Cultura de Chaihuín / Folleto y Publicación 2014

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Productos 8 y 9:

Material complementario Informe final de proyecto

Proyecto DiseĂąo e implementaciĂłn de un Sendero Educativo para personas con necesidades especiales en la Reserva Costera Valdiviana. Mandante: Ministerio del Medio Ambiente, GEF-SIRAP, PNUD, y The Nature Conservancy Ejecuta: Systemic Ltda.


Diptico de difusión del sendero Los Colmillos de Chiahuín. 1000 ejemplares a cuatricromía, 10,5x27 cm extendido, 1 plisado. Impreso en Valdivia en Imprenta América.

TIRO

LOS LILES

CHAIHUÍN ADMINISTRACIÓN

Punta Galera

CADILLAL Río

Sendero Los Alerces

Playa Colún

Sendero Entre Lagunas

The Nature Conservancy creó en el sur de Chile la Reserva Costera Valdiviana, una de las mayores iniciativas de conservación del país, que protege más de 50.000 hectáreas en Cordillera de la Costa.

CORRAL

HUAPE

Sendero Colmillos de Chaihuín HUIRO

VALDIVIA

NIEBLA

Océano Pacífico

Guardería Colún

RESERVA COSTERA VALDIVIANA

Ch aih uín

PARQUE NACIONAL ALERCE COSTERO

Guardería Hueicolla

Sendero La Barra

N Río

Bu en o

Se trata de una iniciativa de conservación que protege la biodiversidad terrestre y acuática, y que se plantea como un área protegida integrada a las comunidades aledañas, con las que trabaja a través de procesos participativos y de beneficio mutuo. El área de los Colmillos de Chaihuín es una zona de manejo de recursos bentónicos, con 22 hectáreas de océano bajo protección, gracias a la alianza establecida con el Sindicato de Pescadores de Chaihuín y otras instituciones afines.

¡Bienvenidos! El sendero Los Colmillos de Chaihuín integra el bosque y el mar, en un paisaje único en la costa valdiviana del sur de Chile. Los llamados Colmillos son una formación rocosa que emerge del océano junto al bosque de olivillo costero, donde habita una gran diversidad de especies, formando un exhuberante jardín de biodiversidad.

5 Km

Sendero

Los Colmillos de Chaihuín Jardín de Biodiversidad

Reserva Costera Valdiviana, Región de Los Ríos, Chile


RETIRO Océano Pacífico

m 150

Cuenta con acceso para sillas de ruedas, señalética en sistema braille, miradores, y puntos de aprendizaje, en un entorno único donde confluyen el bosque con el mar.

62 m

E6

1 12

m

Comunidad de Huiro 5,2 Km

E5 E4

Si vas a visitar el sendero y cuentas con un dispositivo smartphone con acceso a internet, descarga la Aplicación Layar en www.layar.com, con la que podrás acceder a videos de fauna y sonidos de aves durante el recorrido. Si en tu grupo hay personas con visibilidad reducida o no videntes, descarga la audioguía en formato mp3 que hemos preprardo para ellos, desde el sitio web de la Reserva www.reservacosteravaldiviana.cl.

E2

E7

N

78 m

El sendero Los Colmillos de Chaihuín es un sendero educativo para todos, implementado para la exploración sensorial, y equipado para integrar a personas con necesidades especiales para vivenciar experiencias significativas al aire libre.

94 m Administración RCV 1,1 Km

E1

Playa de Chaihuín

77 m

178 m

Tramo 2

Longitud total: 470 metros Sendero no implementado para sillas de ruedas Dificultad: media Tiempo de recorrido: 20 minutos

E3

Bosque de Olivillo Costero

Tramo 1

Longitud Total: 450 metros Sendero implementado para sillas de ruedas y personas no videntes Tiempo de recorrido: 20 minutos a 1 hora

Estaciones

de aprendizaje y descanso

E3


Libro de cultura local de Chaihuín. 1000 ejemplares, 20 páginas, 15x28 cm extendido, 1 plisado, corcheteado doble. Impreso en Valdivia en Imprenta América.


Pasado, presente y futuro


The Nature Conservancy creó en el sur de Chile la Reserva Costera Valdiviana, una de las mayores iniciativas de conservación del país, que protege más de 50.000 hectáreas en la Cordillera de la Costa. Se trata de un innovador modelo de conservación en América Latina, que protege la biodiversidad terrestre y acuática, y que se plantea como un área protegida integrada a las comunidades aledañas, con las que trabaja a través de procesos participativos y de beneficio mutuo.

Esta iniciativa trabaja hoy en el más grande pryecto de restauración de bosque nativo en Chile, plantando 2,5 millones de árboles, y en la primera iniciaitva de emisión de bonos de carbono como producto de la reforestación a nivel nacional. Además, ha establecido una novedosa alianza con el Sindicato de Pescadores de Chaihuín y otras instituciones afines, que hoy permite proteger 22 hectáreas de océano en el área de Los Colmillos de Chaihuín.

Relatos: Marcos González y Juan Carreño, de la Agrupación de Guías Turísticos de Chaihuín; Baltazar Triviños Huala, Dorotea Railaf Llasquén, Ana Triviños Railaf, y niños y niñas de 1º a 6º año básico de la Escuela Básica de Chaihuín. Agradecemos especialmente a la Agrupación de Guías Turísticos de Chaihuín, a la Escuela Básica de Chaihuín y a la familia Triviños-Railaf, que con gran entusiasmo y dedicación compartieron con nosotros un sinfín de historias que ahora, a través de estas páginas, podrán disfrutar muchos visitantes. Edición y entrevistas: Tatiana Naulin Compilación: Ángel Álvarez Corrector de estilo: Pablo Gonz Diseño: Celeste Pesoa Fotografías: The Nature Conservancy, Erika Nortemann, Mark Godfrey, y Dafne Gho-Illanes.


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PASADO. Una vida heroica entre la tierra y el mar

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PRESENTE. Así vivimos en Chaihuín

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Modas y costumbres submarinas

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De buzos y erizos

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El gato de mar

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La ley del choro

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¿Qué es el huampo? ¿Qué es la ruca de chupón?

