Esta “antología” es una recopilación de artículos escritos en el contexto de una materia que se desarrolló a modo de seminario. Tuvo como objetivo, indagar en torno al concepto de “la doméstica” enfocada desde el campo de la arquitectura. Se utilizó el recurso de la confrontación de unas parejas de imágenes con el objetivo de elaborar conceptualizaciones que denotaran un punto de vista sobre la comparación. Fue indispensable abordar a “la casa” y sus distintas versiones como amplio objeto genérico de estudio, atendiendo a las múltiples manifestaciones que, en torno al tema planteado, ha convocado a lo largo de la historia disciplinar.
Docentes: Ramiro García, Gabriel Stivala, Pablo Taberna y Martina Borsani
Introducción “Doméstico, ca: Del lat. domesticus, de domus ‘casa’. 1. Lat. Perteneciente o relativo a la casa u hogar.” (Real Academia Española) Analizando el concepto de Domestica, inmediatamente lo relacionamos con una casa, es así entonces que imaginamos un espacio, ya sea interior o exterior, con personajes que interactuando con sus elementos, lo habitan y personifican, según sus tradiciones/hábitos, descubriendo y elaborando al mismo tiempo dentro de aquel gran espacio, sus propias habitaciones del árbol. Los trabajos ilustrados y desarrollados en las siguientes paginas comprenden textos e imágenes reflexionando sobre la arquitectura doméstica, utilizando como herramienta fundamental para este desarrollo “collages y fotomontajes” de las imágenes propuestas, donde en lugar de hacer de ellas una comparación y descripción de las imágenes, al momento de confrontar y asociarlas, se logra por medio de este método de intervención, obtener la originalidad de nuevas ideas. Ya sea la incorporación de nuevas imágenes, modificándolas, cambiando sus gamas de colores, intercambiando elementos, agregando nuevos personajes, etc. Se genera un hecho didáctico el cual nos permite ver más allá de la simpleza de la imagen, descubrir nuevos aspectos y detalles que la imagen presenta. Es así, que todas las imágenes no han sido abordadas utilizando la misma técnica, sino que depende qué se quiera expresar, su modo y nivel de intervención. Retomando al concepto anteriormente mencionado, se insinúa a un espacio. Conociendo quien se encarga principalmente de crearlos es la arquitectura, según su estilo podría denominarse espacios artísticamente figurativo o abstracto, pero es aquí donde nace un concepto proveniente del debate entre la arquitectura clásica-moderna y el arte figurativo-abstracto. Aunque cuando hablamos de espacio nos referimos normalmente uno interior, es posible un crear espacio interior dentro de un exterior o un exterior dentro de un interior ¿Dentro o fuera? Este espacio corresponde a alguien, a un personaje quien lo habite, pero ese “alguien” ¿pertenece a una persona o a un objeto?, se genera un juego constante de intercambio de personajes y protagonistas en las escenas, donde surgen múltiples alternativas según la manera que se las intervenga, entonces ¿Quién o quiénes son la verdadera protagonista de la escena?, ¿Mujer y/o ventana? Hay algo que los colores y su abuso, no nos permite observar con cierta precisión al momento de analizar estos espacios domésticos arquitectónicos, a través de los colores puede hacerse mayor énfasis en lo que intencionalmente uno quiere destacar de la escena, se encargan de disimular detalles de la escena. Pero para que esto no suceda debe partirse de la misma base, igualarlas, transformándolas ambas en imágenes en gamas grisáceas. Gracias a esta prueba, se descubre ver más allá de lo que los colores no ocultan, Blanco, negro y algo más. El origen de este espacio, expresara claramente la esencia misma de la persona quien la habite, proveniente de una fusión de tradiciones, se descubre una arquitectura mestiza, igual a nosotros, ascendiendo de una mezcla de cultura europea y originaria, pero siendo en fin una sola Cultura común. Si reflexionamos sobre cuál de estos espacios de la casa son los que realmente identifica a cada integrante de ella, pensamos en cual de aquel gran espacio es donde ellos mismos pueden sentirse verdaderos, son habitaciones donde pueden escaparse de la casa, son casitas de los árboles, remontando a la infancia, son habitaciones transportables, espacios que poseen la personalidad y aspiraciones de cada persona, lugares acogedores para quien realmente les pertenece, es dentro de aquel gran bosque, La Habitación del árbol.
