La Palabra. Periódico cultural de la U. del Valle. No. 245. Febrero 2014

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Periódico Cultural de la Universidad del Valle - Periodismo al servicio de la ciudad y la región Año 22, No 245 Santiago de Cali, Febrero de 2014 / Periódico Cultural de la Universidad del Valle

Un relato de nación A propósito del libro Pa que se acabe la vaina

Triganá, entre lo dulce y lo salado

De una generación a otra Miradas sobre el escenario artístico a propósito de Pedro Alcántara Herrán

www.lapalabra.univalle.edu.co

Made in Colombia Una cinematografía sin industria


EDITORIAL

La Palabra

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Inicia el año y esta primera edición de La Palabra debe de dar cuenta de la actividad cultural de los dos últimos meses del año pasado. Entre ellos la publicación de cinco libros: El libro que recoge la obra de uno de los grandes de la pintura, el maestro Pedro Alcántara. En este bello e interesante libro de colección, se recoge obra antigua del maestro y de otras épocas, acompañada de varios ensayos y una entrevista al crítico de arte Miguel González, con un ensayo muy particular sobre el arte, la sociedad, el significado de las vanguardias, escrito por el poeta Julián Malatesta; otro, la novela de Gustavo Álvarez Gardeázabal, La misa ha terminado, que aparte de ser una novela provocadora, sincera y

desafiante como el autor, implica el suceso de la aparición repentina del escritor tulueño cuando se pensaba que éste había abandonado para siempre la actividad literaria. El tercero Que todo el mundo te cante escrito por Umberto Valverde donde presenta muchas las facetas de la vida musical del hijo de Quibdó, Jairo Varela, una obra que rescata al gran músico salsero de sabor Pacífico, en una narrativa que lo recrea, con la sinceridad y el apasionamiento característico de Umberto. Una cuarta publicación reseñada para esta edición es la del nariñense Evelio Rosero, bajo el título de Plegaria por un papa envenenado, un relato en el cual Rosero, con virtud sobresaliente, por primera vez se atreve a no-

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velar sobre un tema espinoso y, además, alejado de su propia geografía vital; y a propósito de la publicación en diciembre del último libro del escritor William Ospina, Pa que se acabe la vaina, se hace un pertinente comentario de este libro que ha causado polémica nacional, y que seguirá abriéndose camino, por eso, el periódico habló esta semana con el maestro William Ospina invitándolo a discutir en una gran mesa redonda en la Universidad del Valle, invitación que el escritor acepto y se llevará a cabo en el mes de marzo con la participación de varios intelectuales y de todo el público que desee asistir. Recordamos que el periódico La Palabra es ante todo un taller donde pueden escribir, sin restricción los estudiantes

de las diferentes escuelas de la Universidad del Valle. Los escritores van rotando a medida que van ingresando a las carreras, mientras otros van poniendo fin a sus estudios y a su actividad periodística y parten en busca de propuestas profesionales. Esta edición inicia con la ausencia de dos de los buenos cronistas, reseñistas de libros, cuentistas y ensayistas que hemos tenido en los últimos años: Jenny Alzate y Jacobo Arango. El periódico, su Director Darío Henao, el Editor y el grupo de escritores los felicitamos por su incansable actividad y les deseamos buena suerte, estamos seguros que a donde vayan siempre la Universidad estará bien representada por el talento de este par de escritores, y rei-

teramos a los estudiantes univallunos que pueden participar del taller que se lleva a cabo todos los lunes a partir de las dos de la tarde en el edificio El Cree. Hoy La Palabra tiene once meses por delante, once ediciones para cubrir, informar sobre los sucesos sociales, artísticos, culturales, políticos, atentos lectores que pueden sugerirnos temas, acontecimientos importantes a realizarse en sus barrios. También queremos recordar a nuestros lectores que pueden acercarse o escribirnos y les aseguramos que ahí estarán nuestros periodistas, prestos a impartir conocimiento sobre la escritura de la crónica, o a escribirla en el mejor de los casos.

Fe de errata

En la edición 244 del mes de diciembre 2013, en la página 12 para el artículo Huellas y anhelos de una ciudad rock publicamos una foto cuyo pie de foto decía: Reproducción foto de la “Rata” Carvajal. Agrupación Hydra, años 70. Queremos aclarar que la persona quien hizo esta fotografía es Diego Vélez.

MIRADAS BIZCAS // ELECCIONES

EVENTOS UNIVALLE // TALLER

II Jornada de Formación Docente La jornada se llevará a cabo en las instalaciones de la Universidad del Valle. La temática estará dirigida a profesores de colegio que se desempeñen en las áreas de Matemáticas, Física, Química y Biología. Requiere inscripción previa a través del correo: semillero.ciencias@correounivalle.edu.co

Viernes, Febrero 7, 2014 8:00am-12:00pm Lugar: Auditorio 2 de Ingenierías Información: semillero.ciencias@correounivalle.edu.co

Periódico cultural de la Universidad del Valle publicado para la Región. Las expresiones están avaladas por el nombre del autor y no reflejan necesariamente la posición de los editores. ISS121-7712. Personería Jurídica. Artículo 80 Ley de 1987. Rector: IVÁN RAMOS CALDERÓN Director: DARÍO HENAO RESTREPO. Consejo Editorial: FABIO MARTÍNEZ, GERMÁN PATIÑO, CARLOS PATIÑO MILLÁN, LUIS GUILLERMO RESTREPO, JULIAN E. BAMBULA, GABRIEL SUÁREZ, KEVIN GARCÍA y DARÍO HENAO R.Editor: EDGAR COLLAZOS. Apoyo: PATRICIA LASSO BUITRAGO Coordinación Gráfica y de Diagramación: Luis Gabriel Gómez Vergez. Diseño Gráfico: Luis Gabriel Gómez Vergez. La Palabra, Ciudad Universitaria Meléndez FACULTAD DE HUMANIDADES, Edificio 386, Oficina 2045 - Edificio 317, Oficina 1027 Fax: 3308894 Teléfonos: 3334922-3308894 - 3212219 Correo electrónico: lapalabra@univalle.edu.co Coordinador de redacción e investigación: FREDY PRADO GUTIÉRREZ. Asistente de redacción: Óscar Villegas. Reporteros: Diana Ramirez, Laura Cuéllar, Daniel Zapata, Jonathan Bravo. Caricatura: Tomada de internet. Foto Portada: Reproducción obra Pedro Alcántara.


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Centro Virtual Isaacs:

La vida y obra de un escritor insigne de la Literatura Colombiana el último rincón de su existencia, empujada a escavar en la historia para rescatar el tesoro perdido de la memoria. Su vida nunca sería la misma y el camino que un día eligió Carlos Arturo, lo llevó por una senda donde al encuentro con el arte; la literatura rusa y francesa; la política de ideología comunista; la selva, el exilio, los testimonios y las historias que forjarían a Arturo Alape: Escritor, Periodista y Cronista . Su obra, tan prolífica como su vida atravesada por los testimonios y las escenas de la violencia bipartidista en las décadas del 40 y 50, los sucesos de El Frente Nacional en los 60 y los movimientos políticos sociales de los 80 y 90, recogió todos esos aspectos por medio de la inmersión en ese contexto convulsionado, la investigación y el día a día como parte de una realidad ignorada por las mayorías y despreciada por el poder que, de algún modo, lo persiguió y exilió a él y toda una generación excepcional que fue exterminada casi en su totalidad. Arturo Álape y cuadro Madre.

Detrás de la historia oficial, siempre han existido individuos capaces de entregar la versión de aquellos que no serían escuchados por las vías oficiales. Éstas las constituyen vivencias y testimonios porque ellas hacen parte de esa realidad. Consciente de ello un hombre de lucha y de letras vallecaucano rescató parte de esas memorias; las de un país que impone el olvido. Por: Diana Ramírez Investigadora Centro Virtual Isaacs

¿Quién era Carlos Arturo Ruíz?, a simple vista sólo un hombre común, otro ciudadano nacido en Santiago de Cali o en otro lugar de Colombia. Tal vez con una historia tan particular como la de cualquier niño nacido en la década de los treinta del siglo XX, en medio de la pobreza y las consecuentes hazañas por la supervivencia en un país a punto de ser trastornado

Su experiencia personal frente a eventos tan impactantes como el Bogotazo y la consecuente ola de violencia que se extendió por el país, de la cual Cali

profundamente por la violencia, que marcaría el resto de su vida como la de muchos colombianos que sufrieron su estallido y sus rezagos. Carlos Arturo creció en Cali, en un inquilinato escenario de personajes tan comunes y pintorescos que con el paso del tiempo influirían en su obra artística, así como la escena imborrable de una Bogotá en llamas y la voz de un caudillo liberal convertido en mártir, la cual no dejaría de retumbar en su cabeza impregnando hasta

Página Centro Virtual Isaacs.

también fue víctima, lo adentró en la búsqueda de respuestas a todos los interrogantes sobre el día que cambio la historia del país, así como la necesidad de recopilar la memoria a partir de la mirada de los testigos directos y las distintas voces, en un esfuerzo por mantener viva la historia de nuestra sociedad. Esto se debe a una necesidad por frenar el olvido, pues según sus propias palabras: “Hay una imposición del olvido como un hecho ideológico, como una necesidad cotidiana. A este país le han obligado a olvidar su propia historia (…) le han hecho creer que la historia individual no tiene nada que ver con la historia colectiva”. Por ello sus primeros libros “Diario de un guerrillero”, “Las muertes de Tirofijo”, “El bogotazo: memorias del olvido” y la obra de teatro “Guadalupe años sin cuenta”, con personajes como Manuel Marulanda Vélez, Guadalupe Salcedo, líder revolucionario de los llanos orientales, y otras voces del común, combinan la investigación, los testimonios y la ficción documental, para ofrecer al lector un panorama de las historias ocurridas durante el recrudecimiento de la violencia en Colombia.

Sin embargo, su producción no se detuvo ahí. En una nueva etapa de su vida Arturo Alape también creó libros de cuentos, poesía, novela y crónica. De este periodo se destaca “Julieta, los sueños de las mariposas”, cuentos que tienen como protagonista a Santiago de Cali y la visión de un hombre sobre las mujeres y su relación con ellas. También vale la pena resaltar que en sus textos biográficos sobre Marulanda Vélez o el Bogotazo, incorporó fragmentos importantes sobre la historia de Cali, que posiblemente han pasado desapercibidos para la mayoría si se tiene en cuenta que su obra no ha sido difundida a gran escala a nivel local. Para conocer más sobre el escritor y artista caleño Carlos Arturo Ruíz “Arturo Álape”, información adicional sobre su vida y obra, invitamos a consultar la página del autor en el Centro Virtual Isaacs Portal del Pacífico Colombiano:

http://cvisaacs.univalle.edu. co/index.php/literatura-1/ autores/arturo-alape/ biografia-arturo-alape


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Un relato de nación

(A propósito del libro Pa que se acabe la vaina)

Cali, Febrero de 2014 muchas veces, la ligera y esquemática alusión a temas que ameritan más detenimiento y acerca de los cuales se percibe evidente superficialidad. Pese a esto, sin duda, el libro ofrece valiosas interpretaciones, y a su vez éstas suscitan otras, sobre el país, material indispensable para una saludable discusión. Ejercicio que para que sea provechoso debe hacerse como lo concebía Borges, como un diálogo, que sin soslayar las diferencias no se importe de quien proviene la razón, y sí de lo que se puede asumir como verdad para todos. Tarde o temprano –es la fe de Ospina– lo que era guerra aprenderá a ser diálogo, lo que era violencia aprenderá a ser exigencia y reclamo, lo que era silencio podrá convertirse en relato. Y así aprenderemos, por fin, a polemizar sin matarnos. La voz del Ospina se instala en el país de la ficción, desde ahí elabora sus inquisiciones. Las lecturas de obras y experiencias de Jorge Isaacs, José Eustasio Rivera, Porfirio Barba Jacob, Tomás Carrasquilla, Aurelio Arturo, León de Greiff, Álvaro Mutis y Gabriel García Márquez, entre otros tantos, son fuente de primera mano en este viaje reflexivo sobre Colombia.

