LA VIDA EN LAS AULAS Ph. W. Jackson Los afanes cotidianos La asistencia de los niños a la escuela es en nuestra sociedad, una experiencia tan corriente que pocos nos detenemos apenas a considerar lo que allí sucede. Decimos que nada sucedió en vez de contar los hechos rutinarios que se desarrollan desde que salimos de casa hasta que volvimos. A no ser que hubiera ocurrido algo interesante, no tiene sentido hablar de nuestra experiencia. Sin embargo estos hechos sobre los que rara vez hablamos pueden llegar a ser muy importantes, pues ciertamente representan una porción de nuestra experiencia mucho más grande que la de aquellos que nos sirven como tema de conversación. . Al margen del sueño y quizá del juego, no existe otra actividad que ocupe tanto el tiempo del niño como la que supone su asistencia a la escuela, es por eso que su entorno físico se vuelve completamente estable. Además existe en las escuelas una intimidad social que no se compara en nada con cualquier otro lugar, solo allí pasan varias horas 30 o más personas. Así, cuando el joven alumno acude a la escuela por la mañana, se introduce en un ambiente con el que está excepcionalmente familiarizado gracias a una larga permanencia. Las aulas son lugares especiales, lo que allí sucede y la forma en que acontece los hace recintos diferentes de todos los demás. Lo que las hace diferentes es la parafernalia de la enseñanza y el aprendizaje y el contenido educativo de los diálogos que allí se producen. Las características de la vida escolar comprenden 3 hechos vitales:
Masa. Aprender a vivir en un aula supone, entre otras cosas, aprender a vivir en el seno de una masa. La mayor parte de las actividades realizadas en la escuela se hacen con otros o en presencia de otros, lo que determina la calidad de vida de un alumno. Elogio. La adaptación a la vida escolar requiere del estudiante que se acostumbre a vivir bajo la condición constante de que sus palabras y acciones sean evaluadas por otros. Poder. Los profesores son, desde luego, más poderosos que los alumnos, en el sentido de poseer mayor responsabilidad en la conformación de los acontecimientos del aula.
La presión del número y el tiempo la que mantiene tan ocupado al profesor. Uno de los resultados inevitables del control de tráfico es la experimentación de la demora. Cuando empezamos a examinar cuidadosamente los detalles, es sorprendente advertir cuanto tiempo pasan esperando los alumnos. Interrupciones de muchos tipos crean un rasgo de la vida en el aula. Durante las sesiones de grupo, los comentarios irrelevantes, la mala conducta y visitantes ajenos portadores de mensajes rompen la continuidad de la lección. Existen aquí 4 rasgos de la vida escolar que no se mencionan: demora, rechazo, interrupción y distracción social, cada uno es determinado por las condiciones de hacinamiento de la clase.
La fuente principal de evaluación en el aula es, sin duda, el profesor. Pero este no es el único que formula juicios, a menudo lo hacen también los compañeros. La autovaloración, tiene lugar si la necesidad de un juez exterior. Cuando un alumno no puede escribir ninguna de las palabras de un test de ortografía estima un fracaso aunque el profesor no vea el papel. La relación de los padres con su hijo y de los maestros con sus alumnos se refieren a la intimidad de y duración del contacto. Esta intimidad reducida se debe no sólo a la intensidad de sentimientos entre los participantes, sino también al grado en que estos se ven en una variedad de situaciones y actitudes. La distinción entre trabajo y juego es tiene amplias consecuencias. . El trabajo supone realizar una actividad deliberada prescrita por otra persona. El juego carece de un elemento de esencial: el uso de algún tipo de sistema externo de autoridad que les diga lo que hay que hacer y que les mantenga trabajando Dentro del mejor de los mundos posibles se confía en que los chicos se adaptarán a la autoridad del profesor, convirtiéndose en buenos trabajadores y en estudiantes modélicos. La multitud, el elogio y el poder se combinan para dar un sabor específico a la vida en el aula forman colectivamente un currículum oculto que cada alumno debe dominar para desenvolverse satisfactoriamente en las escuelas. Muchos de los premios y castigos que parecen dispensados sobre la base del éxito y del fracaso académico en realidad se relacionan más estrechamente con el dominio del currículum oculto. . Las escuelas poseen reglas y tradiciones propias que sólo pueden dominarse a través de una prolongada experiencia. Los sentimientos de los alumnos hacia la escuela. Los aspectos repetitivos, rutinarios y obligatorios de la vida en el aula puede dar la impresión de que la escuela tiene que ser un lugar desagradable. Sin embargo, otros ven el aula como un lugar delicioso e interesante. En canciones y relatos se han exaltado tanto los placeres como los sinsabores de la vida En los primeros informes negativos de la vida escolar predominan dos temas. o o
El primero se refiere a las experiencias aterradoras o embarazosas resultantes de las acciones de los profesores y compañeros crueles o insensibles. El segundo alude a los sentimientos de tedio que surgen de la carencia de significado de las tareas asignadas o del atractivo abrumador de la vida fuera de clase.
