1. Autas, actas, actes, actas d’as primers chornadas sobre a traduzión. O papel d’a traduzión en o desembolique d’as luengas: o caso de l’aragonés. Conzello de lo Grau, 1997. 2. Diccionario de las hablas de la Baja Ribagorza Occidental. María Luisa Arnal Purroy. 3. Las hablas de la Alta Ribagorza. Günther Haensch. 4. Fraseología en chistabín. Diccionario de refranes, modismos, locuciones y frases hechas en aragonés del Valle de Chistau. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 5. Elementos de fonética y morfosintaxis benasquesas. José Antonio Saura Rami. 6. El aragonés de Baixo Peñas. Localidades de Sobrarbe situadas en las faldas de Peña Montañesa. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 7. Aspectos morfosintácticos del belsetán (aragonés del valle de Bielsa). Chabier Lozano Sierra y Ángel Luis Saludas Bernad. 8. Voces de Aragón. Antología de textos orales de Aragón. 1968-2004. Brian Mott. 9. El aragonés ansotano. Estudio lingüístico de Ansó y Fago. Miguel Ánchel Barcos. 10. Dizionario de terminos cheograficos. Chesús Casaus Parrilla y Pascual Miguel Ballestín. 11. El aragonés nuclear de Nerín y Sercué (Valle de Vio). Artur Quintana i Font. 12. Dizionario aragonés chistabín. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 13. Aspectos lingüísticos de Tella. Chabier Lozano Sierra. 14. Borrador de un diccionario de voces aragonesas. José Luis Aliaga Jiménez.
EL BORRADOR DE UN DICCIONARIO DE VOCES ARAGONESAS es un texto de singular valor cultural y lingüístico. El manuscrito se encuentra depositado en la Biblioteca Nacional de España y ha permanecido inédito desde que José Siesso de Bolea lo compusiera en el primer cuarto del siglo dieciocho, a raíz de su contribución al primer diccionario de la Real Academia Española, el Diccionario de Autoridades. Así pues, con esta edición se da a conocer un fragmento valioso, pero semiolvidado, del patrimonio cultural aragonés. No obstante, la relevancia del Borrador trasciende claramente el ámbito regional dado que, en sentido estricto, se trata del primer diccionario dialectal del mundo hispánico. En consecuencia, su publicación contribuye significativamente a completar el panorama de la lexicografía aragonesa y española, en cuya historiografía Siesso de Bolea carecía hasta la fecha del lugar que su labor pionera merecía.
B O R R A D O R D E U N D I C C I O N A R I O D E VO C E S A R AG O N E S A S Jo s é S i e s s o d e B o l e a
AINAS
14 BORRADOR DE UN DICCIONARIO DE VOCES ARAGONESAS José Siesso de Bolea Edición y estudio de
José Luis Aliaga Jiménez
Contiene CD con los manuscritos originales de Siesso de Bolea
José Luis Aliaga Jiménez (Pamplona, 1966) es Profesor Titular de Universidad en el Área de Lengua Española (Universidad de Zaragoza). Ha sido también Profesor Visitante en la Universidad Nacional de San Luis (Argentina) y ha impartido cursos y conferencias en varias universidades españolas y extranjeras. Entre otras líneas de investigación, sus trabajos han tenido por objeto la teoría y la historia de la lexicografía, con especial atención a la producción lexicográfica centrada en las modalidades lingüísticas de Aragón. De sus publicaciones en este último ámbito cabe mencionar, por ejemplo, Textos lexicográficos aragoneses de Benito Coll (1902-1903) presentados al Estudio de Filología de Aragón. Edición y estudio (con M.ª Luisa Arnal Purroy; 1999, Libros Pórtico); Aspectos de lexicografía española. El léxico aragonés en las ediciones del diccionario académico (2000, Institución «Fernando el Católico») y Vocabulario de Aragón, de Juan Moneva y Puyol (2004, Xordica-Prensas Universitarias de Zaragoza).
1. Autas, actas, actes, actas d’as primers chornadas sobre a traduzión. O papel d’a traduzión en o desembolique d’as luengas: o caso de l’aragonés. Conzello de lo Grau, 1997. 2. Diccionario de las hablas de la Baja Ribagorza Occidental. María Luisa Arnal Purroy. 3. Las hablas de la Alta Ribagorza. Günther Haensch. 4. Fraseología en chistabín. Diccionario de refranes, modismos, locuciones y frases hechas en aragonés del Valle de Chistau. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 5. Elementos de fonética y morfosintaxis benasquesas. José Antonio Saura Rami. 6. El aragonés de Baixo Peñas. Localidades de Sobrarbe situadas en las faldas de Peña Montañesa. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 7. Aspectos morfosintácticos del belsetán (aragonés del valle de Bielsa). Chabier Lozano Sierra y Ángel Luis Saludas Bernad. 8. Voces de Aragón. Antología de textos orales de Aragón. 1968-2004. Brian Mott. 9. El aragonés ansotano. Estudio lingüístico de Ansó y Fago. Miguel Ánchel Barcos. 10. Dizionario de terminos cheograficos. Chesús Casaus Parrilla y Pascual Miguel Ballestín. 11. El aragonés nuclear de Nerín y Sercué (Valle de Vio). Artur Quintana i Font. 12. Dizionario aragonés chistabín. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 13. Aspectos lingüísticos de Tella. Chabier Lozano Sierra. 14. Borrador de un diccionario de voces aragonesas. José Luis Aliaga Jiménez.
EL BORRADOR DE UN DICCIONARIO DE VOCES ARAGONESAS es un texto de singular valor cultural y lingüístico. El manuscrito se encuentra depositado en la Biblioteca Nacional de España y ha permanecido inédito desde que José Siesso de Bolea lo compusiera en el primer cuarto del siglo dieciocho, a raíz de su contribución al primer diccionario de la Real Academia Española, el Diccionario de Autoridades. Así pues, con esta edición se da a conocer un fragmento valioso, pero semiolvidado, del patrimonio cultural aragonés. No obstante, la relevancia del Borrador trasciende claramente el ámbito regional dado que, en sentido estricto, se trata del primer diccionario dialectal del mundo hispánico. En consecuencia, su publicación contribuye significativamente a completar el panorama de la lexicografía aragonesa y española, en cuya historiografía Siesso de Bolea carecía hasta la fecha del lugar que su labor pionera merecía.
