PERIÓDICO CORRIENTE ALTERNA NÚMERO 6 . SEM 02-2017 . ISSN 2462-9650 UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA FACULTAD DE INGENIERÍA SEDE BOGOTÁ
Proyecto Eléctrica es un Grupo Estudiantil de Trabajo y Extensión de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá y parte de la Asociación de Ingenieros Electricistas y Electrónicos de la Universidad Nacional - AIEEUN que tiene como lema: “Ingenio e innovación con intención solidaria”. Busca a través de su trabajo mejorar las habilidades académicas y humanas de los estudiantes, además de incidir en la sociedad de manera solidaria a través de sus proyectos, disminuyendo al mismo tiempo las brechas entre la Sociedad, la Universidad y la Industria.
Corriente Alterna es un periódico de los estudiantes de la Facultad de Ingeniería, donde se comparten las opiniones de la comunidad respecto a diversos temas, manteniendo una comunicación constante e independiente entre la academia.
rector vicerrector director bienestar sede bogotá
Dicho periódico forma parte de la Universidad Nacional de Colombia y de los estudiantes vinculados al grupo de trabajo Proyecto Eléctrica. Los textos presentados en la siguiente publicación expresan la opinión de sus respectivos autores y la Universidad Nacional no se compromete directamente con la opinión que estos pueden suscitar.
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Ignacio Mantilla Prada Jaime Franky Rodríguez Oscar Arturo Oliveros Elizabeth Moreno José Ismael Peña Reyes Oscar Suarez Palacios
René Alexander Soto Pérez Alexei Ochoa Duarte David Enrique Santos Borja Luis Alejandro Cárdenas García
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EDITORIAL
ALTERNATIVAS EDUCATIVAS luis alejandro cárdenas garcía estudiante de ingeniería eléctrica miembro del proyecto eléctrica y del comité editorial de corriente alterna facultad de ingeniería universidad nacional de colombia s ede bogotá
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sta es la sexta ocasión en la que el comité editorial de este periódico estudiantil tiene la oportunidad de extenderles un saludo a todos aquellos que han sido participes del desarrollo de este proyecto, cuyo principal objetivo es promover el vínculo que debe existir entre la academia, la sociedad y el sector empresarial en Ingeniería. Han sido varios los obstáculos encontrados en el cumplimiento del objetivo mencionado anteriormente, por lo que, luego de largas discusiones y debates como grupo estudiantil, se optó por realizarle seguimiento a una de las problemáticas que consideramos es un pilar en la formación de un ingeniero: la actual metodología en la que se guía a un futuro ingeniero, la cual consiste esencialmente en asistir al aula de clase sin interactuar con su entorno. Durante este proceso, observamos que la gran mayoría de los estudiantes se en recibir una educación netamente académica, la cual les permita obtener su título universitario, sin darse la oportunidad de encontrar una relación entre su carrera, la sociedad a la que pertenecen y la industria a la que aspiran entrar. Por ello y
conscientes de que los grupos estudiantiles son un gran impulso para encontrar y fortalecer esa relación, Proyecto Eléctrica y Corriente Alterna buscaron alternativas para que el estudiantado tuviese la oportunidad de acercarse, desde las primeras etapas de la carrera, a este mundo del trabajo colaborativo; alternativas que se concretaron en un ciclo de talleres. Desde “Proyecto Eléctrica”, tras casi un semestre de continuo trabajo para decidir las pautas del mismo, se comenzó a trabajar con este ciclo de talleres a partir de 2016-1; y desde entonces han sido bastantes los éxitos y los errores que se han observado en este proyecto, así como un constante aprendizaje que conlleva a un mejoramiento permanente de dichos talleres. Inicialmente, se trabajaron 4 temáticas: Biomimética, Investigación en operaciones, Scracth (con la colaboración de Usimte) y Arduino. No obstante, los asistentes mostraron mayor interés por Arduino, de modo que se decidió trabajar esta temática en los siguientes dos semestres. Lo más significativo luego de estos tres semestres realizando el ciclo de talleres es el destacado
interés por parte de estudiantes de ingeniería de primeros semestres e incluso de estudiantes de otras facultades (como artes), quienes desean aprender un poco de esta plataforma de programación, donde los asistentes han tenido la posibilidad de trabajar en proyectos con estudiantes de diversas áreas del saber. Aprovechando este espacio y estos ejemplos, queremos recalcar que es posible realizar un acercamiento en ámbitos diferentes a los académicos durante la formación en Ingeniería, no solo en la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia, sino en las demás facultades de Ingeniería del país, y, de esta manera, promover la temprana vinculación del estudiantado con lo que será su profesión. Para no hacer más larga esta editorial, invitamos a cada uno de los lectores de esta edición a buscar la forma de vincular los conocimientos obtenidos durante su formación académica en otros ámbitos; tanto los que pueden encontrar en el campus, como fuera de él. Los invitamos a encontrar alternativas que les permitan desarrollar completamente su profesión.