William Ospina - Foto: Tomada de internet

El poeta vuelve a reflexionar sobre esa historia y los destinos de Colombia. Y ha tenido la osadía y el valor intelectual de retomar sus ideas, intuiciones y percepciones forjadas durante una larga trayectoria como poeta, ensayista, novelista y periodista. Emprende tan loable empeño siempre desde su condición de escritor. Por: Darío Henao Restrepo Director La Palabra

“No leáis para contradecir o impugnar, ni para creer y dar por sentado, ni para hallar tema de conversación o de disertación, sino para sopesar y reflexionar”. Sir. Francis Bacon. Pensar una nación es un asunto de nunca acabar. Esa es la sensación que deja la lectura del libro Pa que se acabe la vaina del poeta William Ospina. Con el verso de la Gota fría, de la popular canción de Emiliano Zuleta, de entrada se alude la ra-

zón de fondo, que no podría ser otra, el anhelo de este país por acabar por fin con la guerra. Mal que retrotrae a otras tantas acaecidas desde los albores de la república colombiana. Todas metaforizadas en las derrotas del coronel Aureliano Buendía en 32 guerras civiles, que a más de muerte, dolor y frustración, no le sirvieron para nada a las gentes de Macondo, ese mundo poetizado en Cien años de soledad por Gabriel García Márquez. Y que todos sabemos es la historia de Colombia transpuesta en clima de fábula. En varios de sus libros anteriores ya se habían ocupado de los mismos temas sobre los

cuales vuelve en Pa que se acabe la vaina, y como es apenas obvio, resulta inevitable para sus lectores no experimentar la sensación de lo ya leído al depararse con muchos párrafos de las 237 páginas que conforman este libro de opinión. Eso sucede con todos los escritores, como sostenía Borges, después de determinada edad están condenados a repetirse, a volver una y otra vez sobre los mismos temas y obsesiones. Por eso, quizás, Rulfo no escribió más nada después de Pedro Páramo, su genial novela. Un hombre tan prolífico como William Ospina, no escapa a la sabia constatación de su maestro Borges, y está claro, no tiene las

aprehensiones de Juan Rulfo. El poeta Ospina es un escritor inagotable y debe saber mejor que nadie de los riesgos que se corren. La lectura paralela que el texto provoca puede contribuir a llenar vacíos o a completar raciocinios. Al fin y al cabo estamos ante un inventario panorámico (con todas las limitaciones que esto conlleva), con análisis e interpretaciones en los cuales prima la mirada poética acerca de intrincados acontecimientos de la historia colombiana, en un orbe muy amplio, desde la colonia hasta nuestros días. Esto explica las apretadas síntesis sobre tantas cosas, y

La política y la ficción se entreveran y se desvalijan mutuamente en los universos tratados, a la vez irreconciliables y simétricos. Para comenzar, y como quien dice, esto es asunto serio caballeros, Cien años de soledad, la más contundente indagación sobre lo que somos y cuya clave de fábula - su manera poética de transfigurar la historia a través del lenguaje y la imaginación - es el horizonte que le sirve a Ospina para reflexionar sobre el país. Estamos hablando de Macondo, esa aldea de imaginación y desmesura que nos desnuda como sociedad, que la inventa, la revela y hasta la contradice o la niega. Todo ese poderoso universo de fábula transfigura los hechos históricos e instaura otra mirada de los mismos. Con esta perspectiva, vuelve a dos grandes predecesores de García Márquez, Jorge Isaacs y José Eustasio Rivera. De ellos


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destaca la capacidad para ver la geografía como parte de la historia. Ellos vieron el territorio, lo nombraron, mostraron la diversidad de sus gentes, las arrogancias de la vida señorial y la dureza de la vida campesina, la paciencia de unos y la temeridad de otros, los saqueos y las guerras, el modo como la codicia y la soberbia se empeñaban en convertir en infierno los paraísos equinocciales (p.48).

guama. Esa ceguera que hay de fondo en estos hechos, como en tantos otros, vuelve a provocar la reciente perdida de mar territorial en las islas de San Andrés y Providencia con Nicaragua. Y esto porque la dirigencia colombiana, como afirma Ospina, nunca supo oír la voz del territorio, y mucho menos, se preocupó por su importancia. Siempre fueron sorprendidos despabilando.

La incomprensión de las élites del territorio y de sus gentes es aquí medular, pues ese abismo entre el país formal y el país real, como lo analizó Diego Montaña Cuéllar, explica muchos de los problemas por resolver en este país. Lo más preocupante es saber que aún pervive tanta ignorancia y malsanos prejuicios en pleno siglo XXI. Baste mencionar la absurda pérdida de Panamá como consecuencia de la ceguera y el desprecio de las élites andinas por el Istmo y su entreguismo

El caso de José Eustasio Rivera pone el desnudo tanto despabile sobre el territorio. Al poeta Rivera nunca le prestaron, en las altas esferas del poder, la debida atención sobre todo lo que trajo cuando hizo parte de la Comisión de fronteras con el Brasil. Tanto en sus informes como en su conmovedora novela, La vorágine, señala Ospina, este mundo pedía a gritos ser tenido en cuenta, ser incorporado al relato de la nación, verse integrado al proyecto estratégico del país (p. 55). Pero

Virtud del libro, animarnos a la comprensión de este país y a participar de la construcción de uno mejor y más humano. Todo país es una comunidad imaginada” ante la voracidad del naciente imperio norteamericano. Décadas atrás ya Bolívar avizoraba el papel estratégico del Istmo panameño y lo sugería como la capital de su soñada república de la Gran Colombia. Asunto analizado en extenso por el historiador cartagenero Alfonso Múnera, en el memorable ensayo, Panamá ¿la última frontera?, de su libro Fronteras imaginadas. Ignominiosa historia vuelta a escudriñar por Juan Gabriel Vásquez en su novela Historia secreta de Costa-

seguía imperando el nefasto centralismo bogotano y el encierro en las fronteras, realidades que aún persisten, así como la inestable y desigual unidad nacional fruto de muchas guerras que al final, para desgracia del país, ganaron las élites más retardatarias enquistadas en el poder desde los tiempos de la colonia española. Fueron esas élites las que construyeron a la brava este país con la Constitución de 1886, las más conservadoras del continente. Fenómeno que Ospina sintetiza muy

Colombia años 50 - Fotos: Tomadas de intenet.

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bien en sus consecuencias. Ellas fueron las encargadas de perpetuar el discurso colonial, de entregarle la educación al clero, de imponer una democracia de fachada y de aislar al país de la modernidad. Una novela como Pax (1907) de Lorenzo Marroquín (hijo del presidente que poco o nada hizo por mantener a Panamá, José Manuel Marroquín), que merecería ser mencionada y bien leída, ofrece el más completo cuadro de esas élites que ganaron la guerra de los Mil Días y erigieron la república andina del buen gusto, los buenos modales y la imitación de las metrópolis europeas a costa del desprecio por las mayorías –80% conformadas por indios, negros, mulatos y mestizos– sometidas a la pobreza y al analfabetismo. Ospina reconoce a quienes se atrevieron a colocar las cosas en su verdadera dimensión y por ello fueron voces incómodas y acalladas por el poder. Caso aberrante es el de los escritos de Jorge Isaacs sobre las tribus indígenas del Magdalena y sus informes cuando hizo parte de la Comisión Corográfica, fueron censurados por Miguel Antonio Caro con el argumento de que expresaban un darwinismo peligroso para la sacrosanta república andina. Y hay más que valdría mencionar sobre Isaacs como su participación en las guerras civiles; el proyecto educativo que trató de impulsar en el Estado soberano del Cauca, inspirado en el de Sarmiento en Argentina, el más avanzado del país y que fuera torpedeado por el clero; su labor periodística, para no hablar de su genial María y ese bello homenaje que le hace a los esclavos traídos del

Foto: Fredy Prado

África en las historias de la esclava Nay. Pese a las breves alusiones que hace Ospina sobre la importancia de los negros, es ostensible la omisión de la tradición afro en la literatura colombiana. El caso más protuberante es el de Manuel Zapata Olivella, compañero de generación de García Márquez, que además de haber escrito Changó, el gran putas, esa gran saga sobre 500 años de los negros en las Américas, como pocos, fue el escritor que más se preocupó por rescatar, valorar y difundir en todo el mundo la cultura popular a la que el libro de Ospina rinde tributo.

En la tesis central del libro, el peso del asesinato de Gaitán, abre espacio para sopesar que tanto de verdad contiene. Su tono concluyente sobre la muerte del viejo país y el nuevo que aún está por nacer, comporta valor poético, aunque son muchos los acontecimientos que deja por fuera y sobre los cuales amerita una reflexión más amplia. Esa, como ya he dicho, es una virtud del libro, animarnos a la comprensión de este país y a participar de la construcción de uno mejor y más humano. Todo país es una comunidad imaginada.


MÚSICA

Que todo el mundo te cante

Jairo Varela y Valverde, años 80 - Foto: Archivo Umberto Valverde.

Por: Redacción La Palabra

Para empezar, debo decir que tuve el privilegio de ver nacer y crecer a la criatura. Conocí el plan general del libro y hablamos con Umberto sobre su importancia para Colombia. El velorio y el entierro de Jairo fue una oportunidad para hablar de muchos aspectos de la vida de Jairo. Con las cámaras de UV/TV hicimos un registro completo de estos días. Con el apoyo de Umberto entrevistamos a muchos músicos, así como a personalidades de la cultura, a familiares y amigos de Jairo, y a gentes del común que lo acompañaron hasta el momento final en el cementerio Metropolitano del Sur. Algunos de estos materiales se los facilitamos a Umberto para la escritura de este libro, que como todos saben fue publicado en una primera versión, por entregas semanales, durante 4 meses en el diario El País. Luego tuve el encargo de llevarle la idea a mi amigo Alfonso Carvajal, editor de ediciones B, para su publicación como libro. Los resultados están a la vista: una bella edición, con un tiraje de 8000 ejemplares, algo inusitado para un libro en Colombia. Y sin duda un referente obligado para futuras investigaciones sobre la vida y obra de Jairo Varela.

