Generacion.net noviembre 2009 segunda quincena

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Revista Universitaria de ocio y cultura. Distribución gratuita. D I R E C TO R:

Javier Esteban / REDAC TO R A JEFE : Maria Velasco / EDICIÓN DIGITAL: David Ballota / COLABORADORES: Ainhoa García, Rubín de Celis, Manuel Uzcanga, Guillermo Arróniz, Jesús R.Cancela, Frank G.Rubio, Ignacio Reyo, José Carlos Aguirre, Miguel Repiso / SUPLEMENTO: Mónica Pe d raye s DISEÑO: Rodrigo Vi c o / P U B L I C I DA D: C ovadonga Molpeceres. Tel: 629 48 80 39 / WEB MASTER: Enrique Gómez / GERENTE: Nasser Mouaffak. Tel: 696422434 / EDITA: LibrePensamiento Editorial G., C/ Carlos Arniches, nº 14. (Madrid) / D E P Ó S I TO LEGAL: Gi-1590-2007 / ISSN: 1577-4457

The Imaginarium of Doctor Parnassus (o el viaje interior)

2ª quincena de Noviembre

I´m mad about the doctor... Dr. Mandelip & Mr. Rubín de Celis

Javier Esteban La última película de Terry Gilliam es un verdadero tripi… mal digerido. Mezcla de anacrónico cuento iniciático y de viaje al inconsciente, recuerda bastante, en sus mejores planos, al cine de Jodorowsky. El Imaginario del Doctor Parnassus es una gran invitación al viaje al interior de uno mismo, inspirada por viejos relatos fantásticos, experiencias como la meditación y por la alteración de conciencia a través de la toma de algunas sustancias. Sobre una original y transgresora idea -una carreta de extraños feriantes ofrece viajar dentro de la imaginación de cada uno- el director monta una serie de escenarios inconscientes verdaderamente alucinantes por su belleza, que sin embargo no conducen a ninguna parte, pero que plasman de una manera sorprendente las ideas fuerza de la llamada Nueva Era. El Imaginario del Doctor Parnassus es una de esas películas que hay que ver para criticar después con pasión, pues aporta algo esencial sin llegar a desarrollarlo. La tarea de viajar al imaginario de cada uno y dar sentido a ese viaje es el mayor reto del hombre futuro. Por eso sorprende que una maravilla de realización no concuerde con un argumento mínimamente digerible, y que se pierda en historias sin significado. Gilliam, que empezó su carrera con Monty Pithon y llevó al cine entre otras imaginativas y arriesgadas películas como Las Aventuras del barón Munchausen o Miedo y asco en las Vegas, realiza en este caso un verdadero ejercicio de escenografía que se come la posible trama del film. Tal vez el inconsciente, que lo devora todo en la obra de Gilliam, sea así de caótico, y eso es precisamente lo que quiera resaltar el director, pero entonces no haría falta intentar argumentar lo que sucede a lo largo de la película con unas historias bizarras que no se sostienen. En medio del caos de imágenes e historias sin veleta, el espectador acaba mareado. Lo inconsciente y su traducción a través del imaginario no son virtuales, como piensa gran parte del cine que trata sobre estos temas, sino un valiosísimo material para el análisis de uno mismo o de una sociedad entera. En este terreno, Gilliam hace una apuesta que pierde. En el plano inconsciente o preconsciente de la película suceden cosas maravillosas, mientras en el plano consciente, los lugares comunes cansan. Es posible que la cadena de significantes psíquicos que guarde el inconsciente no tenga para Gilliam más sentido que lo efímero, pero lo dudo. Creo que el problema de la realización -y por tanto del ritmo de la película- estriba en la inconexión entre los planos real e imaginario. Aldous Huxley, después de conocer sus entrañas por medio de los alucinógenos, pasó toda su vida tratando de entender aquel viaje con la filosofía perenne. Antes de que su mujer le inyectara su deseada dosis de LSD en su lecho de muerte, quiso entender que las cosas tenían un sentido, más allá del caos y de la dualidad. El intento de Huxley fue esencialmente humano, esa humanidad es precisamente lo que está ausente en el gran vodevil de Parnassus. Tal vez el director no haya querido llegar al fondo del asunto, pero eso no significa que este asunto no sea uno de los grandes retos del hombre o que la película no sea una verdadera curiosidad escénica. La espeleología del alma siempre resulta interesante.

Brillante estirpe la de los científicos locos. Gracias a ellos, al pensar en la ciencia, es decir, el laboratorio, los tubos de ensayo y las retortas espumeantes, los arcos voltaicos y los ch i s p azos eléctricos, los fragmentos de cadáveres..., no podemos reprimir un cierto escalofrío. Como si, en el estilo de Prometeo, estuviésemos robando nuevamente el fuego a los dioses... Desde la leyenda del Dr. Fausto, la idea de un hombre jugando a ser Dios ha ofendido y seducido al mismo tiempo a centenares de lectores y espectadores. Ya antes de que Goethe rescribiera la vieja fábula, permitiendo al alquimista ser salvado, Fausto era uno de los personajes predilectos de los titiriteros ambulantes de la vieja Europa central. ¿No van, al fin y al cabo , ciencia y locura siempre de la mano?, me pregunto. “Los sue ños de la razón producen monstruos”. La divisa goyesca, una vez más, resulta certera. Más que el Oráculo de Delfos. Alcanzar lo prohibido: ¡qué gusto, qué placer! Ser invisible, minúsculo o gigante, mutante; lo anormal se lleva este siglo. Es tendencia y Hollywood lo sabe. Suficiente, pues. Y si resulta que el Dr. Moreau puede sacar al animal que hay dentro de cada uno de nosotros en un sentido incluso fisiológico, albricias, al menos podremos sacudirnos de algún modo esta corteza social que nos oprime. A veces, más de lo recomendado (debí de confundirme de talla). Bien, liberémonos: monstruos y alboroto. Confesemos de una vez nuestro amor por Boris Karloff. Aquel que dio vida a la criatura en tres ocasiones, interpretó suficientes papeles de científico loco él sólo como para merecer un doctorado en química orgánica. O, al menos, como escribe Brad Steiger, en “química del miedo”. No importa que buscara siempre en vano la fórmula de la eterna juventud, investigara la crionización (una década antes de que la leyenda sobre Walt Disney se instalara placenteramente en el imaginario social del planeta) o trasplantase cerebros con los peores resultados. Él era un mét teur-en-peur, no lo olvidemos. Gracias a todos. Y volved lo antes posible. Dr. Jekyll, acompañado s’il vous plait por vuestro delicado camarada criminal Mr. Hyde (Freud hubiera preferido llamarlo Mr. Id, sin duda); barón von Frankenstein, a quien jamás podré imaginar con otros rasgos que no sean los de Peter Cushing; Dr. Praetorius, de una elegancia tan fascinante que merecería ser traído de vuelta del otro lado. A él le gustaría, sin duda.

