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© TRES POEMAS EN CHáVEZ © FUNDECEM Gobierno Socialista de Mérida Gobernador Alexis Ramírez Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida - FUNDECEM Presidente Pausides Reyes Unidad de Literatura y Diseño de FUNDECEM Ever Delgado / Angela Márquez / Juan Jorge Inglessis Aguilar Editor Gonzalo Fragui HECHO EL DEPÓSITO DE LEY Depósito Legal: LF49120138003102
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TRES POEMAS EN
Chávez
Maisanta
de Andrés Eloy Blanco
Por aquí pasó
de Alberto Arvelo Torrealba
Un canto para Bolívar de Pablo Neruda
Mérida - República Bolivariana de Venezuela fundecem / Agosto — 2013
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PRESENTACIÓN
Este 5 de septiembre de 2013 se cumplen seis meses de la siembra de nuestro Comandante Hugo Chávez Frías. Aunque no nos acostumbramos a su ausencia, sabemos que se nos fue físicamente para hacerse eterno. Por eso hoy, para recordarlo, hemos querido publicar estos tres poemas que fueron fundamentales en la vida del Presidente: Maisanta, de Andrés Eloy Blanco, que relata la vida de ese personaje histórico que fue Pedro Pérez Delgado, a quien Chávez admiró y reivindicó, no sólo por ser el padre de su abuela Rosinés, sino por la valentía y las luchas que emprendió este último hombre a caballo. Por aquí pasó, de Alberto Arvelo Torrealba, y Un canto para Bolívar, de Pablo Neruda, (un poema vetado por la derecha latinoamericana), con los que Chávez ratifica una de sus grandes pasiones: El Libertador Simón Bolívar. El Presidente Chávez, con su prodigiosa memoria, solía declamarlos o cantarlos, entre presidentes o entre familiares. ● ●
Tres poemas que son apenas el germen de un libro mayor que podría titularse “La poesía en Chávez”, y que recogería todos los poemas, todas las canciones, todos los textos poéticos, que el Comandante mencionó en discursos, charlas, conversatorios, conferencias, escritos, entrevistas. Textos que Chávez declamó o cantó, en público o en privado, donde se muestra el amor que el Presidente tenía por la poesía. No fue un amor frío, de academia, como el que tienen algunos críticos literarios o profesores de literatura. Lo que el Presidente Chávez tuvo por la poesía fue pasión, fuego ardiente. La poesía que él vivió desde la infancia en su llano donde nació, así como la poesía que tiene que ver con la Patria, con nuestra historia, con la gesta independentista y, fundamentalmente, con el Padre Bolívar. ¡Chávez vive, la lucha sigue! Pausides Reyes
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Maisanta
de Andrés Eloy Blanco
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MAISANTA Corrido de caballería Al maestro Antonio José Sotillo
Unos lo llaman “Mai Santa” y otros “El Americano”. Americano lo mientan porque es buenmozo y catire: entre bayo y alazano Salió de La Chiricoa con cuarenta de a caballo, rumbeando hacia Menoreño va Pedro Pérez Delgado. En fila india, por la oscura sabana, meciendo el frio en chinchorros de canta, va la guerrilla revolucionaria. Con el cogollo la manta; cobija con pelo e guama, cuarenta y cinco y canana. Nube de tabaco y nube relincho y susto de garza, madrugadita de leche bajo la noche ordeñada. ● ●
Llanero alzado, ronda de riesgo velante, fila india, caballería lenta y larga, tajo vivo y negro, diámetro de dolor en la circunferencia de la sabana. Caballo pobre; el arnés de cabuya, la montura, un cuero de res, el estribo de soga entre los dedos del pie. Llanero alzado: canto, silencio y canto, el guerrillero va adelante, cantando. Rumbo de asombros, los cuarenta caballos cabalga al frente Pedro Pérez Delgado. Unos le dicen “Maisanta” y otros “El Americano”. No hay quien le pique adelante, no hay quien le aguante la carga, no hay guerrillero en los llanos que le eche la colcha al agua. Catire con dientes de oro y con espuelas de plata, bueno de cola y de soga, bueno de tripa y de capa, escapulario cosido, ● 10 ●
