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PRESENTACIÓN EDITORIAL
by FUNDATUN

Carlos E. Giménez B. - asesor FUNDATUN - 30 de enero de 2025
La presente edición del Boletín COFA convivencia pesquera, inicia con energías renovadas y con ferviente entusiasmo por los nuevos objetivos a alcanzar en el nuevo año; así como validando los recordatorios de las fechas conmemorativas y aniversarios emblemáticos vinculados a la vocación pesquera de la Fundación para la Pesca Sostenida y Responsable de Túnidos (FUNDATUN). Este primer mes del año alberga la conmemoración del Dia del Mundial del Pescador (26 de Enero), una fecha relevante del sector sin duda, en la que se extienden las felicitaciones y mejores deseos a todos los involucrados en una de las profesiones más duras e infravaloradas, que abarca desde los que abordan pequeños botes hasta los que se embarcan durante largas jornadas en grandes buques pesqueros; que soportan inclemencias y temporales para brindar una importante fuente de alimento a su entorno y a la población general.

El mismo día se celebra el Dia Mundial de la Educación Ambiental (26 de Enero), fecha que de igual manera guarda estrecha relación con la razón de ser de la Fundación, pues busca concientizar que los recursos naturales no son infinitos y que su aprovechamiento depende de un delicado equilibrio entre tener un ambiente saludable (para ser sostenible) y el impacto generado por las actividades humanas (para ser responsable.

Por último y cobrando cada vez mayor relevancia se celebra el Dia Mundial de la acción frente al Calentamiento Terrestres (28 de Enero); día para concientizar que, aunque la variación del clima pueda tener un componente natural, el problema es enfrentar la alteración acelerada como consecuencia del aumento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) originados por la cada vez más elevada actividad humana sobre el planeta.

Con gran regocijo, honor y compromiso, FUNDATUN celebra el 25 Aniversario de la firma del acuerdo interinstitucional que viabilizó el inicio formal del Programa Nacional de Observadores de Venezuela (PNOV) (03 de Enero). En tal sentido y en diversas oportunidades se ha escrito y opinado sobre la importancia del atún en Venezuela y, a la luz de análisis de series históricas, se ha llegado a la conclusión que “Venezuela es un País Atunero”; característica que obedece a una serie de ventajas comparativas, entre las que resaltan: (1) la ubicación geográfica del país lo hace ribereño de la zona del Océano Atlántico Centro Occidental (que incluye el Mar Caribe) y beneficia de las migraciones de atunes en el área, particularmente en la franja tropical; (2) el adecuado entendimiento inicial del potencial pesquero atunero generó políticas para el desarrollo de una flota pesquera atunera nacional; (3) también por ser un país productor de petróleo se beneficiaba de precios de combustibles y lubricantes más competitivos; (4) el desarrollo industrial de esta pesquería permitió la consolidación de una estructura de apoyo en tierra (muelles, diques secos, frigoríficos, plantas lomeras y de conserva-harina) para lograr incrementar su producción; (5) con estas ventajas comparativas y su cercanía al Canal de Panamá se posibilitó incursionar, desde principios de la década de los setenta, en aguas distantes como el Océano Pacífico Oriental (OPO); (6) adicional a que la población venezolana se hizo ávida consumidora del atún y que alcanzó, en la época de gran producción y poder adquisitivo, cifras de consumo per cápita 2,9 veces superiores al promedio per cápita mundial. Adicionalmente desde el país se entendió la visión de conservación de estos recursos transzonales y altamente migratorios, por lo que prontamente se incorporó a la participación efectiva en las tres Convenciones Internacionales que rigen la actividad pesquera de las zonas donde opera la flota venezolana; lo cual califica a Venezuela como un país con histórica participación, que afianza sus derechos en las zonas de Alta mar de ambos océanos; cuestión que se debe preservar por la incidencia lógica que tiene desde la perspectiva alimentaria y de consolidación de derechos internacionales.

Como instrumento para la participación en pesquerías atuneras internacionales se ha tenido que instalar en el país una serie de mecanismos para sincronizar el ordenamiento pesquero nacional con las resoluciones, medidas y normas emanadas desde las tres Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP´s) atuneras establecidas a raíz de esos acuerdos de los que el país es signatario; siendo además necesario establecer los equipos y normas institucionales para llevar adelante las exigencias determinadas por esas organizaciones.

En el caso del Océano Pacífico Oriental (OPO), cuya pesquería que esta reglamentada por la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) y el Acuerdo sobre el Programa Internacional para la Conservación de los Delfines (APICD), uno de esos mecanismos fue establecer un Programa Nacional de Observaciones Científicas a Bordo para el Área del Acuerdo. En ese sentido Venezuela, desde 1999, asume el compromiso institucional de estructurar ese programa bajo los parámetros de la CIAT en cuanto a porcentaje, frecuencia y preparación del personal y llevar adelante ese objetivo. Dicho compromiso involucró por la parte privada a la Asociación Venezolana de Armadores Atuneros (AVATUN), órgano gremial que se encargó de establecer la plataforma logística en el país para llevar adelante el programa y por la parte pública al Ministro de Agricultura y Cría (MAC), en ese entonces el Dr. Juan de Jesús Montilla, y al Director General del Servicio Autónomo de los Recursos Pesqueros y Acuícolas (SARPA), el MSc. Ricardo Molinet. El compromiso se rubrica en un convenio interinstitucional SARPA-FUNDATUN del 3 de enero del año 2000 y que permite que ya el 9 de enero los primeros observadores del PNOV ya sean ubicados en barcos de la flota venezolana en el OPO. Compromiso que se ratifica con la salida en Gaceta Oficial del mismo en el segundo semestre del año 2000; cuando se había integrado el Ministro de Agricultura y Cría al Ministerio de Producción y Comercio que estaba cargo la Dra. Luisa Romero Bermúdez. El artículo realizado por el actual Director Ejecutivo de la Fundación, Biól. Alvin Delgado M., refleja y amplia de manera muy explicativa el trabajo realizado.

