ANTONIO RODRÍGUEZ ALMODÓVAR El Máster en Libros y Literatura para niños y jóvenes tiene el honor de contar con Antonio Rodríguez Almodóvar como el autor invitado de enero en esta edición.
El autor español Antonio Rodríguez Almodóvar nace en Sevilla en 1941. En su juventud, tras la experiencia de ser marino mercante, se gradúa en Filología Moderna en 1969 en Sevilla. Inmediatamente, continúa sus estudios, para hacerse Doctor en Filología Moderna en la Universidad de Sevilla y finalmente en Catedrático de Lengua y en Literatura Española por oposición en 1975. La Universidad de Sevilla y el Colegio Universitario de Cádiz lo contrata para ser uno de sus profesores entre 1969 y 1974, pero debido a su activa lucha antifranquista, es retirado de ambas casa de estudio. En 1977 fue becario de la Fundación Juan March, sirviendo de estímulo a su ya iniciado estudio, recuperación e investigación de los cuentos populares españoles. Finalmente, miembro de la “International Folk Narrative Research”, imparte cursos sobre la tradición oral hispana en distintas universidades tanto en Europa como en Norteamérica. Escritor, compilador, guionista de televisión, articulista, poeta, investigador son algunas de las ramas con las que Almodóvar ha formado su carrera, siendo merecedor de destacados galardones, entre los que destaca el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 2005 por su libro El Bosque de los Sueños. Luego el Premio Internacional “Infanta Elena” de Narrativa Juvenil en 1991 con su novela Un lugar parecido al Paraíso. Su obra más reconocida, Cuentos del amor de la lumbre I y II, recibió el Premio Nacional de Literatura de 1985 como mejor libro editado, y también en ejemplo de su trabajo de recolección de la memoria colectiva. Desde 1997 es columnista habitual del diario El País.
DE CÓMO FUE QUE ME HICE AUTOR DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL Por Antonio Rodríguez Almodóvar, Sevilla, a primeritos de enero de 2010
No sé si me creeréis que yo llegué a la literatura infantil y juvenil por casualidad. Andaba yo atareado, allá por los 70, con mi tesis doctoral sobre la estructura de la novela, cuando me vine a dar de bruces con un asunto ya entoncesdemodé, el de los cuentos populares de tradición oral. ¿A quién demonios se le podía ocurrir fijar su atención en aquellos relatos de viejas y campesinos iletrados? El caso era que una cuestión tan poco elevada como esa estaba haciendo furor allende los Pirineos. Estructuralistas, semiólogos, y psicólogos del más