El sonido de la Caña Por: Laura I. Aviles Figueroa •
¡Boom! Ese es el sonido de la caña cien veces o más al día. Todos los días de mi vida escucho ese sonido, una y, otra vez. No solo soy yo Juan Gutiérrez, somos más de cincuenta en un campo. Cortamos caña y, luego, llevándola a la central. Ahí se corta y se convierte en azúcar. Toda mi vida es, y será así para siempre. No tengo esperanza alguna de que algo pueda cambiar. Mi compañero Luis Vélez lleva en este trabajo más de cinco años, yo llevo nada más dos años y medio. Juan Soler, general, principal; nuestro jefe. Él nos oprime más y más, cada día. Su frase principal hacia nosotros es:” Qué lentos son, trabajen, son unos vagos muertos de hambre.” Todos los días es lo mismo. Ya las fuerzas no me dan para más. Estoy exhausto, con hambre, y sueño. Ya que no puedo dormir por las noches, porque de noche me hacen luego trabajar en casa de Juan Soler.
No tengo esperanza alguna que algo de mi vida cambie. Hasta que un día, lo pensé y lo pensé, y seguía dando vueltas en mi cabeza. Pero ese no era un día cualquiera, sabía que desde este día algo iba a cambiar. No sé si el cambio es en mi o si es para los demás. Pero sabía que algo iba a suceder, o algo iba hacer. Estaba en la cuerda 23. Llevaba ya 5 horas en esa cuerda cortando caña y luego, llevándola al lugar donde correspondía. Ya no podía más, estaba exhausto, adolorido y sin fuerzas para más. Así que paré de trabajar, eran las 5:30 de la tarde. Miguel Cordero que era el ayudante de Juan Soler y encargado de la cuerda veintitrés. Deje de trabajar y rápidamente Miguel Cordero se dio cuenta, así que me empieza a gritar: “Trabaja”. Me lo repitió más de cinco veces. Yo sin hacerle caso me senté en la tierra. Él seguía gritándome, ya ni se escuchaba su voz tan irritante. No tenía fuerzas para hablar, pelear, o hacer algún trabajo. Tanto se enojó que saco un revolver. Me apunta en mi frente áspera y sudorosa de tanto trabajo. Me dijo por última vez “Levántate, y trabaja” Yo seguía en la tierra cansado, sudado y sin fuerzas. Miguel recarga su revólver, y ese fue mi último sonido de la caña caer.
TÍTULO: Por: Lorenzo Díaz El año era 1883 en la Hacienda la esperanza donde vivía la familia Flores. Eran José Juan Flores y sus dos hijos, Javier y Alejandro. Alejandro, el hijo menor, desde pequeño le fascinaban las centrales azucareras. Su sueño era crecer para ser parte de la Hacienda la esperanza. Le encantaba la idea de que la Hacienda fuera de el algún día. Alejandro solía preguntarle a su padre cuando podría trabajar y ser parte de la Hacienda como el y Javier. José Juan, el padre de Alejandro,
contestaría que aun no tenía la edad para ese tipo de responsabilidad. Los años pasaron y Alejandro seguía creciendo al igual que su obsesión de trabajar en la Hacienda. Cuando Alejandro cumple los quince años José Juan decide darle la oportunidad de trabajar. José Juan se lleva a Alejandro afuera y lo para frente al trapiche y José Juan dice, hijo se que amas a la Hacienda tanto como yo la amo y se que quieres ser parte de su trabajo, aunque aun no tienes la edad para trabajar como yo y tu hermano, quería darte un trabajito especial para ti. Pero Alejandro no estaba tan entusiasmado con esa idea porque lo que quería Alejandro era estar en el tope como su papá y su hermano. Pero como quieras pensó que era un buen comienzo. Desde ese momento Alejandro empezó a trabajar en el trapiche. Era un experto ya que durante anos vio una de las empleadas trabajar en el trapiche que se llamaba Julia Carmen. Mientras Alejandro trabajaba Julia pasaba con su hija llamada María para ver como estaba haciendo su trabajo . Y Alejandro pasaba su tiempo trabajando y conversando con María que era su amiga. Alejandro hablaría todo el día todos los días de como la Hacienda seria de el. Siempre hablaría de como podría mejorar la Hacienda y de como todo el mundo no tendría que trabajar tanto si el fuera el encargado. Al cumplir los dieciocho anos todavía trabajaba en el trapiche y después de tantos anos ya había perdido interés en la Hacienda y pensó que no llegaría su momento para encargarse. Pero después un hombre vino hacia donde el a reportarle malas noticias. Ambos Javier y José Juan habían fallecido en un accidente involucrando un carruaje y un tren. Alejandro devastado pregunto quien se encargaría de la Hacienda. Alejandro era el próximo en línea para heredar la Hacienda. Pero Alejandro solo era un joven y su padre tenia razón, el no estaba listo
para ese tipo de responsabilidad. No sabia que hacer, hasta que María le recordó cuan entusiasmado solía ser por pensar en este momento y que no se preocupara porque haría un buen trabajo. Así Alejandro llegó a ser dueño de La Hacienda la esperanza y como se casó con María Carmen y tuvieron familia que cuidaran la Hacienda como Alejandro y su Padre la han amado.
LA CAIDA En el 1929 el coronel de brigada, Leopoldo Von Anhalt recibió un mensaje de el General Helmuth Von Moltke para un encargo secreto. Desde que la economía había caído en crisis en el 1929 la vida se había hecho difícil, Leopoldo había participado en la Primera Guerra Mundial al enlistarse en el 1917, se había distinguido en el frente y había ganado la Cruz De Hierro, uno de los honores más grandes en Alemania por su participación en la operación Kaiserschlacht. Una vez llegó al cuartel se encontró con uno de sus mejores amigos, el sargento Ludwig. Ludwig lo paró y le dijo, “Hola mi viejo amigo como te va la vida en este tiempo difícil”, “el mercader de la plaza subió los precios otra vez, se aprovecha de la miseria de nuestro pueblo”, “Cierto es” le respondió Leopoldo “En estos tiempos debemos unirnos y sobresalir como siempre”, ¿no crees que es culpa de los extranjeros que estemos así? dijo Ludwig. El Tratado de Versalles es una injusticia y pronto nos levantaremos. Que Dios nos brinde fortaleza replicó Leopoldo mientras se dirigía a la oficina del general. Una vez llegó el general le dijo “Veo que has recibido el mensaje”. Como sabrás los comunistas trataron de rebelarse en contra de la República en Munich, resulta que su líder era el cabo Hitler. Una vez el General terminó de hablar Leopoldo palideció, el cabo Hitler era uno de los soldados más valientes y leales que había conocido en la guerra. Retomando la palabra el general dijo; “la rebelión ha sido aplastada pero necesitamos a alguien que infiltre a el partido rebelde y averigüe sus motivos creo que usted es la persona indicada para el trabajo” “gracias por considerarme para el trabajo deseo servir a la patria con todas mis fuerzas” “espero un reporte para el próximo año” Luego de despedirse del general Leopoldo se fue a pensar en cómo infiltrar el partido.
El tiempo pasó, pero el partido había reforzado su código de admisión y le costó mucho a Leopoldo entrar, en este tiempo la crisis económica empeoró, debido a que los prestamos estadounidenses conocidos como el Plan Marshall pararon, por que los Estados Unidos cayeron en depresión económica. Cuando por fin logró ingresar en el partido, convocaron una reunión para dar la bienvenida a un miembro importante. Se reunieron en un bar que tenía un salón, cuando llego Leopoldo vio a unas caras similares como al piloto y as de combate Herman Goering y al capitán de las fuerzas paramilitares Ernst Rohm.
Mientras la asamblea tomó lugar empezaron varios oradores a hablar sobre la grandeza de la nación alemana y sobre como los judíos, marxistas y liberales solo buscaban la destrucción de la patria. Luego anunciaron a orador principal y el recién liberado de la cárcel Adolfo Hitler tomó el podio para dar un gran discurso. La sorpresa de Leopoldo se transformó en un gran sentido de admiración, ¿cómo era que él no había visto algo tan simple? Leopoldo se dio cuenta sobre como había permitido que Alemania cayera en caos y perdiera su gloria Al salir de la asamblea se dirigió a la Puerta de Brandeburgo donde se encontró a Adolfo Hitler ¿Es una maravilla no? “Si” respondió Leopoldo “Yo tengo un sueño de poder devolverle la gloria y el honor que nuestra patria merece” “ Es una pena que no pudiéramos haber hecho algo al respecto ante” “No te preocupes ahora nosotros tomaremos las riendas del destino” le respondió Hitler, con eso se despidieron y Leopoldo se dirigió a su casa.
Una vez en su casa Leopoldo busco el informe que había hecho para el general y lo quemó con un cigarrillo, no volvería a hacer un error tan grande. Al día siguiente Leopoldo fue al cuartel del general y le dijo que no podría seguir con su trabajo. Ahora Leopoldo se podía dedicar a servir a la patria y no tendría que preocuparse por fallarle a su nación . Un día mientras Leopoldo se dirigía a una asamblea vio a unos niños jugando a construir solo que en vez de estar usando bloque de juguetes usaban envases de mantequilla, luego vio a un anciano tratando de comprar pan pero el mercader le pidió 20 Reichsmarks cuando el anciano solo tenía diez, Leopoldo fue y le ayudó a pagar por la comida. En su corazón Leopoldo sabia que él no podría arreglar todas las injusticias, más sabia que cuando Hitler llegara al poder todo cambiaria. Adrián Pérez
Rosa y su viaje hacia Perú Había una vez, la cual una dama llamada Rosa obtuvo un premio por participación. Su premio era un viaje hacia Perú. Por supuesto, no era su primera vez al viajar hacia allá. No más su viaje fue largo. Sin embargo, al llegar a Perú notó varias diferencias. Rosa vio muchos cambios y uno de ellos era la situación en la que estaba pasando el país. El país estaba pasando por una crisis económica. Lamentablemente, ella no sabía que Perú estaba pasando por esa situación, la cual ella se quedará por una semana completa sufriendo de la crisis. Al otro día Rosa fue al supermercado, y no más al llegar ella enfrentó cómo los productos de mercadeo bajaron de precio. Luego, Rosa estaba haciendo la fila que era bastante larga, ya que no habían muchos empleados trabajando. Al terminar la fila, ella le preguntó al empleado si por casualidad no tenían botellas de agua. El empleado le respondió que no y que tampoco han llegado desde varias semanas atrás.
Al otro día Rosa fue al supermercado, y no más al llegar ella enfrentó cómo los productos de mercadeo bajaron de precio. Luego, Rosa estaba haciendo la fila que era bastante larga, ya que no habían muchos empleados trabajando. Al terminar la fila, ella le preguntó al empleado si por casualidad no tenían botellas de agua. El empleado le respondió que no y que tampoco han llegado desde varias semanas atrás. Saliendo del supermercado, Rosa fue un momento al banco. Al averiguar cuanto tenía en su tarjeta notó de que las maquinas no funcionaban. La cual no puede ser usada hasta volver a su país. De igual manera, ella, estando en el banco, aprovechó y fue hacer un cambio. Lamentablemente, las empleadas le comentaron que por ahora no puede hacerse ningún cambio de dineros de otros países. Ella muy molesta salió del banco y se dirigió al apartamento, ya que no logro comprar todo lo que necesitaba y no logro hacer un cambio y averiguar la cantidad que tiene en su tarjeta.
Ya que ella estaba muy estresada no más con todo lo ocurrido fue al balcón de su apartamento a coger un poco de aire libre y tranquilizarse un momento, hasta que vio a la vecina del otro cuarto. La vecina le comentó si ella también estaba sin luz, y al Rosa salir corriendo para averiguar, notó que tampoco tenía luz. Rosa se estresó más y más hasta que la vecina la miró y le preguntó si quería acompañarla a caminar. A Rosa no le quedó de otra que decirle que sí. Ya que ella estaba muy estresada no más con todo lo ocurrido fue al balcón de su apartamento a coger un poco de aire libre y tranquilizarse un momento, hasta que vio a la vecina del otro cuarto. La vecina le comentó si ella también estaba sin luz, y al Rosa salir corriendo para averiguar, notó que tampoco tenía luz. Rosa se estresó más y más hasta que la vecina la miró y le preguntó si quería acompañarla a caminar. A Rosa no le quedó de otra que decirle que sí.
Las dos salieron a caminar y no más la vecina quiso introducirse. Le dijo que se llamaba Samantha y que vino de visita a Perú. Rosa y Samantha tuvieron una gran conversación, y la dama Rosa logró tranquilizarse y volver a la normalidad. Sin embargo, Samantha tampoco sabía que Perú estaba pasando por la crisis económica. Pero ya ella ha estado acostumbrada a varias situaciones que está enfrentando ahora mismo el país. De igual manera, Samantha le comentó a Rosa que la luz llegaría no más tardar de las seis de la tarde. Al estar cerca del apartamento Rosa decidió quedarse ya que notó que llegó la luz y se despidió mientras tanto Samantha le dijo que fue mucho gusto en conocerla y siguió su camino. Cuando pasaron los días, Rosa estaba preparando su maleta, ya que al día siguiente se tenía que ir. Al preparar la maleta prendió el televisor y vio en las noticias todo lo que está sufriendo el país con la crisis económica, la cual al verlo ella le presto mucha atención.
De camino a su país actual, volvió a la normalidad y terminó arrepintiéndose de haberse enfadado toda la semana completa con la situación que le tocó enfrentar. Finalmente, Rosa captó todo y se sintió triste porque ella lo vivió una sola semana, mientras tanto los vivientes del país lo están y van a pasar por mucho tiempo.
Fin Shaize Wu
Alejandra En el año 1928 la sociedad en Puerto Rico era muy machista y las mujeres no tomaban un papel muy importante en la sociedad en términos políticos, económicos y sociales. La principal función de la mujer era criar a los hijos, pero en este caso, la de Alejandra era cuidar por su marido y madre. Durante este tiempo se veía un gran movimiento de parte de la mujer, querían llegar a la igualdad entre el hombre y la mujer. Esta es la historia de Alejandra y su búsqueda de libertad. - ¡Alejandra, hija, vente para acá y ayúdame a limpiar la cocina! – Dijo Sonia - ¡Voy madre, espérate un
- momentito!Alejandra llega a la cocina y ayuda a su madre a limpiar - Oye madre, tú no te cansas algunas veces de todo esto, mantener la casa y estar cocinando todo el tiempo.- Eh…, bueno sí, un poco, pero para eso es que estamos aquí, para dar nuestro servicio y ayudar a la familia. - Es que no sé, yo pienso que debo hacer algo más, como ser doctora o abogada. - ¡Pero tú estás loca! Sé agradecida que tienes un marido que te cuida y trabaja mucho por ti. - Sí madre, sí… -
Luego de quince minutos ¡ Alejandra, llegué! Sírveme de comer ahora que estoy hambriento.Alejandra le sirve de comer a a su esposo y se sienta a leer el periódico. Mientras Alejandra lee el periódico se percata sobre el nombre de Luisa Capetillo, la cual había escrito acerca de las ideas feministas y las teorías de los derechos de la mujer. José termina de comer - Alejandra, limpia la mesa y date una - ducha que apestas mucho. - dice José - ¡No!- ¡Qué dijiste! - “Yo lo hago, yo lo hago, ya tranquilos.” dice Sonia - ¡No! Quiero que lo haga Alejandra . - ¡ Que no José, no voy a limpiar la mesa y ya! José agarra fuertemente con la mano izquierda a Alejandra y le pega con su mano derecha. Luego le coge el pelo y la obliga a que limpie la mesa La pobre Alejandra, molesta y llena de tristeza empieza a limpiar la mesa.
Un año después Es el 1929, ya ha pasado un año y la situación iba mejorando poco a poco. Tristemente Sonia ha muerto por un ataque de corazón y Alejandra sigue con José. “LA MUJER SE LE OTORGA EL VOTO” Solo aquellas que sepan leer y escribir Esto era lo único que se leía en los periódicos Al Alejandra enterarse de esta noticia, piensa en irse de su casa, para luego unirse a un grupo de mujeres que buscaban la igualdad entre el hombre y la mujer. José llega a la casa a las 6:00 pm y Alejandra obedece sus órdenes. Le sirve de comer, limpia la casa y espera a que se acueste a dormir. Al José dormirse, Alejandra aprovecha este momento para escaparse y recoge sus cosas. Luego, toma dinero y se escapa… - Yedriel Montalvo
La Fundación de la USF Daniela era una joven que vivía tranquilamente en Ponce. Era una joven de 16 años de edad que estaba casada con Pedro un hacendado de 33 años. Era 1920 y se acercaba el día de las votaciones. Pedro decide hacer una gran fiesta con muchos invitados para discutir por quién iban a votar. Esto hace que a Daniela se le ocurra una idea. Ya que Daniela no considera justo que las mujeres no puedan votar decide reunir a las esposas de los invitados para exigir el sufragio. El día de la fiesta Daniela reúne a todas las mujeres para planear un método para exigir el sufragio. Pero primero tenían que escoger un líder y todas al instante se pusieron de acuerdo que tenía que ser Daniela, ya que fue a quien se le ocurrió la idea de reunirlas para hacer un movimiento reclamando el derecho de votar. Primero Daniela propuso hacerlo pacíficamente, escribiendo una carta directa al gobernador actual imponiendo el derecho a votar. Todas se pusieron de acuerdo y ahí mismo en la fiesta escribieron la carta entre todas pero faltaba el toque final como se iba a llamar el movimiento.
Todas se pusieron de acuerdo y decidieron nombrarse USF. Lo cual significa unidas somos más fuertes. Luego la enviaron sin que sus maridos se dieran cuenta, horas más tarde se acabó la fiesta y Pedro antes de irse a dormir le pregunta a Daniela de porque reunió a todas las mujeres. Daniela contestó" ay Pedro porque las preocupaciones? Sólo hablamos de cosas de mujeres” . Pedro no dudo de su respuesta y se fue a la cama a dormir. Al día siguiente Daniela sale rápido a revisar el correo pero lamentablemente no ha llegado ninguna carta. Después el día que le seguía Daniela se levanta pero se da cuenta de un pequeño detalle su esposo no esta! Daniela se asusta y se vuelve loca cuando esta apunto de salir de la casa a buscarlo se da cuenta que Pedro estaba en la sala con una carta en su mano. Daniela se asustó porque vio que la carta era del gobernador. Pedro al terminar de leerla se enojó muchísimo con Daniela y le dijo lo que decía la carta: eso que ustedes USF quieren lograr es imposible, un sueño que jamás se cumpliría, al decir esto cogió la carta y la partió en mil pedazos. Daniela con lágrimas en sus ojos y con esperanza en su corazón reza por eso que le dijo su esposo no este en la carta, recoge las piezas, ellas las une y por suerte logra rescatar el mensaje del gobernador. El cual decía que era imposible hacer eso y que las mujeres no deberían pensar en un sueño que era imposible. Al leer la carta se enoja más y decide luchar más fuerte, hacer un movimiento más impactante. Daniela decide reunir a todas del USF para comentarles de la respuesta del gobernador. El USF se pone de acuerdo con Daniela de hacer ahora las cosas de otra manera. Esta vez Daniela propuso hacer una marcha y que toda aquella o aquello que estuviera a favor de la causa se podía unir a la marcha.