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UNA UNIVERSIDAD PARA LA VIDA Y EL DESARROLLO SOCIAL requiere también de mayor inversión y mayor internacionalización. david ernesto ramírez díaz egresado de ingeniería eléctrica universidad nacional de colombia
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uchas veces, como estudiantes, como académicos/as, pero sobre todo, como personas que provenimos de la sociedad a un centro educativo, pensamos día y noche ¿cómo implementar aquellas leyes físicas, aquellas fórmulas matemáticas y aproximaciones tan certeras, aquellos cálculos que una y otra vez realizamos en diferentes cuadernos, bloks, hojas recicladas y/o tableros en salones desocupados, resolviendo infinidad de ejercicios que encontramos en los libros de nuestras amplias, bastas y, lastimosamente también, poco renovadas e insuficientes bibliotecas universitarias (y me refiero al concepto de renovación académica y no solo estructural que también es muy importante), en el mejoramiento y desarrollo social y tecnológico de nuestro país, en cómo ayudar a que, cada día, más y más personas tengan una vida digna, con una ingeniería que se piense para la gente, para el fomento económico de nuestros/as campesinos/ as y trabajadores/as de la mano del conocimiento tecnológico, el cual, como ingenieros/as, aprendemos y revolucionamos. Es innegable que la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá tiene una calidad educativa de alto reconocimiento a nivel nacional e internacional, producto de más de 150 años de trabajo, derivado del esfuerzo de muchos/ as profesores/as que aman la Universidad y que le retribuyen, día a día, gustosamente, con aquella labor de docencia; por los/as trabajadores/as que, con su esfuerzo en cada momento, adecuan los espacios de estudio, descanso y de ocio que requerimos, por los/ as estudiantes que nunca nos quedamos quietos y siempre, con nuestra curiosidad, buscamos avanzar más y más en nuestros sueños, unos sueños de bienestar general que empiezan por nuestros/as amigos/ as y familiares pero que, talvez erróneamente, muchas veces limitamos a ellos/as. Viviendo en el exterior y con estas dudas siempre en mi cabeza, he notado algo muy curioso, talvez sea muy obvio para el criterio de muchos/as; no obstante, algo para analizar y poner sobre la mesa de discusión es el financiamiento universitario. Indudablemente, hay grandes diferencias entre las instalaciones universitarias alemanas y las colombianas; las comodidades y herramientas de trabajo en los salones y auditorios; el estado infraestructural de los edificios; los laboratorios
de trabajo, con equipos constantemente renovados; el mantenimiento de las sendas peatonales; los caminos realizados para las bicicletas, los grandes espacios de los centros deportivos, y sus maquinarias modernas y en óptimo estado; las residencias estudiantiles amobladas y ubicadas al lado de las universidades, con una capacidad enorme de alojamiento, baños propios para los estudiantes y algunas hasta con balcones; todas con una arquitectura armoniosa en una verdadera ciudad universitaria y abierta a la ciudad; las oficinas estudiantiles con grandes espacios, amobladas, casi como si fueran apartamentos, para los estudiantes que hacen parte del ASTA (el sindicato estudiantil existente en cada universidad en Alemania; bajo esta se cobijan diferentes grupos culturales de baile, recreación, inducción, excursión, entre otros, y, oficialmente, tiene su propio parlamento); las cafeterías centrales con subsidios estudiantiles y grandísima diversidad de alimentos por escoger entre vegetarianos, veganos y convencionales; la integración de pagos con la misma tarjeta estudiantil y la gratuidad de la educación donde el único pago semestral que se hace, valida a los estudiantes para entrar y hacer uso del sistema de transporte de toda la ciudad, sin tener que pagar más por ello y que, dependiendo el estado federal, puede incluso hasta acceder a más ciudades o el estado por completo. Esto para tratar de hacer un imaginario de lo existente en un país que le apuesta a la educación como medio de progreso social. Sin