Lenguajes de Vanguardia: Seoane y Granell entre Galicia y América

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LENGUAJES DE VANGUARDIA: SEOANE Y GRANELL ENTRE GALICIA Y AMÉRICA

LUIS SEOANE - EUGENIO GRANELL

EXPOSICIÓN DEL 3 DE JULIO AL 3 DE SEPTIEMBRE 2015 Horario: Lunes a Viernes:

11 a 13,45 h. 18 a 20,45 h.

Sábados:

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Los pintores gallegos Luis Seoane y Eugenio F. Granell siendo dueños de una identidad plástica muy acusada, comparten comunes experiencias generacionales y posicionamientos éticos y estéticos profundos. Ambos, después de una etapa juvenil en Galicia, acaban exiliados debido a la Guerra Civil, empezando a conformar sus estilos pictóricos a partir de los años cuarenta, Seoane en Argentina y Granell en diversos países del Caribe. Seoane desarrolla una obra pictórica, literaria y editorial desde Argentina que estará orientada temática y formalmente hacia la formación de una conciencia histórica con capacidad para proyectarse sobre el presente, con Galicia como eje, pero con un deseo de completa universalidad. Seoane emplea en su obra colores planos, simplificados, trazando figuras que se convierten en emblemas de Galicia, con especial importancia respecto del universo femenino, que se nos ofrecen casi como iconos, con una intensa naturaleza plástica, que desde la modernidad sugieren el valor simbólico de la pintura y escultura medievales. En contraposición con el costumbrismo dominante en muchos pintores gallegos, Seoane, partiendo de temas parecidos, depura el lenguaje hasta convertir los mismos temas en un nuevo universo propio, que, siendo intensamente personal, consigue que nos impliquemos en ellos, que los sintamos como algo que nos singulariza de manera intensa, intelectual y afectivamente al mismo tiempo. Pero todo este proyecto discursivo y plástico también se realiza desde la estrecha ligazón con lo universal, y la influencia de las vanguardias históricas es fundamental, aspecto que resalta de modo particular en su obra a partir de los años cincuenta, lo mismo que su diálogo con la tradición de la modernidad que parte de Cézanne, como se puede ver en sus bodegones. En los óleos ahora expuestos asistimos a la evolución de su estilo hacia un mayor sintetismo. Las pinturas de los años cuarenta y primeros cincuenta (El pulpo, 1948) presentan formas de recia estructura y pincelada áspera. Progresivamente va ganando terreno el esquematismo y el dinamismo, alternando estos trazos en las figuras sobre el color. Seoane reproduce figuras hieráticas que se reducen a esquemas figurativos, de contenido simbólico, con formas organizadas en planos con colores contrapuestos, de enorme poder de sugestión, como Figura (1959) o Sin título (1964). Aspectos que son también evidentes en sus paisajes y en los bodegones, como Tres coliflores (1963) o Naturaleza muerta (1964). Estamos ante un estilo que alcanza su plenitud en las décadas de los sesenta y setenta (Muller en ocre, 1964; Traballadoras, 1965). Como ya indicamos, la obra de Granell fue fundamentalmente realizada en el exilio americano y está ligada al movimiento surrealista, en el que participa desde que conoce a André Breton en 1941, durante una estancia del escritor francés en la República Dominicana, camino de los Estados Unidos, donde residirá huyendo de la Europa en guerra. Este contacto y la huella del nuevo continente, con su diversidad geográfica, étnica y cultural no deja indiferente a un artista que está iniciando su trayectoria como Granell. Esta nueva realidad va a influir tanto en su pintura que sería difícil concebir su obra sin la impronta de la nueva tierra en la que se instala como exiliado y del contacto directo con el movimiento surrealista. Por lo tanto, elabora un surrealismo influenciado de manera absoluta por la realidad física y cultural caribeña, colorista, lleno de figuras y con referencias antropológicas, evidenciando su trabajo puntos en común con otras estéticas de América Latina, como la de su amigo Wifredo Lam en Cuba o la de Remedios Varo en México. Es el suyo lo que la crítica denominó “surrealismo caribeño”, producto de un doble asombro: por la vida y cultura “primitivas” y por la modernidad formal de raíz europea. En la exposición podemos contemplar obras de diferentes épocas, muy representativas del estilo y evolución del pintor y que ilustran la intensa relación que el artista estableció con distintos contextos en los que desarrolló su actividad vital y artística. Nuestro pintor busca un lenguaje que se separe del simple cosmopolitismo, que conecte con la tradición, ahí está la influencia de El Greco en la obra Ángeles, toreros, y, al mismo tiempo, con la realidad americana de herencia indígena (Lujos de la selva, 1947), creando una peculiar lectura de la modernidad, en contacto, en muchos casos, con lo étnico como uno de los resortes temáticos y estilísticos. En las primeras obras las referencias formales a Picasso son evidentes (La gran solemnidad, 1946), pero estas referencias son interpretadas con un sólido acercamiento al mundo indígena, que se manifiesta en los trazos físicos, en los tatuajes, abalorios y plumas. La visión surrealista de la relación personal con el contexto americano es una


