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ELON MUSK
from Gentleman_211_Esp
2022
02. ECONOMÍA
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ELON MUSK
EMPRESARIO Y MAGNATE
LA DISTOPÍA QUE VIENE
La accidentada compra de Twitter ha confirmado el carácter impetuoso y provocador del hombre más rico del mundo. Con la poderosa red social en sus manos, todo es posible.
TEXTO MARIO CANAL
NO SOLO ES EL HOMBRE MÁS RICO DEL MUNDO, con una fortuna estimada de 191.000 millones de dólares. También es el empresario más provocador, insolente y narcisista del universo. Su per l disruptivo contiene trazas de un personaje de cómic, mitad superhéroe, mitad villano, potenciado por los sectores tecnológicos y cientí cos que abarcan sus empresas: en el ámbito de la movilidad, Tesla, Boring Company y SpaceX; en el de la comunicación, la red de satélites proveedores de internet Starlink. Por su parte, con Neuralink investiga el aumento del potencial cerebral, mediante la implantación en el mismo de microchips.
Desde hace poco, es además dueño y señor de Twitter, que compró por 44.000 millones de dólares –posee el 82% de la misma–, por lo que interviene también en el control y distribución de contenidos digitales. La operación se analiza como un capricho, incluso una torpeza empresarial. Si bien es cierto que intentó echarse atrás y que el carácter de Musk es voluble e impetuoso, hacerse con la red social más in uyente del mundo a nivel político complementaría alguna de sus iniciativas éticamente más ambigüas, como la tecnología Brain-Machine Interfaces (BMI), que desarrolla con Neuralink. La guerra del futuro por el control del poder geopolítico no se jugará en un campo de batalla físico, sino cognitivo.
El metaverso aún está en una fase beta y muchos dudan de su potencial de crecimiento. Lo que sí sabemos que condiciona la forma en que percibimos el mundo es la información que recibimos. Y como nuestro cerebro la procesa. Por ello, en un contexto en el que las empresas tecnológicas poseen cada vez más in uencia económica e incluso geoestratégica –recordemos que Starlink salvó a Ucrania de quedar cegada digitalmente–, el per l bipolar de Elon Musk invita a imaginar un futuro que bascula entre la utopía y la distopía.