embargo, estos no son los puntos más importantes a tratar en este artículo, pues lo que más me ha llamado la atención, es que, a parte de lo mencionado anteriormente, el método educativo utilizado en Alemania, en las clases de ingeniería, en realidad no cambia mucho a los métodos educativos utilizados en Colombia, un profesor muy experimentado frente a un auditorio que explica todo un tema a partir de unas diapositivas, con algunos ejemplos en el tablero, explicando algunas leyes o principios fundamentales de alguna disciplina con unos estudiantes auxiliares que lo apoyan en la revisión de los trabajos, y algunos profesores no tan experimentados que tímidamente se dirigen a sus estudiantes y prefieren llenar el tablero con fórmulas y resultados ya obtenidos con anterioridad, repitiendo en sonsonete cada cosa que van escribiendo para darse seguridad a sí mismos de lo que están haciendo
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matemáticamente y no como docentes. Los temas fundamentales no cambian más allá de lo que conocemos en nuestras aulas, mas, lo que sí existe es la variedad de implementaciones de lo que ellos realizan con estos temas. Si bien en Colombia conocemos el funcionamiento de un capacitor, su energía y comportamiento en un circuito, de acuerdo con sus características, no conocemos su aplicación directa en una celda fotovoltaica o su aplicación en los sistemas de movilidad eléctricos; puesto que estos son temas que solo se manejan con gran versatilidad en aquellos países que están a la vanguardia de la tecnología, derivado en sí mismos por la importancia investigativa que estos mismos le colocan. En últimas, son temas que fácilmente pueden ser entendidos por cada uno de nuestros estudiantes e ingenieros, pues, como lo mencioné anteriormente, las bases fundamentales que aprendemos en nuestra Universidad bastan para interpretar y conocer este tipo de tecnologías. Infortunadamente, pocos son los estudiantes que logran tener acceso a una experiencia de internacionalización, tanto en pregrado como en maestría o doctorado. Esto, teniendo en cuenta que, además de los requisitos académicos, los cuales no siempre revelan las verdaderas capacidades de los estudiantes, bien sea por la valoración numérica o por los idiomas requeridos para acceder al conocimiento, se encuentran: el factor económico y la capacidad de endeudamiento de cada estudiante y/o de su familia, para enviarlos uno o dos años al exterior; el proceso de adaptación a una nueva sociedad, a los diferentes métodos de seguimiento y evaluación del nuevo país; la capacidad de entendimiento de las áreas que se estudian debido a la complejidad del uso de un idioma técnico; entre otros factores. Todo ello, influye en la posibilidad de acceder a estas oportunidades y, por ende, que puedan sacar el mayor provecho de dichas clases. Esto, obviamente, no opaca el crecimiento integral que una experiencia de estas nos entrega como personas; mas, como ya mencioné, son muy pocas las personas que tienen acceso a la misma. En este sentido, las universidades alemanas suelen contratar profesores/as de otras universidades y de otros países, por medio de convenios de trabajo internacional por un semestre o por dos, abriendo la respectiva cátedra para sus estudiantes y posibilitando, de esta manera, llevar el conocimiento y estas especialidades a más lugares en el mundo y no solo mantenerlo en los centros de creación del mismo; les entregan todas las facilidades y necesidades que puedan tener para este trabajo de intercambio académico y se promueve el 06
