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Colección: Arte Español Contemporáneo. Director: Fernando Fernán-Gómez. Diseño: Alfredo Delgado. Traducción:.Debra Ann Coulton.
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Fernando Ponce.
@ Sergio Cast¡llo
Fernán-Góme2,1987. Luna, 28 - 28004 Madrid ISBN: 84-398-91 65-2 D. L.: fi/. 10.206-1987 Printed ¡n Spain lmpreso por Conde Artes Gráficas, S. A.
DATOS BIOGRAFICOS Sergio Castillo nace en Santiago, Ch¡le, en 925. Recibe los primeros años de formación artística en la Escuela de Bellas Artes y la Academia J u lián, de París y más tarde continúa sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Santiago. '1
.l Desde 957, año en que termina su instrucción en la Universidad de Chile, su obra ha sido ampliamente exhibida en América Latina, Europa y los Estados Unidos. Está incluida en la colección del Kremlin; en el lrr'luseo de Arte Ivloderno de la Ciudad de Méxtco; en el Museo de Arte lr/oderno de Sevilla, España; en la Unión Pan-Americana de Washington D.C.; y en el N4useo de Bellas Artes de Valparaíso, Chile. Ha sido invitado a realizar viajes de trabajo por los gobiernos de Gran Bretaña, Francia, Alemania Oriental y Estados Unidos. Representó a Chile en las Bienales de Sao Paulo y París, y en la
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Exposición Latino Americana del lVluseo de Arte Moderno de París. Es poseedor de numerosos premios y medallas, concedidos por diversos países europeos y americanos. Ha creado alrededor de cincuenta monumentos públicos, repartidos en ciudades de todo el mundo; entre los más importantes se encuentran, el dedicado al "Trabajador", en lVladrid; la conmemoración a Caracas, en Santiago; el ofrecido a la memoria de l\rlartín Luther King, en el Campus de la Unversidad de Boston; y el "Phoenix", que figura en los terrenos del Hospital del Trabajador, en Santiago. De 1965 a 1973, Castillo impartió la ense-
ñanza como profesor de escultura en la
Escuela de Bellas Artes en Santiago, Chile. En 1968 fue invitado por la Comisión Fulbright, como protesor en visita, a la Universidad de California, en Berlkeley. En los últimos años viene impartiendo con asiduidad clases de escultura, en trabajo directo sobre metal, a los estudiantes de la Universidad de Boston. Desde 1 974, vive y trabaja en San Lorenzo de El Escorial, España. Actualmente se encuentra en Boston, realizando una escultura conmemorativa por encargo de aquella Universidad para ser instalada frente a su Departamento de Ciencias. 6
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PROLOGO DE UN ENCUENTRO LAS IVANOS Y EL HIERRO Cuando él recuerda sus comienzos, lo hace a partir de su inmediata v¡s¡ta europea tras concluir largos años de estudios de arte en su país. La estancia de Castillo en Roma le depara el primer hallazgo con una materia en estado de deshecho que va a inclinarle definitivamente hacia el exclus¡vo sistema de trabajo sobre el que, desde entonces, se cimentará Ia ejecución de toda su obra. No es dif ícil imaginar la suges-
tión emanada de aquellos hierros viéjos
a tránsito de chatarra- para la -condenados facultad creadora de un joven artista predispuesto a captar cualquier motivo de inspira-
ción. Trozos de metal retorcido y oxidado, esperando sólo que el espíritu de un nuevo pigma-
lión viniera a rescatarlos de su inutilidadientenc¡ada hasta incorporarlos a una dignidad de valor permanente. El escultor descubre entonces la necesidad del contacto ya una relación tác -se establece til con el hierrola utilidad practicable de sus manos al tener que elegir, seleccionar, cortar y construir con la ¡ntervención imprescindible de la soldadura. Se decide en ese momento, tras el primer paso en busca del lenguaje que ha de aplicar a éstas experiencias iniciales, una
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carrera consagrada a la investigación y al estudio, no sólo de los materiales, sino a ser uno de los pioneros que en ese momento realizan el trabajo directo sobre metal. Asignatura con la que desde muy temprano se identif ican y comprometen las manos del escultor, El camino emprendido le ofrece sucesivas descubiertas que, inevitablemente, conducen a la fragua, a la conquista por la forja de conceptos y formas propias otorgados al metal. Comienza a familiarizarse con elementos asociados a la materia en la que se afirma su oficio: el fuego, el agua, el aire; y ésto sin duda alguna, como un fenómeno de simbiosis natural,
determina el carácter telúrico contenido en
gran parte de su obra.
