36

Promedio por especie

%

Noche

Día

1 2 1 2 1 2 1 2 1 2 1 2 1 2 1 2 1 2 1 2

0,0 23,4 57,0 0,0 85,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 170,9 249,2 0,0 0,0

0,0 50,3 5,8 0,0 5,8 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 25,2

0,0 0,0 0,0 0,0 117,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0

27,8 99,4 74,2 0,0 46,4 0,0 153,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 45,9

133,0 346,4 194,0 0,0 116,3 7,9 5,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 23,6 0,0 39,4

92,4 0,0 0,0 830,0 221,8 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 6,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0

120,2 418,5 6,3 104,5 31,6 17,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 34,9

98,9 169,7 0,0 111,0 19,8 156,6 0,0 58,7 0,0 0,0 0,0 6,5 0,0 13,0 0,0 0,0 0,0 0,0 244,1 45,7

0,0 0,0 0,0 0,0 38,1 103,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 152,3 0,0

171,4

62,0 22,8 39,5 289,0 45,1 38,0 5,6 0,0 5,6 0,0 16,9 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 62,0 53,2

0,0 29,3 0,0 44,0 9,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 23,4 0,0

0,0 20,1 0,0 20,1 6,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 62,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 31,1 0,0

54,3 98,3 29,4 116,6 59,4 26,9 12,6 4,9 0,4 0,0 1,3 0,5 5,3 1,1 0,9 0,0 13,1 22,7 45,2 20,4

21,3 31,8 11,5 37,7 23,2 8,7 4,9 1,6 0,2 0,0 0,5 0,2 2,1 0,4 0,3, 0,0 5,1 7,4 17,7 6,6

34,0 94,7 24,6 45,7 20,4 18,3 12,6 4,9 0,4 0,0 1,3 0,5 0,0 1,1 0,0 0,0 0,0 2,0 23,5 20,4

20,3 3,6 4,8 70,8 39,0 8,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 5,3 0,0 0,9 0,0 13,1 20,8 21,6 0,0

1 2 1 2 1 2 1 2 1 2

28,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 342 273

5,8 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 17 76

0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 117 0

13,9 7,6 13,9 7,6 4,6 0,0 0,0 0,0 334 161

22,2 7,9 49,9 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 521 425

37,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 6,2 0,0 364 830

6,3 17,4 19,0 43,6 0,0 17,4 0,0 0,0 183 654

46,2 13,0 28,4 6,5 0,0 0,0 0,0 0,0 437 581

7,6 12,9 15,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 213 116

40,0

16,9 30,4 28,2 30,4 0,0 0,0 0,0 0,0 282 464

0,0 0,0 4,7 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 37 73

12,4 0,0 0,0 0,0 0,0 13,4 6,2 0,0 118 54

18,2 7,4 14,0 7,3 0,4 2,6 1,0 0,0 255 308

7,1 2,4 5,5 2,4 0,1 0,8 0,4 0,0

8,6 6,4 10,7 7,3 0,4 1,5 0,0 0,0

9,7 1,1 3,3 0,0 0,0 1,1 1,0 0,0

5,7 28,6 0,0 0,0 0,0 0,0 11,4 0,0 74,3

22,9 0,0 0,0 354

Promedio

Notas: Número de estación sombreado en gris indica que fue ocupada durante la noche, (*) estación 35 durante el día en FOSA 1, en la noche en FOSA 2. Estación 7 fue poco profunda 30-40 m. Estación 36 fuera de los límites geográficos de la Fosa de Cariaco, en el umbral norte. Columna % indica la proporción del promedio por especie en referencia al total para esa campaña; 255 en FOSA 1 y 308 en FOSA 2.

7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:19 Página 132

Especie

Eufáusidos de la Fosa de Cariaco

Densidad de eufáusidos por estación en la Fosa de Cariaco, durante los cruceros FOSA 1 (septiembre 2008) y FOSA 2 (marzo 2009). Densidad promedio general por especie y campaña, y en las muestras obtenidas durante la noche y en el día. Los valores representan la cantidad de individuos en 1000 m3, excepto en la columna porcentaje.

132

Tabla 2.


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:19 Página 133

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Figura 2.

133

Número promedio de individuos en 1000 m3 de agua de mar de las especies más abundantes de eufáusidos en la Fosa de Cariaco, valores obtenidos durante los cruceros FOSA 1 (septiembre 2008) y FOSA 2 (marzo 2009).

Al realizar el análisis estadístico no paramétrico ANOSIM se encontró que existe diferencia significativa (R 0,186; p < 1%) entre la densidad específica de los eufáusidos y las épocas en que se realizaron los muestreos. El análisis no paramétrico para conocer cuál o cuáles de las especies de eufáusidos contribuyen más en similitud de cada época y cuál o cuáles son las especies que contribuyen a la disimilitud de las dos épocas, muestra el siguiente resultado. Según el porcentaje de similaridad obtenido las especies que contribuyen más a la caracterización de la época de estabilidad (FOSA 1) tenemos a Euphausia tenera 45,21 % y Stylocheiron carinatum 15,47 % y para la época de surgencia (FOSA 2) son Euphausia gibboides 56,64 % y Euphausia mutica 28,07 %. Las especies que contribuyen a la separación de estas dos épocas son Euphausia gibboides 20 %, Euphausia tenera 20 %, Euphausia mutica 18 %, y Stylocheiron carinatum 14 % explicando una contribución acumulada del 72 % de la disimilaridad. La diversidad más alta de eufáusidos (> 2,0) se registró en el período de estabilidad y lluvias, en las estaciones 11; 13; 32 y 33 (Tabla 1, Figura 4) las dos primeras sobre la depresión oriental de la Fosa, y las dos últimas en el borde norte de la depresión occidental cerca de la isla La Tortuga. En el período de surgencia solo la estación 29 tuvo un valor alto (2,51) en el borde oeste de la depresión occidental. Los valores más elevados en ambas temporadas se hallaron en las estaciones con el mayor número de especies.


Eufáusidos de la Fosa de Cariaco

Valores promedio del número de eufáusidos en 1000 m3 en cada estación muestreada para los cruceros FOSA 1 número superior (septiembre 2008) y FOSA 2 número inferior en los cuadros (marzo 2009).

7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:19 Página 134

134

Figura 3.


135

Valores del índice de diversidad (Shannon-Weaver) de eufáusidos por estación en los cruceros FOSA 1 número superior (septiembre 2008) y FOSA 2 número inferior en el cuadro (marzo 2009).

7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:20 Página 135

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Figura 4.


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:20 Página 136

136

Eufáusidos de la Fosa de Cariaco

Discusión De las 30 especies de eufáusidos conocidas para el toda la región del Caribe (Castellanos y Suárez-Morales 2009) 14 especies se indican en el presente trabajo, que sumadas a Nyctiphanes couchi y Nematobrachion boopis encontradas previamente en esta misma zona (Cervigón y Marcano 1965) totalizan 16 especies para la Fosa de Cariaco y 23 para el mar Caribe venezolano (González-Cebrero y Buitrago, 2016). Hay que considerar que todas las muestras en las que se basan los pocos trabajos realizados en el Caribe venezolano fueron obtenidas principalmente en la zona epipelágica (entre 0–200 m), en consecuencia es posible la presencia de otras especies de hábitats más profundos y oceánicos. De todas las especies aquí identificadas para la Fosa solo Nematoscelis tenella es considerada como mesopelágica, además de Nematobrachion boopis encontrada por Cervigón y Marcano (1965). Se observa que Euphausia incrementa su presencia en la temporada de surgencia, mientras que Stylocheiron disminuye. A su vez dentro de estos géneros se encuentran diferencias entre las especies. La especie Euphausia mutica es la que presenta una diferencia manifiesta, al ser un 26 % más abundante en la temporada de surgencia, le sigue en el mismo sentido Euphausia gibboides, pero Euphausia tenera es en cambio un 14 % menos abundante (Tabla 2, Figura 2). Stylocheiron carinatum es la especie dentro de ese género que muestra una pronunciada reducción. Esto indica que hay un cambio temporal en la estructura de la comunidad, que puede estar mejor relacionado con cambios en la composición del fitoplancton que por cambios en las condiciones físicas del mar. Los cambios ambientales tanto a corto plazo (estacionales) como a largo plazo no parecen ser muy contrastados en este ecosistema (Lorenzoni et al. 2017), pero en cambio se encuentran notables diferencias en la relativa abundancia de los grupos y especies dominantes de la comunidad del fitoplancton (Mutshinda et al. 2013). El análisis estadístico ANOSIM indica que la diferencia entre las densidades de las especies de los eufáusidos de las dos épocas es mayor que las disimilitudes dentro de las épocas. Los porcentajes de similaridad muestran que es posible atribuir a determinadas especies una caracterización de las épocas así como una separación de las mismas, para la época de estabilidad son características Euphausia tenera y Stylocheiron carinatum y para la de surgencia Euphausia gibboides y Euphausia mutica. La abundancia de los géneros Euphausia y Stylocheiron en la Fosa de Cariaco es similar a la encontrada en el Golfo de México por Castellanos y Gasca (1999). Los valores de densidad de eufáusidos en las muestras tomadas de modo habitual para zooplancton pudieran tener limitaciones por dos causas, primero que estos organismos suelen formar enjambres, lo que puede explicar en parte la alta variabilidad en el número de organismos capturados por calada, y segunda que hay que considerar la habilidad que poseen estos crustáceos de eludir las redes de zooplancton (Brinton 1967). Esto hace suponer que la cantidad de eufáusidos está subestimada así como en la riqueza de especies, por lo que es probable que se incremente el número de especies en el Caribe venezolano, con estudios de muestras que incluyan las zonas mesopelágica y batipelágica, y empleando además redes de mayor tamaño.