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La idea que teníamos al filmar los tres días del velorio y el entierro, proyecto que aún aguarda por recursos para su realización, era la de hacer un documental sobre Varela a partir de su multitudinario entierro, a la manera de El entierro

su condición de atrateño, fue fundamental para erigir una obra musical en el que la salsa adquiere tintes del Pacifico que le dan esa sonoridad tan original que encantó y seguirá encantando a los más diversos públicos en varios continentes.

A Que todo el mundo te cante Umberto le metió alma, vida y sombrero, a tal punto, que el cuerpo le pasó la cuenta cuando lo había terminado y lo tuvo hospitalizado cinco días. Por el fruto que entregó, valió la pena” de Cortijo, la hermosa crónica del escritor puertorriqueño Edgardo Rodríguez Juliá. Hablamos de esto y ya en la cabeza de Umberto rondaba la idea del libro, era un llamado interior, pues él era la persona más preparada para hacerlo. Eso fue lo que entendió El País cuando lo llamó para escribir la separata en El País sobre Varela. Desde cuando Umberto me comentó la propuesta hasta cuando tuve la oportunidad de conocer el plan general fueron muchas las ideas y reflexiones compartidas. Seguimos hablando durante los casi tres meses de largas jornadas de escritura que lo dejaban exhausto. Ahora que ya no está, aunque su espíritu ronda encantado entre nosotros, la importancia del legado de Jairo Varela para la música popular colombiana y para la cultura del Pacífico colombiano tiene un lugar entre los grandes. Creo que el origen chocoano de Jairo Varela,

Como señala el poeta Medardo Arias en su libro La verdadera historia de la salsa: Algo que las nuevas generaciones deben reconocer en Jairo Varela, es esa afortunada fusión entre el bambuco viejo, el berejú, el patacoré, la jota chocoana y los alabaos, con los ritmos de las Antillas. Esta afirmación nos lleva a pensar en un contexto más amplio –todo el proceso de visibilización de la cultura del Pacífico colombiano durante las últimas décadas– en el cual la música ha sido una de las formas más expeditas, por supuesto no la única, para ese reconocimiento. Y en este campo la obra de Varela y el grupo Niche sacó el Pacífico colombiano al mundo, un anhelo que Sofonías Yacup había expresado en su libro El litoral recóndito en 1934. En esos años era inimaginable un músico chocoano tocando en el Madison Square Garden y atrayendo multitudes en Lima, Ciudad de México, Panamá, San Juan,

Cali, Febrero de 2014 además de sus giras por Europa, los Estados Unidos, Japón y América Latina. Jairo alebrestó los ritmos del Pacífico entre las notas de la salsa, y sin duda abrió caminos para las nuevas generaciones de músicos de esta región. Si Jairo hubiese ido al África, como fue el caso de salseros como Johny Pacheco y Willie Colon, con toda seguridad como éstos su música hubiera impactado a los niches de ese continente. La razón era muy simple, como me lo explicó en un almuerzo Pacheco en el Carnaval de las Artes de Barranquilla: nuestros ritmos vienen del África, acá sólo los desarrollamos en nuestras realidades. Jairo tenía mucha conciencia de estos orígenes africanos, de sus ancestros. Eso lo supe cuando tuve la oportunidad de sostener varios encuentros a los cuales Jairo me convidó para leerme partes del libro que estaba escribiendo, El Amanecer de los pájaros. Eran unas memorias a través de las cuales quería volver a sus ancestros y valorar

Foto: Fredy Prado

una cultura como una forma de luchar por la dignidad de su pueblo, de las gentes del Pacífico colombiano. Umberto fue testigo de excepción de toda la vida artística de Jairo y su mérito está en la constancia y comprensión de la enorme importancia de la música del maestro Varela. Este libro da cuenta de esto y es el mejor tributo que se le puede rendir a un amigo. Son muchas las facetas de la vida musical de Jairo rescatadas en Que todo el mundo te cante. Ahí está el gran músico salsero con sabor Pacífico, en una narrativa que lo recrea, con la sinceridad y el apasionamiento característico de Umberto. Su admiración no soslayó nunca la polémica hasta el final de sus días. Con dureza, pero con amor, está escrito este relato de la vida musical de Jairo Varela. * A partes del Texto de Darío Henao, leído en el lanzamiento del libro en Cali, diciembre 14 de 2013. Texto completo en: lapalabra.univalle.edu.co


LITERATURA

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Plegaria por un papa

envenenado

rrera de humildad al servicio de los pobres, los enfermos, los presos, los desvalidos y hasta las prostitutas. Precisamente, son las prostitutas de Venecia las que a modo de coro dan fe de su vida y lo valoran –“como el último sacerdote en cuerpo y alma que quedaba sobre la tierra”–, cuando fuera el Patriarca de esa ciudad. Ellas lo quieren prevenir, pero Albino Luciani no las escucha. El segundo narra el manejo ejemplar que le da Luciani –en la diocésis de Veneto– a la estafa perpetrada por dos sacerdotes en el banco de la Iglesia con los dineros de los fieles. Devolvió de los tesoros eclesiásticos y la venta de algunas propiedades hasta la última lira adeudada. Esto le traerá sus primeros enemigos. Ya se anunciaba el talante que tendría ante escán-

Cali, Febrero de 2014 les de la Iglesia. “No se puede dirigir la Iglesia con preces a María” le espeta Marcinkus a Luciani, sin dejarlo hablar. El capítulo siguiente nos lleva a la vida de Albino en el austero seminario de Feltre y su pasión por la literatura –Twain, Verne, Marlowe, Goldoni, Manzoni, Dickens, Chertenton, Goethe, Scott, Petrarca y tantos otros –, y luego a su paso por el seminario mayor de Belluno, allí estudia a fondo un libro prohibido –Las cinco heridas abiertas de la Iglesia católica de Antonio Rosmini– que le servirá de tema para sus tesis doctoral en Teología en la Universidad Gregoriana de Roma. Sus lecturas lo llevaron a dirigirle cartas a los escritores. El quinto capítulo nos cuenta del conclave que eligió a Albino Luciani como el primer Papa con dos

Evelio Rosero con virtud sobresaliente, por primera vez se atreve a novelar sobre un tema tan espinoso y, además, alejado de su propia geografía vital”

Evelio Rosero Narrativa latinoamericana Tusquets Editores 168 páginas 2014 Por: Redacción La Palabra Un amanecer de septiembre de 1978, Albino Luciani fue encontrado muerto por sor Vincenza, a los 66 años de edad. Era nadie menos que el Papa Juan Pablo I, elegido sólo treinta y tres días antes. Sor Lucía dos Santos, la vidente de Fátima, cuando estuvo como peregrino en Portugal, le había pronosticado su futuro: “serás el primer Papa con dos nombres, pero no el primer Papa envene-

nado”. Todas las tramas secretas que pudieron haber provocado este desenlace –hipótesis acogida por el narrador– son recreadas con impresionante maestría y conocimiento por Evelio Rosero. Ya en sus novelas Los ejércitos, Los Almuerzos y La carroza de Bolívar, nos había dado muestras de dominio del intrincado y difícil arte de novelar, de capacidad para desentrañar y contar dramas humanos, con refinada pluma y hondura poética. Esto lo distingue como una de las voces más sólidas de la literatura colombiana de estos tiempos. El primer capítulo cuenta de la entrega de Albino a la fe cristiana, su infancia pobre en la aldea de Feltre, y toda su ca-

dalos de mayor envergadura, como los que le esperaban a su llegada al Vaticano. El tercero cuenta de la visita que Albino Luciani, siendo obispo, hace al Vaticano por un asunto de corrupción que lo enfrentará por primera vez al poderoso obispo Paul Marcinkus, el temible banquero de Dios, (del Banco Ambrosiano). No logra hablar con el Papa Pablo VI que está enterado del asunto y, para su asombro, confía en Marcinkus y los manejos non santos que hace con los inmensos capita-

nombres. El gran derrotado fue el cardenal Marcinkus, quien ante el temor de verse arrojado lejos del Vaticano no dejara de complotar hasta el ascenso del Papa Karol Wotyla (Juan Pablo II), quien asume el papado para mantener el status quo. El sexto capítulo está dedicado a los pocos días que duró el papado de Albino y todos los poderes internos con los que estuvo enfrentado. El capítulo séptimo continúa con todas las exploraciones del Papa para conocer el laberinto Vaticano y los hilos

Evelio Rosero - Foto: memoriasdel fuego.wordpress.com

que mueven a la Curia romana. En los capítulos octavo y noveno se narra el encuentro que tuviera con catequistas de todo el mundo, oportunidad para expresar de viva voz sus ideas sobre el papel de la catequesis. En este escenario se enfrentan, doctrinariamente, el Papa y el cardenal Marcinkus. En los tres últimos capítulos, se define la brutal conspiración contra el Papa renovador. Su última noche en este mundo es narrada como un descenso al Infierno y un reencuentro con los escritores que más lo cautivaron. Hasta con Galileo conversa Albino que no sale de su asombro. Esta última parte es el punto más alto del libro, su profundo sentido abreva en una brillante reflexión poética sobre el oficio de los escritores en este mundo. Los buenos que son minoría y los malos que son cientos, carcomidos por la frustración y la envidia. La rigurosa investigación sobre la vida y obra de Albino Luciani, el universo de los tenebrosos poderes en el Vaticano, y un libro inspirador –En nombre de Dios del escritor inglés David A. Yallop– constituyen los materiales con los cuales está hilvanada esta inteligente y bien concebida novela de Evelio Rosero. Con una virtud sobresaliente, en ella por primera vez se atreve a novelar sobre un tema tan espinoso y, además, alejado de su propia geografía vital.


CINE

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Made in Colombia

Cali, Febrero de 2014 nefasta para la sostenibilidad y las expectativas de crecimiento del cine nacional a nivel de realizaciones.

Una cinematografía sin industria

La película del cine en Colombia La historia del séptimo arte en nuestro país se inició casi al unísono con el surgimiento de éste en el mundo. A sólo dos años de la aparición pública en París del aparato de los Hermanos Lumière, el cinematógrafo arribó a Colombia, donde desde entonces se ha buscado tener una industria cinematográfica. Dada la avanzada del cine y los adelantos tecnológicos norteamericanos y europeos, la búsqueda de una industria cinematográfica en esa época cedió el paso a la exhibición, y con ello la desaparición de las productoras nacionales como Ducrane Films, Calvo Film Company, Patria Films.

Rodaje: El Páramo - Foto: Tomada de internet.