con una virgen pintada; pelo e ´guama con borlita flequillo en las alpargatas, y al hombro la manta azul con la vuelta colorada. Y ahora le contaré por qué lo llaman “Mai Santa”. Cuando pelea Pedro Pérez Delgado, en el momento de trabar la pelea, antes de que salga de la funda el machete, arma los aires con su grito de guerra y así, en la carga, va gritando el guerrero: - ¡Mai Santa, Virgen del Socorro de Valencia!... Madre Santa, dice la gente, pero Maisanta dice Mai Santa y las maneras de los hombres los hombres deben respetarlas. Ya Pedro Pérez Delgado no tiene madre ni patria, ni un retrato de la madre ni un retrato de la patria. Pero tiene el corazón como tapiz de sabana ● 11 ●
y junta Madre con Virgen y junta Virgen con Patria y en la Virgen del Socorro de Valencia las retrata y cuando va a la pelea pone a las tres en el anca. El Socorro de Valencia la llaman los que la llaman, Valencia, la del Socorro, Valencia de las naranjas. Cuando el plomo estĂĄ cerrado y es pareja la batalla y unos van que a que te mato, y otros que a que no me matas, hay un momento de pronto en que se arrugan las almas; destilan leche de miedo los pechos de la sabana; de los turbios horizontes brotan muertes ensilladas. Vienen cuarenta jinetes con muertes desenvainadas. Con un rumor de joropo viene llegando la carga; â—? 12 â—?
tendido en el paraulato un jinete la comanda y al llegar el enemigo en los estribos se alza; tiene la melena rubia, entre bayo y alazana, y un grito que es un machete con fila, punta y tarama y es Pedro Pérez Delgado que va gritando ¡Mai Santa!... El grito del guerrillero se lo sabe la sabana. No hay quien no lo haya escuchado en la noche o la mañana. Corre, corre, corre el río hasta que le suda el agua y grita: - Corre, Laguna, que está cargando Maisanta y la Virgen del Socorro viene sentada en el anca, con espinas de limón y palabras de naranjas... Y ya sabe, compañero, por qué le dicen Maisanta. ● 13 ●
La Virgen del guerrillero tiene mucho de Mai Santa, buena de lazo y de silla, buena de tierra y de agua. Desde el siglo diez y seis se la trajeron de España para su rumbo llanero, navegante y navegada. Porque se perdió en el mar como jinete en sabana. Cuando de España llegó al puerto de Borburata, Valencia se fue al camino, Valencia se fue a la playa. Pero todos se asombraron en cuanto abrieron la caja, porque en lugar de la Virgen del Socorro, que esperaban, se encontró una Dolorosa con sus espinas clavadas, con espinas de limón y palabras de naranjas. Como en los rumbos del llano se perdieron las dos cajas; la valenciana al Callao, la limeña a Borburata. ● 14 ●
Del Perú pidieron cambio pero Virgen no se cambia. Y llegó el siglo diez y ocho y llegó la falta de agua. Valencia tenía sed y los cerros eran ascuas. Antonio Diez Madroñero, el Obispo de Caracas, llegó con todas sus gentes al cerro de Guacamaya. -¡Hazme una nube!- le dijo-¡Madre de Dios, Madre Santa!Y de los pies del Obispo se zafó una cinta de agua. Cayeron en Periquera los hijos de la sabana; murió Rosario Pabón, allá va Quijá de Plata; va de raspa y escotera la gente de Cuello e Pana; con Arévalo Cedeño los llanos cierran la marcha y en un caballito ciego, ciego casi, el Tuerto Vargas. ● 15 ●
