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Matrimonio igualitario y Estado laico

múltiples y de tensiones recurrentes; con energías que se acumulan haciendo surgir lo emergente, lo inesperado. De fenómenos multicausales, equis finales e inversos que demandan otras formas de comprensión y de acción en esas realidades múltiples, novedosas y contradictorias.

Sin este Pensamiento Complejo, entendemos que se asume el riesgo de que lo nuevo sea visto como algo que surge de la “nada”; algo inexplicado subordinado a la interpretación voluntariosa del poder. Desconociendo los enlaces vitales al interior de la realidad que se silencia. Con ello, los riesgos y los horrores que se pueden traer, al no ver esas energías acumuladas o sin la lucidez para ver los escenarios que se puedan derivar, desde las decisiones que se adopten. Con el riesgo de que la “medicación” resulte peor que la “patología” a curar. Por ejemplo: calificar algo como un acto terrorista, sin ver las tensiones en su interior, puede llevar a decisiones que deriven en consecuencias peores que las condiciones iniciales.

Así, entendemos que nuestro tiempo y su complejidad ya no puede ser abordado por el especialista que solo ve una parte del todo, un fragmento reducido por un modelo. Lo que es particularmente grave cuando esa parcialidad se hegemoniza, acotándola a ciertas estructuras, intereses, valoraciones o a la pretensión de sus estándares. Lo que terminará -tempranamente- por desconocer la evidencia y la necesidad de lo heterogéneo y sus matices. Y más aún, calificando lo adverso y lo diferente como amenazas a reprimir.

Necesitamos ahora comprender la totalidad como unidad, pero sin perder de vista cómo esa totalidad fluye, influye y determina la vida de grupos e individuos. Así, sin pretender manipular la realidad desde afuera, lo complejo nos lleva a distinguir cuatro dimensiones. La primera, la vida como la realidad con toda su complejidad, en particular su autonomía y su libertad. La segunda, la consciencia de esa vida para interconectarse recursivamente consigo misma y complementariamente con el entorno. La tercera, las opciones que esa vida pueda tener para su desarrollo; en especial, la opción de la buena vida a descubrir y seguir por el derrotero de la autonomía y libertad. Y cuarto, el contexto que esa vida debe tener para que esa buena vida pueda emerger y seguir su propio y autosustentable camino.

LA FILOSOFÍA CRÍTICA

Por último, también nos parece pertinente traer la Filosofía Crítica. Entendiendo la necesidad de las distintas vertientes filosóficas que han aportado sus cuestionamientos a la sociedad, desde el surgimiento de la modernidad. En efecto, la modernidad trajo la enorme promesa del progreso y, con ello, la de mejorar las posibilidades de consumo, de vida, de bienestar y de riqueza; sin otra limitación que el trabajo. Lo que obviamente ha tenido logros significativos e indesmentibles. Sin embargo, desde su génesis ese transitar de la modernidad no estuvo exento de cuestionamientos. Primeramente, la crítica materialista de pensadores como Nietzsche y Marx. El primero que destaca la mutilación del hombre, cuya naturaleza subjetiva y emocional, ha sucumbido al dominio hegemónico de la razón. Algo así como que Dionisio ha sido relegado y reprimido por el dominio de Apolo, dando forma a ese hombre moderno, reducido en su totalidad. También la crítica de Marx, quien denunció las condiciones de explotación de la burguesía y su poder, sobre el nuevo actor social que emergía con la industrialización, el proletariado; expuesto a su enajenación y a la apropiación de su trabajo.

También, la crítica existencialista de pensadores como Heidegger o el mismo Sartre. El primero que destaca la condición del hombre arrojado al drama de la existencia (el Dasein o el Ser Ahí); y con ello, de sujetos absorbidos por la cosificación o el olvido del Ser, para hacer de esos hombres sujetos inauténticos, movidos por los entes y las cosas. Y Jean Paul Sartre, cuya valoración de la libertad le lleva a sostener que la “existencia precede a la esencia”, como una forma de relevar la vida en un mundo que oprime y reprime.