espíritu crítico, innovador e investigativo a través de las experiencias y los avances en materia y en actualidad. Y ¿Todo esto a qué va? Como mencioné al principio de este artículo, muchas veces, como estudiantes, tenemos infinidad de sueños por realizar, unos empresariales y otros más humanistas, siempre con la visión de una mejor sociedad, desarrollada y con mejores condiciones para la vida; no necesitamos estudiar ciencias políticas, ciencias de la salud o ciencias humanas para trabajar por y con la gente. Desde nuestras disciplinas, podemos hacer grandes aportes a la sociedad, puesto que, aun cuando encontremos limitaciones, como la desactualización en las especialidades de nuestras carreras, el poco acceso a la vanguardia tecnológica y los conocimientos de los últimos desarrollos; hemos trabajado desde hace tiempo en cumplir nuestros sueños y si queremos pensar en una Universidad creativa no debemos partir desde cero ni ignorar lo que ya han descubierto en otros espacios; por lo que es necesario aprender de los otros y adaptarlo a nuestras necesidades y contextos. Somos conscientes de que venimos y estudiamos en una de las mejores universidades del país, y, por lo mismo, siempre pensamos en cómo mejorarla y cómo acercarla a la sociedad de manera que exista un trabajo en comunión y no en separación. Es, por esta razón, que quiero poner sobre la mesa de discusión de muchos/as estudiantes y profesores/as, algo obvio pero que no muchas veces apreciamos en realidad: la necesidad de exigir un verdadero financiamiento para la Educación Pública Superior en Colombia. No basta con saber que la Universidad es pública, que es bonita, grande y que poco pagamos por la misma; no basta con decir que nuestros profesores son los mejores y que por eso está la garantía de que siempre va a ser así; nuestro mundo se mantiene encerrado en una tormenta de corrupción, por lo que cada cosa no tan mala que vemos la aceptamos como lo mejor de la creación y, por lo tanto, nos resignamos al conformismo y al sostenimiento del status quo; nos limitamos a crecer como individuos pero nunca en comunidad y esto es lo que debemos cambiar; es lo que nos corresponde cambiar, desde la exigencia de mayor presupuesto para la educación y la renovación de infraestructura (bibliotecas, equipos, laboratorios,…); pasando por la correcta administración de los recursos actuales y futuros, hasta la obtención de convenios investigativos y de docencia en términos internacionales, los cuales nos permitan renovar e iniciar nuevos ciclos de investigación, creación y materialización para las tesis finales
Fotografía: Antonio Bonanno, 7 mayo 2007 Tomada de: https: //www.flickr.com/photos/ mondriankilroy/487898080/
PERDURAR TRAS LA MUERTE víctor daniel montaña cuéllar ingeniería mecatrónica
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a noche del trece de Noviembre, yo había vuelto a caer. Pero aquél hundimiento había sobrevenido tan voraz e implacablemente como una catástrofe. Hacía ya semana y media que no tenía noticia alguna de Renata, y la ansiedad comenzaba a sofocarme. Lo cierto es que no lograba adivinar por qué, pues sus constantes desapariciones se habían convertido, paulatinamente, en una parte importante de esa larga lista de rituales que ella tanto adoraba perpetrar, aun, a pesar de mis incesantes réplicas. Por alguna razón, sin embargo, sentía que esta vez algo era diferente, como si Renata estuviese más perdida, distante e inalcanzable que nunca. Hasta entonces, no lograba entender cuál era la causa de tal emoción. En aquellas ocasiones, solía dedicarme, primordialmente, a deambular, durante horas, por las calles de la ciudad; dejando al tiempo libre para suicidarse, pues al profundo caudal que yace entre el recuerdo y su constante olvido no le es lícita otra forma de fluir. Quizás por eso mismo me gustaba divagar indefinidamente, con la esperanza de poder encontrarla, como intentando provocar el desenlace de aquel oscuro irresoluble. O, tal vez, como era también posible, pensaba sin más que podría hallarme a mí mismo entre las sórdidas y nauseabundas cavilaciones que alguien pudiera sostener contra el mundo, al verse navegando sin prisa y a la deriva, entre las junglas de la urbe. Sea como fuere, ese día solo sentía un desasosiego con el que quería terminar definitivamente: tenía la necesidad de ponerle un fin inmediato y contundente a tan ponzoñoso tormento; aunque fuera en algún rincón cualquiera y, todavía, en medio de la desesperación, porque sentía que, de otro modo, él acabaría conmigo. 07