constante en su obra, en especial el tema del encuentro entre lo europeo y el universo americano, argumento genérico de diversas obras del artista e también de su novela surrealista La novela del indio Tupinamba. En variadas creaciones seguimos percibiendo unas formas deudoras del cubismo, sintetizadas con otras influencias vanguardistas y tratadas con un cromatismo brillante y una planimetría espacial poblada de seres y objetos, que delatan la influencia del ambiente tropical (Las flores del lago, 1950; Un faro para el viento, 1952). La idea del encuentro, frecuente en Granell, es elaborada a partir del mecanismo surreal de los misterios que provocan extrañas confluencias en la naturaleza (Los gérmenes del aire, 1953) o en el universo cultural e literario (La cortina verde, 1973; Figuras alargadas, por algo que sucede, 1973), pero la carga vivencial y social de los temas tratados tampoco puede pasar desapercibida.

Carlos L. Bernárdez


Luis Seoane con su mujer Maruja.


LUIS SEOANE “El pulpo” 1948 Óleo sobre lienzo 55 x 81 cm.


LUIS SEOANE “Figura” 1959 Óleo sobre lienzo 100 x 65 cm.


LUIS SEOANE “Tres coliflores” 1963 Oleo/lienzo 60 x 73 cm.


LUIS SEOANE “Naturaleza muerta” 1964 Oleo/lienzo 50 x 70 cm.

Etiqueta al dorso de la galería Bonino.


LUIS SEOANE “Sin título” 1964 Oleo/lienzo 100 x 35 cm.


LUIS SEOANE “Muller en ocre” 1974 Oleo/lienzo 73 x 60 cm.

Obra expuesta en “Razón e compromiso” exposición organizada por Fundación Caixanova, en 2010 en el centro Social Caixanova de Santiago de Compostela, reproducida en la pág. 64. Obra expuesta en la muestra “Galegos irreptibles” 2013 en la galería Montenegro.


LUIS SEOANE “Traballadoras” 1975 Oleo/lienzo 116 x 90 cm.


LUIS SEOANE “Figura” 1954 Tinta china/papel 72 x 50 cm.


LUIS SEOANE “Sin Título” Carbón/papel 72 x 58 cm.


LUIS SEOANE “Conversación” Tinta china/papel 54 x 81 cm.


LUIS SEOANE “Campesinas” Carbón/papel 55 x 81 cm.