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Aquí, mi compadre, sabe tejer

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Cuidados de la huerta

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Recetas de cocina

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Nuestra medicina natural

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Eso le arregla la sangre

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Senderos guiados por la comunidad: tres testimonios

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Tiempos épicos

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Chaihuín, lugar de canastos

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La historia de la macha

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Rutas largas y peligrosas

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Los barcos de dos puntas

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El alerce viejo y el alerce nuevo

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¡Más madera!

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No teníamos posta

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Nacer y morir en el mar

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El curioso congrio

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Como comían nuestros abuelos

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FUTURO. El futuro está en manos de nuestros hijos

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Historias de la tortilla de murta La dura infancia de los hombres

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GLOSARIO

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INTRODUCCIÓN La Reserva Costera Valdiviana, en conjunto con el Proyecto GEF SIRAP, ha implementado el Sendero Educativo “Los Colmillos de Chaihuín: Jardín de Biodiversidad”, basado en el principio de diseño para todos. Esto permite a personas con necesidades especiales acceder a una experiencia de aprendizaje vivencial que les permite comprender algunas de las complejas relaciones del ser humano con su medio ambiente. En este contexto, la experiencia del sendero se fortalece con este libro, a través del cual podemos descubrir que los habitantes de estas tierras han convivido estrechamente con su entorno a lo largo del tiempo, y que en esta interacción han formado su propia cultura y estilo de vida. “Chaihuín, pasado, presente y futuro; historias y cultura de Chaihuín” ha sido elaborado a partir de los relatos de algunos habitantes de esta localidad, quienes nos abrieron sus puertas para contarnos parte de su vida en estos parajes.

Índice e introducción

LA RESERVA COSTERA SEGÚN MIS OJOS. Por Danilo González


La Reserva Costera Valdiviana según mis ojos Por Danilo González Guardaparque RCV.

La mayoría de las familias que viven en las comunidades aledañas llegaron en la década de 1860 para trabajar en las primeras explotaciones forestales. Éstas se realizaron sobre una zona que hoy comprende el Parque Alerce Costero y la Reserva Costera Valdiviana, por lo que puede decirse que desde esa época y hasta el año 2003, toda el área sufrió casi un siglo y medio de explotación intensiva (forestal primero y de año 2003, las comunidades locales vieron, al principio con incertidumbre, cómo se iniciaba un proyecto de conservación del cual poco entendíamos y al que veíamos de una forma extraña. Obviamente, por lo que había sido nuestra forma de vivir hasta entonces. Hoy comprobamos con orgullo que las iniciativas productivas se ven fortalecidas por la presencia de Áreas Protegidas en nuestro entorno: los servicios gastronómicos relevan productos locales, se organizan actividades de entretención como avistamiento de aves y fauna o la gente viene a pasear por los senderos demostrativos con los que hoy contamos.

L

a Reserva Costera Valdiviana (RCV), un proyecto de conservación implementado por The Nature Conservancy, ha supuesto un gran cambio de forma de vida para muchos de nosotros.

Así, poco a poco, nos percatamos de la buena oportas 50.530 hectáreas de reserva. Nos dimos cuenta de que vivir en torno a la conservación ha supuesto para nuestras vidas un giro de 180 grados. Antes, 2

para muchos de nosotros, los camiones madereros eran cosa de todos los días. Algunos de nosotros nos criamos viéndolos. En cambio, ahora nos molesta verlos y su presencia es mal aceptada entre nosotros. Hoy en día ya no hablamos de huellas, pues tenemos senderos; no recibimos visitas, atendemos a los visitantes; y muchas veces los acompañamos mostrándoles sitios hermosos, los cuales antes no íbamos a ver. Hoy estamos orgullosos de cuidar los 970 kilómetros de la red hídrica, las casi 33.000 hectáreas de bosque Siempre Verde Costero, las 1.860 hectáreas de bosques de Olivillo Costero, las casi 10.000 hectáreas de Alerce Costero, algunas de ellas en muy buen estado, y disfrutamos de los árboles en el Sendero “Los Alerces” que cuenta con ejemplares de más de 2.500 años, auténticos testigos de nuestra historia. En los 36,5 kilómetros de costa podemos encontrar playas de 9,5 kilómetros de largo, como la playa Colún, donde los conchales y los restos de cerámica que podemos encontrar in situ nos hacer sentir trasladados a los tiempos prehispánicos. Por todas partes, está también nuestra rica fauna que no dejamos de descubrir y que no deja de asombrarnos.


En Chaihuín han muerto muchas cosas. De todo lo que antiguamente había ya no queda ni rastro. Algo así le pasó al ferrocarril de sangre, del que lo último que se encontró fue un clavo. Se llamaba ferrocarril de sangre porque era tirado por caballos. No iban con locomotora. Los carros venían cargados con madera y llegaban a uno de los dos muelles que antes había en la puerta de la caleta. Uno era de pasajeros y el otro de carga. Mi abuelo me conversaba que en esos años, por ahí como el 1883, pagaban me contaba que las ruedas del ferrocarril les llamaban mucho la atención, porque eran de acero. Creo que más antiguamente usaban ruedas de palo, las mismas que llevan las carretas de bueyes. Por eso, cuando se trajeron esas tremendas ruedas, les llamaba la atención. Eran así, de dos metros de alto, me decía. No son las ruedas de carreta que se usan acá en el campo que tienen setenta centímetros de alto. Yo, la conclusión que saco, es que los dueños de los aserraderos eran gente que tenía minas en el norte, porque éste era el mismo sistema que usaban en el norte: con las mismas carretas grandes y esas cosas -

dentes que me han dado los viejitos antiguos, la cosa sigue funcionando. Después de los primeros, hubo muchos dueños que se vinieron a hacer cargo de esto pero ya de forma más artesanal, con bueyes. Los muelles ya habían desaparecido y con unos botes grandotes arrastraban la madera a unos botes que estaban fondeados afuera. Traían la madera a la caleta con bueyes, y cuando era al río, lo bajaban en balsas, como esos sistemas que uno ve en las películas de pistoleros. Hacían una balsa grandota y la llevaban hasta la desembocadura. Esto funcionó así más o menos hasta 1903.

mino chaihuinero no más, pero es lo mismo que ese chorito chico que se ve: el choro quilmahue. Nosotros, aquí, le pusimos conchita, no sé por qué, porque la gente se confunde allá afuera: no saben qué es la conchita. Sobre la pesca lo único que sé de antes era que ahumaban el pescado y lo guardaban porque en ese tiempo no había luz eléctrica.