Esta idea al USF les pareció una forma perfecta de exigir sus derechos sin necesidad de ser violentos. El USF aprobó hacerlo al día siguiente. El día de la marcha Daniela se levanta muy temprano para poder fugarse de la casa pero para su sorpresa su marido ya estaba despierto y le dijo que estaba listo para acompañarla a la marcha. Daniela estaba confundida, primero preguntó comó se enteró de la marcha, Pedro le contestó que por medio de sus amigos los cuales sus esposas le habían comentado de la marcha. Luego Daniela pregunto que por que ahora esta a favor del movimiento USF. Y el contesto porque el amor de mi vida es la líder de ese movimiento y prometo apoyarla en todo. A continuación pidió disculpas por su comportamiento el día de la carta, Daniela lo perdona y ambos van juntos a la marcha. Al llegar Daniela ve que hay muchísima gente, pero lo más que le sorprendió fue que había muchas personas hombres. Esto le causó alegría y empezaron las marcha, la marcha duró 3 horas, durante 3 horas estuvieron gente luchando por los derechos la mujer. Al final al gobernador le llegó el mensaje y decidió otorgarles ese derecho. Daniela fue junto con Pedro a votar ese fue el día más feliz de Daniela.
-
Diego A. Rodríguez Jusino
La historia de Yuisa Por: Ada Gehrmann Rivera
Era un lunes soleado
Un día común y
en el año 1492 cuando corriente para Yuisa Yuisa, que era una
incluía levantarse con
taína que vivía en
su madre a cocinar
Borikén, tenía piel
para todos. Después
cobriza, pelo negro
que desayunaban, su
azabache y labios
papá, con sus dos
pronunciados, recogía
hermanos mayores, se
yuca con su hermana
iba a cazar. Yuisa y
menor, Amés. Ellas
Ames, se pasaban
tenían una familia
juntas todo el día.
grande que incluía a
Yuisa le enseñaba a
su madre y padre, dos
cocinar recetas de su
hermanos mayores y
madre.
ellas dos.
A veces iban a
Después del almuerzo,
explorar por el monte
Yuisa y su hermana
cuando su mamá no
salían un rato a jugar
estaba pendiente y en
y sus hermanos se
ocasiones iban al río.
quedaban con su
Sus hermanos y su
padre.
papá llegaban a la
Un día, Yuisa y su
casa con el almuerzo y
hermana estaban
la mamá lo cocinaba
afuera jugando y
mientras la familia
escuchan un grito alto
hablaba de su
que parecía ser de un
día.Cuando llegaba el
hombre. Cuando
momento de almorzar,
llegan allí observan a
todos oraban y les
su padre con un arco y
agradecen a sus
flecha apuntando
dioses.
hacia el mar.
La mamá les hace señas para que entren al bohío y eso mismo hacen. A la distancia Yuisa observa 3 barcos enormes con cruces
rojas en las velas
Cuando llegaron estos
viniendo en su
supuestos dioses,
dirección. Al
lucían altos, blancos,
principio, Yuisa estaba
barbudos y vestían
muy confundida
con muchas telas que
porque nunca había
parecían ser ricas.Una
visto una embarcación
de las personas que
tan enorme e
llegó en el barco más
impresionante. Le vino
grande salió, dio un
a la mente que quizás
grito de alegría y se
ellos eran dioses y los
arrodilló diciendo algo
vinieron a visitar.
que Yuisa no entendía.
En este momento,
Esto confirmó que
Yuisa mira a Amés y
pensaban que los
ella luce muy
visitantes eran dioses.
asustada, pero a Yuisa
El señor que se
le interesaba la
arrodilló al bajar, se
situación ya que ella
acercó al padre de
siempre fue muy
Yuisa y le examinó el
curiosa. Ella quería
collar de oro que
entender lo que estaba
llevaba puesto en sí.
pasando.
En unos cuantos
Yuisa observó como
minutos, este señor le
su padre y sus
hizo señas a sus
hermanos junto a
subordinados para que
otros taínos que
salieran del barco y
estaban armados,
vieran lo que él había
soltaron sus armas y
descubierto.
se arrodillaron ante ellos.
Descubrieron las
La mamá de Yuisa
riquezas de la isla. Los
entró en pánico y la
subordinados
tomó a ella y a Amés
empezaron a gritar de
por el brazo a
felicidad. Los taínos no
esconderse en el
entendían por qué.
bosque. Colón las vio
Yuisa escuchó que
correr y empezó a
uno de sus hombres lo
caminar a donde ellas.
llamó por el nombre
Le dice algo a sus
“Colón”, este nombre
subordinados que
se le quedó en la
parecía una orden.
mente. Los
subordinados de Colón empezaron a caminar por todo el terreno y a investigar a los taínos.
En unos cuantos
Todas las personas
minutos Colón llegó al
de su pueblo estaban
escondite de Yuisa,
allí también. Los
Amés y su mamá.
blancos seguían
Colón las tomo por el
empujando y forzando
brazo a las tres y
a otros taínos a entrar
ordenó a que uno de
al barco. Si alguien no
los subordinados las
quería entrar, usaban
lleve al barco. Gritos
violencia. Ahí mismo
se escuchaban a la
mataron a un taíno
distancia. Yuisa sabía
que trato de escapar.
que ellas no eran las
Esto lo hicieron para
únicas. En un abrir y
demostrarle a los
cerrar de ojos, Yuisa y
demás que si no
su familia se
seguían sus órdenes,
encontraban dentro de
podrían terminar
una de las
muertos.
embarcaciones de Colón.
Pronto el barco se
El padre de Yuisa le
empezó a mover y
dijo que tenía que
Yuisa notó que Colón
mantener la calma y
se había quedado.
ella lo hizo. Pasaron
Yuisa estaba
muchos días en esa
confundida, triste y se
embarcación. Comían
sentía muy incómoda
muy poco y las
entre todas las
condiciones eran
personas a su
terribles. Yuisa y su
alrededor. Nadie sabía
familia se sentían
a dónde iban o que les
desesperados.
iban a hacer. Algunos pensaban que iban a morir y empezaron a gritar, otros pensaban que estaban siendo atacados y trataron de
usar fuerza, pero eso no fue una buena
Cuando llegaron a
su destino Yuisa miró al horizonte y se asombró de lo desconocido. Nunca en
su vida había visto algo así. Había castillos, embarcaciones y
muchas cosas que eran avanzadas para un taíno. Yuisa sintió escalofríos. Llegaron a tierra y todos fueron divididos por edad. La familia de Yuisa fue completamente separada; su vida cambió en un
Ella era irrelevante
para ellos como un objeto cualquiera. Yuisa no volvió a ver a sus padres y terminó siendo vendida a una familia española rica. De ahí en adelante Yuisa ya no era Yuisa, sino una posesión.
Atentado de las torres gemelas ¡Boom! Oyó Mandira y miró al cielo, pero solo veía el humo que salía de las torres. Estaba confundida y no sabía qué hacer, estaba aterrada. Trató de recordar cómo había llegado ahí, mas se le hizo muy difícil. Se acordó de que su día comenzó normal. Antes de salir de su casa hizo una oración a Alá en la que pidió por su día. Mientras estaba de camino a su trabajo escuchaba el radio. De pronto, a las 9:03 a.m. , vio un avión volando demasiado bajo. Mantuvo sus ojos en él y lo vio estrellarse contra las torres gemelas. Notó a la gente salir de sus carros llenos de miedo y ambigüedad. Preguntaba a algunas personas a su alrededor qué había pasado, pero nadie le podía decir con seguridad.
Trató de llamar a su familia, pero no funcionaba. Luego de intentar muchas veces, por fin logró conseguirlos. No se podía entender casi nada de la conversación, porque todos las personas involucradas en ellas estaban hablando a la misma vez, uno por encima de otro. Mandira le preguntó a su mamá y a su papá si sabía algo de su hermano que hoy comenzaba un trabajo nuevo en el edificio del “World Trade Center”. Ella le dijo que no sabía nada, pero que estaba muy preocupada por él. Su padre le pidió que si sabía algo lo llamara, y antes de acabar la llamada, Mandira vio al segundo avión estrellarse contra las torres. Estuvo mucho tiempo preguntando a su alrededor, buscando una explicación para lo que estaba pasando. Volvió a su carro y encendió el radio.
Estaba nerviosa y preocupadísima por su hermano. Podía escuchar los gritos de la gente que estaba adentro. Miró al cielo y vio que estos comenzaron a brincar por angustia y desesperación. Cada vez estaba más intranquila y quería ver a su hermano. En el radio de su carro también escuchó que el Pentágono estaba siendo atacado. Se asustó y quería que todo esto acabara. Quería un día normal y tranquilo, en el que al final pudiera llegar a su casa y descansar. Quería hablar con su familia, más que todos, su hermano, que de acuerdo a lo que ella sabía aún estaba ahí adentro. Vio que comenzaron a sacar gente que estaba adentro. Miró al cielo y vio que estos comenzaron a brincar por angustia y desesperación. Cada vez estaba más intranquila y quería ver a su hermano. En el radio de su carro también escuchó que el Pentágono estaba siendo atacado. Se asustó y quería que todo esto acabara. Quería un día normal y tranquilo, en el que al final pudiera llegar a su casa y descansar. Quería hablar con su familia, más que todos, su hermano, que de acuerdo a lo que ella sabía aún estaba ahí adentro. Vio que comenzaron a sacar gente que estaba adentro. Su cara se volvió pálida al ver cómo sacaban a las diferentes personas. Veía que algunos salían con huesos rotos y otros cubiertos de sangre por completo.
Esto hizo que se angustiara aún más y que tuviera ganas de entrar por su cuenta a sacar a su hermano, mas sabía que no lo lograría. Al fin salió su hermano, tenía un brazo fracturado y costillas rotas al lado derecho. Lo vio en una camilla y le dio las gracias al rescatista que lo sacó del edificio. Él le dijo que su hermano tenía suerte de estar vivo ya que pedazos del techo le cayeron en diferentes partes de su lado derecho. Lo llevaron al hospital donde el doctor le dijo que su hermano necesitaría muchos días de descanso. Este estuvo en el hospital un par de días sin despertar. Cuando por fin lo hizo, vio que estaban sus dos padres esperando con su hermana hasta que él se levantara. Él preguntó cuánto tiempo había pasado y ella le dijo que tres días. Ella le explicó todo lo que se había perdido. Le dijo que el doctor dijo que no debería caminar aún y descansar más. Le contó que habían descubierto quienes eran responsables, pero que aún no los habían capturado a todos. Después de esto, ella salió de su cuarto e hizo una oración para darle gracias a Alá porque su hermano pudo recuperarse. Por: Eduardo Silvagnoli Santos
Un Avión Sin Destino Por: José Alvarado Piñeiro
Un hombre joven con una cara familiar salió del aeropuerto, pasó por la seguridad, la fila de diferentes turistas y llegó a la parte de afuera donde lo esperaba un taxista. Él se montó en el carro y el taxista rápido le preguntó; “¿Para dónde va usted señor?”. Él se tardó en responder y con una cara seria y determinada le respondió “Al Memorial del 911...”. Cuando llegó, se bajó rápidamente del carro y dejó el dinero y la propina del chofer en el asiento.
Caminó a una tienda de flores y compró un ramillete y se dirigió a un nombre escrito en el memorial. El memorial de 911 era un lugar muy solitario, sin embargo a esa hora había unas
cuantas familias que se reunían alrededor de los nombres grabados en el monumento de mármol y rezaban por esas personas.
El joven familiar se acercó a una placa del sólido mármol frío y con su mano tocó el nombre de Fernando Abad con una lágrima que se le escapó del extremo del ojo. Después de unos momentos de silencio, el joven dijo; “Nunca olvidaré lo que pasó ese día” y una lágrima del sol se dirigió al mármol y el resplandor de este reflejó en sus ojos ese acontecimiento que lo había lastimado tanto. “¡Fernando avanza que tu hijo tiene que llegar temprano a la escuela!” dijo una mujer que le daba la lonchera a su hijo. Fernando bajando a toda prisa dijo; “Tranquila que voy ya mismo Yanira”; cogió su maletín se llevó su desayuno y salió con
su hijo. Fernando se despidió de su esposa Yanira y se montó con su hijo en el carro. El prendió el carro y dando un mordisco a su tostada le preguntó a su hijo; “Alex, ¿tenías que entregar algo hoy?” y Alex le dijo con un tono de alegría; “Hoy había una actividad entre los dos salones y vamos a ver una película”. Fernando
terminando su tostada estacionó el carro y le dijo a Alex; “Vas temprano, solo son las 7:00 así que no te apures tanto”. Alex, bajándose del carro, bajó su bulto y lonchera y fue de camino a su salón de clases.
Cuando Alex se fue, su padre siguió su ruta a las torres gemelas. Fernando trabajaba en una compañía de inversiones que se llamaba “Canton Fitzgerald” en piso 101 de la torre del norte. Al llegar a su trabajo estaba bastante lleno y todos estaban presentes,
excepto el jefe que, por casualidad, no estaba. Él llegó a su oficina y rápido empezó a trabajar como fue indicado por su supervisor. Después de una hora, un avión sin rumbo o destino estaba paseando violentamente muy cerca de las torres hasta caer en una y terminar su viaje inútil y desorientado. Fernando, por instinto, ayudó a todos que
salieran de su piso. Los primeros, pensando que eran astutos, se montaron en el elevador y éste se desplomó antes de que se moviera y murieron. Al ver esto, los demás tomaron las escaleras o brincaron de la ventana con esperanza de sobrevivir.
Fernando fue uno de los últimos que salió del piso 101. Las escuelas cerca de las torres evacuaron y una de estas estaba la de Alex.
Yanira fue lo más rápido posible y recogió a Alex y se alejó del accidente. Fernando, en su intento de bajar las escaleras lo más
rápido posible, se dio cuenta de una persona que la habían atropellado y paró para ayudarlo. El hombre lastimado le dijo “¿Por qué me ayudas y no corres por tu vida?...” y Fernando le contestó al hombre; “Todas estas personas están tan nerviosas y desesperadas que han perdido su humanidad y parecen bestias feroces a punto de matar por sobrevivir y yo no quiero ser una de ellas”. El hombre sorprendido y casi muerto del miedo le respondió; “Gracias señor, lo recordaré para siempre” y antes de que diera un brinco y se fuera, a Fernando le entró un presentimiento y le dijo; “Si no sobrevivo quiero que le digas
a mi esposa Yanira y a mi hijo que los amo” al decir el nombre Yanira, el hombre abrió los ojos, porque reconocía a una mujer de la misma escuela de su hijo llamada así y con eso en la mente partió y se fue. El caos que se sentía en toda la torre era terrible y Fernando por ayudar a ese hombre, había quedado atrás. Cuando Fernando estaba ya cerca de la salida empezó a pensar que lo podía lograr, pero en ese mismo momento que su amigo había salido del edificio, un pedazo de los paneles del edificio colapsó y cayó al frente de la salida.
Fernando, con el desayuno que se había comido en la garganta, tranquilizó a las personas que se quedaron adentro atrapados por unos minutos. El caos que se sentía en toda la torre era terrible y Fernando por ayudar a ese hombre, había quedado atrás. Cuando Fernando estaba ya cerca de la salida empezó a pensar que lo podía lograr, pero en ese mismo momento que su amigo había salido del edificio, un pedazo de los paneles del edificio colapsó y cayó al frente de la salida. Fernando, con el desayuno que se había comido en la garganta, tranquilizó a las personas que se quedaron adentro atrapados por unos minutos. En un abrir y cerrar de ojos, la torre colapsó y los escombros aplastaron a la gente incluyendo a Fernando que intentó de seguir sobreviviendo hasta el final. Sus últimos pensamientos fueron en su hijo Alex con quien no pudo compartir mucho por su trabajo y, al dar su último suspiró, quedó inmóvil y petrificado para siempre, pero su
alma subió y dio una vuelta sin destino pero con un motivo, que era ver a su hijo y esposa en la siguiente vida.
De repente una mano caliente y acogedora tocó al joven Alex que tocaba el frío y sólido recordatorio de su padre. La mano era de
su madre Yanira que dijo; “Vamos hijo, sabía que ibas a venir aquí porque te conozco y te traje el almuerzo”. Luego Alex con un tono bajo y difícil de entender dijo; “Gracias mamá” y le dio un abrazo. Al abrazarse sintieron una brisa que les dio escalofríos y los dos miraron para el cielo azul claro y sonrieron.
¿Qué era vivir para Marimar? Marimar era una bebé de solo seis meses que fue abandonada por sus padres durante la división de Berlín. En ese momento ella fue encontrada desnuda, desnutrida y llorando por su vida hasta que pilotos americanos, (los cuales la entregaron al orfanatorio de la capital), la rescataron de su abandono. En dicho lugar ella creció rodeada de pobreza, soledad, miedo, inocencia y sobre todo con monjas. Ya Marimar tenía seis años y en ese momento el orfanato estaba en una crisis, ya que era invierno y los aviones no podían llegar por el extremo clima para los delicados aviones. Marimar solo comía leche y pan de desayuno y sopa de pollo para sostenerla todo el día. “Permiso señora, ¿qué ha pasado que ya no entregan cena?” Pregunta Marimar. “¡por el amor a Dios! sé agradecida o si no te abandono en la calle como tus padres o cualquier persona en Berlín harían contigo.” dice la monja. “Pero…” dice Marimar. “¡No digas excusas!, porque por lo menos tienes techo y tú te estas arriesgando mucho conmigo, así que vete, siéntate, ponte a comer y no vuelvas a hablarme así.” Dijo la monja.
Marimar lentamente bajo su cabeza y camino de vuelta al comedor, solo para descubrir que su sopa de pollo ya no estaba. Al percatarse, ella cae en furia, pero decide callar y no hacer escándalos para no arriesgarse. Marimar cada día recibía menos y menos comida al igual que todos los demás. Han pasado dos semanas y lo único que recibe ahora es pan viejo y agua sucia. Marimar dándose cuenta de esto, se lo menciona a una monja diferente a la pasada. Ella era más joven y se notaba más paciente y amorosa que las que ella ya conocía. De igual forma era no solo una monja, sino también la enfermera del orfanato. Estaba siendo muy cautelosa porque la comida que los niños estaban recibiendo no eran aptas para el orfanatorio, ya que podían traer enfermedades o inclusive muertes. “Buenos días madre.” dice Marimar. “Buenos días hija.” contesta la monja. “Porque la comida a deteriorado tanto.” dice Marimar. “Hija, tú sabes que ese tipo de pregunta no es permitido, pero lo que pasa es que las tropas estadounidenses han parado de llegar por el clima extremo que no para de empeorar. Esto es todo lo que le podemos dar. Queda poca comida y poco carbón para todo el orfanato. Aunque esto es pecado, si de verdad quieres vivir roba sin que se den cuenta. Recuerda que si te cogen te expulsaran.” Así la monja joven se fue preparándose para lo peor. Marimar escuchando estas palabras se quedó asustada y a la vez enfocada a lo que debe hacer para no morir.