Por otra parte, la crítica que surge desde el estructuralismo, cuando pensadores como Michel Foucault sostienen la muerte del hombre como protagonista de la historia. Quien ha quedado relegado y sometido a las estructuras que lo dominan. Así, el hombre como pieza, parte o el combustible que requieren esas estructuras. Algo que ya había visualizado Walter Benjamín cuando nos señala que pareciera que se trata de un estructuralismo que deja en el olvido a tantas verdades que sucumbieron con su derrota: aplastadas y sometidas bajo la “verdad” de los victoriosos. Y en todo ello, la misma crítica de Foucault cuando se refiere a la Sociedad Disciplinaria; la que ha sido concebida para dominar por medio del control de los sujetos que quedan sujetados por las estructuras del poder. O la Sociedad del Control de Gilles Deleuze, que superando el control panóptico de Foucault, se refiere a la instalación en la conciencia de cada sujeto, de los dispositivos para manejarlo en forma heterónoma, pero haciéndolo creer que actúa desde su libertad.

O la crítica que surge desde el mundo de los marginados, de los excluidos que no tienen espacio en las estructuras de dominación y en sus áreas de influencia (hoy todo el planeta). En este contexto, la crítica de Jürgen Habermas que exhorta el surgimiento de opciones para hacer la vida y la convivencia por medio de una Moral Intersubjetiva, propia de cada comunidad que se construye desde los mínimos y las suficiencias que requiere la convivencia y no, desde los máximos que se imponen como premio exclusivo de la victoria. Complementando esto con la crítica de Emmanuel Lévinas, quien sostiene una Moral a partir del OTRO. Ese OTRO como el gran olvidado por la historia oficial y por la Filosofía Política Filosofía Crítica

El sujeto Pro-positivo

Tener un propósito (Liderar) Pensamiento

Crítico

Resolver problemas (Ética) Pensamiento Complejo

contractualista, que nos domina desde el surgimiento de la modernidad. Tantos OTROS, como personajes distintos, negados, excluidos y colonizados por el poder y sus estructuras hegemónicas de dominación. Y porque no también, la crítica de Jacques Derrida, cuando destaca como esas estructuras de dominación se han apropiado del Dualismo que proviene de la “Metafísica”. Imponiéndose como los elegidos o ungidos por algo o alguien fuera de lo humano; o la simple arrogancia racionalizada de ser “los mejores” para representar la verdad eterna que viene desde más allá de la materia y de la existencia misma. Con ello, también la apropiación de lo UNO que está más allá de la democracia o el valor republicano de la convivencia: “Somos legitimados por algo superior a lo humano: Dios, la patria, la verdad o incluso, la razón o el mismo pueblo”. Con una licencia para dominar y someter.

Así también, una Filosofía Crítica que busca evidenciar las consecuencias ecosistémicas y medio ambientales, que pudieran generar un equilibrio planetario inconsistente con la vida. Un planeta que de un salto en la concentración de su toxicidad, en la acidez de sus aguas, en la temperatura ambiental, en la extinción de sus especies, en el agotamiento del agua potable, etc. En definitiva, en tantas externalidades, costos hundidos u ocultos, pagados por esa degradación ambiental que pone en riesgo la vida tal como se la requiere.

Y por último, como lo ha dicho Byung-Chul Han a través de sus libros; denunciando el habitar en una sociedad del cansancio. De éxitos efímeros que se auto impone el mismo sujeto para sobrevivir. El sobrevivir en medio de una sociedad que lo obliga a expresar su existencia a la vista transparente, que para su control necesita exponerlo y vaciarlo de lo propio. Esa misma

sociedad que requiere de cada uno, una forma estándar que expulse lo diferente para transformar a los hombres en una masa que lo distancien de lo distinto y único, de lo bello y de lo bueno. Un ser agónico pero que puede seguir viviendo, sólo como parte de un enjambre estructural que da a los que ganan y quita a los que pierden. De perdedores resignados que han sido enajenados al internalizar la legitimidad psicopolítica de su derrota. En resumen, un sujeto sin historia y sin ritos propios; el que vive fuera de su tiempo y sin el aroma de su propio pasado, sobre el cual poder construir un relato inédito y diferente de aquella historia general y común. La vida de sujetos atrapados y obnubilados por las luces de una verdad aparente. Aparente, pero legal por los protocolos ya institucionalizados y legítima por esa aceptación obligada e inconsciente que no cuestiona; pero que sí, nos acostumbramos a ella. En definitiva, la Filosofía Crítica que se levanta frente al avance y al retroceso del mundo, de la sociedad, de sus instituciones y de los hombres, como un acto consciente de la conciencia que necesita mostrar los errores y los horrores cometidos. Así, una filosofía que se plantea de manera crítica, que denuncia, que exige de reparación y de corrección para restablecer lo humano.