“Ficha salario”, con la que se canjeaba alimentos a modo de intercambio por el trabajo realizado para las antiguas empresas madereras en Chaihuín.

Hoy en día se saca el choro maltón y el mismo choro zapato. Hay una confusión porque algunos le dicen choro maltón; y otros, choro zapato. Es el mismo solamente que se le llama maltón porque es juvenil. Por eso, la gente de campo al hombre joven le decían el maltón, porque no es adulto.

La actividad más fuerte de hoy es el Gentileza de la familia Triviños-Railaf. turismo. Lo que es la pesca deja muy poco. Se sacan mariscos y choros, sí, pero… Recolectores también hay. ¿Cómo se les podría llamar? Otra cosa que siempre le cuento a la gente que viene Mariscadores, buzos. Pero antiguamente no había es algo que no se ha investigado a fondo: la explotatanta venta como ahora, pues, porque antiguamención minera que hubo en esta zona, en todo lo que es te, ¿te acuerdas?, que la conchita la vendían por la costa corraleña. La explotación minera fue supermalla. Venían a comprarla y la empozaban. Yo me fuerte aquí, en esta zona, y después hubo dos minas acuerdo de cuando era cabro. Conchita es un térmás o menos importantes: una que está en Chaihuín 3

PASADO

TIEMPOS ÉPICOS

UNA VIDA HEROICA ENTRE LA TIERRA Y EL MAR


PASADO UNA UNA VIDA VIDA HEROICA HEROICA ENTRE ENTRE LA LA TIERRA TIERRA YY EL EL MAR MAR

y Huape. Y esa mina se metía debajo del mar. Sí, mi abuelo, cuando era pequeño… No tanto, cuando era maltón, trabajó en esa mina. Ahí le decían a la gente local que lo que sacaban era bronce. Pero con el tiempo mi abuelo se dio cuenta de que el bronce no existe en forma natural, que es una aleación. Así que seguramente era oro lo que extraían, ¿no es cierto? Aquí, en otro sector, en el Huiro también hubo una mina. Cuando yo era cabro, ahí había también una galería.

tanto que se fueron todos. Arrancan y se van por la Huincoya hacia el sur, y llegan a un sector que se llama las Trancas. Eso es parte de la historia: hay un éxodo de toda esa gente que son mapuches. Y enton-

en unas partes muy pequeñas dice que hubo un gran sistema de encomiendas, de explotación de la gente, del mapuche en el entorno y en Chaihuín. Pero ni siquiera los más viejos cuentan eso. ¿Será verídico? O sea, que hubo mucha esclavitud en esta zona, para las minas, eso no se lo lo que yo creo es que los mapuches no fueron porque le tuvieron miedo a los españoles cuando llegaron. Fue justamente por la esclavitud que fueron sometidos esta gente. Y entonces la gente arranca hacia esos sectores.

Todos estos esteros fueron lavaderos de oro mucho antes. Y ahora se cuenta A mí siempre me llamó la atención una leyenda antigua de los viejos macuando llegaron estos veleros. Cuando puches. Mi abuelo me contó que esto nosotros éramos cabros chicos, llegaera un paraíso para esa gente. Porque, ban dos veleros. Y nunca supimos porimagínate, en ese tiempo tenían las maque llegaban dos veleros. ¡Y bonitos, chas, todo lo que es marisco en forma los veleros! Algunos hablan y sacan sus superabundante, que recogía porque conclusiones, que ellos sacaban oro ellos eran recolectores. También había porque se iban por los esteros, pero pescado en abundancia. Y entonces Los Colmillos de Chaihuín, una formación rocosa que cobija a una abundante comunidad de especies marinas y costeras. nunca supimos a qué llegaban esos dos ellos contaban que los mapuches estaban muy feliveleros. No tenían contacto con la gente y, aparte ces, con el tiempo, vuelven. Las primeras personas ces por acá, cuando de repente vieron venir a los que aquí la gente es tranquila, les llama la atención que vuelven, comienzan a poblar Huiro. Pero yo, con españoles con sus corazas y cascos de acero. Y como el tiempo, después de diez años, leí un libro que hizo entonces brillaban al sol, los mapuches se asustaron dan haciendo?» la Universidad de Temuco o la de la Frontera, no sé, y 4


Oiga, ¿sabe una cosa sim-

donde se confeccionaban canastos.» A la gente le parece raro, pero si uno ve la historia antigua, esto era un paraíso mapuche, porque estaba lleno en abundancia de lapa, de choro, de todos los mariscos que quisiera. Entonces ¿qué necesitaban ellos? Canastos. Y puede ser que muchos de ellos se dedicaban sólo a hacer canastos.

LA HISTORIA DE LA MACHA

–Bueno, cuando nosotros íbamos a pescar, veíamos a las machas. Ahora ya nunca se va a ver eso de las machas. Pero ahí él le puede contar un poquito sobre Colún. –Bueno, en Colún el fenómeno de la macha fue tan ¡En Colún había tanta macha! Y nosotros fuimos pioneros. La cosa es que venía la mar hacia arriba, ¿cierto? Y cuando se recogía, había tanta macha que uno quedaba así, encima de las machas parado. Era como un río de machas, o sea que tú podías agarrar lo que pudieras agarrar nomás. Después empezó a llegar gente del norte, de la Quinta Región. La macha no varaba si no que estaba enterrada en la arena. Noso-

tros contábamos hasta 800 personas. Venían familias completas. ¿No le digo que de la Quinta Región venía gente para acá? Así que la cosa duró como dos o tres años. Había verdaderas ferias con poca comida y mucho copete, casinos también, donde uno podía ir a jugar al montón. Las carpas acá la gente no las conocía. Nosotros las hacíamos con nailon como tipo iglú, y había compadres que hacían un casino e iban todos a jugar. Jugábamos al montoncito que es como el juego de la carta más alta. El que sacaba un rey ganaba todo lo del montón. Bueno, ahora hay un poco de macha, pero muy poca. Es que la macha es igual que el choro: bota su semilla, y la misma corriente la desparrama. Entonces tiene que haber mucha más macha cerca para que se fecunden. Por eso, me han contado que va a demorar mucho para que vuelva la macha en abundancia.