Quien quiera que hubiese conocido a Renata, aunque fuera tan solo superficialmente, tendría que reconocer que esa mujer era sinónimo de nostalgia: su ánimo era siempre algo opaco y tenebroso, como un escalofrío de esos que nos recorren plácidamente. Solía decir, entre tantas otras cosas, que a las tinieblas no les es posible alcanzar la cúspide de su sensualidad, hasta el momento en el que nuestras almas son plenamente moribundas. Y en cierto modo, eso era lo que yo experimentaba: un crudo e insensato llamado hacia el fin, un vuelco inexpugnable de dolor que me repetía, mientras lloraba desconsoladamente; cómo su recuerdo conseguía evocar los más poderosos demonios que me habían habitado o me habrían de habitar jamás. Mas, aun así, yo la amaba. La amaba con todo, y sus rabietas y lágrimas de medianoche, los calcetines revueltos y la comida helada, sus típicos delirios y sus pesadillas más profundas. En el momento en que el reloj marcó las doce, y las altas horas de la noche se hicieron evidentes, me encontré destrozado en el único lugar dónde pensé que podría encontrar algo de ella: el pequeño teatro donde solía tocar el piano y actuar deliberadamente en las tragedias que su padre había escrito cuando aún tenía la cabeza agarrada firmemente en su sitio, por esos tornillos a los que solemos llamar cordura. Aunque había pasado por ahí, con ella, incontables veces, nunca había estado en el interior, ya que Renata me había hecho prometerle que no entraría jamás. Mientras miraba la puerta más exterior del teatro, corroída y entreabierta, junto a los viejos afiches a medio arrancar, recordé algo que también acostumbraba decir Renata “la belleza, el arte, lo humano y lo verdaderamente sublime son cosas capaces de transformar nuestra realidad e incluso de trasgredir nuestros sentidos, llevándonos mucho más lejos de lo que jamás esperamos ir”. Algunas veces, cuando nos encontrábamos solos, me hacía apagar la luz y poner música a todo volumen, como esperando silenciar el agitado mundo exterior. Decía, también, que si nos concentrábamos lo suficiente, podríamos advertir los colores de las melodías rebotando por la habitación,
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y hasta percibir los olores que algunos compositores podían imprimir en ellas. Por eso argumentaba, con gran seguridad, que solo la verdadera música puede hacer bailar nuestras almas y no necesariamente nuestros cuerpos. No obstante, la conocedora de esos temas era ella. Hasta entonces, yo nunca había llegado a ver los colores ni a oler las canciones; aunque en repetidas ocasiones hubiese observado inexorablemente las luces que ella solía encender, distorsionadas por las lágrimas que junto a Chopin se esforzaba en sacarme, para darme algún insignificante consuelo en mis horas más oscuras. Me acerqué al atrio y un sentimiento de euforia me recorrió de arriba abajo, al ver que, de hecho, el teatro estaba en medio de una función, pero además, que el cronograma del evento solo tenía a una persona en la lista: Renata Fitzpatrick. No tuve la voluntad para detenerme y acatar mi promesa, así que me adentré en el edificio. Como pude, me limpié las lágrimas y empecé a descender por las escaleras. Fue un intento perdido e inútil por estabilizarme ya que detener el llanto me era algo imposible en aquel instante; ello, a pesar de que mis sentimientos eran ahora una infame mezcla de felicidad, angustia y sollozos; pues ese desagradable e inoportuno nudo en la garganta, creí, estaba a punto de resolverse en un abrazo. En el camino hacia la sala principal del teatro, pensé en la extrañeza con la que Renata había llevado a cabo sus actos: que nunca me hubiese avisado del espectáculo, que hubiese desaparecido sin antes dejar sus comunes indicios, que hubiese decidido tocar a media noche y que hubiera aún alguien ahí para escucharla. Empero, estaba tan distraído que lo olvidé enseguida. Me senté en medio de una multitud apenas existente, y esperé. Ahí estaba Renata; sin embargo, era una Renata inusual, con una o varias cosas, inclusive más exóticas que sus acciones. Tenía un vestido púrpura que jamás había visto; sus ojos se veían oscuros y pesados, como si sus pupilas se hubieran convertido en un par de agujeros negros; se veía desgastada y su piel olvidada. Aun así, sabía que su música me daría paz y me devolvería
