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ENTREVISTA AL ALMIRANTE MARCIAL GAMBOA

ALMIRANTE MARCIAL GAMBOA PÉREZ-PARDO

Director del Instituto de Historia y Cultura Naval

Hacen falta más ciudadanos que –como dijo Kennedy– no se pregunten lo que puede hacer su país por ellos sino lo que pueden hacer ellos por su país. Y las Fuerzas Armadas han de ser siempre un referente y dar ejemplo de ello.

1.    Usted es director del Instituto de Historia y Cultura Naval, ¿por qué considera importante la historia en el mundo actual? ¿Qué papel juega la cultura Naval en nuestros días?  ¿Debería tener un lugar más destacado?

 Claro que considero importante la historia en el mundo global, y particularizada en España, mucho más. La historia es el pilar fundamental en el que se asienta la identidad de un país, de una nación y si quieres saber de dónde vienes tienes que conocerla y también para saber a dónde ir y que debes intentar no repetir. Los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla por ello hay que aprender de los errores. Conocer quién eres, de dónde vienes, que representas, esto solo es posible si conoces tu historia. En el caso nuestro, somos una gran nación, con una historia impresionante, y que le hemos dado mucho al mundo. Con independencia de lo dicho, la historia, nuestra historia, nos ofrece una raíz común, motivo de unión de todos los españoles, con un pasado común del que tenemos que estar orgullosos, un presente ilusionado y un futuro esperanzador. En este contexto, el Instituto de Historia y Cultura Naval se asienta en cuatro pilares que utiliza para difundir nuestra cultura naval y que son el Museo Naval y sus museos filiales, su Archivo Histórico, sus Bibliotecas navales y su Departamento de Estudios e Investigación. Con ello, pretende difundir y preservar, dar a conocer nuestra historia naval, la historia de la Armada, que es la historia de España escrita en las cubiertas de sus buques y también en muchos campos de batalla por nuestra gloriosa Infantería de Marina. Muchos de los más brillantes acontecimientos de nuestra historia han sido realizados en las cubiertas de los buques de la Armada. La cultura naval también engloba otro aspecto importante que es dar a conocer a nuestros compatriotas la necesidad de contar con una Armada eficaz, con capacidad disuasoria; esto se engloba en un concepto más amplio que se denomina Cultura de Defensa. La Armada cuya misión es contribuir a proveer y garantizar unos bienes que damos por hecho y que solo valoramos cuando nos faltan, la seguridad y la paz. La seguridad como producto que proporcionamos las FAS, es la que nos permite vivir en libertad y democracia. Por eso nos esforzamos para que llegue a la conciencia del ciudadano y para que forme parte de su bagaje formativo.

 

2.    En el museo Naval hay importantes joyas de la historia naval española ¿Está correctamente dibujada y contada la historia del imperio español del mundo naval? ¿Es realmente conocida? ¿Qué es necesario para darle mayor luz exterior?

