Boltin para padres 001

Page 1

NÚMERO

BOLETIN INFOMATIVO

Reducir el sentimiento de abandono: hay que explicar al niño que la separación no lo va a perder un progenitor, sino que seguirá estando con él en todo momento y desempeñando los mismos papeles; por ejemplo, que seguirán teniendo a mamá para hacer las tareas y papá continuará acompañándolos a los partidos.

BIMENSUAL PARA JUNIO 2014

PADRES.

No victimizar: con frecuencia nos presentamos ante nuestros hijos como las victimas de lo sucedido, y culpamos directa o indirectamente al otro de la situación. Los padres no deben conseguir sus sentimientos negativos hacia su conyugue con su comportamiento como padre o madre. Podemos sr malos compañeros o esposos y, al mismo tiempo, buenos padres o madres. Debemos evitar crear en ellos la idea de que uno de sus padres es el culpable y el otro, la víctima. No hablar nunca mal del otro: con demasiada frecuencia, los padres olvidan que el otro es una de las principales figuras de apego de los niños, y lo critican abiertamente, provocando situaciones incomodas y malos entendidos, situaciones que pueden derivar en la pérdida de confianza y respeto. No manipular ni dejarse manipular: los padres, de modo inconsciente a veces y, en la mayoría de los casos, de modo premeditado, utilizan a los hijos como herramientas para conseguir algo del otro, o para hacerlo sentir mal. Los hijos que se sienten manipulados por sus `padres pierden la confianza en ellos y en sus buenas intenciones. Tienden a sacar provecho de estas situaciones y a manipular a los padres para conseguir su propósito. No comprar su perdón: el divorcio genera que los padres sentimientos de culpa. Para reducir ese sentimiento, compran a los niños y consienten en ellos capricho inútiles y comportamientos inadecuados. Reducen los límites y la disciplina por temor a hacer “más daño” y a “ser el malo”.

Trabajar juntos: los padres, aun los divorciados tiene la obligación de cooperar y colaborar en la educación y el cuidado de los hijos. Lo ideal sería dejar de lado las diferencias personales, y formar un equipo unido y fuerte frente a esta tarea ya que esto aumentará el sentimiento de protección y seguridad en los niños.

DPTO.PSICOLOGIA

Colegio “Bruning”

Esq. Av. América Sur y Av. Cesar Vallejo Urb. ingeniería Tel. 044 – 299076 / 044 - 294491 www.bruningcolegio.edu.pe

Raúl estaba llorando en los brazos de su abuela quien tenía partido el corazón. Una y otra vez balbuceaba, entre sollozos, que le dijera a su papá que, si volvía a casa, el nunca más iba a comer mal, ni traer una mala nota de la maestra. Suplicaba que le dijera a mamá que lo perdonara y que ya no iba a pasar más. La abuela también comenzó a llorar.

Ser ex pareja, Seguir siendo

padre

Hoy, el divorcio es algo socialmente aceptado, hasta el punto de que algunos profesionales de la salud mental lo recomiendan como modo de terminar con los problemas de pareja. Esta aceptación social solo disfraza las terribles consecuencias de esta decisión. Los estudios más relevantes demuestran que lo hijos de padres separados sufren en muy diversas formas el divorcio de sus progenitores. Las consecuencias futuras y las secuelas varían en función de la edad, del momento de producirse el divorcio y de lo traumático que resulte.

Es importante resaltar que existen otros tipos de secuelas no menos importantes. Los hijos de padres divorciados se muestran menos proclives a contraer matrimonio y tienen mayores sentimientos de incapacidad frente a las relaciones de pareja, y menos compromisos con el compañero o la compañera sentimental. Del mismo modo, muestran una menor capacidad para sentirse felices en su relación y cambian de pareja frecuentemente, lo que refuerza sus sentimientos de falta de compromiso y mengua su autoestima.

Según los datos estadísticos, los hijos de padres divorciados tienen un porcentaje significativamente más alto de probabilidades de divorcio en su vida matrimonial.


Según los datos estadísticos, los hijos de padres divorciados tienen un porcentaje significativamente más alto de probabilidades de divorcio en su vida matrimonial.

CONSECUENCIAS DEL DIVORCIO EN LOS NIÑOS Sin hacer generalizaciones, esquematizaremos los problemas más comunes en función de la edad: Entre el nacimiento y los 2 – 3 años: el niño no es muy consciente de los que está ocurriendo, pero capta la tensión y el nerviosismo de los padres. Suelen presentar problemas para comer y algunos trastornos en los patrones del sueño, que desaparecen al recuperar las pautas cotidianas que les son familiares y les proporcionan seguridad.