Espacio figurativo y abstracto Observando estas imágenes me parece interesante conectar las relaciones y diferencias que estas presentan con los siguientes cuadros de “Las Meninas”, interpretadas por dos artistas, donde los tiempos, estilos y personalidades son completamente distintos y similares a la vez. La imagen de arriba, a simple vista trasmite una imagen clásica y antigua, compuesto por objetos y muebles con diseños de quizás una periodo anterior. Al mismo tiempo presenta un carácter acogedor, relajado, donde se puede observar rastros de un espacio que es utilizado con frecuencia y donde ha pasado el tiempo. A simple vista por el estilo que reúne esta imagen podría asimilarse con la obra interpretada por Velázquez, por ser un arte más figurativo y clásico, pero al relacionarla con la interpretación de Picasso, se puede descubrir la misma situación y esencia de ambos, espacios desordenados y habitados, con carácter propio y original del autor, en el caso de la obra, y del habitante, en el caso de la vivienda. Con respecto imagen inferior, expresa una espacio más contemporáneo, aparenta ser un cuadro abstracto y moderno donde las piezas (muebles) y sus disposiciones, parecen puestos allí solo por lo estético (artístico) y no por el uso cotidiano de ese espacio, solo da impresión de ser un sitio para ser observado y apreciado. Aunque podría relacionarse instantáneamente con la versión de Picasso por su aspecto moderno, existen interesantes vínculos con la versión de Velázquez. Aunque ambos aparentan épocas diferentes, estos presentan espacios ordenados, donde todo es más claro y equilibrado.
¿Dentro o fuera? Desconcierto y contradicción, son las primeras palabras que expresan estas imágenes, son imágenes que al mismo tiempo se relacionan y contradicen simultáneamente. Con respecto a contradicción se podrá decir que ellas reflejan espacios que no parecen concordar con el contexto en que se encuentran. Por un lado, se presenta un espacio limitado que realmente debería ser un espacio más abierto, y por el otro un sitio sin límites donde sí debería estar delimitado. Además, analizando los tipos de objetos que presentan las escenas, en un caso pertenecen al interior de una casa y en el otro son elementos que se utilizan frecuentemente en el exterior de la misma, éstas acompañadas de otras particularidades son las que nos ayudan a descubrir que existe un grado de desorden o confusión entre ambas. Los espacios se encuentran invertidos según lo que simulan ser. Observando y analizando la primer imagen según las características que el recinto expresa tanto en los objetos que presenta como ventilador, flotador, la vestimenta de la muchacha, y en las imágenes de las paredes del mismo, se manifiesta una contradicción con respecto al espacio en que se encuentra. Es decir, la sensación que transmite la misma nos hace pensar que debería corresponder a un espacio diferente al que presenta, relacionado con un clima cálido y de disfrute, podría pensarse que el espacio de la vivienda que más concordaría con estas características seria en el exterior de la misma en el solárium, disfrutando de un día soleado y no rodeada de paredes en un mundo ficticio. En cambio en la otra imagen, si en la primera nos referimos a un espacio exterior y libre, en esta podríamos señalar que corresponde a una situación espacial similar al que se presenta realmente la primera imagen, en un interior. Se presentan muebles y objetos que habitualmente podríamos encontrar dentro de una casa y no fuera de ella, con esto quiero decir que tanto los objetos como personajes allí, podrían concordar perfectamente si se encontrarían en un espacio interior de una casa, en un living por ejemplo, donde se encuentra una pareja teniendo una conversación.