EL LEGADO DE LOS SIGNOS Las primeras manifestaciones que aparecen en la escultura de Castillo, están dando réplica a ese compendio de símbolos representativos tan profusamente ilustrados por la humanidad desde sus más remotos períodos. La figura mítrca del toro, concebida en actitudes y planos reveladores de la f uerza y el poder vital; el gallo, mostrando con su aspecto tenso y prepotente
I
todo lo que simboliza combatividad y v¡gor sexual; el caballo como signo de resistencia, de perfecta adaptación al hombre, y presencia incuestionable en la historia de su cultura; los pájaros, señales móviles en expansión, que ya descubren una de las constantes propias de muchas de las composiciones del artista. Y, cómo no, las imágenes esquematizadas de primrtivas divinidades, tótems y figurillas que vuelven a concretarse desde sus más elementales orígenes para ofrecernos en su memoria recobrada el recuerdo ineludible de los nuestros En hierro o en bronce, Sergio Castillo cumple el primer capítulo de su dilatado quehacer en el exámen profundo de una herencia cultural lo suficientemente útil para seguir construyendo sobre sus huellas, srgnos originarios todavía v¡gentes, en cuyo contenido figuran nuestras señas de ident¡dad y las del medio al que pertenecemos.
LA DINAIVICA DEL ESPACIO
Como un desencadenamiento ritmico en respuesta a estímulos sucesivos que van ordenando el proceso creador, la trayectoria del 10
escultor se desarrolla en función paralela a las leyes que rigen el equilibrio de la naturaleza, Desde su posición de individuo perteneciente a esa naturaleza, la primera mirada de Castillo se hacía obligadamente introspectiva, en una aproximación indagatoria sobre sus propias raíces. Pero una vez afianzado en su reconocimiento considera que su pertenencia no se reduce a una toma de posición confinada a los límites de donde procede. Surge entonces la conciencia del hombre universal y emprende la andadura hacia donde, no hace mucho, el ser humano acaba de entrar en relación con nuevas vías para abrir espectativas al destino de su futuro: el espacio exterior, la ansiada cita del hombre con el un¡verso.
Allí, foco inabarcable de una actividad de fuerzas constante, se fraguan todas cuantas man¡festaciones puede crear la energía, repitiéndose como reflejos exactos los mismos procesos que hicieron posible nuestra ex¡stencia. Y Castillo extiende su búsqueda a principios más lejanos, trazando una dirección elíptica que va a cerrar su curva en el mismo punto en que la abrió. Ciñéndose al único lenguaje posible para expresar su idea del espacio, abstrae la materia a su más pura síntesis descriptiva y la somete a toda suerte de movimientos, tensiones, curva11
turas, equilibrios, encuentros y expansiones, como un asombroso desplregue de fuerzas cósmicas engendradas por la energía. Materializadas en hierro, acero, latón o bronce, hijas también de la forja y la soldadura, rotundizan de forma explícita el cód¡go de correspondencias que establecen la participación absolula de todo cuanto se produce entre el hombre y el universo. RESTROSPECCION Y GENESIS Siguiendo ese proceso típico que anima todo espíritu indagatorio oe volver atrás mientras se avanza en fases alternat¡vas para fijar la situación de cada descubrimiento, Castillo adopta un nuevo enfoque al esgrimir el argumento de su temática; y los planteamientos espaciales le conducen directamente a una recapitulación sobre los enunciados de la naturaleza, el orígen de la vida como consecuencia del poder energético liberado del cosmos. Las esculturas adqu¡eren en esta época una sol¡dez y contundencia volumétrica en perfecta asociacrón con el motivo que las hace posibles. La materia se concentra, se cierne como una masa protectora sobre el núcleo guardado en su ¡nterior. Obedientes a un despliegue de r¡tmos crrculares, centrípetos, formando planos 12
cóncavos y aberturas oblicuas, los símbolos de la vida aparecen sugeridos en un repertorio de formas que representan diversas fases germinales; la idea de semilla, fecundación, enclaustramiento, apertura y eclosión, circula como un hábito de silencioso intimísmo por estas composiciones de indudable elocuencia estética. Los materiales son tratados con un propósito espec¡al y alternan una diferenciación contrastada de texturas, destinadas a resaltar el carácter expresivo que corresponde a cada elemento.