Es que no hay nada mejor que imaginar Secun Delgado

Es que no hay nada mejor que imaginar… Así comenzaba uno de los estribillos más populares y brillantes del fallecido Antonio Vega. Luego seguía lo que los simbolistas denominaban un “bosque de imágenes”. ¿Asociaciones libres? ¿Cualquiercosismo? Un momento en una agenda, una décima de segundo, una ráfaga de aire frío, un molino de viento… Las canciones que Antonio escribía a la droga parecían canciones amor; sus letras sobre el amor eran letras drogadas. Dedicamos este número al ego mago, a todos aquellos

que viven en las nubes; que nunca posan los pies en la tierra por miedo, como el albatros de Baudelaire, a no poder levantar el vuelo. Lo dedicamos a los “letraheridos”, los científicos chiflados, a los que no bajan del guindo, a los que siguen creyendo en la posibilidad de hacer un “gratuito” (para colmo, cultural). Ese era el problema de Antonio Vega, el complejo del cantautor: “Tener demasiadas imágenes detrás de los párpados”… La definición más imaginativa de imaginación que he oído nunca pertenece a Ingman Bergman

y se escribe así: “imágenes detrás de los párpados”. La imaginación no solo sirve al arte, aunque es cierto que es el “punto G” de la creación. Imaginar puede servirnos para dejar de fumar o para fumar (si es que nunca hemos sido fumadores). El gran problema de hoy es imaginar al margen de los grandes imaginarios. La publicidad coloniza imaginarios… La imaginación debe ser combate activo contra la realidad. Aquella realidad que, por momentos, nos parece tan irreal.


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Dragó & Soseki: Donde un tigre se oculta nace un libro Javier Esteban

Soseki Inmortal y Tigre es un libro sencillo pero profundo, sentimental pero culto. Una historia dirigida al niño que todos llevamos dentro. La literatura sobre animales de compañía es un género poco conocido en España, país de maltratadores consuetudinarios. Dragó se interna en ese género por la puerta grande, en un rotundo cambio de estilo y quizá de personalidad. Soseki es un ejercicio didáctico, pero también un ejercicio de meditación con el que el autor se enfrenta al espejismo de la muerte. Soseki es semilla de conocimiento para Caterina, la nieta del escritor que encarna el futuro, pero también es tradición y estoica reflexión del que sabe porque ha vivido. Juntos, pero no revueltos, hemos querido entrevistar a Soseki y a Dragó. Poco importa que uno haya muerto y que otro esté vivo y coleando. Permitámonos, por una vez, transgredir el umbral de la certeza o la ignorancia que separa a los vivos de los muertos… Fernando: nuestro ca ro Alejandro Jodorowsky, al conocer la muerte de Soseki, te escribió algo muy bello inspirado en un haiku: Murió tu gato, morirán los astros, desaparecerá el cosmos. Pero ahora, solo te queda aceptar y respetar ese dolor que te convierte en humano… Es lo que he hecho al escribir el libro. Tal vez sea Alejandro la persona que mejor me comprende. Él perdió un hijo y tiene cinco gatos. La gente me dice que Soseki sólo era eso, un gato, y se equivoca. Era también hijo, y amigo, y compañero, y ejemplo, y maestro. A las pocas horas de morir Soseki escribí a Jodorowsky, convencido de que me entendería. Y lo hizo. Le pedía árnica, y me la dio. La belleza de ese haiku no enjugó mis lágrimas, pero les dio sentido. Me recordó algo que yo sabía, pero que en ese momento, ofuscado por la tragedia y por el sentimiento de culpa, se había escondido en el fondo de la conciencia: hay que a p r o v e char el impulso del dolor para transformarlo en amor.

cabeza había desaparecido bajo el travesaño del montacargas, pero morí sonriendo y con una ex p r esión de gratitud en la mirada. Todo, en ese instante, cobró sentido. ¡Por fin tenía alma! Fue mi salto a la eternidad. Fernando: ¿tu nagual o animal interior es un gato, un toro, un escarabajo, un águila? Veo que conoces bien la obra de Carlos Castaneda, pero no mi zoo interior. Mis animales totémicos son el gato, el lobo, el oso, el lagarto y el escarabajo. Libres todos y solitarios todos. Nunca voy en grupo. Mi héroe novelesco favorito es Sinuhé, el egipcio, que pasó en soledad todos los años de su vida, lo que no le impidió mezclarse estrechamente con ella y apurarla hasta su último sorbo. Y tú, Soseki, imagino que desearías ser un escritor, como el que te da nombre, ¿o piensas que eso no es más que vanidad? ¿Acaso hay algo que no sea vanidad en los humanos? Miau. De hecho estaba aprendiendo a escribir a máquina. Al principio no sabía muy bien qué era aquel aparato que Fernando manejaba tan a menudo. Luego, con el paso de los días a su lado, me fui dando cuenta de que, cada vez que pulsaba una tecla, una varilla se desplazaba y marcaba una letra con tinta en la hoja de papel. Entonces comprendí que Fernando debía ser un gran escritor a tenor de lo mucho que escribía. Él siempre bromeaba con que, cuando él no pudiera hacerlo, yo podría sustituirlo y ser su negro. ¿Vanidad? No, porque la literatura y el arte empiezan en el momento en que vivir no basta para expresar la vida. Pero aquello, para mí, era un juego. Para Fernando, no. Era su vocación, desde la primera infancia, y la vocación es destino. No cabe sustraerse a él. Fernando: Has hecho de esta muerte tu muerte, y de esta inmortalidad tu inmortalidad... Pareces un puro siete en el eneagrama, al que las muescas de la vida han tocado el corazón abriendo uno de sus nueve puntos que vigila lo sensitivo…

Todos los animales tienen instinto, pero sólo el gato lleva la libertad hasta sus últimas consecuencias… Soseki Soseki, donde quiera que estés, no sé si esto te consuela o te parece una obviedad humana y pretenciosa. Sabemos que los elefantes realizan enterramientos y duelos, y quizá los gatos también sentís la muerte sin necesidad de ser humanos pero sí divinos… Miau. Desde aquí puedo percibir todo el dolor que mi muerte causó a Fernando, pero no debería sufrir por ello, porque lo hice como un acto de amor y de generosidad. Los guerreros numantinos y los siete infantes de Lara, a los que conocí durante mis correrías por las Tierras Altas. Me habían enseñado el arte y el deber de la inmolación. No importa lo que nosotros esperamos de la vida, sino lo que la vida espera de nosotros. Él no lo vio, porque mi

Al hombre se le mide por sus cicatrices. Quien no las tiene, ha vivido en vano. Ya conoces esa frase de Jung que cito a menudo y que también aparece en el libro: “la vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir”. Las cicatrices son el carnet de identidad y el certificado de garantía del samurái, del guerrero, del torero, de los discípulos de Dionisos y Siva, de quienes tienen a la muerte por compañera, la miran cara a cara y bailan siempre, felices, feroces y fe r a c e s , sobre el filo de la navaja. Y nadie sale indemne de esa danza. Ya lo dijo Miguel Hernández: Llego con tres heridas: / la del amor, / la de la muerte, / la de la vida . Soseki también era un guerrero, lo contrario de un soldado. Los soldados tienen soldada y oficiales. Los guerreros, no. Ni cobran ni obedecen.

