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Unidos por una misma causa

COVID-19: de dónde viene y qué hacer para protegerse

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Desde diciembre de 2019, mundialmente se habla del coronavirus, científicamente denominado COVID-19. Por Laura Aguilera, periodista Comunicaciones Facultad de Salud UIS

Este nuevo virus rápidamente se ha constituido como una emergencia de salud pública internacional. Al igual que todos los coronavirus conocidos, este patógeno tiene un origen animal (zoonosis). El huésped natural de estos virus es principalmente el murciélago, que trasmite la infección a un huésped intermediario y este, a su vez, al humano. Los síntomas son muy similares a cualquier otra infección respiratoria: fiebre alta y tos, principalmente.

El virus

Su nombre se debe a que los coronavirus son un grupo de virus con características particulares, dado que poseen unas proteínas que forman espículas o picos en la superficie del virus que los hace parecer como si tuvieran una corona.

Estas infecciones respiratorias, severas en humanos, son de origen zoonótico y hacen referencia a los virus SARSCoV, Guangdong-China, noviembre de 2002; MERS-CoV, Jeddah-Arabia Saudita, junio de 2012, y COVID-19, Wuhan-China, diciembre de 2019.

Los coronavirus endémicos, también conocidos como coronavirus humanos, hacen referencia a las enfermedades respiratorias transmitidas de humano a humano, ejemplos de ellos son: HCoV-NL63, HCoV229E, HCoV- OC43 y HKU1.

Si bien, las características de este tipo de infecciones respiratorias difieren en: el rango de edad de las personas afectadas, la intensidad de los síntomas, el lugar de origen, la transmisibilidad y la letalidad, el periodo de incubación para esos virus oscila de 2 a 14 días. Con base en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, quienes hayan tenido contacto directo con personas infectadas con COVID-19 deberán permanecer en aislamiento completo por un periodo mínimo de 15 días.

Si se analiza la transmisibilidad del MERS-CoV y SARS-CoV, esta es inferior a la observada por el COVID-19, en la que cada paciente infectado puede afectar hasta tres personas. Ahora bien, si revisamos las tasas de letalidad, teniendo en cuenta que esta varía por condiciones de manejo clínico, mientras que el MERS-CoV tuvo una tasa de 37% y el SARSCoV de 10%, el COVID-19 tiene una tasa de alrededor del 2.3%.

Diversidad genética de los coronavirus Huésped natural Huésped intermedio Huésped humano

COVID-19

Salto a huéspedes intermediarios Infección leve Infección severa

Fig. 1 Orígenes animales de los coronavirus humanos. El coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV) es un coronavirus que surgió a través de la recombinación de virus de corona relacionados con el SARS de murciélagos (SARSr-CoV).

El coronavirus del síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS-CoV) probablemente se transmitió de murciélagos a camellos dromedarios hace al menos 30 años y desde entonces ha prevalecido en dromedarios. HCoV-229E y HCoV-NL63 generalmente causan infecciones leves en humanos inmunocompetentes. Recientemente se ha encontrado el origen de estos virus en los murciélagos y de allí a los camélidos como huéspedes intermediarios de HCoV-229E. HCoV-OC43 y HKU1 probablemente se originaron en roedores. Recientemente, el síndrome de diarrea aguda porcina (SADS) se reportó en porcinos. Esta enfermedad es causada por una nueva cepa de coronavirus presente en murciélagos denominado coronavirus SADS (SADS-CoV).

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Por otra parte, si se compara el origen de los diferentes coronavirus, se encuentra que mientras el SARS-CoV es transmitido por el contacto con civetas (gatos de las palmeras) infectadas, y el MERS-CoV, por camellos infectados, se especula que el COVID-19 tiene como huésped intermediario el pangolín. Sin embargo, independientemente del animal intermediario, el origen primario de estos virus zoonóticos son los murciélagos infectados.