la vida de la que poco tiempo atrás me había estado arrepintiendo. Nunca la había visto más escalofriante que posada en el ábside de esa raída construcción. La gente aplaudió suavemente y ella se sentó en el taburete sin siquiera saludar, colocó las manos en el piano y empezó a tocar. Estimo que no sonaron más de cinco notas y todos teníamos ya el corazón roto. Había escuchado antes a Renata, pero jamás había atestiguado algo así. Podía sentir su padecer, su dolor y su enfermedad. Estaba transmitiéndome algo que me era completamente desconocido. Cuando los primeros ancianos a mi alrededor comenzaron a llorar y a suspirar como aceptando la muerte, sentí así mismo que la respiración de Renata había alcanzado el último de sus suspiros, para atravesar su pecho y llevarse el eco de su corazón latente. No sabía cómo ni por qué, pero sentía que algo andaba horripilantemente mal. Sabía que era una tragedia, mas no podía ignorar su excelsa música. Era feliz, aunque sabía que lo peor estaba por pasar. Entré en un trance del que no sé si alguna vez logré salir. Los demás a mi alrededor se desvanecieron y solo quedamos Renata, el universo y yo. sin embargo, todo en aquél gélido espacio era inescrutable y monótono, como un montón de astros que corrían inevitablemente hacia el olvido. Sus gritos invisibles no habrían de dejar marca alguna en medio de su vuelo, así que se habían resignado. Habían nacido solo para morir enterrados en la oscuridad. Renata estaba casi en la penumbra. Yo seguía sentado frente a ella. Incluso ahora me resulta imposible describir lo que sentí. Era un suplicio inefable, mas no se asimilaba a un dolor tortuoso, sino que, por el contrario, era liberador, en cierto modo. Cuando nos conocimos, llegué a Renata por una casualidad. Estaba tocando una canción que siempre se negó a repetir. Me dijo que estaba trabajando en la que sería su Magnum Opus, la obra de su vida. Pero que esta vida y la otra no le serían suficientes para terminarla. La lúgubre sonata del estertor, como la había llamado, era algo inalcanzable en el tiempo de los hombres. No obstante, ahora
estaba seguro de que no podía ser otra la melodía que estaba escuchando; o, más que escuchando, viviendo. Aquella magistral música me hizo recorrer mi vida y la del universo en un instante; los días y el fulgor de las estrellas, las noches y sus nebulosas grises; la frialdad de la nieve y las auroras boreales; los colores de la primavera y sus abismos; lo insoportable de la vida y el absurdo. En cierto modo, el universo estaba ahora con Renata. Supe que incluso la luna había llorado, cuando descendió en un breve instante de recuerdo, suspirando para interrogar al diluido cadáver que quedaba de Renata. A pesar de que no pude entender lo que se decían al mirarse, supe lo que Renata buscaba. Las lágrimas de la luna agotaron los últimos segundos de la sonata. Antes del fin, el universo quedó vacío. Recordé que justo antes de desaparecer, Renata me había dicho que un campanazo debería marcar siempre el fin de nuestras vidas. Aunque solo hubo silencio. El sonido, al igual que la sangre de Renata, había parado de fluir. Parpadeé un instante, y me hallé nuevamente en el teatro. Renata ya no estaba allí, se había desvanecido en el aire sin más. Salí corriendo a buscarla, pero jamás la encontré. Acabé desmallándome en medio de la calle. Al día siguiente, me levanté de mi cama, completamente extrañado, recordando perfectamente haber caído al suelo la noche anterior. Corrí hacia la puerta de la casa, pero me detuve al leer de reojo el titular de un periódico que estaba abierto de par en par sobre la mesa. Tenía fecha del diez de noviembre. En ese momento y espontáneamente, recordé otra de las frases cotidianas de Renata: “Nuestra única escaramuza es contra la muerte”. Y entonces lo supe; el campanazo que marcaba su muerte había sonado hacía ya varios días. Leí una vez más el titular antes de salir hacia el teatro: “Muere joven pianista, Renata Fitzpatrick”. No tardé más de una hora en llegar. El edificio había sido demolido el once de noviembre.