–Fue sufrida nuestra infancia. lo más cuático era venirse por el mar. Yo tenía que esperar a que saliera un pesquero que viniera a pescar, uno de los que iban para Huiro. Cuentan que los pescadores se emborrachaban y teníamos que esperar a que se les pasase la resaca porque vivían meta vino y meta vino.

LOS BARCOS DE DOS PUNTAS

–Yo iba a la escuela de Lago Ranco, donde

RUTAS LARGAS Y PELIGROSAS

parecía tan cómico el nombre! Y eso que en Lago Ranco hay un montón de nombres más mapuches. Por eso, todos los profesores me decían Chaihuín. Y ellos no conocían ni el mar. Eran cabros pobres que nunca habían salido de ahí. Y yo les decía que en mi tierra había botes para la pesca que tenían siete metros de largo y dos puntas. Y se burlaban de mí.

–Yo me demoraba como seis horas, y más encima iba con mochila.

dos puntas, se dan vuelta, pues. Y yo, como era tan boludo, llegaba a llorar, pues. Era verdad, pues, pero nadie me creía. De ahí, de Lago Ranco, me vine a Corral. Después postulé a la Escuela Industrial de Valdivia. Por eso llegué a Valdivia. Si no, hubiese estudiado en Corral.

–Cuando no había micro, yo viajaba los saba por aquí un camino antiguo que sale directo a Corral, y de Corral a Chaihuín. Caminando me demoraba como cuatro horas. Iba con mi mochila para venir a estudiar.

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PASADO

CHAIHUÍN, LUGAR DE CANASTOS

UNA VIDA HEROICA ENTRE LA TIERRA Y EL MAR


PASADO UNA VIDA HEROICA ENTRE LA TIERRA Y EL MAR

EL ALERCE VIEJO Y EL ALERCE NUEVO

–El alerce lo trabajábamos harto. Se hacían tejuelas porque resulta que la compraban en Valdivia y la mandaban para otras partes. –Fíjese que esto fue en el tiempo en que yo trabajaba en esto, en el año cuarenta. Entonces estuve trabajando en el alerce. Después entraron varias empresas que empezaron a explotar arriba. Ésos explotaron todo. Pero las empresas grandes no explotaron alerce nuevo: explotaron puro alerce viejo. El alerce que cortaban era de metro y medio de ruedo, y no es macizo. Por dentro el alerce es hueco. Ahora la reserva está respetando todo eso.

¡MÁS MADERA!

–Antiguamente se vendía leña, pero ahora, con el cuidado del medio ambiente, tienen que tener plan de manejo y todo debe estar controlado por CONAF. –Para autoconsumo la gente saca un poco de leña. –Porque antiguamente… –Ahora estamos consumiendo harta leña de eucalipto, por las cooperativas. Eso está paliando un poco la tala de bosque nativo, pero igual la gente para su au-

toconsumo saca unos palitos. Pero no para la venta. –Antiguamente lo que se usaba era pura tejuela de alerce. Un día, conversando con el papá de un amigo, contaba que para el terremoto perdió todo. Y ahora tiene una casa superantigua de pura tejuela. Me dijo: ¿sabes que yo esa casa la armé con todo eso que se venía de Corral, que se traía la mar. Y también las ventanas. Armó su casa a punta de hacha y corvina. –Es un sistema de aserradero. La corvina es una sierra grande, de unos tres metros. Entonces, uno se gana arriba y otro abajo en un corte de cerro. Se le hace un sacado al cerro, un cuadrado. A eso se le llamaba morriquete. Entonces, se metía uno dentro del hoyo y el otro arriba. Era complicado porque había que tener coordinación. Mire, nosotros no teníamos posta como hay ahora, pues. Antes, puras médicas. Aquí, a mi mujer la buscarios entierros sacó aquí, pues. Una vez, yo tenía una abuelita en Corral. Esa abuelita trabajaba en eso, en Corral, antes; porque Corral también estaba atrasado en matronas. Venían los doctores, algunos doctores. Pero había otras veces que no. Algunas veces las niñas perdían su vida. Y aquí la mujer sabía muchos

NO TENÍAMOS POSTA

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inventos. Lo que más usábamos nosotros aquí antes . Mi empaquetaba. Lo otro que hacía cuando estábamos mismo nos envolvía en una cama y nos acostaba. Y Ahora, no. Ahora no se le hace ni a un niño. Por lo que he visto yo, que aquí tengo una manga de nietos, los llevan altiro a la posta y les dan unas pastillitas y los mandan para sus casas. Fíjese que yo me iba a operar del hígado porque tengo un doctor muy cooperar porque tú no puedes comer nada.» La carne tienes que comer grasa.» ¡Uta lo que comía! Ahora tengo una señora que estuvo trabajando en el hospital de Corral, y, bueno, las viejitas que saben de remedios y hay que respetarlas. Y una cara y todo, y de ahí, en un vaso, le exprime un limón entero y le pone una cucharadita de aceite; eso le deshace todos los cálculos que tiene.» Bueno, y a mí me dio ese remedio y, al otro mes, cuando fui donde el doctor para ver cómo estaba para poderme operar, me hizo los exámenes, me puso las máquinas y me dijo: ¿qué hiciste que te aliviaste? No tienes nada – me dijo–. Estás sano.» Y ahí le conversé mi historia y a partir de entonces no he sentido nada.


