Los zapatos de tacón.
Había una vez en un lejano poblado, una hermosa familia, esta era pequeña pues solo estaba conformada por mamá, papa y su preciosa hija. Mamá se llamaba Hermelinda, papá Juan y la pequeña hija se llamaba Ana, era una familia muy unida pues se querían mucho. Lo que más le gustaba a Ana de ese lugar donde vivían era que estaba lleno de flores, árboles frondosos, pájaros y un hermoso cielo, durante el día era azul como el agua y de noche se pintaba lleno de relucientes estrellas. Pero de pronto todo se torno oscuro y triste para Ana pues papá y mamá se fueron al cielo, convirtiéndose en una de esas estrellas brillantes, ella sabía que ambos la cuidaban desde allá y ese era su consuelo. Ana triste y sola se quedaba por horas mirando aquel cielo recordando todo lo que vivió con sus padres y lo feliz que era antes. Un día se dirigió al cuarto de sus padres y encontró en el armario una caja muy colorida con un gran moño así que decidió abrirla, dentro de la caja había unos zapatos naranjas de charol, debajo de los zapatos había una nota que decía: -
Querida hija, mi pequeña Ana, feliz cumpleaños espero que estos zapatos de tacón te acompañen en tu camino ahora que entraras a la escuela.
Ana se emociono mucho por aquel regalo, agarro los zapatos y se los probó y aunque se sentía triste se puso a bailar con ellos y dar vueltas por todo el lugar.