RECAPITULANDO

En síntesis, frente a la realidad de este tiempo, su crítico momento y su amenaza terminal, estas reflexiones tienen esta triple dimensión. Aportar una forma humana desde el sujeto que Piensa Críticamente, sin desconocer la cualidad compleja de la realidad y sus amenazas; sean estas de izquierda o de derecha, laicas o confesionales. Así, referirnos al Pensamiento Crítico como algo necesario que se cultiva en cada persona desde su educación y a lo largo de toda su vida. También, el Pensamiento Complejo, referido a la realidad como un todo que demanda una comprensión holística y sincrética. El todo como unidad que habita en cada parte; en específico en la vida como esencia de lo complejo que busca su camino y su destino. El de la buena vida desde su autonomía, su libertad e indeterminación exógena. Y la voz oportuna de la Filosofía Crítica como denuncia, para no ahondar en los errores o en la justificación posterior de los horrores.

De esta forma, entendemos que el antónimo de lo incierto no es la búsqueda de una certeza que nos detenga e inmovilice, sino que de las posibilidades que se le abren a la vida para que ella se exprese. De igual forma, que el antónimo de lo complejo no sea el reduccionismo de lo simple, sino que la cualidad misteriosa de la vida. De la vida que emerge desde cada realidad y que en cualquier instante nos sorprende; cuando vemos el todo germinar desde cada individuo que descubre lo múltiple que lo habita. Todo un enfoque del hombre como sujeto que piensa construir desde ese pensar: lo infinito, múltiple y diverso que reside en él.

En definitiva, sentimos la necesidad de una reflexión humanizadora, es decir, que entiende que lo humano es simplemente lo indeterminado. La antípoda pretensión de querer conocer y manejar al hombre, desconociendo lo infinito que reside en él. En específico, lo insondable de cada uno en su infinitud. Siendo particularmente grave, pretender el dominio reduciendo al hombre a ciertos parámetros de control, que es lo que está en curso. Así, el mundo hacia el cual vamos nos necesita de una forma diferente, en donde el Pensamiento Crítico, el Pensamiento Complejo y la Filosofía Crítica, sean parte de todo currículo que forma al sujeto, para que este continúe hasta el último día de su conciencia. Tres pilares que sustenten al hombre Pro-Positivo. Aquel que con un propósito, tiene la inteligencia, el valor, la rectitud y la prudencia para ir tras finalidades humanas que rescaten el valor filantrópico, al final de todo anhelo.

En tal sentido, entendemos que lo complejo es la vida y, por lo tanto, es ella la que debe conservar esa complejidad que la hace única. Debiéndose respetar el misterio de su moral indeterminación. Siendo el deber institucional, generar las condiciones para que esa vida haga lo que ella sabe hacer, cuando se le dan las condiciones para que se exprese con su infinita sabiduría, desde su sorprendente misterio. Algo que debiera estar en toda constitución y en todo sistema institucional que cautela ese misterio, su valor y la esperanza que ahí reside.

ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS

EN EL CONTEXTO DE LA CRISIS DE LA BIODIVERSIDAD

POR DANIELA DÍAZ GUISADO

Bióloga Marina, PhD en Bióloga Marina, U. de Wellington, Nueva Zelanda

Hoy en día, la pandemia del Coronavirus ha realzado aún más la importancia de la relación entre las personas y la naturaleza, recordándonos las profundas consecuencias para nuestro propio bienestar y supervivencia que puede ocasionar la continua pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas. Asimismo, muchos de nosotros hemos valorado aún más durante este tiempo, la posibilidad de mantenernos en contacto con la naturaleza durante el confinamiento. Sin embargo, el deterioro del medioambiente persiste, y de alguna u otra forma, todos lo percibimos continuamente. En este contexto, el último informe de evaluación global sobre la diversidad biológica y Servicios Ecosistémicos, desarrollado en el 2019 por la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas1, destaca entre sus principales hallazgos, que la naturaleza y sus vitales contribuciones a las personas, se están deteriorando a un ritmo sin precedentes en todo el mundo, y que los impulsores directos e indirectos de este cambio, se han acelerado en los últimos cincuenta años. Además, se señala que los objetivos para conservar y utilizar de manera sostenible la naturaleza, y lograr la sostenibilidad no podrán ser alcanzados si se mantiene la trayectoria de pérdida de biodiversidad actual, solo siendo posible alcanzarlos si se realizan cambios transformadores en distintos ámbitos. Esta información, es ratificada en la Quinta Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica2, documento en el que se reportan los progresos realizados para alcanzar las “Metas Aichi”, asociadas al Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 del Convenio sobre Diversidad Biológica3, y en el que se señala que ninguna de estas metas ha sido alcanzada a la fecha, lo que a su vez, amenaza el logro de los Objetivos de Desarrollo

ÁREA MARINA COSTERA DE MÚLTIPLES USOS, MAR DE JUAN FERNÁNDEZ, EN EL ARCHIPIÉLAGO DE JUAN FERNÁNDEZ, REGIÓN DE VALPARAÍSO

Sostenible (ODS), establecidos como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible4 de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Ante esta evidencia, surge la necesidad de aumentar los esfuerzos para proteger de manera efectiva la biodiversidad en todos sus niveles, es decir, ecosistemas, hábitats y especies, siendo las áreas protegidas una herramienta fundamental para este fin. De acuerdo a la definición de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, un área protegida corresponde a “un espacio geográfico claramente definido, reconocido, dedicado y gestionado, mediante medios legales u otros tipos de medios eficaces para conseguir la conservación a largo plazo de la naturaleza, y de sus servicios ecosistémicos y sus valores culturales asociados”.

Si bien en las últimas décadas han existido importantes progresos en términos de la creación de áreas protegidas (a febrero de 2021 el 15,4% de la superficie terrestre y el 7,6% de los océanos del mundo se encuentran protegidos3), este progreso es aún insuficiente para frenar los impulsores directos e indirectos del deterioro y pérdida de la biodiversidad. En dicho contexto, se ha señalado que los incentivos económicos generalmente se han enfocado o han favorecido la expansión y el desarrollo de la actividad económica, por sobre la conservación o restauración de la naturaleza, esto aun cuando existe suficiente evidencia sobre los amplios beneficios de la protección de la biodiversidad, tanto en términos ecológicos como recientemente en términos económicos. Por ejemplo, un informe reciente señala que los beneficios de la protección del 30% de la superficie terrestre y marina a través de áreas protegidas, superaría los costos asociados a su implementación por un factor de 5:14, estimación conservadora si se considera que no se han cuantificado todos los beneficios asociados a la provisión de múltiples servicios ecosistémicos que actualmente están fuera de la economía de mercado. Específicamente en el caso de las Áreas Marinas Protegidas (AMP), los beneficios asociados a su creación incluyen entre otros, beneficios ecológicos, como el incremento de la abundancia o cantidad de individuos de diferentes grupos de especies, o el incremento del tamaño de los individuos y por ende, de su capacidad de reproducción; beneficios socioeconómicos, ya que al existir mayor abundancia de individuos dentro de estas áreas, estos pueden desplazarse a áreas aledañas y quedar disponibles para la pesquería, además, muchas veces las AMP permiten el desarrollo de actividades turísticas, lo que beneficia directamente a las comunidades cercanas; y beneficios asociados a la mitigación y adaptación al cambio climático, ya que se tiene evidencia que los océanos cumplen un rol relevante en la absorción de temperatura (calor) y en la absorción y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2) desde la atmósfera, existiendo ecosistemas como los bosques de macroalgas o bosques submarinos que absorben y almacenan más CO2 que los bosques terrestres, ecosistemas tradicionalmente asociados a la mitigación del cambio climático.