Soseki: Tu amo (o quizá el superyó del escritor) te hizo cosas que no sé si querías que te hicieran. ¿Le perd o n a r á s algún día tratar de domesticarte y hacerte un poco pequeño b u rg u é s … ? Por lo pronto, no era mi amo ni quería serlo. ¿Cómo va a ser amo de alguien quien nunca tuvo amo? Cuando Fernando hizo la mili, la mili de verdad, no la de milicias, dijo en su filiación que no sabía leer ni escribir para que no lo hiciesen cabo. Los gatos, por otra parte, jamás tenemos dueño. Somos nosotros los que elegimos a las personas con las que queremos vivir. Yo lo elegí a él y a su esposa, Naoko, porque me gustaba su forma de vida, su casa y el misterio que de ella manaba. No me domesticaron. Yo no lo habría permitido. El gato y el toro de lidia son los únicos mamíferos que no se dejan domar. Mi tiempo de aventuras, además, ya había pasado, aunque algunas veces me escapase para irme de botellón. En mi infancia recorrí todas las Tierras Altas de Soria, conversé con los guerreros de Numancia, combatí contra brujas en sus aquelarres a la luz de la luna, incluso me las vi con el mismísimo diablo. Cuando Fernando me abrió la puerta de su coche, sabía que mi vida ya sólo permanecería ligada a su persona, a su familia y a su campamento.

Al hombre se le mide por sus cicatrices. Quien no las tiene, ha vivido en vano

Fernando: ¿hay sentido de culpa en este libro? La culpa, pese a que yo no la reconozca racionalmente por ser ésta legado del judeocristianismo, no deja de estar presente, al menos a nivel subconsciente, pues fui educado en el catolicismo y cargado al nacer con el peso del pecado original. Soseki murió por mi causa, por la generación de una larguísima cadena de acontecimientos de la cual yo fui artífice, involuntariamente, por supuesto. En el mundo no existe el bien ni el mal, sólo las reacciones y los efectos derivados de nuestros actos. La instalación del montacargas donde pereció Soseki partió de una orden mía hacia mis ayudantes. No me siento culpable, pero debo reconocer que este libro es, entre otras cosas, redoble y descargo de conciencia. La deuda está saldada. Nunca, que yo sepa, ha rendido nadie tamaño homenaje a un gato. ¡Imagínate! ¡Trescientas cincuenta páginas peleadas línea a línea! Es oración fúnebre e himno dedicado a un héroe. Fernando: sostienes que el gato simboliza ante todo la libertad, pero tal vez lo sea por puro instinto, y en el instinto no somos libres, sino liebres… La libertad siempre ha sido un dilema paradójico en la historia de la filosofía. Ésta, además, se mide en términos humanos. No podemos saber cómo siente un gato su libertad. ¿Instinto? Todos los animales lo tienen, pero sólo el gato lleva la libertad hasta sus últimas consecuencias. No, no es instinto. Es voluntad, es decisión, es convicción, es sabiduría, acaso kármica. Si fuese instinto, los gatos se parecerían entre sí, cosa que no sucede. No hay dos gatos iguales.

Soseki, resucitado al olor de las sardinas... posa para nosotros Soseki: ¿es verdad el rumor bizarro de que quisiste acabar con esta vida o todo fue un accidente inesperado? Ahora que haces guardia junto a los luceros, ¿crees como Shakespeare, que las cosas suceden… como y cuando tienen que suceder?

De poco sirve la inteligencia si no está al servicio de la bondad. Sólo los hombres pueden ser malos

Miau. Mi intención no era morir. Nadie quiere morir, y menos un gato, que es el animal con mayor instinto de supervivencia que ex i ste. Sentí que mi obligación era llamar la atención de Fe r n a n d o hacia el peligro que suponía ese Minotauro de fauces metálicas para su nieta Caterina, que planeaba jugar con él, y ¿sin sospech a rlo? con la muerte. Cuando, ese mismo día, Ayanta llamó para avisar a Fernando que llegarían ella y Caterina por la noche, supe que el momento había llegado. Acepté mi responsabilidad y me lancé a la boca del monstruo, sin saber si sobreviviría. Luego todo se volvió oscuro durante unos instantes… Las cosas suceden como y cuan-

En el mundo no existe el bien ni el mal, sólo las reacciones y los efectos derivados de nuestros actos

el cielo de los gatos, al otro lado del Puente del Arco Iris. Tengo ganas de reunirme con él, pero sin prisa, porque para eso tendré que morir y aún tengo varios libros por escribir y unos cuantos países por recorrer.

do tienen que suceder, en efecto. Mi destino no consistía en salir del laberinto, sino en perecer allí y pasar a formar parte de la casa de Kokoro ¿que es como se llama?, guardando su entrada, nutriendo la tierra bajo el olivo bajo el que solía jugar, frente a la mirada serena de Buda. Lee el haiku de Alicia Mariño, madrina hoy de mi hermanillo Sensei, que figura en mi lápida: “Ser como tú / surcando el infinito / tigre de luz”. Fernando: ¿Le pediste a Antonio (uno de los protagonistas de la historia) que durmiese en tu casa de Castilfrío para ver si aparecía el fantasma de Soseki? Soseki seguía en la casa. Naoko, que tiene el olfato muy fino, percibía su olor. Tardó cuarenta y nueve días en irse, pero sigue en contacto conmigo. Me ha enviado varias cartas. No es broma. Dos de ellas están reproducidas en el libro. Desde la aparición de éste me han llegado otras dos. ¿Quién las escribe? No lo sé, aunque tenga mis sospechas, pero ahí están. Soseki está ahora en

Soseki: Desde aquel lado de la vida, ¿qué consejo nos darías a Fernando y a todos los demás humanos? ¿Crees ahora que la bondad es superior a la inteligencia? Lo he creído siempre. Todos los animales son buenos, aunque no todos sean tan inteligentes como los gatos. De poco sirve la inteligencia si no está al servicio de la bondad. Sólo los hombres pueden ser malos.


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oCiópolis. Ainhoa G. Oiartzun Un montón de acontecimientos sonoros se ciernen sobre nuestras cabezas cual tormenta s musicales en la aridez de la crisis económica patria, que aunque se ha llevado por delante m u chos festivales y actuaciones, debe combatirse de concierto en concierto, y aquí tenemos unos cuantos : Juliette Lewis, The Pro d i g y, We are Standard... ¡Que empiece el espectáculo!

Juliette & The New Romantics Empecemos por Juliette Lewis, la campeona contra cualquier tipo de crísis: actriz, cantante y agitadora cultural donde las haya. Vuelve a España renovada y con más energía que nunca para presentar su nuevo proyecto en solitario. Ahora, tras 5 años, 2 discos e incontables conciertos y festivales como el Leeds Festival, Reading y Lollapalooza, Juliette Lewis nos presenta “Terra Incognita”.

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¡Resistir es vencer! Acompañando a Juliette en toda su gira española tendremos a unos invitados excepcionales. Se trata de Scanners, una banda del Reino Unido comparable a bandas de la talla de Joy Division; también contará con dos bandas invitadas del panorama nacional: Nothink, que tocarán con ella en Madrid, el 25 de noviembre (Heineken) y Santa Rita, en Barcelona, el 27 de noviembre (Apolo) y en Oiartzun (¿os suena?) el 26 en la sala Itzela.

We Are Standard

“¿Cómo puede ser que para grabar 9 temas se necesiten 8 meses de visión y supervisión?” -se preguntan ellos mismos. Quizás sea el motivo por el que suenan tan bien. El único disco que por ahora (esperemos que haya más) les hace merecedores del éxito, “We Are Standard”, es un disco que te agarra por donde más te duele, que te obliga a moverte y a disfrutar de lo que el grupo propone: te guste o no, te contagia. Tuvimos la grata ocasión de verlos en Universimad, y ahora en la sala Sol el día 9 de diciembre. Mencionar que además les han dado el MTV Europe Music Award al mejor artista español el pasado 12 de noviembre, que no es poco para empezar. The Prodigy

The Prodigy

We Are Standard ¡Atención! ¡Aviso!

