Oliver jefferson

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OLIVER JEFFERSON El Máster en Libros y Literatura para niños y jóvenes tiene el honor de contar con Oliver Jeffers como tercer autor invitado en esta edición.

El joven autor e ilustrador Oliver Jeffers nace en Australia en 1977. Criado luego en el norte de Irlanda, Jeffers se hace artista de la corriente figurativa, y arranca su carrera exhibiendo sus trabajos en pequeñas exposiciones en la ciudad de Belfast en el Reino Unido entre 1995 y 1998. Luego viaja eventualmente a Estados Unidos, Londres y Australia en 1999 y 2000, ilustrando de manera independiente para distintas compañías y clientes comerciales como Orange UK, Lavazza, Sony, RCA, Starbucks, Candy, The Vaccum. En el 2001, Jeffers culmina sus estudios en la Universidad de Ulster en Irlanda, consiguiendo el título en Comunicaciones Visuales. Sin embargo, como artista, ya había exhibido su trabajo en ciudades como New York, Dublin, Londres, Sydney, Washington D.C, y Belfast en el Reino Unido. Ha publicado cinco libros álbum de renombre, cuyos títulos son: Cómo atrapar una estrella, De vuelta a casa, Perdido y encontrado, El increíble niño comelibros y El misterioso caso del oso. Fue merecedor de varias distinciones en el 2006 gracias al títuloPerdido y encontrado, ganador de la medalla de oro del Nestlé Smarties Book Prize, el Blue Peter Book Awars y el Kate Greenaway Medal. Luego en el 2007, El increíble niño comelibros, recibió el Irish Book Awards como libro para niños del año. A su vez, estos cinco títulos han sido postulados en distintos años en la selección de “Los mejores” del Banco del libro, y haciendo merecedor a El increíble niño comelibros, como uno de los libros ganadores de “Los mejores en el 2008”. Actualmente su último libro publicado, El misterioso caso del oso, está postulado para la selección de “Los mejores libros del 2010”. Jeffers también fue designado el ilustrador oficial del Word Book Day en el 2007, una celebración que organiza la UNESCO para promover la escritura y publicación de libros para niños. También es cofundador del colectivo de arte OAR junto a Rory Jeffers, Mac Premo y Duke Riley. Perdido y encontrado es el primer libro de su autoría llevado a la animación en un cortometraje de 25 minutos, por los Studios AKA en Londres.


Retazos de una entrevista a Oliver Jeffers ¿Cómo se hizo ilustrador? Siempre he sido de esas personas que piensan en imágenes. Así somos en mi familia. Desde que era muy joven siempre supe apreciar que la gente se dedicara al arte, que pudieran lograr que algo se viera de una manera determinada. También siempre he preferido mirar una pintura a, por ejemplo, leer un libro o ver televisión. La pintura y la ilustración son medios muy interesantes de comunicación y cuando no estoy utilizándolas para expresar algo propio, las estoy usando para comunicar algo que alguien más quiere decir. Siempre me ha fascinado cómo esto se puede lograr a parir de mi método experimental de observación que consiste en fijarme constantemente en lo que las personas a mí alrededor hacen. Entonces, armé un portafolio y lo puse a circular entre todas las personas que pudieran encargarme algún trabajo. Después de varios encargos, usé mi obra “viva” para ampliar mi portafolio y a partir de allí fui construyendo más. ¿Qué viene primero? ¿El texto o las ilustraciones? Ninguna de los dos, en realidad. Ambas se dan casi al mismo tiempo (esto lo respondí en el contexto de la lectura de mis libros a un niño de cinco años y la respuesta era, de hecho, bastante literal: tenía un lápiz en una mano y una pluma en otra). Sé que los escritores talentosos no se autodenominan con ese título. A mí me gusta pensar en mí mismo como un artista en cuya obra están las palabras; trato de decir que hago álbumes ilustrados, en lugar de decir que los escribo o los ilustro, pues creo que es más fiel a su proceso de creación. Empiezo con un concepto, usualmente una idea simple, y comienzo a deshilvanarla haciendo notas y dibujos. Siento que una de las ventajas que tengo frente a los álbumes que son escritos e ilustrados por separado, es que en lugar de partir de un manuscrito acabado antes de que la historia sea visualizada, tengo la oportunidad de tener imágenes que ofrezcan información al texto. A menudo, los textos para mis libros, si son vistos de manera aislada, pueden parecer bastante chatos. En cambio, si las ilustraciones son vistas sin el texto, se puede apreciar la carga emocional y narrativa. Pero cuando ambos están juntos, toman el uno del otro y crean un efecto en conjunto en que el no son ni una cosa ni la otra, ni tampoco una sumatoria de ambos. Emotivo y atractivo sin llegar a ser edulcorado. Esto da alguna idea del proceso de donde salen mis libros. El lenguaje del texto es un posicionamiento en torno a las ilustraciones, las cuales dictan la forma de la composición, y viceversa, así textos e imágenes están en mi mente y se desarrollan en etapas; voy boceteando y escribiendo al unísono, dejando que imagen y texto trabajen en sociedad. ¿Por qué decidiste trabajar en el campo de la ilustración de libros para niños? En realidad nunca fue mi intención o decisión tomar ese camino. Como artista siempre he estado interesado en la naturaleza de las palabras y en su relación con las imágenes. Buena parte de mi obra inicial experimenta con esta relación. De hecho, mi