Hay también en estas representaciones de esfera interrumpidos por esa -proyectos modificación continua que impone su propia etapa embrionaria- un paralelismo efectivo sobre su contenido total. El ciclo de alteraciones que tienden a transformar el orden compacto al abierto no parecen limitarse sólo a expresar el acto evolutivo que genera la vida en seres o especies de inmediata localización, sino también remitir la idea a referencias mucho mas amplias, donde el sistema cosmogónico se manifiesta y opera sus metamorfosis ofreciendo en imágenes y movimientos muy similares sus propias claves genéticas. En este período de reflexión sobre el factor originario Sergio Castillo centra y acumula en su trabajo un resumen denso, prolijo y medi13
tado, que define la confronlación simultánea de todas sus experiencias.
CUALIDAD DE LO IVONUIVENTAL Uno de los principales méritos que caracterizan la trayectoria artística de Castillo, es su
dimensión como escultor monumentalista. Esto es fácilmente apreciable observando su quehacer desde los mismos comienzos; la gran mayoría de sus composic¡ones parecen estar concebidas por un deseo vehemente de participación con el aire libre, en plenitud con el exterior. Por tanto, no es casualidad que desde muy pronto, las formas estilizadas o compactas, pero siempre en súbito desarrollo que s¡gn¡f ican su obra, empiecen a familiarizarse coñ el ambiente de distintos lugares del mundo.
Fragmentos de metal, varillas y chapas pasan por sus manos y, a golpe de martillo, en forja o soldadura, van sometiéndose a los difíciles ejercicios de concepción, acoplamiento, equilibrio, hasta poseer una entidad propia e independiente que, desde su definitiva ubicación, habla a los hombres de diferentes nacionalidades ese lenguaje común exaltador de valores universales, libertad, trabajo, estudio, dignidad, belleza, esperanza y todo cuanto 14
resume la causa a que están dedicadas las obras de Castrllo: humanismo. Una motivación lo suf icientemente grata para inspirar sus composiciones abiertas, generosas como el impulso de fuga buscando todas las direcciones, en permanente ansia de vuelo, de pirueta aérea; traduciendo en su inquieto estatismo la enorme riqueza expresiva de un mundo en perpetua evolución. Considedar a Sergio Castillo como uno de los escultores contemporáneos con méritos suficientes para compartir la representatividad de la plástica actual, es un justo reconocimiento que él tiene ganado de antemano. Al que no se merma ni añade en su certeza ratif icarlo aquí de nuevo.
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16
"Desarrollo en el espacio" l957.70 X 40 X 30. LatĂłn
18
"Expansiรณn solar" 1957. 120 X 60 X 30. Latรณn
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"Catedral" 1959. 100 X 15 X 15. Hierro soldado
19
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iยง,,-&, 20
"Composiciรณn" 1960 60 X 60. Hierro
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"Hermandad" 1 969 800 X 300 X 200 Acero corten Sausalrto San Francisco, Californla.
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''Free at last Homenaje a N/ Luther Krng I975 Acero corten forlado Boston.
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Explosiรณn" 1986. 140 X 140 X 80. Acero inoxidable.(Proyeclo para monumenlo en Boslon.)
26
''Moa ' I969 I,20 Hierro soldado y repujado Colecciรณn Alva Gimbe New York []SA
"Cabez'a de Lenin" 1972. 1 m. Hierrro forjado y soldado. Actualmente en el Kremlim, It/oscĂš.
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28
"Eva" 1 984.20 X 20 X 20. Bronce.
'Vuelta al hogar" 1986. 30 X 30
X
15. Bronce.
29
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F§kmrexw.
30
Ans as de ,Âżolar' 1972 100
X I0O X 30
H erro forlado
y soldado
"Tercer mundo" 1972. 150 X 100 X 100. Hierro foriado y
soldado
31
3¿
"Proyecto para monumento" 1983.35 X 35 X 1S. Latón.
