D U L C E P R E V E N C I Ó N
Pedro Del Medico pedrodelmedico@gmail.com Médico cirujano general. Maestría en Gerencia de Centros de Salud. Actualmente es Director de la Policlínica Metropolitana. Ha sido Director Médico de la Clínica Santa Sofía y del Servicio Autónomo Hospital Vargas de Caracas. Docente en la Facultad de Medicina de la UCV.
Dulce epidemia, amargas consecuencias
Diabetes El siglo XXI, se caracterizará por la presencia de varias epidemias, no necesariamente de índole infecto- contagiosas. Tal es el caso de la diabetes, que conjuntamente con la hipertensión arterial y la obesidad, son consideradas ya las tres epidemias de este siglo, todas con graves consecuencias para la salud de la población mundial, debido al incremento sostenido de los casos a nivel planetario. Hoy en día, más de 240 millones de personas conviven con la diabetes en todo el mundo. En aproximadamente 20 años, se espera que esta cifra alcance los 380 millones. Entre tanto en Ve30
nezuela, la diabetes pasó del 22° lugar, que ocupaba entre las causas de muerte para el año 1955, al 7° lugar en los últimos años, convirtiéndose en un serio problema de salud pública. La glucosa es el combustible necesario para el metabolismo celular, ésta se obtiene de los alimentos que ingerimos, y es la insulina la sustancia (hormona) necesaria para que los azúcares ingeridos sean utilizados en forma correcta por las células para las diferentes funciones que éstas realizan, manteniendo a su vez los niveles de glucosa en la sangre dentro de lo normal (70 a 110 mg/dl). Esta hormona se produce en el pán-
creas, glándula que se encuentra detrás del estómago.
Las personas con diabetes no producen suficiente insulina para metabolizar la glucosa o la insulina que producen no trabaja eficientemente, razón por la cual la glucosa no se puede alojar en las células para ser transformada en energía (metabolismo) y se acumula en la sangre alcanzando niveles elevados. Por esta razón la diabetes es una enfermedad crónica que no tiene cura y que el control médico es indispensable para minimizar la aparición de complicaciones.
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La diabetes se divide en Diabetes tipo 1 (anteriormente denominada diabetes infanto-juvenil o insulino-dependiente, por su aparición en los primeros años de vida), en esta variedad el páncreas no produce insulina o produce muy poco. Si bien sus causas aún no se conocen con exactitud, se sabe que el sistema inmunológico de la persona ataca y destruye las células productoras de insulina (células beta) y éstas no pueden producir más insulina. Los pacientes diabéticos tipo 1 deben inyectarse insulina todos los días para poder metabolizar los alimentos que consumen, de lo contrario podrían sufrir un coma diabético. Los síntomas de este tipo de diabetes generalmente aparecen repentinamente y son: • Ganas de orinar frecuentes y en grandes cantidades; • Sed y hambre excesiva; • Pérdida de peso repentina sin causa aparente; • Debilidad, fatiga y somnolencia; Entre tanto la diabetes tipo 2 (anteriormente diabetes del adulto o no insu-
lino-dependiente) generalmente comienza con resistencia a la insulina, un trastorno en el cual las células no utilizan la insulina de manera adecuada. A medida que aumenta la necesidad de insulina, el páncreas pierde gradualmente su capacidad de producir insulina. La diabetes tipo 2 está asociada con la vejez, la obesidad, antecedentes familiares de diabetes, antecedentes de diabetes gestacional, trastornos en el metabolismo de la glucosa, inactividad física, y raza u origen étnico. Los afroamericanos y los hispanos/latinos corren un riesgo particularmente alto de contraer diabetes tipo 2 y de desarrollar sus complicaciones. Los pacientes con diabetes tipo 2 permanecen sin diagnóstico entre 5 a 10 años, debido a que los síntomas que presentan son leves, en otras palabras, presentan ligera elevación de la glucosa en sangre y por ello no manifiestan los síntomas de la enfermedad arriba señalados. Afortunadamente en muchos casos la diabetes tipo 2, puede ser tratada con un adecuado control del peso (muchos diabéticos tipo 2 tienen sobrepeso), dieta apropiada, reducción de ingesta de azúcar y un programa de ejercicios, en otros casos será necesario también el tratamiento con medicamentos orales y en casos más severos
incluso requerir la administación de insulina. Estos niveles elevados y permanentes de la glucosa en la sangre se asocian con complicaciones en diversos órganos, tales como los ojos (retina), corazón, nervios, riñones y el sistema circulatorio (arterias y venas del cuerpo), inclusive con la muerte prematura, riesgos que pueden disminuir con el tratamiento médico y dietético necesario para estos casos. Estas complicaciones se traducen en enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, presión arterial alta, ceguera, disfunción eréctil, enfermedades del riñón, amputaciones de extremidades, complicaciones del embarazo, entre las más comunes. Como hemos citado hasta el momento, la diabetes es una enfermedad crónica que aparece cada vez más en el escenario mundial, invirtiéndose ingentes recursos económicos en investigación y en campañas de control y de educación a los pacientes diabéticos, hechos que redundarán en minimizar las complicaciones y muertes que esta enfermedad pueden acarrear. Por tal razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 14 de noviembre de cada año celebra el Día Mundial de la Diabetes.
Criterios para el Diagnóstico de la Diabetes • Síntomas de diabetes y determinación ocasional de una concentración de glucosa en sangre igual o mayor a 200 mg/dl. (Ocasional se define como cualquier hora o día sin tener en cuenta el tiempo transcurrido tras la última comida.) • Glucosa en sangre en ayunas igual o mayor a 126 mg/dl. (En ayunas se define como la ausencia de consumo de calorías durante un mínimo de 8 horas) • Glucosa en sangre a las 2 horas igual o mayor a 200 mg/dl durante una prueba de tolerancia a la glucosa oral. (La prueba debe realizarse tal como describe la Organización Mundial de la Salud con una carga de glucosa que contenga el equivalente a 75 gramos de glucosa anhidrada disuelta en agua.) Fuente: The Expert Committee on the diagnosis and classification of Diabetes Mellitus
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