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:20 Página 137

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

137

Las características ambientales de las aguas superficiales son diferentes entre cruceros. El análisis de componentes principales en cuanto a las variables físicoquímicas las separa por una relación inversa entre la temperatura, salinidad y en parte entre la salinidad y los silicatos (Figura 5). También hay una diferencia en cuanto al sector geográfico, las aguas frías, más salinas y con mayor cantidad de clorofila en la superficie durante la surgencia estuvieron confinadas al sector suroriental, mientras que en la temporada de estabilidad las características de las aguas son uniformes en toda el área de la Fosa (Lorenzoni et al. 2017). Se observa que los eufáusidos también muestran un cambio en su distribución en el área dependiendo de la época (Figura 3). Estos fueron más abundantes en sector centro occidental que en el oriental cuando estaba presente la surgencia, en cambio están mejor repartidos en ambos sectores en la temporada de estabilidad. Pero en ambas oportunidades los eufáusidos mostraron una mayor cantidad de individuos sobre las aguas profundas y centrales de la Fosa, aun considerando que en su capa profunda están presentes las aguas sub-oxicas y anóxicas, esto lleva a la pregunta de si eso es o no una barrera para la migración diaria de estos crustáceos. Sería conveniente realizar estudios a diferentes profundidades alcanzando al menos los 400 m, y en horas diurnas y nocturnas que permitan comprender el comportamiento migratorio de este y otros grupos del zooplancton sobre este ambiente particular, caracterizado por la deficiencia (250–350 m) o ausencia total de oxígeno e incremento del gas sulfhídrico (> 350 m) (Scranton et al. 2014). Para determinar la diversidad en las muestras de eufáusidos se utilizó el índice de Shannon-Weaver ya que se considera como el que mejor expresa las probabilidades de encuentro inter-específico versus intra-específico (Fager 1972). La diversidad específica como se ha establecido es esencialmente una expresión de carácter y estado ecológico evolutivo de una comunidad. Una baja diversidad caracterizan ecosistemas inmaduros y perturbados, usualmente tienen una o pocas especies dominantes, fisiológica y ecológicamente bien adaptadas a ambientes fluctuantes e impredecibles. Lo opuesto se puede decir para comunidades de alta diversidad (Antezana 1976). En los cruceros FOSA se encontró una menor diversidad cuando hubo surgencia, influido sobre todo por la ausencia de tres especies que estaban presentes en la temporada de estabilidad, y también a que durante la surgencia se dan densidades mayores pero en menor cantidad de especies; la abundancia de individuos por especie es más pareja en la temporada de estabilidad. También la diversidad muestra diferencias desde el punto de vista espacial, en septiembre la biodiversidad fue mayor hacia el centro de la cuenca y menor en el resto de las estaciones periféricas (Figura 4). Situación que resulta diferente en marzo, cuando la estación con mayor biodiversidad estuvo en cabo Codera, mientras que fue muy baja en las estaciones orientales, donde la surgencia se manifiesta (Tabla 1, Figura 4). Esto sigue el criterio conocido de que ambientes inestables son menos diversos.


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:20 Página 138

138

Eufáusidos de la Fosa de Cariaco

Figura 5.

Análisis de coordenadas principales de parámetros ambientales y del número de especies, densidad y diversidad. Basado en los datos de los cruceros FOSA 1 (septiembre 2008) y FOSA 2 (marzo 2009), época de estabilidad y clima húmedo (FOSA 1 triangulo negro) y época de surgencia y clima seco (FOSA 2 triángulo gris).

Conclusiones La composición específica de la población de eufáusidos no cambia de forma notable entre la época de estabilidad y de surgencia, lo que varía es la proporción relativa de las especies. Hay diferencias significativas entre la densidad especifica de los eufáusidos y las épocas en que se realizaron los muestreos, las especies que definen las épocas son Euphausia tenera y Stylocherion carinatum en la época de estabilidad y E. giboides y E. mutica en la de surgencia. Los eufáusidos se encontraron en mayor densidad sobre las aguas centrales y profundas de la Fosa, aun considerando la condición sub-oxica y anoxica de las aguas profundas. Se encontró una menor abundancia en las estaciones cercanas a la costa, en los focos de surgencia y en la periferia norte. Hubo una diferente distribución entre épocas, fueron más abundantes hacia el centro occidente en la Fosa de Cariaco durante la surgencia, mientras que en la temporada de estabilidad las áreas con mayor densidad estuvieron mejor repartidas a lo largo del eje este - oeste central.


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:20 Página 139

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

139

La diversidad de las poblaciones de eufáusidos sigue un patrón similar a la densidad de la población, las estaciones con mayor diversidad son las están en el sector centro - oriental en la temporada de estabilidad, mientras que en la temporada de surgencia la mayor diversidad está en el extremo occidental y es menor cerca de las costas con la presencia de surgencia.

Agradecimientos. Este trabajo ha sido realizado a bordo del B/O Hermano Ginés (de Fundación La Salle de Ciencias Naturales) los autores agradecen la profesional colaboración de los miembros de la tripulación, esencial en el éxito de los cruceros FOSA 1 y FOSA 2. Estos cruceros fueron realizados como parte del proyecto Serie de Tiempo CARIACO. Un especial reconocimiento a Laura Lorenzoni y Frank Muller-Karger de IMARS (University of South Florida, USF) por lograr la posibilidad financiera y de equipamiento para poder realizar estos cruceros extraordinarios dentro de las actividades del proyecto. Este trabajo ha sido posible gracias al aporte del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación FONACITVenezuela.

Bibliografia. ANTEZANA, T. 1976. Diversidad y equilibrio ecológico en comunidades pelágicas. En: Preservación del medio ambiente marino. F. Orrego (ed.). Instituto de estudios Internacionales, Universidad de Chile. Edit. Univ. Técnica de Chile, Santiago, pp. 40-54. BAKER, A. DE C., B. P. BODEN Y E. BRINTON. 1990. A practical guide to the euphausiids of the world. British Museum (Natural History), London. 96 pp. BJÖRNBERG, T. K. S. 1971. Distribution of plankton relative to the general circulation system in the area of the Caribbean Sea and adjacent regions. En: Coloquio sobre investigaciones y recursos del Mar Caribe y regiones adyacentes. UNESCO, París. p. 343-356 BODEN, B. P., M. W. JOHNSON, Y E. BRINTON.1955. The Euphausiacea (Crustacea) of the north Pacific. Bulletin Scripps Institution of Oceanography, La Jolla, California.., 6: 287–400. BOLTOVSKOY, D. (EDITOR).1981. Atlas del Zooplancton del Atlántico Sud occidental. Publicación especial del INIDEP, Mar del Plata, Argentina, 935pp. BOLTOVSKOY, D. (Editor). 2005. Zooplankton of the South Atlantic Ocean [CD-ROM]: a taxonomic reference work with identification guides and spatial distribution patterns. World Biodiversity Database CD-ROM Series. Expert Center for Taxonomic Identification (ETI): Amsterdam. ISBN 90-75000-76-6. 1 cd-rom pp. BRINTON, E. 1967. Vertical migration and avoidance capability of euphausiids in the California current. Limnology Oceanography, 12 (3):451–483. BRINTON, E. 1996. Euphausiacea IX. En R. Gasca y E. Suárez-Morales (eds.). Introducción al estudio del zooplancton marino. El Colegio de la Frontera Sur/CONACyT, México. p. 297–341. BRINTON, E., M. D. OHMAN, A. W. TOWNSEND, M. D. KNIGHT, Y A. L. BRIDGEMAN. 1999. Euphausiids of the World Ocean. World Biodiversity Database CD-ROM series. ETI Expert Center for Taxonomic Identification.


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 16/03/17 15:20 Página 140

140

Eufáusidos de la Fosa de Cariaco

CASTELLANOS, I. 1998. Distribución y abundancia de los eufáusidos del estrato superficial del Mar Caribe mexicano. Caribbean Marine Studies. 6: 1–11. CASTELLANOS, I. Y R. GASCA. 1999. Epipelagic euphausiids (Euphausiacea) and spring mesoscale features in the Gulf of Mexico. Crustaceana 79: 391–404. CASTELLANOS, I. Y R. GASCA. 2002. Eufáusidos (Crustacea: Malacostraca) del centro y sur del Mar Caribe mexicano. Revista Biología Tropical. 50(1): 77–85. CASTELLANOS, I., Y E. SUÁREZ-MORALES. 2009. Euphausiacea (Crustacea) of the Gulf of Mexico. En: Gulf of Mexico, Origin, Water and Biota. Darry L. Felder and David K. Camp (eds.) p. 1013–1018. CERVIGÓN, F. Y P.J. MARCANO. 1965. Zooplancton. Memoria Sociedad Ciencias Naturales La Salle 25(70, 71 y 72): 263–358. FAGER, E. W. 1972. Diversity: A sampling study. American Naturalist. 106 (949):293-310. GONZÁLEZ-CEBRERO, L. Y J. BUITRAGO. 2016. Eufáusidos epipelágicos de la zona centro occidental del Caribe venezolano. Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales 73(“2013”) (n° 179–180): 5–15. JAMES, B. M. 1971. Gulf of Mexico deep sea fauna: Decapoda and Euphausiacea. Folio 20. En: W.E. Pequegnat et al. (Eds.). Serial atlas of marine environment. American Geographical Society. Nueva York. 24 p. LEGARÉ, J. E. H. 1961. Algunos eufausiáceos del Golfo de Paria, Golfo de Cariaco y delta del Orinoco, al oriente de Venezuela. Boletín Instituto Oceanográfico Venezuela: 131–148. LETESSIER, B., TOM, M. J. COX Y A. S. BRIERLEY. 2009. Drivers of euphausiid species abundance and numerical abundance in the Atlantic Ocean. Marine Biology 156: 2539–2553. LONGHURST, A. L. 1985. Relationship between diversity and the vertical structure of the upper ocean. Deep-Sea Res 32: 1535–1570 LORENZONI, R. VARELA, D. RUEDA, F. MULLER-KARGER, J. ROJAS, L. GUZMÁN, Y. ASTOR Y E. MONTES. 2017. La Fosa de Cariaco: Cambios espaciales y estacionales en la hidrografía y bioquímica de la región de la Fosa de Cariaco. Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales (en este mismo volumen) MAUCHLINE, J. 1980. The biology of mysids and euphausiids. Advances in Marine Biology 18: 1–681. MAUCHLINE, J. Y L. R. FISHER, 1969. The biology of euphausiids. Advances in Marine Biology 7: 1–454. MICHEL, H. B. Y M. FOYO. 1976. Caribbean zooplankton. Part.1. Siphonophora, Heteropoda, Copepoda, Euphausiacea, Chaetognatha and Salpidae. Office Naval Research. Washington D.C. 549 p. MULLER-KARGER, F., R. VARELA, R. THUNNELL, M. SCRANTON, G. TAYLOR, J. CAPELO, Y. ASTOR, E. TAPPA, J. AKL, T-Y. HO. 2004. Características de la Fosa de Cariaco y su importancia desde el punto de vista oceanográfico. Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales (64)161–162: 215–234. MULLER-KARGER, FRANK. E., R. VARELA, R. C. THUNELL, M. I. SCRANTON, G. T. TAYLOR, Y. ASTOR, C. R. BENITEZ-NELSON, L. LORENZONI, E. TAPPA, M. A. GOÑI, D. RUEDA, Y C. HU. 2010. The CARIACO Oceanographic Time Series. In: Carbon and Nutrient Fluxes in Continental Margins: A Global Synthesis. JGOFS Continental Margins Task Team (CMTT) Editors: K.-K. Liu, L. Atkinson, R. Quiñones, L. Talaue-McManus. Springer-Verlag New York. (2010) pp 454–463.