Han pasado cinco días y ya se está empezando a notar los cambios en el área de los infantes, están enfermos y desnutridos lo que ha causado muertes. En el área del orfanato que se encontraba Marimar no había niños
mayores de diez años. Marimar consciente de lo que pasaba se escapa del orfanato para robar comida para ella. De esta forma ella pudo sobrevivir hasta que un día se corta con una piedra, pero esto no la detiene. Al encontrar la comida volvió, pero tenía una gran herida por lo cual las monjas se podían dar cuenta y sospechar de ella. En el orfanato se encuentran cincuenta niños que han muerto durante esas tres semanas. Marimar decide curarse ella sola y parar de robar hasta recuperarse. Al pasar de los
días Marimar esperando su recuperación, las chimeneas ya no calientan igual por la falta de carbón. Esto ocasiona que ella comience una hipotermia debido a sus salidas sin la debida protección y por la herida expuesta.
Las monjas empiezan a separar a los enfermos de los demás y Marimar no fue uno de ellos, ya que ella se escondió para que no la detectaran y se unió al grupo de los sanos antes de ser detectada. Al día siguiente la monja que le había dado los consejos se da cuenta y se la lleva rápidamente a la enfermería en donde se encontraban algunos de los enfermos más graves. “Mi madre, que pasa” menciona Marimar con los ojos lagrimosos. La monja bastante preocupada contesta, “no
hables, no llores, que estas muy débil”. La monja envía a una monja de su confianza a buscar medicinas y antibióticos rápidamente. Aun así, sigue empeorándose rápidamente. La monja dudando de su posibilidad de vivir manda a buscar a la
Madre Superiora. Al contarle todo lo que había pasado, la Madre Superiora la despide. Momentos después se escucha el motor de los aviones y la vela se apaga.
- Luis Marrero
La Lucha Entre los Hermanos LĂşcio Por: Javier Navarro
En el aĂąo 1920, En Belgica nacieron los hermanos LĂşcio . Ambos son hijos del mismo padre y madre, sin embargo, eran tan distintos como el agua y el aceit. Maximo, El hermano mayor, era siempre responsible, dedicado, estudioso, trabajador y bondadodo. El menor Gaston era un holgazan, abusivo y creyente merecedor de todo sin el minimo esfuerzo.
Pasaron muchos años y los hermanos Lucio se convirtieron en líderes. Cada uno defendía su punto de vista. Cada uno creo un partido. Máximo creo el partido Capitalista y Gaston el Comunista. El pueblo comenzo a escucharlos , pero había muchas personas que no tenían claro a que partido pertenecer. Es por esta razón, que un día se organizo un debate donde Máximo y Gastón expresaron en que se fundamentaba la filosofía e ideología de su partido.
En el debate Máximo argumento lo importante que era estudiar, trabajar , ahorra he invertir para tener una mejor vida. Era muy importante preparase para tener un buen futuro. El creía que todos tenían derecho a la igualdad. Derecho a tener techo, estudio y alimentos. Por esta razón, que los invito a esforzarse y trabajar por lo que querían. Cuando le toco el turno a Gastón, El se centro en que no sean ambiciosos y que vivan tranquilos sin ningún esfuerzo. Las personas comenzaron a dividiese por la ideología y cuando faltaban pocos meses para las elecciones Máximo decidió viajar a Estados Unidos para conocer como se trabajaba el capitalismo.
En Estados Unidos, Máximo pudo como era el sistema económico y social basado en la propiedad privada. Máximo al tener temor de regresar a su tierra y tener una represia por ir al país que luchaba contra el suyo, decidió contratar a un guardaespaldas. Una vez al llegar a Bélgica , se percata de que su hermano Gastón se apodero del Gobierno. Esto causo indignación en Máximo y decidió visitarlo para tener un dialogo con el. El día de la visita Gastón y Máximo estuvieron horas dialogando, sin en embargo, el guardaespaldas de Máximo se mostraba nebuloso. En unos momentos estaba y en otros no. Esto causo intriga en los hermanos Lucio, ya que a pesar de sus diferencias siempre se cuidaban uno al otro.
Una vez se fue Máximo con su guardaespaldas, Gastón comenzó a investigarlo junto a la inteligencia soviética. Descubrió que el guardaespaldas era un espía norteamericano que quería combatir el comunismo. Gastón hizo un comunicado a Estados Unidos para informar que descubrieron al espía, llamado William Mckinley. Lamentablemente el gobierno de Estados Unidos lo negó y Gastón decidió encarcelarlo para poder sacar información sobre el Occidente. Debido a esta situación Máximo al sentirse traicionado, le informo de todo lo que había aprendido en Estados Unidos y unió sus fuerzas con Gastón para que no volviera a ocurrir lo sucedido.
El Relato de la Niebla Era un día normal del año 1964, mi madre y yo andábamos paseando por nuestro vecindario cuando de repente, comenzamos a escuchar unos ruidos ensordecedores, los cuales provenían de aviones de guerra. Empezamos a escuchar bombardeos y personas gritando. Estábamos asustados y buscábamos dónde refugiarnos. Más tarde escuchamos que el presidente de los Estados Unidos de América había ordenado el bombardeo del norte de Vietnam, mi querido Vietnam. Mi familia al escuchar esto sintió mucho temor. No sabíamos que íbamos a hacer, hacia dónde íbamos a ir. No podíamos escapar la guerra, solo refugiarnos y esperar lo mejor. Cuando menos lo esperamos, mi padre fue reclutado para combatir contra los estados. Fue uno de los peores días de nuestras vidas, al menos eso pensábamos, ya que no sabíamos que nos esperaba cuando se fuera desatando más y más la guerra. Mi padre se despidió de nosotros. Yo tenía la esperanza de que iba a sobrevivir. Mi madre desalentada hizo que mi padre le prometiera que iba a volver a la casa.
Al cabo de unos años, la guerra había empeorado. Mi querido pueblo de Ninh Binh había sido destrozado. Siempre recordaré a mis queridos amigos y compañeros de la infancia, a los que he visto morir poco a poco. Lo que queda de mi familia está de luto puesto que mi hermano menor, en una ocasión, no llegó a tiempo al refugio y murió. Solo quedamos mi madre, mi hermana y yo; Suong. Nunca había pensado qué significa mi nombre hasta ahora. Sé que no es de relevancia, pero le pregunté a mi madre y me contestó que significa “niebla”. Niebla, eso era lo que había en el ambiente. Un ambiente grisaseo, un ambiente de guerra. La guerra era entre los estados defendiendo a Vietnam del sur y la Unión Soviética, unidos a China y Vietnam del norte. Nunca he entendido por qué existen las guerras, y por qué involucran a personas inocentes. Ahora mi familia y yo vivimos en un refugio, ya que lo que conocíamos como nuestra casa no es ahora más que escombros en un lugar vacío lleno de cadáveres, y lo que solía ser un hermoso pueblo de personas alegres, ahora es un cementerio de recuerdos.
Ahora mi familia y yo vivimos en un refugio, ya que lo que conocíamos como nuestra casa no es ahora más que escombros en un lugar vacío lleno de cadáveres, y lo que solía ser un hermoso pueblo de personas alegres, ahora es un cementerio de recuerdos. Los últimos años de guerra se acercaban y no sabíamos aún nada de mi padre. Mi madre nos contaba historias de él para que no lo olvidáramos, pero yo nunca lo podré olvidar. Mientras tanto seguíamos encerradas en el refugio lleno de vecinos, que al igual que nosotras lo habían perdido todo. Teníamos un pequeño radio en dónde escuchábamos algunas noticias de la guerra. La guerra que había comenzado hace muchos años atrás parecía no terminar. Finalmente, un día llegó un amigo soldado de mi padre, el cuál fue a la guerra con él. Volvió con una noticia desgarradora. Mi padre había muerto tratando de salvar a uno de sus amigos. Por eso siempre lo recordaré. Lo recordaré por ser un hombre valiente, honrado y amable que siempre se preocupó por las personas que amaba.
Llegó el año 1975, el año en el cual nuestras peores pesadillas iban a culminar. Lo que no sabíamos era que nuestra vida, nuestro pueblo y nada iba a ser como antes. Nos íbamos a tardar demasiado reconstruyendo lo que nos habían quitado con actos de injusticia, pero lo debíamos hacer, para así poder recordar a los valientes que murieron por defendernos.
- Natalia Afanador
Relato de una guerra ajena: inspirado en La Guerra de Vietnam Por: José A. Cintrón Laureano
Asustado me encontraba ante la repentina llegada de cientos de soldados estadounidenses. Preguntaban por un tal Isidro en la puerta de mi casa. Aunque desconocía la razón por la cual llamaban a mi nombre, la manera en la que lo hacían me llevó a pensar que no era para nada positivo. Al abrir la puerta, esos soldados me halaron forzosamente de mi brazo derecho, mismo con el que segundos atrás les extendía la mano en señal de saludo. Mientras mi esposa y la mayoría de mis ocho hijos lloraban desconsoladamente y retenidos por otros soldados que portaban armas largas e intimidantes, los altos y robustos camuflageados me encaramaron a un camión extremadamente grande.
Le pregunté a un oficial cuya placa decía “Jefferson”, “¿A dónde me llevan señor?”. Al instante, noté que Jefferson se reía de manera jocosa, pues no entendía a lo que yo anteriormente me le dirigía. En la gigantesca camioneta me encontraba con una gran cantidad de amigos de la vecindad en la que yo vivía. Allí pude conversar con personas como Nemesio, don Justo y don Facundo, que justamente tres años antes, celebraba La Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico con gran júbilo. Partimos desde mi pueblo, Lares, y nos dirigíamos hacia algún pueblo del Noroeste.
Lares, Puerto Rico
Transcurrió un aproximado de tres hora y media hasta que por fin llegamos a nuestro destino. Tenía la fachada de una base militar, aunque por dentro, parecía más bien una prisión de alta seguridad. Ya dentro de lo que parecía ser un campo de concentración, esperamos durante más de veinte minutos bajo un exorbitante y descomunal sol ardiente. Al concluir los más de veinte minutos, nos ordenaron imperativamente, que nos desvistiéramos. Luego con una especie de regadera gigante nos bañaron rápidamente. Los norteamericanos nos entregaron una copia exacta de su vestimenta para que la utilizáramos. Luego de vestirnos, nos dividieron en tres grupos de diez personas cada uno. En mi grupo se encontraban Nemesio y don Facundo, esto, por unos instantes, me inspiró tranquilidad. Desafortunadamente para Justo, él estaba solo en su división, no conocía a nadie. Una de sus virtudes que lo ayudó fue la habilidad que poseía para hacer nuevos amigos o llevar a cabo una conversación larga y estable.
El grupo en el que yo me encontraba fue ordenado a abordar un avión muy pequeño para las doce personas que viajaríamos en él. Entramos en el avión y cada uno escogió un asiento. Los asientos del avión consistían en una línea a cada lado del pasillo. Cada línea tenía cinco filas de asientos hacia atrás. Las sillas eran unas extremadamente incómodas y guardaban muy poco espacio de la posterior. Para la mala fortuna de Nemesio, le dio uno de sus ataques claustrofóbicos, es decir, les temía a los espacios estrechos. A él le faltó el aire y ni siquiera podía comunicarse. Cerca de nosotros se encontraba un enfermero que logró estabilizarlo.
Pasaron alrededor de dieciocho horas para que al fin arribáramos al lugar con la avioneta infiltrada. Durante todas esas horas no pude hablar, levantarme, estirarme ni utilizar el baño. Lo único que pude ingerir fue un majado de viandas que logré infiltrar por medio de mi ropa interior en un envase de plástico que conservaría durante el resto de mi pasadía. Esta fue la última comida puertorriqueña que ingerí durante mucho tiempo. Al bajar de la avioneta militar, muchos compañeros de viaje decían que habíamos llegado a China, esto debido al clima. Otros ignorantemente afirmaban que habíamos arribado a Japón. Un soldado estadounidense nos dijo con un tono de voz bastante serio: “bienvenidos al infierno”. Esta bienvenida causó mucha inseguridad y temor a los soldados puertorriqueños que representaban a otro país en una guerra que para ellos era ajena.
Rápidamente, los estadounidenses nos brindaron un fusil M16. Por su parte, los rivales poseían armas de asalto rusas AK-47. Al abrir las compuertas de la mini base en la que nos encontrábamos, mis compañeros y yo nos dimos cuenta del infierno del cual aquel joven soldado nos había advertido minutos antes. Fue un encuentro a fuego cruzado. Lastimosamente, mis amigos Nemesio y Facundo, que rápidamente nos habíamos separado, cayeron a manos de los rivales. Luego de aproximadamente una hora decidí atacar con mi escaso conocimiento y experiencia militar.
M-16
Inmediatamente, al trasladarme de trinchera un soldado asiático logró conectar en mi tobillo la bala que disparaba de su AK-47. –“Lograré sobrevivir”, afirmaba optimista yo que sufría un dolor inimaginable, un sentimiento de que aquella bala penetraba lentamente en aquel débil tobillo derecho que justamente acababa de ser torturado por un cráter que había en la salida de la trinchera en la que nos encontrábamos refugiados. Luego de cinco minutos logré cubrir e inmovilizar mi herida fingiendo mi muerte al mismo tiempo para que no me remataran.
AK-47
Pasaron muchas horas, los enemigos se marcharon y yo era el único sobreviviente occidental de aquella guerrilla oriental que evidentemente nos agarró por sorpresa. Ya me encontraba deshidratado y casi sin vida, pues había perdido demasiada sangre por mi tobillo. Ya no me quedaba esperanza de vida y hasta pensé en quitármela, pero de repente vi a una señora de por ahí unos setenta y cinco años que se acercaba a mí. En el primer instante pensé que me fusilaría sin piedad alguna, pero junto a lo que parecían ser sus dos nietos de como unos veinticinco años, me sentaron e inmediatamente me brindaron agua y comida. Me volvieron a acostar y me ataron a una camilla muy consoladora. Vendaron mi tobillo herido y me llevaron a su casa en donde conseguí dormir un total de diez horas. Al levantarme y luego del desayuno que preparó la señora, intenté comunicarme por medios de dibujos sencillos en una hoja de papel que ellos me brindaron.
Relato de una guerra ajena: por José A. Cintrón Laureano
Pasaron semanas, meses y hasta un año y aún seguía como refugiado en su hogar. Aprendí muchas costumbres, aprendí un poco de su idioma y hasta aprendí a cocinar, pero lo que nunca supe fue en qué país me encontraba. Durante ese tiempo como refugiado reflexioné y pensé acerca de muchos temas, pero en lo más que pensé fue en mi familia, en que estaría haciendo ahora mismo mi esposa Antonia y mis tres varones: Isidro, al que apodábamos Junior, Alcides y Ernesto, también en qué se (Pensamientos nostálgicos de encontraban haciendo Puerto Rico y su familia). mis cinco hijas: Antonia (segunda), Gladys, Sara, Belén y Silvia.
Meses después, al llegar a Nueva York, subí a un vuelo de avión que se dirigía a Puerto Rico. Llegué a Lares, precisamente a la puerta de mi casa, lo primero que vi fue a mi hija Antonia que muy sorprendida me abrazó, llorando desconsolada como cuando partí, y gritando: - “Llegó papá, Llegó papá”. Segundos más tarde, llegó el resto de la familia y nos dimos un gran abrazo de felicidad.
Lares: hogar de Isidro
Tiempo después, me llegó la noticia de que a una señora de Vietnam de unos setenta y cinco años la habían asesinado unos guerrilleros vietnamitas debido a una acusación por traición. No fue hasta ese día que supe en qué país estuve durante más de un año. En ese momento me prometí que cuando todo esto de la guerra terminara, visitaría a los nietos de Mai en Vietnam.
EL DIARIO DE ELIZA Hoy, 18 de octubre del 2004, se cumple un año desde que escapamos de la FARC. Me llamo Eliza Reynolds, soy americana, tenía 21 años cuando decidí que iba a ir de vacaciones a Bogotá el 4 de junio del 2000. Me dijeron que fuera y que era hermoso, pero no me advirtieron sobre lo que me encontraría. Los primeros días en Bogotá me encantaron Y quería explorar más, así que alquilé un “jeep” y me adentré en la selva. Hacía un calor terrible, pero la selva era hermosa. Estaba tan cansada así que paré el carro, paso un rato hasta que caigo en cuenta que estaba muy adentrada en la selva y me había perdido. Traté de usar el GPS del celular, pero no había señal. De pronto, veo a un joven caminando en mi dirección vestido de camuflaje creía que era un soldado, este se acercó al “jeep” y cuando le iba a preguntar por direcciones, me dejó inconsciente.
Cuando desperté no sabía dónde estaba, al virarme veo al joven que me secuestró y me dice: “Hola, ¿estás bien?” cuando me dijo eso estaba tan asustada que grité y el vino rápido y me tapó la boca. “Si paras, te suelto” me dijo, así que pare, pero al instante que me soltó le metí una patada fuertísima que lo dejó sin aire. Aproveché ese momento y salí corriendo. Cuando salí vi a niños, mujeres y hombres adiestrados con armas, estaban listos para la guerra. No podía ver cómo maltrataban a los niños así que seguí corriendo, de momento siento un dolor fuerte en el hombro, me habían disparado; me dolía tanto que caí inconsciente pero antes de caer vi el que disparó, ¡fue el secuestrador! Me levanté en la misma casita, me volteo y veo al secuestrador con dos hombres más. “tómala es tuya, haz lo que quieras con ella, no vale nada recuérdalo, solo es una simple mujer” dijo uno de los hombres al secuestrador. ¡sí señor! Le contestó el secuestrador y se fue con el otro hombre.
Cuando se fueron el secuestrador me dijo “no te haré da-” antes de que terminara de decir la palabra le metí un bofetón en la cara y le dije “¿qué creen que soy yo? No soy una cualquiera, tengo derechos”. Se quedó pasmado y me dijo “jamás me había hablado una mujer así…, enserio que no te quería hacer daño, me secuestraron igual que a ti y necesito tu ayuda para escapar”. ¿Qué puedo hacer yo por ti? le pregunté, “eres una mujer brava y fuerte, hagamos un trato. Te ayudo si tú también me ayudas a mí a escapar” nos dimos la mano y cerramos el trato. “Me llamo Gabriel” me dijo, “yo Eliza” le respondí. Pasaron años, Gabriel me enseñó a luchar para estar lista para lo que fuera. A veces me maltrataba, pero era para disimular que estaba haciendo su trabajo y no lo cogieran. Gabriel y yo hicimos un acuerdo de no estar juntos nunca, pero pasó tiempo y esa parte del trato se quedó atrás. Éramos increíbles pero lo único que no me gustaba era ver a los niños y las mujeres ser maltratadas y tratadas como si nada. A veces, cuando nadie veía, trataba de ayudarlos, pero siempre me cogían y me maltrataban.
