Félix Vidal Chacón alucinado por la realidad
En la obra de Félix Vidal Chacón se manifiestan con persistencia las imágenes de las carretillas de mano -instrumentos de tracción humana- que casi han desaparecido en los países centroamericanos. Como él cuenta, siempre ha mantenido vivo en su memoria el recuerdo de “una serie de carretillas, una tras otra, despintadas y flojas, recostadas en puertas desajustadas o en paredes mohosas, carcomidas por el tiempo, cuando caminaba por la 24 calle de la zona 1 en compañía de su maestra Isabel Ruiz, con papeles, lápices y una paleta con tres colores primarios”.
El registro mental que Félix Vidal Chacón hizo del olor a tierra mojada que impregnaba el ambiente de aquel día, provocó que su ser aprisionara para siempre los estímulos, de tal manera que convirtió las imágenes de aquellos instrumentos de trabajo duro y pesado en signos y símbolos de sus más íntimos sentimientos y pensamientos.