7-Eufausidos 125-141_Maquetación 1 22/03/17 09:41 Página 141

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

141

MUTSHINDA, C. M., L.TROCCOLI-GHINAGLIA, Z. V. FINKEL, F. E. MULLER-KARGER, A. J. IRWIN. 2013. Environmental control of the dominant phytoplankton in the Cariaco Basin: a hierarchical Bayesian approach. Marine Biology Research 2013; 9: 247–261. NICOL, S. 2003. Living krill, zooplankton and experimental investigations: a discourse on the role of krill and their experimental study in marine ecology. Marine and Freshwater Behaviour and Physiology 36: 191–205. OWRE, H.B. Y M. FOYO, 1972. Studies on Caribbean zooplankton. Description of the program and results of the first cruise. Bulletin Marine Science. 22: 483–521 SCHNACK-SCHIEL, S. B., Y E. ISLA. 2005. The role of zooplankton in the pelagic-benthic coupling of the Southern Ocean. Scientia Marina 69: 39–55. SCRANTON, M., G. TAYLOR, R. THUNELL, C. BENITEZ-NELSON, F. MULLER-KARGER, K. FANNING, L. LORENZONI, E. MONTES, R. VARELA, Y. ASTOR. 2014. Interannual and Subdecadal variability in the nutrient geochemistry of the Cariaco basin. Oceanography Vol. 27(1): 148–159. TARLING, G. A., M. L. JOHNSON. 2006. Satiation gives krill that sinking feeling. Current Biology 16: R83–R84.

Recibido: 16 octubre 2015 Aceptado: 18 septiembre 2016 Publicado en línea: 18 abril 2017

Luis González-Cebrero1, Ramón Varela y Jaimie Rojas-Márquez 1

Estación de Investigaciones Marinas de Margarita, Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Isla de Margarita, Venezuela. luchogon11@gmail.com ramon.varela@fundacionlasalle.org.ve


ISSN 0037–8518 Versión impresa ISSN 2443–4968 Versión electrónica

Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales 2017 (“2014”), 74(181–182): 143–159

Ensayo Estudio sanitario de áreas de crecimiento y cosecha de moluscos bivalvos en Venezuela María M. Iriarte

Resumen. Los moluscos bivalvos son especies filtradoras que concentran los contaminantes presentes en las aguas costeras donde se cosechan; por ello, deben realizarse controles sanitarios durante su cultivo, cosecha y comercialización para evitar que propaguen enfermedades a los consumidores. Este ensayo revisa los programas de vigilancia sanitaria de algunos países, que incluyen también estudios de los cuerpos de agua, junto a la normativa legal venezolana sobre este particular. La delimitación de áreas geográficas, la identificación de fuentes de contaminación y la evaluación de descargas en el agua deben evaluarse y actualizarse periódicamente, ya que influyen tanto en la calidad del agua como en la de los moluscos bivalvos. Así mismo, deben realizarse los estudios correspondientes después de ocurrir fenómenos naturales tales como marea roja, huracanes, tormentas e inundaciones. La información obtenida durante los programas de muestreo sirve de criterio para clasificar, como aprobada o no, a una determinada área de cosecha de moluscos bivalvos. Venezuela, aunque no tiene un programa estructurado de sanidad de moluscos bivalvos como en otros países, posee normativas esparcidas en varios decretos, resoluciones, despachos de ministro y providencias administrativas que regulan el aprovechamiento sustentable y vigilan para que las actividades de cosecha y comercialización se realicen bajo normas sanitarias. Palabras clave. Moluscos bivalvos. Agua de mar. Salud pública. Contaminación marina. Coliformes fecales.

Bivalve shellfish growth and harvesting areas sanitary study in Venezuela Abstract. Bivalve mollusks are filter-feeding species that concentrate contaminants from the coastal surrounding waters where they are harvested; because of that it is necessary to perform sanitary controls during their growth, harvesting and commercialization to prevent the spreading of diseases to the consumers. This paper reviews the sanitation programs of some countries, including studies of water samples and their analysis, together with Venezuelan laws about this matter. The delimitation of geographic areas, the identification of contamination sources and the evaluation of water discharges must be periodically reviewed and brought up to date because they have influence in the quality of both water and bivalve mollusks. In like manner, corresponding investigations must be performed after natural phenomenon such as red tide, hurricanes, storms and flooding. Data obtained during sampling programs serve as criteria to classify as approved or not a determined shellfish harvesting area. Even though Venezuela does not have a structured shellfish sanitation program like other countries, it has normatives scattered around several decree-laws, resolutions, minister dispatches and administrative judgment that regulate the sustainable exploitation and supervise that the harvesting and commercialization activities are carried out under sanitary norms. Key word. Bivalve mollusks. Sea water. Public health. Marine contamination. Fecal coliforms.


144

Estudio sanitario áreas cosecha moluscos

Introducción Las áreas costeras, donde los moluscos bivalvos naturalmente se desarrollan o son cultivados y cosechados, deben vigilarse estrictamente para evitar que sean vehículos de enfermedades gastrointestinales y contaminación por marea roja y metales pesados, que afecten a sus potenciales consumidores. En la mayoría de los países, el control y vigilancia del medio ambiente donde crecen los moluscos bivalvos incumbe a los gobiernos y cuentan con programas sanitarios específicos para esta actividad pesquera. En Venezuela existen varias normas al respecto, dispersas en varios documentos publicados en las gacetas oficiales, pero no abarcan globalmente toda la problemática relacionada con los moluscos bivalvos, si se comparan con la normativa existente en otros países (México, Chile, Canadá, E.E.U.U., Unión Europea), estimándose pertinente conocer qué medidas higiénico-sanitarias ellos aplican para proteger la salud de los consumidores de estos productos marinos. En el presente ensayo se revisan los aspectos más relevantes que consideran algunos países para llevar a cabo estudios sanitarios de cuerpos de agua destinados al crecimiento y cosecha de moluscos bivalvos y también, la normativa legal vigente en Venezuela sobre este particular.

Moluscos bivalvos y salud pública Los moluscos bivalvos son alimentos blandos, fácilmente digeribles, libres de aditivos, con un contenido de proteína animal de alta calidad y suelen ser mínimamente procesados (Oliveira et al. 2011). Los peligros relacionados con el consumo de moluscos bivalvos ofrecidos crudos se derivan de su manipulación inadecuada durante el cultivo, la cosecha, la distribución y el consumo, pues no suelen someterse a tratamiento final, y cuando se aplica, solo es el mínimo necesario para facilitar el desconchado. Ese tratamiento no tiene por objeto afectar la carga microbiana presente en los moluscos, pues solo se le suministra para provocar la relajación del músculo aductor y así facilitar la separación de la carne de la concha (Huss 1997). Por lo general los moluscos bivalvos crecen y se cosechan en áreas costeras poco profundas, al igual que en lagunas costeras, ecosistemas altamente productivos que sostienen varias actividades humanas. Muchas de estas zonas reciben contaminación de diferentes fuentes, tales como desembocaduras de aguas residuales de humanos y animales, al igual que descargas de agua de lluvias y derrames de alcantarillas (Almeida y Soares 2012). De cosecharse los moluscos bivalvos que crecen en estas áreas, representarían un peligro para la salud pública, si son consumidos antes de haber sido sometidos a una depuración (González et al. 2009). Entender la biología de los moluscos bivalvos clarifica el porqué las personas se infectan después de consumirlos (Potosman et al. 2002). Los moluscos bivalvos filtran selectivamente pequeñas cantidades de fitoplancton, zooplancton, virus, bacterias y la materia inorgánica suspendida en el agua que los circunda (Lees 2000). Concentran


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

145

todos aquellos contaminantes de origen microbiológico y químico que contenga el agua, pero éstos no se eliminan cuando se consumen crudos o ligeramente cocinados. Estas circunstancias, si bien los convierten en importantes vectores de enfermedades gastrointestinales, permiten que algunas especies, por ejemplo el mejillón (Mytilus spp.), se utilicen como bioindicadores de metales pesados (Hussein 2014) y de contaminación fecal en áreas de cultivos acuáticos (Younger y Reese 2013).

Aspectos clínicos asociados a la infección por moluscos. Es bien conocido que los moluscos bivalvos transmiten varios microorganismos del medio, incluyendo virus, bacterias y parásitos causantes de enfermedades gastrointestinales (Potosman et al. 2002). Entre los virus se tienen los NLV (Virus de tipo Norwalk o Norovirus) y los SRSV (virus pequeños estructurados redondos tales como los astrovirus y los coxsackie, virus de la hepatitis A (HAV), virus de la hepatitis E (HEV) y poliovirus. Estos virus sobreviven en el agua de mar por largo tiempo y resisten la depuración. Entre las bacterias, las especies de vibrios (Vibrio vulnificus, V. cholerae 01 y V. parahaemolyticus), así como otras especies de Campylobacter, Salmonella y Shigella, están implicadas en gastroenteritis, al igual que Plesiomonas shigelloides, bacteria que se encuentra presente en los estuarios. A pesar que la mayoría de los síndromes infecciosos producen síntomas gastrointestinales auto-limitantes, algunos pueden ser letales. Se ha reportado mortalidad en asociación con HAV, e infecciones de Vibrio vulnificus, especialmente en pacientes inmuno-suprimidos. Por otra parte, los moluscos también pueden transmitir parásitos. Entre las especies reportadas se incluyen Giardia y Cryptosporidium, y aunque los parásitos pueden eliminarse calentando los moluscos a temperaturas de más de 72 °C, o congelándolos a -20 °C por unas 24 horas, es un hecho cierto que la mayoría de los moluscos bivalvos se consumen sin previa cocción. Otro aspecto que contribuye en el momento del consumo es la manipulación de los moluscos en los sitios de expendio (Villalobos y Elguezabal 2001, Iriarte 2009).