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alexei ochoa duarte maestría en ingeniería de sistemas y computación
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CIENTO CINCUENTA AÑOS DE UNIVERSIDAD H
ace un siglo y medio, mediante la Ley 66 del Congreso de los Estados Unidos de Colombia, fue creada la Universidad Nacional, institución educativa con un carácter público y vinculada con el Estado. Inicialmente, contaba con las facultades de Derecho, Medicina, Ciencias Naturales, Ingeniería, Artes y Oficios, Literatura y Filosofía. No obstante, poco a poco, fue creciendo y, entre 1903 y 1940 (Universidad Nacional de Colombia, 2017, web), se crearon más de veinte carreras de pregrado, entre las cuales se encontraban Farmacia, Odontología, Química, Ingeniería Química, Medicina Veterinaria y Enfermería. Posteriormente, a finales de los sesenta y mediados de los ochenta, se abrieron los primeros programas de posgrado en el alma máter. Al estar ligada con el Estado y desde su fundación, la Universidad ha vivido una serie de cambios, dentro de los que se encuentra su paso por su contradicción con la escolástica, así como por ideas proponían que debe ser siempre nacional, moderna, actual, evolutiva, experimental y unificadora. Paralelo a este contexto, los movimientos sociales y estudiantiles no han sido ajenos a la Universidad; por el contrario, han sido influenciados por diferentes pensamientos, como el Manifiesto de Córdoba, el cual reclamaba un gobierno estrictamente democrático y sostenía que la soberanía radica, principalmente, en los estudiantes; así como, el Movimiento Estudiantil de 1971 (Universidad Nacional de Córdoba, 2003), el cual elaboró el Programa Mínimo del Movimiento Nacional Estudiantil; la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, la cual, en 2011, tumbó el proceso de reforma a la Ley 30 (cuyo objetivo era implementar el ánimo de lucro en la educación), además de dar un paso al frente, intentando construir una ley alternativa de educación para el país (Archila, 2012). Durante estos ciento cincuenta años, han sido muchos los personajes que han pisado la Universidad; se han construidos una gran variedad de saberes en sus aulas, así como grandes investigaciones y aportes a la solución de los problemas del país. Sin embargo, y a riesgo de equivocarme, en la actualidad, debido al
individualismo de algunos estudiantes, quienes viven en un capitalismo cognitivo, la nota se convierte en el elemento más importante, relegando o haciendo caso omiso al aprendizaje y la utilización de los conocimientos para la solución de problemas propios de la comunidad. Todo esto hace que el sentido social, principalmente en carreras como las ingenierías y las ciencias, se mantenga un poco alejado de los planes de estudios, perdiendo una parte importante del aporte de la Universidad al país y sus habitantes. Teniendo esto presente, la Universidad debe aprovechar que el país busca construir la paz, fomentando la educación, y las ganas de aprender y desarrollar alternativas que ofrezcan, a la comunidad, dignidad en cada uno de los aspectos de la vida. Debe recuperar, con la ayuda de la Comunidad Universitaria, ese sentido participativo, propositivo, crítico y transformador que la ha caracterizado durante gran parte de su existencia. No obstante, esto solo se puede lograr mediante el trabajo interdisciplinario, y el fortalecimiento de iniciativas estudiantiles que van más allá de la academia y que buscan el bienestar colectivo, no solo de la comunidad educativa sino de la sociedad en general. Un ejemplo de ello, sobre todo en la Facultad, es el grupo Ingenio Sin Fronteras, quienes han trabajado las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) con comunidades, a partir de la identificación de problemas particulares en la implementación de dichas tecnologías en la comunidad específica donde trabajan. De esta manera, se fortalece la extensión (una de las tres funciones misionales de la Universidad) de manera solidaria junto con la comunidad (Cortés-Mora, Martínez-Castro & León-Rojas, 2013). De esta manera y aprovechando el sesquicentenario de la Universidad, hago una invitación a aportar, desde nuestra experiencia y desde los espacios en los que estamos diariamente, en la construcción de una Universidad cada vez más acorde con la visión que tengamos. Te invito a soñar y a poner tu granito de arena para entrar en la historia de la UN y transformarla en una Universidad del tamaño de nuestros sueños.