La peripecia vital e intelectual de Luis Seoane no supone tanto el esfuerzo de llevar a cabo una obra amplia y coherente, como la voluntad de devolverle a la plástica y al pensamiento gallego la dignidad perdida por los años de aislamiento y atraso: una creatividad apasionadamente comprometida con su tiempo. La vida de Luis Seoane (Buenos Aires 1910-A Coruña 1979) fue un largo viaje a través del siglo XX. Formado en la época de la dictadura de Primo de Rivera, luchador en los años de la República, huido en 1936, organizador y promotor de la vida cultural en el exilio, viajero por el mundo y atento a los múltiples discursos que iba generando su época, Seoane fue testigo de excepción de este siglo agitado y convulso. Su obra, vasta y diversificada, su pensamiento abierto, sus iniciativas, lo convierten en un personaje destacado en el panorama de la cultura gallega y española del siglo XX, que ayudó a construir con su esfuerzo, su talento y su compromiso. 1910 Nace en Buenos Aires, en un hogar de emigrantes gallegos. 1916 Vuelve con sus padres a Galicia, instalándose en A Coruña, donde realiza sus primeros estudios. 1920 Se traslada a Santiago de Compostela, donde estudia bachillerato y se licencia en Derecho y Ciencias Sociales en 1932. 1927-1933 Milita en partidos de izquierda republicana y autonomista. Ilustra libros y revistas. Realiza sus primeras exposiciones. 1934 Se traslada a A Coruña, donde ejerce como abogado laboralista. Amistad y tertulias con Huici, Cebreiro, Fernández Mazas, Del Valle, Julio J. Casal, Francisco Miguel… ingresa en el Partido Galleguista. 1936 Participa en la campaña del Estatuto de Autonomía. Al estallar la guerra se esconde, y en septiembre huye a Buenos Aires. 1937 Publica su primer libro, Trece estampas de la traición. 1940 Funda las colecciones “Hórreo” y “Dorna” en EMECÉ Editores. 1943 Funda la revista Correo Literario y la Editorial Nova. 1945 Homenaje a la Torre de Hércules es galardonado en Nueva York junto a la Histoire Naturelle de Buffon, ilustrada por Picasso. 1948 Funda la editorial Botella al Mar. Expone en Buenos Aires y Caracas. 1949 Viaja a Europa. Expone en Londres. Conoce a Henry Moore, Herbert Read, Lucien Freíd, Pablo Picasso, Óscar Domínguez. 1952-1962 Exposiciones en Nueva York. Funda la revista Galicia Emigrante y la editorial Citania. Medalla de la Exposición Universal de Bruselas y del Senado de la Nación Argentina (1958). Premio Palanza (1962). 1963-1979 Realiza exposiciones en España, Alemania, Italia, Suiza, Brasil… Cofundador de Sargadelos y el Museo Carlos Maside. Fallece en 1979.


Eugenio Granel con Andr茅 Bret贸n, 1941


EUGENIO GRANELL “Angeles, toreros” Oleo/cartón 46 x 61 cm.

Obra expuesta en la antológica de 1990 en la Comunidad de Madrid, reproducida en dicho catálogo pág. 119.


EUGENIO GRANELL “La gran solemnidad” 1946 Oleo/tabla 29 x 45 cm.

Obra expuesta en la antológica de 1990 en la Comunidad de Madrid, reproducida en dicho catálogo pág. 119. Obra expuesta en la Fundación Arte y Tecnología, Madrid, 1992-1993, reproducida en dicho catálogo. Eugenio Granell. Encantador de serpientes, Cuenca, 1993, pág. 19. Eugenio Granell “O elixir de alquimista” en la Fundación E. Granell, 2000, reproducido en el catálogo pág. 113.


Eugenio Granell “Lujos de la selva” 1947 Oleo/lienzo 38 x 27 cm.

Obra expuesta en la Fundación Arte y Tecnología, Madrid, 1992-1993, reproducida en dicho catálogo. Eugenio Granell. Encantador de serpientes, Cuenca, 1993, pág. 19Obra expuesta en la antológica de 1990 en la Comunidad de Madrid, reproducida en dicho catálogo pág. 128. Obra expuesta en la antológica que la Fundación Caixaterrassa, le dedico al artista, reproducida en el catálogo de dicha exposición pág. 23. Obra expuesta en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporaneo en 2003, reproducida en dicho catálogo pág. 22


EUGENIO GRANELL “Las flores del lago” 1950 Oleo/lienzo 40,5 x 30,5 cm.

Obra expuesta en la antológica de 1990 en la Comunidad de Madrid, reproducida en dicho catálogo pág. 134. Eugenio Granell “O elixir de alquimista” en la Fundación E. Granell, 2000, reproducido en el catálogo pág. 113.