Estudio sanitario de la línea costera Tomando en cuenta cómo se alimentan los moluscos bivalvos descrita anteriormente, se hace necesario controlar activa y permanentemente las áreas de crecimiento y cosecha, promulgando leyes que protejan la salud pública. El primer punto crítico de control para la comercialización de moluscos bivalvos es identificar si las áreas donde crecen y se cosechan son consideradas aprobadas o prohibidas. Al respecto, varios países cuentan con programas nacionales sanitarios de moluscos bivalvos, por ejemplo E.E.U.U. (NSSP-FDA 2009), México (PMSMB 2012), Parlamento Europeo (2006), Chile (SERNAPESCA 2006); Canadá (Canadian Shellfish Sanitation Program 2012) entre otros, varios de ellos basados en el de NSSPFDA (2009). Estos programas establecen los requerimientos necesarios para cuidar la salud pública de los consumidores, garantizando la venta y distribución de moluscos


146

Estudio sanitario áreas cosecha moluscos

bivalvos provenientes de fuentes seguras y garantizando que no se encuentran sujetos a adulteración, alteración, o contaminación directa durante su cultivo, cosecha, extracción, proceso, transporte, manejo y comercialización. En estos programas, uno de los primeros aspectos a considerar es la clasificación de las áreas de crecimiento y cosecha con la ayuda de un estudio sanitario que permite delimitar el área geográfica que abarca dicho estudio, valorando la topografía del área, identificando las fuentes de contaminación, evaluando el volumen de las descargas que existen en la zona (agrícolas, pecuarias, industriales, comerciales y habitacionales) que existen en la zona, así como la proximidad de las mismas al área de cosecha. Todo esto para determinar su influencia en la calidad del agua y de los moluscos bivalvos. El estudio de estas áreas consta de dos secciones distintas pero mutuamente dependientes: bacteriología de las aguas para medir la materia fecal que portan y estudio sanitario de la línea costera que identifique y cuantifique las fuentes de contaminación y estime el movimiento, dilución y dispersión de los contaminantes. Con estos datos podrán clasificarse las áreas de cosecha. El estudio sanitario resultante es un informe escrito derivado de la valoración de los factores ambientales que influyen en la calidad del agua, así como sobre la inocuidad de los moluscos bivalvos en sus áreas de crecimiento y cosecha. El estudio se actualiza periódicamente, a través de una revisión anual y de una re-evaluación trienal. Una de las primeras actividades a realizar antes de dar inicio al trabajo de campo para un estudio sanitario es evaluar en la oficina toda la información con que se cuenta, por ejemplo, mapas existentes de la zona en cuestión, estudios previos realizados, datos acerca de la población del lugar y de los sistemas existentes de tratamientos de agua. Además de hacer un listado con los materiales y equipos necesarios para realizar dicho estudio (NSSP-FDA, 2009). Una vez formado el equipo de trabajo y estando ya presente en la zona bajo estudio, se utilizarán los sentidos de vista y olfato para localizar las posibles fuentes de contaminación. Todas las fuentes de contaminación deben examinarse y documentarse. La recomendación es caminar por todo el terreno cercano al lugar para estudiar cada área, y también, si las condiciones topográficas lo permiten, trasladarse en carro y/o de ser posible en helicóptero, para inspeccionar toda el área que abarca la investigación. El estudio sanitario también debe contar con una geo-referenciación a través de coordenadas geográficas que faciliten su ubicación. Para ello, las fuentes de contaminación, estaciones de muestreo y líneas de cierre se detallarán en grados, minutos y segundos.

Fuentes de contaminación Según los programas sanitarios de moluscos bivalvos consultados (NSSP-FDA, 2009, PMSMB, 2012), las fuentes de contaminación se clasifican en: puntuales cuando en el área de cosecha existe una descarga de contaminantes y no puntuales si la descarga de contaminantes afecta sólo los alrededores del área. Por otra parte, también es importante distinguir la clase de impacto contaminante tomando en cuenta su temporalidad: sería actual cuando la fuente de contaminación esté presente durante la


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

147

evaluación de la misma y afecte la calidad sanitaria del agua, o potencial, cuando la fuente de contaminación, a pesar de estar presente durante la evaluación de área, sólo afecte en ocasiones excepcionales la calidad sanitaria del agua. Los orígenes de las fuentes de contaminación en las áreas de crecimiento y cosecha de moluscos bivalvos son varios. La proveniente de asentamientos humanos (poblaciones y/o rancherías pesqueras), marinas y/o muelles, entran dentro de la categoría de contaminación antropogénica. Constan de aguas residuales (aguas crudas y/o tratadas de tipo doméstico, municipal, industrial, agrícola o pecuario) y se clasifican como descargas de aguas negras, grises, tratadas, etc. Igualmente lo son los residuos sólidos (también de origen doméstico, municipal y/o industrial) y los provenientes de letrinas y fosas sépticas (NSSP-FDA, 2009, PMSMB, 2012). Las fuentes de contaminación pueden ser también naturales, como las hidrológicas, ríos y arroyos (tanto permanentes como temporales) que vierten al cuerpo de agua donde crecen y se cosechan los moluscos bivalvos, así como las derivadas de fenómenos naturales (eventos de marea roja, huracanes, tormentas tropicales, inundaciones y otros) que ocurren durante el período de tiempo que abarca el estudio sanitario, tanto en el área de interés como en sus alrededores y los efectos que pudieron provocar. Igualmente debe estimarse la fauna silvestre y doméstica, así como su temporalidad (residentes o migratorias) y las poblaciones de otros tipos de animales silvestres que pudieran impactar en la calidad del agua o de los moluscos bivalvos (NSSP-FDA, 2009, PMSMB, 2008). Por otra parte, las fuentes de contaminación pueden estar asociadas con una condición estacional o meteorológica. Por ejemplo, las áreas de moluscos cerca de centros urbanos suelen ser más susceptibles a la contaminación durante la época de lluvias, debido a las aguas de escurrimiento contaminadas y desbordamiento de plantas de tratamiento y/o pozos sépticos. También hay que tomar en cuenta a las descargas de aguas servidas por la borda desde barcos fondeados en embarcaderos, pues podrían contaminar las aguas cercanas de la zona de crecimiento de moluscos (Furfari, 1991).

Características hidrográficas y meteorológicas Estas deben incluirse en el estudio sanitario, particularmente los tipos de mareas, su amplitud y calendario de las mismas; las corrientes, nombre, patrón de circulación, tipos de corriente (superficiales, profundas); temperatura; cantidad y ocurrencia de las precipitaciones pluviales; estacionalidad y efectos en la dispersión de los contaminantes por los vientos; volumen y estacionalidad de las descargas de los ríos; salinidad; turbidez; difusión concerniente a efectos actuales o potenciales sobre el transporte de contaminación en el área de cosecha (NSSP-FDA, 2009, PMSMB, 2008). Las medidas de turbiedad son útiles para correlacionar niveles de coliformes fecales con sedimentos de fondo resuspendidos o efluentes altamente turbios (Furfari, 1991).


148

Estudio sanitario áreas cosecha moluscos

Concentración de microorganismos fecales en el agua Para desarrollar medidas efectivas de control que aseguren moluscos bivalvos aptos para el consumo humano es fundamental conocer las influencias ambientales de los contaminantes microbiológicos sobre las aguas costeras. La cantidad de organismos fecales en un cuerpo de agua está influenciada por factores ambientales (Campos et al. 2013) y uno de los más importantes es la luz solar por sus efectos bactericidas, por lo cual la hora del día en que se tomen las muestras para los análisis influye sobre la concentración de bacterias indicadoras. Por otra parte, la marea baja proporciona la menor dilución y un corto tiempo de traslado desde la fuente de contaminación a los lechos de los moluscos. Por lo tanto, un muestreo a estas horas podría producir un recuento significativo de coliformes fecales.

Estaciones para toma de muestras de agua Para el estudio de la calidad del agua se requiere designar las estaciones de muestreo pertinentes, justificando la ubicación de cada una de ellas, sus coordenadas geográficas y, en caso de aplicarse, identificación de las referencias físicas utilizadas para su localización. Un mapa del área de cosecha mostrando la localización de las estaciones de muestreo facilitará su ubicación. Las estaciones de muestreo deben suministrar la máxima cantidad de datos y ser representativas de la calidad del agua en un gran cuerpo de agua. La selección de las estaciones estará determinada por: líneas de clausura existentes, que delimitan el área en caso de existir una clasificación previa; lugares donde se encuentran los lechos de los moluscos; lugar de las fuentes de contaminación, factores hidrográficos y otros que se consideren de interés. En cuanto al número y localización de las estaciones de muestreo de agua serán los adecuados para garantizar la evaluación con efectividad de todas las fuentes de contaminación y también dependerá de la homogeneidad, pues cuando sea alta, las aguas del lugar estarán bien mezcladas y en este caso, el número de muestras podría ser bajo. En caso contrario, si la homogeneidad es baja, se deberían recolectar más muestras y en más lugares (Furfari 1991).

Estaciones para toma de muestras de moluscos bivalvos También deben ser las adecuadas para evaluar con efectividad todas las fuentes de contaminación. Las estaciones para los muestreos de los moluscos pueden ubicarse en el mismo sitio donde se toman las muestras de agua siempre y cuando existan ahí moluscos bivalvos, sin importar que se extraigan o no de estos lugares.

Captación de muestras de agua y de moluscos bivalvos Para el estudio inicial de cualquier área de cosecha no clasificada previamente se aplicará, en el caso del agua, el muestreo para condiciones de contaminación adversa, denominada así a la situación causada por fenómenos naturales o antropogénicos que dan como resultado una elevación inusual de los niveles normales de coliformes fecales en un área de cosecha determinada (PMSMB, 2008).


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

149

En las áreas de cosecha donde no haya fuentes de contaminación que tengan un impacto sobre la calidad del agua (condición remota), se necesitarán un mínimo de 15 muestras de agua por estación de muestreo y 6 de producto, tomadas en un lapso mínimo de un año. Se entiende por condición remota a la designación aplicada a un área de cosecha que no tiene asentamientos humanos y que no está impactada por ninguna fuente de contaminación (puntual o no puntual). En caso contrario, en áreas de cosecha donde existan fuentes de contaminación puntuales o no puntuales que tengan un impacto sobre la calidad del agua, se tomarán, en un tiempo mínimo de un año, al menos 30 muestras de agua y 12 de producto por cada estación de muestreo, y serán colectadas bajo diversas condiciones ambientales. Estas condiciones no tienen por qué ser intensas y/o raras; suelen darse a causa de mareas combinadas con fuentes de coliformes fecales; descargas de ríos con fuentes de coliformes fecales, volumen de agua de lluvia en un determinado lugar y/o en varios lugares del área que arrastra los aportes de coliformes fecales de la superficie a la tierra (Furfari, 1991).

