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VENEZUELA Y LA IMPORTANCIA DE SU FLOTA ATUNERA EN EL OCÉANO PACÍFICO ORIENTAL

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EDITORIAL

EDITORIAL

Carlos E. Giménez B. y Abelardo A. Riera F.- FUNDATUN 23 de Septiembre 2019

MIRANDO HACIA EL PACÍFICO ORIENTAL

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La necesidad de garantizar la materia prima para la industria de conserva, que poseía una capacidad instalada capaz de procesar alrededor de las 22 mil toneladas de atún mientras que la flota nacional atunera nacional apenas producía 2 mil toneladas para el año 1978, y ante las ya crecientes dificultades para procesar otros rubros como la sardina, dado el carácter estacional de la captura de ésta especie, hacen que nuestro país explore las posibilidades de participar en una pesquería de túnidos distante, como la que se realizaba en la zona del Océano Pacífico Oriental Tropical, desde comienzo de la década de los setenta. La falta de experticia y de conocimiento de los connacionales deja en evidencia una nada clara viabilidad de esa experiencia, por lo que se hace necesario explorar las posibilidades de permitir el desembarque de buques atuneros extranjeros. Para hacer viable tal posibilidad es necesario brindar VENTAJAS COMPETITIVAS a esa flota, decidiendo otorgarles un precio preferencial de combustible en una proporción 1½:1; es decir, litro y medio de combustible diésel por cada kilogramo de atún desembarcado; lo cual implicaba la exoneración de impuestos de importación y tasas de servicios aduaneros. Esta política es cambiada a partir de 1979, estableciendo reglas de juego como el ARRENDAMIENTO CON OPCIÓN DE COMPRA; lo que va a permitir en corto plazo la formación de una flota atunera propia. MIRANDO HACIA EL PACÍFICO ORIENTAL

El cambio de política pesquera logra un fomento de la actividad tal que la producción del pacífico de las cuatro principales especies, que para 1978 apenas superaba las tradicionales dos mil toneladas, ya en el año 1982, con unidades arrendadas con opción a compra, elevaba la producción a casi las 30 mil toneladas. Para al año siguiente, la producción combinada de esas especies y de ambos océanos rondaba las 60 mil toneladas y se estableció el entonces conocido 60:40 que consistía en un acuerdo entre la Asociación de Industriales y la Federación Pesquera, destinando el 60% para exportación y 40% para el consumo nacional. A su vez, Venezuela se incorpora a los países que fueron acumulando derechos históricos en la zona de Alta mar, derechos que hoy día están claramente establecidos a través de la participación de nuestro país en las Convenciones Multilaterales como la Comisión Interamericana del Atún Tropical - CIAT-, que rige las pesquerías de túnidos en aguas del Océano Pacífico Oriental, y la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico -CICAA o ICCAT- que gestiona las pesquerías del atún y especies afines en el Océano Atlántico y zonas adyacentes.

Lo que de manera general denominamos “ATÚN”, corresponde a una agrupación taxonómica de peces denominada “Tribu Thunini” dentro de la mayor subfamilia (Scombrinae) de la familia de los escómbridos (Scombridae); esta última reúne a Atunes, Bonitos, Petos, Carites, Caballas, entre otros. La “tribu”está conformada por unos 5 géneros y unas 17 especies; de las que fundamentalmente cuatro son capturadas por nuestra flota en la franja tropical: el Atún Aleta Amarilla (Thunnus albacares), el Patudo u Ojo Gordo (Thunnus obesus), el Listado o Barrilete (Katsuwonus pelamis) y el Atún Blanco o Albacora (Thunnus alalunga). Los túnidos están incluidos en el Acuerdo de la ONU para la gestión y conservación de especies transzonales y altamente migratorias (Anexo I de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar del 10 de Diciembre de 1982) y es la razón para pertenecer a las comisiones internacionales que rigen su ordenamiento pesquero y conservación.

Desde la incorporación de Venezuela a las pesquerías atuneras del pacífico, ha quedado evidenciada la potencialidad y la relevancia de la necesaria participación en esta área. Al año siguiente de su incorporación, ya la producción de la flota venezolana del pacífico superaba 1½ veces la producción de la flota venezolana del Caribe-Atlántico; tendencia que fue incrementándose hasta valores extremos, superiores a las doce veces en 2008. Sin embargo, principalmente por la pérdida de muchas de las ventajas competitivas y aunadas al deterioro de la situación económica del país, han producido una tendencia perniciosa a la caída de esta relación; orientada principalmente por la disminución de la producción de la flota del pacífico, mientras que la del Caribe-Atlántico se ha mantenido en sus valores promedios de producción hasta la fecha.