Cayeron en San Fernando los hijos de la sabana, con dos balazos del diablo llevan a Waldino Arriaga. Y Pedro Pérez Delgado viene preso de Biruaca. -El catarro sin pañuelo me agarró, -dice Maisanta. Y la Virgen del Socorro de Valencia, desmontada, con espinas de limón dice cosas de naranja. (Está en la cárcel Pedro Pérez Delgado; cabalga grillos de setenta quien cabalgó caballos. -¡Mai Santa, qué chiquito se nos ha puesto el llano!Puerto Cabello, caballo de los rumbos enredados: el que marchaba hacia la costa, el que marchaba hacia las sierras, el que marchaba hacia los llanos, todos estábamos allí, todos habíamos llegado). El guerrillero tiene hambre, tiene sed El Americano. Se va muriendo entre dos muertes; canto, silencio y canto; se va muriendo entre dos cargas, se va muriendo entre dos ranchos; ● 16 ●
tiende la voz en las crines del morir entresoñado; la sed lo lleva tendido, tendido en el paraulato. Maisanta se está muriendo Madre Santa, envenenado. Contó mil altoquienvives, hasta que izaron las dianas; la sed le pone palmares en el mirar de sabana. Ya Pedro Pérez Delgado no tiene madre ni patria, ni un retrato de la madre, ni un retrato de la patria; lo surcan madres con sed, lo cruzan patrias tostadas. Pero siente el paraulato metido entre las batatas y empina su viejo grito en los estribos del alma. Su grito que es un machete con filo, punta y tarama y es Pedro Pérez Delgado que va gritando: ¡Mai Santa! El grito del guerrillero sobre la muerte resbala ● 17 ●
y salta del calabozo y navega y desembarca y se encabrita en los riscos del cerro de Guacamaya. Toda la sed de la tierra va en una fuga espantada; la Laguna de Valencia se esconde bajo su falda; corre, corre, corre el río, hasta que le suda el agua y grita: - Corre, Laguna, que está cargando Maisanta y la Virgen del Socorro viene sentada en el anca con espinas de limón y palabras de naranjas! Y ya sabe, compañero, cómo se murió Maisanta.
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Andrés Eloy Blanco
Por aquí pasó
de Alberto Arvelo Torrealba
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POR AQUÍ PASÓ A Doña Ernestina Hernández de Loreto
Por aquí pasó, compadre, hacia aquellos montes lejos. Por aquí vestido de humo el huracán que iba ardiendo fue silbo de tierra libre entre su manta y sus sueños. Mírele el rastro en la paja, míreselo compañero, como las claras garúas en el terronal reseco, como en las mesas el pozo, como en el caño el lucero, como la garza en el junco, como en la tarde los vuelos, como la nieve en el pico, como en la noche el incendio, como el rejón en la carga, como la gaza en el rejo, como en la peña la espuma, como el rocío en el pétalo, como el cocuyo en el aire, ● 21 ●
como la luna en el médano, como el potro en el Escudo y el tricolor en el cielo. Por aquí pasó, compadre, hacia aquellos montes lejos. Aquí va su estampa sola: grave perfil aguileño, arzón de cuero tostado, tordillo de bravo pecho. De bandera va su capa, su caballo de puntero, baquiano, volando rumbos, artista, labrando pueblo, hombre, retoñando patrias, picando glorias, tropero. Óigale la voz tendida, sobre el resol de los médanos, la voz que gritó más hondo, óigasela, compañero, como el son de las guaruras cuando pasan los arrieros, como la brisa en la palma, como el águila en el ceibo, como el trueno en las lejuras, como el cuatro en el alero, ● 22 ●
como el eco en las tonadas, como el compás en el remo, como el tiro en el asalto, como el toro en el rodeo, como el relincho en el alba, como el casco en el estero, como la pena en la canta, como el gallo en el silencio, como el grito del Catire1 en las Queseras del Medio, como la Patria en el Himno, como el clarín en el viento. Por aquí pasó,2 compadre, dolido, gallardo, eterno. El sol de la tarde estira su perfil sobre el desierto.