Por ahí había una señora que sabía un poco de partos. Mi mamita igual sabía. Mi mamita también recibió a mi hija Anita. Y aquí pasaba un tiempo en mi casa, nomás pues, hasta que ya después me levantaba, y a trabajar otra vez en mi casa, y a atender a mis hijos más chicos. Nueve, fíjese. Y yo toda una vida trabajando. Me corría la gota para criar a todos mis hijos, con la pobreza, con mi marido. Todos trabajábamos.

antes eran grandes, así! (muestra el círculo que puede abarcar con las manos). No como ahora, que son chiquititos. Y ese caballero nos llevaba toda la mercadería, todo lo que teníamos de marisco. Y le decía

Yo trabajaba en la mar. Nosotros íbamos a sacar locos los dos en la noche. Había jaiberos antes. Sacábamos las jaibas, encarnábamos el jaibero y los íbamos a votar al mar. Después de unas dos a cinco horas, por ahí, íbamos a levantar, para recogerlo. Los jaiberos

EL CURIOSO CONGRIO

le decíamos. Y él nos traía de todo, de todo, de todo. Se puede decir que ese caballero nos ayudó a criar a los chicos. Él nos traía pero de todo. Y cuando él quería marisco, nos avisaba. Nosotros dos trabajábamos en el mar.» El congrio es nocturno y se mete entremedio de dos rocas para dormir. Con una de esas boquillas que hacen mucho ruido, daban una sola pasada. E iban calladitos, ¿verdad? Y algunos congrios salen para afuera, porque dicen que es copuchento el compadre, con sus bigotes. Y con un palito así lo engancha al pobrecito y ¡pup!, cae. Otros lo hacían con una aguja capotera y hacían unas sartas y ahí subían a descansar.

como unas rejas. Es tejido. Con un cordel uno los levantaba para arriba. Yo no era capaz de levantarme uno de ésos porque el loco se hace una pelota. Antes había loco, no como ahora. Los vendíamos. Teníamos a un caballero que venía aquí, un gringo que murió también. Él venía a comprarnos todos esos mariscos, pero nosotros sacábamos… ¿cómo decirle? No íbamos a sacar mil locos. Sacábamos unos veinte o treinta, más no. ¡Los locos

En el taller de Don Baltazar Triviños Huala, cobran vida las embarcaciones forjadas a mano con las herramientas mecánicas de antaño.

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PASADO

NACER Y MORIR EN EL MAR

UNA VIDA HEROICA ENTRE LA TIERRA Y EL MAR


PASADO UNA VIDA HEROICA ENTRE LA TIERRA Y EL MAR

LA DURA INFANCIA DE LOS HOMBRES

–Se ha escuchado a harto hombre de treinta a cincuenta años, que cuando niños, era tanto el trabajo que había en el campo que quedaron así como saturados para trabajar en la huerta. No quieren saber nada con las huertas. Los papás se levantaban a las cinco de la mañana y a las seis los estaban levantando a ellos para desmalezar, para aporcar las papas… Entonces quedaron tan agotados, algo así como enemistados con el huerto, y como mucho les da para trabajar en el invernadero. Muchas veces el invernadero lo hace la mujer: es pega de mujer.

engordábamos uno para carne y uno para manteca. También daba charqui y chicharrones. Y la manteca para hacer las sopaipillas. Lo que yo hago todavía es poner ají verde machucado en el horno y luego lo mezclo con manteca. Para conservar la haba y la arveja, las secaban. Mi abuela también secaba la murta. Y con la manzana hacía los orejones que le servían para hacer jugo después. En la cocina siempre estaba lleno de ajo. Y la chalota sustituía a la cebolla porque acá no se daba la cebolla.

HISTORIA DE LA TORTILLA DE MURTA

A todas esas gringas, las conocí así, de chiquichichas. Ahí estaban, al otro lado, y yo iba a su casa. Me invitaba la señora e íbamos para allá. Allá les buscaba yo chupones a las chicas… y me llevado con una canasta de tortillas. Y les hacía a las gringas esas tortillas de murta, que nadie más que yo las sabía hacer.

–Yo creo que se pierde harto la juventud porque antitos de fútbol? Ya, pues, vamos a trabajar los choros.» O sea, era un trabajo: yo tenía que trabajar para tener mis cosas.

CÓMO COMÍAN NUESTROS ABUELOS

Yo conocí la tradición de la comida antigua. Acá, en Chaihuín, se mataba un vacuno, según la cantidad de gente que viniera. Y todo eso se hacía charqui. Como no había refrigerador, no se podía guardar y era charqui nomás. Y los chanchos:

Dorotea Railaf Llasquen Llasqueny Dorotea Railaf yBaltazar Baltazar Triviños Huala. Triviños Huala.

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La mayorĂ­a de los habitantes de ChihuĂ­n se han dedicado a la pesca durante generaciones. Hoy, el turismo se incorpora como una actividad que permite tanto el desarrollo local como la conservaciĂłn del entorno natural.

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El poblado se emplaza en la desembocadura del río Chaiuhín en el Océano Pacífico, una zona de costa y marismas, de alta biodiversidad, y de un paisaje humano aún integrado a su entorno natural.



Averiguar info epígrrafes. La comunidad de

Chaihuín -como otros pueblos costeros- ha estado históricamente ligada al bosque y al mar, obteniendo de ellos refugio, alimento, recursos abundantes, y espacios de recreación y decubrimiento, entre muchas otras oportunidades.

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DE BUZOS Y ERIZOS

Resulta que cuando ya pasó el sismo, llegaron los famosos buzos rana. Antes yo trabajé con escafandra. Yo tenía un compadre que me pasaba a buscar aquí, a la caleta, para ir a Calera y a Colún para los erizos. Era una bendición que a mí no se me olvida nunca. Resulta que aquí el erizo se lleva encaletado a la orilla de la costa, pero el buzo trabajaba parado ahí. El buzo a

escafandra no trabajaba botado como el buzo rana. Esos se fondeaban como se dice: caían ahí y con el pie iban sacando los erizos a la orilla del mar. A eso le nombran caleta. Entonces pasaba algo que usted no me podrá creer: en dos horas, nosotros cargábamos una lancha de doce metros, y el erizo chico todo se iba al agua. Ahora no, porque todo ese erizo lo sacan para vender. Así que se está perdiendo el erizo, se está perdiendo el loco, se está perdiendo todo.

