Giovanna Sinead Sánchez Inda Hacer el propio diario, ¿Por qué? Miguel Ángel Zabalza Escribir sobre lo que hacemos como el leer sobre lo que hemos hecho nos permitiré alcanzar una cierta distancia de la acción y ver las cosas y a nosotros mismos con perspectiva. Nos permite reflexionar acerca de lo que estamos haciendo en nuestra práctica, analizar lo que hicimos bien, mal y en que podemos mejorar. ¿Cuándo conviene escribir el diario? Cualquier oportunidad puede ser buena para escribir. Desafortunadamente para muchas personas se ha convertido en un sacrificio. Somos los que hemos de enseñar escribir a los demás. Es de esperar que no sea porque no tenemos nada que decir, porque eso revelaría una preocupante pobreza de espíritu que resulta poco compatible con la función del docente. Quizá sea por falta de hábito, o por falta de motivación Escribir, en tanto que operación supone recodificar la experiencia narrada. El diario ofrece esa oportunidad. Tras un día metidos en cuerpo y alma en la acción y sin mucho tiempo ni energías para dar ese paso atrás, nos observamos a nosotros mismo y contamos lo que consideramos relevante de nuestra intervención. Cuando se está en trabajos que conllevan una fuerte implicación personal. Comoquiera que el diario constituye un medio de “expresión personal” es decir una forma de sacar fuera de uno mismo lo que uno lleva dentro resulta muy interesante en los momentos en que se precisa disponer de mecanismos que faciliten ese proceso. Cuando se quiere clarificar un poco el propio estilo de trabajo Las técnicas de documentación tienen como objetivo esta idea de la clarificación de las propias prácticas. Al hilo de la narración nosotras mismos vamos recuperando imágenes y recuerdos que pasaron desapercibidos. Y al incorporarlos al texto escrito van completando el sentido de las cosas que allí se cuentan.