Alberto Arvelo Torrealba
A Chávez le gustaba cambiarle “Catire” por “Centauro”. “como el grito del Centauro”. (Nota de los editores) 2 Chávez acostumbraba insertar acá el nombre de Bolívar, como para que no quedara duda de que Alberto Arvelo Torrealba se estaba refiriendo al Libertador. “Por aquí pasó, Bolívar, compadre,”. (Nota de los editores) 1
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Un canto para Bolívar de Pablo Neruda
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UN CANTO PARA BOLÍVAR Padre nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire de toda nuestra extensa latitud silenciosa, todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada: tu apellido la caña levanta a la dulzura, el estaño bolívar tiene un fulgor bolívar, el pájaro bolívar sobre el volcán bolívar, la patata, el salitre, las sombras especiales, las corrientes, las vetas de fosfórica piedra, todo lo nuestro viene de tu vida apagada, tu herencia fueron ríos, llanuras, campanarios, tu herencia es el pan nuestro de cada día, padre. Tu pequeño cadáver de capitán valiente ha extendido en lo inmenso su metálica forma, de pronto salen dedos tuyos entre la nieve y el austral pescador saca a la luz de pronto tu sonrisa, tu voz, palpitando en las redes. ¿De qué color la rosa que junto a tu alma alcemos? Roja será la rosa que recuerde tu paso. ¿Cómo serán las manos que toquen tu ceniza? Rojas serán las manos que en tu ceniza nacen. ¿Y cómo es la semilla de tu corazón muerto? Es roja la semilla de tu corazón vivo. Por eso es hoy la ronda de manos junto a ti. ● 27 ●
Junto a mi mano hay otra, y hay otra junto a ella, y otra más, hasta el fondo del Continente obscuro. Y otra mano que tú no conociste entonces viene también, Bolívar, a estrechar a la tuya: de Teruel, de Madrid, del Jarama, del Ebro, de la cárcel, del aire, de los muertos de España llega esta mano roja que es hija de la tuya. Capitán, combatiente, donde una boca grita libertad, donde un oído escucha, donde un soldado rojo rompe una frente parda, donde un laurel de libres brota, donde una nueva bandera se adorna con la sangre de nuestra insigne aurora, Bolívar, capitán, se divisa tu rostro. Otra vez entre pólvora y humo tu espada está naciendo. Otra vez tu bandera con sangre se ha bordado. Los malvados atacan tu semilla de nuevo, clavado en otra cruz está el hijo del hombre. Pero hacia la esperanza nos conduce tu sombra. El laurel y la luz de tu ejército rojo a través de la noche de América con tu mirada mira. Tus ojos que vigilan más allá de los mares, más allá de los pueblos oprimidos y heridos, más allá de las negras ciudades incendiadas. Tu voz nace de nuevo, tu mano otra vez nace; tu ejército defiende las banderas sagradas; ● 28 ●
la Libertad sacude las campanas sangrientas y un sonido terrible de dolores precede la aurora enrojecida por la sangre del hombre. Libertador, un mundo de paz nació en tus brazos. La paz, el pan, el trigo de tu sangre nacieron; de nuestra joven sangre venida de tu sangre saldrá paz, pan y trigo para el mundo que haremos. Yo conocí a Bolívar una mañana larga, en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento, Padre, le dije: ¿eres o no eres o quién eres? Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo: “Despierto cada cien años, cuando despierta el pueblo”.
Pablo Neruda
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ÍNDICE Págs
Presentación 5 MAISANTA, de Andrés Eloy Blanco 9
POR AQUÍ PASÓ, de Alberto Arvelo Torrealba 21 UN CANTO PARA BOLÍVAR, de Pablo Neruda 27
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Este libro
TRES POEMAS EN CHÁVEZ se diseñó en la Unidad de Literatura y Diseño de FUNDECEM en agosto de 2013. En su elaboración se utilizó papel bond gramaje 20, la fuente Patagonia en 40 puntos y Calibri en 16 puntos.
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