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AUDEMARS PIGUET
Junto a estas líneas: Vista del nuevo calibre 7121 que sustituye a toda una leyenda mecánica de los Royal Oak, el calibre extraplano 2121. En la otra página: frontal del Royal Oak Jumbo, que conserva la estética que le ha convertido en leyenda.
CORAZÓN RENOVADO
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El Royal Oak de Audemars Piguet tiene en el Jumbo su pieza estelar, y en este 50 aniversario del nacimiento de la colección mantiene la estética que le ha hecho triunfar. El gran cambio se encuentra en el interior con su nuevo calibre.
SI HAY UN MODELO QUE HA MARCADO el devenir del Royal Oak de Audemars Piguet durante sus 50 años de vida ese es el Jumbo. Y aunque en los nuevos modelos que celebran esta efeméride hay cambios visibles en su imagen, en este caso concreto se ha decidido mantener su estética... el cambio se halla en su interior. “Exteriormente decidimos no cambiarlo, ya que queremos mantenerlo lo más parecido posible al original. Pero sin embargo cambiamos el calibre, que era otro de los elementos legendarios del Royal Oak, por el nuevo calibre 7121, que es más robusto, dispone de una mayor reserva de marcha, mejora su frecuencia y tiene un mayor nivel de acabados. Hablamos de nuevo de esa idea permanente que tenemos de mejora continua de la marca. Cambiamos el calibre, sí, pero conscientes de que eso no debía influir sobre otros elementos del reloj; es decir, no había que tocar el tamaño, que se mantiene en los 39 mm, ni su grosor de 8,1 mm. Porque es lo que le hace único; este es el código del reloj, es lo que lo hace icónico y único”, aclara Sofía Candeias, Head of Product Management. Desarrollado durante los últimos cinco años, el nuevo calibre 7121 ofrece una reserva de marcha de 55 horas, así como una precisión superior a lo largo de más tiempo. Equipado con una masa oscilante central contemporánea montada sobre cojinetes de bolas y carga bidireccional, luce este año el logo del 50 aniversario como el resto de las novedades, y será otro de los detalles que le distingan temporalmente. Otro más se encuentra en su volante con bloques de inercia insertados directamente en él para evitar fricciones innecesarias. En definitiva, renovar no tiene por qué cambiar la imagen, pero si puede mejorar el rendimiento de una mecánica que ha rendido al máximo nivel acompañando al que ya todos reconocen como uno de los grandes iconos de la relojería. R.B