El 18 de octubre del 2003 fue el día de la escapada. Nosotros estudiamos el área y encontramos el sitio perfecto, para que ese sitio estuviese libre, Gabriel hizo todo lo posible para que lo pusieran de guardia en ese lugar. Él escondió el “jeep” y yo me robé un poco de gasolina, creyendo que estábamos seguros nos siguió un soldado. Yo lo vi, ya que Gabriel conducía. Cuando me fijé, me di cuenta de que aquel era el hombre que me trató como basura y antes de que pudiese dispararme, yo le disparé primero. Seguimos a toda velocidad con la guardia arriba y llegamos sanos a Bogotá. Y aquí estoy ahora, lejos de Colombia, a salvo y casada con Gabriel. Juntos esperando el día en que las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) sean derrotadas. Por: Daniela Sevillano
TÍTULO Por: Adrián Rosado Vázquez En Colombia existe la asociación FARC que son las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Estas son personas rebeldes que secuestran personas, hacen tráfico de drogas entre otras cosas. Y tienen control de las zonas rurales. En Colombia cerca de la zona rural vivía unos jóvenes llamados Alejandro y Andrés. Estos eran jovenes tenian la edad de 12 años. Eran mejores amigos y siempre jugaban a las guerras desde pequeño ya que vivían en un ambiente de guerra y narcotraficantes. Eran unos nenes sanos, normales, con educación y modales. Una tarde de un viernes despúes de clases los jóvenes llegaron a sus casas se cambiaron y empezaron a jugar a las guerras. Siempre se escuchaban ráfagas de tiros, pero nunca les impedían a ellos jugar. -Hoy jugaré poco Andrés estoy muy cansado- dijo Alejandro. -No te preocupes Alejandro- respondió Andrés de lo mas tranquilo.
Más tarde, como a las 7:00pm, la mamá de Alejandro (llamada Carmen) mandó a recoger y a subir para cenar. -Nos vemos mañana Andrés- habló Alejandro de lo mas cansado que estaba. -Sí, igual, Alejandro, hablamos mas tarde. Mañana quiero volver a jugar contigo porque estaré muy aburrido.-replicó tristemente Andrés.
Se despidieron los jóvenes y Alejandro fue a cenar con su familia ya que tenia mucha hambre.-¿Mami y la comida me estoy muriendo de hambre?- preguntó Alejandro. -Ya voy hijo- respondió con ansiedad. Carmen estaba ansiosa porque cerca de su vecindario habían secuestrado 2 niños y 4 niñas y su hijo siempre está afuera jugando con Andrés y eso a la mama le dio miedo. Porque era el único hijo que tenia, que amaba mucho y no lo quería perder, era como el tesoro de su vida. La mamá de Alejandro aviso a la mama de Andrés (llamada María) sobre esa noticia que escuchó en el radio. Carmen tomó en consideración, le inform a María y le dijo a Andrés. –Hijo están secuestrando niños cerca de aquí y no quiero que pase nada malo- dijo Carmen con miedo. Pasaron varias semanas despúes de la noticia que se había regado por todo Colombia. Ahora Andrés y Alejandro jugaban con mucha precaución y atentos siempre a sus alrededores. Un día despúes del colegio, pasaban unos hombres que parecían extraños para las personas que vivían en ese vecindario. Pero ese día, los jóvenes no estaban atentos a su alrededor, si no enfocados en jugar a guerras.
Llegó unos de los hombres que pasaban por las calles y fué al portón de la casa y preguntó.-¿Dónde queda la farmacia mas cercana?- Los niños corrieron dirigiéndose a la casa. Pero llegaron dos muchachos que parecían extraños, los persiguieron y los lograron capturer, pasó una camioneta blanca con los cristales tintiados y se llevaron a los niños. Los niños asustados se miraban con mucho miedo y rezaban a Dios para que nada le pasara a ninguno de los dos. Llegaron a la destinación despúes de bastante tiempo. Era una casa vieja y cuando entraron vieron a muchos niños y niñas en esa casa vieja mohosa. Los jóvenes llegaron miedosos, llorando y muy preocupados por lo que pensarían sus madres. Las madres se dieron cuenta despúes de una hora y rápido llamaron a los policías a ver en que podían ayudar. Las madres muy lloronas y asustadas no pudieron aguantar y marcharon en busca de sus apreciados hijos. Despúes de varias semanas no encontraron nada sobre ellos y las madres muy tristes se rindieron en busca de sus hijos.
No pierdas la esperanza Por: Heber Figueroa
El padre de David le había advertido varias veces que algún día podrían llegar hombresmuy malos a llevárselos y que, si se los llevaban, no perdiera la esperanza de salir del lugar alque lo llevaran. David era un joven judío de 14 años, muy atlético y gracioso. Sus padres se llamaban Ishmael y Dora. Ishmael era un excelente hombre y esposo, era muy trabajador yamaba a su familia sobre todas las cosas. Dora era una mujer cariñosa y muy apegada a su hijo. Todos los días podía ser el último que estuvieran juntos como familia. Por esta razón,David dejó de ir a la escuela, y su madre se quedaba con él. Ishmael fue el único que siguió trabajando, solo porque no tenían dinero suficiente para poder mantenerse el tiempo en que estuvieran viviendo juntos. David tuvo que parar de salir de su casa, para de ir a jugar, parar de estar con sus amigos, básicamente tuvo que cambiar su vida completamente. Un día, ya harto detener que estar en su casa todo el día, todos los días, decidió escaparse e irse a jugar con sus amigos.
Estuvo varias horas disfrutando con ellos, hasta que vieron que llegaban unos carros militares llenos de hombres con armas, estos se bajaron y empezaron a gritar que todos los judíos recojan sus cosas más valiosas y vayan con ellos. Todos se dispersaron y fueron a alertar a sus familias de la llegada de estos hombres. Cuando David llegó a su casa, su madre estaba muy preocupada. Le dijo que vieron llegar a hombres con armas buscando a judíos para llevárselos. Su padre, le dijo que recogieran lo que pudieran y que salgan a esperar que los busquen, ya que no podían hacer nada para evitara que se los llevaran. David solo pudo coger su ropa favorita y la más cómoda. Diez minutos después de que David llegara a la casa fue que llegaron los nazis a buscarlos. Se empezaron a despedir, se abrazaron y besaron hasta que los separaron para llevárselos. Pusieron a Dora en una guagua, Ishmael y a David en otra. La madre y su hijo se desesperaron y comenzaron a llorar, estando casi seguros de que no volverían a verse jamás. Un hombre trató de escaparse y otro, sin pensarlo dos veces, le disparó cinco veces en la espalda. David se desmayó y cuando despertó, se encontraba en la entrada del campo de concentración Mauthausen.
A su lado estaba su padre tratando de mantener la calma. Los sacaron a la fuerza y les mandaron a hacer una fila. Luego se tuvieron que desnudar y entregar todas sus pertenencias. Se les entregó un uniforme, era blanco y negro y tenía mal olor. Después, les asignaron el lugar en el que iban a dormir. Por suerte, a David y a su padre les tocó en la misma casucha. Unas horas más tarde se les entregó una sopita, hecha de agua básicamente. Al día siguiente, cuando levantaron a todos los hombres, salieron y le asignaron un trabajo que tenían que hacer todos los días en cambio del alimento. A la noche, David conoció al hombre que dormía a su lado, se llamaba Jared. Tenía 27 años y llevaba ya casi 1 año encerrado allí. Estaba muy flaco, desnutrido y triste. Este le contó que iba a casarse 2 semanas después de que lo encerraran allí. Se convirtieron en mejores amigos y se ayudaban en lo que podían. Todos los días David se ponía más y más débil. Un día su padre, mientras trabajaba, se lastimó un brazo, pero trató y trató de poder seguir siendo útil para que no lo mandaran a matar.
El próximo día, David vio que se llevaban a su padre y trató de correr hacia él, pero había una verja impidiéndole el paso. Cuando lo estaban montando en el vagón del tren para llevárselo el padre le gritó que no perdiera la esperanza. Esto debilitó mucho más a David y entró en una depresión. Su amigo Jared le dijo que no podía aguantar más tiempo e iba a tratar de escaparse de allí. Le preguntó que si quería tratar de escaparse con él y David dijo que sí, que él tampoco podía aguantar más tiempo allí. Estuvieron planeando como escapar por semanas. Recogiendo comida extra, materiales y ropa extra hasta que por fin llegó el día de la fuga. Con unos materiales que habían recogido, encontraron un pedazo de verja oxidada, la cortaron y por allí, con toda la suerte del mundo, lograron escapar.
La familia Kuznetsov Por: Luis González
En el 1940 llega un tren de los nazis a un campo de concentración con 103 personas. Entre ellas estaba la familia Kuznetsov, que eran rusos judíos. Estaba compuesta por 11 miembros. El papá Boris, la mamá Klara, 4 barones, Filipp, tenía 16 años, Nikolai, tenía 12 años, Leonid, tenía 10 años e Igor, tenía 7 años, 4 hembras, Nina, tenía 14 años, Klavdiya, tenía 9 años y gemelas Antonina y Anzhelika, tenían 8 años y un bebé en el vientre de Klara a los 5 meses.
Los nazis dividen los grupos en hombres y mujeres. Matan más de diez niños porque eran muy pequeños para trabajar. Cuando uno de ellos iba a matar a Igor, Boris rápidamente dice: “No, él puede trabajar”. Lo mismo pasó con sus otras tres hijas. Se llevan a cada grupo a donde van a trabajar, dormir, etc. Se pusieron los uniformes que les dieron, porque era obligado. En el otro lado, Klara oculta su embarazo y los dos grupos empiezan a trabajar. Cuatro meses pasan y el bebé tiene 9 meses e Igor tiene 8 años.
Todo está normal hasta que llega el día del parto y la mamá se esconde para poder parir y un nazi la ve escondiéndose y va a donde ella, ve que está embarazada, como ella lo había ocultado, el nazi le dispara. Las nenas ven a su madre muerta y corren hacia ella y lloran. Boris sin saber qué está pasando escuchó el disparo y espera que no haya sido un miembro de la familia. Tres semanas después de la muerte de Klara y del bebé ya las nenas están tranquilas. Boris y los nenes no saben qué pasó así que ellos siguen normal. Leonid se cansa de trabajar y se va corriendo hacia un nazi y lo patea. Él empuja a Leonid y Boris pelea con el nazi y él saca su pistola y le dice a Boris: “Vuelve a trabajar, sino tu hijo muere”. Boris dice: “Devuélvame mi hijo, le prometo que no va a volver a pasar”. El nazi le dice: “No, él se va a quedar conmigo”. Boris hace como si fuera que se va y le trata de dar un puño, pero cuando Boris se viró el nazi dispara a Leonid. Boris se tira al piso a llorar y Filipp le tira una roca en la frente al nazi y él dispara a Filipp también. Una semana después, tres nazis se llevan a las nenas que son menores de 10 años para llevarlas a la cámara de gas porque estaban atrazando la producción y una de ellas eran las gemelas. Antes que se las llevaran, Nina dice: “Yo estoy atrazando la producción, no ellas”. Los nazis dejan a las gemelas y se llevan a Nina. Ella le dice a sus hermanas, “Todo va a salir bien”.
Al día siguiente Boris le dice a sus hijos, “Cuando caiga la noche saldremos de aquí”. Cae la noche y salen de donde duermen todos, van calladamente a donde están las nenas, Boris le dice a los nenes, “Vayan a la verja”. Boris entra a donde las nenas están durmiendo y las despierta, se las lleva y cuando van a ir a la verja ven a dos nazis caminando hacia ellos y se esconden.
Se van y ellos caminan rápidamente hacia la verja. Nikolai pregunta: “¿Qué vamos a hacer ahora? ”, Boris le contesta: “No sé”, mira hacia atrás y ve que Igor no está. Cuando Boris lo va a buscar ve a un nazi corriendo hacia Igor preguntándole “¿Qué haces afuera? ”, el nazi lo coge y sale un hombre de la nada y le da al nazi con una pala y Boris va hacia donde Igor y lo regaña, le dice: “No vuelvas a hacer eso” y lo abraza. Le pregunta al hombre cómo se llama y él le dice Hans. También le pregunta cómo llegó ahí con ellos y le dice que él había escuchado cuando Boris dijo que se iban a escapar y los había perseguido. Dos nazis llegan y ven a los hijos de Boris, ellos ven a los nazis, empiezan a correr y los nazis empiezan a disparar. Se separan, se esconden y Nina había recibido dos disparos en la espalda y muere. Antonina y Klavdiya desaparecen y Anzhelika está con Igor. Boris y Hans pelean con los nazis y ganan. Sin perder tiempo todos se trepan a la verja y Boris llega al otro lado con dos heridas por la serpentina y Hans carga a Anzhelika y la tira hacia Boris y lo mismo hace con Igor. Hans llega al otro lado con una herida.
Llega un grupo de nazis y apuntan con sus pistolas, les dicen que se viren y lo hicieron. Los cuatro recibieron un castigo que era que no le van a dar comida por una semana. Antonina y Klavdiya fueron encontradas y se las llevaron a la cรกmara de gas.
La Reconquista del Cristianismo en España
Lorena Pérez Bujosa
Antes de que Cristóbal Colón llegara a América, en España, los Cristianos luchaban por reconquistar a su país de la invasión Islámica. En nuestra ciudad de La Rioja, la población Islámica y Cristiana dividía la ciudad. Nuestra familia creía al Cristianismo. Algunos días ocurrían revueltas en las calles donde los Cristianos e Islámicos luchaban por el control de la ciudad. Por esta razón nos teníamos que esconder, o nuestras vidas corrían peligro por los grupos Islámicos. El ejército de la Cruzada Cristiana buscaba hombres para luchar por los ideales del Papa. Varios días después de que anunciaron la falta de soldados, éstos llegaron a nuestra casa para buscar a mi hermano, Pedro, para que él se uniera a las Cruzadas de forma obligatoria.
En éstos momentos, no había trabajo, ni dinero y los alimentos escaseaban. Tanto los defensores del Cristianismo, como los del Islam, distribuían propaganda a su favor, desprestigiando a los contrarios. Nosotros veíamos a diferentes grupos Islámicos buscando a Cristianos para destruirlos y día a día rogábamos para que no llegaran a nosotros. Tuvimos que abandonar aldea tras aldea, escapando de esta persecución religiosa y buscando más seguridad. En éstos viajes nómadas llegamos hasta Pamplona. Esta ciudad era un sitio donde los Católicos como nosotros estábamos más seguros, especialmente por que los Islámicos no podían derrotarnos allí. Poco tiempo después, llegaron los soldados del Rey de Castilla y León, los cuales apoyaban a los Cristianos llevando alimentos y herramientas para ayudar a mejorar la situación económica de la cuidad. Este grupo se unió a los Cristianos y enfrentaron a los Islámicos.
Gracias a este grupo, los Cristianos volvieron a conquistar a España y pudieron sacar a muchos de los islámicos. Pedro, después de cinco años de partir a la guerra, regresó. Nosotros estábamos contentos de haberlo visto y poder estar con él. Él nos explicaba lo duro y lo trabajoso que fue estar allí de soldado defendiendo su ideal. También nos dijo que el quería ir a visitarnos antes pero no podía por que a diario pasaban cosas que no le permitían ir a vernos. Además, nos dijo que ser soldado era un trabajo fuerte, que tenía que ver cosas dolorosas como ver a gente, amigos e incluso conocidos muriendo solo por tener una creencia diferente. También nos explicó que estuvo muchos días entrenándose para poder salir a defender su ideal. Mi pobre hermano no tenia mucha opción, tenia que ir a la guerra quisiera o no.
Mientras él nos estaba contando como ocurrió todo, yo solo imaginaba la gente, a niños, a familias sufriendo porque no pudieron irse a tiempo, o solo porque querían defender su ideales. Sigo pensando que si no hubiera sido por el grupo de soldados que exponían sus vidas por su ideal, todavía nosotros estuviéramos en guerra, y tal ves a punto de morir. Poco a poco el grupo de Cristianos ganaban las Cruzadas, y los Islámicos dejan la lucha. Muchos de ellos se quedaron, pero aunque siguen con sus ideales, viven en paz y armonía en España.
Fin..
Como una amistad se rompe por culpa de la religión Por: Anna Rosado
El año era 1492; sangre toda era sangre. Abir veía todo rojo. Sentía como sus ojos se cerraban y no querían abrir. Yahré, triste que estaba, lo dejó y nunca lo volvió a ver. Pero vamos a retroceder, Abir, siendo musulmán, lo mandaron a donde estaban los cristianos. Dentro de ahí estaba Yahré, un cristiano leal. Abir se hizo pasar de cristiano, su misión era matar al líder de ellos. Yahré era uno de los guardias cuidando al líder, Abir se le acerca y le dice: “¿Dónde está su líder?” Yahré le contesta: “¿No serás tú, uno de nosotros? ¿No será tu líder también?” Abir, nervioso, le contesta: “Ah sí, mi líder, por supuesto, como lo pude olvidar” Él pensó que lo iban a matar. Yahré apunta con su fusil. “¿Tú serás musulmán?” “N-No” dijo Abir. “Vamos a comprobarlo” disparó hacia el cielo, Abir se asustó, se quedaron frente a frente.
Luego Yahré se muere de la risa “Eres muy nervioso, cálmate yo no mato a mi gente”. Abir dijo “Sí, si todo lo que digas” “Pues, ¿Para que buscas al líder?” “Ah, para preguntarle cuando van a atacar a los musulmanes”. Yahré le contesta: “No se sabe, solo el líder porque pueden haber musulmanes tratando de robarnos información” “Si, sí que malos son…” Siguieron hablando y hablando y su amistad creció. Cinco meses después, los cristianos llegan a Granada. Abir al lado de Yahré, cristianos frente a frente con los musulmanes. Abir con su fusil apunta al líder. Pero en un abrir y cerrar de ojos Yahré lo dispara por tratar de matar a su líder. Yahré le dice: “Te confié y me traicionaste”. Abir, llorando por el dolor, veía todo rojo. Luego de todo lo ocurido, los cristianos ganaron. Abir cerró los ojos y durmió eternamente. Yahré, llorando, se va con su nueva victoria en sus manos.
