Gnosis I
Los cristianos primitivos decían que Dios estaba en cada persona. Por ende, el autoconocimiento podría equivaler al conocimiento introspectivo de lo divino. La personalidad, dice la gnosis, es un vehículo para expresar el mundo interior. La esencia, por su parte, es lo que va más allá del ego, lo que está más profundo, el ser, la luz. De tal forma, el ego no es más que la energía de la separación.
II
Para la gnosis, la esencia sería una, absoluta e irreductible. En cambio, el ego sería un libro de muchos tomos e incontables páginas, que se alimenta del dogma y la contradicción.
III
El libro tienta a ser leído, una y otra vez; la palabra se revela, de una sola vez y para siempre.
Luz, Sonido y Calor
I
El alma viste distintos cuerpos. El que llevamos puesto es una expresión del espíritu encadenado en la materia.
II
La luz increada, Dios no manifiesto, es siempre un potencial. Cual semilla, crecerá en las condiciones adecuadas, como todo lo que existe. Todo lo que existe es una potencia pronta a ser, pura semilla divina.
En la diferencia entre materia y energía cabe la diferencia entre la condensación y la vibración.
IV
Para que se manifieste lo no manifiesto, la potencia, se necesita la creación, expresada en la ley del tres: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El Sonido, la Luz y el Calor.
V
La luz es la creación, reflejo de la vida. El calor es el principio de la acción que expresa la vida. El sonido es la vibración, la Inteligencia.
VI
El sonido afecta a la materia. Todo movimiento es coesencial al sonido. Así, nuestro ser es un instrumento musical que vibra y puede ser afinado.
VII
Para afinar la vibración, hace falta un mantra, palabra de poder. En una paráfrasis de Vicente Huidobro: “la palabra cuando no da vida, mata”.
VIII
El Evangelio de Juan decía que el Verbo es Dios, y como tal, es el creador de la creación, la vida, la luz de los hombres. Hágase el verbo, entonces, equivale a encarnar lo creado, a crear la palabra, carne de vida.
Mundos en relación
I
En el mundo exterior ¿qué hay? En el mundo interior ¿qué hay?
El espacio es lo exterior; lo interior, un país psicológico.
Estamos relacionados con un cuerpo planetario
Con el mundo exterior y con nosotros mismos
¿Qué trascendencia tienen cada una de estas relaciones?
II
En el exterior está la sociedad y el planeta Tierra
En nosotros, los límites de nuestro cuerpo.
En el hogar, nuestro gimnasio psicológico
En nuestro interior, la correcta relación entre personalidad y esencia.
III
Vibramos en consonancia con la calidad de nuestra energía.
Cambiar la forma de pensar equivale a transformar las impresiones;
Sentir, sentirnos a nosotros mismos;
Actuar, esgrimir la fuerza.
IV
Las impresiones no transformadas
Se convierten en agregados psicológicos.
A través de la comprensión de las impresiones,
Se puede revelar la luz de la esencia.
Equilibrar el mundo de nuestras relaciones implica
Estar llamado a morir una muerte psicológica
Nacer en un nacimiento interior de nuestro ser
Luchar en sacrificio por la humanidad.
Revisar nuestro día a día,
Pensamientos, emociones, palabras, actos
Como quien practica el control,
Como quien realiza un arte
Como quien medita sobre sus pasos y sus visiones.
Actuar, esgrimir la fuerza.
El camino y la vida
ITodo aquel que quiera salvar su vida, la perderá
Todo aquel que pierda su vida por su causa, la hallará.
Cada uno debe crucificarse en el Gólgota de su mundo interior
Enterrar a los muertos de su corazón que son sus egos,
Sus almas en pena psicológicas.
Hay una fuerza incipiente,
Una llave para trascender la materia.
Esa fuerza se alimenta de lo esotérico.
III
Negarse a sí mismo, morir
Tomar la cruz, nacer.
Cada quien, en hechos, aprende a servir
Y aprende a vivir.
IV
La vida es un misterio
Un lapso entre el nacimiento y la muerte.
La vida es una línea horizontal del tiempo.
Compuesta de eventos y estados.
V
Cuando se vuelve del sueño de la consciencia
Uno se encuentra con la casa vacía.
Hay que mantener la casa en orden
Como quien mantiene en orden su interior.
VI
La faceta de la vida mecánica
Envuelve la consciencia
Y la mantiene en un estado de fascinación y sueño.
La vida mecánica deriva en un evento y un estado mecánico,
Evitando ese evento y ese estado
Puede uno asombrarse, invocar el asombro
El niño es capaz de asombrarse
Es la vida asombrada de sí misma.
VII
Hay que ser como el vigía en tiempo de guerra
Se precisa formar un fuerte de consciencia
En el corazón, para aguardar lo imprevisto.
VIII
¿Quién está en el camino?
Quien produce en sí mismo
La revolución de la consciencia.
Dentro del camino están quienes
Recorren el camino, sin señalarlo.
El camino es la senda del filo de la navaja
Es salirse de la mecánica de la vida
A través de un trabajo consciente
Para llegar a la integración con Dios.
