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ROLEX
MANDA LA PRECISIÓN
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UN DISTINTIVO DE COLOR VERDE –cómo no– certifica que estamos ante un Cronómetro Superlativo de Rolex. Un término replanteado en 2015, que alcanza a todos los nuevos relojes producidos y que no es sino la conclusión de una filosofía de marca vigente desde su creación. La manufactura siempre ha trabajado en la idea de producir relojes de la más alta calidad, especialmente en lo que respecta a precisión y fiabilidad. De hecho, en 1927, su fundador, Hans Wilsdorf, decía respecto a la precisión de sus relojes: “Trabajamos siguiendo criterios que no se pueden medir con ningún otro instrumento que los que nosotros mismos fabricamos”.
Rolex siempre ha puesto a prueba el rendimiento de sus relojes según criterios y estándares propios, además de validar oficialmente sus cronómetros. La denominación Superlative Chronometer Officially Certified que aparece en la esfera de cada Oyster es un distintivo de los relojes Rolex que se oficializó a finales de los años 50 del siglo pasado y que se ha convertido en el símbolo de esa búsqueda incesante de la excelencia cronométrica, A partir de 1973, con el reagrupamiento de los organismos oficiales de certificación en el COSC y la adopción de criterios unificados, Rolex continuó legitimando el calificativo de Superlativo de sus cronómetros. Los criterios que hacen de los relojes Rolex Cronómetros Superlativos se han replanteado con el certificado instaurado hace seis años con el fin de ofrecer un nuevo estándar de precisión y fiabilidad en el ámbito de los relojes mecánicos.
Con la denominación, lo que se garantiza es que cada uno de los relojes ha superado una serie de controles finales específicos llevados a cabo por Rolex en sus propios laboratorios y con arreglo a sus propios criterios, más estrictos que las
ROLEX HA CREADO UN LENGUAJE PROPIO Y MEJORADO ALREDEDOR DE LA CRONOMETRÍA RELOJERA. CON CARÁCTER SUPERLATIVO.
TEXTO RICARDO BALBONTÍN
En la página anterior y en esta, de izquierda a derecha: En el origen, los relojes Rolex mostraban en su esfera la palabra Chronometer, símbolo de su precisión. La manufactura dio un paso más al final de los años 30, con una certificación oficial y la mención Officially Certified Chronometer. En 1951 la certificación oficial de los cronómetros es obligatoria. Rolex lleva haciéndolo desde 1927, y a partir de 1957 pasará a denominar a sus cronómetros Superlative Chronometer Officially Certified.
normas relojeras. Además de complementar la certifi cación ofi cial del COSC, hay un dato importante y es que este control refi ere al conjunto del reloj, una vez encajado el movimiento, tanto en términos de precisión, como de hermeticidad, cuerda automática y autonomía. La precisión exigida a un Cronómetro Superlativo Rolex es del orden de -2/+2 segundos al día, es decir, más del doble de la que se le exige a un Cronómetro ofi cial.
Todos y cada uno de los pasos que se siguen en esta certifi cación no hacen otra cosa que atestiguar y sobre todo garantizar que este seguirá funcionando correctamente con el paso del tiempo. Los controles fi nales completan los tests previamente realizados durante el desarrollo y fabricación de los relojes, para garantizar su fi abilidad, robustez y resistencia a campos magnéticos y golpes.
Cuando se ensambla el movimiento en la caja la precisión de marcha puede verse afectada en varios segundos al día. Para comprobar que esto no ha sido así, Rolex pone a prueba cada reloj durante un ciclo de 24 horas, en siete posiciones fi jas y un test de rotación dinámico, simulando el uso real. Los criterios de tolerancia son más estrictos que la certifi cación ofi cial en lo referente a la desviación media de marcha; no debe exceder los -2/+2 segundos diarios frente a los -4/+6 que exige el COSC.
Valores superiores Un segundo aspecto que se vigila para hacerse acreedor al certifi cado de Cronómetro Superlativo tiene que ver con poder dar cuerda sin problemas al módulo Perpetual de carga automática. Para ello se emplea un método exclusivo que ratifi ca que todos los elementos interactúan de forma óptima y que no se producirán problemas ulteriores.
La hermeticidad es uno de los elementos más delicados en la relojería y también más investigados en Rolex. Para que el reloj tenga la garantía de este certifi cado, se pone a prueba una primera vez por sobrepresión de aire y, a continuación, sumergiéndolo en agua en cubas hiperbáricas. Los relojes herméticos hasta 100 metros se ponen a una presión de un 10% adicional, mientras que a los relojes de buceo –herméticos hasta 300, 1.220 y 3.900 metros– se les aplica un margen de seguridad adicional del 25%.
Junto a estas líneas, el último paso de Rolex se produjo hace 6 años y amplió las exigencias del Superlative Chonometer Off icially Certified, que obliga entre otras cosas a una precisión de +2/-2 segundos al día.
Sobre estas líneas, título oficial de marcha concedido a un Rolex de 1962. A la derecha, de arriba abajo, imágenes de algunas de las etapas que se siguen para obtener el certificado de Cronómetro Superlativo; desde la lectura de las horas a las cubas hiperbáricas para la hermeticidad.
Por último, a todos los relojes se les da cuerda completa al comienzo de las pruebas y se controla su reserva de marcha según las especificaciones de cada movimiento, determinando cuánto tiempo ha funcionado el reloj antes de detenerse y si ha cumplido con lo planteado.
Esta certificación de Cronómetro Superlativo, por otro lado, no hace otra cosa que incidir en ese papel pionero de Rolex en la precisión de los relojes de pulsera. Y por si alguien tiene alguna duda, basta ver ejemplos previos a la mención por primera vez de Cronómetro Superlativo. En 1910, Rolex era reconocido con el primer título oficial de Cronómetro concedido nunca
a un reloj de pulsera; en 1914, un Rolex similar y de pulsera obtiene el primer certificado de clase ‘A’ del Observatorio de Kew (Inglaterra), la mayor institución mundial en materia de precisión, encargada de la certificación de los cronómetros de marina. Cuando en 1926, Rolex lanza el Oyster, primer reloj de pulsera hermético del mundo, aspiraba ante todo a proteger el movimiento de alta precisión de los elementos externos. Por eso, no es extraño que la inscripción que aparece en la esfera de los Rolex haya evolucionado con el tiempo. De Chronometer a Officially Certified Chronometer, a finales de los años 30, antes de tomar su forma definitiva de Superlative Chronometer Officially Certified 20 años más tarde. Y como la relojería es un arte en movimiento, en Rolex no han parado de ofrecer nuevos elementos para ratificar que la precisión en Rolex es una garantía.