¡Solo quería que fuera Navidad…! Por: Karla Pérez
Pero en esa Navidad en el caso de Tamara no fue una de las mejores, ni para ella ni su familia. Para esa navidad del 2004 no lo fue para nadie que estuviera en Indonesia (ni las personas en bahías cercanas). La familia de Tamara había decidido ir de viaje a Indonesia esas navidades ya que era un sueño de Tamara. Pero ellos no sabían es que iba a terminar como termino aquel trágico accidente. Al llegar el 24 de diciembre a Indonesia, de noche se fueron directo al hotel a descansar por el viaje largo. Al siguiente día Tamara despierta temprano: “¡¡¡Mama, papa despierten vamos a la playa!!!”, dijo Tamara muy entusiasmada, “Tenemos que disfrutar del día que está muy lindo.”
Los padres la vieron rápido y se fueron a desayunar. Luego, se fueron a la playa todo el día y tomaron muchas fotos para recordar el gran momento en familia que hace mucho no tenían. Por el trabajo muy cargado de sus padres. Más tarde, regresan al hotel. Ya en hotel se van a cenar y Tamara agradece por el gran esfuerzo que sus padres hicieron para costear el viaje.
Los padres la vieron rápido y se fueron a desayunar. Luego, se fueron a la playa todo el día y tomaron muchas fotos para recordar el gran momento en familia que hace mucho no tenían. Por el trabajo muy cargado de sus padres. Más tarde, regresan al hotel. Ya en hotel se van a cenar y Tamara agradece por el gran esfuerzo que sus padres hicieron para costear el viaje.
El 26 de diciembre los padres al levantar a Tamara le dan un regalo, ya que era su cumpleaños. Tamara dice casi llorando: “No tenían por qué regalarme algo con solo estar con ustedes aquí me basta.” La madre le responde: “Lo sabemos y queremos que nunca dudes que te amamos.” El padre añade: “Nunca dejaremos de amarte. Nunca lo olvides.” Luego de un rato, como a las 10:10 am, se fueron al restaurante para desayunar cuando escuchan mucha gente gritando. “Corran”, “viene olas gigantes” … En cuanto Tamara de dio cuenta ya estaba corriendo, no tenía control de sí misma. No veía a sus padres por ninguna parte y ella solo pensaba en correr. En correr hasta que ya no pudiera más. Después de correr como por cinco minutos se detuvo y trepo en un árbol y se agarró lo más fuerte posible. Y se quedó en el árbol y escucho los gritos de ayuda, sufrimiento. Pero a lo lejos escucha la voz de su padre.
“Hija, quédate ahí. Voy por ti.” Dice su padre angustiado pero alegre que avía encontrado a su hija.
Pero antes de Tamara se diera cuenta el agua avía arropado a su padre y venia hacía ella. Ella subió lo más que pudo en el árbol y ahí se quedó. Vio pasar a mucha gente y vio cómo su padre luchaba por que el agua no se lo llevara la corriente. Quiso ayudar a su padre, pero él se lo negó rotundamente, ya que a él mientras su hija viviera no lo importaba más nada. Ella veía cómo a su padre casi se lo lleva la corriente más de una vez en tan sólo segundos. Pero después el padre se dio cuenta de la angustia de su hija y él sabía que tendría que sobrevivir por ella. Así que subió al árbol y allí se quedaron. Cuando ya calmó la marea y no se movía para nada el agua esperaron un tiempo para asegurarse de que no viniera otras olas. Tan pronto notaron que se veía gente caminando por las calles tratando de evacuar el área y dando ayudas. Ellos bajaron del árbol y se fueron a un refugio de ayuda. El padre, por tener lesiones fuertes, se quedaron en hospital varios días.
Permanecieron allí por 3 días en lo recuperaban fuerzas, para encontrar luego a la madre de Tamara. Ellos estaban desesperados por encontrar a su madre. Fueron por cada hospital y a cada lugar donde ponían a las personas muertas, ya que no sabían si estaba viva o muerta. Al final, regresaron a casa después de 3 semanas exhaustivas de busca de su madre. Regresan a su casa muy tristes sabiendo que ella podría estar ahí en algún lado de Indonesia. Pero cada día que pasada, las esperanza de encontrarla viva se acaban. Ya había pasado una semana desde que volvieron a su casa, pero el papa de Tamara recibió una llamada del gobierno diciéndole que la madre de Tamara, se encontraba en un hospital que se llegada desde muy fácil desde su casa. Ellos fueron lo más rápido posible al hospital en busca de la mamá de Tamara y si estaba, pero se encontraba ya en el sueño eterno de la muerte.
El dolor por el mar Por: Andrea M. Rodríguez
Regrese después de 4 años a
estaban con sus manos abiertas
Indonesia para visitar a mis padres para recibirnos; fue una emoción ya que no los había visto, porque imposible de describir. Llegamos a estaba estudiando para volverme mi casa, y al verla, me di cuenta
una profesional. Tengo un novio
de la pobreza en que mis padres y
llamado Lucas, quien al igual que yo vivimos. Pensé en darle dinero yo, estudiaba enfermería.
de regalo de navidad ya que lo
Pretendía pasar la navidad con la necesitaban. Al día siguiente familia y aprovechar el momento conversamos, nos fuimos para el
perfecto para dar la noticia: Lucas pueblo a visitar a unos amigos y y yo nos casaremos. Era el 21 de
terminamos en la playa. Había
diciembre de 2004 cuando nos
olvidado que bello era donde vivía
íbamos tan emocionados para
y que tanto lo extrañaba.
decir la noticia y ver a mis padres.
Cuando llegamos, mis padres
El día de Navidad, me fui con Lucas a observar y comprar los regalos en el pueblo ya que estábamos allí. Llegamos a casa y estaba la mesa decorada y con comida, mi madre dijo:” a comer y a pasarla bien”. No me arrepiento de venir, la he pasado tan bien que todavía no le hemos dicho a mis padres que nos vamos a casar. Pasaron las horas y estábamos listo para decirle a mis padres, todo empezó yo levantándome y le dije a mis padres: “Lucas y yo nos vamos a casar.”
La reacción fue estupenda todos estábamos celebrando y pensé que nada podría arruinar nuestras vacaciones. Después fuimos a la sala y abrimos los regalos que nos
dieron y les dimos el dinero a mis padres, se pusieron felices y celebramos muchos. Nunca imaginamos lo que viviríamos los próximos días.
A las 8:00am nos levantó unas vibraciones en el piso. Era como si todo se moviera. Nos movimos hacia las mesas para que nos taparan hasta que pasaran las horas. Pasaron las horas se calmo todo hasta que comenzó a entrar olas de más de 10 pies. Se escuchaba los gritos de las personas todos corriendo para salvarse. Todos en casa comenzamos a correr hacia un lugar más alto para estar seguros. Las olas nos alcanzaron y hasta nos arroparon que en un instante todos estábamos separados. No podía encontrar a Lucas ni a mis padres, seguí nadando como toda la multitud. 0 Me sentía impotente sin poder ayudar a nadie tratando solo de salvarme a mi misma. Pasaron minutos, horas o días, ni siquiera sé porque fueron eternas.
Cuando por fin sentí que podía estar de pie fue cuando me entró la desesperación de donde estaba mi familia. Había demasiados muertos a mi alrededor. Continué el camino hasta que encontré un grupo de rescate que me ayudó ya que estaba herida en la pierna derecha. Luego de que me ayudaran fui en busca de mi familia.
A las 8:00am nos levantó unas vibraciones en el piso. Era como si todo se moviera. Nos movimos hacia las mesas para que nos taparan hasta que pasaran las horas. Pasaron las horas se calmo todo hasta que comenzó a entrar olas de más de 10 pies. Se escuchaba los gritos de las personas todos corriendo para salvarse. Todos en casa comenzamos a correr hacia un lugar más alto para estar seguros. Las olas nos alcanzaron y hasta nos arroparon que en un instante todos estábamos separados. No podía encontrar a Lucas ni a mis padres, seguí nadando como toda la multitud. 0 Me sentía impotente sin poder ayudar a nadie tratando solo de salvarme a mi misma. Pasaron minutos, horas o días, ni siquiera sé porque fueron eternas. Cuando por fin sentí que podía estar de pie fue cuando me entró la desesperación de donde estaba mi familia. Había demasiados muertos a mi alrededor. Continué el camino hasta que encontré un grupo de rescate que me ayudó ya que estaba herida en la pierna derecha. Luego de que me ayudaran fui en busca de mi familia.
“El Guerrero de Francia” Gédéon Etxenike fue un soldado de Francia que creía incondicionalmente que Francia se merecía la libertad, no importa el sacrificio que requiera conseguirla. Él era un soldado joven muy dedicado, respetuoso, honrado y fiel a su país hasta la muerte. Estaba casado con una joven llamada Chloé Briand, quien era una persona muy trabajadora, amorosa, leal y siempre se preocupaba cuando Gédéon salía a entrenar, y más todavía, cuando se iba al campo de batalla. Al ser una pareja joven de 25 años y 2 de casado, ellos estaban hablando de comenzar una familia cuando la guerra se acabara. La guerra comenzó en el 1792, y actualmente era el 24 de julio del 1794. Chloé la quería comenzar antes por si le pasa algo a Gédéon, pero cada vez que se lo mencionaba, él le decía que no la quería dejar viuda y embarazada si le ocurría algo en la guerra, y cada vez que él le decía esa contestación, ella entendía y le daba la razón.
Al día siguiente, Gédéon salió para ir al entrenamiento con sus dos mejores amigos: Bernard Fablet y Emile Ezkarra. Ellos tres siempre estaban juntos en las batallas de tan bien que se conocen, ninguno de ellos salió herido de ninguna batalla anterior porque siempre estaban pendiente de cada uno y se protegían todo el tiempo, por eso es que el coronel los consideraba los mejores soldados que Francia tenía; también porque los tres casi nunca fallaban sus tiros. Incluso, estos tres amigos eran de los más rebeldes contra Gran Bretaña; una de las razones por las cuales batallaban de manera tan precisa, porque así sacaban la frustración de ser oprimido por Gran Bretaña al batallar contra los soldados ingleses. Al llegar al entrenamiento, los tres amigos se dieron cuenta que hasta el coronel estaba ausente, lo peor de todo es que ellos tres estaban llegando unos minutos tarde. Cuando vieron esto, salieron para verificar la zona en la cual enfrentaban a Gran Bretaña, y lo que vieron los impactó severamente. Lo que encontraron fue la invasión más grande de Gran Bretaña que ellos habían visto, y los soldados franceses estaban perdiendo la batalla. Gédéon, Bernard y Emile reaccionaron rápidamente y como ellos ya tenían la protección necesaria para poder entrar al campo de batalla, se metieron y lograron ayudar a sus compañeros. Tuvieron que quedarse atrás para que los ingleses no los vieran fácilmente y pudieran salvar a algunos de sus compañeros.
. Llegaron a morir pocos soldados franceses (que eran de los que más experiencia tenían ya que llevaban desde antes que Gédéon, Bernard y Emile comenzaran), pero muchos de los que fueron matados por los soldados ingleses eran de los soldados franceses que acababan de entrar al sistema militar. El peor que terminó entre Gédéon, Bernard y Emile fue Bernard, que un soldado inglés logró dispararle en la rodilla y terminó sin poder volver a caminar y batallar por el resto de su vida. Esto ocurrió porque Bernard quería salvar a un soldado francés herido que había comenzado a ser soldado una semana antes de esta invasión, lo cual lo pudo lograr porque le dispararon cuando terminó de llevar a su compañero a un lugar seguro. En cuanto a estado mental, el más grave de los tres fue Gédéon, ya que se sentía culpable porque cuando le dispararon a Bernard, él se fue corriendo para ayudarlo, y gracias a esta acción, murieron 4 soldados franceses jóvenes que podía haber salvado si se quedaba con ellos y los ayudara defendiendo contra el ejército inglés.
Pero cuando escuchó el grito de dolor extremo de su amigo, fue instinto el reaccionar corriendo para ayudarlo y no una acción que pudo pensar. Este evento, que duró desde el 1792 hasta el 1797, siempre se ha conocido como la Primera Coalición. También ocurrió la Segunda Coalición, que duró desde el 1798 hasta el 1801, de la cual Gédéon, Bernard y Emile no participaron por lo que ocurrió en la Primera Coalición. De esta manera, ellos tres pudieron vivir feliz y tranquilamente porque ya los tres se hicieron veteranos al retirarse justamente después de la batalla que los perjudicó.
Por: Alfonso González
El Diario Por: Yulianis vélez
Un día muy soleado Camila estaba caminando alrededor de su casa. Camila era una niña muy simpática y muy bonita. Ella solo estaba caminando mirando los animales y plantas que había por ese lugar. De repente, ve algo de color blanco en el suelo. Camila se atreve a acercarse y ve que es un diario. Camila no sabe si cogerlo o dejarlo e irse. Ella se queda mirando el diario como unos cinco minutos pensando y observándolo con muchísima atención. El diario tenía una portada blanca, un poco sucia, pero se notaba que era blanca. Tenía unos diseños de color rojo a los lados. Al fin, decidió recogerlo. Camila se sentó en un banco que había muy cerca de su casa. El diario no tenía nombre para saber a quién le pertenecía. Camila no pudo resistir la curiosidad que tenia y las ganas de abrir el diario y leerlo. No sabia de que se trataba, pero ella quería leerlo completo.
Camila se puso cómoda en el banco y comenzó a leer el diario que había encontrado en el suelo. Camila sabia que el diario era una mujer por la letra. Escribía suave y claro. La carta decía: 20 de febrero de 1789. Querido diario, he estado muy triste estos días. Se ha muerto mi abuelo. Mi abuelo ya estaba muy enfermo y estaba diciendo que se quería ir. El día en el cual mi abuelo murió, mi abuela y yo estábamos haciendo compras. Cuando nos dieron la horrible y horripilante historia, lloramos demasiado. Tuve que consolar mucho a mi abuela ese día. El próximo día no tenía fecha, pero decía: Querido diario, ha pasado mucho tiempo desde que no te escribo y por eso te contaré por todo lo que he pasado todos estos años. Muchos años atrás, cuando había muerto mi abuelo, la monarquía tenia todo el control y todo era un desastre. Nos preocupábamos mucho porque era bien injusto. Siempre el pueblo estaba en pobreza y la monarquía disfrutando de sus riquezas. También, aumentaron los impuestos y cuando hacía compras, casi siempre con mi abuela, pagábamos mucho más por los impuestos que nos cobraban.
Empezamos entonces a cultivan nuestros propios frutos y vegetales. Nosotros, el pueblo hicimos como una huelga a la monarquía porque no era nada justo que ellos estuvieran aprovechándose y nosotros pasando por pobreza extrema. Luego, todo se fue arreglando poco a poco; Cancelaron los impuestos y la monarquía no tenia todo el poder. El pueblo tenia derecho a decidir y aportar también sobre las decisiones que se hacían. Mi familia, pasada y futura, pasamos y pasaremos por este proceso, lucha, revolución francesa. Camila se quedo hasta el atardecer leyendo este diario, bueno, la primera parte. Ella se quedo tan asombrada que se quedó mirando la última página que había leído por unos minutos pensando, pero no leía nada, solo analizaba y se hacía una película en su cabeza de todo lo que había leído. Camila quería conocer a esta persona que escribió esto tanto que rebuscó por todas las páginas a ver si decía algún nombre, pero no encontró nada. Cuando Camila ya estaba de camino a su casa, no iba como las otras veces, tranquila y pensativa. Esta vez Camila iba feliz con el diario que había encontrado y desesperada porque sea el otro día para seguir leyendo más sobre esta persona que vivió esto tan difícil, La Revolución Francesa.
Hacienda Don Enrique Enrique, como todos los días se levanta temprano para realizar su trabajo de campesino. Este trabaja en su propia hacienda, llamada “Hacienda Don Enrique”. Pero este día todo era muy diferente, pues habían máquinas e industrias que jamás se habían visto. Enrique estaba muy confundido con lo que estaba sucediendo, así que le fue a preguntar a su esposa que recién acababa de llegar del pueblo. “¿Qué está ocurriendo?”, pregunta Enrique. “De esto mismo estaba conversando con mis amigas. Al parecer intentan introducir estas máquinas a nuestro país y creo que somos los primeros en probarlas.”, responde su esposa, Sara. “Así que invaden mi terreno con máquinas inutilizables. Máquinas, las cuales yo no pienso usar, para reemplazar el trabajo del hombre que ya hacemos.” Enrique se mostraba enfadado por lo sucedido.
Pero al parecer en la “Hacienda Don Enrique” el gobierno ya tenia preparado hacer una vía para los medios de transporte terrestre. Esta para las locomotoras de vapor, que todavía nadie poseía. Mientras pasaban los días, Enrique seguía mostrándose molesto por lo que le había hecho el gobierno y más ahora que cualquier ciudadano podía pasar por su hacienda y esto le causaba preocupación. Luego de varias semanas, los ciudadanos empezaban a pasar por la Hacienda Don Enrique con gran facilidad. Este ya se encontraba más tranquilo, pues también les daba uso a los medios de transporte y a las máquinas muy útiles que se encontraban cerca de su hacienda. La población de Gran Bretaña ya estaba aumentando mientras cada vez había más máquinas e industrias.
Enrique llega un día a su casa buscando a Sara y este no la encuentra. Preocupado y asustado, empieza a buscar por todos los rincones de la casa hasta encontrarla. Esta se encontraba muy enferma, a punto de morir. Enrique la cogió y rápidamente la llevo a donde su gran amigo Juan, que vivía unas casas más debajo de la suya. Juan conocía de la medicina y estaba al tanto con todo esto de las industrias. Este observa a Sara muy adolorida y sin ánimo. Así que empieza a sacar instrumentos y medicamentos de su maletín. Hasta que encuentra lo que tanto estaba buscando, una vacuna. Estas eran recientemente introducidas y no mucha gente sabía de ellas, por esto Enrique no tenía la menor idea de lo que su amigo llevaba en la mano e iba a ponerle a Sara. Pero él no estaba preocupado ya que confiaba mucho en Juan, estos eran amigos desde pequeños y compartían bastante seguido. Juan le afirma que la regrese a la casa y que descanse; y que, al cabo de unos días, esta iba a estar bien.