En reiteradas reuniones, de los responsables de la flota atunera pacífica con las autoridades del ordenamiento pesquero, la relevancia e importancia de la presencia de la flota venezolana en aguas del pacífico no pareciera estar bien entendida; e inclusive la defensa de los DERECHOS HISTÓRICOS ya adquiridos, parecieran estar un poco a la deriva, por los retrasos en honrar los compromisos y en la ausencia de las delegaciones nacionales en algunas de las diversas reuniones de las subcomisiones de la CIAT; manteniendo una presencia técnico-científica en otras, principalmente a través del personal de esta fundación, para el cual se solicita la respectiva acreditación.

NUESTRA VENTAJA COMPETITIVA

Entre los elementos más relevantes que influyeron y permitieron el desarrollo de la pesca atunera en el país, en su mejor momento, figuran: 1.- un mercado interno de consumo muy importante; 2.- una infraestructura portuaria y de servicios conexos altamente desarrollada; 3.- una importante capacidad frigorífica instalada, capaz del manejo de exportaciones; 4.- una alta capacidad instalada de procesamiento, superior a cualesquiera de los países latinoamericanos, incluyendo México, en aquel entonces; 5.- un elevado potencial de exportación basado en la excelente ubicación geográfica; 6.- precios del combustible, como país productor, altamente beneficiosos para el desarrollo de la actividad (ventaja de las más importantes para el desarrollo de la actividad); 7.- un recurso humano altamente capacitado y muy bien formado para operar y gerenciar todos los ámbitos de la actividad (trabajo, investigación y gestión de los recursos); y 8.- la importancia del alcance y relevancia lograda por la participación histórica en el área del pacífico, que nos permitió la ganancia de DERECHOS HISTÓRICOS. NUESTRA VENTAJA COMPETITIVA

Adicional a algunas ventajas de carácter ocasional como beneficios fiscales (exoneración impuestos), legales (de apoyo para sortear dificultades) y voluntad política (al inicio) por su importancia social (empleos) y económica (generación de riqueza).

Sin todas esas ventajas que exhibe el país para lograr una actividad atunera prospera y permanente no serían suficientes para competir con los centros de operaciones ubicados estratégicamente en lugares más cercanos a los principales caladeros de atún; por lo que es necesario tener siempre presente la necesidad de ajustar permanentemente la base de los estímulos oficiales a la flota desde los puertos venezolanos. (políticas compensatorias de las ventajas naturales comparativas que tienen otros centros mundiales de atún). Al día de hoy, ésta ventajas han declinado sustancialmente como consecuencia de medidas desestimulantes hacia el sector y el deterioro (social y económico) evidente de la situación del país.

VISIÓN CONTRARIA AL SECTOR ATUNERO

VISIÓN CONTRARIA AL SECTOR ATUNERO

Innegablemente que una de las ventajas competitivas más relevante, como país productor de combustibles; es el precio del mismo. En la etapa previa al actual mandato bolivariano, la posición de la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. -PDVSA- había sido en contra de un combustible barato para la población venezolana; basados en el argumento del llamado VALOR ALTERNO DE EXPORTACIÓN e invocando el llamado COSTO DE OPORTUNIDAD; lo que significa sencillamente que “el combustible barato que vendes en el mercado interno, lo dejas de vender en los mercados internacionales” a un precio mayor. Ese diferencial, que para PDVSA se constituye en el costo de oportunidad, constituye un SUBSIDIO a los ojos del consumidor y una VENTAJA COMPETITIVA para la industria atunera nacional; lo cual incide que esta última siempre esté bajo la lupa de todos los otros actores. Sin embargo, vale la pena aclarar que aquellas actividades productivas en cuyos costos de producción incide significativamente el combustible, siempre han argumentado en contra de esa posición de PDVSA; estimando acertadamente que no es un costo sino una VENTAJA COMPARATIVA que a la larga genera mayor beneficio social y económico. Por fortuna, así fue claramente aceptado en el Gabinete Económico de 1996, aclarando que ya en el país se practicaba la utilización del combustible como ventaja comparativa de Venezuela desde 1980. Por otra parte, esas ventajas normalmente no llegan a igualar medianamente las ventajas de los productos provenientes de los países desarrollados, los cuales aplican subvenciones y otras modalidades de subsidios a sus productos. VISIÓN CONTRARIA AL SECTOR ATUNERO

Con la llegada de un nuevo modelo político-social, se exacerbaron aún más los ánimos entre los sectores pesqueros artesanales e industriales; los cuales ya se encontraban en una pugna ancestral por los conflictos de solapamiento de áreas de pesca entre botes artesanales y barcos arrastreros industriales. Por lo que todo lo que sonara a “Pesca Industrial” entro en una etapa de “observación bajo la lupa”, que derivó en la promulgación de una Ley de Pesca y Acuiculturacon fuerte acento “artesanal”, en la que en papel se eliminó la “Pesca de Arrastre” y que en lo operativo solo fue la “Pesca de Arrastre Industrial” la que sufrió la eliminación; sin embargo, la pesca atunera no escapó a miramientos y señalamientos en su contra.