Los hijos de padres divorciados se muestran menos proclives a contraer matrimonio y tienen mayores sentimientos de incapacidad frente a las relaciones de pareja

Aunque el divorcio está asociado a posibles problemas de los hijos, la personalidad y la madurez de los padres, y la forma en que encaren los diferentes temas (el procedimiento legal, la adaptación familiar posterior, la relación con el “ex”, los temas cotidianos de los hijos, etc.), marcaran una gran diferencia.

Los padres que utilizan a sus hijos como formo de herir al otro, como moneda de cambio frente a acuerdos económicos o legales, como “emisarios” de sus peticiones, como chivos expiatorios de su dolor o como herramienta de control sobre el otro, están produciendo daños irreparables en sus hijos y en la relación especial que deberían tener con ellos.

COMO TRATAR A LOS HIJOS EN CASO DE DIVORCIO Entre los 4 y 8 años: toda la vida del niño se ve removida por el divorcio paterno. Es frecuente la aparición de problemas de disciplina y comportamientos en la escuela, y se muestra hostil con sus padres. Manifiesta un rechazo total a las figuras de autoridad. Expresan culpabilidad ante la separación.

Entre los 8 y 12 años: el sentimiento de culpabilidad es muy patente. El niño esta comenzando la pubertad y buscándose como persona. Los problemas más frecuentes tienen que ver con comportamientos violentos, indisciplina y actitudes de falta de responsabilidad hacia el cuidado de si mismo (falta de higiene, descuido en el vestir, alimentación inadecuada, comportamientos intemperantes). El sentimiento de abandono lo lleva al aislamiento y a creer que esta solo ante la situación.

Entre los 13 y 18 – 20 años: los chicos intentan racionalizar lo sucedido( mecanismo de defensa que consiste dar con una "explicación lógica" a los sentimientos, pensamientos o conductas que de otro modo provocarían ansiedad o sentimientos de inferioridad o de culpa). Buscan el comportamiento interno la pauta que les haga entender lo que ha pasado. En la mayoría de los casos culpan a uno de los padres de lo sucedido y se alían contra él. Es frecuente que tengan dificultad para relacionarse con el sexo opuesto y que se genere o se agrave problemas de autoestima y autoimagen.

A partir de los 20 años: podría parecer que, a tratarse de personas adultas, el divorcio no causa graves problemas, pero se produce sentimientos de indefensión y desprotección, pensando que han perdido el refugio seguro del hogar. Las relaciones con los padre se enfrían y se reducen el dialogo. Suele afectar a sus propias relaciones de pareja, ya que pierden la confianza en la relación y la motivación para continuarla.

Informar: lo más conveniente es que ambos padres juntos informen a los chicos de la decisión que han tomado y el porqué, sin entrar en detalles y sin hacer juicios de valor. Lo ideal sería que los hijos recibieran la información antes de que todo el proceso esté finalizado, pues los chicos tienen indicios que lo llevan a sospechar lo que están pasando y sentirse culpables, abandonados e incluso burlados.

Eliminar el sentimiento de culpabilidad: los padres deben trasmitir siempre a los hijos que no son culpables en ninguna medida de lo sucedido entre ellos: con un lenguaje apropiado para su edad, deben decirle que no es por algo que él o ella hizo, sino que es un tema mucho más complejo y afecta los sentimientos los sentimientos que tienen entre ellos, pero nunca al amor que le profesan como hijo.

Normalizar: si los padres presentan los temas de divorcio como algo trágico en la vida del niño, tendera a vivirlo de forma exageradamente negativa, y las consecuencias serán más patológicas. Deben hacer entender al niño que su vida y su rutina van a variar lo menos posible, y que se adaptara a la nueva situación, pero siempre contando con ellos. Debemos clarificar cosas básicas de su rutina: donde va a vivir y con quien, si va cambiar de colegio, quien lo va a llevar y recoger, etc. No debemos olvidar que el trauma emocional del divorcio con frecuencia se asocia aspectos de la vida cotidiana de los hijos que los destructuran y les producen desasosiego.

Los padres que utilizan a sus hijos como formo de herir al otro, como “emisarios” de sus peticiones, como chivos expiatorios de su dolor o como herramienta de control sobre el otro, están produciendo daños irreparables en sus hijos

La personalidad y la madurez de los padres, y la forma en que encaren los diferentes temas del divorcio

marcaran una gran diferencia.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.