JOSÉ ANTONIO MARINA: LOS SECRETOS DE LA MOTVACIÓN
http://www.youtube.com/watch?v=C7O8wucXJU4 LOS MECANISMOS DE LA MOTIVACIÓN En este primer capítulo, José Antonio expone que la motivación intenta explicar por qué actuamos como actuamos y tiene dos dimensiones: 1. La energía, que aplicamos a una cosa. 2. La dirección de esa actividad. Los padres y los docentes al hablar de motivación han de darse cuenta que ellos también tienen problemas con su motivación para poder solventarlos y poder motivar a sus hijos y a sus alumnos. Según este autor, la motivación es el conjunto de tres grandes factores: 1. Los deseos que tenemos. 2. Las metas o los valores que nos atraen. 3. Circunstancias facilitadoras (seguridad en uno mismo, dificultad o no dificultad de la tarea, el ambiente).
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Estos factores unidos constituyen las ganas de hacer algo, la fuerza de la motivación. De manera que siempre que queramos introducir algún tipo cambio en la motivación, tenemos que modificar alguno de los tres factores anteriores.
http://www.youtube.com/watch?v=yK-6EQSojKo EL CAMBIO DE CONDUCTA En el segundo capítulo, el autor se plantea cómo podemos modificar una conducta, teniendo en cuenta que los mecanismos de la educación son los mismos mecanismos psicológicos del adoctrinamiento, pero haciendo una distinción entre ambos conceptos. ¿Cuándo estamos educando y cuándo estamos adoctrinando? La diferencia esencial es que cuando educamos lo que queremos es fomentar la libertad y la independencia de la otra persona. Mientras que cuando adoctrinamos lo que nos interesa es limitar la capacidad de determinación, de decisión, de dependencia de otra persona. José Antonio Marina llega a la conclusión de que solo disponemos de ocho herramientas educativas que debemos utilizar en el momento adecuado de la forma más eficaz: 1. El premio. Todos tendemos a repetir aquella acción que ha sido premiada. 2. El castigo. Sancionar alguna conducta mala. 3. El ejemplo. Loa niños aprenden por imitación y por lo tanto lo que le estemos presentando van a tender a imitarlo, sea bueno o sea malo. 4. Seleccionar la información que recibe el niño. 5. Contagiar nuestro entusiasmo. 6. El razonamiento, en el que deben apoyarse todas las herramientas. 7. El entrenamiento. Repetición de actos para perfeccionarlos y hacerlos más fáciles. 8. Eliminar los obstáculos.
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http://www.youtube.com/watch?v=mahsIOAuQ3w LOS TRES GRANDES DESEOS En este tercer capítulo, José Antonio explica cómo enlazar lo que al docente le interesa con lo que le interesa al alumnado teniendo presente tres grandes deseos: 1. Pasarlo bien. El niño quiere disfrutar, quiere jugar, hacer las cosas que le divierten. 2. Sentirse vinculado a los demás. Relacionarse con los demás de una manera agradable. Somos seres sociales y necesitamos la compañía, el reconocimiento, la conversación, el estímulo de los otros… 3. Sentir que progresa. Impulso a crecer, a desarrollarnos. Cuando el niño siente que está progresando va a querer repetir la experiencia. http://www.youtube.com/watch?v=2H9wATVFz6Y LA MOTIVACIÓN PARA LA TAREA En el capítulo número seis, Marina habla de dos tipos de motivación: 1. Motivación para iniciar una tarea. 2. Motivación para mantener la tarea. Esta es la más importante en educación porque tiene que ver con el mantenimiento del esfuerzo. No podemos perseverar en una tarea si no somos capaces de, por un lado aplazar la recompensa y por otro soportar la frustración o el cansancio propios de la tarea. En este sentido, menciona “El test de la golosina” desarrollado por el psicólogo Walter Mischel en la década de los sesenta, aplicado a niños entre cuatro y cinco años para demostrar que el nivel de control de los impulsos a esa edad podría ser premonitorio del carácter y de la manera de ser de las personas en la edad adulta. Para llevar a cabo su investigación hizo que una persona adulta le dijera a cada niño lo siguiente: “ahora debo marcharme y regresaré en unos veinte minutos. Si lo deseas puedes tomar
una
golosina
pero,
si
esperas
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a
que
vuelva,
te
daré
dos”.
Según Mischel los que a los cuatro años resistieron la tentación y esperaron a tener dos golosinas, en un futuro eran socialmente más competentes, más emprendedores y más capaces de afrontar las frustraciones de la vida. En cambio, los que cogieron la golosina eran generalmente más problemáticos. Eran adolescentes más temerosos de los contactos sociales, más indecisos y más perturbados por las frustraciones.
JOSÉ ANTONIO MARINA: “ES CONVENIENTE ENSEÑAR FILOSOFÍA EN LAS ESCUELAS” http://www.jotdown.es/2013/01/jose-antonio-marina-me-parece-conveniente-y-muyoportuno-ensenar-filosofia-en-las-escuelas/ ¿Cuál es el objetivo del sistema español de enseñanza? Desarrollar intelectualmente a los niños y desarrollar en ellos la aptitud para la convivencia democrática. Por tanto, la defensa de los valores democráticos debe formar parte de la educación, no solo formación para el trabajo, sino también para el desarrollo personal y el desarrollo como ciudadano. ¿Cuál debe de ser el núcleo central de la educación? La educación tiene dos grandes funciones: una es la instrucción, tienen que saber cosas, aprender; y otra es la formación del carácter. Esta está referida al desarrollo de los recursos intelectuales, afectivos y ejecutivos para que el niño esté en condiciones de enfrentarse a los problemas que va a tener inevitablemente, de aprovecharse de las cosas buenas, de tener aguante para soportar las malas y de elegir bien las metas. Una función de la educación es dotarle de los recursos necesarios para que se encargue de tomar decisiones inteligentes. La formación del carácter es una parte fundamental de la educación, sin olvidar que hay que estudiar matemáticas, física, etc. Como decía Gracián: “De nada vale que el entendimiento se adelante si el corazón se queda”.
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Los tres grandes deseos La felicidad es lo que rige nuestro comportamiento en último término, pero entendida como la armoniosa satisfacción de tres grandes necesidades o deseos. Una de ellas es pasárselo bien. Pero solo una. La segunda es mantener unas relaciones afectivas con otras personas: de fraternidad, o amor, o amistad, o de compromiso, o de cuidado… Y muchas veces, cuando quieres mantener esto vas a tener que ceder un poco de felicidad, vas a tener que pasártelo no tan bien. Y aún tenemos otro gran deseo que satisfacer, el tercero. Este es el que nos saca para bien de nuestras casillas: todos necesitamos sentir que progresamos. Necesitamos estar satisfechos de nuestras metas. Nadie quiere ser insignificante, ni insignificante ni estar empantanado, “¿esto es todo lo que hay? ¿Voy a sentirme así siempre?” Tenemos una especie de vocación de nobleza. Y tenemos que cuidar eso, esta aspiración a la grandeza.
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