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OPINIÓN

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COLABORACIÓN ESPECIAL GCMA

PANORAMA AGROALIMENTARIO, ¿QUÉ PODEMOS ESPERAR EN 2024?

EL PRESENTE año inicia en medio de mucha incertidumbre política; México será el primer importador de maíz a nivel mundial con 20 millones de toneladas.

POR Juan Carlos Anaya, Director General de GCMA. / FOTOS: Cortesía Sader Federal.

La historia reciente del sector agroalimentario ha sido una de las más vertiginosas en los últimos 30 años. Hemos pasado por virus (fiebre porcina africana) que han mermado con 50% del hato porcino de China; otro virus que rompió con las cadenas globales de suministro; inflación generalizada en el mundo; virus de alta patogenicidad que provocó especulación en el huevo; una guerra que impactó en el costo de los insumo y granos básicos; y concluyó con eventos climáticos adversos (sequías).

Si alguien hubiera pensado que la historia de terror que resumí en el párrafo anterior se gestaría, seguramente muchos actores de la cadena de valor internacional hubieran dejado de participar. Lo cierto es que las actividades agroalimentarias siempre están expuestas a cientos de variables exógenas alteran la trayectoria de la producción de alimentos. Lo único que es constante es el crecimiento demográfico mundial y la necesidad de incrementar la producción para alimentar a la población.

En el marco antes señalado, nuestro país tiene diversas tareas relevantes en 2024 para abastecer el mercado doméstico y participar activamente en el abasto de alimentos a nivel global. La primera tarea relevante que tiene es elevar la productividad de granos y oleaginosas que en 2023 cerrará con una producción cercana a 40 millones de toneladas, lo que implica que se tuvo que importar 33 millones de toneladas.

La expectativa de producción e importación de Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas (GCMA), para 2023, era una producción de 42 millones de toneladas de granos y oleaginosas, mientras que se esperaba una importación de 30 millones de toneladas. El incremento en la importación de granos y oleaginosas se debe a dos factores principales: a), la afectación en la producción derivado de la sequía durante los ciclos agrícolas de Otoño-Invierno y Primavera- Verano; y b), a la variación del tipo de cambio que volvió muy competitiva la importación de granos y oleaginosas a nuestro país.

El subsector de frutas y hortalizas, por segunda ocasión en los últimos años ha generado mayor volumen que los granos y oleaginosas. Este dato podría parecer irrelevante, pero cuando se contrasta la superficie sembrada de frutas y hortalizas contra granos y oleaginosas, destaca que se dedica cuatro veces más superficie a la siembra de maíz, trigo, sorgo, soya, entre otros, que a la superficie hortofrutícola.

Este sector, que tiene una vocación exportadora, tuvo un resultado interesante, debido a que la fortaleza del tipo de cambio supondría que generaría un descenso en las exportaciones, pero la combinación de menores rendimientos en otros países abriría una veta de oportunidad para mantener a México como el principal socio comercial de Estados Unidos en materia de exportaciones hortofrutícolas.

El subsector de proteína animal, en 2023, tuvo resultados mixtos, debido a una producción que se ubicó dentro del rango estimado por GCMA en 25 millones de toneladas, pero con una caída en las exportaciones de 100 mil toneladas y, una importación superior a las 400 mil toneladas.

El efecto del tipo de cambio fue un factor decisivo en la importación y complicó la exportación de los productos a los mercados naturales. Por otra parte, la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto en los Hogares revela una caída en el consumo de proteínas como la carne de res y, un aumento en el consumo de productos de menor costo como huevo, carne de pollo y cerdo.

La gran sorpresa de 2023 fue sin duda la producción de cultivos agroindustriales. El principal factor fue una producción de caña de azúcar de 53 millones de toneladas contra un estimado de 58 millones de toneladas. ¿Qué ocurrió? En principio, la producción de caña, que tiene el mayor peso en este rubro, disminuyó considerablemente por dos factores: a), la falta de fertilización dado los costos de dicho insumo; y b), un proceso de floración inesperado que disminuyó el nivel de sacarosa en la caña.

Por otro lado, la jima de agave que había presentado una alta demanda para producir tequila de exportación se comportó dentro de los promedios habituales, lo que implicó menor demanda de piñas.

La producción total de alimentos en México una vez más quedó por debajo de 300 millones de toneladas (incluyendo pastos y forrajes), lo que posiciona a nuestro país como el 10° productor de alimentos a nivel mundial. Un retroceso considerando que hace un par de años estábamos en la 8° posición, y peor, considerando que Ucrania (envuelto en una guerra), produjo más alimentos que nosotros.

AÑO DE INCERTIDUMBRE

El 2024 será un año que inicia en medio de mucha incertidumbre, pero esta vez no se espera que haya cisnes negros, pero nos encontramos en medio de una agenda política nacional e internacional muy volátil. En México, el día 2 de junio, se llevarán a cabo las elecciones más grandes en la historia de nuestro país y, el 5 de noviembre de 2024, se realizarán las elecciones en Estados Unidos.

Los dos momentos políticos generan mucha incertidumbre en los actores económicos de las cadenas agroalimentaria bilateral, pero la producción de alimentos seguirá. La agenda de comercio bilateral y políticas públicas que impulsen o dejen de lado la producción de alimentos se podrá evaluar en 2025.

El 27 de febrero, GCMA presentará su “Sexto Reporte de Perspectivas Agroalimentarias” en donde abordaremos con mayor detalle el cierre de la producción 2023 y, presentaremos las estimaciones 2024, las cuales fueron realizadas por nuestro nuevo departamento de ciencias de datos.

Le podemos adelantar que la producción de maíz en Sinaloa, para este 2024, se ubicará en 3.6 millones de toneladas, debido a la falta de agua en las presas que al inicio del ciclo agrícola se encontraban en un 33% de su capacidad. La producción del ciclo Otoño-Invierno no superará 6 millones de toneladas, lo que implica que México, en 2024, será el primer importador de maíz a nivel mundial con 20 millones de toneladas.

Les podemos adelantar que la producción de maíz en Sinaloa, para este 2024, se ubicará en 3.6 millones de toneladas, debido a la falta de agua en las presas que, al inicio del ciclo agrícola, se encontraban en 33% de su capacidad. La producción del ciclo Otoño-Invierno no superará 6 millones de toneladas, lo que implica que México, este año, será el primer importador de maíz a nivel mundial, con 20 millones de toneladas.

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