En el caso de Chile, nuestro país ha asumido diversos compromisos para la conservación del medio marino, por ejemplo, al ratificar el Convenio sobre Diversidad Biológica en 1994 y adoptar las Metas Aichi, y posteriormente al adherir a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y adoptar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Chile se comprometió a proteger el 10% de las zonas marinas y costeras para el 2020, meta que ya ha sido alcanzada, ya que a la fecha aproximadamente casi 1.500.000 km2 o bien cerca del 42% de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) chilena se encuentra protegida en algún tipo de AMP, incluyendo Áreas Marinas Costeras Protegidas de Múltiples Usos (AMCP-MU), Santuarios de la Naturaleza, Parques Marinos y Reservas Marinas. Estos distintos tipos de AMP se diferencian por la cantidad de usos en ellas permitidos, por ejemplo, las AMCP-MU son las áreas que permiten mayor cantidad de usos, siempre y cuando estos no pongan en riesgo las objetos de protección; mientras los parques marinos corresponden a la categoría con mayores restricciones y en ellos solo están permitidas actividades de observación, investigación y estudio, siempre y cuando estas sean autorizadas y no constituyan algún tipo de amenaza a la biodiversidad. Esto quiere decir que en los parques marinos no está permitida la extracción de recursos marinos, a excepción de la que se autorice con motivos de investigación para lo que se deben obtener los permisos pertinentes.

Si bien Chile ha sido uno de los países que más avances ha realizado en términos de la creación de Áreas Marinas Protegidas, como se evidencia en el cumplimiento de las metas internacionales en términos de cobertura, existen muchos aspectos en los que se debe trabajar, entre ellos, la representatividad ecológica de estas áreas ya que actualmente existe una brecha importante en términos de la representatividad de algunas ecorregiones marinas, con la mayor parte de la protección concentrada en las ecorregiones de Rapa Nui y de Juan Fernández y Desventuradas, esto debido a la creación de grandes áreas protegidas en torno a las islas oceánicas como Rapa Nui, Isla Salas y Gómez, Islas Desventuradas (San Ambrosio y San Félix) y el Archipiélago de Juan Fernández, todos ecosistemas únicos en términos de biodiversidad y con altos niveles de endemismo, es decir, que muchas de las especies presentes en estos ecosistemas solo se encuentran ahí. Sin embargo, la representatividad de

VISTAS DESDE ISLA DAMAS HACIA LA RESERVA MARINA ISLAS CHOROS Y DAMAS, REGIÓN DE COQUIMBO

las otras ecorregiones, y sobretodo en el caso de la zona costera continental, en especial en el norte del país, es muy baja (aproximadamente un 0,3% de la Zona Económica Exclusiva nacional), aun cuando es en esta zona donde existen los mayores conflictos de uso del espacio marino, ya que ahí se concentran la mayor parte de las actividades asociadas a este.

Otro factor importante que se aborda en las metas asumidas por Chile es la administración eficaz y equitativa de las Áreas Marinas Protegidas, lo que implica que estas sean capaces de cumplir con los objetivos por los cuales han sido creadas y a la vez generen los diversos tipos de beneficios a ellas asociados. Sin embargo, la administración efectiva de estas áreas protegidas implica grandes desafíos, sobre todo en aquellos casos en que tienen gran extensión y ubicación remota como ocurre

con la mayoría de los Parques Marinos que posee Chile. En este contexto, la gestión de las AMP nacionales se complejiza debido a la fragmentación institucional que existe en términos de su administración, ya que no existe una única institución que administre los distintos tipos de AMP, por ejemplo, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura tiene la tuición de Parques y Reservas Marinas, mientras el Ministerio del Medio Ambiente la de AMCP-MU y Santuarios de la Naturaleza (estos últimos son de tuición conjunta entre el Ministerio y el Consejo de Monumentos Nacionales). Dicha situación debería mejorar con la creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, sin embargo, el proyecto de ley que crea esa institucionalidad lleva más de diez años en tramitación. Asimismo, la disponibilidad de recursos es otra de las limitantes que enfrenta Chile a la hora de realizar una administración efectiva de las AMP ya que de acuerdo con estimaciones realizadas el año 20165 , el presupuesto anual disponible para la administración de estas áreas protegidas en el país promedia los 1,3 dólares por hectárea de área protegida, muy por debajo de la mayor parte de los otros países latinoamericanos. Es así como estas y otras limitantes han derivado en que no exista una gestión integrada de las AMP y que no se haya logrado incorporar la conservación de la naturaleza como un ámbito prioritario en distintos sectores o como un eje en los distintos instrumentos de políticas públicas.