Y así fue, después de varios días Sara se encontraba dando visitas al pueblo como antes lo hacía y con más ánimo de lo normal. Mientras tanto en la hacienda ya no había tanto trabajo comparado con las industrias. Por lo tanto, Enrique estaba trabajando prácticamente solo en su hacienda, pero esto no le impedía trabajar duro por su hacienda y sacar lo mejor de ella. Por: Ana Medina
La Vida de Johnny Waters Rafael Casanova Johnny Waters era un agricultor en la Gran Bretaña, en 1837. El cosechaba papas, maíz y café. Todo estaba bien hasta un día, muy diferente a los otros. Todos los agricultores que le competían dejaron la agricultura. El se preguntaba después todos los días; ¿Por qué dejaron la agricultura? Se dio cuenta que tenía que Salir de la agricultura porque la industria vendía todo los productos iguales y mejores que los de Johnny. Johnny Waters dejó el campo y todo lo que tiene que ver con agricultura incluyendo sus cosechas, su casa, su tierra, todo lo vendió. Se compró un apartamento, pero se quedó con algo del café y las papas que necesitaba. Johnny pensaba que todo estaba resuelto, pero después se dio cuenta que el problema acabó de empezar. Se compró un apartamento, pero se quedó con algo del café y las papas que necesitaba. Johnny pensaba que todo estaba resuelto, pero después se dio cuenta que el problema acabó de empezar. Johnny no podía dormir por la noche, se despertaba por el tráfico pesado que había al frente de su casa, o tenía pesadillas sobre su finca al abandonarla. Tenía que conseguir un trabajo rápido porque se estaba acabando el dinero.
Quería volver a la agricultura, pero ya era muy tarde, al vender sus tierras. Para Johnny, solo había una decisión; conseguir un trabajo. Johnny quería un trabajo parecido al anterior, la agricultura. Trató trabajos que ofrecían de la ciudad, pero todos eran personas que drogaban o hacían artificial los alimentos. Volviendo de su intento de conseguir un trabajo, conoció a Cynthia Rabon. En el momento breve que hablaron se intercambiaron números de teléfonos para hablar algún otro tiempo. Johnny se fue corriendo lo más rápido posible porque estaba desesperado para conseguir un trabajo. Cynthia se dio cuenta, que los padres de Johnny eran Chris y Karla Waters, los mejores agricultores de Gran Bretaña en la historia, no era fácil salir de la agricultura como él hizo. Johnny quiere seguir con la agricultura, pero no puede, al no tener tierras con que cosechar. Su último refuerzo es rogarle al jefe de Cynthia un trabajo. El próximo día fue a la zapatería y aplicó para trabajar. No le importaba cuánto le pagaba en ese momento, porque él pensó; “si Cynthia vive bien yo vivo bien”.
El odiaba este trabajo. Se arrepienta de aplicar, porque cuando le entregaron el dinero, no era suficiente para pagar luz, agua y comida junto. Johnny cometió un gran error y él pensó a sí mismo; “Cynthia vive bien con este salario, pero yo no. Así es como me trata la vida ”Cynthia tiene múltiples trabajos además de la zapatería que pagan mejor, Ella no le dijo a Johnny, pero ella vive con su hermana y no tiene que pagar por luz o agua, solo comida. Después, Johnny se fue del trabajo, él pensó; “cuando aplique a esa zapatería pensaba que me iba a resolver mis problemas, no tendría que buscar más trabajo”.
Después al buscar más trabajos, la ve a Cynthia (estaba enamorado de ella) con otro hombre, agarrándose la mano, eran novios. Su sueño con Cynthia se acabó, sintió que su vida se tenía que acabar, pero miro hacia arriba y observó brevemente al cartel encima de él. Decidió que se tenía que adaptar bien hecho a la ciudad y Johnny encontró el lugar perfecto. Johnny estudiará 8-9 años en la universidad de Londres en agronomía y agricultura. Después de 8-9 años, Johnny se graduó de la universidad, y aplicó al trabajo que él esperaba por nueve años, un lugar de agricultura natural que vendía sus alimentos a los mercados.
La Raza Perfecta Por: Juan C. Fadhel Era 1939, en Yalesville(Polonia).Boom! se escuchan las explosiones,los gritos, las balas.Para cualquiera era una catástrofe, para ellos, otro día en la oficina. En un refugio aislado, como si se pudiesen escapar de la esclavitud, vivía una humilde familia con necesidad de protección. Era una pareja de nacionalidad judía que emigraron de Israel antes de la Segunda Guerra Mundial (guerra actual) y se quedaron en Polonia pensando que iban a estar seguros, hasta que llegaron los alemanes con su líder Adolfo Hitler y comenzaron a expulsar a todos los judíos a campos de concentración, donde los encerraban y hasta los mataban. La madre de Aharon(esposo) fue enviada a un campo de los mismos, donde no se sabía lo que le sucedería. Rebbeca (esposa) tenía contacto con otra pareja, pero esta era Alemana con una mente más abierta y que creían que no existía una raza perfecta en la igualdad. En ese tiempo los alemanes se creían superiores y perfectos, por dicha razón abusaban y expulsaban a todas las otras razas, como si estas fueran animales, este grupo de extremistas, dirigidos por Adolfo Hitler, era conocido como los Nazis. Estos eran dueños de una mansión con más de 10 cuartos, donde refugiaban a los necesitados, incluyendo a Aharon y Rebbeca. La pareja ya había sufrido demasiado, viviendo en constante guerra y luego de perder a un ser querido.
Esa misma noche se reunieron las dos parejas a discutir un plan de escape para los judíos. Este incluía salir del refugio, llegar a la costa y escapar en balsas de cuatro. Sonaba un poco arriesgado, pero ellos tenían fe en que serviría y así fue la mañana próxima. Todos estaban preparados para salir, despidiéndose y agradeciéndoles todo a los alemanes, cuando...toc..toc! Sonaba la puerta principal. Todos quietos, sin producir un solo ruido, se preguntaban quién podría, en ese momento, desear entrar a esa casa. Con pasos silenciosos pasaban los alemanes a la cocina, donde miraron por la ventana y se dieron cuenta que los que querían entrar eran los mismos soldados alemanes. Dada la noticia a los refugiados, se fueron a esconder, dirigidos por Aharon y Rebbeca. La pareja abrió la puerta y preguntaron cuál era el problema. Los soldados contestaron diciendo que eran los receptores de algunos rumores de que había judíos en ese hogar. Ellos por más que negaban, no pudieron parar a los soldados de revisar la casa. Estos revolcando todo sin discreción, ya estaban casi convencidos de que estaba limpios, pero pidieron una última revisión: los cuartos (donde estaban escondidos los refugiados).
Aharon y Rebbeca escuchaban cómo abrían las puertas de los cuartos, seguido por el sonido de fusiles y gritos aterradores. Para ellos era obvio lo que sucedía, así que comenzaron a pensar en un remedio de escape en ese inmenso cuarto donde estaban ellos refugiados. Ya casi sin tiempo, Rebbeca comenzó a verificar el cuarto, mirando cada pequeño detalle de este, hasta que se dio cuenta de una ventana, que solo podía ser alcanzada por uno de los dos o uno posicionado encima del otro ya que era muy alta para el tamaño de una sola persona. Aharon sin pensarlo, le dijo a Rebbeca que sería ella quién escaparía. Ella ignorándolo , seguía pensando en un remedio, pero el insistió de tal modo que Rebbeca tuvo que aceptar. La pareja al escuchar los pasos de los soldados más cercas que nunca, se apuraron y aceptando la realidad, se despidieron por una última vez, una vez inolvidable. Rebbeca al salir por la ventana corría con su cara llena de lágrimas en dirección a la costa, sabiendo que ya no había marcha atrás. Luego, seguía corriendo, mente en blanco y sin parar, cuando…Boom! Se oyó un último disparo, uno más fuerte que cualquier otro.
TÍTULO: Por: Yabdiel Colón Varela Mi nombre es Michael Noah y yo era un soldado americano durante la segunda guerra mundial. La fecha era el 6 de junio de 1944, ya yo y mis compañeros nos habíamos montado en los aviones para los paracaidistas militar. Este día es el que es recordado como D-Day una batalla esencial para los aliados ya que los Nazis controlaban la mayoría de Europa. Esta se concentraba en liberar a Francia del control de los alemanes. Era una noche nublada y confusa, nos mandaron a tirarnos y eso hicimos para interrumpir la ruta de suministro de los Nazis. Ese era el plan, pero no fue así, algunos se tiraron muy arriba dejándolos flotando hacia el medio del enemigo y algunos se tiraron muy bajos rompiendo huesos porque su paracaídas no pudo salir a tiempo. Yo fui uno de los que pude sobrevivir la caída, no como muchos de mis compañeros. Yo me caí en un lago con mi mejor amigo John Miller.
Por la confusión, nos encontramos con un comandante que nos dirigió a unas vías de tren que teníamos que destruir. Había mucha resistencia y nuestro comandante me ordenó a dirigir un equipo de soldados para rodearlos. Era una masacre, ente todos los disparos y explosiones me encontré con otro soldado alemán y subí mi fusil. En ese mismo momento los dos nos miramos y bajamos nuestras armas y miramos a todos los cuerpos de nuestros amigos y se escucha un tiro y todo lo que veo es el soldado alemán que me mostró misericordia muerto por un tiro de nuestro comandante. Ahí me paré y reflexioné todo lo que ha pasado en mi vida, todo lo que hecho bien y todo lo que he hecho mal. Me quedé parado por unos segundos cuando escuché el grito del comandante ordenándonos a movernos hacia la playa de Normandy. Aquí estaba la fuerza más grande de la invasión y gracias a la decepción de nuestros superiores, no estaba tan defendida. Pero durante la batalla en todo lo que podía pensar era en ese soldado alemán que me enseño su lado humano, no como todos nosotros que parecíamos bestias antes de ser humanos.
No sabía qué hacer con mis pensamientos sobre ese soldado, empecé a dudar que incluso sucedió. En ese momento miré hacia abajo y vi todos los cuerpos y recordé que estos eran personas, humanos con vidas que acabamos de matar. “¿Esta matanza es justificada?” pensé y vi todas las atrocidades que hicieron los soldados a los judíos en los campos de concentración y no sabía qué pensar ni cómo contestar mi propia pregunta. Esta guerra era inevitable, con todos los problemas que tenía Alemania y lo que le hizo el Trato de Versalles a su milicia, economía y vivienda y veo lo que causo esta guerra. Todo lo que espero es que otra guerra de esta magnitud no pase otra vez.
La gran modista de París Por: Andrea Vázquez Zoé sueña con ser una modista famosa y pertenecer a las grandes casas de modista de Paris. Su padre, Pepito Pérez, era el administrador de la Hacienda Los Mendoza, donde se sembraba caña de azúcar. Su padre le decía que tenía que buscar un buen hombre con el que pudiera casarse y tener hijos. Zoé solo soñaba con poder coser vestidos hermosos que pudieran vestir sus amigas y su madre como las damas de alta sociedad que asistían a las misas en el pueblo los domingos. Las flores y los campos solo le ayudaban a imaginar cómo serían sus vestidos y cómo se verían con ellos. En la hacienda todo era alegría y emoción con la visita de Don Pedro Albizu, el gobernador, que vendría a revisar cómo se estaban construyendo los nuevos almacenes para la caña, ya que era la temporada de la gran cosecha y había que asegurarse que ningún temporal los destruyera. Y llegó el gran día, Don Pedro vino acompañado de una gran dama muy fina y elegante, la esposa del Coronel Railey, dueño de la hacienda, que estaba de visita en la Isla. Zoé no pudo evitar quedar maravillada con la hermosura del vestido de aquella imponente dama. Tímidamente, Zoé se acercó a la Sra. Railey y no pudo dejar de expresarle lo bello de su vestido. La señora Railey de inmediato pudo darse cuenta de cuánto le gustaba la moda a Zoé y se ofreció a ayudarla a aprender a confeccionar vestidos para las damas de alta sociedad. Zoé estaba loca de emoción ya que al fin alguien la entendía y ella podría ver sueños convertirse en realidad. Zoé se convirtió en la protegida de la señora Railey y pronto comenzó a confeccionar los vestidos hermosos que tanto había imaginado.
Pasaron los meses y Zoé se convirtió en la modista del pueblo. Un día, mientras Zoé estaba en su taller de costura, sonaron las alarmas del pueblo avisando la llegada de un temporal; por lo que todos en la hacienda comenzaron los preparativos de asegurar la caña y todo lo que pudiera. Zoé solo pensaba cómo podía venir un temporal ahora que tenía tantas órdenes para coser los vestidos de las damas de sociedad. El temporal llegó con gran fuerza, destruyendo toda la hacienda y lo que quedaba de la cosecha. Zoé solo pensaba en su taller y cómo entregaría ahora los vestidos. Al otro día, ya no había viento y solo quedaba un poco de lluvia. Zoé corrió a su taller, y para su sorpresa, los vestidos y las telas estaban a salvo. Comezaron a llegar los vecinos a la hacienda buscando ayuda y comida, ya que el temporal se había llevado todo lo que tenían. Zoé viendo la triteza de aquellas personas pensó qué podría hacer para ayudarlos y se fue para su taller y comenzó a coser ropa que pudieran ponerse aquellas mujeres y niños. Sin darse cuenta Zoé se convirtió en la gran modista que había soñado ser en su pueblo París.
DÍA MEMORABLE PARA MIMA Por: Gabriela Ortega
En el mes de Septiembre del año 1928, hubo un día memorable para la vida de Mima. El 13 de Septiembre de ese año fue uno de los huracanes más fuertes en Puerto Rico, el Huracán San Felipe II. San Felipe fue catalogado un huracán categoría 5 y según la historia se registraron más de 300 personas muertas. El huracán San Felipe causó mucha destrucción en Puerto Rico, las Islas de Barlovento, Las Bahamas y el estado de Florida.
Mi historia relata de una señora llamada Mima y cómo ella y su familia sobrevivieron al Huracán San Felipe II. Mima vivía en el pueblo de Orocovis, con sus padres y hermanos. El día 13 de Septiembre del 1928, Mima no se imaginaba que sería un día que nunca en su vida olvidaría. Estaba acercándose uno de los huracanes más fuertes de la historia de Puerto Rico. La mamá de Mima había salido de su casa a trabajar en el campo. Ellos tenían una casa en el medio del campo hecha de madera y el techo de la casa estaba cubierto de paja.
Mima estaba jugando con sus hermanos cerca de su casa. Ellos estaban bajo el cuidado de su papá. Cuando de momento comienza a cambiar el clima. Comenzó el mal tiempo. Ellos estaban muy preocupados porque su mamá no regresaba del trabajo. El viento comenzó a sentirse y la brisa era bien fuerte, provocando mucho temor en la familia. La madre de Mima regresó del trabajo y le rogaba a su padre que se movieran a un lugar seguro. El papá de Mima, decía que nada le ocurriría a su casita, que se quedaran allí. La mamá de Mima comenzó a insistir para que salieran de la casita y poder refugiarse en otro lugar más seguro. Debido a la insistencia de la mamá de Mima, finalmente se refugiaron en un lugar que estaba cubierto con una tormentera.
Estuvo soplando el viento fuerte por varias horas hasta que el huracán finalmente salió de Puerto Rico. Cuando ya todo estaba calmado salieron del lugar y fueron a revisar como estaba su casita. Se encontraron mucha destrucción natural en todos los alrededores, inundaciones, casas totalmente destruidas, pero allí en el medio del campo estaba la casita de la familia de Mima intacta.
Emilia, víctima de la historia Por: Alana Agosto
Era el año 1963. Cuba estaba sumergida en una gran injusticia social y pobreza, debido a la Revolución Cubana de 1959. En un principio se pretendía que la isla tuviera una sociedad próspera, pero luego la nación asumió el control de los bienes del pueblo. Imperaba el socialismo en Cuba. La historia de Emilia se transporta a esta época de muchos cambios y muchas reformas políticas y sociales. Emilia era una niña de seis años. Su madre, Sonia la había abandonado pues su situación económica no le permitía tenerla y cuidarla. A pesar de su corta edad, Emilia parecía entender su situación, pues se mostraba como cualquier niña, juguetona, curiosa y alegre. Su abuela, Carmen era la encargada de Emilia, esta era la abuela paterna quien se había quedado con la custodia de la niña. Todos los días Emilia iba con su abuela Carmen a las líneas del tren, ya que su abuela servía como guardia del ejercito cubano.
Emilia, día a día, veía como Cuba iba empobreciendo. A pesar de que el socialismo como forma de gobierno debe ser lo ideal con el mandato de Fidel Castro, fue cambiando ya que era el gobierno que beneficiaba a unos pocos. Emilia, sin embargo, iba a la escuela y recibía una buena educación porque su abuela militaba en el gobierno. Carmen recibía paga por sus servicios y a Emilia no le faltaba comida, vestía bien y vivía moderadamente. Emilia tampoco veía a su papa, él era un hombre que estaba en contra de la revolución cubana y estaba preso; su nombre era Pedro Duarte. La madre de Emilia se había ido al exilio cubano en los Estados Unidos en barco desde Cuba. Sonia se había enamorado de Pedro, pero el estaba casado y abandona a Sonia. Para el 1961, durante la Invasión de Bahía de Cochino en la playa Girón, Pedro le dice a Sonia de su intención de no reconocer a Emilia. Sonia tenia que trabajar pues el hambre era demasiado y su única opción era irse. Deja a Emilia a cargo de su abuela. Sonia iba a ir presa, pues ya la relacionaban con Pedro Duarte, quien era enemigo de la revolución. Sonia se va en barco como tantos cubanos que tuvieron que partir de la isla durante la revolución cubana.
El socialismo era irrevocable, cada vez se hace mas fuerte, la crisis económica, la falta de trabajo y la desigualdad son cosas con las cuales Emilia creció. Se preguntaba y pensaba en su madre muy a menudo. La violación de los derechos humanos era cosa diaria. Emilia estudia y ve con sus propios ojos por qué su padre luchaba contra la revolución. Esta revolución había sido el resultado de un movimiento cubano de izquierda que provocó la caída de un régimen dictador. Es aquí cuando llega al poder un líder llamado Fidel Castro. Quien mas adelante dirige el socialismo en Cuba. A pesar de esto, Emilia fue criada por una abuela que si apoya el gobierno y el socialismo de Fidel Castro quien se mantuvo en el poder durante muchas décadas. Cuba había pasado muchos momentos de represión, era antimperialista y nacionalista. Emilia crece, ya era toda una mujer. Tenia la necesidad de buscar a su madre Sonia. Emilia, a lo largo de los anos, pudo entender, por qué su madre había buscado una mejor vida. A pesar de todo lo que ella vivió, nunca le reprochó su abandono.
Emilia se da la tarea de contactar a su a Sonia ya que nunca, su madre dejo de escribirle. Emilia logra llegar a los Estados Unidos en donde consigue reunirse con su madre. En un principio se sentía asustada y temerosa por este encuentro. Por otra parte, Sonia anhelaba pedir perdón a su hija y conocerle. El sistema de gobierno las había separado, pero lastimosamente cuando logran verse, eran dos desconocidas. Entre madre e hija se había desarrollado una barrera, un muro, mucho mas grande que la imponía aquel régimen dictador de aquellos tiempos. Por unos segundos pasaba por sus mentes que hubiera sucedido si Sonia nunca se hubiese ido. Tal vez con la caída del dictador, Sonia hubiese tenido la oportunidad de tener una mejor vida al lado de su hija bajo el socialismo en Cuba. Cuando Sonia tuvo de frente a Emilia, la abrazo, pero tuvo que reconocer que el sentimiento maternal no existía. Emilia por su parte tampoco podía verla como una madre. Ambas comprendían lo que pasaba y decidieron, conocerse, empezar de cero y dejar atrás lo que un día las alejo para hacer una nueva vida libres.