Mujer y/o ventana Observando ambas imágenes y desconociendo cuales son los verdaderos nombres de las obras puedo sostener con cierta certeza que ambos nombres hacen referencia a un vínculo entre una niña o mujer y una ventana, a una niña y una carta, o quizás una mujer y la ciudad, ya que estos a simple vista son los principales centros de atención de las obras. Pero realmente no quiere decir que estos sean sus verdaderos protagonistas ¿o si? Al igual que en la arquitectura, las ventanas, son fundamentales para cada situación presentada, puede actuar de manera indirecta como es el caso de la niña que lee la carta o directa como la mujer observando la ciudad. En el primer caso, la niña la utiliza solo como elemento complementario de luz para poder leer y poder enfocarse en aquella noticia, concentrando toda su atención en la carta y nada más, la posibilidad que ofrece la ventana de establecer contacto con lo que ocurre en el exterior pasa a ocupar un segundo plano, ya que claramente para ella lo que esa carta posee es mucho más importante. En cambio, en la otra imagen, el vano funciona no solo como elemento de luz como en el anterior, sino que es mucho más que ello, el uso que le da la mujer a aquel elemento es fundamental, gracias a ella propone un contacto directo con una situación exterior, no contempla otro elemento, lo que sostiene en sus manos pasa a ser secundario al respecto de lo que sucede en su mente, se podría asimilar con la misma reacción que la niña tiene en cuanto a su ventana. Entonces quien corresponde al real protagonista de cada escena, podemos comenzar diciendo que en ambos cuadros comparten similares protagonistas, en ellos existe la presencia de una ventana y un personaje allí interactuando con ella directa e indirectamente. Ya sea niña o mujer, ambas no podrían estar pasando por aquella situación y sentimiento, si no fuera por la simple existencia de estas ventanas, tanto sea para utilizarlas como objeto secundario de iluminación, como elemento principal de relación con el exterior. Quizás como en los títulos de los mismos, podrían encontrarse como demás protagonistas de las obras en el caso de la niña “la carta” o en el caso de la mujer “la ciudad”, pero ellos no podrían existir, es decir, la niña no podría leer o la mujer no podría observar la ciudad si no fuera gracias a la simple presencia de aquellas ventanas. Por más que las situaciones o personas intercambien de lugar, se inviertan o distorsionen, los protagonistas seguirán siempre siendo los mismos, la mujer y/o ventana
Blanco, negro y algo más Quitarle color a las imágenes, es lo que nos permite observar ciertos detalles que los colores a veces ocultan o disimulan, ya sean contrastes, texturas, juegos de luces y sombras, que de no ser de esta manera seria muy difícil poder apreciar a simple vista. Al observar ambas imágenes en blanco y negro, se produce el fenómeno de “igualarlas”, es decir, con este efecto, no dejamos engañarnos por las distracciones que los colores generan, y se comienza a analizar ambas imágenes de la misma base. Es así que podemos decir que las imágenes, aunque pertenezcan a distintos estilos arquitectónicos, con la simple presencia de la “chimenea”, podemos afirmar que ambos se refieren a un espacio donde se desarrollan funciones similares, ofreciendo al habitante la misma sensación de confort y provecho del lugar. La primera imagen por sus contrastes, luminosidad y sombras, podemos descubrir división vertical del espacio en dos plantas, lo cual queda expuesto por (el contraste de colores principales) la presencia del fondo blanco que los divide (esa división de ambos espacios). Así mismo podríamos decir que Guido se encarga de destacar los vanos y espacios diferenciándolos de aquel fondo homogéneo y puro, a través de minuciosos trabajos en madera ocurra. Además, este tipo de filtro, ayuda a observar con mayor grado de precisión aquellos los relieves que presentan los revestimientos, en los cuales se pueden apreciar el tipo de diseño y trabajo minucioso que posee la obra, tanto en las barandas, en las pequeñas columnas de los arcos, como también en los estucos que cubren las paredes del recinto, lo cual nos inclina a pensar sobre un “arquitecto-escultor” más clásico. Contrariamente, en la otra imagen, no existe por parte del autor un sentimiento de separación de espacios, ni diferenciar o poner mayor énfasis en algunas cosas que en otras. Aquí, no existe la división de espacios en ninguno de los sentidos, podemos ver distintas gamas de colores grises, pero no contrastes puros entre ellos. Las texturas que se presentan, permiten observar un espacio más unificado, los vanos en este caso se aprecian no por su presencia (destaco) sino por su ausencia, se descubren gracias a la luz que ingresa a través, creando un efecto de filtro “negativo” en ellos. Tanto columnas como el piso son continuaciones de donde pertenecen, es decir, las columnas aquí a diferencia del anterior se mimetizan con la pared, al igual que el piso es cuidadosamente continuación de la pared que se encuentra dentro de aquella chimenea. Contrariamente a la primera imagen, en su composición aquí predominan principalmente las curvas, se presenta un diseño menos formal y rígido que la anterior, obteniendo mayor libertad y organicismo en sus líneas, haciéndonos pensar que este escultor podría quizás ser más moderno que el anterior.