Juliette & The New Romantics

MUSE cambia de fe cha en Barcelona debido a la final de la Copa Davis en el Palau Sant Jordi. El grupo actuará en la nueva fecha del martes 24 de noviembre en el mismo recinto.

¿Qué decir de esta archiconocida banda? Cada vez que visitan nuestro país nos revolucionan, eso es así. Pero esta vez Liam Howlett, Keith Flint y Maxim invadirán el planeta Iberia este próximo mes de diciembre con do únicas fechas: el 3 de diciembre en el Palacio de los

Deportes de Madrid y el 4 de diciembre en el Estadi Olimpic Lluís Companys de Barcelona. “Invaders must die”, su quinto álbum, suena contundente y sus ritmos frenéticos no te dejarán impertérrit@. Desde “The fat of the land”, The Prodigy se ha dado a conocer como banda tech n o p u n k donde las haya, y así lo demuestra su vasta discografía, pero el directo es aún mejor si cabe. Atrás qeudaron las elntillas de colores y los “pelopinch o ”, pero eso no es óbice para que el espíritu de lucha decaiga (incluyendo los afters, ¿por qué no?, ¡resistir es vencer! “Representamos toda la grandeza británica, y deberíamos estar protegidos como patrimonio nacional”-asegura Liam.


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TERENCI MOIX Y “LA LITERATURA GAY” HOY Por Guillermo Arróniz No ignoro que el título de este artículo será considerado ofensivo por no pocos: para unos molestará el hecho de hablar de temática homosexual por rechazo hacia su misma existencia; a otros les parecerá aburrido y tópico el ahondar en algo que ya empieza a dejar de estar de moda por saturación; y a los de en medio, les parecerá un horror que hable de "Literatura gay" o, lo que es peor, que relacione a Terenci con este concepto. De los primeros y los segundos (y para ellos) nada diré. Con respecto a los terceros no entraré en la discusión bizantina de si existen las literaturas de género (fe m e n ina, gay…) o no, o si la homosexual es aquella escrita por o para h o m o s exuales, en la que aparecen protagonistas o personajes homos exuales o que tratan de temas de interés para el colectivo. Daré por sentado que, sea o no literatura de género, englobo con esta ex p r esión todo lo que acabo de mencionar, y por eso mismo tiene sentido citar a Terenci, que la Gloria de Osiris esté, que era un Escritor con Mayúscula más allá de su orientación sexual o de la temática de sus libros, todos maravillosos. Una vez dicho todo esto, y a tenor de la exposición y coloquios que están teniendo lugar en el Centro Cultural Blanquerna, en la calle Alcalá 44, Madrid, y que continuarán hasta el 5 de enero, he vuelto a recordar a mi querido escritor. En realidad, teniendo en cuenta que ocupa una de mis estanterías, no

dejo de tenerlo presente. ¿Cómo podría haber imaginado él cuando redactaba aquella escena de El día que murió Marilyn, en el que un personaje homosexual le contaba con desparpajo sicalíptico a un familiar el encuentro sexual frustrado con un extranjero, auténtica audacia del enfant terrible que fue, la profusión de novelas, cuentos y ensayos escritos por y para homosexuales que caen sobre nosotros en la actualidad? Hablando de literatura de temática homosexual escrita por hombres (con respecto a la femenina o la escrita por mujeres debo confesar una imperdonable falta de conocimiento más allá de Djuna Barnes, Virginia Wolf, Marguerite Yo u r c e n a r, Mary Renault y el espléndido recopilatorio de blogs organizado hace unos años por Nuria Rita Sebastián), está claro que se pueden mencionar autores de habla hispana de larga experiencia como Mendicutti o Luis Antonio de Villena, seguidos por una generación que ya ha demostrado ser más que una promesa: Pe d r o Víllora, Jorge Marchant… Pero es, sobre todo, sorprendente, la cantidad de títulos que llegan a nuestras manos hoy, obra de hombres jóvenes que auguran un buen futuro para esta literatura, y en definitiva para la literatura en general: Raúl Portero (premio, por cierto, Terenci Moix); Javier Quevedo… E incluso se echa de menos, no obstante, y pesar de la gran cosecha, el regreso a las librerías de Óscar Hernández, uno de los más vendidos ganadores del premio Odisea, y Valentín Castrege, autor de la valiente Fondos marinos,

LA CAPITAL

Eça de Queirós Acantilado, 2008.

Por Jesús Ramírez Cancela

qué perspectiva le contemplan y hasta qué punto habrán calado sus lecciones sobre la palabra de esta generación tan abundante. El futuro nos mostrará quiénes, de entre todos ellos, conseguirán consagrarse y seguir aportando al mundo literario con su trabajo y su talento, pero es evidente que gracias a la labor de editoriales como Egales, Odisea, Desatada, se abren caminos para autores que, hasta hace treinta años tenían que estar callados o circular en secreto. ¿Será esta apertura beneficiosa o supondrá una red con calado demasiado grande? El público y el mercado tienen mucho que decir. Por desgracia nos falta ya la opinión de uno de los grandes, el inmortal Terenci. PD: También se echa en falta una Isis reparadora, que, recogiendo los trozos desperdigados del marido

autores ambos que hicieron una aparición también digna de mencionar. La lista es mucho más larga y espero que nadie se sienta ofendido por no haber traído su

nombre a estas palabras, pues escribo desde mi pequeña pero apasionada experiencia lectora. Me habría gustado conocer la opinión de Terenci respecto a todos

José Saramago fabuló en su novela La balsa de piedra con una falla abierta de forma espontánea a lo largo de los Pirineos que desgaja a toda la Península Ibérica del resto de Europa, transformándola en una nueva ínsula que navega a la deriva. Sin embargo, las aspiraciones de iberismo del maestro luso no encuentran mucha contrapartida al otro lado de la frontera y los españoles apenas sabemos algo de nuestros vecinos, aquellos mismos con los que nos repartimos el mundo en un día de resaca colombina. Solo así puede explicarse que autores de la talla de Camoens, Pessoa o Eça de Queirós no parezcan tener especial relevancia en nuestro país cuando son autores de reconocimiento mundial. Curiosamente, de este último, Eça de Queirós, comenzaron a tener conocimiento los españolitos de a pie a través de México cuando, en el año 2002, se estrenó en España la notable película de Carlos Carrera El crimen del padre Amaro, adaptada de la novela homónima del propio Queirós. Pero D. Eça, prócer de la siempre interesante casta de los diplomáticos-escritores (o viceversa), escribió mucho más y, como buen hijo del siglo XIX, lo hizo desde una perspectiva casi naturalista sin por ello dejar de probar fortuna con diferentes géneros y estilos. Así nacieron la monumental Los Maia, El mandarín o La capital, publicada de forma póstuma y aparecida por primera vez en España en 2008. El proceso de creación de La capital lo comenzó Queirós en 1877 para abandonar la obra sin terminar definitivamente en 1884, arrojándola al ostracismo del cajón. Las razones parecen encontrarse en que lo autobiográfico y crítico de las páginas que conforman la novela torturaban tanto al autor que llegó a referirse a los personajes de la misma, en una epístola, escribiendo de ellos: “les tengo tanto odio, que si tuviesen alguna sangre en las venas, me la bebería”. La historia narra las peripecias capitalinas de Artur Corvelo, un joven aprendiz de boticario, poeta y dramaturgo en ciernes, romántico de provincias que se lanza, tras recibir la inesperada herencia de un pariente lejano, hacia su Lisboa soñada en busca del reconocimiento social para terminar desplumado y humillado, indistintamente, por prostitutas, gacetilleros, artistas, burgueses o conspiradores políticos. Cuando Corvelo huye del oropel metropolitano para cultivar su jardín particular; cuando las últimas páginas, las más descuidadas de esta novela inacabada, van escapándosenos, el lector parece abrigar el deseo clandestino de seguir reencontrándose una y otra vez con el pulcro, con el prolijo, con el inmortal realismo decimonónico.

