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LOS PRECIOS DEL PESCADO EN LA CIUDAD DE CARACAS Y SU COMPORTAMIENTO EN EL 2019

Neira Soto y Abelardo A. Riera F.- FUNDATUN (20 de Enero 2019)

La Tabla 1 muestra los precios promedios de varios rubros pesqueros que se comercializaron en fresco durante los primeros quince días del mes de marzo del presente año en la ciudad de Caracas; también se observa su comportamiento con respecto al mes inmediato anterior. La información fue obtenida a través de observaciones directas, realizadas por personal de investigación de la Fundación en algunos supermercados, mercados municipales y pescaderías ubicadas en zonas del este y centro de la ciudad.

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Tabla 1.- Precios promedios para los principales rubros pesqueros en la ciudad de Caracas

El resultado, de la información recopilada, indica que entre los productos que se ofrecieron con mayor precio promedio reaparecen la curvina y los camarones, adicionales al calamar y la merluza; los cuales se ubican en un rango de precios promedios que superan los 21.000 Bs/Kg y hasta casi los 35.000 Bs/Kg. En cuanto a los productos disponibles, que se mercadearon al menor precio promedio, se observa que la pepitona se mantiene como el rubro más económico, con un precio promedio de 4.100 Bs/Kg, y entre los pescados encontramos la lamparosa y la caballa, con precios promedios ligeramente superiores a los 7.000 Bs/Kg.

Aún mantiene en vigencia la Gaceta Oficial número 41.536 del 30 de noviembre de 2018, que contiene la resolución de la Vicepresidencia Sectorial de Economía mediante la cual se autoriza el acuerdo alcanzado para la fijación de los precios al consumidor en los productos de la cesta básica. En ella se establecen los precios del Atún Enlatado de 140 gramos en BsS 430; de la Sardina en Lata de 170 gramos en BsS 200 y de la Sardina Fresca en 40 BsS/Kg. Precios difíciles de conseguir, inclusive dentro de algunos de los operativos de venta desplegados por el gobierno (Feria del Pescado – Caravana de la Sardina).

Se observa que aumentan a 16 el número de rubros evaluados que muestran precios “estables” o de “cero variación”; sin embargo, a diferencia de evaluaciones previas, hay tres productos (indicados en las casillas azules), dos con precio estable (calamar y jurel) y uno con una disminución marginal (lamparosa, producto de la ausencia en uno de los expendios evaluados), que verdaderamente mantienen su valor con respecto a la evaluación anterior. La realidad de los otros 14 productos, con “ausencia de variación” del precio promedio, se asocia directamente a una real ausencia de la oferta de productos al consumidor. El número de rubros evaluados ausentes mantiene la tendencia a estar muy cerca de la mitad de los rubros evaluados en la lista (45,16%); tendencia que se ha mantenido desde Diciembre de 2017; fecha en la que se empezó a verificar el fenómeno de esta ausencia en los rubros evaluados. Debe recordarse que es poco lo que los actuales puestos en la lista pueden estar indicando; dado que, cuando reaparecen, los rubros ausente regresan con fuertes ajustes de precio y saltan puestos por encima de rubros ausentes de mayor valor.

Un tercio (5 de 15) de los rubros disponibles en la lista de evaluación reaparecen después de un período de ausencia; lo cual ubica por encima del 33% la renovación de la lista de productos ofertados al consumidor. Desaparecen de la lista rubros como el lebranche, el mejillón, el mero, la raya, el roncador y el tajalí.

Los rubros que retornan a la oferta (al estar ausentes al menos en la evaluación del mes inmediato anterior) se detallan a continuación con sus alzas: a) la caballa, que retorna después de catorce meses de ausencia, con un alza superior al 1.021.034%; b) la curvina, ausente durante cuatro meses, regresa con un alza superior a 4.673%; c) los camarones, que reaparecen después de dos meses, con un aumento superior al 995%; d) el pargo, ausente en la evaluación del mes previo, con un alza sobre los 517%; y e) el carite sierra, solo ausente en el mes anterior, con un alza de casi 419%.

Entre los rubros presentes que muestran incrementos en su cotización promedio aparecen: a) la merluza, que aumenta más de un 74%; b) el bonito, con poco más de un 54% de aumento; c) el corocoro, con más del 32% de incremento; d) el atún, que casi alcanza el 17% de aumento; e) el cazón, con un alza superior al 15%; f) el bagre, con más de 5% de aumento; g) el cataco, apenas superando el 4% de aumento; h) la lisa, con más del 3% de alza. Es de hacer notar que todas las alzas de los rubros que permanecieron en la oferta se mantuvieron por debajo de las tres cifras porcentuales de aumento; situación que ocurrió en el mismo mes del año pasado, adicional a los meses de Mayo y Agosto de ese 2018.

La brecha de precios promedios, entre el rubro evaluado disponible de mayor y de menor valor, se situó en casi las 7 veces el de menor valor promedio registrado. Ésta diferencia queda establecida, por los momentos, en 29.800 Bs/Kg; teniendo un crecimiento superior al 42% con respecto a la del mes anterior. La variación del precio promedio del rubro disponible de menor valor, con respecto al considerado para el mes inmediato anterior, disminuyó un 18%; dado que la pepitona fue el único rubro que mostró un retroceso real en su precio promedio. Por el lado del rubro de mayor valor, la variación de un mes al otro fue superior al 134%; siendo el calamar sustituido por la curvina, como rubro referente de mayor valor promedio.

El seguimiento mensual de los rubros indica que se mantiene la tendencia de las ausencias y la variabilidad en los rubros ofertados al consumidor; adicional a las rápidas y elevadas variaciones de los precios. La situación ha sido advertida reiteradamente en esta misma sección desde boletines previos y debería ser motivo de atención a todos los niveles. Se debería trabajar en corrección de las causas de la desaparición de rubros en la oferta al consumidor y en soluciones para atenuar las consecutivas alzas. Variadas son las causas, explicaciones y justificaciones (sean valederas o no), pero las mismas no son motivo de análisis del presente artículo.

La “veda” de los recursos pesqueros

Las vedas se establecen con el fin de garantizar la sostenibilidad de los recursos pesqueros y es deber del estado mantener un monitoreo constante que garantice el tiempo de descanso correspondiente de las pesquerías. Las vedas no solo implican el “abstenerse de capturar” sino también el comercializar durante el periodo establecido. Algunas de las principales vedas se listan a continuación:

La sardina, su pesca está prohibida entre el 15 de diciembre y el 1 de marzo, ambas inclusive; quedado exceptuada la captura de sardina para carnada.

El pulpo tiene un período de veda de 1 de enero al 30 de junio.

La pepitona tiene tres períodos de veda: del 15 de julio al 30 de julio, 1 de octubre al 15 de octubre y del 15 diciembre al 15 de enero.

El tahalí tiene un período de veda del 15 de abril al 15 de junio, la talla y peso permitido es mayor o igual a 90 cm y mayor o igual a 500 gramos. La norma aplica a escala nacional.

La langosta tiene un período de veda del 1 de febrero hasta el 30 de septiembre

Para la pesca fluvial hay un período de veda que está establecido en los ríos Apure y Orinoco, que abarca desde el 8 de abril al 1 de mayo respectivamente.

De igual manera, existen recursos con veda permanente como el botuto y el pepino de mar.

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