Cuadro comparativo de los Coronavirus COVID, MERS y SARS. Fuente: PhD Bladimiro Rincón, profesor Escuela de Microbiología UIS

Árbol filogenético

Es preciso decir que la subfamilia Coronaviridae consta de cuatro géneros: alfacoronavirus, betacoronavirus, gammacoronavirus y deltacoronavirus.

Los alfacoronavirus y betacoronavirus infectan solo a mamíferos. Estos suelen causar enfermedades respiratorias en humanos y gastroenteritis en animales. Además, son importantes patógenos para el ganado, como, por ejemplo: el virus de la gastroenteritis transmisible porcina, virus de la diarrea entérica porcina (PEDV) y el coronavirus del síndrome de diarrea aguda porcina recientemente descubierto (SADS-CoV).

Por otro lado, los gammacoronavirus y los deltacoronavirus infectan aves, pero algunos de ellos también pueden infectar a mamíferos.

Es importante mencionar que, según la Organización Mundial de la Salud, se prevé que el periodo de declive de esta epidemia puede ser de aproximadamente 6 meses. Se espera que, para el próximo verano, su impacto global haya disminuido.

Genoma completo de los coronavirus

COVID-19

Alfacoronavirus Betacoronavirus Gammacoronavirus Deltacoronavirus

Epidemiología y medidas de prevención

El manejo clínico que se da a un caso de coronavirus es el tratamiento protocolizado que se brinda en caso de una infección respiratoria aguda. Los síntomas de esta enfermedad son: fiebre, tos seca, dolor de garganta, malestar general, moco, perdida de la voz y, en algunos casos, diarrea. Los casos severos de COVID-19 presentan disnea, que es la dificultad para respirar, siendo esta un motivo de alerta que debe motivar a consulta de urgencias.

Según las autoridades de salud y especialistas en infectología, el tapabocas se debe utilizar solo si presenta signos de gripe, como tos, estornudos y nariz mucosa y no a toda hora. Su uso incorrecto acarrea riesgos de contagio.

A 2 de marzo de 2020, el número de casos confirmados en el mundo era de 88.948, el número de muertes, de 3.043, y los países afectados en los cinco continentes eran 64. Hoy, 10 días después, son 125.966 contagiados, con 4.616 muertes y 121 países afectados. (Actualizar a datos más recientes)

Las personas que presentan con mayor frecuencia la enfermedad grave son los adultos mayores de 60 años que padecen enfermedades coronarias, hipertensión o diabetes.

Entre las medidas preventivas que puede tomar la población está el lavado de manos con agua y jabón o, en su defecto, el uso de geles antibacteriales de forma frecuente, el uso de tapabocas convencional en personas con síntomas respiratorios, la aplicación de la etiqueta de la tos (al toser o estornudar cubrirse la boca y la nariz con el antebrazo), asepsia en los dispositivos móviles y en fómites (superficies contaminadas con secreciones de pacientes infectados), saludar a distancia sin besar ni estrechar la mano y evitar contacto directo con personas con síntomas de gripe.

En la medida de lo posible, el sintomático respiratorio debe quedarse en casa. El personal de salud en contacto directo con personas sintomáticas respiratorias debe usar el tapabocas con filtros especiales denominados N95. En todos los casos, mantenerse a más de un metro de distancia proporciona un espacio suficiente para no infectarse por gotas de saliva producidas por los estornudos o la tos que puedan contener el virus.

Dentro de las principales medidas implementadas por el Ministerio de Salud y Protección Social, se destacan los controles en aeropuertos y puertos de las principales ciudades del país, al identificar a través del uso de termómetros a personas con temperaturas superiores a 38°C provenientes de los países con mayores infecciones reportadas (China, Italia, España y Francia), a quienes se les realizará la prueba pertinente en el Instituto Nacional de Salud (INS) para descartar la infección. A su vez, cada Secretaría de Salud Departamental y Municipal cuenta con directrices nacionales para activar los protocolos de emergencia ante la presencia de un caso.

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