estos autores nuevos, con respecto a esta libertad creativa y de publicación que ha agrandado sus límites tanto con respecto a otras épocas no tan lejanas. Él, amante barroco de las palabras, autor de laberintos emocionales y dueño de un conocimiento tan inmenso como su sentido del humor, era un escritor muy exigente con su obra, el significado y el alcance de la misma. Se arriesgó hasta donde ni la crítica (que él llamaría pacata en su momento) ni el público esperaban que nadie lo hiciera, en el fondo y en la forma, y nos fascinó y nos ató para siempre a su mundo de fantasía erótica y siempre imbricadamente emocional. Me pregunto también a menudo qué saben estos jóvenes escritores de un maestro como Moix, qué han leído de él y en qué medida su obra les sirve de guía y tutelaje; desde

VAMPYR, DE CARL TH. DREYER Pablo Suero Papel de Liar, 2009.

Por Santiago Rubín de Celis

muerto (el Orisis-faraón-Terenci) lo vuelva a la vida, publicando la totalidad de su obra y especialmente aquellos títulos hoy imposibles de encontrar como El sadismo de nuestra infancia, Amami, Alfredo!, Nuestro virgen de los mártires…

Versus acaba de editar en nuestro país, en una cuidada edición especial, uno de los títulos fundamentales de ese paraje liminal entre el cine mudo y el sonoro: Vampyr (1932), del cineasta danés Carl Th. Dreyer. Más que un film de vampiros, a pesar de adaptar fragmentos de In a glass darkly de Le Fanu, maestro victoriano del horror, la obra de Dreyer se erige como una joya del cine experimental lanzada a explorar los dominios del sueño, en el sentido mismo de Bachelard, es decir, vinculando éste a la ensoñación del ánima. ¡Qué hermosa ilustración de la tesis del filósofo representa la secuencia en la que Allan Gray, desdoblado, se sueña, contemplándose a sí mismo en su entierro! Sirviéndose de la restauración del film realizada por el Comune di Bologna (bajo la dirección de Martin Koerber) en 1989, se ha elaborado un transfer digital en alta definición impecable que, por primera vez, permite apreciar los juegos visuales, las distintas estéticas y texturas del film con total perfección. Una joya para los ojos. Un segundo DVD incluye diversos materiales extra como la emisión dedicada al cineasta danés por la mítica serie Cineastes de notre temps, realizada por Eric Rohmer en 1965, el documental de Jörgen Ross, uno de los primeros estudiosos dreyerianos, con apariciones estelares de Henri Langlois, Jean-Luc Godard o François Truffaut, y secuencias eliminadas del montaje definitivo de la película, metraje nunca visto, recuperado en el proceso de restauración, diferentes tomas con distinta banda de sonido, etc. Además, un libro editado con un impecable gusto en el diseño de arte, conformado por textos de David Bordwell (extraído de su monografía sobre el cineasta), Ib Monty, Gonzalo de Lucas y Jesús Palacios, en mi opinión, de diversa calidad e interés. « El alma —de la obra— se manifiesta en el estilo que es, en el artista, la expresión de su manera de concebir su tema. El estilo es necesario para fijar la inspiración en una forma artística. El artista funde los múltiples detalles en un todo mediante el estilo, hace que los demás vean su tema con sus propios ojos a través del estilo. (...) A través del estilo —el director— insufla a la obra ese alma que la convierte en arte». Carl Th. Dreyer

LA TI RA


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Entrevista a Mae Kurtz: “ La realidad va por su lado y yo por el mío” María Velasco Conocí a Mae Kurtz hace apenas algunas semanas. Su voz, evocadora como pocas, tiene la capacidad de crear y abolir estados de ánimo. Se acompaña de buenos músicos. En su conciencia, la linterna mágica y el Rey del Rock… Para un neófito de la crítica musical es difícil adentrarse en el mundo de los géneros; algunos como el “ro ck” abarcan demasiadas cosas distintas. ¿Cómo podemos clasificar la música de Mae Kurtz? La verdad es que es difícil clasificarse uno mismo, porque una cosa es lo que sientes y cómo lo expresas y cómo el otro recibe el mensaje. Yo me defino como rock melancólico y, sí, algo oscuro quizá, pero no me siento cómoda con las etiquetas.

Bueno, el cello es uno de mis instrumentos preferidos. Su sonido me transporta, se relaciona muy bien con mis sentimientos… Es grave, melódico y melancólico, así que no veo por qué no. Antes había que romper con lo clásico, crear algo nuevo, ruidoso, enchufado. Pero llegados a cierto punto, la música clásica y sus instrumentos pueden, en muchas ocasiones, expresar tanto mejor ciertos estados de ánimo.

Yo me defino como rock melancólico y, sí, algo oscuro quizá, pero no me siento cómoda con las etiquetas

¿Por qué clasificar? A veces suena poco creíble, pero diría que mis canciones parten del rock clásico y del jazz antiguo, aunque parece que el resultado es otro cuando se filtra por mi persona. Me parece que hay cierto desgarro, cierta pena negra en tus ca nciones. Algunos poetas lo han afirmado antes… ¿Es la melancolía la mejor semilla para la creación? En mi caso sí. Es curioso porque cuando más alegre estoy, menos

necesidad tengo de buscar mi espacio creativo. Supongo que variará según las personas y el tipo de música que realicen, pero para mí la música es una necesidad vital que aflora en momentos tristes. Soy de tradición romántica. (Risas)

Antes había que romper con lo clásico, crear algo nuevo, ruidoso, enchufado. Pero llegados a cierto punto, la música clásica y sus instrumentos pueden, en muchas ocasiones, expresar tanto mejor ciertos estados de ánimo.

sugestivos que éstos fueran. La manera de hacer música se está transformando a la velocidad del rayo ¿Hay que ser optimista? Bueno, ni optimista ni pesimista. La realidad va por su lado y yo por el mío. Sí que facilita, pero no siempre para mejor, simplemente es dife r e nte. A mí me ha satisfecho el poder controlar todo el proceso, escribir las líneas de cada instrumento sin depender de nadie. Me ha dado libertad, pero en algunos casos, facilitar el hacer música es como el facilitar viajar a todo el mundo. También existe la posibilidad de saturación. Instrumentos como el violín y el cello han estado desterrados largo tiempo en ciertos géneros musicales. Se llevan muy bien con tu voz… Y aportan un tono… Seguro que tú puedes definirlo mejor.