B O R R A D O R D E U N D I C C I O N A R I O D E VO C E S A R AG O N E S A S Jo s é S i e s s o d e B o l e a
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14 BORRADOR DE UN DICCIONARIO DE VOCES ARAGONESAS José Siesso de Bolea Edición y estudio de
José Luis Aliaga Jiménez
Contiene CD con los manuscritos originales de Siesso de Bolea
José Luis Aliaga Jiménez (Pamplona, 1966) es Profesor Titular de Universidad en el Área de Lengua Española (Universidad de Zaragoza). Ha sido también Profesor Visitante en la Universidad Nacional de San Luis (Argentina) y ha impartido cursos y conferencias en varias universidades españolas y extranjeras. Entre otras líneas de investigación, sus trabajos han tenido por objeto la teoría y la historia de la lexicografía, con especial atención a la producción lexicográfica centrada en las modalidades lingüísticas de Aragón. De sus publicaciones en este último ámbito cabe mencionar, por ejemplo, Textos lexicográficos aragoneses de Benito Coll (1902-1903) presentados al Estudio de Filología de Aragón. Edición y estudio (con M.ª Luisa Arnal Purroy; 1999, Libros Pórtico); Aspectos de lexicografía española. El léxico aragonés en las ediciones del diccionario académico (2000, Institución «Fernando el Católico») y Vocabulario de Aragón, de Juan Moneva y Puyol (2004, Xordica-Prensas Universitarias de Zaragoza).
JOSÉ SIESSO DE BOLEA BORRADOR DE UN DICCIONARIO DE VOCES ARAGONESAS
Edición y estudio de José Luis Aliaga Jiménez
Diseño sobre portada: Fernando Lasheras
© De la edición y estudio del original, José Luis Aliaga Jiménez
© Publicación número 2.801 de la Institución Fernando el Católico (Organismo autónomo de la Excma. Diputación de Zaragoza) Plaza de España, 2 E-50071 ZARAGOZA Tlf.: (34 ) 976 28 88 78/79 Fax.: (34 ) 976 28 88 69 ifc@dpz.es http://www.ifc.dpz.es
© Prensas Universitarias de Zaragoza Edificio de Ciencias Geológicas Pedro Cerbuna, 12 E-50009 ZARAGOZA puz@unizar.es
© Gara d’Edizions Abda. Nabarra, 8 E-50010 ZARAGOZA www.garadedizions.com gara@garadedizions.com Deposito Legal: Z-2397-2008 I.S.B.N.: 978-84-7820-952-1 Institución Fernando el Católico I.S.B.N.: 978-84-7733-571-9 Prensas Universitarias de Zaragoza I.S.B.N.: 978-84-8094-063-4 Gara d’Edizions
Impresión: Ino Reproducciones Impreso en Aragón-Printed in Aragon.
JOSÉ SIESSO DE BOLEA BORRADOR DE UN DICCIONARIO DE VOCES ARAGONESAS
Edición y estudio de José Luis Aliaga Jiménez
Zaragoza, 2008
A Katrina BelsuĂŠ Guillorme, admiradora incondicional de Siesso de Bolea y amiga entraĂąable
Se edita en este volumen uno de los primeros diccionarios dialectales del ámbito románico y, en sentido estricto, el primero del mundo hispánico. El Borrador de un diccionario de voces aragonesas fue elaborado por José Siesso de Bolea entre 1715 y 1724, y forma parte de los materiales con que contribuyó al primer diccionario de la Real Academia Española. Hasta la fecha se encontraba manuscrito en un documento catalogado con la signatura 12670 en la Biblioteca Nacional de España. Las deterioradas condiciones materiales del Borrador y su enmarañada disposición textual han dificultado sobremanera su transcripción y su análisis. Al subrayar este hecho no pretendo tanto poner de relieve los escasos méritos que puedan corresponderme como solicitar benevolencia por los seguros desaciertos de la edición. Las claves para la adecuada comprensión del diccionario –de sus estructuras, de su relevancia filológica, etc.– se hallan en el estudio que lo precede. Si bien el texto lexicográfico puede ser consultado sin mediación interpretativa, esta resulta aconsejable por las peculiaridades de todo tipo que concurren en él. Este trabajo me fue confiado hace varios años por Antonio Pérez Lasheras, director de Prensas Universitarias de Zaragoza y compañero mío en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza. Le agradezco sinceramente su enorme comprensión y paciencia ante los retrasos que he acumulado por circunstancias diversas. Otro tanto debo decir de Chusé Aragüés, responsable de Gara d’Edizions. Asimismo, quiero dejar constancia de mi gratitud al profesor Federico Corriente Córdoba y a la profesora M.ª José Cervera Fras, de la Universidad de Zaragoza, por su desinteresada y amable colaboración en la transcripción de las etimologías árabes. Mucho debe esta contribución también a otras personas que forman parte de mi circunstancia vital. Entre ellas ocupa un lugar especial Elvira Burgos Díaz.