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Ing. Agrícola: El proceso post-cosecha de las ideas cultivadas durante la última semana presenta fallas estructurales, las cuales hacen que la maquinaria no controle eficientemente su producción. Puedes diseñar un sistema de drenaje que te permita obtener una mejor cosecha.
Ing. Eléctrica: Es necesario que hagas un buen proceso de acondicionamiento de las señales provenientes de los problemas ocasionados por el aislamiento de tus amistades. Evita las altas tensiones y recuerda que eres lo bastante resistente para sobrellevar las dificultades de la vida.
Ing. Civil: Ten cuidado con los agregados que llegan a tu vida, pues estos pueden hacer que la columna vertebral de tus relaciones se vea afectada por pandeo. Si aplicas los esfuerzos necesarios, en el momento indicado, evitarás fallas en la estructura y en los acabados de tu vida.
Ing. Electrónica: Revisa los circuitos integrados de tu existencia, en estos momentos necesitas un osciloscopio, el cual te permita observar las señales que emanan de tu cabeza. Puedes necesitar un disipador que te ayude a mantener estables tus pensamientos.
Ing. de Sistemas: Debes hacer una depuración de los algoritmos que utilizas en tu vida diaria, debido a que la información no fluye como debería por pasar mucho tiempo en la nube. Usa un entorno de desarrollo amigable con tus emociones para que tu vida compile mejor. 12
HORÓSCOPO
INGENIERIL 2.0 alexei ochoa duarte maestría en ingeniería de sistemas y computación
Ing. Mecatrónica: Las baterías del sistema embebido que utilizas controlan las señales provenientes de tus sentidos, por lo que deben ser recargadas prontamente. Debes hacer un diseño que favorezca la automatización de tus acciones con el fin de estabilizar tu mentalidad.
Ing. Industrial: La línea de producción de tus ideas ha funcionado correctamente debido a la implementación de tecnologías fijas y flexibles que te ayudan a gestionar tus recursos de manera eficiente. Recuerda estar pendiente de los procesos en tu diario vivir.
Ing. Química: La entropía de tus emociones va en aumento, trata de controlar las reacciones ante estímulos inesperados, mediante el proceso de tamizado de las malas energías. Utiliza diariamente los equipos necesarios para canalizar mejor la radiación de buenas ideas.
Ing. Mecánica: Los piñones que favorecen la transmisión de cada una de tus ideas se encuentran un poco desbastados por el rozamiento que existe entre tu mente y tu cuerpo. Utiliza rodamientos que le permitan, a tus problemas, alejarse por un plano inclinado para no volver.
Posgrados: El proceso investigativo de ti mismo es tan importante como las hipótesis y preguntas que te has planteado durante el desarrollo de tu tesis. Recuerda que las referencias y fuentes bibliográficas no lo saben todo en cuanto a tu vida, disfruta las nuevas experiencias. 13
SUDOKU
HEXADECIMAL reglas : 1.Hay que completar las casillas vacías con un solo dígito hexadecimal del 0 a la F. 2.En una misma fila no puede haber dígitos repetidos. 3.En una misma columna no puede haber dígitos repetidos. 4.En una misma región no puede haber dígitos repetidos. 5.La solución de un sudoku es única.
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CONTENIDO
EDITORIAL | ALTERNATIVAS EDUCATIVAS Alejandro Cárdenas
UNA UNIVERSIDAD PARA LA VIDA Y EL DESARROLLO SOCIAL REQUIERE TAMBIÉN DE MAYOR INVERSIÓN Y MAYOR INTERNACIONALIZACIÓN
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David Ernesto Ramírez Díaz
PERDURAR TRAS LA MUERTE Víctor Daniel Montaña Cuéllar
CIENTO CINCUENTA AÑOS DE UNIVERSIDAD Alexei Ochoa Duarte
HORÓSCOPO INGENIERIL 2.0 Alexei Ochoa Duarte
SUDOKU HEXADECIMAL 2.0
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Recuperando el papel social de la IngenierĂa