EUGENIO GRANELL “Un faro para el viento” 1952 Témpera/cartón 121,5 x 71,5 cm.

Obra reproducida en el catálogo de la Fundación Mafre, pág. 28., en 1989. Obra expuesta en la antológica de 1990 en la Comunidad de Madrid, reproducida en dicho catálogo pág. 137.


EUGENIO GRANELL “Los gérmenes del aire” 1953 Oleo/lienzo 93 x 73 cm.

Obra expuesta en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporaneo en 2003, reproducida en dicho catálogo pág. 25


EUGENIO GRANELL “La cortina verde” 1973 Oleo/lienzo 106 x 81 cm.


EUGENIO GRANELL “Figuras alargadas, por algo que sucede” 1973 Oleo/lienzo 101 x 90 cm.


EUGENIO GRANELL “El atanor del alquimista” 46,5 x 60,1 cm. Oleo/lienzo

Eugenio Granell “O elixir de alquimista” en la Fundación E. Granell, 2000, reproducido en el catálogo pág. 81. Obra expuesta en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporaneo en 2003, reproducida en dicho catálogo pág. 44.


EUGENIO GRANELL “Con los brazos en alto” Tinta china/papel 23 x 12,5 cm.

Obra reproducida en la novela “Lo que sucedió” de E. Granell.


Eugenio Fernández Granell nace en A Coruña en 1912. Hijo de María y Eugenio será el mayor de cinco hermanos. Su infancia se desarrolla en Santiago de Compostela donde estudia bachillerato y comienza sus estudios musicales. En 1928 se traslada a Madrid y continúa sus estudios de violín en la Escuela Superior de Música becado por la Diputación de A Coruña. Es alumno de Antonio Fernández Bordás y conoce al compositor y director de orquesta Enrique Casal Chapí. Participa en tertulias políticas y literarias; se reúne con los hermanos Dieste, Carlos Gúrmendez, Santiago Arbós Ballesté, Urbano Lugrís en La Granja El Henar y es habitual en otros cafés como: El Molinero, el Negresco o Madrid. Su interés por la política lo pone de manifiesto ingresando en la Oposición de Izquierda y en 1935 en el P.O.U.M. (Partido Obrero de Unificación Marxista) liderado por Andrés Nin y Joaquín Maurín. Será precisamente en un acto político donde conoce a Pierre Neville que será su primer contacto con el surrealismo además de algunos números de la revista surrealista Minotaure mostrados por su amigo orensano Cándido Fernández Mazas. Con el estallido de la Guerra Civil, en 1936, se incorpora a las milicias republicanas y dirige el periódico el Combatiente Rojo, colaborando con otros periódicos como La Nueva Era, Hora de España y el diario La Batalla. En 1939 inicia su exilio. Sale de España por Plats de Molló y después de recorrer diversos campos de concentración en Francia consigue escapar llegando a París donde se reencuentra con Benjamín Péret y Wifredo Lam. De París marcha a Burdeos embarcando desde allí rumbo a Chile. La negativa de este país a acoger a más republicanos españoles hace que Granell y su futura esposa, Amparo, arriben a la República Dominicana instalándose en su capital Ciudad Trujillo. Granell entrará a formar parte, como primer violín, de la Orquesta Sinfónica fundada por Casal Chapí. Se va integrando en el ambiente cultural dominicano asociándose al grupo literario de vanguardia a través de La Poesía Sorprendida, revista que crea junto a Alberto Baeza Flores, en la que participan entre otros, Juan Ramón Jiménez, Jorge Guillén y Pedro Salinas. Un acontecimiento decisivo le llevará a comprometerse con el surrealismo hacia el año 1941. André Breton llega de La Martinica acompañado de su esposa Jacqueline y su hija Aube, Pierre Mabille, Victor Serge y su hijo Vlady y la escritora Anna Seghers, huyendo de la contienda europea. Granell entrevista para el periódico La Nación a Breton, Mabille y Victor Serge. Su primera exposición colectiva tendrá lugar en 1943 en la Galería Nacional de Bellas Artes. A ésta seguirá una segunda en el Ateneo Dominicano y una individual en la que presenta alrededor de doscientas obras en la Galería Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo. En 1946, después de haberse negado a firmar una carta de adhesión al régimen del dictador Trujillo, Eugenio Granell y su familia se trasladan a Guatemala. Allí ingresa como profesor en la Escuela de Artes Plásticas manteniendo una intensa actividad cultural; colabora en la Radio Nacional de Guatemala, publica artículos en las revistas “Plástica” y “Revista de Guatemala”, participa en la creación de AGEAR, Asociación Guatemalteca de Escritores y Artistas Revolucionarios. En 1947 con la exposición Le Surréalisme, en la galería Maeght de París, organizada por André Breton y Marcel Duchamp se integra activamente en el movimiento surrealista.