José Luis Aliaga Jiménez Zaragoza, 8 de marzo de 2008 Día Internacional de la Mujer
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Una parte de nuestra vida se alimenta de mitos que nos mantienen su interés mucho más allá del tiempo. Y tengo que confesar que Siesso de Bolea fue “mi mito del aragonés de los años 70, de los 80, de los 90 y lo ha seguido siendo hasta el día de hoy”. Bueno, en realidad había una trilogía: las obras completas de Veremundo Méndez, los manuscritos de Siesso de Bolea y Un concello de aldea, primer intento de koiné del aragonés del Campo de Jaca. Llegué a magnificar y soñar la publicación de estos tres libros, que se me antojaban como el mayor hito, hablo de los años 70, del aragonés que todos estábamos aprendiendo. De hecho no fui el único. Era un anhelo compartido por muchos. Dicen los aborígenes australianos que el mundo existe porque lo soñamos. Es su Tiempo de los Sueños. Lo llaman Altjeringa y se refiere a un presente eterno. Yo “soñé” estos tres libros. Los amigos y conocidos saben el interés, desvelo a veces, que me producían. Para mí este libro que hoy podemos leer gracias al excelente trabajo de José Luis Aliaga Jiménez ha existido siempre. Igual que existe Un concello de aldea, aunque no lo haya visto ni esté publicado. En su tiempo, trabajando para Publicaciones del Gobierno de Aragón –siendo director general de Cultura, Eduardo Vicente de Vera– y habiendo recibido una llamada de las hijas de Veremundo, nos pusimos en contacto con el profesor de la Universidad de Zaragoza, Vicente Lagüéns, que facilitó y agilizó la edición de dicha obra por parte del catedrático de la misma Universidad, Tomás Buesa. Estaba en la mente del profesor Buesa la continuación de sus estudios para publicar “esa trilogía”. La vida no siempre se presta a nuestros deseos y desgraciadamente Tomás Buesa no ha podido ver su deseo materializado. Permítaseme, ya que solo soy el editor, seguir soñando ese presente continuo australiano en la obra de Un concello de aldea, para completar “la trilogía de mi sueño” y la “trilogía del sueño de tanta gente”. Hace cuatro años, mi deseo se tornó impaciencia. Hablé con José Ignacio López Susín, a la sazón presidente de Rolde de Estudios Aragoneses, y me facilitó una copia en papel del manuscrito que aquí se edita. Hablé también con Antonio Pérez Lasheras, director de Prensas Universitarias de Zaragoza, que inmediatamente fue receptivo a la publicación del texto y a la sugerencia de que fuese el profesor Aliaga Jiménez quien preparase la edición; le repliqué inmediatamente que sí, que no solamente estaba de acuerdo, sino que además yo iba a proponérselo también. Tengo que decir que el trabajo realizado por el profesor Aliaga ha sido excepcional y de una profesionalidad encomiable, y de ahí el resultado. Además, el lector o usuario podrá consultar en el CD adjunto la reproducción digital de los manuscritos de Siesso de Bolea y calibrar la dificultad de su transcripción y estudio. Por último, quiero agradecer también a la Institución Fernando el Católico su colaboración, recordando con gratitud que participó también en la edición de la primera parte de esa trilogía y deseando que nos volvamos a ver en la última obra todas las partes aquí implicadas.
Chusé Aragüés Editor de Gara d’Edizions
ÍNDICE ESTUDIO PRELIMINAR 1. Apuntes biográficos sobre Siesso de Bolea.......................................................13 2. La obra lexicográfica de Siesso de Bolea ..........................................................21 3. El Borrador de un diccionario de voces aragonesas..............................................32 3. 1. La macroestructura ...........................................................................33 3. 2. La microestructura............................................................................37 3. 3. El contexto lingüístico y lexicográfico...............................................48 3. 4. La adscripción dialectal del Borrador ................................................53 3. 5. La proyección lexicográfica ...............................................................59 4. Criterios de esta edición..................................................................................64 BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................69 RELACIÓN DE FUENTES CITADAS EN EL MANUSCRITO ....................73 BORRADOR DE UN DICCIONARIO DE VOCES ARAGONESAS ..................79
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1. APUNTES BIOGRÁFICOS SOBRE SIESSO DE BOLEA Al margen de los peculiares vínculos de Siesso de Bolea con la Real Academia Española –a los que nos referimos más abajo– son realmente escasas y fragmentarias las noticias que han llegado hasta la actualidad sobre la trayectoria vital del lexicógrafo aragonés. Hasta fechas recientes se contaba apenas con las escuetas informaciones que Félix Latassa y Ortín le dedicó en su obra Bibliotecas antigua y nueva de escritores aragoneses (s. v.)1: Siesso de Bolea (D. Josef). Hijo y ciudadano de Zaragoza. Tuvo culta literatura y mucha estudiosidad, que reconoció y calificó la Real Academia de la lengua española, creándolo individuo suyo, y estimando sus noticias sobre asuntos propios de su instituto. Tuvo una librería copiosa y selecta de impresos, manuscritos y medallas [...], y también los desvelos con que logró hacer estimables nuestras voces provinciales aragonesas en su fecundísimo diccionario de dicha Real Academia, no obstante los que decían no ser aquellas de la lengua española, como si todas las provincias de España no pudieran del mismo modo ser acusadas sobre esto [...]. Fue finalmente D. Josef muy amante de los sabios y literatos de su tiempo, quienes tuvieron el gusto de tratarlo, sabiéndole hablar por la mano, pues llegó a ser enteramente sordo. Murió en su patria el 2 de agosto de 1733, habiendo escrito: 1) Un diccionario de voces provinciales, que se conserva manuscrito en la Real Biblioteca de Madrid. 2) Diversas epístolas literarias de asuntos interesantes. 3) Compendio de nueva lógica en español, que enseña a aprenderla con brevedad [...].
