¿Se incluye el pensamiento crítico para la formación de la ciudadanía? Formar a los alumnos para el pleno ejercicio de la democracia es uno de los ideales que acompaña al docente desde los caminos de su formación profesional, ideal que está sustentado en uno de los fines de la educación, entendida esta como “la interacción humana en la cual, sobre la base de un potencial biológico, seres humanos con la mediación de otros, se apropian la cultura que los constituye en la clase peculiar de ser humano que son, tanto en el sentido colectivo como en el personal, para crear su propia versión particular de la misma, que es su personalidad” (Villarini, 1997). Los cambios sociales afectan a la ciudadanía, generan cambios radicales sobre sus instituciones y formas de pensar el mundo, de actuar en el mundo y de gobernar los estados, estos cambios no han sido ajenos a las transformaciones que ha enmarcado la escuela. La educación con respecto a la política es necesaria, y esta debe estar acompañada de un curriculum que permita el desarrollo de un pensamiento crítico desde temprana edad en los alumnos. Propiciar este tipo de curriculum no es una tarea solo del docente encargado del área de ciencias sociales, es un contenido que todas las áreas deben de transversalizar haciendo propuestas claras desde su saber especifico por medio de las cuales los alumnos puedan elaborar unas reflexiones reales con su respectivo entorno. “Los sistemas educativos están íntimamente ligados a las necesidades económicas y tecnológicas de las sociedades” (Villarini, 1997). En este momento la necesidad educativa imperante es el manejo de la información a través de los diferentes dispositivos que según el modelo capitalista es necesario masificar de forma permanente para estar a la vanguardia de la modernidad, asegurar el conocimiento y manejo de los medios tecnológicos está a cargo de la escuela del momento. El docente no deberá perder de vista que el alumno que hoy está bajo su tutela mañana será un ciudadano más en pleno uso de su actuación política. Deberá entonces este preguntarse de manera abierta ¿qué es la política? A lo que Hannah Arenht, responderá “la política se basa en el hecho de pluralidad de los hombres, trata del estar juntos y los unos con los otros de los diversos”. (Arenht1997), definición bastante clara al incluir entonces la practica escolar y el ámbito escolar aun con las diferencias de edades y de pensamientos ambos están considerados como actores políticos en acción y responsables del desenlace de la historia de su entorno con sus adelantos o retrasos en sus sistemas ideológicos y económicos pues su forma de participación incidirá en los posibles cambios futuros. “La educación política debe basarse en el respecto a la diferencia, pero también en la denuncia de las desigualdades como formas de injusticia. Los derechos humanos, la cooperación y la solidaridad son aprendizajes fundamentales”
(Fernández). Estos aprendizajes son contenidos que el docente deberá abordar con los alumnos desde cualquiera de las áreas por medio de una decidida intervención teniendo en cuenta la diversidad de su grupo y así tratar de incluir un curriculum orientado al desarrollo humano integral, que permita adquirir los elementos necesarios para lograr la construcción de una democracia. En la medida en que los alumnos adquieran una capacidad de pensamiento critico podrán cuestionar los cambios y no solo asumir hoy como alumnos y luego como ciudadanos los cambios de forma mecánica. La metodología hoy indica que no solo la escuela es el lugar idóneo para impartir una formación formal, ahora se plantean otras formas de educación por medio de procesos no formales, e informales entendido este último dentro de un tiempo de formación permanente para el ser humano, ahora se amplían los espacios para la formación, ya no solo está aprobada la escuela y la universidad como las instituciones por excelencia, hablamos entonces de museos, parques, bibliotecas, lugares específicos de la ciudad que están dotados dentro de un plan que obedece a un direccionamiento para muchas ciudades de América Latina contenido en la declaración de Barcelona en la carta de ciudades educadoras en el año 1990 y revisada en el año 1994, hecho presentado como un mejoramiento en todos los niveles de desarrollo para cada ciudad. Este hecho es calificado como algo beneficioso, educativo en su mayor expresión, pero no deja de ser algo impuesto para los estados con un fin específico y es la preparación de un ciudadano ideal dentro de una globalización, un actor presente dentro de un mundo de información tecnológica necesaria que este en consonancia con los sistemas económicos que deban operar dentro de un sistema mayoritario. Para el caso de Medellín, se recrea una ciudad educadora, en la que la infraestructura tiene un protagonismo vital, pero en su proyecto está la intervención de la administración gubernamental del momento que decide que énfasis le otorgara; así lo hemos podido observar teniendo en cuenta la diferencia de elección entre la administración de Fajardo y la administración de Luis Pérez con respecto al manejo de los parques educativos municipales en los cuales el centro es ahora la tecnología para lograr una mayor apropiación por la ciudadanía con respecto a las TICS. El docente no podrá detener los cambios sociales desde su generación incluso sí la motivación y el origen son positivos para la transformación de una sociedad, pero lo que sí está en sus manos y poder de elección es permitir que cada cambio pueda ser cuestionado por los alumnos y puedan tomar una posición frente a este, puesto que desde su rol de profesional de la educación y ciudadano también el lo puede hacer y debatir con varios puntos de vista.
Un ejemplo muy positivo con respecto a la posibilidad de educación no formal la encontramos, en el Municipio El Retiro en Antioquia, en la vereda el pantanillo está ubicada la biblioteca rural, llamada “El laboratorio del Espíritu” es un lugar donde muchos proyectos de investigación se desarrollan y cuentan con la participación de los habitantes de la vereda y del municipio, un lugar donde se concreta la formación desde la diferencia y por ella misma ya que está dirigida a muchas personas en condiciones vulnerables por la violencia o la pobreza. La idea es que tanto docentes como alumnos puedan abordar temáticas de reflexión y cuestionamiento en torno a los cambios sociales, que les permita develar una crítica constructiva para afrontar de la manera más indica según su entorno con una acción política en su condición de ciudadanos el porvenir de su ciudad. Tomando posiciones de aprovechamiento y proposición de forma cooperativa.
Bibliografía: Mejía Jiménez, Marco Raúl. Educación(es) en las globalizaciones(es). (I9 Entre el pensamiento crítico y la nueva critica. Fernández, Antoni Santisteban. Formación de la ciudadanía y Educación política. Villarini Jusino, Ángel R. El Currículo orientado al desarrollo integral.