Los seres humanos en su inmensa mayoría arriban a este mundo con un grandioso tesoro: LA SALUD, pero al paso del tiempo nosotros mismos la vamos desperdiciando, malgastando, mal usando y hasta ignorando.
Cuando nace un bebé, viene generalmente sano, pero su propia madre, inicia (sin pensarlo) la degradación de su gran tesoro, Su Salud… arropándolo, o descubriéndolo en exceso, negándole desde el inicio de su vida el derecho de alimentarse con leche materna, y continúa en su crecimiento dándole una alimentación nada natural.
En su primera infancia, continúa con la degradación de su salud, no fijándole un horario para tomar sus alimentos, y agravando esto, le permite que tome dulces, refrescos y alimentos chatarra, mismos que la mayoría de las madres incluyen en el lunch diario que llevan a la escuela, sin inculcar el hábito del ejercicio físico.
Cuidemos con esmero ese gran tesoro… cuidemos nuestra salud.