Mientras las salas de cine del país experimentan records de asistencia –no todas, cabe aclarar–, y al ritmo de la inauguración de centros comerciales suman pantallas los exhibidores; nuestros directores y realizadores no logran cuadrar caja. Las dinámicas de oferta y demanda dictan las reglas de este juego de claros vencidos y perdedores. Por: Redacción La Palabra A finales del 2013 un acalorado debate retomó la compleja realidad de la cinematografía local, su estética, falta de espectadores, la protección y el proteccionismo, eran los temas que discurrían mientras, como síntoma del estado del problema, las lucrativas taquillas de las producciones extranjeras versus la escasa asistencia a las proyecciones nacionales, escenificaban el abrumador desbalance que advierte un panorama oscuro para los futuros proyectos de nuestros cineastas. ¿Cuál debe ser el viraje para cambiar tal perspectiva? ¿Quiénes deben recalibrar el norte de sus propósitos? ¿Es posible la consolidación de una industria cinematográfica nacional? son preguntas que de responderse con acertados hechos, lograrían que más colombianos asistan a las salas para ver el cine producido en su país. Según las declaraciones de Mu-

nir Falah, presidente de Cine Colombia, a la revista Dinero en octubre del 2013, ese año se rompería “un récord en Colombia: 44 millones de personas habrán ido a cine, registrando la marca más alta en la historia reciente. (...) la exhibición de cine es un negocio en auge (...). En 2005, los ingresos por taquilla empezaron a crecer de manera exponencial. En 2007 se lograron los 20 millones de espectadores en Colombia. En los siguientes cinco años la industria se duplicó: para 2012, los teatros del país fueron visitados por 40,8 millones de espectadores”. Sin embargo el porcentaje de espectadores de películas colombianas en estas imponentes cifras promedia para Cine Colombia entre 5 y 7% de su taquilla anual. Según estadísticas de Proimagenes entre 1996 y 2013 ese promedio está alrededor del 8% a nivel nacional, con totales en el 97 y 99 menores al 1%, consecuencia de la baja producción, aspecto que cambió positivamen-

te con la entrada en acción de la Ley 814 de 2003; porcentajes de 12.4, 13.8 y 10.73 tuvieron el 2005, 2006 y 2012. Sin embargo la constante en la baja pantalla nacional con respecto a la extranjera, es una consecuencia

Un proyecto concreto para apoyar el surgimiento de tal industria se planteó a partir de la creación de FOCINE, entidad adscrita al Ministerio de Comunicaciones para la administración del Fondo de Fomento Cinematográfico. Con FOCINE se logró producir durante 10 años 29 largometrajes y un importante número de cortometrajes y documentales, pero en 1993 una vez más el plan de lograr una industria se fraguó por el cierre de la entidad.

Sala de Cine - Foto: Tomada de internet.

Así el tiempo le abrió paso a la Ley de Cine de 2003 por la cual: “se dictan normas para el fomento de la actividad cinematográfica en Colombia”, creada con el propósito de apoyar a realizadores de largometrajes, cortometrajes y documentales, así como proyectos de formación de públicos a través de un fondo administrado por El Fondo Mixto de Promoción Cinematográfica PROIMAGENES en Movimiento, ente que administra los dineros recaudados por medio del cobro de impuestos a distribuidores, exhibidores y productores de cine en nuestro país, posibilitando un incremento significativo del número de producciones locales. Las matemáticas de un arte hecho entretenimiento A pesar de contar con esta ventaja la cinematografía nacional afronta un duro golpe en sus cifras. El cine comporta las dimensiones de arte, industria y entretenimiento, lo cual se refleja en los distintos gustos de sus públicos; características que ponen en jaque el cine colombiano porque en la cartelera nacional nuestras producciones entran a competir con una industria que tiene lo suficiente clara estas tres dimensiones. La producción de una pieza fílmica implica costos onerosos


CINE para llegar a un producto final, ante estos gastos las colombianas ven diezmadas sus expectativas en escasa asistencias a las salas. Para el caso de las producciones apoyadas por Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC), creada a partir de la Ley de Cine, el director, guionista y editor, Julio Luzardo, explica un poco la dinámica: “Si una película colombiana no logra recuperar sino lo que representa el promedio de los 25,000 espectadores, el FDC le ayuda en sus costos de copias, materiales de prensa y lanzamiento hasta un tope de $70 millones de pesos, que añadido a los $2.000 de promedio por cada espectador que le puede generar la taquilla (otros $50 millones de pesos), sólo logra recuperar en el mejor de los casos $120 millones de pesos máximo, que es una bicoca comparada con los presupuestos que se manejan hoy en día. Si ha tenido de socio para el lanzamiento alguno de los canales de televisión, va tener que darle al canal un 15% a un 25% de esta suma y si ha gastado en la producción más de los $700 millones que le da el estímulo de Producción del FDC, no le queda casi nada fuera de sus sueños para volver a pensar en una segunda película”.

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Cali, Febrero de 2014

Entender el porqué de la baja pantalla nacional Cuando una producción nacional entra en cartelera, los exhibidores miden su permanencia a partir de los resultados de taquilla en su primer fin de semana, si esta no ha correspondido con un punto de equilibrio que amortigüe las estadísticas de la exhibidora, se encuentra primera en la lista para salir de dichas salas. Tal es el caso del director caleño Antonio Dorado, quien cuando confrontaba su película Amores peligrosos con el público, se vio en la necesidad de comunicar a la opinión pública la situación con su cinta: “Estrenamos el viernes 11 de octubre y Cine Colombia –el distribuidor– la programó con 47 pantallas en todo el país. (…) Nos informaron que hasta el miércoles alcanzó 30.917 espectadores, pero que la cifra solo alcanzó para programarla en 6 salas en todo el país. Es decir, la película tiene los días de vida contados”. El caso de Dorado es una situación común que padecen sus colegas y el gremio. Ante la levantada de ampolla, a partir de las declaraciones de Dorado, surgió el debate en torno a la estética y narrativa de las producciones colombianas, recayendo sobre ellas misma la baja taquilla. Las temáticas trilladas por la pantalla chica sobre narcos, siliconas, come-

La Sirga, pelicula colombiana - Foto: Tomada de internet.

dias cargadas de muletillas que ya no divierten, sobre exposición de actores y actrices, poca o mala publicidad, vienen a ser argumentos que llaman la atención de sus creadores. Sumado a esto está la oferta de los blockbuster de Hollywood, que llegan con una publicidad millonaria, afamados elencos, producciones impecable –in-

yecto cinematográfico certificado es de USD $ 600,000; no obstante, el precio de una producción supera este monto, y se deben concretar otros capitales –privados, propios, cooperativas, coproductores, etc.–, es aquí donde viene el problema con la escasa pantalla. Al tener tan poca taquilla y escaso tiempo de exhibición, los recaudos

La cuota de pantalla no será un logro fácil. De alcanzarla se podría apuntar con certeza al surgimiento de otras empresas, cambiando un poco el sistema actual donde sólo se consolidan empresas que ya son fuertes dentro del esquema” dependiente de los argumentos– y una variedad temática diseñada bajo el criterio de industria de entretenimiento. Además también están las nuevas tecnologías de proyección como el 3d que según Cine Colombia representa cerca del 35% de sus ingresos. Panorama y alternativas para el cine nacional Los recursos entregados por el gobierno para la producción de cine nacional son dineros pagados por los colombianos en cada ticket–no importa que película se vea–. El incentivo máximo otorgado por el gobierno de Colombia a un pro-

desde las salas son limitados e insuficientes para recuperar las inversiones. Ante este panorama surge el empeño por parte de los realizadores de sostener por ley una “cuota de pantalla”, y con ésta sostener sus producciones en las salas nacionales un número definido de semanas. Una alternativa donde exhibidores, gobierno y productores deben entrar recalibrar sus expectativas, para aportar al fortalecimiento de una cinematografía que se lastima con la dinámica –lícita– plateada por los distribuidores y exhibidores, estos últimos ya fortalecidos por la alta demanda de espectadores

en sus salas, quienes controlan el negocio y ponen o quitan producciones de sus pantallas bajo un criterio propio. Un apoyo que al final no sólo es para las intenciones o caprichos de realizadores, sino una vía para seguir buscando una industria para nuestro país. A raíz de las declaraciones y el debate suscitado en el caso de Amores peligrosos, se ha consolidado una Mesa de gremios la cual adelanta ingentes esfuerzos por encontrar los caminos hacia una pantalla nacional de mejores condiciones. La cuota de pantalla no será un logro fácil. De alcanzarla se podría apuntar con certeza al surgimiento de otras empresas, cambiando un poco el sistema actual donde sólo se consolidan empresas que ya son fuertes dentro del esquema. La lucha es para que exista una apertura donde otras empresas nacientes se beneficien de las grandes ganancias que da el cine, y así quienes son frágiles por su naturaleza, tendrán la posibilidad de fortalecerse, y activar una industria cultural, la cual permita que la gente no sólo trabaje en una película por el ideal de contar una historia, sino también que todos quienes intervienen puedan vivir de ese gusto por hacer cine.


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Cali, Febrero de 2014

De una generación a otra Miradas sobre el escenario artístico a propósito de Pedro Alcántara Herrán

Pedro Alcántara Herrán - Foto: Tomada del libro Alcántara.

El lanzamiento del libro Alcántara se realizó el pasado 12 de diciembre, una investigación juiciosa y detallada de aspectos de la vida y obra del artista caleño Pedro Alcántara Herrán. Con la publicación se exalta los 50 años de su producción artística Por: L. Victoria C. Reina Estudiante Lic. en Historia

En el hotel Spiwak se realizó el lanzamiento del Libro Alcántara, con la presencia de familiares y amigos, además de diferentes instituciones y actores de la vida cultural de la ciudad, artistas, escritores, músicos y videastas se dieron cita para conocer la publicación gestada

desde el 2009. Interesados en la trayectoria del reconocido artista, un grupo interdisciplinar de investigadores reflexionan en retrospectiva sobre el compromiso de Pedro Alcántara Herrán con el escenario social, artístico y político del país. La presencia del músico Héctor Gonzales interpretando el Laúd, le dio a la noche un ambiente especial, un bello y antiguo instrumento muy poco

conocido e interpretado en el país precedió la presentación de libro. Un libro para tener en la biblioteca Eran cerca de las 7 p.m. cuando los asistentes agrupados en el recibidor del hotel esperábamos ansiosos la llegada de los libros; Pedro Alcántara, vestido de traje blanco, saludaba con un gesto afable y anuncia que el evento estaba por empezar.

Esa noche el artista agradeció especialmente a las mujeres que ayudaron a su construcción cultural, Emilia Hormaza y Ángela Martínez, abuela y madre respectivamente, quienes se constituyeron en “referentes claves a lo largo de su vida. Mujeres visionarias y alcahuetas, de quienes recibió especial apoyo ante sus inclinaciones y manifestaciones artísticas”, de ellas recibe “Su más importante influencia familiar…” (p.322).