(, (,
'Despegue" 1986. 35 X 60 X 20. Acero inoxidable
34
"Luna" 1912.50 X 50 X 50. Hierro soldado y forlado. Museo del Arte Conlemporรกneo Latinoamericano de Washington.
"Madame Yvonne" 1972. 60 X 60 X 60. Hierro forjado
35
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36
Hermafrodita" 1973.60 X 20 X 20 Hierro soldado y forlado.
'Germinaciรณn" 1983. 35
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20 X 20. Bronce.
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38
Proyecto de monumento" 1974.1 00 X 20 X
20
Bronce
'Pelea de gallos 19/5 45 X 30 X 30. Hierro forjado
39
40
"Tensiรณn" 1987 70 X 70 X 20. Acero inoxidable (Proyecto para monumento.)
41
42
"Homenaje a Neruda" 1 976. 50 X 23 X 1 8. Bronce.
i ,
Homenajc al trabajaclor" 19Bl . LeganĂŠs lt/adrid
43
44
"Violaciรณn" 1983 25 X 25 X 20 Acero inoxtdable
"Venus" 1983. 30 X 25 X 20. Acero inoxidable forjado.
45
cl)
'Toro" 1981 50 X 60 X 40. Hierro forjado
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"Gestaciรณn" 1983 70 X B0 X 50. Hierro y acero inoxidable forjados
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lvlanzana" 1976. 25 X 20 X
20
Bronce
"Expiosiรณn".1984 40 X 40 X 40, Acero inoxidable
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50
Homenaje a un amigo" l9B5.35 X
l3 X 5
Bronce
"Onda lunar" 1985. 130 X 100 X 15. Latรณn soldado y forjado
51
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"l",4ovimrento' 1986 200
X 100 Latรณn y acero noxidable
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"Vuelo" 1986. 80 X 130 X 30. Latรณn soldado y patยกnado.
BIOGRAPH ICAL I NFORIVATION
Sergio Castillo was born in Santiago, Chile, in 1925. He received his first years of artistic training at the Fine Arts School and the Julian Academy of Paris, and later continued his studies at the Fine Arts School in Santiago.
Since 1957, year in which he finishes his schooling at
the University of Chile, his work is widely exhibited in Latin America, Europe and the United States. lt is in-
cluded in the collection of the Kremlin, in the Museum of Jt/lodern Art of lVexico City; in the lVuseum of fi/odern Art of Seville in Spain, in the Pan American Union of Washington, D.C.; and in the lr/useum of Fine Arts of ValparaĂso, Chile. He has been invited to make work trips by the governments of Great Britain, France, East Germany, and the United States. He represented Chile in the biennials of Sao Paulo and Paris in the Latin American Exhibition of the lt/useum of fi/odern Art of Paris.
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He has been awarded numerous prizes and medals by several European and American countr es. He has created around fifty publlc monuments, distributed in citles
throughout the world, among the most important are: that which is dedicated to the "Laborer" in Madrid. the commemoration to Caracas, in Santiago, that oflered in memory of Martin Luther King, on the campus of Boston University, and the "Phoen¡x", found on the grounds of the Laborers Hospital in Santiago. From 1965 to 1973, Castillo taught at the Fine Arts School in Santiago, Chile, as a professor of sculpture. ln I968 he was invited to the University of Californ¡a at Berkeley, as a visiting professor, by the Fulbright Commission. ln the last few years he has been giving sculpturing classes on a regular basis, direct work on metal, to the students al Boston University. Since 1974, he l¡ves and works ¡n San Lorenzo de El Escorial, Spain. Presently he is in Boston, making a commemorative sculpture by order of that University to be installed in f ront of rts Science Deparlment. PRELUDE TO AN ENCOUNTER THE HANDS AND THE IBON
When he remembers his beginnings, he does so parting from his immediate European visit after finishing many years of art studies in h¡s country. Castillo's stay in Rome provides him w¡th the first encounter with a broken materjal
wh¡ch is going to definitively incline him towards the exclusive system of work that, since then, will establish the execution of all of his work. lt is not difficult to imagine the stimulis ernanated from those old irons - condemned to the junkyard- for the creative faculty of a young artist predisposed to capture the least impulse of inspiration. Peices of twisted and rusted metal, waiting only for the spirit ot a new Pygmal¡on to come and rescue them
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from their sentenced uselessness and incorporate them ' into a dignity of permanent value.