Criterios para la clasificación inicial de un área de cosecha Con todos los datos del estudio agrupados, se interpretan para determinar la clasificación del área, discutiendo cómo afecta cada una de las fuentes de contaminación halladas (puntual o no puntual); los efectos que producen las condiciones meteorológicas e hidrográficas sobre la carga microbiana y otros tipos de contaminación, y la variabilidad en los datos y sus causas, tanto en el agua de mar como en los moluscos (NSSP-FDA, 2009, PMSMB, 2012). El informe final incluirá una tabla donde se muestre el cumplimiento del programa de muestreo aplicado durante el estudio sanitario y, de ser el caso, cualquier modificación realizada a la programación inicial; los análisis estadísticos de los resultados microbiológicos y los resultados de los parámetros físico-químicos del agua de mar. Las Tablas 1 y 2 presentan los diferentes parámetros bacteriológicos y físicoquímicos que deben determinarse y los requisitos establecidos para clasificar una zona como aprobada para el crecimiento y cosecha de moluscos bivalvos, tomando como referencia el programa sanitario mexicano (PMSMB, 2012). Tabla 1.

Parámetros bacteriológicos, frecuencia de muestreo y límite máximo establecido para otorgar a un área de cosecha la clasificación de aprobada.

Parámetros bacteriológicos

Bacterias coliformes fecales

Fuente: PMSMB, 2012

Frecuencia para estudio inicial 30 muestreos en un período mínimo de un año, bajo plan de muestreo de condiciones adversas

Límite máximo (para clasificación aprobada) La mediana o el promedio geométrico del NMP del agua no excederá de 14 NMP/100 mL y no más del 10 % de las muestras excederá de 43 NMP/100 mL para la prueba de dilución decimal de 5 tubos con tres diluciones.


150

Estudio sanitario áreas cosecha moluscos

Tabla 2.

Parámetros bacteriológicos, frecuencia de muestreo y límite máximo establecido para otorgar a un área de cosecha la clasificación de aprobada.

Parámetros físico-químicos

Límites

pH

7,00 - 9,00

Temperatura

La diferencia de temperatura provocada por un vertido en áreas de cosecha, no deberá ser superior en más de 2 °C a la temperatura medida en las aguas no afectadas.

Salinidad

< 40 ‰. La variación de la salinidad provocada por un vertido en las aguas para cría de moluscos no deberá ser superior en más de un 10 % a la salinidad medida en las aguas no afectadas.

Oxígeno disuelto (% de saturación).

Mayor al 70 %.

Hidrocarburos de origen petrolero.

No debe existir película visible en el cuerpo de agua (determinación visual).

Fuente: PMSMB, 2012

Concentración de microorganismos fecales en moluscos bivalvos La acumulación de indicadores de origen fecal en los moluscos depende de la fisiología de cada especie y refleja, por lo general, la concentración bacterial en el agua circundante durante las horas precedentes a la captación de la muestras (Campos et al. 2013). Varios factores la afectan, entre ellos, la tasa de flujo del agua, la eficiencia de la actividad filtradora de cada especie de molusco, la temperatura y la salinidad. La concentración de microorganismos en los moluscos que se alimentan por filtración varía considerablemente entre individuos y también depende del entorno climatológico, temperatura y actividad general del animal (Huss, 1997). Es recomendable estudiar la relación de la concentración de contaminantes fecales entre agua y moluscos, pues podría diferir entre las diferentes estaciones de una misma zona de cosecha, cuando la salinidad y la temperatura del agua son superiores o inferiores a lo requerido por cada especie, ya que cesaría la actividad filtradora al cerrarse las valvas cuando los niveles de estos parámetros son extremadamente altos o bajos. En las Tablas 3 y 4 se reportan los parámetros microbiológicos, las frecuencias de muestras para el estudio inicial y los límites máximos para evaluar los resultados de los análisis microbiológicos y químicos (plaguicidas y metales pesados) que exige el programa sanitario mexicano.

Biotoxinas. Mención aparte, y aun cuando para los estudios iniciales de clasificación de las aguas no se exige evaluación de las biotoxinas marinas, debe hacerse una vez se haya clasificado una zona de crecimiento y cosecha de moluscos bivalvos para conservar el status de área “abierta”. En este caso se evaluará Saxitoxina (toxina paralizante PSP): límite máximo 80 μg/100 g en carne; Ácido domóico (toxina amnésica ASP): límite máximo 20 μg/100 g en carne; Ácido okadaico (toxina diarreica DSP): límite máximo 20 μg/100 g en carne y Brevetoxina (toxina neurotóxica NSP): 20 UR/100 g en carne.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Tabla 3.

151

Parámetros microbiológicos, frecuencia de muestreo y límites máximos para muestras de moluscos bivalvos.

Parámetros microbiológicos

Frecuencia para estudio inicial

Escherichia coli

Mensual

Salmonella spp. Vibrio cholerae 01 y no 01 Vibrio parahaemolyticus Vibrio vulnificus

Mensual Mensual Mensual Bajo situaciones de emergencia sanitaria. Bajo situaciones de emergencia sanitaria. Bajo situaciones de emergencia sanitaria. Bajo situaciones de emergencia sanitaria.

Listeria monocytogenes Staphylococcus aureus Enterotoxinas estafilococcicas

Límite máximo (para clasificación aprobada) < 230 NMP/100 g en carne más líquido intervalvar. Ausente en 25 g Ausente en 50 g 104 NMP/g No detectable. Ausente en 25 g 1000 UFC/g Negativo

Fuente: PMSMB, 2012

Tabla 4.

Parámetros físico-químicos, frecuencia de muestreo y límites máximos para muestras de moluscos bivalvos.

Parámetros físico-químicos

Frecuencia para estudio inicial

Plaguicidas: aldrín, dieldrin, endrin, heptacloro, kapone y otros.

Anual

Metales pesados: cadmio, mercurio y plomo.

Semestral

Límite máximo Los moluscos bivalvos fresco-refrigerados y congelados destinados al consumo humano no deben contener residuos plaguicidas. Cadmio: 2 mg/Kg: Mercurio: 0,5 mg/Kg y Plomo: 1,0 mg/Kg.

Fuente: PMSMB, 2012

La evaluación de las biotoxinas marinas es fundamental, pues son responsables de un número importante de enfermedades asociadas a productos pesqueros. En Venezuela se presentan eventualmente brotes que afectan la salud de los consumidores, inclusive, provocando la muerte. Por ejemplo, durante mayo de 1977, en la costa noreste de Margarita, 12 personas presentaron síntomas de intoxicación paralizante por moluscos (PSP en inglés) después de ingerir mejillones hervidos y uno de ellos, un infante de dos años, falleció. El brote fue causado por Gonyaulax tamarensis, var. excavata (Reyes-Vásquez et al. 1979). Años más tarde, entre agosto y octubre de 1991, ocurrió un severo brote también de PSP, causándolo una proliferación de Prorocentrum gracile, Gymnodinium catenatum y Alexandrium tamarense. Una investigación posterior aplicando cromatografía líquida de alta eficiencia (HPLC) determinó en mejillones la presencia de decarbamoil saxotoxina (dcSTX) y decarbamoil gonyautoxina (dcGTX), indicando que G. catenatum fue el organismo responsable de la intoxicación (La Barbera-Sánchez et al. 2004).


152

Estudio sanitario áreas cosecha moluscos

Normativa venezolana sobre moluscos bivalvos A comienzos de la década de 1990, en el país y concretamente en la Isla de Margarita, se iniciaron algunas experiencias con el fin de controlar y coordinar la extracción, manipulación y transporte del guacuco (Tivela mactroides) siguiendo las pautas establecidas por NSSP-FDA, recogidas en un programa sanitario de cuerpos de agua, particularmente para evitar que fueran recolectados de aguas no apropiadas y/o manipulados inaceptablemente (PNSMB 1991, Buitrago e Iriarte, 1996), ya que existía el interés de una compañía nacional para exportarlos vivos hacia mercados de Norte América. Los últimos estudios de esa experiencia se hicieron en el agua de la Ensenada de La Guardia entre 1998 y 1999 (Iriarte 1999), pero no se logró mantener el proyecto en el tiempo por la dificultad de firmarse un memorándum de entendimiento entre ambos países. En Venezuela las normas (decretos, resoluciones, despachos de ministro y providencias administrativas), para el control de extracción de moluscos bivalvos y la calidad de sus aguas han sido promulgadas por algunos entes gubernamentales a través de varias gacetas oficiales y no se agrupan dentro de un programa de sanidad de moluscos bivalvos como en otros países. Estas normas regulan el aprovechamiento sustentable, velan para que las actividades se realicen bajo normas sanitarias y establecen requisitos para su comercialización (Tablas 5, 6 y 7), pero no se ha realizado un seguimiento analítico a través de los años. En relación a la clasificación de las aguas, en el Decreto 883 de la Presidencia de la República (1995) no se considera la cantidad de muestreos que deben realizarse a un cuerpo de agua para su clasificación como aguas tipo 3, destinada a la cría y explotación de moluscos bivalvos consumidos en crudo, y sólo se toman en cuenta al grupo de los coliformes totales. Pero sí se especifica que de existir fuentes de contaminación, las muestras deben tomarse en las zonas afectadas y bajo condiciones hidrográficas desfavorables. Este decreto no contempla criterio para la salinidad. Sin embargo, en la normativa mexicana (Tabla 2), al igual que en la Unión Europea (Parlamento Europeo 2006), se especifica que no debe existir una variación mayor de un 10% cuando haya un vertido de aguas, con respecto a la salinidad encontrada en las aguas no afectadas. Este parámetro sirve para detectar descargas en el cuerpo de agua bajo estudio y las variaciones en la misma se consideran más importantes que sus concentraciones, pues sirven para evaluar las características hidrográficas de un área, el grado de la influencia de las aguas dulces y la habilidad de las bacterias para sobrevivir (Furfari 1991). En cuanto al oxígeno disuelto (% de saturación), para las aguas tipo 3 el requisito es mayor de 60%, siendo en los otros programas sanitarios consultados de más del 70%. De los programas sanitarios consultados uno que no especifica valores microbiológicos de referencia para la calidad del agua en zonas de cultivo, es el de la Unión Europea, pero si lo contempla para los moluscos destinados al consumo directo (Parlamento Europeo y Consejo de la Unión Europea 2006).


Tabla 5.

Resumen de la normativa legal venezolana vigente sobre moluscos bivalvos.