Hilando con la pregunta anterior, el Museo Naval es una joya, podemos decir que tenemos uno de los mejores museos navales del mundo, porque tiene piezas únicas. Para empezar somos afortunados por encontrarnos en el “Paseo de la Luz”, patrimonio de la UNESCO, junto a otros grandes y emblemáticos museos. Por ello, no pretendemos ser una galería arte, sino un Museo Naval que expone piezas muy valiosas y que además son únicas. Su colección cartográfica, la carta de Juan de la Cosa, única y más antigua conocida en el mundo donde aparece representado el continente americano por primera vez, fechada en el año 1500. También disponemos de una colección única de Instrumentos náuticos que fueron utilizados en nuestras navegaciones atlánticas. Nos lanzamos allende los mares, con navegación necesariamente astronómica, desempolvando los libros de Alfonso X el Sabio, de los árabes y de los grandes pensadores griegos. Fuimos pioneros en la navegación oceánica lo que nos obligó a dar el gran salto que supone pasar del “arte de marear” –brújula y estima- a la “ciencia de navegar” –navegación astronómica-. También se puede contemplar el desarrollo en el tiempo de los distintos instrumentos náuticos y admirar los modelos de arsenal, navíos, fragatas, corbetas, etc.. desde los siglos XVIII hasta nuestros días y que eran los que se presentaban a la comisión del arsenal correspondiente para autorizar su construcción. Estamos hablando de modelos originales con casi 300 años de antigüedad, algo totalmente único. Todo esto, unido a la última reforma llevada a cabo en el Museo, conforma un recorrido histórico y cronológico que va desde la mar en la génesis de España en los siglos XIII y XIV, pasando por el descubrimiento de América y la vuelta al mundo, la era de descubrimientos; los siglos XVI y XVII época de los Austrias, de apogeo y de decadencia con Carlos II: el siglo XVIII, la guerra de sucesión, la llegada los Borbones, un siglo magnífico y poco conocido, en el que se creó una gran y real Armada y una organización que con las adaptaciones lógicas, perdura hoy en día pues la Armada borbónica que se creó en el siglo XVIII con ministros como Patiño o Ensenada son los cimientos de nuestra Armada actual. El siglo XIX, la caída de un imperio gigante con pies de barro, un siglo convulso, con tres guerras carlistas, una guerra de la independencia, insurrecciones cantonales, regencias, una república, un pequeño despegue y, para acabar el siglo, la pérdida de nuestras últimas provincias españolas de ultramar: Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Pero el recorrido termina con los siglos XX y XXI y con un “final positivo”, una marina actual equilibrada que muestra el pabellón en todos los mares del mundo. La historia de la Armada está correctamente dibujada en el discurso, sí, pero no es realmente conocida, por eso hacemos cada vez más esfuerzo en la comunicación, y no solo aquí en España, sino también en el exterior. Tenemos que seguir trabajando, y mucho, para emplear todo tipo de medios de comunicación estratégica para llegar a nuestra juventud de forma atractiva y que conozca la historia de España y de su Armada.

Debemos seguir trabajando, y mucho, para emplear todo tipo de medios de comunicación estratégica y poder llegar a nuestra juventud de forma atractiva y que conozca la historia de España y de su Armada

3.    La reciente conmemoración del V Centenario nos ha acercado un poco los éxitos y el papel de España en la historia naval, ¿Cómo podría aumentarse el conocimiento y que perdure en el tiempo? ¿Hay realmente un problema del relato?

 Realmente, desde el primer momento hubo en la organización de la Comisión del V centenario una implicación total del gobierno de España, de distintos actores del ámbito de la Cultura así como de la Armada con la intención de acercar los éxitos y el papel de España en esta gran gesta naval. ¿Cómo podemos acercar este éxito? Transmitiendo ideas fuerza como que se trata de la historia de un éxito y de la mayor hazaña de la historia marítima. Para poder entender la historia hay que ponerse en el momento en el que se vive. Hay que ponerse en el contexto. Y, aunque las comparaciones son odiosas, hay que comparar lo que hacían otros y hacer un balance. Hay que hacer llegar el mensaje al ciudadano, no solo dentro de nuestras fronteras sino también hacia fuera. Dar también a conocer lo que fue la gesta y a sus protagonistas, Magallanes, Juan Sebastián Elcano y, por último, la enorme contribución que España a hecho a navegación. Sí, se ha avanzado bastante, pero no hay que parar. No horada la gota la piedra por su fuerza, sino por su constancia. Tenemos montañas de gestas y hazañas que contar, bajo la pauta de una gran monarquía hispánica que gobernó las otras “Españas de ultramar”, durante más de trescientos años, y esto no se puede hacer acumulando derrotas, sino muchos más éxitos. Todo ello, conforma un balance positivo del que debemos estar orgullosos y que tenemos que contar, sin complejos, para que perdure en el tiempo. Y repito, utilizar todos los medios de comunicación, que hoy en día nos proporciona el mundo globalizado, para llegar a los jóvenes, transmitiendo rigor y veracidad. La receptividad trabajando así es muy positiva.

 4.    Una de sus publicaciones versa sobre la Escuela Naval Militar y su misión inalterable de formar en valores, ¿Cree que existe una falta de valores en nuestra sociedad? ¿Cómo podría mejorarse desde las fuerzas armadas?