Dedica y agradece a su esposa Mónica Herrán por su incondicional apoyo, por cuatro años de investigación y registro fotográfico de obras regadas por el país; soporte fundamental del proyecto editorial liderado por la Fundación Función Visible. Algo más de 50 años de trayectoria ubican al artista caleño como un testigo de la vida cultural, tanto del país como del continente americano; actor de diferentes momentos y


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11 líneas no buscan resumirle al lector 50 años de trayectoria, más bien tiene como objetivo presentar aspectos que de manera subjetiva encuentro importantes como una forma de invitarlos a conocer, re-leer, discrepar o re-valorar las obras y el accionar artístico de este personaje. La aparición de su nombre en el ámbito de las artes plástica inicia a temprana edad; a la edad de diez años, su madre Ángela Martínez envió un cuadro suyo titulado procesión en un pueblo al IX Salón Anual de Artistas

Cali, Febrero de 2014 lítico cuyo objetivo es impactar a un gran público por un bajo costo. “Con la presunción de legitimar la propiedad para el eventual comprador que anhela un original, los artistas definen la copia como un originalmúltiple, bajo el acuerdo tácito de la firma y la numeración, colocada al papel a mano y por el autor” (p.124). “Alcántara ve en la técnica de la serigrafía la posibilidad de acercar al Gran Arte a sectores de la sociedad privados de un acceso directo a las obras, sobre todo porque el producto seri-

La muerte y la violencia, convocadas en el territorio del cuerpo humano, son características que se alcanzan a advertir en las obras de Pedro Alcántara”

Obra Pedro Alcántara Herrán - Foto: Tomada del libro Alcántara.

procesos de la historia, del arte en Colombia, ponen de relieve los testimonios desde su papel como artista activo, crítico de las condiciones en las que ha desarrollado su arte. Las reflexiones de esta juiciosa investigación académica constituyen un valioso instrumento para los estudiosos, en tanto logra convocar al menos tres focos de lectura a partir de la vida y obra del artista: una dimensión de vanguardia, relacionada a sus aportes en el arte y su participación con proyectos teatrales; otra que vincula contextos políticos a nivel de Colombia, América y el mundo como marco referencial de las posturas adoptadas por el artista, sus apuestas políticas e ideologías con profundas raíces en su obra; finalmente, temas con amplio tratamiento en sus creaciones, puntos de articulación a la vez particular-univer-

sal, cuerpo, muerte y violencia. En la publicación encontramos documentos y testimonios de carácter biográfico donde se revela el origen del artista, sus ancestros; se descubre al Pedro Álcantara orgulloso de ser heredero de un valioso acervo cultural. Alcántara: una lectura desde las páginas de su libro Artista y gestor cultural. Militante de izquierdas y senador de la Republica. Son algunos escenarios sobre los que ha transcurrido la vida de Pedro Alcántara. Sería inútil intentar resumir, en tres páginas de este periódico cultural, la vida del artista cuando fundamentalmente se habla desde un extenso libro cuyo objetivo es recoger no solo la práctica artística sino sus posturas, cambios y experimentos. En ese sentido, estas

Colombianos. Era ella quién había promovido las habilidades artísticas del joven Pedro a través de un taller grupal dictado por el maestro Hernando Tejada. El contexto del arte local en interacción con sus posteriores estudios en Roma engendró el duende artístico de Alcántara Herrán. Historiadores del arte ubican su obra en el ámbito de lo neofigurativo, de cuerpos sugeridos, de lo humano a blanco y negro. A los veintidós años “toma posesión como profesor de Técnicas Modernas en el Instituto Departamental de Bellas Artes” (p.322). La publicación es importante por la intención de contar ampliamente cómo el artista se vincula a la historia del arte en Colombia con propuestas originales desde el tratamiento de los temas hasta la utilización de diferentes técnicas; la importancia de pertenecer a una generación que pone en cuestión la idea del dibujo como arte menor, apostando por el dibujo como resultado y no solo como medio para concebir la obra de arte. O su relevancia en la plástica nacional y latinoamericana a través de la técnica del grabado, así como poner en circulación local el concepto del original-múltiple en la época de la reproductibilidad técnica, casi siempre relacionada con la publicidad o el panfleto po-

gráfico tiene las condiciones de un original” (p.123). Para el curador Miguel Gonzales, “Las gráficas de alguna forma se pusieron de moda, su mercadeo y su adquisición, creo que la

Bienal de artes Gráficas enseñó qué era el original múltiple… con la serigrafía, numerada y firmada por el artista” se refrendó la “condición única [de la obra] en el volumen de ejemplares” (p.400). Es durante la II Bienal del Grabado Latinoamericano realizada en Puerto Rico en 1972, que “Alcántara le propone a Lorenzo Homar la creación de un taller de serigrafía enfocado en poner en común esta técnica con artistas de un amplio reconocimiento en el país. Con la Tertulia y Cartón de Colombia se concertó la ejecución de esta iniciativa en el año 1973”. (P.129) Este proyecto ayudó a formar algunos integrantes de Talleres que se consolidarían más adelante. El dibujo, el grabado, además de la gestión cultural, hacen del artista Pedro Alcántara un personaje a tener en cuenta en el desarrollo local del arte. Bajo su dirección, en 1974 se constituye

Pedro Alcántara Herrán - Foto: Tomada del libro Alcántara.


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Obra de Pedro Alcántara Herrán - Foto: Tomada del libro Alcántara.

el primer colectivo de grabado de Cali, Taller Experimental de Gráfica junto a Virginia Amaya, María de la Paz Jaramillo, Phanor León y Óscar Muñoz, un espacio valioso para la reflexión artística y política, un punto de encuentro entre artistas. La consolidación de talleres de impresión por “iniciativa de Alcántara y sus compañeros es

Arango y Pedro Alcántara dirección administrativa y artística respectivamente, Phanor León y Virginia Amaya como jefes de impresión. Al finalizar el 77 la corporación “realiza su primera publicación con un portafolio titulado: El graficario de la lucha popular en Colombia, el cual reúne treinta y dos artistas nacionales y se compone de veintisiete obras y

Sus incursiones en el teatro como diseñador de escenografías y vestuarios, revelan la versatilidad de su propuesta que denota su profunda convicción de la vida, el arte y la política” muy importante, por cuanto el sector menos protegido y carente de organización, es el de los artistas plásticos. Así que los talleres se convierten en instrumentos de comercialización, difusión y socialización de las obras, independientemente de la gestión de las galerías o de los marchantes” (p132). La técnica serigráfica implementada por este taller fue la del seriografo puertorriqueño Lorenzo Homar, según Miguel Gonzales es “una técnica de reproducción hiperrealista…” (p. 401). Con declive del taller experimental de gráfica se crea la Corporación Prográfica en 1977 integrada por: María Eudoxia

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cinco reproducciones elaboradas, en diferentes técnicas gráficas…” (p.140). Este portafolio se expuso en la Habana en 1978, Varsovia 1979, Berlín, de la Republica Democrática Alemana, Sofía y Bucarest en 1980. “La edición constó de cien ejemplares y era presentada por un texto de García Márquez titulado: Colón disfrazó de caníbales a los indígenas, porque era un genio de la publicidad” (p. 142). Miguel Gonzales a propósito de la Corporación dice “Creo que Prografica es la primera organización de envergadura para hacer impresiones y que esas impresiones graficas tuvieran una intención, porque los talleres de serigrafía, funcionan

con un lema elemental: al que aparezca yo le hago la serigrafía… la corporación tuvo muy buen criterio para hacer unas carpetas que tuvieran una intención, que fueran importantes al nivel estético y político, seguramente el portafolio de La lucha popular en Colombia fue el más significativo” (p. 400). La corporación Prográfica hace esfuerzos por “consolidar los vínculos internacionales con los artistas gráficos y sobre todo comprometer en la ejecución de los portafolios la presencia de fragmentos literarios, discursos, proclamas de importantes figura de la literatura nacional y latinoamericana” (p.143). En 1978 surge el portafolio CubaColombia raíces comunes dirigido por Pedro Alcántara, seis artistas colombianos e igual número de artistas cubanos con un prologo del poeta cubano Nicolás Guillén y la introducción del poeta colombiano Luis Vidales. De forma individual Alcántara elabora una carpeta con el título: Alcántara evoca a Martí. “…máscaras fracturadas para permitir que el actor que las porta pueda pronunciar los aireados textos literarios de José Martí” (p. 144). “…estas máscaras delatan a unos sujetos que las portan, pero que no pueden mostrar sus rostros, porque detrás de una máscara siempre habrá otra máscara, resulta así, una alegoría de la cultura...” (p. 145). La liquidación de la Corporación Prográfica en el año 1987, entre otras razones por la intervención de Alcántara como “dirigente político de la Unión patriótica y su elección al senado de la republica” (p. 149). La muerte y la violencia, convocadas en el territorio del cuerpo humano, son características que se alcanzan a advertir en las obras de Pedro Alcántara. Con la serie ¿De esta tumba, de estas benditas cenizas, no na-

Cali, Febrero de 2014 cerán violetas? recibe el premio del XVII Salón de Artistas Nacionales, entre otras de sus producciones artísticas se encuentran, “Qué muerte duermes, “La danza de la muerte” los salpicados de grafito en “Hombre caído”, “La muerte de…” “Son sombra de guerreros” y “El mal y el maol”. El artista abrió la década del 80´s con la serie titulada “Los ancestros”. Alcántara Herrán fue invitado a exponer de manera individual en Nueva york en una galería especializada de arte latinoamericano, The Sings Gallery, con una propuesta que es interpretada como una ruptura entre “Alcántara evoca a Martí” y “Los Ancestros”, una etapa de “figuras antropomorfas que representan una figura humana aún inconclusa, figuras… que revelan los procesos de la

naturaleza para construir sus formas” (p. 145). No ha sido fácil el trabajo editorial e investigativo, son muchos años de vida artística así como de contante actividad del artista en el campo de la cultura; sus incursiones en el teatro como diseñador de escenografías y vestuarios, revelan la versatilidad de su propuesta que denota su profunda convicción de la vida, el arte y la política. Invitados están los lectores a invertir un poco de tiempo, a acercarse a la obra del Artista caleño Pedro Alcántara Herrán, bien sea a través del libro Alcántara o de las obras que se conserva el Museo de Arte Moderno La Tertulia, una forma de vivir al arte sin intermediación.

Pedro Alcántara Herrán - Foto: Tomada del libro Alcántara.


LITERATURA

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Ite missa est… la nueva novela

del último dinosaurio

za por contar, las narraciones y temas y la magia de la literatura lo volverían a alcanzar en algún recodo de su largo y diverso camino, para que diera la versión novelada de los acontecimientos con el sello de su tono y de su voz. Y así es. En La Misa Ha Terminado, encontramos otra vez la voz, el ritmo y el tono de Gustavo Álvarez Gardeazabal, ese tono al que por años nos acostumbró con Cóndores no entierran todos los días, con Dabeiba y El Bazar de los idiotas. Como veterano novelista, Gustavo sabe que es siempre

Cali, Febrero de 2014 mana de los homosexuales amparados en la institución católica. El espacio es múltiple, las escenas se suceden entre Tuluá, Roma, Buenos Aires, Barcelona, debido a que para las historias de amor que se cuentan es importante el tejido de influencias que existe dentro del poder del Vaticano. En esos escenarios, los sucesos alcanzan sus tentáculos de la laxitud y los horrores del pecado entre curas y monaguillos, seminaristas y profesores, todo inscrito en las premoniciones de la voz de El Demente, un orate tulueño

La historia está sometida a una gran agilidad basada en la estructura, posible por la versatilidad mordaz de la prosa directa, la cual nos comunica que es un novelista versado en las estructuras de la novela contemporánea” ventajoso iniciar hablando de alguien y no de un algo, porque toda novela trata sobre el ser, por eso desde la primera frase ya sabemos quién es el personaje: “Martín Ramírez era tan feo que daba pena mostrarlo”.