EL GATO DE MAR

Aquí sacan el choro, el loco, la jaiba, el piure. Las jaibas tampoco hay en gran cantidad. Le digo porque aquí se metieron estas famosas nutrias que les dicen gatos de mar. Y ésas se comen todo el marisco, pues. Se comen toda la jaiba, se comen las lapas que están a la orilla de la piedra. Aquí llego una plaga. Antes no había ese bicho aquí porque los cazaban para vender la piel. Antiguamente mucha gente se puso a trabajar en sacar la piel del gato. La compraban mucho. Pero ahora quedó todo eso libre, pues. Los gatos se crían para todos los lados. Ahora llegaron a Chaihuín. Aquí se llevan comiendo. ¡Vieran ustedes qué bonito es verlos! Cuando está la mar mansa, ellos pasan arriba de las piedras y comen los erizos como un cristiano. Los parten y los comen. 13

LA LEY DEL CHORO

–Nosotros somos un sindicato. En este momento cimos tres grupos. Nos dan un cupo de cuatro sacos de choro para sacar. Eso lo vendemos nosotros acá a los compradores que vienen. Y así nos hacemos un sueldo mensual. Se hace una vez a la semana: son tres grupos y se deja una semana descansar. Yo creo que la identidad de Chaihuín es el choro. El choro está aquí y no está contaminado. Antiguamente es lo que yo hacía: yo ayudé a mi abuelo a sacar choro con vara. Es una vara que tiene como cuatro metros de largo y en la punta se abre en cuatro partes. Ahí se les pone unos palitos que van amarrados. Nosotros íbamos a sacar choro sin meter las manos al agua. Íbamos en la mañana, cuando no había viento, y sacábamos tremendos choros. Yo tenía como ocho años. Había que pegarle como una torcidita, porque no, en este momento el alerce es el más común en Chaihuín. La murta… –Bueno, los chupones también. Antiguamente sacábamos hartos chupones, pero con el tema del hanta, ahora se dejaron de sacar chupones. –Pero la murta ha venido cualquier gente de Corral a sacarla.

PRESENTE

Los trajes que usamos acá son semiautónomos. Van con manguera. No se usa botella porque se enreda en los huiros. Con un motor de 5 HP (caballos de fuerza) se echa a andar un compresor que echa aire. Se acumula en un estanque y va por la manguera hasta el buzo. Se pueden conectar hasta dos buzos, pero generalmente se trabaja de a uno. El buzo no está, por lo general, más de una hora bajo el mar porque es un trabajo es muy duro. Pero se le puede echar más bencina al estanque, y sigue generando. El buzo mariscador sólo se puede meter hasta veinte metros de profundidad. Y generalmente eso es lo normal. Antes se metían más, pero ahora no porque han muerto algunos allá, en Antillanca.

MODAS Y COSTUMBRES SUBMARINAS

ASÍ VIVIMOS EN CHAIUÍN


PRESENTE ASÍ VIVIMOS EN CHAIUÍN

¿QUÉ ES EL HUAMPO? ¿QUÉ ES LA RUCA DE CHUPÓN?

canoa en mapuche y la técnica para hacerlas es que hay que guatear el palo y listo. Quizás podríamos hacer una para arrendar. Y así pueden andar en ella cuatro o cinco viejos, con un niñito chico al lado. –¿Sabe lo que tiene que hacer? Rescatar lo que teníamos antiguamente: caballos, cosas así, para la gente que viene de ciudad. O hacer algo rústico: muebles, algo distinto, pues, algo diferente y atractivo! –Fíjate que yo, cuando me pongo a tomar vino tinto, me curo. Yo vi un pedazo de sitio que hay acá atrasito y pensé en poner una ruca demostrativa ahí, y tener este tipo de canoas que se usaban en estos ríos antiguamente. Además, ¡lo diferente que es esta ruca de Chaihuín! Es diferente de la ruca de la costa. Yo tengo entendido que éstas se hacen de una especie de paja. Y las rucas de Chaihuín se hacen con chupón.

AQUÍ, MI COMPADRE, SABE TEJER

Lo que más se perdió aquí fue el chancho por el hecho del turismo. Empezaron a llegar con

carpas y los chanchos se iban a comer las cosas de los carperos. Ahí empezó a eliminarse el chancho. Ahora es raro que se vea un chancho por la calle. Aquí se está perdiendo la tradición. Por ejemplo, una señora de aquí hace chalecos pero ahora, como llegó la modernidad y vive más rápido uno… Antes se tenían que hacer hasta los calcetines. Aquí, mi compadre, sabe tejer. Antes había que hacerse todo, pues. El pulmay se hace acá a la olla, no en hoyo. Yo nunca lo he probado al hoyo. Igual antes se hacía harto cordero al palo, pero ahora se está perdiendo esa tradición. Generalmente lo que se dice aquí es: también se está perdiendo porque ya nadie cría gallinas. Eso pasa por el turismo, que se van perdiendo hartas cosas.

CUIDADOS DE LA HUERTA

go ochenta y un años, trabajo una huerta. Antes sembraba como cuatro huertas, con papas, con arvejas, ¡de todo! ¡De todo de todo! Cosechábamos nosotros. Ahora, como tengo un invernadero… En este momento no tengo nada todavía, ají es lo que hay, porque el temporal se llevó todo el nailon y tengo que comprar más. En el verano, ahí está todo el 14

perejil, el cilantro, los tomates, las lechugas. De todo eso tengo. De todo siembro ahí. Lo que más hubo este año fueron ajíes. Las semillas las reproduzco yo, y compro las plantas en veces. Tengo de todo cuando planto. Tengo hasta una mata de pepino dulce. Lindo se dio. Y el primer año ya comí de mi planta de pepino. El año pasado me regalaron esa matita y sí, este año dio. En el invierno casi hay más perejil y esas cosas, porque no he regado cilantro. Tenía cilantro pero ya se terminó todo. No guardamos nada. Antes no teníamos ni refrigerador. Ahora no, pues, porque yo saco arvejas y las congelo. Y uno tiene arvejita todo el tiempo. Todos esos productos uno los puede congelar. Pero antes lo comía todo nomás porque no tenía nada uno cómo guardar; y cuando estaba seco, ahí había que cosecharlo nomás. No como ahora. Ahora estoy moderna. Yo, sin estufa, no soy nada. Así criamos a todos nuestros hijos. Tuve nueve yo: una hija que se me murió de dieciocho años por caerse en las piedras. Se murió de dieciocho. Yo aquí crié a toda mi parvá de cabros. Lo más que tengo ahora son bisnietos porque los nietos todos tienen hijos. Todos casados casi ya. Pero mi hijo, el que vive al frente, no tiene ni un hijo soltero. Ya están todos con guagua.»