En el caso de la flota que opera en el pacífico, sin duda que los más fuertes señalamientos han estado ligados al combustible; ya sea por los volúmenes de combustibles que deben cargar para llevar a cabo una operación de meses en estas aguas o por la contaminación del producto por el uso de las cubas de almacenamiento para el transporte de esos volúmenes de combustible. El último de estos señalamientos no tiene base sólida de justificación, dado que existe un protocolo aceptado internacionalmente para este tipo de operación (avalado por organismos internacionales de la materia pesquera) y que adicionalmente fue corroborado por una evaluación independiente realizada en el país por la Universidad Simón Bolívar; la cual evidencio que no se encontraron valores fuera de norma para esta actividad. En el caso del primer señalamiento, asociado a los volúmenes de combustibles requeridos para la operación y su asociación con el tráfico de extracción (contrabando de combustible) por el exorbitante diferencial de precios, valdría la pena señalar el amplio desconocimiento que existe, tanto de autoridades como de público general, sobre que la flota venezolana que pesca en el pacífico está sometida a la observancia de normas y estándares internacionales que permiten un monitoreo bastante efectivo de sus actividades, no solo por un programa de monitoreo a bordo compartido con personal del Organismo Regional de Ordenación Pesquera respectivo, sino adicionalmente con mecanismos de rastreo satelital que permiten el efectivo seguimiento del posicionamiento de la embarcación. Adicionalmente en la actualidad se promueven y se hace hincapié en el Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto las cuales han permitido ahondar las disposiciones de control efectivo en las actividades de las embarcaciones pesqueras. Por lo que este mal señalamiento puede estar más asociado a una inefectiva supervisión y mal acompañamiento de la actividad que se realiza.

ACTUALIDAD DEL SECTOR ATUNERO

El deterioro de todas las ventajas competitivas del país, que van desde la inicial dotación y equipamiento de un barco en puerto para faenas tan largas, han incidido negativamente en la actividad de la flota pesquera venezolana del pacífico; pues ésta ha tenido que buscar realizar todas las labores en puertos extranjeros, con todo lo que ello implica en la merma de producto, procesamiento, puestos de trabajo e ingresos que se pueden generar al país. Ello sin duda incide en un marcada pérdida de competitividad con respecto a las flotas con costas en el área y va en detrimento de mantener una actividad y presencia necesaria del país en el área. Mucho debemos aprender de la presencia e importancia de flotas pesqueras en océanos distantes a los países, como puede ser el caso de la flota pesquera española regada por todos los océanos del mundo. ACTUALIDAD DEL SECTOR ATUNERO

Ahora bien, si nos atenemos al proyecto oficial propuesto de un desarrollo endógeno, entendiendo que, el mismo debe ser el que nace de nuestras propias realidades, no es fácil comprender entonces que Organismos del Estado, obstaculicen, hoy más que nunca, la consolidación de actividades como la pesca de altura; la cual se constituye emblemáticamente en generadora de fuentes proteínicas necesarias y representa un valor estratégico de posicionamiento internacional, que dilata significativamente la Soberanía Nacional al hacer uso efectivo del Alta mar y es vivo ejemplo de un desarrollo vinculado a nuestra condición natural de país petrolero. Adicional a las ventajas de producción alimenticia y geopolítica, dinamiza todo un conjunto de actividades conexas adicionales que suman más empleo, elevan el valor agregado y generan más ingresos al país. Todas estas razones potencian la realización de una actividad que quizás otros países no la pueden ejercer por razones económicas válidas y que cada día son más evidentes.

Sin duda que es tiempo para la reflexión de Manuel Barange, extraída de su presentación El futuro del pescado y su papel en la obtención de alimentos para un mundo de 9 mil millones, “Si insistimos en comer, crecer y reproducirnos, ¿Qué esperamos de los sistemas acuáticos, que cubren ¾ del planeta, para apoyar nuestros estilos de vida? ¿Cómo conciliar las necesidades de desarrollo y las demandas de los consumidores con la necesidad de mantener y conservar nuestros recursos limitados? ¿Qué compensaciones enfrentamos y qué evidencia debemos usar para considerar nuestras opciones?”.

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