La misa ha terminado Gustavo Álvarez Gardeazábal Fondo Editorial: UNAULA 2014

Por: Edgar Collazos Editor La Palabra

Poco antes de salir de la Universidad del Valle, donde por años en sus salones de clase compartió con cientos de estudiantes dedicados a la literatu-

ra: su conocimiento literario, su fino humor sobre la historia de Colombia y sus pareceres irreverentes sobre nuestra cultura caleña, anunció que no volvería a escribir, que no valía la pena afilar más la pluma en un país donde no existen lectores, promesa que de alguna manera cumplió cuando se dedicó a la política y al ejercicio periodístico. Aun así, quienes lo conocemos “de marras,” como el mismo diría, y quienes hemos sido sus amigos, teníamos la ilusión de verlo regresar a las letras, sabíamos que algún día la fuer-

quien empeña su voz y su destino en las profecías de la Virgen de Fátima, confundiéndola con la voz de un coro griego.

Hay dos aspectos importantes en esta enmarañada y desafiante ficción: una, es la presencia del humor, cáustico y a veces coloquial; el otro es la presencia del narrador, que resulta ser el mismo escritor, pues es el propio Gustavo Álvarez quien escribe y conversa con el lector. Esa audacia le da la posibilidad de hacer precisos pareceres sobre la vida, la política, el amor y la moral y sobre las discriminaciones sociales, aquellas que sólo un hombre, quien por más de medio siglo ha estado en los estrados del país investigando qué cosa es el poder, puede hacer con sabiduría. Su voz es siempre escéptica, es la voz de quien no cree en nada ni a nada teme, por eso siempre está lastimando donde hay que hacerlo, dudando donde hay que dudar, preguntando donde no hay respuestas, defendiendo a quien lo necesita. Así es la novela y así es Gustavo Álvarez Gardeazábal, hay que leerla, es el punto de vista de quien así mismo se llama: el último dinosaurio.

La historia está sometida a una gran agilidad basada en la estructura, posible por la versatilidad mordaz de la prosa directa, la cual nos comunica que es un novelista versado en las estructuras de la novela contemporánea. Con rapidez el narrador salta a las pequeñas biografías y reseñas de vida, nos arrastra con fotos de un personaje y de un lugar del país a otro, contando con fluidez y precisión la historia: de Rogelio Briceño, heredero de los genes sexuales y maricones de su bisabuelo; la historia de monseñor Casimiro Rangel, y sus astucias de alcoba y cama, para escalar altas posiciones; el drama de un médico joven, enamorado contumaz de monseñor Casimiro. Experto en tramas, Gustavo nos engaña, intrinca el argumento. La novela es el recuento de dos extravagantes historias de amor, el amor de cuatro locas clericales arrastradas por el frenesí del sexo, y no una diatriba contra la Iglesia Católica. Se podría decir que es más bien el recuento de la condición hu-

Gustavo Álvarez Gardeazabal - Foto: Tomada de internet.


QUÉ PASÓ EN MI BARRIO

La vuelta a la manzana

Una memoria literaria de Cali

Iglesia La Merced - Foto: Álvaro Rúales.

Esta recopilación de diferentes miradas de Cali está ligada a procesos que cada uno de sus escritores experimentó en sus primeros acercamientos con la locomotora de la modernidad. Es entrar en un viaje por las letras de escritores y artistas, y personalidades no tan reconocidas en el ámbito cultural. Por: Jonathan Bravo Estudiante de Lic. en Literatura

El libro fue lanzado el 13 de diciembre de 2013 en la biblioteca del Centenario, 262 páginas donde rememoran su niñez veintinueve escritores quienes narran sus andanzas por los barrios de Cali. Este libro es el primero editado por el Fondo de Publicaciones de la Red de Bibliotecas Públicas de Cali con el apoyo del Ministerio de Cultura, la Alcaldía de Santiago de Cali y la Fundación Carvajal. Los compiladores, Álvaro Suescún, Aníbal Tobón y Eduardo Márceles llevaron a cabo en el 2009 un proyecto para contribuir en la memoria de ciudad. Una memoria que incluye lugares desaparecidos como también personajes icónicos que la transitaron. Cuatro años más tarde, José Zuleta apoyó este proyecto como coordinador editorial y así La Vuel-

ta a la Manzana presentó su primera edición en noviembre de 2013, una invitación a reconocernos en esa Cali narrada, que evoca los principios del siglo XX. El libro se nutre de las narraciones de Pedro Alcántara, Jotamario Arbeláez, Medardo Arias Satizábal, Fernando Cruz Kronfly, Germán Cuervo, Kevin Alexis García, Álvaro Gartner, Darío Henao Restrepo, Orlando López Valencia, Julián Malatesta, Fabio Martínez, Juan Fernando Merino, Juan Sebastián Murillas, Carmiña Navia, Omar Ortiz, León Octavio Osorno, Ana Milena Puerta, Elvira Alejandra Quintero, Mario Rey, Ruth Rivas, Sandro Romero Rey, Amparo Sinisterra de Carvajal, Javier Tafur González, Ángela Tello, Hernán Toro, Hernando Urriago Benítez, Umberto Valverde, Fernando Vidal Medina y José Zuleta Ortiz.

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Un recorrido histórico que comprende los barrios: San Antonio, San Nicolás, San Fernando, Granada, Versalles, la Avenida sexta, La Campiña, Alameda, Santa Mónica Popular, Santa Isabel, Cañaverales, Meléndez, Miraflores, Obrero, Guayacanes, Centenario, Bretaña, Santa Clara, Champagnat y la Buitrera, y experiencias de diferentes personajes como Jovita Feijó; constantes remembranzas a los Juegos Panamericanos del 71; a los trenes añorados y olvidados; la explosión del 56; el mito del monstruo de los mangones que aterrorizó a los niños de los 60’s; los primeros barrios y los hinchas de fútbol. De esta manera se configura una ciudad con sus matices elitistas y populares, con escritores que transitaron en combos de amigos, colectivos, parches o huraños, registrando el comportamiento de una población en acelerado crecimiento.

Cali, Febrero de 2014 En Nada es para siempre, Jota Mario Arbeláez, nos da cuenta de la historia de su niñez en el barrio San Nicolás y sus calles, además de la particularidad de tener un padre sastre. Un interesante relato donde también cuenta cómo él descubre la literatura universal de la mano de su abuela: “¿Rezamos o leemos?, me pregunta mi abuela todas las noches después de persignarnos y santiguarnos. Ella va trayendo al escondido –y después los devuelve–algunos libros de la biblioteca de Luis, el esposo de la tía Tina, y me pide que se los lea pues ella, a pesar de lo viva que es, no tuvo tiempo ni paciencia para aprender a leer y escribir”. En su crónica biográfica Jota Mario deja registrada la época del escuchar la radio para ganar el premio de Coltejer, “Es el carro fantasma de Coltejer que, en desarrollo del programa ‘Coltejer toca a su puerta’, arriba los viernes antes de medianoche a una casa de una calle con placa terminada en un número previamente anunciado. Tocan, piden el santo y seña y al escucharlo entregan el fabuloso premio de 500 pesos”. Con anécdotas de este tipo el narrador va tejiendo el relato de su infancia.

Avenida sexta - Foto: Álvaro Rúales.

Darío Henao Restrepo en A media cuadra del parque alameda, nos remonta a la génesis del barrio con sus gentes “El barrio lo empezaron a construir con la primera industrialización de la ciudad en los años 30, cuando Cali empezaba a dejar atrás los trazos de burgo colonial para empezar a gatear como ciudad moderna”. Cuenta sobre su nacimiento y hace un recorrido sobre los alrededores del barrio, resaltando sus personajes y en especial, “A Jovita Feijó, una loca genial que fuera la reina de Cali por varias décadas, la vi desfilar muchas veces por la calle 5 en los desfiles de reinas de diciembre, a sólo tres cuadras de mi casa. El fotógrafo Fernell Franco la retrató para la posteridad, al igual que el poeta Javier Tafur con su poemario Jovita”. El barrio Santa Mónica popular es el escenario narrado por Orlando López Valencia. Tarde para el fútbol relata parte sus experiencias: el bailar por primera vez; escuchar fútbol en la radio; y el constituir un equipo con otros chicos: “era azul celeste y decidimos bautizarnos como ‘Expreso Azul’. Las pantalonetas y las medias eran dispares y los que carecíamos de guayos jugábamos con te-


QUÉ PASÓ EN MI BARRIO

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Cali, Febrero de 2014

Panorámica de Cali desde el oeste - Foto: Álvaro Rúales.

nis”. En medio de las peleas con su novia por prestarle atención a los partidos de futbol televisado, vemos como siente más satisfacción al escucharlos narrados en la radio que el verlos en televisión. Una bella crónica en la que después de años sin

en cada párrafo personajes inolvidables de este barrio. “De todos los recuerdos de infancia, creo que sólo unos cuantos, a lo sumo dos o tres, perduran: cuándo aprendimos a leer, en qué instante dimos

San Antonio es un viejo barrio que permanece en el tiempo y conserva tesoros ocultos, historias de amor y de muerte” Ángela Tello jugar, regresa para hacer su último partido. León Octavio Osorno en Una calle de película realiza un interesante recorrido por la calle empedrada de San Antonio. Nos la recuerda cargada de memorias y de artistas que por ahí transitaron promoviendo el arte y la cultura, rememora a promotores de la historia del barrio. Para situar a los habitantes de Cali, dice: “Más que músico, el caleño era un melómano que sabía apreciar los sonidos bien producidos y eso lo llevaba al baile como la mejor manera de expresar su goce de la música, el arte más cercano al alma de los pueblos porque tal vez sea el alma misma. ¿Acaso la vida no es ritmo y vibraciones?”, de esta forma asistimos a un especial recorrido San Antonio, incorporando

nuestro primer beso y cómo fue que nos convertimos en hinchas del equipo de fútbol que late entre nuestras más altas pasiones”, nos dice Hernando Urriago en Noche roja en la manzana verde. Su historia transcurre en el barrio Santa Clara, lugar donde se configura su pasión por el América de Cali, en una escena muy recurrente en su relato, la de ‘aquel diecinueve’, día cuando su padre asistió al inolvidable partido de diciembre de 1979: “Era una entrada azul de 350 pesos para Occidental Segundo Piso con la imagen del presidente del equipo, José ‘Pepino’ Sangiovani, y la leyenda deseándole una feliz navidad y un venturoso año 1980 a toda ‘la ferviente afición escarlata”. La cuota femenina en este libro de añoranzas está a cargo

de Ángela Tello. Un camino de iniciados abre con “En 1982 llegué con Malatesta y otros jóvenes a compartir una vivienda del barrio San Antonio, uno de los más antiguos y tradicionales, que es y ha sido epicentro artístico y cultural de la ciudad”. Con una crónica limpia y fluida, destaca sus recorridos por las calles de Cali; “El trayecto de San Antonio al barrio El Jardín –que a menudo caminábamos, sobre todo en las noches cuando ya se había silenciado la ciudad y los buses se guardaban–, se fue constituyendo en la ruta más regular y cotidiana. Los pies nos dolían pero el alma se agitaba incansable frente a todos los nuevos acontecimientos que vivíamos en aquella época”. Para entregarse al descubrimiento de su espiritualidad y disciplina adquiridas en el templo de El Jardín, al final del relato reflexiona sobre las personas cercanas que dejaron este mundo: “Ustedes quizá no lo creerán pero en San Antonio, cuando comienza la tarde, muchos difuntos deambulan por sus calles de piedra buscando el encuentro, las palabras vivas, el viento. Algunos confían en alcanzar el trofeo que aguarda a los inmortales: renacer diariamente en la me-

moria de los seres humanos, especialmente de aquellos que compartieron su tiempo”. Este recorrido con diferentes autores me permitió experimentar la visión de Cali a través de mis pasos y sus palabras, sus transformaciones y su historia. La oralidad que caracteriza algunos de los escritores registra el acento caleño. Vale la pena

repasar sus páginas. Desde la conformación de este texto se puede ver la mezcla de raíces en cada uno de los escritores, sus orígenes que son como los tuyos o los míos, en los que la humildad y la educación de sus mayores deja ver los matices y el prejuicio que cargamos como sociedad.