primer libro-álbum salió de un boceto de composición de un cuerpo de pinturas que me estaba preparando para exponer en Sidney, Australia, pero el potencial narrativo de estas pinturas era tal que no puede dejar de ver que me tiraba a otro lado. En un dos por tres tenía el esqueleto de un libro-álbum sin saberlo. Una vez que me di cuenta de lo que tenía al frente, la transición fue fácil. Siempre me habían encantado los álbumes y los había coleccionado, usándolos como referencia para mi arte y, por tanto, sabía reconocer uno bueno cuando lo tenía enfrente. Aplicar este sentido crítico y de edición a mi propia obra se me dio de manera bastante natural. ¿Cómo llevas la relación texto-imagen en tu trabajo? Es uno de los aspectos más importantes de mi trabajo. Afecta todo en cuanto al tono y el fluir del arte o de la historia en términos del diseño; hay una par de reglas técnicas de las que no era consciente hasta que comenzó la fase de producción de mi primer álbum. La principal es que el texto debe estar en negro. Esto es para que pueda ser traducido a distintas lenguas (el texto se imprime de manera separada y después de que la imagen ha sido impresa por efecto de los costes). La otra regla es que casi todos los álbumes son de 32 páginas (nuevamente un asunto de costes), y esto limita el fluir de tu historia. En términos narrativos, esta relación entre palabras e imágenes es siempre algo que me ha fascinado y que se me da de manera relativamente natural. No siempre es la misma persona quien escribe e ilustra un álbum. Algunas personas prefieren visualizar la idea de alguien más, pues, generar ideas narrativas les resulta difícil. Personalmente, me siento en una situación ventajosa al poder hacer ambas, ya que de esta manera palabras e imágenes pueden complementarse de una manera más cohesionada, y también pueden crear un tercer tono medio, en el caso en el que haya un contraste entre ambos. También significa que puedo llevar la construcción de la historia hacia cosas que me gusta dibujar. ¿Cómo describirías tu estilo? ¿Ha cambiado mucho desde que comenzaste? Ejerzo tanto como ilustrador como artista plástico. A diferencia de muchos que, como yo, realizan ambos oficios simultáneamente, mi trabajo difiere drásticamente en cuanto estilo y la forma de aproximarme a la imagen de acuerdo a la disciplina en la que esté trabajando. Se trata de dos mundos muy diferentes, y aunque se acercan cada vez más, históricamente la ilustración ha sido vista con desdén por el mundo del arte, como una suerte de prima menor. Las artes plásticas definitivamente se sientan en un pedestal por encima de la ilustración, sin embargo, la ilustración goza cada vez de mayor popularidad, va creciendo a la sombra pero con seguridad, y a veces ubicar a una imagen en un campo u otro con frecuencia es una tarea difícil de hacer si no se le pregunta al creador de esa imagen cuáles fueron sus intenciones al hacerla. Algunos quieren hacerse camino en el mundo de la ilustración, otros en el mundo del arte. Alguien que tiene el impulso de hacer imágenes tiene, sin embargo, capacidad de hacer ambas, aunque casi nunca a la misma vez. Es un puente que estoy tratando cruzar. Soy una persona con conciencia visual y siempre estoy haciendo arte como una forma de entretenerme, de contar historias, de encontrar cosas o hacer preguntas. Algunas veces ejecuto esto de maneras diferentes a como otros lo hacen. Soy


consciente que tener una carrera de ilustración exitosa es visto como si llevase algo de peso en el cuello en el contexto de las artes, y que es hasta cierto punto a lo que un artista inconforme puede llegar. Aún voy inventándome en la medida que voy creando pero, en definitiva, voy haciendo la clase de trabajo que quiero hacer. En cuanto a esto de definir mi estilo, pues, no estoy seguro. Probablemente es más fácil para otros definirlo. Yo sólo hago arte y sale como sale. Supongo que algo que atraviesa toda mi obra es la narrativa. Me gusta que cada imagen estática encierra un momento y como estas instantáneas podrían potencialmente ser parte de alguna historia más larga que se queda sin contar. Trabajo en distintos estilos. De eso sí que estoy consciente. Desde collage hasta dibujos y pintura gestual, pasando por pintura figurativa y el diseño gráfico. Creo que no puedo esconder mi mano aunque incursione en muchas disciplinas. Mi estilo ha cambiado desde que comencé. Cada vez soy más capaz desde el punto de vista técnico, también soy más seguro y tomo decisiones más inteligentes. Tengo un repertorio más amplio de influencias, las cuales afectan las decisiones que tomo.