The sculptor discovers then. the need for contact -a tactile relalion rs now establlshed wilh the iron- the
workable utility of his hands on having to choose, select, cut and construct with the essential intervention of the soldering. He makes up his mind at that moment, after the lirst lteo rn search of the language thal musl be applred to lhese initial expeflences. a career dedicated tรณ ihe research and study, not only of the materials, but of beinq one ot the pioneers that al that time does work drrectlion the metal. Subiect wilh which the sculptor's hands identify and compromise very early. The road undertaken offers him consecutive discoveries that inevitably lead to the forge, to the conquest for the forging of concepts and his own forms conferred on the metal. He begins to familiarize himselt with elements associated with the material in which his trade is estab-
lished: fire. water, air: and this without a doubt, as a phenomenon of natural symbosis, determines the earthy character contained in a great part of his work. THE LEGACY OF THE SYMBOLS The f irst manifestations that appear in Castillo's sculpture, are givยกng rebuttals to that compendium of repre-
sentative symbols so profusely illustrated by humanily since the ilost remote periods. The mythical figure of the bull. conceived in revealยกng attitudes and planes of the vital strength and power; the rooster, showing with his tense and powerful aspect all that symbolizes aggres siveness and sexual vigor; the horse as a symbol of resistance, of perfect adaptation to man, and unquestionable presence in the history of their culture, the birds mobile signs in expansion, now lhat they discover one 57
of the constant characteristics of many ol the artist,s composilions. AnO, ot course, the schematrzed rmaoes of pímttive dtvinitres. tolems ano figunnes lhat eslabish themselves from thetr most elementary origins to offer us ¡n lherr recovered memorv. the unavorda-ble memory of ours
ln iron or in bronze, Sergio Castillo completes the f¡rst chapter of his vast work in the close exámination of a cullural henlage sufficrently useful to conlinue buildino over ¡ts trac(s: origlnal symbols Stilt valrd, rn whose conl tent appear our dtstingurshtng signs of identrty and those of lhe medrum to which we belong THE DYNA[,4ICS OF SPACE
Like a rhythmical release in answer to conseculive
stimuli that organtze the creative process, the evolution of lhe sculptor oevetops in paral¡el function to the laws thal govern nalure. Fro.n his position as an tndividual belonging lo that nature. Casti o s frrst loo( obligingly became introspective, in an investigative approxirñatóÁ of his own roots. But once he is secure in tñeir identifi_ cation, he constders that hrs dominion is not reduced to laking a posilion conflned to the hmits of where thev o ginale from. And so emerges Ine consclence of unr'_ versal man and sets out lowards where. not lono aoo the human berng had lust entereo rnto relalion witi néw r'reans to open lhe way to the destrny of his future: the exleflor space. man s long-awatled meeting with the unt_ verse.
There, in the non-embracing focal point of a constant aclrvrty ot torces, are designed a¡l ot ihe manifeslations that energy can create. repealtng lhemselves l¡ke exacl rellecltons or lhe same processes lhat made our extstence possibie. And Cast llo exlends his search to more 58
remote orincrOles, lracrnq an etlrplical direction lhat wrll close its curvé at the same point where it was opened He limrls htmself to lhe only language possible to exoress his rdea of space. he abstracts the material to rts most oure descriptive svnthesis and sublecls rt to all tvoes óf movemenls, tenstons. curvalures, balances enicjunters and expansions, like an astonishing dlsplay of cosmic torces qénerated by the energy. Iy'aterialrzed in iron, steel, brasl or bronze. oftsprlng also of the forge and the solder, explicitly complele the correspondence codes that establiéh the absolute participation of all that is produced between man and ihe universe. RETBOSPECTION AND GENESIS