Todo empieza cuando descubres que tu portátil es la manera idónea de llevar a la práctica un proyecto musical que por el momento era solo una quimera, que Mi ídolo fue Elvis durante necesitaba de más ingredientes muchos años que la guitarra y la voz, por

Los 80. Una década, lo que se dice, prolífica en el ámbito de la música . Joy Division vuelve a sonar en los bares –si es que alguna vez dejó de hacerlo-. He podido notar que tienes muchas querencias por la m ú s i ca de esta época. ¿Cuáles son tus referentes? O simplemente… La música que escuchabas antes de arrojarte a la piscina. Sí, eso he oído decir, que suena a post punk. Pero en realidad, la música que escuchaba antes, digamos la que me ha influido, es justamente de otra década… Mi ídolo fue Elvis

durante muchos años y lo combinaba con Janis Joplin, con Billie Holliday, con Edith Piaf, con The Doors, con David Bowie, con Otis Redding…nada que ver, vaya. S o b re el escenario Mae pare c e un enfant terrible nerviosa, atormentada… Su imagen es puramente andrógina y cinematográfica. Los músicos que la acompañan también tienen aura. ¿Consideras que es indispensable para un grupo cre a r s e una imagen icónica? O aún más… ¿Diseñar una puesta en escena? Bueno, supongo que no está de más tener una imagen icónica. En todo caso, sí que pido a los músicos que vayan de negro, por una cuestión más estética que icónica, la verdad. Y en lo referente a una puesta de escena, no estoy segura, soy más de las que piensan que se tiene o no se tiene. En todo caso, sí que se debe mejorar siempre, pero simplemente para el público. Tu último concierto… Pese a los problemas prácticos de la sala, el directo me emocionó. Hay artistas que dicen que el proceso de creación se basa fundamentalmente en la composición y la grabación. ¿Qué aporta a este proceso el directo? Es complicado. El directo no tiene casi relación con el proceso anterior. Yo hago música sola, en soledad y en mi mundo. El directo significa compartir tu música; primero con los músicos y que la expresen tal como tú la sientes, y después con el público a quien, en realidad, no he tenido en cuenta a la hora de crear… Así que… el directo en mi caso es aprender a compartir. Pero me está gustando.


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El hundimiento Frank G. Rubio Las mismas fuerzas que durante más de dos siglos, re t o rc i e ndo la cola del Dragón, incitaron con todos los medios a su alcance cambios drásticos en todo tipo de sociedades, ya no buscan la ruptura, sino establecer una nueva conformidad de cuño planetario. Protocolos para un Apocalipsis. El 11 del 11 del presente año 2009 el periódico El País publicaba una curiosa entrevista a Song Hongbing, autor chino especializado en temas económicos, cuyo libro Currency Wars (2007) lleva ya más de diez ediciones en China. Entre las declaraciones del oriental, que trabajó varios años en USA en finanzas y telecomunicaciones, figuran afirmaciones tan “conspiranoicas” como las siguientes: 1 La moneda única llegará en 2024 y años después habrá un Gobierno unificado en el mundo. 2 "Esta crisis financiera era espe rada, hubo gente que lo compren dió, pero dejaron que ocurriera. Querían ir estableciendo un consenso para preparar la llegada de la divisa mundial. Aunque piensa que hará falta otro desastre peor para que ésta se haga realidad. Los Gobiernos sólo sacrifican soberanía en las crisis.” 3 “Dado que el dólar está condenado, los banqueros de la Reserva Federal estadounidense respaldan la creación de una moneda mundial basada en el oro y créditos de emisiones de gases de efe c t o invernadero. En este caso, China será la gran perdedora.” Hace ya más de un año Ramón Tamames, entrevistado por S á n chez Dragó en un noticiario de

Telemadrid, habló con entusiasmo del tema. Bastante antes de “la crisis”.

El uso del dinero como arma pude ser mucho más destructivo en la práctica que el uso de las armas nucleares

Los países occidentales (los Estados Unidos en particular) son controlados por una cábala de banqueros internacionales que utilizan la manipulación de las divisas para conseguir excedentes de riqueza extorsionando, mediante créditos usurarios, a las naciones subdesarrolladas

Volviendo al libro de marras, que ha sido calificado de nacionalista y obviamente de “antisemita” y xenófobo (las letanías obligadas de los voceros del sistema), los países occidentales (los Estados Unidos en particular) son controlados por una cábala de banqueros internacionales que utilizan la manipulación de las divisas para conseguir exce-

Los momentos mas peligrosos de la historia no son aquellos en los que emerge una gran potencia, sino cuando una gran nación decae

dentes de riqueza extorsionando, mediante créditos usurarios, a las naciones subdesarrolladas. Tanto la

…El clan Rothschild controla, aquí y ahora, la fortuna más poderosa del planeta. Muy por encima de personajes mediáticamente ensalzados como Bill Gates

tiene en sus manos una herramienta ingente de presión. Como señalaeconómica en Asia . Y añade: si ba Amsel Rothschild: Denme el observamos la historia del mundo, control del dinero de una nación y cuando una gran potencia declina, no me importará lo mas mínimo hay un periodo inevitable de inesta - quien haga sus leyes. El dominio de bilidad durante el cual surge un los bancos centrales a través del nuevo poder que llena el vacío deja - control de la información, conseguido por el anterior. Durante este da mediante una eficaz red de periodo ambas voluntades chocan Inteligencia, es la clave de bóveda ferozmente. Los momentos más de poder de este clan. Íntimamente peligrosos de la historia no son vinculado también a decisiones claaquellos en los que emerge una ves de política internacional; pensegran potencia, sino cuando una mos en como se originó su fortuna, gran nación decae. con la manipulación fraudulenta de El uso del dinero como arma pude información tras la batalla de ser mucho más destructivo en la Waterloo, o en la emergencia del práctica que el uso de las armas estado de Israel en la que jugaron nucleares. China, que es el máximo un papel nada desdeñable. acreedor de los Estados Unidos, El actual caos financiero ha sido

Obra del pintor y escultor alemán Anselm Kiefer crisis japonesa, la de los “dragones” del Sureste Asiático, como la crisis financiera Latinoamericana entran dentro de esta matriz explicativa. El libro también dedica una parte extensa y significativa de su contenido a demostrar que el clan Rothschild controla, aquí y ahora, la fortuna más poderosa del planeta. Muy por encima de personajes mediáticamente ensalzados como Bill Gates. En una entrevista concedida en Taiwán, Song ha declarado que si China desea ser tratada como una igual por los poderes occidentales, una condición necesaria sería llegar a alguna forma eficiente de unión

provocado por una creación masiva de dinero sin respaldo de realidad económica alguna. El papel de la Reserva Federal norteamericana ha sido decisivo en este evento que está teniendo repercusiones planetarias. Hay que destacar el papel de los medios de comunicación masiva y del gobierno federal USA. Diversas agencias, así como la implementación draconiana de legislación vinculada a las concepciones marxistas de “lo políticamente correcto”, han contribuido a la financiación de innumerables créditos basura. Al mismo tiempo, el mantenimiento del dólar como divisa energética, piedra clave de los intercambios mundiales, constituye un robo masivo para las economías del resto del mundo. Tanto China como USA son estados fallidos, a la vista de la calidad de vida de sus habitantes y la distribución del poder (marcadamente asimétrica) en ambas sociedades. Son ambos países, y no sólo ellos, oligarquías de matiz netamente criminal que huirán hacia adelante conjuntando esfuerzos para dar a luz a un espejismo despótico de características planetarias. ¡Criminales del mundo uníos! es el lema de esta “revolución”. Continuaremos informando.