Aunque se ignora la fecha de su nacimiento, está bien documentada la de su fallecimiento, el dos de agosto de 1733, porque ya se informa de ella en 1734, en los preliminares del cuarto volumen del Diccionario de Autoridades2. Por lo demás, los únicos datos que se conservan de su biografía proceden de la correspondencia que mantuvo con la Real Academia Española –de la que se informa en las actas de los plenos académicos–; de un proceso legal en el que Siesso de Bolea se vio inmerso; y de dos breves composiciones poéticas que, hasta donde se sabe, fueron los únicos escritos que vieron la imprenta durante su vida3. Aunque en su día ya dimos cuenta de estos retazos de la 1 Extraemos el fragmento de la edición refundida, en cuatro volúmenes, de Miguel Gómez Uriel (Zaragoza, Imprenta de C. Ariño, 1884-86) que dispone los materiales por orden alfabético. La edición original de Latassa y Ortín, Biblioteca de escritores aragoneses, apareció en dos partes. La primera, en dos volúmenes (Zaragoza, 1796) abarca hasta el año 1500; la segunda, en seis volúmenes (Pamplona, 1798-1802) alcanza hasta el momento de su publicación. 2 Se trata, como es bien sabido, del primer diccionario de la Real Academia Española, el Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua (tomo primero, A-B, Madrid, Imprenta de Francisco del Hierro, 1726; tomo segundo, C, Madrid, Imprenta de Francisco del Hierro, 1729; tomo tercero, D-F, Madrid, Viuda de Francisco del Hierro, 1732; tomo cuarto, G-N, Madrid, Herederos de Francisco del Hierro, 1734; tomo quinto, OR, Madrid, Herederos de Francisco del Hierro, 1737; y tomo sexto, S-Z, Madrid, Herederos de Francisco del Hierro, 1739). En la actualidad está disponible, además, en edición facsimilar, digital en DVD y en internet, en la página web de la Real Academia Española (www.rae.es). 3 Exceptuando, claro está, las voces aragonesas que aportó a la Academia Española y que esta subsumió en el Diccionario de Autoridades. Por lo que se refiere al Compendio de lógica, el mismo Latassa y Ortín aclara más adelante que se trataba de un manuscrito –del que nada se sabe en la actualidad– que perteneció al «Dr. D. Pedro Genzor, colegial médico de Zaragoza, y de su hospital real y general, con otros papeles del autor, por conexión de parentesco».
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José Luis Aliaga Jiménez
biografía de Siesso (Aliaga Jiménez, 1993 y 1994a) merece la pena retomarlos aquí ampliando algunos detalles, dado que desde entonces no han aparecido otras aportaciones sobre el particular. En el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza se conservan, entre los fondos procedentes de la antigua Real Audiencia de Aragón, los relativos a los procesos de Infanzonía4. Entre ellos se encuentra el expediente que se abrió a petición de Domingo Pedro José Siesso de Bolea –nombre completo del lexicógrafo– en el que reclama el reconocimiento de su condición de infanzón e hidalgo. Por el escrito que abre el expediente, fechado el 30 de septiembre de 1701, sabemos que Siesso de Bolea estaba vinculado familiarmente a Leciñena, aunque no se especifica si nació en esa localidad o en Zaragoza, como sostiene Latassa y Ortín5. En la solicitud de infanzonía se especifica, en cambio, que Leciñena fue el lugar de nacimiento de los abuelos, Domingo Siesso y María Azara, y de los padres, Domingo Siesso y Josefa Bolea, de los que era único descendiente. También sabemos que tanto el abuelo como el padre de Siesso habían gozado del título de infanzonía (el padre lo obtuvo el 22 de mayo de 1663) y que en 1701, cuando la Corte del Justicia Mayor le concede la firma titular de infanzonía a Siesso de Bolea, este se encuentra soltero («es hombre mozo, libre y por casar, y sin aver contraído matrimonio alguno» dice el expediente). Más allá de la anécdota, este último testimonio adquiere una cierta relevancia, como se verá, para aproximarse a la datación de su nacimiento y a una ubicación más precisa de sus circunstancias personales en la época en que colaboró con la Real Academia Española. En el siguiente documento del expediente se puede leer que el 23 de marzo de 1709 se le concedió a Siesso el uso de armas blancas al que como infanzón tenía derecho, y en él se le cita ya únicamente como Joseph de Siesso. Pero en 1726, cuando solicita la concesión de una sobrecarta de su firma de infanzonía6, el fiscal la deniega en los términos siguientes: en vista de la firma de infanzonía presentada por Dn. Joseph de Siesso, de que pretende sobrecarta, dize: la contradize en devida forma interin que no justifica la posesión, uso, y goze de otra firma y ser el mismo que la optubo, pues suena ganada por Domingo Pedro Joseph de Siesso, y no por el otro Dn. Joseph, que solicita sobrecarta. Zarag[oza] y Diz[iembre], 12 de 1726
No consta en el expediente que la anterior resolución fuera recurrida. Pero bastantes años después, en febrero de 1744, el fiscal Francisco López Bechio reabre la causa y cita «por retardado a dicho Dn. Joseph Siesso» para proseguir el pleito por la obtención de la sobrecarta. Ante la incomparecencia de Siesso, el fiscal cumple con las formalidades legales preceptivas y lo declara en rebeldía, ignorando, obviamente, que había falle4 Estos eran procesos de firma en los que, para demostrar de iure en Aragón la posesión de la infanzonía, era necesario ganar el correspondiente juicio de firma titular, por el cual se obtenía sentencia a favor para el disfrute de los derechos correspondientes. 5 En cualquier caso no consta que estuviese vinculado de algún modo particular a Bujaraloz, como conjetura Gili Gaya (1950: 256) a partir de la mención de esa localidad zaragozana en el manuscrito 12670. Es probable, no obstante, que Siesso tuviera un contacto frecuente con el habla de Bujaraloz, que se encuentra en la comarca de Los Monegros, como Leciñena, población a la que también adscribe varias voces en el texto que editamos. 6 La sobrecarta era el acto jurídico por el cual una autoridad renovaba la vigencia de una disposición anterior cuando por algún motivo no había tenido cumplimiento la primera.