Sin embargo, existen aspectos positivos que es importante destacar, por ejemplo, hoy en día para la elaboración de los planes de manejo o administración de estas áreas se incorpora a las comunidades y a diferentes actores relevantes, y posteriormente, en la planificación y gestión de ellas, se trabaja en instancias participativas como ocurre en el caso de Parques y Reservas Marinas, donde se establecen diferentes comités en los que participan distintos actores. Dos ejemplos importantes son las Reservas Marinas Islas Choros y Damas en la región de Coquimbo e Isla Chañaral en la región de Atacama, donde existe una importante actividad turística asociada al avistamiento de aves y mamíferos marinos, las que son desarrolladas por la comunidad local que está involucrada permanentemente en la gestión sustentable de estas áreas protegidas. La participación de distintos actores es también muy relevante en el caso de áreas ubicadas cerca de comunidades costeras con mucho arraigo a su territorio como en el caso de los Parques Marinos y AMCP-MU existentes en el Archipiélago de Juan Fernández y en Rapa Nui, donde deben además respetarse las tradiciones de los pueblos y sus creencias, lo que actualmente se está realizando, en el proceso de elaboración de los planes de manejo de estas AMP.

Tanto en Chile como en el mundo existen muchos desafíos, así como limitaciones, para avanzar en términos de la protección efectiva de la biodiversidad marina. Los esfuerzos realizados a la fecha van en la dirección correcta. Sin embargo, no debemos perder de vista que esta es una carrera contra el tiempo y que sin la naturaleza el bienestar humano está en juego, por lo tanto, es fundamental que el rol de las Áreas Marinas Protegidas sea relevado y se redoblen los esfuerzos para su efectiva implementación considerando, entre otras acciones, iniciativas de difusión y concientización dirigidas a distintos sectores, con mayor énfasis en las futuras generaciones de niños y niñas, las que tendrán un rol esencial en los años venideros. Para ello, es indispensable que distintos actores, tanto públicos como privados, asuman un rol activo apoyando al Estado en esta tarea tan importante.

1 https://www.ipbes.net/ 2 Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica (2020) Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica 5. Montreal. 3 https://livereport.protectedplanet.net/ 4 Waldron et al., (2020) Protecting 30% of the planet for nature: costs, benefits and economic implications. Working paper; Second report of the High-level Panel on Global

Assessment of Resources for Implementing the Strategic

Plan for Biodiversity 2011-2020. 5 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)/Organización para la Cooperación y el Desarrollo

Económicos (OCDE), Evaluaciones del desempeño ambiental:

Chile 2016, Santiago, 2016.

MI EXPERIENCIA JUNTO A HUMBERTO MATURANA

POR GUIDO DEMICHELI MONTECINOS

Director Magíster en Psicología del Trabajo y las Organizaciones Escuela de Psicología, Universidad de Valparaíso

No es fácil escribir sobre Humberto Maturana, porque se trata un ser humano de excepción, tanto en la genialidad de su pensamiento, como en la generosidad con su saber. Tuve la oportunidad y la fortuna de conocerle siendo estudiante de psicología en la Universidad de Chile a fines de los 70 y puedo testimoniar esas condiciones.

Invitado a dar una clase en nuestro ramo de Psicofisiología en el penúltimo año de nuestra carrera, me llamó la atención desde el primer momento la sencillez de su indumentaria (arropado con su infaltable bufanda) y su hablar pausado y carente de toda pretensión, aunque nuestro profesor ya lo había presentado como un “científico de gran reconocimiento internacional”.

De esa primera exposición, solo recuerdo haber entendido -más bien intuitivamente- un par de ideas que con los años me di cuenta eran cruciales para entender sus postulados y que marcaron para siempre mi vida académica y personal: 1) que los seres huma-

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