Santa irreverencia, santa sangre Ignacio Reyo

la película tengo la impresión de que eso lo he vivido realmente, es como si formara parte de mi infan cia”. ¿No es acaso ese travestismo

Procesos mitificados por la imaginación, el acuerdo tácito de magia que se respira entre los habitantes de ese cruce de caminos que es México y la desbordante sensación de pérdida de la conciencia a través de los enteógenos.

¿Te consideras un artista del realismo mágico? “No, porque eso son cuentecitos para viejecitas. No me gustan esos escritores que hablan de supersticiones para gente mayor. Yo hago magia realista, no realismo mágico”. Santa irreverencia, santo descaro. En una respuesta que rezuma cinismo. Jodorowsky, con su habitual perspicacia, da la vuelta al concepto cuestionado y contenta a su extensa parroquia, la misma que acepta sus boutades como dogmas de fe. Hace ya veinte años Jodorowsky realizó el experimento completo, fusionando arte y vida en una mente proclive a creer en su ilusorio mundo sin necesidad o, al menos, sin sentido de refugio ante la crudelísima realidad. En Santa Sangre, el personaje protagonista, Fénix, es interpretado por dos de los hijos de Jodorowsky; Axel haciendo de adulto, y Adán (más conocido en la actualidad como Adanowsky, cantante de variedades, pánico showman total) recreando la infancia del atribulado antihéroe. Adán siente como parte propia esa cosmogonía de extraños caracteres y sucesos. “Cuando veo

de la vida, los minutos de cinta donde aparece Adán de niño, un ejemplo práctico y certero de realismo mágico? Extrañas marchas fúnebres por un elefante, la prestidigitación de la sangre en un ritual de femenina religiosidad, cohorte de estrafalarios seres como única compañía (lo más cercano a la veracidad de un circo), psicosis permanente debido al marcado carácter simbólico del tatuaje… Procesos mitificados por la imaginación, el acuerdo tácito de magia que se respira entre los habitantes de ese cruce de caminos que es México y la desbo r d a n t e

sensación de pérdida de la conciencia a través de los enteógenos. Que no joda Jodorowsky, Santa Sangre es Psicosis a la mexicana, Psicosis sodomizado, torturado y

Que no joda Jodorowsky, Santa Sangre es Psicosis a la mexicana, Psicosis sodomizado, torturado y sacrificado por el realismo mágico (...) realismo mágico, del superlativo, del transformador, del genial.

sacrificado por el realismo mágico. De acuerdo, un realismo mágico que se adapta a las inherencias del chileno, de su biografía, de su forma de encarar el arte, pero al fin y al cabo, realismo mágico, del superlativo, del transformador, del genial. Puede ser no creíble, si se obedece al racionalismo pragmático de occidente, pero es imposible no sentirse cautivado en su proyección. Yo solo confío en Joe Strummer: porque está muerto, porque jamás me va a defraudar. Mientras veía Santa Sangre creía hasta en las inconexas letras que escupen en spanglish The Mars Volta.

Santa Sangre significó el último capítulo del psicomago como cineasta de riesgo y culto. Vista con la perspectiva que da el tiempo transcurrido, chirría esa casquería tan habitual en el giallo, que se presupone fue obligada por el productor, Claudio Argento, hermano de Darío. Es el elemento desmitificador del film, lo que hace que podamos desviarnos de su poder de ilusión, e incluso que el grotesco humor haga aparición. Es interesante el análisis psicológico, y el preludio de la psicomagia, que existe en Santa Sangre. Ante un “árbol genealógico tóxico”, romper a través del proceso del alma todo vínculo, y transformarse en un ser humano nuevo. Basado en un caso real, el del asesino Goyo Cárdenas, Jodorowsky da un golpe de inspiración extrasensorial, separa latitudes y pensamientos en los homicidas (padre gringo, madre m exicana) y crea un puzzle cinematográfico que está tan cerca del thriller sobrenatural como del desdoblamiento esquizofrénico de “Fight Club”. Formar esa mezcolanza y ordenarla en forma de obra de arte, valida a Jodorowsky de por vida, lo redime en cuanto a hechicero de feria que embauca a la plebe con sus encantos. E

incluso esa parcela suya, como la de cineasta, dramaturgo o pintor (su última faceta) no se transcribe/critica tan fácilmente. ¿Truco o trato? ¿Realidad o deseo? ¿Mae Kurtz o Ramones? En Santa Sangre la disyuntiva se muestra inválida. Acepta tiempo pretérito y presente, conciencia cruda e ilusoria, tú, yo y él. Es el arcano, el mito griego que recuperó Freud, la patología fusionada. Es como escuchar “King Vulcano” de Bauhaus desnudo a la luz de la luna.

Formar esa mezcolanza y ordenarla en forma de obra de arte, valida a Jodorowsky de por vida, lo redime en cuanto a hechicero de fe r i a que embauca a la plebe con sus encantos.

“El mal solo es una frustración del bien, el odio es amor que se desea obtener, y no se obtuvo. Debajo del odio hay amor, y deba jo del mal hay una gran bondad. Es lo que pienso, aunque me ven gan a matar mañana” . Amén


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Cabalgando cábalas te, more Socratico, con todo ser humano, hombre, mujer o niño que el azar eligiera) me dijiste que tenías dieDiminuto nombre. Sólo tres letras. Y ciséis ¿Dieciséis? Las niñas no tienen Londres ¡tan grande! Me duelen los arrugas de mal dormir; las niñas no zapatos de buscarte. andan arqueadas por haber alojado Existe en mí una vieja costumbre de entre las piernas soldados, poetas y bromear con el dolor. Todo esto, sacerdotes, las niñas no conocen los podría ser sólo una broma pesada... secretos de las alcantarillas. ¡Tendrías ¿Dónde te escondes? ¿Bajo las que haber sido actriz! ¡Te hubieran sábanas de algún animal nocturno? regalado ramos cada noche! Voy a reírme tanto que... la última Tu oficio... también en eso me mentiscarcajada va a estrangularme. ¿Y a te. Entre aquellos buitres leonados de ti? ¿Te estrangularon? Oxford Street, que vendían bocas pinLa muerte es terrible; un asesinato, torrojeadas y vientres gelatinosos al no. Un asesinato puede llegar a ser mejor postor, nadie te hubiera reconouna obra de arte, ser más. Nunca te cido como una ramera. ¿Qué tenías tú hubiese creído tan grosera como que vender? Minúscula y desposeída... para morir de una muerte natural. ¿Qué tenías que vender sino tus hueMe engañaste. La primera vez que sos? Ni eras puta, ni eras niña. Me he conversamos (yo siempre he tenido acostado con muchas, por eso sé que por orgullo el conversar familiarmen - no eras una de ellas. Por María Velasco