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Borrador de un diccionario de voces aragonesas
cido en 1733. Pero la reapertura del proceso de hidalguía debió de llegar a oídos de Mariano José de Siesso, quien, al mes siguiente, en marzo de 1744, se persona en la causa como hijo único de José Siesso de Bolea y legítimo aspirante al título de infanzón que en 1701 había obtenido su padre. En principio, solo reclama los documentos originales de la concesión de firma titular: como único Barón descendiente del dicho Dn. Joseph Siesso de Bolea, mi difunto Padre, se me entreguen y debuelban las Letras, o Executoria de la Infanzonía titular de que aquél hizo presentación, dexando recivo, o como fuere del mayor agrado de V. Ex., pues assí es Justicia que pido
El fiscal rechaza esta pretensión argumentando la vigencia de la resolución de 1726 por la que se había denegado la sobrecarta a Joseph de Siesso. Así pues, a juicio del fiscal no procede la entrega de la documentación original al descendiente de una persona sobre cuya identidad y condición de infanzón existían dudas. Mariano José de Siesso recurre en mayo de 1744 y reclama directamente el despacho de la sobrecarta a su favor, lo que implica obtener para sí el título de infanzón. Para ello se propone demostrar que que el dicho D. Joseph de Siesso […] que pidió la sobrecarta fue el mismo Domingo Pedro Joseph de Siesso que ganó el Despacho de firma presentada en autos, hijo único al tiempo que la obtubo de Domingo de Siesso y Josepha Bolea su muger, nombrados en la misma firma […]. Y que una misma persona aquel que obtubo la firma, y el que pidió la sobrecarta fueron y han sido tenidos y pública y comúnmente reputados de quantos los conocieron, y de ello ha sido y es la voz común y fama pública en esta ciudad; y que el dicho D. Joseph de Siesso, alias Domingo Pedro Joseph de Siesso, por todo el tiempo de su vida y hasta su muerte siempre y continuamente fue y era Infanzón, e Hijodalgo de sangre y naturaleza, y descendiente de tales por línea directa masculina
Y presenta testigos que, avalando su pretensión, declaran haber conocido y tratado personalmente a Siesso de Bolea y a los padres de este, Domingo de Siesso y Josefa Bolea, y haber tenido constancia de su infanzonía y de su nombre completo, Domingo Pedro José. Aportan también algún que otro detalle de cierto interés. Por ejemplo, que Siesso de Bolea disponía de una casa en Villanueva de Gállego y de otra en Leciñena; que sus padres se instalaron en el Arrabal cuando se mudaron desde Leciñena a Zaragoza; y que participó «en las últimas cortes que hubo en esta ciudad en el Brazo de Cavalleros Hixosdalgo». Este último testimonio parece mover al fiscal a realizar ulteriores indagaciones, por lo que cursa un requerimiento al «archivero a cuio cargo están los papeles de las Cortes celebradas en este reyno [para que] dé certificación de si se halla, o no, haver asistido como hidalgo en alguna de dichas Cortes el expresado Dn. Joseph Siesso». El expediente de infanzonía se cierra, sin que conste la resolución final del proceso, con la certificación de 20 de marzo de 1745, por la que Martín Maza de Lizana, responsable del Archivo del Reyno de Aragón, certifica que de los registros de Cortes que se hallan custodiados en el mencionado Archivo, y en el que se hizo en el año mil setecientos y dos de las celebradas por la sacra y real magestad del rey, nuestro señor, D. Phelipe Quinto, resulta que bajo el día diez y siete de mayo de el expresado año, se habilitó por el brazo y estamento de cavalleros hijosdalgo, D. Joseph de Siesso, de Zaragoza, para asistir en dichas cortes como tal hijodalgo
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José Luis Aliaga Jiménez
Por lo demás, las referencias temporales que se vienen detallando pueden contribuir a establecer, siquiera de forma aproximada, la fecha de nacimiento del lexicógrafo. A las pautas cronológicas ya referidas hay que sumar las que aportan la edad y el contenido de las declaraciones de los testigos que presenta Mariano José de Siesso en 1744. Los dos primeros, Juan Miguel Nasarre de Letosa, de 61 años, y Valero Marcén, de 64 años, afirman haber tenido trato frecuente con Siesso de Bolea «hasta su muerte, que fueron vastantes años». El tercero, Juan de Abadía, de 80 años, residía ya en el Arrabal antes de que se instalasen allí «los padres del dicho Dn. Joseph de Siesso, luego que vinieron de Leciñena, y assí conoció muy bien al dicho Don Joseph de Siesso, alias Domingo Pedro Joseph de Siesso». En suma, teniendo presentes las fechas aportadas por el proceso legal –y por el lapso temporal en que Siesso colaboró con la Academia, de 1715 a 1726– es posible que Siesso de Bolea falleciera a la edad de cincuenta o cincuenta y cinco años y que, por lo tanto, el año de su nacimiento haya que situarlo en torno a 1680. Al margen de este episodio jurídico cabe referirse a dos breves composiciones poéticas conservadas en la Biblioteca General de la Universidad de Zaragoza. Están firmadas por Siesso de Bolea e impresas en folios sueltos fechados en Zaragoza, en diciembre de 1722 y febrero de 1723 respectivamente. Ambas tienen como motivo una manifestación pública de religiosidad católica atribuida a Felipe V y a su esposa, Isabel Farnesio. Los monarcas, mientras se dirigen en carroza a una iglesia, se cruzan con un sacerdote al que ceden el vehículo y acompañan en el trance de administrar la extremaunción a una moribunda. Se trata, pues, de dos piezas (un soneto y nueve octavas) de tema circunstancial, que sirven de