Cultura común Analizando estas dos imágenes creo que ambas podrían pertenecer al mismo lugar, ambas resultan ser espacios angostos, donde las habitaciones se encuentran comunicadas entre sí y la iluminación principal ingresa de un solo lado de ellas, gracias a la presencia de un gran patio ubicado allí, estas peculiaridades son lo que me hacen pensar que este sitio se trata de la tradicional casa chorizo en argentina. También se puede decir que ambas situaciones son desarrolladas en el mismo tiempo, expresado en los diseños “vintage” de los muebles, tanto como en el aspecto de los personajes, no dejan en claro a que época pertenecen. Encontrando que ambos espacios poseen características muy similares, podría producirse una fusión entre ambas imágenes y crear una sola imagen, donde ambas pertenecen al mismo espacio original. Cuando nos referimos a “fusión”, nos referimos a una combinación de espacios y culturas. Donde ambas imágenes pueden resumirse en una sola, tanto por sus muebles como, tonalidades, personajes, creando un único espacio donde de las mismas son similares, y al mismo tiempo impersonales. Y esto se prueba, tan solo analizando el origen de estas casas chorizos, donde existe una contradicción y unión con las mismas, ya que si nos preguntamos cual es la tipología de vivienda que identifican nuestras culturas, podríamos afirmar que pertenecen a la tradicional casa chorizo. Pero no estaríamos completamente en lo cierto, ya que los verdaderos creadores de estas casas han sido los inmigrantes, mayormente italianos, que han venido abandonando de sus tierras junto con sus culturas, y han traído a las nuestras las suyas propias. Igual que nuestra sociedad “mestiza”, aquí, se presenta nuevamente esta “fusión”, originaria de italianos que habitaron e inventaron en un comienzo, y nosotros luego nos apropiamos de ellos como propios, pero realmente no corresponde ni a unos ni otros, sino que ambos fusionados para crear estos espacios. Entonces, al igual que estas imágenes pertenecen a distintos orígenes y se convierten en uno solo, lo mismo sucede con nuestra sociedad la cual es producto de una fusión de culturas, una argentina y otra italiana
La habitación del árbol Inmediatamente al observar estas imágenes se produce cierto vínculo donde podríamos imaginar que la imagen de Frida en su habitación podría pertenecer a una de aquellas “casas de los árboles”. Cuando pensamos en estas “casitas”, resulta inevitable no recordar momentos de la infancia, construyendo espacios donde solo caben niños que junto con su imaginación crean sus propios espacios íntimos, privados de adultos, y según la personalidad de cada uno. Con esto me refiero a que podemos pensar que estas casas tanto como para los niños como para Frida, son espacios construidos por ellos mismos, donde se sienten identificados, acompañados por una colección de objetos y juegos que el ellos mismos han ido seleccionando, ya se para jugar o inspirarse allí. Estas pequeñas casas de árboles son pequeños mundos donde cada persona se identifica, se encuentra cómoda con sus objetos y pertenencias que alguna vez ha decidido guardar en su colección personal. Cada espacio habla del tipo de persona que lo habita y sus sueños, son lugares de inspiración, descanso y confort, al gusto de cada persona. De esta manera, podemos sostener que las culturas y formas de vida de cada habitante pueden verse reflejadas en sus espacios privados, es decir, si queremos describir o descubrir una persona, podríamos encontrar su identidad y carácter, donde el mismo habita en su mayor tiempo, donde esa persona puede “ser”. Entonces, habiendo planteado todo lo anterior, podríamos preguntarnos, Cuál es aquel espacio de la casa donde podríamos encontrar la esencia de cada integrante de la misma? Principalmente podemos descartar los espacios comunes, ya que estos pertenecen un uso en común, serán espacios mixtos, variados, definitivamente estos no corresponden a espacios que han sido apropiados por una sola persona sino por muchas de ellas. Quizás podríamos afirmar que el espacio que corresponde a esta pregunta podría referirse al dormitorio, es así que estamos en lo cierto si nos referimos a espacios propios, íntimos, privados, donde el habitante ocupa ello según sus gustos, intereses, preferencias, entre otras, es decir, sitios donde cada persona resulta ser artista de su propio espacio.