Tropicália

P I O C R A L IA T

En el contexto político de la dictadura cívico-militar el movimiento tropicalista fue visto como transgresor en varios sentidos. Los gestos provocativos, las ropas extravagantes, las ideas polémicas, la utilización de las guitarras eran, en su conjunto, la expresión de un modo propio de pensar la cultura y la idea misma de Brasil. En tiempos de coerción y recrudecimiento político todo pensamiento crítico es una rebeldía. Los viejos patrones de conducta social y la postura conservadora -tanto de los adeptos de la izquierda, como de la derecha- eran motivo de burla por parte de los artistas tropicalistas. Por todo ello, la Tropicália fue uno de los episodios artísticos, culturales y políticos más importantes de la historia de Brasil en el siglo XX.

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Tropicalia causó gran impacto no sólo en la escena musical, sino que también contribuyó a la construcción de una nueva postura crítica frente a los contrastes y ambigüedades de la cultura brasileña. La dimensión del impacto causado por el movimiento tropicalista es tan significativa que afectó a varios sectores del arte brasileño por medio de nombres como Hélio Oiticica (Artes plásticas), José Celso Martínez Corrêa (Teatro), Gláuber Rocha (Cine), Haroldo y Augusto de Campos la literatura), entre otros.

A través de esa "agudeza intelectual", los compositores tropicalistas crearon canciones que proponían la construcción de una nueva idea de Brasil, de otra imagen de la nación. Se basó en el Manifiesto Antropófago de Oswald Andrade, en el que reivindicaba la interculturalidad brasileña como forma de rebeldía.