excusa para solicitar el mecenazgo y la protección del confesor real, Guillermo Daubenton, en el primer caso, y del Marqués de Grimaldo, secretario de Felipe V, en el segundo. En ellas se conjuga la exaltación religiosa y patriótica, y la finalidad panegírica –como en los escritos que las preceden– con un tono tan ampuloso como carente de fuerza lírica e interés literario. Y ello a pesar de la profusión de recursos retóricos que maneja Siesso al que, a juzgar por estos poemas, bien podría encuadrarse entre los epígonos del barroco español. Por supuesto, no aflora rasgo dialectal alguno en estos escritos deliberadamente cultistas, ni en el nivel léxico ni en el morfosintáctico. En definitiva, es cierto que el único atractivo de tales escritos, al igual que en el caso del proceso de infanzonía, reside en su utilidad para perfilar la escasamente conocida trayectoria del lexicógrafo aragonés. Pero a falta de informes biográficos de mayor enjundia no resulta improcedente, a nuestro juicio, reproducir aquí el contenido íntegro de los citados impresos. En el primero de ellos puede leerse lo que sigue:
AL ILL.mo Y R.mo PADRE GVILLERMO DAVBENTON, DE LA COMPAÑIA DE JESÚS, Confessor de el Rey nuestro Señor, &c. ILL.mo Y R.mo P.e ¿A quién mejor que al confessor de su Mag. ha de ofrecerse el aplauso de una acción tan religiosa, como la que celebro? Y qué poesía más pro16
Borrador de un diccionario de voces aragonesas
pria, en su elogio, ni más digna, que el soneto, inventado de Apolo (según dize el Horacio francés, M. Despreaux) para ver hasta dónde llegan el Numen, y el Arte de los grandes poetas. Añadiendo, que Vn Sonnet sans dèfaut vaut seul un long Poème. No presumo aver escrito el mío sin defectos, pero discurro no presentar indigna ofrenda a V. S. aunque ayan sido su nacimiento, su educación, y sus estudios, en un país, corte, años ha de las buenas letras, y de todas las ciencias, y artes; donde hallan los Ingenios quien los conozca, y quien los premie. Premiado quedaré yo de V. S. solo con que accepte grato este pequeño don, y me tenga por uno de sus más afectos servidores. Guarde Dios a V. S. los muchos años, que el Rey nuestro Señor, y todos hemos menester. Zaragoza, 29 de Diziembre de 1722. Ilustrísimo, y Reverendísimo Padre. B. L. M. de V. S. Su más rendido servidor. Don Joseph Siesso de Bolea
A LA HEROYCA, Y PIADOSA acción, de aver los Reyes nuestros Señores acompañado a pie, y dado la carroza en que iban, a un sacerdote, que llevava, en la Corte, el Santísimo a una pobre enferma tullida; y a la de aver servido de enfermera, en tanto que la ministraron el viático, y la santa unción, la Reyna nuestra Señora, dándola de limosna sus Magestades, cien doblones. SONETO Dexas Filipo, y tu Isabela dexas, y al sacerdote, a Dios, dais la carroza, sirviéndole al estrivo, y en la choza de enferma, que tullida, es toda quexas. En el lecho, o Gran Reyna, la manejas, y la Tierra, y el Cielo se alboroza: la gasa, que su labio, y su pie roza, diadema es, que a tu Carlos le aparejas. Sol es cada doblón al pobre oy dado, que engendra en el Pirú una mina de oro, para inundar a España, desatado. Y el plaustro, digno del mayor decoro, altar a la piedad es levantado, que adora el indio, que venera el moro. 17
José Luis Aliaga Jiménez
El segundo impreso, de extensión algo mayor, presenta el siguiente contenido: OCTAVAS A LA RELIGIOSA ACCIÓN, QVE EXECVTARON los Reyes nuestros Señores el día 28 de Noviembre de 1722 DEDICADAS AL EXCEL.mo SEÑOR MARQUÉS DE GRIMALDO, CAVALLERO DEL ORDEN DE SANTIAGO, Comendador de Ribera, y Azeuchal, en el mismo Orden, Gentilhombre de Cámara de su Magestad, de su Consejo de Estado, su primer Secretario de él, y de su Despacho Universal. Excelentíssimo señor: ¿Por qué no he de ofrecer yo a V. Exc. este Panegyrico, escrito a la heroyca, y piadosa acción, que nuestros Reyes han executado? ¿Quién puede alegrarse más de verla celebrada, y quién mejor ponerle en las reales manos de sus Magestades, que V. Exc.? Pues el ser yo humilde Autor de él, no puede de ningún modo, contener mi noble osadía, que nadie ha menester más el Patrocinio de V. Exc., y hasta aora no se ha oído ser ofensa, ni aun de las aras más sagradas, el buscar su assilo qualquiera, como buenamente puede. Al templo, pues, donde la fama ha colocado a V. Exc. llego reverente con este pequeño don, que dexo en el altar erigido al apellido ilustre de GRIMALDO. Y espero que V. Exc. recibirá grato la ofrenda en tanto que mi silenciosa pluma, cortada ya para assumptos grandes, no llega, hecha sonoroso clarín, a publicar dignamente las heroycas acciones de V. Exc., admiradas y agradecidas, a los ojos de su Magestad, hasta de los monarcas, poco ha sus enemigos, que otro llamaría tributarios de V. Exc. Guarde Dios la Persona de V. Ex. los muchos años, que esta Monarquía, y aun toda la Europa ha menester. Zaragoza, 2 de Febrero de 1723. Excelentíssimo señor, B. L. M. de V. Exc. Su más rendido servidor, Don Joseph Siesso de Bolea
OCTAVAS A visitar el templo de MARÍA, en Madrid sobre Atochas levantado, ibais PHILIPO, y tú ISABELA un día; y al passo os sale Dios Sacramentado: la carroza dexáis luego a porfía, y al sagrado ministro aveisla dado. 18
Borrador de un diccionario de voces aragonesas
