El valor de la ArmonĂa para
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Generamos contextos ambientales para favorecer el bienestar de nuestros clientes y del equipo de colaboradores, lo que influye decisivamente para que el logro de los objetivos que nos proponemos resulte mĂĄs sencillo.
La ARMONÍA es el valor, que refleja la presencia equilibrada de otros valores que proyectan a la persona, como una persona serena, objetiva, madura y con gran dominio sobre sí misma.
ARMONÍA es la perfecta conjunción de las partes de un todo para lograr un fin único que muestra la realidad con toda su belleza.
En el lenguaje común se habla de armonía cuando hay combinación de sonidos, ritmos y acentos que resulta grato al oído. Decimos que en un concierto o en una interpretación musical hubo armonía. En el ser humano es tener buen gusto, moderación, paz interior, concordia, orden, etc.
La ARMONÍA, abordada como valor humano, es belleza, equilibrio y medida. Por eso está reñida con lo estridente y lo exagerado. Una persona armónica es quien posee una justa jerarquía de valores y un orden en el amor. La armonía produce paz, seguridad y confianza. Por eso hace al ser humano agradable y amable. Ayuda a la empatía entre las personas que se relacionan con el, de manera “armónica”.
Una personalidad armónicamente desarrollada es aquella en la que todas las dimensiones humanas están en equilibrio: el cuerpo, el espíritu, los sentimientos, la mente, la sociabilidad. Igualmente en la propia vida se integran en un único proyecto lo personal, familiar y profesional. La sinergia entre esos factores produce un resultado maravilloso: efectividad y felicidad (al menos bienestar).
Existe una armonĂa vivificante cuando se logra equilibrio entre el ser, hacer y tener. Cuando se cuidan los diversos roles que desempeĂąamos en la vida y ninguno de ellos crece a expensa del otro.
Otra área en donde podemos observar la armonía personal son los tópicos sociales: hay una forma de conducirse en las relaciones humanas, hay unas normas que respetar tanto en el actuar, en el hablar o en el vestir. Pues bien, hay “armonía personal” cuando no despreciamos esos elementos, pero tampoco renunciamos a nuestros propios estilos y a nuestra personalidad.
Seguramente alguna vez nos hemos sentido incómodos cuando hemos tenido que actuar ante los demás, por respetar una etiqueta; pero igual posiblemente hayamos puesto la cómica cuando nos hemos sobrepasado de “originales”. La armonía se trasluce cuando hemos sido nosotros mismos, sin irrespetar a los demás ni el momento.
Si a la armonía personal se le añade ritmo, vibración, energía, la vida se convierte en una aventura maravillosa. Una persona armónica no es una persona fastidiosa ni tediosa, sin metas ni ideales. Más bien el auténticamente armónico pone su alegría y entusiasmo, su trabajo y esfuerzo al servicio de un ideal que valga la pena. Así la vida es realmente apasionante, incluso en las dificultades vividas.
Algunas preguntas que pueden
ayudarte a interiorizar sobre la ARMONÍA: ¿Sé armonizar mi trabajo y responsabilidades profesionales con mi hogar y la sana diversión? ¿Existe equilibrio entre lo que pienso y lo que siento? ¿Procuro mantenerme transparente y mostrarme tal como soy sin ser burdo o vulgar? ¿Soy objetivo al juzgarme o al juzgar a los demás? ¿Soy amable con los demás, sin llegar a ser adulante?
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Principios para generarArmonĂa
Principios armonĂa
1.
Siempre hay alguien que liderea, pero todos somos necesarios y debemos entonar, para lograr una bella melodĂa.
Principios armon铆a
2.
Todas las voces son importantes, cada cual con su estilo colabora para que suene arm贸nicamente. No desentones entonces!!!
Colabora con el grupo, da lo mejor de ti.
Principios armonĂa
3.
Disfruta lo que haces, ponle alegrĂa.
Principios armonĂa
4.
Se responsable en tu rol.
Principios armonĂa
5.
Ap贸yate en Equipos de Trabajo.
Principios armon铆a
6.
Haz frente comĂşn con tus pares.
Principios armonĂa
7.
No temas asumir errores.
Principios armonĂa
8.
Cuentas con mi apoyo.
Principios armonĂa
9.
La naturaleza tiene armonía, es decir posee un ordenamiento que no es estático sino que está en permanente movimiento e interactúan en ella ciertas fuerzas o principios elementales. La armonía es, en cierta manera, sinónimo de equilibrio y estabilidad, pero se diferencia de estos dos términos en el sentido de que abarca más cosas y entre ellas está el hecho de que afecta sensiblemente y benéficamente a nuestro estado de ánimo, a nuestros sentidos y en especial a nuestros sentimientos.
Estar en Armonía con los demás significa anhelar el bien para ellos, actuar de modo constructivo y ayudarles en su camino a lograr lo que quieren. No se refiere a hacer lo que otros quieran hacer, dándoles el poder de decidir el rumbo de nuestra vida, sino por el contrario, desempeñarnos en nuestras pasiones para ser felices e impartirles felicidad… Y es aquí, cuando primeramente logramos la Armonía con nosotros mismos.