 En mi etapa en la Escuela Naval como Director, trabajaba diariamente con jóvenes, esto es, con ilusiones y generosidad. Al fin y al cabo, cuando estos jóvenes deciden dar el paso de entrar en la Escuela Naval para iniciar una carrera muy demandante de cinco años, están movidos por unos valores que les empujan a ello. Pero insisto, no son “extraterrestes”, tienen la ilusión y la generosidad propia de la juventud. El joven normalmente tiene, por definición, falta de madurez y por ello hay que formarlo, ilusionarlo y motivarlo. Los resultados compensan con creces el esfuerzo que se realice.

Pero si bien la formación en valores es imprescindible para formar un militar, no son en absoluto propiedad exclusiva de las Fuerzas Armadas. Deben ser, y son en la mayoría de los casos, inherentes a toda la sociedad y, de hecho, los encontramos diariamente. El COVID 19 nos dio un ejemplo claro de lo que digo. Piense ahora en la actuación de colectivos tales como médicos, auxiliares, enfermeros; muchos de ellos se dejaron no solo la piel sino también su propia vida en su generoso servicio a la sociedad. ¿Qué les movió para actuar así?....una sólida base en valores.

Lo que sí creo es que hoy tenemos carencia de referentes, esto es, personas que sean ejemplo de vida, coherentes entre lo que piensan, lo que dicen y lo que hacen, que manifiestan compromiso con valores y principios, que se anticipan a las necesidades, dibujan hojas de ruta y esbozan el futuro; en suma, faltan –que no quiero decir que no haya- auténticos líderes. Hay mucha mediocridad y falta de preparación. Pero insisto, esto no significa que no existan ni tampoco que no haya que potenciarlos. Hacen falta más ciudadanos que –como dijo Kennedy- no se pregunten lo que puede hacer su país por ellos sino lo que pueden hacer ellos por su país. Y las Fuerzas Armadas han de ser siempre un referente y dar ejemplo de ello. Para ello es necesario también un continuo acercamiento a nuestra sociedad para que nos conozca y tenga claro lo que hacemos.

5.    Como experto militar del mar, ¿Considera que España aprovecha su posición geográfica al máximo? ¿Qué papel podría desempeñar entre América Latina, África y Europa?

 Hay un factor que ha sido, es y será siempre clave y este no es otro que nuestra privilegiada posición geoestratégica. Si repasamos nuestra historia podemos comprobar este hecho inequívoco. Los fenicios, los romanos, árabes, la marina de Aragón, etc… la marina de Castilla constató que era fundamental controlar el Estrecho y cortar el tráfico logístico de los árabes desde la costa africana a la Península para así poder finalizar la reconquista. Por el Estrecho pasan diariamente cientos de barcos que transportan mercancías vitales a todos los puertos del mundo. España en particular tiene una dependencia absoluta del tráfico marítimo por el que le llegan un enorme porcentaje de los recursos que necesita para sobrevivir por cuanto la casi totalidad de nuestras necesidades de abastecimiento se reciben por las rutas oceánicas.  Y este factor hay que aprovecharlo al máximo, como hemos hecho históricamente en muchas ocasiones. Pienso que nuestra política exterior se mueve en este sentido. Y respecto a nuestro papel en Iberoamérica, Africa y Europa, creo que nos implicamos con Europa en el amplio y complejo proceso de la seguridad compartida, en el fortalecimiento de nuestra cooperación con Iberoamérica y con nuestra presencia permanente para apoyar nuestros intereses económicos en una gran parte de las aguas que bordean el continente africano. Pero, efectivamente, siempre se puede hacer más y seguir fomentando esas relaciones necesarias aquellos países en los que España puede contribuir mucho para su prosperidad y para la nuestra en un mutuo y deseable beneficio.

 Tenemos montañas de gestas y hazañas que contar, bajo la pauta de una gran monarquía hispánica que gobernó las otras “Españas de ultramar”, durante más de trescientos años, y esto se hace acumulando más éxitos que derrotas.

6.    Conocedor de los océanos y de su importancia, en tiempos de dificultad y tensión geopolítica internacional, ¿Qué rol juegan las Fuerzas Armadas en el mar para garantizar la seguridad? 