La influencia personal del profesor no tiene que ser especialmente profunda para que el estudiante retenga recuerdos agradables de sus días en la escuela.. El estudio revela la seriedad de los niños. No consideran la escuela como un lugar de diversión o placer. No muestran un excesivo entusiasmo. No existe un enfoque de deleite en la situación escolar. Los alumnos asisten a la escuela con la conciencia de que les resultará útil en su vida posterior. El éxito escolar y las actitudes positivas hacia la escuela van a la par. Los premios tienden a suscitar sentimientos positivos y los castigos negativos. Se adoptaron los términos gratificantes y molestos para referirse a condiciones que conducen a un fortalecimiento o debilitamiento de las tendencias de respuesta.
No sólo es gratificante el premio y molesto el castigo, si no (prosigue la argumentación), al cabo de un tiempo, los entornos en que estas condiciones se experimentan continuamente comienzan engendrar sus propios sentimientos asociados. Los componentes de la actitud de premios y castigos tienden, a desaparecer, vinculándose a las situaciones en las que son aplicados. Las escuelas son lugares en donde se administran de un modo abundante premios y castigos. Algunos estudiantes se acostumbran a los premios de la clase y otros a merecer sus castigos. Esto ocasiona que los estudiantes se vuelvan insatisfechos con la vida en el aula. La persona que comienza a actuar sintiéndose en general satisfecha con la condición en que se encuentra tiene más posibilidades que su equivalente descontento de atender con éxito a las demandas especificas de la situación Participación y absentismo en la clase La función de pasar lista radica en identificar a los ausentes. En las escuelas y en otras instituciones, además de permanecer allí, los participantes deben estar presentes de un modo más profundo. Han de observar y escuchar los contenidos de sus lecciones. Deben percibir el mundo del aula, cerrándose a algunas fuentes de estímulo y concede atención como indicadores de participación. El interés del alumno tiene importancia, pero no es una guía segura del valor de la actividad educativa en cuestión. Esta conclusión supone que el profesor no puede hacer trampas cuando trata de obtener la participación entusiástica de sus alumnos. Opiniones de los profesores En la enseñanza, existen maestros expertos de quienes los aprendices pueden y deberían aprender. La observación desempeña un importante papel en los programas de formación del profesorado y se emplea cada vez más en la investigación educativa. Pero la conducta del profesor en el aula no siempre revela lo que queremos saber. La inmediatez de los acontecimientos en el aula es algo que nunca podrá olvidar cualquiera que haya estado a cargo de una clase llena de estudiantes. La enseñanza puede concebirse como interesada, ante todo, por la reorganización cognitiva. El objetivo de las escuelas es promover el aprendizaje. Así, podemos esperar que los profesores obtengan una fuente principal de satisfacción al observar el desarrollo del rendimiento de los estudiantes. Las conversaciones de los profesores corresponden a dos temas: las condiciones de la enseñanza y la psicología general de los adultos que trabajan en escuelas primarias. Uno de los rasgos característicos de la entrevista de profesores es la ausencia del vocabulario técnico, ya que cualquier adulto razonable e inteligente puede entender lo que dicen. No existe un vocabulario técnico para la docencia, además se hace escaso el uso del argot utilizado en campos afines, de vez en cuando se utilizan términos psicológicos pero es evidente la ausencia de términos técnicos de la literatura psicopatológica, la dinámica del grupo, la teoría del aprendizaje, la organización social y la psicología del desarrollo. La ausencia de términos técnicos se relaciona con la simplicidad conceptual de los docentes, ellos no solo le rehúyen a las palabras complicadas, también a las ideas complejas. Los pensamientos complejos ofrecen dificultades, el rechazo a estos adquiere un especial significado si se considera la importancia de trabajo del profesor. Superficialmente el
