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ALONDRA DE LA PARRA

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JÉRÔME SANS

JÉRÔME SANS

ALONDRA DE LA PARRA

DIRECTORA DE ORQUESTA

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Acariciar la música

La mexicana presenta en Pamplona The Sound of Silence, un proyecto personal que combina orquesta y teatralidad, y dirige a la Orquesta Sinfónica de Madrid en el Auditorio Nacional.

TEXTO PAULA POLIZZOTTO

“DIRIGIR UNA ORQUESTA ES COMO ENTRENAR UN DRAGÓN: jamás serás más grande que él, pero si entiendes cómo funciona puedes aprender a domarlo para crear junto a él hermosas manifestaciones artísticas”. Así de ne Alondra de la Parra su vínculo con la música, una disciplina que le pide, cada vez que sube al escenario, sacar lo mejor de ella misma y de los músicos que la acompañan, pues el director es el único miembro de la orquesta que no está en contacto con ningún instrumento. El talento natural de esta mexicana por la composición e interpretación, unido a innumerables horas de estudio, la han llevado a convertirse en una de las directoras más célebres a nivel internacional, con más de 100 orquestas dirigidas hasta el momento, entre ellas, la Orchestre de París, la Orquesta Filarmónica de Londres o la TonhalleOrchester de Zurich.

Tras su debut el pasado septiembre con la Orquesta Sinfónica de Galicia, ahora regresa a España con e Silence of Sound, un proyecto de creación y producción personal junto a la artista mexicana Gabriela Muñoz, conocida por su personaje Chula e Clown. Esta nueva obra se estrenará el próximo 17 de noviembre en el Auditorio Baluarte de Pamplona y une por primera vez la música sinfónica con una historia protagonizada por un payaso. “Se trata de un proyecto multidisciplinar que tiene el objetivo de abrir audiencias; incluye música de compositores como Brahms, Stravinsky o Proko ev, y, al mismo tiempo, cuenta una historia a través de los movimientos y la gestualidad”. Pocos días después, dirigirá a la Orquesta Sinfónica de Madrid en el Auditorio Nacional.

Aunque en ocasiones la función de un director de orquesta parezca un tanto intangible, el concierto es solo el producto nal, la guinda que remata el trabajo realizado en los ensayos, ensamblando, puliendo o estructurando las notas musicales. “La gente piensa que no tenemos una verdadera función sobre el escenario o que, simplemente, hacemos magia. La realidad es que se necesitan años de disciplina entrenando el cuerpo y la batuta para poder expresar las ideas musicales de forma adecuada”. Después de la pandemia, De la Parra cree que vivimos el momento perfecto para establecer una conexión con la música clásica. “Toda la sociedad, y en especial los jóvenes, están sedientos de contacto físico y de estímulos que no estén creados por un ordenador o por un teléfono móvil. La orquesta es la celebración del contacto humano, de la creatividad y de la expresión de las personas en conjunto”.

En la página siguiente, la directora de orquesta Alondra de la Parra. Tras el estreno de The Silence of Sound, la mexicana dirigirá los días 25, 26 y 27 de noviembre la Orquesta Sinfónica de Madrid en el Auditorio Nacional.

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