Vivir en época de Pandemia
LA ACTIVIDAD SOCIAL Gustavo | 41 años – Sacerdote.
Ser pastores en tiempo de Coronavirus. Recuerdo con claridad las palabras de Francisco cuando era Arzobispo de Buenos Aires que nos decía: “sean Pastores con olor a oveja”. Hoy en medio de la realidad que nos toca vivir debemos repensar la forma de acompañar a nuestras comunidades, para que el olor a oveja, es decir la cercanía con la gente, la cotidianidad del diálogo y la presencia junto a los que más sufren, los más necesitados, no se vea limitada.
Una de las cualidades del amor es ser creativo, superar las barreras y límites que muchas veces la vida y ciertas circunstancias nos presentan. Como dice San Pablo “el amor no pasará jamás”. Pero esto necesitó un camino, primero de reconocer el dolor y la angustia de ver el templo vacío, la suspensión de actividades y proyectos que ocupaban mi tiempo, pensamientos y esfuerzos, tanta vida de una comunidad inserta en el barrio se la obligaba a dormirse, callar sus salones, frenar sus celebraciones. Y qué es un sacerdote sin su gente, sin celebrar el misterio que le da sentido a su vida, sin recibir a los pobres donde encontramos a Cristo mismo que nos visita. Por eso, lo segundo en lo secreto de la oración, fue reconocer que esa vida seguía presente, escondida en cada casa, en los miedos y esperanzas, en el deseo de Dios de cada persona y que necesitaba ser acompañada. Lo tercero fue reconciliarme con tantas tecnologías que antes miraba con desconfianza, no solo reconciliarme sino investigar sobre cómo funcionaban. Y así llegaron las misas por los vivos de Instagram y Facebook. Al principio con mucha ansiedad hasta que nos fuimos serenando y disfrutando de lo que celebrábamos. Llegaron cantidad
de mensajes agradeciéndonos. Eso nos motivó para seguir y mejorar. Llegaron las reuniones de formación de animadores, los encuentros de grupos juveniles y las reuniones de consejos parroquiales por la plataforma zoom, los mensajes y llamadas a personas solas por Whatsapp. También hacemos sonar las campanas del templo a las 21 hs para acompañar los aplausos, como presencia de Dios en medio de su pueblo. Y seguimos atendiendo a las personas de la calle, repartiendo bolsones con comida para las familias más afectadas.
18