tú el estrivo, o Gran Rey, tú mismo cierras, y el Cielo abre sus nubes a tus Tierras. Mueve el plaustro, ya altar, de esplendor lleno, a pie los Reyes a los dos costados la espada en una mano, en otra el freno, delante, y detrás van nobles soldados. Ante la Virgen LUIS de aquesto ageno, y la Real Casa están arrodillados, dando unos en el templo al mundo exemplo, mientras las calles son para otros templo. De humilde casa a la pequeña puerta, triste morada de muger tullida, que el yelo de los años tiene yerta, el Plaustro para, y processión lucida. Con diestra el Rey abre el estrivo cierta, y el brazo luego ofrece, a la salida, a Christo, al sacerdote, que a Dios lleva: O quánto el cielo acción tan grande aprueba! Entran los Reyes en la choza obscura, siguiendo a Dios, que ya les va delante; la real salud, aquí que se aventura, con viva voz, vassallo expresa amante. Mas Rey, y Reyna, sin temor procura ver de la enferma pálido el semblante. Si esto uno, y otro, si esto ha executado, Qué mucho es que la Peste aya cessado? Sobre el desnudo suelo en pobre cama, yaze la enferma miserablemente. La Reyna, al verla, lágrimas derrama, que el cuello buelve aljófares luciente. Luego en sus brazos (cántelo la Fama) el cuerpo a sostener llega doliente, en ellos comulgar bien ha podido. O ISABEL, cómo el nombre has merecido! La enfermedad se agrava por instantes, y a ministrar precisa el óleo santo. Sale el Rey, y los hombres, no importantes, la Reyna queda, enjuto mal el llanto. Manos, no obstante, y pies ya vacilantes, a la enferma descubre, sin quebranto, y sin temor alguno, o pecho fuerte! a la horrorosa vista de la muerte. De la unción santa dado el sacramento, un miembro, y otro ungido (nueva hazaña) 19
José Luis Aliaga Jiménez
limpias, Gran Reyna, en fácil movimiento, con la Gasa, que el cuello te ornó estraña. La misma enjugó el líquido elemento, que comulgado el labio enfermo baña. Ya a tus Hijos, ya de ella, estoy mirando. cómo el cielo diademas va labrando. Bolver a su mansión quiere sagrada el Señor disfrazado en blanco velo, y los Reyes, la diestra iluminada, a acompañarle van con santo zelo, quando a la enferma dan necesitada cien doblones, que a Censo toma el Cielo. Rica una flota ya, por cada uno, ofreciendo está el mar, sin riesgo alguno. Camina al templo de donde ha salido, como antes el Señor acompañado. Todos en el sagrario, el pecho herido, llegan luego a dexarle reservado. En el altar, después que plaustro ha sido, viendo al Rey, y a la Reyna el pueblo amado, Quántos esfuerzos ha menestrer, quántos, para no venerarlos ya por santos. Al limitado conocimiento de la biografía de Siesso de Bolea puede sumarse, por último, la breve pero accidentada relación que mantuvo con Real Academia Española7. De ella tenemos noticia por los pasajes que las actas de las reuniones académicas dedican al intercambio de correspondencia que cruzaron el lexicógrafo y la institución. El primer contacto tuvo lugar el 11 de abril de 1715. Habían transcurrido dos años desde el inicio de las actividades académicas y la corporación había trazado ya el plan del diccionario y distribuido el trabajo inicial entre los miembros fundadores8. En esa fecha, el Secretario de la corporación da cuenta de la misiva conjunta remitida desde Zaragoza por parte de José Siesso de Bolea y Juan Francisco Escuder. En ella exponen sus simpatías por la institución y el deseo de colaborar en la formación del diccionario mediante la aportación de «voces particulares del Reyno de Aragón» y la selección de citas extraídas «de la Historia de México de D. Antonio Solís», autor que se encontraba entre «los contenidos en la lista que formó [la Academia]» para la obtención de autoridades. 7 El texto de los manuscritos no aporta apenas ninguna información personal sobre Siesso. Al margen, claro está, de la que tiene que ver con sus conocimientos lingüísticos y lexicográficos, que comentaremos en su lugar. Si acaso cabe mencionar que el espacio ideológico en el que se mueve el erudito aragonés, de marcado carácter conservador, como se desprende de lo reseñado hasta ahora, se corresponde con el delimitable a partir del discurso lexicográfico del manuscrito que aquí se edita. 8 Para conocer con detalle la gestación del Diccionario de Autoridades y las vicisitudes por las que pasó su elaboración sigue siendo de obligada consulta el discurso de ingreso en la Academia de F. Lázaro Carreter (1972).
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1. Autas, actas, actes, actas d’as primers chornadas sobre a traduzión. O papel d’a traduzión en o desembolique d’as luengas: o caso de l’aragonés. Conzello de lo Grau, 1997. 2. Diccionario de las hablas de la Baja Ribagorza Occidental. María Luisa Arnal Purroy. 3. Las hablas de la Alta Ribagorza. Günther Haensch. 4. Fraseología en chistabín. Diccionario de refranes, modismos, locuciones y frases hechas en aragonés del Valle de Chistau. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 5. Elementos de fonética y morfosintaxis benasquesas. José Antonio Saura Rami. 6. El aragonés de Baixo Peñas. Localidades de Sobrarbe situadas en las faldas de Peña Montañesa. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 7. Aspectos morfosintácticos del belsetán (aragonés del valle de Bielsa). Chabier Lozano Sierra y Ángel Luis Saludas Bernad. 8. Voces de Aragón. Antología de textos orales de Aragón. 1968-2004. Brian Mott. 9. El aragonés ansotano. Estudio lingüístico de Ansó y Fago. Miguel Ánchel Barcos. 10. Dizionario de terminos cheograficos. Chesús Casaus Parrilla y Pascual Miguel Ballestín. 11. El aragonés nuclear de Nerín y Sercué (Valle de Vio). Artur Quintana i Font. 12. Dizionario aragonés chistabín. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 13. Aspectos lingüísticos de Tella. Chabier Lozano Sierra. 14. Borrador de un diccionario de voces aragonesas. José Luis Aliaga Jiménez.