La familia Sánchez López Escrito por: Angélica S. Rivera Collazo
E
l 1 de enero del 1959 María Elena López caminaba
por su jardín de orquídeas y otras flores cuando su mamá la
llama para la cena. María Elena, emocionada por la comida exquisita que hizo su madre, que también hace en el restaurante de la familia, entró a toda velocidad y su hermano la detuvo un segundo antes de que destruyera el vaso de cerámica que hizo él, José Antonio, en la primaria. Cuando María Elena llegó a la mesa, encontró ropa vieja con tostones, arroz con pollo a la chorrera y otros platos más, Roberto el papá de José y María se sentó con ellos, y al igual, su madre María Carmen Sánchez. Todos disfrutaban la comida y las conversaciones que se hacían hasta que en la radio anunciaron la toma de poder de Fidel Castro Ruz, todos se quedaron callados y escucharon atentamente lo que decía la radio. “Fidel Castro el nuevo gobernador tomó el poder
hoy 1 de enero del 1959.”
El 1 de enero del 1959 María Elena López caminaba
por su jardín de orquídeas y otras flores cuando su mamá la llama para la cena. María Elena, emocionada por la comida exquisita que hizo su madre, que también hace en el restaurante de la familia, entró a toda
velocidad y su hermano la detuvo un segundo antes de que destruyera el vaso de cerámica que hizo él, José Antonio, en la primaria. Cuando María Elena llegó a la mesa, encontró ropa vieja con tostones, arroz con pollo a la chorrera y otros platos
más, Roberto el papá de José y María se sentó con ellos, y al igual, su madre María Carmen Sánchez. Todos disfrutaban la comida y las conversaciones que se hacían hasta que en la radio anunciaron la toma de poder de Fidel Castro Ruz, todos se quedaron callados y escucharon atentamente lo que decía la radio. “Fidel Castro el nuevo gobernador tomó el poder hoy 1 de enero del 1959.”
Noviembre 12 del 1960, María estaba en su cuarto leyendo un libro para una asignatura de la escuela cuando su madre la llama para decirle que la comida estaba lista. Ella emocionada como siempre, bajó las escaleras corriendo hasta llegar a la mesa. Allí en la mesa ella pregunta: “¿y qué pasa hoy con la comida?’’ la madre contesta: “Como ya sabes estados unidos paró de proveernos alimentos y medicinas porque Fidel castro se les opuso, y es más difícil conseguir comida.” La niña, un poco confundida, se sentó y pidió gracias porque no les pasó nada malo, pero eso no sería por mucho. El año siguiente el 16 de abril del 1961 fue anunciado por la radio que Fidel Castro declaró a Cuba un estado socialista, todos se sorprendieron, pero pensaron que eso era para lo mejor de Cuba. El día después unos actuaban como si nada hubiese pasado y otros no estaban de acuerdo con el socialismo. Lo que habían dicho del socialismo era que iba a ayudar a distribuir bienes y que iba a cambiar el pensamiento político y social para que los trataran a todos por igual.
La familia López Sánchez pensaba que el socialismo impuesto iba a
tener un cambio positivo en Cuba, pero sucedió lo opuesto, en marzo del 1968 el gobierno empezó a hacerse propietarios de la mayoría de los negocios privados en Cuba. Los papás de las amigas de María Elena piensan en mudarse porque sus negocios están siendo quitados de ellos y ahora son del gobierno. En el 1980, varios años
pasaron, la situación en Cuba no mejora y Roberto López y María Carmen Sánchez piensan en mudarse, pero no le han dicho a María Elena que le gusta mucho Cuba y no entiende mucho lo que pasa, en cambio, su hermano José Antonio sabe lo que pasa y un día escuchó a sus padres hablar del plan para irse de Cuba y protestó, porque al
igual que su hermana, a él le gustaba mucho Cuba y el negocio de la familia estaba allí. Un día en el mes de junio, los padres de María y José le dijeron el plan y sorprendentemente ella no protestó, pero era porque sus amigos se estaban mudando de Cuba y no tenía a nadie más, solo a su familia.
Su plan de “escape” era que su padre iría a Estados Unidos primero y buscar trabajo para hacer dinero y traer a su esposa e hijos. Igual que ellos muchos que quieren salir de
Cuba escogieron un día en el que unos barcos salen del puerto de Marcella para ir a Miami, pero no todos los barcos que salen llegan al puerto de destino. Días después, en el mes de mayo, alrededor de mil cubanos ya están listos para salir de Cuba y escapar lo que pasaban. María Elena estaba asustada porque nunca había salido de Cuba y esta era una experiencia nueva para ella. Su hermano, después de mucho pensar, decidió irse con ellos y ayudarlos, su mamá no estaba tan preocupada pero su esposo Roberto,
que ya estaba en Miami pensó que si eso no salía bien no sabía que haría sin ellos. Horas después zarparon, pero el clima no les favorecía, estaba lloviendo, había muchas olas y el barco recibió daños pequeños, pero eso alarmó a todos los que estaban allí. Todos trataron de ayudar, hasta que María Elena dio un grito alarmante, y cuando miraron, vieron una ola que estaba a punto de darles.
Horas después en Miami estaban todos los barcos en el punto de encuentro excepto uno, Roberto estaba desesperado y cansado de esperar y preguntó dónde estaba el barco en el que estaba su familia y le contestaron que no sabían porque se cortó la comunicación. Además de ya estar exhausto el esperó un tiempo más por ellos porque tenía fe en que llegarían. Unos minutos después María Elena y José Antonio salieron corriendo a saludar a su padre y se llevó una gran sorpresa. Todos llegaron sanos y salvos, aunque hubo varios percances lo lograron y salieron de Cuba. Su padre ya había conseguido un trabajo y un hogar y lo único que faltaba era estar todos juntos y seguir su vida en ese lugar.
La Pobreza Revolucionaria Por: María Rivera
Cerca de Ciudad Juárez en Méjico vivía una niña llamada Lupita. Era una niña de 10 años que pertenecía a una familia de campesinos muy pobres. Debido a las injusticias del gobierno, a esta familia le arrebataron sus tierras. Tuvieron que ir a vivir y a trabajar a una hacienda. El dueño de esta hacienda llamada Hacienda Buena Vista era un hombre muy rico ya que había sido beneficiado por su amigo el presidente Porfirio Díaz. Este presidente oprimía a los más pobres y ayudaba a que sus amigos se enriquecieran. El dueño de la hacienda no tenia compasión de los campesinos que trabajaban para él, los hacía trabajar largas horas por una miseria de paga. La familia de Lupita estaba compuesta por su papá José María, su mamá Guadalupe, sus abuelos maternos y su hermano Alfredito. José María trabajaba muy fuerte para mantener a su familia, pero lo que ganaba no era suficiente y muchas veces tenía que pedir prestado al dueño de la hacienda para poder alimentar a su familia. Este le prestaba el dinero pero le cobraba grandes intereses; el pago de la deuda lo descontaba de su sueldo. Esto llevaba a José María a tener que volver a pedir prestado por tal razón, la deuda nunca bajaba. Alfredito, el hermano de Lupita , era un niño muy enfermizo y necesitaba atenciones médicas que la familia no podía costear. Y Lupita solo soñaba con poder estudiar, para en un futuro ser una doctora y poder curar a su hermano. Pero su familia no tenía para enviarla a la escuela.
El padre de Lupita cansado de tantos abusos que tenían que vivir, decide unirse al movimiento revolucionario que se estaba levantando en contra del gobierno dictatorial del presidente Porfirio Díaz. Esta decisión la estuvo pensando por varios meses antes de comunicárselo a su familia. Guadalupe, la mamá de Lupita, se opuso ya que era muy peligroso y le pidió que lo pensara mejor. Lupita al enterarse le suplicó que no se fuera, que a ella no le importaba no poder estudiar. Pero su padre le expresó que había que luchar por sus derechos y si no lo intentaba, su hermano moriría sin atenciones médicas o todos morirían de hambre. Él dijo que lo tenía que hacer por la familia y por los demás campesinos. José María dijo que tenía que ayudar a sacar a ese presidente que solo pensaba en sus amigotes y se cree que todo es progreso porque nos puso un tren. José también añadió que el presidente era un ladrón que se acaba de robar las elecciones, había que sacarlo, porque ya el pueblo no aguantaba más. Este era el sentir de la mayoría de los pobres.
José María había escuchado en el pueblo que Francisco Madero tenía un plan maestro llamado Plan San Luis para atacar al gobierno el 20 de noviembre de 1910. Para José María este plan significaba esperanza y tenía que ayudar a este personaje a poderlo realizar por el bien de todos. Lupita le suplicó a su papá que no se fuera que ella tenía un mal presentimiento, que le iba a pasar algo malo. Pero él no le hizo caso y se unió a los revolucionarios en Ciudad Juárez (Chihuahua), sin ningún tipo de preparación en armas solo con su deseo inmenso de cambio. Luego de una intensa batalla, los revolucionarios lograron ocupar Chihuahua y el movimiento revolucionario se expandió a más ciudades. El presidente Porfirio Díaz renuncio a su cargo y se exilió en Francia según las últimas noticias. Pero el padre de Lupita nunca regreso, se cree que murió en la batalla. Su sacrificio no sirvió de nada. La familia de Lupita quedó en peores condiciones de lo que estaban antes de que su padre se fuera con los revolucionarios. Fueron sacados de la hacienda por la gran deuda acumulada, perdiendo lo poco que le quedaba si algo, sin nada para comer. Su hermano Alfredito termina muriendo por la falta de un medico. Nadie los ayudo, ni el nuevo presidente electo Francisco Madero, el cual su padre tanto admiraba.
Por: María A. Rivera Vega
SUEÑO CAMPESINO Era una tarde tranquila como cualquier otra, don Gabriel estaba descansando en su casa esperando a su esposa para que prepare la cena especial con su familia. Él preparó la mesa y colocó todo en su orden, unos minutos después llega su esposa con sus dos hijos. Ella llegó con muchas bolsas de comida ya que había salido a hacer compra para su familia. Ellos iban a preparar unas fajitas, la cena tradicional de la familia. La familia de don Gabriel era del campo, o sea, era un obrero y campesino. El papá de don Gabriel dedicó su vida completa al campo al igual que su abuelo. Ellos tenían una buena vida sin problemas y con salario bastante bueno hasta que un día llegó el dictador Porfirio Díaz. Porfirio llegó al poder por primera vez en 1876 y alcanzó la bandera de la no reelección. Porfirio Díaz trajo al país muchas causas políticas negativas. Esto hizo que no hubiera una legislación que protegiera a los obreros y campesinos como don Gabriel y su familia. Se cancelaron las huelgas, estaban prohibidas y se sancionaba severamente a cualquiera que quisiera pedir mejores salarios o más tiempo libre; se le obligó a don Gabriel trabajar como por doce horas diarias.
Todo esto dirigió a don Gabriel y a su familia hacia la pobreza, ellos se ganaban miserables salarios de veinticinco centavos diarios. Don Gabriel se ponía ya mal de ver muchas veces a sus hijos llorando porque tenían hambre, por verlos tan delgados como un palillo de dientes, esto le provocó mucha depresión, pero su esposa siempre estuvo a su lado indicándole que todo iba a estar bien. Después de esos momentos muchas tradiciones como la cena especial de la familia no se volvieron a hacer ya que no tenían suficiente dinero como antes. Don Gabriel y al igual que muchas otras familias campesinas sufrían de la explotación. En las tiendas de raya, donde se vendía el jabón, el maíz y otra mercancía necesaria no se podían comprar la mayoría de lo que se necesitaba para la higiene personal por los miserables salarios. Don Gabriel llevaba años con estos problemas económicos y su esposa le iba a pedir a Dios en la iglesia todos los días para volver a tener su vida como antes, por ver a sus hijos bien nutridos y por no pasar más vicisitudes. Él tuvo hasta que vender parte del campo y empezó a vivir en cauchadas de adobe o ramas de un solo cuarto, sin ventanas y con piso de madera. Se sentían como un siervo de la Edad Media y luego hubo hasta un tiempo en que las personas fueron divididas en diversas clases sociales. Por ser tratado inferior a los demás, don Gabriel se sentía avergonzado y molesto a la vez por ser visto como si fuera diferente, pero no de forma buena, sino de una forma despectiva.
Luego, después de un tiempo de dictadura, Porfirio Díaz anunció que comenzará gobierno democrático y dejaría el poder. Sin embargo, contradiciendo su promesa, fue el candidato a la presidencia. Porfirio ya había ganado seis elecciones. Fue ahí cuando don Gabriel decidió visitar a su viejo amigo Francisco I. Madero. Don Gabriel estuvo horas y hasta días tratando de convencer a Madero a que hiciera un cambio en su pueblo, pero él lo seguía negando hasta que una tarde se convenció de lo mucho que él podía hacer para sus amigos, familiares y en especialmente su pueblo. Así que el decidió salir al frente para contener las ambiciones del dictador. Madero hizo mucho a favor de los trabajadores y del pueblo: se establecieron escuelas, colegios, comedores, y hospitales gratuitos. Don Gabriel recaudó más beneficios en su salario y volvieron con sus tradiciones de la cena especial con su familia, él feliz de poder ver nuevamente a sus hijos alegres y gracias a Dios con un estómago lleno. Las oraciones de la esposa de don Gabriel fueron escuchadas por Dios, le brindó un nuevo comienzo para él y su familia, hasta que el candidato inició una triunfal gira política. Madero entonces fue arrestado en Monterrey, acusado de contacto de rebelión. De este modo, en las elecciones del 26 de junio del 1910 se hizo elegir a Porfirio por séptima vez. Don Gabriel vuelve a temer de volver a los problemas de antes y de tener que ver a su familia sufrir más de lo que estaban. Así que él va a visitar a su amigo a la cárcel y le habla sobre su plan para volver a llevar a el pueblo hacia el camino del bien y se le ocurre hacer una rebelión contra el dictador. Madero como siempre coge su tiempo para pensarlo hasta que al fin y al cabo decide hacerlo.
Poco después, Madero obtuvo su libertad y llamó al pueblo a una rebelión nacional. Don Gabriel participó en la rebelión con mucho coraje. Esta rebelión causó la muerte de muchos amigos de don Gabriel, pero por lo menos ellos ganaron y se supo que cada una de esas personas pelearon con un solo motivo y ese era: “Pelear por los derechos de los demás, acabar con la injusticia y lo más importante, pelear por lo que uno cree que es correcto”. Don Gabriel obtuvo tierra cultivable y la trabajó con su familia. Al obtener mucha cosecha tuvo que contratar trabajadores. Tenían jornadas de ocho horas diarias y descansaban los domingos. Pudo ver a su familia crecer y así cada uno estudió la profesión que quería. Uno de sus hijos fue arquitecto y el otro fue pintor. Ya con mucha alegría don Gabriel al paso de los años va viendo fotos de su familia; super feliz por ver una sonrisa en cada uno de ellos hasta que llega el tiempo en que don Gabriel se une a Dios.
por: Diego A. Quiñones Donate
TÍTULO Por: Tatyanna Maldonado
Un niño llamado Juan es abandonado en la calle. Estaba sólo y sin nadie que lo ayudara. No tenía comida, ni hogar y mucho menos a nadie que lo quisiera. Un día, la familia Rodríguez estaba caminando por la calle y se encuentran al niño. Ellos le cogen sentimiento y decide llevárselo a su casa. Deciden ayudar, darle comida y acogerlo en la familia. Le deciden nombrar José Rafael Rodríguez. Al cabo del tiempo lo fueron ayudando y educando. Pasaron buenos y malos momentos y el niño fue creciendo bajo sus influencias, pero la familia ya se estaba cansando de tener que cuidarlo y se estaban cansando de él. Los Rodríguez conocen un día a la familia Smith. Son una familia con riquezas y que tienen muchos hijos con los que José podría compartir y aprender cosas nuevas. Saben el fundamento de cuidar y educar a un niño. La familia Rodríguez desea cederles el niño José Rafael a la familia Smith. Les encantó la idea y deciden comenzar a hacer los trámites de la adopción, para podérselo llevar. Los Smith le deciden cambiar el nombre al niño poniéndole Jonathan Smith. Tenía 13 años para este tiempo. Ellos le obligan al niño aprender y seguir sus tradiciones y sus reglas ya que vivía bajo su techo. Les dejaron saber a todos sus amigos que habían adoptado un nuevo hijo, que se distinguía de todos los que tenía. Jonathan como buen hijo y persona que era siguió las instrucciones de su padre y madre. Tenía más de 10 hermanos y hermanas, con los cuales no era muy cercano. A pesar de todo, había hermanos que también eran adoptados que lo entendían más que los demás. Se entendían más, ya que tenían casi la misma educación y tampoco eran muy cercano a los otros hermanos y hermanas. Pasaron por muchos problemas en los que se ayudaban los unos a los otros. Jonathan, como buen hermano, les enseñó las cosas que él sabía a sus hermanos y ellos les enseñaron las que ellos sabían para que el pudiese aprender.
Los padres, no tan satisfechos con lo que hacía Jonathan de enseñarles las cosas que él sabía a sus hermanos, lo regañan. Él se siente muy apenado ya que lo único que él quería era acercarse más a sus hermanos y enseñarles cosas nuevas. El siguió tratando de unirse a ellos de otras maneras, pero ninguna funcionaba. Aprendió las cosas que ellos le mandaba a aprenderse y sobre cómo debe actuar al frente de sus amigos. Debe actuar con respeto y estar tranquilo.
Para él entenderlos mejor tuvo una gran idea con la que sus hermanos lo podrían ayudar. La idea es estudiar el pasado de todos, cómo son, qué les gusta, cómo son sus amigos, qué podría hacer para caerles mejor y qué es lo más que les importa en sus vidas. Básicamente es aprender y también sobre sus hermanos para poder acercarse a ellos. Él desde pequeño ha sido una persona muy atrevida. Con la idea que él tuvo, trató mucho para acercarse más y más a los Smith. Al cabo del tiempo se dio cuenta que eran muy complicados. Por más que él tratara ellos no le permitían que se les acercara mucho. Ellos no sentían el mismo amor para él, como lo sentía con sus otros hijos, eso es otra cosa que tenían en común con esos pocos hermanos que también fueron adoptados. Se sentía muy triste ya que trató tanto para acercarse a ellos y gastó mucho tiempo en eso. A pesar de todo esto, al frente de sus amigos los Smith los tratan como si el fuese un hijo muy querido y como si ese amor que le muestran al frente de ellos es el que le dan en el hogar. Eso es lo más que le destroza a Jonathan ya que sus amigos no ven lo que es verdad, pero Jonathan no puede hacer nada, ya que si hace algo la familia es capaz de volverlo a dejar en la calle. Hasta hoy en día el niño ha sufrido varios problemas en los que solo algunos casos la familia han ayudado. Él ha pedido cosas que necesita, pero ellos no se lo quieren dar, mas cuando otro hermano se lo pide ellos rápidamente se lo dan. Hasta este punto el niño solo quiere que la familia lo acepte por completo, aunque él sabe que eso nunca pasará. En estos ciertos momentos ellos no lo apoya, ni le da mucho cariño, por eso el niño está en duda de qué hará la familia con el si lo dejaran viviendo con ellos o lo abandonaran como lo han hecho siempre con él.