IX
El camino es la vida misma
Absolutamente vivida.
El camino y la vida forman una cruz.
La vida continúa hacia la muerte de manera horizontal.
El camino la atraviesa de forma vertical
Y apunta hacia el Sol.
El nivel del ser
I
¿Qué es ser?
Un principio divino
¿Qué es el nivel del ser?
La distancia en que nos encontramos con respecto a nuestra esencia.
Vivimos un retorno
Volvemos a lo recurrente en nuestras vidas
Eliminando lo innecesario
Podremos subir de nivel
Y escalar la escalera de lo sublime
Arriba donde el ser no distingue altura.
II
Nada tiene que ver el ser con el tiempo lineal
No hay ser en lo lineal
Un nivel del ser más alto
Está de inmediato por encima de nosotros
Instante por instante.
No está en ningún tiempo remoto
Sino aquí y ahora, en nosotros mismos
En forma vertical.
La línea horizontal y la línea vertical se encuentran
De momento en momento, en nuestro interior
La personalidad se desenvuelve en la línea horizontal
Nace y muere en su tiempo lineal.
Necesitamos hacer el trabajo
Subir los peldaños.
III
El ser mismo no es del tiempo
Hay que buscar elevarse, por encima de uno mismo
Para llegar a ser
Hay que buscar elevarse, elevar la comprensión,
El camino al ser es vertical
Por lo que la elevación misma implica llegar a ser.
IV
¿Cuál es nuestro nivel?
¿Cuál es nuestro nivel del ser?
La recurrencia de la farsa y la tragedia
Continuarán, mientras carguemos un peso indeseable y no podamos elevarnos.
Nuestro nivel del ser
Equivale a nuestro nivel de consciencia
Al pasar a otro nivel
El anterior desaparece.
Nuestro nivel del ser
Está en el punto en que nos encontramos
En la escalera vertical
El camino ascendente.
V
¿Cuál es ese nivel del ser?
No hay camino ni dirección única
Hay que abrirse paso en nuestro interior
Todas las cosas fuera de nosotros
Serán el reflejo de lo que llevamos dentro.
El nivel que tengamos
Será la base para los niveles superiores.
El despertar será indispensable
Para llegar al entendimiento de nuestra elevación.
En el acto de elevarse
Habrá voluntad y disciplina
A cada paso en la escalera, se crea valor
Y cada huella confirmará la virtud del cambio.
El mandamiento y la palabra
I
El código de ética perfecto
Se deja escribir como mandamiento
Las leyes son tablas en la historia humana.
La letra viva es el conocimiento oculto
De lo que está escrito.
La letra muerta es la interpretación de la escritura
Pero la interpretación del intelecto.
No su oculto conocimiento
De otro modo, sería letra viva acento sagrado.
El verbo consiste en la vida
En la creación, en el acto de habla
Que hace lo que dice y cumple su cometido.
El nombre de Dios en nosotros
No es otra cosa que nuestro propio nombre
Sagrado el nombre, el nombre del Padre
Tiene poder con solo pronunciarlo,
Al pronunciarlo, es, se hace.
Nunca se jura el nombre
Porque el solo hecho de nombrar
Implica cumplir, ser.
III
La palabra no se jura, se declara y actúa.
El verbo hablado o escrito
Se maneja con prudencia
No cae en calumnia ni difamaciones
Porque quien niega su verdad
Y desprecia la justicia
Ama la mentira y rumia el silencio.
Quien niega la realidad, se niega a sí mismo
Quien afirma lo que ignora, mata su palabra.
La educación fundamental I
¿Para qué se estudia?
Muchos ni se preguntan por qué
Muy pocos estudian su interior
Ergo, la educación fundamental
Apunta a la comprensión profunda de uno mismo.
Solo la consciencia hace consciencia de sí misma.
Educar es formar
Fundamental es esencial
En lo esencial se sustenta el camino del individuo.
II
Dentro de cada uno se encuentran todas las leyes humanas
Y toda la naturaleza y toda la vocación.
La educación fundamental apunta
A formar tanto la emoción como el intelecto.
Se precisa educar la propia naturaleza
Porque la naturaleza es fuerza gestante.
La energía es clave para la enseñanza
La energía se sublima y transmuta en actividad.
En el tiempo se estudia y se obra
En la plenitud de la vida, la consciencia se abre como una flor.
III
La disciplina es el cultivo de la resistencia
La disciplina templa el espíritu
Contiene la sensibilidad interior.
Se debe aprender a conciliar
El orden con la libertad.
¿Qué pensar? ¿Cómo pensar?
Si no se respeta el camino del otro.
Dominará el ego en la mente.
IV
La educación fundamental
Forja la disciplina del espíritu
Busca la verdad, ese vacío iluminador.
Desarrolla la inteligencia, sin la trampa psíquica.
Equilibra el ser y el saber
Calibra el sentir
No para de pensar
No para de sentir
Mueve la luz.