Tipo de documento

Ente emisor

N° de Gaceta Oficial

Fecha de publicación en G.O.

Tema tratado

34.337

01 de noviembre, 1989

En 7 artículos se dictan normas para la extracción y transporte del guacuco (Tivela mactroides).

Resolución N° 13

Ministerio de Agricultura y Cría. Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA).

4.689 Extraordinario

02 de febrero, 1994

En 30 artículos se dictan las normas sanitarias para la producción y comercialización de productos pesqueros, y específicamente el N° 14, determina el procedimiento seguido para los moluscos y crustáceos que sean sometidos a cocción.

Despacho del Ministro N° 40

Ministerio de Agricultura y Cría.

4.886 Extraordinario

10 de abril, 1995

En 14 artículos se regula y controla la explotación de la ostra de mangle (Crassostrea rhizophorae).

Resolución N° 45

Ministerio de Agricultura y Cría. Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA).

4.886 Extraordinario

10 de abril, 1995

En 5 artículos se dictan medidas para estimular la producción y aprovechamiento racionalizado de los recursos vivos acuáticos: Mejillón (Perna perna).

Decreto N° 883

Presidencia de la República

5.021 Extraordinario

18 de diciembre, 1995

Capítulo II, Art. 3°: Clasificación como Tipo 3 las aguas marinas o de medios costeros destinadas a la cría y explotación de moluscos consumidos en crudo. Sus características son las que se especifican en la Tabla 6.

Despacho del Ministro N° 162

Ministerio de Agricultura y Cría

36.411

11 de marzo, 1998

En 8 artículos se dictan las normas para la producción y comercialización de moluscos bivalvos.

Providencia Administrativa N° 1

Ministerio de Agricultura y Cría Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA).

36.429

6 de abril, 1998

En 4 artículos se dictan las normas para el marcado de los empaques de moluscos bivalvos.

Providencia Administrativa N° 2

Ministerio de Agricultura y Cría. Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA).

36.429

6 de abril, 1998

En 4 artículos se dictan las normas para el envasado, conservación, almacenamiento y transporte de moluscos bivalvos dese los centros y/o sitios de recolección.

Providencia Administrativa N° 3

Ministerio de Agricultura y Cría. Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA).

36.429

6 de abril, 1998

En 4 artículos se dictan las normas para ejercer controles sanitarios y supervisión de la producción de moluscos bivalvos.

153

Ministerio de Agricultura y Cría. Dirección Sectorial de Pesca y Acuicultura

Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Resolución N° 488


154

(Continuación)

Tipo de documento

Ente emisor

N° de Gaceta Oficial

Fecha de publicación en G.O.

Tema tratado

Providencia Administrativa N° 4

Ministerio de Agricultura y Cría. Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA).

36.429

6 de abril, 1998

En 2 artículos se dictan las condiciones sanitarias aplicables a los moluscos bivalvos vivos. El Artículo N° 1 especifica lo señalado en la Tabla 7.

Providencia Administrativa N° 5

Ministerio de Agricultura y Cría. Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA).

36.429

6 de abril, 1998

En 4 artículos se especifican las condiciones sanitarias aplicables a los centros de depuración de moluscos bivalvos.

Providencia Administrativa N° 6

Ministerio de Agricultura y Cría. Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA).

36.429

6 de abril, 1998

En 5 artículos se describen las condiciones para la reinstalación de moluscos bivalvos vivos.

Providencia Administrativa N° 7

Ministerio de Agricultura y Cría. Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA).

36.429

6 de abril, 1998

En 4 artículos se dictan las normas para recolección y transporte de lotes de moluscos bivalvos vivos hacia una estación depuradora, un centro de reinstalación o una planta de transformación.

Providencia Administrativa N° 8

Ministerio de Agricultura y Cría. Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA).

36.430

7 de abril, 1998

En 4 artículos se establecen las zonas aptas para la producción de moluscos bivalvos.

Resolución N° 009

Ministerio de Agricultura y Tierras. Instituto Nacional de la Pesca y Acuacultura.

37.503

12 de agosto, 2002

En 10 artículos se regula la pesca de Ostra perla (Pinctada imbricata) en la zona Sur del Estado Nueva Esparta, Isla Los Frailes y la zona Nor-Oriental del Estado Sucre.

Ministerio de Agricultura y Tierras. Providencia Instituto Nacional de la Pesca y Administrativa N° 158 Acuacultura.

38.372

3 de febrero, 2006

En 31 artículos se regula la pesca y actividades conexas de la pesquería de la Pepitona (Arca zebra) en la región Nor-Oriental de Venezuela.

Estudio sanitario áreas cosecha moluscos

Tabla 5.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

Tabla 6.

155

Características de las aguas Tipo 3. Aguas marinas destinadas a la cría y explotación de moluscos consumidos en crudo. Parámetro

Límite o rango máximo

Oxígeno disuelto (O.D.)

Mayor de 5,0 mg/L (*)

pH

Mínimo 6,5 y máximo 8,5

Aceites minerales

0,3 mg/L

Detergentes no biodegradables

Menor de 1 mg/L

Detergentes biodegradables

Menor de 0,2 mg/L

Residuos de petróleo, sólidos sedimentables y flotantes

Ausentes

Metales y otras sustancias tóxicas

No detectable

Fenoles y sus derivados

0,002 mg/L

Biocidas Organofosforados y Carbamatos

0,1 mg/L

Organoclorados

0,2 mg/L

Organismos coliformes totales (**)

a) promedio mensual menor a 70 NMP por cada 100 mL b) el 10% de las muestras puede exceder de 200 NMP por cada 100 mL

Radiactividad Actividad Alfa Actividad Beta

Máximo 0,1 Becquerelio por litro (Bq/L) Máximo 0,1 Becquerelio por litro (Bq/L)

* **

Este valor también se podrá expresar como porcentaje de saturación, el cual debe ser mayor de 60 %. Las muestras deben ser representativas de la calidad del cuerpo de agua a ser aprovechado. De existir fuentes de contaminación las muestras deberán ser tomadas en las zonas afectadas. En ambos casos se tomarán las muestras bajo las condiciones hidrográficas más desfavorables, a juicio del Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables. *** Según los métodos aprobados por el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables. Fuente: Decreto Nº 883, Presidencia de la República, 1995.

Tabla 7.

1. 2.

3. 4.

5. 6. 7. 8.

Condiciones sanitarias aplicables a moluscos bivalvos vivos.

Los moluscos bivalvos destinados al consumo humano inmediato deberán cumplir las siguientes condiciones sanitarias: Características visuales propias de frescura y viabilidad, conchas limpias, percusión adecuada y una cantidad normal de líquido intervalvar. Menos de 300 coliformes fecales, o menos de 230 Escherichia coli por cada 100 g de carne de molusco en una prueba NMP en la que se utilicen 5 tubos y 3 diluciones, o en otro método microbiológico de precisión equivalente. Ausencia de Salmonella en 25 g de carne del molusco. Estar libres de contaminación con compuestos tóxicos o nocivos de origen natural o introducidos en el medio ambiente, en una cantidad tal que la absorción alimentaria no supere la ingesta diaria admisible (IDA) para el hombre o que pueda deteriorar el sabor del producto. El contenido máximo de radionucleótidos no sobrepasará los niveles establecidos por el Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA), según criterio científico reconocido. El contenido de biotoxinas paralizantes (PSP) no sobrepasará los 80 microgramos por 100 g de carne de molusco, determinada según la técnica oficial. Los métodos biológicos no deben dar reacción positiva respecto a la presencia de DSP (Toxina Diarréica) en las partes comestibles de los moluscos. A falta de métodos habituales de detección de virus y de normas virológicas, el control sanitario se basará en el recuento de bacterias fecales. Fuente: Providencia Administrativa Nª 4, MAC-SARPA, 1998.


156

Estudio sanitario áreas cosecha moluscos

Por otra parte, la Providencia N° 8 (MAC-SARPA, 1998) establece un listado de lugares aptos para la producción de moluscos bivalvos en varias zonas costeras del país, siempre y cuando cumplan con las Providencias Administrativas 3 y 4 (Tabla 5) que guardan cierta similitud con los requerimientos para un estudio sanitario, pero sin los detalles específicos que se requieren en otros países. El resto de los documentos señalados en la Tabla 5 se refieren a normas específicas para cada una de las especies de moluscos bivalvos, mayormente comercializados en Venezuela, al igual que pautas para la reinstalación, depuración, almacenamiento transporte y comercialización. De acuerdo a la revisión efectuada a los diferentes programas sanitarios existentes para los moluscos bivalvos, se constata la importancia de controlar las zonas dónde estos crecen y se cosechan, con el fin de minimizar los riesgos de generar problemas de salud a la población que los consume y promover su comercio entre distintas zonas del país. Para ello se requieren de investigaciones de laboratorio que permitan clasificar las áreas de cosecha, delimitar las áreas permitidas, evaluar la calidad de las aguas y moluscos e inspeccionar las actividades de su extracción y comercialización, más aún cuando en la actualidad, experiencias de algunas universidades en el cultivo de moluscos se proponen como paquetes tecnológicos aplicables como actividad económica, y la clasificación de las zonas de cultivo ofrecería a los interesados en desarrollarlas la seguridad de las condiciones higiénico-sanitarias y de biotoxinas presentes en las zonas escogidas.

Agradecimiento. A R. Varela y J. A. Monente por la corrección del trabajo. También a D. Quiñones por la traducción del Resumen. Igualmente al personal de Ordenación Pesquera (INSOPESCA-Nueva Esparta). Especial agradecimiento a los evaluadores anónimos por la lectura crítica y sugerencias al manuscrito. Nota: Esta es la Contribución N° 425 de la Estación de Investigaciones Marinas de Margarita de Fundación La Salle de Ciencias Naturales.