La familia afortunada Hoy ha sido un día complicado, sigo buscando trabajo y no encuentro. Volvimos a vivir como antes después de haber progresado tanto. Hace tiempo no teníamos un lugar seguro para vivir hasta que invadimos estos terrenos con unos familiares y aquí estamos. Luego estudié con dificultad, pero estudié. Luchamos por defender a nuestro país de la milicia. Nosotros no somos un país militar y querían llevarse a todos nuestros amigos a una guerra que no era la nuestra.
Cogieron las mejores playas y las bombardearon como les dio la gana para hacer sus prácticas de guerra y querían convencer a otros de que la milicia era algo bueno.
Teníamos que hacer ver nuestros puntos y luchamos por eso. Esos días fueron tristes. Nadie ganó, hasta muertos hubo y nadie ganó. La marina se fue de Culebra, pero se quedó en Vieques. Luego de todo ese tiempo entre estudiar y las protestas me gradué y empecé a buscar trabajo. Me dijeron que en Ponce había una gran empresa y fui para allá. Lejos de mi familia, pero allí conseguí un trabajito de secretaria. Era la petroquímica. Mis papás siguieron viviendo en la casita y yo tenía dinero para cubrir las deudas y ayudarlos. Todo marchaba bien, pero todos los problemas de la política, dentro y fuera del país, hicieron que la compañía se fuera, y me quedé sin trabajo
A los treinta años volví con mis padres. La pasamos mal, muy mal, pensábamos que teníamos la vida resuelta. Nuestros padres no estaban acostumbrados a la vida que estábamos llevando porque ellos la pasaron entre plantaciones, eran tiempos de agricultura, de trabajar duro en el sol y ya no había agricultura todo era diferente, y para ellos, era también difícil. Aunque sabía que todo esto era complicado, nunca perdí las esperanzas de mi futuro. Así que estuve sin trabajo por mucho tiempo hasta que empezaron a crear nuevos empleos. Desde que estos empezaron, intenté lo más pronto posible integrarme a una compañía para poder ayudar a mis padres y a mí misma. En todas partes empezaron a construir. Parece que todo iba a mejorar de nuevo y así fue.
Un tiempo después, el gobierno hizo magia y empezaron a llegar compañías nuevas, muchas, y decidí que era tiempo de arreglarme e ir a buscar un nuevo trabajo. Ya para ese entonces me había casado y tenía una bebé, la cual se llamó Carla, nombre de su padre en femenino. Nos mudamos a una urbanización y me llevé a mi mamá conmigo. Ella me ayuda con la niña mientras nosotros vamos a trabajar. Estas compañías pagaban muy bien. Ya nos sentíamos estable de nuevo, comenzamos a mejorar de nuevo. Esto nos llevó a poder tener a nuestra hija en buena educación y respeto. Lo que, si ella hubiera nacido antes de nosotros ser tan afortunados y haber conseguido este trabajo, no la podríamos mantener muy bien nuestra hija. Varios años después, Carla pudo conseguir un trabajo mientras estaba en la universidad. Esto nos asombró mucho, ya que a nosotros se nos hizo muy difícil conseguir uno después de todo lo pasado. Andrea Soto Dávila
Valentina Contra la Sociedad En la década del 80 en Madrid, España, vivía una joven llamada Valentina. Ella vivía en unos apartamentos al lado de la costa, al lado de playas nudistas, pero eso no le parecía muy agradable. En esa época, empezaron a crear las computadoras, los primeros videojuegos, los televisores y enormes teléfonos portátiles. Ella no le encontraba lo divertido a eso, porque no lo consideraba productivo
o una necesidad para poder vivir. Se escuchaba el pop, el rock, el punk, entre otros tipos de música. A ella le encantaba el pop y sus cantantes favoritos eran Michael Jackson y Madonna.
Ella tenía un hermano llamado Emilio, él era su hermano pequeño. Un día, Emilio, se escapó de la casa para ir a jugar con sus amigos en el campo, se resbaló y cayó por un precipicio. Su cuerpo apareció después de unos días. Eso afectó mucho a Valentina y a toda su familia. Porque después de eso, su vida no volvió a ser igual. Valentina y sus padres, obviamente se sintieron culpables de la muerte de Emilio de alguna forma porque ni él ni sus compañeros, estaban bajo una supervisión de un adulto.
Empezaron a ser mal vistos por todos por permitir que un niño muera, a pesar de
que fue todo un accidente. No obstante, la familia de Valentina, comoquiera no era respetada por la sociedad porque sus padres estaban divorciados. Como si fuera poco, también los amigos de Valentina, la empezaron a ignorar por eso también. No era justo que ella
estuviera sola, sin nadie por algo que ella no tuvo la culpa. Valentina, se empezó a sentir mal, y no paraba de vomitar, dejó de ir a la escuela por una semana por el virus, y ahora además de ignorarla, decían que esa enfermedad era un castigo de Dios.
Llegó el momento en el cual a ella y a su familia le dejó de importar todo lo que pensaban los demás, porque sin importar qué, siempre buscaban algo malo de ella o de su familia para tratarlos mal, juzgarlos o simplemente rechazarlos. Como ya no le importaban los demás, aunque estaba dolida por la muerte de su hermano, siguió adelante con su vida. Además de problemas con las
personas, también hubo complicaciones con la economía. La madre de Valentina había perdido el trabajo y aunque su padre viviera en otro lugar, estaba empezando a ganar menos de lo que cobraba antes.
Como sus problemas eran
demasiados, ella y su madre se fueron a Barcelona para ver si su madre conseguía trabajo para poder empezar una nueva vida desde cero.
Fue a varios sitios, pero ninguno le podía ofrecer. Se quedaron en casa de una tía de ella en lo que su madre conseguía trabajo. Su madre,
estuvo una semana buscando algún oficio, hasta que entró a unas de las mejores tiendas de ropa en Barcelona y le dieron el
trabajo porque necesitaban a una empleada. Valentina empezó en otra escuela y dentro de poco, tuvo un gran grupo de amistades, su
padre pudo subir su sueldo esforzándose y trabajando mucho para luchar por su
Aunque sus padres
estuvieran separados, al igual que Valentina, nunca se rindieron y lograron superar sus
problemas en la economĂa. Aunque ya nadie estĂĄ pendiente a la vida de Valentina y su
familia, aprendieron a ignorar los comentarios de los demĂĄs, y se empezaron a enfocar en lo que de verdad importa. Finalmente, esta es la historia de Valentina en la dĂŠcada de los 80.
La cruel niñez de Ernesto y su triunfo Por: Fabián González En el 1213, en España, había un niño llamado Ernesto Ríos junto a sus padres llamados Juan Ríos y Blanca Suárez que se dedicaban a ser campesinos. Ernesto siempre decía que quería ser como sus padres. Este niño lo primero que le decía a sus padres cuando llegaban era “yo quiero tener tú trabajo” y los papás le respondían “no es fácil hijo, piénsalo mejor”. Todos los niños se burlaban de él porque quería ser un vasallo y todos los otros niños querían ser reyes para mandar y tener esclavos que le sirvieran. Este niño era muy especial a los otros, no le gustaba ser alguien importante y llamativo, además era muy honrado, respetuoso, humilde y amoroso mientras que los otros niños eran totalmente lo opuesto. Sin embargo, todo lo que decían los adultos eran lo opuesto que decían los niños porque lo admiraban y todos los padres querían que sus hijos fueran como él y por esa razón los niños lo envidiaban porque él se portaba bien y ellos no y querían dañar la imagen de Ernesto. Este niño nunca le hacía caso a lo que los demás niños pensaran u opinaran de él, ya que ese era su sueño.Ernesto quería ser
un campesino ya que si era Rey lo podían juzgar por decisiones que a algunas personas no le gustar y podía ser un caos en la sociedad. Luego de varios años estos niños ya eran adultos y comenzaron a tomar labores en la sociedad. Ernesto fue un campesino como tanto lo quería ser cuando pequeño. Todos los niños que se burlaban de él fueron campesinos o sea la labor por la cual los niños criticaban a Ernesto. Después de varios años Ernesto se había cansado de ser un campesino y se acordó cuando sus padres le decían “no es fácil hijo, piénsalo mejor” y dijo “mis padres tenían razón les hubiese hecho casó”. Este tuvo la suerte que pudo subir a la nobleza luego de 2 años que se había cansado de ser un campesino. Un día este quizo cambiar de opinión y fue valiente, quería ser rey aunque lo juzgaran por las decisiones que tomara, él se fue de la ciudad en donde residía junto a un grupo de personas y se fueron estableciéndose y reclutando más personas para que ocuparan los puestos, entre estas personas estaban los que se burlaban de él cuando pequeño y ahora le servían a él, pero estaban entonces en la nobleza. Luego su cuidad después de varios años fue una de las más pobladas en esa zona. Ernesto se quedó en su reinado junto a su esposa llamada Aura Meléndez hasta que falleció y luego pasó su hijo al reinado en la misma ciudad. Su hijo perdió su reinado por una guerra entre su ciudad y una ciudad cercana por tener poder.
Un 23 de septiembre en la vida de Lupita Por: Xarianjely De León Era un día normal en la vida de Lupita Gómez, una niña de 9 años que vivía en el pueblo de Lares Puerto Rico. Una noche, mientras cenaba con su familia, vio una gran cantidad de hombres armados pasar por su casa todos hacia la misma dirección. Algunos hombres gritaban “LIBERTAD” “LIBERTAD” y otros “INDEPENDENCIA” “INDEPENDENCIA”. Lupita, muy asustada, pregunta a sus padres que estaba sucediendo y sus padres le explican que Ramón Emeterio Betances y Segundo Ruiz Belvis estaban haciendo una revolución en contra del gobierno porque querían la independencia de Puerto Rico. A pesar de la explicación de sus padres, ella seguía sin entender. Lo único que pasaba por su mente era que algo malo iba a suceder y si su familia y ella iban a estar bien. Asustada y sin saber que hacer fue a su cuarto y comenzó a leer un libro y a comer palomitas de maíz para calmar sus nervios. A pesar de la distracción, continuaba pendiente por la ventana para ver lo que estaba pasando en su pueblito. Escuchaba gente gritando, cosas rompiéndose y alarmas de negocios sonando.
Mientras más pasaban las horas Lupita se iba calmando poco a poco y ya no estaba tan nerviosa ni ansiosa. Lo peor de todo era que si ella no se mantenía calmada y tranquila su hermano menor, Pepe, tampoco se iba a calmar. En ese momento ella tenia que actuar como una nena grande y mantener a Pepe tranquilo y calmado. Sus padres fueron a donde ellos y le dijeron que todo lo que estaba pasando era para conseguir la libertad y poder tener un mejor estilo de vida. A medida en que paso el tiempo, Lupita creció y ya tenia la capacidad de entender y explicar sobre el acontecimiento ocurrido cuando solo era una niña de 9 años. Este acontecimiento fue algo inolvidable, no solo para ella sino para todos los puertorriqueños, especialmente a los que fueron parte de este. Más adelante, ya en su juventud, tuvo la oportunidad de estudiar sobre el acontecimiento ocurrido el 23 de septiembre de 1868 en Lares, Puerto Rico. También, tuvo la experiencia de hacer un informe oral y hablar sobre este acontecimiento y como fue la experiencia de una niña de tan solo 9 años y cuan fuerte y difícil tuvo que haber sido aguantar esto. Años después ella seguía hablando de este acontecimiento, pero ahora no le decían el acontecimiento ocurrido el 1688 en Lares sino le llamaron “el Grito de Lares”.
Los que caen al amanecer Tres golpes solidos se escuchan retumbando por el hogar. Francis mira a la puerta confundido, ya que él no esperaba visitas en ese día. Con precaución se acerca a la puerta y la abre con delicadeza. “¿Quién está ahí?” pregunta con la voz más calmada que puede utilizar. Al otro lado de la puerta, una voz fuerte y ruda responde” ¿Es usted el señor Goodwill?”. “Sí, yo soy el señor Goodwill. ¿Qué requiere?” responde Francis. “La milicia lo requiere, estamos preparando para la guerra y usted se necesita.” Francis abre la puerta y mira directo al hombre, era un militar. Francis mira al hombre y pregunta” ¿Dónde me requieren? Tres días después Francis se encuentra en un aeroplano dirigiéndose hacia Bulgaria, con dos otros soldados.
Uno se llama Granger, es especialista como francotirador, mientras que Maximillian es un asesino. Francis es un médico de combate, él considera que su equipo es perfecto para su misión.
“Aterrizar en Bulgaria, conseguir las tácticas e información valiosa, regresar al avión y volver a Gran Bretaña, ese es nuestro plan” explica Maximillian mientras apunta a un mapa marcando dónde deberán atacar. En el tiempo actual están volando sobre el mar, preparando su plan de ataque. 17 de agosto de 1914, aterrizan en Bulgaria y no son detectados. Los 3 se visten en la ropa que se le fue dada. Se acercan a donde sus espías proclaman que se van a localizar los comandantes búlgaros.
Varios días después llegan los generales con algunos dictadores. Maximillian y Granger se preparan para disparar. Uno, dos, tres, cuatro. Cuatro guardias caen, llegan a los comandantes, adquieren la información y escapan hacia el aeroplano. Al llegar varios soldados búlgaros, comienzan a disparar, hiriendo a Maximillian. En vez de pedir asistencia médica, Maximillian recoge su arma y comienza su contraataque. El avión despega, mientras Maximillian sigue atacando las fuerzas enemigas, dirigiéndose hacia su hogar, Gran Bretaña.
Después de haber estado meses en Bulgaria y de vuelo llegan a su hogar donde le entregan la información adquirida al general. Ambos están de camino hacia la residencia del gobernador, pero son asaltados por aliados de Bulgaria, Alemania.
Ambos son asesinados y lo último que ven antes de quedarse quietos para siempre, el amanecer tan sereno y hermoso.
Por: Félix Cruz
Título: Del azúcar a la guerrilla Por: Darvin Rodríguez Ortiz
Era una soleada tarde de domingo cuando los hijos de la familia Castro y DíazBalart unieron sus vidas para siempre. Una delicada y elegante novia proveniente de una familia muy modesta se casaba con un joven empresario, grande y fuerte, que heredaba con un caudal en la industria azucarera. Fueron muchos los invitados, hubo
mucha comida, baile, música al son de los timbales y la rumba no terminaba. Todos festejaron esa unión y no pasó un año cuando ya se repartieron tabacos, celebrando el nacimiento de Fidelito. ¡Qué felicidad siento al verte, mi pequeño hijo! – exclamaba su madre Cuando crezcas tendrás mi carácter, serás administrador de todas estas tierras, comentó el padre. Fueron muchos los días de arduo trabajo y aunque el señor Castro, tenía muchos obreros, siempre estaba presente en los cañaverales. Sentía cómo el sol le quemaba su piel, sudó igual que todos los obreros y lloró de coraje cuando fueron robados y estafados por el gobierno. Hemos logrado una posición de renombre en toda la Provincia y en el Municipio Ciénaga de Zapata. Conversaba Castro con su hijo que ya era todo un profesional. Que buen aliado hemos tenido para derrotar a España. Ya no seremos colonia y al fin seremos libre… Ellos veían como buena la invasión de los Estados Unidos de Norteamérica a Cuba, con el propósito de sacar a España, dejar de ser una colonia y ser un país libre. Pero de repente las cosas cambiaron. Estados Unidos se unió al gobierno del régimen dictatorial del señor Fulgencio Batista. La economía no estaba bien, el capitalismo “americano” crecía y se estaban enriqueciendo, pero la clase trabajadora estaba cada
vez más empobrecida.
Fueron muchos los obreros que murieron de hambre y anemia. Familias destruidas, madres solas criando sus hijos y trabajando como sirvientas, niños huérfanos, la necesidad y la pobreza era drástica, los ancianos no resistían. Tienes que hacer algo Fidel, mi familia se está muriendo, mis padres, mis hermanos – dijo su esposa Mirta sollozando. Iremos a los tribunales y presentaremos
un caso.
Fidelito, su hijo ya era un abogado. Los Castro intentaron destruir al
dictador por la vía legal pero no pudieron. Presentaron un caso en los tribunales para derrocar a Batista pero el caso lo perdieron. Cada vez el gobierno era peor, cometían más actos de corrupción, fomentaba casinos, la mafia, la prostitución, la lotería fraudulenta, les quitaban las tierras a los cubanos y se las vendían a los norteamericanos, etc. -Tenemos que unirnos, vamos a salvar nuestras familias – dijo castro a los otros dueños de las centrales azucareras y comenzaron a agruparse. Para ese entonces, él fundó un Frente Cívico Revolucionario, con el cual comenzaría una revolución el verano del 1953. El intento fue fallido, hubo muchos muertos las personas que participaron eran campesinos humildes que estaban muy débiles y no resistieron la pelea.
Para Castro fue un golpe muy duro su hijo fue asesinado, la madre no
encontraba consuelo. Castro fue arrestado y fue exiliado en México.
-Tenemos noticias de que se aproxima un barco proveniente de México con 82 guerrilleros, tienen que impedir que desembarquen – esas fueron las órdenes de Batista. A la llegada del barco los estaban esperando… -Mi general hemos sobrevivido solo 12 personas – fueron las palabras que el Dr. Guevara le comunicó a Castro. Guevara se había unido al grupo como médico de combate, pero ahora también tenía una razón por la cual luchar.
Setenta personas fueron acribilladas, esa fue la matanza que impulsó la gran revolución. Estos 12 tenía mucho miedo pero no se rindieron. Sabían que no podían permitir que el gobierno continuara oprimiendo al pueblo.
Han sido muchos los soldados que lucharon todos estamos afectados, he perdido mi casa, la central, mi familia, hoy recuerdo a los muertos… pero nunca me rendiré, prefiero la muerte. – declaró Castro. Entre los 12 sobrevivientes estaba el señor Guevara, quien también se convirtió en guerrillero y se internaron en los campos. Juntos lucharon y desde el centro de la Isla crearon una ofensiva, tomaron las armas de varios cuarteles y combatieron contra el ejército de Batista hasta que finalmente lo sacaron del país y conquistaron la libertad de su pueblo.