OPINIÓN

Luis Fernando Haro Encinas

Fortalecer el campo: compromiso para la prosperidad compartida

En un escenario marcado por la urgencia de revitalizar el campo mexicano y promover una verdadera equidad en el desarrollo rural, el encuentro entre la candidata presidencial Claudia Sheinbaum y el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), ha generado un claro consenso en torno a la necesidad de priorizar al sector agropecuario como motor de la prosperidad compartida.

En su exposición sobre una "República Rural, Justa y Soberana", Sheinbaum destacó la importancia de implementar estrategias diferenciadas que reconozcan y atiendan las diversas realidades del campo mexicano. Desde los pequeños productores de autoconsumo hasta los grandes exportadores agrícolas, todos deben ser considerados en la construcción de un proyecto de gobierno inclusivo y efectivo.

El respaldo de Juan Cortina Gallardo, presidente del CNA, a los planteamientos de Sheinbaum subraya el compromiso del sector agropecuario para trabajar de manera conjunta en la materialización de este proyecto. En especial, ante la inminente renovación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, se destaca la disposición del sector para colaborar en un proceso de vital importancia para el país.

Entre los puntos clave abordados en el encuentro, se destaca la urgencia de tecnificar el campo mediante el uso de energías renovables para optimizar el uso del agua, así como la necesidad de incrementar el financiamiento para impulsar la producción y eliminar los intermediarios que afectan las ganancias de los agricultores.

Sheinbaum enfatizó la importancia de aumentar la producción agrícola con un financiamiento adecuado y una mejor gestión en la comercialización, reconociendo que en muchas ocasiones son los propios productores quienes reciben el menor beneficio económico.

El testimonio de Rogelio García Moreno Garza, agricultor de Tamaulipas, refleja el apoyo y la disposición de la sociedad agrícola para contribuir en la construcción de políticas efectivas para el sector. Este sentimiento de colaboración, expresado en la voluntad de “traer tierra en los zapatos” para garantizar que los esfuerzos sean precisos y efectivos, es fundamental para el éxito de cualquier iniciativa destinada a fortalecer el campo mexicano.

El encuentro entre Sheinbaum y el CNA ha dejado en claro un consenso en torno a prioridades como la regionalización de la producción, la reducción de la pobreza rural mediante programas sociales focalizados, el aprovechamiento eficiente del agua de riego y el fortalecimiento de la producción mediante una mayor inversión. Todo ello se desarrolla en un contexto de cambio climático que presenta desafíos adicionales, como sequías prolongadas que requieren respuestas urgentes y efectivas.

Además, es esencial considerar las propuestas adicionales presentadas durante el encuentro. Aldo Mares mencionó la necesidad de trabajar en un programa dirigido a los jornaleros agrícolas, con el fin de mejorar sus ingresos, condiciones laborales y de vida para ellos y sus familias. 

Asimismo, se destaca el compromiso del Consejo Nacional Agropecuario con la promoción de prácticas sustentables en la producción de alimentos, promoviendo empresas que adopten prácticas responsables con el medio ambiente y cuiden los recursos naturales en sus procesos productivos. 

Por último, Jorge Esteve Recolons resaltó la importancia del financiamiento para estimular el crecimiento y desarrollo del sector agropecuario, así como la necesidad de generar instrumentos de gestión de riesgos que brinden certidumbre tanto a los productores como a todos los agentes de la cadena alimentaria, incluidas las instituciones financieras.

En resumen, el compromiso compartido entre Claudia Sheinbaum y el Consejo Nacional Agropecuario, en conjunto con las propuestas adicionales mencionadas, representan un paso importante hacia el desarrollo sostenible del campo mexicano y la construcción de una sociedad más equitativa y próspera para todos y todas las mexicanas.