Bibliografía. ALMEIDA, C. Y SOARES, F. 2012. Microbiological monitoring of bivalves from the Ria Formosa Lagoon (south coast of Portugal): a 20 years of sanitary survey. Marine Pollution Bulletin 64(2): 252–62. BUITRAGO, J. E IRIARTE, M. M. 1996. Aseguramiento de la calidad en las operaciones de extracción, almacenaje y transporte de moluscos bivalvos, el caso del guacuco Tivela mactroides, de la Ensenada de La Guardia, Isla de Margarita, Venezuela. FAO, Informe de Pesca. Suplemento FIIU/R538. 538: 64–68. CAMPOS, J. A., KERSHAW, S. R. Y LEE, R. J. 2013. Environmental influences on faecal indicator organisms in coastal waters and their accumulation in bivalve shellfish. Estuaries and Coasts. 36(4): 834–853.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

157

CANADIAN SHELLFISH SANITATION PROGRAM. 2012. Extraído el 5 de agosto, 2014, de: www. inspection.gc.ca/food/fish-and-seafood/manuals/canadian-shellfish-sanitation-program/eng/ FURFARI, S. 1991. Manual de adiestramiento sobre un programa básico de saneamiento de moluscos bivalvos. Curso desarrollado por Food and Drug Administration (F.D.A.) para Venezuela, Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Campus de Margarita. GONZÁLEZ, M., GRAU, C., VILLALOBOS, L. B., GIL, H. Y VÁSQUEZ-SUÁREZ, A. 2009. Calidad microbiológica de la ostra Crassostrea rhizophorae y aguas de extracción, Edo. Sucre, Venezuela. Revista Científica FCV-LUZ. 19(6): 659–666. HUSS, H. H. 1997. Aseguramiento de la calidad de los productos pesqueros. Documento Técnico de Pesca 334. Roma, FAO. HUSSEIN, A. Y KHALED, A. 2014. Determination of metals in tune species and bivalves from Alexandria, Egypt. Egyptian Journal of Aquatic Research 40: 9–17. IRIARTE R., M. M. 1999. Indicadores bacterianos en las aguas y en el guacuco (Tivela mactroides) de la Ensenada de La Guardia, Isla de Margarita, Venezuela. Memoria de Fundación La Salle de Ciencias Naturales 59(151): 85–94. IRIARTE R., M. M. 2009. La higiene en la comercialización de moluscos desbullados en el Estado Nueva Esparta, Venezuela, período 1992-2007. Revista del Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel” 40(2): 21–35. L A BARBERA-SANCHEZ, A., FRANCO SOLER, J., ROJAS DE ASTUDILLO, L. Y CHANG-YEN, I. 2004. Paralytic shellfish poisoning (PSP) in Margarita Island, Venezuela. Revista de Biologia Tropical 52-supl. 1. LEES, D. 2000. Viruses and bivalve shellfish. International Journal of Food Microbiology 59:81–16. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC) – Dirección Sectorial de Pesca y Acuicultura. Resolución 488 del 31-10-1989. Normas para la extracción y transporte del guacuco (Tivela mactroides). Gaceta Oficial de la República de Venezuela 34.337, noviembre 1, 1989 p. 271.587. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC) – Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA). Resolución 13 del 26-01-1994. Normas sanitarias para la producción y comercialización de productos pesqueros. Gaceta Oficial de la República de Venezuela 4.689 Extraordinario, febrero 2, 1994, p. 22. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC). Despacho del Ministro 40 del 17-03-1995. Regulación y control de la explotación de la ostra de mangle (Crassostrea rhizophorae). Gaceta Oficial de la República de Venezuela 4.886 Extraordinario, abril 10, 1995, p. 33. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC) - Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA). Resolución 45 del 20-03-1995. Medidas para estimular la producción y aprovechamiento racionalizado de los recursos vivos acuáticos: Mejillón (Perna perna). Gaceta Oficial de la República de Venezuela 4.886 Extraordinario, abril 10, 1995, p. 34. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC). Despacho del Ministro 162 del 03-03-1998. Normas para la producción y comercialización de moluscos bivalvos. Gaceta Oficial de la República de Venezuela 36.411, marzo 11, 1998, p. 303.516. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC) - Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA). Providencia Administrativa N° 1 del 18-03-1998. Normas para el marcado de los empaques de moluscos bivalvos. Gaceta Oficial de la República de Venezuela 36.429, abril 06, 1998, p. 303.926. Caracas. Venezuela.


158

Estudio sanitario áreas cosecha moluscos

MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC) - Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA). Providencia Administrativa N° 2 del 18-03-1998. Normas para el envasado, conservación, almacenamiento y transporte de moluscos bivalvos desde los centros y/o sitios de recolección. Gaceta Oficial de la República de Venezuela 36.429, abril 06, 1998, p. 303.926. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC) - Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA). Providencia Administrativa N° 3 del 18-03-1998. Normas para ejercer controles sanitarios y supervisión de la producción de moluscos bivalvos. Gaceta Oficial de la República de Venezuela 36.429, abril 06, 1998, p. 303.927. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC) - Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA). Providencia Administrativa N° 4 del 18-03-1998. Condiciones sanitarias aplicables a los moluscos bivalvos. Gaceta Oficial de la República de Venezuela 36.429, abril 06, 1998, p. 303.927. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC) - Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA). Providencia Administrativa N° 5 del 18-03-1998. Condiciones sanitarias aplicables a los centros de depuración de moluscos bivalvos. Gaceta Oficial de la República de Venezuela 36.429, abril 06, 1998, p. 303.927. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC) - Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA). Providencia Administrativa N° 6 del 18-03-1998. Condiciones para la reinstalación de moluscos bivalvos vivos. Gaceta Oficial de la República de Venezuela 36.429, abril 06, 1998, p. 303.928. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC) - Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA). Providencia Administrativa N° 7 del 18-03-1998. Normas para recolección y transporte de lotes de moluscos bivalvos vivos hacia una estación depuradora, un centro de reinstalación o una planta de transformación. Gaceta Oficial de la República de Venezuela 36.429, abril 06, 1998, p. 303.928. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA (MAC) - Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA). Providencia Administrativa N° 8 del 18-03-1998. Zonas aptas para la producción de moluscos bivalvos. Gaceta Oficial de la República de Venezuela 36.430, abril 07, 1998, p. 303.949. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y TIERRAS (MAT). Instituto Nacional de la Pesca y Acuacultura. Resolución 009 del 18-06-2002. Regulación de la pesca de Ostra perla (Pinctada imbricata) en la zona sur del Estado Nueva Esparta, Isla Los Frailes y la zona nor-oriental del Estado Sucre. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela 37.503, agosto 12, 2002, p. 324.967. Caracas. Venezuela. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y TIERRAS (MAT). Instituto Nacional de la Pesca y Acuacultura. Providencia Administrativa N° 158 del 22-12-2005. Regulación de la pesca y actividades conexas de la pesquería de la Pepitona (Arca zebra) en la región nor-oriental de Venezuela. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela 38.372, febrero 3, 2006, p. 344.340. Caracas. Venezuela. NATIONAL SHELLFISH SANITATION PROGRAM. U.S. FOOD AND DRUG ADMINISTRATION. 2009. Guide for the control of molluscan shellfish. Extraído el 5 de agosto, 2014, de: www.fda.gov/downloads/Food/GuidanceRegulation/FederalStateFoodPrograms/UCM35000 4.pdf. OLIVEIRA, J., CUNHA, A., CASTILHO, F., ROMALDE, J. L. Y PEREIRA, M. J. 2011. Microbial contamination and purification of bivalve shellfish: crucial aspects in monitoring and future perspectives. A mini-review. Food Control. 22(6): 805–816.


Mem. Fund. La Salle de Cienc. Nat. 181–182

159

PARLAMENTO EUROPEO Y CONSEJO DE L A UNIÓN EUROPEA. 2006. Directiva 2006/113/CE del 12 de diciembre, 2006 sobre la calidad exigida a las aguas para cría de moluscos. Diario Oficial de la Unión Europea L 376, 27-12-2006, pp. 14-20. Extraído el 11 de septiembre, 2014, de: www.eur.lex.europea.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32006L01138& from=ES. POTOSMAN, I., PAZ, A. Y ODEH, M. 2002. Infectious outbreaks associated with bivalve shellfish consumption: A worldwide perspective. Clinical Infectious Diseases 35: 921–928. PRESIDENCIA DE L A REPÚBLICA DE VENEZUELA. 1995. Decreto 883 del 11-10-95. Normas para la clasificación y el control de la calidad de los cuerpos de agua y vertidos o efluentes líquidos. Gaceta Oficial de la República de Venezuela 5.021 Extraordinario, diciembre 18, 1995, p. 4. Caracas. Venezuela. PROGRAMA MEXICANO DE SANIDAD DE MOLUSCOS BIVALVOS (PMSMB). Guía técnica para el control sanitario de moluscos bivalvos. 2008. 149 p. Disponible en: Extraído el 9 de julio, 2014, de: www.cesarin.com.mx/Manual_B_P_P_Moluscos.pdf. PROGRAMA MEXICANO DE SANIDAD DE MOLUSCOS BIVALVOS (PMSMB). Anexo I: Requisitos mínimos para la elaboración de los reportes del estudio sanitario inicial, anual y trienal de áreas de cosecha de moluscos bivalvos. 2012. 13 p. Extraído el 9 de julio, 2014, de: www.file://:DOCUME~1/Karen/CONFIG~Temp/ANEXOI.pdf. PROGRAMA NACIONAL SANITARIO DE MOLUSCOS BIVALVOS (PNSMB). 1991. Estudios sanitarios y clasificación de las áreas aptas para la cosecha del guacuco Tivela mactroides. Ensenada de La Guardia, Isla de Margarita. Informe N° 2 preparado para el Ministerio de Agricultura y Cría. Dirección de Fomento Pesquero, 21 p. REYES-VÁSQUEZ, E., FERRAZ-REYES, E. Y VÁSQUEZ, E. 1979. Toxic dinoflagellate blooms in northeastern Venezuela during 1977. Pp. 191. En: D.L. Taylor, H.H. Seliger (Eds.). Toxic Dinoflagellate Blooms. New York. Sernapesca. 2006. Programa de Sanidad de moluscos bivalvos. Clasificación y monitoreo de las áreas de extracción de moluscos bivalvos. Extraído el 20 de septiembre, 2014, de: www.serna pesca.cl/index.php?option=com_remository&Itemid=246&func=startdown&id=184. VILLALOBOS, L. B. Y ELGUEZABAL A., L. 2001. Microbiological quality of the bivalve Pinctada imbricata commercialized in Cumaná, Venezuela. Acta Científica Venezolana 52(1): 55–61. YOUNGER, A. D. Y REESE, R. A. 2013. Comparison of E. coli levels between bivalve mollusc species across harvesting sites in England and Wales. Journal of Shellfish Research 32(2): 527–532.

Recibido: 05 febrero 2015 Aceptado: 06 junio 2015 Publicado en línea: 18 abril 2017

María Iriarte 1

Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Estación de Investigaciones Marinas de Margarita EDIMAR, Punta de Piedras, Isla de Margarita, Estado Nueva Esparta, Venezuela.