Cazuela de congrio

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Ana Triviños Railaf.

La cazuela de congrio es más fácil. Se machucan los ajos, se pica la cebollita bien picadita y, si usted quiere, le echa un morroncito en pedazos. Luego se aliña la olla y de ahí usted vea. Yo hago eso y luego frío la papa picada en rodajitas con las verduras. De ahí le echo el

las presas de congrio. Porque el pescado se deshace rapidito. El plato se sirve con verduritas encima.

Estofado de sierra

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Con la sierra igual se prepara un estofado. Se hace lo mismo con la verdura: la cebolla a la pluma, y luego usted va poniendo una capita de papa y una capita de cebolla.

Así la hago yo. Y después viene la sierrecita. Las presas se echan a la olla, pues, con poquita agua. Ojalá sea una olla de esas como arrocera, porque ahí no se muelen nada. Mientras se cuece, no se revuelve: se deja nomás. Y de ahí usted le echa el agüita o, si gusta, cualquier verdurita. Por último, se le echa un tomate y usted deja que se cueza todo.

Asado

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Pero no le echo pura murta, pues. Le echo murta, le echo membrillo picado, uva. Y después le echo esa agüita azucarada que tengo ahí. Luego las envuelvo en papel para que no choquen y las coloco en un perol con agua fría y las pongo a hervir ahí. Hay que poner harta agua nomás. De ahí las retiro con la olla pero todo, las botellas o los frascos, tienen que enfriarse en el agua misma. Al enfriarse quedan bien cerraditos. Luego las saco y las guardo. Así hago yo mis conservas. Les echo de todo. También conservo las cerezas. Todo eso hago yo.

Cuando se junta toda la familia, hacemos asado: de animal vacuno, de cordero, de chancho, de todo. Se hace con la carne en el carbón, y ahí le van dando vuelta. Para que el asado rinda, cuando hay harta gente, se hace a las brasas y a la estufa y a la olla, para que se cueza todo. Y también se hacen pebres, chancho en piedra, mayo y papa, de todas esas cositas, con un buen ponche con duraznos, que aquí se conserva la murta.

El licor de chupón acá no lo hemos hecho. Pero ése se prepara con aguardiente. Es parecido a como uno hace la conserva pero aquí los chupones van crudos y llevan aguardiente. La murta también la echan en aguardiente.

Conserva de murta

Mermeladas

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En una olla de agua hirviendo le echo azúcar. Calculo ahí cuánta azúcar le echo y voy probando. Queda bien azucarada esa agua. Queda como un almíbar pero no tanto. Y después, cuando ya da un hervor para que el azúcar se deshaga, la dejo enfriar y la saco. Mientras tanto, busco botellas o frascos. Por lo general uso esos frasquitos donde uno toma jugo. Le saco la corona a la murtita y la echo dentro de ese frasco. 15

Licor de chupón

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Yo hago mis dulces, de murta con membrillo igual. Y hago dulce de manzana con membrillo. El membrillo lo rallo porque el membrillo es duro. Y la murta también la rallo. Yo hago hartas mermeladas: hago de murta, de murra. De murta tiene que ser sin coronita, pues: se ve más bonita. Igual se hace el dulce entero de murta pero también le sacan la corona y la cuecen enterita.

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RECETAS DE COCINA

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Empanada de murta

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Ésas sí que son ricas. Se le saca la coronita a la murta y se pone una porción en una fuente. Ahí le pongo el azúcar, para que se pase la murta. Y luego usted hace su masita, con un huevito o dos y con polvo de hornear, margarina y leche. Amasa, rellena y listo: al horno. Quedan ricas ricas.

hago la sepoltura y llego y echo ahí la tortilla y la tapo con ceniza. Usted la deja un rato. Serán unos diez minutos más o menos. Es igual que hacer tortilla al rescoldo pero con murta. Yo a veces suelo dejar que se enfríe, pero aquí no me hacen durar. Después, cuando está fría, usted la corta y es igual que un kuchen, pero tiene otro sabor. Nadie la hace así la tortilla: sólo yo.

Tortilla de murta al rescoldo

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Yo hago tortilla de murta al rescoldo, cuando hay murta. Las murtas las dejo igual que antes, en azúcar, para que se pasen. Y después hago mi masa. Pero esa masa no lleva tanta cosa: le echo un poquito de sal nomás y un poquito de polvo de hornear. Y hago mi masa bien sobada y bien delgada. Para hacer las tortillas se usan dos tapas redondas muy grandes. Extiendo la masa en la de abajo y luego en la otra. Entonces se pone toda la murta en la tapa de abajo. Y usted puso encima la otra tapa y las cerró. Luego le va haciendo estas cuestiones al lado para que no se separen las dos masas y, la pica con un palito o

corte porque es supermedicinal.» Yo le dije que no la cortaría pero en verdad está lleno de matas acá. Me

empanada gigante! Para cocerla, usted la echa en la arena caliente que se prepara así: se hace el fuego con leña encima de la arena para que se caldee bien la arena. Después, usted sacó todos esos tizones por allá y dejó acá la pura ceniza y la arena. En la arena

fue a Italia a un tratamiento. Y el doctor de Italia le dijo: “¿pero que vienes a hacer acá?, siendo que está lleno de esta hierba en los bosques de Chile. Ustedes tiene la mejor medicina para la leucemia y se la toman como infusiones”.»