¿Ha cambiado mucho la ilustración de libros para niños desde que comenzaste? ¿Crees que cambiará mucho en el futuro? Toda ilustración cambia. Siempre hay tendencias y estilos que retroceden o fluyen dentro y fuera de la moda, y éstas suelen estar relacionadas con los avances tecnológicos. Cuando algún avance o software nuevo aparece, la tendencia es a que éstos lleven completamente las ilustraciones a un estilo particular que los refleje, como una forma de hacerse adecuadas nuevamente. Piensen en la introducción de gráficos basados en vectores o las animaciones realizadas en flash de los sitios web. A las personas les gusta mostrar lo que son capaces de hacer técnicamente sin mostrar sentido de contención. Esto no necesariamente es una garantía para lograr la mejor imagen. Después de un tiempo dado y que estas destrezas técnicas han sido asimiladas, éstas se convierten en un medio para el fin, y no un fin en sí mismo. Tomen, por ejemplo, mis ilustraciones de El increíble niño comelibros. En este libro casi todo está hecho a mano pero creé digitalmente la mayoría de las sombras porque el contraste entre la naturaleza limpia y aséptica de la línea iba bien con la naturaleza rasposa y orgánica de todo lo demás. Hubiese sido fácil abusar de este recurso, pero supe donde parar. Alguien más sabio que yo dijo alguna vez que el buen diseño, al igual que los buenos modales, no debe ser visible, que sólo se hace notar cuando se trata de un mal diseño. También creo que la industria editorial de libros para niños se encuentra en este momento en un punto alto de creatividad, a diferencia de hace unos 10 años. Muchas personas se están volviendo cada vez más creativas en torno a qué se puede hacer con los álbumes. ¿Qué artistas han tenido influencia en tu trabajo?


Muchos. De los primeros que vienen a mi cabeza, están: Edward Gorey, Maurice Sendak, Saul Steinberg, Tomi Ungerer, Edward Hopper, Tim Burton, Quentin Blake, Ralph Steadman, Sempe, Michael Sowa, John Currin, Gary Baseman, Vermeer, Julian Opie, Yoshitomo Nara, Norman Rockwell, Eduardo Recife, Mark Tansey, Alan Baker, Michael Gilette, Estudio AKA, el Centro de Contro de Neasden, Alex Kanevsky, Lucian Freud, Eric Carle, Marc Boutavant, Cy Twombly, Peter Doig, Peter Blake, Cara Klein, Ron Muick, Vermeer, Carrivagio, Chuck Close, David Hockney, Shel Silverstein John Singer Sargent, Eduard Manet, Yoshitomo Nara, Martin Kippengerger, Spike Jonze, Mr Bingo, Neil Gaimon, Wes Anderson. Bibliografía de Oliver Jeffers en el Centro de Documentación del Banco del libro

PERDIDO Y ENCONTRADO / Oliver Jeffers; Ilust: Oliver Jeffers; Trad: Jorge Luján .-- 1ra. ed .-- México D. F. (México) : Fondo de Cultura Económica, 2005.-- 34 p. 27 cm; il, color; Traducción; Español.-- (Los especiales de A la orilla del viento) ISBN 968-16-7759-5 COMO ATRAPAR UNA ESTRELLA / Oliver Jeffers; Ilust: Oliver Jeffers; Trad: Jorge Luján .-- 1ra. ed .-- México D. F. (México) : Fondo de Cultura Económica, 2005.-- 32 p. 27 cm; il, color; Traducción; Español.-- (Los especiales de A la orilla del viento) ISBN 968-16-7758-7 DE VUELTA A CASA / Oliver Jeffers; Ilust: Oliver Jeffers; Trad: Udo Araiza .-1ra. ed .-- México D. F. (México) : Fondo de Cultura Económica, 2008.-- 32 p. 27 cm; il, color; Traducción; Español.-- (Los especiales de A la orilla del viento) ISBN 978-968-16-8508-9 EL INCREIBLE NIÑO COMELIBROS / Oliver Jeffers; Ilust: Oliver Jeffers; Trad: Francisco Segovia .-- 1ra. ed .-- México D. F. (México) : Fondo de Cultura Económica, 2007.-- 30 p. 29 cm; il, color; Traducción; Español.-- (Los especiales de A la orilla del viento)


ISBN 978-968-16-8252-1 EL MISTERIOSO CASO DEL OSO / Oliver Jeffers; Ilust: Oliver Jeffers; Trad: Carlos Tejada .-- 1ra. ed .-- México D.F. (México) : Fondo de Cultura Económica, 2008.-- 40 p. 29 cm, il, color; Traducción; Español.-- (Los especiales de A la orilla del viento) ISBN 978-607-16-0013-4


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