Barrio San Antonio - Foto: Álvaro Rúales.


CRÓNICA

Triganá, entre lo dulce y lo salado

Playas de Triganá - Fotos: Daniel Zapata.

En el último rincón de Colombia, donde el río Atrato se mezcla con el Mar Caribe, se encuentra Triganá. Una bahía oculta en medio del golfo de Urabá, a tan solo una hora y media de Ciudad de Panamá, y hora treinta del puerto de Turbo; belleza y exuberancia. Por: Daniel Zapata Villa Estudiante de Lic. en Literatura

Niños nativos con nombres peculiares como Usnavy, llenos de la inocencia que los jóvenes citadinos dejan atrás con su infancia, irrumpen a las ocho de la mañana en las casas de los desconocidos turistas; su único objetivo, guiarlos hacia las cascadas de agua dulce, a cambio de nada. Pareciera como si en este lugar el dinero no tuviera importancia. A excepción, de unos cuantos propietarios, que administran las cabañas más cercanas a la playa y cobran altas sumas de dinero por cada noche. Contrario a ellos, los nativos arman pequeños negocios en los cuales venden artesanías y realizan tatuajes Guayus, cuyos significados ignoran por completo los turistas. Es muy común ver tatuajes en la espalda de fornidos hombres, que representan la fertilidad de la matriz de la mujer y su estado de soltería. Sin embargo, al igual que la poca importancia que tiene el

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dinero en este lugar, parece haber otra de poco valor, la vida humana. Como en otras regiones del país, en especial Chocó, Triganá tiene una presencia casi nula por parte del Estado, suplantado gracias al turismo y las contribuciones de los acaudalados propietarios del sector. Lo anterior se advierte en la carencia de centros médicos, guardacostas, y la falta de señalización en zonas como Sardí, donde se encuentran atractivas playas, con fuertes olas y corrientes submarinas entre inmensas rocas. Estas playas tienen el acceso restringido; sin embargo, en ellas no existe una señal que lo advierta. Gracias a un nativo, me enteré que los turistas no debían ingresar en estas aguas, de lo contrario nunca lo hubiese sospechado. Veinte días duró mi estadía en Triganá, durante mi primera excursión noté que al alejarnos de la playa en dirección al río y las cascadas, íbamos dejando atrás la zona turística y, tal como sucede en muchos otros lugares del país, nos encontramos con la realidad social de sus habitantes. En este sector

Cali, Febrero de 2014 se encontraba un estanque con tilapias, diciendo que ese era su hogar. Al preguntarle por los peces, Lalo justificó su existencia diciendo lo siguiente “esas son para cuando no hay comida”, y continuamos nuestro camino. Más adelante, a tan solo cuarenta minutos de la playa, llegamos a una pequeña laguna en la cual los turistas nos sentíamos muy a gusto, los nativos se divertían, pero no parecían estar muy cómodos con el agua dulce, es como si ellos fueran peces de agua salada. A nuestro regreso, el camino se hallaba infestado de pequeñas ranas verdes, naranjas y amarillas. Las cuales en Discovery Chanel son mostradas como animales extremadamente peligrosos. Sin embargo, Lalo y los demás niños las tomaban entre sus manos con la mayor naturalidad que jamás habríamos imaginado, incluso jugaban con ellas y al observar nuestros

y los demás le explicaron a ella y a todos los presentes que es imposible intoxicarse con el veneno de dichas ranas, a menos que se tuviera alguna herida abierta en la mano. Continuamos nuestro camino y al llegar a la playa mis sospechas fueron confirmadas. Los niños corrieron directo al mar mientras se rascaban el cuerpo. Era como si necesitaran del agua salada del océano para limpiarse el agua dulce del rio. Como ya lo dije antes estos niños no cobraban nada por mostrarnos su tierra, era como si sintieran tanto amor por ella, que hallaban una inmensa satisfacción en que los demás se maravillaran con su bahía. Durante mi estancia en Triganá, murieron seis personas ahogadas, de haber existido un hospital, quizás estas personas aún viviesen. Ninguna de estas muertes fue transmitida por algún medio, ni siquiera los re-

de Triganá los turistas somos testigos de la poca relevancia que el dinero tiene en sus pobladores. Casas construidas a base de madera, sin servicios básicos, con un estanque ubicado frente a las casas, donde se logra atisbar unas manchas de color rosado, las cuales contra todo pronóstico, puesto que nos encontramos en una bahía, resultan ser tilapias.

Como en otras regiones del país, en especial Chocó, Triganá tiene una presencia casi nula por parte del Estado, suplantado gracias al turismo y las contribuciones de los acaudalados propietarios del sector”

Lalo, un niño de ocho años, quien era nuestro guía turístico, señalaba una casa en la que

Una turista, de veinte años, rubia y de senos postizos estalló en llanto. Fue aquí cuando Lalo

pálidos rostros, empezaron a gastarnos bromas.

Playas de Triganá - Fotos: Daniel Zapata.

gionales, es como si estas personas jamás hubieran existido, es como si Triganá no existiera.


CIUDAD

Créelo pasa en Cali Proyecto industrias culturales

Foto: Tomada de internet.

“Con el fin de exaltar procesos culturales y el sector de la cultura como motor de desarrollo social y económico desde una perspectiva empresarial y de asociatividad, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID-fomin) y la Caja de Compensación Familiar del Valle del Cauca (Comfandi) conforman el proyecto Industrias Culturales Cali, el cual se ha divulgado en formato revista en su primera edición publicada en julio de 2013”. Por: L. Victoria C. Reina Estudiante de Lic. en Historia

Créelo pasa en Cali es la publicación del proyecto Industrias Culturales Cali. Una revista llena de color y fotografía. Recoge proyectos que compone la red conformada por gestores culturales, centros de arte, circo y teatro, emprendedores formados desde el 2009 en las capacitaciones del proyecto Cultural. La revista es una forma de cerrar con broche de oro el proyecto piloto y divulgar la consolidación de diferentes organizaciones en el ámbito cultural de la ciudad. Cali es y ha sido, un foco importante de creación artística, desde el teatro, el cine y la música, con el paso del tiempo ha diversificado sus manifestaciones y con ello, ha logrado encontrar públicos interesados en hacer cultura desde diferentes

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puntos del circuito. Una ciudad que se mueve a diferentes velocidades, donde las iniciáticas de gestores y colectivos, la participación de públicos activos y escenarios precarios conforma su panorama social y cultural. El Ministerio de Cultura en el año 2008 adoptó el concepto de Industria Cultural y “crea una oficina de emprendimiento cultural con el objetivo de lograr que esa búsqueda por el desarrollo sostenible a partir de la cultura sea un trabajo de país”; una política que promueve nuevas empresas cuya materia prima son aspectos particulares del hacer cultural de las regiones, insumo necesario para consolidar los vínculos entre cultura y turismo. En este contexto institucional, emerge el proyecto, con el apoyo de la Cámara de Comercio, la Asociación Metropoli, la Universidad Icesi y la Alcaldía, a través de la Secretaria de Cultura y Turismo, Industrias

Cali, Febrero de 2014 El concepto sustenta el proyecto piloto, cuya propuesta es “hacer de la cultura un sector productivo y motor de desarrollo económico de la región”. Las manifestaciones de la identidad hacen de la ciudad de Cali un paisaje de prácticas, sonidos, sabores, visualidades especificas, reunidas para pensar la cuidad como un destino turístico cuyo atractivo es la particularidad de sus prácticas culturales, un escenario de lo posible. Con esta directriz se dio inició al proceso de formación de gestores, emprendedores y públicos de productos culturales, a demás de una línea para “desarrollar políticas públicas en pro del desarrollo sostenible de la cultura”. Un trabajo duro pero gratificante que deja como resultado un circuito de ofertas de entrenamiento, turísticas y de cultura, todos bienes de consumo garantes de un proyecto sostenible económicamente. Escrito por Lina Botero y Harol pardey, encontramos diferentes formas de leer y contar los proceso de consolidación de redes, colectivos, empresas,

Culturales Cali, un enfoque de desarrollo de la cultura “como espacio de crecimiento social y económico” además de “perfilarla como un sector potencial de la región…” El disperso panorama cultural en la ciudad crea el ambiente necesario para dar cabida a la propuesta de emprendimiento y sostenibilidad. Así logró canalizar iniciativas que se habían venido desarrollando, agrupándolas bajo el hilo conductor de la publicación y el concepto de Industria Cultural. Nestor Garcia Canclini citado en uno de los artículos de la mencionada publicación, define el concepto de Industria Cultural como “…el conjunto de actividades de producción y comunicación en gran escala de mensajes y bienes culturales que favorecen la difusión masiva, nacional e internacional, de la información y el entretenimiento, y el acceso creciente de las mayorías”.

Foto: Laura Cuellar.

grupos musicales, entre otras iniciativas surgidas del proceso de formación de emprendedores culturales. Con el vuelo metafórico de un estilo consolidado, en este libro, Harold Pardey se sumerge en un tema que le es propio, la calle, la autogestión, las sonoridades de la Cali mestiza que nombra y adquiere forma cuando habla de Zalama Crew, banda posicionada a través de festivales locales y nacionales gracias a su original propuesta; el folklore urbano, sonoridades “transgresoras de las fronteras que trazan los géneros” bajo el concepto de las “nuevas músicas mestizas de Colombia”, definidas por los músicos Richard Blair e Iván Benavidez, como un punto medio entre lo arcaico y electrónico. Swikar, Salamandra del barco ebrio, Circo para todos, Tikal Producciones constituyen el grueso de la publicación, cada una como ejemplo específico de las estrategias para consolidar proyectos sostenibles, articulados en red para proporcionar a la ciudadanía opciones culturales Made in Cali.


AGENDA CULTURAL

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Cali, Febrero de 2014

Febrero Programación Permanente AREA DE CULTURA DEL BANCO DE LA REPUBLICA Exposición Fotografías de Daniel Rodríguez Selección de fotografías en blanco y negro del fotógrafo y reportero gráfico Daniel Rodríguez (1914-2001). Las imágenes que conforman esta muestra se caracterizan por mostrar diversos temas y múltiples ángulos de la realidad social, cultural y política del acontecer colombiano durante la década de 1940.