Normas de publicación Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales es una revista científica arbitrada y periódica -semestral- que publica artículos originales, ensayos y notas sobre botánica, zoología, geología, geografía, biogeografía, ecología, oceanografía, limnología, acuicultura, pesquerías, conservación y manejo de recursos naturales. El envío de un trabajo implica la declaración explícita por el autor o autores que este no ha sido previamente publicado, ni aceptado para su publicación, ni remitido a otro órgano de difusión científico. Igualmente todos los trabajos son responsabilidad exclusiva de sus autores y no de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales, ni de la revista o sus editores. Los trabajos pueden estar escritos en español o inglés, y no deben exceder las 30 páginas incluyendo tablas, figuras y anexos. En casos especiales, los editores pueden considerar la publicación de trabajos más extensos. Los escritos (las contribuciones) deben presentarse con el texto, tablas y/o figuras en archivos digitales. Deben ser enviados al Comité Editorial al correo electrónico: revista.memoria@fundacionlasalle.org.ve. Formato del manuscrito. Deberá presentarse en Word, a doble espacio, con las páginas en tamaño carta, y numeradas consecutivamente. El orden de la presentación es el siguiente: Título, Autores y Direcciones, Resumen y Palabras clave, Título en inglés, Abstract y Key words, Introducción, Materiales y métodos, Resultados, Discusión, Conclusiones (optativo), Agradecimientos (optativo), Bibliografía y Anexos (optativo). Seguidamente se presentará una página con las leyendas de tablas, figuras y anexos. Las tablas, figuras y anexos se deben entregar en archivos separados debidamente identificados. Página inicial. Debe contener el título del trabajo, el cual será conciso pero suficientemente explicativo del contenido, nombres de los autores, institución(es) a la que está(n) adscrito(s), dirección física y correo electrónico. Indicar un título resumido para el cintillo de las páginas (“running head”) que no exceda los 40 caracteres, incluyendo los espacios en blanco. Palabras clave y resúmenes. Deberán presentarse hasta cinco palabras clave en el idioma del trabajo e igual cantidad en el segundo idioma. Valerse de usar palabras clave que no estén en el título. El resumen y el abstract corresponderán a una sinopsis clara del objeto, desarrollo, resultados y conclusiones de la investigación, cada uno tendrá un máximo de 200 palabras. No se aceptan resúmenes escuetos que no sean útiles para los medios de búsqueda de información o incompleto en relación al contenido. Texto. Los nombres científicos de géneros, especies y subespecies se escribirán en cursiva (itálica o bastardilla), igualmente se procederá con los términos en latín u otro idioma (p. ej. upwelling, sensu, et al.). No subraye ninguna palabra o título. No utilice notas al pie de página. En cuanto a las medidas y su abreviación se utilizará el sistema métrico decimal y unidades que sean parte del Sistema Internacional de Unidades (SI) recordando que siempre debe dejar un espacio entre el valor numérico y la unidad de medida (p. ej. 16 km, 23 ºC). Los números del uno al diez se escribirán siempre con letras, excepto si precedieran a una unidad de medida (p. ej. 3 cm) o si se utilizan como marcadores (p. ej. parcela 2, muestra 7). Para escribir las unidades compuestas debe emplearse el modo con exponentes, dejando un espacio, no colocar los símbolos / * o punto entre las unidades (p. ej. m s-1; mg L-1; h-1). No

utilizar punto para separar los millares, millones, etc. Para cifras grandes es preferible usar el modo exponencial (p. ej. 4,63 x 106). Utilícese la coma para separar en la cifra la parte entera de la decimal (p. ej. 3,1416), sin embargo, la normativa de puntuación en español también acepta el punto en este caso (p. ej. 3.1416), lo importante es que en todo el artículo se emplee una sola forma, incluyendo las tablas y figuras. Las horas del día se indican de 0:00 a 24:00. Los años se expresarán con todas las cifras sin demarcadores de miles (p. ej. 1996). En español los nombres de los meses y días (p. ej. enero, julio, sábado, lunes) se escriben en minúscula. Los puntos cardinales y sus abreviaturas van siempre escritos en mayúscula (N, S, E, O), cuando se refieran a orientación o dirección estos nombres se escriben en minúscula. La indicación correcta de coordenadas geográficas es como sigue: 02º37’53”N56º28’53”O. La altitud geográfica se citará del siguiente modo: 1180 m s.n.m. (en inglés 1180 m a.s.l.). Las abreviaturas se explican únicamente la primera vez que son usadas. Las tablas y figuras (gráficas, diagramas, ilustraciones y fotografías) se referirán sin abreviación (p. ej. Figura 3, Tabla 2). Al citar las referencias en el texto se escribe el apellido de los autores en caso de que sean uno o dos, y el apellido del primero seguido por et al. cuando sean tres o más. Si se mencionan varias referencias, estas deben ser ordenadas cronológicamente y separadas por comas (p. ej. Rojas 1978, Bailey et al. 1983, Sephton 2000, 2001). Las descripciones o re-descripciones de especies deben presentar la información en el siguiente orden: Holotipo, Paratipos, Etimología, Diagnosis, Descripción, Coloración, Variaciones, Historia Natural y Distribución. En cuanto al material examinado se debe colocar en bloque aparte antes de “Agradecimientos” siguiendo el formato: Nombre científico: SIGLAS COLECCIÓN + número de catálogo, sexo y condición etarea, localidad + (coordenadas, altitud), nombre del recolector, fecha (ver pág. 66 del número 169). Agradecimientos (opcional). Párrafo sencillo y conciso entre el texto y la bibliografía. Evite títulos como Dr., Lic., TSU, etc. Bibliografía. Contiene únicamente la lista de las referencias citadas en el texto. Se ordenarán alfabéticamente por


autores y cronológicamente para un mismo autor. Si hay varias referencias de un mismo autor(es) en el mismo año se añadirán las letras a, b, c, etc. Los nombres de las revistas no se abreviarán. Las referencias se presentarán estrictamente en el siguiente formato, incluyendo el uso de espacios, comas, puntos, mayúsculas, etc.:

Leyendas de tablas y figuras. Las leyendas de tablas y figuras serán presentadas en hoja aparte, debidamente identificadas con números arábigos. Cuando una figura contenga varias partes, cada una de ellas deberá estar claramente identificada con letras (a, b, c, etc.) tanto en la leyenda como en la figura.

• Artículo COLLADO, C., C. H. FERNANDO Y D. SEPHTON. 1984. The freshwater zooplankton of Central America and the Caribbean. Hidrobiología 113: 105–119. • Libro, tesis e informes técnicos BAILEY, R. S. Y B. B. PARRISH. 1987. Developments in fisheries research in Scotland. Fishing New Books Ltd, Farnham, England. 282 pp. HERRERA, M. 2001. Estudio comparativo de la estructura de las comunidades de peces en tres ríos de morichal y un río llanero, en los llanos orientales de Venezuela. Tesis Doctoral, Universidad de los Andes, Mérida. 111 pp. • Capítulo en libro o en informe MARGALEF, R. 1972. Luz y temperatura. Pp. 100–129. En: Fundación La Salle (Ed.), Ecología Marina. Editorial Dossat, Caracas, Venezuela. • Resumen en congreso, simposio, entre otros SEÑARIS, J. C. 2001. Distribución geográfica y utilización del hábitat de las ranas de cristal (Anura; Centrolenidae) en Venezuela. En: Programa y Libro de Resúmenes del IV Congreso Venezolano de Ecología. Mérida, Venezuela. 29 de octubre -2 noviembre de 2001, p. 124. • Páginas Web Las páginas web bien establecidas y permanentes, como las de bases de datos, revistas de edición solo digital, se citan en el texto por su nombre y el mes/año en que fueron consultadas. Se colocan a su vez en la bibliografía con más información. (p. ej. en el texto: WoRMS junio 2013; en la bibliografía: WoRMS junio 2013 World Register of Marine Species http:www.marinespecies. org). Otras menos permanentes no serán incluidas en la bibliografía, se escribirán en el texto al momento de mencionarlas, indicando la fecha de consulta.

Tablas. Las tablas deben presentarse cada una en página aparte, identificadas con su respectivo número arábigo. Las llamadas a pie de la tabla se harán con letras colocadas como exponentes. Evitar tablas grandes sobrecargadas de información y líneas divisorias o presentadas en forma compleja y sin tomar en cuenta el formato de la revista. Los autores deberán indicar, mediante una nota al margen derecho del escrito, la ubicación sugerida para la inserción de las tablas. Figuras. Las figuras se presentarán cada una en archivos separados, debidamente identificados con el título resumido del trabajo y su respectivo número arábigo. Los autores indicarán, mediante una nota escrita al margen derecho del artículo (en forma de comentario), la ubicación sugerida para la inserción de las figuras. Serán presentadas preferentemente en blanco y negro. El color puede ser empleado si la complejidad de la gráfica, mapas e imágenes digitales de datos lo amerita, o si una fotografía pierde información sustancial si no va en color. Gráficas y fotografías deben ser nítidas y de buena calidad, evitando complejidades innecesarias (por ejemplo, tridimensionalidad en gráficos de barras, sombras…), usar sólo colores sólidos en lugar de tramas. Las letras, números o símbolos en las figuras deben ser de un tamaño adecuado de manera que sean claramente legibles una vez reducidas, considere que el ancho del área impresa de la revista es de solo 12 cm. Evíte figuras de un formato tal que sea complicado ajustarla a la página de la revista, las relaciones alto:ancho adecuadas son: de 1,54 a 0,63.. Las figuras digitales es conveniente se suministren en formato .TIFF, .JPG u otro estándar no comprimido, con una resolución de 300 dpi. y tener como mínimo 1600 pixeles en su lado más largo. La inclusión de fotografías, gráficas o dibujos en color en el caso de números especiales que se van imprimir en papel deberán ser financiadas por los autores, previo acuerdo con los editores.

Memoria de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales también acepta “Notas”, que consisten en comunicaciones cortas no mayor a seis páginas impresas, incluyendo tablas y figuras. Se mantendrán los encabezados Resumen, Abstract (no mayor a 100 palabras), Palabras clave y el de Bibliografía. Otra modalidad son los “Ensayos” que pueden tener una estructura libre en la división del contenido, pero presentando un Resumen, Abstract, Palabras clave, Introducción y Bibliografía. Los autores recibirán pruebas de galeras para correcciones finales, sin embargo no se aceptarán cambios extensivos, y la versión definitiva les será enviada en un archivo PDF. Si los autores desean separatas de su manuscrito deberán notificarlo a los editores en el momento de recibir la notificación de aceptación de su manuscrito y cubrir los costos que facture la imprenta por este concepto.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.