[ollowtno thal tvptcal process thal encourages all inveslioativeloirrts io oo back while advancing ln alternatrve p"hases tb set the posilion of each discovery. Castillo áoc5r. new approaóh on brandishlng the reasonrng of " airb tne spatiat establ¡shments drive him ñ,s [nemaric; directly to a recapitulatión of the declarations of nature, of lifó as a consequence of the energetic in" "o'ut"" power freed from the cosmos. ln this Deriod the sculptures acquire a solidlty and volumelrió forcefulness ln perlect associatron with the motive that makes lhem possible. The material is concentrated, it hovers like a protective mass over the áuarded nucleus of tts rnterior Obedient to a oisplay of órrcular, cenlripetal rhythms. torming concave planes and slanttno ooeninos, lhe symbols ot lile appear sugá"iteo in ár.eioeto'ie of forms lhat represent diverse üei.inal phases: lhe ldea ot the seeo. tertilization clois-. ieiino. oobnino and blossoming. circulates hke a halo of extreheiv intiñlate srlence aróund these compos¡tions ot undoubtable eslhetrc eloquence The malerials are 59
treated with a specrat purpose and alternate a conlrasted
drfterentiaIon ot textures. destined to htghlight the expressive character that corresponds to e;cñ element. ln lhese representalrons there is also of -Drotectsthat interrupted sphere tor that contrnuous modficaúon imposes ils own embryon¡c Ohase- an ettective oarallelism over the total content. The cycle of alterállons that lends to transform the compact order to the ooen. they do not seem to limit themselves only to expres'srnq the evolutronary act lhat qenerates life rn'belnoó or soel cres of immedrate localtzátion. but also of givin-g the táea to references much more extensive, wheie thé cosmo_ gonic system manifests itself and works its metamor_ phosis otferng its very genettc keys in very similar rmages and movements. ln period of reflection about the original factor, ^ this Sergio Castillo centers and accumulates in" f¡is wóit< á lhick summary, long-winded and meditated, that defines lhe simultaneous contronlation ot all of his experiences.
QUALIry OF THE IVONUMENTAL One of the princ¡pal merils thal characterizes the ar-
IrStrc evolul¡on of CaSlillo is h¡s d¡mensron as a monumentalist scu¡ptor. Thrs ¡s easily appreciated observino hrs work,rom the very beginnings: the great maioritv o'Í
nrs compostttons seem to be conceived by a'ferúent desire for partic¡pat¡on w¡th the open atr. comDletelv rmmersed in lhe exterior. Therefore. il rs nol surprrsrnó lhat srnce very earty. the forms. stylized or compáct. Oui
arways rn unexpecled development thal sronifv hrs worx beg¡n to famitiarize themselves with the aimósphere oi different places of the world. Fragments of metal, rods and sheets. oass throuoh his hands and. hammered. forged or solOeired, they u"n_
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dergo the difficult process of conception. couplng' ba lanóe, until achieving a single and individual entily thal from its definitive position, speaks to men of different nationalities in that common language pra¡ser of universal values, freedom, work, education, dignity, beauty, hope and all that summarizes the cause to which Castillo's works are dedicated: humanism. A motivation pleasant enouoh lo inspire hrs open composltlons. in permanent
to prroulle in the air: expresslng in _its iestless powér the enormous expressive wealth of a world in perpetual evolution. To consider Sergro Castillo as one of those contemporary sculptors with sufficient merits to share in the reoresenlation of present oay plaslrc. rs a iusl acknowleáoemenl lhal he has already ga,ned. To thal whicn doe-s not dwrndle nor rncrease ln lts cerlalnty ratifylng lt here once again. yearn-ing to fly,
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TITULOS PUBLICADOS 1. CASTRORTEGA - José Manuel Alvarez Enjuto
2. MIGUEL ALBERQUILLA - José María lglesias 3. LORENZO MENA - Anton¡o Leyva 4. ANGELA - Felicidad Sánchez Pacheco 5. MIGUEL NAVARRO - Fernando Ponce 6. JOSE LUIS FEBNANDEZ - Fernando Ponce 7. TORRENT - Eva María Arnaiz 8. VIOLA - José Manuel Alvarez Eniuto 9. TOSAR GRANADOS - Julio Trenas 10. SUAREZ - José María lglesias 11. SESE - José Garneria 12. FRANCISCO SORIANO - Felicidad Sánchez Pacheco
13. MURIEDAS - Fernando Ponce '1
4. NIETO - Felicidad Sánchez Pacheco
15. MIGUEL VICENS - A. M. Campoy 16. SERGIO CASTILLO - F. Sánchez Pacheco 'I 7. BUDESCA - A. Fernández Molina 18, RIBERA BERENGUER - CATIOS ATEAN 19. ARTURO MARTINEZ - José de Castro Arines 20. HERMAN KÓN|G - José María lglesias
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