Del 27 de febrero al 23 de mayo 2014. Hora: martes a viernes de 9 a.m. a 5 p.m. sábado de 10 a.m. a 5 p.m. Jornada continua. Valor: gratuito Información: 6847755-51 odorador@banrep.gov.co

PRIMERA SEMANA MARTES 4 DE FEBRERO

JUEVES 6 DE FEBRERO

EL VIAJE DEL EMPERADOR

Proyección de documental y Conversatorio

Cine foro Ciclo: Los cuatro últimos directores ganadores del Oscar. LA VIDA DE PI

Lugar. Auditorio Oscar G. Ramos. Biblioteca Departamental. Hora: 6:30 p.m. Entrada libre.

La Escuela de Comunicación Social de la Facultad de Artes Integradas y la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas invitan a un conversatorio con el escritor y explorador de National Geographic, Wade Davis. Quien ha enfocado su trabajo hacia las culturas nativas o indígenas de diferentes partes del mundo, especialmente del continente americano. Lugar: Auditorio No. 3 de la Ciudad Universitaria Meléndez. Hora: 9:00a.m. Proyección del documental “Apaporis. En busca del río” Hora: 10:00a.m. Conversatorio con Wade Davis.

JUEVES 6 DE FEBRERO

FUNDACIÓN ESCÉNICA CALI TEATRO Jugando y enseñando a actuar en Cali teatro El hombre por naturaleza tiende al juego y a la imitación. A partir de esto enfocamos los talleres de orientación artística en danza, canto y actuación, brindado al alumno la oportunidad de experimentar el mundo de la escena. Así, Cali Teatro propone y guía a sus educandos haciendo énfasis en la lectura, la apreciación artística y literaria para dejar de lado el entorno plástico, o light, que a nada positivo conduce.

Inicio viernes 7 de febrero, hasta el domingo 21 de diciembre de 2014. Lugar: Cali Teatro. Cra. 12 No. 4 – 51. Informes: Teléfono: 893 8790 www.caliteatro.com Email: amigos@caliteatro.com

Lugar. Auditorio Jorge Isaacs. Biblioteca Departamental Hora: 6:30 p.m. Entrada libre.

SÁBADO 8 DE FEBRERO TALLER: Investigación y antropología urbana. Estudio de caso: barrio San Antonio en Cali Hora: 2:30 p.m. a 5:00 p.m. Lugar: Área Cultural del Banco de la República Calle 7 # 4-69. Información: 6847752-51 oeussego@banrep.gov.co Gratuito, requiere inscripción.

Show comedy. Jean Day

DOMINGO 9 DE FEBRERO 2014

Una historia muy caleña, donde los estudiantes y sus vivencias serán los protagonistas de esta comedia colegial. Hace énfasis en la vida estudiantil haciendo un recorrido desde los primeros años del jardín hasta la anhelada graduación y luego la nostalgia de esos años tan poco aprovechados que no volverán.

Cine Familiar POCAHONTAS

Lugar: Cali Teatro - Cra 12 # 4 – 51 Hora: 7:30 p.m. Reservas: www.caliteatro.com 557 09 86 - 384 56 41

JUEVES 13 DE FEBRERO 2014 Música El Centro Cultural Comfandi, La Alianza Francesa de Cali y el Banco de la República invitan al primer concierto de la temporada de conciertos que organizan conjuntamente en la ciudad de Cali en el año 2014. Mónica Gallego, arpista y compositora, presenta en este concierto diversas obras con géneros populares de Colombia, su país de origen y México, su país cómplice. Hora: 7:00 p.m. Lugar: Auditorio Centro cultural Comfandi Calle 8 N° 6 – 23 Evento: Concierto BAMBUBO, PASILLO Y SON: Mónica Gallego (Arpa) Información: 6847754-51 svalenvi@banrep.gov.co Gratuito.

Auditorio Oscar G. Ramos. Biblioteca Departamental Hora: 10:30 a.m. Entrada libre.

LUNES 10 DE FEBRERO 2014 DOCUMENTAL Ciclo: Legado ancestral en Colombia y el mundo. LOS SECRETOS DEL MACHU PICHU. Hora: 10:00 a.m. y 3:00 p.m. Lugar: Museo Arqueológico la Merced. Carrera 4 No. 6-59 Cali Informes: 8855309 – 8893434

MARTES 11 DE FEBRERO 2014 Cine DOCUMENTAL

JUEVES 13 DE FEBRERO 2014 Cine Ciclo: Woody Allen CONOCERAS EL HOMBRE DE TUS SUEÑOS Lugar: Fundación Hispanoamericana. Av. 3 CN No. 35N-55 Hora: 7:15 p.m. Entrada libre.


AGENDA CULTURAL TERCERA SEMANA

MIÉRCOLES 19 DE FEBRERO 2014.

DOMINGO16 DE FEBRERO 2014

Taller de arte para niños: Imágenes mágicas y las cámaras oscuras de la edad media.

Cine Familiar La cenicienta Auditorio Oscar G. Ramos. Biblioteca Departamental Hora: 10:30 a.m. Entrada libre.

LUNES 17 DE FEBRERO 2014 DOCUMENTAL Ciclo: Legado ancestral en Colombia y el mundo. TESOROS OCULTOS Hora: 10:00 a.m. y 3:00 p.m. Lugar: Museo Arqueológico la Merced. Carrera 4 No. 6-59 Cali Informes: 8855309 – 8893434

MARTES 18 DE FEBRERO Cine Lousiana Story. Ciclo de Cronología del Cine Documental - Flaherty, padre del documental narrativo Napoleón, un joven “cajun”, vive en medio de los animales en los pantanos de Louisiana. Lugar: Auditorio 2 - Dpto Artes Visuales y Estética, Edf. 314 Universidad del Valle. Hora: 6:00 p.m. Entrada Libre.

Hora: 3:30 p.m. – 5:30 p.m. Lugar: Área Cultural del Banco de la República Calle 7 # 4-69. Informes e inscripciones: Requiere inscripción. 6847754-51 svalenvi@banrep.gov.co Valor: gratuito.

JUEVES 20 DE FEBRERO 2014

autodestrucción. Después de varios años, viajando a través de cinco continentes, Lara halló crecientes grupos de personas que empeñaban sus vidas en promover el cambio. Ésta es su historia. Lugar: Auditorio Ángel Zapata Biblioteca de la Universidad del Valle Entrada Libre.

VIERNES 21 DE FEBRERO Cine: Un extraño en el lago Ciclo: Las Mejores del 2013

¿Será que todos los hombres tienen algo de gallinazo machista y pendejo?

En verano una parte de un lago en el campo francés es reservada para los encuentros homosexuales masculinos. Ahí, Frank encontrará un amor que sabe peligroso, pero pese a ello decide continuar en su romance.

La academia del Dr. Afrodito con 3 estudiantes: Brutus, Saturnino y Giorgio intentando entender a las mujeres colocándose literalmente en los zapatos de ellas...

Lugar: Auditorio Carlos Restrepo, Edf. Tulio Ramírez. Universidad del Valle. Hora: 6:00 p.m. Entrada Libre.

Show comedy HOMBRES AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS

Hora: 7:30 p.m. Lugar: Caliteatro Cra 12 # 4 - 51 San Antonio. Informes y reservas: 557 09 86 312 298 51 05 Otras funciones: 21, 22, 27 y 28 de febrero. www.caliteatro.com

CUARTA SEMANA DOMINGO23 DE FEBRERO 2014 Cine Familiar E.T. El extraterrestre Auditorio Oscar G. Ramos. Biblioteca Departamental Hora: 10:30 a.m. Entrada libre.

MARTES 25 DE FEBRERO Cine: El hombre de la cámara

JUEVES 20 DE FEBRERO 2014. MARTES 18 DE FEBRERO

Cine DOCUMENTAL 99 MINUTOS DE CIELO, OH MY GOD! Lugar. Auditorio Oscar G. Ramos. Biblioteca Departamental. Hora: 6:30 p.m. Entrada libre.

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Cine Culturas de Resistencia. Ciclo: Retrospectiva Muestra Itinerante de Cine Documental y de Derechos Humanos: Derecho a Ver En 2003, en la víspera de la guerra de Irak, la directora Lara Lee se embarcó en la jornada de entender mejor un mundo involucrado más y más en el conflicto y, tal como ella lo veía, dirigiéndose hacia la

Cali, Febrero de 2014 Ciclo: Cronología del Cine Documental - Cine Ojo El Cine-ojo iniciado por Vertov proponía poner la cámara a disposición del hombre de la calle, de lo cotidiano; así es como El hombre de la cámara es una pieza que mira un día en San Petersburgo desde que la ciudad se levanta hasta que anochece. Lugar: Auditorio 2 - Dpto Artes Visuales y Estética, Edf. 314. Universidad del Valle. Hora: 6:00 p.m. Entrada Libre.

MIÉRCOLES 26 DE FEBRERO Presentación # 82 de Novedades Editoriales FERIVA - 2014 LANZAMIENTO DE LIBROS: -Cerebros en peligro (Neurología), de Jaime Quevedo. -Revista-Directorio Animaliando #s. 1 y 2 (Mascotas), de Jenny Molina Ospino, Directora General. -Realice una campaña política estratégica y ganadora (Comunicación y Marketing Político), de Andrés Lizarralde Henao. Hora: 7 p.m. Lugar: Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero - Auditorio Jorge Isaacs Informes: 883 1595 - 524 9009, Ext. 144 - www.feriva.com - libros@feriva.com

JUEVES 27 DE FEBRERO Cine: Operación Diablo Ciclo: Retrospectiva Muestra Itinerante de Cine Documental y de Derechos Humanos: Derecho a Ver. El Padre Marco Arana, líder comunitario en Los Andes peruanos, está siendo vigilado - filmado y fotografiado - por la corporación aurífera más grande de Sudamérica. Este documental de suspenso político y misterio, expone la escalofriante persecución a la que muchos defensores de derechos humanos son sometidos en Latinoamérica. Lugar: Auditorio Ángel Zapata – Biblioteca de la Universidad del Valle. Hora: 4:00 p.m Entrada Libre.

JUEVES 27 DE FEBRERO MUESTRA FOTOGRÁFICA: MIRADAS DE CARNAVAL, Autor: Javier Mojica Madera. Hora: 6:30 p.m. Lugar: Biblioteca Departamental. Entrada libre.

VIERNES 28 DE FEBRERO Exposición Fotográfica: “Testimonios visuales de instantes de los años cuarenta en Colombia”. Autor Daniel Rodríguez. Hora: 9 a 5 p.m. Lugar: Área Cultural Banco de la República. Gratuito.

VIERNES 28 DE FEBRERO Teatro YAGÉ ®Geodrama amazónico La obra aborda el tema del conflicto generado por los intereses que atraviesan la región amazónica del país, además de la resistencia de los pueblos indígenas ante la constante violación de sus derechos, el despojo de sus territorios y la apropiación de sus conocimientos ancestrales. Utiliza como punto de partida un suceso histórico ocurrido en el año de 1986, cuando Estados Unidos concede la patente sobre una variedad del Yagé a un científico norteamericano. Hora: 7:30 p.m. Lugar: Teatro la Máscara Cra 10, No 3-40 Barrio San Antonio. Boletería: $20.000 General $15.000 preventa, estudiantes o grupos especiales. Informes y preventa: 316 714 90 34 y 320 7090419 http://www.laboractores.blogspot. com



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