–La otra que se usa harto es una hoja larga. ¿Cómo es que se llama? Una que toman para el estómago. –¿El matico? –Sí, el matico la usan para las úlceras y para las heridas. –Igual que el tineo. Se utiliza la corteza: la preparan como infusión. Sirve para curar heridas internas y externas, y también como desinfectante. –A los pelitos de helecho uno les hace un corte y se utilizan esos pelitos; los venden a veces también.

NUESTRA MEDICINA ES NATURAL

ESO LE ARREGLA LA SANGRE

–Un día, llegó un señor a arrendar una casa que yo

Yo estoy tomando un remedio que es muy bueno: el pino santo. Es uno que da una espina larga. Al otro lado, en una presa, hay mucho de ese pino, y mi hijo, que es alcalde aquí, el otro día me trajo. Yo tomo todos los días una copita, en la mañana y en la tarde. Se hace hervir la cáscara en agua caliente y entonces usted la toma como agüita de tiempo. Eso le bota todo lo malo a uno y le arregla la sangre. Es muy buen remedio: se lo ha dado a varios ya.

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En el sendero Los Alerces pueden apreciarse estos inpresionantes árboles, donde destaca un ejemplar de aproximadamente 2000 años de edad.

–Al principio, el acceso al sendero era libre. Entonces, los visitantes llegaban acá, nosotros les dábamos las indicaciones de cómo llegar y ellos iban. Al regresar, nos contaban cómo les fue y todo eso. Sin embargo, nos fuimos encontrando con el tiempo que como en todos lugares hay visitantes muy responsables pero otros no mucho. E íbamos. Muchas veces encontramos basura. Y un par de veces hasta fogatas que habían hecho en el sendero. Incluso se llevaban un arbolito, una plantita, un helecho o un trozo de corteza del alerce para llevar un recuerdo. Entonces nosotros como guardaparques éramos tan poquitos que no podíamos ni pensar en acompañar a cada visitante. Y en un minuto la pregunta fue: ¿se cierra este sendero al público y lo dejamos únicamente para nuestras visitas institucionales o de donantes, o de qué manera lo mantenemos abierto para el público en general? Justo ahí empezó a surgir esto: venía un visitante y nos íbamos dando dad. Más bien fue espontáneo; y después nos dimos 17

cuenta que en la medida en que iba creciendo el interés de los visitantes, se hacía importante convocar a un grupo de personas y ver de qué manera los íbamos ayudando con capacitaciones y Juan Carreño y Marcos González, entregándoles herrade la Agrupación de Guías Turísticos de Chaihuín. mientas para que prestasen un buen servicio. Este sendero se hizo en el año 2004 ó 2005.

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–Yo fui casi el primer guía local que llevé a dos italianos. Pasó que nos llamaron nomás. Fuimos con la camioneta roja y ese fue el primer guiado que realizamos. Hace como ocho años atrás, los llevábamos al sendero de los alerces nomás y a la playa de Colún. –Lo que a las personas les interesa saber es, por ejemplo, en qué año se empezó la Reserva Costera y cómo se inició. Se les habla

se utiliza la madera y, bueno, también un poco de la historia, de qué vivimos… Por ejemplo, de la macha, les digo yo.

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SENDEROS GUIADOS POR LA COMUNIDAD: TRES TESTIMONIOS

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FUTURO EL FUTURO ESTÁ EN MANOS DE NUESTROS HIJOS

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FUTURO EL FUTURO ESTÁ EN MANOS DE NUESTROS HIJOS

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GLOSARIO

Aguja capotera: Aguja gruesa que se usa para coser y remendar capote y otras telas gruesas. Altiro: Enseguida. Aporcar: Orillar la tierra sobre la melga o surco donde se cultiva la papa.

Finaíta: Gato de mar: Chungungo, chinchimén o nutria marina. Guagua: Niño pequeño, bebé. Guatear: Dar forma combada.

Charqui: Cecina, carne que se seca con sal y exponiéndola al sol.

Médica (o meica): Curandera mapuche.

Chicharrones: Fritura del tocino del chancho o cerdo.

Morriquete (o borriquete): Armazón compuesta de tres maderos que forman un trípode en el que los carpinteros apoyan la madera que trabajan.

Chiquichichas: Forma afectuosa de decir “chiquititas”.

Murra: Planta o fruto de la zarzamora, Rubus ulmifolius.

Choro: Marisco bivalvo, mejillón.

Orejones: Frutos o porciones de fruto secados al sol. Suelen hacerse de damasco.

Chupón: Planta típica de los bosques del sur de Chile, Fascicularia bicolor. Copuchento: Curioso Corona: Cierta dureza en forma de corona que presenta el fruto de la murta. Corvina: Tipo de sierra larga de arco.

Sepoltura: De sepultura. Hoyo que se hace en la ceniza caliente para enterrar las tortillas de rescoldo. Sopaipillas: Porciones de masa panadera fritas en aceite. ¡Uta!: Apócope de una expresión malsonante.

Parvá: De parva o parvá, mies extendida en la era para trillarla. Pega: Trabajo, tarea. Pulmay: Guiso tradicional del sur de Chile que se prepara con repollo, cebolla, papa, longaniza y varios tipos de carne y de marisco.

Cuático: Anormal, extravagante, llamativo. 20

Quienes aún practican el antiguo oficio de tejer canastos o cestos de fibras naturales obtenidas del bosque, mantienen vivo el origen de la palabra chaihuín, derivada de chaihue, que significa “donde se tejen canastos”.




Tatiana Naulin Gysling, Directora Systemic, responsable de proyecto. Dafne Gho Illanes, diseñadora, responsable de diseño. Edición y entrevistas: Tatiana Naulin Compilación: Angel Álvarez Corrector de estilo: Pablo Gonz Diseño: Celeste Pesoa (libro) Dafne Gho (díptico) Sendero Los Colmillos de Chaihuín . Reserva Costera Valdiviana Región de Los Ríos, Chile Junio-Septiembre 2013


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