EL BORRADOR DE UN DICCIONARIO DE VOCES ARAGONESAS es un texto de singular valor cultural y lingüístico. El manuscrito se encuentra depositado en la Biblioteca Nacional de España y ha permanecido inédito desde que José Siesso de Bolea lo compusiera en el primer cuarto del siglo dieciocho, a raíz de su contribución al primer diccionario de la Real Academia Española, el Diccionario de Autoridades. Así pues, con esta edición se da a conocer un fragmento valioso, pero semiolvidado, del patrimonio cultural aragonés. No obstante, la relevancia del Borrador trasciende claramente el ámbito regional dado que, en sentido estricto, se trata del primer diccionario dialectal del mundo hispánico. En consecuencia, su publicación contribuye significativamente a completar el panorama de la lexicografía aragonesa y española, en cuya historiografía Siesso de Bolea carecía hasta la fecha del lugar que su labor pionera merecía.
B O R R A D O R D E U N D I C C I O N A R I O D E VO C E S A R AG O N E S A S Jo s é S i e s s o d e B o l e a
AINAS
14 BORRADOR DE UN DICCIONARIO DE VOCES ARAGONESAS José Siesso de Bolea Edición y estudio de
José Luis Aliaga Jiménez
Contiene CD con los manuscritos originales de Siesso de Bolea
José Luis Aliaga Jiménez (Pamplona, 1966) es Profesor Titular de Universidad en el Área de Lengua Española (Universidad de Zaragoza). Ha sido también Profesor Visitante en la Universidad Nacional de San Luis (Argentina) y ha impartido cursos y conferencias en varias universidades españolas y extranjeras. Entre otras líneas de investigación, sus trabajos han tenido por objeto la teoría y la historia de la lexicografía, con especial atención a la producción lexicográfica centrada en las modalidades lingüísticas de Aragón. De sus publicaciones en este último ámbito cabe mencionar, por ejemplo, Textos lexicográficos aragoneses de Benito Coll (1902-1903) presentados al Estudio de Filología de Aragón. Edición y estudio (con M.ª Luisa Arnal Purroy; 1999, Libros Pórtico); Aspectos de lexicografía española. El léxico aragonés en las ediciones del diccionario académico (2000, Institución «Fernando el Católico») y Vocabulario de Aragón, de Juan Moneva y Puyol (2004, Xordica-Prensas Universitarias de Zaragoza).
1. Autas, actas, actes, actas d’as primers chornadas sobre a traduzión. O papel d’a traduzión en o desembolique d’as luengas: o caso de l’aragonés. Conzello de lo Grau, 1997. 2. Diccionario de las hablas de la Baja Ribagorza Occidental. María Luisa Arnal Purroy. 3. Las hablas de la Alta Ribagorza. Günther Haensch. 4. Fraseología en chistabín. Diccionario de refranes, modismos, locuciones y frases hechas en aragonés del Valle de Chistau. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 5. Elementos de fonética y morfosintaxis benasquesas. José Antonio Saura Rami. 6. El aragonés de Baixo Peñas. Localidades de Sobrarbe situadas en las faldas de Peña Montañesa. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 7. Aspectos morfosintácticos del belsetán (aragonés del valle de Bielsa). Chabier Lozano Sierra y Ángel Luis Saludas Bernad. 8. Voces de Aragón. Antología de textos orales de Aragón. 1968-2004. Brian Mott. 9. El aragonés ansotano. Estudio lingüístico de Ansó y Fago. Miguel Ánchel Barcos. 10. Dizionario de terminos cheograficos. Chesús Casaus Parrilla y Pascual Miguel Ballestín. 11. El aragonés nuclear de Nerín y Sercué (Valle de Vio). Artur Quintana i Font. 12. Dizionario aragonés chistabín. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 13. Aspectos lingüísticos de Tella. Chabier Lozano Sierra. 14. Borrador de un diccionario de voces aragonesas. José Luis Aliaga Jiménez.
EL BORRADOR DE UN DICCIONARIO DE VOCES ARAGONESAS es un texto de singular valor cultural y lingüístico. El manuscrito se encuentra depositado en la Biblioteca Nacional de España y ha permanecido inédito desde que José Siesso de Bolea lo compusiera en el primer cuarto del siglo dieciocho, a raíz de su contribución al primer diccionario de la Real Academia Española, el Diccionario de Autoridades. Así pues, con esta edición se da a conocer un fragmento valioso, pero semiolvidado, del patrimonio cultural aragonés. No obstante, la relevancia del Borrador trasciende claramente el ámbito regional dado que, en sentido estricto, se trata del primer diccionario dialectal del mundo hispánico. En consecuencia, su publicación contribuye significativamente a completar el panorama de la lexicografía aragonesa y española, en cuya historiografía Siesso de Bolea carecía hasta la fecha del lugar que su labor pionera merecía.
B O R R A D O R D E U N D I C C I O N A R I O D E VO C E S A R AG O N E S A S Jo s é S i e s s o d e B o l e a
AINAS
14 BORRADOR DE UN DICCIONARIO DE VOCES ARAGONESAS José Siesso de Bolea Edición y estudio de
José Luis Aliaga Jiménez
Contiene CD con los manuscritos originales de Siesso de Bolea
José Luis Aliaga Jiménez (Pamplona, 1966) es Profesor Titular de Universidad en el Área de Lengua Española (Universidad de Zaragoza). Ha sido también Profesor Visitante en la Universidad Nacional de San Luis (Argentina) y ha impartido cursos y conferencias en varias universidades españolas y extranjeras. Entre otras líneas de investigación, sus trabajos han tenido por objeto la teoría y la historia de la lexicografía, con especial atención a la producción lexicográfica centrada en las modalidades lingüísticas de Aragón. De sus publicaciones en este último ámbito cabe mencionar, por ejemplo, Textos lexicográficos aragoneses de Benito Coll (1902-1903) presentados al Estudio de Filología de Aragón. Edición y estudio (con M.ª Luisa Arnal Purroy; 1999, Libros Pórtico); Aspectos de lexicografía española. El léxico aragonés en las ediciones del diccionario académico (2000, Institución «Fernando el Católico») y Vocabulario de Aragón, de Juan Moneva y Puyol (2004, Xordica-Prensas Universitarias de Zaragoza).