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La “Fundació Jaume III” asesorará a las empresas para que hagan sus anuncios en mallorquín La nueva fundación considera que el código de comunicación más próximo al consumidor, como es el mallorquín en vez del catalán estándar, es un factor a tener cuenta de cara a aumentar las ventas
Miembros de la Fundació Jaume III en los despachos de la notaría el día de su formalización
Reivindicando el uso formal del mallorquín Ha sido noticia durante estas últimas semanas el alumbramiento de la Fundación Jaume III de Mallorca, una entidad que tiene como principal objetivo la dignificación y la recuperación del mallorquín. Constituida el pasado 10 de octubre, esta nueva fundación cuyo patronato está constituido por personas de reconocido prestigio como el hotelero Gabriel Barceló Oliver, el ex magistrado José Zaforteza Calvet o el escritor y filólogo, Xavier Pericay. Su portavoz es el columnista de El MundoEl Día de Baleares y profesor de la UIB, Joan Font Rosselló, mientras que Pericay, un experto en modelos lingüísticos –no en vano fue el inspirador en su día del modelo del Diari de Barcelona, un modelo exitoso ya que se propagó al resto de medios de comunicación catalanes– será el encargado de perfilar y definir un modelo de mallorquín escrito que, sin rupturismos ni radicalismos, se acerque a la genuina forma de hablar de los mallorquines. 24 GE Gran Empresa
Joan Font en una entrevista para el Canal 4
Como apunta su portavoz Joan Font, “lo formal acaba penetrando también en los ámbitos informales, en cómo se habla una lengua. Si el mallorquín no goza de ningún reconocimiento en los escritos cultos, oficiales y serios, incluso se le relega de los informativos de IB3, al final el hablante va modificando su modo de hablar de modo insconsciente pero también de modo consciente, ya que tiene la percepción de que hay que abandonar unas formas de hablar inferiores, aunque las hubiera estado utilizado hasta ahora, por otras más prestigiosas que debe aprender”. De ahí, la exigencia de la fundación recién alumbrada a las autoridades públicas para que, de una vez por todas, se pongan manos a la obra para cumplir con el artículo 35 del Estatuto de Autonomía de Baleares, que afirma que las “modalidades insulares serán objeto de estudio y de protección”.
Los normalizadores han conseguido hacernos creer que los mallorquines siempre hemos hablado mal cuando no es así
El Art. 35 del Estatuto de Autonomía de Baleares: “las modalidades insulares serán objeto de estudio y de protección” Los mallorquines no se identifican con el catalán estándar El nuevo retoño nace precisamente por dos motivos. Primero, porque sus patronos entienden que, después de treinta años, un sector mayoritario de mallorquines no se siente identificado con el modelo de catalán estándar de base barcelonesa que actualmente se enseña en los colegios y utilizan las administraciones y los medios de comunicación públicos. Y segundo, por la percepción de que, en un mundo donde los medios de comunicación y la enseñanza tienen un papel hegemónico, más incluso que la propia tradición oral que es la que ha permitido la conservación del mallorquín durante
Pep Zaforteza, Presidente de la fundación
Joan Font en el acto de presentación
siglos, el mallorquín corre el peligro de ser asimilado por el catalán estándar. De hecho, en sus argumentarios que pueden consultarse en su web, la fundación Jaume III apunta a que los “nuevos mallorquines”, aquellos que no han aprendido el catalán en casa sino en la escuela o en los cursos de reciclaje, ya no hablan “mallorquín” sino un catalán parecido al de Barcelona, y, en el mejor de los casos, una mezcla de ambos.
La aparición en escena de la Fundació Jaume III no ha caído en saco roto. Con toda la controversia que llevan aparejadas todas las cuestiones lingüísticas, como se ha comprobado con la guerra del TIL, el anuncio promocional “A Mallorca, en bon mallorquí”, que ha sido emitido por IB3 en “prime time”, ha recibido casi 22.000 visitas en You Tube. Su puesta de largo ante la prensa, que tuvo lugar el pasado 18 de noviembre en el Real Club Náutico de Palma, fue la noticia más comentada en algunos diarios digitales como Ultima Hora. Su web (www.jaumetercer.com) y su vivaz muro de facebook, con actualizaciones diarias de contenidos, están incrementando día a día el número de visitantes, sobre todo a raíz de las polémicas
desatadas por los ataques de los sectores más catalanistas de la OCB y la UIB, que atribuyen a la nueva entidad motivos “ocultos”, como el de cuestionar la unidad de la lengua catalana o allanar el camino para que el Presidente del Govern, José Ramón Bauzá, acabe imponiendo a las editoriales de libros de texto la adaptación obligatoria a las modalidades insulares. El diputado de Més, David Abril, llegó a pedir a IB3 que censurara el vídeo promocional, una señal inequívoca de que el espot ha escocido.
Los comerciantes deberían saber sacar ventaja de la mayor proximidad del mallorquín
Más de 22.000 reproducciones en Youtube
car ventaja de la mayor proximidad del mallorquín, y por esto la fundación se compromete a asesorarles lingüisticamente”, afirma su portavoz. “A veces se emplea el estándar porque el empresario tiene miedo a emplear el mallorquín por miedo a hacer el ridículo. Los normalizadores han conseguido hacernos creer que los mallorquines siempre hemos hablado mal cuando no es así”, concluye Font. La finalidad es que los asesores lingüísticos les quiten este miedo y les convezcan de que hay un sinfín de formas genuinamente mallorquinas que son correctas y plenamente normativas y que no hay ninguna necesidad de sustituirlas por vocablos y la morfosintaxis propios de Cataluña.
www.jaumetercer.com
Externalidades del mallorquín Una de las iniciativas que la Fundació Jaume III tiene prevista para el 2014 es ofrecer sus servicios de asesoría lingüística a todos aquellos negocios que quieran publicitarse en mallorquín. La nueva entidad parte de la premisa de que un código de comunicación – como el mallorquín– más próximo al consumidor aumenta las ventas, una externalidad económica que tiene el mallorquín sobre el artificioso y distante catalán estándar con el que muchos consumidores no se sienten identificados, un factor que deberían tener en cuenta muchos comerciantes a la hora de vender su producto. La fundación, que se financia exclusivamente con fondos y donaciones privadas, tiene previsto reunirse en los próximos meses con la Cámara de Comercio, las grandes superficies y las asociaciones de pequeñas y medianas empresas para convencerles de que emplear el mallorquín es más efectivo comercialmente que utilizar la variedad estándar que ahora mismo se está utilizando, a veces no tanto por voluntad ideológica sino por incuria o desconocimiento de lo que es correcto o es incorrecto. “Los comerciantes deberían saber saGE Gran Empresa 25