La Gnosis es una tesis y una antítesis
Una síntesis
Una consciencia en la luz
Expresada por la palabra.
Religar la raíz
I Como la humedad al agua
Así, el espíritu al ser humano.
Llevamos la religión en nosotros
Osamos religar con la esencia
Porque Dios está en nosotros mismos.
Cada quien es su propio templo
En él se ejerce el sacerdocio de la consciencia
La conservación del fuego vital
Porque solo hay una religión: la verdad
Pero la verdad no es algo decible ni audible.
Solo aquel que vivencia la verdad
Puede hacer carne la religión
En la exploración del mundo interno
La Gnosis brotará desde lo profundo
Haciendo del conocimiento una mística.
II
Todas las religiones del mundo
Enseñaron a buscar aquella verdad
aunque muchos se quedan
Solo con la forma y no con los principios.
Los maestros vinieron a iluminar el sendero
Pero cada uno deberá completar el trabajo.
Cada maestro encarnó
Una fuerza espiritual
Un arquetipo subyacente.
Cada uno encarnará su propia verdad
Su propio Cristo, su propia muerte y resurrección.
III
Los principios son siempre iguales
Porque trascienden el tiempo.
Las formas cambian
La figura del Creador se hace
De un nombre distinto
Para cada época y para cada quien.
Lo absoluto es el origen
Y la totalidad del todo.
La triada divina se manifiesta
De la misma forma, una y otra vez
y conserva siempre el principio
La trascendencia.
IV
Las religiones son como ramas
Y el tronco del árbol permanece firme
El origen es el tronco de la verdad
Equivalente a la raíz de la gnosis.
Hay que buscar en las ramas
La altura suficiente para mirar al cielo
Y en la raíz, la profundidad para conectar
Con nuestro fuego interior.
Fuerza del amor, aviva mi fuego sagrado
Para que la consciencia despierte
Y haga de la noche del alma, una iluminación perenne
La Rueda del Samsara
I
En la rueda, el hombre está a la altura del Sol pero el hombre aún no alcanza su humanidad.
Debe pasar de mineral a vegetal
Y de animal a humanoide.
Debe girar o retroceder, según su evolución o involución.
Su evolución será el proceso de su esencia
Y aprenderá la ciencia que rige cada elemento.
Solo la revolución de la consciencia
Le permitirá el despertar del ciclo,
El escape de la rueda, sin cesar.
II
Para salir de la rueda,
Tendrá que humanizarse, recobrar el alma.
En tanto, las leyes siguen en movimiento
Para los dormidos.
Quienes no están dispuestos a morir
Y matar su sueño
No podrán volver a vivir
Ni brotar luz propia en las tinieblas de la materia.
Continuamente oscurecidos, seguirán girando, sin fin.
El rayo de la muerte
I
Hay una energía que cae cual rayo
Sobre la vida: es la muerte
Una explosión que reduce a cenizas lo vivo
Una energía que al cuerpo embiste
Y a la mente apaga.
Al caer el rayo, más negro que la noche,
El cuerpo se desconecta de su envase
Y el alma se libra de la materia.
Lo que va al sepulcro es el cuerpo físico
El cuerpo vital y la personalidad.
Pero la personalidad, cual fantasma,
Permanecerá, negándose a su desaparición,
Penando en lo inconsciente.
Lo que continúa después de la muerte
Es la consciencia que se libera
El ego que la embotella
Y el recuerdo que perdura
En la acumulación del aprendizaje.
II
La muerte encierra su propio misterio
Los ángeles de la muerte
Parcas, moiras y nornas
Son los encargados de cortar el cordón de plata
Que une el cuerpo físico
Con lo sutil y lo astral.
Los ángeles de la vida
conectan el alma extraviada
Con un nuevo cuerpo en subsistencia.
Al fin, el último aliento del difunto
Se unirá con la exhalación del primer nacido.
III
El libro del destino puede leerse, nuevamente
Tras cada muerte, tras cada decisión
Cada nueva página inaugura
Un nuevo plano, una nueva existencia.
Tras la descarga del rayo de la muerte
La consciencia y el juicio interno se liberan
Y el ego cae, desmayado.
Tan pronto como se recobre del desmayo
Tendrá el pensamiento del mundo.
En el salón de los recuerdos
Observa la proyección de su vida
Analizando cada huella, cada paso
Su dharma interior le vigila y le juzga.
Con pleno conocimiento de lo que fue
La esencia se somete a tres juicios:
El número de la vida,
El peso del corazón
Y la medida de la energía.
Cuando se le quite el velo de misterio a la muerte
La esencia estará lista y dispuesta
Para enfrentar el juicio de los juicios
Y el veredicto será inapelable.
El veredicto determinará su destino
Volverá al mundo de la consciencia despierta
Retornará a la sensualidad del cuerpo
O descenderá de lleno al infierno de lo material.
La muerte, cual rayo, habrá cumplido su fin último sobre la tierra
Caerá otra vez
Hasta que el nombre de los seres
Haya dejado de pronunciarse
Y su silencio allane el camino a la luz.