 Es el lugar donde tenemos que estar. Las FAS, no conciben la seguridad si no es bajo el paraguas de la seguridad compartida más allá de nuestras fronteras, contra amenazas terroristas, el tráfico armas, piratería, etc… y el apoyo a otros aliados. Es necesario estar en el “club” de la UE y OTAN y ser coherente con los compromisos adquiridos. El rol es el de despliegue de unidades en tierra, aire y mar participando en las resoluciones que los OOII y NACIONES UNIDAS, UE, dictan en relaciones en las distintas misiones de paz, con objetivo de buscar y proporcionar seguridad en el entorno mundial para poder vivir en libertad, paz y democracia.

 

7.    Hoy en día vemos como la tecnología y la IA desafían a la humanidad, ¿Es el mar la mejor vía diplomática de comunicación de los pueblos?

 Hoy en día, en un mundo tan globalizado, con multitud de redes y demás, la comunicación es instantánea. Pero creo que la mejor respuesta a su pregunta la daría un diplomático. Pienso que la tecnología es de gran ayuda pero que la diplomacia siempre tendrá que guiarse por las vías tradicionales pues siguen vigentes y son eficaces. Y aquí es donde juega su papel la mar. “La mar une los pueblos, la tierra los separa” reza una inscripción que hay en la Escuela Naval. La mar permite el comercio y el tráfico marítimo y también la diplomacia, llamada diplomacia de la defensa. Que un buque de guerra visite un puerto, siempre significa mucho. Buen ejemplo de ello es el Buque Juan Sebastián Elcano que es uno de nuestros mejores embajadores. Cuando llega a un puerto siempre conlleva un enorme impacto mediático, muy grande su influencia y, en muchas ocasiones, donde se firman muchos acuerdos importantes. Este casi centenario velero, siempre atrae la visita de miles de compatriotas nuestros que viven por el mundo aunque solo sea porque tienen la oportunidad de pisar un trozo de España. Definitivamente, la mar siempre será una excelente vía de comunicación diplomática.

 

8.     El buque escuela Juan Sebastián Elcano ha estado recientemente en Nueva York, y ya se lanza a nuevos destinos por el mundo.  ¿Qué utilidad tiene como símbolo principal de la Armada? ¿Es la mejor de las embajadas en movimiento continuo?

 Es un excelente embajador y navegante, no me atrevo a decir que el mejor, pero sí que en todos los puertos en los que hace escala provoca, como ya he dicho antes, un enorme impacto mediático, con una gran recepción a bordo a la que asisten personas de todos los estamentos y condiciones que permiten conectar muy bien con la sociedad de ese país en ese puerto. Conexión a todos los niveles donde el mayor honor es ser invitado a la recepción.

 

9.      Después de tantos años con experiencia en distintos lugares, ¿cuál es la mayor enseñanza que le ha dejado el mar y la historia naval? ¿qué mensaje trasladaría a los jóvenes de hoy en día?

 La mar me ha enseñado tantas cosas, la mar es como la vida misma, cambiante, tienes que aprender a adaptarte, tomar la vida como viene igual que pasa en la mar que hay que saberla gobernar como viene. Una gran escuela. Cuando navegas puedes tener buen viento o mal viento, ¡ojo! nunca hay viento favorable para quien no sabe a donde va. Cuando el viento no es favorable toca adaptarse, la adversidad es la ocasión para darle la vuelta antes que venirse abajo. Puedes perder el futuro por no moverte. Hay que aprender a llegar siempre a puerto, a ajustar las velas de nuestra vida para seguir navegando. Saber gobernar la mar es saber gobernar la vida. Cuando viene mal, saber como capearla, ajustar las velas, pero siempre seguir navegando. Cuando navegas, hay noches tranquilas y cielos estrellados y otras en las que estás sometido a la furia de la mar y a las inclemencias del tiempo, donde piensas, que bonito es esto –o qué duro- y lo pequeño e insignificante que es uno, que te hace meditar en la grandeza del Creador. Y a los jóvenes les diría que leyeran la historia de España, hay mucho escrito de forma amena, que sepan de donde venimos y a donde tenemos que ir, como en la mar que siempre hay que ir avante con espíritu de superación y cultura de esfuerzo, gratis no hay nada, con esfuerzo y trabajo todo se consigue. Todo lo que merece la pena en la vida requiere esfuerzo y sacrificio.

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