Este documento es un extracto de la obra
La tribu de Camelot
Carlota y el misterio de los mensajes an贸nimos Gemma Lienas
Destino
www.gemmalienas.com
CAPÍTULO 1
A la directora le importa un rábano
Hacía un calor asfixiante y eso que sólo está-
bamos a primeros de junio. Resoplé. La directora me lanzó una mirada irónica. —Vamos, Carlota —dijo—. No te quejes por el calor, que peor fue tener tanta lluvia hace quince días. Hice una mueca que significaba: «pues sí, lo de la lluvia fue una lata». Y no sólo porque la lluvia fastidia muchas de las actividades al aire libre, sino también porque las lluvias torrenciales de mayo habían provocado goteras en algunas aulas. Por ejemplo, en la mía. 9
9-mensajes anonimos-2.indd 9
11/10/11 09:45
LA TRIBU
DE
CAMELOT
—Es verdad —dijo Berta, apoyando a la directora—. Fueron horribles las lluvias... y las goteras. Sobre todo, las goteras. Eso de andar todo el día poniendo cubos en clase fue un follón. —Bueno, el follón más grande lo organizó alguno de vuestros compañeros al volcar el cubo.
9-mensajes anonimos-2.indd 10
11/10/11 09:45
A
LA DIRECTORA LE IMPORTA UN RÁBANO
Berta y yo nos miramos. Sí, efectivamente, había sido Miguel haciendo el payaso quien había dado una patada al cubo y había inundado el aula. —Bueno, no perdamos más tiempo. Sigamos con la función. Se refería al sketch que Berta y yo íbamos a representar el día de la fiesta de fin de curso: un fragmento de una obra de Federico García Lorca. Y precisamente por esa razón estábamos en el despacho de la directora. Ella es también la persona que nos dirige de vez en cuando obras de teatro y le habíamos pedido ayuda porque federico garcía lorca Fue uno de los poetas y escritores de teatro españoles más importantes del siglo XX. García Lorca es el autor de la obra La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón, un viejo cuento andaluz que él adaptó para el teatro de marionetas y que estrenó el día de Reyes de 1923 como regalo para su hermana pequeña. La frase que Berta ensaya junto a la directora del colegio es un fragmento de esta obra.
11
9-mensajes anonimos-2.indd 11
11/10/11 09:45
LA TRIBU
DE
CAMELOT
queríamos que fuera una buena representación. —A ver, volvamos a empezar desde «¿Así que tú cambias uvas por besos?». Berta sacudió la cabeza, como diciendo que estaba lista. Y, luego, enderezando bien la espalda, dijo con una voz que no parecía la suya: —¿Así que tú cambias uvas por besos? —A ver —interrumpió la directora—, no fuerces tanto la voz. Tienes que ser más natural actuando. Aunque, eso sí, tienes que aprender a impostarla. Berta dijo que sí. Y empezó a repetir la frase de nuevo: —¿Así que tú...? VOZ A L R A T S IMPO Y justo en ese la momento llamair colocar Quiere dec e u q ron a la puerta forma voz de tal s la y e m r ifo del despacho. La resulte un lgan sin a s s a r b la pa directora inte. ni temblor vacilación rrumpió a Berta s clave la Para ello e s con la mano, n. Actore respiració na e d n e r p a s mientras decía: y actrice . lo hacer —Adelante. Se abrió la
9-mensajes anonimos-2.indd 12
11/10/11 09:45
A
LA DIRECTORA LE IMPORTA UN RÁBANO
puerta y apareció Aquiles, el bedel del colegio, un hombre grandullón, con el pelo rizado y siempre barba de dos días. —Directora —dijo—, en el buzón había este sobre. Un poco raro, la verdad. —¿Raro por qué? —preguntó ella desde detrás de la mesa alargando la mano. El bedel se lo entregó al tiempo que decía: —Ya ve, ni remitente, ni dirección, ni sello... Sólo lleva escrito «Sra. Directora», o sea, usted. Ella ya había cogido el sobre y lo contemplaba con sorpresa. —Bueno, me voy. Buenos días. —Buenos días —respondimos las tres a coro. 13
9-mensajes anonimos-2.indd 13
11/10/11 09:45
LA TRIBU
DE
CAMELOT
Aquiles se marchó. Berta y yo nos quedamos esperando a que la directora nos diera la señal para continuar, pero ella había abierto el sobre, había sacado una nota y la estaba leyendo con el cejo fruncido. Berta y yo nos miramos expectantes. Parecía que la nota era algo especial. —¡Bah! Anónimos a mí —exclamó al terminar y hablando para sí misma—. No me intimidan. Son de cobardes. Esto es lo que hago con un mensaje anónimo.
144
9-mensajes anonimos-2.indd 14
11/10/11 09:45
A
LA DIRECTORA LE IMPORTA UN RÁBANO
¡Un mensaje anónimo! Berta y yo nos dimos un golpecito con el pie. Estaba claro que las dos sentíamos una gran curiosidad. Ella arrugó el papel y lo lanzó a la papelera. Entonces, pareció reparar de nuevo en nosotras. —Bien, continuemos. Y seguimos con el sketch, aunque yo tenía ganas de mandarlo todo a la porra y lanzarme de cabeza a la papelera. Y creo que Berta tenía el mismo deseo. Supongo que fue por culpa de todo eso por lo que nos equivocamos bastantes veces. La directora se iba poniendo nerviosa y nos lanzaba miradas furibundas. En ese momento, sonó el teléfono y la directora pareció aliviada de descolgarlo y olvidarnos por unos instantes. Berta y yo lo aprovechamos para cuchichear: —¡Un mensaje secreto! ¿Te das cuenta? —dije. —Claro. Un mensaje anónimo es un misterio. —Un misterio para la Tribu —añadí—. Vamos a recuperarlo de la papelera. —¿Cómo? —preguntó ella. Y mirando a la directora, añadió—: Nos va a ver. 15
9-mensajes anonimos-2.indd 15
11/10/11 09:45
LA TRIBU
DE
CAMELOT
—Pues, en cuanto cuelgue, la distraes y, mientras, yo me agacho y lo recojo. —De acuerdo. La directora parecía estar terminando la conversación porque ya se despedía. —Hasta el martes, pues —dijo. Y colgó el teléfono. —Por favor, directora, ¿me puede decir de qué modo tengo que recitar esta parte? Me resulta difícil hacerlo sin forzar la voz. La directora suspiró y, luego, dijo: —Ven aquí a mi lado. Berta se colocó junto al escritorio y señaló la parte del texto para la que requería ayuda. La directora se inclinó sobre el papel y le dijo: —Fíjate en cómo lo hago yo. Y empezó a declamar con la mirada puesta en el papel. Ése fue el momento que aproveché yo para agacharme, meterme bajo el escritorio, poner la mano en la papelera y... Entonces sonó el timbre de fin de jornada del colegio. Salí tan de prisa de debajo de la mesa que me di un coscorrón. 16
9-mensajes anonimos-2.indd 16
11/10/11 09:45
A
LA DIRECTORA LE IMPORTA UN RÁBANO
—Hala. Ya podéis iros —dijo la directora. Salimos del despacho. —¿Lo tienes? —me preguntó Berta. Saqué la bola arrugada del bolsillo y se la mostré. —Vamos a convocar a la Tribu a una reunión en Camelot. Creo que estamos ante el misterio de los mensajes anónimos.
9-mensajes anonimos-2.indd 17
11/10/11 09:45