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Damián Meléndez Rojas

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BIBLIOGRAFÍA

BIBLIOGRAFÍA

Damián Meléndez Rojas

Nació en Copiapó, el 31 de octubre de 1889. Sus padres fueron don Bernardo Meléndez Sierralta y doña Carmen Rojas Pastenes, quienes provenían de la ciudad de Coquimbo. El hermano Damián Meléndez fue el hombre que nació para servir, en una tierra hermética en que muchos nacen para ser servidos. Recibió su preparación humanista en el Liceo de Hombres de Copiapó, alcanzando felizmente finalizar sus estudios, antes de ser “absorbido” por la llamativa vida del minero y de los inmejorables sueldos que se recibían en aquella época. Trabajó en la Mina “Descubridora” de Puquios, pero al rápido andar se dio cuenta que no tenía “pasta” de mayordomo ni de administrador, abandonando la serranía atacameña para volver nuevamente a su alma mater: el Liceo de Hombres de Copiapó, en donde comenzó a trabajar como bibliotecario suplente. Al rápido andar y producto de su trabajo y desempeño, sus antiguos profesores se dieron a la razón de aconsejarlo para que estudiara pedagogía, y así fue como se trasladó a Santiago, cursando el Bachiller de Humanidades ingresando al Instituto 53

Pedagógico para perfeccionarse en las cátedras de castellano y francés, tiempo que además costeó sus estudios laborando en el mismo lugar como Inspector del establecimiento santiaguino. Titulado con excelencia en su especialidad, regresó a su ciudad natal; pero ahora como docente del Liceo de Hombres, acompañando su laboriosa vida docente con la actividad cultural y política de ese entonces. Entre los años 1916 a 1918, reparte su tiempo entre sus cátedras de lengua y de francés en el Liceo, con la redacción del diario “El Atacameño” y las intensas reuniones con sus correligionarios en el seno de la Asamblea Radical de Copiapó, las que eran dirigidas por el líder copiapino Ricardo Atilano Vallejo, quien fuera discípulo directo del patriarca Manuel Antonio Matta. En 1920 se traslada a la ciudad de Valparaíso por instrucciones superiores de la época, en donde comienza a trabajar en el Liceo de Valparaíso, en donde obviamente prosiguió allí su vida con la misma intensidad. En 1921, regresa nuevamente a su terruño y por consiguiente a su querido Liceo de Hombres, pero ahora ostentando el título de Vice-Rector, además de ejercer sus habituales asignaturas. Todo lo anterior, fruto de la madurez obtenida por sus intensos años de magisterio, sus estudios laboriosos, su carisma indiscutible y por su experiencia desarrollada lo llevó años más tarde, en 1928 a ser ascendido a la Vice Rectoría del Internado Nacional “Barros Arana” en Santiago, cargo que sirvió hasta fines de 1949, ya que en el año 1950 asumió como Rector del Liceo de Hombres de Ovalle14 , hasta el año 1960.

En lo masónico fue iniciado el 26 de octubre de 1916 en la R L “Orden y Libertad” N° 3 del valle de Copiapó, siendo su aumento de salario al Grado de Compañero el 20 de marzo de 1917 y su exaltación al grado de Maestro el 22 de marzo del mismo año, esto presumiblemente por la necesidad de contar con maestros que pudieran ocupar responsabilidades y cargos en la oficialidad, ya que automáticamente al ser exaltado ocupó el cargo de Secretario de la Logia (1917). De ahí en adelante ocupó diversos cargos en la oficialidad de “Orden y Libertad”:

Segundo Vigilante en los años 1918, 1922 y 1923, Orador en 1919, Primer Vigilante en los años 1920 y 1924, y Secretario en 1925; llegando a empuñar el mallete rector de “Orden y Libertad” N° 3 en el año 1926, en donde y producto de su traslado a Santiago ocupó el cargo de Diputado de la Logia “Orden y Libertad” en los años 1930, 1940, 1941 y 1942. Por labor como un destacado docente y hombre de las letras, su nombre está grabado en una calle en el sector de Llanos de Ollantay II en Copiapó, como también en la ciudad de Ovalle una calle inmortaliza su nombre. Además, la biblioteca del Liceo Bicentenario “Alejandro Álvarez Jofré” de Ovalle, lleva su nombre en honor a este destacado educador.

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