También yo tenía menos de diecisiete años cuando huí de la escuela para empezar a vagabundear. Nunca oí una tos como la tuya. ¿Te parece “cordial” (hacia mí) morir de un ataque de tos? Yo podría haberte asesinado. Todo Londres hubiera asistido a tu funeral. Hubieras tenido un mausoleo genial como el de las grandes señoras. Una casa bonita ¡al menos para tu cadáver! Hecha abstracción del horror exce sivamente convencional que inspira, el asesinato exige ser tratado esté ticamente y apreciado desde un punto de vista cualitativo a la mane ra de una obra plástica. ¿Cómo te

hubiese asesinado a ti, ángel...? ¿En una hoguera de papel de celofán? El asesino de profesión sabe que la víctima ha de ser joven, en ningún caso debe pasar de los treinta, y gozar de buena salud... Esa tos era un fingimiento. Todo ese artefacto gutural convulsionando tu pecho de paja. ¿No eras más que un mendrugo de pan? ¿Como los que roía en el País de Gales? ¿Las sobras de los señores? Te he buscado... No has dejado ni si quiera un rastro de migas. He preguntado por ti en cada esquina y los buitres me han mirado húmedos y divertidos y han manoseado mis nalgas para que las invitase a un

cigarro y he pasado frío, porque hace frío en Londres, y los de la fábrica tampoco te habían visto y he dado otra vuelta a la manzana y había escarcha. Hace frío. Como el día aquel que bajaba por la calle alucinado por los grandes faroles. Viniste a mí. Me acercaste un vaso de vino a los labios. Luego te sumergiste en la noche por siempre, para siempre. Recuerda que yo no tengo amigos. Te vendías sin tener nada que ofrecer. Montarte era cabalgar en el vacío. Últimamente eras invisible. Tenía que mirarte dos veces para poder verte. ¿Cómo no me di cuenta de que estabas desapareciendo? Ni siquiera yéndote temprano ocuparás tu puesto entre las divas locales. Ni siquiera dejas un cuerpo para exponer en sociedad. El comité de la virtud. Nadie puede negarme que

el aire externo de la sociedad londi nense parece duro, cruel, repulsivo. Las calles no te recuerdan. Otra chica ocupa ya tu farola. Yo no hubiese consentido tu sufrimiento. Después de chapotear sobre tu sangre, como los niños un día de lluvia en Covent Garden, me hubiese acostado para siempre. Tú serías la heroína de todas mis pesadillas, más que del incendio de Londres. Cuando venda mis obras, cuando consiga una casa confortable, espero que estés a mi lado. Muerta, viva, de pie, en escorzo o de medio lado. ¡Imagínate el oropel de putas, plañideras, asociales e inadaptados que nos hubiera acompañado el día de nuestra boda!. Hoy tengo necesidad de las calles. (Basado en la biografía y obra de Thomas de Quincey)

La realidad siempre será pues encuentro, cópula y cruce entre quien percibe y entre “aquello” que interpela nuestra percepción y nuestra capacidad de conocer

capacidad de conocer. Ta l encuentro acontecerá en un plano continuo que vincula y enlaza dejando de lado todo dualismo y toda ficción de separatividad. Así, perceptor y realidad percibida no serán sino ese enlace en el que se asienta la propia expresión de la vida.

“Paul Delvaux, nocturnidad mística y realismo mágico”

Imaginar es ver José Carlos Aguirre - http://phantastikablog.blogspot.com Si hay alguna noción maltratada por la cultura dominante, de corte criptopositivista, es la del imaginario. De acuerdo la misma la mera creencia y la imaginación quedarían confrontadas con la certeza de la racionalidad y del acceso luminoso –ilustra do- a la objetividad. Se hace obvio que el precio de lo dicho será arrojar al cajón de sastre de lo subjetivo o de la mera elaboración fantasiosa asuntos tan relevantes como el de la relevancia cognoscitiva de imágenes y sentimientos en los muy diversos mundos que instauran. Acaso una nueva manera de entender la imaginación sea precisa, una manera que se haga consciente de la

Acaso una nueva manera de entender la imaginación sea precisa, una manera que se haga consciente de la relevancia de las facultades imaginativas de la vida anímica del hombre y, especialmente, de la creatividad de nuestros procesos perceptivos

relevancia de las facultades imaginativas de la vida anímica del hombre y, especialmente, de la creatividad de nuestros procesos perceptivos. Maticemos que apelo a un sentido de la palabra imaginación muy

distante del uso corriente que le adjudica la cultura dominante. Al aludir al imaginario, convocando su sentido helénico, aludo al modo de conocer y percibir inherente a una determinada imagen del mundo, que enhebra la mirada, y de la que no se puede prescindir. Por eso, la facultad imaginativa de la vida anímica, para un griego antiguo, lejos de quedar confrontada con la racionalidad será condición constituyente del percibir humano en tanto posibilidad de vida. De tal suerte que según imagines y veas, así vives. O dicho de otro mundo, según acojas el mundo éste te devolverá tu mirar. En resumen, percepción y pensamiento no serían sino el sello del carácter creador y creativo del conocer humano y de la reciprocidad existente entre exterior e interior… Ni que decir tiene que lo más común será que el operar de esa imago mundi, constitutiva tanto de la identidad propia como del mundo que se reconoce, sea completamente inconsciente. Nociones como la de episteme de Michel Foucault o la de paradigma de Thomas S. Kühn estarían muy en relación con todo lo dicho. Interior y ex t e r i o r, lejos pues de venir a cancelar su relación en las gastadas nociones de lo “objetivo” y lo “subjetivo”, encontrarán así una relación de reciprocidad y copertenencia tremendamente rica y dinámica. De ahí que tomar conciencia de la propia riqueza de la percepción humana en su acceso a texturas de ser de lo más

“Max Ernst: bestiario e imaginario” diverso será tomar conciencia de la propia creatividad de la vida anímica. Desde la perspectiva apuntada los estados internos de

Al aludir al imaginario, convocando su sentido helénico, aludo al modo de conocer y percibir inherente a una determinada imagen del mundo, que enhebra la mirada, y de la que no se puede prescindir

la vida anímica y la cualidad del mundo percibido estarán en constante retribución. Las variedades del percibir humano quedarán insertas así en el natural “darse de la vida” en tanto expresión de las posibilidades de esa misma vida. El hombre, lejos de ser un mero e s p e c t a d o r, será partícipe y agente de las diversas expresiones de la propia vida desde la creatividad de sus procesos anímicos. La realidad siempre será encuentro, cópula y cruce entre quien percibe y entre “aquello” que interpela nuestra percepción y nuestra

LA FO T O

Danza con el cosmos Manuel Uzcanga Meinecke Cinco días en verano de 2009 visitando Estambul, con la premura de captar lo más esencial de esta ciudad por el escaso tiempo disponible; tarea imposible en esta inmensa urbe, que guarda su historia sin apenas deterioro y que puede aparecer ante el viajero como una puerta giratoria entre Oriente y Occidente, entre el pasado y el presente, entre lo terrenal y lo divino. En la tarde de un domingo presencio en el barrio de Beyoglu un “samâ”, un “concierto espiritual” de monjes sufíes de la orden Mevleví. Busco en la sala un recodo alejado de los espectadores y que presente el ángulo apropiado para captar todo el escenario, comienzo a disparar y sigo atento a la progresión de los rituales, iniciados con cánticos acompañados por instrumentos de percusión y de viento. Poco a

poco soy consciente de que estoy contemplando un espectáculo de una enorme plasticidad y armonía; esta intuición se transforma en certeza cuando los derviches inician su andar meditativo y prosiguen con la danza del giro: el pié izquierdo fijo en el suelo, imprimiendo con el derecho un movimiento en espiral y elevando ambos brazos para captar y transmitir la energía que reciben del cosmos. Opto por disparar una secuencia de fotos con un flash retardado y de esa forma reproducir el movimiento de la escena a través de la estela que dejan los brazos en sus giros vertiginosos. Días después contemplo en la pantalla del ordenador una imagen casi monocromática, dominada por luces y sombras y que creo consigue transmitir sensaciones de paz, quietud y movimiento.


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