Tras el estallido de la revolución guatemalteca y, escapando de la persecución stalinista de la que es objeto, Granell y su familia se trasladan a Puerto Rico donde ocupará la cátedra de Historia del Arte en la Facultad de Humanidades, siendo rector Jaime Benítez. Publica en estos años Isla Cofre Mítico y participa en diferentes exposiciones colectivas en la universidad puertorriqueña. Crea el grupo El Mirador Azul formado por estudiantes, algunos de los cuales contribuyeron a la formación del arte puertorriqueño actual. Tendrá ocasión de realizar diversos viajes. Viaja a Nueva York con el pintor Vela Zanetti amigo al que conoció durante su exilio en la República Dominicana; a París con un grupo de estudiantes de la universidad, y expone en la Galería L’Etoile Scellée colaborando con el grupo surrealista. En 1957 la Fundación William y Norma Copley de Nueva York le concede un premio de pintura, siendo directores de la Fundación Marcel Duchamp y Darius Milhaud y consejeros de la misma Jean Arp, Alfred Barr, Max Ernst, Julien Levy, Roberto Matta, Roland Penrose, Man Ray y Herbert Read. Continúa, además con su actividad literaria, publicando ese mismo año en Méjico La novela del indio Tupinamba. Al año siguiente se traslada a Nueva York ingresando más adelante como catedrático de literatura española en el Brooklyn College de esta Universidad. Tras estudiar Sociología en la New School for Social Research publica en 1967 su tesis doctoral Sociological Perspectives of Guernica. A ésta siguen otras publicaciones: El Clavo, Lo que sucedió... (Premio de novela Don Quijote en Méjico), Federica no era tonta y otros cuentos, La leyenda de Lorca y otros escritos. En el año 1962 se incorpora al grupo surrealista Phases de París, dirigido por Eduard Jaguer y realiza numerosas exposiciones colectivas por todo el mundo. A partir de 1985 se instala definitivamente en España. Recibe numerosos premios como: Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias de las Artes, Medalla Unión Fenosa, Medalla de Oro de Bellas Artes otorgada por el consejo de ministros, Gerión’99 concedido por El punto de las artes, Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes. En 1997 es nombrado hijo adoptivo de la ciudad de Santiago y se le concede la Medalla de Oro al Mérito Cultural de dicha ciudad. Poco antes en 1995 se establece en Santiago la Fundación Eugenio Granell que alberga una colección de obras del propio artista, sus colecciones surrealista y étnica y, a partir de 1997, las obras donadas por el artista surrealista Philip West. Desde sus inicios la Fundación ha llevado a cabo una intensa actividad dando a conocer las diferentes facetas artísticas de Granell. Múltiples exposiciones han ido mostrando las facetas más conocidas pero también las más desconocidas de este polifacético artista. Con Granell y el teatro se estrenó su obra La cámara negra representada por el grupo de teatro aficionado Minerva. También tuvimos ocasión de comprobar su interés por el cine con la exposición Imágenes del sueño en libertad. El cine de Eugenio Granell, muestra que presenta sus películas experimentales y surrealistas realizadas en los años sesenta en Nueva York. Eugenio Fernández Granell fallece en Madrid el 24 de octubre de 2001. La Xunta de Galicia le concede a título póstumo la Medalla de Oro de Galicia 2001 por su trayectoria en el mundo de las artes.


www.galeriamontenegro.com


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