pensamiento de los docentes debería ser lo más complejo posible al ayudar a los alumnos en su aprendizaje, por lo tanto la simplicidad innecesaria en el lenguaje del profesor podría ser un motivo de alarma. Los cuatro aspectos de la simplicidad conceptual relevada en el lenguaje de los profesores: 1. Visión no compleja de la causalidad. 2. Enfoque más intuitivo que racional de los acontecimientos del aula. 3. Postura obstinada en lugar de abierta al enfrentarse con prácticas docentes alternativas. 4. Pobreza en la elaboración de definiciones asignadas a los términos abstractos. La premura en la vida en el aula, los signos fugaces y a veces ocultos en los que se basa el docente para determinar sus actividades pedagógicas y para evaluar la eficacia a sus acciones, pone en duda la propiedad de emplear modelos convencionales de racionalidad que describe la conducta del profesor en el aula, esta desconfianza no pretende entender que la enseñanza sea totalmente irracional o que la leyes de causa y efecto no operen de ningún modo en el aula. Las actividades que acompañan los procesos mentales racionales no destacan en la conducta del profesor cuando pasa de una actividad a otra. Que el docente no parezca muy analítico o reflexivo en sus acciones con alumnos no obscurece el hecho de que en ocasiones no sea verdad, especialmente durante los periodos de soledad antes y después del encuentro con los estudiantes, el profesor parece iniciar un tipo de actividad intelectual que posee propiedades formales de un procedimiento de resolución de problemas, donde el profesor es muy racional. Existe una diferencia crucial entre lo que el profesor hace cuando está solo y lo que realiza cuando el aula está llena, esta diferencia se encuentra implícita en el examen de cuestiones como la relación entre los planes de las lecciones y su tarea diaria, esta distinción es fundamental y posee consecuencias en materias educativas que es un reconocimiento al describir el proceso docente. En la enseñanza interactiva con sentido cognitivo, la espontaneidad, la urgencia y la irracionalidad de la conducta del docente parecen características esenciales, existiendo un alto grado de incertidumbre, imprevisión y confusión en los acontecimientos del aula. La intuición del profesor, su complacencia en el enigma del cambio humano y su efusivo optimismo resultan discordantes con el ambiente organizado donde trabaja, incluso puede esperar que estas cualidades sean disfuncionales en los confines de una institución formal, pareciendo más adecuadas personas racionales y asentadas en la realidad. Los docentes pueden contribuir a proteger a los alumnos del anonimato y el aislamiento implícitos en la institución, gran parte del conocimiento eficaz del profesor consiste en una información idiosincrásica sobre los estudiantes con quien trabaja, así conserva el sentido de la identidad personal del alumno respondiéndole como persona y no como titular de un puesto educativo. El alumno resulta menos indispensable al funcionamiento del aula cuando al involucrarse el profesor sentimentalmente con ellos sus fracasos o triunfos son más fingidos que auténticos para conseguir la atención del docente. El profesor contribuya a limar las marcas aristas de la vida escolar al presentarse ante los alumnos con un modelo de falibilidad humana, los docentes son capaces de personificar la virtud de poseer un conocimiento y manifiesta los límites de esa virtud, así los objetivos abstractos del aprendizaje reciben una referencia humana. Muchos docentes no se preocupan por sus alumnos, solo de manera superficial y la falibilidad de estos es tanta que en lugar de ser un modelo accesible resultan cómicos o indeseables.
Opinión: La escuela es un lugar en el que los alumnos pasan gran parte de su tiempo en ella, en ocasiones no se les da el sentido que es a esta, decimos que nada sucedió hay pues en muchas ocasiones solo preguntamos al niño ¿Cómo te fue? O ¿Qué hiciste? A lo que te contestan bien o nada, En vez de preguntar ¿qué aprendiste? ¿Qué actividades o trabajos hiciste?, etc. Los niños se envuelven en un ambiente con el que están familiarizados gracias a una larga permanencia.
Hay 3 hechos vitales en el aula: La masa que es cuando convive con un grupo mayor de personas, el elogia que es cuando los niños se van acostumbrado a que todo lo que haga o diga será evaluado y el poder ya que los profesores son los que tienen la responsabilidad de todo el grupo. Muchas de las cosas que piensa o dice el alumno de la escuela recaen en los profesores ya que como los trate el profesor es el concepto que tienen de esta, si los rechazas, castigas, etc., se forman una mala imagen de la escuela, en cambio si los enseñas a ver a esta de forma positiva y agradable, se forman una buena imagen y por ende les gusta asistir. Y es que los maestros pasan gran parte de su tiempo de la vida escolar con ellos. Un parte importante del éxito escolar es que los profesores se interesen en sus alumnos, muchas veces nos pasa que algunos de los maestros no los toman en cuenta, no tienen el interés porque aprendan e incluso ellos solo van a dar la clase sin importar lo que pase con sus alumnos. Es increíble que a veces los maestros no sepan si estas en su clase o no.