En esta edición se incorporan dos amplios trabajos que se vienen realizando recurrentemente al inicio del año; siendo el primero de ellos el que aborda el tema de las contingencias que pueden afectar el sostenimiento de las poblaciones de las Tortugas Marinas en Venezuela, por parte del Biol. Clemente Balladares Castillo y el Grupo de Trabajo en Tortugas Marinas de Venezuela (GTTM Venezuela), adicional al referido a la tendencia anual de los precios promedios de ocho rubros pesqueros, que de manera muy detallada el Biol. Abelardo A. Riera F. evidencia lo relativo a los cambios entre el año recién culminado y sus precedentes. De igual manera se actualizan los habituales aportes mensuales que tienen que ver con: el comportamiento y la tendencia del mes de los precios promedios de los productos pesqueros en la zona de Caracas, de la mano de la Econ. Neira Soto y el Biól. Abelardo A. Riera F., así como el reporte sobre de captura de túnidos, estimados por especie y por países en la zona del Océano Pacífico Oriental (OPO), basados en los informes semanales que realiza la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) a los gobiernos.
Al finalizar el año 2024, estos datos del OPO evidencian la preponderancia en las capturas del Barrilete, por parte de Ecuador, y el Aleta Amarilla, por México. Aunque Venezuela tuvo un repunte en los volúmenes de capturas del año 2024, con respecto al año anterior, su participación del total sigue estando entre las más bajas de los años precedentes previos; siendo adicionalmente incomparable con sus mejores.

Esta situación es el resultado de la convergencia de tres situaciones derivadas de la propia dinámica de la actividad tales son: una actividad primaria o de captura disminuida debido a elementos de tipo climáticos, que han incidido en la capturabilidad, adicional a la diminución de unidades de producción por pérdidas/desincorporación/inoperatividad de las mismas que preservan los derechos de participación en esos caladeros internacionales; una industria de transformación de la producción (conserva/harina) desmontada, deteriorada o trabajando a baja capacidad; la capacidad frigorífica instalada ha disminuido, se ha desfasado y se ha deteriorado por falta de mantenimiento; la capacidad instalada para realizar la reparación y mantenimiento de las unidades de producción (buques atuneros) muestra un déficit operativo importante por inadecuado mantenimiento y manejo; agregándose también una disminución significativa de empresas de apoyo logístico para descarga, vitualla y otros servicios, con efectos secuenciales en sistemas de transporte adecuado para la comercialización y acopio industrial; a lo que se añade de la pérdida/desviación de personal calificado a todos los niveles (técnico, científico, administrativo, de ordenación, tripulación, entre otros.) para el efectivo y adecuado manejo del negocio pesquero atunero; y se suma que lamentablemente toda la actividad industrial atunera está sometida a una sumatoria de debilidades estructurales y coyunturales que la afectan en la actualidad. No se trata de un diagnóstico exagerado de la situación; sin embargo, lo positivo para nuestro país es que las condiciones preexistentes son recuperables en relativamente corto plazo si, se adoptan las decisiones adecuadas.
Es necesario la reafirmación del posicionamiento pesquero de Venezuela en las zonas de Alta Mar, tanto del Océano Atlántico como del Océano Pacífico, para la CONSERVACION DE DERECHOS en áreas que son patrimonio común de la humanidad y en las que nuestro país mantiene DERECHOS HISTÓRICOS, incluyendo áreas jurisdiccionales de terceros países por la vía de las licencias, para preservar condiciones de seguridad alimentaria para la nación. Para el caso de la flota venezolana que opera en el OPO se hace necesario la implementación de un mecanismo de tratamiento para que esa pesca tenga destino final en las plantas procesadoras venezolanas, lo cual pasa a corto/mediano plazo por una de dos alternativas: (1) una empresa venezolana que maneje temporalmente la Descarga IN BOND en un tercer país (ej. Ecuador) para surtir a Venezuela o (2) rescatar la posibilidad del uso de barcos frigoríficos para el traslado de materia prima (ya han existido en Venezuela para esos fines). A largo plazo es necesario que se reinstalen las ventajas competitivas pérdidas, empezando por condiciones de apoyo infraestructural de diques y otras instalaciones de apoyo logístico, como parte del rescate de las Condiciones de Descarga en los puertos del país (Cumaná, Punto Fijo y Guanta) para facilitar ulteriormente el retorno de esa flota a Venezuela. Todo lo cual pasa por un trabajo mancomunado entre los involucrados y las autoridades.
Para cerrar la edición, en la sección “Pescando La Noticia”, se destacan las actividades interinstitucionales que viene realizando FUNDATUN en pro de llevar el conocimiento del sector pesquero a otros ámbitos, tanto educativos como profesionales, que no suele ser difundida por otras vías. Adicional a informaciones noticiosas que se consideran de interés, que tienen trascendencia y/o se les deben prestar particular atención. Se invita a que las Juzgue Ud. Mismo!!!; compartiendo sus opiniones y/o comentarios por mensajes a través de redes sociales o directamente al correo electrónico fundatuncofa@gmail.com
